Por: Miguel Camino Solorzano
Fuente: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/punto-de-vista/1/el-libre-ingreso-y-la-gratuidad-de-la-educacion-en-ecuador
Por: Miguel Camino Solorzano
Fuente: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/punto-de-vista/1/el-libre-ingreso-y-la-gratuidad-de-la-educacion-en-ecuador
Chile/Diciembre de 2016/Autor: Felipe Menares Velazquez/Fuente: El Ciudadano
Durante esta jornada se conocieron los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (PISA, por sus siglas en inglés), que midió a cerca de 540 mil estudiantes de 70 países en tres áreas: lectura, matemática y ciencias. En todas, Chile se ubica en la medianía de tabla, aun cuando la aplicación de mediciones de esta naturaleza genera discrepancias entre los especialistas.
Primero, una revisión a los resultados para el país. En lectura, Chile logró 459 puntos, ubicándose en el lugar 42, mientras que el promedio de la OCDE fue de 493 puntos y el líder –Singapur– obtuvo 535 puntos.
En matemática, Chile se situó en la posición 48, con 423 puntos y la media de la organización fue de 490. Singapur también lideró la prueba, alcanzando 564 puntos.
En cuanto a ciencias, Chile obtuvo 447 puntos (lugar 44) y el promedio OCDE fue de 493 puntos. Singapur también obtuvo el mejor desempeño, totalizando 556 puntos
En el contexto latinoamericano, Chile ocupa la segunda posición en las tres pruebas, detrás de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Argentina no fue considerada porque la OCDE consideró insuficiente la muestra tomada).
CRÍTICAS A LA ESTANDARIZACIÓN
La Red Social para la Educación Pública en las Américas (Red SEPA) y la Coalición Trinacional en Defensa de la Educación Pública (México, Estados Unidos, Canadá) elaboraron un “Manifiesto contra PISA y la lógica estandarizadora de la educación en el mundo”, en el cual exponen su “rechazo a la prueba, a sus versiones nacionales, y a la lógica homogeneizadora de los sistemas educacionales que se impone”.
En el documento exhiben observaciones con distinto carácter respecto de la medición. La primera, con un carácter político-educativo, señala que los ministerios de educación tienen un limitado control sobre esta evaluación, escenario que reforzaría la tendencia a la estandarización de procesos y mediciones y la entrada de empresas privadas en la conducción de los proyectos educativos de las escuelas.
Otra anomalía detectada por los firmantes de la carta concierne a que la PISA promueve rankings de países en virtud de los resultados, ejercicio que busca neutralizar las diferencias culturales, cosmovisiones y características lingüísticas propias de cada contexto nacional.
En al ámbito social y psicológico, el manifiesto argumenta que “la presión por obtener buenos puntajes recae finalmente en las comunidades de maestros y estudiantes, instalando un régimen de alto estrés que está destruyendo el clima escolar y estabilidad emocional de nuestras escuelas”.
Por supuesto, el documento plantea una inquietud desde un enfoque pedagógico. A juicio de los suscriptores, el régimen de pruebas estandarizadas implica un “estrechamiento curricular”, que ha significado una reducción del tiempo dedicado a asignaturas como artes, música, filosofía e historia”.
“ESTA NO ES UNA PRUEBA QUE PUEDA DECIR LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN”
En conversación con El Ciudadano, Rodrigo Cornejo, investigador del Observatorio Chileno de Políticas Educativas (OPECH), pone el acento en que la prueba PISA es desarrollada por un organismo económico y no educativo. Además, explica que, si bien se pueden extraer ciertas conclusiones a partir de la aplicación del testeo, éstas tendrían un carácter general e inferior a los incentivos negativos producidos a partir de sus resultados.
“Las pruebas estandarizadas de desempeño, homogéneas para toda la población, entregan una información muy general, pero esta no es una prueba que pueda decir la calidad de la educación”, comenta.
En esta línea, Cornejo aborda el diagnóstico realizado por el manifiesto, documento al cual adhiere, y profundiza en torno al “estrechamiento curricular”. “Todo educador sabe que si quiero subir rendimiento en lenguaje, matemática y ciencias, no es el mejor camino hacer 20 horas de cada materia, porque como somos mentes complejas y tenemos inteligencias múltiples, muchas veces uno, vía fomento de la educación física y de las artes, llega a tener buen puntaje”.
Para ilustrar esta situación, Cornejo apela a la lógica curricular de los colegios privados de élite en Chile. “Cuando uno va a estos colegios, se da cuenta que tienen muchas horas de arte, muchas horas de educación física, deportes y gimnasios extraordinarios. Entonces, lo que se quiere imponer es una tendencia homogeneizadora, de estrechar el currículum, pero que se aplica a los jóvenes pobres“, señala.
El investigador aporta otra crítica a la homogeneización, pero desde el punto de vista de la finalidad de la educación. A su juicio, “va contra la esencia de la educación, que básicamente se trata de aprender a desarrollarnos como personas, como seres humanos, conocedores del mundo, con proyecto social”.
MÁS CONSECUENCIAS NEGATIVAS
En 2014, más de ochenta investigadores y especialistas en educación de Estados Unidos y Europa enviaron una carta a Andreas Schleicher, director de Educación encargado de la OCDE, en la cual manifestaban su preocupación por las consecuencias negativas generadas por los rankings de la prueba PISA.
Según afirman los expertos, el ciclo trianual de la evaluación está generando un viraje en la atención hacia soluciones de corto plazo, sin considerar que los cambios duraderos en las prácticas educativas implican un período más extenso, sobre todo si se quieren apreciar sus resultados.
Además de enfatizar en el estrés crecientes para la comunidad educativa, la misiva también plantea que la medición ignora otros objetivos educativos, “menos susceptibles de ser medidos o imposibles de ser medidos, tales como el desarrollo físico, moral, cívico y artístico, reduciendo de este modo peligrosamente nuestra imaginación colectiva en torno a lo que es o debería ser la educación”.
Hecho el diagnóstico, los suscriptores de la carta también elaboraron una serie de propuestas, entre las que figuran: el desarrollo de alternativas a las tablas de rankings, abrir un espacio a la participación de un amplio espectro de actores, incluir a organizaciones nacionales e internacionales en la formulación de métodos y estándares de evaluación cuya misión va más allá de los aspectos económicos de la educación pública; y publicar los costos directos e indirectos de administrar PISA, de modo que quienes pagan impuestos en los países miembros puedan visualizar alternativas de uso de los millones de dólares que se gastan en estas pruebas y puedan determinar si desean continuar participando en ellas.
Fuente: http://www.elciudadano.cl/2016/12/06/343101/expertos-en-educacion-critican-efectos-de-la-prueba-pisa/
Venezuela/Diciembre de 2016/Fuente: Últimas Noticias
En la Gaceta Oficial número 41.044 se oficializó la transformación curricular para la Educación Media General en la modalidad de educación de jóvenes y adultos, así como el nuevo sistema de puntuación que funcionará el próximo año escolar 2016-2017.
Por medio de una resolución emitida por el Ministerio de Educación, se determinaron los lineamientos de la reforma curricular en educación media que implica la implementación de nuevas materias para los estudiantes de bachillerato, y las horas dedicadas al estudio por semana durante el nuevo año escolar.
“La educación de jóvenes y adultos es una modalidad del subsistema de educación básica enmarcada dentro del contexto de la educación permanente, concebida como un conjunto de acciones destinadas a atender la población a partir de los 15 años, tanto en el campo de la educación formar como la no formar, a través de un proceso de desarrollo integral del ser humano, con estrategias convencionales y no convencionales para lograr la transformación cultural, individual y colectiva de la población beneficiaria”, reza parte del texto.
Este cambio tiene como objetivo garantizar una formación inter y transdisciplinaria de las áreas con un proceso de evaluación cónsono con las estrategias educativas de la modalidad, así como reducir el tiempo de estudio y adecuar los horarios de acuerdo a las necesidades de los participantes.
Asimismo, se establece un nuevo sistema de calificaciones en la escala del 1 al 5, siendo 3 la calificación mínima aprobatoria. El estudiante es promovido al período inmediato superior cuando apruebe todas o tres de las áreas del componente básico.
Este decreto será aplicado en todas las instituciones y centros educativos oficiales dependientes del Ejecutivo Nacional, estatal, municipal, misiones, entes descentralizados y en las instituciones educativas de carácter privado del subsistema de educación básica.
Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/comunidad/gaceta-oficial-nuevas-materias-bachillerato-periodo-2016-2017/
América del Sur/Perú/10 diciembre 2016/Fuente: Entorno inteligente
El trabajo honesto y comprometido de los servidores públicos del Ministerio de Educación (Minedu) fue reconocido durante la premiación del Quinto Concurso Nacional de»Buenas Prácticas en la Gestión Pública y Anticorrupción en Educación 2016?, realizada con la participación de diversos funcionarios. Los ganadores corresponden a cuatro categorías y fueron elegidos por una Comisión Ad Hoc que tomó en cuenta el impacto, creatividad, sostenibilidad y posibilidad de réplica de las 29 prácticas que se presentaron al concurso. El jefe de la Oficina General de Transparencia, Ética Pública y Anticorrupción del Minedu, Juan Carlos Pasco Herrera, felicitó a los equipos de trabajo participantes. Refirió que este concurso está en línea con la clara voluntad del Minedu de promover una gestión pública ética, transparente y con mecanismos de control y sanción oportunos que redunden en el fortalecimiento del sector Educación y en la mejor atención a los ciudadanos y en la calidad del servicio educativo. En la categoría de Promoción de la Transparencia y el Acceso a la Información Pública la ganadora fue la Oficina de Becas Especiales del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) por su sistema de información con tableros virtuales dinámicos. En segundo lugar quedó la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú, con su práctica»Feria Escuela Transparente» En la categoría Mejora del Servicio al Usuario en el Sector Educación, obtuvo el primer puesto la Unidad de Gestión Educativa Local N° 5 por la»Simplificación en el trámite para el reconocimiento del beneficio de la asignación por tiempo de servicios al personal docente y administrativo» El segundo puesto fue para la Unidad de Gestión Educativa Local N°. 2, con su ?Convergencia de plataformas y trato cálido para fortalecer los lazos con el público externo» En la categoría Iniciativas de Prevención y Lucha contra la Corrupción ganó la institución educativa emblemática»Virgen Asunta? de la Unidad de Gestión Educativa Local Chachapoyas por su buena práctica»Construyendo ciudadanía, forjamos un Perú sin corrupción» En segundo lugar se ubicó a la Procuraduría Pública. El Minedu también otorgó una mención especial de Gobierno Abierto a la Unidad de Gestión Educativa Local N°. 1 por su buena práctica»Fiscaliza tu cole» La Dirección Nacional de Capacitación y Técnica Deportiva del Instituto Peruano del Deporte logró el segundo lugar con su iniciativa»Geodeporte» La ceremonia de premiación fue realizada en el Auditorio de Sencico con la participación de los funcionarios de las diversas unidades de gestión educativa local y las direcciones regionales de educación.
Fuente:http://www.entornointeligente.com/articulo/9341913/PERU-Premian-buenas-practicas-anticorrupcion-en-Ministerio-de-Educacion-03122016
De acuerdo con Unicef, en África Subsahariana se ubican 393 millones de esos niños, mientras en el Medio Oriente se encuentran 64 millones.
Siria, Nigeria, Afganistán, Yemen, Sudán del Sur y Haití están entre los países donde mayor cantidad de niños padecen las consecuencias de las guerras y de los desastres naturales, como el huracán Matthew que azotó en octubre la región del Caribe.
Pese a importantes progresos, demasiados menores de edad siguen afectados en el planeta por situaciones de crisis, pobreza y discriminación por su religión, género, raza, etnia y discapacidad, lamentó el Fondo.
Unicef presentó los nuevos datos en el contexto del 70 aniversario de su fundación, que celebrará el 11 de diciembre.
‘Fuimos creados para ayudar a niños cuyas vidas y futuro corren peligro por el impacto de conflictos y de privaciones’, señaló el director ejecutivo de la agencia, Anthony Lake.
El funcionario llamó la atención sobre el hecho de que más de 500 millones de menores de edad sufran tan adversa situación, ‘cifra que demuestra la importancia de nuestro trabajo’.
Por: Renato Opertti
Solo se puede tener un efectivo sistema educativo si se abriga, se apropia y se desarrolla una visión educativa robusta, acordada y sostenible.
En primer lugar, el desafío principal radica en moverse desde sistemas tradicionales burocráticos donde algunos alumnos aprenden a altos niveles hacia sistemas modernos facilitadores donde todos los alumnos necesitan aprender a altos niveles (Schleicher 2011). En los modelos más tradicionales, los alumnos se ajustan a los tiempos, a los contenidos y a las estrategias de instrucción ideados sobre un perfil estándar de alumnos. En cambio, en la actualidad, la diversidad de contenidos, el amplio abanico de estrategias pedagógicas y la integración de los tiempos presenciales y en línea de instrucción se combinan de múltiples maneras para asegurar una educación y un aprendizaje personalizado en espacios colectivos de aprendizaje.
En segundo lugar, los sistemas educativos dejan de ser expresiones estado-céntricas, compartimentadas en niveles que no dialogan entre sí – por ejemplo, entre primaria y media – y acotadas al ámbito formal de la educación. Más bien, los mismos son garantes del derecho a la educación facilitando oportunidades de formación a lo largo de toda la vida que se estructuran en políticas y programas educativos de la infancia, la niñez, la adolescencia, la juventud y la adultez y que no ponen vallas entre lo público/privado y lo formal/no formal / informal. Asimismo, se reconoce la interdependencia y las sinergias entre las necesidades educativas y otras necesidades que son claves para asegurar el desarrollo armónico e integrado de las personas y de los ciudadanos.
En tercer lugar, los sistemas educativos se caracterizan actualmente por su gobernanza a múltiples niveles donde la relación entre los diversos actores tiende a ser más fluida y abierta a negociación que otrora (Burns y Köster 2016). Generalmente los sistemas educativos se organizan en tres niveles interdependientes bajo una concepción unitaria: (i) una definición políticamente consensuada sobre el para qué y qué de la educación, refrendada por el Parlamento y asumida por el liderazgo y la conducción ministerial de la política educativa; (ii) un nivel de excelencia técnica, profesionalmente resguardado en instituciones que tienen a su cargo efectivizar el cómo de la política educativa en línea de dependencia funcional ministerial; y (iii) comunidades locales y centros educativos empoderados para co-desarrollar la política educativa que surge como correlato de los dos niveles anteriores. Esencialmente esto implica que los centros disponen de autonomía y responsabilidad para reclutar y gerenciar recursos humanos y materiales.
En cuarto lugar, la planificación y gestión de las políticas educativas abandonan su impronta prescriptiva centralista y altamente jerárquica, para transformarse en un eje transversal a todas las unidades/dependencias del sistema educativo asentada en la horizontalidad, el diálogo, la circulación de información y la genuina construcción colectiva. Por ejemplo, un director de centro o un docente tienen más probabilidad de ser efectivos tomadores de decisiones si hacen suyos criterios y herramientas de planificación que le permiten administrar la diversidad de sus contextos y de sus alumnos como un activo que potencia las oportunidades de aprendizaje.
En quinto lugar, la discusión sobre los recursos educativos deja de ser dada por la manera consuetudinaria de asignar inversiones, salarios y gastos de funcionamiento para erigirse en opciones de política pública de largo aliento sobre cuáles son las maneras efectivas de alinear recursos en función de los objetivos transformacionales de la política educativa. Los «plus» de asignación presupuestal no suelen ser para hacer más de lo mismo en sistemas educativos que se precien de ser progresistas.
En sexto lugar, los sistemas educativos funcionan básicamente como una red de responsabilidades compartidas y rendiciones de cuentas recíprocas entre los gobiernos, los centros educativos, las comunidades y las familias (Bnaco Mundial 2003). Los mismos se encuentran sanamente expuestos a la evaluación de sus políticas y programas que nacen de la conjunción y del diálogo entre miradas técnicas, políticas, societales y ciudadanas. Ya no vale ni es creíble legitimarse por las evaluaciones endógenas, sino hay necesidad de tener una visión de conjunto, externa al sistema educativo, que permita entender e identificar avances, bloqueos y desafíos. La clave de las evaluaciones es apoyar y rectificar para progresar pero, en modo alguno, culpabilizar, estigmatizar o desdeñar.
Estos seis atributos son una aproximación a visualizar qué tipo de sistema educativo se tiene, y si el mismo tiene las bases y los instrumentos necesarios para generar aprendizajes relevantes y sustentables. Volvemos al principio. Solo se puede tener un efectivo sistema educativo si se abriga, se apropia y se desarrolla una visión educativa robusta, acordada y sostenible.
Tomado de: http://www.elobservador.com.uy/pistas-la-educacion-el-mundo-15-n1005736
Por: Julio Mosquera
2. De la Universidad a la Educación Técnica
Como señalamos en la sección anterior, el método de enseñanza por proyecto se consolidó en las universidades y otras instituciones que formaban ingenieros y arquitectos. Avanzado el Siglo XIX comienza a pensarse en el uso de este método en la enseñanza secundaria dedicada a la formación de técnicos. Los educadores en tecnologías de los Estados Unidos ya estaban convencidos de la utilidad del método de proyecto. En el contexto de la Exhibición Centenaria que se realizó en Filadelfia en 1876, un grupo de educadores estadounidenses entró en contacto con el denominado Sistema Ruso de enseñanza técnica. En particular, los profesores John D. Runkle, Rector del Instituto de Tecnología de Massachusetts, y Calvin Woodward, Decano del Instituto Politécnico O’Fallon de la Universidad de Washington, promovieron su adopción para el entrenamiento en oficios al nivel de la educación secundaria (Knoll, 1997).
El llamado Sistema Ruso de entrenamiento en el manejo de herramientas fue desarrollado por Victor Della Vos (1829-1890) en la Escuela Técnica Imperial Rusa a finales de los años 1960. Della Vos se graduó en matemáticas y física en la Universidad de Moscú, también realizó estudios sobre la construcción de maquinarias en París y Londres. Della Vos diseño un método de enseñanza sistemático y eficiente dentro del ambiente de aula o de laboratorio, donde los estudiantes son expuestos a una serie de ejercicios sobre las diversas habilidades presentadas en un secuencia lógica y sistemática (Russian System, 2005). Este sistema estaba dirigido al entrenamiento de ingenieros en el manejo de herramientas y surgió como una alternativa al método tradicional que usaban los artesanos. Los instructores analizaban cada proceso y lo descomponían en sus partes las cuales se enseñaban separadamente. El entrenamiento se hacía en un taller particular para cada parte y cada estudiante tenía su propio lugar de trabajo y su juego de herramientas (Russian Manual Training, 2005). Este entrenamiento consistía de una secuencia de ejercicios de dificultad creciente mediante los cuales se practicaba cada habilidad manual, sólo hasta completar satisfactoriamente cada ejercicio se le permitía al estudiante pasar al siguiente. Todos los ejercicios comenzaban con planos de trabajo, no tenían valor práctico y no conducían necesariamente a la construcción de un artículo útil (American beginnings: The manual training movement, 2005).
Volviendo a los Estados Unidos, tenemos que Woodward implemento el Sistema Ruso en la Escuela de Entrenamiento Manual en San Louis, fundada por él mismo en 1879. Woodward organizó la enseñanza en esta escuela en dos fases. En la primera fase los estudiantes recibían entrenamiento en cada uno de los componentes de diversos trabajos manuales, como señala Knoll (1997), recibían entrenamiento en el “alfabeto” de las herramientas y técnicas. En la segunda fase, al terminar cada unidad de enseñanza y del año escolar, los estudiantes tenían que dedicarle un tiempo para diseñar y realizar proyectos independientemente.
“Woodard consideró los proyectos como “ejercicios sintéticos”. Las técnicas aprendidas primero de manera aislada (por ejemplo, en la construcción de tornos, máquinas de vapor o aparatos eléctricos), eran entonces aplicadas en un contexto. Por tanto, la instrucción era diseñada para progresar sistemáticamente desde principios elementales hasta aplicaciones prácticas, o, en términos de Woodward, desde la “instrucción” hasta la “construcción”. Al final del tercer año, el curso de entrenamiento manual culminaba en lo que fue llamado el “proyecto de graduación”.” (Knoll, 1997, p. 5, traducción del autor)
Este proyecto de graduación consistía en la construcción de una máquina, la cual sería evaluada por profesores de la Escuela Politécnica. El estudiante debería entregar junto con la máquina todos los planos y los moldes usados para construir las partes de la máquina, ambos deberían ser realizados por el estudiante. El punto de partida de estos proyectos eran los requerimientos del trabajo o del estudio.
La experiencia iniciada por Woodward en la escuela técnica que fundó en Washington se propagó rápidamente por todos los Estados Unidos. El interés por el entrenamiento manual se incremento enormemente. Incluso se llegó a introducir en el nivel de preescolar y en escuelas elementales a finales del Siglo XIX. Esta rápida diseminación del método de Woodward llamó la atención de notables educadores, de entre los cuales surgieron algunos críticos. La oposición a esta propuesta pedagógica se organizó en un movimiento de reforma. El más destacado exponente de este movimiento fue John Dewey, uno de los principales representantes del pragmatismo en la educación estadounidense. Este movimiento criticaba el hecho que el punto de partida de los proyectos fueran las consideraciones del trabajo y el estudio. Más bien pensaban que el punto de partida debería ser los intereses y experiencias de los niños. Dewey (1899, citado en Knoll, 1997, p. 6) propuso como contrapartida al método de Woodward la idea de las ocupaciones constructivas. Desde este enfoque la creatividad pasaba a jugar un papel tan importante que el desarrollo de habilidades técnicas, se reduce la preponderancia de la organización sistémica por una organización que parta de la psicología del niño hasta llegar a la lógica de las materias, y se propone como punto de partida las experiencias y los intereses de los niños. Este enfoque fue adoptado por el profesor Charles R. Richard, profesor de entrenamiento manual en Colegio de Profesores de la Universidad de Columbia en Nueva York (Knoll, 1997).
Richards sostenía que la construcción debería ser el punto de partida del entrenamiento manual. Él pensaba, al igual que Dewey, que el trabajo de proyecto no debería ser un objetivo final de la educación (Knoll, 1997). Otro aspecto que diferenciaba la propuesta de Richards de otros enfoques del entrenamiento manual, era su concepción de la enseñanza a partir del todo para luego pasar al estudio de las partes. Además, según su concepción, la instrucción no precede al proyecto sino que era integrada en el trabajo de proyecto constructivo. Como resalta Knoll (1997), este enfoque se oponía notoriamente al de Woodward. Richards (1900) presenta detalles de un proyecto realizado por unos estudiantes, en la Escuela Horace Mann, sobre la vida de los indios [sic]. En la ejecución del Proyecto Indio los estudiantes discutieron acerca de las costumbres y ritos de los indios, construyeron carpas, hicieron disfraces, tallaron hachas y flechas para vivir un día como indios, visitaron el Museo de Historia Natural de la ciudad de Nueva York. Este ejemplo ilustra como los estudiantes adquirieron el conocimiento y las habilidades necesarias para la realización del proyecto propuesto.
Otro ámbito en el que se desarrolló el método de proyecto en los Estados Unidos fue el de la educación agrícola. En 1908, Stimson fue designado como Director de la Escuela de Agricultura Smith, una escuela secundaria localizada en Northampton, Massachusetts. En esta escuela, Stimpson tuvo la oportunidad de implantar una nueva manera de enseñar la agricultura, la cual el denominó como el método de proyecto en el hogar (home project method). Según Moore (1988b), el concepto de método de proyecto elaborado por Stimson tuvo como fuentes sus experiencias educativas previas en el Colegio de Agricultura de Connecticut, la filosofía pragmática de Williams James, quien fuera su mentor, y su conocimiento de la obra de pedagogos como Pestalozzi. La experiencia iniciada por Stimson en el año escolar 1908-1909 resultó ser exitosa. Esta experiencia llamó la atención de las autoridades al punto que Stimson fue designado como supervisor estatal de educación agrícola. Desde esta posición, se encargó de diseminar el método de proyecto por todo el Estado. En sendas conferencias en importantes reuniones nacionales de educación en los Estados Unidos, Stimson presento una descripción detallada del método de proyecto, también describió con detalles los conceptos de proyecto de mejoramiento, proyecto experimental y proyecto productivo (Moore, 1988b). El método de proyecto fue adoptado como método de enseñanza de la agricultura en muchos estados de los Estados Unidos. Tal fue la influencia de Stimson que es considerado por algunos educadores técnicos (por ejemplo, Moore, 1988a, 1988b) como el creador de este método de enseñanza. Knoll (1997) le acredita a Stimson haber popularizado el método de proyecto en los Estado Unidos y hacerlo conocer entre profesores de las asignaturas académicas.
En 1915, W. W. Charters, Decano del Colegio de Educación de la Universidad de Missouri visitó a Stimson para conocer de primera mano el método de proyecto. Charters, quien fuera estudiante y discípulo de John Dewey, era un destacado experto en currículum y defensor del método de enseñanza basada en la resolución de problemas. Fue tan buena la impresión que le produjo el trabajo de Stimson, que Charters llegó a afirmar que el método de proyecto era la resolución de problemas elevada a la enésima potencia (Moore, 1988a). Más tarde, en 1919, apareció un libro de Stimson titulado Vocational Agricultural Education by Home Projects el cual fue publicado por Macmillan Company (Moore, 1988a). Estos hechos nos indican que el método de proyecto desarrollado por Stimson era para esta época ampliamente conocido en los Estados Unidos.
A comienzos de los años veinte, del siglo pasado, el “metod proektov” fue introducido en las escuelas de la Unión Soviética. A finales de esa década, el Instituto de Investigación Educativa de Moscú reconocía oficialmente que este método de enseñanza era el único método verdaderamente marxista y democrático. Una de las actividades dentro de este método basado proyecto contemplaba visitas de los niños a las fábricas y manifestaciones de apoyo a los obreros. Es oportuno aclarar que no se trata de una versión del método de proyectos anglosajón. La presión política por una mayor eficiencia en las escuelas para la formación de jóvenes con el conocimiento y habilidades necesarias para incrementar la producción industrial y fortalecer la conciencia comunista llevó a que se desconfiara de este método para el logro de esos objetivos. El 5 de septiembre de 1931, el Comité Central del Partido Comunista promulgó un decreto prohibiendo el uso del método de proyecto en la escuela soviética.
En América Latina, el interés por la pedagogía activa surge por razones diferentes a las vistas anteriormente. La reforma de Córdoba, que se inicia en 1918 en Argentina, aboga por la metodología activa en la enseñanza y rechaza la clase magistral como un “anacronismo pedagógico” (Tunnermann Berheim, 1979, p. 65). En el manifiesto del 21 de junio de ese mismo año, los estudiantes resaltan que “(…) se levantan contra un régimen administrativo, contra un método docente, contra un concepto de autoridad (…)” (Manifiesto, 1918, p. 86). La revuelta de Córdoba desencadenó una ola de protestas en casi todos los países de Nuestra América. En todos estos levantamientos estudiantiles se exigían cambios en los métodos de enseñanza, particularmente se manifestaba en contra de la clase magistral. Como nos relata José Carlos Mariátegui,
“El Congreso Internacional de Estudiantes de México de 1921 propugnó: 1° la participación de los estudiantes en el gobierno de las universidades; 2° la implantación de la docencia libre y la asistencia libre. Los estudiantes de Chile declararon su adhesión a los siguientes principios: 1° autonomía de la Universidad, entendida como institución de los alumnos, profesores y diplomados; 2° reforma del sistema docente, mediante el establecimiento de la docencia libre y, por consiguiente, de la asistencia libre de los alumnos a las cátedras, de suerte que en caso de de enseñar dos maestros una misma materia la preferencia del alumnado consagre libremente la excelencia del mejor; 3° revisión de los métodos y del contenido de los estudios; y 4° extensión universitaria, actuada como medio de vinculación efectiva de la Universidad con la vida social. Los estudiantes de Cuba concretaron en 1923 sus reivindicaciones en esta fórmula: a) una verdadera democracia universitaria; b) una verdadera renovación pedagógica y científica; c) una verdadera popularización de la enseñanza. Los estudiantes de Colombia reclamaron, en su programa de 1924, la organización de la Universidad sobre bases de independencia, de participación de los estudiantes en su gobierno y de nuevos métodos de trabajo. “Que al lado de la cátedra—dice ese programa—funcione el seminario, se abran los cursos especiales, se creen revistas (…).” (Mariátegui, 1995, p. 84)
Dentro de ese espíritu de renovación surgieron diversas propuestas pedagógicas. En la misma Argentina se elaboran ideas sobre la cátedra autogestionada y el taller como pedagogía participatoria (Ander-Egg, 1979). En Venezuela, Silva Michelena y Rudolf Sontag (1970) proponen la adopción del seminario como alternativa a la clase magistral. Para estos autores,
“El seminario es el mejor instrumento conocido para eliminar los efectos nocivos de la clase magistral, porque además de esta limitación, abre simultáneamente la posibilidad de que el estudiante recree, repiense, reproduzca, en una palabra, reviva el proceso que condujo al investigador, al autor del libro o folleto, a la formación de sus ideas. De esta manera, el proceso de aprendizaje es mucho más activo y abona la imaginación creadora. El profesor, que dirige el seminario, está obligado a no presentar ideas acabadas sino a desarrollarlas conjuntamente con los estudiantes.” (Silva Michelena y Rudolf Sontag, 1970, p. 209)
Este escenario es completamente diferente al que se planteó inicialmente en los Estados Unidos y Europa, donde las reformas fueron promovidas por élites ilustradas. En nuestro continente la necesidad de asumir métodos como el de proyecto surge de un movimiento político impulsado por las bases y de carácter revolucionario. No es sino hasta mediados de los años sesenta cuando surge una rebelión estudiantil en algunos países de Europa que exige cambios radicales en la manera de enseñar en las universidades, entre ellos la inclusión de los proyectos (Mora, 2004).
Tomado de: http://www.aporrea.org/educacion/a236470.html