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¿Cómo impactan las emociones en la decisión de desertar?

¿Sabía usted que, en Jamaica, aproximadamente 1 de cada 10 estudiantes de secundaria desertan?  Cada uno de estos estudiantes tiene una historia muy especial que contar. Es decir, aunque muchas veces los modelos económicos asumen que los individuos son homogéneos y racionales al tomar decisiones, cuando se trata de estudiantes desmotivados cercanos a  abandonar la escuela y que  tienen diferentes necesidades emocionales, los resultados pueden ser diferentes. Este hecho no contradice los modelos económicos tradicionales, sino que evidencia que los modelos necesitan capturar los aspectos emocionales de la toma de decisión de los estudiantes.

Para analizar las historias individuales de los estudiantes que toman la decisión, aparentemente irracional, de salir de la escuela antes de tiempo, necesitamos un análisis de dos niveles. Con este propósito, el estudio reciente “Dislocación Adolescente en Jamaica: Causas y costos en el nivel secundario” recogió algunos ejemplos que permiten profundizar aún más nuestra interpretación del fenómeno. En el contexto de Jamaica, a nivel macro, los responsables políticos sopesan el costo social de los estudiantes que desertan y las intervenciones para prevenirlo.

Los costos sociales incluyen los ingresos fiscales no percibidos y el costo de la delincuencia juvenil. Con referencia a este último, en Jamaica, el costo del crimen es significativo y se estima que una reducción en el nivel de la delincuencia en general podría aumentar el crecimiento anual del PIB del 5,4%. Además, el informe del PNUD estima que, en 2005, la delincuencia juvenil produjo un costo de 3,21 por ciento del producto interno bruto del país. El costo de proporcionar intervenciones que merman la cantidad de desertores implica la provisión de un sistema educativo de servicio completo que pueda acomodar a todos los jóvenes en edad de asistir a la escuela.

El estudio reciente de Jamaica proporciona un análisis a nivel micro de por qué los estudiantes se retiran del sistema escolar. De acuerdo con el estudio, hay cuatro puntos que exploran la personalidad del estudiante que abandona:

(1)    Los estudiantes que abandonan la escuela todavía se visualizan a sí mismos en el mercado laboral. En el estudio, el 90% de los jóvenes que desertan de manera prematura tiene metas profesionales específicas. Además, casi la mitad de ellos expresa su deseo de seguir estudiando para poder alcanzar sus objetivos de carrera. Estos estudiantes quieren contribuir con la sociedad y no consideran que la deserción sea el final de su educación.

(2)    Al tomar la decisión de abandonar, los beneficios a corto plazo de salir de la escuela son mayores que las consecuencias a largo plazo. Según el estudio, los “factores financieros”  son la segunda razón más común para que los estudiantes abandonen el sistema educativo. El primero es “apoyo inadecuado por parte de los padres”. Los estudiantes de bajos ingresos y sus padres se enfocan en sobrevivir y, en consecuencia, muchos estudiantes salen de la escuela con el fin de aumentar los ingresos del hogar, sin darse cuenta de que su salario a largo plazo aumentaría si permanecieran.

(3)    Los estudiantes no rechazan la idea de aprender. Ellos simplemente no reciben el apoyo que necesitan para permanecer en la escuela. Los estudiantes mencionan que el apoyo insuficiente por parte de padres y profesores como un factor importante que precipitó su salida del sistema educativo. En particular, los estudiantes no creían que estaban recibiendo suficiente apoyo individual y ayuda de su profesor. Cuando los estudiantes comienzan a fracasar en la escuela, esta se convierte en un ambiente negativo que refuerza su baja autoestima.

(4)    Todos los estudiantes desean sentir conexión y aceptación emocional. Los comportamientos de riesgo, como la violencia, la pertenencia a pandillas y la actividad sexual prematura son expresiones peligrosas de esta necesidad, y se encuentran entre las razones para desertar. Por otro lado, el estar en la escuela, tener sentido de pertenencia y un vínculo fuerte con algún maestro u otro miembro del personal, motiva a los estudiantes a que se comporten de manera positiva y continúen con una trayectoria exitosa en la escuela.

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Propuestas para la Transformación Universitaria Venezolana

                                                                                                                                                                            Por: Jorge Díaz Piña

1ª)  Pensar la transformación universitaria requiere que previamente se emancipe el pensamiento de paradigmas y enfoques que son reproductores de la actual situación universitaria. Si no nos liberamos de las representaciones ideológicas (ideas, valoraciones, etc.) que son soporte de las prácticas y acciones reaccionarias dominantes respecto de la educación universitaria, recaeremos en concepciones y actuaciones contrarrevolucionarias. Sin emancipación del pensamiento no es posible pensar la emancipación.

2ª)  Siendo que la reforma universitaria que aspiramos es un medio para alcanzar la transformación revolucionaria universitaria anhelada, es determinante que desate procesos irreversibles de cambios sustanciales  que neutralicen  las dinámicas reproductoras capitalistas en las instituciones universitarias. Para ello hay que caracterizar muy bien esas dinámicas por ser los nodos neurálgicos de la transformación planteada.

3ª)  Por dinámica entendemos un conjunto complejo de fuerzas actuantes con determinada direccionalidad para producir o contrarrestar efectos. De sus efectos resultantes pueden generarse tendencialmente dos situaciones o estados: de entropía (degradación del sistema-institución universitario) o de neguentropía (producción energética de un nuevo orden universitario sistémico emergente o instituyente).

4ª)  Las dinámicas  que articulan a las instituciones universitarias son tres y se componen así: 1) dinámica estructural: sistema y organización; 2) dinámica de gestión: políticas, planes y programas, y 3) dinámica funcional:  ámbitos de acción  (formación, investigación/creación intelectual, extensión/interacción comunitaria y gestión funcional), normas, tecnologías y procedimientos.

5ª)  Aparte del vínculo de interacción y solapamiento entre las dinámicas, destacamos en cada una la dialéctica particular de las relaciones de fuerza que correspondientemente  actúan al interior de ellas haciéndolas inestables y cambiantes: lo instituido/instituyente; estrategias/tácticas contrapuestas y  los modos de subjetivación/objetivación confrontados.

6ª) La dinámica estructural comprende la articulación orgánica o sistémica de sus componentes como conjunto auto-eco-reproductor que interactúa reguladamente con su contexto o entorno de modo débil o fuerte ( lo débil produce entropía porque reproduce la división social del trabajo capitalista y, lo fuerte, genera neguentropía porque reunifica lo arbitrariamente separado), y se desdobla organizacionalmente hacia su interior de manera jerarquizada en subsistemas e instancias dominantes y subordinadas. Aquí lo instituyente es una fuerza dialéctica de negación y cambio de lo instituido, la que a su vez, trata de negar la negación de lo instituyente.

7ª) La inducción de neguentropía revolucionaria para revertir la actual dinámica estructural reaccionaria entropizante  puede ser propiciada, entre otras opciones posibles, por vía de establecer normativamente la territorialización de los ámbitos de acción político-institucionales universitarios. El territorio no es una simple extensión de la superficie terrestre; es una concreta configuración espacial geohistórica (el espacio es un producto social), delimitada perspectivistamente (redes, flujos, posiciones, etc.) y enfocada escalarmente ( conjuntamente con  intersección de conjuntos espaciales, que expresa un complejo de relaciones entre objetos, sujetos y prácticas económicas, sociales, culturales, políticas y ecoambientales. Su diferenciación obliga a comprender esas diferencias espaciales como producto de  inequidades geopolíticas que hay que superar (diferencias espaciales por inequidad debidas principalmente  a las dinámicas capitalistas de acumulación  por desposesión).

8ª) En la dinámica estructural entran en juego las  condiciones autonómica y democrática de las universidades como condiciones reinstituyentes. Ni la autonomía, ni la democracia universitarias son fines en sí mismos, son medios o condiciones originalmente liberales y recontextualizadas revolucionariamente para favorecer la legitimación social e histórica de la universidad mediante su autorenovación y autotransformación a fin de justificarla y darle pertinencia contextual trascendente ante la nación en tanto comunidad de comunidades. La ausencia de esta trascendentalidad por su débil articulación sistémica con su entorno nacional, regional y local atestigua la distorsión autonómica y democrática, cuando no la ausencia de su ejercicio. En Venezuela estas condiciones fueron menguadas, si no abolidas, con la intervención militar-policial de las universidades en 1.969 y la  vigente Ley de Universidades aprobada por los partidos y gobiernos de la oposición (AD-Copei) en 1.970, para comprobarlo bastaría comparar el texto de la ley aprobada y la conquistada por el movimiento popular en 1.958. Desprendiéndose, en consecuencia, la lucha por su reconquista y recuperación crítica (como lo pauta la CRBV y la Ley Organica de Educación) en tanto condiciones instituyentes  para la transformación revolucionaria.

9ª) La dinámica de gestión integra la coordinación y la diferenciación del diseño y de la administración de políticas instituidas respecto de los ámbitos de acción universitaria (de formación, investigación, etc.), definidos como finalidades institucionales, así como las que resultan de la operacionalización de las acciones de intervención proyectadas por la gobernabilidad en planes, programas, etc. Las estrategias/tácticas contrapuestas dialectizan esta dinámica y consisten en ejercicios o prácticas de poder que calculan la aplicación o desplazamientos de una fuerza por acción propia o reacción a otra, como función para procurar el logro de objetivos o metas fijados previamente.

10ª) Sostenemos aquí, que hay que reivindicar como condición instituyente el ejercicio prevaleciente de la democracia directa sobre la representativa (siempre sujeta a contraloría y revocabilidad inmediata) en su forma consejista (Democracia Consejista), para neutralizar las formas de gobierno oligárquico-autoritarias que prevalecen como forma de gobierno universitario, y superar las burocrático-parasitarias de las FCU, sindicatos, gremios, etc., ya que estas expropian estructuralmente la participación decisoria de estudiantes, obreros, empleados y docentes. Los consejos estudiantiles, así como los consejos de trabajadores  (docentes, administrativos y obreros) y sus  variadas modalidades de articulación y coordinación, junto con los Consejos Comunales de las territorialidades universitarias, asumirían formas de cogobernabilidad auténticamente participativas y contraloras.

11ª) La dinámica funcional abarca la delimitación de las esferas de despliegue de lo instituido y su actualización burocrático-administrativa a través de las relaciones y de los procesos que pauta en los estudiantes, docentes, empleados y obreros. Estableciendo lo que es procedente normativamente y lo que procede como saber hacer definido como norma o normal, por consiguiente, acciona como dispositivo normalizador o disciplinador enajenante del funcionamiento regular de la universidad al inducir la rutina y la inercia entrópicas.

12ª) De ese modo, la racionalidad instrumental de tipo capitalista, que traduce todo en medios para lograr sus objetivos, se transmuta en racionalidad administrativa que se sobrepone a la identidad cultural autónoma de los individuos con las funciones trascendentes de la vida institucional universitaria. Alienando de ese modo, su condición de sujetos, al convertirlos en seres con poco o ningún control de su desempeño y su realización existencial institucional porque no pueden ejercitar su relativa autonomía y la intersubjetividad, su recíproco reconocimiento, su comunicación interpersonal horizontal de intercambio de experiencias e ideas para lograr acuerdos, consensos, equipos y grupos entre iguales  o consolidar comunalidades instituyentes.

13ª) Sin embargo, esa configuración tendencial burocrático-instrumental crea malestar en los sujetos por ser reflexivos y refractantes de esta dinámica. Malestar que se convierte en resistencias a esos modos de subjetivación y objetivación alienantes. Por ello, la dialéctica que cruza a la dinámica funcional dominante es la de la contraposición de los modos de subjetivación y de objetivación alienantes y los modos de subjetivación y objetivación autonomistas e intersubjetivos. En consecuencia, hay que buscar afianzar las condiciones y medios para que emerjan y se afiancen los modos de subjetivación/objetivación emancipadores.

14ª) Hay que hacer la aclaratoria que los ámbitos de acción (formación, investigación/creación intelectual y extensión/interacción comunitaria ) requieren de un extenso análisis  que no podemos hacer aquí, pero si podemos hacer su conceptualización y caracterización denunciante e indicar opciones alternativas transformadoras, resaltando, entre éstas,  la integración o articulación orgánica de las tres funciones institucionales o ámbitos de acción.

15ª) La formación es un modo de subjetivación y de objetivación institucionalizados curricularmente de saberes y haceres acríticos y reproductores que bloquea la posibilidad de instaurar formas de apropiación/producción de saberes/haceres no reproductoras ( método de proyectos implicantes comunitariamente como eje articulador de la formación, diálogo de saberes a través de las comunidades interpretativas, articulación por vía del pensamiento complejo y la transdisciplinariedad, anteponer la racionalidad hermenéutico-comunicativa frente a la racionalidad instrumental, etc.). Aquí es clave instituir  mediaciones que induzcan la revisión y la transformación curricular con base en esos criterios.

16ª) La investigación/creación intelectual es un modo de subjetivación y objetivación institucionalizado de reproducir el conocimiento científico legítimo y de exclusión por ilegítimas de otras formas de producir conocimiento alternativas o de paradigmas emergentes cuestionadores de la ciencia y la tecnología capitalistas. En este punto el enfoque epistemológico de la transcomplejidad, entre otros, es primordial como lo han evidenciado los aportes de la Misión Ciencia que deben ser recuperados para el debate y la transformación universitaria.

17ª) La extensión/interacción con las comunidades es un modo de subjetivación y de objetivación  de reproducir la cultura hegemónica o imaginario universitario capitalista en tanto servicio a las comunidades populares (algo que se da a quien carece y se subordina para recibirlo), considerándolas como  incultas, negándoles así su reconocimiento dignificador al no propiciar con ellas el diálogo de saberes a través de las comunidades interpretativas, en las que discutan la pertinencia de los saberes y haceres contextualizados para formular y acometer proyectos conjuntos que respondan a las necesidades populares y a los planes nacionales, regionales o locales, sin desmedro de la autonomía universitaria, es decir del derecho a formular sus críticas u observaciones o proposiciones al respecto de tales planes. Incluso, consideramos favorable que se establezca que la universidad en el ejercicio de su crítica autonómica  cumpla  con una función  evaluadora en la concepción y ejecución de esos planes para  beneficio de todos.

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18ª) La sola lucha que hemos librado por el acceso del pueblo a la universidad y su consecuente demanda de servicios (becas, comedor, etc.), se inscribe en el marco reformista liberal-burgués-reproductor, si no se lucha al mismo tiempo por la transformación cultural de la universidad para que el proceso de significación ideológica capitalista de la sociedad y el mundo se sustituya por uno de significación revolucionaria.

 

19ª) Finalmente, reiteramos que si las dinámicas expuestas no son revertidas revolucionariamente, la transformación deseada no se alcanzará. Consideramos por tanto, que  la construcción de un movimiento de transformación universitaria de estudiantes, docentes, empleados y obreros universitarios, unificados popularmente, es imprescindible para lograrla si se guía por un plan de lucha que agrupe y unifique como poder instituyente a los más diversos grupos e individualidades en su lucha por la conquista de una nueva hegemonía político-cultural (dirección cultural y ética) en las instituciones universitarias.

diazjorge47@gmail.com

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Hay dos políticas educativas en la OCDE: una regresiva para países del tercer mundo y otra avanzada para sus encumbrados miembros

Por: Miguel Ángel Pardo Romero

Abril 20, 2016

¿Quién o quienes determina el rumbo de la Escuela?

Esta batalla ha sido una constante a lo largo de la historia de la humanidad y de la educación.

¿Por qué es importante?, porque de ello depende si se incorpora o se genera el conocimiento más avanzado o no. En el caso de las fuerzas progresistas, tiene el propósito de convertirlo en una poderosa herramienta para el desarrollo de las naciones y el bienestar de la población. Las fuerzas regresivas durante épocas negaron el conocimiento científico, prefirieron sumir en la oscuridad a la humanidad por centurias para garantizar obediencia. O como en el caso actual, lo limitan o lo controlan para subordinar naciones y continentes enteros.

¿Qué ha hecho la comunidad educativa a lo largo de la Historia de la Educación para garantizar la enseñanza de lo más avanzado del conocimiento?

Pugnar porque sea la comunidad educativa, representada en los educadores, investigadores y estudiantes la que determinemos el rumbo académico de las instituciones educativas. Precisamente, ante las restricciones a la investigación nacional, que imponían los convenios internacionales, el objetivo principal del Movimiento Estudiantil de 1971 en Colombia fue conquistar el Cogobierno, es decir que los órganos de dirección de las universidades fuese conformados mayoritariamente por los estamentos mencionados y, por supuesto, el de mayor importancia debía ser el Consejo Académico.

 ¿Y  en el caso de los colegios?

El Magisterio de Colombia en 1993 realizó un paro de 5 semanas para lograr que en la Ley 115 de 1994, quedara establecido que la dirección de las instituciones educativas fuera colegiada, de colegio, del latín collegium, que literalmente significa asociación de colegas, es decir personas que deciden trabajar  o estudiar juntas.

La producción del conocimiento es colectiva, enseñar el que ha sido acumulado por generaciones y, con base en éste generar nuevo, es el papel de la Escuela, que la distingue de otras instituciones sociales. En ese orden de ideas la organización de la escuela y, especialmente, su currículo es todo un reto. Pero ello requiere autonomía, democracia y su expresión en la Escuela, que es la  libertad de cátedra. Sin la democracia no avanza el conocimiento como tampoco la escuela en su conjunto.

El decreto 1860 de 1994, organizó la Escuela y estableció que son los estamentos representados en los consejos académicos y directivos y, por supuesto la Rectoría, quienes determinan el rumbo académico. Lo que significa que el Proyecto Educativo Institucional, sea elaborado y, modificado cuando se requiera, por los órganos de gobierno escolar, en forma democrática y previo debate en los consejos de profesores, estudiantes, padres y madres de familia. El artículo 15 de la mencionada norma es de obligado procedimiento, dejando claro que la democracia es participativa y decisoria.

En ese orden de ideas, el “Día E”, el MEN  y sus intentos de colarnos en la OCDE evidencian un profundo desconocimiento de la Escuela. Parten del irrespetuoso criterio de que poco o nada hacemos en pedagogía, hacen caso omiso de los contextos en que realizamos nuestra labor mientras que el  Estado no garantiza las condiciones necesarias para la misma.

¿Que intenta el Gobierno hacer con el “Día E” o al cumplir reconocimientos de la OCDE?

Avanzar en  un abordaje  absoluto de la Escuela, en la cual nuestro papel se reduciría a tramitadores, lejos de la condición de educadores, centrando la calidad de la educación a los resultados de las pruebas internacionales  e  instrumentos elaborados por el ICFES, el mismo  órgano extraño a la Escuela, que lleva 22 años contrariando la Ley General de Educación en materia de objetivos de la educación, áreas obligatorias y fundamentales, sustituyéndolas por las competencias básicas,  estándares y ahora por los derechos básicos de aprendizaje y el Índice Sintético de Calidad Educativa.

El mismo Instituto que lleva dos décadas fracasando en sus planes para mejorar la “calidad” de la educación y que  ahora pretende sujetar nuestros menguados salarios a sus yerros y a la obsesiva decisión de Santos de colarse en un club de ricos – la OCDE- con un pobre presupuesto, sin invertir los 23 billones que cuesta construir en 10 años 3.020 colegios para los 2.114.036 estudiantes de la jornada de la tarde o sin asignar los 15 millones de pesos que destinan por alumno los países miembros europeos y norteamericanos de la encumbrada organización, mientras que Colombia sólo “gasta”  $2.200.000 en promedio.

¿Entonces qué hacer ante las versiones de  “Día E” o en la jornada de reflexión frente a injerencia de la OCDE?

Hacemos un llamado a toda la comunidad educativa a que en tales ocasiones reeditemos la desobediencia civil orientada por FECODE, tanto a los autodenominados Día de la “Excelencia” que más bien parece el Día del Espectáculo del MEN y lo convirtamos en los Días del Encuentro de los docentes con la educación, con base en nuestra agenda pedagógica, que no esté divorciada de la atención e intencionalidad de PEI, en el marco de la autonomía, la democracia y el gobierno escolar.

Reiteramos que no puede haber política educativa pública avanzada sin dignificación de nuestra labor, en virtud de lo cual, es una excelente oportunidad para socializar nuestro Pliego de Peticiones del Magisterio Bogotano que es ante todo una propuesta de política educativa pública.

Pero quiero enfatizar en un punto, de lo anteriormente expuesto  se infiere que hay dos políticas educativas para los países de la OCDE, una regresiva e impuesta para los países del Tercer Mundo que intentan colarse en el mencionado órgano internacional y otra, avanzada y de alto nivel para los miembros de éste que  son nuevas o viejas potencias imperiales. Ello es una clara injerencia en la soberanía nacional en el campo de la educación y de la cultura, lo cual es inaceptable como académicos y representantes de la población en la Escuela y a nuestro interés de fortalecernos como Nación.

Ver: Contexto y documentos relacionados con la OCDE, Día “E” y Jornada Única

Jornada Nacional por la Soberanía Nacional y contra la injerencia de la OCDE

Tomado de: http://www.renovacionmagisterial.org/portada/jueves-21-de-abril-jornada-nacional-por-la-soberan%C3%ADa-nacional-y-contra-la-injerencia-de-la-ocde

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¿Los desastres son naturales o lo natural es que ocurran?

julianrivasalfonzo@gmail.com

Es una realidad cada vez más palpableque el mundo experimenta una gran diversidad de fenómenos emergentes con un gran potencial destructivo para la vida, los bienes materiales y al ambiente en general. Entre el 2000 y el 2005, los desastres a nivel mundial causaron,en promedio y directamente la pérdida de 80.000 vidas humanas, afectando a 240 millones de personas, durante cada uno de esos años, a ello se suman los daños materiales valorados en 80 mil millones de dólares para el periodo en cuestión (Bass y otros, 2009, p.1).

Más cercanamente, la República Bolivariana de Venezuela, debido entre otros factores a su ubicación geográfica, se caracteriza por presentar múltiples escenarios de riesgos que de materializarse en eventos no deseados, pudieran generar (y de hecho han generado) consecuencias de alto impacto social, en la pérdida de vidas humanas, bienes materiales y daños ambientales.

Es un hecho evidente y así lo expresa el Ministerio del Poder Popular para la Educación(2011, p.7), que el grueso de nuestra población se ubica en zonas de alto riesgo de desastres, debido a su gran exposición tanto a fenómenos de origen natural (sequías, inundaciones, incendios forestales, tsunamis, sismos, epidemias, deslaves, entre otros), como de carácter antrópico(accidentes terrestres, aéreos, marítimos, por materiales peligrosos, incendios estructurales e industriales, violencia social, familiar, escolar y comunitaria, entre otros).

En ese sentido, la Dirección Nacional de Protección Civil y Administración de Desastres y Caritas de Venezuela (2010, p. 9),considera que la irracional intervención humana sobre el ambiente ha ocasionado un incremento constante de los niveles de riesgo en la mayoría de nuestros asentamientos poblacionales.

El cuadro que brevemente hemos descrito, nos lleva a las siguientes interrogantes:¿Será que los desastres ocurren por un designio de la naturaleza, siendoprácticamente inevitables?, o por el contrario, ¿Son eventos que emergen o se potencian a consecuencia de actividades humanas y por lo tanto podemos evitarlos o al menos reducir sus impactos?, y ¿Cómo nuestra forma de percibirlos, investigarlos, conocerlos y abordarlos influye tanto en su ocurrencia, como en sus consecuencias?

Buscando luces, hemos conseguido que según Lavell (2006) es posible identificar claramente dos paradigmas o modelos, digamos extremos, que  pretender explicar cada uno a su vez, tanto el proceso de construcción social del riesgo de desastre, como el proceso de intervención social en su reducción.

Para el primero de estos paradigmas denominado naturalista – fisicalista, los desastres son producto del impacto de amenazas físicas sobre la sociedad de manera que los desastres son sinónimos de amenazas extremas y constituyen desastres naturales. El riesgo de desastrees una función directa de la exposición a la intensidad y magnitud, el periodo de recurrencia y otras características de las amenazas físicas en sí mismas. Este paradigma plantea que la sociedad debe intervenir en la problemática de los desastres naturalespor medio del control directo e indirecto de las amenazas y sus impactos sobre la sociedad, de la alerta temprana de esos impactos, la protección de personas y bienes, así como de la organización de mecanismos adecuados de respuesta y recuperación.Para ello es indispensable incrementar de manera sostenida la capacidad de las ciencias básicas para pronosticar, prever y analizar las amenazas y sus interrelaciones.

Debido a sus características, consideramos que el paradigma naturalista – fisicalista para el estudio y manejo de riesgos de desastre,pudiera tener profundas raíces en una postura filosófica positivista, la cual a decir de Briones (2002, p. 28 – 29) proclama que: «El progreso del conocimiento sólo es posible con la observación y el experimento y, según esta exigencia, se debe utilizar el método de las ciencias naturales».Asimismo, a decir del precitado autor esa corriente filosófica contempla que la función de la teoría consiste en coordinar los hechos observados por las ciencias y de ninguna manera buscar las causas de su ocurrencia. Es decir, su función es netamente contemplativa.

De otra parte, para el paradigma digamos alternativo, denominadopor Lavell como sistémico – social, la construcción social del riesgo es un proceso mediante el cual la sociedad transformay configura el riesgo por medio de un proceso diferenciado de generación devulnerabilidades, resistencias y resiliencias a amenazas distintas. La interacciónparticular entre sociedad y su medio sirve a veces también para transformarrecursos naturales y fenómenos físicos determinados en amenazas, las cuales alinteractuar con una sociedad vulnerable construyen riesgos y eventualmente desastres.

Asimismo, para tal paradigma, elriesgo de desastres se basa enescenarios de pérdidas potenciales producto de la interacción deamenazas con vulnerabilidades en comunidades, infraestructuras y sistemas de producción yservicios expuestos, como consecuencia de procesos sociales que surgen del modelo dedesarrollo vigente. Por su parte, los desastresson el resultado de riesgos que se realizan a partir del impacto de eventosfísicos particulares en un tiempo y lugar determinado, siendo el resultado tangible deproblemas o desequilibrios entre la sociedad y el ambiente, generados y/o  no resueltos por los modelos de desarrollos pasados y vigentes.

Igualmente, el  paradigma sistémico – socialconcibe la gestión del riesgocomo un proceso social y político mediante elcual la sociedad se plantea controlar los procesos de construcción del riesgoo su disminución como una estrategia para el fortalecimiento de los planes  de desarrollo ecosustentables y la seguridad integral de la nación.

Es así que el paradigma sistémico – social, a nuestro modo de ver se inscribe, desde el punto de vista filosófico, en la corriente del materialismo dialéctico, cuyos máximos representantes (Marx y Engels) afirmaron que este:

Tiene como una de sus preocupaciones centrales el cambio de la realidad. Consecuentemente, considera al mundo como un proceso en el cual, históricamente, se dan fenómenos nuevos y cada vez más complejos a partir de los más simples, siguiendo las leyes de la dialéctica. (Briones, 2002, p. 22).

 

En ese orden de ideas, consideramos la problemática del riesgo de desastres como un proceso complejo cuyos elementos generadores se encuentran no sólo en la existencia de amenazas o peligros de todo tipo y origen, sino que fundamentalmente se afincan en las condiciones precarias de «vida» en que son empujados a subsistir amplios sectores de la población a nivel global, producto de la interrelación de un conjunto de vulnerabilidades ambientales, económicas, físicas y sociales, consecuencias estas a su vez de la imposición de un modelode desarrollo economicista, que opera bajo la lógica de la apropiación indebida y la acumulación desmedida del capital en todas sus expresiones por parte de sectores minoritarios pero con excesivos poderes, en detrimento de consideraciones sociales, ambientales y humanas, las cuales son rápidamente despachadas  como simples «daños colaterales» o el precio que debemos pagar el resto de la población para «disfrutar» aunque sea marginalmente de las supuestas ventajas del modelo desarrollista vigente.

Es claro para nosotros que mantener una visión paradigmática naturalista – fisicalista, promueve abordajes de la problemática del riesgo de desastresque a todas luces evaden el estudio de lo que consideramos como el nudo crítico del asunto, basado este último en la hegemonía del modelo de «desarrollo» capitalista, el cuala la par de incrementar los factores de vulnerabilidad humana ante las múltiples amenazas de origen natural o antrópico, contribuye con su aparato cultural a instalar en el imaginario colectivo la falsa creencia de que así es como debe funcionar el mundo. Es decir, que para tal modelo, lo naturalsería conformarnos con las condiciones de vida que nos hacen cada vez más vulnerables y que es poco o nada lo que podemos hacer para su superación, intentando reafirmaren nosotros (y en muchas ocasiones con éxito) una visión fatalista que termina por inhibir las iniciativas sociales enfocadas hacia una verdadera transformación política, económica y social, que coloque al ambiente y al ser humano como su primera prioridad.

En este punto consideramos necesario aclarar que se entiende por natural. Según el Diccionario de la Lengua Española (2014), el término en cuestión  posee al menos diecisiete acepciones. La primera de ellas concibe lo natural como: «Perteneciente o relativo a la naturaleza o conforme a la cualidad o propiedad de las cosas». Por su lado, la octava acepción indica que natural se refiere a lo: «Regular y que comúnmente sucede, y, por eso, fácilmente creíble».

De acuerdo con esa primera acepción y con el paradigma sistémico – social, los desastres no pudieran ser catalogados como naturales, pues aunque el evento que le da origen sea de carácter natural, este requiere de la interacción con un conjunto de vulnerabilidades sociales para constituirse propiamente en un desastre. Por ejemplo, un movimiento sísmico en los médanos de Coro, no es más que eso, no podríamos decir lo mismo si sucede en Caracas.

De otra parte, si consideramos el modelo de desarrollo imperante a nivel global, lo natural (en términos de la octava acepción) es que ocurran los desastres, como fenómenos que tienden a perder su eventualidad para convertirse en parte del paisaje cotidiano. Es decir, inmersos como estamos en tal modelo economicista, nos acostumbramos tanto a las tragedias sociales, ambientales, económicas, en fin humanas, que corremos el riesgo de perder paulatinamente nuestra capacidad de asombro y por lo tanto de lucha.

Para revertir y superar tan dañino fatalismo es necesario elevar nuestro nivel de conciencia tanto individual como colectivamente. Por un lado, argumentar y divulgar por qué los desastres no son naturales es un primer paso, digamos que fundamental. Más sin embargo, lo anterior sería inútil si no logramos percatarnos que en el actual modelo de «desarrollo» capitalista, por su misma esencia, lo natural(regular, común, creíble)es que los desastres sucedan y que no bastan las medidas de mitigación, que en el fondo no son más que «pañitos calientes» para ocultar sus ya mencionados daños colaterales.

Se trata pues, de asumir colectivamente un verdadero proceso de prevención y reducción de desastres impulsando una transformación profunda de los modos en que nos relacionamos con el ambiente y entre nosotros, ello implica buscar sistemáticamente una ruptura con aquellos paradigmas de investigación, formación y desarrollo,que nos han conducido a esta situación de creciente vulnerabilidad global. En tal sentido, ante nosotros se abre un camino hacia el logro de una sólida Cultura Preventiva, ese camino no es otro que la Educación para la Gestión Integral de Riesgos Socionaturales y Tecnológicos.

 

REFERENCIAS

 

Bass, S; Ramasamy, S; Dey de Prick, J y Battista, F. (2009).Análisis de Sistemas de Gestión del Riesgo de Desastres. Una Guía, Roma: FAO.

 

Briones, G. (2002). Epistemología de las ciencias sociales,Bogotá: ICFES.

 

Dirección Nacional de Protección Civil y Administración de Desastres y Caritas de Venezuela. (2010). Documento País Venezuela 2009 -2010, Caracas.

 

Lavell, A. (2006). Consideraciones en torno al enfoque, los conceptos y los términos que rigen con referencia a la reducción del riesgo y la atención de desastres en los países Andinos miembros del CAPRADE, Lima: PREDECAN.

 

Ministerio del Poder Popular para la Educación. (2011). Orientaciones educativas para la gestión integral del riesgo en el subsistema de educación básica del sistema educativo venezolano, Caracas.

 

 

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El agua es un bien común esencial para la vida en todas sus formas.

Dueños del agua (dueños de la vida)

Carolina Vásquez Araya

No debería ser necesario describir cuán importante es el agua en la vida de las personas porque cualquier ser humano lo comprende, experimenta y es consciente de la catástrofe que supondría el agotamiento de este recurso. Sin embargo, solemos usarla de manera inadecuada, sin conciencia del enorme privilegio de tener acceso a este regalo de la naturaleza cada día a cualquier hora, mientras grandes conglomerados humanos carecen de ella.

Durante décadas recientes, el planeta ha experimentado la reducción progresiva de sus fuentes hídricas, provocada en buena medida por la deforestación de enormes extensiones de bosques, desvío de ríos para uso industrial, salinización de la napa freática, contaminación de pozos, lagos y otros cuerpos de agua de los cuales se surten los poblados. Esto ha generado la mirada codiciosa de grandes consorcios cuyo objetivo es el control de su distribución por ser un rico filón para explotar y beneficiarse económicamente de la necesidad de otros.

En esa misma línea está la concentración de riqueza en países desarrollados, cuyas excesivas demandas de agua y la escasa educación de sus habitantes con respecto a su uso ponen en peligro la disponibilidad para los habitantes de otras áreas más pobres y vulnerables. A eso se añade la resistencia de esas naciones a implementar políticas de sostenibilidad que podrían reducir a niveles racionales sus costosos estilos de vida, mientras exigen a las naciones menos desarrolladas implementar medidas de conservación de sus recursos.

La desigualdad entre naciones es un factor de enorme riesgo, como se demuestra en el poder ejercido sobre gobiernos débiles con el propósito de conseguir privilegios para las grandes compañías industriales, extractivas, agroindustriales y productoras de energía. En este juego de poderes, el agua es una protagonista esencial para complementar cualquier plan de explotación de recursos.

En estos momentos de la historia, muchos países sufren el impacto de la escasez de agua en grandes sectores de la población. Entre ellos, algunos de primer mundo cuyo lujoso estilo de vida está basado en un desequilibrio extremo entre sus demandas de materias primas, minerales, hidrocarburos, maderas finas y otros bienes, con la miseria de las naciones que se los proveen a costa de la depredación de sus territorios.

El calentamiento global, ese fenómeno cuya existencia rechazan los círculos industriales a quienes se debe, en gran medida, la pérdida de masa boscosa y la excesiva producción de gases invernadero, es ya una realidad expresada en un cambio climático cuyas víctimas se acumulan año tras año. En ese escenario, las fuentes hídricas se secan, los habitantes emigran debido a la pérdida de sus cultivos y a condiciones de vida imposibles para la supervivencia.

En estos días de calor excesivo, miles de hombres, mujeres y niños han marchado desde distintos puntos de Guatemala para llamar la atención sobre la importancia del agua en la vida de las personas y de su entorno. Estos ciudadanos vienen a exigir al gobierno políticas públicas coherentes con los derechos de la población, respetuosas de su derecho a gozar de este recurso, pero también medidas para detener el abuso de quienes contaminan y se roban impunemente las fuentes de agua de las cuales se surten las comunidades. El mandato constitucional es claro: El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia; su fin supremo es la realización del bien común. Que los habitantes tengan derecho al agua, por lo tanto, debe ser política de Estado.

elquintopatio@gmail.com

@carvasar

Blog de la autora: El Quinto Patio

Fuente de la foto del encabezado: http://www.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20120608/imag/foto_0520120608153605.jpg

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Colombia: Universidad Nacional catalogada como la de mejor reputación en el sector educativo

ElEspectador/21 de abril de 2016/Por: Redacción Educación

 Así lo reveló el ranking de Merco (Monitor Empresarial de Reputación Corporativa). La sigue la U. Javeriana.

 La Universidad Nacional de Colombia encabeza el listado de las cuatro instituciones de Educación Superior con mejor reputación en el país,según el ranking del Monitor Empresarial de Reputación Corporativa, Merco, que mide las instituciones como empresas y talento humano. Es seguida por la Universidad Javeriana, Los Andes y el Externado.

El vicerrector de la U. Nacional, profesor Jorge Iván Bula, señaló a la Agencia de Noticias UN que el posicionamiento de la institución en el país se debe al desarrollo de una política institucional a lo largo del tiempo y a “un esfuerzo permanente por ofrecer mejores condiciones laborales,traducido en entornos que han generado un compromiso institucional y una apropiación por los empleados de la identidad misma de Universidad”.

Este escalafón, de acuerdo con el vicerrector, demuestra que la institución como entidad es capaz de atraer y retener el talento humano.

 Los resultados de este ranking se deben a las respuestas de encuestas hechas a la población general, universitarios de último año de carrera, a alumnos de escuelas de negocios, a trabajadores de las grandes empresas, a responsables de relaciones humanas de las empresas Merco, a expertos y ‘headhunter’ (firmas caza talentos).

Por otro lado, a nivel de las cajas de compensación, el primer puesto se lo llevó Compensar, mientras que en alimentación y bebidas el Grupo Nutresa y Bavaria que lideran el listado. Coca Cola aparece en la cuarta posición.

Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/educacion/universidad-nacional-catalogada-de-mejor-reputacion-el-articulo-628379

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Perú. Más de 318 mil alumnos listos para participar en el simulacro de sismo en la región Lambayeque

La jornada se realizará en cada colegio en la mañana, tarde y noche según el Programa de la Reducción de la Vulnerabilidad y Atención de Emergencia por Desastres

Perú/ 21 de Abril de 2016/RPP Noticias

Más de 318 mil estudiantes de las instituciones educativas de la región Lambayeque están listos para participarán este viernes 22 de abril del primer simulacro escolar que convoca el Programa de la Reducción de la Vulnerabilidad y Atención de Emergencia por Desastres.

“Esta jornada se ha preparado en coordinación con las Unidades de Gestión Educativa Locales de Chiclayo, Lambayeque y Ferreñafe, para fortalecer la cultura de la prevención” indicó el gerente regional de Educación Ulises Guevara Paico.

El funcionario dijo que en cada Ugel las especialistas han coordinado con las instituciones educativas focalizadas para desarrollar una jornada que genere la cultura de prevención, en lo relacionado a afrontar adecuadamente un sismo y tsunami, pero cada institución educativa priorizará el tipo de simulacro de acuerdo a la realidad de su zona.

Puntualizó que el simulacro escolar se realizará en tres turnos: 10 de la mañana, 3 de la tarde y 8 de la noche” indicó la autoridad educativa.

Fuente: http://rpp.pe/peru/lambayeque/mas-de-318-mil-alumnos-listos-para-participar-en-el-simulacro-de-sismo-en-lambayeque-noticia-955807

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