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En todos los espacios y en todas las luchas: activistas reflexionan sobre la situación del movimiento feminista en Uruguay

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Movilización en el Día Internacional de la Mujer, Montevideo, Uruguay (archivo, marzo de 2020). · Foto: Agustina Saubaber
Movilización en el Día Internacional de la Mujer, Montevideo, Uruguay (archivo, marzo de 2020).

Foto: Agustina Saubaber

En todos los espacios y en todas las luchas: activistas reflexionan sobre la situación del movimiento feminista en Uruguay

 6 minutos de lectura

Desde sus distintas experiencias de militancia, coinciden en que hay dificultades en el encuentro y el diálogo, aunque eso no significa que estén “desmovilizadas”.

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Leído por Andrés Alba.
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El calendario vuelve a marcar 8 de marzo, día emblemático donde los feminismos se manifiestan en todo el mundo para visibilizar las desigualdades estructurales, denunciar las violencias machistas que impactan en las vidas de las mujeres todos los días y defender los derechos conquistados.

En Uruguay, es un 8M que transcurre en pleno año electoral, todavía entre los coletazos pospandémicos, que no pierde de vista los escenarios brutales que se desarrollan en otras latitudes del planeta y que también medirá, una vez más, la potencia del movimiento feminista en las calles.

La fecha se presta así para frenar un poco y analizar cuál es la situación actual de los feminismos en nuestro país. Con esa misión en el horizonte, y en lo que pretende ser apenas un primer intento de acercamiento a la realidad, activistas feministas compartieron sus reflexiones y miradas con la diaria.

Entre la precarización y el desencuentro

“¿Dónde están las feministas?” es una pregunta que los personajes antigénero usan con frecuencia y con cinismo cada vez que algún acontecimiento sirve de excusa para atacar al movimiento. Pero también es una pregunta que surge últimamente en conversaciones cotidianas entre las propias feministas, en este caso para problematizar la realidad, generar intercambios constructivos y buscar soluciones colectivas ante posibles problemas. Si bien las respuestas son variadas, suele quedar en el aire una sensación de desestímulo o cansancio. ¿Surfeamos la cresta de la ola entre 2015 y 2018, y ahora estamos llegando a una especie de valle? ¿Nos ganó la impotencia frente a tanta violencia? ¿La precarización de la vida hizo que la militancia se enfocara en la supervivencia? ¿Cuánto tuvo que ver la pandemia?

Para Lilián Celiberti, coordinadora de Cotidiano Mujer, no hay “desmovilización”, sino, más bien, “dificultades de encuentro y de diálogo”. La referente feminista dijo que esas dificultades tienen que ver con “condiciones precarias de la vida, de tener que afrontar de mil maneras la sobrevivencia, que es la realidad de muchas mujeres y que quitan mucha energía”. En ese paquete, incluyó también la gestión de los cuidados, que sigue recayendo en las mujeres y que es un tema que “no está resuelto”.

En esa línea, consideró que “no logramos tener espacios que articulen esta precariedad de la vida con la participación”, y que esto constituye “un nudo grande para resolver”. “Los espacios en sí requieren de muchos esfuerzos para realizar algo concreto y entonces eso desmotiva, porque todas necesitamos saber que lo que ponemos en tiempo y energía reditúa rápidamente”, agregó. Al mismo tiempo, reconoció que la pandemia “tuvo muchos efectos en las pequeñas organizaciones”, que atravesaron “dificultades de participación”.

De todas formas, destacó que existen “otras transformaciones que difícilmente vuelvan atrás”, por lo que “hay que balancear lo que es el aspecto organizativo concreto con lo que tiene que ver con otros cambios subjetivos”.

“También creo que hay momentos y momentos”, matizó Celiberti, que acumula casi 40 años de militancia feminista. “Muchas veces, a lo largo de estos años, nos preguntamos ‘qué está pasando que no nos encontramos, no nos movilizamos, no estamos presentes’, y, mientras tanto, vemos el crecimiento de los cambios en las vidas de las mujeres, las conquistas de las disidencias. […] Es decir, la subversión, no en las reuniones sino en la vida cotidiana, es impresionante”, reflexionó.

De todas formas, opinó que una de las características distintivas del momento actual es presenciar “cómo la frustración y la impotencia puede generar figuras como [Jair] Bolsonaro o [Javier] Milei”. “Por supuesto que siempre hubo sectores conservadores, pero no con esta ferocidad y odio frente a la diversidad y al feminismo. Ahora destruir el feminismo es el centro de un retroceso conservador, y eso hace a un escenario nuevo”, advirtió.

En todos lados y en todas las luchas

La militante feminista y sindicalista Tamara García está segura de que, si bien actualmente “no tenemos la gran explosión de colectivas que hubo en años anteriores”, las feministas hoy están activas en todos los espacios. “Este gobierno no nos ha dado tregua y estamos en todos los espacios, porque, por lo general, las que militamos no lo hacemos exclusivamente en una colectiva; ya sea en el movimiento estudiantil, en un sindicato, en un sector político partidario o a nivel territorial, nos termina llevando a esta lógica de tener que estar en todos lados”, señaló a la diaria.

A su entender, eso es “lo interesante de esta cuarta ola de los feminismos”: “que la perspectiva feminista se está intentando transversalizar en nuestros espacios de militancia; no es exclusivamente militar feminismo, sino cómo logramos que la perspectiva feminista esté en todas las luchas y todas las reivindicaciones”.

Por otro lado, planteó como desafío la construcción de “espacios más unitarios”, que vayan más allá de la organización de una marcha específica, porque “en esto de que estamos todas en todos los espacios, no logramos encontrarnos siempre”. A su vez, dijo que es necesario desarrollar una “estrategia de acción política feminista” que, además de ser “más unitaria”, sea “más abrazadora”, para que “ninguna compañera se sienta sola cuando sufre violencia en su hogar, en su lugar de trabajo o en un espacio de representación”. García también abogó por “no perdernos en fundamentalismos” y, en esa línea, advirtió con preocupación sobre la “avanzada” de un “feminismo transexcluyente” que, “si bien sigue siendo minoritario, existe”.

“Desapasionado” e “institucionalizado”

Ivana Silvera, integrante de la Coordinadora de Feminismos, usó la palabra “desapasionado” para referirse a la situación, sobre todo después de la pandemia. En una reflexión que hizo a título personal, dijo que hubo un momento “de expansión, efervescencia y pasión sobre las cuestiones que tenían que ver con cómo organizarnos y pensarnos juntas y de, más allá de nuestras profundas diferencias, tejer entre nosotras vínculos y acciones”, pero que, “junto con la pandemia, se desinfló y muchos colectivos se desarmaron”.

La activista aseguró que, cuando terminó la pandemia y se pudo salir de nuevo al espacio público, “algunos colectivos se recompusieron, volvimos a hacer algunas cosas juntas, pero ya con un movimiento bastante desapasionado”, sobre todo respecto de “lo que fue en 2015, 2016, 2017 y aún en 2018”. En su opinión, esto no se ve sólo en los espacios feministas, sino también “en otras organizaciones sociales”, donde existe “un apagamiento, que no tiene que ver sólo con la pandemia”.

Por otra parte, opinó que el movimiento feminista “también se fue institucionalizando” y que “por eso desde hace unos años también se habla de feminismos”, en plural; “porque existen feminismos de derecha, de izquierda, anarquistas, autónomos, y a veces se puede coordinar y hacer acciones juntas, y otras veces no”.

Un contexto que “desestimula”

Para la activista transfeminista Josefina González hubo una “desestimulación” que en gran parte tiene que ver “con el impacto del contexto sociopolítico”. “Estamos bajo un gobierno que ha arremetido contra un montón de derechos, hemos dado pasos hacia atrás en conquistas y eso ha desestimulado”, puntualizó.

Además, según consideró, “las cosas surgieron de una manera tan veloz, que no dio mucho tiempo para un análisis, un detenimiento y una reacción compartida”. Como ejemplo, dijo que cuando se debatía la ley de tenencia compartida “el movimiento no salió a la calle masivamente como tendría que haber sucedido”. “Hay organizaciones que han activado y denunciado, por supuesto, pero no en conjunto, no desde una plataforma plural, interseccional y diversa”, puntualizó González.

En la misma línea que Celiberti y García, también consideró que hay un “desencuentro” que se da porque las militantes están “en un montón de cosas a la vez”.

Acerca de la participación de las mujeres trans en el movimiento, en particular, dijo que “son muy pocas” las que “activan desde los feminismos” y que, si bien “siempre está el anhelo de que cada vez seamos más”, es complicado porque tienen “otras urgencias”. En ese sentido, señaló que “si no acceden a la Justicia, al mercado laboral, al sistema educativo, está difícil que puedan saber sobre sus derechos y sobre todo tener una cercanía con cuestiones que tienen que ver con los feminismos”.

Por su parte, la activista afrofeminista Ada González, integrante de Mizangas y de la Coordinadora Nacional de Asentamientos, aseguró que, antes, “las feministas populares, de barrio, de a pie” siempre estaban “muy solas” y “no eran incluidas”, pero que el panorama se empezó a revertir “en este último tiempo”, por lo que el desafío es “seguir en ese camino”.

Las potencias

Frente a los distintos desafíos, y más allá de las amenazas externas, se impone la necesidad de poner el foco en las fortalezas y en eso que hace que hoy el movimiento feminista constituya uno de los movimientos sociales más convocantes y masivos del país.

Para Celiberti, su principal potencia es indudablemente “la transformación de las expectativas y de las vidas” de las personas. También la “potencia discursiva”, dijo, “porque nuestras formas de mirar la realidad son más amplias y articulan distintas vertientes, como el ecologismo, los problemas actuales, pero también en una lógica íntima y personal, y ahí vuelve a ser vigente que lo personal es político”.

Silvera, por su lado, consideró que la potencia fundamental es la de “seguir saliendo a la calle”, para “manifestarnos y ver desde qué lugar poder crear cosas nuevas entre nosotras y para nosotras”.

Por el mismo lado reflexionó Josefina González, que dijo que “el hecho de que hayamos logrado estos últimos años tomar las calles” es “muy poderoso, muy gráfico, pero también muy emotivo, porque no podemos quitarle a la lucha política la emoción de encontrarnos”.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/feminismos/articulo/2024/3/en-todos-los-espacios-y-en-todas-las-luchas-activistas-reflexionan-sobre-la-situacion-del-movimiento-feminista-en-uruguay/

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UNICEF: “No se puede normalizar que niños o niñas sean víctimas de la violencia que existe en sus entornos”

Organismo internacional pidió tomar acciones que permitan su protección y garanticen su seguridad.

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Comunicado de prensa

UNICEF: “No se puede normalizar que niños o niñas sean víctimas de la violencia que existe en sus entornos”

Organismo internacional pidió tomar acciones que permitan su protección y garanticen su seguridad.

06 Marzo 2024

logo negro

UNICEF Chile

SANTIAGO/CHILE, 6 de marzo de 2024 – El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, condenó los reiterados hechos de violencia en contra de niños, niñas y adolescentes, quienes han resultado muertos o heridos. Solo en esta última semana falleció un adolescente de 13 años y dos niñas, una de siete y la otra de dos, resultaron heridas.

 

En ese contexto, UNICEF solicitó adoptar a la brevedad acciones orientadas a la protección de niños, niñas y adolescentes y a reforzar la construcción de espacios protectores de la niñez. “No se puede normalizar la muerte de un niño o niña, producto de la violencia que existe en su entorno. El Estado debe ser efectivo en la protección de la niñez y ello también implica garantizar entornos libres de violencia».

 

De acuerdo con información oficial, durante este año han fallecido seis niños, niñas o adolescentes producto de la violencia ocurrida en sus entornos.

 

Según la encuesta CASEN 2022, un 43% (53% para el caso de la R.M) de los hogares con niños, niñas y adolescente en Chile han vivido o presenciado balaceras en su entorno residencial. “Esta información muestra el contexto de extrema vulnerabilidad donde muchos niños, niñas y adolescentes crecen y se desarrollan. Pero también evidencia la deuda que tiene el país con este grupo de la población, a quienes debe garantizar las condiciones para desarrollar sus proyectos de vida”.

 

La Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por Chile en agosto de 1990, y la Ley que crea el Sistema de Garantías establecen que el Estado debe contar con mecanismos que permitan proteger de manera efectiva a niños, niñas y adolescentes de cualquier forma de violencia. “No es aceptable que niños, niñas y adolescentes resulten muertos o heridos en sus propias comunidades, en sus entornos, realizando actividades cotidianas”.

Fuente: https://www.unicef.org/chile/comunicados-prensa/unicef-no-se-puede-normalizar-ninos-ninas-victimas-de-violencia

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Del sentido común, la educación y el ambiente

 «La población general no sabe lo que está
ocurriendo, ni siquiera sabe que no lo sabe».
Noam Chomsky

                                                                       “La revolución tendrá que ser en defensa de la tierra o
no habrá donde hacerla”.
Graffiti urbano.

Resulta una perogruyada a esta altura recordar que en la cadena de transmisión del conocimiento que la sociedad genera y divulga específicamente a través de la educación institucionalizada los educadores -docentes- reconocidos agentes de esa transmisión ejercen (de hecho, pero cada vez menos conscientemente, parece) un rol determinante en la conformación de la conciencia ciudadana y de una determinada configuración de la visión del mundo y la realidad (aunque esta última, de un tiempo a esta parte, haya sido secuestrada por los medios,).

Ese rol, estratégico por cierto, en términos del devenir histórico posible, parece omitido en la conciencia del colectivo educador en el presente neoliberal y desestructurante que caracteriza el momento actual, muy sintomáticamente en Argentina donde claramente “todo apunta a que, a no mucho tardar, ni el mercado ni el Estado podrán garantizar ya de forma general los servicios prometidos por el progreso que suponemos derechos irreversibles —por limitados que ahora puedan parecernos— en educación, salud, pensiones y dependencia, y no podemos saber hasta qué punto podrá cumplir mínimos decentes en alimentación, en energía, en mantenimiento de las infraestructuras o en orden público y defensa”[1].

El modelo de desarrollo ha atacado las fuentes mismas de la vida y con ello anula la posibilidad de cualquier mejora en todos los ámbitos de la existencia. “Ningún sistema puede funcionar con su fuente de alimentación deteriorada”. (Vilar, ob.cit); pero en Argentina prevalece, incluso en sectores progres, el mito de que esa fuente aun goza de buena salud y de que “arreglando la economía arreglaremos todo” como escuche decir a un joven alfabetizado e ignorante fan del anarco libertarismo.

¿Se puede ser alfabeto o profesional e ignorante a la vez? Definitivamente sí! Y es que la ignorancia  que resta, en términos de otorgar sentidos a la vida, no es aquella que denota iletradismo o carencia de “cultura”, sino aquella que extravió el sentido común mas humano. Ese que la educación debería, de mínima, garantizar. Necesitamos menos especialistas y mas buenas personas.

Si algo es evidente que como humanos hemos perdido, es precisamente el sentido común, esa intuición capaz de ordenar las capturas de los sentidos externos sin mucho reflexionar, y rápidamente adoptar, frente a un hecho pasado, presente o potencial una postura u opinión. Y digo hemos perdido porque si bien el sentido común es desde siempre moldeado por los contextos socioculturales, de un tiempo a esta parte ese moldeado ha mutado en manipulación y esa capacidad  ese “don natural” para discriminar desde cierta ética mínima lo bueno de lo malo, lo sano de lo insano, la bondad de la maldad, lo justo de lo injusto, lo prudente de lo imprudente, lo verdadero de lo falso empíricamente hablando, en fin lo razonable de lo insensato, se ha degradado y con ello la propia naturaleza humana, única presuntamente capaz de dirimir entre estos opuestos. Y por ello, aun cuando el sentido común fuese moldeado históricamente por cada cultura y aceptara o convalidara hechos o prácticas aberrantes e injustas prevalecía detrás una razón/explicación cultural (religiosa o mítica) que en general era aceptada por la totalidad del grupo social, incluso aunque no siempre desde luego, por aquellos que eran victimas de esa costumbres.

Ocurre que esta situación ya no se da y la humanidad actual actúa su existencia social y ecológica en la mayor ignorancia sin marcos culturales ordenadores del sentido común, en un caos ético o directamente en ausencia de ética alguna. Sin compromiso y solidaridad con el o los colectivos a los que pertenece, sus propios congéneres y mucho menos con “les otres” especies vivas.

No es solo desestructuración cultural sino insensibilidad suprema que convierte a la especie humana  en agente de destrucción de la vida. La guerra como práctica naturalizada, la naturalización de la pobreza y la marginalidad, de la explotación infantil y la trata de personas, la tortura, el maltrato a los animales y la destrucción de ecosistemas son ejemplos cotidianos del extravío en que ha caído el sentido común, colonizado por pulsiones de muerte naturalizadas bajo la cortísima historia del  capitalismo.

El punto es que la educación, la que se practica cotidianamente en las instituciones, allí donde (además de alfabetizarse) se modelan, presuntamente, la razón, la sensibilidad y el sentido común de los ciudadanos, lejos de contrarrestar esta cultura tanática – cultivada perversamente en el marco de las configuraciones socioeconómicas antropocentradas que objetualizaron la naturaleza e instrumentalizaron la vida-, estimula aquella y estas, por acción u omisión. La educación hermanada con la ciencia que es su referente principal, aportan fantásticos  conocimientos a la ciudadanía, mismos que pueden ser utilizados y puestos al servicio de la (pulsión de) vida o la (pulsión de) muerte, sin embargo lo cierto es que ni ciencia ni educación centran su interés y su propósito en orientar el sentido común hacia la valoración de la vida y por omitir tal fundamental componente político, contribuyen en sentido contrario, abandonando de hecho al ciudadano a la influencia de ese otro gran y hegemonizante formador del sentido común que son los medios, las redes y el algoritmo, no casualmente sino estratégicamente dominados por el poder.

La pregunta es ¿puede, todavía, la educación hacer su aporte en sentido contrario? No la educación en abstracto, ni su institucionalidad burocrática que inevitablemente serán expresión del modelo social, pero sus actores o una parte de ellos, en los escenarios educativos concretos subvirtiendo el sentido instituido?

Para re-educar y recuperar o restaurar aquel sentido común capaz de privilegiar la vida, ante todo conviene preguntarnos y responder con toda franqueza una pregunta olvidada (e independientemente de que el currículum lo mencione de alguna manera en algún lugar….) ¿educamos para…? ¿Sabrán (sabremos) esos actores hacer honor al lugar en que los coloca la historia?

Y consecuentemente proponer un “otro” Programa educativo orientado y puesto al servicio de un propósito reconstitutivo imperativo, lo cual supone recrear escenarios concretos de reproducción de vida sin importar el tamaño ni el contexto. No alcanza ya con disputar la interpretación de nuestra identidad e historia colectivas, la lucha por la emancipación requiere “asumir el carácter político del hecho educativo, en la medida en que hay no solo un orden educativo que transformar sino un orden social a ser reinventado”.[2] Proponer escenas de aprendizaje donde los valores regidores de la práctica sean la cooperación, la solidaridad, la austeridad, la dignidad, la diversidad y la tolerancia y el principal objetivo del aprendizaje la recreación de saberes y la formación de capacidades para autosatisfacer las necesidades fundamentales de la vida. Capacidades para recuperar soberanía sobre nuestras asociadas y colectivas necesidades vitales, sobre nuestros cuerpos, para abandonar la dependencia de “la maquina” y de un sistema que nos ha convertido en seres llenos de información pero vacíos de saberes elementales, sometidos a la tiranía urbana de tener que recurrir al servicio mercanitilizado para todo porque lo cierto es que la educación realmente existente no enseña a comer, a consumir, a cultivar, a cooperar, a valorar, a usar racionalmente el agua, la energía, ni a cuidar la naturaleza, ni a querer y valorar a los otros seres con los que compartimos el mundo, tampoco enseña a considerar el derecho de las generaciones venideras pues nada apunta en la educación a proteger la capacidad de la tierra de proveer bienes necesarios para la vida de una población creciente y futura. Producción de alimentos sanos (sin venenos), conservación y restauración de ecosistemas autóctonos, erradicación de especies exóticas, reformulación de las ciudades, cuidado del mar, preservación de la calidad del aire, reconocimiento de derechos de comunidades ancestrales prexistentes, son entre muchas otras, ausencias en la enseñanza instituida. En lugar de estos, la escuela incluye la educacion financiera, la formación emocional y la inteligencia artificial, se abandonan la filosofía y la historia y se refuerzan las matemáticas, la informática y la tecnología, y como correlato trágico de este mirar umbilicadamente solo el universo creado por el humano, en los medios ya aparecen ofertas tales como turismo de ultima oportunidad, una forma mas de mercantilización (gentrificación de la naturaleza?) ahora, de la extinción, a la que la misma propuesta contribuye llevando miles de turistas a visitar zonas y especies en peligro o en la certeza de desaparecer.

La ciudad como hecho cultural y material paradigmático del capitalismo y en tanto conflicto ecosocial y ambiental no es materia de reflexión alguna en ningún momento ni espacio educativo, siendo tal vez el principal componente de la crisis ecológica y psicosocial. Mucho menos es problematizado el uso del dinero o la oposición entre competencia y cooperación que podría abrir una revisita critica a las nociones de valor de uso y valor de cambio para ver que otras relaciones sociales fueron y son posibles e incluso rever la noción de competencia, falsamente legitimada como la fuerza del progreso y la evolución.

La pregunta es pertinente ¿desde los sectores educativos que reivindican otra sociedad posible, no hay nada que decir y hacer al respecto? O es que siguen creyendo posible cambiar la sociedad con el mismo manual que fue destruida?

Si algo debería hacerse desde la escuela en el momento actual (y promoverse desde la educación en cada organización social, religiosa, deportiva o cultural) es suscribir este mandato imperativo que el valor de la vida nos impone como especie: contribuyendo a rescatar la vida, la igualdad, la compasión, la dignidad, el derecho al futuro; poniendo todo el conocimiento que heredamos, supimos y podemos generar al servicio de rescatar-nos del colapso y recuperar nuestros mejores y mas amorosos valores, haciendo vida mediante practicas contraculturales, subvirtiendo el sentido común impuesto por la hegemonía cultural del productivismo capitalista. Incluyendo todo el conocimiento y todos los sujetos excluidos.

Esos actores sociales tan importantes que son los trabajadores de la educación, ¿van a seguir apenas defendiendo el piso mínimo (casi obsoleto) de su estratégico rol social y cultural (solo el salario y el trabajo) y reivindicando, aunque con todo derecho por cierto, la contención social que siempre ofrecen por fuera de su compromiso instituido, cada vez que todo se va a la mierda, y la inclusión sin horizonte, pero sin ir mas allá, sin desobedecer las reglas del Programa, sin asumir la inutilidad del mismo en el marco de destrucción presente, es decir sin proponer nada nuevo, diferente y contracultural?

Hemos superado la etapa en que aun era plausible (?) confiar en una transformación posible de la relación humanidad naturaleza dentro del esquema de las relaciones de producción capitalistas. Confianza que en rigor solo era atribuible a la fuerza cooptadora del discurso universalista que sobre todo desde foros internacionales suavizaban los datos de la crisis ecosocial, invisibilizan las realidades locales en cada territorio y reciclan constantemente las esperanzas en un posible cambio de conciencia en poblaciones, gobiernos y empresarios que fructificara en el cambio necesario.

La UNESCO se ha dedicado a este ejercicio de dilación desde hace décadas, la Carta de la Tierra mas allá de sus poéticas expresiones de principios, parece haber devenido en ONG que subsiste de cobrar sus cándidas propuestas de capacitación, que sigue difundiendo mas en ingles que en español. La Internacional de la Educación y su versión latinoamericana no agendan la crisis ecosocial entre sus prioridades políticas y tampoco sus sindicatos adheridos. Todo este tímido por no decir condescendiente posicionamiento, a contribuido a reciclar permanentemente la ilusión de que dentro del statu-quo capitalista siglo XXI tendremos gracias a la tecnociencia y a un presunto cambio de actitud social frente, sobre todo, a las consecuencias del Cambio Climático (devenido central pero en modo alguno único aspecto de la crisis ambiental) sera posible superar esta etapa crítica y encaminar el desarrollo hacia la sustentabilidad; dos conceptos a esta altura vaciados de todo significado.

Como complemento el sistema de educación pública, y en particular todos sus actores, se resisten a acusar recibo de esta realidad que en buena medida termina de sepultarlos bajo la obsolescencia que ya le impuso la tecnología de la información y comunicación. Cada vez mas lejos de ofrecer emancipación alguna el sistema educativo, incapaz de autocrítica, lastra su verdadero desafío contribuyendo a la inercia generalizada. Las experiencias educativas ambientales, que representan una irrelevante parte de los procesos educativos (contra el desmedido e ingenuo optimismo que generó la sanción de una ley de EA en 2021, sobre lo cual advertimos oportunamente), transitan una superficialidad desinformada exasperante, mientras las que acaso debieran ser mejores opciones, tales las experiencias educativas populares que se referencian en prácticas y teoría Freireana, las autodenominadas populares o aquellas que se dan en contextos de lucha socioambiental, al no cuestionar los fundamentos mismos del sistema educativo y de su edificio curricular, aun cuando incorporan sesgos con enfoques socioterritoriales, de genero, decoloniales, etc. convalidan explícita o tácitamente el modelo social hegemónico y así estiran la ilusión de su posible transformación mediante un ejercicio crítico que le interpela ocacionalmente desde la palabra, pero casi nunca subvierte la practica efectiva y con ella los fundamentos de una concepción educativa epistémicamente sometida y sometedora: no desobedecen, no cuestionan el fondo ni el contenido, apenas la forma mientras el propósito parece no requerir revisión alguna. Moralista y obediente la practica educativa toda parece confirmar lo que Iván Illich temía y vaticinaba hace 50 años (exageradamente en esos años, pero no ahora): que “el sistema escolar de hoy en día desempeña la triple función que ha sido común a las iglesias poderosas a lo largo de la historia. Es simultáneamente el depósito del mito de la sociedad, la institucionalización de las contradicciones de ese mito y el lugar donde ocurre el ritual que reproduce y encubre las disparidades entre el mito y la realidad”.

“Necesitamos la mejor ciencia y el máximo respeto a la verdad. Pero ésto sólo permite conocer el mundo, no transformarlo. Transformarlo es un juego de afectos, pasiones, identidades compartidas, mitos comunes, de alianzas, de intereses y de pericia en el ejercicio del poder. La rebeldía es un estado de ánimo que no se alimenta de ideología ni de conceptos. Es algo que arde en la certeza de sentir que la vida es el máximo don que no se puede desperdiciar. La necesidad histórica del momento es la de dar a luz una forma de producir, consumir, habitar e imaginar un mundo que deje atrás la depredación de la biósfera y adopte los principios de la cooperación y la simbiosis”[3].

Nunca como ahora, frente a la posibilidad cierta del colapso civilizatorio, educación y rebelión fueron nociones tan afines. Frente a la amenaza de disgregación nacional, destrucción cultural y depredación extrema de nuestros bienes comunes, esperamos aún que los actores educativos conscientes de su rol, asuman el papel y el poder que en ello tienen!!!


[1]https://www.15-15-15.org/webzine/2024/02/01/mesorreligion-para-una-accion-intersticial-con-sentido/

[2]Imen Pablo (2022) Pensamiento pedagógico Latinoamericano en prospectiva, en ¿Que docencia para estos Tiempos? CETERA.

[3]https://www.nodal.am/2023/12/el-colapsismo-ecologico-por-nieves-y-miro-fuenzalida/

Fotografía: desinformemonos

Fuente de la información:  https://insurgenciamagisterial.com

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Argentina: el temor es que el descontento se desborde

Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Antes de su discurso de apertura de las sesiones legislativas, el ultraderechista presidente argentino Javier Milei argumentó que “mientras el Congreso tenga su composición actual, creemos que es difícil aprobar reformas”, lo que dejó un sabor a que planea gobernar por decreto, pasando por encima de las instituciones.

Milei minimizó el impacto de su ajuste al tratar de despejar las dudas sobre la estabilidad sobre lo que insisten los organismos internacionales: “hay cero posibilidades de que se produzca un levantamiento social, a menos que haya un evento con motivaciones políticas o infiltrados extranjeros».

Durante una semana Argentina vivió una escalada sin precedentes que enfrentó al gobierno de Milei con casi todos los gobernadores, a partir de la retención de fondos de coparticipación de la provincia patagónica Chubut, situación finalmente solucionada por un fallo judicial, pero que sigue latente.

El mandatario provincial Ignacio Torres (de Propuesta Republicana, partido neoliberal aliado de Milei) retrucó que «si para el miércoles no nos quitan la pata de encima, no va a salir un barril más de petróleo de Chubut para la Argentina”.

Pero el choque no se produjo y el petróleo siguió fluyendo: un fallo judicial (de un juez de Rawson, la capital de Chubut) ordenó al Gobierno nacional «cesar con la retención» de los fondos hasta tanto se avance «en una refinanciación de la deuda».

Seguramente ésta no será ni la primera ni la última vez que el Poder Judicial intervenga en este caliente escenario político, El fallo le dio aire a Torres evitando llevar adelante una amenaza que probablemente no quería ni podía cumplir.

Milei, desde la red social de su amigo Elon Musk (al que ya le concedió ingreso a la telefonía satelital y le prometió el litio), había avaldo una discriminatoria publicación que buscaba burlarse de Torres al retratarlo en una foto con los rasgos de una persona con Síndrome de Down.

¿Cuánto odio puede haber en una persona que con sorna tuitea riéndose de un chico con Síndrome de Down? ¿Qué le puede haber pasado a esa persona en la vida para tener tanto odio y resentimiento?», cuestionó Torres. “Esta Argentina no va a salir adelante nunca si subimos a enemigos imaginarios al ring fomentando el odio y el desprecio para correr de la agenda los problemas reales”, respondió el gobernador.

Por su parte, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich no quiso perder protagonismo, tras el fracaso de la idea de un cogobierno con el neoliberal Mauricio Macri e hizo una brutal descalificación a todos los chubutenses. La ministra represora y presidenta del PRO atacó al gobernador y señaló que «En Chubut no vive nadie, hay un millón de guanacos» (un mamífero artiodáctilo de la familia camelidae propia de la Patagonia), disparó la ministra.

Milei insiste en su estrategia provocadora, con el aparente objetivo de que la agenda pública se concentre en nimiedades, en asuntos de orden irrelevante, alejando la opinión pública de los hechos graves que su gestión genera. Su pelea pública con Lali Espósito logró poner del lado de la cantante a gente que ni siquiera conocía sus canciones. Lali no se amedrentó: en el Festival Cosquín Rock dedicó “¿Quiénes son?” a “los mentirosos, los giles, las malas personas, las que no valoran, los antipatria”.

Preocupaciones

En Argentina parece estar en desarrollo un concurso de disparates, en el que va ganando, por mucho, el gobierno mileinista, mientras altos funcionarios estadounidenses y del Fondo Monetario Internacional (FMI) temen que este bombardeo de medidas de ajuste y de otras represivas para calmar el disenso, tenga como final de fiesta un estallido social o la balcanización del país.

Todavía está en la retina de los argentinos el estallido del 2001, corolario de una crisis política, económica, social e institucional, que llevó a la revuelta popular generaliza bajo el lema de “Que se vayan todos”, y causó la renuncia del presidente Fernando de la Rúa, que abandonó la Casa Rosada en helicóptero. Al estallido siguió un período de inestabilidad: cinco personas ejercieron la presidencia en pocos meses.

Apenas días después de su visita al país y sostener una reunión con el mandatario libertario (pero también con militares, empresarios y dirigentes sindicales), la subdirectora gerente del FMI, la economista y académica indio-estadounidense Gita Gopinath, puso reparos a la dolarización que impulsa -al menos de palabra- el presidente Milei, al evaluar y analizar su programa económico.

Si bien trascendieron algunas conversaciones de los estadounidenses y los funcionarios del FMI con políticos locales, empresarios, exportadores, representantes de la banca y de los fondos de inversión atentos a quedarse con las riquezas argentinas que Milei prometió privatizar, poco se supo de las conversaciones con militares, en las que no participó la vicepresidenta Victoria Villarruel, próxima a los mandos castrenses, desde la época de la dictadura cívico-militar genocida.

«Para cualquier régimen cambiario, incluída la dolarización, se necesitan buenas condiciones previas (…) se necesita una cantidad suficiente de reservas y buenos marcos de política macro», señaló Gita Gopinath, tras advertir que «lo que vemos por la experiencia de otros países es que la dolarización no resuelve todos los problemas». «Si no tienes disciplina fiscal, aunque dolarices, puedes acabar teniendo problemas si no eres capaz de controlar, contener tu política fiscal, así que no es una panacea», dijo.

“Confidencial”, un boletín mensual que suele llegar a embajadas extranjeras, señala que la idea de los militares consultados sería la de “intervenir sólo si se produce un levantamiento o estallido social o subversivo”. Lo que preocupa al gobierno estadounidense (y otros europeos) y al FMI es la pauperización y la desestabilización que producen las medidas económicas regresivas del gobierno.

Desde Roma, el papa Francisco envió un mensaje a jueces de la Argentina, en el que aseguró que el Estado «está llamado a ejercer ese papel central de redistribución y justicia social» hoy  «más importante que nunca», al tiempo que alertó por los «modelos deshumanizantes y violentos» y sostuvo que, en los cargos públicos, «no alcanza con la legitimidad de origen».

«Los derechos sociales no son gratuitos. La riqueza para sostenerlos está disponible, pero requiere de decisiones políticas adecuadas, racionales y equitativas”, señaló el Sumno Pontífice católico. Por su parte, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que en el Gobierno a «la palabra del papa Francisco la respetamos y escuchamos», pero señaló que, «con algunas de ellas no estamos de acuerdo y está muy bien que así sea».

Siguiendo con la retahila de disparates libertarios, Adorni sorprendió (a algunos) al anunciar el martes que Milei había mandado a “eliminar el uso del lenguaje inclusivo en el Estado” y todo “lo referente a la perspectiva de género en la administración pública”. 

A veces los sistemas de filtración de información económica que el Gobierno hace a cuentas pagas en la red social X entran en crisis, como sucedió con un mensaje que el propio Milei tuvo que desmentir el preanuncio de una dolarización inminente, con apertura de cepro, feriado bancario y corralito.

Pero el rechazo presidencial no fue por un supuesto contenido falso del envío; Casi todo lo que se mencionó en la cuenta de Emilio Raiden, asesor informal de Milei en materia económica, es tema de conversación no sólo en el Ministerio de Hacienda, sino con las autoridades del FMI y, sobre todo, con el ministro de Economía, Luis Caputo. Pero la data resultaba explosiva para un gobierno que no tiene divisas y está presionado todo el tiempo para volver a devaluar, y que podía adelantar un estallido.

Luis Caputo y Kristalina Georgieva – Foto Twitter

«Perdón, presidente, fue una expresión de deseo», escribió Raiden en su cuenta de X, luego de haber recibido presiones por el revuelo que causó su mensaje. Pero el impacto ya se había producido.

En sus granjas de trolls y bots se trata de crear el imaginario colectivo de que en el gobierno se sienten cómodos en el conflicto, y que retroceder o ceder significaría perder iniciativa, desencantar a su base electoral. Y temen que le licúen su poder en negociaciones donde llevaría las de perder.

Milei quiere perpetuar la imagen del león dispuesto a todo con la lapicera presidencial para compensar todas sus demás debilidades, partiendo de la premisa de que lo que salga bien, será su mérito y lo que no, seguramente la culpa la tenga “la casta”. Esta política aventurera carece de garantía contra fallos y por eso se teme que algún gran conflicto o el descontento social se le vaya de las manos…

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

Fuente de la información e imagen:  https://www.nodal.am

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Argentina: Próxima a cumplir 18 años en vigencia, la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) está en riesgo

Por: Celeste del Bianco

Si bien el Decreto de Necesidad y Urgencia y la Ley Ómnibus que impulsó fallidamente el gobierno de Javier Milei no se refieren específicamente a la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), el ajuste a las políticas públicas de género y los dichos previos del presidente indican que la aplicación está en peligro. 

La ley exige que todas las escuelas argentinas ofrezcan educación sexual adecuada a la edad para enseñar a los alumnos los “aspectos biológicos, psicológicos, sociales, emocionales y éticos” de la sexualidad, promover “actitudes responsables hacia la sexualidad” y asegurar “la igualdad de trato y de oportunidades entre hombres y mujeres”. En la práctica, los temas abarcados van desde el consentimiento y la anticoncepción hasta la identificación de instancias de abuso sexual y la equidad de género.

A lo largo de los años, la norma tuvo una implementación dispar en las distintas provincias del país según los gobiernos locales, pero se convirtió en una herramienta clave, por ejemplo, para detectar abusos sexuales en la infancia. Según cifras oficiales de la Ciudad de Buenos Aires, en el año 2020 el 80% de los niños, niñas y adolescentes que denunciaron abuso sexual lo hicieron después de tener una clase de ESI en la escuela.

Los datos confirman la necesidad de mantener esta ley: un estudio de Casa FUSA de 2021 realizado en personas de entre 16 y 24 años de las provincias de Salta, Jujuy, Buenos Aires, Córdoba y Río Negro, muestra que la ESI ayudó a identificar y actuar en casos de violencia de género propias o del entorno familiar. También se refleja en el descenso de los embarazos adolescentes. Para el 2021, la tasa de fecundidad adolescente en la Argentina había bajado un 57% con respecto al 2005.

Sin embargo, el presidente Javier Milei la considera parte de “la agenda postmarxista” vinculada a “la destrucción del núcleo social más importante dentro de la sociedad, que es la familiar”. Según el primer mandatario, la ESI, que fue sancionada en 2006, “está vinculada con otras cosas, que tiene que ver con la discusión del ecologismo”.

El desfinanciamiento es una de las vías para que pierda impulso y dependerá de los gobiernos provinciales la calidad de su permanencia. Esta actitud de las máximas autoridades conlleva también la habilitación de discursos violentos que atacan a la ESI en distintos sectores de la sociedad. 

En este contexto difícil, educadoras y educadores de distintas regiones se organizaron para preservar la ley en un contexto complejo en el que la máxima autoridad del país la considera como “adoctrinamiento” que “deforma la cabeza de la gente”.

¿Vaciamiento en puerta?

“Sabemos que no le van a dar presupuesto, además existe el artículo 5 que es un respaldo para quienes no quieren aplicarla”, sostuvo Ana María Vega, especialista en Promoción y Educación para la Salud, diplomada y formadora en ESI, en diálogo con elDiarioAR. Si bien la norma establece que las jurisdicciones nacional, provincial y municipal deben garantizar la implementación obligatoria de la ESI, el artículo 5 indica que cada institución educativa puede adoptar los lineamientos de la ley de acuerdo a sus valores, lo que significa que, por ejemplo, una escuela católica puede brindar una educación sexual que refleje sólo el ideario católico.

“El secretario de Educación de Nación (Carlos Torredel) viene de la educación privada y siempre se respaldó en el artículo 5 para la no aplicación. No van a derogarla, pero sí van a vaciar el programa. Ya lo han hecho: despidieron a un montón de gente a la que no se le renovó el contrato. Con poca gente y poco presupuesto se aletarga la aplicación de la ESI porque no hay una política pública que le siga dando impulso”, agregó la especialista que trabaja en la provincia de Mendoza.

“Nos preocupa con dolor”, afirmó la psicóloga y psicóloga social Eugenia Otero a elDiarioAR. Ella es coordinadora del Postítulo de Especialización en Educación Sexual Integral en el Instituto “ Joaquín V. González” de la Ciudad de Buenos Aires y cotidianamente interactúa con educadores y educadoras. “Un gobierno como el de Milei viene a poner en cuestión un montón de cosas que veníamos intentando pensar y revisar para un mundo mejor, menos desigual. Cuando escuchamos a las personas que estudian en el postítulo y nos cuentan los padecimientos de aquellos con quienes trabajan, lo que aparece es la necesidad de transformarlo. Y duele un montón que la transformación vaya en el sentido contrario. Estábamos en un mundo cruel que había que transformar y lo que vemos ahora es algo más cruel”, agregó.

“Vemos con enorme preocupación que en lugar de una gestión que pueda mejorar algo las situaciones profundas de violencia y desigualdades, lo que recibimos desde el Estado son ideas, discursos y acciones que tienen que ver con cancelar derechos, con dejar de cuidar a las personas para cuidar las cosas. En nombre de una supuesta libertad niega y visibiliza la existencia de desigualdades muy profundas, cancela la posibilidad de pensar el encuentro con otro”, sostuvo. A pesar de este panorama, Otero sostiene que hay que mantener la esperanza y defender las conquistas obtenidas.

El pánico moral

La referente nacional en ESI y vicedecana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Graciela Morgade, sostiene que la idea de “adoctrinamiento” busca manipular a las familias con la instalación del “pánico moral”. “Es tratar de inculcar terror a las familias respecto de que van a decirles o hacer a sus hijas, hijos e hijes. Es una estrategia para manipular a las familias y personas. No estoy diciendo que no haya familias para las cuales la ESI sea una mala noticia porque tienen una mirada respecto de las relaciones de género y consideran que no hay que respetar a las disidencias, sino educarlas o criminalizarlas. Pero también sabemos que en estos años la ESI tuvo una fuerte validación. Les niñes y les jóvenes quieren hablar de cuestiones que tienen que ver con su sexualidad, con su proyecto de vida, con sus temores, con sus falta de conocimiento, de cuestiones de violencia. Todos los estudios muestran que, sobre todo en las chicas, la ESI es una oportunidad para hablar de lo que incomoda y duele”, explicó.

Además, Morgade agregó: “Es muy difícil discutir con alguien que habla de las ‘ideas de la libertad’ y no piensa que eso forma parte de una doctrina. Además, no se visualiza que hay otra forma de pensar los cuerpos y las sexualidades. Las formas tradicionales también son ideológicas y doctrinarias”.

¿Qué pasa en las escuelas?, ¿Qué actitudes tienen las familias ante un escenario creciente de discursos de odio?, ¿Cómo repercute el discurso oficial? Las especialistas coinciden en que esto habilitó la proliferación de discursos que atacan y critican la Educación Sexual Integral.

Otero contó que eso se puede ver en uno de los ejercicios que cada año hacen en el profesorado desde que se inició en el 2009. Le piden a las y los docentes que piensen una escena temida y muchas veces apareció la idea de madres y padres indignados por trabajar con ESI. Cuando preguntaban si eso efectivamente pasaba en la escuela, la respuesta era negativa.

Sin embargo, en los últimos años eso cambió. “Dejó de ser una fantasía. Hoy hay discursos en las comunidades de las escuelas y hay familias que cuestionan. No desde que llegó Milei, sino desde antes que empezó a aparecer algo de la reacción a la ESI. No lo miramos de manera inocente, no es una reacción de esas familias porque están viendo algo en sus hijos o sus hijas que les preocupa sino que tiene que ver con una reacción organizada, con una bajada de línea desde sectores como algunas iglesias o espacios que tienen mucho poder y que responden. Preocupa pensar como tergiversan la ESI”, detalló.

Una causa federal

En el mismo sentido se expresó Morgade que lo enmarcó dentro de una reacción más general. “Desde antes de que asumiera Milei, antes de las elecciones, lo que empezamos a observar es una especie de ‘permisos’ para decir cualquier cosa. Empezó a haber mayor permiso para expresar, para cuestionar a la ESI, a las políticas de género, a los feminismos y al movimiento de mujeres y LGTBIQ+. Empezábamos a ver ciertas formas violentas en las familias. Es por eso que constituimos el Movimiento Federal por más ESI para apoyarnos, alertar sobre esos procesos de resistencia violenta, para aportarnos materiales porque efectivamente lo que se empezó a habilitar es la expresión de discursos violentos y de odio”, describió.

Es por eso que en este contexto se vuelve central la acción de los gobiernos provinciales para mantener con vigor la ESI. “Con una situación así en lo macro, en lo micro va a depender de qué posicionamiento tenga cada provincia: su ministro de Educación, también desde el ámbito presupuestario que en todas está todo muy disminuido. Para muchas personas no parece ser prioritaria la ESI aunque resuelve muchos otros problemas”, afirmó Vega.

Asimismo, recordó los vaivenes que tuvo la ley a nivel federal según los signos políticos de cada gobierno. “El compromiso político a nivel nacional también ha influido. Todos los gobiernos progresistas han tenido para el programa nacional de ESI un presupuesto importante, con gente con posibilidad de extender la capacitación a muchas provincias. Pero en la época del expresidente Mauricio Macri se despidió a gran cantidad y solo se sostuvo el programa y se le dió una impronta vinculada solo con la salud sexual reproductiva limitando todos los otros enfoques como son la perspectiva de género, de derechos humanos y diversidad”, agregó.

Diputados del bloque de La Libertad Avanza presentaron a mediados de febrero un proyecto para derogar la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), sancionada en diciembre de 2020 después de un extenso debate y con la prensa de miles de mujeres y diversidades conocida como “la marea verde”. Pocas horas después de conocida la propuesta, voceros del Poder Ejecutivo aclararon que habían actuado de manera inconsulta y que el oficialismo no consideraba que fuera el momento propicio para ese debate. Ese intento de retroceder en los derechos adquiridos se suma a otros como la eliminación del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (creado en 2019 por el expresidente Alberto Fernández). Se trata de un gobierno que no solo minimiza estas cuestiones sino que también las desprecia ( en Davos, Milei habló de la “agenda sangrienta del aborto”). Ante este panorama, el futuro de la Educación Sexual Integral es preocupante. Quizás no deroguen la ley, pero sí pueden desfinanciarla y reducirla a su mínima expresión.

CdB/M

https://www.eldiarioar.com/sociedad/proxima-cumplir-18-anos-vigencia-ley-educacion-sexual-integral-esi-riesgo_1_10980367.html

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Venezuela: ¡Entre otras propuestas! Especialistas proponen destinar el 10% del PIB del país a la educación.

Por: Angelo Gallardo

Destinar el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) del país a la educación es una propuesta de Benjamín Scharifker, doctor en fisicoquímica, exrector de la Universidad Simón Bolívar y de la Universidad Metropolitana y Carlos Fernando Calatrava, director de la Escuela De Educación de la Universidad Católica Andrés Bello.

Estas declaraciones fueron emitidas, la mañana de este martes 5 de marzo, en entrevista para el circuito radial @mundourweb, donde Scharifker comentó que este monto es lo que se invierte en otros países, sin embargo, “al no tener cifras claras en Venezuela, se hace muy difícil conocer montos exactos”.

Detalló que con esta cifra se incluye a todo el país con esfuerzo tanto del sector privado como del público, e indicó, además, que “se debe resolver la valoración de la educación por parte de la sociedad», insistiendo en que «mientras no se establezca el valor de la educación, no se podrá atender el segundo problema, el financiamiento de esta actividad que es costosa”.

“En Venezuela no tenemos a la educación como un tema de importancia nacional en el ámbito político. En el área empresarial tampoco se ha hecho este esfuerzo que los beneficia. Para valorar la educación, los profesores deben tener una compensación acorde al trabajo que hacen”.

Por otra parte, a través de distintas investigaciones, Calatrava determinó que con 75 mil millones de dólares; en 5 años se pueden construir alrededor de 24 mil escuelas, formando más de 250 mil educadores y llevando el salario de los profesores al promedio de Suramérica, aproximadamente 957 dólares mensuales.

“Si se ve como un gran pacto social para la educación, los ciudadanos pagarán felizmente los impuestos y las empresas estarían cómodamente alegres de invertir en educación”, explicó.

La falta de respaldo social, de voluntad política y ciudadana al tema educativo para darle el lugar que se merece, es lo que más duele, dijo. También advirtió que se debe avanzar en la municipalización de las escuelas, asegurando que al gobierno municipal le corresponde el preescolar y la primaria.

¡Entre otras propuestas! Especialistas proponen destinar el 10% del PIB del país a la educación #5Mar

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Perú: Año escolar 2024: ¿huelga de maestros del Sutep podría afectar el inicio de clases? Esto dice Minedu

El Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep) realizaría una huelga de docentes a nivel nacional. Conoce en esta nota si las clases se verían afectadas.

El Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep) indicó que evalúa realizar una huelga nacional de docentes entre los meses de abril y mayo debido a que el Gobierno incumplió acuerdos, tales como el pago del bono de escolaridad o el incremento del salario de los maestros.

«Hay un acuerdo que hemos adoptado en la última asamblea nacional de delegados en el sentido de que, ante la desatención de parte del Gobierno y el incumplimiento del convenio colectivo, se acate una huelga nacional. Todo depende de la voluntad y atención que el Gobierno ponga, si tiene una voluntad de conversar y encaminar esos temas», declaró el secretario del Sutep, Lucio Castro, a Exitosa.

«Me refiero, por ejemplo, a aquellos maestros que trabajan en el Vraem o zonas rurales y no están considerados. Docentes nombrados, más de 75.000, no hay la escolaridad, que es un derecho de los trabajadores en general, e igualmente no se ha considerado el incremento de remuneraciones que se ha venido dando todos los años y como parte de una política nacional», sostuvo.

Ante dichas declaraciones, varios padres de familia desean reconfirmar la fecha de inicio de clases y si dicha manifestación podría afectar el desarrollo de etas.

¿La huelga de maestros podría afectar el inicio de clases?

La huelga de docentes anunciada por el Sutep podrían afectar las clases; sin embargo, la ministra de Educación, Miriam Ponce, pidió a los maestros ser responsables y comprometidos con su labor.

«Estamos abiertos a conversar, pero no estamos de acuerdo con que se afecte a terceros, como son los niños y adolescentes. El tema de anunciar (la huelga) cuando ni siquiera hemos empezado las clases es una falta de respeto, inclusive, a nuestras niñas, niños y adolescentes, y a las familias», señaló.

¿Qué dijo Dina Boluarte sobre la huelga de docentes?

La presidenta de la República, Dina Boluarte, indicó que los profesores no pueden «amenazar» con realizar huelgas y que el Poder Ejecutivo está dispuesto a dialogar con los maestros para conocer demandas.

«No podemos amenazar, como cierto sector va diciendo, que en abril va a empezar con las huelgas (de docentes). Este Gobierno tiene las puertas abiertas para poder conversar las 24 horas del día, los siete días de la semana y los 30 o 31 días del mes. Creo que nuestra niñez, nuestros alumnos ya perdieron mucho tiempo durante la pandemia», indicó la jefa de Estado, Boluarte Zegarra.

«No sería justo que por no conversar en paz ellos tengan que seguir perjudicándose. En las regiones también la situación es más crítica que acá. No por ello tenemos que buscar justificaciones para no hacer las cosas», agregó.

Fuente: https://larepublica.pe/sociedad/2024/02/29/ano-escolar-2024-huelga-de-maestros-del-sutep-podria-afectar-el-inicio-de-clases-esto-dice-minedu-828994

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