Redacción: Vistazo
Redacción: Vistazo
Redacción: Promar TV
Subcomisión de Educación de la Asamblea Nacional realizará reuniones e inspecciones en diversas instituciones educativas de Venezuela, así lo anunció su presidenta, Bolivia Suárez.
Asimismo, aseveró que la situación de su gremio cada día se agudiza más, ya que son mas los docentes que han abandonado las aulas, que los que permanecen en ellas, tras los bajos salarios que devengan.
La presidenta de la Subcomisión de la Asamblea Nacional dijo también que los maestros se han ido reuniendo para prepararse hasta llegar a una huelga en el país e informó que durante esta semana se reunirán con parte del sector educativo para brindarles apoyo en función de buscar soluciones ante las dificultades que presentan.
Fuente: http://promar.tv/2020/02/14/36854/
Redacción: El Mostrador
Según datos de la Brigada Investigadora de Trata de Personas (Britrap) de la PDI, desde 2017 a 2019 las víctimas de tráfico de migrantes pasaron de 27 a 376 afectados. La mayoría de ellos son extranjeros y especialmente mujeres, ya que la explotación sexual y laboral son los ilícitos que más se han registrado. Desde el Servicio Jesuita Migrante advierten que cuando se “obstaculiza el ingreso regular al país”, aumentan las posibilidades de caer en las redes de estas bandas, por lo que “las medidas administrativas no pueden estar por sobre los derechos humanos de las personas”.
Durante esta jornada, la Brigada Investigadora de Trata de Personas (Britrap) de la PDI, reveló que en los últimos tres años las víctimas por este tipo de delitos aumentaron en un 1.300%, siendo la explotación sexual y laboral las causas más comunes. Una situación calificada como «esclavitud moderna» por la policía civil.
Este radical incremento se relaciona con el alza de la inmigración durante el periodo indicado, considerando que desde 2017 a 2019, las víctimas de tráfico de migrantes aumentaron de 27 a 376 afectados. En tanto, los detenidos por este delito ascendieron de 11 a 32 durante el mismo tiempo, revela La Tercera.
La mayoría de las víctimas son extranjeros y especialmente mujeres, ya que la explotación sexual y laboral son los ilícitos que más se han registrado.
«Esto tiene que ver directamente con que son extranjeros que llegan a nuestro país, donde no tienen redes de apoyo ni familiares cercanos, y en situaciones en que se suma, además, una desconfianza en la autoridad y hacia la policía», explicó a ese medio el jefe de la Britrap, Giordano Lanzarini.
Desde el Servicio Jesuita Migrante (SJM) apuntan a las medidas adoptadas por el Ejecutivo, señalando que cuando se “obstaculiza el ingreso regular al país”, aumenta la posibilidad de ser víctimas de bandas que se dedican a estos delitos. Por eso, el director de Incidencia y Estudios de la entidad, Juan Pablo Ramaciotti, advierte que “las medidas administrativas no pueden estar por sobre los derechos humanos de las personas”.
“Si ponemos barreras excesivas, sobre todo a personas que necesitan migrar por causas de crisis políticas o humanitarias, estamos poniéndolas en peligro de caer en estas redes. En eso un dato preocupante es que los últimos dos años se han multiplicado los ingresos por pasos no habilitados”, explicó.
Uno de los casos desbaratados por la Britrap corresponde a noviembre de 2019, cuando fue descubierta una red internacional entre Chile y Colombia que traía mujeres desde Colombia para que ejercieran la prostitución
en las ciudades de Santiago, Temuco, Osorno y Puerto Montt. La operación identificó a 50 mujeres traídas a nuestro país, víctimas de esta red.
El modus operandi de esta banda consistía en que los líderes enviaban videos desde Chile ofreciendo una casa amplia para vivir en buenas condiciones con un buen salario. Sin embargo, al llegar eran engañadas, y estaban obligadas en una misma pieza, donde además debían atender a los clientes.
“A ellas las engañaban y se aprovechaban de su situación vulnerable, ya que no tenían redes y entraban como turistas, pero con el objetivo de ejercer la prostitución”, aseguró el comisario.
Además, un problema en la indagatoria de estos casos es que “las víctimas no se reconocen a ellas como víctimas”. De ahí que el jefe policial señale que “la trata de personas es la esclavitud moderna. Significa doblegar la voluntad de una persona para ejercer algún tipo de actividad en favor de otras personas”.
Fuente: https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2020/02/10/esclavitud-moderna-victimas-de-trata-de-personas-aumentan-un-1-300-en-los-ultimos-tres-anos/
Redacción: MBA América Economía
ada vez más, el mercado laboral peruano demanda mayor especialización en los profesionales en determinadas áreas para lograr el éxito en sus empresas. Y es que, ante el desarrollo de determinados sectores e industrias en el país, el grado y tipo de especialización son altamente valorados. Ante ello, las escuelas de negocios locales necesitan reclutar catedráticos capaces de transmitir conocimientos a los profesionales que buscan marcar la diferencia en un mercado que se torna más competitivo y exigente.
“Las maestrías especializadas forman expertos en una determinada área organizacional o sector económico del país. Por ello, se requiere contar con docentes que sean reconocidos en su área de expertise”, dice Giuliana Leguía, directora de Pacífico Business School. “El proceso de selección debe hacer hincapié en qué tan experto es el docente para potenciar las competencias que se buscan desarrollar en el área o sector sobre el que trate determinada maestría y así lograr alcanzar el perfil de egresado requerido”.
Según Peter Yamakawa, decano de ESAN Business School, actualmente hay un mayor número de profesionales que apuestan por ser catedráticos en programas de este tipo. “Muchos de los participantes que han estudiado una maestría especializada quieren enseñar, porque desean compartir sus conocimientos y su experiencia profesional, y encuentran en la docencia un espacio alternativo de desarrollo profesional”, dice.

Paralelamente a esta tendencia, existe una mayor cantidad de candidatos o postulantes a catedráticos. Y si bien el nivel académico está aumentando, el grado de especialización también. La competencia por ser catedráticos de maestrías es más fuerte, y el deseo de enseñar no basta para lograrlo. En ese sentido, la mayoría de escuelas de negocios buscan un perfil atractivo que combine tanto los grados académicos como la experiencia profesional.
“Tenemos maestrías en áreas muy punteras, como la de medioambiente, donde hemos reclutado profesionales que han desarrollado su carrera en el extranjero. Evidentemente tienen el grado académico y el know how, y lo bueno es que al formar a estas futuras promociones de maestros podrán cumplir los requerimientos del mercado laboral y educativo para tener profesionales con grado de maestría”, dice Guillermo Quiroga, director académico de Posgrado de la UPC. Quiroga también apunta que en el mercado académico existen profesionales que ya están terminando su ciclo corporativo y ven en la docencia una manera de devolver lo aprendido.
“Son ejecutivos con una muy buena carrera corporativa, que en su momento hicieron un MBA y que todo su trabajo los ha llevado a ser expertos. Por ejemplo, en la maestría de Project Management necesitamos que los profesores tengan un MBA y la certificación PMP”, dice. En tanto, la carrera por atraer el mejor talento no solo se da en el plano local. “Una gran barrera para reclutar catedráticos es la competencia no solo local, sino sobre todo la internacional, ya que al realizarse procesos de selección internacionales, se está compitiendo con las mejores escuelas del mundo en la atracción y retención del mejor talento”, dice Giuliana Leguía.
Pero ¿cuál es el perfil ideal? “Buscamos un mix entre profesores jóvenes, con una mayor aproximación con los alumnos y profesores, con experiencia, que sepan canalizar el ímpetu de los profesionales por querer avanzar a gran velocidad. La experiencia es un atributo que no se gana de la noche a la mañana y este tipo de profesores aporta mucho para la formación de un profesional en la medida en que la enseñanza sea dinámica. Los años de experiencia en el mundo empresarial contribuyen mucho, y es importante darle la importancia necesaria a este perfil de catedráticos”, complementa Peter Yamakawa. Para Giuliana Leguía, el docente de una maestría debe tener una trayectoria relevante, “es decir, que sea un excelente profesor e investigador, pero que además tenga un amplio conocimiento y vinculación con el mundo organizacional y sectorial, así como experiencia internacional”.
Métodos que cautivan Hoy, los estudiantes de maestrías pertenecen a generaciones jóvenes que buscan una mejor gestión del conocimiento y dinamismo en las clases. Atrás quedaron las clases en las que los alumnos se sentaban en un salón viendo una presentación en PowerPoint y escuchando al profesor. “Ellos quieren a un profesor que pueda retarlos, que les enseñe a analizar y que les permita relacionar los conocimientos que van aprendiendo con la mejora de sus organizaciones o emprendimientos”, dice Peter Yamakawa.
“Por ello, buscamos que nuestros docentes se actualicen constantemente, para estar alineados a las tendencias de negocios globales e incorporen en clases nuevas tecnologías y metodologías ágiles de enseñanza. Por ejemplo, en el caso de nuevas tecnologías, nuestros profesores deben tener conocimientos en Kahoot, una app que permite que los estudiantes contesten preguntas en tiempo real, así como en simuladores de toma de decisiones como The Fresh Connection”, detalla.
Para Guillermo Quiroga, en maestrías relacionadas con transformación digital, las metodologías dinámicas son un must. “Obviamente se tiene que trabajar el tema de design thinking, agile, scrum, lean startup, entre otros. Próximamente lanzaremos una maestría de transformación digital que tendrá un componente muy importante de change management, o manejo del cambio, que es un tema crítico en los procesos de transformación.

También tenemos herramientas para sustentar un business case que justifique esta transformación. Las maestrías no solo apelan a una formación teórica, sino que brindan herramientas para abordar un problema concreto, generar ideas o conceptos y además formar competencias. Al pedirle al alumno que tome decisiones, que investigue, compare y analice, es fundamental tener herramientas como simuladores que ayuden a lograrlo. En nuestra maestría de Márketing trabajamos con varios de estos. Lo interesante de la simulación no es el resultado, sino el briefing posterior: por qué tomó esa decisión y la discusión que se genera al evaluar el proceso”, explica.
Otros factores que los profesionales buscan en las maestrías especializadas son la flexibilidad de horarios y las modalidades de estudio. En ese sentido, las escuelas de posgrado ofrecen horarios que se acomodan a los tiempos de los participantes e incluso han incorporado clases virtuales a sus diferentes programas para que los participantes puedan estudiar desde cualquier lugar. El factor internacional también es relevante.
“Tenemos un componente internacional muy potente a nivel posgrado, por la calidad de sus partners internacionales en los cinco continentes, pero vamos más allá y ofrecemos distintas opciones de internacionalización”, dice Yamakawa. Así, todo indica que el número de alumnos de maestrías seguirá al alza en los próximos años en Perú, por lo que las escuelas de negocios continuarán y afinarán su búsqueda para reclutar a los mejores profesores. La idea es que ellos brinden las mejores herramientas para formar a los ejecutivos peruanos que trazarán el futuro que todos necesitamos.
Fuente: https://mba.americaeconomia.com/articulos/reportajes/en-busca-de-academicos-integrales-la-carta-bajo-la-manga-de-las-b-schools
Redacción: Sputnik
La Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) anunció que realizará un paro de 48 horas en todas las instituciones educativas del país en defensa de la vida, la paz y la democracia la semana próxima.
«El Comité Ejecutivo de Fecode define un paro de 48 horas que iniciará del 20 al 21 de febrero en respuesta a los ataques y amenazas que han sufrido los maestros. ¡A parar para avanzar! ¡Viva el paro nacional!», anunció Fecode a través de Twitter.
#ParoDe48HorasPorLaVida Debido a la creciente ola de amenazas, atentados y asesinatos de maestras y maestros a lo largo y ancho del territorio nacional, saldremos a las calles a exigir respeto por nuestra vida. ¡Viva el Paro Nacional!
Por su parte, el presidente de Fecode, Nelson Alarcón, confirmó que la decisión se tomó luego de una reunión de la Junta Directiva, cuyos integrantes también han sido víctimas de amenazas.
«En los últimos 30 años nos han asesinado más de 1.100 maestros en el territorio colombiano. El año anterior, en el 2019, nos asesinaron 14 profesores y este año asesinaron a una docente en el departamento Arauca (nordeste), hoy nos están amenazando, haciendo atentados a los dirigentes sindicales», dijo Alarcón en declaraciones a la prensa transmitidas en Twitter.
Según Alarcón, en el municipio de Soledad (Atlántico, norte) 40 profesores han sido amenazados, mientras que en Tarazá (Antioquia, noroeste) 12 maestros fueron desplazados, y en la región del Catatumbo (Norte de Santander, nordeste), «los profesores están en medio de los enfrentamientos de los grupos al margen de la ley».
A su vez destacó que en Tumaco (suroeste), Córdoba, Bolívar, La Guajira (norte), Chocó (noroeste) y Putumayo (sur), entre otras regiones, también hubieron informes de amenazas a los profesores.
El paro de maestros de Fecode se realizará en el marco de una huelga nacional que desde noviembre pasado impulsan sindicatos, defensores de derechos humanos, estudiantes e indígenas, entre otros, para pedirle al Gobierno central un mayor presupuesto para estudios, implementación de la paz con la exguerrilla de las FARC y mayor seguridad para los líderes sociales, entre otros.
Fuente: https://mundo.sputniknews.com/america-latina/202002101090430674-maestros-sindicalizados-de-colombia-anuncian-paro-nacional/
América del Sur/Uruguay/
El proyecto Ecosistema Inteligente para el Aprendizaje y la Inclusión (SELI, por sus siglas en inglés) es una iniciativa que reúne a investigadores internacionales para buscar soluciones a la falta de inclusión en la educación. Desde Uruguay el proyecto es financiado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación y participan docentes de la Universidad de la República (Udelar) y del Consejo de Formación en Educación. Durante la semana del 11 al 17 de febrero los investigadores estarán trabajando con sus pares extranjeros para compartir los últimos avances hechos por la red.
Mariana Porta, una de las coordinadoras del proyecto SELI en Uruguay, explicó a la diaria que desde la red “se trabaja en torno a la pregunta ¿cómo las tecnologías digitales pueden aportar soluciones o facilitar procesos de aprendizajes inclusivos?”. La docente puntualizó que “hay personas que están excluidas de los procesos educativos, como el caso de los emigrantes, que es muy común en Europa; gente que tenga algún tipo de limitación visual, auditiva, neurológica o alguna dificultad que le impida acceder al conocimiento de la manera tradicional; también puede ser una exclusión territorial, como ocurre en Uruguay a nivel de educación terciaria”.
Porta detalló que la red aborda las distintas tecnologías con las valoraciones pedagógicas asociadas a su uso, y lo hacen a partir de tres líneas de trabajo: el desarrollo de software para el aprendizaje inclusivo por medio de una plataforma de contenidos inclusivos que será testeada en los diferentes países este año, investigación sobre el estado del arte en el tema, y en la formación y desarrollo profesional de los docentes.
La plataforma digital que está en desarrollo busca generar herramientas que favorezcan procesos de inclusión, como por ejemplo las narraciones digitales que permiten “darle una voz a cada persona para que narre su historia y sea realmente oída por todos” o la traducción de imágenes a texto para que puedan ser captados por lectores digitales, comentó Porta.
El encuentro en Uruguay se desarrolla en tres sedes: Montevideo, en la Facultad de Ingeniería (Fing) de la Udelar; Melo, en la casa de la Udelar; y Rivera, en el Centro Regional de Profesores del Norte. Porta considera que expandir la conferencia para que llegue a otras partes del país más allá de la capital es un gran logro y una forma de comenzar a derribar algunas de las barreras de acceso.
Solomon Oyelere, de la Universidad de Finlandia Oriental, llegó para hablar de Ecosistemas Digitales para el Aprendizaje y propone trabajar con el concepto desde la práctica y así obtener herramientas para evaluar las plataformas de aprendizaje inclusivas, incluyendo la de SELI. Además, Oyelere trabaja con el concepto informático de “cadena de bloques” (blockchain en inglés). Este concepto se relaciona con las transacciones seguras de información y su trazabilidad; en educación se explora su uso para que circulen documentos y certificaciones entre instituciones diferentes, evaluaciones de cursos o recursos educativos.
Lukasz Tomczyk, de la Universidad Pedagógica de Cracovia, en Polonia, dio el taller “Enseñar inglés como lengua extranjera con herramientas de acceso libre para la inclusión”. Propone desarrollar recursos educativos y secuencias didácticas, así como testear la plataforma desarrollada por SELI. Tomczyk también compartió los resultados de su última investigación sobre el ciberacoso y sus consecuencias como fenómeno social.
Ambos investigadores participaron, además, en el coloquio inicial del martes 11, donde también estuvieron Maria Amélia Eliseo, de la Universidad Presbiteriana Mackenzie, de Brasil, que trajo sus aportes sobre educación inclusiva, y Libertad Tansini, de la Fing, con su conferencia sobre analíticas de aprendizaje. En esa oportunidad se compartieron algunas mesas redondas, y hubo presentaciones de experiencias y trabajos en desarrollo de docentes e investigadores nacionales.
Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2020/2/uruguay-participa-en-una-red-internacional-que-busca-soluciones-tecnologicas-a-la-falta-de-inclusion-en-educacion/
Europa/Universituworld
Resumen: La mitad de los jóvenes de 15 años en 41 países esperan trabajar en uno de los 10 trabajos populares que son «tradicionales», y algunos corren el riesgo de que su existencia se automatice, dice una encuesta de la OCDE. Encontró desigualdades en las opciones y opciones de carrera, confusión acerca de cómo las calificaciones se relacionan con las carreras, y alguna «desalineación negativa» en las calificaciones a las que aspiran los jóvenes en comparación con lo que necesitan para alcanzar las metas laborales.
Curiosamente, los trabajos «tradicionales» que se originaron en los últimos dos siglos, como médicos, maestros, abogados, veterinarios, ingenieros, gerentes de negocios y policías, se han vuelto más populares en las últimas dos décadas, a pesar de un mundo laboral transformador.
Basándose en el Programa de la OCDE para la Evaluación Internacional de Estudiantes o PISA, el conjunto de datos más grande del mundo sobre las experiencias educativas de los jóvenes, el estudio encuentra que las instituciones educativas necesitan hacer más para unir las habilidades con los trabajos; que se requiere una orientación profesional efectiva junto con un compromiso cercano con el mundo laboral; y que debe haber señales claras sobre la necesidad del mercado laboral
Half of 15-year-olds in 41 countries expect to work in one of 10 popular jobs that are ‘traditional’, with some at risk of becoming automated out of existence, says an OECD survey. It found inequalities in career choices and options, confusion about how qualifications relate to careers, and some ‘negative misalignment’ in the qualifications young people aspire to versus what they need to achieve job goals.
Interestingly, ‘traditional’ jobs originating in the past two centuries – such as doctors, teachers, lawyers, vets, engineers, business managers and police officers – have become more popular in the past two decades, despite a transforming world of work.
Drawing on the OECD Programme for International Student Assessment or PISA – the world’s largest dataset on young people’s educational experiences – the study finds that education institutions need to do more to match skills to jobs; that effective career guidance is required along with close engagement with the working world; and that there need to be clear signals on labour market needs.
Dream Jobs: Teenagers’ career aspirations and the future of work was published in January 2020. The authors are Anthony Mann, Vanessa Denis and Andreas Schleicher of the OECD, Hamoon Ekhtiari, Terralynn Forsyth and Elvin Liu of Canada’s FutureFit AI, and Nick Chambers of the UK charity Education and Employers.
In the 2018 PISA round, more than half a million 15-year-old students in 79 countries and economic areas undertook assessments that included questions about the occupation in which they expect to be working at age 30 and their plans for post-school education. In addition, students from 32 countries responded to an Educational Career Questionnaire.
The PISA data are complemented by qualitative insights gleaned in December 2019 from letters written by young people around the world, to mark the launch of PISA 2018. The research explored how the career dreams of young people have changed over 20 years, how closely they are related to labour demand, and how closely aspirations are shaped by social background and gender.
Popular job shortlist is too short
“Huge changes to the world of work over the past two decades have made little impact on teenagers’ career expectations, which have become more concentrated in fewer occupations,” said the OECD in a statement.
Some 47% of boys and 53% of girls anticipated working in just one of 10 popular jobs by the age of 30 – the kind of 20th and 19th century jobs that captured young imaginations “before the era of social media and the acceleration of technologies such as artificial intelligence in the workplace”.
There has been a “narrowing of expectations as these shares increased by eight percentage points for boys and four percentage points for girls since the 2000 PISA survey”. This job choice trend is driven by disadvantaged youngsters and weaker performers in PISA tests.
Speaking at the World Economic Forum in Davos, OECD Education Director Andreas Schleicher said the short list of popular traditional occupations was a concern. “Too many teenagers are ignoring or are unaware of new types of jobs that are emerging, particularly as a result of digitalisation.”
Education supply and market demand – A mismatch
The research found little connection between career aspirations and anticipated labour market demand, with market signals failing to reach young people. “Accessible, well-paying jobs with a future do not seem to capture the imagination of teenagers,” writes Schleicher in a chapter in Dream Jobs.
Further, many young people – particularly boys and teenagers from disadvantaged backgrounds – “anticipate pursuing jobs that are at high risk of being automated”. For instance, in Japan and the Slovak Republic, up to half of the jobs cited by young people are at risk of automation.
The averages tell one story and country comparisons another.
For instance, Dream Jobs finds a greater range of career aspirations in nations with strong vocational training systems. In Germany and Switzerland fewer than four in 10 young people are interested in just 10 jobs, and the wider range of career interests better reflects labour market demand. This could also indicate strong career guidance and exposure to a variety of occupations.
By contrast, in Indonesia 52% of girls and 42% of boys anticipate one of just three careers – business manager, teacher and, among girls, doctor or, among boys, the armed forces.
Charles Yidan, co-founder of Tencent, writes in the foreword that despite an unprecedented number of years of education, young people still struggle in the job market “and governments continue to worry about the mismatch between what societies and economies demand and education systems supply”.
“The coexistence of unemployed university graduates and employers who say they cannot find people with the skills they need, shows that more education does not automatically mean better jobs and better lives. For many young people, academic success alone has proved an insufficient means of ensuring a smooth transition into good employment.”
In this age of accelerations, Yidan argues, “we need to think harder about what makes us first-class humans, how we complement, not substitute, the artificial intelligence we have created in computers, and how we build a culture that facilitates learning, unlearning and re-learning throughout life”.
Career confusion in the 21st century
In his Dream Jobs chapter, Schleicher points out that realising world and life dreams is a key source of motivation for students to study hard. Those aspirations can be “hugely influenced” by personal background “and by the depth and breadth of their knowledge about the world of work. In a nutshell, students cannot be what they cannot see.”
Studies have shown, Schleicher says, that engagement with the working world can lead to positive educational, economic and social outcomes for young people – and education institutions can help students to attain workplace experience as well as provide career development activities.
“Effective career guidance encourages students to reflect on who they are and who they want to become, and to think critically about the relationships between their educational choices and future economic life.”
Recent analyses exploring career preparation have focused on misalignment, “where the educational plans of young people are out of kilter with their occupational expectations”. When young people underestimate the education required to fulfil their dreams, they can expect to find their early working lives tougher than would be expected given their background and academic success.
Across OECD countries, one young person in five is negatively misaligned. Again, people from the most disadvantaged backgrounds are more likely to show signs of confusion. “Career guidance has long had a purpose in enabling efficient operation of the labour market. It is now clear that it serves an equally important service in addressing inequalities,” Schleicher says.
PISA 2018 also looked at participation in career development activities. While more young people are engaged today than in 2006, less than 40% participate in important and relatively simple activities, like visiting a job fair. Disadvantaged youngsters are consistently less likely to participate.
Gender exerts strong influences. For instance, among high scorers in PISA tests, boys more often expect to work in science and engineering while girls are more interested in health-related careers.
So do socio-economic circumstances: “High-performing young people from the most disadvantaged backgrounds are, on average, four times less likely to hold ambitious aspirations than those with high PISA scores from the most privileged social backgrounds.”
Children of advantaged families are more likely to want to go on to university than working class kids. “Disadvantaged young people are at clear risk of career confusion. It is neither equitable, nor efficient, for students to move through education with blinkered views of both the breadth of the labour market and their own potential,” writes Schleicher.
Next steps
The report raises serious concerns over how prepared young people are for jobs of the future. At the end of 2019, writes Schleicher, the OECD joined a range of European and international organisations in a joint statement pressing the need for high quality career guidance for young people and adults.
“As more young people stay on in education beyond compulsory schooling and as automation quickens the pace of labour market change, the need for sustained action becomes ever more urgent,” Schleicher concludes.
Fuente: https://www.universityworldnews.com/post.php?story=20200201043701798