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Reflexiones para otra universidad posible

 

Por: Luís Bonilla Molina

La universidad en Latinoamérica y el Caribe es concebida desde el poder, como una institución para formar el talento que requiere el mercado y el modo de producción capitalista. Ello no niega las resistencias generadas al interior de las propias instituciones de educación superior y el surgimiento de modelos que intentan –en el presente- ser alternativos. Sin embargo, se ha impuesto en buena parte del discurso sobre la transformación de la educación superior una lectura de la universidad como centro de formación del talento humano, visto como un sistema cerrado, y con un arquetipo de institución en sí misma, que sólo se modifica al recibir las presiones del mercado. La conquista de la necesaria autonomía ha derivado en muchos casos en una auto imagen de Estado dentro del Estado, que lejos de beneficiar a la universidad le ha impedido tener toda la robustez propia de una institución socialmente imbricada que modela el futuro.

Es urgente recuperar la lectura de la universidad, la educación y los sistemas escolares desde la perspectiva de las contradicciones propias del desarrollo capitalista tardío, dependiente y neocolonial en la región y en el siglo XXI. Una lectura aparentemente aséptica, neutral, “no política” de la universidad y sus dinámicas sería expresión de la cultura colonial en el pensamiento académico de la periferia capitalista.

La universidad, sus procesos, resultados y alcances debemos analizarlos y valorarlos a la luz del momento histórico en el cual le ha correspondido desarrollar sus actividades. El análisis de su comportamiento, en cada una de estas circunstancias, nos permitirá conocer si su labor ha estado y está al servicio de la dominación o de proyectos emancipatorios.

La universidad actual es en buena medida el resultado de las contradicciones políticas, sociales, culturales y económicas que emergieron en la década de los ochenta, sin que ello niegue o desconozca su carga histórica de institución colonial y neocolonial. Al respecto Aboites (2012) coloca como punto de inflexión en el estudio de la transformación educativa, la crisis de la deuda externa al señalar:

las guerras frecuentemente son señaladas como momentos que anuncian el paso de grandes etapas históricas. En el caso de los pueblos de América Latina, la confrontación con la banca de los países del norte marcó de manera decisiva el fin de una época y el comienzo de otra muy diferente. Al final del siglo XX quedaron en vilo derechos como los laborales, a la tierra y a la educación que constituyeron la base propuestas de capitalismo nacionales.” (p.39) 

Por su parte, para Gabriel Parra (2006) “la noción de crisis en el contexto de lo educativo constituye uno de los retos más importantes que se derivan del actual proceso de redefinición del capitalismo mundial” (p.64). Este texto, procura ubicarse en una lógica transicional, que critica el orden dominante desde lo educativo, promueve la resistencia a la dominación capitalista desde lo universitario pero también se atreve a pensar propuestas para construir ese otro modelo de sociedad e instituciones, desde un lugar de enunciación no colonizado, es decir otro mundo posible fuera de los márgenes del status quo.

Pero ello, debe implicar una ruptura del análisis de la academia como abstracción de lo popular y, muy por el contrario ubicarla en una profunda relación con la realidad social. Es decir, cómo lo académico-investigativo, cómo el conocimiento, se relaciona con la calidad de vida de la población en la cual desarrolla sus actividades la universidad; es decir, cómo el conocimiento generado por la investigación universitaria impacta directamente el nivel de ingreso de las grandes mayorías de la población, cómo le ayuda a construir mayor democracia, justicia social, libertad e independencia. Estaríamos hablando entonces, respecto al cómo el conocimiento de la universidad postcolonial influye en los mecanismos, procesos y modelos de generación y distribución social de la riqueza.

La academia libertaria no puede seguir solo interpretando la agonía del modelo de explotación del hombre por el hombre, sino que está obligada a construir desde sus espacios y ámbitos de trabajo, con y para el pueblo, lo nuevo por nacer. Hoy en día ni el empirismo ni el teoricismo son nichos de rebeldía, por el contrario son simples antifaces de la claudicación del pensamiento-acción anti sistema ante el modelo de dominación impuesto. Quien habla en contra del neoliberalismo, de las bondades de otro modelo posible, pero no contribuye a construir ese modelo alternativo en la realidad histórica social concreta del presente, es prisionero de la academia colonizada que solo piensa pero no hace y, que lejos de preocupar al amo neocolonial del siglo XXI sólo le arranca una mueca de burla. El académico panfletario es el bufón moderno de la corte gobernante del siglo XXI.

En momentos en los cuales la degeneración capitalista ha producido y sigue produciendo crisis de especulación financiera, no solo de sobreproducción de mercancías, sino de saturación de la expoliación por métodos fraudulentos, el pensamiento contestatario tiene que hallar la armonía perdida entre el decir y el hacer. Y es que la crisis del capitalismo no genera una flexibilización de sus mecanismos de explotación y generación de miseria, sino por el contrario lo acentúan. La deuda externa es el caballo de Troya actual de la dominación económica imperial. Eduardo Aponte-Hernández (2008) en Tendencias de la Educación Superior en América Latina y el Caribe señala:

Al comenzar el siglo XXI la dinámica de la tendencia de la distribución del ingreso y la desigualdad que esta genera, se ha acentuado de tal manera que las personas con un ingreso de $2 o menos al día corresponden con la mitad de la distribución del ingreso a nivel mundial. Se estima que el 10% de las personas más ricas del mundo reciben más de la mitad (+50%) del ingreso total, mientras que el 50% recibe menos del 10% del ingreso por persona en el planeta” (p. 115)

El mundo académico, el conocimiento, la ciencia, deben servir para ayudar a resolver de manera radical esta situación de injusticia global que describe Aponte-Hernández. En el presente, el sistema económico dominante asume abiertamente a la educación como una parte sustantiva del mecanismo de producción capitalista, abandonando cualquier vestigio romántico del pasado. El discurso de las competencias terminó de atar la lógica de los sistemas escolares al carro del mercado capitalista, pero sobremanera apunta a fortalecer el modo de producción de mercancías y subjetividades propio del modelo económico hegemónico actual. La estandarización y la mercantilización educativa, la subordinación del debate de la calidad a la medición de algunos aprendizajes marco y, los esfuerzos por eliminar o por lo menos disminuir a su mínima expresión la educación pública son expresiones del desarrollo capitalista en la fase de globalización económica y mundialización cultural.

Mediante la virtualización de los procesos de enseñanza-aprendizaje se pretende borrar de un solo plumazo la noción de escuela y profesión docente construidas durante siglos por la humanidad, como expresiones concretas del derecho a la educación, lo cual demanda un debate político concreto sobre el papel y las posibilidades de la educación para la construcción de proyectos de independencia nacional y/o de ruptura con la subordinación al centro capitalista en el presente.

En ese contexto las agendas educativas tienen una ruta clara en los procesos de toma de decisión que asumen los gobiernos nacionales y locales, así como los mecanismos regionales, subregionales e internacionales de integración en materia educativa. Esta ruta se inicia con las reuniones del G8 (ó G7), se amplía con las directrices del Fondo Monetario Internacional (FMI), la OCDE, el BID y del Grupo del Banco Mundial, quienes además establecen mecanismos para las reformas educativas y modelos de financiamiento de las mismos que generan nuevos ciclos de la deuda externa cuya primera crisis mundial se dio precisamente en los ochenta del siglo XX. Luego una pléyade de organismos internacionales asume cada uno, una parte del rompecabezas de operaciones de cambios, haciendo invisible al público en general la totalidad y la teología economicista de las reformas.

Las reformas educativas en general y las universitarias en particular aparecen revestidas de un lenguaje de “bien común”, “sentido práctico” y “actualización” a los cambios epocales, que procura esconder el carácter económico de las mismas. Comprender esto es de singular importancia.

Nuevas tareas para la universidad derivadas del modelo económico y modo de producción del siglo XXI obligan a pensar la “actualidad” de los conocimientos de dominación pero también de las resistencias. El ciclo de obsolescencia del conocimiento asociado a la producción capitalista era -hasta no hace mucho tiempo atrás- de unos treinta años hasta el inicio de la revolución científico-tecnológica-comunicacional de los ochenta del siglo XX, pero hoy en día se generan y reproducen ciclos cada vez más cortos que nos hablan de cambios cada 4 a 6 años.

Un docente universitario que se jubilaba a los 30 años de servicio podía pasar todo el ejercicio de su profesión dentro de un ciclo de vigencia del conocimiento para el modo de producción capitalista; hoy en día puede presenciar y ser demandado a actualizarse por lo menos cinco veces en el trayecto de su ejercicio profesional. Actualización con una clara epistemología económica y de dominación neocolonial.

Sin embargo, la capacidad de respuesta de la universidad, salvo los textos e ideas de un reducido puñado de académicos a nivel mundial, siguen produciéndose en la vieja lógica de validación del modelo mediante ciclos largos de obsolescencia del conocimiento. Los protocolos y dispositivos de legitimación académica siguen funcionando bajo el formato pre globalización económica.

Las ideas y propuestas de resistencia cada vez son menos atractivas para las nuevas generaciones. Esa nueva realidad del mundo universitario coloca en riesgo cada vez más, por precaria utilidad, la universidad como institución clave para la generación y reproducción del conocimiento que demanda el capitalismo globalizado del siglo XXI sin que ese riesgo sea el propio de asumir una ruta de trabajo conforme a la emancipación en el presente. Es decir, la universidad actual tiene cada vez más una limitada utilidad para el capitalismo, para la construcción de resistencias y para el desarrollo de modelos alternativos.

Esta realidad ha impactado incluso a la superestructura de gobierno mundial; hoy el Banco Mundial, la OCDE y el BID, entre otros, le disputan abiertamente a la UNESCO su protagonismo en la conducción de la agenda de reformas educativas porque éste último organismo mundial pareciera estar atrapado en la lógica de ciclos largos de obsolescencia del conocimiento que caracteriza a la educación universitaria en el presente.

Resulta especialmente sintomático de la crisis de la universidad como centro de generación del conocimiento nuevo, que por ejemplo, buena parte de los temas emergentes que caracterizan los comportamientos sociales en su relación con el modelo económico dominante, en el marco de estos ciclos cortos del conocimiento, no sólo no sean estudiados por la academia universitaria sino que quienes lo hacen resultan ser en muchos casos grupos de expertos de instancias como el Banco Mundial. El papel intermedio, divergente y contestatario de lo universitario en esta dinámica de rápida obsolescencia del conocimiento resulta cada vez más precario. Ello facilita que el lugar de estudio y enunciación de los cambios por venir -con adorno intelectual- no sean hoy en día las universidades sino los organismos económicos internacionales; incluso en muchos casos con lenguaje progresista.

Hoy en día, suelen ser los departamentos de investigación de los organismos económicos globales quienes delinean los distintos cursos de los procesos de reformas en general y educativas en particular, sin conseguir como contra peso la investigación universitaria. Las propuestas y hasta el diseño de las operaciones de cambio que requiere el modelo de producción de mercancías del siglo XXI comienzan a ser aceptadas como legítimas si provienen del Banco Mundial (BM). la OCDE, el BID o el FMI. Las pruebas PISA, los ranking universitarios y los cada vez más grandes e influyentes equipos de educación de estas instancias así lo confirman.

Estas operaciones institucionales de cambio -llamadas reformas pero que en muchos casos son contrarreformas respecto a las conquistas ciudadanas del pasado- se formulan en términos de políticas públicas legitimadas por la aparentemente neutralidad de organismos especializados del sistema de gobernanza derivado de Bretton Woods. Por ello, ahora las demandas educativas suelen ser diseminadas y formuladas desde un concierto de siglas pertenecientes a organismos multilaterales, tanto gubernamentales como del sector privado. A ello se suman en la última década el auge de las llamadas fundaciones filantrópicas auspiciadas por los grandes magnates capitalistas quienes con un discurso de “bien común” intentan ser actores claves en la orientación de las reformas educativas. Para ellos, el conocimiento es abiertamente una mercancía transable en el mercado capitalista. Al respecto Carmen García Guadilla (2010) plantea que

La agenda de los organismos internacionales en la primera década del siglo XXI destacan de manera especial lo que ya se venía planteando en la década anterior, esto es, el papel protagónico del conocimiento en todas las esferas de la vida social” (p.30)

A pesar de todo lo señalado anteriormente, aún en decisores y formuladores de políticas públicas persiste el convencimiento respecto al papel central de la educación universitaria en la construcción de gobernabilidad, transferencia de conocimiento para el mantenimiento del modelo de dominación y posibilidades de identificación de lo nuevo que deba ser absorbido por el modo de producción hegemónico. Era innegable el papel de la universidad -fundamentalmente hasta el arribo de la perspectiva neoliberal- en la formación de cuadros para el sostenimiento del status quo y marginalmente para la generación de propuestas para el cambio social, en su gran mayoría como reingeniería social y solo en honrosas excepciones como revolución paradigmática. A nivel popular la universidad es cada vez más un espacio de titulación y pocas veces es vista como un lugar de altermundismo.

2. El cambio de la universidad como resultado de procesos participativos

Autores como Boaventura de Sousa Santos (2008) plantean con urgencia la puesta en escena de un esfuerzo singular por ampliar y fortalecer la democracia interna y externa en la transformación universitaria, señalando que:

el llamado a la democracia … persigue neutralizar … la privatización de la universidad. La demanda de la privatización tuvo en la última década, un impacto enorme en las universidades de muchos países, al punto que los investigadores universitarios han perdido buena parte del control que tenían sobre las agendas de investigación. El caso más relevante de cómo se definen hoy las prioridades de investigación en el campo de la salud, donde las grandes enfermedades que afectan a gran parte de la población del mundo (malaria, tuberculosis, sida) no forman parte de las prioridades de investigación” (p.115)

A lo cual el propio Boaventura agrega:

la reforma de la universidad como bien público debe defender la democracia interna de la universidad por el valor que tiene en sí misma, mas también para evitar que la democracia externa sea reducida a las relaciones universidad-industria” (pp 116-117)

Para Boaventura (2008) la transformación universitaria pasa por discutir temas como acceso, extensión, investigación-acción, ecología de saberes, universidad y escuela pública, universidad e industria, la responsabilidad social de la universidad, entre otras agendas. Compartiendo plenamente estas premisas de Boaventura creo necesario precisar que la reforma o transformación universitaria será imposible de alcanzar, si la seguimos pensando desde el corporativismo docente, la universidad centrada en la docencia y los añejos discursos de resistencia que resultaron útiles para insuflar el mayo francés, las rebeldías de los sesenta y setenta, las ideas movilizadoras de los ochenta pero que también cobijaron la retirada de los años noventa del siglo XX. La democracia es el mecanismo idóneo para que emerjan las nuevas lecturas emancipadoras, pero ello pasa por atreverse a dejar a un lado las acostumbradas caricias académicas de auto consentimiento y atrevernos a desafiar la historia colonial que marca nuestras propias resistencias.

3. Algunos temas asociados a la agenda contemporánea en educación universitaria

La universidad tiene una razón de ser en su relación con los jóvenes. Pero el mundo de la juventud ha cambiado tanto que los universitarios pareciéramos mareados e incapaces de interpretar sus consecuencias en la cotidianidad del trabajo académico. Por ello, nos atreveremos a tocar muy enunciativamente, algunos de estos cambios de cultura, imaginario y expectativas de los jóvenes hoy, como invitación a trabajar su impacto en las dinámicas de resistencia y modelos alternativos de cara a la nueva universidad necesaria y al diseño, apertura y cierre de carreras y programas de formación.

Marc Prensky (2001) a comienzos del siglo XXI se atrevía a señalar que

Me resulta sorprendente cómo con todo el alboroto y el debate hoy en día acerca del declive de la educación en los Estados Unidos ignoramos su causa más fundamental. Nuestros estudiantes han cambiado radicalmente. Los estudiantes de hoy ya no son el tipo de personas que nuestro sistema educativo fue diseñado para formar”. (p.1 En On the Horizon (MCB University Press, Vol. 9 No. 6, December 2001))

Precisamente Prensky (2001) acuña las denominaciones de nativos e inmigrantes digitales, las cuales nos resultan de especial utilidad para ilustrar el desencuentro paradigmático del presente alrededor de la universidad. De hecho, la sociedad, el mundo y la realidad, son tan radicalmente distintas respecto a los procesos y mutaciones ocurridas en el pasado que a veces nos atontamos y perdemos cuando pretendemos entender lo nuevo con herramientas conceptuales e instrumentales que resultaron eficaces en el pasado pero que resultan ineficientes en la nueva cotidianidad.

La universidad para las generaciones de “inmigrantes digitales [iv] ” era un espacio para la rebeldía, de discursos alternativos, además de representar la novedad y el contra poder; mientras que para la generación de “nativos digitales [v] ” tiene otra connotación, mucho más asociada a una institución para la titulación que le permita ingresar a algunas áreas del campo laboral que así lo demandan. Ello se debe en buena medida al envejecimiento acelerado del mundo académico ante una permanentemente rejuvenecimiento de las demandas de la sociedad.

El analfabetismo digital emerge como una nueva forma de exclusión y segmentación social. Las distancias culturales, educativas y económicas que están surgiendo en el mundo, pero también entre ciudadanos de un mismo país, respecto a códigos, imaginarios, consumo cultural y expectativas en la futurica, hacen cada vez más compleja la construcción de ciudadanía. Ello impacta incluso los procesos migratorios, hoy para pequeños grupos sociales de jóvenes, lo que en el pasado era la migración del campo a la ciudad se ha convertido en las movilizaciones regionales e interregionales. Pero las diferencias culturales como nunca antes, están segmentando estas posibilidades.

Nuevas realidades económicas, políticas, sociales y culturales desafían la capacidad de respuesta del mundo universitario. La representación política, los modelos de gobiernos democráticos representativos, la transparencia en la gestión y acceso a los datos, el papel de la ciencia, el conocimiento y la tecnología, así como la reconfiguración de los patrones sociales demandan una universidad que avance a la misma velocidad que lo hace la cambiante realidad.

En ese contexto surgen fenómenos nuevos como el de los Nini, que para Hoyos, Rogers y Székely (2016) implica que:

 

“En América Latina, los jóvenes que ni estudian ni trabajan son comúnmente llamados ninis. Uno de cada cinco jóvenes del continente, representando más de 20 millones de personas entre 15 y 24 años de edad, vive en estas condiciones. Además, el problema de los ninis ha demostrado ser muy persistente. A pesar del buen desempeño económico de la región durante la primera década del siglo, con altas tasas de crecimiento y una reducción significativa de la pobreza y la desigualdad, la proporción de ninis descendió sólo marginalmente, mientras que el número total de ninis aumentó”. (p.1)

Para estos investigadores financiados por el Grupo del Banco Mundial (BM) el interés central del estudio realizado por ellos, fue el conocer y determinar el impacto social del aparente desfase entre el mundo laboral y la población de jóvenes Nini. Por ello precisan:

En cuanto a las implicaciones de políticas, un mensaje importante es que no es suficiente abordar las condiciones actuales de los jóvenes; las políticas también deben ayudar a fortalecer el ciclo de vida de los jóvenes, particularmente la trayectoria educativa, antes de que lleguen al bachillerato o entren en la edad de trabajar, es decir, en la etapa de incubación del problema. Un segundo mensaje es que no enfrentar el problema de manera oportuna no sólo tiene consecuencias inmediatas, sino que también puede marcar la trayectoria de vida de toda una cohorte durante muchos años” (p.29).

Para Hoyos, Rogers y Székely (2016) el fenómeno de los Nini lo ubican en los estratos sociales más pobres, pero sobresale de su trabajo la afirmación respecto a que “mas escolarización frente a menos oportunidades laborales da como resultado un número total invariable de ninis”(p.23). El fenómeno de los “NiNi [vi] ” recibe varios nombres según la región del mundo, pero su aparición interpela a los sistemas escolares y, a la educación en general, teniendo un capítulo especial de análisis en el sector universitario.

En el caso de los llamados Ninis es necesario destacar que es un fenómeno que empalma con una manera de interpretar la realidad propia de sectores juveniles de la población de clase media baja e incluso de clase media alta. Una parte importante de la juventud nacida después de los ochenta expresa una tendencia a no querer ni trabajar ni estudiar. Con esto no estamos haciendo una apología al culto cristiano del trabajo, ni siquiera al enfoque capitalista de la plusvalía en la producción de mercancías, ni a la perspectiva marxista del trabajo emancipado, sino intentamos hallar unos primeros indicios, pistas, respecto a donde está el desencuentro entre educación, escolaridad y juventud.

Tampoco se trata de apoyar el paradigma populista que defiende como un máxima, que todo el mundo tiene que ser universitario para desarrollarse como ser humano, sino que procuramos subrayar la desconexión del mundo universitario respecto a un creciente sector de la población juvenil a quienes las carreras universitarias –y no se diga los postgrados- no representan ningún eje de atracción.

Lo “académico” aparece desdibujado para los jóvenes aproximándose cada vez más a la valoración que para nuestras generaciones tenían los cursos de formación para el empleo. A esta visión contribuyen mucho el cambio de expectativas de las generaciones actuales respecto a lograr “empleos estables”, “jubilación”, “desarrollo profesional” en una organización, lo cual no ha sido estudiado lo suficiente con relación a la transformación universitaria, tal vez porque ello cuestiona profundamente el modo de interpretar el mundo académico y laboral de los reformadores.

Hace poco, Ernesto mi hijo que en ese momento tenía siete años me preguntó: ¿si yo quiero ser veterinario o doctor debo estudiar tres años de maternal, tres de preescolar, seis de primaria, cinco de bachillerato y como seis de universidad? Le respondí más o menos –obviando los años adicionales de la formación médica especializada- a lo cual me replicó: –No vale, los grandes si son locos eso es mucho tiempo. Y si estudio todo eso y no consigo trabajo ¿perdí todo mi tiempo? Ernesto estaba reflejando una valoración de la temporalidad propia de los nativos digitales que las generaciones precedentes no atinamos a entender. Las generaciones precedentes a la revolución tecnológica teníamos internalizada la postergación de la recompensa como algo natural; los niños y jóvenes de hoy quieren ir viendo la recompensa; su capacidad de postergación es cada vez más limitada. Pareciera que el zapping [vii] está siendo incorporado a sus vidas como un paradigma cultural y esto tendría que tener un profundo impacto en el diseño de las carreras universitarias y su administración.

La inmediatez aparece muy vinculada a la síntesis del mensaje y los códigos emergentes de comunicación. Estoy convencido que el éxito de redes sociales como el facebook o el watshap (y sus equivalentes telegram y otros) reside en el hecho que son espacios de transición y encuentro entre las culturas de los nativos y los inmigrantes digitales. Su característica esencial es la posibilidad de colocar imágenes, videos y textos de interés, además de acortar las distancias geográficas y la temporalidad, creando una virtualidad de permanente presente y ubicación espacial multicéntrica. Esto tiene consecuencias directas en la forma de aprender y acercarse al conocimiento; solo quien o aquello que atrape la atención en 140 caracteres (twiter), imágenes (instagram) o vídeos desechables (snapchat) motivará a su profundización o indagación más exhaustiva de conocimiento. El instagram como red social de creciente influencia es expresión del triunfo de un modelo de comunicación basado en las imágenes más que en las palabras, proceso que se había iniciado con tumblr. Si bien las redes sociales más populares en el presente son el facebook y el instragram, pareciera que la tendencia es a que -una vez que el wifi se generalice- se impongan redes sociales más efímeras respecto a la permanencia de sus contenidos como snapchat. Ello debería decirnos mucho a la educación universitaria en general y al tema de las carreras o programas de formación en particular.

En el marco del estudio de los perfiles de los candidatos(a) a la Secretaria General de las Naciones Unidas encontré dos cosas interesantes al buscar sus twiter y tweets. Primero algunos de ellos no cuentan con esta herramienta, lo cual ya en sí es una información relevante. Segundo, halle una “mina” de información para la interpretación respecto a quiénes siguen ellos y, quienes los siguen a cada uno de estos candidatos(as), fuente que me proporciona más datos que los colocados con cuidado diplomático en sus perfiles.

En razón de tratar de tener marcos complementarios de interés que me permitieran comprender el por qué algunos candidatos a este importante cargo no contaban con twiter, le pregunté a varios amigos ubicados en antípodas ideológicas, dos de ellos Vladimir Acosta [viii] y el otro José Antonio Quinteiro [ix] . Mi sorpresa fue que casi todos expresaban resistencia a considerar que un mensaje de 140 caracteres fuera relevante y lo ubicaban fundamentalmente en el marco de la cotidianidad, por lo cual justificaban señalando que la brevedad informativa estaba reñida con la calidad y profundidad del conocimiento. Es decir, sus opiniones estaban fundamentadas en un lugar de enunciación distinto al que vengo expresando en este artículo. Esto no es fortuito, por el contrario considero que esta tendencia evidencia el surgimiento de una brecha comunicacional con profundo impacto en los sistemas escolares, la concepción del aprendizaje y las propuestas de enseñanza que se impulsan en los sistemas escolares.

Mi perspectiva, es que la aquello que no logre atrapar a los jóvenes con una brevedad contundente no logrará ser eficiente para estimular los aprendizajes significativos ni será útil para el desarrollo de procesos de enseñanza-aprendizaje en el siglo XXI.

Otro elemento que contribuye a romper la idea de futuro e incrementar el interés por el presente en los niños(as) y jóvenes actuales, es la crisis ecológica planetaria que rompe con la noción de felicidad futura, que impulsó en el pasado el desarrollismo capitalista. Hoy para muchos jóvenes el futuro del planeta y de la vida es incierto, pero además lo entienden como fuera del espectro de cosas sobre las que puedan influir. Ese fatalismo inmovilizador en buena parte de los jóvenes los lleva a sobrevalorar el presente en una especie de “hoy existo mañana no lo sé” que no había caracterizado a ninguna generación precederá. A ello se le añaden los crecientes problemas de violencia social que afectan en mayor medida los menores de 30 años.

Quienes han seguido mis escritos saben que he sido crítico del uso de una parte muy importante del 6% de PIB y del 20% del presupuesto público destinado a la educación, para la compra desaforada de computadoras y tabletas escolares si ellas no van acompañadas de una profunda revisión de los procesos de enseñanza-aprendizaje teniendo al maestro/profesor universitario en el centro de la estrategia. Desde mi punto de vista, la mercantilización educativa tiene un capítulo especial en el negocio de las tecnologías de la comunicación e información, cuyo beneficiario principal son las grandes trasnacionales de la industria del hardware y el software y no los propios estudiantes y maestros. Y esta limitación se debe en gran medida –además de la cultura de la corrupción en una parte de la burocracia estatal en el mundo- a que el imaginario transicional que subyace en muchos de los decisores y el propio magisterio es de la computadora como una máquina de escribir con pantalla –que permite corregir errores sin ktips- y que fundamentalmente es útil para escribir mensajes, textos o hacer búsquedas de información en la internet.

Es decir, un imaginario de consumidor de contenidos, de busca del conocimiento ubicado en otro lugar, es decir conocimiento reproductor. Por el contrario, los jóvenes y los niños(as) se aproximan en el presente a las tecnologías de la información, como consumidores pero también atraídos por su capacidad de acompañar procesos creativos incipientes que van desde nuevas palabras, nuevos códigos de comunicación, exploración de potencialidades artísticas, hasta las propias del comercio virtual; dedicando buena parte de su tiempo a la profundización del conocimiento respecto a algo que les pareció interesante al leer un mensaje-información breve.

La industria cultural está consciente de ello y por eso las grandes empresas, editoriales, cadenas televisivas y cinematográficas, autores de los llamados Best Sellers o los artistas de los distintos géneros y campos desarrollan una estrategia de marketing basada en atraer la atención inicial mediante mensajes breves e imágenes en las redes sociales. En contraposición el mundo académico, con su sobriedad y proverbial seriedad, suele considerar banal e intrascendente esta forma de acercarse al conocimiento por parte de los más jóvenes.

Por ello, cuando cuestiono la vorágine irreflexiva de dotación de computadores lo que pretende es llamar la atención respecto a la necesidad de ir más allá de la dotación de las herramientas de conexión digital, para trabajar los aprendizajes, la enseñanza y el conocimiento en la era digital, en el marco de proyectos de emancipación, pleno desarrollo de la personalidad, construcción de ciudadanía y ecología social.

La sociedad moderna juvenil es básicamente una sociedad de la brevedad comunicativa, la imagen y el ritmo, mutación que impacta profundamente la ética y la estética social y por ende los mecanismos de aprendizaje. La enseñanza tiene que dar cuenta de ello. Por ello, considero fundamental el estudio de la semiótica implícita y explicita en las letras de la música que escuchan los jóvenes y los más chicos. Todos sabemos que la industria cultural modela estos gustos, pero sin su estudio cualquier construcción alternativa, cualquier resistencia consistente no pasará de ser una declaración de principios políticamente correctos pero absolutamente inútiles en la transformación emancipatoria de los sistemas educativos, muy especialmente la educación universitaria.

Otro problema central lo constituye el hecho que los sistemas escolares y, la educación universitaria entre ellos, suele ser pensados desde la lógica del Estado y las necesidades del modo de producción, sin tener como un referente fundamental los imaginarios, expectativas, requerimientos de forma de aprender a aprender y, la estética del aprendizaje de los jóvenes. Por ello, considero que este debate es pre requisito antes de entrar a la fase de diseño en la que se acostumbrar formular la creación carreras universitarias. Sin un contexto epocal, el diseño de las carreras universitarias aún con la mejor de las intenciones, lejos de contribuir a derrotar la exclusión social, educativa y cultural puede contribuir a su sostenimiento al no generar espacios de ruptura epistémica y de gestión de los procesos.

Desde las resistencias se suele despachar, muy a la ligera, fenómenos como los “NiNi” o el zapping paradigmático, entre otros, al etiquetarlos como manifestaciones de la cultura capitalista actual. Muy poco se valora, estudia y toma como referencia el enorme impacto en la cognición y en el desarrollo del cerebro humano que está teniendo las tecnologías de la información y la comunicación, el cambio en la cultura social como resultado de la globalización económica y la mundialización cultural y la propia inminencia del desastre ecológico global. No se trata de un tema de gusto sino de realidades a tomar en cuenta en otra forma de abordad el diseño, apertura y cierre de las carreras o programas universitarios.

Este no es un tema menor. Todos los años, millones de jóvenes pasan del bachillerato a la universidad. Pasan con expectativas del conocimiento y la innovación presentado en formatos epocales actualizados, pero la universidad suele aspirar a que sean los jóvenes quienes se adapten.

El diseño, apertura y cierre de carreras, su problemática, debe ser valorada desde el tránsito del bachillerato al mundo universitario. Al respecto Pedro Henríquez Guajardo (2015) afirma:

Si bien más de la mitad de los adolescentes termina sus estudios secundarios, hay situaciones que complican las posibilidades de continuidad educativa. Nosotros tenemos que concentrarnos en el importante sector que continúa en los márgenes, sin oportunidades de acceder o de completar trayectorias satisfactorias en la educación superior.” (http://www.siteal.org/sites/default/files/siteal_dialogo_pedro_henriquez_guajardo.pdf )

Pero esa no es la única problemática en la región. La necesaria integración o por lo menos convergencia de agendas en educación superior difícilmente puede plantearse acercamiento en mecanismos de trabajo académicos e investigativos expeditos, cuando aún –en el modelo de universidad basada en la docencia- muy poco hemos logrado avanzar en materia de validación de títulos que facilite la movilidad de estudiantes, profesores e investigadores. Al respecto el propio Henríquez Guajardo (2015) anuncia que

UNESCO y países de América Latina y el Caribe crearán un grupo de trabajo para modernizar y generar nuevas normas que faciliten el reconocimiento de estudios, títulos y diplomas de educación superior en la región .El Grupo o Comité tendrá hasta el año 2018 para presentar su propuesta de revisión de la actual Convención Regional sobre Reconocimiento de Estudios, Títulos y Diplomas de Educación Superior en América Latina y el Caribe aprobada en 1974. ( http://www.siteal.org/sites/default/files/siteal_dialogo_pedro_henriquez_guajardo.pdf )

Vista la evolución de la matrícula y la inversión pública –como lo demuestran las dos tablas presentadas por Henríquez Guajardo- este no es un tema menor, sino de especial relevancia en la construcción de políticas educativas, especialmente del sector universitario, en marcos de integración regional y subregional como MERCOSUR, el ALBA, la CELAC, UNASUR, entre otros.

Inversión pública en educación universitaria, acreditación de carreras, reconocimiento de títulos son temas que suelen emerger asociados a expectativas de investigación universitaria y a cuestionamientos o defensa sobre ella.

4. La investigación y la ciencia en la disputa entre dominación/liberación

La brecha existente entre el conocimiento de vanguardia que maneja las grandes potencias mundiales y sus centros de investigación, respecto al trabajo que se realiza en los países de la periferia es a mi juicio de por lo menos un par de décadas. Esto independientemente de que algunos de los investigadores de los centros de investigación de los países de la periferia capitalista, aparezcan como co-participantes o integrantes de los equipos de investigación que circulan en los papers y revistas especializadas. Todos sabemos que cuando ese saber aparece en esos espacios es porque ya ha sido patentado o asumido como tecnología inmersa en el capital de algunas de las grandes industrias y que lo que emerge al público es el inicio de su uso en los procesos de producción de mercancías para las masas. Como lo he venido señalando el denominado conocimiento de punta que se maneja en las universidades es solo el conocimiento liberado para consumo masivo por parte del centro, en el proceso de formación de la mano de obra que requiere el modelo de producción capitalista del siglo XXI desde la periferia.

Es cada más evidente la relación entre investigación y modo de producción capitalista. Este segundo componente suele enmarcarse en lo que se denomina D (Desarrollo). El resultado de la I+D pasa a formar parte del núcleo de capital en el proceso de producción capitalista bajo el formato de tecnología y/o innovación.

En el Unesco Science Report: Towards 2030 [x] (USRT2030, 2016) respecto a los hechos y cifras del gasto en I+D se señala que el “gasto bruto mundial en investigación y desarrollo (ERGE) ascendió a 1,48 billón PPP (paridad de poder adquisitivo) de dólares en el año 2013”, precisando que el

ERGE Mundial creció más rápido (30,5%) que la economía global (20,1%) entre 2007 y 2013. Esto fue en gran parte debido a que el sector privado en los países más ricos mantuvo o aumentó su nivel de gasto en I + D durante este período, ello a pesar de que el compromiso público de I + D se redujo en muchos de estos países en el contexto de los presupuestos de austeridad

Para el USRT2030 las “economías de altos ingresos continúan generando la mayor parte del gasto global en I + D: el 69,3% en 2013, frente al 79,7% en 2007. Un dato importante es que “EE.UU. con 28,1% de la ERGE mundial, todavía gasta más que cualquier otro país. Por su parte “China aumentó del 10,2% en 2007 a 19,6% en 2013, constituyendo el 84,6% de su gasto el dedicado a desarrollo experimental (2013), en comparación con 64,3% en los EE.UU. (2012). Una perspectiva de centro/periferia capitalista permite entender claramente el por qué “la participación de todas las economías de bajos o medianos ingresos distintos de China encuestados (135 países) muestran sólo una variación la ERGE mundial equivalente entre 2007 al 10,1% y 2013 del 11,1%”(USRT2030, 2016) . Más aún “los cinco países con mayor gasto en I+D son (en miles de millones de PPP $ corriente) son: los EE.UU. (PPP $ 454 mil millones), China (PPP $ 337 mil millones), Japón (PPP $ 160 mil millones), Alemania (PPP $ 101 mil millones) y la República de Corea (PPP $ 69 mil millones). Por su parte “Suiza tiene el más alto ERGE per cápita: PPP $ 1 657 dólares corrientes de PPP, seguido por Singapur (PPP $ 1 537), Suecia (PPP $ 1 479), los EE.UU. (PPP $ 1 429) e Israel (PPP $ 1 427)” (USRT2030, 2016).

Seguiremos trabajando este informe en los próximos artículos y en la versión final del texto que nos hemos propuesto construir, pero en este momento nos interesa ilustrar la relación de la investigación en el sostenimiento del modelo de dominación capitalista del centro a la periferia. Evidentemente un deprimido sistema de investigación, fundamentado en modelos de investigación soportados desde universidades construidas y que hacen de la docencia su actividad central, lejos de romper con esta lógica, la perpetúa. Una universidad y sus académicos pueden hablar mucho de independencia nacional del conocimiento, de ruptura de la dependencia, de propuestas revolucionarias de ruptura con la lógica del gran capital, pero estas no pasarán de ser simple declaraciones panfletarias sino desarrollamos un modelo que no sólo permita romper con la brecha del conocimiento realmente de vanguardia, sino superarlo pero desde una lógica de ecología social y no de mercado. Por ello, los datos de inversión en investigación científica, con datos relevantes de inversión por parte de los países más poderosos, la mayoría de ellos miembros del G8 o del G7+20 lo que hace es colocar de relieve el necesario debate sobre investigación y proyectos emancipatorios, en las universidades de América Latina y el Caribe y entre los académicos progresistas de la región.

5. Apertura y cierre de carreras

En ese marco ontológico, epistemológico y paradigmático la rutina de la creación de carreras, propia de manuales, procedimientos y teoría referenciales del pasado sigue sin cesar su movimiento mecánico. Alguna palabra nueva se incorpora, un nuevo requisito jurídico se añade y nuevos actores firman las autorizaciones, pero todo ello no logra romper con la lógica conceptual y operativa generada hace décadas.

Los determinantes más importantes a la hora de crear una carrera o programa de formación profesional parecieran ser:

(a) Un área laboral nueva o que los datos estadísticos señalan que se requiere mayor número de profesionales universitarios o técnicos superiores

(b) Un área laboral que se proyecta crear por parte del Estado, ya sea en el sector público o en el privado

(c) Una asimilación de tendencias internacionales en la formación

(d) La presión social que empalma con modelos políticos populistas

(e) La demanda social sin contrapeso en la planificación estratégica

Los requisitos son comparables regionales y mundiales y, ahora tienden a ser indexados mediante agencias nacionales de acreditación con protocolos que se mueven hacia la internacionalización. A pesar de ello la Convención Regional de reconocimiento de títulos impulsada por el IESALC UNESCO no ha logrado avanzar desde 1974, no permitiendo aún avanzar en modelos de integración investigativa regional.

En este sentido Claudio Rama (2004) en “Autores varios (2004). La evaluación y la acreditación en la educación superior en América Latina y el Caribe” plantea

 

“Los nuevos organismos de acreditación y evaluación, responden tanto a una realidad local como internacional, en tanto se está pasando de un modelo binario público y privado nacional, hacia un sistema trinario donde se incorpora ahora el sector educacional internacional. La educación “off shore”, virtual, franquiciada o internacional, son expresiones de una nueva educación de carácter internacional, que está significando la aparición de nuevos proveedores educacionales en la región que requieren, desde la perspectiva de los Estados nacionales, el establecimiento de regulaciones y controles ” (p.284)

Los protocolos de creación de carreras suelen tener fecha de expedición –es decir desde cuanto se otorga la autorización para que una universidad desarrolle esta carrera o programa de formación- pero no acostumbran tener fecha de expiración –es decir cuando debe ser cerrada la carrera o programa de formación- como parte de las rutinas administrativas vinculadas.

Esta epistemología se fundamenta en un concepto de universidad de élites, es decir una universidad que ofrece una carrera o un programa de formación para un reducido número de estudiantes, cuya progresión matemática de egresos permite mantener el mercado laboral sin sobresaturarlo. Es decir, se crea la carrera de medicina, ingeniería, trabajo social o veterinaria –como ejemplos- con pocas secciones iniciales que se van reduciendo su número por deserción (exclusión forzada) en el curso de los estudios, terminando egresando un pequeño número de profesionales. En ese modelo, pareciera que las carreras no tienen otra causa de cierre o expiración que la obsolescencia de sus contenidos.

Buena parte de las reformas universitarias que hemos conocidas estaban atrapadas en esta epistemología colonial que perpetuaba la dominación, limitándose a plantear la revisión de los contenidos o pensum de estudios de las carreras como una “revolucionaria posición”. Lo verdaderamente revolucionario en el presente, más allá de avanzar en la inclusión, reside en abandonar el modelo clientelar de matrícula para élites, ello pasa por configurar un nuevo modelo de carreras y programas de formación, aprendizajes y procesos de enseñanza, entre otros temas que abordaremos con amplitud en otro texto de la serie.

En modelo de ampliación significativa de la matricula o de masificación de la educación universitaria como ha ocurrido en Venezuela, independientemente del modelo político que lo guíe, es incompatible con el proceso de apertura, acreditación y mantenimiento de carreras sin fecha de expiración. En términos de la lógica capitalista un modelo de egresados en número significativo sin parar, causaría una sobresaturación del mercado laboral, precarizando las condiciones de trabajo y salariales de la profesión y produciría un número importante de egresados sin posibilidades de desarrollo profesional y laboral. En contextos de gobiernos progresistas, nacionalistas y revolucionarios que se planteen la inclusión de la educación universitaria para todo aquel que quiera seguir los estudios terciarios, mantener este modelo de carreras sin fechas de expiración podría generar otra forma de exclusión, precisamente del empleo y el desarrollo profesional.

Es urgente entonces, pensar en un sistema novedoso de apertura, acreditación, seguimiento y cierre de las carreras universitarias que contemple fechas de inicio y cierre de estas carreras que se corresponda con:

(a) Los requerimientos del desarrollo nacional en los campos de las ciencias sociales, las ciencias naturales, el área del pensamiento matemático y las artes pero con cantidad, ubicación geográfica y temporalidad.

(b) El numero de egresados que se requieren y el punto de alarma respecto a la saturación profesional.

(c) Los ciudadanos habilitados para estudiar en cada contexto geográfico concreto

(d) Los campos emergentes del conocimiento

(e) Las expectativas de aprendizaje de los jóvenes

(f) Las tendencias del conocimiento y su impacto en la transformación social

(g) El aprendizaje significativo, por descubrimiento y

(h) La movilidad inter carreras. Ello implica un re direccionamiento de los intereses de los estudiantes que afecten lo menos posible su desarrolle y el impacto financiero presupuestario en la dinámicas institucionales.

Entonces encontraríamos universidades que abren por un lapso determinado X o Y carrera que se cierra cuando se alcance la meta de formación e investigación que justificó su creación y así en ciclos sucesivos. Ello implicaría la imagen nada fácil de digerir por parte de docentes acostumbrados al viejo modelo de universidad, de profesores universitarios que trabajarían en su ejercicio profesional en tres cuatro y hasta cinco carreras o programas de formación, lo cual implicaría un re pensar del proceso de formación permanente del profesor universitario.

Romper la lógica de la oferta liberal académica y la anarquía neoliberal de la competencia demanda una nueva epísteme relacional a la hora de aperturar, mantener y cerrar carreras. Esto es más fácil decirlo que hacerlo porque presenta algunos problemas prácticos como los siguientes:

(a) La cultura liberal de los estudiantes respecto a la oferta académica: hace un par de años un grupo de jóvenes radicales de izquierda me invitaron a dar una charla en su escuela de cuadros juveniles. Aunque no me lo dijeron imagine que querían que les hablare de áreas a transformar en la educación superior. Les expuse mi crítica al modelo liberal de la oferta académica y aún recuerdo la cara de un par de ellos, quienes se atrevieron a expresar lo que seguramente otros pensaban. Me dijeron profe o sea que si cumple lo que usted plantea la educación pública tendría un número limitado de plazas por carrera aunque tengamos garantizada nuestra oportunidad de cursar estudios universitarios? Profe eso va contra mi libertad. Y eran compañeritos socialistas que hablaban del Estado y la planificación; no quiero imaginarme lo que pensarían aquellos para quienes la perspectiva individualista la tienen asimilada como una especie de supermercado donde voy y tomo un producto para consumir que me guste, no importa su utilidad, costo o impacto en la salud. Quiero subrayar con esto que ello implicaría una campaña de explicación sobre las enormes posibilidades que se abrirían para su inserción en el campo laboral y en el desarrollo profesional con un modelo de este tipo. En un artículo por separado profundizaremos sobre el particular

(b) El desarrollo de la carrera del docente universitario y su perfil profesional: la lógica disciplinar y de materias sobre la cual se ha estructurado el ingreso y la permanencia en la carrera plantea que Luis, docente de investigación I en el programa o carrera de formación docente –como ejemplo- se visualiza a si mismo jubilado como docente después de haber facilitado durante 20, 25 o 30 años dicha materia. Más aún el modelo lineal de desarrollo profesional está pensado en la estrecha relación de los postgrados e investigaciones con su título de pregrado. Muchos dirían que Luis es un profesional coherente y muy pertinente al modelo universitario si –siguiendo con el ejemplo- si su titulo de pregrado es de Pedagogo, sus dos especializaciones nacionales son en evaluación y diseño curricular y una internacional en formulación de proyectos, además si cuenta con una maestría en gerencia educativa, un doctorado en Ciencias Pedagógicas y un post doctorado en calidad educativa. Muy por el contrario, una universidad que abra un programa de economía por 5 años y lo cierra para abrir otro de gestión ambiental por siete años, para cerrarlo y abrir en lapsos similares programas de enfermería y desarrollo urbano tendría que contar con un docente economista (pregrado) con especializaciones, una en ecología y otra en manejo de desechos sólidos, una maestría en gerencia en salud y tal vez un doctorado en impacto económico de los modelos de desarrollo urbano. Es decir, un desarrollo profesional más contingente vinculado a los programas que apertura y cierra la universidad a la cual pertenece. La otra posibilidad sería la de un docente investigador que rota por distintas universidades en la medida que estas desarrollan carreras o programas de formación vinculados a su campo de trabajo disciplinar. Esto implica un enfoque más dinámico de la carrera y el ejercicio profesional que implicaría una ruptura epistémica y de carácter laboral. Sobre esto también volveremos en detalle en un artículo en las próximas semanas.

(c) La determinación y construcción de mecanismos expeditos para la determinación de necesidades, requerimientos y oportunidades de formación universitaria. Hace un par de años, desde el equipo de la Red Global/Glocal por la calidad educativa hicimos una revisión de la visión y misión de más de 100 universidades de la región pertenecientes a varios países. Casi la totalidad planteaban, de manera diversa pero convergente, que uno de los propósitos fundamentales de su institución era contribuir a la solución de problemas del país aportando soluciones. Tomamos la decisión de llamar a diez de ellas y preguntar por el inventario de problemas nacionales que habían hecho –algunas con décadas de funcionamiento- y nuestra sorpresa es que la respuesta más o menos común, era la que nos interrogaba respecto a que problema nos interesaba a ver si ellos buscaban en su base de datos e identificaban si algún investigador de la universidad lo estaba abordando. Es decir, a pesar de lo declarado en sus visiones y misiones institucionales las instituciones consultadas no contaban con un banco de problemas o un inventario de problemas a estudiar qué orientara su acción.

Y esto tiene mucho que ver con mi artículo anterior: La Universidad Latinoamericana ¡tiene falla de origen? (http://otrasvoceseneducacion.org/?s=universidades+falla+de+origen&submit=Buscar ) debido a que nuestra universidad es una institución pensada desde, en y para la docencia, aunque haya construido un mito de la investigación como su actividad central. Planificar la apertura, seguimiento y cierre de carreras implica el diseño y puesta en marcha de poderoso y eficiente sistema de planificación universitaria, capaz de contar con un banco de problemas claramente identificados y delimitados espacial y temporalmente, con un inventario de potencialidades y limitaciones respecto a la capacidad investigativa instalada, que posibilite la orientación para que los decisores establezcan las rutas de diseño, apertura, seguimiento y cierre de carreras en los territorios y por tiempos determinados.

Si una universidad no tiene claramente identificados los problemas a trabajar desde la teoría y la praxis de sus distintas carreras o programas de formación, difícilmente podrá construir repertorios de soluciones que aporten a la construcción de un proyecto de país independiente y soberano en todos los planos.

(d) El tamaño de la universidad y su radio de influencia. En futuros artículos me referiré ampliamente a este tema. En este momento sólo preciso que desde mi punto de vista, las universidades nacionales con extensiones en distintos lugares del territorio ya no tienen razón de ser pues responder a un modelo latifundista, ni siquiera capitalista, de sus concepciones y dinámicas de trabajo. La universidad del futuro pareciera ser una universidad pequeña, con gran flexibilidad institucional para abrir y cerrar carreras, con muy buena articulación comunitaria y con procesos de investigación asociados a problemas concretos del lugar y el país. El modelo paquidérmico de universidades nacionales no le resulta útil ni a propuestas de desarrollo capitalista ni socialista, pero sobre este tema volveré en otro artículo especialmente dedicado a ello.

Son temas y temáticas para el debate de cara a la celebración de los 100 años del Grito de Córdoba en el año 2018. Repensemos esa otra universidad posible para un mundo más justo y solidario.

Lista de referencias

Aboites, Hugo (2012). La medida de una nación: los primeros años de la evaluación en México. Historia de Poder y resistencia (1982-2012) Ediciones Clacso México Buenos Aires. Disponible en internet en: http://bidi.xoc.uam.mx/tabla_contenido_libro.php?id_libro=407

Autores varios (2008). Tendencias de la Educación Superior en América Latina y el Caribe. Ediciones IESALC. Caracas Venezuela. Disponible en internet en: http://www.iesalc.unesco.org.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=2&Itemid=408

Autores varios (2004). La evaluación y la acreditación en la educación superior en América Latina y el Caribe. Ediciones Iesalc Caracas. Disponible en file:///C:/Users/Windows%207/Downloads/EvalyAcredALC.pdf

Diálogo del SITEAL: Entrevista a Pedro Henríquez Guajardo. Disponible enhttp://www.siteal.org/sites/default/files/siteal_dialogo_pedro_henriquez_guajardo.pdf

García Guadilla, carme (2010). Educación Superior Comparada. El protagonismo de la internacionalización. Ediciones IESALC CENDES. bid & co. Editor. Caracas Venezuela.

Parra, Gabriel (2006). Educación, Reforma y Sociedad del conocimiento. Colección la Universidad se Reforma V. Ediciones conjuntas IESALC ORUS UCV UNESR. Disponible en internet en: http://www.iesalc.unesco.org.ve/index.php?option=com_fabrik&view=details&formid=2&rowid=24&lang=es

Prensky, Marc (2001). Nativos Digitales, Inmigrantes Digitales. En On the Horizon (MCB University Press, Vol. 9 No. 6, December 2001. Disponible en http://recursos.aprenderapensar.net/files/2009/04/nativos-digitales-parte1.pdf

Rafael de Hoyos, Halsey Rogers, Miguel Székely (2016) Los Nini en América Latina. 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades. Ediciones del Grupo del Banco Mundial. Disponible en https://openknowledge.worldbank.org/bitstream/handle/10986/22349/K8423.pdf?sequence=5&isAllowed=y

Sousa Santos, Boaventura de (2008). La Universidad del Siglo XXI: para una reforma democrática y Emancipadora de la Universidad. Ediciones CIM. Caracas. Venezuela

UNESCO (2016). Unesco Science Report: Toward 2030. Editions Unesco Publishing. Paris Francia. Disponible enhttp://unesdoc.unesco.org/images/0023/002354/235406e.pdf


 Este articulo forma parte del borrador del libro que estoy escribiendo “La Universidad a 100 años del grito de Córdoba”, el cual aspiro presentar en Enero de 2018. La idea de ir publicando fragmentos y borradores es el de intercambiar opiniones y debatir con mis lectores de tal manera que el texto sea en buena medida el resultado de una construcción colectiva

 

 Luis Bonilla-Molina es Doctor en Ciencias Pedagógicas. Coordinador del portal educativo http://www.otrasvoceseneducacion.org

[iv] Término acuñado por Marc Prensky (1946- ) en su libro Inmigrantes Digitales (2001) se refiere a los habitantes actuales del planeta nacidos antes de 1980. Ver en internet http://recursos.aprenderapensar.net/files/2009/04/nativos-digitales-parte1.pdf

[v] Marc Prensky se refiere con este término a los nacidos desde 1980 hasta el presente, a quienes les correspondió crecer en la era de la tecnología (tv a color, nintendo, internet, celular, redes sociales, video juegos de última generación)

[vi] Hoyos, Rogers y Székely (2016) precisan que mientras los países latinoamericanos de habla hispana se refieren a ellos como “ninis”, los brasileños aplican el término en portugués “nem-nem”: “nem estuda, nem trabalha”; en Europa es común utilizar el término “NEETs” para identificar a los jóvenes que no estudian, no trabajan y no están recibiendo capacitación para el trabajo.

[vii] Zapping se refiere a la práctica cotidiana de saltar programaciones televisivas de manera rápida y frecuente

[viii] Uno de los académicos más importantes de Venezuela, profesor jubilado de la UCV es autor de numerosas publicaciones y un conferencista estelar. Vladimir es un académico de izquierdas en el sentido clásico de la palabra.

[ix] José Antonio Quinteiro es un joven profesional –aunque inmigrante digital- funcionario de un organismo internacional y estudioso permanente de la dinámica universitaria.

[x] Hemos hecho una traducción no oficial del ingles al español de los datos e informaciones del Unesco Science Report Towards 2030. Por ello, no colocamos la página pero en la lista de referencias anexamos el enlace web de la versión digital completa del informe en ingles para los interesados en corroborar la información o ampliar.

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Venezuela: Ministerio de Educación incluye a madres integrales y docentes del Senifa al Ipasme

Vemezuela / Correo del Orinoco / 3 de Agosto de 2016.

Las madres del Senifa ahora cuentan con protección social que incluye jubilación, mejora en salarios, cancelación de bonos, estabilidad laboral y oportunidad para el crecimiento profesional

Un total de 16 mil 346 madres integrales y docentes del Servicio Nacional Autónomo de Atención Integral a la Infancia y la Familia (Senifa), fueron incluidas en el sistema de protección del Instituto de Previsión y Asistencia Social del Personal del Ministerio de Educación (Ipasme), programa que le brindará estabilidad integral a las educadoras.

“En este año se concretó la orden del presidente Nicolás Maduro: ingresar al Senifa en el sistema de protección y darle estabilidad laboral a sus docentes”, manifestó el ministro para la Educación, Rodulfo Pérez.

Las docentes al pasar a ser nómina del Ipasme se beneficiarán con los programas de alimentación, salud y vivienda, entre otros.

Durante el acto de traspaso de nómina, desde el liceo Fermín Toro en Caracas, Pérez, recordó: “Cuando se creó el Senifa las personas que trabajaban allí no tenían beneficios”, en Revolución progresivamente se ha ido dignificando su labor.

Las madres del Senifa ahora cuentan con protección social que incluye jubilación, mejora en salarios, cancelación de bonos, estabilidad laboral y oportunidad para el crecimiento profesional.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/eduacion-venezuela-categorias/ministerio-educacion-incluye-a-madres-integrales-y-docentes-senifa-al-ipasme/

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La naturaleza de la investigacion de contexto NIGEL

Por: María Figueredo

Resumen

La investigación de contexto Nigel nos permite abordar su naturaleza como espacio de construcción colectiva desde el ámbito de lo real; que se dibuja en las prácticas de la vida cotidiana, creando encuentro y desencuentro en la búsqueda que nos coloca frente a un enfoque alternativo de investigación que emerge del encuentro con el Otro, superando la individualidad y el saber congelado que establece una única de ver y comprender el mundo, acción que en el Núcleo de Investigación “Gestión Educativa Local” (Nigel), adscrito al Centro de Estudios Sociales y Culturales de la Universidad Bolivariana de Venezuela, venimos desarrollando. Lo representa el encuentro con el Otro desde el Otro para ser un nos-Otros, en una relación cara a cara a partir de la dialogicidad permanente, y de la participación protagónica de los sujetos anclados en su territorio.

Este proceso de inflexión sistematiza lo que he llamado la naturaleza de la investigación de contexto Nigel y tiene como propósito el socializar la metódica de investigación colectiva que hemos construido progresivamente, así como la caja de herramientas que nos permite aportar elementos para la transformación de las prácticas investigativas que romper con el enfoque hegemónico occidental, apuntando a la construcción del conocimiento colectivo que emerge de la realidad.

Las complejidades que se nos ha presentado en el camino la abordamos como artesanos del conocimiento que estamos en permanente proceso de formación, como investigadores que abonamos el terreno para romper con las recetas y manuales de investigación, creando zonas de significación colectiva desde el ámbito de lo real.

Palabras clave: naturaleza, investigación de contexto, metódica.

A modo de introducción

El habla de la naturaleza de la investigación de contexto Nigel nos invita a detenernos a pensar y repensar para resignificar y significar la praxis investigativa que desde el núcleo venimos desarrollando como artesanos del conocimiento; que nos conlleva a socializar lo que en este ensayo se expone como reflexión en torno a la dinámica propia Nigel que se ha ido fraguando progresivamente en su quehacer investigativo expresado en la investigación militante.

Todo ello nos ha permitido ir construyendo nuestra caja de herramienta para abordar la realidad como construcción social y el conocimiento como construcción colectiva que emerge desde la realidad cotidiana, rompiendo con el reduccionismo epistemológico-cognitivo que nos presenta una sola forma de ver e interpretar el mundo.

El tema que nos convoca es presentar de manera sistémica y sistemática la experiencia investigativa que desde el núcleo venimos desarrollando, de cara aportar elementos para la creación de un espacio arqueológico de diálogo que permite expresar la metódica investigativa de contexto Nigel, ámbito construido a partir de los encuentros y desencuentros en la propia práctica cotidiana, donde la dialéctica es factor de análisis de la realidad que nos ayuda a romper con las recetas y manuales de investigación, creando zonas de significación colectiva desde el ámbito de lo real.

La tarea no ha sido fácil, sin embargo apuntamos a como dice Lenin Romero: “Nigel tiene que crear escuelas de pensamiento, no franquicias, ni repetidores de nuestro accionar”; desde la experiencia investigativa Nigel hemos avanzado en la investigación militante, formándonos como investigadores con pensamiento propio, crítico, cuestionador, capaz de hacer propuestas y de aportar elementos en transformación de la realidad social, caminando humildemente en el umbral de la ruptura epistemológica-cognitiva.

El camino ha estado revestido de complejidad que se nos ha presentado como oportunidad para reflexionar, cuestionar, problematizar y dialogar, en la búsqueda de una manera alternativa de desarrollar investigación desde el trabajo colectivo en el ámbito real de la vida cotidiana. Sin duda alguna seguiremos trazando el camino con humildad que en expresión del maestro Luis Antonio Bigott: “El investigador debe ser un agitador, un militante, tener alto grado de humildad y un humor extraordinario”[1].

La investigación de contexto Nigel

La investigación realizada hasta ahora en el Núcleo de Investigación “Gestión Educativa Local” (Nigel) se ha articulado en tres ámbitos de acción. En primer lugar, se ha centrado en el contexto geohistórico local con la participación de los sujetos sociales que hacen vida en las diferentes comunidades, con las cuales hemos trabajado en la búsqueda de la construcción colectiva del conocimiento desde la realidad.

En segundo lugar, ha sido parte de los procesos de formación en el territorio, a partir del trabajo articulado con las instituciones que en su momento  hemos concretado acciones conjuntas para transformar la realidad, con la participación y protagonismo de los sujetos territoriales. El tercer ámbito de acción es el trabajo colectivo que dibuja el horizonte cognitivo que permite construir una racionalidad que supera el reduccionismo estructurante hegemónico, a partir de referentes teóricos claros a nivel ontológico, epistemológico, axiológico, conceptual y ético, construyendo prácticas sociales y hábitos coherentes con dichos planteamientos.

La tarea ha sido rompe con los esquemas del saber impuesto por la lógica epistémica hegemónica occidental, que configura una única manera de ver e interpretar la realidad. La misma no ha sido sencilla, hemos tenido altos y bajos, pero en esa búsqueda incansable estamos claros que el trabajo en grupo colaborativo contributivo[2] es la clave para desmontar la racio-tecno de esta racionalidad.

Como grupo de investigación formulamos un proyecto anual donde cada uno desarrolla estructuras cognitivas, creando bases alternativas para comprender que existen otras formas de construir conocimiento o pensamiento,  a partir del contacto con la realidad. Donde los saberes populares juegan un papel importante al contribuir en la construcción de nuevos conocimientos, sumergidos en el diálogo de saberes como “hermenéutica interactiva”[3], desde el contexto geohistórico de las identidades locales, aportando elementos significativos en su producción.

El proceso de fraguar como dice Figuera “el orden de la búsqueda”[4] en la construcción del conocimiento se desarrolla a partir de dos dimensiones fundamentales; una la totalidad de la unidad de la “cosa sobre la cual se piensa y actúa[5]”, que llamamos temática de investigación o idea, que nos conduce a la ideación del tema de investigación que nos permite configurar la naturaleza del mismo, donde se aborda un hecho material que surge de la realidad del contexto que representa la ontología de la investigación.

En la misma juega un papel muy importante como diría el maestro Bigott “las necesidades sentidas de la comunidad”, lo que conduce a establecer el diálogo con el Otro, su reconocimiento como sujeto clave, activo y protagónico de los procesos a desarrollar, así como la dialogicidad entre la experiencia y memoria del investigador, el ámbito de lo real y el sistema de enunciados que permite hacer una primera aproximación teórica a ésta y a construir el horizonte cognitivo[6]. Ante esta reflexividad hacemos un acercamiento a la temática investigativa, planteamos las interrogantes y sus propósitos.

Por otra parte, a partir de la reflexión sistémica y sistemática de lo que abordamos, se procesan los eventos contextuales desde lo epistemológico, que sirven de orientación para la producción del sistema de enunciados a partir del cual se comprende, interpreta y explica la realidad. Estas ideas fuerza nos conduce a la aproximación sucesiva y sustancial para la construcción del horizonte cognitivo que enrumba el hilo conductor coherente entre las dimensiones ontológicas, epistemológicas y metodológicas.

En este proceso de debate y reflexión se construyen los epistemas como los criterios de verdad de análisis del ámbito de lo real, de donde surge las unidades de análisis o categorías emergiendo la hermenéutica de las categorías, configurando el ámbito teórico para interpretar, comprender y explicar la naturaleza que define el problema de investigación, a fin de generar los elementos o procesos esenciales para la producción de nuevos referentes desde una teoría crítica.

En este orden de ideas, se precisa algunos ejes de la producción de pensamiento donde se centra la ontología del programa de investigación[7], que apunta hacia la producción de nuevos conocimientos desde una postura crítica, cuestionadora, explicando el sentido y significado de los hechos desde la vida cotidiana que se desarrolla en la comunidad, en el ámbito local, generando un marco referencial desde nuestra realidad aportando en el desmontaje del andamiaje epistemológico-teórico-metodológico de la lógica epistémica dominante.

En el ámbito de lo contextual los protagonistas del proceso de investigación construyen desde lo común soluciones alternativas a las ideas abordadas, con conciencia crítica, que permiten la configuración del con-texto hermenéutico que contribuyen a la producción de nuevas categorías, ontologías, epistemologías que coadyuvan en la explicación de la naturaleza del espacio-tiempo de las comunidades, creando las condiciones para interpretar, comprender y explicar las dinámicas de los procesos desde ámbito local.

De igual manera el proceso reflexivo nos conduce a plantearnos el por qué de la investigación, su pertinencia  en diferentes ámbitos de acción: en lo social, político, educativo, en lo comunal, la justicia, para la universidad. Pregunta que nos permite aclarar si la investigación conduce hacer aportes significativos a los procesos de transformación social o es un mero requisito para alcanzar alguna titularidad.

Es a partir de estos procesos que la descomposición del objetivo general hace posible que emerjan las premisas como: “los supuestos teóricos que sirven de orientación para estudiarla en su contexto, tal como sucede. Lo que refuerza la dirección investigativa”[8]. Las cuales sirven de punto de partida para la construcción de la perspectiva teórica, en la cual, se da la discusión con los referentes existentes, desde una postura reflexiva crítica, poniéndolos en tensión. Con el fin, de desmontar la racionalidad hegemónica, aportando elementos para la decolonización del saber-hacer desde lo local. Como plantea Figuera:

Las premisas del Programa de Investigación permiten la construcción y contextualización  tanto  de los  enunciados como  del  espacio-tiempo donde  se enuncian (lugar de enunciación) los atributos ontológicos que definen el estatuto epistemológico y le dan direccionalidad al horizonte cognitivo del diálogo de saberes. Es en definitiva establecer desde dónde estamos pensando y actuando históricamente los temas/problemas sobre los cuales se piensa desde el ámbito de lo geohistórico decolonial. Lo que nos permite estructurar una arquitectura de trabajo para la construcción del referente teórico de la investigación y del trabajo de campo, así como la direccionalidad de los materiales de lectura y los marcadores de la observación de campo[9].

De las premisas emerge la arquitectura teórica que sirve de sustento a la investigación y permite dar el debate para poner en tensión los referentes existentes, producir nuevos o resemantizarlos toda vez que se avanza en el análisis crítico reflexivo; creando escenario para la reflexión crítica orientada al cuestionamiento, transformación, intervención y acción, construyendo conocimiento desde lo geohistórico local, haciendo confluir los saberes populares, los saberes  científicos apuntando hacia otras lógicas epistémica de la producción del conocimiento colectivo[10].

En este proceso de reflexión y debate se entreteje el hilo conductor que hilvana el soporte teórico de la investigación y se va construyendo progresivamente en la medida que se avanza en la misma, lo que representa la edificación de las bases de la perspectiva teórica. Como se ve, no partimos de cero, porque todo investigador se aproxima a la investigación cargado con su morral de experiencias, pero desde esta postura las bases en que se sustenta la investigación se nutren y se van consolidando en la medida que interactuamos con la realidad, con los sujetos, con los Otros, rompiendo con la perspectiva de que primero construyo la base teórica y luego me acerco a la realidad.

Esta mirada nos permite construir toda una arquitectura teórica que va emergiendo del diálogo permanente entre los sujetos-sujetos-realidad, enriqueciéndose hasta el final del proceso, que es inacabado, abierto y flexible, además de aportar elementos para poner en tensión los referentes existentes en el ámbito de lo real con relación a la teoría existente y plantear otras alternativas de pensar construir el horizonte cognitivo que permite manejar un discurso coherente y congruente entre lo ontológico, epistemológico y metodológico.

Metódica de investigación Nigel

El trabajo sistémico, sistemático y creativo que desde Nigel venimos desarrollando en el ámbito de la investigación social, nos ha permitido construir una metódica de trabajo que rompe con el individualismo, el monologo del investigador con su tema de investigación y con la producción del conocimiento desde la individualidad. Al desarrollar una dinámica que nos conduce a construir una ruta metodológica desde mismo momento en que iniciamos la aproximación a la temática de investigación; cuando se establece un proceso de intercambio de información, de diálogo como “hermenéutica interactiva”, a partir de conversatorios, debates, intercambio de idea, que permiten pensar y reflexionar las dudas, las interrogantes, los nudos críticos y significar el tema de investigación que emerge de la realidad a partir del la interacción cara a cara con el Otro desde el Otro, estableciendo una relación de sujeto-sujeto-realidad.

En donde la investigación se desarrolla a partir como se destacó anteriormente de un programa de investigación que marca la brújula del proceso investigativo, donde hay un proyecto macro donde confluyen varias estructuras cognitivas que son abordadas desde diferentes ámbitos, enmarcadas en el trabajo colectivo, dando fuerza como lo señala García Linera:

El conocimiento tiene que ser de carácter colectivo. La mejor forma de producir conocimiento es en las asociaciones pequeñas, medianas, utilizando las redes locales, utilizando redes internacionales, continentales. Esta intercomunicación de conocimiento enriquece el pensamiento, conocimiento en colectivo, investigación en colectiva, pero muy afincada, piando con firmeza nuestra propia realidad y nuestras propias necesidades[11].

La investigación que hemos desarrollado en Nigel desde las particularidades y diversidades de los diferentes espacios locales, nos ha permitido construir una perspectiva investigativa desde el contexto, de aquí que su naturaleza la llame investigación de contexto Nigel, porque parte desde ámbito de lo real, donde la otredad tiene una relevancia fundamental al ser partícipes de los procesos que se desarrollan a lo largo de la misma, siendo sujetos activos que contribuyen, aportan y transforman la realidad sociales, históricos y culturales; es lo que García Linares denomina descolonización del conocimiento, y  en el Plan de la Patria período 2013-2019, el presidente Chávez plantea como un objetivo estratégico.

Consolidación de la transformación universitaria en torno a la formación integral, la producción intelectual y la vinculación social que garantice el desarrollo de las potencialidades creativas y capacidades resolutivas frente a los problemas prioritarios del país y los objetivos estratégicos del Proyecto Nacional Simón Bolívar[12].

Esto ha implicado pensar la investigación desde otro lugar de enunciación, desde el ámbito de lo real de cada una de las comunidades donde hacemos vida, potenciando las capacidades del ciudadano para resolver los problemas que afectan al colectivo, rompiendo con la lógica disciplinar, individualista dando paso al trabajo colectivo y a la construcción del conocimiento con el Otro.

Esta metódica de trabajo que ha emergido de los procesos vividos en los ámbitos académicos-comunitarios-investigativos, que representa una forma de aproximarnos a la investigación desde el trabajo colectivo, instaurando vínculos para la acción participativa y protagónica, se sustenta una concepción de hombre/mujer como plantea Bigott: “toda metódica se encuentra fuertemente impregnada de una concepción del hombre/mujer, del espacio-tiempo en el cual ese hombre/mujer realiza su acción transformadora y de la historia”[13].

Lo que nos ha permito construir una relación sujeto-sujeto que otorga sentido a las diversas y complejas relaciones e interacciones que construimos en el contexto, en el territorio con los sujetos que son los que adelantas las acciones en el ámbito de la vida cotidiana que se expresan en sus prácticas sociales y en su lenguaje que confiere significado a su quehacer diario. Como plantea Zemelman La relación del sujeto con el mundo pasa por el lenguaje”, a lo que  también considera:

El lenguaje…es la bisagra del sujeto con la realidad; entonces, si el lenguaje es lo que permite hacer esta bisagra entre lo interno y lo externo, el sí mismo y el afuera del sujeto, lo que hay que elaborar, potenciar desde la enseñanza, es que la bisagra absolutamente aceitada, que el sujeto tenga trabajadas absolutamente desde todas las posibilidades esto del lenguaje[14].

El lenguaje es la clave para establecer la vinculación, articulación, relación e interacción con los sujetos en el territorio por ser la bisagra fundamental para el desarrollo de la “hermenéutica interactiva” para establecer el diálogo de saberes[15],  cobrando sentido en su contexto. Todo ello coadyuva a plantearnos los supuestos teóricos de la metódica como:

1.- El contexto como las pluralidades geohistóricas expresivas de las identidades locales en el territorio, que son creaciones humanas que emergen de la relación sujeto-sujeto-contexto y van configurando sus interacciones donde expresa el sentido ontológico de su naturaleza cultural, los mitos y saberes de cada grupo local.

2.- Constitución del grupo de investigación antes de iniciar el trabajo de campo, constituye la conformación del equipo de trabajo en donde se debate en colectivos las diferentes aristas que se pueden abordarse con el objetivo de definir la metódica de trabajo y aclarar las posibles dudas. Lo que representa un proceso de capacitación y autocapacitación como diría el maestro Bigott: “en este momento y para siempre el que sepa algo que lo enseñe y el que no lo sepa que lo aprenda”[16]. Es el momento en que se define de común acuerdo los puntos de encuentros y desencuentros de los diferentes proyectos de investigación que tributan al macro.

3.- La investigación en campo coadyuva en la aproximación al sujeto de estudio y a establecer la relación sujeto-sujeto, al compartir la realidad abordada desde una visión plural, lo que supone diferentes maneras de acercarse a las situaciones descubriendo en ellas determinados aspectos que permiten construir significados compartidos[17].

4.- La dimensión ética-política de la investigación se centra en su carácter integrador, en el contexto geohistórico local, respetando la pluriversidad del conocimiento, valores y creencias; además de brindar la oportunidad a las diferentes comunidades de participar activamente tomando y ejecutando sus propias decisiones en beneficio colectivo.  En donde la construcción crítica del conocimiento posibilita la generación de procesos de transformación social, que rompe con la racionalidad hegemónica dominante occidental, instrumental, utilitarista e individualista.

5.- La investigación es transversalizada por la interdisciplinariedad, característica del grupo de investigación, conformado por especialistas de diversas áreas del conocimiento que desde nuestra humilde perspectiva la acotamos con los planteamientos de González Rey:

La interdisciplina presupone un lenguaje disciplinario sólido y, por ello, flexible, capaz de articularse en el lenguaje más abarcador de la interdisciplina, el cual no sustituye al primero, sino que lo integra en otro nivel de significaciones. La interdisciplina no es abarcadora de todos los momentos del lenguaje disciplinario, sino sólo aquéllos susceptibles de integrarse a los lenguajes de otras disciplinas para crear nuevas zonas de sentido, que no aparecen en la disciplina tomadas por separado. La aproximación interdisciplinaria es, por tanto, una manera de crear zonas de sentido sobre los estudios a partir de la articulación de diferentes disciplinas. En este sentido, la interdisciplina no representa una yuxtaposición de datos, sino un nuevo momento de construcción teórica. (…) la interdisciplina abre una nueva zona de producción de conocimientos, la que adquiere significación por representar un nivel cualitativo diferente en relación con aquel conocimiento producido en la disciplina; sin embargo, a diferencia de la transdisciplinaridad, en la interdisciplina no se produce un nuevo lenguaje, sino que se articulan en un nuevo espacio de sentido los lenguajes producidos por las diferentes disciplinas, proceso que tiene un fuerte carácter teórico[18].

Como bien destaca los aportes de González Rey la interdisciplina nos permite crear y recrear nuevas zonas de sentidos y significados, a los diversos y complejos procesos que adelantamos en el desarrollo de la investigación, que se producen desde las expresiones de la vida cotidiana, que se fraguan en el ámbito de lo real en sus singularidades intersubjetivas, exigiendo la mayor rigurosidad científica para que la teorización no deje espacio para la duda sobre su solidez, transparencia y  validez.

6.- La perspectiva investigativa es cualitativa en la búsqueda interdisciplinaria que transita en el diálogo entre diversas disciplinas. A lo llamamos diálogo de saberes “hermenéutica interactiva”,  que es expresión concreta de las nuevas zonas de sentidos y significados, transformando las condiciones de producción y recreación de  saberes, conocimientos, pensamientos.

7.- Pensar desde la realidad nos ubica en la búsqueda de desafiar los patrones de la investigación tradicional y configura diferentes opciones para abordar la realidad en su contexto real, cotidiano, desarrollando procesos que se fraguan de manera flexible que permiten ir avanzando en los recorridos y regresarse, para nutrir cada una de las fases, conduciendo hacia el pensar de la realidad abordada, dándose el proceso de interpretación a través del análisis crítico interpretativo, argumentativo de las entrevistas, observaciones participantes, encuestas,  grupos de discusiones, mesas de trabajo, socio dramas entre otros, asumiendo una postura crítica a reflexionar a partir de cada una de las premisas de la investigación los hallazgos de la misma, así como el proceso de reflexión final es inacabado y se hace para cerrar, formular nuevos nudos críticos y pensar desde otros referentes éticos los problemas asociados al devenir histórico de la educación y la justicia comunal en relación al Estado-sociedad-eticidades.

Construcción del método de investigación

El construir el método de investigación demanda de la edificación de la ruta metodológica, que se inicia desde el mismo momento en que se hace la aproximación al sujeto de estudio, construcción de las premisas, discusión teórica para cimentar la arquitectura teórica que sirve de soporte a la investigación, que se encuentra presente en la metódica investigativa; que en la expresión metodológica es la forma de pensar la racionalidad, ordenar el sentido de la búsqueda y el factor estructurante de la investigación[19], que permite para efecto de hilvanar la organización, dando cuenta del trabajo de campo que emerge del contexto geohistórico local. El cual, se soporta en las conceptualizaciones categoriales, que constituye el lugar de enunciación, desde donde se da lectura a la realidad en su mismo ámbito[20].

La investigación desarrollada desde Nigel se sumerge en la perspectiva socio construccionista que Gergen lo conceptualiza como “un movimiento, es decir como un conjunto de elementos teóricos en progresión, laxo abierto y con contornos cambiantes e imprecisos más que como una doctrina teórica fuertemente coherente y bien estabilizada”[21]. Es una propuesta interdisciplinaria que aporta al estudio de los procesos sociales, formas y situaciones, donde el conocimiento se construye desde las prácticas socio-culturales. Además de brindar la oportunidad de conocer, comprender e interpretar la realidad, a partir de las vivencias de sus protagonistas, dentro de un contexto como un todo unificado y no como partes aisladas.

El socio construccionismo favorece la comprensión profunda de la realidad abordada y cada uno de sus elementos en su ambiente natural, como una totalidad indivisible, donde formamos parte del proceso como investigadores. No hay una separación entre sujeto-objeto. Lo que brinda la oportunidad de abordar la realidad que se vive en ella con todos sus autores y actores, siendo parte de ellos. Desde esta perspectiva como dice Ibáñez:

Se disuelve la dicotomía sujeto-objeto afirmando que ninguna de estas dos entidades existe propiamente con independencia de la otra, y que no da lugar a pensarlas como entidades separadas, cuestionando así el propio concepto de objetividad”[22].

La producción del conocimiento no es neutra: se construye entre los participantes con la influencia de las eticidades y creencias de cada uno. La relación entre los autores y actores es subjetiva, influenciadas por las pautas  culturales, que se ponen de manifiesto en cada una de sus acciones en su quehacer cotidiano. Tomando en cuenta la especificidad histórica y cultural, tal como lo señala  Gergen[23], para hacer énfasis, en que no tenemos que olvidar las condiciones políticas, económicas y culturales, de la época histórica en que se produce y aceptar un tipo determinado de conocimiento.

Todo ello permite establecer una estrecha relación, con los fundamentos ontológicos y epistemológicos de manera de ser coherente y congruente. Por ello, se inicia la construcción del sujeto de estudio a través de un acercamiento al trabajo de campo en el cual, según González, se tiene “presencia y participación constante dentro de la institución comunidad o grupo de persona que está investigando, lo que le da acceso a fuentes importantes de información informal[24].

Es así como la participación se genera de manera espontánea en el curso cotidiano de la vida y para ello se ejecuta un conjunto de acciones como: observaciones participante, entrevistas en profundidad, discusiones grupales, conversatorios, talleres, socio dramas, mesas de trabajo entre otros, que permiten el registro de la información. A su vez que se construye un sistema de relaciones, capaces de producir nuevos argumentos, en la propia dinámica cotidiana.

Los procesos son activos creando referencias para la construcción de conocimientos, desde el enfoque del Centro de Estudios Sociales y Culturales (Cesyc) y del Núcleo Académico de Investigación “Gestión Educativa Local” (Nigel), ahí, planteamos que es desde nuestras propias referencias locales, que se debe comenzar a impensar, el ámbito de las nuevas ciencias sociales y sus diferentes expresiones metódicas, entre ellas la investigación educativa cualitativa, desde su quehacer cotidiano[25].

Es a partir, de la dialogicidad  que se construye el tema de estudio, basado en los tres elementos como se destacó en los apartados anteriores: la experiencia y memoria, desarrollando un proceso de reflexividad, crítica,  autocrítica; el ámbito de lo real a partir del desarrollo del trabajo en “in situ” y el sistema de enunciado en el cual se inicia la revisión teórica que permite hacer una primera aproximación teórica y  construir el horizonte cognitivo.

La aproximación a la realidad desde Nigel la hemos hecho desde diferentes metódicas dentro de las cuales se destacan la etnografía y la hermenéutica crítica que nos permite estudiar, comprender, explicar e interpretar las ideas, temáticas, problemas en su contexto real, su vida cotidiana y las interacciones que en ella se generan.

La etnografía es una metodología, que nos permite acercarnos a la realidad para la construcción y el desarrollo de la teoría producto de las informaciones obtenidas o generadas a lo largo de la investigación, sobre un aspecto en particular del objeto de estudio. La cual, tiene la posibilidad de dar cuenta de las realidades humanas, porque se nutre de los procesos de recolección de los datos de la investigación, de manera dinámica y abierta[26].

Como plantea Figuera “…nos permite acceder a la urdimbre de sentido que se produce en el seno de las relaciones de intercambio entre las personas que comparten en el tiempo un mismo espacio, así como referentes valorativos, tradiciones, costumbres, creencias…[27]”. La hermenéutica nos permite entender que la realidad es cambiante, que no todos pensamos e interpretamos el mundo de la misma manera y en este proceso de interpretación se construyen nuevas subjetividades, puntos de vistas sobre el contexto, que permiten construir unos referentes que pueden ser en común o diferentes para abordar el tema de estudio en su contexto.

Todo esto nos permite ordenar el sentido de la búsqueda, la racionalidad, la manera de pensar y de estudiar la temática en su contexto real, en su quehacer cotidiano, además de interrogarnos sistemáticamente, a través de preguntas generativas, a reflexionar críticamente y construir los escenarios de investigación. Así como a desarrollar los procedimientos, de categorización y codificación, que nos ayudan a examinar los datos, con el fin de identificarlos y clasificarlos para agruparlos conceptualmente en categorías que generan conceptos y éstos a teoría que explican qué pasa con la información y el seguimiento de algunos principios.

Reflexiones finales

En el núcleo venimos desarrollando un trabajo investigativo desde lo local, en el marco de: “forjar nuevos espacios donde el intercambio colectivo a través del diálogo de saberes origine nuevos conocimientos producto de la realidad de cada uno de sus protagonistas[28], profundizando en la inflexión ética crítica, dándole sentido a lo expresado por Muro:

Creemos necesario que la investigación como actividad desarrollada por seres humanos disponga de medios de reflexividad, es decir de auto investigación. En este contexto, se plantean cuestiones que van desde ¿Cómo democratizar los espacios donde se realiza la investigación y enfrentar las lógicas dominantes que reproducen la noción clásica de investigación?… ¿Cómo lograr que la actividad investigativa sea desmitificada y sacada de una relación altamente hegemónica? Vale decir, ¿Cómo lograr que deje de ser percibida como una práctica propia de una cierta república de sabios, de una élite de mandarines?[29].

El rumbo que hemos trazado de manera colectiva, es constituir plataformas de desestabilización de las concepciones dominantes y desarrollar en las comunidades[30] la conciencia crítica que permite construir una racionalidad que supera el reduccionismo estructurante hegemónico, a partir de referentes teóricos claros a nivel ontológico, epistemológico, axiológico, conceptual, ético para ir construyendo prácticas sociales, hábitos coherentes con dichos planteamientos;  el reconocimiento intersubjetivo de pretensión de validez es susceptible de crítica, y el referente compartido significa que los participantes aceptan un saber cómo constitutivo de su cotidianidad.

Todo ello desde la perspectiva que nos planteamos desde el Cesyc-Nigel de resignificar las prácticas investigativas en un esquema flexible, que redibuja los limites indeterminados de forma continua, sobre el conocimiento para el ejercicio de la libertad, denunciando el saber congelado, profundizando en la inflexión ética crítica.

La investigación en colectivo es un proceso de descubrimiento y de aprendizaje permanentes, estableciendo una relación de horizontalidad, intercambio de conocimiento y diálogo.

El salto cualitativo del individualismo hacia el trabajo colectivo, ha implicado desarrollar un conjunto de valores compartidos (perseverancia, disciplina, cooperación, responsabilidad, participación, laboriosidad, honestidad, justo, crítico) que orienta la consolidación de un colectivo de investigación dentro de la UBV, generando espacios de intercambio para el desarrollo de pensamiento crítico, reflexivo, creativo, analítico que coadyuva a desplegar prácticas investigativas y de autorreflexión.

El trabajo de campo emerge del contexto geohistórico local, de las realidades y particularidades de la vida cotidiana, la producción de teoría sostiene en lo ontológico, epistemológico, teórico y metódico otra forma de pensar, de dignificar al ser humano y de creación de nuevas subjetividades investigativas.

El hacer investigación con el Otro desde el Otro coadyuva a desarrollar una conciencia consciente crítica, que permite contribuir con algunos aportes para la transformación de la práctica investigativa, apuntalando a otras formas de construir conocimiento desde las particularidades de la vida cotidiana, desde nuestro contexto y realidad, generando ruptura con el modelo de hacer investigación que luego generalizamos sin tomar en consideración las peculiaridades de cada uno.

Se produce una ruptura epistemológica-cognitiva con la forma de dominación centro-periferia desde diferentes dimensiones, primero formular y desarrollar investigación cualitativa, segundo desde el contexto geohistórico local, tercero desde la realidad y particularidad de la vida cotidiana, cuarto los referentes que emergen nacen de los procesos socioculturales y quinto la resemantización del proceso investigativo, adquiriendo autonomía en tanto es una práctica social.

Referencias bibliográficas

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[1] Bigott, Luis Antonio (2011). El educador neocolonizado. Caracas: Fondo Editorial IPASME, p.67.

[2] Ver Romero, Lenin (2016).  El trabajo colaborativo en la investigación es protagonista en los grupos de investigación. Mimeografiado. Caracas: UBV-Nigel.

[3] Figueredo, María (2014a). Escuela y construcción social del sujeto pedagógico: la formación ética de la ciudadanía como expresión geohistórica de las identidades locales. Tesis doctoral. Caracas: UBV. p. 118.

[4] Figuera, Edgar (2010). Programa de investigación para tutorías de tesis. Dirección General de Producción y Recreación de Saberes. Coordinación de  Estudios Avanzados, Sede Zulia. Mimeografiado. Zulia: UBV. p. 2.

[5] Ibídem.

[6] Figueredo, María (2014b). Escuela y construcción social del sujeto pedagógico: la formación ética de la ciudadanía como expresión geohistórica de las identidades locales. Ponencia presentada en la II Jornadas Nacionales de producción y recreación de saberes. Caracas: UBV. p. 3.

[7] Figuera, Edgar (2016). Reflexionar en perspectiva decolonial: ¿y si cambiamos la naturaleza óntica y dialéctica de los enunciados, de la enunciación y del lugar desde dónde pensamos el ser de la educación? Caracas: UBV. El Programa de Investigación tan solo ofrece una plataforma de trabajo colectiva que permite construir un proceso de formación humana, académica y política en el contexto de la contracultura que emerge institucionalizada en la UBV como «crítica radical». El rigor de los procesos reflexivos y documentales de la experiencia personal/colectiva como investigación de campo en el camino de producir conocimientos (o en el lenguaje del autor: marcos referenciales teóricos que permitan interpretar, comprender y explicar la cotidianidad cultural  en el tiempo y en el espacio) dependerá  ciertamente de la seriedad con la cual cada uno de los participantes en este colectivo asuma su papel en la sociedad que tenemos y en la que queremos idear como necesaria esperanza de vida: el ecosocialismo. p. 14.

[8] Figueredo, María (2014b). Op. Cit. p. 6.

[9] Figuera, Edgar (2016). Op. Cit. p. 14.

[10] Figueredo, María (2014b). Op. Cit. p. 8.

[11] García Linera, Alberto (2011). Foro mundial por la transformación universitaria. Caracas: MPPPEU/ CIM. Colección para la transformación universitaria. p. 324.

[12] Chávez, Hugo  (2012). Plan de la patria para el periodo 2013-2019. Caracas: Comando de campaña Carabobo. Objetivo estratégico. 2.2.2.11.

[13] Bigott, Luis (1993).  Escritos sobre educación. Caracas: Los Heraldos Negros. p. 57. La negrilla es propia.

[14] Zemelman, Hugo (2006). El conocimiento como desafío posible. México: Instituto Pensamiento en América Latina. pp.131-132.

[15] La aproximación que hago al diálogo de saberes desde este contexto apuntala la conceptualización como una “hermenéutica interactiva” caracterizada por lo dialógico,  generando el intercambio comunicativo equitativo, respetuoso, que permite la recontextualización y resignificación de los dispositivos pedagógicos e investigativos, coadyuvando a la reflexividad y la configuración de los sentidos en los procesos, acciones, saberes, historias y localidades, donde se reconoce al otro como sujeto participante en los procesos formativos o de construcción del conocimiento con el otro desde las diversas realidades locales. Figueredo, María (2014a). Op. Cit. p. 118.

[16] Ibídem. p. 62.

[17] El nicho de investigación, así como los grupos emergentes de investigación se integran a la red de trabajo colaborativo en la UBV de modo que todo colectivo pueda y tenga la oportunidad de publicar sus trabajos científicos de investigación: en cuanto a teorías, o aplicaciones, como valor tangible del esfuerzo por compartir el pensamiento y la creación. Publicar para un participante se un incentivo necesario para continuar reflexionando y produciendo saberes. Además de que cada proyecto se convierta en un artículo científico, y sus ideas sean proyección de la Universidad en su entorno. Romero, Lenin (2016). Op. Cit. p. 6.

[18] González Rey, Fernando (2000). La investigación cualitativa en psicología. España: Thomson. p. 117.

[19] Figueredo, María (2014b). Escuela y construcción social del sujeto pedagógico: la formación ética de la ciudadanía como expresión geohistórica de las identidades locales. Ponencia presentada en la II Jornadas Nacionales de producción y recreación de saberes. Caracas: UBV. p. 8.

[20] Figueredo, María (2014a). Escuela y construcción social del sujeto pedagógico: la formación ética de la ciudadanía como expresión geohistórica de las identidades locales. Tesis doctoral. Caracas: UBV. p. 209.

[21] En Ibáñez, Tomás (2003). La construcción social del socio construccionismo: retrospectiva y perspectivas. En: Política y sociedad. Vol. 40. Núm.: 155-160. España: Universidad Autónoma de Barcelona. Facultad de Psicología, p.157.

[22] Ibáñez, Tomás (1994). Psicología social construccionista. Guadalajara. México: Universidad de Guadalajara. P. 250.

[23]  Ibídem. p. 62.

[24]  González, Alfredo (2003). “Los paradigmas de investigación en las Ciencias Sociales”. En: Revista Isla. Cuba: Universidad Central “Marta de Abreu” de las Villas. Nº 138.pp. 125-153. Octubre-diciembre, p. 63.

[25] Figueredo, María (2014a). Op. Cit. p. 210.

[26] Figueredo, María (2014a). Op. Cit. p. 221.

[27] Figuera, Edgar (2016).  Op. Cit. p. 12.

[28] Núcleo de Investigación Gestión Educativa Local (2010). Gestión Escolar e identidad ciudadana. Mimeografiado. Caracas: UBV. p.4.

[29] Muro, Xiomara (2007).”La noción clásica de investigación: notas para repensarla desde una perspectiva crítica”. Revista de Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales. Mérida-Venezuela. ISSN 1316-9505, Enero-Diciembre. Nº 12 (2007): 145-173, p. 154.

[30] Trabajo colectivo, investigaciones y formación desde el ámbito de lo real en las comunidades especialmente la Parroquia Sucre de Catia (En cuarenta y cuatro escuelas) y en el Municipio Andrés Eloy Blanco en Sanare estado Lara en las Comunas (Bucaritas, Quebrado Honda, Villa de San José Bolívar, Manuelita Sáez). En estado Carabobo, comuna Negro Primero, Sueños de Bolívar e Hijos de Bolívar; Yaracuy, Falcón en la Sierra de San Luis, Comuna Perla de Falcón en el eje centro norte costero Municipio Zamora y Guárico.

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Ezequiel Ander Egg: «Las universidades están llenas de papagayos culturales»

Una Mirada Internacional sobre la Calidad de la Educación: Entrevista Ezequiel Ander- Egg

En el marco de la convocatoria que a comienzos del año 2014 se formulara en Venezuela, en aras de iniciar un debate nacional sobre la Calidad de la Educación, Luis Bonilla-Molina (LB) conversa con Ezequiel Ander Egg quien es uno de los autores de educación más prolíferos, con mas de cien libros publicados sobre transformación educativa, transformación de la sociedad, desarrollo comunal, pedagogía e investigación social. Su libro más emblemático por el cual estudiaron generaciones de trabajadores sociales ha sido Metodología del Desarrollo de la Comunidad. Hoy lo consultamos en el marco del debate de calidad educativa que se abre en Venezuela.

LB: Bienvenido Ezequiel, gracias por aceptar nuestra invitación.

AE: Con mucho gusto. Comenzaría por hacer una observación a la expresión calidad educativa, es una expresión paradójica y contradictoria. ¿Por qué? ¿Por qué que es una calidad sin educación? Nada. Ese es una educación sin calidad, por eso hay una especie como de paradoja en la expresión de calidad educativa, pero podría ser una cuestión de precisión.

LB: Comencemos un poco por tu trayectoria personal, en 1975, ya como un militante progresista, que reflexionaba sobre el derecho educativo, fuiste sometido a un juicio sumario sentenciado a fusilamiento  y sobreviviste a ese fusilamiento. ¿Cómo fue eso Ezequiel?

AE: ¿Cómo fue que sobreviví? Mira, estuve 31 días tirado sin auxilio y una campesina me llevaba un poco de comida, yo no quería que supiese mi nombre y me ponía barro para que no avanzara la gangrena porque me habían destrozado la pierna, ¿Cómo sobreviví? Allí aproveché a conciliar mis conocimientos científicos occidentales con mi cultura de cine de la India y del poder de la mente sobre el cuerpo. Entonces usé lo que yo sabía, cómo con la mente puedo controlar el cuerpo, me concentraba pensando que la casa revolucionaria es un gran huracán y que cada militante somos apenas un pequeño soplo y yo me decía a cada rato con mucho dolor, con mucha hambre y muchas cosas:  si el soplo se apaga el huracán pierde un poquito de fuerza y así sobreviví.

LB: Ahora bien, Ezequiel. Entrando en materia educativa. Tú has escrito un conjunto de obras sobre transformaciones de los sistemas educativos sobre planificación educativa, sobre educación. ¿Que son para ti las políticas educativas para el cambio?

AE: ¿Las políticas educativas para el cambio? –Primero quiero señalar que la palabra educación tiene una cierta equivocidad, no existe la educación. Existen diferentes perspectivas educativas, no cualquier educación sirve para el cambio. Hay educación que es totalmente alienante. Y aquí quiero recordar algo que creo que pertenece al acerbo cultural común de América Latina, una idea de Freire “Educación es fundamentalmente un problema político”, no es en lo político partidista sino política  en el sentido de saber qué tipo de sociedad queremos construir, qué tipo de hombres y mujeres queremos formar, y ese legado es un problema pedagógico. Entonces, no cualquiera educación tiene la puerta de salida de transformación, sino tiene que ser una educación liberadora. No digo la de Freire, pero cualquier perspectiva de la educación critica, liberadora y que aprenda a a pensar también a América Latina desde América Latina, sin despreciar lo que existe en otras realidades.

LB: Es decir, para que exista el cambio es fundamental la educación. En ese sentido estamos nosotros, estamos viendo a escala planetaria iniciativas de reformas y de contrarreformas educativas. Tú tienes un libro al respecto. ¿Qué es para ti una reforma educativa?

AE: Bueno, la reforma educativa se puede realizar en el mismo centro, en la provincia, en el estado como se diría en Venezuela, en un País. Una reforma educativa exige responder a  seis cuestiones. Primero, qué enseñar y qué contenidos vamos a ofrecer. Segundo, cuándo enseñar, que es un punto flojo general en la educación en todos los programas educativos, porque no pueden enseñar cualquier cosa en cualquier momento. En esto recuerdo al teórico del constructivismo, cuando decía si yo tuviese que reducir todas las psicopedagogías en una sola idea, averigüe lo que el alumno sabe y actúe por secuencias. Tercera cuestión es cómo enseñar, en ese cómo enseñar es sumamente importante porque yo tengo que enseñar pero tengo que darle el gusto de aprender. Ya se decían no me gusta que me enseñen, me gusta aprender. La frase correcta seria, no me gusta cómo me enseñan y quiero aprender. La cuarta cuestión es qué, cómo y cuándo evaluar, esto es una cuestión fundamental tanto en la evaluación de los alumnos como en la evaluación de las instituciones. La quinta cuestión es la orientación y tutoría, eso ya lo ven en casi todas las universidades de América Latina, en donde buena parte de la gente que ingresa no se gradúa. Entonces, hoy tenemos que hacer un aporte teórico para esto, y por ese motivo escribía el libro que se llama “Claves para introducirse al estudio de la inteligencia múltiple”, y utilizando el conocimiento de la inteligencia múltiple allí puedo saber qué carrera puede hacer una persona.

Por ultimo atención a la diversidad, qué es atender a las personas con discapacidad física y sensorial, pero también a los chicos superdotados. Cuando en un año y medio hice tres elaboraciones del libro de planificación educativa, entonces alguien nos llegó y no había tratado el tema de la discapacidad. Y es cierto muchos superdotados son chicos fracasados en la escuela. Esas serían las ocho grandes cuestiones. Pero cada uno tiene problemas particulares especiales.

Otra cuestión, pero es un pequeño paréntesis porque es un debate que tuvimos por aquí: Hace dos años ¿Quién invadió y sustituyó a la UNESCO en la orientación tutorial? El Banco Mundial. El Banco Mundial junto con el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio que también influye en esto, merecen ir al tribunal de justicia de la Haya. Mira yo tomo 1980 y el año 2014: en 1980 vi un predominio claro de las universidades públicas y ahora un predominio claro de universidades privadas inspiradas por esto que son negocios. Aquí el otro día discutí por dos universidades. ¿A qué universidad le dieron el otro día en letra jerarquización de universidades, el estatus de la mejor universidad de América Latina? A la universidad Pontificia de Chile. Y yo había hecho ya una crítica que dicen algunos profesores: No está mal que se formen en Estados Unidos, pero no significa eso que acaso los idiotas útiles entre los economistas que van allí a estudiar los modelos econométricos supersofisticado, pero no estudian la variable de la dependencia externa. Entonces, no. En esa jerarquización yo no estoy de acuerdo porque no valora el compromiso de la universidad.

Las universidades me puedo equivocar, pero estoy decepcionado, está llena de papagayos culturales. De textos sin contextos, es decir, lo importante son los libros.  En la última vez antes de que me expulsaran de la universidad por ser socialista,  en la última reunión del consejo que asistí discutían sobre los programas que se iban a preparar,  y todos decían que libros voy a trabajar. Cuando me tocó hablar a mí que era el último, dije no es qué libro voy a trabajar, sino qué problema voy a estudiar, problema que sirva y que esté al servicio del pueblo. Esa es mi decepción. El otro día, después de 40 años por haberme expulsado, es una anécdota de la universidad por ser socialista, por haber hablado bien del Che Guevara, me dieron el título de profesor honorífico, 40 años después de todo.

LB:  Ezequiel, tú hablas de la capacidad o la necesidad de trabajar el tema orientador y la tutoría, sin embargo, hasta casi la década de los 80 era común hablar de maestros y tutoriados, de maestros y pupilos. O sea cada profesional indicaba tener uno o dos maestros o más maestros de talla que orientaban su desarrollo  profesional y cada profesional, a su vez, asumía como un pupilo como un discípulo de un maestro en determinadas áreas de conocimientos. Eso se ha perdido en las últimas tres décadas. ¿Tu consideras que eso es negativo, es positivo que debiéramos volver a concepto de maestros tutoriados o maestros discípulos o eso es una etapa superada?

AE: Yo creo que es una etapa superada. Yo creo que los grandes maestros, los grandes intelectuales no tienen mucho tiempo de atender a los estudiantes. Tienen que dar un testimonio de su capacidad profesional, tienen que ser competentes, saber bien sus disciplinas, tienen que ser coherentes y tienen que ser comprometidos, porque si no son comprometidos tampoco me importa sino que enseñen.

LB:  En uno de tus libros señalas y concretas sobre el tema de la planificación, la importancia de la planificación en los procesos de transformación educativa. Hoy en día ¿tu consideras que el desarrollo de los sistemas educativos están precisamente vinculados a procesos de planificación del estado o también están sujetos un poco al libre mercado, es decir, a los va y vienes que implica el desarrollo industrial?

AE: Bien, ahora no se si lo pueda ver, este libro que tengo en la mano “Educación Universitaria para el siglo XXI” del que eres el compilador, y si lo abro en la página 172 ahí está lo que han planteado bajo tu orientación de la planificación estratégica de la educación. Organizar, acompañar, con una visión de futuro no limitada a la dirección operativa y táctica. Eso lo dices tú. Tenemos que planificar el trabajo.

LB:  Ahora bien, si te correspondiera sugerir tres ideas fundamentales para la transformación de nuestros sistemas educativos. ¿Cuáles serían tus recomendaciones al respecto?

AE: Primero, una concepción de la educación. ¿Qué concepción uno tiene que tener de la educación?

Primero pensar en qué concepción se considera debe tener la educación. Tengo que hablar en estos días a los educadores y les hice un esquema en donde coloco que primero tenemos que tener una concepción holística del proceso educativo. Entonces, tenemos que atender a las siguientes cuestiones: al pensamiento que tiene que ver con lo cognitivo, los sentimientos a la afectividad, la praxis como trasladarlos a la acción, porque es muy importante saber qué voy a hacer con lo que sé, porque muchas veces se aprenden cosas que no sirven para nada. Y por último, todo eso orientado a los valores y al compromiso. Eso sería la concepción fundamental de la educación que yo podía indicar.

LB: Ezequiel, ¿Cuál es tu opinión acerca de las pruebas de medición de la calidad educativa?

AE: Las pruebas son muy diversas porque las pruebas de calidad educativa se hacen muchísimas en escala mundial, pero con qué criterio se refieren la calidad. ¿Cuáles son en México las universidades de elite?: Monterrey. ¿Cuál es en Argentina?: Belgrano. Para estudiar alguien en esas universidades tiene que pagar una matrícula que es 700 a 900 dólares mensuales y dicen que forman la élite para nuestros países.  Jodidos estamos en nuestros países si la elite es de la clase que puede pagar esas universidades y ellos a veces figuran entre las mejores universidades y ahí no es donde está el problema. Es una idea que ustedes tuvieron muy claro: una universidad para algo, pero ha sido imposible. Yo que he querido dialogar con algunas universidades de tu país, que no podían entender nada de algunas cosas y seguía con la idea del antiguo testamento y creo que el problema no se resuelve tan pronto.

LB: Ezequiel, para ir terminando este primer contacto internacional nos gustaría que nos dirigieras, a los profesores y a las profesoras, venezolanos y venezolanas, que en sus aulas, en las calles están discutiendo el tema de la transformación educativa a partir del debate de la calidad.

AE: Primero recordar las tres C de todo educador: coherente, competente, comprometido, pero al mismo tiempo tiene que ser un profesor que no sea un analfabeto emocional porque no es lo intelectual lo más importante. Un profesor que enseña por lo que dice no sirve casi para nada, enseña  por lo que hace, por el testimonio que tiene, el testimonio de vida y el testimonio de compromiso social. Ese el mensaje.

Entonces, tenemos que comprender que hemos retrocedido, hay con que sufrimiento lo digo. Tu sabes por cuando estaba a tu lado cuanto soñamos ciertas cosas y que no lo podemos hacer. Cuanto soñamos UNASUR y ahora cuatro países poderosos se unen al tratado del pacifico y nos abandonan por aquí. Cuanto soñamos con el socialismo en el siglo XXI y que otra vez hay que comenzar. Pero, podemos decir queridos amigos, como decía Bolívar,tengo la sensación de haber arado en el mar, pero no hemos arado. El viejo topo siempre vuelve y creaban los cimientos más inconmovibles que puedes creer.

Mira no podemos sobrevivir en este planeta. Acá todas la derecha mundial, ¿Quiénes son los responsables de lo que ocurre en el mundo? Los banqueros. Entre los banqueros y los internacionales hay tres palabras que no existen, no existe la palabra amistad, no existe la palabra empatía, no existe la palabra solidaridad, nada. Entonces, esa perversidad intrínseca del capitalismo no podemos seguirla.

Solo necesitamos una civilización de la autoridad compartida, ser solidario en todo esto. No, yo sé qué tú y yo vamos a seguir luchando, aunque hayamos perdido 20 batallas, en la última también seguiremos.

LB:  Gracias, hoy estuvimos conversando con LB:  Ezequiel es argentino, maestro internacional, hombre que ha recorrido el planeta trabajando en la solidaridad como un elemento sustantivo de la educación. Gracias Ezequiel por este contacto internacional.

EA: Gracias por verte tan bien. Tan juvenil como siempre. Un abrazo muy grande a ti y a toda Venezuela que la quiero tanto.

Ver la entrevista: https://youtu.be/79UjBJFvm4g

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Bradley Levinson: «Ya no podemos concebir a los jóvenes como receptáculos vacíos para depositar los conocimientos que nosotros los adultos hemos decidido que son importantes»

Venezuela/La Otra Mirada/4Jul2014

Bienvenidos y bienvenidas todas y todos a este nuevo contacto internacional. En esta oportunidad el profesor Luis Bonilla-Molina (LB) entrevista al Dr. Bradley Levinson (BL) en el marco de la convocatoria que a comienzos del año 2014 se formulara en Venezuela, en aras de iniciar un debate nacional sobre la Calidad de la Educación. El Dr. Bradley Levinson es docente norteamericano, doctor en antropología en la Universidad Carolina del Norte en Samper Hill y profesor e investigador en Indiana en la Universidad de Blumington. Ha sido el director del Centro de Estudios Latinoamericano y del Caribe, de la Universidad en Indiana. Su producción intelectual se ha centrado en el concepto de cultura estudiantil en la adolescencia y la educación secundaria, la educación  para la ciudadanía y la inmigración trasnacional.

LB: Bienvenido Brandley a este contacto internacional.

BL:  Es un gusto estar aquí con ustedes.

LB:  Bradley, ¿Qué es eso de la educación secundaria hoy en día?

BL:  La educación secundaria depende del país latinoamericano que estamos hablando porque en algunos casos como en el caso de México abarca nada mas lo que sería la etapa que le sigue a primaria, son los 3 años que le siguen a los 6 años de primaria. En otros países, tal vez en la mayoría, la secundaria abarca hasta la edad de 15, 16 hasta 17 años y allí se le sigue a la educación superior. México establece un caso excepcional porque tiene educación media baja que es la secundaria y media superior que es el bachillerato.

Dicho esto, yo creo que viéndolo a muy grande rasgos uno de los desafíos de la secundaria, de la enseñanza secundaria o enseñanza media, si ustedes lo quieren llamar así en América Latina, es alcanzar, como le digo, una secundaria con sentido para los jóvenes. Creo que todavía la secundaria trae muchos resabios, por decirlo así, de su historia que empezó hace muchos años como un mero aprendizaje, digámoslo así, previo a la educación superior, incluso desde su creación como área propia.

En México como en otros países siguió siendo más que nada una preparación para la educación superior, era una etapa propedéutica. Y fue después que vino adquiriendo su carácter propio, como un diseño propio para los intereses y las necesidades del famoso adolescente o el joven. Pero yo creo que la especialización de los contenidos y asuntos que se da entre la primaria y de la secundaria es tan fuerte que de repente el niño, el joven que ha tenido en la mayoría de los casos un solo maestro para todas las asignaturas hasta el sexto grado, de repente cambia a una escuela que es generalmente más grande donde le toca tener cinco, hasta diez, once maestros dentro de una sola semana de clase de distintas asignaturas.

Esta especialización de los contenidos y la fragmentación del currículo y del mismo personal de la escuela que enfrenta el alumno hace que a veces se pierde ese sentido que va a adquirir y todavía tiene resabios de esa formación propedéutico con un énfasis en los contenidos de las distintas ramas, las asignaturas como se dice.

Entonces, la secundaria es un espacio donde cada vez más debe ser, y estos nos lo dicen los documentos de la política pública de la última reforma, debe ser una escuela para el adolescente, para la formación de habilidades muy amplias para ejercer la ciudadanía democrática, para adquirir una gran gama de habilidades y de conocimientos, pero sigue habiendo en la práctica una sobre especialización algunas veces de los maestros y desde la misma visión de los docentes.

Eso que se les imparte a los jóvenes y la secundaria está como suspendida entre esa formación integral para la vida que es lo que se quisiera y una formación propedéutica para la educación superior. Yo creo que eso sigue siendo todavía una gran problemática para la secundaria.

LB:  Tú trabajas el tema de la construcción de ciudadanía en el bachillerato. Sin embargo hay personas que cuestionan la tardía politización de los jóvenes hoy en día, hace unas décadas muchos nos politizamos en el bachillerato que era la forma de entrar a la ciudadanía. Comenzamos a tener una opción política, es decir, comenzábamos a ser ciudadanos. Hoy en muchos caso, salvo la experiencia chilena, en algún nivel en México lo jóvenes del bachillerato parecieran que han prolongado más bien su infancia  y dedicados mucho más a los aprendizajes que ha politizarse y actuar políticamente. ¿Cómo valoras eso en la construcción de ciudadanía, en esa nueva realidad de expectativas  precarias de politización de los jóvenes?

BL:  Es una pregunta muy interesante, porque si bien es cierto que se puede hacer digamos, una educación para la ciudadanía democrática, muchas veces se despolitiza este tipo educación, lo vemos por ejemplo cuando se pone un fuerte énfasis en la educación para la paz, cuando la educación para la ciudadanía democrática abarca muchas ramas, muchos enfoques como la educación para los derechos humanos, la educación para una conciencia del medio ambiente y la importancia de cuidar el medio ambiente diferente, la educación para conocer el proceso electoral y las ramas y los poderes del gobierno. Todo esto abarca el concepto de la educación para la ciudadanía democrática, sin embargo, muchas veces se maneja muy cuidadosamente evitando precisamente los temas a veces más politizados, más apremiantes, de más urgencia para los jóvenes como por ejemplo cuestiones de la equidad, cuestiones de la economía política de una país y quiénes son los que se favorecen por una política de recaudación de impuestos, por ejemplo y yo creo que ese es un punto muy controvertido, porque creo que los maestros si tienen la responsabilidad de abordar esos temas sobre todo a nivel de bachillerato.

Yo, de verdad trabajo más a nivel secundario que son los adolescentes que están entre 13 y 16 años. Es el nivel con el que más trabajo. En México el bachillerato es el nivel donde están los jóvenes de 15, 16 y 18 años  más o menos. Entonces, están justo al punto de ya tener el derecho del voto y ya entran a tener todos los derechos legales que tiene un mayor de edad.

En el caso de la secundaria mexicana son jovencitos de 13, 14 y 15 años y están todavía de varios años. Dicho esto, yo creo que muchos de los docentes por la misma presión de los padres de familia o por el director soslayan las grandes controversias políticas porque creen que se les va a ir de la mano o que precisamente se van a convertir  a los alumnos en activistas, van a salir a la calle en protesta y se le va a echar la culpa al docente, de haber promovido todo aquello.

Siempre es un riesgo, pero yo creo  que hay una forma de abrir al debate a estas cuestiones que son realmente políticas propiamente y que traten cuestiones de equidad de acceso, de derechos, de una manera que los alumnos lo vivan, que no solamente lo debatan como un asunto aislado, un asunto abstracto, sino ver como lo están viviendo y que a partir de eso, incluso recomendar ciertas acciones y protestas, pero siempre dentro de un encausamiento responsable de la acción.

 LB:  Precisamente a partir de  lo último que dijiste, nuestra generación tenía un tema, se politizaba, construía ciudadanía del bachillerato, pero peleaban en la calle, es decir aprendían que era la democracia en el aula de clases y salían a pedir democracia en manifestaciones de calle. No vivía la democracia en el liceo. La diferencia con las nuevas generaciones es que no quieren postergar la utopía. Quieren que si se le enseña democracia vivir la democracia en el liceo, no solo en la calle. Y ahí hay un enorme desafío, en centros educativos que todavía no lo estudiante, no tienes mayor participación en la elaboración del pensum, en la elección de las propias autoridades en el centro educativo, en la definición de prioridades. Entonces, quizá el mayor desafío con respecto a la ciudadanía tiene que ver que no se les enseñe como van a vivir la democracia  cuando sean adultos, sino que vivan ya la democracia en su propio liceo.

BL:  Claro, estoy totalmente de acuerdo. La ciudadanía democrática trae consigo responsabilidad de resolver los conflictos de manera pacífica; es necesario manifestar y manifestar fuertemente, pero siempre con métodos no violentos. Cuando se pasa la violencia para mí, en mi concepto de la democracia, ya no es democracia. Entonces, es muy cierto lo que dice usted. La misma escuela debe ser un foro, un ambiente para ya ejercer la ciudadanía democrática y no de una forma simulada como suele pasar muchas veces en lugares en donde puedan existir prácticas de ese tipo. Durante muchas décadas en México ha existido la sociedad de alumnos, como en Estados Unidos, donde tenemos el gobierno estudiantil, en donde hay un presidente de la escuela y donde hay consejeros y todo, pero la verdad es que es un ejercicio muy limitado, hay votaciones pero a veces se duda de esas simulaciones porque los mismos maestros incurren en la dominación de los candidatos en lo que es la campaña que son muy controladas y limitadas, así como las propuestas de acción para mejorar las escuelas. Entonces, yo creo que se puede y se debe activar aún más lo que son las posibilidades reales y los pasos para vivir la democracia en la escuela como usted mencionó.

Hasta en el mismo currículo. Yo tenía aquí entre mis apuntes lo que quería yo enfatizar: la democratización, la política pública en el marco más general para elevar la calidad de la enseñanza secundaria en América Latina, es decir, que democratizar las políticas públicas implica que los gobiernos tienen que abrirse más hacia la opinión pública, aprovechar las nueva tecnologías que existen también para advertir las opiniones, las ideas y las sugerencias de todos, y abrir mas canales de comunicación de la sociedad civil y el gobierno. Y en la rama de educación sobre todo esto quiere decir que no solo hay que involucrar a los maestros y a los padres  y familia, sino a los mismos alumnos.

Tenemos las prácticas de las famosas consultas que se han hecho muchas veces para crear una nueva reforma, pero se dice y se piensa muchas veces que estas consultas son simulaciones, que son un número de ejercicios simbólicos para que las autoridades puedan decir que si participaron los maestros, si opinaron. Pero, finalmente, cuando sale la reforma, o el nuevo currículo, el maestro dice, “yo no encuentro mi sugerencia, parece que esto todavía se la ingenió alguien detrás de un escritorio”, como comúnmente se dice. Entonces, yo creo que realmente existe la oportunidad y la necesidad de democratizar el mismo proceso de hacer políticas educativas y hacer currículo.

Y los jóvenes que muchas veces les han apartado por precisamente llamarles adolescentes como menciono en el artículo, la misma palabra lo dice “adolescente” quiere decir que adolescen de algo. Lo que adolescen es de responsabilidad, madurez, pleno conocimiento, mayoría de edad, lo que usted quiera. Yo creo que por eso estoy un poco peleado, como decimos en México, con esa palabra “adolescente” porque nos desvían la mirada hacia lo que no tienen los jóvenes y de alguna manera no podemos apreciar lo que si pueden aportar.

Entonces, yo creo que los mismos jóvenes deben tomarse en cuenta para la formación del currículo que ya no son como receptáculos vacíos, nunca lo fueron. Pero ya no lo podemos concebir como receptáculos vacíos para depositar los conocimientos que nosotros los adultos hemos decididos que son importantes.

Que ellos mismos tienen sus propias experiencias, sus propias visiones, lógicamente están madurando, no se les puede dar toda la autoridad, no podemos decir que ellos ya son las autoridades orgánicas de una escuela y pueden hacer lo que se les dé la gana. Dentro de cualquier entidad, organización democrática siempre existe una estructura de autoridad legitima y en la escuela también, pero esa autoridad se tiene que seguir legitimando con razones. Esto lo menciono en el trabajo también muchas veces: antes la autoridad del director, del maestro era una autoridad impuesta: nosotros somos maestros y porque somos maestros o porque soy director me van a obedecer y me van a escuchar y van a hacer los que se les pida.  Ahora digo, en la nueva generación que estamos viviendo y la nueva democratización que estamos viviendo, ya no podemos recurrir a ese pedido sencillo de respetar la autoridad. Yo creo que la autoridad adulta de cualquier plantel escolar, de cualquier sistema educativo se tiene que seguir legitimando con sus acciones y con sus razones, y con ello se les puede convencer a los jóvenes. No son tan despistados que no pueden reconocer una autoridad legítima que realmente se preocupa por su bien y que está intentando encausar sus intereses, y atender a sus inquietudes.

LB: A pesar de que hemos logrado metas significativas a nivel internacional en la región sobre la cobertura en el caso de la educación primaria, y que en buena parte de los países, incluso en las metas de educación para todos hoy están orientadas a coberturas con el bachillerato, también es cierto que el gran momento en el que surge la deserción escolares en bachillerato y en el comportamiento de la tasa de escolarización hasta el sexto grado, hasta que termina la primaria y cuando comienza el bachillerato comienza la expulsión y pareciera que hay dos variables. Una tiene que ver que el hecho de la escuela, en este caso el liceo, no es atractiva para los jóvenes. O sea, algunos decimos que incluso es muy lenta, el liceo comienza a ser muy lento para la velocidad cultural de los jóvenes, o sea los niveles de aprendizajes, de la apropiación de la realidad, es muy lenta la educación frontal. Y por otro lado, es concebida, como tú decías como un propedéutico de la universidad en la que pareciera que el propósito es que los muchachos pasen 5 o 6 años en el bachillerato para que luego lleguen a estudiar 5 o 6 años más en la universidad. Y algunos jóvenes simplemente eso les parece muy largo, les parece 10 años, 12 años, una tarea muy larga. Y prefirieran al parecer tener algunas habilidades o competencias  para el trabajo. Entonces, hay un desafío enorme en configurar el bachillerato también como una etapa que amerite para el trabajo, y ahí también hay que volver a rejuvenecerse porque las viejas escuelas técnicas se forman pareciera para lo que hoy son trabajos artesanales o trabajo de maquila, pero por ejemplo, yo no conozco experiencias donde se estén dando bachillerato en video juegos, en programación de video juegos que no solo habilita en el trabajo porque también se vinculan a la expectativas de los muchachos.  ¿Es esto un desafío en la educación del bachillerato?

BL:  Claro, es un gran desafío. Yo creo que hay que tomar en cuenta las famosas oportunidades de costo, o los costos de oportunidades, mejor dicho, que en el caso de los estratos sociales, que son los más necesitados y en donde siempre existe sino la necesidad de que el joven salgan a trabajar varias horas al día para ayudar a la comunidad familiar, existe ciertamente la tentación de desertar, porque si la escuela es un lugar de aburrimiento, de obligación, que no se le un sentido realmente pertinente a la vida inmediata del joven, para quien es muy dudoso seguir en la educación superior, entonces, lógicamente va a buscar la salida la escuela.

Entonces, yo sí creo muy en la polimodal, en el bachillerato general. Creo que está bien si se divide la enseñanza en técnica, en la general  como en el caso de México o en muchos otros países que están las secundarias generales, las secundarias técnicas, pero lo que me gusta del sistema mexicano es realmente que hay poca diferencia entre lo que es la  secundaria técnica y la general. Prácticamente tienen el mismo currículo, tienen las mismas horas. Mas que nada la secundaria técnica se le alarga un poco el día porque pueden pasar varias horas más en los talleres, las manualidades, los talleres técnicos. Pero, los alumnos de una secundaria técnica tienen que pasar por las mismas horas de las otras asignaturas como cualquier otro estudiante.

Yo abogaría por un sistema así, porque creo que se le puede poner demasiado énfasis en una formación técnica donde se relega un poco estas cuestiones de la participación en la vida democrática, el racionamiento crítico, la apreciación de la cultura y el arte. Otras cuestiones que se deben seguir aprendiendo y que realmente no chocan, no entran en conflicto, no hay ninguna contradicción con una educación técnica donde el joven pueda salir dominando un oficio. No existe una contradicción. Debe haber bastante tiempo para abarcar una educación técnica y una educación más amplia.

Y dicho de otra forma, yo creo que también le hace mucho falta a los jóvenes que si piensen que van a seguir hasta estudiar alguna rama profesional en la educación superior, que deben tener también una educación técnica, que debe tener también una educación manual. Debemos redondearnos a todos. A veces yo creo que hay demasiada especialización y que se desaprovecha la escuela y la forma de conseguir esa formación más integral, más completa.

Dicho esto, lo que usted menciona sobre la rapidez digamos de la enseñanza y un choque entre el ritmo de trabajo y de las expectativas de lo que es enseñar y trabajar, es muy cierto, y creo que es un punto medular en la reformas de la escuela cuando nos referimos a una secundaria con sentido. Es buscar un acercamiento entre lo que yo llamo una cultura estudiantil, o la cultura de los jóvenes, la cultura juvenil y la cultura escolar, donde hasta ahora sigue habiendo un combate.

Salen hasta las metáforas militares a veces en el discurso de los docentes y las autoridades educativas de que estamos batallando contra los video juegos que son vistas como una influencia nociva para los jóvenes. Estamos en contra de la televisión, de los videos, porque son imágenes a veces que no mas intentan excitar pero que realmente no sirve para educarlo.

Yo tengo un concepto un poco más abierto, digamos que creo que hay temas e influencias que vienen de los medios de las nuevas tecnologías que se pueden aprovechar, que se pueden retomar dentro de la escuela para acercar a los jóvenes a los que es un conocimiento crítico, un conocimiento universal de la humanidad, de la historia, del arte, de la ciencia y demás. y que se tiene que seguir buscando ese puente entre los intereses y las tendencias que ya tienen los jóvenes que vienen de los influencias de los padres y los nuevos medios y lo que es la cultura escolar propiamente.

En lugar de rechazar tajantemente el maestro las malas influencias que vienen de afuera, los maestros tienen que conocerlas, tienen que empeñarse en conocerlos y no menospreciarlos categóricamente que es lo que es lo que sienten a veces los jóvenes.

Podría hablar mucho más de ciertos programas y abordajes en particular pero se nos puede acabar el tiempo. Hay experiencias y proyectos muy interesantes que a nivel mundial, en América Latina y en otras partes, donde se han mostrado que si se puede hacer ese vínculo, el puente en la nueva cultura juvenil y lo que es una cultura escolar  un poco tradicional que no es todo tan mal tampoco. Yo creo que hay mucho de lo que llamo la cultura escolar que debe seguir, que debe continuar.

LB:  Solo para reforzar lo que tú señalas, en los seminarios, en los foros que hacemos en Venezuela, en el País, cuando recorremos suelo preguntarles a los demás, a los docentes en general, “nómbrame las tres consolas de video juegos más importantes que hay”, y es asombroso, en el caso del 95% no las conoce. Conoce apeas una. Y eso demuestra de que hay una cultura con el dialogo intergeneracional bien fuerte, o se ni siquiera puede hacer referencia a su discurso a la herramienta que está usando el joven en su casa. Entonces es bien complejo.

BL: Sí. Casi toda la reforma secundaria, en América latina, han dicho que el nuevo propósito de la secundaria es, educar al alumno en su totalidad, lo que se reconoce a nivel de la política educativa. A nivel de discurso se reconoce que la escuela tradicional enfoca demasiado las asignaturas tradicionales de la escuela y que hay una especialización donde el maestro tiende a decir “yo soy maestro de matemáticas, yo soy maestro de ciencias naturales, yo soy maestro de ciencias sociales” antes de decir “yo soy maestro de los jóvenes”. O sea esta identificación con el conocimiento de la rama especializada y todas las nuevas reformas han dicho que tienen que usar un nuevo tipo de pedagogía centrada en el alumno y sus intereses, sus inquietudes. A veces se menciona incluso los adolescentes y sus necesidades propias, de la edad y todo eso, pero es en la práctica en donde vemos lo que implica  eso, que todavía estamos lejos de conseguir, porque yo creo que todavía en la formación docente, la formación inicial y la formación en servicio hay una contra tendencia que pone énfasis para medir la calidad de la educación por las famosas pruebas, y ¿ qué es lo que miden las pruebas? son los conocimiento meramente formales, de las ramas del conocimiento escolar. Difícilmente se miden por esas pruebas lo que es un crecimiento cualitativo de conciencia, de sensibilidad, de sentido de participación.

En fin, yo creo que también al mismo tiempo que digo que las mismas reformas ponen en primera plana el centrar el estudiante en la enseñanza, hay una contratendencia, digamos o una tendencia contradictoria y que eso, que pone mucho énfasis en los contenidos normales y las famosas pruebas y los exámenes estandarizados. Y yo lógicamente, como bien pueden ver me pongo más por el lado de centrar la enseñanza en el estudiantes, y eso implica que el maestro y el director tiene que ir mas allá de lo que son sus conocimientos de su propia formación y tienen que entrar al mundo del adolescente.

LB: Bradley, sin ser tremendista, yo considero que el punto neural de la crisis educativa está en el bachillerato y siempre se suele asociar o a la primaria o a la educación universitaria, descuidando ese segmento. ¿Por qué digo? Porque es cuando el joven está comenzando a ejercer sus ciudadanía, donde está comenzando a ver qué va a hacer, no ya como una meta lejana. Qué va a hacer entre los próximos 3, 4 o 5 años. O sea, comienza a tener la idea de corto plazo y ahí el tema del trabajo comienza  surgir.  A parte de todo lo que señalé anteriormente, el tema de cómo ve el mucho el  mundo del trabajo y la universidad.  Nuestras generaciones, partiendo de un supuesto en la configuración del mercado laboral que si yo llegaba a la universidad iba a tener un mayor sueldo que se abandonaba siendo bachiller. Hoy eso es relativo, es muy relativo y los jóvenes sacan cuenta, por ejemplo, los docentes estamos ganando según la región y el país entre 40 dolares y 5 mil dólares, eso significa que hay un promedio más o menos diario del sueldo de entre 4 y 150 dolares diario. El muchacho en la región, haciendo otros trabajos, abandonando incluso el bachillerato, pero están haciendo otros trabajos que no implica el pasar por el bachillerato y plantearse 10 años de universidad puede estar ganando entre 20 y 100 dolares diario.

Entonces, el muchacho dice, ¿para qué voy a estudiar diez años más si hoy en el presente puedo ganar mucho más que un profesional? Entonces, ahí es un desafío enorme vinculado al tema del trabajo y el tema como la salida corta del trabajo habilita realmente con sueldos que permita una intercepción real del joven con ese mundo laboral.

BL: Totalmente de acuerdo. Sin embargo, lo único que tal vez yo diferiría de la visión. Estoy totalmente de acuerdo que se tiene que atender la cuestión del mercado laboral y el mundo del trabajo y hacer que la educación sea relevante para el joven en ese sentido. Ya no se le puede convencer o pensar que la educación superior es la mejor ruta, eso bien lo sabemos. Sin embargo, volvería a otro punto y es lo de la formación para el trabajo que no tiene que ser meramente técnica, o sea tiene que ser una formación para el presente no para un futuro lejano. Tiene que ser una formación para un año o dos años más adelante, cuando salga del bachillerato, pero no solamente tienen que ser habilidades propias de algún oficio o de un trabajo, debe ser eso pero también deben ser habilidades para participar plenamente, críticamente en la vida democrática y para eso hay que saber escribir.

No hay que saber escribir tal vez ensayos lagos, de los que se darían para un curso de derecho a nivel universitario pero se debe trabajar la capacidad de orar, de narrar, de escribir, de pensar críticamente, de ser una consumidor critico de los medios, de saber cuándo los  anuncios comerciales no están excitando de una forma de las que deben hacer más consientes. Todo eso viene al caso de una educación más auténtica, más pertinente para el joven que salga a trabajar inmediatamente después de bachillerato

LB:  Bradley tu trabajas en tu ensayo el tema ético, pero en el caso de los jóvenes hoy hay un serio problema y una diferencia entre los llamados valores y la moral. O sea, la cotidianidad del comportamiento  moral, usa los códigos que acepta como válidos, como buenos son unos los que se les impone como valores en el sistema educativo les suelen parecer muy abstracto, muy como metas irrealizables, viven una moral y conocen unos valores. ¿Cómo romper esa dicotomía y lograr construir unos valores afianzados en una moral  cotidiana?

BL:  Bueno, yo creo que los tiene que vivir y los tienen que asumir y que la escuela es el lugar tal vez perfecto para hacer eso, si se organiza de una forma que lo propicie. Sabemos bien que a veces los mismos docentes, los mismos directores, las mismas autoridades traen sus propios fallos morales, digamos al medio de la escuela, se imponen de una manera autoritaria y luego los famosos valores que se están predicando ahí en la escuela, en el discurso se contradicen en la misma práctica, allí mismo en la escuela. Eso es muy grave. Eso lleva al joven a un cinismo frente a la vida pública porque va a creer que todo este discurso sobre los valores queda nada más en puras palabrerías como dirían en México, y no se respeta la práctica.

Entonces, ahí si es donde hay que tener un compromiso muy fuerte en la formación de valores en los mismos profesores y a las misma autoridades. Ellos son los que ponen el ejemplo y luego mas allá de eso, tienen que crear actividades y estructuras en toda la escuela que enseñen a los alumnos que pueden empezar a vivir y a formarse en esos valores. Los mismo alumnos pueden compararlo bien, digamos de ver ciertos valores en las escuelas  y luego ver otro tipo de valor o antivalor, si se quiere llamar así, afuera de la escuela. Un ejemplo muy fácil seria, el valor del trato de igual como un derecho humano del trato de igual género. De hombre y de mujer. Que los hombres y las mujeres debe tener los mismos derechos, se deben respetar igual, deben tener las mismas oportunidades asociadas para desenvolverse.

Ese es un valor que se predica mucho en la escuela, en las nuevas reformas, en México, Chile, en otras partes, donde se forma mucho énfasis en esto. Luego el muchacho sale a la calle, o sale simplemente a ver “tele” ¿y qué es lo que ve?  Ve al hombre dominar a la mujer, a  un hombre faltarle el respeto a la mujer, ve a su propio papá pegándole a su mamá. En fin, ve los ejemplos que entran en conflictos con los valores que están viendo en la escuela.

Pero se debe promover una reflexión crítica dentro de la escuela, precisamente sobre esos conflictos y esas contradicciones, de otra forma el joven va a tener que resolver internamente esos conflictos y puede ser que salgan del otro lado.

Un buen maestro siendo ejemplo de vivir esos valores, también puede alentar una reflexión crítica acerca de las contradicciones y donde se ve, cuales son los ejemplos de otros tipos de valores tal vez negativo para el bien de la sociedad que se está poniendo en práctica en otros ámbitos, o tal vez en la escuela, que es otro punto muy difícil. A veces los alumnos vienen con un maestro con quien tienen mucha confianza y dicen “maestro este otro maestro nos esta faltando mucho el respeto, hasta nos está pegando, nos está diciendo sobrenombres muy feos”. Esto me tocó a mi presenciarlo, entonces, a veces puede haber incluso un conflicto de colegas en el mismo plantel porque los jóvenes están viviendo otras contradicción entre los valores que se predican y luego el comportamiento de algún otro maestro.

Esto son casos difíciles donde a veces tiene que intervenir las autoridades e intentar concientizar a los maestros que realmente no están poniendo el buen ejemplo y viviendo de  sus valores.

LB: Bradley, para ir cerrando ya. Una pregunta concreta. En las escuelas hay elementos entre los cuales prefieren meter la cabeza como un avestruz, uno de esos es el tema de las redes sociales, en los últimos 10 años hemos vivido, una de ellas el “Facebook” por ejemplo. En buen parte de los adolescentes que participan en esa red social, dicen por ejemplo cuando se habla del tema de una relación, dice “relación abierta (difícil de explicar)”. ¿la escuela como aborda esa nueva realidad de la forma de entender el amor y las relaciones sociales de los jóvenes?

BL:  A veces hay contenidos muy controvertidos en las redes sociales, se habla de relaciones, se pueden llevar a un chisme que difama aunque tiene un efecto muy negativo de los jóvenes, entonces, es un tema donde hay que tener cierta apertura, como decimos antes:  la escuela no puede cerrarse o meterse la cabeza como una avestruz, como usted dijo. Tiene que atender la cuestión y ser conscientes de la existencia de estas redes y la importancia que tienen para la vida de los jóvenes, pero hay que tener cierto control al respeto. También hay que tener, vuelvo a decir, una conversación abierta donde también se sigue legitimando la autoridad del maestro y de la autoridad escolar al tener una reflexión abierta acerca de las posibles  consecuencias negativas de que hay ciertas relaciones o ciertas noticias que están circulando por las redes sociales salgan a la luz pública y puedan hacerles algún daño a un alumno.

LB: Para ir finalizando ya este contacto internacional. Bradley, me gustaría que le dirigieras a los maestros, a las maestras, a los profesores, a las profesoras venezolanas, y venezolanos, que están discutiendo sobre el tema de la transformación de los sistemas educativos venezolanos.

BL:  A los docentes venezolanos, a todos mis respetos. Yo creo que la docencia es y sigue siendo un profesión muy noble, desafortunadamente menospreciada hoy en día, cada vez más difícil, cada vez más apremiante. Yo les diría que le echen muchas ganas como decimos en México a la tarea de conocer a sus alumnos que pongan a ellos sus inquietudes a primera plana y que intenten de alguna forma encajar o vincular más bien, lo que es el currículo formal de la escuela, del sitio educativo con el currículo no formal que traen los jóvenes a las escuelas. Esa es la tarea que creo que es más apremiante y que nos dará más resultados a la calidad educativa.

LB: Gracias. Hoy estuvimos conversando desde Estados Unidos con el profesor Bardley Levinson quien es profesor investigador de la Universidad de Indiana. Gracias por compartir con nosotros Bradley, y hasta un próximo contacto.

Ver la entrevista en:https://youtu.be/3l-TfjsrQGA

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Venezuela: Universidad de los Hidrocarburos tendrá sede en Caracas y en otras 18 ciudades del país.

América del Sur/Venezuela/02.08.2016/Autor y Fuente:http://nodaluniversidad.am/

La Universidad Venezolana de los Hidrocarburos contará con una sede principal en Caracas y se expandirá por 18 ciudades del país donde haga vida la actividad petrolera, de acuerdo con la información suministrada por el ministro de Petróleo y presidente de Pdvsa, Eulogio Del Pino.

El funcionario habló ayer en el auditorio Guaicaipuro Rivas de Intevep, durante la graduación de la segunda promoción egresada de la maestría en Caracterización y Explotación de Yacimientos, impartida por esta nueva casa de estudios superiores.

La Universidad Venezolana de los Hidrocarburos ya cuenta con 450 cursantes y estará ubicada en la sede de Pdvsa en La Tahona, municipio El Hatillo de Caracas.
“Debe ser un centro internacional para el desarrollo de los hidrocarburos, donde propiciemos el desarrollo profesional de nuestros trabajadores”, enfatizó el titular de la cartera energética.

El ministro Eulogio Del Pino aprovechó la ocasión para invitar a los trabajadores de la industria petrolera que se encuentran en fase de jubilación, a incorporarse al cuerpo profesoral de especialistas en materia de hidrocarburos que compartirán sus conocimientos en la nueva institución educativa.

El rector de la Universidad Venezolana de los Hidrocarburos, Pedro Acuña, resaltó que el curso de posgrado en yacimientos impulsa la formación de la fuerza laboral para atender los depósitos de crudo nacionales, con énfasis en la Faja del Orinoco. 

Fuente: http://nodaluniversidad.am/venezuela-universidad-los-hidrocarburos-tendra-sede-caracas-otras-18-ciudades-del-pais/

Imagen: http://nodaluniversidad.am/wp-content/uploads/2016/07/recibidos.jpg

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Revolución Bolivariana y debates educativos para el cambio.

América del Sur/Venezuela/Fuente:http://www.rebelion.org/

Por: Luis Bonilla Molina.

De nada sirven las declaraciones de buena intención, ni los llamados públicos a impulsar la participación, si a la hora de desarrollar políticas revolucionarias para el cambio no garantizamos altos niveles de protagonismo ciudadano. Las discusiones limitadas a “sociedades cerradas” constituyeron un rasgo distintivo del modelo gerencial cuarto republicano.

Estas prácticas se sustentaban en la representación. En el caso del magisterio, las actuaciones excluyentes se complementaban con las apelaciones al profesionalismo docente. Desde esa perspectiva solo debían opinar respecto a las transformaciones educativas, quienes se habían “formado” en ello o, especializado en determinados campos disciplinares.

El ciudadano era considerado un eunuco pedagógico. Por supuesto esa castración ciudadana apuntaba a garantizar reformas de forma que no colocaran en peligro los intereses particulares. Excluyendo al ciudadano común de los debates pedagógicos trascendentes, desde la educación se contribuía al sostenimiento, entre otros vicios propios del Pacto de Punto Fijo, del clientelismo partidista y la elaboración elitesca de políticas públicas en educación. Contra ello, irrumpió la revolución bolivariana.

Desde nuestra perspectiva, estas premisas demandan en el presente, ampliar los marcos de participación, incluyendo a todos y todas los interesados en opinar respecto a la orientación del sistema educativo venezolano. Entendemos que desde Enero del 2002 hasta el presente, la conspiración imperial contra el modelo político de democracia participativa y protagónica contenido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), impidió continuar con los debates y esfuerzos que durante los tres primeros años de gobierno bolivariano se venían haciendo por construir consenso dialógico, respecto ala agenda educativa.

Pero, los contundentes triunfos electorales del 15 de Agosto y 30 de Octubre del 2004reconfiguran el escenario político nacional posibilitando la democratización amplia de los debates pedagógicos necesarios para construir unas políticas educativas auténticamente revolucionarias, tanto por su eficacia como por su legitimidad. CULTURAS ESCOLARES, PROYECTO PEDAGÓGICO NACIONAL Y REFORMA CURRICULAR, Entre los debates que en la actualidad exigen una amplia participación, están los temas asociados al currículo, la didáctica en procesos, la evaluación cualitativa, la verdadera transdiciplinariedad, los discursos hegemónicos y la educación liberadora, la recuperación de la memoria histórica local y el pensamiento pedagógico venezolano, el modelo gerencial de pirámide invertida y gobierno escolar comunitario, aristas todas asociadas al Proyecto Pedagógico Nacional.

Aspectos que deben ser valorados desde la visión sistémica, en cuya perspectiva se hace necesario reconocer y estudiar los alcances del Proyecto Educativo Internacional. El texto que hoy tienen en sus manos tiene el propósito de contribuir al relanzamiento de los debates pedagógicos inherentes a la revolución Bolivariana. Considero que es una buena hora para ello.

En este libro abordamos solo algunas de las agendas temáticas para el cambio: Proyecto Educativo Internacional y su relación con el Proyecto Educativo Nacional (PEN); construcción del Proyecto Pedagógico Nacional a partir de las definiciones del Proyecto Educativo Nacional; Reforma Curricular desde la localidad (escuela, comunidad y el niño); construcción compartida de consenso discursivo, entre otros temas. Nuestros argumentos, postulados y definiciones no pretenden hegemonizar el debate, sino presentar un cuerpo coherente de propuestas sistémicas para avanzar de manera sostenida en la transformación del sistema educativo venezolano.

Desde la Colección EL NUEVO MAESTRO VENEZOLANO continuamos generando propuestas y posiciones para alimentar las discusiones educativas para la transformación, tarea que iniciamos en el año 1999. Nuevas publicaciones y debates estaremos promoviendo en los próximos meses y años. Esperamos que en ésta oportunidad reciban la mejor acogida por parte de la sociedad venezolana.

Fuente: http://www.rebelion.org/docs/10033.pdf

Imagen: http://image.issuu.com/130713004510-f6a19827edce714ee155206dcd172913/jpg/page_1.jpg

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