Page 12 of 76
1 10 11 12 13 14 76

Cepal advierte sobre deterioro del medio ambiente en la región

América Latina/13-08-2021/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv

Bárcena alertó que el presupuesto destinado a la gestión medioambiental cayó en un 35 por ciento en el último año.

La secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, alertó este miércoles sobre el deterioro medioambiental en la región, fundamentalmente de las superficies boscosas y la necesidad de políticas más eficaces para la protección de este.

El último informe publicado por la Cepal señala que la región alberga 23 por ciento de la superficie boscosa mundial y advierte que entre 1990 y 2020, la proporción de cobertura boscosa disminuyó sistemáticamente desde un 53 a un 46 por ciento de dicho territorio.

Asimismo, el documento puntualiza que a inicios de la década de los 90 el área boscosa de la región alcanzaba unos 1.070 millones de hectáreas, para 2010 se había reducido hasta 960 millones y al 2020 disminuyó hasta 932, lo cual implica una pérdida de 138 millones de hectáreas.

Causas como nuevos usos de la tierra para agricultura, silvicultura y ganadería; y en menor medida, la expansión de las ciudades, así como la construcción de carreteras asociadas a actividades económicas variadas, incidieron en la disminución de la superficie cubierta por bosque natural en 150 millones de hectáreas, lo cual representó una reducción del siete por ciento en la cobertura forestal.

Esta tendencia se sostiene debido a descensos crecientes en los últimos 30 años de grandes países boscosos como Brasil, que alberga el 53.3 por ciento de los bosques de toda la región, y ha perdido 92.3 millones de hectáreas, al punto de convertirse por primera vez, la Amazonía en un emisor neto de gases de efecto invernadero.

Bárcena también alertó sobre la caída de los presupuestos destinados a la protección ambiental, con una caída del 35 por ciento en 2020 respecto a 2019; y apenas un 0.2 por ciento del Producto Interno Bruto de los países destinados a solventar este problema.

“De los 14.6 billones destinados por las 50 economías más grandes del mundo a la recuperación verde en 2020, solo el 2.5 por ciento se emplearon realmente en función de materializar dicha recuperación”, detalló Bárcena.

Añadió también la necesidad de “hacer valer los preceptos del Acuerdo de Escazú, mecanismo implementado en la región para proteger a los defensores del medio ambiente y avanzar en la información y acceso a la justicia ambiental”, concluyó.

Según el último informe de Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2020, el área total de bosques en el mundo es de 4.060 millones de hectáreas, correspondientes al 31 por ciento de la superficie total de la tierra. Más de la mitad se concentra en solo cinco países, siendo Brasil el segundo que más bosques alberga.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/cepal-advierte-deterioro-medio-ambiente-region-20210811-0029.html

Comparte este contenido:

Embarazo temprano frustra el futuro de las niñas en América Latina, según estudio

Embarazo temprano frustra el futuro de las niñas y adolescentes en América Latina.

La tasa de embarazo temprano en América Latina es una de las más altas a nivel mundial. Con las medidas de confinamiento y aislamiento social, debido a la emergencia sanitaria, este indicador se ha agravado, provocando severas repercusiones para las niñas y adolescentes de la región, en especial, en el cumplimiento de sus derechos, como el acceso a la educación y su desarrollo personal y profesional.

La directora Ejecutiva de Plan International en las Américas, Débora Cóbar, advierte que todavía no existen cifras actualizadas a la fecha sobre esta problemática. Sin embargo, ratifica que, mientras dure la pandemia, el indicador irá en aumento.

En el caso de las niñas menores de 14 años, es importante señalar que los embarazos no solo son de alto riesgo para la salud de las niñas, sino que también son el resultado de la violencia sexual. Estos abusos sexuales hacia las niñas se comenten en la mayoría de las ocasiones en su entorno más cercano.

Por ello, las medidas de confinamiento colocaron a las niñas en una situación de enorme vulnerabilidad ya que no solo estuvieron encerradas con sus posibles agresores, sino que vieron limitada su capacidad de pedir ayuda y se vieron alejadas de espacios de protección como las escuelas.

En cuanto al embarazo adolescente “La pandemia limitó tres factores que eran decisivos en la lucha contra el embarazo: el acceso a los sistemas de salud, el acceso a información sobre salud sexual y reproductiva y el acceso a servicios de asistencia. Los gobiernos de la región deben focalizar sus esfuerzos en subsanar estas falencias, para evitar que se pierdan todos los avances registrados en la erradicación de esta problemática”, enfatiza Débora Cóbar.

El informe Consecuencias Socioeconómicas del Embarazo Adolescente para Seis Países en América Latina —que incluyen a Argentina, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Paraguay—, realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y presentado en 2020, reveló que alrededor del 18% de los nacimientos en la región corresponden a madres menores de 20 años de edad.

En la experiencia de trabajo de Plan International en comunidades de 12 países de América Latina y el Caribe, el embarazo temprano es una problemática multidimensional, que tiene gravísimas consecuencias para el futuro de las niñas y adolescentes de la región.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, las complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto son la principal causa de muerte de las niñas de 15 a 19 años en todo el mundo.

“Los riesgos que enfrentan las niñas, en la actualidad, son mucho mayores en el contexto de la pandemia, debido a las implicaciones que puede representar un embarazo”, señala Débora Cóbar.

Si bien es difícil encontrar datos sobre algunas implicancias graves del embarazo temprano, sí hay certeza que estos también provocan importantes consecuencias para la salud mental de las niñas y adolescentes, más cuando son fruto de la violencia sexual. Además, pueden tener también importantes afectaciones en su salud física a largo plazo, más todavía en los casos de niñas menores de 14 años.

Organismos internacionales estiman que cada año más de 1,5 millones de madres adolescentes dan a luz y dos tercios de ese total son el resultado de la falta de información para prevenir el embarazo o por violencia sexual.

Este indicador repercute directamente en el acceso a educación y oportunidades profesionales de las niñas y adolescentes a largo plazo. Ante la falta de apoyo económicos y de cuidado una vez que han sido madres, un gran número de ellas se ven en la obligación de renunciar a la posibilidad de continuar su formación educativa.

En caso de incorporarse al mercado laboral, esta incorporación en la mayoría de los casos se da en el mercado informal con todo lo que ello implica, mayor precariedad, menor remuneración, menor acceso a servicios sociales entre otros.

Como parte de su estrategia para transformar esta realidad, Plan International ha desarrollado proyectos de prevención, en alianza con instituciones locales, como “Zonas Libres de Embarazo” (Ecuador) o “¡Cero embarazos antes de los 20!” (Nicaragua), cuyos resultados son alentadores para erradicar esta problemática.

Fuente: https://amprensa.com/2021/07/embarazo-temprano-frustra-el-futuro-de-las-ninas-en-america-latina-segun-estudio/

Comparte este contenido:

47 estudiantes de 17 países participarán en la 22ª versión del Programa de Estudios Avanzados en Economías Latinoamericanas de ELADES-CEPAL

47 estudiantes de 17 países participarán en la 22ª versión del Programa de Estudios Avanzados en Economías Latinoamericanas de ELADES-CEPAL

Más de 300 jóvenes de 21 países postularon al curso de formación para alumnos de posgrado, que se desarrollará entre los meses de julio y septiembre de 2021 en modalidad virtual.

Cuarenta y siete estudiantes provenientes de 17 países del mundo participarán en la vigésima segunda versión del Programa de Estudios Avanzados en Economías Latinoamericanas de la Escuela Latinoamericana de Estudios del Desarrollo (ELADES) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que se realizará entre el 14 de julio y el 5 de septiembre de 2021 de forma virtual.

A esta edición del Programa postularon 331 personas de 21 países de todo el mundo. Los 47 estudiantes seleccionados provienen de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, India, Italia, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

El Programa de Estudios Avanzados en Economías Latinoamericanas (ex Escuela de verano) se creó en el año 2000 y desde entonces han participado más de 500 estudiantes de 35 países y de diferentes universidades del mundo. Las clases, en español e inglés, son impartidas por investigadores que integran el personal de la CEPAL y por prestigiosos profesores de diversas universidades, tanto de América Latina y el Caribe como de otras regiones del mundo.

Se trata de un espacio plural de pensamiento que promueve la discusión, reflexión, generación e intercambio de ideas sobre los problemas latinoamericanos, con base en los aportes especializados de las distintas divisiones de la CEPAL y los avances en la frontera de la investigación académica.

De esta manera, la CEPAL busca mantener su vínculo con los estudiantes de dentro y fuera de la región y aportar a su formación, pese a las restricciones impuestas por la pandemia.

Fuente de la Información: https://escuela.cepal.org/es/noticias/47-estudiantes-17-paises-participaran-la-22a-version-programa-estudios-avanzados-economias

 

 

Comparte este contenido:

América Latina: realidad socio-cultural

Lisbehet Dubravska Torcatty

Tesista del doctorado en Cultura y Arte Latinoamericano.

UPEL

 

(Contextualización desde la realidad histórica hasta la actualidad).

América latina y el Caribe es ante todo una realidad socio-cultural. Antes de 1492, había en la región una inmensa diversidad de culturas que se manifestaba en una gran variedad de formas de vida y, desde luego, de idiomas religiones y prácticas estéticas.

Constituía una especie de gigantesca área cultural que lamentablemente interrumpió su curso autónomo cuando en 1492 comenzó la invasión europea. Para ese entonces teníamos una serie de civilizaciones originarias, algunas de gran complejidad cultural y política, que a veces se extendían sobre territorios mayores que los que ocupan hoy nuestros estados nacionales. El imperio incaico ocupaba gran parte lo que es actualmente Perú, Ecuador, una parte de Bolivia y una parte de Colombia. El imperio azteca dominaba lo que es hoy parte de Estados Unidos, México y regiones de Centroamérica. Los Caribes vivían en el arco entre los dos trópicos, de Cáncer y de Capricornio, desde unas islas muy al norte de las costas de Florida hasta la profundidad el macizo amazónico en Brasil.

Pero estas civilizaciones no sólo ocupaban extensiones territoriales muy grandes; llegaron a ser muy complejas.

Al llegar los invasores europeos en 1492, en poco más de medio siglo, se establecen desde el Cabo de Hornos hasta gran parte de América del Norte bajo

el control primordial de tres imperios marcados profundamente por la religión y los afanes expansionistas. El español y el portugués, católicos, y el inglés, protestante.

Las culturas de los pueblos originarios fueron destruidas concienzudamente por la acción de la conquista europea, tanto las de tecnología más sencilla hasta las más complejas. Donde llegaron los invasores europeos en América del Norte el procedimiento   preponderante fue el genocidio. En lo que ahora es Estados Unidos literalmente arrasaron con los indígenas, quedando unos pocos encerrados en reservas, desnudos de su vida primigenia, de su cultura y de su dignidad como seres humanos.

En donde pusieron su pie los españoles y portugueses, también se dio este genocidio aunque hubo un importante mestizaje al cual se le añadió la presencia de los africanos negros forzados como esclavos. Este mestizaje no solo fue de carácter genético, sino también cultural, patente en las numerosísimas expresiones culturales que se extienden por nuestros países.

Perduran desde luego muchos idiomas originarios y se han creado lenguas nuevas, como el garífuna y el papiamento, pero lo esencial de lo que llamamos América Latina y el Caribe es que en su gran mayoría sus habitantes pueden comunicarse de un extremo a otro de la región mediante dos lenguas romances muy parecidas. A esto hay que sumar que los imperios creados por la corona española y la de Portugal imponen la unidad religiosa mediante la prédica del catolicismo. Esto no niega el hecho de que subsistan cultos originarios, a veces en su forma inicial, a veces insertos en los rituales católicos, ni tampoco desconoce el hecho de que han aparecido religiones producto del sincretismo cultural del cristianismo, religiones africanas y la cosmovisión indígena, como el vudú, la santería o el culto de María Lionza, y muchas otras.

La lengua y la religión aproximativamente comunes implican asimismo una cierta comunidad cultural, hay un parecido de familia entre todos los pueblos y naciones de América latina. Ahora bien, lo que llamamos el Caribe representa una situación peculiar porque si bien los fundamentos culturales de lo que hoy denominamos América Latina muestran la impronta de la conquista de dos imperios, España y Portugal, en el Caribe hubo una sucesión de oleadas de conquistadores aventureros, por una parte franceses, luego ingleses, luego holandeses, incluso daneses.

Esta arremetida se manifestó en el exterminio casi total, o total en algunos casos, de las etnias originarias, siendo sustituidas casi completamente por esclavos forzados traídos de África que modificaron radicalmente la estructura demográfica, étnica, cultural y económica de las poblaciones originarias.

Como resultado, hay islas caribeñas que son de habla inglesa, francesa, holandesa. Se da el caso de islas compartidas con diferencias notables como La Española en el que conviven una fracción hispanohablante, la República Dominicana, y otro francófono, Haití. Se repite esto en una pequeña isla llamada en el Norte Saint Kitts porque allí fue invadida por los ingleses, quienes impusieron el inglés, y llamada en su parte Sur Saint Christophe, porque fue invadida por franceses, quienes impusieron el francés. Según señalamos, en el Caribe han surgido también lenguas nuevas o mestizadas, como el garífuna, el creole y el papiamento. Entonces, la variedad caribeña es mayor por esa diversidad de potencias coloniales, y por la geografía insular, que dificultaba la comunicación entre las islas y por tanto la fusión de rasgos culturales.

Por otra parte en el Caribe es mayor que en otros sitios de América latina la presencia africana, porque el Caribe fue dedicado, tras esa primera oleada de asaltos, a la agricultura de plantación en lo que fue llamado después el “Imperialismo Verde”. Para eso se cometieron secuestros masivos de africanos que fueron luego vendidos como esclavos.

Por ello en el Caribe es muy determinante la presencia africana, y también en las costas del Caribe venezolano, del Caribe colombiano y centroamericano, como en las zonas costeñas de Panamá y Nicaragua.

Así, cuando hablamos de América Latina y el Caribe nos referimos a una relativa mancomunidad multicultural que integran aproximadamente 400 millones de

habitantes que habitan sobre unos 20 millones de kilómetros cuadrados, que comparten un conjunto de valores comunes gran parte derivados de la cristiandad católica yen su mayoría hablan lenguas romances muy parecidas que son de muy fácil comunicación entre ellas, el castellano y el portugués. Se habla castellano desde el Sur de Estados Unidos y el Norte de México hasta la Patagonia.  Brasil comprende casi la mitad del territorio y la población de América del Sur, y el portugués de Brasil es muy fácil de entender para nosotros y gran parte de los brasileños cultos hablan castellano, deberíamos aprender esa lección y reciprocar estudiando y practicando el portugués (Britto García 2009).

Pero en las regiones que ahora llamamos América Latina había núcleos muy poblados, y a los invasores les convenía, más que aniquilarlos, explotar su trabajo. Entonces los mantuvieron con vida, y además trajeron africanos, y  el contacto y la posterior amalgama de sus culturas  fue forjando otra realidad que caracteriza a gran parte de América latina y del Caribe,  que es el mestizaje, no solo un mestizaje cultural, sino étnico entre los personas que venían de Europa, los indígenas y en algunos casos los africanos.

Ese mestizaje varia, desde luego. Darcy Riveiro (1988), clasifica las sociedades de América latina en tres grupos: las sociedades “testimonio”, aquellas donde prepondera la población indígena, y su cultura. En segundo, las sociedades “trasplantadas”, donde han ocurrido masivas migraciones europeas, que han tratado de lograr una copia de Europa, como es el caso en Chile, Argentina y Uruguay. Y en tercer lugar, habría las sociedades “nuevas”, en países donde hay un intenso mestizaje, y que tienen una mayor dinámica social, son más abiertos al cambio. Entre esos países estarían Brasil, Venezuela, Colombia las grandes Antillas del Caribe, como Cuba, República Dominicana, Puerto Rico y Jamaica. En estos sitios el mestizaje étnico y cultural creó sociedades nuevas, a diferencia de lo que ocurrió en Norteamérica, donde el genocidio fue casi total y la mayor parte de los pobladores, salvo los esclavos que trajeron después, fueron europeos o descendientes directos de éstos. Hay que señalar sin embargo que ala postre la gran migración de latinoamericano a Estados Unidos y la gran proporción de africanos determina que haya núcleos poblacionales de gran potencial demográfico expansivo. Así, en Estados Unidos la mayor minoría, valga la contradicción, es la delos hispanos es decir gente de cultura latinoamericana a quienes ellos les dicen hispanos aunque no sean españoles, pues  muchos son de origen brasileño o portugués,  pero discriminatoriamente los llaman hispanos.

Sobre esta realidad cultural preponderante en territorio tan vasto y con una población tan considerable han surgido grandes proyectos de integración y unidad. Casi no ha habido gran prócer de la Independencia que no haya forjado grandes proyectos de integración. El ejemplo emblemático por excelencia fue, y es, Simón Bolívar, quien tenía una extraordinaria visión continental y hablaba de una federación de países suramericanos. Otros de la misma época como San Martín o Artigas, compartieron esta visión, quizás sin la grandeza del genio del Libertador venezolano. Sin embargo, se puede decir que el pensamiento original partió de otro gran venezolano, Francisco de Miranda, quien ideó todo un programa para la unificación de Suramérica en un solo país denominado Colombia. Esa idea integracionista había estado latente durante mucho tiempo: Miranda también pensaba que al independizarse, América debía de crear una inmensa mancomunidad desde lo que era en esa época Nueva España o México, que comprendía buena parte de América del Norte,  hasta el Cabo de Hornos, en el Sur. Con tal fin Miranda proponía un incanato, que debía ser gobernado por funcionarios que él llamaba incas. En su primer plan eran especies de monarcas constitucionales, pero luego, en la segunda versión de su proyecto, eran funcionarios electivos.

La idea general fue tomada por Bolívar quien le da vida, en primer lugar, a la entidad Colombia, lo que hoy llamamos la Gran Colombia, en el Congreso de Angostura. En ella consolidó un gran conglomerados de pueblos con los territorios de lo que hoy son Ecuador, Colombia, Panamá y Venezuela. Posteriormente, visando a la integración de toda la región hispano parlante, convocó el congreso anfictiónico de Panamá para que los pueblos americanos decidieran sus procesos como un todo. Por influencia de Santander se invitó a Estados Unidos, cuya delegación hizo todo lo posible por sabotear el proceso. Esa ha sido la tarea de ese país hasta la fecha.

Otros grandes luchadores posteriores también han sostenido la idea de la integración, como por ejemplo José Martí, Augusto Cesar Sandino, quien también formuló un plan de unión continental.

Más recientemente en este siglo, líderes de gobiernos progresistas de la Región ensayaron nuevas modalidades organizativas en la que el objetivo era la unión de los países latinoamericanos, excluyendo a los poderosos países angloparlantes del norte, con una visión de cooperación y complementariedad. Hablamos de Nestor Kischner, Hugo Chávez (gran entusiasta con liderazgo internacional), Lula Da Silva, Rafael Correa, Fidel Castro, Evo Morales, entre los más relevantes. En esencia se trataba de una integración regional no subordinada mediante organismos libres de la tutela de Estados Unidos, donde éstos de hecho no participen.

Entre estas organizaciones regionales se encuentra desde la unificación de subregiones, como otras de carácter más socio político y económico, y otras de mayor envergadura (ALBA, Petrocaribe, Petrosur, Unasur, CELAC, etc.). Hoy estas experiencias se encuentran seriamente amenazadas por la avanzada de gobiernos conservadores de la Región.

Esta idea de integración latinoamericana y caribeña siempre   resurge, y es el centro de toda la discusión política sobre el destino de América latina. De hecho, la unión de América latina y el Caribe es un proyecto tan necesario y evidente, que el país del “destino manifiesto”, Estados Unidos, ha intentado supuestos proyectos integradores para uncirla a sus intereses. Así creó primero la Unión panamericana, luego la Organización de Estados Americanos, tan obediente a la potencia del Norte que ha sido calificada como el Ministerio de Colonias estadounidense.

Toda reflexión trascendente de América latina sobre su pasado su presente o su porvenir gira en torno a este tema: su posible integración en un gran bloque. El futuro dirá el destino de ese magno proyecto, que a pesar de las vicisitudes circunstanciales, cuando se logre definitivamente América Latina podrá ser una de las grandes potencias del mundo, erradicará las abismales diferencias sociales y mejorarán las condiciones de millones de personas. Imaginemos por un momento lo que sería, trabajando con un cierto grado de coordinación, esa población cercana a los cuatrocientos millones de habitantes operando sobre una inmensa extensión de unos 20 millones de kilómetros cuadrados, con los más grandes recursos naturales del mundo.

América Latina, a partir de su historia, ha devenido en una región única dentro de su diversidad. En lo étnico porque los pueblos originarios, aun después de su holocausto, mantienen su presencia cultural, social y genética, se han mestizado con los otros pueblos que convergieron en la región: los invasores y los esclavizados, o como decía el Libertador en la Carta de Jamaica: “no somos indios, ni europeos, sino una especie mezcla entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles”

En lo cultural, por las mismas razones: cada pueblo trajo las propias que se mantuvieron, se mezclaron, se integraron, generando esa riqueza cultural que se despliega en cada país, en cada región o localidad particular, algunas con rasgos altamente específicos y originales, otros más extendidos. La historia latinoamericana está llena de eventos heroicos, desde la resistencia de los indígenas contra las hordas invasoras, hasta la épica guerra de liberación del yugo imperial español. Y la lucha continua.

Resulta repetitivo la enorme influencia en la alimentación mundial como consecuencia de la exportación de nuevas plantas y animales para la alimentación, la salud. La rica biodiversidad de nuestro continente ha sido fuente de recursos, muchas veces extraídos en forma de expoliación, pirateada, abusiva, que han terminado en las sociedades europeas para su beneficio, y muchas veces los han devuelto a nuestra América como mercancía para vendernos lo que es nuestro.

Es pues América Latina una región original por su historia, por su cultura, y por la heroicidad de su pueblo, plena de recursos, generosa con ellos, pero maltratada por propios y extraños.

Referencias bibliográficas.

Brito García, Luis (2009). América Nuestra, integración y revolución. Tomo I. Corazón de las infraestructuras. Fondo cultural del ALBA.

Bolívar, Simón. Carta de Jamaica 6 de septiembre (1815). Kingston, Jamaica.

Carpentier, Alejo (2005). Visión de América. Fundación CELARG. Caracas Venezuela.

Ribeiro, Darcy, (1988). Dilema da América Latina. Estruturas de poder e forçasinsurgentes. Petrópolis: Vozes. Brasil.

Fuente: La Autora escribe para el Portal Otras Voces en Educación

Comparte este contenido:

OIT: Al menos 23 millones de personas han transitado por el teletrabajo en América Latina y el Caribe

América Latina y el Caribe/16-07-2021/Autor(a) y Fuente: www.ilo.org

Durante la pandemia el teletrabajo ha posibilitado la continuidad de negocios y empleos. Fue un salto inesperado hacia el futuro del trabajo que deja abierto un escenario de oportunidades y desafíos para la región, dijo hoy la OIT.

El teletrabajo irrumpió en los mercados laborales de América Latina y el Caribe como una manera de enfrentar las consecuencias de la pandemia COVID-19, permitiendo la continuidad de actividades en algunos sectores en el contexto de una caída devastadora de la actividad económica, con pérdida de empleo, caída de los ingresos y cierre de empresas.

Las estimaciones preliminares de la OIT indican que en el peor momento de la crisis, en el segundo trimestre de 2020, unas 23 millones de personas transitaron hacia el teletrabajo en la región. Al igual que en otros lugares del mundo, esta modalidad surgió como un mecanismo para garantizar la continuidad de ciertas actividades económicas y, con ello, de la relación laboral.

Una nueva nota técnica de la OIT difundida este martes, dice que en los países de la región donde existen datos disponibles entre el 20 y 30 por ciento de los asalariados que estuvieron efectivamente trabajando lo hicieron desde sus domicilios durante la vigencia de las medidas de confinamiento. Antes de la pandemia, esa cifra era inferior al 3 por ciento.

“La crisis causó una aceleración de tendencias en los mercados laborales, lo cual deja la sensación que junto a la situación dramática de la pérdida de empleo el futuro del trabajo se estuviera manifestando antes de lo esperado”, dijo el Director de OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro.

“El teletrabajo ayudó a amortiguar los impactos negativos de la crisis en los mercados de trabajo contribuyendo a la preservación de millones de empleos. Tras la recuperación seguramente seguirá siendo una opción y generando nuevas oportunidades, aunque está claro que aún está pendiente responder a desafíos tanto para los trabajadores como para las empresas que debieron implementarlo rápidamente”, agregó Pinheiro.

El informe destaca que aunque es muy temprano para predecir el alcance efectivo del teletrabajo, será necesario que los países y las sociedades estén preparados para asumir que esta modalidad llegó para quedarse, ya sea como una solución conveniente para algunas personas y empresas, o a través de la proliferación de formas híbridas que combinen trabajo en el establecimiento con trabajo desde el hogar.

El análisis de la OIT dice que si bien ya antes de la pandemia existía el trabajo desde el domicilio, este abarcaba principalmente a trabajadores por cuenta propia, o en situaciones especiales se combinaba con trabajo en el establecimiento, “pero en el contexto de cuarentena pasó, en mucho casos, a ser la modalidad exclusiva de trabajo”.

“Sin embargo, no todos los trabajadores pudieron hacer uso de esta modalidad. Fueron principalmente las personas asalariadas formales, con alto nivel educativo, con relaciones de empleo estables, en ocupaciones profesionales, gerenciales y administrativas, y por supuesto con acceso a las tecnologías necesarias para llevar a cabo sus tareas, quienes registraron los mayores aumentos del teletrabajo”, explicó Roxana Maurizio, especialista regional en economía laboral de la OIT y autora de la nota técnica “Desafíos y oportunidades del teletrabajo en América Latina y el Caribe ”.

El informe destaca que tuvieron mucho menor acceso al teletrabajo “los trabajadores informales, cuentapropistas, jóvenes, de menores calificaciones y de bajos ingresos laborales, quienes experimentaron las mayores pérdidas de empleo y de horas trabajadas, especialmente en la primera mitad de 2020”.

De acuerdo con Maurizio también es importante considerar que en una región caracterizada por estructuras laborales con baja intensidad global en el uso de TICs y con elevadas brechas tecnológicas “era esperable que la difusión de la modalidad de trabajo a domicilio y, en particular del teletrabajo, no fuera homogénea entre los diferentes grupos de trabajadores”.

Por otra parte, la especialista de OIT agregó que antes de esta crisis el teletrabajo era considerado como una alternativa para lograr mejor conciliación entre la vida familiar y la laboral, pero durante el cierre provocado por la pandemia la situación fue compleja pues además cerraron las escuelas y se incrementaron las demandas de cuidado.

“Esto afectó en forma especial a las mujeres, dado que las responsabilidades familiares siguen recayendo mayormente sobre ellas” , precisó Maurizio.

El informe destaca algunos aspectos relevantes que deben ser abordados para enfrentar los desafíos del teletrabajo:

  • Principio de voluntariedad y acuerdo entre las partes
  • Organización y tiempo de trabajo
  • Seguridad y salud en el trabajo
  • Equipamiento y elementos de trabajo
  • Protección del derecho de privacidad de los trabajadores
  • Dimensión de género y teletrabajo
  • El papel de los actores sociales
  • Relación laboral y cumplimiento de la legislación

La región ha reportado avances en materia de regulación del teletrabajo. Sin embargo, el aumento sin precedentes de esta modalidad de trabajo expuso una multiplicidad de desafíos que deben ser abordados”, dice el análisis de OIT. “Sin controles adecuados, el trabajo desde el domicilio podría derivar en relaciones laborales que no reconozcan la dependencia y, por lo tanto, en aumentos del trabajo independiente o en relaciones laborales encubiertas”.

Los temas de la seguridad social, del cumplimiento de las jornadas, de libertad de asociación, de acceso a la formación laboral, de salud y seguridad en el lugar de trabajo, entre otros, forman parte de los temas a considerar. La nota técnica destaca que para abordar estos temas es clave el diálogo entre gobiernos, empleadores y trabajadores.

“Desde la perspectiva de las empresas, la modalidad de teletrabajo también representa desafíos para garantizar la continuidad de las operaciones y mantener los niveles de productividad requeridos para su supervivencia” , agrega.

“Resulta fundamental considerar las lecciones aprendidas durante la pandemia”, dice la nota técnica de la OIT, pero también indica que para futuros análisis sobre este tema “se requiere contar con estadísticas oficiales que brinden información adecuada, comparable y actualizada” sobre el teletrabajo en América Latina y el Caribe.

Fuente e Imagen: https://www.ilo.org/americas/sala-de-prensa/WCMS_811302/lang–es/index.htm

Comparte este contenido:

Latinoamérica expresa su respaldo al pueblo y Gobierno de Cuba

América Latina/16-07-2021/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

El presidente cubano denunció que las provocaciones de los pequeños grupos pretenden crear un escenario de caos en la isla.

Gobiernos, movimientos sociales, políticas y organizaciones latinoamericanos expresaron respaldo al pueblo y Gobierno cubanos ante la campaña de desprestigio promovida por Estados Unidos (EE.UU.), tras los hechos de violencia del domingo en varias poblaciones del país.

Durante una alocución, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel rechazó el cerco mediático que se ha generado contra la gestión del Gobierno y las matrices que promueven la desunión en el país caribeño, que ha enfrentado por seis décadas las consecuencias del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto ilegalmente por EE.UU.

El mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, reiteró este lunes el respaldo incondicional de la nación suramericana a la isla caribeña, enfatizando que la mejor ayuda para ese pueblo noble es que EE.UU. levante el bloqueo.

 

Por su parte, el jefe de Estado de Argentina, Alberto Fernández, también expresó su respaldo al pueblo de Cuba, asegurando que «no hay nada más inhumano en pandemia que bloquear económicamente a un país».

«En las dos reuniones del G20 pedí que se terminen los bloqueos en el mundo, porque cuando a un país lo bloquean, lo que hacen es bloquear a una sociedad. Quien padece es la sociedad», dijo Fernández.

El presidente boliviano Luis Arce también expresó su «pleno respaldo al pueblo cubano en su lucha contra las acciones desestabilizadoras», al tiempo que resaltó que «cuanto más el Gobierno de Cuba avanza en la salud y la ciencia, más enfrenta la desinformación y el ataque extranjero».

Añadió que «los problemas en Cuba deben ser resueltos por los cubanos, sin ninguna injerencia, mucho menos de quienes mantienen un criminal bloqueo desde hace 60 años», en referencia a EE.UU.

El Gobierno de Nicaragua denunció y condenó la desestabilización y la agresión permanentes contra su par de Cuba, indicando que EE.UU. es el principal desestabilizador.

Además, recordó que Washington «no tiene ninguna autoridad moral para decir nada, cuando precisamente carga con toda la responsabilidad y culpa de todos los crímenes atroces, de odio y de lesa humanidad, que han cometido, y siguen cometiendo, contra los pueblos del mundo.

El secretario ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), Sacha Llorenti, condenó las acciones intervencionistas contra La Habana promovidas desde Washington.

Llorenti también rechazó los señalamientos del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en apoyo a acciones desestabilizadoras registradas en la isla caribeña.

Desde Argentina, la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba) condenó las acciones promovidas por EE.UU. para desestabilizar a Cuba.

«La Utpba está y estará como siempre junto a ustedes y el heroico pueblo cubano más allá de las palabras. Viva Cuba. Viva la Revolución», apuntó el texto, firmado por la secretaria general de ese colectivo, Lidia Fagale, y su secretario adjunto, Leandro Torres.

Académicos, políticos y activistas sociales colombianos manifestaron su solidaridad con el pueblo y el Gobierno de Cuba, ante las maniobras para intentar desestabilizar al país.

Por su parte, el presidente del partido colombiano Comunes, Rodrigo Londoño, manifestó su solidaridad con Cuba ante las agresiones promovidas por EE.UU. y su bloqueo criminal.

La exsenadora y reconocida activista Piedad Córdoba se unió a las expresiones de apoyo y solidaridad a Cuba y al Gobierno de su presidente, Miguel Díaz-Canel.

Desde El Salvador, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) rechazó la campaña dirigida a generar desestabilización en Cuba.

La formación de izquierda condenó, en un comunicado, la manipulación mediática para imponer una narrativa ajena a la realidad cubana, con el auspicio del imperialismo y la contrarrevolución.

El Movimiento de Amistad y Solidaridad Mutua Venezuela-Cuba y otras organizaciones repudiaron  los intentos desestabilizadores contra la Revolución Cubana.

‘Hace algunas horas, oportunistas y pregoneros del caos, salieron una vez más al escenario comunicacional con una supuesta preocupación por Cuba y pidiendo auxilio y libertad. Son las mismas voces sin eco en el corazón del noble pueblo cubano, que hace más de 60 años es víctima del bloqueo genocida impuesto por el imperio norteamericano’, refiere un comunicado del movimiento.

El grupo de solidaridad, el Movimiento de Integración y Emancipación de Derechos Humanos del Sur, la Asociación Civil Víctimas del Caracazo y del Terrorismo de Estado Cuarto Republica expresan que la principal ayuda que necesita Cuba es el levantamiento de las medidas coercitivas y unilaterales que intentan asfixiar al pueblo.

La Coordinadora guatemalteca de solidaridad con Cuba rechazó los intentos de desestabilizar a la isla caribeña y agradeció a su pueblo la ayuda en el área de la salud.

A juicio de sus miembros, el bloqueo estadounidense impuesto a Cuba por más de 60 años constituye un acto criminal y genocida condenado por la comunidad internacional en más de 27 ocasiones.

Junto con la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, capítulo Guatemala, condenan la actitud de grupos financiados por EE.UU. de acabar con la Revolución y dan gracias al Gobierno cubano por su apoyo con brigadas médicas en lugares intrincados de la tierra del Quetzal.

Por su parte, el Movimiento Nacional Amistad y Solidaridad mutua Venezuela-Cuba denunció también la campaña comunicacional con fines desestabilizadores promovida por EE.UU. contra la isla, en medio de la pandemia de Covid-19.

«Queremos alertar a los pueblos del mundo, que con el argumento de la ayuda humanitaria, se pretende implementar la vieja estrategia del Caballo de Troya, a los fines de incrementar la agresión contra el pueblo cubano», dice el comunicado.

A su vez, el Partido de los Trabajadores de Brasil manifestó su apoyo incondicional y solidaridad con el pueblo y el Gobierno cubano, «que durante seis décadas ha sido víctima de un bloqueo por parte de EE.UU., dañando las relaciones comerciales y diplomáticas del país con el resto del mundo».

«El pueblo cubano es la principal víctima de este largo y criminal bloqueo, quedando excluido de las condiciones regulares para una vida digna, que podría lograrse en una situación de normalidad», refiere el texto.

Los países miembros del ALBA-TCP también emitieron un comunicado para enviar «su total respaldo y solidaridad al pueblo y Gobierno de Cuba frente a continuas campañas de descrédito e intentos de provocar un estallido social para justificar una intervención externa».

En el documento aseguraron que estas acciones son organizadas y financiadas por el Gobierno de EE.UU., «que en la actual pandemia de Covid-19 ha recrudecido la política criminal e inhumana de bloqueo económico, comercial y financiero.

Por su parte, el Partido Comunista de Brasil (PCdoB) ratificó su solidaridad con el pueblo cubano al asegurar que «se enfrenta a una nueva ola golpista reaccionaria».

«El mundo entero sabe que la situación en Cuba es de resistencia y, precisamente, porque su Gobierno no se ha rendido al imperialismo en seis décadas, está siendo castigado con un criminal bloqueo económico que obstaculiza sus posibilidades de desarrollo (…) El Partido Comunista de Brasil, su dirección y su militancia, una vez más se puso del lado del pueblo cubano y en defensa de la Revolución», expresó.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/latinoamerica-respaldo-apoyo-pueblo-cubano-20210712-0001.html

Comparte este contenido:

Los derechos LGBTI+ en América Latina

Por: Bábraba Ester Moraña y Nery Chaves García

 

Varios países de la región han avanzado considerablemente en marcos legales y derechos para la comunidad sexo-género diversa. Aún así queda mucho por avanzar en esta materia.

 

Resumen ejecutivo

  • Los movimientos de la disidencia sexual, concretamente lo que hoy se denomina “movimiento LGBTI+”, en América Latina han buscado lograr su reconocimiento político y condiciones de igualdad jurídico-institucional con el resto de la sociedad, inicialmente desde los años 60, pero con mayor énfasis a partir de la década de los 80.
  • Una particularidad de los derechos sexuales en América Latina es que la secuencia de reconocimientos fue inversa a la europea: en América Latina varios de los derechos LGBTI+ se reconocieron antes que otros que específicamente reclama el movimiento feminista, como los derechos reproductivos.
  • Fue principalmente desde el inicio del nuevo milenio que América Latina, particularmente Sudamérica y México, avanzaron –no de modo homogéneo– en el reconocimiento de la gran mayoría de los derechos existentes en sus marcos legales.
  • Destacan los Gobiernos encabezados por mujeres como Cristina Fernández, Dilma Rousseff y Michelle Bachelet como los que más concentraron reconocimientos legales LGBTI+.
  • Sólo Ecuador, Bolivia y México han incorporado a sus constituciones la prohibición de la discriminación por razones de identidad y orientación sexual.
  • A pesar de que algunos países de América Latina han sido vanguardia en conquistas de derechos de las comunidades LGBTI+, la brecha que separa lo institucional de lo cultural sigue siendo enorme: al menos 1.292 personas con una orientación sexual o identidad de género diversa fueron asesinadas en cinco años y medio en América Latina entre 2014 y 2020.

Matrimonio igualitario

  • En Latinoamérica, los países que avalan el matrimonio igualitario son Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador (2019), México y Uruguay; Chile es el único país de Sudamérica que optó por una figura legal diferenciada, la de “unión civil”, aunque recientemente el presidente Piñera anunció el impulso de un proyecto de ley sobre matrimonio igualitario. Este año Cuba y Venezuela debatirán si se debe reconocer ese derecho.
  • Belice, Bolivia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú –proyecto presentado y archivado desde 2016–, República Dominicana y Venezuela no tienen figura legal para enlaces entre personas del mismo sexo.
  • Destaca el caso de Paraguay, que en el artículo 140 de su Código Civil prohíbe en forma explícita el matrimonio para las personas del mismo sexo.

Discriminación

  • Cuatro países han incorporado parcialmente derechos LGBTI+ a su Constitución: Ecuador (el segundo a nivel mundial), Bolivia, Cuba y México. Brasil (1989), Bolivia (2010), Chile (2012), Colombia (2011), Cuba (2019), Ecuador (2003), México (2011), Perú (2017) y Uruguay (2004) cuentan con una amplia protección jurídica contra la discriminación basada en la orientación sexual.
  • Venezuela, México y Paraguay no tienen el agravante de “crímenes de odio” para catalogar los delitos de odio contra la población transgénero y homosexual.

 Adopción

  • Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica y Uruguay reconocen la adopción conjunta por parejas del mismo sexo, así como la adopción del hijo o hija del cónyuge. En la mayoría de los países la adopción homoparental está prohibida o limitada, constituyendo un acto de discriminación estatal.

Tortura

  • Sólo dos países, Brasil y Ecuador, tienen expresa regulación contra las mal llamadas “terapias de reconversión” (referencia a cualquier esfuerzo sostenido para modificar la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género de una persona).

Identidad

  • Las medidas en pos de la identidad autopercibida, contra todo pronóstico, tuvieron una amplia aceptación en la región, si bien las primeras fueron las de Panamá (2006), Uruguay (2009) y Brasil (2009). En 2012 Argentina sancionó una ley de identidad de género que marcaría la vanguardia de reconocimiento ciudadano a la comunidad trans. Posteriormente le seguirían Colombia (2015), Bolivia (2016), Ecuador (2016), Perú (en tratamiento y sin resolución desde 2016) y Chile (2018).

Pendientes

  • América Central y el Caribe es la zona con mayor criminalización de la diversidad sexual de la región. Las penalidades, con diversos grados y modalidades, van desde los 5 a los 15 años de cárcel en Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y Las Granadinas.

Los derechos LGTBI+ en América Latina

Los movimientos de la disidencia sexual, concretamente lo que hoy se denomina “movimiento LGBTI+” (lesbianas, gays, bisexuales, travestis/transexuales y otres como queers, no binarixs e intersexuales)[i] en América Latina han buscado lograr su reconocimiento político y condiciones de igualdad jurídico-institucional con el resto de la sociedad. Estos reclamos están hoy focalizados en la adquisición de derechos de ciudadanía, especialmente el matrimonio, la adopción y garantías contra la violencia y la discriminación en todas sus manifestaciones.

Una particularidad de los derechos sexuales en América Latina es que la secuencia de reconocimientos fue inversa a la europea. En el viejo continente primero fueron conquistados plenamente los derechos de las mujeres y décadas después se debatieron el matrimonio gay y los derechos de personas travestis y trans. En América Latina esto no fue necesariamente así; varios de los derechos LGBTI+ se reconocieron antes que otros que específicamente reclama el movimiento feminista, como el de la legalización del aborto.

Aún así, tal vez la mayor contradicción latinoamericana continúe siendo la brecha que separa lo institucional de lo cultural. Según el informe “El prejuicio no conoce fronteras”, publicado por Sin Violencias LGBTI+, 1.292 personas con una orientación sexual o identidad de género diversa fueron asesinadas en América Latina entre 2014 y 2020.

Los derechos de las comunidades LGBTI+ en América Latina han tenido inicialmente dos grandes fases de visibilización. La primera en los años 60, coincidiendo con la organización de los pueblos originarios, de personas negras y de mujeres. La segunda, a mediados de la década de los 80, signada por la aparición del VIH-Sida, en principio denominada “peste rosa”. El virus adquirió el grado de pandemia y visibilizó a las comunidades sexualmente diversas que buscaban una respuesta estatal a la problemática, saltando las fronteras de lo privado para realizar su reclamo en la arena pública.

A partir de la década de los 90 la pluralidad y la diversidad comenzaron a tener un fuerte tono identitario. En esta época se impuso la designación de “lesbiana” y “gay” –abandonando la categoría “homosexual” surgida como categoría de la taxonomía médico-legal desde posturas esencialistas– y, posteriormente, también se incorporan las identidades travestis, transexuales, bisexuales e intersexuales. Surgieron, además, poderosas y articuladas asociaciones nacionales e internacionales como la ILGA (Internacional Lesbian and Gay Asociation) a nivel mundial, y la ILGALAC, en Latinoamérica. Por otro lado, aparecen nuevos espacios de articulación entre los que se encuentran las Marchas del Orgullo, que persiguen especialmente una política de visibilidad y medidas afirmativas con acento en los derechos reconocidos por el Estado y en las posibilidades de igualación normativa. Sin embargo –en algunos casos– organizaciones sociales y ONG en pos de la diversidad se han visto cooptadas por agendas del sector privado-empresarial que buscan ampliar sus mercados e impulsar una percepción de progresismo en relación a los derechos de carácter simbólico y/o de reconocimiento político.

El mismo amor, ¿los mismos  derechos?

Sería recién con el nuevo milenio que la articulación entre el Estado y las agrupaciones de las comunidades LGBTI+ comenzó un proceso de ampliación de derechos ciudadanos condensado en hitos y réplicas que marcarían una nueva política en cuanto a la diversidad.

El primero de ellos fue en 2002, cuando Argentina reconoce el primer derecho LGTBI+ en América Latina con la posibilidad del derecho a la adopción por parte de parejas del mismo sexo. El 15 de julio de 2010, se inauguró un nuevo escenario con la aprobación de la Ley de matrimonio entre personas del mismo sexo y la posibilidad de heredar de la pareja en América Latina: también fue en Argentina. Unos meses antes, producto de un vacío legal, se celebró el primer matrimonio entre varones del mismo sexo, el 28 de diciembre de 2009 en Tierra del Fuego, inaugurando así un nuevo cambio de paradigma en cuanto a la visión de libertad, diversidad e igualdad desde el sur profundo.[ii] Esto tendría una notaria repercusión legal en Uruguay (2013), Brasil (2013) y Colombia (2016), que siguieron dicha senda. Cabe destacar el rol en materia de legislación de Uruguay, fue el primer país en aprobar la Unión Civil (2008) para luego ampliar su legislación y borrar las nomenclaturas diferenciales. En cambio, optarían por el término “unión civil” países como Ecuador (2015), Chile (2015) y Bolivia (2020). Este último país, ya bajo el Gobierno de Luis Arce, en diciembre de 2020 avaló el primer matrimonio entre personas del mismo sexo. El matrimonio igualitario se debatirá este año en Cuba y Venezuela.

Perú tal vez sea, junto a Paraguay, uno de los países más refractarios con respecto a la unión de parejas del mismo sexo. Desde 1993 ha rechazado todas las propuestas legislativas de unión civil (2003, 2010, 2012, 2013, 2015 y 2016). En febrero de 2017, las congresistas Indira Huilca Flores y Marisa Glave, presentaron un proyecto de ley más ambicioso que busca reconocer el matrimonio igualitario. La iniciativa legislativa propone la modificación del artículo 234 del Código Civil para definir la noción de matrimonio como “la unión voluntariamente concertada por dos personas legalmente aptas para ella”. Ninguna de las propuestas ha sido hasta el momento aprobada por el Congreso. En el caso de Paraguay, el artículo 140 de su Código Civil prohíbe en forma explícita el matrimonio para las personas del mismo sexo.

  • Países que avalan el matrimonio igualitario: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México (régimen estadual) y Uruguay.
  • Países que no tienen figura legal para enlaces entre personas del mismo sexo: Belice, Cuba, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú –proyecto presentado y archivado desde 2016–, República Dominicana  y Venezuela.

¿Ampliación de derechos o “marketing rosa”?

La presión “modernizante” en el aspecto legislativo tuvo también su impacto en estrategias políticas y empresariales, asumiendo a esta población y a sus defensores como un mercado de consumidores y de potenciales votantes. Asimismo, desde sus propias luchas, las comunidades LGBTI+ hicieron suyo el concepto pink-washing [iii] (lavado rosa) para caracterizar estrategias políticas y de marketing, tanto de gobiernos como de empresas privadas, que buscan “lavarse la cara” y  dar una imagen de integración y progresismo para, de este modo, cubrir las críticas que reciben por otro tipo de acciones de corte conservador, nocivas con el medioambiente, represivas, etc.

Los casos de Ecuador y Chile son casos paradigmáticos de cómo la derecha ha intentado “lavarse la cara” y hacer un uso oportunista de las demandas de las disidencias sexuales en países que ejercen una violencia extrema. El 12 de junio de 2019, cuatro meses antes del estallido social y en una votación dividida de la Corte Constitucional, Ecuador dijo sí al matrimonio civil igualitario bajo el Gobierno de Lenín Moreno. Éste aprovechó la ocasión para manifestar que el fallo no necesariamente coincidía con sus valores personales, pero que apoyaba las decisiones de la Justicia –la misma que sirvió para judicializar a sus adversarios políticos–.

Recientemente, el conservador Sebastián Piñera, impulsó el matrimonio igualitario otorgándole “carácter de urgencia” a un proyecto de ley que lleva discutiéndose desde 2017 en el Parlamento. El mensaje llegó luego de una derrota de la derecha en las elecciones para la Asamblea Constituyente y números rojos en las encuestas de imagen y evaluación de gestión. Tanto Moreno como Piñera han sido acusados ante la CIDH por perpetrar crímenes de lesa humanidad contra su propia población civil. Algo similar ocurre con Luis Abinader en República Dominicana, quien al menos en campaña avalaba el matrimonio entre personas del mismo sexo y ya como presidente en ejercicio busca construir un muro con su vecino Haití.[iv]

Otros derechos

En muchos casos el lobby de distintas ONG se concentró en el matrimonio, pero para muchas  disidencias que viven continuamente la violencia política, policial y la precariedad laboral, esto no tiene ningún impacto real. Sin embargo, el nuevo milenio también trae aparejados otros derechos de inclusión e igualdad desde 2002, también otorgados bajo Gobiernos de distinta orientación ideológica:

  • Ecuador en 1998 se convirtió en el primer país americano (y el tercero en el mundo) en incluir la orientación sexual como una de las categorías protegidas contra la discriminación en la Constitución. La Nueva Constitución de 2008 incluyó tanto orientación sexual como identidad de género dentro de las categorías protegidas.
  • En Uruguay en 2004 se reconoció la libertad de expresión de las personas LGBTI+ y en 2009 reconoció el cambio de identidad y la adopción.
  • En Chile la Ley 20.609, que establece medidas contra la discriminación, presentada en la Cámara de Diputados por el Gobierno de Ricardo Lagos (2005), incluye entre sus categorías protegidas a la orientación sexual y la identidad de género, agregando una nueva agravante de responsabilidad criminal contra crímenes de odio. En 2019 Chile promulgó la Ley de Identidad de Género (anteriormente a esta última ley, el cambio de nombre y sexo legal era posible cuando los mismos no coincidan con la identidad de género autopercibida de la persona, mediante un proceso judicial). La redacción de la próxima Constitución y las próximas elecciones presidenciales en las que la izquierda tiene altas probabilidades de éxito abren un importante abanico de oportunidades de ampliación de los derechos LGTBI+ en el país.
  • Con Lula Da Silva como presidente, Brasil aprobó en 2006 el derecho al trabajo de las personas LGTBI+, en 2009 el cambio de identidad y en 2010 reconoció la adopción. Ya con Dilma Rousseff se aprobaron cinco derechos más: unión estable, pensión a la pareja, heredar a la pareja una vez que ésta fallece, salud y un paquete de derechos de seguridad social que englobaba: enfermedades, discapacidad, maternidad, desempleo, pensiones y muerte.
  • Panamá en 2006 reconoció el derecho al cambio de identidad y en 2008 el derecho a la vida (despenalización de la homosexualidad).
  • Mientras agudizaba el conflicto armado interno en pleno siglo XXI, la Colombia de Uribe reconoció el derecho a la salud de las personas LGBTI+ y el derecho a heredar a la pareja una vez que ésta fallece en 2007; un año después se reconoció el derecho a la pensión.
  • Cuba en el 2007 aprobó, en el rubro de seguridad social, el derecho a la salud, concretamente: la cirugía de reasignación de sexo.
  • En Bolivia la Constitución de 2009 prohíbe y sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual e identidad de género. En 2016 Bolivia sancionó la Ley de Identidad de Género (Ley 807/2016).
  • Durante 2012 Argentina reconoció cuatro derechos: cambio de identidad –siendo el primer Estado no solo de la región sino en todo el mundo en reconocerlo sin patologizar la elección–, ejercicio del voto para las personas trans, seguridad social (salud y educación), un año después el derecho a la familia (reproducción asistida) y en 2015 reconoció dos nuevos derechos: intimidad (derecho a la vida privada) y a la pensión. Actualmente sigue siendo vanguardia con la reciente aprobación de la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero. El proyecto se complementa con el DNU 721/20 que firmó el presidente Alberto Fernández en septiembre del 2020 y que estableció el cupo laboral trans/travesti en el sector público.
  • En Perú, el Tribunal Constitucional determinó que la transexualidad no debe ser considerada una patología y reconoció el derecho a la identidad de género. Además, establece que las demandas de cambio de nombre y sexo en los documentos de identidad deben tramitarse ante la Justicia, mediante proceso sumarísimo. La sentencia, aprobada por cuatro votos fueron a favor y tres en contra, deja sin efecto la doctrina jurisprudencial de la sentencia anterior de 2013, que señalaba que el sexo se define únicamente a nivel cromosómico y era, por lo tanto, inmutable e inmodificable. Desde enero de 2017, está en vigencia el Decreto Legislativo 1.323, que incluye como categorías protegidas contra la discriminación la orientación sexual y la identidad de género, además de incorporarlas como agravantes en delitos contra personas LGBTI+. La victoria de Pedro Castillo y su promesa de un referéndum constitucional abre, como en Chile, un horizonte de mejoras legales para ese colectivo.
  • Para 2018 un hito en la región latinoamericana se daría a lugar: la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitiría una opinión consultiva, solicitada por Costa Rica en 2016, sobre la identidad de género e igualdad y no discriminación a parejas del mismo sexo (OC-24/17). Así la opinión consultiva sería referencia para el resto de países latinoamericanos y no exclusivamente en Costa Rica. De lo contrario, el Estado que no cumpla con la protección de las personas LGBTI+ (en lo que refiere a los derechos al nombre y al matrimonio igualitario) entraría en contradicción con el sistema interamericano.

Caribe y Centroamérica

Actualmente, nueve países de la región penalizan prácticas por fuera de la heteronorma, destacando América Central y el Caribe como el foco más intensamente represivo en materia legal. Las penalidades, con diversos grados y modalidades, van desde los 5 a los 15 años de cárcel en Antigua y Barbuda, Barbardos, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y Las Granadinas. En Guyana y Barbados pueden acarrear la privación de libertad de por vida (cadena perpetua). En República Dominicana han sido denunciadas restricciones a la libertad de expresión y se prohíbe por ley la adopción por parte de personas del mismo sexo. Las excepciones más notables son los mencionados casos de Costa Rica y Cuba.

Avances

  • En 2006, Panamá fue el primer país en reconocer la identidad de género autopercibida.
  • En Nicaragua, hasta la derogación de la ley que penalizaba la sodomía, recién en el año 2008, se castigaba hasta con 3 años de cárcel cualquier práctica homoerótica aun cuando aconteciera en la privacidad del propio hogar.
  • El Salvador en 2010 aprobó su primer derecho LGTBI+: a la no discriminación laboral.
  • Nicaragua (2008), Honduras (2013) y El Salvador (2015) catalogan como “delitos de odio” a la violencia motivada por la orientación sexual de la víctima.

Retrocesos

  • Por otra parte, el Congreso hondureño ratificó en 2005 una reforma constitucional que prohíbe los matrimonios entre personas del mismo sexo e impide la adopción de menores a parejas homosexuales. La misma reforma fue replicada en El Salvador.
  • En la misma región destaca Haití que, desde su independencia en 1804, no introdujo ninguna ley que criminalizara la homosexualidad, y desde entonces no se ha agregado ninguna ley de este tipo en el Código Penal. Sin embargo, y bajo el actual Gobierno, el Senado votó un proyecto de ley para prohibir “cualquier manifestación pública de apoyo a la homosexualidad y el proselitismo a favor de tales actos”. El destino de este proyecto de ley sigue siendo desconocido.

La diversidad también tiene rostro de mujer

Estudios como “Las reformas orientadas a los derechos LGBT en América Latina: una ciudadanía universal pendiente” de Ericka López Sánchez, encuentran que una de las variables clave para el logro del reconocimiento de derechos ha sido la capacidad de influencia de los colectivos y organizaciones sociales. En este sentido, destacan Argentina y México por contar con los movimientos LGTBI+ más antiguos de la región, por lo que no es ninguna coincidencia que hayan sido de los dos primeros países en aprobar el matrimonio igualitario. Los aliados estatales también parecen haber sido fundamentales a la hora de ejercer presión en el diseño de políticas más inclusivas, y el análisis de las experiencias de Argentina y México muestra que estos aliados fueron, en su mayoría, mujeres, principalmente agrupadas en organizaciones feministas.

Otra variable importante que explica algunos importantes avances en materia de reconocimiento de derechos LGTBI+ es la introducción de la perspectiva de género de acuerdo al sexo de las personas gobernantes. En este último aspecto, si bien la proporción entre presidentas y presidentes es escandalosamente desequilibrada, se logra encontrar un patrón claro:

  • En Argentina, durante el mandato de Cristina Fernández se reconocieron 9 de los 10 derechos LGBTI+.
  • Brasil, bajo la gestión de Dilma Rousseff, se aprobaron 7 de los 11 derechos que tiene este país.
  • Finalmente Chile, con Michell Bachelet, reconoció 2 de los 3 derechos reconocidos.

A modo de cierre

Latinoamérica en el nuevo milenio protagonizó una ampliación sin precedentes de los derechos sexuales e identitarios en un periodo relativamente breve. Desde la promulgación de la ley sobre identidad de género más avanzada del mundo (en Argentina) hasta la consagración de disposiciones constitucionales que protegen a los ciudadanos de la discriminación basada en su orientación sexual (en Ecuador, México y Bolivia), diversos países en la región han elaborado marcos legales y han ampliado derechos a minorías sexuales y de género. Aún así, con respecto a los derechos de gays, lesbianas, travestis, trans y otres, América Latina difícilmente podría considerarse homogénea, ya que el Caribe y Centroamérica han tenido rachas conservadoras y pocos avances. Como todo avance, permanece en disputa.

[i]  A lo largo del artículo utilizaremos este sistema de siglas buscando una mayor inclusión, aún sabiendo que no expresa cabalmente la diversidad y totalidad de los colectivos de disidencias sexuales.

[ii]  Varios estudios señalan cómo la especificidad del caso argentino en cuanto a que el matrimonio entre parejas del mismo sexo se haya condensado en torno a la demanda de “igualdad”, constituye un factor fundamental para su éxito. Ver: http://onteaiken.com.ar/ver/boletin24/onteaiken24-04.pdf

[iii] Tras la inclusión en Occidente del colectivo LGTBI+ desde los márgenes al interior de la política y la ciudadanía, ha surgido una corriente que trata de instrumentalizar las políticas LGTBI+ en tres vías principales. La primera se da con el objetivo de crear una imagen externa e interna de excepcionalidad y modernidad, justificando y ocultando políticas represivas, como puede ser el caso del pink-washing israelí con Palestina. El caso paradigmático es el del Estado de Israel, que ha tenido una estrategia de cooptación de los derechos LGTBI+ para mostrarle al mundo que Israel es el reino de las libertades sexuales, aún siendo un país militarizado que normaliza la ocupación, colonización y apartheid de Palestina. La segunda muestra que la nueva extrema derecha, al alcanzar un consenso mínimo hacia el colectivo, ha visto la oportunidad para usar esa retórica de progresismo social y humanitario para crear un concepto de nación contrapuesto a sociedades consideradas retrógradas, en concreto las musulmanas, para hacer prosperar sus medidas partidistas dentro del marco de la islamofobia. Habitualmente se utiliza el término de “homonacionalismo” para dar cuenta de esta estrategia. La tercera, consecuencia, es que el colectivo LGTBI+ está crecientemente integrándose en el sistema político institucional, dejando atrás una vinculación tradicional con la izquierda e incorporándose a las corrientes populistas de derecha, principalmente en Europa. Ver: https://www.jstor.org/stable/10.13169/decohori.6.2020.0121#metadata_info_tab_contents y  https://repositorio.comillas.edu/xmlui/handle/11531/28224

[iv] Estrategias similares se han visto en Argentina con respecto al movimiento de mujeres, por lo cual se ha reversionado el término a purpel-washing (lavado de cara violeta), algo similar ha acontecido en Ecuador con respeto a Lasso. Ver: Rovetto, F. L. (2019). “Cuando sube la marea feminista: resistencias y disputas de sentido en tiempos macristas”. La Argentina de Cambiemos, 85.

Fuente e imagen:  https://insurgenciamagisterial.com/

Comparte este contenido:
Page 12 of 76
1 10 11 12 13 14 76