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América Latina y el Caribe: El coronavirus colapsa y destruye el sistema educativo en América Latina

El coronavirus colapsa y destruye el sistema educativo en América Latina

Carlos de Urabá 

Tras más de un año y medio de estar cerradas las escuelas a causa del coronavirus, y aunque ya se dio la orden de abrirlas desde en agosto en México y en otros países de Latinoamérica, lo cierto es que todavía no se han activado las clases presenciales.

Ante esta desoladora emergencia sanitaria la educación pública es la más  afectada pues en la mayoría de los países (el 60% de su territorio especialmente el medio rural), se han quedado  en el limbo al carecer los medios adecuados para recibir la señal de Internet. Entonces, no les ha quedado más remedio a los docentes que improvisar otras estrategias como la televisión educativa para salvar el año escolar.  La tragedia para los alumnos no puede ser más desgarradora porque ya de por si el nivel educativo antes de la pandemia era deplorable pero ahora es calamitoso. Al entrar en pánico al dispararse las cifras de muertos e ingresados en los hospitales se clausuraron las escuelas a cal y canto.  Una decisión política que trajo como consecuencia que muchas fueran saqueadas o vandalizadas. Las autoridades se equivocaron pues nunca se debieron cerrar los centros escolares ya que como se ha demostrado es el sitio más idóneo si se toman correctamente las medidas de seguridad sanitarias con todo el rigor. Se ha condenado a los niños y los jóvenes a la educación en línea vía zoom como única herramienta de comunicación y supuesta panacea para afrontar esta grave emergencia. Brasil, uno de los epicentros de la pandemia, ha reabierto las escuelas desde marzo 2021 con tan solo el 35% de ocupación máxima en las aulas. El 40% de los estudiantes de las escuelas públicas urbanas de Brasil no tiene computador o tableta en su casa,  en las áreas rurales sube al 65%. La reapertura de los centros escolares se ha visto afectada por las demandas ante los tribunales de los sindicatos de los profesores que se niegan a regresar a clases presenciales. El estado de excepción o el confinamiento impide la libre circulación de los ciudadanos y  lo peor de todo es que se violó el derecho universal de los niños y las niñas a la educación.

Además, los alumnos se han quedado huérfanos porque las escuelas no eran solo un lugar donde recibían clases sino también sus hogares pues allí desarrollaban parte de su vida social; se reunían con sus amigos y se interrelacionaban con sus maestros y tutores.  Además de asistir a distintas actividades extraescolares, en bibliotecas, campos de deportes. los comedores que les brindaban al menos una comida diaria  y miles que residían parcial o totalmente como internos. Las escuelas cumplen un papel de protección y monitoreo que va más allá de los propósitos académicos.  Cuando eres un niño o un adolescente lo que quieres es relacionarte con tus amigos. Así que no pueden estar encerrados en medio del agobio y el hacinamiento  en sus casas junto a sus padres porque están desarrollando autonomía. Ahora sobreprotegidos parece difícil que vayan a emanciparse a los 18 años. Y encima son tantos los problemas afectivos que deben soportar gritos, agresiones y violencia. Se calcula que en un 55% se han elevado las agresiones físicas, 48%, las psicológicas, un 20% en abusos sexuales y violaciones a niños y niñas. Cerca de la mitad de los niños, las niñas y adolescentes (91 millones) viven en  la pobreza en América Latina. Un fenómeno que  ha afectado la salud mental  de millones de personas que sufren depresión, angustia, falta de autoestima, estrés, ansiedad. Las conductas suicidas han aumentado en un 30% y, por ejemplo,  según la Secretaría de Educación de México, en el 2020 el número de suicidios y adolescentes de ambos sexos alcanzó la cifra record de 1.150 víctimas.

Durante el confinamiento ha sido tal la demanda de Internet que en muchas regiones  los servidores colapsaron. O sencillamente no existía conexión. Y en el colmo  las familias no tenían datos móviles por falta de  presupuesto  porque “si hay para internet, no hay para comida”   En un hogar con tres o cuatro hijos han tenido que compartir un computador o un teléfono celular para recibir sus clases en línea -los más afortunados-. Ha sido imposible tomar sus cursos al mismo tiempo y conectarse con sus profesores aparte de que se perdía la señal de Wi Fi. Millones de hogares más pobres y marginales no pueden conectarse a Internet  y deben conformarse con atender las clases por televisión que muchas veces está ocupado en las telenovelas o los partidos de futbol. Desde luego que el aprendizaje en línea ha sido catastrófico.  En un intento por mitigar la emergencia escuelas y colegios se organizaron grupos de WhatsApp para al menos recibir las tareas y que se mantuvieran los alumnos activos. Pero la perdida total de tiempo y el aburrimiento de estar encerrados provocó que millones de niños, niñas y jóvenes desertaran de las clases en línea. En México la cifra supera 6 millones, en Colombia unos 300.000, en Perú 340.000, en Brasil 7 millones. Por falta de recursos se calcula que 40% de los alumnos abandonarán las universidades privadas.  El sistema educativo no estaba preparado para esta crisis sanitaria y menos para impartir las clases de manera virtual o hibrida. Entonces, ¿de qué vale estudiar a los más humildes si nunca alcanzarán el nivel de educación superior y universitario?  El derecho a la educación pública es también parte de la lucha de clases porque es la única salida de los más desfavorecidos para subir en la escala social. Superarse por méritos propios para salir de la pobreza. pero sin recursos económicos o una beca para pagar una matrícula universitaria esto parece utópico. Solo una élite de privilegiados ha mantenido sus ingresos e incluso los han aumentado. Blindando el nivel educacional sus hijos en escuelas o universidades privadas donde generalmente son aprobados no por su capacidad técnica o intelectual  sino por su pertenencia a familias de alta alcurnia.

Quienes carezcan de patrimonio económico solo heredarán marginalidad y pobreza; lo que significa estar condenados a ser el recambio de sus padres en los trabajos más precarios y peor remunerados. La verdad es que según las estadísticas de la CEPAL en América Latina hay ya 210 millones de pobres (22 millones de personas más que el año 2019) Centroamérica y el Caribe es la región más depauperada con 30 millones de personas sumidas en la indigencia. La tasa de vacunación contra el COVID no sobrepasa el 20 % de la población y el nivel educacional es uno de los más bajos del Tercer Mundo. En el Salvador, Honduras, Guatemala o Belice, Haití, República Dominicana apenas el 20% de los alumnos de las escuelas públicas tienen acceso a la educación virtual y su retraso es más que ostensible.

En las favelas y suburbios de las grandes ciudades  se concentra el lumpen proletariado que sobrevive en medio de la exclusión y la miseria. El COVID 19 ha afectado mayormente a los países pobres y vulnerables. Muchos niños, niñas y los jóvenes o adolescentes de los estratos más bajos se vieron obligados a ayudar a sus padres en sus trabajos informales (en América Latina hay 140 millones de personas laborando en condiciones de informalidad lo que representa el 50% del empleo real) El hambre y la marginalidad hizo que infinidad de jóvenes y adolescentes se enrolaran en las pandillas delincuenciales o los carteles del narcotráfico donde al menos reciben una paga por sus servicios (muy superior al salario mínimo)  Poco a poco se van  iniciado en el sicariato, los secuestros, los asaltos, la prostitución, el tráfico de armas o el narcomenudeo. no están escolarizados, no hay bibliotecas, ni centros culturales o campos deportivos solo cantinas, antros y burdeles ¿Cómo evadirse de un ambiente tan ruin y opresivo? Solo consumiendo sustancias psicotrópicas o alcoholizándose. Porque las mafias más dominantes, adaptables y violentas del mundo se han aprovechado de la situación de quiebra total para reforzar su accionar en los cordones de miseria.

Hoy las carreras más solicitadas y las más promocionadas por las universidades públicas y privadas son las profesiones relacionadas con el ámbito digital: marketing digital, cuentas digitales, community manager, social media manager, programadores de informática, administración de empresas, corredores de valores, gerentes de sociedades offshore, brokers, inversionistas, comisionistas, comercial delivery, ejecutivos de venta on line, turismo on line, ejecutivo expertos de blockchain, criptomonedas y Bitcoin, cibernética, Uber technologies, la inteligencia artificial, técnicos en desarrollo de software o hardware,   telemática, robótica, programadores de videojuegos, creadores de Apps, es decir, especialistas en el  modelo de desarrollo calcado al de Silicon Valley con sus grandes parques tecnológicos. Multimillonarios exitosos como Billy Gates, Jobs o Bezos son el espejo para los emprendedores y marcan el camino a seguir. Nuestros estados tan serviles se han entregado las trasnacionales y nuestra dependencia tecnológica es total y absoluta con respecto a EE. UU, Europa, China o el Japón que son los que poseen las patentes (en EE.UU las patentes con mayor valor son las que registraron las organizaciones y compañías electrónicas, comunicaciones, servicios y equipos de Internet, Google, Facebook, YouTube, Apple e IBM) El concepto de innovación y competitividad entre universidades, centros de investigación y empresas de la tecnología de la información van a regir el mundo globalizado. Porque el sistema productivo y los planes de negocios no pueden parar de crecer. Las leyes del capitalismo son muy claras: solo los más preparados e “inteligentes” o, mejor dicho,  los que alcancen a costearse sus estudios de educación superior -a la que solo accede el 5 % de la población -serán los elegidos para asumir las riendas del poder y seguirán dominando  el ámbito político, económico, empresarial  e industrial.

Millones de latinoamericanos han sido golpeados brutalmente por la crisis económica desatada por la pandemia. El desempleo afecta un 15% más que en 2019 rozando los 30 millones de personas que en su inmensa mayoría, no reciben subvenciones de los gobiernos para mitigar la tremenda catástrofe. Las ayudas sociales son irrisorias y han tenido que reinventarse en trabajos por cuenta propia.  En América Latina: más de 28 millones de personas entrarán en situación de pobreza este año por el COVID-19. Con un 30% Argentina es el país con las mayores tasas de desempleo juvenil en el Cono Sur. Mientras el nivel de empobrecimiento de la población ha subido hasta el 43%. Y es que oficialmente el confinamiento todavía se mantiene en muchos países porque la incidencia del COVID-19 es muy alta. Los maestros se niegan a volver a clases presenciales puesto que la vacunación de los menores de doce años es casi nula. Temerosos de contagiarse prefieren seguir sometidos a la educación virtual.  Evidentemente para las nuevas generaciones como consecuencia de estar confinados meses y meses  el impacto emocional y psicológico será tremendo y dejará unas taras que no van a borrarse de la noche a la mañana. Nos esperan unos cambios sociales  impresionantes. En Colombia entre abril y junio del 2021 se produjo un paro nacional reprimido por las fuerzas del orden del gobierno del derechista de Duque y que dejó extraoficialmente más de 78 muertos, 2.500 heridos y 180 desaparecidos.

El gobierno mexicano consciente de la urgencia en reactivar el sistema educativo obligó a abrir las escuelas en el mes de agosto después de un año y medio de ausencia. 16 millones de alumnos regresaron a las aulas, es decir,  el 48%. la pregunta es ¿por qué  no cerraron los cuarteles, ni los casinos, los centros comerciales, los restaurantes, ni los antros o los prostíbulos? La educación es una actividad estratégica esencial tan importante como la industria o la salud. Como bien lo reconoció el presidente López Obrador “Tenemos que correr riesgos. Imagínense si no salimos porque nos puede pasar algo, ¿nos vamos a quedar todo el tiempo ahí encerrados?” los pequeños ya necesitan regresar, ya vemos problemas fuertes de violencia intrafamiliar, de estrés, de obesidad y de adicción a los aparatos electrónicos” Las redes sociales son manipuladoras y tóxicas. Que se regrese a la escuela o la universidad para comunicarse y socializar”  Pero ya es tarde. Ahora tenemos un sistema escolar colapsado y los niños han perdido el hábito del estudio, de la lectura, no se concentran y son incapaces de leer o escribir correctamente. Los niños que antes jugaban en los parques al final de la jornada escolar ahora se han vuelto seres pasivos pegados a los artilugios electrónicos. Una epidemia de miopía golpea a los menores de edad a raíz de la larga exposición  a las pantallas digitales y el poco tiempo que pasan al aire libre.

Lo cierto es que se ha perdido un año y medio lo que significa casi dos cursos lectivos. El retraso ya es imposible de recuperar en un corto espacio de tiempo y solo queda confiar en la buena voluntad de los alumnos para que disciplinadamente estudien sus lecciones en sus hogares. Pero todos sabemos que los jóvenes están más interesados en conectarse a las redes sociales o a dedicarse a jugar con la PlayStation o la Nintendo (75 millones de mexicanos se consideran videojugadores y el país ocupa el puesto número 12 a nivel mundial) El control de los dispositivos electrónicos deben asumirlo los padres de familia, pero como han perdido la autoridad apenas si se atreven a reprender a sus hijos. Las consecuencias son muy nocivas pues los niños están completamente enviciados y si se les prohíbe sus juguetes favoritos llegan incluso a agredir a sus padres y en algunos casos hasta matarlos. Este va a ser uno de los mayores dramas sociales del recién comenzado siglo XXI: la guerra de cuarta generación por el dominio de las mentes. El Big Data procesa, analiza e interpreta con su algoritmo grandes volúmenes de datos que generar los usuarios de Internet y que controlan nuestras vidas con el incesante bombardeo propagandístico que dicta cuales son nuestros deseos y preferencias. Una alienante manipulación que podríamos calificar de “fascismo cibernético”.

Las multinacionales de la industria digital y sus poderosísimas maquinarias mediáticas son las principales interesadas en promocionar la venta de computadores, teléfonos inteligentes, tabletas, etc. que por arte de magia transformarán a los alumnos en unos genios. El consumismo es de tal envergadura que a pesar de la crisis económica el iPhone 12 es el más vendido, aunque su precio sea de 700 dólares.  El número de teléfonos celulares en América Latina supera los 450 millones de unidades.  ¿Un profesor reemplazado por un androide que dicta los cursos a través de un computador o un teléfono celular? Se están criando niños solitarios y antisociales y de carácter autistas que se niegan a relacionarse con los demás y que se pasan horas y horas enchufadas a las pantallas. Sin contar que los altos niveles de radiaciones electromagnéticas de radiofrecuencia que a lo largo de la vida puede dañar las neuronas y destruir las células cerebrales hasta provocar cáncer o alzheimer.

Lo cierto es que los grandes triunfadores de la pandemia han sido las multinacionales de la tecnología digital y la industria del entretenimiento que han incrementado sus ganancias en un 30%.  Las que más han subido son las ventas de los productos on line,  pornografía on line, a los burdeles on line,  los casinos on line, o las casas  de apuestas de fútbol como Caliente, Codere, bet 365, Betway, 1XBET, y hasta la lotería de los EE.UU Mega Millons con un premio mayor de 345 millones de dólares y que es una de las más populares en México. Hay que buscar emociones fuertes y evadirse de la cruel realidad con unos servicios que se activan mediante una tarjeta de crédito (perteneciente a los cabezas de hogar pero que sustraen sus hijos) y que solo en Colombia recaudaron unas ganancias en el 2020 de 102.137 millones de pesos.

Se está criando una juventud de ludópatas y tahúres ilusionados por obtener dinero fácil y hacer realidad todas sus fantasías.  La publicidad que se emite a través de Internet y las redes sociales no se detiene ni un minuto y sigue escupiendo sus magníficas ofertas que nos cautivan. En nombre de la libertad de expresión están esclavizando especialmente a los niños y niñas que son los más indefensos y manipulables. En Tijuana a los adolescentes durante el confinamiento y para mantenerlos ocupados se les aplicó la receta de PlayStation, chelas (cervezas) y mota (marihuana)

La tecnofilia crea unas adicciones tan perversas que los pacientes más graves necesitarían un tratamiento de choque parecido al de los heroinómanos para desengancharlos. Hace pocas semanas China prohibió que los menores de edad estén más de tres horas semanales en los videojuegos.  Unas restricciones que afectan drásticamente a la enorme industria del juego en el país. El Partido Comunista Chino se han dado cuenta que las nuevas generaciones están gravemente afectados en su salud física y mental por el continuo uso de artilugios digitales. ¿Cómo romper esas cadenas invisibles que los atan al ciberespacio? Los niños-autómatas han desarrollado síntomas de neurosis, inclinaciones suicidas o se han suicidado.  Han perdido la capacidad de memorizar y concentrarse, han perdido las habilidades sociales, escolares y académicas de aprendizaje. No están motivados con los medios digitales que se resume en buscar la tarea que se les ha encomendado en las páginas web de Internet y sencillamente cortar y pegar y enviársela al profesor para que las califique.

El caso más aberrante quizás sea el del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia que bajo el pretexto de brindar conexión a Internet gratis a los colegios públicos situados las zonas rurales más apartadas y desfavorecidas del país pagó por adelantado 70.000.000 de pesos las empresas COMCEL y UTCP.  De una licitación de 1.07 billones de pesos que tan solo se ha ejecutado el 1%. Incomprensiblemente incumplieron los contratos y el presupuesto se perdió en el pozo sin fondo de la corrupción. El proyecto de “un país digital” naufragó por completo.

La comunicación entre alumnos y profesores se hace a través del cordón umbilical del zoom confiados en que el aprendizaje sea óptimo y se alcance las más altas cotas del conocimiento académico. Se pensó que la tecnología punta iba a suplir todas las funciones de las aulas convencionales pero el comportamiento de los alumnos deja mucho que desear porque sencillamente están más preocupados en jugar con la  PlayStation, ver películas en streaming (especialmente los de guerra, violencia y terror), chatear con sus amigos por el WhatsApp. Allí son felices y se niegan a desconectarse de esos paraísos artificiales. Como no existe la disciplina ni el espíritu autodidacta ningún niño va a leer voluntariamente un libro si no se le obliga. La cultura de masas es más entretenimiento o diversión que conocimiento.

La Secretaría de Educación Pública de México ordenó que ningún alumno que se haya conectado a las clases virtuales en el curso 2020 2021,  ya sea de forma intermitente o permanente, podrá ser reprobado: todos deberán tener una calificación mínima de 6. De inmediato, los muchachos y sus padres lo celebraron por todo lo alto  y prepararon las respectivas fiestas de graduación donde tradicionalmente deben lucir las togas y birretes como símbolo haber alcanzado las más altas cumbres del saber. Una farsa que solo sirve para elevar aún mas los niveles de ignorancia y analfabetismo. Esta pandemia ha desnudado las falencias educativas en América Latina y el tremendo abismo que separa a ricos y pobres. En Ecuador solo el 37% de la población tiene la conexión de Internet para las clases virtuales. Los maestros mandan las tareas por WhatsApp a los alumnos y deben esperar hasta que ya entrada la tarde sus padres llegan a su casa y les prestan el teléfono celular.

Según el informe PISA- en México los estudiantes no comprenden lo que leen y en un 70% tiene dificultades para redactar un folio y sus faltas de ortografía son lamentables. La OCDE les ha calificado con un promedio bajo en lectura, matemáticas y ciencias (solo 1% obtuvo un nivel de competencias superior)  A partir del año 2020 la Secretaría de Educación suspendió las pruebas de campo (con medios analógicos)  en las escuelas públicas y privadas para no hacer más visible el fracaso de su sistema educacional. Es preferible ocultar estos resultados tan vergonzosos de los que nadie quiere hacerse responsable. ¿Algún alumno está dispuesto a hacer las pruebas presenciales sin soportes digitales y en formato convencional? Parece que muy pocos se atrevan pues lo más seguro es que obtendrían unas pésimas calificaciones. ¿Si la educación es el pilar del desarrollo y el progreso de la sociedad cuál será el futuro que nos espera? En un estudio de la OCDE y la UNESCO México se posicionó en el puesto 103 de 108 países en el  que tan solo se leen 3 libros al año por persona (el libro más leído es la Biblia) Pero las encuestas que se han hecho últimamente sostienen que el 40% de la población jamás ha leído un libro en su vida.

La reconstrucción post pandemia se alargará durante toda la década del 2020-2030. Por lo tanto, con un horizonte tan sombrío el subdesarrollo se cronifica eternizando la dependencia de los países del Primer Mundo. Lo que se traduce en una mayor exclusión social ampliando el abismo entre ricos y pobres. América Latina se consagra como la región más desigual del mundo. La recesión va a ser antológica así que no hay más remedio que endeudarse o empeñarse y pagar a crédito a los bancos o las entidades financieras para obtener liquidez. ¿Cuándo se van a recobrar los niveles de crecimiento que se venían observando a finales del 2019? A sabiendas que la inmunidad colectiva se adquiere con el 80% de la población vacunada todavía falta como mínimo 2 años para disfrutar de una relativa normalidad (condicionado al surgimiento de nuevas mutaciones) La catástrofe educacional causada por el coronavirus no se ha medido en toda su dimensión pues los políticos, burócratas y tecnócratas parecen estar más preocupados por demostrar que las cifras macroeconómicas y el crecimiento del PIB son muy favorables para este año 2021.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/el-coronavirus-colapsa-y-destruye-el-sistema-educativo-en-america-latina/

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Brecha digital, acceso a la información y educación: retos y propuestas para América Latina y el Caribe

Por: Fabíola Munhoz

Grupo de sociedad civil que acompaña el cumplimiento de la Agenda de Educación 2030 en la región organizó diálogo virtual para recoger insumos sobre la temática, los cuales se presentarán al Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre Desarrollo Sostenible

Se realizó el 6 de octubre, el diálogo virtual “Brecha digital, acceso a la información y educación”. La sesión de trabajo fue organizada por el Grupo de Educación, Academia, Ciencia y Tecnología (GEACT) del Mecanismo de Participación de Sociedad Civil en la Agenda de Desarrollo Sostenible (Agenda 2030) del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre Desarrollo Sostenible (FPALCDS). Este Foro es la instancia oficial de seguimiento al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre ellos el ODS 4 – referido a la educación, en ámbito regional.

La sesión forma parte en una serie de reuniones que tiene el objetivo de desarrollar los temas de trabajo definidos por GEACT, proponiendo políticas públicas para la solución de los problemas identificados. Se busca además incidir positivamente en los procesos de toma de decisiones sobre los ODS en la región, de manera que los resultados del trabajo del GEACT serán presentados en el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre Desarrollo Sostenible, organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), para los primeros meses del año 2022.

En el diálogo de ayer, se identificaron problemas relacionados a los temas educación, academia, ciencia y tecnología, y a la vez se plantearon soluciones viables en época de pandemia y postpandemia.

Participaron: Pablo Cavataio, Asesor de la Vicepresidencia de ARSAT Argentina; Maximiliano Estigarribia, Director de ETIS, Argentina; Javier Tolcachier, de la Agencia Pressenza en Argentina; Ana Gabriela Castro Fuentes, del Ministerio de Educación Pública de Costa Rica; Luis Bonilla Molina, de Otras Voces en Educación Venezuela; y Mauro Jarquín, del Observatorio Latinoamericano y Caribeño de Organismos Multilaterales, Bancas de Desarrollo, Cooperaciones Tecnológicas y Filantropía de México, bajo la moderación de Nora González Chacón, de la Agenda Ciudadana por la Educación de Costa Rica (ACED).

Según Javier Tolcachier, la Internet, un espacio tan vital para nuestra interacción social, ha ido mutando en sus características, alejándose de todo posible control democrático y siendo cada vez más permeada por los intereses mercantiles corporativos. Intereses que concentran poder y riquezas en un puñado de empresas transnacionales que van ejerciendo un control de facto sobre los contenidos que circulan por la red.

“Sí!, la internet y sus tecnologías conexas, que idealmente pudieran servir para una mayor democratización del conocimiento y del quehacer político, que pudieran contribuir a una mejor distribución del bienestar y el patrimonio colectivo de la humanidad, se encuentran intervenidas por intenciones monopólicas particulares, que impiden o dificultan que aquello se realice. De allí que es imprescindible analizar con mayor precisión cuáles son las intenciones y procesos que subyacen a la instalación de este modelo tecno-digital, cuáles son sus principales impactos y su posible devenir”, destacó.

Lee aquí su ponencia completa.

Mira a continuación la grabación del encuentro

https://www.facebook.com/100003046220012/videos/572130027427965/

Próximas sesiones del grupo

El GEACT mensualmente implementa una reunión de trabajo de una hora y media a dos horas, en la que cada uno de sus grupos temáticos presenta datos relevantes sobre los desafíos existentes e identifica o propone soluciones. La Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) forma parte en el GEACT, representada por Nora González Chacón, de la ACED, y Marcela Browne, de Fundación SES y Campaña Argentina por el Derecho a la Educación (CADE).

En estos encuentros, se propone reunir insumos para la elaboración de un pequeño documento base, que se discutirá nuevamente con los grupos de trabajo previo a su envío al Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre Desarrollo Sostenible el 2022.

Los próximos encuentros de la serie, discutirán: Migrantes y derecho a la educación (17 noviembre de 2021), Derecho a la Educación e inclusión a lo largo de la vida (26 de enero de 2022); Presentación de documento final (28 de febrero de 2022).

Fuente de la información: https://redclade.org

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ONU: Las escuelas de América Latina deben reanudar un 100% sus clases presenciales de inmediato

Las escuelas de América Latina deben reanudar un 100% sus clases presenciales de inmediato

13 Octubre 2021

La recuperación económica de la región tras la crisis del COVID-19 depende en gran parte de la regularización de las actividades escolares, cuanto más se demoren, más tardará el repunte, coinciden tres agencias de la ONU, que urgen a invertir más en educación para romper los ciclos de pobreza y desigualdad.

La pandemia de COVID-19 ya no es una emergencia, sino una crisis prolongada que requiere de acciones en el corto plazo, dijo este miércoles la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Alicia Bárcena detalló que la primera de esas acciones debe ser el regreso inmediato de los estudiantes a las escuelas.

La titular de la CEPAL hizo estas aseveraciones en la jornada inaugural del Primer Seminario Regional de Desarrollo Social: Educación en América Latina y el Caribe, una reunión de tres días en la que también participan las responsables regionales del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), ministros y otros altos funcionarios gubernamentales, así como especialistas del sector educativo y representantes de la sociedad civil.

Los ponentes en el evento virtual coincidieron en recalcar la importancia de la reapertura de las escuelas y regularización de las clases presenciales no sólo para el repunte económico, sino también para la reconstrucción del tejido social dañado por los confinamientos y la prolongada ausencia de los estudiantes en las aulas.

Los cierres aún perjudican a dos tercios de los estudiantes

La directora regional de UNICEF señaló que hoy, a 20 meses del inicio de la pandemia, el cierre total o parcial de las escuelas sigue afectando a dos de cada tres niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe.

“Esto significa que un total de 86 millones de estudiantes siguen fuera de las aulas”, precisó Jean Gough y agregó que muchos niños ha caído en situación de trabajo infantil o no han continuado su educación por no tener acceso a internet a causa de la pobreza o la falta de infraestructura.

UNICEF y la UNESCO han subrayado la importancia de superar las inequdiades educativas para garantizar la inclusión y reducir la vulnerabilidad de los niños, adolescentes y jóvenes.

La peor crisis educativa

Afirmó que la región atraviesa la peor crisis educativa de su historia.

“El costo de esto es abrumador para los niños y adolescentes, y para la productividad futura de sus países. Más allá del impacto inmediato, las consecuencias financieras de la crisis educativa impactarán las economías de la región en los próximos años”, abundó Gough.

Citó datos del Banco Mundial que indican que el cierre de las escuelas podría traducirse en una caída de 1,7 billones de dólares en los ingresos futuros para la región, lo que equivale al 16% del PIB regional y aseveró que no se puede esperar a que todo el cuerpo docente o los niños estén vacunados contra el coronavirus dada la escasez y distribución inequitativa de las inmunizaciones.

Una escuela móvil visita un campamento de migrantes y refugiados venezolanos en La Paz, Bolivia.

Demorar la reapertura es demorar la recuperación

“Cuanto más tiempo dejemos a los niños, especialmente a los más pobres fuera de las aulas, más lenta será la recuperación económica tras la pandemia. No podemos esperar”, recalcó.

Gough reconoció los esfuerzos de los sistemas educativos por continuar la educación a distancia, pero insistió en que muchos niños, en particular los de los grupos más pobres y vulnerables de la población, no pudieron incorporarse a esa forma de aprender por no tener conexión a internet.

“La reapertura de las escuelas no está siendo priorizada en los procesos de reactivación social y económica de muchos países de la región”, lamentó, añadiendo que los niños y adolescentes pueden acudir hoy a los cines o restaurantes, mientras que sus escuelas siguen cerradas, lo que viola su derecho a una educación inclusiva y de calidad.

Alertó del riesgo, que crece a la par del tiempo fuera de las aulas, de un abandono escolar total y de que los menores caigan en redes de explotación infantil.

Más allá de lo académico

En el mismo tenor, Alicia Bárcena recordó que las escuelas cumplen un papel que va más allá de lo académico ya que tienen una función de protección y monitoreo de la situación de los niños en una región caracterizada por sistemas débiles de protección social.

“Desafortunadamente, la educación no ha estado en el centro del debate de las agendas de política pública para abordar esta crisis prolongada y la recuperación”, reclamó, haciendo notar que el 99% de los estudiantes de la región experimentó una interrupción total o parcial de al menos 40 semanas de clases presenciales, lo que supone un año académico.

Tras resaltar la enorme brecha digital, evidenciada con la pandemia, previó que las condiciones de inequidad ya existentes antes de la crisis del COVID-19 se agudizarán generando una crisis silenciosa.

“Urge promover el regreso gradual y seguro a las escuelas con una amplia coordinación entre los sectores educativo y sanitario”, detalló.

Bárcena sostuvo que el regreso a las escuelas es muy importante, particularmente para los grupos más desfavorecidos, porque también desempeña un rol de socialización que protege a los niños y jóvenes de lacras como la violencia o la desatención de la salud, entre otras.

La regularización de las escuelas significa, además, la posibilidad de regresar al trabajo, sobre todo en el caso de las mujeres, aseguró.

Paquetes de comida para distribuir en escuelas de Venezuela

Bienestar socioemocional

Subrayó, asimismo, el impacto del cierre de las escuelas en la salud mental de los estudiantes y sus familias, tanto por la mayor exposición a internet, como por el aislamiento social, al igual por la pérdida de familiares cercanos ya que el 14% de los niños de la región ha perdido a sus cuidadores.

“Es imperativo que las estrategias de continuidad y retorno educativo prioricen el bienestar socioemocional de toda la comunidad escolar, no sólo de los estudiantes, sino de los docentes y de las familias que han estado sobrecargados con la pandemia”, dijo.

Bárcena abogó por la construcción de nuevos sistemas educativos más inclusivos y resilientes, y llamó a establecer una agenda de recuperación educativa frente a la pandemia y a articular las políticas educativas con otras políticas sociales.

Enfatizó que las estrategias digitales, un área que debe ser prioritaria en la región, precisan ser elaboradas e implementadas desde una perspectiva de derechos y de igualdad de género para beneficiar a todos los estudiantes y a la sociedad en su conjunto.

La ONU respalda  el regreso a la escuela en Costa Rica con asistencia técnica, recursos financieros y material educativo y de protección.

 

Aumentar la inversión

En este sentido, urgió a aumentar las inversiones en el sector educativo para desarrollar las capacidades de los estudiantes, desde las operativas hasta las intelectuales, pasando por las de comportamiento ético.

La jefa de la CEPAL consideró que otorgar recursos a la educación redundará en un fortalecimiento de los mercados de trabajo y, consecuentemente, en la construcción de economías más igualitarias y resilientes, y de sociedades del cuidado.

“La pandemia es un punto de partida hacia esos objetivos, pero se requiere del compromiso de muchos actores, porque tiene que ser un proyecto integral”, apuntó.

Bárcena terminó su exposición conminando a “evitar que la pandemia del COVID-19 se convierta en pandemia silenciosa que afecte a muchos niños, adolescentes y jóvenes que no tienen voz”, e instó a incluirlos para que sean los motores de la transformación.

Fuente de la Información: https://news.un.org/es/story/2021/10/1498332

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Latinoamérica: Las lenguas indígenas encierran conocimientos clave para la ciencia

Importantes investigaciones científicas pasan con frecuencia inadvertidas si no se publican en inglés. Valiosos conocimientos sobre plantas medicinales se pierden cuando mueren lenguas indígenas.

Los resultados de nuevas investigaciones suelen publicarse en revistas especializadas en inglés. Solo así obtienen atención a nivel internacional.

Pero no todos los estudios se publican en ese idioma y, por consiguiente, algunos descubrimientos y análisis de gran importancia pasan inadvertidos, lo cual es grave. Conocimientos y sabidurías regionales no se comunican y, a veces, se pierden irremediablemente.

Conocimiento ignorado sobre biodiversidad

Un equipo internacional de 60 investigadores, dirigido por la Universidad de Queensland, examinó estudios sobre biodiversidad en 16 idiomas diferentes.

En total fueron analizadas 466 revistas especializadas de 38 regiones del mundo dedicadas al tema de la ecología y la protección del medio ambiente. El resultado -que se publicó naturalmente en inglés- es tan obvio como revelador: trabajos científicos en otros idiomas, que con frecuencia han sido ignorados, pueden contribuir sin duda a proteger mejor la biodiversidad en la Tierra.

Pero no se trata solo de una percepción. Según el estudio, esto se puede medir en números. Si se toma en cuenta la investigación sobre protección de la naturaleza que no está disponible en inglés, la superficie geográfica estudiada aumenta un 25 por ciento. También el número de especies zoológicas estudiadas crece significativamente: un 5 por ciento en el caso de los anfibios, un nueve por ciento en el de los mamíferos y un 32 por ciento en el de las aves.

Tampoco el alemán se toma en cuenta

También hay estudios alemanes que han pasado inadvertidos. La Dra. Kerstin Jantke, del Centro de Investigación del Sistema Terráqueo y Sostenibilidad (CEN), de la Universidad de Hamburgo, examinó 2.756 trabajos científicos alemanes publicados en tres revistas especializadas en ecología entre 1965 y 2019.

En dichas publicaciones en alemán se analizan 65 medidas efectivas para la preservación de nueve especies anfibias, 64 especies de mamíferos y 217 especies de aves. «Estos conocimientos quedaron fuera del alcance de la esfera científica internacional”, dice Kerstin Jantke. «Para que estén disponibles a nivel mundial, se los está introduciendo ahora en un banco de datos de libre acceso. Este contiene resúmenes de todos los estudios examinados en 16 idiomas, una tarea gigantesca”, agrega.

Sabiduría latinoamericana

Más grave es la situación cuando los conocimientos están en idiomas poco extendidos. Llama la atención que gran parte de los estudios que no han sido publicados en inglés provienen de regiones especialmente ricas en biodiversidad, como América Latina. «También información emanada de la sabiduría indígena con frecuencia no se publica en inglés. Pero, si la ignoramos, perdemos mucho”, advierte Jantke.

Un interesante estudio de la Universidad de Zúrich reveló recientemente cuán ligado está en América Latina el conocimiento sobre plantas medicinales con lenguas indígenas amenazadas. De acuerdo con este trabajo, el 75 por cientos de los usos de plantas curativas solo se conocen en un idioma.

En este estudio -también publicado naturalmente en inglés-, se examinaron 645 especies vegetales del noroccidente de la Amazonía y su aplicación medicinal según lo transmitido oralmente en 37 lenguas. En esta región, incluso el 91 por ciento del conocimiento está en solo un idioma.

Lenguas amenazadas

Dado que muchos pueblos indígenas solo transmiten oralmente esta información, con la desaparición de una lengua desaparecen también conocimientos medicinales adquiridos a lo largo de generaciones.

Chamán maya.Chamán maya con una máscara ceremonial.

«Cada vez que desaparece una lengua, desaparece también una voz hablante y la posibilidad de darle un sentido a la realidad, desaparece una posibilidad de interactuar con la naturaleza, se esfuma una posibilidad de describir y nombrar animales y plantas”, afirma Jordi Bascompte, investigador del departamento de Biología Evolutiva y Estudios Ambientales de la Universidad de Zúrich.

Con ello se reduce al mismo tiempo la posibilidad de descubrir futuros medicamentos, advierte Bascompte en el estudio, haciendo notar que muchas sustancias terapéuticas se siguen obteniendo de las plantas medicinales.

Para que ese potencial no se pierda, hay que proteger tanto la biodiversidad como el conocimiento sobre las propiedades curativas de las plantas. La diversidad biológica y la cultural son inseparables.

El 42 por ciento de las aproximadamente 7.000 lenguas existentes están actualmente en peligro de extinción. Con el objetivo de preservarlas, la UNESCO proclamó una década dedicada a las lenguas indígenas, desde 2022 hasta 2032.

Fuente: Las lenguas indígenas encierran conocimientos clave para la ciencia | Ciencia y Ecología | DW | 11.10.2021

    

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Michelle J. Bellino : “No podemos enseñar la paz sin abordar la injusticia histórica”: experta en educación y civismo

Michelle J. Bellino participará en el seminario web de UNESCO Educar sobre el Holocausto y los genocidios en América Latina y el Caribe. En esta entrevista reflexiona sobre la contribución de la educación a los procesos de reconciliación. 

Santiago, 1 de octubre de 2021 (UNESCO) — El siglo XX y el comienzo del siglo XXI han estado marcados por atrocidades masivas como el Holocausto, y otros crímenes sucedidos en América Latina y el Caribe, que dejan de manifiesto la urgencia de abordar la temática con un enfoque integral desde los niveles global, regional y nacional.

En este contexto, la UNESCO ha organizado el seminario web Educar sobre el Holocausto y los genocidios en América Latina y el Caribe para promover la Educación para la Ciudadanía Mundial (ECM) como una prioridad de la Agenda Educación 2030.

Tiene el fin de ayudar a los docentes a desarrollar las habilidades necesarias de sus estudiantes para convertirse en pensadores críticos, ciudadanos globales activos, responsables, que valoren la dignidad humana y el respeto por todos, rechacen el antisemitismo, el racismo y otras formas de prejuicio que pueden conducir a la violencia y al genocidio.

El seminario web busca contribuir a la formación de pensadores críticos, ciudadanos globales que valoren la dignidad humana y el respeto por todos.

Una de las invitadas a las sesiones de este seminario es Michelle J. Bellino, profesora asociada en la Facultad de Educación de la Universidad de Michigan, quien ha centrado su investigación en la educación y el desarrollo cívico de los jóvenes, y que ha puesto especial atención a los contextos afectados por conflictos armados y desplazamientos forzados.

En su trabajo, ella explora cómo las experiencias con la violencia, el asilo y los procesos de paz y justicia influyen en la participación de los jóvenes en las escuelas y en la sociedad, en sus aspiraciones futuras, así como en el acceso a la educación y la inclusión.

¿Cómo puede lograr la educación sobre los pasados violentos contribuir al desarrollo de los procesos de reconciliación?

Primero, pienso en la oportunidad de clarificar la historia, establecer una verdad complicada reconociendo que gran parte de lo que sucede durante los períodos de violaciones de derechos humanos ocurre en las sombras, por lo que es necesario reconocer las acciones, las motivaciones y el impacto del daño.

En mis investigaciones en sociedades postconflicto encuentro que es muy común silenciar la historia del pasado violento en el aula, en favor de enfocarse en el futuro, para pensar en crear la paz. Hay muchas razones por las que esto pasa, incluso con maestros que tienen toda la intención de cubrir temas difíciles, pero que no cuentan con recursos apropiados o apoyo profesional.

Michelle J. Bellino, profesora de la Universidad de Michigan, investiga el desarrollo cívico de los jóvenes, en especial los contextos afectados por conflictos armados y desplazamientos forzados. 

No podemos lograr la enseñanza de la paz sin abordar la injusticia histórica y el sector educativo tiene que tomar en cuenta su papel en esa historia, por ejemplo, preguntándonos cómo contribuyó a la violencia y a la división a través del acceso desigual, un currículo sesgado u otras formas.

Típicamente se piensa en otras entidades de justicia transicional para establecer la verdad y hacer el trabajo de reconciliación. Tendemos a ser muy buenos para pensar en la educación al final de los procesos de justicia transicional, pensando cómo las escuelas son lugares importantes donde los niños aprenden acerca de la ciudadanía y la democracia. Nos resulta más difícil pensar en la educación como parte de los procesos de justicia transicional, incluso de reconciliación, lugares donde a través del diálogo se hace la justicia transicional y se apoya el fortalecimiento del camino a la paz.

¿Cómo contribuye la educación sobre el Holocausto a comprender otros sucesos históricos ocurridos en América Latina y el Caribe marcados por atrocidades masivas y graves violaciones a los derechos humanos?

Aunque el Holocausto es un caso muy particular, creo que un estudio profundo de cómo las condiciones permitieron una violencia tan extrema y un nivel de participación tan amplia en la sociedad pueden iluminar condiciones y formas de comportamiento humano que aparecen en muchos contextos de conflicto. El objetivo pedagógico es doble: por un lado, estudiar el caso del Holocausto en su propio contexto histórico y político; y por otro, pensarlo como una entrada para hacer conexiones e iluminar otros casos.

Debemos preguntarnos cómo la educación contribuyó a la violencia y a la división a través del acceso desigual o un currículo sesgado.

Por ejemplo, me llama la atención en el análisis comparativo la frecuencia con la que vemos condiciones similares que permiten que la violencia se arraigue: deshumanización, inequidad sistémica y exclusión.

Y una vez más, aunque las escuelas no siempre juegan un papel tan explícito en la configuración de la dinámica del conflicto, como vemos en el caso de la Alemania nazi, aparece una cuestión tan importante acerca de cómo se educó y socializó a los jóvenes en la jerarquía racial.

Había lecciones obligatorias sobre “conciencia racial” donde se enseñaron a los jóvenes sobre sus obligaciones raciales con la nación, vinculando a la ciencia de la raza defectuosa con un sentido de nacionalismo.

Al respecto me surge una pregunta: ¿Cómo podemos mirar desde este papel adoctrinador muy claro hacia formas más sutiles e implícitas en las que el currículo educativo, la pedagogía y las estructuras trabajan para dividir y excluir, tanto en tiempos de conflicto como de paz?

¿Cómo cree usted que la educación sobre el Holocausto y el genocidio puede ayudar a los jóvenes a convertirse en pensadores críticos, ciudadanos globales activos y responsables que valoren la dignidad humana y el respeto por todos?

Cuando estudiamos episodios de genocidio no podemos verlos como eventos aislados ni contenidos dentro de fronteras nacionales, más aún ahora porque las dinámicas del conflicto armado han cambiado a causa de la migración transnacional y movimientos (pacíficos y violentos) que cruzan fronteras.

Podemos arriesgarnos a enseñar sobre violaciones de derechos humanos y períodos de violencia masiva como si fueran aberraciones, como si surgieran de nada, pero en muchos casos hay años o siglos de opresión y sistemas opresivos que marginaron y contribuyeron a un sentido de identidad excluyente y opositora. Estas fuerzas se originan desde adentro del Estado y afuera en el contexto mundial.

Para mí, la ciudadanía global implica el reconocimiento de que todos estamos comprometidos cuando examinamos la injusticia en un contexto particular, preguntándonos al mirar el pasado: ¿Cuáles fueron las condiciones que permitieron eso? ¿Cuándo y en qué forma lo pudimos interrumpir?.

La ciudadanía global implica el reconocimiento de que todos estamos comprometidos cuando examinamos la injusticia en un contexto particular.

Y mirando al presente y hacia al futuro ¿Cuáles son las condiciones institucionales que necesitamos para crear justicia y así prevenir más violencia? Me importa mucho esta pregunta y creo que es importante hacerla en nuestras clases, para que los estudiantes puedan decidir por sí mismos qué tipo de ciudadanos necesitamos para apoyar la democracia, los derechos humanos y la paz.

¿Cómo sueña la educación del futuro?

Lo sueño como un espacio donde las diversas identidades y estatus (ciudadano y no ciudadano, desplazado, refugiado) son inherentemente reconocidos por sus derechos (su derecho a la educación, su derecho a aprender en su lengua materna, su derecho a la participación política, etcétera) y también por tener contribuciones y perspectivas valiosas.

También como un espacio para preguntar abiertamente, un espacio donde podamos hacer preguntas que no tienen respuestas definitivas, un espacio para dialogar y navegar la diversidad con respeto, así podamos apoyar el desarrollo de ciudadanos democráticos que respeten la pluralidad y reconozcan la injusticia en todas sus formas, y que reconozcan la necesidad de incluir a quienes han sido y siguen siendo marginados sistemáticamente.

Fuente: https://www.onu.org.mx/no-podemos-ensenar-la-paz-sin-abordar-la-injusticia-historica-experta-en-educacion-y-civismo/

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Hacia un entorno digital más justo, igualitario y seguro para América Latina

Por: Jamila Venturini y J. Carlos Lara 

Mientras América Latina enfrenta persistentes amenazas a la democracia, una creciente desigualdad económica global –intensificada por más de un año de pandemia–, sumada a una crisis climática de consecuencias catastróficas, las tecnologías digitales están en el centro de la agenda pública. En un contexto de intenso cambio, la misión de Derechos Digitales en defender los derechos humanos y poner las tecnologías al servicio de la justicia e igualdad, se torna más relevante que nunca.

Es en ese contexto que, reconociendo los 15 años de experiencia de Derechos Digitales, hemos decidido asumir el honor y desafío de liderar un fabuloso equipo que reúne algunas de las personas más comprometidas y capaces de toda la región con la misión de promover la equidad, la dignidad y la seguridad de todas las personas en su relación con la tecnología.

Reafirmamos Derechos Digitales al servicio de realidades complejas y cambiantes, en lo que consideramos más importante para la construcción de un futuro distinto al que se presenta: la protección de los derechos humanos. El reconocimiento y la inclusión de voces que han sido históricamente excluidas de las discusiones sobre tecnologías y la ardua lucha por la equidad y la justicia estarán al centro de nuestra preocupación.

Al interior de la organización, trabajaremos para permitir que florezca la creatividad y colaboración que siempre han caracterizado a Derechos Digitales. Desde orígenes y trayectorias tan distintas, nuestra diversidad es potencia. En este sentido, queremos mantener y generar  un espacio de trabajo seguro, amigable, receptivo y alineado con nuestra misión.

Asumimos el desafío de dirigir esta organización con el propósito que Derechos Digitales sirva para proteger e impulsar el trabajo de incontables defensoras y defensores de los derechos humanos que cotidianamente se enfrentan con poderes políticos y económicos. Frente al ciego optimismo tecno-solucionista que marca los últimos tiempos, seguiremos produciendo conocimiento situado sobre los impactos de las tecnologías y su regulación en los distintos países y en la denuncia enérgica de las amenazas y los abusos a los derechos humanos. Nuestra visión es la de una región donde la tecnología y su regulación no sean nuevas maneras de profundizar desigualdades, sino que se encuentren al servicio de nuestros pueblos, para consolidar las democracias y para facilitar el ejercicio derechos fundamentales.

Somos conscientes del enorme desafío que es liderar una organización de sociedad civil en el Sur Global y asumimos esta responsabilidad con humildad y deseo de aprendizaje y crecimiento. Nos queda un largo camino, mas sabemos que contamos con el respaldo de un equipo sólido, de potentes aliadas regionales y globales, y de una convicción inclaudicable.

Fuente: https://www.derechosdigitales.org/16735/hacia-un-entorno-digital-mas-justo-igualitario-y-seguro-para-america-latina/

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“Epistemologías del Sur” de Boaventura de Sousa Santos: aportes, limitaciones y errores

Las reflexiones que siguen parten de la lectura del ensayo de Boaventura de Sousa Santos titulado “Epistemologías del Sur”, publicado en la revista Utopía y Praxis Latinoamericana, año 16, No. 54, julio – septiembre de 2011, pp 17 – 39, publicada por la Universidad de Zulia, Maracaibo, Venezuela. En su libro “Descolonizar el saber, reinventar el poder” también recoge Boaventura de Sousa Santos estas mismas ideas.

¿Qué dice Boaventura?

De salida, en la primera línea de su resumen, Boaventura de Sousa Santos (BSS) afirma: “Es un hecho irreversible que el logos eurocéntrico ha implosionado en sus propias fuentes de desarrollo político y económico”.

Enseguida agrega que el nuevo logos que propone, aunque nace de la Teoría Crítica (concepto que a lo largo del texto alternará con Pensamiento Crítico, que no es exactamente lo mismo), ayudará a superar la lógica del “capitalismo y colonialismo sin fin” (en que supuestamente ha caído el logos eurocéntrico), basándose en la “sabiduría ancestral que porta el pensamiento de estos pueblos originarios” (de América) y su filosofía del “Sumak Kawsay” (Buen Vivir), vocablo de origen quechua que alude a vivir a plenitud, felizmente, en armonía con la naturaleza, y que tiene equivalentes en otras culturas originarias de América.

Estas primeras afirmaciones de BSS nos producen algunos interrogantes: ¿Es cierto que ha “implosionado” todo el “logos”, que él califica de eurocéntrico? ¿Esto incluye toda la ciencia moderna, las naturales y las sociales? ¿El concepto “sumak kawsay” se opone a todo el logos proveniente de Europa o el Norte, o específicamente a la visión positivista de la lógica desarrollista o productivista de una parte del logos “eurocéntrico”?

Según él, “no necesitamos alternativas, sino más bien maneras alternativas de pensamiento”, las cuales pueden encontrarse en los movimientos indígenas y sus concepciones sobre el estado plurinacional, la democracia participativa y desarrollo basado en el Buen Vivir y los derechos humanos que incluyen la naturaleza. Estas alternativas presentan una salida a “la calle ciega en que la tradición crítica occidento-céntrica parece estar atrapada”.

Para Boaventura, la crisis de la “tradición crítica” se basa en los siguientes desafíos: cómo interpretar lo viejo y lo nuevo; el fin del capitalismo sin fin; el fin del colonialismo sin fin; la pérdida de sustantivos críticos; la relación fantasmal entre teoría crítica y práctica.

1- Lo muy viejo o muy nuevo: para explicar este problema pone el caso del Proyecto Yasuni de Ecuador, por el cual el país dejaría de explotar algunos yacimientos de petróleo a cambio de que los países desarrollados le reconocieran 2 mil millones de dólares por no contaminar. Para BSS, esta propuesta apunta a un “futuro postcapitalista” que sale de una concepción de la vida precapitalista de los indígenas ecuatorianos que, según él, el pensamiento crítico no termina de comprender. “En el caso de América Latina, reclamar un pasado pre-colonial es una propuesta revolucionaria…”. Preguntas: ¿La propuesta modificaba el sistema capitalista? ¿Recuerda la idea del Banco Mundial de “canje de deuda por naturaleza”? ¿Su evidente fracaso habla de que no condujo a Ecuador a ningún camino postcapitalista? La política de Rafael Correa no rompió con el extractivismo, es decir, con una variante del capitalismo dependiente, aunque es justo reconocer que aplicó políticas sociales más justas gracias a una redistribución del ingreso de tipo keynesiano. Los problemas actuales de Ecuador, y el fracaso del proyecto Yasuni en 2013, prueban que no ha trascendido en un sentido post-capitalista la sociedad ecuatoriana.

2- El fin del capitalismo sin fin: para BSS la izquierda mundial está entre dos extremos, los que tienen dificultad para imaginar un fin del capitalismo, la socialdemocracia, en la que coloca a Lula; y los que tienen dificultad para imaginar cómo será el fin del capitalismo, en la que entra el “socialismo del Siglo XXI” y los procesos de Bolivia, Ecuador y Venezuela. Respecto a los últimos señala: “si los gobiernos imaginan el pos-capitalismo a partir del capitalismo, los movimientos indígenas imaginan el pos-capitalismo a partir del pre-capitalismo. Pero ni unos ni otros imaginan el capitalismo sin el colonialismo interno”. BSS simpatiza con la segunda vertiente, pero señala que su base social debe incorporar legitimidad ampliando el sentido de lo nacional popular al reconocimiento de las naciones originarias y el carácter plurinacional y pluricultural del estado. Pregunta: Coincidiendo plenamente con BSS, respecto a la existencia de un colonialismo interno que debe ser combatido, el problema es si, siete años después de escrito este ensayo, a la luz de la crisis de estos proyectos políticos “progresistas”, cabe preguntarse si ha habido algún intento serio de avanzar hacia el “fin del capitalismo” o si se mantuvieron en los límites del capitalismo sin atreverse a tocar la cabeza del sistema de propiedad burgués.

3- El fin del colonialismo sin fin: Respecto a este problema BSS también señala la existencia de dos vertientes, la primera, que cree que el colonialismo se acabó con la independencia y que sólo interesa la lucha de clases; la segunda, que entiende que las oligarquías gobernantes continuaron un colonialismo interno con implicaciones en la sociabilidad, la cultura, el espacio público y privado, las mentalidades y subjetividades. Para la segunda vertiente la “lucha anticapitalista tiene que ser conducida de modo paralelo a la lucha anticolonialista”; “la lucha por la igualdad no puede estar separada de la lucha por el reconocimiento de la diferencia”. Cita a René Zavaleta para el cual esta realidad (nuevos movimientos sociales indígenas, afro-descendientes, mujeres), crean turbulencia en los conceptos: clase/multitud, sociedad civil/comunidad, estado/nación. Lo que lleva a BSS a “la necesidad de tomar alguna distancia en relación a la tradición eurocéntrica”. Pregunta: ¿No incurre BSS en una contradicción al reivindicar aquí que una parte de la tradición marxista sostiene la lucha paralela contra el capitalismo y el colonialismo interno, pero más adelante “pone distancia” de toda ella?

4- La pérdida de los sustantivos críticos: Para BSS, la teoría crítica en el pasado poseyó conceptos que la diferenciaban de las teorías burguesas. Pero conceptos como “socialismo, comunismo, dependencia, lucha de clases, alienación, participación, fetichismo de la mercancía, frente de masas, etc. Hoy, aparentemente, casi todos los sustantivos desaparecieron” (¡!¿?). Aquí BSS no hace distinción entre vertientes reformistas y revolucionarias, y adscribe a la totalidad de la teoría crítica el adoptar conceptos burgueses adaptándole un adjetivo contra-hegemónico, como “desarrollo sostenible”, “democracia participativa”, etc. Las luchas sociales en Latinoamérica estarían dirigidas, según BSS, a “resemantizar viejos conceptos y, al mismo tiempo, introducir nuevos conceptos que no tienen precedente en la teoría crítica eurocéntrica”. Pregunta: Coincidiendo con BSS en que una parte de la izquierda (reformista) ha abjurado de los originales sustantivos críticos, la pregunta es si en verdad están muertos esos “viejos” conceptos en la academia y en las luchas sociales, o si lo que está muerto es la caricatura de añadir adjetivos supuestamente contra-hegemónicos a la sustantividad positivista burguesa.

5- La relación fantasmal entre teoría crítica y práctica: El problema aquí se centra, según BSS, en que “En los últimos treinta años las luchas más avanzadas fueron protagonizadas por grupos sociales (indígenas, campesinos, mujeres, afro-descendientes, piqueteros, desempleados) cuya presencia en la historia no fue prevista por la teoría crítica eurocéntrica… muy distintas de las privilegiadas por la teoría: el partido y el sindicato… no habitan los centros urbanos industriales sino lugares remotos…”. No se expresan en conceptos como socialismo, derechos humanos, democracia o desarrollo, “sino dignidad, respeto, territorio, autogobierno, el buen vivir, Madre Tierra”.  Esta diferencia entre teoría y práctica no se debe solo a realidades distintas, sino a diferencias ontológicas y epistemológicas, pues estos movimientos construyen su lucha en base a conocimientos ancestrales “ajenos al cientificismo” de la teoría crítica, y sus cosmovisiones los llevan a pensar en actores sociales distintos: comunidad, tierra, etc. Cita a Álvaro García Linera quien habla de “bloqueo cognitivo” e “imposibilidad epistemológica” respecto a dos realidades que serán punto de partida de proyectos emancipatorios y se sobrepondrán a la teoría marxista: la temática campesina y étnica. Termina proponiendo “alguna distancia” del pensamiento crítico y su tradición “pensado anteriormente dentro y fuera del Continente” (¿?). Preguntas: ¿Esto último incluye a Mariátegui, primer pensador marxista que le metió cabeza al tema indígena y campesino? ¿No pensaron el problema campesino Engels, Kautsky y Lenin? ¿No hubo un debate entre Lenin y Luxemburgo sobre nación y autodeterminación? ¿Flora Tristán, Vera Zasulich, Rosa Luxembugo, Kollontai, y tantas otras marxistas, no pensaron el tema de la mujer y el feminismo?

Boaventura Sousa Santos, establecidos los problemas que ve en la Teoría Crítica, pasa a formalizar su propuesta de cómo encarar la situación. Empieza por una afirmación contradictoria, “no echar a la basura de la historia toda esta tradición tan rica”, de la Teoría Crítica, “sin embargo, las soluciones modernas propuestas por el liberalismo y también por el marxismo ya no sirven…”.

Como se aprecia, siguiendo la moda postmoderna, Boaventura no hace diferenciación entre positivismo burgués y materialismo histórico proletario, los iguala para descartarlos en bloque. Ni siquiera intenta rescatar algo de algunas de las múltiples corrientes marxistas. Nada sirve. Al basurero no, pero sí échelos a algún cajón del desván. Es parte de la moda post-moderna de repudiar la “racionalidad occidental” en su totalidad.

Esquemáticamente BSS propone superar el “calle ciega” de la Teoría Crítica con: A. una Sociología de las Ausencias, que haga visible lo que se ha invisibilizado en referencia a  saberes que no responden a la linealidad y la monocultura del pensamiento eurocéntrico; B. una Sociología de las Emergencias que muestre las posibilidades plurales de futuro que pueden salir de saberes y prácticas no europeas; C. una Epistemología del Sur que reclame la justa valoración de conocimientos emanados de sociedades excluidas y silenciadas de las que puede surgir “una transformación progresista del mundo… no previstos por el pensamiento occidental…”; D. una Ecología de Saberes, que establezca el necesario diálogo intercultural de saberes, ya que no hay ni ignorancia, ni conocimiento en general; E. una Traducción Cultural o de Saberes basada en la “hermenéutica diaptópica”, de interpretación entre culturas.

Todo lo cual está muy bien y lo compartimos, con la aclaración de que no puede ser hecho sin incorporar allí al materialismo histórico, con su carga sustantiva o conceptual, incluyendo toda la tradición de lucha del movimiento obrero europeo y norteamericano, y de centenares de intelectuales marxistas de esos y nuestros países. Pretender confundir el empirismo y el positivismo burgués con la Teoría Crítica y la tradición marxista es inaceptable desde un punto de vista serio.

¿Qué aporta la Epistemología del Sur?

Dejemos claro desde el principio que consideramos un aporte positivo de Boaventura Sousa Santos y su Epistemología del Sur, el intento de comprender, explicar y producir una conceptualización a partir de los grandes movimientos sociales de América Latina de inicios del siglo XXI.

Esta labor propuesta por BSS es necesaria, porque no se han analizado suficientemente los grandes procesos sociales y políticos que dieron origen a los gobiernos radicalmente progresistas de Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales, en Venezuela, Ecuador y Bolivia respectivamente, y otros procesos menos radicales pero que fueron influidos por los primeros.

Constituye un aporte invaluable de Boaventura Sousa Santos el visibilizar y dar voz a movimientos sociales que han devenido en actores centrales de la realidad en las últimas décadas: indígenas, afro-descendientes, mujeres y agreguemos nosotros, LGTBi y juveniles.

Junto con ellos rescatar para la “doxa” y la “episteme” conceptos que de una manera u otra reflejan esa realidad: nación, pueblo, raza, comunidad, buen vivir, autonomía, naturaleza (entendida no desde la perspectiva científico-técnica, sino desde el mundo de la vida de nuestros pueblos originarios).

Adscribimos con BSS a esa vertiente de la izquierda y de la Teoría Crítica que comprende que el colonialismo interno no ha desaparecido y que se expresa en la cotidianeidad con prácticas discriminatorias, racistas, patriarcales que escinden la sociedad entre el mundo de “el Ser” y el mundo de “el No Ser”, que a su vez pretende aplastar todo tipo de manifestación cultural de los oprimidos bajo el objetivo de imponer la “civilización”, es decir, la monocultura de la dominación.

Por eso también, junto a BSS, creemos que cualquier propuesta revolucionaria del siglo XXI, no sólo en Latinoamérica y en general en el Sur, sino también en el Norte, debe desarrollar paralelamente a la lucha contra la explotación de clase, la lucha contra toda forma de opresión, discriminación, invisibilización de las culturas, los pueblos y las naciones oprimidas.

Debe prevalecer un “diálogo intercultural” no sólo limitado a los movimientos sociales y políticos, sino también en el mundo de la ciencia social y la ciencia en general. Diálogo que hay que asumir con la actitud de estar dispuestos a ver, vivir y comprender “realidades sorprendentes”, al decir de BSS.

Como propone BSS, ese diálogo intercultural debe partir de una Sociología de las Ausencias y de las Emergencias que visibilice la amplia gama de formas que la humanidad ha desarrollado a lo largo del tiempo y en multiplicidad de culturas para comprender y explicar el mundo. Esa “Ecología de Saberes” debe ser asumida rechazando los prejuicios eurocéntricos del positivismo, que pretende una clasificación de las sociedades en inferiores y superiores, según un criterio arbitrario de progreso.

Ecología de Saberes necesaria, no solo desde el conocimiento formalizado hacia las cosmovisiones de las culturas “no occidentales”, sino también a lo interno de la ciencia y las humanidades, de la academia, donde es evidente que el “norte” controla e impone sus saberes de manera lineal e imperialista, mientras devalúa y manda al mundo del “no-ser” al conocimiento formal producido en las universidades “tercermndistas”.

Suscribimos el criterio de BSS de que se debe apoyar consecuentemente las demandas de los pueblos indígenas, no solo a la tierra, sino también a vivir la vida como les dicta su cosmovisión, lo que obliga a los gobiernos a respetar su cultura, su lengua, sus tradiciones, su autonomía y su autogobierno. Otro tanto puede decirse de las comunidades campesinas y afro-descendientes, para las que la democracia comunal y participativa es un ingrediente esencial económica y culturalmente.

Entre todas esas demandas culturales también están los de las mujeres en general, pero en particular de las mujeres pobres, cuyas luchas atraviesan transversalmente los movimientos sindicales, indígenas, campesino y afro-descendientes.

¿Cuáles son las limitaciones y errores de Boaventura Sousa Santos?

Sin embargo, el enfoque de Boaventura Sousa Santos tiene una serie de errores que impiden que sea tomado en bloque como la propuesta novedosa, epistemológicamente hablando, que él ha pretendido. El asombro que siente BSS frente a los pueblos originarios de América lo lleva a ser solidario y exigir respeto por sus culturas y saberes, lo cual es correcto y estamos de acuerdo, pero también lo conduce (al menos en este ensayo) a una simplificación idealizada, por la vía negativa del logos europeo y por la positiva de la cosmovisión indígena.

Si aplicamos el rigor del pensamiento crítico veremos que en muchos casos se trata de sociedades complejas, con diferenciación de clases y explotación, como lo fueron los grandes imperios Azteca, Inca o Maya. Incluso en cacicazgos de mediana complejidad, como los existentes en el istmo de Panamá prehispánico, se practicaba la esclavitud doméstica a enemigos vencidos. En el mismo sentido, se podrían analizar la existencia de prácticas patriarcales y opresivas contra las mujeres en mucha de estas sociedades, las cuales persisten hasta el presente.

Esas contradicciones sociales fueron utilizadas por los conquistadores y colonialistas europeos para “dividir y vencer”. De manera que, simplificar los pueblos originarios, para reducirlos a la filosofía del “buen vivir”, es hacer una caricatura irreal, semejante a la del personaje (Viernes) de la novela Robinson Crusoe, de Daniel Defoe. La muy eurocéntrica imagen del “buen salvaje”, al que la civilización occidental debe “conservar” en un frasco como un producto exótico para turistas.

Lo dicho no implica justificar ninguna política “civilizatoria”, como han pretendido los gobernantes liberales y socialdemócratas inspirados por el positivismo europeo. Europa no tiene moralmente nada que enseñar. Pero el mundo no está dividido en diablitos europeos y angelitos americanos. Se trata de hacer un análisis social objetivo y realista.

Este maravillarse lleva a BSS a generalizaciones que lo colocan, filosóficamente hablando, en el margen de la metafísica, más que en análisis social concreto. Sin relación a las explicaciones concretas, decreta de salida la muerte del “logos”, que adjetiva en general como eurocéntrico, cuyos contornos van desde lo que podría ser el positivismo liberal hasta el marxismo en todas sus variantes, incluyendo aparentemente el marxismo indiano de Mariátegui. BSS toma distancia de todo eso. Y no sabemos si abarca a las ciencias naturales.

Peor aún, decreta la muerte de los “sustantivos críticos”: lucha de clases, socialismo, dependencia, etc. Y todo ello sin pararse a analizar si en la realidad concreta eso es cierto o si mantienen vigencia. Argumenta que un sector de la izquierda y la socialdemocracia (que hace cien años fue señalada de traicionar sus principios), ha adoptado variantes de sustantivos burgueses a los que suma un adjetivo con los que hacer reformismo (contra-hegemonía, dice BSS): desarrollo sostenible o democracia participativa, por ejemplo.

Pero no todas las corrientes marxistas adscriben a ese procedimiento. Reduce lo más radical de la Teoría Crítica a Habermas, el menos marxista y el más weberiano de la Escuela de Frankfurt. Cometiendo la misma falta que critica en los eurocéntricos de invisibilizar, o enviar al mundo del “No-Ser”, a buena parte de la izquierda marxista y revolucionaria del mundo y de América Latina.

Reduce las izquierdas latinoamericanas a los socialdemócratas como Lula, por un lado, y a los Evo, Chávez y Correa, por otro lado, dejando por fuera otras variantes que existen y actúan, que van desde el MSTS y el PSOL en Brasil, el Frente de Izquierda de Argentina, o el Frente Amplio peruano y chileno, etc.

Decreta una ruptura entre la teoría y la práctica de la Teoría Crítica, que él presenta como sinónimo de Materialismo Histórico, al pretender que esa perspectiva no ha pensado más que en “el partido y el sindicato”, y que los movimientos campesinos, indígenas, de mujeres, etc. “no fueron previstos” y se han producido por fuera de la teoría. Falso.

Frente a todos esos temas hay pilas de documentos y análisis que no datan del siglo XXI, sino desde hace más de cien años. Contra la mentira habitual de los postmodernos, de que Marx, Engels y demás no vieron el problema de la naturaleza, la mujer y campesino, está probado que sí analizaron bastante esos temas, hasta donde la realidad del momento les permitió avanzar.

A Boaventura se le olvidan dos cosas: una, que el marxismo o Teoría Crítica, nunca ha pretendido construir un sistema filosófico al estilo de los filósofos burgueses, que pontifican acerca de todo lo humano y lo divino. El marxismo aborda los problemas en concreto, en la medida que la lucha de clases los va colocando. Así que usar la obra de Marx, como los escolásticos usaban la Biblia, para encontrar la respuesta a todos los problemas, es un método que Marx repudiaría.

Dos, que el conocimiento nace de la realidad social, cuando en ella se van produciendo fenómenos nuevos que exigen análisis, comprensión y respuestas. De manera que, si posteriormente a Marx, surgieron movimientos feministas o indígenas que no actuaban en su época, corresponde a los cientistas sociales y a los activistas políticos de hoy realizar la actualización del “logos” que ayude a comprender los nuevos fenómenos.

Todos esos fenómenos se han analizado y se están analizando desde la Teoría Critica, y se han producido miles de documentos al respecto. Pero Boaventura Sousa Santos ha decidido ignorarlos porque, de manera apriorística, y rompiendo con los buenos métodos sugeridos por el Pensamiento Crítico, él decretó el fracaso de la Teoría Crítica.

Bajando a lo concreto de la cuestión concreta: todos esos movimientos sociales de los que habla BSS, que ciertamente han cobrado protagonismo en los últimos años, ¿Contra qué luchaban? ¿Contra el colonialismo en abstracto?

El movimiento que llevó al poder a Evo Morales, es indígena y a la vez SINDICAL (de un sindicato sale Evo), y cobró fuerza en la Guerra del Agua, contra la privatización de los servicios de agua potable de la ciudad de Cochabamba, impuesto por las políticas neoliberales de las agencias de crédito imperialistas y aplicados por los gobiernos burgueses en Bolivia. El fenómeno político de Evo Morales no puede ser explicado sin la lucha de clases.

Así que, contra el pronóstico de Boaventura Sousa Santos, tenemos vivos en Bolivia todos los “sustantivos críticos” que él dio por muertos: clase, sindicato, lucha de clases, socialismo (porque MAS se llama al partido que lo postuló), partido, imperialismo, explotación, teoría del valor, capitalismo, neoliberalismo, democracia burguesa, etc. Claro, todo ello combinado con el movimiento indigenista y sus particularidades culturales, cosmovisiones, etc.

Pero un análisis serio de por qué un indígena llegó a presidente de Bolivia, no puede desenfocarse de la crisis de la globalización capitalista actual, con toda su carga sustantiva, que BSS ha pretendido eliminar.

La lucha de las comunidades contra las empresas mineras y las hidroeléctricas, ¿No es acaso una lucha contra el capitalismo depredador que somete a sus relaciones sociales de producción zonas que antes escapaban a su lógica explotadora?

Nuevamente, cualquier “análisis concreto de la realidad concreta” (Lenin), nos lleva de vuelta a los sustantivos críticos que ha dado por muertos Boaventura Sousa Santos. Porque la realidad es que el mundo vive la crisis del capitalismo en su fase decadente, eso explica y da el tono de los movimientos comunales, campesinos, indígenas, de mujeres que defienden sus formas de vida frente a la depredación del capitalismo voraz.

Vayamos más allá. ¿Cuál es la explicación de la crisis de los gobiernos progresistas del continente, en los últimos años? La crisis del Proceso Bolivariano en Venezuela, por ejemplo, no se reduce a la mera agresión exterior del imperialismo yanqui, ella parte de la crisis mundial capitalista, la manera como la crisis general afecta en particular a ese país: con su crisis de los precios de las materias primas, el petróleo, y con ello la crisis presupuestaria en el marco de no haber cambiado las estructuras sociales capitalistas.

La crisis del “progresismo” latinoamericano es un aspecto de la gran crisis capitalista mundial que no logra ser superada en el plano social y político. Porque la humanidad no logra trascender el capitalismo, justamente es por lo cual los sustantivos críticos que lo explican siguen vigentes.

En la realidad social concreta, no existe una separación tajante y mecánica, entre los conceptos clase/pueblo, sociedad civil/comunidad, estado/nación, como propone BSS. Por el contrario, existe una fusión dialéctica de los conceptos que explica la Teoría Crítica y los conceptos propuestos por las Epistemologías del Sur.

En Panamá, por ejemplo, nuestra clase obrera agrícola está compuesta principalmente por el pueblo Ngabe-Bugle. De manera que fueron los mismos actores sociales, indígenas y a la vez obreros, los que en 2010 realizaron una huelga general en defensa de su sindicato bananero, y en 2011 y 2012, lucharon como comunidad y nación contra una ley minera que pretendía quitarles sus tierras ancestrales, y los años siguientes contra un proyecto hidroeléctrico impuesto desde el gobierno.

Como obreros y como comunidades originarias, su enemigo es la explotación capitalista. NO hay una separación mecánica entre ambas cosas, por el contrario, hay una fusión dialéctica de la realidad y de los conceptos que la explican.

La crisis no está en los conceptos, está en el sistema y en las direcciones políticas “contra-hegemónicas» que lo enfrentan. Como decía Trotsky, “la crisis de la humanidad es la crisis de la dirección revolucionaria”, porque las condiciones objetivas para la superación del capitalismo “han comenzado a pudrirse”. Las direcciones políticas contra-hegemónicas se hayan más debilitadas ahora que nunca porque, a partir de la desaparición de la Unión Soviética, en la mente de muchos se ha confundido la degeneración stalinista con todo el movimiento socialista y se ha puesto un signo de igual entre la burocracia soviética y toda la Teoría Crítica.

Parte de ese problema son las teorizaciones postmodernas, al estilo de lo hecho por BSS, que pretende la supuesta muerte de la única teoría que sigue dando cuenta cabal del sistema capitalista: el materialismo histórico.

En ese sentido, reivindicar el diálogo intercultural y la ecología de saberes, es un objetivo necesario, pero no suficiente, si no es acompañado del análisis y combate al sistema de explotación mundial que aplasta a los pueblos, naciones y etnias del mundo. Y ese análisis y lucha no se puede sin las armas conceptuales construidas por más de cien años de batallas del movimiento obrero, socialista, comunista y marxista contra el sistema capitalista.

Visualizar el “fin del capitalismo sin fin”, la sociedad que BSS llama post-capitalista (y se niega a llamar socialista), requiere repensar partiendo del invaluable aporte del marxismo y la Teoría Crítica. La superación del capitalismo industrial no la encontraremos en la añoranza de un pasado idealizado. La disyuntiva es la planteada por Rosa Luxemburgo, socialismo o barbarie. La primera opción implica superación positiva del capitalismo, para todas las naciones y culturas oprimidas del mundo. La segunda opción implica un desastre y un fracaso para toda la humanidad.

Bibliografía

Sousa Santos, Boaventura. “Epistemologías del Sur”. Revista Utopía y Praxis Latinoamericana, año 16, No. 54. Maracaibo, Venezuela, julio – septiembre de 2011.

Sousa Santos, Boaventura. Descolonizar el saber, reinventar el poder. Ediciones Trilce. Montevideo, 2010.

Fuente: https://rebelion.org/epistemologias-del-sur-de-boaventura-de-sousa-santos-aportes-limitaciones-y-errores/

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