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Israel: Apagar la educación yihadista.

Dr. Efraín Herrera/Fuente:http://www.israelhayom.com/

Por tercer año consecutivo, un billete de afiliado a Hamas ganó las elecciones del consejo de estudiantes de la Universidad de Birzeit en Cisjordania. Ya sabemos que los pobres y sin educación no son los únicos que apoyan la ideología yihadista. Ya en 2004, la investigación por el profesor Shaul Kimhi mostró que alrededor de un tercio de los suicidas que han atacado a los israelíes eran estudiantes o graduados de las universidades de la Autoridad Palestina.

Los sistemas educativos de la PA, la Franja de Gaza y los estados musulmanes de la región apoyan raza de ideologías islamistas. En preescolares de Hamas, a los niños se les enseña a apuñalar Judios con el fin de purificar el mundo y liberar las tierras islámicas. Ya en el segundo grado, los niños de las escuelas PA enteran de que su deber es el odio Judios y el uso de la violencia contra ellos. Se enteran de que el término «jihad» tiene un solo significado, que es la guerra de acuerdo a Allah.

A pesar de que los Acuerdos de Oslo obligan a los palestinos a cesaban de enseñar el odio, Israel no está tomando suficientes medidas prácticas para poner fin a este fenómeno destructivo, que también se ha extendido a algunas escuelas árabes dentro de la Línea Verde. Israel debe entender lo que los líderes de algunos estados musulmanes se han dado cuenta en los últimos años. El primero de esos líder era el presidente egipcio, Abdel-Fattah el-Sissi.Ya en 2013, el-Sissi comenzó a instituir reformas educativas profundas, en particular las relativas a los libros de texto utilizados en las escuelas. Por ejemplo, se han borrado las referencias a la generosidad y esclavos ganado en las guerras islámicas. El-Sissi también descalificado todos los libros de texto han espoleado la violencia (sobre la base de los textos islámicos). Se prohibió la venta de libros se defiendan los musulmanes la ideología de la Hermandad, incluyendo las escritas por el jeque Yusuf al-Qaradawi.

Hace dos semanas vimos Rey de Marruecos, Mohammed VI seguir los pasos de el-Sissi, como ordenó la «limpieza» de unos 400.000 libros de texto. Esta limpieza incluye la prohibición de los textos que promuevan la discriminación basada en el género. Por delante del año escolar 2017, todos los libros de texto islámicos en el país serán modificados para complementar de Marruecos «Islam moderado y tolerante», tanto en público del país y los sistemas de escuelas privadas de rápido crecimiento.

Los medios de comunicación también hace su parte para avivar las llamas del odio. Tomó años para cerrar dos estaciones de radio palestinas en Hebrón que transmitían la incitación. Al Jazeera, por otro lado, que es extremadamente popular y anti-Israel, e incluso tiene oficinas en Israel, continúa para ventilar sus informes tendenciosos. No es por nada que alto funcionario de Hamas, Mahmoud al-Zahar agradeció a Al Jazeera después de la Operación Plomo Fundido. En este sentido, también, deberíamos aprender algo del presidente egipcio, que ya en 2011 cerró las oficinas de Al Jazeera en su país e interrumpió las transmisiones de difusión de la estación. La semana pasada, el gobierno iraquí cerró las oficinas de Al Jazeera en Bagdad.

Mientras no somos capaces de detener el flujo de odio y violencia, seguiremos sufriendo las consecuencias.

Fuente: http://www.israelhayom.com/site/newsletter_opinion.php?id=15969

Imagen: http://www.palestinalibre.org/upload/images/60868.jpg

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Palestina: El Papa Francisco anunció que el mejor profesor del mundo es una palestina

Palestina/ 29 de Abril de 2016/Global Voices

La palestina Hanan Al Hroub ganó el prestigioso título de Mejor Profesor del Mundo. Otorgado por la Fundación Varkey, el premio cuenta con un codiciado fondo: $1 millón. Con el dinero, Al Hroub dice que pagará la matrícula a la universidad de aquellos que quieran convertirse en profesores.

El Papa Francisco anunció a la ganadora del premio por video. La transmisión de la ceremonia realizada en Dubai, estuvo a cargo de los Emiratos Árabes Unidos:

Parte de la educación es enseñar a los niños a jugar porque uno aprende a ser sociable a través de juegos y uno aprende la alegría de la vida. Me gustaría felicitar a la profesora Hanan Al Hroub por ganar este prestigioso premio debido a la importancia que le da al rol del juego en la educación del niño.

“Me siento increíble y aún no puedo creer que el Papa dijera mi nombre. El que una profesora árabe palestina hable al mundo hoy y llegue a la cima de la enseñanza puede ser un ejemplo para profesores en todo el mundo”, dijo Al Hroub a Associated Press.

La vida en Palestina es dura. Al Hroub fue criada en el campo de refugiados de Al Dheishe, cerca de  Belén, y ahora vive y enseña en Al-Bireh, una ciudad de 39,000 habitantes, cerca de la capital palestina de  Ramala. Los estudios universitarios de Al Hroub fueron interrumpidos debido a la Primera Intifada (1987-1993). Con su escaso salario mensual de NIS 2,500 (aproximadamente $660), ella ayudó a su familia y compró suministros y equipo para su salón de clase.

Ella le dijo a The Guardian:

El ambiente fuera del salón de clase es violento. Dentro yo doy paz, armonía y seguridad.

Al Hroub informó que sus métodos educativos de sanar el trauma a través del aprendizaje centrado en el juego y refuerzo positivo proviene de su propia experiencia familiar. Ella recuerda el trauma que sus hijos experimentaron cuando fueron testigos de la muerte a disparos de un miembro de la familia y cuando su padre fue herido mientras un día caminaba a casa del colegio.

[Nos] conmocionó a mí y a mis hijos. Cambió el comportamiento de mis hijos, personalidades y desempeño académico. Sentí que estaba sola en ayudar a mis hijos a superar esto. Ningún profesor nos ayudó a que nuestros hijos se reencaminaran. Empezamos a inventar juegos en casa e [invitar] a los hijos de los vecinos.

Hanan Al Hroub's students learn to say "no" to violence, in the classroom and beyond. (Screen capture from video.)

Los estudiantes de Hanan Al Hroub aprenden a decir  “no” a la violencia, en el salón de clase y más allá. (Captura de pantalla de video.)

Al Hroub fue una estudiante de primer año cuando ocurrió el suceso. Ahora la autora de una metodología y libro llamado “Jugamos, Aprendemos,” Al Hroub dice que luego de ver el efecto que sus juegos tuvieron en su comunidad, ella cambió de carrera a educación primaria.

Había decidido ayudar a todo niño que pasara por algo similar a esto. Algunos niños quizás no experimenten directamente cosas como arrestos o asaltos, controles fronterizos y toda la violencia de nuestro país, pero ellos la ven en las pantallas y en los medios sociales y eso aún los afecta. Esto afecta sus vidas, cambia sus comportamientos y educación. Leí sobre estos comportamientos y adopté el pacifismo como ideal.

En conclusión, declara:

“Nosotros los palestinos somos gente que sufre por todas las formas de obstáculos y violencia que son impuestas sobre nosotros [por la Ocupación israelí]. Sólo queremos vivir en paz. Queremos que nuestros hijos disfruten de su infancia en paz. Yo les digo a todos los profesores, ya sean palestinos o [de] otras partes del mundo: nuestro trabajo es humano, sus metas son nobles. Debemos enseñar a nuestros niños que nuestra única arma es el conocimiento y educación. Es la única manera de recuperar lo que nos fue arrebatado”.

Supporters cheered Al Hroub from Ramallah Square, Ramallah, Palestine. (Source)

Simpatizantes animaron a Al Hroub desde la Plaza de Ramala, Ramala, Palestina. (Fuente: Global Teacher Prize)

Mientras Al Hroub viajaba a Dubai para el anuncio del premio, sus simpatizantes llenaron la Plaza de Ramala para animarla. En un artículo titulado, “Jubilación en Palestina,” Global Teacher Prizepublicó fotos de la multitud, esperando con anticipación escuchar si Al Hroub sería escogida entre los 10 finalistas (de un grupo de 8,000 candidatos internacionales).

En Twitter, ella publicó imágenes de pancartas en Palestina que celebraban sus logros.

Luego de que Al Hroub fuera anunciada como la ganadora del premio, Associated Press dio la primicia de que su esposo pasó 10 años en una cárcel israelí por su rol en el ataque que mató a seis israelíes en 1980. La Fundación Varkey respondió: “Como cuestión de principio, sólo observamos las cualidades, logros y conducta de los propios candidatos”.

Por mérito propio, Hanan Al Hroubi ha sido una ferviente defensora del pacifismo en los últimos 35 años, dirigiendo una generación de jóvenes niños hacia el camino a la paz.

La Madre Teresa afirmaba, “Si no tenemos paz es porque nos hemos olvidado que pertenecemos los unos a los otros.” Al Hroub hace eco a esta declaración:

“Si los niños que sufren por la violencia no reciben asistencia y apoyo, se perderán… Desde un inicio, me aseguro que los estudiantes entiendan que en el salón de clases somos una familia – nos pertenecemos los unos a los otros”.

Fuente: https://es.globalvoices.org/2016/04/29/el-papa-francisco-anuncia-el-mejor-profesor-del-mundo-es-una-palestina/

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Israel: La ciudad de Haifa elimina el riesgo peligroso del wifi en las escuelas

www.ecoportal.net/27-04-2016/ Por:  Alfred Tittman

La ciudad de Haifa en Israel anunció que eliminaría los WiFis de las escuelas. Esto ha sido anunciada por el alcalde Yona Yahav. Él dijo: “Si hay una duda con respecto a nuestros hijos, ya hemos eliminado la duda”. Ordenó desconectar y desinstalar todos los wifis, y se colocara todo por cable para no perder conectividad, ya que internet por cable es totalmente inocuo, si se blinda el cable ethernet para que no produzca interferencias, ¿porque no protegemos a las personas?

Exactamente con más de 52 escuelas, muchísimas guarderías y otros 33 institutos de secundaria y demás.

En Israel más de 800.000 personas sufren electrosensibilidad un 10% de la población y la mayoría no lo sabe.

Haifa es una gran ciudad con más de 270.000 habitantes, su nombre que significa playa hermosa, es una de las ciudades más avanzadas tecnológicamente, esto junto a que se busca que sus habitantes gocen de una buena calidad de vida, me sorprende que se tomen medidas tan sorprendentes para todos, unos para los sintéticos que se ponen las manos en la cabeza que desconecten el wifi, y para los que luchamos para el principio de precaución que no se lo piensen dos veces, como dijo su alcalde Yona Yahav “Que si hay dudas sobre la inocuidad del wifi para nuestros jovenes, eliminamos esa duda “.

Me parece valiente y brutal que un mandatario municipal tome medidas precautorias de esta magnitud.

Esto dará que hablar pero como siempre no sale en primera división ya que este tipo de noticias no les interesa a los lobbies. “Seguimos viviendo en una libertad periodística simulada”

Mi pregunta si las informaciones llegaran al gran público con la información y estudios sobre los problemas que da el wifi.

¿Dejarías a tus hijos en las escuela con wifi?

Comenzó con un documental de televisión de 30 minutos sobre la epidemia de hipersensibilidad, que fue enviado el pasado martes en la televisión para tener primetime 09 a.m. noche la tasa de visualización más alto del día.

El nombre de “¿Cómo nos matamos a nosotros mismos – la radiación por ondas”, que fue elegido para la documentación, no deja ninguna duda.

Solo puedo decir una cosa ¡¡¡Felicidades Haifa, un tóxico ambiental desconectado!!!

Radiaciones

https://radiaciones.wordpress.com

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Israel:Scholars sue American Studies Association over boycott

Asia/Israel/Abril 2016/Fuente:The Chronicle of Higher Education /Autor: Andy Thomason

Resumen: Cuatro profesores han demandado a la Asociación de Estudios de América sobre un boicot a las instituciones académicas de Israel, diciendo que la medida excede el alcance de los estatutos de la organización, de acuerdo con un comunicado de prensa emitido por el Centro de D. Brandeis Louis para los Derechos Humanos.

Four professors have sued the American Studies Association over its boycott of Israel’s academic institutions, saying the move exceeds the scope of the organization’s charter, according to a news release issued by the Louis D. Brandeis Center for Human Rights Under Law.

The association’s 2013 vote to approve the boycott, in protest of Israel’s treatment of Palestinians, provoked a backlash from scholars who said it posed a significant obstacle to the free exchange of ideas.

In the news release, Simon J. Bronner, a professor of American studies at Pennsylvania State University at Harrisburg and a plaintiff in the lawsuit, said the association had been swayed by a group of activists bent on promoting their “narrow political agenda.” The Brandeis Center describes itself as a “nonpartisan institution for public-interest advocacy, research, and education” designed “to advance the civil and human rights of the Jewish people and promote justice for all.”

The association’s executive director, John F. Stephens, said in a written statement that the lawsuit was under review by ASA lawyers. “We are open to proposals addressing the complaint to be handled within the internal processes and procedures of the ASA, to include submission of a formal resolution to the organization,” he said.

Fuente de la noticia: http://chronicle.com/blogs/ticker/scholars-sue-american-studies-association-over-boycott-of-israel/110576

Fuente de la imagen: https://nyoobserver.files.wordpress.com/2016/04/gettyimages-475969852.jpg?quality=80&w=635
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Jalisco e Israel trabajarán juntos en ciencia y educación

Trabajarán en energías renovables, biotecnología y en un sistema de abasto de agua

Guadalajara/elinformador.com/ 13 de Abril de 2016

Con el objetivo de alcanzar la cooperación científica y académica entre la entidad y el país de oriente, Jalisco, encabezado por el gobernador Aristóteles Sandoval, y el Instituto Tecnológico de Israel (Technion) firmaron una carta de intención en la que se trabajará en energías renovables, biotecnología y en un sistema integral de solución de abasto de agua.

El secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología del Estado (SICYT), Jaime Reyes Robles, mencionó que se identificará a investigadores jaliscienses y de todo México, para que viajen, por alrededor de dos o tres semanas, «aquí, a Technion, para trabajar con investigadores israelitas y desarrollar proyectos que después vamos a presentar para conseguir financiamiento».

El secretario dijo que, además, se hará intercambio entre emprendedores y grupos de estos, con el fin de trabajar con este instituto tecnológico.

El Instituto Tecnológico de Israel (Technion), se ubica en la ciudad de Haifa, al norte del país, ahí el mandatario estatal y la comitiva mantuvo un encuentro con el profesor Boaz Golany, director de Relaciones Exteriores de este prestigioso centro universitario.

Fuente: http://www.informador.com.mx/economia/2016/655610/6/jalisco-e-israel-trabajaran-juntos-en-ciencia-y-educacion.htm

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Por qué el modelo ‘multicultural’ norteamericano es una catástrofe política en Europa e Israel

Gadi Taub

Tan rutinario ha llegado a ser el uso de la palabra “multiculturalismo”, que ahora se invoca para describir cosas harto distintas. En alguno de sus uso populares, es meramente un sinónimo de pluralismo. No hay, huelga decirlo, problema ninguno con esta forma de presentar la perspectiva liberal-progresista democrática. Sin embargo, originariamente, el término refiere a algo mucho más drástico, a una criatura de la ideología posmoderna. Porque, en la medida en que el posmodernismo sostiene que no existe la verdad, el multiculturalismo asevera que todas las culturas están a la par y valen lo mismo. A sus propios ojos, la actitud multiculturalista no sería sino una ampliación de la democracia, una extensión de esta desde de los seres humanos hasta los valores. No bastaría con reconocer          que todos los seres humanos son iguales; la verdadera igualdad requeriría que respetáramos igualmente también todas sus culturas.

El sencillo argumento contiene una contradicción: acordar igual valor a las culturas puede tener por efecto el socavamiento de la igualdad entre humanos, y no sólo su expansión. Garantizar igual estatus a una cultura en la que las mujeres son propiedad de los hombres, o en la que se permite la esclavitud, no es extender la democracia. Pero a despecho de esa contradicción flagrante, la retórica multiculturalista ha llegado a arraigar en amplios segmentos de la elite occidental hasta convertirse en la piedra angular de la corrección política. Del “Otro” sólo puede hablarse en términos que (a oídos liberal-progresistas) sólo pueden ser positivos. En esta conversación, el Otro es usualmente percibido sólo como víctima y como santo.

Si escuchamos atentamente el discurso de los elementos progresistas en Europa sobre la cuestión de los refugiados, nos percataremos de lo profundamente arraigado que ha terminado por estar este discurso. Lo que a uno le está permitido decir es que los encuentros culturales son productivos, que la diversidad enriquece y que el contacto con la “otredad” expande nuestros horizontes.

Pero hay algo engañoso en esa celebración acrítica de la multiciplicidad. Habla de la “Otredad”, pero se niega a mirarla de frente; se declara partidario de la diversidad, pero presume de uniformidad. En otras palabras, es una forma de autoengaño. A pesar de su (confundente) nombre, la postura conocida como “multiculturalismo” se funda en un supuesto de monoculturalidad, y es a saber: que por debajo de todos los malentendidos, todos compartimos las mismas creencias liberal-progresistas básicas. Lo cierto es que el colorido mosaico que quienes abrazan esos enfoques crean en su mirada mental sólo funciona cuando no es en realidad tan colorido. O tal vez sea mejor decir que el mosaico sólo puede existir cuando todas las partes son ellas mismas entusiastas de los mosaicos, es decir, sólo cuando todos los elementos comparten la misma pasión por la multiplicidad y están igualmente encantadas con la diversidad.

Paradójicamente, cuando todo el mundo cree en la diversidad, la diversidad no existe realmente. Por debajo del superficial parloteo sobre la multiplicidad, lo que encontramos es el supuesto liberal-progresista de la unidad. Evidentemente, si todas las “culturas” fueran liberal-progresistas, no habría el menor problema con esta posición. Sin embargo, si una de ellas no lo es, esta posición no ofrece solución ninguna. El multiculturalismo, así pues, nos ofrece una solución sólo en el caso de que no tengamos un problema. Como en el resto de Occidente, en Israel compramos también este punto de vista errado, conforme al cual el liberalismo progresista presenta su unidad como multiplicidad: se lo compramos a los EEUU, bajo los auspicios de modas académicas que, aun vendidas bajo rótulos diversos, no dejan de guardar relación entre sí. Las más extendidas son el posmodernismo (las versiones que llegaron a destacar más tienen una impronta antes norteamericana que francesa), la teoría crítica (las versiones que llegaron a destacar más tienen una impronta antes norteamericana que marxista), los estudios culturales, los estudios de género, los estudios poscoloniales y otras modas académicas similares. Todas ellas están incardinadas en el liberalismo progresista norteamericano, y al comprarlas, hemos comprado también sin saberlo el liberalismo progresista norteamericano. Para los académicos norteamericanos, el liberalismo progresista es tan manifiestamente evidente, que su presencia, como el aire que respiramos, resulta transparente e intangible.

Dios es liberal-progresista

El liberalismo progresista norteamericano, que se desarrolló en el seno de una sociedad de migrantes, tuvo que lidiar desde el principio mismo con la cuestión de crear unidad a partir de la multiplicidad. Y encontró soluciones eficaces. También en Norteamérica el punto de vista multiculturalista entraña autoengaño. Pero, en su caso, el autoengaño fue beneficioso, asentadamente yuxtapuesto como estaba sobre el fundamento de un consenso profundo y de amplio alcance.

Las fuerzas asimilacionistas en Norteamérica son tremendas, y las presiones que esas fuerzas ejercen sobre las gentes para que se adapten son asimismo tremendas. Por varias vías, tanto de facto como de iure, la asimilación exige que los migrantes acepten los valores morales básicos del país: el individualismo, los derechos naturales, la igualdad de género, la democracia, el capitalismo y una concepción contractualista de la sociedad y de las relaciones humanas. Eso es condición necesaria para llegar a ser parte del sueño norteamericano. Si tú tienes otros sueños, Norteamérica no tardará en pulverizarlos y aventarlos eficientemente, no vaya a ser que pongan en peligro el consenso moral. Es verdad: la diversidad tiene un lugar bajo ese paraguas liberal-progresista, pero no fuera.

Uno de los más importantes progenitores de la fórmula norteamericana que con tanta eficacia transformó la multiplicidad en unidad fue Thomas Jefferson, quien redactó el Estatuto de Virginia para la Libertad Religiosa de 1786. Jefferson halló una vía de salida cuadrando el círculo mediante un desplazamiento de énfasis en los argumentos a favor de la libertad de religión. Huelga decir que no estaba sólo a la hora de creer en la libertad de religión. El grueso de los progresistas de su tiempo coincidían en que era malo para el Estado intervenir en las creencias religiosas de los ciudadanos. Pero los argumentos habituales pasaban generalmente por sostener que nadie tenía acceso directo a las intenciones divinas. En la medida en que también el Estado carecía de ese acceso, no debía decidir por nosotros qué creer. Ello es que Jefferson invirtió la fórmula. El Estatuto por él redactado se abre con esta rotunda declaración: “Dios ha creado la mente libre”. En otras palabras, la libertad de religión misma es un mandato divino. La razón que debemos avanzar no es falta de acceso a las intenciones de Dios, sino todo lo contrario: ahora sabríamos que Dios mismo es un progresista. Y así comenzó a santificarse la unidad a través del lenguaje de la multiplicidad.

La fórmula de Jefferson experimentó con el tiempo múltiples transformaciones. Pero la versión relevante para lo que aquí interesa es la que surgió del fracaso y derrota de la rebelión estudiantil de los años 60 del siglo pasado, que reflejó una seria decepción de los jóvenes norteamericanos con su país. Esa versión anduvo inextricablemente amalgamada al amargo sabor de esa decepción, y trajo entonces consigo el kitsch moral que convirtió la  autoflagelación en un fácil substituto teatral de la verdadera autocrítica.

La gran campaña y el kitsch moral sesantaiochesco en los EEUU

La revuelta de los 60 en los EEUU fue varias cosas muy distintas. Pero por unos momentos pareció como si todas las facciones convergieran en una protesta común contra un único adversario: “el sistema”. Se llegó a creer que el sistema –el establishment— genera varios tipos de males allí donde penetra: la discriminación contra los negros en el Sur, la guerra de Vietnam, el machismo, el tratamiento de los gays como pacientes psiquiátricos, la criminalización de la disidencia, etc. Todos esos males serían curados cuando las masas –el pueblo— se los sacudiera de encima. Y entonces, en vez del uniforme cemento gris de la opresión del establishment, florecerían mil flores, cada una con su propio color y a su propio modo. El movimiento estudiantil, el movimiento de derechos civiles, el feminismo, las manifestaciones de Stonewall de la comunidad gay y la protesta contra la guerra de Vietnam: todo formaba parte de la misma campaña. O eso parecía.

El primer revés serio y profundo experimentado por ese supuesto de partida llegó en 1966, cuando el movimiento de derechos civiles de Martin Luther King Jr. Quedó bajo el control de los partidarios del “poder negro” y del “orgullo negro”. Stokely Carmichael resultó elegido líder del Comité Estudiantil de Coordinación No-violenta (la rama juvenil del movimiento de King) e, inmediatamente, exigió que todos los blancos que lo habían apoyado fueran expulsados. Los Panteras Negras comenzaron a ocupar la primera fila, y Malcom X se convirtió en una celebridad. Mientras que King hablaba en nombre de los valores comunes y abrazaba la integración, la generación de líderes que le sucedió se rió de él como ejemplificación de un nuevo Tío Tom que se allanaba a l os caprichos del establishment con tal de resultar aceptable para los blancos. La integración misma se convirtió en algo peyorativo, en símbolo de la pérdida del autorrespeto y de la identidad. En vez de integración, los jóvenes líderes decían querer la segregación voluntaria, el orgullo de la propia identidad diferencial y una cultura separada.

Luego vinieron los choques entre los partidarios de los Panteras Negras y el movimiento feminista. En la última convención del movimiento estudiantil organizado –celebrada en 1969 en Chicago—, los Panteras Negras descalificaron a las feministas como “el poder de las mininas”. Furiosas, las mujeres se largaron.

La protesta contra la guerra en Vietnam tuvo una dinámica propia. En sus márgenes, se transformó en un apoyo incondicional al comunismo fanático del Vietnam del Norte. Algunos de los líderes del movimiento buscaban explícitamente, en efecto, la derrota del propio país, una posición que les costó el apoyo de los partidarios moderados de la paz. Poco después del fin de la década, los distintos tributarios de la revuelta parecían haber florecido en un sinnúmero de direcciones. Cada quien fue por su propio camino y se atuvo a su propia lucha. Por un tiempo.

En las dos décadas que siguieron, volvieron a reagruparse paulatinamente bajo los auspicios de la academia y bajo la bandera del posmodernismo. A partir del activismo social y político, el movimiento de protesta se convirtió en una teoría académica, y, en teoría, todas las luchas podían volver a verse como una sola lucha. El marco posmoderno, según se entendió en Norteamérica, podía volver a conjurarse en la magia jeffersoniana: todas las fes están en pie de igualdad, a condición de que acepten la igualdad de todas las fes. El pluralismo se convertía así en una fuerza unificadora. El Dios del nuevo discurso –eso parecía— era él mismo pluralista.

Por lo pronto, el nuevo espíritu posmodernista pareció tener un impacto diferenciado en los distintos veteranos de las luchas de los 60. Los participantes en las turbulentas manifestaciones contra la Guerra de Vietnam encontraron en Edward Said el oportuno adalid de su oposición al imperialismo y al colonialismo. De acuerdo con el historiador y crítico literario, las raíces del colonialismo y el imperialismo occidentales en todas sus encarnaciones descansan en el patrocinio del discurso occidental que “construye” a Occidente como un sujeto racional-científico y al Este, como un objeto primitivo de “nuestro” conocimiento. Así justificaríamos “nosotros” nuestro papel. Para quienes hubieran leído a Herbert Marcuse en los 60 y a Foucault en los 70, nada resultaba más fácilmente aceptable.

El feminismo de la época, que se hallaba en medio de una crisis propia, adoptó lo que sus partidarios llamaron inicialmente la “teoría de la perspectiva”. También el feminismo desplazó el peso del discurso para dar primacía al concepto de “género” (que ya había tenido su momento entre los enterados a fines de los 60). Como en el caso de Said, y conforme a esa posición, el conocimiento referido a la feminidad y la masculinidad habría sido producido por hombres desde la perspectiva masculina, razón por la cual estaría concebido para justificar la desigualdad existente. Y también como en el caso de Said, el discurso construiría al Hombre como sujeto y a la Mujer como el objeto.

Análogamente, la lucha de Stonewall Inn, en la que la comunidad gay exigía que la policía dejara de molestarlos, encontró una renovada expresión en la deconstrucción del discurso psiquiátrico y en la reencarnación en un nuevo campo académico escindido de los estudios de género: los estudios queer.

El movimiento de derechos civiles, la más antigua de las manifestaciones de rebelión de los 60, no tuvo problemas para adaptar el separatismo negro a la nueva terminología. El “discurso hegemónico” es “blanco”, y la manera de erradicar la opresión sería sacar a la cultura negra de su influencia. Los problemas sociales, políticos y económicos se reencarnaron en una discusión de identidades, culturas y discursos.

Una tras otra e imperceptiblemente, todas esas nociones convergieron, se identificaron unas con otras y empezaron a reconstruir, ladrillo a ladrillo, la vieja imagen de la lucha común contra el “sistema”. Este término fue substituido por otro nuevo –“discurso hegemónico”— en el que todos los grupos marginalizados, por lo mismo que eran sus víctimas, eran también socios en la lucha por su desmantelamiento. De esta forma, la diferenciada separación de cada movimiento terminó siendo la base definitoria de lo que todos tenían en común. El separatismo negro, la perspectiva feminista, la singularidad queer y la confianza en la autodeterminación del Tercer Mundo, todo se fundía en una sola visión con sólo fijar un adversario común y fantasear una estrategia de combate contra él.

La imagen del círculo central del monopolio hegemónico

Aunque la jerga se hinchó y las formulaciones derivaban en enredizos, la tesis misma era pegadiza y simple. El núcleo del nuevo paradigma es la idea de que el grupo dominante (definido, en remedo de Gramsci, como “hegemónico”) posee el monopolio de la fábrica de conocimiento. Ese grupo crearía el discurso que construye el mundo social al servicio de la continuación de su dominio. El discurso se presentaría a sí mismo como “universal”, pero eso no sería sino la manera de justificar su deseo de imponerse banderizamente a los demás.

Imaginen ustedes, si quieren, un círculo central que contiene al grupo hegemónico: varones tan blancos y europeos como rectos. Son quienes fabrican nuestro conocimiento, y ese conocimiento está concebido para justificar su estatus dominante. Ahora tracen ustedes círculos más pequeños fuera del círculo hegemónico principal, cada uno de los cuales representa a un grupo: mujeres, negros, gays y el Terecr Mundo. Bueno, pues ya tienen ustedes el formato de la concepción multicultural. Todos esos grupos necesitan asaltar al centro desde distintas direcciones, desmantelar su discurso y reemplazarlo por otro diferente, liberador y cuyo pluralismo contrasta con la uniformidad de la hegemonía.

Es un modelo de claridad cegadora. Es elegante y económico. Pero lo que gana en elegancia lo pierde en su incapacidad para iluminar la compleja realidad de los cruces culturales. Sin una multiplicidad de culturas, y cuando todas las culturas comparten un amplio y profundo consenso, como en el caso del liberalismo progresista norteamericano, los problemas saltan con menor frecuencia. Pero una vez se sale de los EEUU y se entra en ámbitos en los que ese consenso no existe –Europa, pongamos por caso, o la sociedad de inmigrantes que es Israel— el modelo se desploma a la primera de cambio. No hay razón para suponer –digámoslo con cautela— que la lucha de un migrante musulmán en Alemania para preservar su identidad frente al centro hegemónico lo convierte en un aliado natural de los gays alemanes que pugnan por el matrimonio del mismo sexo.

El aislamiento de los ultraortodoxos haredim en Israel frente a la hegemonía del discurso sionista no necesariamente promueve las aspiraciones de las mujeres haredim. Análogamente, la campaña de las mujeres egipcias contra la circuncisión femenina no necesariamente va de la mano de quienes buscan proteger la identidad egipcia contra las influencias occidentales. Porque, a despecho de todos esos modelos elegantemente simples, no todas las formas de opresión dimanan del “centro hegemónico”.

La confusión creada por el modelo multicultural puede llegar a observarse desde dentro de su propia pureza geométrica. Es analíticamente engañoso. Porque los grupos marginales que dibuja –mujeres, negros, indígenas, pueblos del Tercer Mundo, gays, etc.— no son grupos “separados”, sino categorías sociales intersectantes. El modelo no funciona, porque las categorías se solapan. Resulta que, sorprendentemente, hay mujeres que son negras, lesbianas que son árabes, haredims que son gays, y así todo. Por eso el modelo oculta un hecho palmariamente simple, y es a saber: que algunos tipos de opresión se generan en los márgenes. Pero los márgenes están fuera del alcance de la crítica, ni que decir tiene.

Lo cierto es que, así que hurgamos un poco en la jerga de la retórica multicultural, caemos inmediatamente en la cuenta del absurdo de su núcleo. Saturado como está por el espíritu del liberalismo progresista, de uno u otro modo viene a suponer que ese liberalismo no es lo suficientemente progresista, mientras que todos los adversarios del mismo, por una u otra razón, lo serían más que él. Así pues, no es tan sorprendente que, para ocultar tamaña contradicción, se precise de jerga tan superlativamente fosca.

Los Panteras Negras no eran feministas; Ho Chi Min no era uno de los Justos Entre Las Naciones; los rabinos del partido Sha no son defensores de los derechos de la comunidad gay; y el final de la ocupación israelí de la Franja de Gaza no convierte a Hamás en una organización amiga de los Derechos Humanos. El supuesto de que el pluralismo democrático y la libertad política han de dimanar necesariamente de los márgenes carece de todo fundamento en la realidad. El ilogismo admite una formulación sumaria: todo el modelo descansa en un kitsch moral que identifica victimización con justicia. Desgraciadamente, sin embargo, en el mundo real las víctimas no son necesariamente santos, y mucho menos santos liberal-progresistas.

Consciencia de élites

Pero el modelo multicultural no versa sobre la realidad; versa sobre la consciencia de las elites. Ignora el hecho de que, en una sociedad migrante, la multiplicidad es, por lo pronto, el problema, y no, por lo pronto, la solución. Porque una sociedad de este tipo necesita, para empezar, sentar los fundamentos comunes sin los cuales la solidaridad resultaría inviable, un escenario político congruente, imposible, e inconcebible un igual acceso a los recursos. Sólo luego de resolver eso puede empezar a tener sentido el disfrute de la multiplicidad. En contra de la impresión creada por su retórica, el multiculturalismo es una ideología generada en el centro, no en los márgenes.

En el actual clima de opinión, como es harto sabido, está terminantemente prohibido decir nada bueno sobre el melting pot del mestizaje israelí. Y en efecto, la institucionalización del mismo es susceptible de crítica. Pero debería recordarse que su otra cara es la igualdad, así como un sentido de pertenencia, y que ambas caras son interdependientes. Una común identidad significa solidaridad, responsabilidad común, destino compartido.

Mapai, el precursor del laborismo de izquierda en Israel, también puso por obra agresivas políticas a favor de la igualdad económica. En vivo contraste con eso, el ataque de los multiculturalistas al melting pot israelí es parte del espíritu neoliberal de la época de la sociedad de mercado. La “privatización de la identidad”, como ha llamado a estas tendencias el Dr. Daniel Gutwein, es el espejo cultural de la privatización económica, y el ataque al éthos común es un ataque al más importante baluarte con que cuenta la defensa de los débiles: la solidaridad generalizada.

El multiculturalismo representa, así pues, y en resolución, un ataque a la igualdad concreta, un ataque apenas camuflado tras la pantalla de humo de la igualdad simbólica. Publicita y vende la indiferencia como preocupación por el “Otro”, el narcisismo como empatía y las inquietudes de la consciencia de la elite como sentido imaginario de responsabilidad para con los márgenes de la sociedad.

 

Fuente : Publicado inicialmente en Sinpermiso /http://www.sinpermiso.info/textos/por-que-el-modelo-multicultural-norteamericano-es-una-catastrofe-politica-en-europa-e-israel

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UNICEF: Israel’s child poverty rate surpasses Mexico and Chile

Asia/Israel/Abril 2016/Autor: Lidar Gravé-Lazi/ Fuente: jpost.com

ResumenIsrael tiene el mayor nivel de desigualdad entre los niños en 41 países más desarrollados del mundo, según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) publicado el jueves. El informe citó la tasa de 27,5 por ciento de la pobreza infantil de Israel como el más alto entre los países clasificados, superando a México y Chile.

Israel has the highest level of inequality among children in the world’s 41 most developed countries, according to a United Nations Children’s Emergency Fund (UNICEF) report released Thursday. The report cited Israel’s 27.5 percent rate of child poverty as the highest among the countries ranked, surpassing Mexico and Chile.

The report, “Fairness for Children: A league table of inequality in child well-being in rich countries,” documents inequalities in child well-being among the countries of the European Union and the Organization for Economic Co-operation and Development.

Examining inequality in four key domains of child well-being – income, education, health and life satisfaction – the report focuses on how far children at the bottom 10% are allowed to fall behind the average child in each nation.

“Understanding the differences among countries in how far the most disadvantaged children fall behind their average peers can provide some insight into the conditions or interventions that may help to reduce the gaps,” said Dr.

Sarah Cook, director of UNICEF’s Innocenti Research Center in Florence, Italy.

In terms of income inequality, Israel ranked 37 out of 41 countries – meaning that the household income of a child at the bottom 10th percentile is 64.58% lower than that of the average child (who falls in the middle of the income distribution).

With regard to education, Israel also ranked among the bottom countries with both the highest achievement gaps as well as a large proportion of 15-year-old students who achieved below proficiency in reading, math and science literacy.

Israel ranked last in health inequality, whereby the health score of children at the bottom of the distribution is 38.9% lower than that of the average child. In addition, Israel also had a high rate of children, some 30%, who reported one or more health symptom every day.

With regard to inequality in life satisfaction, Israel again placed in the bottom five countries, ranking 31 out of 35, whereby the life satisfaction for children at the bottom is 30% lower than for the average child.

“As concern with high levels of inequality rises on the global policy agenda, our understanding of the long term impacts of inequality is also growing: what happens to children has life-long and even intergenerational consequences,” said Cook.

“Any serious efforts to reduce inequality must place priority on children’s well-being today and ensure that all children are given opportunities to achieve their potential,” she said.

Israeli politicians were quick to respond to the UNICEF report’s findings.

Knesset Committee on Children’s Rights chairman Yifat Shasha-Bitton (Kulanu) said she found the report disconcerting, but that Finance Minister and Kulanu leader Moshe Kahlon made fighting poverty a priority.

“We will continue to do all we can to make sure children in Israel and their family’s conditions will improve and be a source of pride,” she stated.

Knesset Labor, Welfare and Health Committee chairman Eli Alalouf (Kulanu) said he plans to call a meeting about the UNICEF report.

“The report is shocking, and we must discuss it as soon as possible,” Alalouf said.

MK Dov Henin (Joint List) said that Prime Minister Benjamin Netanyahu’s policies are “endangering children’s lives.”

“The poverty rate among Israeli children… is not our fate; it’s the result of a policy. Whoever cuts welfare services, privatizes the education system and dries out public health is knowingly leading to a reality in which children go to school hungry and parents have difficulty finding the money to pay for children’s dental care or textbooks,” Henin said.

Fuente de la noticia: http://www.jpost.com/Israel-News/UNICEF-report-finds-Israel-has-highest-levels-of-inequality-among-children-451295

Fuente de la imagen: http://www.jpost.com/HttpHandlers/ShowImage.ashx?id=321110&h=530&w=758

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