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Bangladesh: Anger Brews Over Bangladesh Writer’s Prison Death

Anger Brews Over Bangladesh Writer’s Prison Death

DHAKA, BANGLADESH – Hundreds of people in Bangladesh took part Saturday in a second day of demonstrations sparked by the death of a writer at a high-security prison in a case that has drawn international concern.

Protesters marched at the University of Dhaka chanting slogans condemning the government’s treatment of Mushtaq Ahmed as well as other dissident writers, journalists and activists.

Another protest was staged at the National Press Club.

Demonstrators demanded the scrapping of Bangladesh’s hardline Digital Security Act (DSA) under which Ahmed was imprisoned. The law has been used to crack down on dissent since it was enacted in 2018.

Security forces clashed with students in Dhaka on Friday night. Police said six people were arrested while activists said at least 30 were injured.

Ahmed collapsed and died at Kashimpur High Security Prison late Thursday. He was first detained in May after criticizing on Facebook the government’s handling of the coronavirus pandemic.

The 53-year-old, a crocodile farmer and a writer known for his satirical style, was charged with spreading rumors and conducting «anti-state activities.»

Protesters have called his death a «custodial murder» after he was denied bail six times in 10 months.

«Mushtaq Ahmed’s death was not a normal death. We’ll say it was a murder,» said Manisha Chakraborty, a protester with a left-wing group.

Demonstrators said they would march to the office of Prime Minister Sheikh Hasina carrying a coffin later Saturday.

Facing international questions on the case, authorities have ordered a probe into Ahmed’s death, senior government official S.M. Tarikul Islam told AFP.

«We formed a committee to probe whether there was negligence by jail officials or procedures in his treatment,» Islam said.

Thirteen ambassadors from countries including the United States, France, Britain, Canada and Germany have expressed «grave concern.»

«We call on the government of Bangladesh to conduct a swift, transparent and independent inquiry into the full circumstances of Mr. Mushtaq Ahmed’s death,» the ambassadors said in a statement released late Friday.

They said their countries would be following up over «wider concerns about the provisions and implementation of the DSA, as well as questions about its compatibility with Bangladesh’s obligations under international human rights laws and standards.»

Rights groups have also raised concerns about the case.

The New York-based Committee to Protect Journalists (CPJ) called for «a swift, transparent and independent investigation», while PEN America said authorities should drop charges against Kabir Kishore, a cartoonist who was detained along with Ahmed.

The CPJ said Kishore passed a note to his brother during a hearing this week stating that he had been subjected to severe physical abuse in police custody.

Fuente de la Información: https://www.voanews.com/press-freedom/anger-brews-over-bangladesh-writers-prison-death

 

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Huelga general: Miles de manifestantes paralizan Birmania pese a las amenazas de la junta militar

Son las protestas más masivas desde que el ejército dio un golpe de Estado hace tres semanas.

Miles de sanitarios, profesores, estudiantes, empleados de banca, ingenieros, operarios de fábrica, cocineros o dependientes -entre muchos otros gremios- respondieron este lunes en masa al llamamiento a una huega general para protestar contra el golpe de Estado perpetrado por el ejército birmano hace tres semanas.

Las protestas, que consiguieron paralizar el país, son las más numerosas desde la asonada, y se produjeron tras un fin de semana en el que murieron dos manifestantes por los disparos de la policía. La tercera fallecida hasta la fecha durante las movilizaciones es una joven de 20 años cuyo funeral congregó a miles de personas este domingo en Rangún para rendirle homenaje.

Los activistas calificaron a la jornada de hoy como la “revolución de los cinco doses”. Es una referencia a la fecha (22-2-2021), que compararon con la del 8 de agosto de 1988 (8-8-88), día en el que los militares respondieron al levantamiento de los estudiantes a favor de la democracia con una brutal represión que dejó decenas de muertos y heridos.

Desde primera hora de la mañana, grandes multitudes se dieron cita en las principales arterias de Rangún (capital económica), Naypyidaw (capital política), Mandalay y otras muchas localidades, en las que sus comercios y otros negocios amanecieron cerrados. Entre sus principales reclamos, la liberación de los presos políticos, incluida la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, y el restablecimiento del sistema democrático alterado de golpe por la asonada.

“Salimos hoy a la calle para unirnos a las protestas y luchar hasta lograr la victoria. Estamos preocupados por la represión, pero seguiremos adelante. Estamos muy enfadados”, relató uno de los presentes a la agencia France Press. A media tarde, tan solo se tenía noticia de una veintena de arrestos en las inmediaciones de la capital, Naypyidaw.

Los manifestantes tomaron las calles pese a la violencia policial el sábado y la advertencia lanzada anoche por la junta militar para evitar que la gente saliera en masa.

“Los manifestantes están ahora incitando a la gente, especialmente a adolescentes y jóvenes emocionados, a un camino de confrontación en el que sufrirán la pérdida de la vida”, decía su comunicado, emitido por la televisión estatal birmana.

In this image taken from MRTV video, part of a public announcement from the State Administration Council warning against the general strike planned Feb. 22 appears on screen in English text during the MRTV evening news bulletin that aired late Sunday, Feb. 21, 2021 in Myanmar. A call for a Monday general strike by demonstrators in Myanmar protesting the militaryâ#{emoji}128;#{emoji}153;s Feb. 1 seizure of power has been met by the ruling junta with a thinly veiled threat to use lethal force, raising the possibility of major clashes. (MRTV video via AP)

Imagen de la advertencia emitida el domingo por los militares

/ AP

El relator especial de la ONU en Birmania, Tom Andrews, se mostró preocupado por este mensaje “amenazante” y advirtió a la junta militar de que, a diferencia de lo que pasó durante las sangrientas revueltas de 1988, las acciones de las fuerzas de seguridad ahora están siendo grabadas y registradas, por lo que tendrán que asumir su responsabilidad por lo que suceda.

Pese a que por ahora los militares han gestionado con más tacto del habitual las protestas, historiadores como Thant Myint-U creen que el espacio para resolver el conflicto de forma pacífica se está cerrando. “El resultado de las próximas semanas estará determinado por solo dos cosas: la voluntad de un ejército que ha aplastado muchas protestas antes y el coraje, la habilidad y la determinación de los manifestantes”, reflexionó en Twitter.

Presión internacional

La Unión Europea anuncia que también impondrá sanciones a los golpistas

Mientras, la presión contra los golpistas sigue creciendo en el extranjero. Tras las sanciones anunciadas en días previos por Estados Unidos, Canadá o Reino Unido contra los generales responsables del levantamiento militar, este lunes fue la Unión Europea la que dijo estar lista para imponer sus propias sanciones a la cúpula golpista.

Además, pidieron que rebajen la crispación mediante “la restauración del gobierno civil legítimo y la apertura del parlamento recién elegido”. Sin embargo, no parece que los militares estén por la labor de seguir sus mandatos, y siguen justificando que la asonada era necesaria para corregir el pucherazo que dicen que hubo -sin presentar pruebas- en los comicios celebrados en noviembre, en el que arrasó el partido de Suu Kyi.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/internacional/20210222/6257759/manifestantes-birmania-huelga-general-protestas-junta-militar.html
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El legado de las bibliotecas de Afganistán en honor a las víctimas está en peligro

Rahila Monji y Najiba Hussaini fueron mujeres que le apostaron a la educación en medio de la guerra. Sus familiares construyeron bibliotecas para mantener vivo su legado. Ahora las mujeres afganas temen que un acuerdo de paz entre el gobierno afgano y y los talibanes signifique un retroceso para garantizar su educación; una lucha que han emprendido por más de 20 años.

El 24 de julio de 2017 un atacante suicida talibán acabó con la vida de 24 personas, entre ellas estaba Najiba Hussaini. Era una mujer asombrosa; completó su maestría en Japón y trabajó en el Ministerio de Minas y Petróleo del gobierno. Al igual que ella, Rahila Monji, de 17 años, creía en la educación como motor de cambio. Pero murió en 2018 luego de un ataque terrorista en un centro educativo. Rahila Monji y Najiba Hussaini fueron mujeres que le apostaron a la educación en medio de la guerra; de ahí que sus familiares lucharon por mantener vivo su legado. “Najiba no está muerta, respira con todos los niños y niñas que vienen a su biblioteca y estudian”, dijo su pareja Hussain Rezai al New York Times.

Le puede interesar: ONU alerta sobre altos niveles de tortura en las cárceles de Afganistán

La Fundación Rahila y la Biblioteca Conmemorativa de Najiba Hussaini fueron creadas para promover la educación de los afganos. “La sociedad puede superar su crisis actual a través de soluciones que deben extraerse del conocimiento y la educación de sus jóvenes”, se leía en el diario Rahila Monji. Hoy, la fundación creada en su nombre, otorgó más de 100 becas estudiantiles, recibió a más de 12.000 visitantes en un año y cuenta con más de 10.000 libros y publicaciones. “La Fundación le ha enseñado a la comunidad una lección invaluable: que podemos ser resilientes y luchar con medios más emancipadores e impactantes”, se lee en su página web.

A pocos kilómetros, en Nili, la capital de Daikundi, la Biblioteca Conmemorativa de Najiba Hussaini tiene más de 12.500 libros, revistas e informes de investigación. “La biblioteca es popular entre los jóvenes, muchos de ellos estudiantes con escasez crónica de recursos educativos, especialmente libros”, se lee en una publicación del New York Times.

Ellas en medio de la guerra

Sus familiares cuentan que Rahila Monji iluminaba la habitación más oscura con una risa contagiosa; era inteligente y dispuesta. Pero lo que más recuerda su primo Maisam Iltaf eran las ganas de Rahila de cambiar el mundo.

“Estaba emocionada de haber sido admitida en la academia Mawoud para comenzar sus cursos de preparación universitaria; quería estudiar economía. Pero sus sueños perecieron ante mis propios ojos, en las afueras de la ciudad, mientras la gente limpiaba y excavaba franjas de tierra. Enterramos a Rahila con todos sus sueños de educación”, contó Iltaf el 27 de agosto de 2018 al medio Aljazeera. Doce días atrás un terrorista del Estado Islámico se detonó a sí mismo en la academia Mawoud. Rahila Monji, de 17 años, y 48 compañeros murieron en el atentado.

La misma guerra acabó con la vida de Najiba Hussaini, de 28 años. Un atacante talibán detonó un vehículo cargado de explosivos en en el oeste de Kabul matando al menos a 24 personas e hiriendo a otras 42. Hussaini fue una destacada estudiante; se graduó como una de las mejores de su clase en la escuela secundaria y ganó una beca para estudiar aplicaciones informáticas en India. Se fue a Japón para terminar su maestría y regresó a Afganistán para liderar la unidad de base de datos en el Ministerio de Minería de Afganistán.

“Los ataques a las escuelas del país se triplicaron entre 2017 y 2018, pasando de 68 a 192. En el primer semestre de 2019, se informó que 36 escuelas en todo el país cerraron debido a la violencia, lo que privó a 13.894 niños de acceder a educación”, de acuerdo con un informe de Unicef. Y es que es precisamente por la guerra que muchos padres se niegan a enviar a sus hijos al colegio en Afganistán. La organización estima que 3,7 millones de niños de entre 7 y 17 años no van a la escuela en todo el país; el 60 % son niñas. Y de los inscritos, sólo el 54 % completa la escuela primaria.

Desde 2017, Human Rights Watch advirtió que a medida que la seguridad en el país empeora y los donantes internacionales se retiran de Afganistán, el progreso para que las niñas vayan a la escuela se ha estancado. Aquí algunos datos de la organización:

 El gobierno de Afganistán ofrece menos escuelas para niñas que para niños en los niveles primario y secundario.

 En la mitad de las provincias del país, menos del 20 % de los maestros son mujeres, una barrera importante para las niñas cuyas familias no aceptan que un hombre les dicte clases, especialmente en la adolescencia.

Alrededor del 41 % de las escuelas no tienen edificios y muchas carecen de muros fronterizos, agua y baños, lo que afecta de manera desproporcionada a las niñas.

Pero eso no quita el esfuerzo de las mujeres, de las organizaciones de derechos humanos y de algunos gobiernos para garantizar el acceso a la educación en Afganistán. Estos son algunos avances, de acuerdo con The Borgen Project:

→ En 2019, más de 9 millones de niños afganos están escolarizados. Alrededor de 300.000 estudiantes asisten a colegios y universidades. Además, se colocaron 480.000 nuevos maestros en escuelas afganas.

→ Es raro que los niños afganos abandonen la escuela una vez matriculados. Aproximadamente el 85 por ciento de los niños que comienzan la escuela primaria también terminan la escuela primaria. Además, casi el 94 por ciento de los niños y el 90 por ciento de las niñas que comienzan la escuela secundaria también terminan la escuela secundaria.

 La interferencia de Estados Unidos ha mejorado la educación. En 2007, seis años después de la invasión estadounidense de Afganistán, el 60 por ciento de los niños afganos asistían a la escuela en entornos temporales como tiendas de campaña en lugar de en edificios escolares.

Una paz que puede acabar con los derechos de las mujeres

Muchos afganos temen el regreso al poder, parcial o total, de los talibanes, que albergaron a la red yihadista Al Qaida antes del 11 de septiembre de 2001.

Los talibán se encuentran en una posición de fuerza desde la firma del acuerdo con Estados Unidos, que impusieron con su incesante guerrilla; los insurgentes controlan ya la mitad del territorio afgano. La guerra causó decenas de miles de muertos, entre ellos 2.400 soldados estadounidenses, obligó a millones de personas a huir y costó a Washington más de un billón de dólares.

Con unas negociaciones de paz que avanzan lentamente entre el gobierno afgano y y los talibanes, a las mujeres afganas les preocupa que ese acuerdo signifique perder todo el progreso que han logrado en 20 años. “No quiero que la ideología talibán vuelva a gobernar a mi pueblo”, dijo Hamid Omer, hermano de Rahila Monji al New York Times. “Donde nací, mi pueblo tuvo que quemar todos los libros de texto escolares disponibles en nuestra escuela. Me temo que volveremos a enfrentar la misma situación”.

Cuando los talibanes dominaban completamente el país antes del 11 de septiembre, se prohibió la educación formal para las niñas. “La educación es una parte importante de la religión islámica. Los talibanes también lo saben, pero parece que no tienen una postura clara sobre la educación de las niñas“, explicó Habib-ur-Rahman a Foreign Policy, y quien ha dirigido una pequeña escuela para niñas en su propia casa en una remota zona rural de Afganistán, dominada en gran parte por los talibanes.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/en-afganistan-crearon-bibliotecas-en-honor-a-las-victimas-ahora-temen-que-se-pierda-su-legado/
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Bangladesh celebra el Día Internacional de la Lengua Materna

Asia/Bangladesh/26-02-2021/Autor(a) y Fuente: Spanish. xinhuanet. com

DHAKA, 21 febrero, 2021 (Xinhua) — Niñas participan en la ceremonia por el Día Internacional de la Lengua Materna, en Dhaka, Bangladesh, el 21 de febrero de 2021. Bangladesh celebró el domingo el Día Internacional de la Lengua Materna en escala limitada. (Xinhua/Str)

DHAKA, 21 febrero, 2021 (Xinhua) — Un voluntario arregla la decoración frente al Monumento Conmemorativo de los Mártires del Lenguaje, en Dhaka, Bangladesh, el 21 de febrero de 2021. Bangladesh celebró el domingo el Día Internacional de la Lengua Materna en escala limitada. (Xinhua/Str)

DHAKA, 21 febrero, 2021 (Xinhua) — Una mujer participa en la ceremonia por el Día Internacional de la Lengua Materna, en Dhaka, Bangladesh, el 21 de febrero de 2021. Bangladesh celebró el domingo el Día Internacional de la Lengua Materna en escala limitada. (Xinhua/Str)

DHAKA, 21 febrero, 2021 (Xinhua) — Voluntarios arreglan la decoración frente al Monumento Conmemorativo de los Mártires del Lenguaje, en Dhaka, Bangladesh, el 21 de febrero de 2021. Bangladesh celebró el domingo el Día Internacional de la Lengua Materna en escala limitada. (Xinhua/Str)

DHAKA, 21 febrero, 2021 (Xinhua) — Un hombre camina junto a la decoración frente al Monumento Conmemorativo de los Mártires del Lenguaje, en Dhaka, Bangladesh, el 21 de febrero de 2021. Bangladesh celebró el domingo el Día Internacional de la Lengua Materna en escala limitada. (Xinhua/Str)

Fuente e Imagen: http://spanish.xinhuanet.com/photo/2021-02/23/c_139758045.htm

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China: Escuelas y jardines de niños de Fuzhou llevan a cabo trabajos de desinfección

Aisa/China/26-02-2021/Autor(a) y Fuente: Spanish. xinhuanet. com

Un trabajador rocía desinfectante en el comedor de una secundaria, en la ciudad de Fuzhou, en la provincia de Fujian, en el sureste de China, el 20 de febrero de 2021. Las escuelas y los jardines de niños en la ciudad de Fuzhou llevaron a cabo recientemente trabajos de desinfección para prepararse para el próximo nuevo semestre. (Xinhua/Song Weiwei)

FUZHOU, 20 febrero, 2021 (Xinhua) — Trabajadores rocían desinfectante en los corredores de un edificio de enseñanza de una secundaria, en la ciudad de Fuzhou, en la provincia de Fujian, en el sureste de China, el 20 de febrero de 2021. Las escuelas y los jardines de niños en la ciudad de Fuzhou llevaron a cabo recientemente trabajos de desinfección para prepararse para el próximo nuevo semestre. (Xinhua/Song Weiwei)

FUZHOU, 20 febrero, 2021 (Xinhua) — Un trabajador rocía desinfectante en un salón de clases de una secundaria, en la ciudad de Fuzhou, en la provincia de Fujian, en el sureste de China, el 20 de febrero de 2021. Las escuelas y los jardines de niños en la ciudad de Fuzhou llevaron a cabo recientemente trabajos de desinfección para prepararse para el próximo nuevo semestre. (Xinhua/Song Weiwei)

FUZHOU, 20 febrero, 2021 (Xinhua) — Un trabajador rocía desinfectante en el comedor de una secundaria, en la ciudad de Fuzhou, en la provincia de Fujian, en el sureste de China, el 20 de febrero de 2021. Las escuelas y los jardines de niños en la ciudad de Fuzhou llevaron a cabo recientemente trabajos de desinfección para prepararse para el próximo nuevo semestre. (Xinhua/Song Weiwei)

FUZHOU, 20 febrero, 2021 (Xinhua) — Un trabajador rocía desinfectante frente a un edificio de enseñanza de una secundaria, en la ciudad de Fuzhou, en la provincia de Fujian, en el sureste de China, el 20 de febrero de 2021. Las escuelas y los jardines de niños en la ciudad de Fuzhou llevaron a cabo recientemente trabajos de desinfección para prepararse para el próximo nuevo semestre. (Xinhua/Song Weiwei)

Fuente e Imagen: http://spanish.xinhuanet.com/photo/2021-02/23/c_139756006.htm

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El país de Oriente Próximo cuya revolución fue silencia y olvidada por Occidente

Por: Alberto Rodríguez García

Hubo hace diez años un intento de revolución que se ignoró, se silenció y que pereció ahogada en sus propias lágrimas y sangre mientras el mundo miraba hacia otro lado. Una primavera que por no ser como las de Túnez, Libia, Egipto o Siria, por estar en el lado incorrecto de la nueva –ya no tanto– guerra fría de Oriente Próximo, estaba condenada desde el principio. Las protestas, que comenzaron para pedir una mejor calidad de vida para los bareiníes y un sistema político parlamentario para todos, pronto derivaron en reivindicaciones más profundas, con un mayor protagonismo de propuestas como dar más derechos a los chiíes; marginados por el sistema. Unas reivindicaciones, es importante matizar, que no explotaban el odio sectario, enarboladas desde unas protestas en las que participaban los suníes opositores de la monarquía junto a la comunidad chií. Una comunidad chií que pedía gozar de plenos derechos en un país en el que, si bien son la mayoría, gobierna una monarquía suní minoritaria tan brutal, que era –y es– la hermana pequeña de la tiranía saudí.

El 14 de febrero de 2011, mientras gran parte del mundo celebraba el día del amor, Baréin se encontraba muy lejos de algo que pudiese parecerse a una fantasía de bombones y rosas. En Baréin se estaba gestando una movilización popular que muy pronto se convertiría en masacre por parte de las autoridades. Una movilización olvidada por Occidente, y es que si bien las revueltas en otros países como Egipto y Siria eran útiles para los intereses atlantistas (por su naturaleza y contra los gobiernos que se movilizaban), el rey Hamad bin Isa Al Jalifa es lo que Franklin D. Roosevelt, de seguir vivo, llamaría «nuestro hijo de puta». Y para más INRI, aunque era un escenario tan improbable que solo plantearlo es absurdo, la monarquía bareiní justificaba su violencia hablando constantemente de la injerencia iraní como si se tratase del lobo llegando.

Y antes de continuar, es necesario explicar por qué la teoría de la injerencia iraní es absurda. Necesario porque gracias a esa mentira, muchos encontraron el argumento moral necesario para llenarse la boca con democracia y otras tantas palabras vacías en todo Oriente, mientras olvidaban al centenar de bareiníes asesinados, a los miles de heridos y los cientos de exiliados en apenas un mes. Al contrario de lo que se pudo observar en el escenario sirio, con medio mundo armando y financiando a sus grupos insurgentes más afines, en Baréin ni los chiíes son títeres de Irán (tampoco lo quieren), ni Irán tuvo jamás oportunidad de introducir asesores y armamento a un país que de facto es una fortaleza rodeada por mar. Una fortaleza conectada a Arabia Saudí en la que viviendo millón y medio de personas, hay cerca de 10.000 soldados (y familiares) de EEUU vigilando toda su costa.

En uno de los primeros países de la [mal llamada] Primavera árabe, en el país con más manifestantes per capita en aquel momento, una década después ya no hay disidencia. Ya no existe oposición, porque está encarcelada o en el extranjero.

Y siendo los olvidados, Baréin no empezó telediarios ni llenó periódicos. Medios (pseudo)comprometidos con los derechos humanos como el New York Times, lejos del vocabulario agresivo que utilizaban contra otros gobiernos, escribían, si acaso, que había habido alguna protesta o que Baréin era una batalla proxy entre Irán y Arabia Saudí; aunque como con las armas de destrucción masiva, para esto último jamás hubiese pruebas ni hechos que corroborasen tales afirmaciones. Únicamente la propaganda de la monarquía y alguna pincelada para sonar imparciales. El viejo truco. Y estos eran los mejores casos, porque otros medios como CNN directamente censuraron la información que perjudicaba a la monarquía títere de los saudíes.

La intervención saudí (porque sí, el reino intervino para acallar las protestas) no fue para frenar una injerencia iraní (porque en Riad no son tontos, y no siempre se creen las notas de prensa que pasan bajo la mesa), sino para evitar la presencia de una monarquía parlamentaria en su frontera, el derrocamiento de un gobierno dependiente y la llegada al poder de los chiíes; algo que lejos del sectarismo con el que muchos explican todo, sería útil para reforzar a los chiíes de Qatif hoy maltratados y sin apenas derechos. Y al igual que Arabia Saudí, EEUU se posicionó abiertamente contra los manifestantes, porque mientras destruía países en nombre de la democracia, en Baréin debía proteger a «sus hijos de puta».

Una década después, hablar de Baréin suena a algo lejano. En uno de los primeros países de la [mal llamada] Primavera árabe, en el país con más manifestantes per capita en aquel momento, ya no hay disidencia. Ya no existe oposición, porque está encarcelada o en el extranjero. Sus vidas no valen nada, porque nunca nadie quiso escuchar su voz. Que no vengan con el cuento de la democracia los mismos que voluntaria y conscientemente silenciaron lo que sucedía en Baréin. Diez años después, el levantamiento solo es el recuerdo de una revolución ignorada, silenciada, suprimida.

https://actualidad.rt.com/opinion/alberto-rodriguez-garcia/383825-pais-oriente-proximo-revolucion-silenciada-olvidada

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China: Refuge For Bookworms and The Broken-Hearted

Refuge For Bookworms and The Broken-Hearted

Wu Guichun stands in front of Dongguan Library. PROVIDED TO CHINA DAILY.

BY YANG YANG

It was dusk in late November in subtropical Guangdong province. Cool winds had dispersed the perennial humidity.

In the well-lit sitting room of a bungalow in an alley in Nancheng town of Dongguan, Wu Guichun, 54, was eating a 15-yuan ($2.3) takeaway dinner on a desk. It consisted of steamed rice, vegetables and three kinds of stir-fried meats as well as a pickled duck egg.

The place belonged to a shoe factory owner whom Wu had known for 17 years since he arrived. Normal rent was 500 yuan a month, but Wu lived here temporarily free of charge.

The only furniture in the sitting room was a desk and a stool. Under the desk were a pair of dark navy blue plastic slippers and a pair of canvas shoes of the same color, all the shoes he owned besides the black leather ones on his feet, he said. For years, Wu had been a minimalist with his belongings, given that he was always having to move, he said.

In June, Wu, one of 6 million migrant workers in Dongguan, became an instant celebrity nationwide after working there for 17 years because of comments he had made about the city’s main library, comments that millions found both touching and inspirational after they made their way onto the internet.

Wu, of Xiaogan, Hubei province, said he first came to Dongguan to look for opportunities in 2003 after his wife left him.

Dongguan, which many know as “the Factory of the World”, was attracting young people from all over the country, many working in the city when labor-intensive light industries held sway.

Wu, 37 at the time, was deemed too old for these manufacturing behemoths and had to look for opportunities in small shoe factories, where his job was to put glue on shoe parts.

In those days Wu’s monthly salary was 3,000 yuan, which grew to more than 10,000 yuan in busy periods. In recent years he has been happy to receive 5,000 yuan a month.

At first he bought cheap books, but in 2008 started going to Dongguan Library.

The conditions were pleasant, there was access to water, you could read anything you liked and, best of all, it was free.

Over the past 20 years, as Dongguan’s importance as a manufacturing center has grown, its GDP has risen 20-fold to nearly 950 billion yuan in 2019. As the economy has grown the city has tried to improve people’s cultural lives.

In 2002 a library covering 45,000 square meters (484,400 sq. ft.) was built, the largest of its kind for a prefecture-level city in China.

Two years later the city set about building an extensive library network, opening branches around the city. A bus library delivers books to different towns every day so that workers in factories can borrow or return books without traveling long distances.

In 2005 Dongguan Library started offering services 24 hours a day, believed to be a first in China.

Six years after this great literary adventure began, the American Library Association bestowed on Dongguan Library the International Innovation Award for its services, the first time it was given outside the United States.

In most of his years in Dongguan, Wu, unlike hundreds of millions of other Chinese, did not return to his hometown for Spring Festival.

In January last year Wu unusually went back home for the Spring Festival. He did not return until June because of the COVID-19 lockdown. On June 24, aware that he might never return to Dongguan, went to the library to return his 12-year-old library card and get his 100 yuan security deposit back.

A librarian, Wang Yanjun, sensing his hesitancy as she took care of the paper work, took out the library’s comments book and asked Wu to leave a comment.

“I’ve worked in Dongguan for 17 years, and been reading at this library for 12 years,” he wrote. “Books enlighten people. Due to the COVID-19 pandemic, a lot of factories have closed, migrant workers cannot find jobs, and we choose to go back to our hometowns. Thinking about all my years in Dongguan, the best place for me has been the library. As much I want to stay, I cannot, but I will never forget you, Dongguan Library.”

Another librarian took a photo of the comment and posted it online, and before long it was doing the rounds of the internet.

In October he returned to his hometown and found that although his granddaughters wanted to read books, there was no book available. So he cashed in a 6,000 yuan book coupon he had received and mailed all the books.

“My goal is to build a small library for my hometown,” he said.

Fuente de la Información: https://partners.time.com/partners/china-daily/refuge-for-bookworms-and-the-broken-hearted/?prx_t=AYMGAJ4hKAyvcQA&utm_campaign=159028

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