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UNRISD 13 de Mayo: Informality and Income Insecurity: Is Basic Income a Universal Solution?

Fuente UNRISD / 7 de Mayo de 2016

Is a universal or unconditional basic income (UBI) an effective way for states to meet the social protection commitments outlined in the 2030 Agenda for Sustainable Development? This UNRISD Seminar will explore the benefits and disadvantages of a universal income in countries in the Global North and the Global South.

Context

On 5 June, Switzerland will hold the world’s first popular vote on universal basic income. The vote, which was put forward by a group of citizens rather than a political party, has been the subject of recent public debate.

Within Switzerland, advocates argue that a UBI would allow people to meet their basic needs and live life in dignity, provide protection from fluctuations in the employment market, especially with rapid technological changes making certain types of work obsolete, remove the stigma often associated with social assistance, and promote gender equality by providing women, who are disproportionately responsible for performing unpaid care work, with an independent income. Opponents argue that such an initiative would have negative impacts on Switzerland’s already existing social protection schemes, is financially unsustainable, would disincentivize people from working and result in increased immigration.

But UBI schemes are not only an option for developed countries like Switzerland and Finland, which is also exploring the idea. A range of schemes have in fact been piloted in developing countries. In 2010-2012 Mongolia funded a universal citizenship grant out of mining revenues, which subsequently was scaled back to a universal child grant in the Child Money Programme(CMP). In 2008-2009, Namibia piloted the Basic Income Grant (BIG) project with positive social and economic impacts reported in the short term, although sustaining such results has been difficult. A basic income pilot scheme in India was the subject of an UNRISD seminar in 2013. Some middle-income countries even stipulate basic income guarantees in their constitutions or laws.

At first sight, the motivation for UBI schemes in low or middle-income countries would appear to be quite different from developed countries: In addition to contributing to social justice, they are often introduced to fill a significant social protection gap and as a way of reducing poverty. However, as Northern labour markets show signs of becoming more informal, the need for new approaches to social protection becomes more pressing in these countries as well.

Could UBI be a way to cover social protection needs in both Northern and Southern countries? The human rights-based approach inherent in a universal scheme and the resulting empowerment, held up as benefits for developing countries, are equally important in developed countries, particularly with the recently adopted Agenda 2030, which reinforces global human rights commitments and applies to all countries, rich or poor.

The imminent Swiss vote gives UNRISD the opportunity to explore these issues with a diverse panel of experts familiar with key experiences from both Northern and Southern countries. The panellists will discuss where and under what circumstances a UBI can be an effective way for states to meet their human rights obligations and achieve some of the major aims set out in the Sustainable Development Goals, namely reducing inequality, eradicating poverty and achieving gender equality. Panellists will also consider the challenges of creating such schemes, such as the availability of resources, issues of long-term sustainability and their adaptability in developing and developed country contexts.

Speakers

Päivi Kairamo, Finnish Ambassador to the UN

Thomas Vollmer, Head of Section for Old-Age, Generations and Society; Federal Social Insurance Office (OFAS); Federal Department of Home Affairs, Switzerland

Guy Standing, Professor, School of Oriental and African Studies and Co-President, Basic Income Earth Network (BIEN)

Patricia Schulz, Member, UN Committee on the Elimination of Discrimination against Women

Ralph Kundig, President, BIEN (CH)

Regina Maria Cordeiro Dunlop, Brazilian Ambassador to the UN (TBC)

Moderator

Paul Ladd, Director, UNRISD

Registration

Invitees not in possession of a UN badge should register online, bring valid ID and a copy of this invitation on the day of the event to the Pregny Gate, located at 8 – 14 Avenue de la Paix, 1211 Geneva 10.

Languages

Speakers at this event may use French or English; interpretation will not be provided.

Remote Access to the Seminar

We will be tweeting key messages live from the seminar and welcome your comments and questions, which, time permitting, we may be able to put directly to the speaker. Follow us on@UNRISD and use the hashtags #UNRISDseminar

This event will be video and audio recorded. If you would like to be notified when the video and the podcast are online, please send an email with «Audio/video notification: UBI” in the subject line to sandoval@unrisd.org.

Learn more about UBI:

Newspaper articles

It’s Payback Time for Women, article at The New York Times
Let’s Be Done with Subsidies Already, article at Business Standard
What Would Society Look Like with Universal Basic Income? article at New Statesman

Podcast
Is the World Ready for a Guaranteed Basic Income? Freakonomics Radio

Video
Revenu de base, une impulsion culturelle, Initiative Revenue de Base (Suisse) documentary

Attribution: Icon by Gregor Črešnar (CC BY 2.0 via The Noun Project)

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El victimismo femenino y la violencia romántica

Coral Herrera Gómez

9 de abril de 2016

El victimismo es una estrategia para dominar a las personas de nuestro entorno, para manipular a los demás, para modificar la realidad, para lograr nuestros objetivos. El romanticismo del XIX utilizó mucho esta estrategia y la llevó al extremo: los genios románticos llegaban a auto-lesionarse y a suicidarse con el objetivo de convertirse en mártires del amor. No sólo querían dar pena o pasar a la posteridad, sino también hacer sentir culpables a la amada o al amado que no les correspondía.

El victimista o la victimista romántica sufren, pero no en silencio. Siempre multiplican el sufrimiento y lo esparcen para que la persona amada también sufra. Con esta idea perversa : «Si tú no haces lo que yo quiero, sufro. Si yo sufro, tú también», su objetivo es hacer sentir al otro que es el responsable de su dolor y su tristeza.

¿Qué quiere conseguir el victimista dando pena?  Que te sientas culpable, que te hagas responsable de su bienestar o su felicidad. Que no te vayas, que te enamores de él, que no te desenamores, que le hagas más caso, que le dediques más tiempo, que no termines la relación….

Las víctimas románticas parecen muy sensibles y bondadosas, pero pueden llegar a ser muy violentas. Pasan del amor al odio en un segundo: mendigan amor, si no lo obtienen, exigen amor, y si no logran su objetivo, tienen otra causa por la que luchar: destrozar psicológica y emocionalmente al culpable de sus desgracias. En las guerras románticas utilizan todo tipo de estrategias: reproches, humillaciones, acusaciones, insultos, pero sus mejores armas son el chantaje y la amenaza. 

Algunos de los chantajes más comunes son: «Estoy triste porque no me amas», «Sin ti no soy nada», «Mi felicidad depende de ti», «Quiero que me hagas caso, mi vida no tiene sentido sin tu amor», «Necesito que te ocupes de mí», «Tú eres responsable de mi tristeza», «Tú eres el culpable de todos mis males», «Llevo varios días sin comer y sin dormir por tu culpa», «Me come la angustia porque necesito verte» «No puedo vivir sin ti»…

Si los chantajes no funcionan, empiezan las amenazas: «Si me dejas, nadie más te amará como yo te amo/te quedarás solo para siempre/nunca más verás a tus hijos/te voy a arruinar económicamente/te vas a quedar sin amigos/me voy a quedar con todo lo que tienes/te voy a destrozar la vida».

La peor amenaza de todas es: «Si me abandonas, me mato». Y es una amenaza real: todos los años se suicida gente en todos los países dejando cartas en las que explican que lo hacen «por amor», o más bien, por desamor. Y muchos y muchas, culpabilizan directamente a sus parejas, a sus ex parejas, o a gente de la que se habían enamorado y nunca les había correspondido.

Los victimistas que se suicidan hacen responsables al otro de un acto violento que cometen ellos. Nunca asumen sus errores: la clave de su violencia está siempre en los demás, por eso antes de actuar, siempre amenazan: «Si me suicido, nunca podrás perdonarte a ti mismo/ nunca me olvidarás/ te arrepentirás toda la vida/ te sentirás culpable hasta el día de tu muerte/en tu conciencia quedará para siempre».

También están los que en lugar de suicidarse, prefieren asesinar a quienes dicen amar. Esto es muy común en los juicios por feminicidios, en los que los asesinos de mujeres siempre echan la culpa de su violencia a la asesinada: «ella me abandonó, ella se fue con otro, ella me hizo daño, ella me volvió loco…» En nuestra cultura patriarcal, las únicas culpables de la violencia que reciben son las mujeres, que «algo habrán hecho». Por eso cuando se cometen violaciones se sospecha que la culpa es nuestra por caminar solas por la calle a altas horas de la noche, o por vestir de tal o cual modo.

Para que las víctimas románticas parezcan «los buenos», los otros tienen que ser «los malos». Siempre que hay una víctima, tiene que haber un culpable, y con esta lógica patriarcal de la dicotomía es como construyen su versión de la realidad. El objetivo final es siempre modificar la realidad que no les gusta: la víctima romántica no soporta que le digan que no, no acepta el rechazo, ni la ruptura, ni los finales.

Esto quiere decir que si no correspondes al romántico o la romántica, te conviertes en el malo o la mala. Los malos son todas aquellas personas que no te aman, o que han dejado de amarte, o aquellos que te están dejando de amar. También son malvados los infieles y los traidores, en definitiva, todos aquellos que te hacen daño y que tienen que pagarlo caro.

Bajo esta lógica, los malos son personas egoístas. insensible y crueles, y los buenos son personas sensibles, amorosas, bondadosas y muy vulnerables. Sin embargo, los buenos resultan ser muy soberbios, orgullosos, y muy vengativos: su máximo anhelo es castigar al objeto de su «amor», que de la noche a la mañana se ha convertido en el enemigo o la enemiga.

Muchos románticos victimistas se obsesionan con el castigo o la venganza, por eso hacen sus campañas para que el entorno de la pareja colabore en la tarea de hacerle sentir culpable: familia, amigos y amigas, vecinos y vecinas. Cuanta más gente se solidarice con el sufridor o la sufridora, mejor: de ahí que haya gente que se posicione a su favor y en contra del culpable que le rompió el corazón.

Si la mala o el malo se quieren separar, por ejemplo, se hablará de «abandono del hogar»: la víctima nunca reconoce la libertad de su cónyuge para irse, para quedarse, o para tomar sus propias decisiones. En este sentido, la víctima no admite realidades que no le beneficien.

La víctima romántica expone su tristeza para despertar la culpabilidad en el otro, y la compasión en los demás. Su tristeza romántica es conmovedora, porque se presenta como un ser frágil cuyo único objetivo en la vida es amar y ser amada. Siempre aparece cargada de razón ante la injusticia de la que es objeto, principalmente porque todo el mundo asume que el amor verdadero es para siempre, y que los contratos románticos son eternos y no pueden romperse. La tiranía de la víctima consiste en su falta de escrúpulos a la hora de vengarse o de obligar al otro a arrepentirse y rectificar.

Históricamente, la manipulación victimista es una estrategia que hemos adoptado más las mujeres que los hombres: las niñas aprendemos desde pequeñas a despertar la ternura de los demás, y sabemos que llorando podemos lograr todo lo que nos proponemos. Los adultos no soportan vernos llorar y acceden a nuestros caprichos con tal de borrarnos la tristeza del rostro: por eso de mayores seguimos haciendo lo mismo.

En casi todas las películas, los dibujos animados, las series de televisión, las mujeres lloran y lloran. Si las llevas la contraria, lloran; si les privas de algo que desean mucho, lloran. Llorar y sufrir son demostraciones de feminidad: en nuestra cultura, una mujer de verdad es aquella que se emociona hasta las lágrimas con todo lo relacionado con el amor, la maternidad, las flores y un montón de estupideces.

Las niñas aprenden pronto que si se muestran desvalidas, los hombres siempre reaccionan accediendo a tus deseos, porque se sienten responsables de su bienestar: ellos son los protectores, ellos son los conseguidores, ellos son los fuertes y los inteligentes, ellos son los guerreros. Nosotras somos las dulces, las emocionales, las muñequitas lindas que esperan y que piden cosas. Ellos son hombres de acción, son los caballeros que rescatan princesas.

A los niños les enseñan que los hombres son lo contrario a las mujeres. Los hombres no lloran, los hombres actúan, y la única forma de conseguir sus objetivos o de resolver sus conflictos es con violencia. Usando sus puños, un arco y flechas, una ametralladora, una pistola, un bazooka, un hacha, un martillo, una granada, un cazabombardero, un tanque, una escopeta, un machete… en todas las producciones culturales, los héroes utilizan la violencia para salvar a la Humanidad, para arreglar un problema, o para obtener un tesoro.

El macho violento y la niñata llorona, estos son los modelos de feminidad y masculinidad que nos venden. La feminidad consiste en ser una niña caprichosa, déspota, un poco tonta,egoísta, pero muy guapa. Los hombres se rinden ante sus encantos y se conmueven con sus lágrimas, por eso se juegan la vida para rescatarlas de su encierro, para salvarlas de las garras del dragón, o para sacarlas de la pobreza y la explotación.

Este modelo de feminidad basada en el victimismo romántico nos ha hecho mucho daño a las mujeres, porque nos hace creer que la única manera de conseguir lo que necesitamos o deseamos es haciendo chantaje emocional y amenazando a los demás. No sólo en el terreno amoroso, sino en cualquier circunstancia las mujeres utilizamos este arte de la manipulación: nos hacemos las pobrecitas desvalidas delante del policía que nos quiere multar por exceso de velocidad, del profesor que nos quiere suspender el examen de matemáticas, del jefe que nos quiere contratar para trabajar. Usamos el victimismo en multitud de ocasiones porque funciona en la mayor parte de los casos… excepto en el amor.

Aunque nos hagan creer lo contrario, no hay manera de obligar a nadie a que te ame si no te ama. Dando pena puedes conseguir que tu amado permanezca un tiempo más a tu lado, pero no puedes conseguir que al quedarse vuelva a enamorarse de ti. No hay forma humana de despertar el amor a través del victimismo: cuando alguien te da pena, es muy difícil sentir admiración, deseo o pasión por alguien.

Y sin embargo, en las películas nos siguen tratando de convencer que las mujeres que lloran siempre logran despertar la ternura en el amado. Por eso las princesas Disney siempre están solas y desamparadas: si se juntasen a otras mujeres para unir fuerzas, la existencia del príncipe azul no tendría sentido. Los príncipes azules necesitan mujeres frágiles sin iniciativa propia para salir de su situación: necesitan mujeres vírgenes, inocentes, sensibles y delicadas capaces de conmoverse con cualquier regalo que reciba de su príncipe.

Si, mujeres que como no tienen amigas, hermanas, tías, primas, madres ni vecinas, hablan con los animalitos del bosque y recogen flores mientras suspiran soñando con el Salvador. Y así es como las mujeres aprendemos pronto que nos querrán si explotamos nuestro papel de víctimas. Cenicienta era víctima de su madrastra y sus hermanastras, Blancanieves de la bruja malvada, La Bella Durmiente del hechizo que la durmió cien años, la  Bella secuestrada por su propio Salvador, en fin, todas ellas mujeres que nunca pudieron salir de su situación hasta que a alguien le dio pena y fue a salvarlas.

Y de ahí viene todo lo demás: el cristianismo y el romanticismo ensalzan y mitifican a la mujer que sufre: la Virgen María sufre, la princesa encerrada en el Castillo sufre, la poetisa atormentada sufre… todas sufren por amor hacia un hombre, lo que las convierte en las heroínas de nuestra cultura.

Algunas de las heroínas se matan a si mismas para demostrarnos que su reino no es de este mundo. Las mujeres que no se adaptan a la cruda realidad sucumben a ella: las rebeldes, las inconformistas, las desobedientes… todas acaban mal, las de ficción y las de carne y hueso. Por eso la mayor parte de ellas se entregan a la autodestrucción (cuanto más drogadictas y alcohólicas, más sexys se sienten), o se suicidan: el patriarcado no tiene que acabar con ellas. se encargan ellas mismas de desaparecerse.

La lista de mujeres que sufren en nuestra cultura es interminable: Virginia Woolf,  Sylvia Plath, Marilyn Monroe, Frida Kahlo, Alfonsina Storni, Janis Joplin, Amy Whinehouse… y también son muchos los personajes de ficción que se automutilan, se autodestruyen o se suicidan: Ana Karenina, Emma Bovary…

El suicidio femenino es romántico y lo idealizamos porque creemos que eso nos hace eternas, especiales, divinas. Y son muchas las adolescentes que imitan a estas estrellas para vengarse de su entorno: se quitan la vida para reprochar a sus seres queridos que no han recibido el amor o la comprensión que necesitaban, pero también para castigar a sus seres queridos.

Para acabar con tanto victimismo y tanta violencia contra nosotras mismas, tenemos que dejar de idealizar la autodestrucción de las mujeres, eliminar las luchas de poder en el amor, desmitificar la violencia romántica, empoderarnos todas y reivindicar la figura de mujeres felices, alegres, combativas y exitosas: mucho mejor Madonna que la Whinehouse. porque la primera está viva, y la segunda, no. 

Tenemos que derribar estos mitos románticos que legitiman la violencia romántica y construir otro tipo de heroínas que logran sus objetivos gracias a sus habilidades, su fortaleza, su inteligencia, su empatía, su capacidad para solidarizarse y para trabajar con otras mujeres. Protagonistas que aman como adultas, que se responsabilizan de sus sentimientos y emociones, capaces de construir relaciones amorosas sin depender de nadie, desde la libertad y la autonomía personal.

Si, necesitamos otros modelos de feminidad en nuestra cultura: mujeres alegres, valientes, activas, sensibles y amorosas que sean capaces de juntarse y de separarse sin dramas y sin guerras románticas. Otros cuentos, otros finales felices y otras formas de querernos son posibles…

Coral Herrera Gómez

Fuente: http://haikita.blogspot.com/2016/04/el-victimismo-femenino-y-la-violencia.html?utm_source=BP_recent
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PNUMA: Guía para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza (Síntesis para los encargados de la formulación de políticas)

Fuente PNUMA / 7 de Mayo de 2016

A lo largo de los dos últimos años, la idea de una “economía verde” ha abandonado el reducto especializado de la economía ambiental para penetrar en el discurso político dominante. Con cada vez mayor frecuencia, este concepto forma parte del vocabulario de Jefes de Estado y Ministros de Economía, aparece en los comunicados del G20 y se debate en el contexto del desarrollo sostenible y de la erradicación de la pobreza

El auge reciente del concepto de economía verde se ha visto favorecido, indudablemente, por el desencanto general con relación al paradigma económico dominante, una sensación de cansancio que se desprende de las numerosas crisis y fracasos del mercado que se han producido durante la primera década del nuevo milenio, en particular la crisis financiera y económica de 2008. Sin embargo, al mismo tiempo se tiene cada vez mayor evidencia de un camino a seguir, de un nuevo paradigma económico en el que la riqueza material no se ha de obtener forzosamente a expensas del incremento de los riesgos ambientales, las escaseces ecológicas o las disparidades sociales.

Además, cada vez existen más pruebas que justifican, desde el punto de vista económico y social, la transición a una economía verde. Existen, pues, fundamentos sólidos para que tanto los gobiernos como el sector privado intensifiquen sus esfuerzos para llevar a cabo tal transformación económica. Los gobiernos deben permitir que los productos más verdes compitan en igualdad de condiciones, retirando progresivamente los subsidios que se hayan quedado anticuados, reformando sus políticas y ofreciendo nuevos incentivos, fortaleciendo la infraestructura comercial y los mecanismos del mercado, reorientando la inversión pública y adoptando una política de compras públicas más verde. El sector privado, por su parte, ha de comprender y calibrar la verdadera oportunidad que supone para una serie de sectores fundamentales la transición hacia una economía verde, y debe responder a las reformas políticas y a las señales de precios aumentando el financiamiento y la inversión.

En el Informe sobre Economía Verde del PNUMA, de próxima aparición, así como en esta Síntesis para los encargados de la formulación de políticas, sostenemos que la aplicación de consideraciones ambientales en las economías del mundo ofrece recompensas tangibles y considerables, que tanto los gobiernos como el sector privado disponen de los medios necesarios para ello, y que el momento de afrontar el reto es ahora.

 

Economía verde

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Libro del Banco Mundial: Los Ninis en ALC

Fuente Grupo del Banco Mundial / 7 de Mayo de 2016

A pesar del sólido desempeño latinoamericano en la década de 2000 —con fuerte crecimiento económico y una reducción significativa de la pobreza y la desigualdad— el número de jóvenes que no trabajan ni estudian creció debido a un aumento en el número de ninis varones. Hoy en día los ninis —un término que deriva de la frase “ni estudia ni trabaja”— son más de 20 millones, tienen entre 15 y 24 años de edad y dos tercios de ellos son mujeres, de acuerdo a un nuevo estudio del Banco Mundial.

El informe, NiNis en América Latina: 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades, reveló que los ninis de América Latina, que representan uno de cada cinco jóvenes en la región, necesitan mayores incentivos para permanecer en la escuela y más ayuda para encontrar puestos de trabajo. Solo entonces podrá la región aprovechar por completo sus posibilidades de desarrollo económico y reducción de la pobreza.

“Debemos brindarle una educación adecuada y habilidades laborales a nuestra creciente población joven, ayudándolos a que tengan éxito en la vida”, dijo Jorge Familiar,Vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. “Aquellos países que ofrezcan una educación de alta calidad a una población joven en expansión y que además cuenten con mercados laborales dinámicos y de buen funcionamiento podrán crecer y reducir la pobreza de manera más rápida”.

El informe, escrito de manera conjunta por Rafael de Hoyos, Halsey Rogers y Miguel Székely, indica que prácticamente el 60 por ciento de los ninis de la región provienen de hogares pobres o vulnerables en el 40 por ciento más pobre de la distribución del ingreso.

El nini latinoamericano típico es una mujer de un hogar urbano, si bien el número de ninis mujeres en la región de hecho está descendiendo gracias a mayores oportunidades educativas y laborales. Es entre los jóvenes varones que el problema se ha intensificado —todo el aumento de 1,8 millones de ninis desde 1992 se debe al crecimiento en el número de ninis varones.

Entre las mujeres jóvenes, el principal factor de riesgo es el casamiento antes de los 18, exacerbado por el embarazo adolescente. Entre los hombres, es el abandono temprano de la escuela con destino al mercado laboral, seguido del desempleo. Sin las habilidades necesarias para asegurarse un trabajo en el sector formal, la mayoría de los jóvenes se resigna a puestos de trabajo en el sector informal; la mayoría de ellos nunca regresará a la escuela.

La proporción de ninis varía de 10,9 por ciento en Perú a más de 25 por ciento en Honduras y El Salvador. En números absolutos, la mayoría de los ninis se encuentra en Brasil, Colombia y México. Una amplia mayoría, más del 70 por ciento, vive en ciudades y tiene un bajo nivel educativo.

En Colombia, México y América Central, donde la proporción de ninis excede al promedio, el problema se ve agravado por la presencia extendida del crimen organizado. Existe nueva evidencia que muestra que el problema nini se correlaciona con el crimen y la violencia, elevando los riesgos que enfrentan los jóvenes y la sociedad en general.

La proporción de niños y adultos mayores respecto a la población en edad laboral pronto alcanzará mínimos históricos en América Latina. Para poder aprovechar esta ventana demográfica, América Latina debe proporcionar capital humano y oportunidades laborales a su creciente población de jóvenes adultos. Si no lo hace, el número creciente de ninis evitaría que la región usufructuase completamente su dividendo demográfico.

Ser nini puede tener efectos negativos de largo plazo sobre la productividad, reduciendo los salarios y las oportunidades de empleo de por vida y frenando el crecimiento económico en general. El efecto negativo sobre el ingreso también puede empeorar las desigualdades existentes, así como obstaculizar la movilidad social y la reducción de la pobreza en los hogares pobres y vulnerables, indica el informe.

Existen varias políticas que pueden ser utilizadas para reducir el número de ninis, evitando que los jóvenes abandonen la escuela de manera temprana y logrando que aquellos que ya son ninis consigan un empleo. Éstas incluyen transferencias condicionadas en efectivo, así como paquetes de información para concientizar a padres y estudiantes de los beneficios de la educación. También puede ayudar el desarrollo de capacidades socioemocionales específicas para evitar comportamientos violentos, apoyo pedagógico y programas empresariales, complementados por sistemas de detección temprana para identificar a aquellos jóvenes que corren riesgo de abandonar la escuela.

 

Los Ni ni en ALC

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UNICEF: Más de 60 millones de mujeres en el mundo contrajeron matrimonio siendo niñas

etcétera/06 de mayo 2016

El matrimonio infantil no es cosa nueva, inclusive en muchos países del mundo es una tradición arraigada desde hace siglos. La Unicef lanzó en el pasado mes de marzo la campaña “La boda perfecta…salvo por un pequeño detalle”, para concientizar sobre esta realidad que se ha extendido en muchos países, y que de acuerdo con Unicef, alrededor de 15 millones de niñas se casaran en 2016.

Según las estadísticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef por sus siglas en inglés) en los países en desarrollo más de 60 millones de mujeres contrajeron matrimonio o viven en pareja desde antes de cumplir los 18 años.

Independientemente de que en algunas culturas está permitido el matrimonio con mujeres menores de edad, la Unicef informa que la falta de educación en las niñas es un factor que determina estas uniones. Las mujeres que cuentan con educación primaria son notablemente menos propensas a contraer matrimonio o vivir en pareja, en comparación con las niñas que no han recibido ninguna instrucción. Por ejemplo: en Zimbabwe, el 48% de las mujeres que habían asistido a la escuela primaria estaban casadas al cumplir 18 años, en comparación con el 87% de las mujeres que no habían asistido a la escuela.

Los padres optan por casar a sus hijas a edades tempranas por varios motivos. Las familias pobres consideran que las niñas son una carga económica, por lo que casarlas es una medida de supervivencia necesaria para la familia. Algunos piensan, además, que el matrimonio a una edad temprana protege a la niña frente al peligro de sufrir agresiones sexuales o, con carácter más general, le procura la protección de un tutor varón.

Fuente: http://www.etcetera.com.mx/articulo/M%C3%A1s+de+60+millones+de+mujeres+en+el+mundo+contrajeron+matrimonio+siendo+ni%C3%B1as%3A+Unicef/45531

Fuente de la imagen de cabecera: http://img1.measombro.lavozdegalicia.es/wp-content/uploads/2016/03/Boda-ni%C3%B1a.jpg

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Éxodo forzado

Ilka Oliva Corado.

Mayo 06 de 2016.

¿Por qué migran niñas, adolescentes y mujeres? ¿Cuál es la razón de dejar el país de origen y lanzarse a la desventura de una travesía indocumentada con la seguridad que serán transgredidas y si bien les va podrán sobrevivir y tratar de lidiar con el averno de la post frontera; eso si llegan a su destino, sino serán un número más de las estadísticas de desparecidas y fallecidas en el tránsito migratorio en tierra de nadie. Sin ninguna autoridad que las busque y que las dignifique llamándolas por su nombre y reconociéndolas en su identidad.

Una tragedia el solo imaginarla pero es una realidad y Guatemala está forzando a miles de niñas, adolescentes y mujeres a buscar salvar sus vidas en otro país, Estados Unidos parece ser la mano más próxima en prestar ayuda, pero es solo una fantasía en la desesperación. Bien es sabido que su política migratoria irrespeta los derechos humanos y laborales de las personas indocumentadas. El abuso por parte de coyotes, autoridades mexicanas y de la Patrulla Fronteriza hacen de la travesía el peor de los infiernos para cualquier ser humano y, la saña con la que transgreden a las niñas, adolescentes y mujeres es atroz. ¿Por qué sigue siendo invisibilizada y solapara la migración forzada y estos abusos? ¿En qué se benefician los gobiernos involucrados?

Buscan salvar sus vidas, huyen de un sistema patriarcal que las violenta y las excluye. Huyen de la miseria, de la pobreza, de la hambruna. De la violencia de género, de la violencia intrafamiliar, de los feminicidios. Huyen de las limpiezas sociales. Huyen de la decadencia de un sistema que las victimiza. De una sociedad ajena a la atrocidad por su indiferencia. Huyen del clasismo, del racismo, del abandono y del olvido.

Huyen porque han perdido hasta la última esperanza que perecer en la travesía es lo de menos. Madres solteras, niñas y adolescentes a las que las bandas delictivas han abusado y han puesto precio a sus cabezas. Abusadas también en el propio seno familiar, por sus padres o familiares cercanos. Por sus cónyuges. La migración es forzada, nadie va a arriesgar su vida así por así y a aventurarse en una travesía por ambición.

Ese esfuerzo, esa psicosis, ese dolor y esa angustia. Esa desolación y esa añoranza regresan al país de origen convertidos en remesas. La ilusión de un hogar, un plato de comida para los suyos sobre la mesa, calzado y estudio para los hijos que se quedaron. Para los padres que se quedaron. Para los hermanos y los abuelos.

¿Cuándo cambiará esta situación? ¿Cuándo el estado guatemalteco dejará de exportar niñas, adolescentes y mujeres para las redes de tráfico para fines de explotación sexual, laboral y tráfico de órganos que pupulan en la travesía indocumentada entre México y Estados Unidos? ¿Cuándo la sociedad guatemalteca dejará de ser indiferente ante los más golpeados del sistema? ¿Cuándo será un país de política integral que le apuesto al desarrollo, a la justicia social y a la equidad de género?

Mientras tanto, serán miles las que seguirán migrando en esas peregrinaciones buscando en otro suelo lo que no les ofreció el propio.

Fuente del artículo: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/05/06/exodo-forzado/

Fuente de la imagen: https://i.ytimg.com/vi/T3fFeiQCa-s/maxresdefault.jpg

 

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La UNESCO lanza en América Latina y el Caribe su campaña E2030 Educación para Transformar Vidas

Fuente OREALC Unesco / 7 de mayo de 2016

  • En el marco de la aprobación de la nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la UNESCO lanza a nivel regional la campañaE2030 Educación para transformar vidas, una serie de materiales que difunden las metas y estrategias para el logro del objetivo 4 de este marco mundial: “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, promoviendo el aprendizaje durante toda la vida.”
  • Con esta iniciativa la UNESCO pone a disposición infografías y un video informativo de libre uso que ayudan a una mejor comprensión y difusión de los compromisos suscritos por los países para construir una educación de calidad para todos y todas de aquí al 2030.

    ¿Qué es la Educación 2030?

    Recientemente la Asamblea General de la ONU, compuesta por más de 190 países adoptó una Agenda Mundial para el Desarrollo Sostenible, cuyos 17 objetivos buscan poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia, y hacer frente al cambio climático.

    Dentro de estos 17 objetivos, el N°4 está dedicadoa la educación, al cual el mundo se referirá de ahora en adelante como Educación 2030 o E2030. Este objetivo se compone de 10 metas que deben ser cumplidas, que cuentan con estrategias que pretenden contribuir a hacerlas efectivas y que fueron aprobadas por los Estados Miembros y Miembros Asociados de la UNESCO en su última Conferencia General.

    La UNESCO cree que la educación es la clave para cambiar el mundo, la mejor inversión que puede hacer un país y que la educación de calidad es un derecho que debe ser garantizado para todos y todas. Los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y los movimientos sociales, junto a los organismos internacionales deben unirse para garantizar una educación inclusiva, equitativa, de calidad y con aprendizaje a lo largo de toda la vida.

    Con este material y trabajo constante, las oficinas de la UNESCO en América Latina y el Caribe se comprometen a contribuir al cumplimiento de dichos compromisos prestando asistencia técnica especializada y colaborando con conocimiento e información a los gobiernos y la sociedad civil.

    • Acceda a los materiales de difusión
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