Page 1173 of 1236
1 1.171 1.172 1.173 1.174 1.175 1.236

Panamá: Denuncian maltrato a menores en escuela de Estados Unidos de América

Padres de familia de la Escuela Estados Unidos de América, insistieron por segundo día, en una reunión con las autoridades de este plantel

Por Jorge Quiros/ 12 de Abril de 2016/Fuente: TVN

Padres de familia de la Escuela Estados Unidos de América, ubicada en San Felipe, insistieron por segundo día, en una reunión con las autoridades de este plantel o del Ministerio de Educación (Meduca), para que expliquen sobre las medidas de disciplina del centro educativo.

Según han denunciado algunos acudientes, al menos cinco niños hicieron sus necesidades en el uniforme porque la directora prohibió que se les diera permiso para ir al baño.

La situación ha causado molestia y piden que sea destituida o cambiada de esa escuela, incluso algunas personas dijeron que esas acciones no son de una persona que esté del todo bien, sino de alguien que tiene trastornos.

“Una persona que no deja a niños ir al baño, es una persona que ya llegó al tope”, expresó un padre de familia.

La directora accedió esta mañana a reunirse con los padres de familia y dijo que no se había enterado de la situación hasta que recibió quejas de los padres de familia.

Por otra parte, aseguran que las infraestructuras del colegio están a punto de colapsar y hasta hablaron de una plaga de alacranes.

Una supervisora del Meduca que se presentó en la escuela dijo en cuanto al tema de las infraestructuras, que como forman parte del patrimonio del Casco Antiguo, se requieren algunos permisos especiales para hacer cambios.

Fuente noticia: http://www.tvn-2.com/nacionales/educacion/Estudiantes-necesidades-uniforme-medidas-disciplinarias-maltrato-estudiantes-escuelas-estados-unidos-america_0_4459054058.htm

Comparte este contenido:

Los alimentos no son mercancía

ALAI/14 de abril de 2016

Si bien desde hace décadas, en instancias internacionales, los gobiernos han asumido compromisos para lograr un planeta que garantice una alimentación digna para todos y todas, el hambre perdura como un asunto crítico irresuelto.  En 1974, la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Alimentación, precisamente, estableció como objetivo: “dentro de una década ningún niño se irá a dormir con hambre… ningún ser humano se verá afectado por la desnutrición”.

Hoy, alrededor de 795 millones de personas padecen hambre en el mundo.  Más de 34 millones son de América Latina y el Caribe, región que produce y exporta más alimentos en el planeta, pero también donde hay mayor desigualdad e injusta distribución de la riqueza.  Según declaraciones de José Graziano da Silva, Director General de la FAO, en la XXXIV Conferencia Regional de este organismo, realizada en México del 29 febrero al 3 marzo de 2016, se acordó “acabar con el hambre y la malnutrición en menos de diez años”.

Buenos propósitos, magros resultados.  ¿Por qué?  Por insistir en soluciones erradas, pero que benefician con creces a los grandes intereses que se mueven en este campo sobre la base, entre otros, de dos mitos: la escasez y el incremento de la producción y la eficiencia.  La realidad es que no hay falta de alimentos, pues el sector campesino está en capacidad de producir alimentos para todo el mundo, pero sí abundantes intereses mercantiles en la alimentación que se traduce en una distribución inequitativa.

En los años ’60, como “solución” se impulsa la llamada revolución verde de la agricultura que con el tiempo terminó por establecer un reparto cada vez más injusto, la pérdida de diversidad biológica y de suelos fértiles, y una creciente dependencia alimentaria supeditada al agronegocio.  Y, hoy, como relevo, se pretende dar continuidad a lo mismo a partir de una nueva revolución tecnológica: la biotecnología asociada a la ingeniería genética, impulsada por un puñado de corporaciones que busca el control monopólico del sistema alimentario global.

De hecho, desde la década de los ’90 asistimos a una nueva fase del capitalismo hegemonizada por el capital financiero y las corporaciones transnacionales[1], que pasan a controlar la producción y el comercio mundial de las principales mercancías.  Situación que repercute en cambios estructurales en la producción agrícola, debido al despliegue de un nuevo modo de producir basado en el monocultivo, con el uso extensivo de la tierra y la búsqueda de la mayor escala posible, el empleo intensivo de agrotóxicos y de la mecanización, y la imposición de semillas propietarias y transgénicas.

En esta nueva fase, se va diluyendo la distinción entre banca y empresas comerciales de materias primas, al tiempo que los bienes comunes –como la tierra, el agua, la energía, los minerales, etc.- se tornan en meras mercancías.  Y es así que la presencia de actores financieros en el sistema alimentario global ha dado pábulo para que se monte la manipulación especulativa del mercado de alimentos, porque ahora éstos se transan en las bolsas de valores internacionales.  ¿Se acuerdan de la crisis alimentaria que explotó en 2008?

 

Una alternativa político-estratégica

Reivindicando el principio que la alimentación es un derecho humano y no una mercancía más, el movimiento internacional Vía Campesina propone la noción de la soberanía alimentaria como alternativa político-estratégica al agronegocio y su matriz socialmente injusta; económicamente inviable; subordinada a grandes corporaciones (cuyo propósito es el incremento de sus ganancias), insustentable para el medio ambiente; y con una producción de alimentos con graves consecuencias para la salud[2].

Esta propuesta aborda cuestiones estructurales para impulsar un modelo de producción alternativo, como el uso de la tierra y el territorio, la apropiación y gestión de los recursos, la agroecología, el comercio local e internacional, el desarrollo sostenible, la acción participativa, derecho a la alimentación, etc.

Específicamente, para la Vía Campesina, la soberanía alimentaria es el derecho de la población a producir y consumir comida saludable y culturalmente adecuada, obtenida con métodos ecológicamente sostenibles; lo que solo es posible si se fortalece la agricultura campesina y sus sistemas de producción.  En tal sentido, abarca y supera el concepto de seguridad alimentaria planteada por la FAO –que hace referencia sólo a la disponibilidad y acceso a los alimentos para combatir el hambre– y el derecho a la alimentación.

Es decir, no se trata únicamente de producir una cantidad de alimentos que permita dar de comer al conjunto de la población, tal como se define la seguridad alimentaria, sino también de contemplar la calidad de esa producción, es decir, definir qué, dónde, cómo y cuánto se produce, que son las preguntas que hay que responder a través de la construcción de la soberanía alimentaria.

Por lo mismo, la soberanía alimentaria incorpora el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación para toda la población, con base en la pequeña y mediana producción, respetando sus propias culturas y la diversidad de los modos campesinos, pesqueros e indígenas de producción agropecuaria, de comercialización y de gestión de los espacios rurales, en los cuales la mujer desempeña un papel fundamental.

Integra, igualmente, componentes multiétnicos y culturales, la gestión del territorio, la prioridad a la alimentación de la población local y de los sectores más vulnerables, la reforma agraria, la agroecología, comida sana, la protección de las semillas criollas, políticas de distribución de alimentos no sometidas a las exigencias del mercado, rescate de saberes tradicionales, capacitación, y mucho más.

 

Principios clave

La soberanía alimentaria, en síntesis[3], se expresa en los siguientes principios:

  • Los alimentos no son mercancía; deben ser suficientes, nutritivos y culturalmente adecuados para los pueblos y las comunidades.
  • Los/as productores/as de alimentos, mujeres, hombres, pequeños agricultores, pueblos indígenas, pescadores artesanales, habitantes de los bosques y trabajadores/as agrícolas, deben ser revalorizados/ as por ser actores y actrices claves para su construcción; no deben ser subestimados por políticas ni programas que los/as colocan sólo como destinatarios/as de políticas asistencialistas.
  • Quienes producen y consumen alimentos deben ser el centro de la toma de decisiones sobre las cuestiones alimentarias, rechazando los acuerdos y prácticas que otorgan poder a las corporaciones transnacionales para decidir sobre nuestra alimentación.
  • La producción de los alimentos debe ser localizada para evitar enormes desplazamientos hasta llegar a los/as consumidores/as y el control del sistema alimentario debe ser local. Los/as productores/ as y la propia comunidad tienen que tener el control sobre el territorio, las semillas y demás bienes comunes, con el propósito de evitar su privatización y preservar la biodiversidad.
  • La soberanía alimentaria recupera las habilidades y los conocimientos tradicionales del campesinado y las comunidades indígenas, favoreciendo su transmisión a las generaciones futuras.
  • El sistema alimentario debe interactuar con la naturaleza, respetando sus ciclos, para lo cual son necesarios métodos de producción agroecológica que maximizan las funciones beneficiosas de los ecosistemas. Esta característica implica un claro rechazo a los monocultivos, las explotaciones ganaderas de factoría y la industrialización a gran escala.

Las organizaciones del campo identifican, a la vez, diversos factores que limitan el avance en la práctica de este modelo alternativo.  Éstos incluyen, entre otros, las distancias entre producción y consumo, en las ciudades, junto a la cultura consumista centrada en los centros comerciales y los supermercados.  Además, los sectores sociales urbanos de bajos ingresos no siempre están en posibilidad de permitirse pensar en una buena alimentación, cuando lo primordial es llenar el estómago, y al menor costo.

Mientras las experiencias de construcción de la soberanía alimentaria han avanzado principalmente en comunidades locales u organizaciones sociales, en la mayoría de casos aún no se han desarrollado suficientes estrategias específicas, instrumentos jurídicos ni infraestructura que permitan pensarla a niveles geográficos más amplios, provinciales o nacionales.

Por ello, la soberanía alimentaria implica considerar a la alimentación no como una cuestión personal y dependiente del poder adquisitivo, sino como un sistema alimentario que implica un proceso complejo que abarca la producción, el transporte, la comercialización, el consumo, las políticas económicas, sociales y científicas y las acciones de los movimientos sociales y de consumidores, que hacen que el alimento sea considerado un derecho.

Desde hace más de dos décadas, la Vía Campesina y otras entidades aliadas han venido desarrollando este concepto desde la teoría y la práctica, a nivel mundial, proceso que se ha plasmado en una serie de planteamientos y posiciones de consenso que se han venido afinando y que se ve reflejado en los acuerdos sucesivos de una serie de eventos internacionales.

Un logro importante en el escenario internacional es que se ha colocado el tema de la soberanía alimentaria en las Naciones Unidas e incluso en las constituciones y políticas públicas de algunos países.  Sin embargo, como suele suceder en tales casos, el sentido mismo del término “soberanía alimentaria” está en disputa, en vista de que las instituciones que lo adoptan luego pueden tratar de vaciar el contenido político, como está sucediendo en la FAO, cuando se lo pretende equiparar al concepto de agricultura familiar.

Fuente: Texto introductorio de la edición de abril 2016 de la revista América Latina en Movimiento (No. 512) de ALAI, titulada “Por los caminos de la soberanía alimentaria”.  http://www.alainet.org/es/revistas/512

[1] João Pedro Stedile y Osvaldo León, Reforma Agraria Popular: “Una alternativa al modelo del capital”, En el año de la agricultura familiar: Políticas y alternativas en el agro, Revista América Latina en Movimiento Nº 496, ALAI, junio 2014.

[2] Basta constatar las cifras de la población afectada por la desnutrición, por un lado, y las referidas a quienes crecientemente padecen obesidad, por otro; y bien se puede añadir también las que dan cuenta del desperdicio de alimentos.  Según la FAO, con los alimentos que se pierden en la región se podría alimentar al 37% de quienes sufren hambre.

[3] Patricia Agosto y Marielle PalauHacia la construcción de la Soberanía Alimentaria. Desafíos y experiencias de Paraguay y Argentina, Asunción, BASE-IS, Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía, CIFMSL, diciembre 2015.

Comparte este contenido:

Panamá: Paro de labores en escuela de Aguadulce

Los padres de familia molestos  desde el pasado lunes decidieron piquetear frente al plantel educativo

Panamá/ 12 de Abril de 2016/Día a Día

En medio de un cierre de vías internas de Pozo Azul en Aguadulce padres de familia y estudiantes de la escuela Ana Polo Tapia,  anunciaron un paro indefinido de clases hasta que la Ministra de Educación visite el plantel o destituya a la directora,  que según ellos no está gestionando proyectos.

Los padres de familia molestos  desde el pasado lunes decidieron piquetear frente al plantel educativo y a pesar de que se reunieron con el MEDUCA y autoridades locales, decidieron continuar con el paro de labores porque aseguran que la escuela se está  cayendo y responsabilizan a la directora porque no se ven proyectos de mejora y hasta se derribó el salón de inclusión, no tienen agua, ni sillas.

Para la  madre de familia,  Gisela Cosme es lamentable el estado deplorable del plantel educativo sin agua, salones en mal estado, sanitarios deficientes y falta de un salón de inclusión que fue derribado hace un año y ahora no cuentan con este salón y en el lugar hay escombros y hierros que son un peligro.

“Exigimos la destitución de la directora del plantel porque ella no ha gestionado ningún proyecto y esto es lo que mantiene esta escuela totalmente abandonada, exigimos que la Ministra venga a reunirse con nosotros o que ordene la separación de la directora”, dijo en medio de una protesta en la calle que realizaron ayer molestos los padres de familia.

Víctor Rodríguez, padre de familia de la escuela señaló que ellos recibieron respuestas  el lunes del alcalde de Aguadulce, Jorge Herrera, sin embargo el Meduca no ha dado las respuestas esperadas y ni separa a la directora y mucho menos dan a conocer cuándo se va a reparar la escuela en su totalidad.

Para los residentes de la comunidad de Pozo Azul, la escuela Ana Polo Tapia se ha convertido en una galera y exigen reparación inmediata, dijo Angelino Reyes, residente de Pozo Azul, quien apoyo a los padres de familia en la protesta, por ser egresado de esta escuela.

La directora del plantel,  Marlenia Aguilar  asegura que ha gestionado y tiene pruebas de ello, al igual que el Ministerio de Educación, que ha recibido todas las solicitudes que ella ha hecho para la escuela Ana Polo Tapia.

Aguilar manifestó que es la voz de los padres contra la de ella y el Meduca puede certificar que ella ha gestionado para esta escuela, pues todas las notas están con recibido del Meduca, pero ningún padre de familia le ha preguntado y solo salen afuera a vociferar.

“En el caso del salón de inclusión que se derribó, ella dijo que  las paredes estaban rajadas y ella envió varias notas al Meduca para que fueran a hacer la evaluación y fueron y determinaron que había que tumbar el salón y me dio lástima porque eso fue un esfuerzo de la escuela la construcción del salón”, dijo.

Señaló que se trata de un grupito que están alentando a otros, pero que ella desconoce quién está detrás de este problema, pues hay personas que no son padres de familia de la escuela y han estado alterando a los docentes, mientras que dijo que el alcalde prometió muchas cosas y esperan que las cumpla.

Los padres de familia aseguran que seguirán en paro de labores hasta que destituyan a la directora del plantel, pues ya el alcalde les dio ayuda, pero el problema de la escuela es la directora, ya que actualmente la matrícula de la escuela está por más de 200 estudiantes, cuando antes era de unos 500.
Fuente: http://www.diaadia.com.pa/tierra-adentro/paro-de-labores-en-escuela-de-aguadulce-291165

Comparte este contenido:

«Ninis» ya son más de 2 millones en Centroamérica

A nivel regional ni siquiera una tercera parte de los jóvenes pueden dedicarse tiempo completo al estudio, y más de la mitad no está estudiando del todo.

Honduras/12 de Abril de 2016/E&N

El Programa Estado de la Nación elaboró un detallado estudio sobre la exclusión educativa y laboral de la población de 15 a 24 años en Centroamérica; donde se revela que 2,1 millones de jóvenes (22,6%) enfrentan la situación más extrema: se encuentran excluidos tanto del sistema educativo como del mercado laboral.

La investigación concluye que en el 2014 Centroamérica contaba con unos 9,2 millones de jóvenes de 15 a 24 años, de los cuales la mayor proporción –un 36,3% que representa unos 3,4 millones– se ubica en el grupo de los que solo trabajan, una condición que, si bien implica la obtención de un ingreso, dadas las condiciones de falta de experiencia y bajo nivel educativo, también significa en la mayoría de los casos una inserción laboral precaria y de baja calidad y remuneración.

Asimismo, está el grupo de jóvenes que solo estudian; un 29,1% del total a nivel regional, que representa 2,7 millones de jóvenes, situación que sería la ideal, sobre todo para aquellos en edad de asistir a la educación. Finalmente, está el grupo de jóvenes que estudian y trabajan que representan el 11,9% del total, para poco más de un millón de personas.

El presente estudio fue realizado por parte del Proyecto Estado de la Región, en el marco de la elaboración del Quinto Informe Estado de la Región, con el apoyo financiero de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Se destaca que para comprender adecuadamente el fenómeno de la población joven que no estudia ni trabaja, es importante tomar en cuenta que se trata de un grupo heterogéneo. De acuerdo con los resultados del procesamiento de las encuestas realizadas en los distintos países durante el periodo 2001-2014, esta es una población en la que es posible reconocer distintos grupos. El primero, y proporcionalmente más importante, es el de jóvenes que realizan labores domésticas, que son mayoritariamente mujeres (más del 90%) y que residen en zonas rurales (sobre todo en Honduras y Guatemala). Este grupo representa entre el 51,7% (Costa Rica) y el 84,6% (Guatemala) del total de jóvenes «ninis».

La investigación señala que en Centroamérica existen tres grupos de países de acuerdo con la situación de exclusión o inclusión social de sus jóvenes. El primer grupo está conformado por Costa Rica y Panamá, países en los cuales más de la mitad asisten a la educación: el 61% y el 52% respectivamente. No obstante, ambos países todavía tienen el desafío de lograr la inclusión educativa de cerca de una quinta parte de los jóvenes que no estudian ni trabajan y brindarle opciones de formación a quienes solo trabajan, que en el caso de Costa Rica son el 21,7% del total y en Panamá el 30,0%, en ambos casos representando a más de 200.000 jóvenes.

En el segundo grupo están El Salvador y Nicaragua, países con una situación de inclusión y exclusión social intermedia pero con desafíos mucho mayores que el primer grupo, pues más de la mitad de las y los jóvenes está fuera del sistema educativo (56,0% y 56,6%, respectivamente), es decir, no estudian ni trabajan o solo trabajan. La situación de Nicaragua es particularmente preocupante, pues a pesar de que tiene, junto con Costa Rica, la menor proporción de jóvenes «ninis» (14,8%), a nivel regional es, junto con Guatemala, el país con menor nivel de inclusión educativa plena (los jóvenes que solo estudian son apenas el 18,9% del total). Nicaragua presenta una dinámica particular con respecto a la inclusión-exclusión educativa: la reducción de los llamados «ninis» no implicó una mayor inserción educativa sino la incorporación laboral de los jóvenes, lo que hizo que la proporción de quienes sólo trabajan aumentara de 23,9% en el 2001 a 41, 8% en el 2012.

Mientras que el tercer grupo lo integran Guatemala y Honduras. Estos son los países con mayores niveles de exclusión social de la región, con un 65% y 66% de jóvenes excluidos del sistema educativo – ya sea que ni estudian ni trabajan, o que solo trabajan. Dado que estos dos países concentran el 56% del total de la población regional de 15 a 24 años, es decir 5,2 millones de jóvenes, mejorar este panorama es estratégico para el desarrollo de la región.

En estos dos países, solo cerca de la tercera parte de la población joven tiene algún nivel de inserción educativa: los que solo estudian representan 24,5% en Guatemala y 25,4% en Honduras, y los que estudian y trabajan 10,7% y 8,7%. La situación más grave es la de Honduras, que es el país de la región con mayor proporción de jóvenes que ni estudian ni trabajan (26,7%), es decir unas 487.000 personas excluidas tanto del sistema educativo como del mercado laboral.

La situación de exclusión educativa y laboral de la población joven, o su inserción laboral en puestos de baja calidad y remuneración, es uno de los factores que impiden a la región mejorar sus niveles de productividad y crecimiento económico. Dado que la región está en un proceso de transición demográfica y tiene flujos crecientes de población joven, en edad laboral, esa problemática tenderá a agudizarse si no se implementan políticas para lograr una mayor inserción y permanencia de los jóvenes en el sistema educativo y transformar sus estructuras productivas para aumentar la creación de empleo de buena calidad y remuneración.

Fuente: http://www.estrategiaynegocios.net/lasclavesdeldia/949287-330/ninis-ya-son-m%C3%A1s-de-2-millones-en-centroam%C3%A9rica

Comparte este contenido:

Concluye Festival de Cine de Panamá

Se proyectaron más de 70 películas.

Panamá/13 de Abril de 2016/Fuente: Prensa Latina

festival-cine-panama

Con la proyección del filme mexicano La delgada línea amarilla, protagonizada por el reconocido actor Damián Alcázar, concluye hoy el Festival Internacional de Cine de Panamá, evento en el cual se proyectaron más de 70 películas.

Dirigida por el joven realizador Celso García, el largometraje ofrece una mirada a la vida de unos trabajadores que sólo buscan sobrevivir, soportar lo mejor posible las tragedias cotidianas y disfrutar sus pequeñas victorias.

Luego de una semana de ajetreo en salas de cine, encuentros y charlas, el público asistente al Teatro Balboa, sede de la gala de clausura, podrá conocer la película ganadora de la sección de industria Primera Mirada.

También se darán a conocer el Premio del Público, la Mejor Película Iberoamericana de Ficción y el documental merecedor del galardón que otorga la Revista K, entre otras distinciones; al tiempo que 507 Red Lager otorgará un reconocimiento especial al cine panameño y a sus realizadores

En los dos últimos años, la cinematografía istmeña creció en cantidad y calidad, y muestra de ello son los más de 20 premios internacionales que atesoran cintas como Invasión y Caja 25.

Otra de las figuras presentes en esta V edición es el director argentino Pablo Trapero, quien compartió sus experiencias y anécdotas en el proceso de investigación y realización de El clan, el segundo largometraje más visto en la historia del séptimo arte de su país, después de Relatos Salvajes.

Mientras, el actor y productor venezolano Édgar Ramírez, quien encarna al boxeador panameño Roberto Durán, reconoció la calidad de esta cita cinematográfica, en tanto exhibe películas muy buenas que han ganado en festivales muy importantes.

Elogió al cine latinoamericano, el cual cuenta con cintas maravillosas, sin contar que va por su propio camino a muy buen paso, dijo.

La agenda del evento contempló la realización de programas educativos, charlas y talleres, algunos de ellos dedicados al público infantil, además del estreno de sietes películas nacionales y la presencia de invitados especiales como las actrices Lucía Bosé, Marisa Paredes y Geraldine Chaplin.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=4784061&Itemid=1

Comparte este contenido:

Panamá: Buscan alternativas para reinicio de clases en Parita

Primeramente se acordó que los estudiantes darían clases los días lunes, miércoles y viernes en horarios reducidos, para permitir que los tanques de reservas se llenen los martes y jueves.

Panamá: 14 de Abrril de 2016/Panamá América

 

parita_0

 

Luego de más de una semana de paralización de labores educativas, por la falta de agua, se buscan alternativas para garantizar que los estudiantes de la escuela primaria y primer ciclo de Parita, en la provincia de Herrera, regresen a clases de forma normal.
Los docentes, administrativos y estudiantes del plantel se encuentran reunidos con las autoridades provinciales de Educación para buscar un consenso y permitir el reinicio de clases.
Primeramente se acordó que los estudiantes darían clases los días lunes, miércoles y viernes en horarios reducidos, para permitir que los tanques de reservas se llenen los martes y jueves.
Se espera que de esta reunión se tome una decisión final entre todas las partes involucradas.
Fuente: http://www.panamaamerica.com.pa/provincias/buscan-alternativas-para-reinicio-de-clases-en-parita-1021842

 

 

Comparte este contenido:

Poco dinero para los más pequeños

Por cada dólar que se invierte en niños de hasta 5 años, se invierten tres en niños de entre 6 y 12 años en América Latina y el Caribe. Ese es uno de los inquietantes hallazgos contenidos en el nuevo estudio Los primeros años: El bienestar infantil y el papel de las políticas públicas, editado por Samuel Berlinski y Norbert Schady. Esta es la edición 2015 de la serie insignia del BID denominada Desarrollo en las Américas, presentada en Lima, Perú, el pasado 27 de Octubre.

El gasto público en la primera infancia no sólo es bajo en relación con la inversión en la infancia media, sino también con respecto al gasto en todos los otros grupos de edad. Los ancianos, en particular, reciben pensiones y otras transferencias para ayudarles a afrontar los riesgos asociados a la vejez. Esto es cierto incluso en países con muy diferentes perfiles de población. Por ejemplo, Chile, Guatemala y  Perú  todos  gastan entre siete y nueve veces más en las personas mayores de edad que en los niños de 0 a 5 años de edad, medidos con base en gasto per cápita. Cuando se trata de repartir partidas presupuestarias, los niños pequeños reciben poco más que migas.

¿Cómo  se ubican América Latina y el Caribe en comparación con otras regiones en lo que respecta al gasto en la primera infancia? No bien. Los países de la región gastan en promedio sólo el 0.4 % del PIB en sus hijos más pequeños, alrededor de la mitad del promedio de la OCDE.  Mientras que algunos países de alto desempeño gastan cerca de cuatro veces más.

La buena noticia es que, si bien el gasto público en la primera infancia es baja en términos relativos, ha ido a la alza en la última década. Por ejemplo, Chile, República Dominicana y Guatemala han aumentado el gasto entre dos y cuatro veces desde el año 2000. La mayoría de los países han inyectado más dinero en educación preescolar y en los programas de transferencias  condicionadas, mientras que los programas de cuidado infantil y crianza de los hijos han disfrutado incrementos de inversión más modestos.  Esta asignación resulta desafortunada, ya que los programas de crianza de los hijos que reciben la asignación más pequeña de los presupuestos generales, han demostrado generar el mayor retorno a la inversión.

El tacaño manejo presupuestal de los niños en la región refleja una mala decisión de inversión. El gasto en la primera infancia podría ser una de las mejores inversiones que un gobierno puede hacer. Para empezar, entre más pronto invierte el gobierno en un niño, más duraderos los beneficios que el país cosechará. Por otra parte, las inversiones realizadas en los niños pequeños magnifican los retornos a las inversiones realizadas posteriormente en la vida de un individuo. Por ejemplo, el gasto en educación universitaria o de formación para alguien que se benefició de la inversión en sus primeros años probablemente tendrá una recompensa mayor que el dinero gastado en un individuo que no disfrutó de una atención de calidad desde el principio. Por último, los beneficios de las inversiones tempranas florecen en la edad adulta. Un estudio en Jamaica reveló que los niños que se beneficiaron de una intervención en los dos primeros años de vida y se siguieron durante veinte años más tarde, tenían coeficientes intelectuales más altos, ganaban un 25% más,  tenían menor tendencia a la depresión y tenían menos probabilidades de involucrarse en actividades delictivas que los niños que no se beneficiaron de la intervención.

Por supuesto, la solución no es únicamente más dinero. Otro mensaje importante del libro es que la cantidad no puede sustituir a la calidad cuando se trata del cuidado de la primera infancia. Y la calidad se mide menos en términos de ladrillos y cemento y más en términos de los beneficios intangibles de las interacciones entre los cuidadores y los niños.

Por subestimar los cuidados a sus ciudadanos más jóvenes, los gobiernos están perdiendo la oportunidad de impactar no sólo la vida de sus hijos, sino el bienestar de sus sociedades en las próximas décadas.  Niños felices, saludables, e estimulados llegan a ser adultos productivos y participativos. Y dirigiéndose a los niños de bajos ingresos, el gasto en la primera infancia puede ser un instrumento redistributivo eficaz que puede reducir la transmisión intergeneracional de la pobreza y la desigualdad. El futuro de una nación está en las manos de sus hijos. Ellos necesitan y merecen más que centavos para asumir la tarea.

Comparte este contenido:
Page 1173 of 1236
1 1.171 1.172 1.173 1.174 1.175 1.236