Page 1881 of 2493
1 1.879 1.880 1.881 1.882 1.883 2.493

La escuela al centro ¿la respuesta?

La educación es responsabilidad de todos. Humanizar los espacios y realizar la propia humanidad.

Por: Jose Guadalupe Sanchez Aviña.

En dos entregas anteriores inmediatas he comentado sobre lo ubicuo de la educación y de la responsabilidad de ser profesor en México; hoy quisiera dedicar estas líneas a lo que la escuela como centro educativo le corresponde y muy especialmente del derecho y obligación que Todos tenemos de procurar su correcto funcionamiento. ¡Sí!, tengamos o no hijos inscritos en ellos.

Como es sabido, la propuesta del nuevo modelo educativo, señala que: “Para materializar el nuevo planteamiento pedagógico, se parte de una nueva visión que pone la Escuela al centro del sistema educativo, como espacio en donde convergen todos los recursos y esfuerzos de los distintos actores.” (p. 16) y pone énfasis en su mayor autonomía. Esta es una opción dentro de las opciones mundiales que procuran la calidad en la educación; las otras son la comunidad una y el maestro la otra, además de una cuarta que presenta una propuesta integradora.

Dos tendencias ha seguido su aplicación: a) mayor responsabilidad de la escuela, adelgazamiento de unidades centrales o una privatización de los servicios educativos, y el sistema evalúa los resultados logrados de la escuela, existiendo el riesgo de utilizar los resultados de manera punitiva. b) descentralización con reorganización de los sistemas educativos, con base en arreglos administrativos y de apoyo técnico entre el centro y las escuelas, y la evaluación se hace por el sistema para tener elementos para definir a las escuelas que necesitan mayor acompañamiento. ¿Qué ruta se seguirá en nuestra experiencia? Ya lo estaremos viendo.

Sin duda es fundamental lo que se está comentando, sin embargo, quiero referirme a un aspecto más elemental que considero crucial en la mejora de la educación en nuestro País. ¿De quién es responsabilidad lo que sucede o deja de suceder en las escuelas? ¿De las autoridades gubernamentales? ¿De los padres de familia de los niños que acuden a esa escuela? ¿De los profesores de esa escuela? ¿De los estudiantes de esa escuela? ¿De estos cuatro actores de manera conjunta? Tal pareciera que lo más sensato es pensar que es la responsabilidad compartida entre estos cuatro actores lo que haría posible su correcto funcionamiento.

La acción coordinada entre los cuatro actores mencionados, representa un paso adelante para impulsar los buenos resultados educativos pretendidos desde las cúpulas administrativas del sistema educativo mexicano; si esto nos complace… pues ya se tiene definida la ruta a seguir. Sin embargo, si lo que se quiere es mejorar sustancialmente la educación en nuestro País, entonces es indispensable dar un golpe de timón y modificar la estructura de las decisiones en el sistema educativo nacional. Ni la participación de los padres de familia se cumple con realizar reparaciones en las escuelas o encargarse de cooperativas o gastos de festivales, ni mucho menos la responsabilidad de lo que sucede en nuestras escuelas es exclusiva de los padres que tienen hijos en ellas.

Una posibilidad de acción para la transformación del sistema educativo se encuentra en modificar de raíz la concepción que socialmente se tiene sobre la educación: debemos avanzar en entender que la educación es responsabilidad de cada ciudadano y que representa un valor que hace posible nuestro desarrollo como Seres Humanos en contextos concretos. Para el caso específico del que aquí se escribe, significaría aceptar que lo que sucede al interior de las escuelas nos compete a todos, tengamos a no hijos en ellas. Hablamos una vez más de un ciudadano empoderado que ejerce su cualidad de constructor de ese Estado del que forma parte.

Fuente: http://www.e-consulta.com/opinion/2017-02-24/la-escuela-al-centro-la-respuesta

Imagen:http://www.muralchiapas.com/images/Plan_escuela_al_centro_dar%C3%A1_respuesta_a_a%C3%B1ejas_demandas_Albores_Gleason.jpeg

Comparte este contenido:

Alimentación escolar.

Por:  Alexander Molina Guzman.

La alimentación escolar es un programa que maneja el Ministerio de Educación y que busca supuestamente el desarrollo integral de los niños, la permanencia de ellos en el sistema educativo, que los niños aprendan conductas saludables y que haya una Colombia más educada. Un objetivo plausible, pero como dicen por ahí la letra puede con todo. Es decir, ese es el ideal pero la realidad puede ser otra.

Por estos días capturaron a tres mujeres que trabajaban como manipuladoras de alimentos en el restaurante escolar de la institución de El Limonar, porque se estaban robando la comida del restaurante. Un vigilante las denunció y la policía realizó el procedimiento correspondiente. Muy bien, de eso se trata, que haya muchos ojos vigilando para que no se roben la comida de los estudiantes. Y no quiero minimizar este hecho o hacerlo parecer como un asunto menor. Pero creo que el programa de alimentación escolar hay que vigilarlo en toda la cadena del negocio y denunciarlo desde más arriba porque precisamente se trata de eso, de un negocio. Es que mientras muchos niños reciben una alimentación muy malita y hasta de baja calidad los dueños del negocio viven rechonchos.

Lo que se debería exigir a los organismos de control y a todos los involucrados en el desarrollo de este programa, es que se descubran a los carteles que se han apoderado de este programa mediante consorcios, uniones temporales, cooperativas y demás, y que lo que buscan es maximizar sus ganancias a costa de la baja calidad del servicio y de los alimentos. Se debería conocer si, y a propósito de las capturas de estas manipuladoras de alimentos, al personal contratado para que trabaje en los restaurantes escolares se les paga un salario digno; si la dieta alimenticia es la que se predica y con la calidad de los alimentos suministrados; si los alimentos son almacenados, por parte del contratista, en lugares adecuados para su conservación y con la higiene requerida, y no en una casa en cualquier barrio que sirve como bodega de almacenamiento y central de operaciones del negocio.

Aquí lo que hay que hacer es hilar más delgado para descubrir toda la cadena de corrupción que se origina en este tipo de negocio. Y la comunidad educativa debe ayudar. Cualquier padre de familia puede verificar si la comida que llega a la institución está en buenas condiciones; si pesa lo que dicen que pesa; si se dan las condiciones de higiene para la preparación de los alimentos.

La alimentación para los niños no puede ser “pan comido” y se debe ejercer mayor vigilancia.

Fuente: http://www.lanacion.com.co/index.php/opinion/item/284314-alimentacion-escolar

Imagen: http://www.emisoraculturaldelhuila.gov.co/wp-content/uploads/2017/02/c3ced2_ImageProxy.jpg

Comparte este contenido:

Pacto educativo: ¿seguimos en Esparta?

Mientras no haya debates como en la época de los Voluntaristas, obviamente, mucho más amplios que los que puedan tener los miembros de la Subcomisión de Educación, seguiremos en Esparta.

Por: Adria Perez Marti.

300, la película sobre la gesta de un puñado de espartanos contra las hordas persas fue un gran éxito artístico y de taquilla. Sin embargo, no fue la falange espartana la herencia más destacable de aquella polis, sino algo muy coherente con los resultados del último barómetro del CIS. De acuerdo con la encuesta de enero de este organismo, la educación es el séptimo asunto más importante en nuestro país, lejos, por tanto, de las primeras posiciones. ¿Y qué tiene que ver Esparta con la educación?, y para ponerlo más difícil, ¿con que no interese en exceso a los ciudadanos? Casi todo o una parte muy importante.

Esparta ha pasado a la historia, también, por ser una pieza clave en el modelo de educación estatal

Los espartanos fueron un pueblo esclavista, no el único, por supuesto. El problema es que esa querencia por tener esclavos tenía un contratiempo: cuando tuvieron que afrontar grandes catástrofes, un terremoto en el V a.C., o las guerras del Peloponeso, los esclavos aprovechaban esa debilidad para tratar de liberarse. Un pequeño inconveniente que la sociedad espartana resolvió implantando un austero régimen militarista. La base fundamental de ese régimen era Esparta, y los medios eran los espartanos, que debían someter su vida a esa idea: unos entrenándose para ser soldados imbatibles y otras trayéndolos al mundo y criándolos (eugenesia aparte), sólo hasta los 5-7 años, pues como bien muestra la película, a partir de entonces era Esparta, es decir, el Estado espartano, el que se ocupaba de su educación, por el bien del Estado.

Así, Esparta ha pasado a la historia, también, por ser una pieza clave en el modelo de educación estatal. Una idea de modelo que, por supuesto, el grupo de políticos de la Subcomisión parlamentaria que se constituyó la semana pasada para definir el pacto educativo, no abandonará. Sin embargo, ahí se encuentra el problema: ¿cómo tratar de mejorar la educación y sus problemas cuando no se quiere rediseñar las bases de ese sistema legal que crea esos problema?

Desde entonces, mientras que los servicios que han podido prestarse libremente han ido evolucionando, los cambios en la educación estatal han brillado por su ausencia

Quién sea el suministrador de un servicio y qué tipo de incentivos acostumbre a crear dentro de su organización impacta de lleno en el diseño del producto que se ofrece. Las bases de los servicios del Estado son la minimización del usuario o cliente, pues se financia coactivamente a través de impuestos y no en función de su satisfacción (y las elecciones democráticas no revelan las opiniones de los usuarios), la creación de grandes organizaciones burocráticas cuyo cambio es lentísimo, si es que se existe, y la asunción de un modelo educativo mecanicista inspirado en las organizaciones fabriles imperantes en la revolución industrial y los medios de entonces. Desde entonces, mientras que los servicios que han podido prestarse libremente han ido evolucionando, los cambios en la educación estatal han brillado por su ausencia.

De hecho, Platón, el gran admirador de Esparta y su modelo educativo, trató de justificar su rechazo a la innovación y su querencia por la uniformidad estática. Una de sus preocupaciones fue que los niños fueran igual que la generación precedente para que no quisieran instituciones o leyes nuevas, llegando a hablar de censura y adoctrinamiento para tal fin (en Las Leyes y La República). La misma idea de fondo que tenía Aristóteles: el Estado debía ofrecer la educación que al Estado interesaba, sin dar entrada a la complejidad de la sociedad y su evolución.

Platón, el gran admirador de Esparta y su modelo educativo, trató de justificar su rechazo a la innovación y su querencia por la uniformidad estática

Uno de los grandes intelectuales a favor de la planificación de la sociedad por parte de un Estado benevolente, y uno de los padres del Estado del Bienestar, el sociólogo Lester Frank Ward, pensaba que uno de los méritos de la educación estatal era la de evitar y proteger a los educadores de «los caprichos» de la variedad y heterogeneidad de las mentes de los clientes, es decir, de atender a las diferentes opiniones y creencias de los padres.

Y esas ideas contra la innovación, la diversidad, y a favor de la uniformidad y la congelación de un servicio que sigue esencialmente igual desde que empezó a suministrarse, son rasgos que muchos liberales trataron de hacer ver en debates como el acaecido en Inglaterra en el siglo XIX cuando el Estado británico comenzaba a apoderarse de la educación. Se les denominó Voluntaristas, y precisamente lo que defendían, principalmente, era la voluntariedad. La libertad educativa es esencial porque es una rama más de la libertad, señalaban. Y cuando se mencionaban el modelo uniformizador espartano como solución a la decadencia de la cultura británica, los voluntaristas defendían la diversidad y la competencia como las precondiciones del progreso del conocimiento. Y no sólo la diversidad, sino la diferencia de opiniones (la disensión como respuesta al control arbitrario, según Herbert Spencer).

Es decir, aplicaban los mismos principios para exigir la libertad de prensa, la libertad de conciencia, la libertad de religión, la separación Iglesia y Estado, para demandar la libertad educativa. Sus imperfecciones no pueden ser una excusa, puesto que de lo contrario deberían establecerse Ministerios de la Prensa, de la Religión, de la Alimentación, etc. Alertaron del peligro de la incoherencia de tener libertad en unas esferas y en otras no, y de la rigidez, uniformidad, burocratización y de la consideración de los estudiantes como «tropas», que finalmente se ha ido viendo en la educación actual (a pesar de los ímprobos esfuerzos de una parte de los maestros del sistema).

Es necesario alejar a la escuela de esa concepción de burbuja, que haya más diversidad de currículos, materias y formatos en el proceso de aprendizaje

Estos son los problemas que hoy día tienen que afrontar unos elegidos, que terminarán por modificar el sistema, sin cambiarlo. Sin añadir el elemento de la voluntariedad (los padres eligen y pagan a los educadores que quieren para sus hijos, o lo son ellos mismos) que propicie dotar al modelo de enseñanza actual de una variedad y diversidad de enfoques, es imposible pedir una educación en la que se sea más respetuoso con los alumnos, en la que en lugar de regirse por el ordeno y mando se usen reglas más parecidas a la realidad (contratos, acuerdos, autonomía entre partes) alejando a la escuela de esa concepción de burbuja, en la que haya más diversidad de currículos, materias y formatos en el proceso de aprendizaje, diversidad de métodos de evaluación, una educación más personalizada gracias a ganar eficiencia en el servicio y por la adopción verdaderamente real de los avances tecnológicos, abaratamiento del coste de las matrícula, etc.

Fijar quién es el suministrador del servicio, ya sea directamente a través de escuelas públicas, o indirectamente, a través de una extensa legislación que diseña cómo debe ser obligatoriamente el sector, es la reforma que no tratarán quienes son juez y parte de este servicio (legislador y suministrador principal se confunden; los suministradores secundarios, los privados, están igualmente condicionados por el legislador).

En definitiva, limitar la responsabilidad de los padres explica por qué la educación sea «importante» para el sistema legal, para la definición del Estado, pero no urgente (como muestra el CIS). Será muy difícil introducir pedagogías diferentes y hábitos más acordes con el mundo real para un suministrador que no se basa en los principios del mundo real (acuerdos voluntarios, innovación, cambio, etc.). Mientras no haya debates como en la época de los Voluntaristas, obviamente, mucho más amplios que los que puedan tener los miembros de la mencionada Subcomisión, seguiremos en Esparta.

Fuente: http://www.vozpopuli.com/la_tribuna_de_adria_perez_marti/Pacto-educativo-seguimos-Esparta_7_1002269765.html

Imagen: http://images.vozpopuli.com/2017/02/23/la_tribuna_de_adria_perez_marti/Imagen-pelicula_1002210182_6053743_660x308.jpg

Comparte este contenido:

¿Se oponen los docentes a la jornada única?

El gobierno nacional avanza en la implementación de la Jornada Única de manera lenta y con obstáculos, sin alcanzar acuerdos con el magisterio y sin lograr estructurar indicadores claros que faciliten su desarrollo. Además, hacen falta recursos en la mayoría.

Por: Angel Perez Martinez.

En la administración y gestión de los sistemas educativos existen máximas muy difíciles de eludir, tales como: “en educación nada se logra sin el apoyo y compromiso de los docentes”; “el techo de la calidad del sistema educativo lo determina la calidad de sus docentes”; y “el bienestar y la calidad de vida de los docentes se refleja en el aula escolar con los niños.”

Por lo anterior, sorprende la debilidad y el escaso interés del Ministerio de Educación para sentarse a dialogar y buscar un acuerdo con la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, FECODE, para avanzar en la consolidación de la jornada única con el apoyo de los docentes. Reconozco que ante la opinión pública, los medios, algunos académicos, y aún desde el MEN, el sindicato del magisterio en ocasiones se ve como un freno a la calidad de la educación y al desarrollo del sector educativo, sin embargo, este no es el caso. FECODE apoya la jornada única porque acepta que este es un camino para cerrar brechas entre los estudiantes de la educación privada y la pública. En tiempos de paz y de convivencia, FECODE puede ser una oportunidad para lograr apuestas comunes de política educativa en educación que a todos conviene.

El expresidente de Fecode, Luis Grubert, en un encuentro con docentes en el Departamento de Sucre, sostuvo que la Federación “no rechaza la jornada única, es más considera que es validad para salir de la crisis de calidad que tiene la educación, pero dijo, amerita unos requerimientos que hoy no están”. Además, he hablado con algunos dirigentes sindicales de la Asociación Distrital de Educadores de Bogotá, ADE, y aunque desde la administración de Petro tienen reparos en cuanto a la forma en que se viene implementando la Jornada única en Bogotá, mi conclusión es que ellos con los respectivos ajustes apoyarán su desarrollo.

Por su parte, las entidades territoriales certificadas en educación, al no tener criterios e indicadores de implementación claros, ni recursos, se ven obligadas a improvisar la implementación de la jornada única. En muchos casos delegan a rectores y coordinadores las soluciones operativas, situación desfavorable si recordamos que ellos no tienen facultades para nombrar personal y son pocos los recursos que pueden administrar de manera autónoma.

Por ejemplo, en la Ciudad de Montería algunos directivos me comentaron que a la fecha no se ha puesto un solo ladrillo para ampliar el número de aulas para establecer la jornada única. Ya se visitaron los colegios, se anunciaron las inversiones, pero nada. Así mismo, a los colegios que han avanzado en la jornada única en el departamento de Córdoba les han asignado maestros para primaria pero ninguno para preescolar y secundaria. Mientras tanto, a otras instituciones escolares les autorizaron horas extras para que los docentes completen la jornada única, pero sus directivos sostienen en algunos casos los docentes no quieren trabajar horas extras, y se ven obligados a buscar docentes de otros colegios. Es decir, a defenderse como pueda.

Este caos que se ha creado con la jornada única en el país produce enfrentamientos entre docentes y directivos de los colegios, o entre rectores y secretarios de educación. Más grave, en algunos colegios unos estudiantes asisten a jornada única y otros continúan recibiendo media jornada escolar. Tampoco se ha definido un horario para la jornada única; algunos colegios públicos están empezando labores a las 6:15 am y terminan a las 3 pm, cerca de 9 horas. En el país todos conocen que los buenos colegios privados empiezan la jornada escolar a las 7 am y terminan a las 3 pm, dan espacios de recreo de 9:30 a 10 am, y almuerzo de 12 a 1 pm, el resto del tiempo los estudiantes y docentes están en el aula escolar. Para completar, en los colegios públicos los coordinadores deben acompañar estas jornadas extendidas sin recibir ningún tipo de sobresueldo.

Insisto, la jornada única es fundamental si queremos que las instituciones educativas públicas tengan la posibilidad de consolidar un Proyecto Educativo Institucional, PEI, un currículo, un plan de estudios y una apuesta de convivencia y participación de padres de familia, todo esto a través de un equipo único de docentes y directivos docentes que mediante la planeación, el trabajo en equipo y responsabilidades compartidas le apuesten a una educación de calidad integral para todos sus estudiantes.

Los docentes entienden esto, desean participar y buscan lo mejor para los niños, algunas autoridades se sorprenderán. El MEN debe liderar, promover la participación de todos los actores y buscar un acuerdo con FECODE; el sector educativo debe ser ejemplo de dialogo y de concertación. La jornada única es una apuesta de largo plazo a más de 10 años, existe la oportunidad de graduar los incrementos presupuestales que requiere su implementación, hagámoslo bien. Con el actual caos los primeros perjudicados son los estudiantes y luego los docentes, así no podemos ser los más educados de América latina.

Fuente:

http://www.dinero.com/finanzas-personales/columnistas/articulo/se-oponen-los-docentes-a-la-jornada-unica-por-angel-perez/242315

Imagen: http://www.eltiempo.com/contenido/colombia/otras-ciudades/IMAGEN/IMAGEN-15126956-2.jpg

Comparte este contenido:

Deuda pendiente.

Por:  Luis Vazquez.

En días recientes se vivió con algarabía el primer centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, fecha propicia para recordar todo lo que significó en su momento, sus actores y sus alcances, en todos los ámbitos de la sociedad. Tan es así, que en diferentes instituciones se celebraron los logros que trajo consigo un documento en el que se reconocía y se ponderaba la dignidad humana, así como sus beneficios sociales que establecían, entre otras situaciones, la obligatoriedad de la educación para todos los mexicanos. Al mismo tiempo, se habló de los avances que se han alcanzado en diferentes temas de carácter social, exaltando el compromiso que se signó en Querétaro hace cien años y lo que se ha logrado.

El derecho a una identidad, a una educación, a poseer tierras y un trabajo digno, fue para los constituyentes un logro que se consiguió en México tras largos años de enfrentamientos ideológicos y luchas armadas entre los hombres que vivían en las reminiscencias del porfirismo y los que veían la necesidad de una transformación política, económica, social y cultural en los albores del siglo XX.

Con el paso de los años se ha visto como en cada uno de los sectores se manifiestan avances y retrocesos, que han impactado en diferentes ámbitos y demuestran la necesidad de una transformación de fondo para cristalizar el impacto social con el que se pensaron y plasmaron en la Carta Magna. En sí, se habla de la Educación, ya que, pasados cien años de haberse establecido como un derecho para todos los mexicanos, no todos los mexicanos gozan de ese derecho. Lejos de ver a la educación como un derecho constitucional, en la que se pueden desarrollar todas las capacidades del hombre, ha perdido credibilidad y los preceptos que le dieron sustento, no tienen impacto social, situación que ha provocado que la educación no sea vista como una oportunidad de desarrollo.

Algunos años antes del establecimiento de la educación como un derecho, José Vasconcelos veía que una de las grandes dificultades para lograr una alfabetización para todos los mexicanos, era la pluralidad cultural que prevalecía en México. Comunidades de habla indígena, alejadas de las capitales con dificultad para trasladarse, en fin, toda una serie de factores que obstaculizaban para lograr lo que ahora se conoce como una educación de calidad.

Lejos quedaron los esfuerzos del presidente Benito Juárez que planteaba la necesidad de las escuelas normales para formar y capacitar a los docentes para ofrecer una educación de calidad. Durante el gobierno de Maximiliano de Habsburgo, gobernante conservador de corte liberal, se vislumbraba que, para lograr el desarrollo de un país, era necesaria la educación. El impulso con el que se quiso catapultar a la educación se lo vino la dar Gabino Barreda, con la implantación de una educación positivista. Ante esta situación, el mismo Justo Sierra cuestionaba que en el país no se contaban con las condiciones para ese tipo de educación, pero aun con esta situación hubo un cierto avance.

El mayor impulso que tuvo la educación durante el siglo XIX se lo dio el presidente Porfirio Díaz, quien durante su gobierno le dio una proyección sin igual. Así como estableció la obligatoriedad de la educación primaria, promovió las escuelas mixtas y favoreció la creación de talleres y diferentes laboratorios para el nivel secundaria. Si al egresar los alumnos de este nivel no podían continuar con su educación, ya se les había orientado hacia los oficios.

Del mismo modo, le dio continuidad a los proyectos de Juárez cuando se consolido la fundación de la Escuela Normal Superior. Para tener un impacto más amplio, el Ministro de Educación, Justo Sierra Méndez se encargó del diseño de los planes de estudio y el proyecto de los libros de texto. Por tal motivo, en cada informe de gobierno del presidente Díaz, se manifiesta la preocupación del gobierno por diseñar un proyecto educativo nacional, así mismo, se informan las actividades que en materia educativa se ejecutaban durante el periodo de gobierno corriente.

A pesar de las diferencias lingüísticas y culturales, se estaba llevando a cabo un proyecto de educación nacional que incluía todos los niveles, con un eficaz fortalecimiento del magisterio y la vinculación con diferentes sectores de la sociedad. Se está a la vanguardia por la realización de eventos académicos en los que se discutían las diferentes problemáticas de la educación con las corrientes pedagógicas de la época.

Esta era la situación de la educación en México en vísperas de la revolución. La educación no era ni mejor ni peor de la que se imparte en la actualidad, era una educación necesaria para la época.

Pasados cien años de jurada la Constitución, cuál es el panorama de la educación, qué futuro se vislumbra para una sociedad mediada por la dinámica de la sociedad actual, donde una serie de problemas de toda índole abaten al sistema educativo nacional, ante esto es posible esperar la calidad educativa.

En la actualidad, con todos los avances en la ciencia y la tecnología, la educación se ha deshumanizado, se ha perdido la esencia de lo que es educar, los valores y los principios fundamentales parecen ausentes en todos los ámbitos de la sociedad.

Aún hay más, no hay una cobertura educativa para todo el país, las comunidades indígenas están más abandonadas que siempre, no hay un proyecto educativo que las contemple. A pesar de la modernidad y las tendencias educativas actuales, no resultan acordes para sus necesidades, ya que las escuelas formadoras no brindan las herramientas necesarias para que los jóvenes docentes vayan a las comunidades indígenas para enseñar a leer y escribir. Primero se tiene que aprender la lengua indígena para después alfabetizar en español y así poder preservar las costumbres y tradiciones que prevalecen en su seno.

Por otro lado, en las ciudades existen desabastecidas de lo básico para brindar una educación de calidad. Sin mobiliario, sin servicios básicos, incluso sin maestros convencidos de lo que significa educar.

A un siglo del Congreso Constituyente, el sentido social de la Constitución está incompleto, el gobierno tiene una cuenta pendiente con la sociedad, una educación de calidad de cobertura total y por igual para todos los mexicanos. Es tiempo de cumplir con la deuda pendiente, una deuda que es necesario saldar para avanzar como sociedad.

Fuente: http://www.monitortlaxcala.com.mx/MonitorTlax/2017/02/23/deuda-pendiente-opinion-enlamemoria-luisvazquezcar-monitortlaxcala/

Imagen: http://www.monitortlaxcala.com.mx/MonitorTlax/wp-content/uploads/2016/10/en-la-memoria-luis-vazquez-830×553.jpg

Comparte este contenido:

Los maestros y el deseo de conocer.

Por: Javier María Prades López.

Educar es una tarea decisiva para cualquier sociedad y en cualquier época. En nuestro tiempo, sin embargo, ha llegado a ser frecuente hablar de una «emergencia educativa». ¿Por qué se habla ahora de emergencia?, ¿qué diferencias hay respecto al pasado? Los estudios nacionales e internacionales ofrecen datos que justifican esa valoración. En un informe publicado por la Fundación Europea Sociedad y Educación y la Fundación Areces (2015), Pau Balart y Antonio Cabrales señalan que «en una comparativa internacional, los malos resultados que obtiene España en las pruebas PISA son en gran parte consecuencia de su alto decaimiento en el rendimiento». Para ambos autores esa debilidad de los estudiantes puede estar relacionada con «las habilidades no cognitivas como podrían ser el esfuerzo, la motivación o la perseverancia».

No es poco identificar una causa de los malos resultados del sistema educativo precisamente en el ámbito de las «habilidades no cognitivas». Nos permite sugerir que educar no se limita a instruir. Así lo apunta el psicoanalista italiano Massimo Recalcati: «¿Puede contentarse la práctica de la enseñanza con quedar reducida a la transmisión de la información -o, como prefiere decirse, de competencias-, o debe mantenerse viva la relación erótica del sujeto con el saber?». ¿En qué consiste esta erótica del saber? Él mismo lo aclara: «La erótica de la enseñanza se sustenta sobre el amor por el saber que es amor por una carencia que nos atrae y causa el deseo de conocer».

Los datos de los informes sobre nuestro país podrían abrumarnos. Nadie duda de que los aspectos técnicos e institucionales del sistema educativo son indiscutibles a la hora de buscar remedios a través de una posible reforma legislativa. Entonces, poner en primer plano el deseo de saber ¿significa, acaso, minusvalorar el sistema de instrucción, sus estructuras y sus leyes? En absoluto, se trata exactamente de lo contrario: ver cuál es el mejor modo posible de volverlo útil para que cumpla su finalidad.

La inversión estatal y la de iniciativa social en el campo educativo, así como una legislación adecuada, son imprescindibles para ofrecer más y mejores recursos a los educadores. A partir de ahí, ¿qué margen queda para retomar con confianza el proceso educativo?, ¿sigue siendo posible educar? La respuesta será positiva si se trata, como señalan los expertos, de reforzar habilidades no cognitivas, y si la educación reclama una erótica, es decir, avivar el amor por el saber. He aquí un punto de partida sólido para afrontar la situación, realmente urgente, que describen los informes PISA sobre España.

El verdadero reto para quien educa es el de despertar el deseo. ¿Cómo enseñar a nuestros estudiantes a no temer la búsqueda de la verdad? ¿Cómo educarlos en la libertad? ¿Cómo hacer para que estén inquietos en la búsqueda? George Steiner no se ha resignado nunca a una postura derrotista o quejumbrosa. Sostiene que la relación entre maestros y discípulos puede siempre renacer y ofrece esta justificación: «La libido sciendi, el deseo de conocimiento, el ansia de comprender, está grabada en los mejores hombres y mujeres. También lo está la vocación de enseñar». Nuestro gran recurso es, precisamente, el deseo de conocer, deseo que mueve tanto a los educadores como a los educandos.

Es posible compartir el diagnóstico de Steiner porque tenemos un formidable aliado que nos permite afrontar la tarea con esperanza, incluso en tiempos de emergencia educativa: el corazón humano. Podríamos enumerar muchos factores que empeoran el decaimiento en el rendimiento, es decir, esa «anestesia» a la que ha aludido el papa Francisco para denunciar que el poder mundano busca adormecer el corazón y privar al estudiante de su ímpetu original. Pero nada podrá impedir que en cualquier joven o cualquier adulto perviva esa extraña desazón que el entonces cardenal Jorge Bergoglio describía con claridad: «el hombre no es un ser tranquilo en sus propios límites sino que es un ser en camino y cuando no entra en esa dinámica se anula como persona, o se corrompe. Ponerse en camino se debe a una inquietud interior que empuja al hombre a salir de sí. Hay algo fuera y dentro de nosotros que nos llama a emprender el camino».

La acumulación de factores adversos no podrá nunca silenciar por completo esta llamada. En la tarea educativa Steiner lo apuesta todo sobre la capacidad de identificar y acompañar esa inquietud: «Hasta en un nivel humilde -el del maestro de escuela-, enseñar, enseñar bien, es ser cómplice de una posibilidad transcendente. Si lo despertamos, ese niño exasperante de la última fila tal vez escriba versos, tal vez conjeture el teorema que mantendrá ocupados los siglos». Si lo despertamos… ¡Este es el meollo de nuestro desafío como educadores! El punto de Arquímedes en el que apoyar una revolución educativa, desde la escuela más humilde a la universidad más sofisticada, consiste en despertar el corazón del estudiante, poniendo en marcha su razón y su libertad.

Es de todo punto esencial el modo en que acompañamos la relación de cada estudiante con la vida entera, a través de las materias y las actividades académicas, precisamente, para que perciban su profundidad, su apertura al significado completo hasta llegar a descubrir el Misterio oculto y manifiesto en todas las cosas. De otro modo, la realidad perderá su atractivo y el estudiante se empobrecerá porque el corazón se anestesiará. No hay otra vía para lograr una educación a la altura del reto que afrontamos. Ahora bien, podremos acompañar a los estudiantes de este modo si también nosotros estamos implicados personalmente en la búsqueda del significado de la realidad entera.

La verificación de este planteamiento no puede consistir en una comparación abstracta entre varios sistemas de ideas ya confeccionados, para ver cuál incluye más elementos que los demás y así demostrar su adecuación. Se trata de emprender la tarea concreta, invitando a comprobar libremente una hipótesis, recorriendo un camino humano: pongamos manos a la obra y comuniquemos unos a otros lo que sucede. Bien lo entendió María Zambrano al describir la educación como un proceso nunca terminado: «Pues una lección ha de darse en estado naciente (…) la pregunta del discípulo, esa que lleva grabada en su frente, se ha de manifestar y hacerse clara a él mismo. Pues el alumno comienza a serlo cuando se le revela la pregunta agazapada dentro, la pregunta que, al ser formulada, es el inicio del despertar de la madurez, la expresión misma de la libertad. No tener maestro es no tener a quién preguntar y, más hondamente todavía, no tener ante quién preguntarse». Tener alguien a quien preguntar y, más aún, ante quien preguntarse puede ser una forma distinta de aludir a la «erótica del saber».

El profesor abre al estudiante el vínculo entre sus preguntas y las posibles respuestas, en la medida en que también él se pregunta y tiene a quien preguntar. Un estudiante que haya estado alguna vez delante de un maestro, que haya aprendido con él a preguntar y preguntarse, no sólo recordará siempre a su educador, sino que deseará seguir comprendiendo cada vez más el enigma fascinante y siempre dramático del Misterio de la vida. En consecuencia, podrá mejorar sus habilidades cognitivas y así contribuir a que los informes internacionales sobre España cambien de tendencia.

Fuente: http://www.elmundo.es/opinion/2017/02/24/58af24eee2704edf2f8b45dc.html

Imagen:

 http://e00-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/02/23/14878813003880.jpg

Comparte este contenido:

Innovación social vs. Innovación ciudadana

Juan Freire

La innovación social, como concepto, se ha popularizado a remolque del crecimiento en el mundo empresarial de la importancia de la innovación. En su fase inicial la innovación empresarial se concibió siempre como innovación tecnológica y como parte de un proceso lineal y ordenado, conocido con I+D+i, donde tras un proceso de investigación básica se da el desarrollo de una solución técnica que finalmente se convierte en una innovación cuando se impacta a la sociedad al ser comercializada. La innovación social venía a reclamar la existencia de procesos de innovación que no tenían un objetivo comercial, al menos principal, y que buscaban sobre todo el impacto social (o sea la resolución de problemas que afectan a personas y colectivos).

Esta visión de la innovación social tuvo la virtud de reconocer formas de innovación que hasta ese momento eran invisibles dado que no generaban rentabilidad económica directa. Sin embargo, siguió manteniendo un marco de actuación lineal y en el que son los expertos los que buscan soluciones para los afectados. Este enfoque ha recibido recientemente la denominación de solucionismo tecnológico referido en concreto a las prácticas propias de los entornos de élite tecnológica y empresarial, y en particular a su máximo exponente Silicon Valley, que desarrollan soluciones generales y genéricas que imaginan que pueden resolver problemas sociales globales de una forma sencilla y meramente tecnológica. Esta exacerbación de la ingenuidad tecnológica entiende el mundo poblado de problemas agudos y sencillos que admiten soluciones técnicas pero a su vez su propia acción va generando nuevos problemas derivados. Pero este “solucionismo” no es nuevo ni patrimonio del mundo de la tecnología, el mundo de la cooperación internacional ha estado asentado sobre el modelo “do-good” en que las soluciones “occidentales” se implementan en los países en desarrollo sin atención a la comprensión de lo local y la participación activa de las comunidades de afectados. Pero esta forma de actuación no solo sucede en la cooperación internacional, algo similar puede observarse en todas las escalas geopolíticas, incluso cuando analizamos la actitud de nuestros “centros de innovación”, aquellos que se sitúan en el mundo desarrollado (como universidades, centros tecnológicos etc), respecto a los problemas de la sociedad de la que forman parte.

En paralelo, las corporaciones han desarrollado su propio enfoque social, que han denominado Responsabilidad Social Corporativa, y que sigue los mismos criterios que la innovación social tradicional además de desconectar por completo los objetivos de negocio con los sociales de la organización, lo cual ha sido el caldo de cultivo de incoherencias constantes y una forma de preservar un status quo más que trabajar por la transformación social.

Frente a este concepto de innovación social, se sitúa con fuerza creciente la innovación ciudadana o cívica. No se trata de un simple cambio de etiqueta sino de un enfoque diferente para la generación de innovación con impacto social.

Por una parte, mientras la innovación social se sitúa en los márgenes de la innovación principal (empresarial o comercial), la innovación ciudadana reconoce que innovar es una parte de nuestra idiosincrasia humana y por tanto toda la ciudadanía puede y debe estar implicada. Y dentro de este marco de una sociedad innovadora una parte se realiza con un objetivo empresarial, pero la mayor parte de la innovación no se organiza por razones comerciales (ni por eso mismo es registrada en la mayor parte de métricas convencionales).

Por otra parte la innovación ciudadana opera de otro modo y cuenta con dos ingredientes básicos:

  • Frente al solucionismo basado en enfoques genéricas y en colocar a la tecnología y algoritmos en en el centro de las cadenas de valor, la innovación ciudadana desarrolla enfoques locales o situados que diversifican la innovación al adaptarla a las condiciones locales y colocan a las personas en el centro de las cadenas de valor.
  • Frente al enfoque basado, casi en exclusiva, en expertos disciplinares, la innovación ciudadana trabaja con enfoques inclusivos en que los afectados trabajan de forma activa con expertos de diversas disciplinas (lo que ha venido a llamarse el enfoque “indisciplinar”) en la producción de soluciones. Por tanto, mientras la innovación convencional utiliza métodos de diagnóstico basados en expertos para la comprensión de los problemas que aborda, la innovación ciudadana desarrolla mecanismos de escucha basada en la inmersión y participación activa.

En síntesis la innovación ciudadana entiende la innovación como un proceso colectivo que forma parte de la propia naturaleza humana y que se asienta sobre la capacidad de escucha y sobre lo indisciplinar y que actúa siempre de modo situado. Esta innovación es la que puede abordar los problemas crónicos de una forma orgánica. Por tanto la innovación ciudadana no es algo susceptible de ser planificado ni forzado pero si existen mecanismos que pueden impulsarla por medio de su visibilización, de la toma de conciencia de las personas y de la creación de infraestructuras a su servicio.

Este post es la continuación de La crisis de las políticas públicas tradicionales y ambos introducen a los laboratorios ciudadanos que abordaré en futuros textos. Este texto fue parte de mi aportación al proyecto CO-LAB, Laboratorio de Innovación Ciudadana del Concello de A  Coruña y como el anterior está basado en las aportaciones de Marcos García y Antonio Lafuente.

Fuente del articulo: http://juanfreire.com/innovacion-social-vs-innovacion-ciudadana/

Fuente de la imagen: http://juanfreire.com/wp-content/uploads/2017/02/sk1_jk-zhoo-clem-onojeghuo.jpg

Comparte este contenido:
Page 1881 of 2493
1 1.879 1.880 1.881 1.882 1.883 2.493