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Lo que abunda, no daña

Por Alfonso G. Nacianceno García | nacianceno@granma.cu

Lo que abunda, no daña, menos si apuntamos a un recordatorio vigente en cada minuto —durante el año entero— igual en periodo lectivo como en las esperadas vacaciones.

Cuidar la vida es sinónimo de respetar las leyes del tránsito, sin que ello se convierta en una camisa de fuerza contra la diversión y el relajamiento, especialmente en nuestro caluroso verano, cuando recesan las clases y crece el número de personas en la vía.

Disfrutar sin tener que lamentar. Esa es la máxima cuando asumen una gran responsabilidad tanto aquel conductor de un vehículo como quienes lo acompañan, pues si la amenidad de la jornada se busca en verle el fondo a una botella de ron —aunque sea en familia— no vale de nada que el chofer se mantenga alejado de la bebida si sus parientes o amigos, pasados de copas, lo distraen durante el viaje, incluso, con la impertinencia de aquel que a esa hora, sin claridad para ponerse al volante, quiere sobresalir ante los demás.

Hoy, lamentablemente, en Cuba muchas personas no conciben la diversión si mesa por medio faltan la botella de cerveza o la de cualquier otra bebida alcohólica, acompañada por algo para “picar”. La música, el relato de una anécdota interesante, la conversación placentera —en parejas, grupos o familiar— pasan a un segundo plano cuando los participantes se sumergen en esa euforia que acaba por ahogar la claridad mental y la fuerza motriz. Incluso, en un avanzado estado de descontrol, la fiesta puede coronarla un pleito de todos contra todos con inusitadas consecuencias.

No quedan exentos de estas historias aquellos transeúntes que en una actitud desafiante —montados en varias líneas de su licor preferido— zigzaguean entre los automóviles para cruzar de una acera a la otra, porque ese es su mejor escenario para lucir cuán estimulados y certeros se hallan después de darse varios “toques”, sin pena ni gloria mientras cargan la caneca en el bolsillo trasero del pantalón.

El muro del Malecón habanero, clásico espacio para soltar la imaginación, alimentar el amor y la cordialidad, se puebla a diario de personas de diferentes edades —esencialmente jóvenes— que o bien ponen la botella como centro en su rinconcito preferido o deambulan de un lado a otro de sus ocho kilómetros de extensión, disfrutando del aire puro y la mar tranquila.

En este verano nuestro, la familia se pone de acuerdo para el fin de semana hacer una incursión a la playa. Ese ha de ser un día para estrechar vínculos, descansar de los avatares diarios y no para convertirlo en una presumible tragedia traída de la mano del alcohol. He visto a mayores ebrios, con un niño en los brazos, tambalearse dentro del agua, mientras le muestran al resto sus “probadas capacidades” para resistir y enseñar a nadar al infante, osadía irresponsable muy alejada del sano disfrute en grupo.

Cualquiera de nosotros pudiera aportar una anécdota a estas líneas cuyas intenciones no van más allá de invitarnos a la reflexión, ahora que el calor en ocasiones nos colma la paciencia; ahora que veremos más niños en las calles; ahora que estamos a tiempo para evitar ser protagonistas de una nefasta historia. La cautela siempre será poca, pero, en este tema de tomar precauciones, lo que abunda, no daña.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2016-06-30/lo-que-abunda-no-dana-30-06-2016-19-06-07

Imagen de uso libre tomada de: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/56/Cuba.Habana.Malecon.01.jpg

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Chile: Estudiantes y elecciones

Por: Ricardio Candia Cares

Los estudiantes no solo deberían marchar y tomarse sus establecimientos. Tomando en cuenta el nuevo fracaso del sistema -ahora en las elecciones primarias del 19 de junio-, se hace necesario disponerse para dar la pelea en donde les duele a los corruptos que dirigen el país.
A los poderosos las marchas no les hacen mella. Mientras cuenten con policías militarizadas que creen que están combatiendo al enemigo más odiado cuando apalean estudiantes, mientras la presidenta no se haga cargo del legado oprobioso de su gobierno que intenta resolver lo que no puede mediante instrumentos propios de la dictadura, mientras los que hacen las leyes reciban coimas por sus cometidos legislativos, las marchas seguirán siendo estériles.
Lo que aterra a la casta política es perder sus cupos, sus sillones, sus prebendas nacidas de las elecciones en las cuales gente irresponsable los vota y lo vuelve a votar, al extremo de que hay zánganos que llevan veinticinco años en sus puestos.
Los estudiantes están corriendo el riesgo de acostumbrarse a vivir entre la brutal represión, que ya es pan de cada día, y la impotencia de ver cómo la esquizofrenia que se ha tomado el país permite que convivan mundo polares en el mismo territorio y que a mchile estudiantes 22uchos ni siquiera les importe.
Es cierto que si no fuera por los estudiantes en este país no pasaría nada. Pero debe llegar el momento en que se convenzan que mientras no se impongan junto con otros sectores sociales como fuerza política, lo masivo de sus manifestaciones solo hará que aumente el presupuesto policial de gas venenoso, agua pestilente y bonos para los ogros policiales que castigan sin escrúpulos.
Debe llegar el día en que los dirigentes estudiantiles se propongan no solo tomarse sus establecimientos, sino que abordar las instituciones desde donde son dictadas las políticas que sufren millones de chilenos desde hace veinticinco años.
Votos en vez de piedras. O mejor aún votos + piedras. Todos los medios legítimos se hacen imprescindibles para pasar a mayores niveles de lucha en las cuales ya no sean efectivos ni sus ingenios criminales ni sus lumas de última generación, ni la brutalidad estimulada por mandos criminales.
Inutilizadas las organizaciones de trabajadores, agachadas en función de los gobiernos y partidos de turno, les queda la responsabilidad a los estudiantes y a los sectores sociales más decididos encabezar la mayor gesta de rebelión del último cuarto de siglo: ir por ellos a sus propias guaridas y sacarlos con las mismas herramientas con las que se hicieron de ellas: las elecciones.
Las elecciones no muerden ni son un monstruo y solo hacen daño cuando por la irresponsabilidad de muchos, siguen siendo el mecanismo que utiliza la casta política para reiniciarse cada vez que necesita, mientras los audaces luchadores sociales miran ese ejercicio por la televisión.
ch primariasNo resulta precisamente muy revolucionario dejarles el campo libre para que el ejercicio de las elecciones los legitime una y otra vez y permita que delincuentes de cuello y corbata, corruptos, sinvergüenzas y tránsfugas sean los que hagan las leyes que al final, van a hacer mierda a los mismos de siempre. También a quienes tienen por los procesos electorales la ojeriza reservada a los vicios de la burguesía.
Si el movimiento social goza de la simpatía de la enorme mayoría de los habitantes, ¿por qué dejar que esa simpatía se diluya? ¿Es posible imaginar el efecto que tendría una Cámara de Diputados invadida por cinco, diez, quince, veinte, treinta o más honorables venidos directamente desde las calles gaseadas, desde las federaciones rebeldes, desde los colectivos de las poblaciones en lucha, desde las agrupaciones de artistas conscientes? Habría que ver cómo se las ingeniaría el sistema para meter ahora carros lanzagases, y lanza-agua a los hemiciclos.
Se les ha dado demasiada ventaja a los que han prometido este mundo y el otro y siempre han terminado dando la espalda a los ingenuos que les han creído.
Hace falta que dejemos de pedir que los que nunca ha hecho algo, lo hagan ahora. Si queremos nuevas leyes, vamos por ellas. Insistir en lo que no ha sido sino un fracaso una y otra vez, es merecerse un presente de abuso y un futuro de lástima.
El fracaso de las elecciones primarias en las que ha sido notable el desprecio de la gente por los políticos corruptos de siempre, demuestra la necesidad de nuevos actores dispuestos a disputarles sus espacios de poder.

Fuente: http://www.surysur.net/chile-estudiantes-y-elecciones/

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Educación como política de Estado para unir a uribistas y santistas

por Ángel Pérez Martínez

El postconflicto puede ser una oportunidad para cambiar el imaginario imperante mediante el cual cada quien busca resolver sus problemas o desacuerdos con otros mediante acciones ilegales, violentas o de confrontación con el otro.
El proceso de diálogos de la Habana entre el Gobierno Nacional y las FARC dividió a los colombianos. No hay duda, la mayoría de la población desaprueba a las FARC, así lo demuestran las diferentes encuestas que se han realizado en los 2 últimos años. Luego resultó fácil hacer política utilizando la mala imagen de la guerrilla, y a la vez, aparecer como los defensores del estamento militar, quienes son presentados como los damnificados del proceso para buscar la paz (los van a acabar, a disminuir o a trasformar). El estamento militar es querido por la mayoría de los colombianos.
Para medir la importancia y el peso político que puede llegar a presentar la utilización del estamento militar para hacer política, en un país con baja participación electoral ciudadana, basta mencionar que según la presentación del presupuesto nacional del año 2016 por parte del Ministerio de Hacienda, son más de medio millón de personas, entre soldados (292.000), policías (191.000), civiles que trabajan en el Ministerio de Defensa, sus entidades adscritas o vinculadas y la justicia penal militar (24.000); a la anterior cifra habrá que agregar soldados y policías pensionados, familiares, contratistas y proveedores del sector defensa.
Bajo esta estrategia política un grupo de colombianos propuso una negociación de mano dura para los miembros de las FARC, castigo y represión para ellos; una justicia que castigue los delitos, de manera especial los de lesa humanidad. Casi que el ideal sería unos guerrilleros arrodillados, pidiendo perdón y en la cárcel. Pero claro esto no sería una negociación, sería una derrota militar que durante 60 años no logramos.
Del otro lado, está el Gobierno, mal defensor del proceso de la Habana, errático frente a la opinión pública e incapaz de explicar sus enormes responsabilidades institucionales y políticas frente a la negociación, pero, eso sí, actuando con un empeño y compromiso que no se puede desconocer. El Presidente Santos, y de manera especial, del Jefe de la Misión Humberto de la Calle no desistieron nunca en su búsqueda de los acuerdos alcanzados, que ya son es un paso vital en la construcción del camino de la paz.
Ayer se firmó una parte trascendental de los acuerdos, el que pone fin a la guerra con las FARC. En dicho acuerdo se determinó la necesidad de crear una nueva cultura que proscriba la utilización de las armas para resolver las diferencias, no repetición del enfrentamiento armado, dejación de las armas y su proceso de destrucción, así como el monopolio de las armas por parte del Estado. Además, es de gran valor la intervención de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, para certificar la dejación de las armas y la concentración de los más de 6.000 guerrilleros en 23 zonas y 8 campamentos.
Aún faltan temas por acordar, pero estamos próximos a iniciar el punto clave del proceso de paz: el postconflicto. El gobierno, los académicos, los docentes y las organizaciones pro paz debemos advertir que en el postconflicto el reto será lograr que se cumplan los compromisos con las FARC, así como asegurar la sostenibilidad de lo pactado en el proceso de paz, y esto último se alcanzará con el mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos más pobres, quienes viven en el sector rural y en los barrios marginales de las ciudades; así como con el fortalecimiento de una cultura para la paz y para la vida en ciudadanía.
También es necesario seguir buscando puntos de encuentro con quienes se opusieron o apoyaron el proceso de la Habana. Sostengo que en la agenda del postconflicto (no la de la Habana) se podría acordar con Santistas, Uribistas, la izquierda y todas aquellas organizaciones políticas que representan minorías incluir una política de Estado, con la cual nos comprometamos todos para mejorar la educación de los niños y jóvenes de Colombia y para educar para una cultura de la Paz. Insisto: una política de Estado para la educación a 20 o 30 años, en la cual nos encontremos todos.
Según el experto en educación y conflictos Vicenç Fisas, “Educar para una cultura de paz significa educar para la crítica y la responsabilidad, para la comprensión y el manejo positivo de los conflictos, así como potenciar los valores del diálogo y el intercambio y revalorizar la práctica del cuidado y de la ternura, todo ello como una educación pro-social que ayude a superar las dinámicas destructivas y a enfrentarse a las injusticias”.
Una política de Estado que tenga como objetivo una educación de calidad, la cual en su diseño entre otras cosas deberá tener el propósito de ayudar a desarrollar la productividad del campo, pero también a buscar soluciones de manera participativa mediante el diálogo, la concertación y un sentido crítico sobre cómo evitar el exceso de concentración de la riqueza en el sector rural. Hoy el Gini rural es de 0.88 (una vergüenza nacional). Lo anterior explica por qué en el campo los pobres representan el 65% y los indigentes el 33% del total de quienes viven en el campo. No podemos olvidar que allí –en el campo y en la pobreza- empezó la guerra, ojalá también en el sector rural empiece la construcción de la nueva Colombia, con educación de calidad y desarrollo.
Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/educacion-como-politica-para-unir-uribistas-y-santistas-por-angel-perez/225059

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Ética, Enseñanza

Por: Margaret Andrews

¿Por qué la gente mentir, engañar y robar? ¿Por qué las «buenas» personas hacen cosas malas acciones – que saben que no deben tomar y hacer de todos modos? ¿Qué parte de la conducta antisocial de una persona es el resultado del carácter individual frente a la presión social? ¿Hay una manera de evitar que más personas hagan daño?

En la última década hemos sido testigos de los resultados de los hombres de negocios que hacen cosas malas y la desgracia que ha infligido a los individuos y la sociedad – «¿Qué podemos hacer para evitar que algo malo ocurra de nuevo» y cada vez que nos preguntamos, ¿hay una manera de evitar otro Bernie Madoff, Bernie Ebbers, o Jeff Skillings? O para prevenir desastres grandes y pequeños, tales como los creados por préstamos de alto riesgo, los reguladores no hacen su trabajo, uso de información privilegiada, o directores generales que ganan millones de dólares, mientras que el despido de decenas de empleados y / o manipular los estados financieros? Se espera así, y mientras el jurado está fuera de lo efectivo que es enseñar la ética, nadie está sugiriendo que dejemos de tratar.

? Pero, ¿qué es la ética, de todos modos Dictionary.com enumera su principal definición de la ética como:. «Un sistema de principios morales» BusinessDictionary.com tiene otra definición: «Los conceptos básicos y principios fundamentales de la conducta humana decente. Incluye estudio de los valores universales como la igualdad esencial de todos los hombres y mujeres, los derechos humanos o naturales, la obediencia a la ley de [la] tierra, la preocupación por la salud y seguridad y, cada vez más, también para el medio ambiente natural. Ver también la moralidad. «No estoy seguro de que algunos de estos son valores universales, pero sin embargo, ambas fuentes puntuales a la ambigüedad ya que la ética no siempre está tratando con» derecho «y» mal «, pero a veces puede ser una opción de un menor de males, una decisión matizado hacer frente a las compensaciones, o se perciba como situacional. De ahí que algunos de los problemas que tenemos en la enseñanza de la ética – y hacer que la gente, incluidos nosotros mismos, actuando de una manera ética.

AACSB recogió sobre este tema en un informe titulado enseñanza de la ética en las escuelas de negocios : «De la familia a la sociedad en general, desde el gobierno hasta el lugar de trabajo privada, violaciónes éticos – abusos de confianza pública y privada – se han convertido en una característica notable de la contemporánea paisaje. . . escuelas de negocios deben animar a los estudiantes a desarrollar una comprensión profunda de los innumerables retos en torno a la responsabilidad corporativa y gobierno corporativo; proporcionarles herramientas para reconocer y responder a las cuestiones éticas, tanto a nivel personal como organizacional; y hacerlos participar a nivel individual a través de análisis de ambos ejemplos positivos y negativos de la conducta diaria en los negocios. «Estas palabras fueron escritas en 2004 y desde entonces hemos tenido un montón de faltas éticas.

Después de la caída del mercado y 2.008 recesión global resultante, los medios de comunicación y las escuelas de negocios mismos empezaron a preguntarse en voz alta cómo algunos de los mejores y más brillantes del mundo habían wreacked tales estragos en la economía y en la vida de tantas personas.

A Wall Street Journal artículo de 2010, titulado » Las promesas no son suficientes: Escuelas de Negocios tiene que hacer un mejor trabajo Valores enseñar a los estudiantes ,» señaló: «la educación de negocios es mucho más científica de lo que era en sus primeros años. Se ha hecho más riguroso por la creciente influencia de estadística y economía. Creemos en la analítica. La mayoría de las organizaciones necesitan más análisis. Pero la analítica no son un sustituto de los valores. De hecho, una dependencia excesiva de análisis de las hojas de los gestores mal preparados para dirigir en momentos en que las estadísticas ocultan las dimensiones humanas de pleno derecho de una elección «.

Un artículo del New York Times titulado, » ¿Es hora de reciclar B-Escuelas ?» Apilados en: «Algunos dicen que las escuelas se han convertido en demasiado científico, también separado de los problemas del mundo real. Otros dicen que los estudiantes se les enseña a llegar a soluciones apresuradas a problemas complicados. Otro grupo sostiene que las escuelas dan a los estudiantes una visión limitada y distorsionada de su papel – que se gradúan con un enfoque en la maximización de valor para los accionistas y sólo una comprensión limitada de las consideraciones éticas y sociales esenciales para el liderazgo empresarial. . . En lugar de ser vistos como administradores económicas a largo plazo. . . gerentes llegaron a ser vistos como principalmente como agentes de los propietarios – los accionistas – y responsable de maximizar la riqueza de los accionistas «.

Las escuelas de negocios respondieron al escrutinio de creciente interés en la ética, todo, desde el juramento MBA proyecto se inició en HBS, a Dar voz de Babson to Value plan de estudios , a un aumento del 38% en los cursos de ética ofrecidos por las escuelas acreditadas por la AACSB entre 2009-2013.

Pero, ¿estos programas y / o clases funcionan? Un artículo de 2013 WSJ titulado » ¿Un ‘A’ de la Ética tiene ningún valor? «, Se señaló que «las escuelas no pueden calcular el bienestar moral de sus graduados de la misma forma que puedan cuantificar el éxito financiero o perspicacia técnica. Una de las pocas clasificaciones disponibles del Instituto Aspen de «Beyond Grey Pinstripes» informe-se suspendió el año pasado, en parte porque los investigadores no pudieron determinar el beneficio neto de los cursos de ética. Sin resultados demostrables, hay poco incentivo para que los decanos para agregar clases e instructores «.

Entonces, ¿cómo preparar mejor a los estudiantes para comprender mejor los dilemas éticos y cómo acercarse a ellos? Una forma puede ser la de entender las causas de las deficiencias éticas en el primer lugar. Un artículo de 2014 titulado The Washington Post, » ? ¿Se puede enseñar a los empresarios a ser ético » sugiere que las escuelas de negocios pueden estar acercándose a la ética todo mal: «Tenemos que entender por qué las personas se comportan de forma poco ética, incluso cuando piensan en sí mismos como virtuoso. Como una metáfora que he desarrollado para este propósito es que la mente se divide en dos partes que a veces conflictos, como un pequeño ciclista está sentado en la parte trasera de un elefante muy grande. El piloto es nuestro razonamiento consciente. Es la parte de nosotros que se entera de hechos y formula argumentos. El elefante en contraste, es el otro 99 por ciento de lo que sucede en nuestra mente. Es los procesos automáticos e inconscientes como la intuición, la emoción y el hábito. En una persona madura, el jinete y el trabajo de elefantes juntos en armonía, pero a veces – como en el caso de muchas transgresiones éticas – nuestro sentido racional del bien y el mal no es suficiente para dirigir la bestia inconsciente. A medida que pasa el lamento de Medea, a partir de las Metamorfosis de Ovidio poema: veo la manera correcta y lo apruebo, pero por desgracia! Sigo el mal. «Cuando el piloto y el elefante no están de acuerdo, el elefante es mucho más fuerte. Clases de ética tienen como objetivo el piloto «.

Dan Ariely ha hecho un gran engaño en la investigación cotidiana y cómo racionalizamos el comportamiento que sabemos que no es aceptable. Por ejemplo, lo que hace una investigación sobre las trampas y «los resultados mostraron que cuando las personas podrían engañar, por lo general lo hicieron .» En un artículo del WSJ , Ariely señala: «Durante la última década más o menos, mis colegas y yo hemos dado un vistazo de cerca por qué la gente hace trampa. . . Lo que hemos encontrado, en pocas palabras: Todo el mundo tiene la capacidad de ser deshonesto, y casi todo el mundo hace trampas – con sólo un poco. A excepción de algunos valores extremos en la parte superior e inferior, el comportamiento de casi todo el mundo está impulsado por dos motivaciones opuestas. Por un lado, queremos que se beneficien de las trampas y obtener la mayor cantidad de dinero y la gloria de lo posible; por el contrario, queremos vernos como honestos, gente honorable. Por desgracia, es este tipo de engaño de masas pequeña escala, no los casos de alto perfil, que es lo más corrosivo para la sociedad. «Hay varios mensajes en su blog de hacer trampa, también. Vale la pena leer – y una discusión más amplia a través de las escuelas de negocios.

Entonces, ¿cómo podemos mejorar la toma de decisiones éticas de nuestros estudiantes? Buena pregunta. EthicalSystems.org , una organización sin fines de lucro ubicada en la Universidad de Nueva York, recopila y comparte investigación sobre ética que se espera demostrar «, en el largo plazo, una buena ética es un buen negocio.» La investigación es muy interesante y abarca una amplia variedad de temas, incluyendo la contabilidad , el engaño y la honestidad , las influencias del contexto , la cultura corporativa , gobierno corporativo , la corrupción , la toma de decisiones , el liderazgo , y la enseñanza de la ética , entre otros. El sitio también ofrece actividades y casos sobre cómo enseñar la ética, así como una gran cantidad de recursos en esta área.

¿Cómo enseñar a su escuela de ética? Lo que funciona y lo que es sólo una ilusión? ¿Cómo abordar el problema de manera diferente? ¿Cómo podemos mejor inculcar la ética en los estudiantes – y la comunidad empresarial en general?
fuente: https://www.insidehighered.com/blogs/stratedgy/teaching-ethics

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Articulo: ¿Por qué sobra la Filosofía?

Fernando Savater

El rectorado de la Complutense prepara un plan de reorganización de sus centros que supone el cierre de la facultad donde se enseña a Platón, Kant y Nietzsche. Hace falta ofrecer una explicación que no sea solo contable

Los profesores de la Universidad Complutense de Madrid se han enterado por los periódicos del plan que el rectorado de esa institución prepara para la reorganización de sus centros. Lo esperaban con interés, porque las universidades públicas están muy necesitadas de atención, como en general todo nuestro sistema educativo. La mala noticia es que, descontando la cansina muletilla retórica de la “calidad docente e investigadora”, el plan no contiene más que números. Los números son importantes. Las facultades superiores son también centros de gestión, y la gestión es en buena medida cosa de números. Pero en cuestión de números los supuestos beneficios del proyecto no están mínimamente cuantificados (no hay memoria económica, aunque se anuncia un ahorro que no llega al 1% del presupuesto de la universidad), sino ocultos por otra muletilla, la del “dinamismo y la flexibilidad”, inconcreta e insuficiente para justificar el destrozo académico que dichos números esconden.
La finalidad de la universidad no es la gestión, sino la enseñanza y la investigación. Y en este punto no todo se puede reducir a números. Aunque en todas las facultades podamos contar personal, estudiantes, asignaturas y titulaciones, el conocimiento científico implica una diferencia cualitativa irreductible entre la economía y la termodinámica, entre el arameo y el derecho romano o entre la fonética y la química, aunque sus horas de enseñanza se cuenten en créditos y las de investigación en plazos cuantitativamente homogéneos. Y aquí es donde el plan sí tiene grandes ambiciones. Tras años de cháchara sofística acerca de la búsqueda de la excelencia en la investigación, y de su necesaria vinculación con la docencia para garantizar la calidad de esta última, el nuevo plan dibuja unas facultades y departamentos convertidos en cajones de sastre donde los profesores no se reunirán por la especificidad de sus investigaciones o por su cualificación en un área de conocimiento, sino por sedicentes “afinidades académicas” que convierten por decreto sus especialidades en “homogéneas” y que nada tienen que ver con las articulaciones teóricas del saber científico. En la enseñanza secundaria recordarán este sistema: el de las “asignaturas afines”, que obliga a un profesor de Latín a explicar Ética o a uno de Geografía a impartir Historia del Arte. Porque en realidad se trata de convertir las universidades en centros de enseñanza secundaria y de someterlas al proceso de degradación profesional que se ha llevado a cabo en este sector, a fuerza de descualificar los perfiles académicos de las titulaciones, los docentes y los estudiantes, quienes después de todo tendrán que incorporarse a un mercado laboral que considera la cualificación científica y la formación humanística como un obstáculo para la empleabilidad.
Así que no es extraño que una de las principales propuestas de este plan sea la desaparición de la Facultad de Filosofía, una materia que ya desde hace años sufre el acoso de las autoridades educativas del país, que prácticamente la han desterrado de la enseñanza secundaria, principal destino profesional de los graduados en las Facultades de Filosofía. También en este caso se aducen números. Unos números muy poco convincentes, porque no es en absoluto cierto que la Facultad de Filosofía de la UCM haya perdido alumnos en los últimos 10 años, y porque algunos de esos números son muy parecidos a los de otras facultades que sin embargo se salvarán de esta poda, pero que en cualquier caso no dejan de ser solamente números. Desde luego, la Filosofía no es más importante que la Geología, la Odontología o el Turismo (otros de los estudios que pierden también su autonomía según este plan); puede que lo sea mucho menos en determinados aspectos, pero no vale escudarse solamente en los números para hacerla desaparecer como en un espectáculo de prestidigitación. Hay que tener al menos la valentía de dar una explicación que no sea solamente contable y ofrecer algún argumento acerca de por qué se ha decidido marginar del sistema educativo español estos estudios, aducir, en fin, alguna razón académica para la clausura de una facultad que, aunque no pueda competir en tamaño con la de Ciencias Económicas y Empresariales, es un centro de referencia internacional de la producción de filosofía en una lengua con 500 millones de hablantes. Puede que haya motivos de peso para considerar que la filosofía es un estorbo grave para el “dinamismo y la flexibilidad” que repiten como un mantra quienes diseñan estos planes, pero si no se explicitan esos motivos terminaremos pensando que la molestia que les produce una facultad tan pequeña e insignificante obedece a razones públicamente inconfesables.
De acuerdo con el proyecto que hemos conocido, Filosofía se convertiría en un departamento de una Facultad de Filología ampliada. Lo cual resulta, desde el punto de vista académico, una propuesta enteramente arbitraria: ¿por qué la filosofía es más afín a la lingüística que a la matemática, a la historia o a la sociología, más aún cuando la Facultad de Filosofía de la UCM imparte actualmente un doble grado con la Facultad de Derecho y otro con la de Ciencias Políticas? No se puede esgrimir como precedente la gloriosa Facultad de Filosofía y Letras de la Segunda República, que integraba en una común cultura humanística especialidades hoy metódicamente muy separadas, y a la vez mantener la escisión completa de la no menos vieja y gloriosa Facultad de Ciencias de la UCM, que se disolvió en especialidades cuya autonomía de facultades independientes el mencionado plan deja intacta, sin que sepamos por qué, aunque se pueda sospechar el interés particular que obra en el trasfondo. Mientras las supuestas ganancias no se cuantifican ni se concretan, las pérdidas son ya muy claras: de acuerdo con los vientos dominantes, un departamento minoritario de Filosofía en el seno de una facultad ajena carecerá de toda posibilidad de planificación propia, de acceso a los recursos necesarios y de esa visibilidad pública que una materia amenazada requiere para su simple supervivencia. El nuevo plan es para la filosofía, a la que solo en la universidad le dejan ya un lugar, un golpe letal.
Es cierto que, como se insiste desde el rectorado, se trata únicamente de un borrador que ha de someterse a debate y discusión. Esperemos, por tanto, que llegado ese momento podamos todos argumentar y tengamos la obligación de hacerlo no solamente con razones cuantitativas sino también con conciencia de la responsabilidad que la universidad pública tiene en el sistema educativo de un país democrático. De este sentido de la institución ha hecho gala siempre el actual rector de la Universidad Complutense, a él apelamos hoy.
Firman este artículo con Fernando Savater y José Luis Pardo, Manuel Cruz, Juan Manuel Navarro Cordón, Ramón Rodríguez García y José Luis Villacañas Berlanga, todos filósofos.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/06/22/opinion/1466601557_652759.html

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Artículo: Escuelas desde el ser, para el hacer

Autor: Rafael Aubad

Motivado en sus orígenes por un empresario que buscaba talento humano innovador para el desarrollo y crecimiento de su empresa de tecnología, surgió en San Diego (California- Estados Unidos) el colegio High Tech High –HTH– como una apuesta centrada en el ser y en la equidad; enfocada en la generación de confianza y respeto para crear fuertes relaciones de colaboración al interior de la comunidad educativa. Basada en el desarrollo de habilidades y competencias para transitar a la educación superior, la vida y el trabajo.

En días pasados, tuvimos la ocasión de escuchar a Will Haase, maestro líder del HTH y por eso queremos compartir con los lectores el significado y la esencia de este modelo, del que necesitamos aprender para nuestro mejoramiento educativo.

Con resultados académicos que superan la media nacional en 10% y un indicador de tránsito a la educación superior del 98%, el HTH se articula en torno a seis dimensiones: pensamiento y conducta académica, aprender a aprender, comunicaciones, colaboración, pensamiento crítico y resolución de problemas y el dominio de contenidos académicos centrales. A partir del Aprendizaje Basado en Proyectos, aborda la interdisciplinariedad de saberes, con una “salida en el hacer”.

En todo este ambiente, las pruebas tradicionales no existen. En su reemplazo, el instrumento de evaluación dominante está basado en las presentaciones del aprendizaje de los proyectos y sus productos. Sin duda, un modelo bien sintonizado con el mundo real, en donde continuamente debemos exponer los resultados de nuestro trabajo.

De manera simultánea, están las reflexiones permanentes, a nivel personal, entre los compañeros y los maestros, para analizar “cómo van las cosas”, “en qué hemos progresado”, y “qué debemos fortalecer”. Es una autoevaluación constante que promueve la construcción del aprendizaje.

Nuestro sistema educativo es perfecto para las décadas pasadas, pero no para los tiempos actuales y venideros, donde las tecnologías de la información y las comunicaciones han logrado desarrollar productos y servicios para la entrega de contenidos. Con este tipo de herramientas, los docentes pueden enfocarse mucho más en ser mediadores que diseñen y desarrollen proyectos para aplicar esos contenidos, generando así un deseo en los estudiantes por aprender. Esta es la esencia de no centrar el proceso de aprendizaje en los contenidos, sino utilizar el ambiente del aula para “hacer” con los estudiantes y vincular el mundo real en el aprendizaje. Innovación destacable en la educación.

Saludamos y apoyamos que, en Medellín, la Secretaría de Educación, la Agencia de Educación Superior –Sapiencia– y el Parque Explora, con la vinculación de empresarios, hayan seleccionado 11 instituciones educativas oficiales de la ciudad para apropiar, en nuestro medio y sobre contextos reales, una iniciativa como la del HTH. A pesar del corto tiempo de este proceso, ya hay evidencias del potencial real de migrar hacia un modelo educativo distinto en el que el ser, el saber y el hacer, se combinan creativamente como los ejes centrales de un proceso de preparación para la vida.

Fuente: http://www.portafolio.co/opinion/otros-columnistas-1/escuelas-desde-el-ser-para-el-hacer-498347

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Artículo: Educación Crítica Y Pedagogía En El Marco De La Integración “ALBA”

Autor: Gerson José Gómez Escobar

La integración latinoamericana ha estado signada por un proceso histórico complejo, que ha pasado contraproducentemente de una dinámica político – económica a un orden eurocéntrico impuesto, ordenado por la estructura colonial, dirigido por la corona y el clero en el orden latifundista imperante, conocido como Período Colonial. Este régimen semifeudal, orientó la economía de las colonias durante y después de dicho período en todo el territorio latinoamericano, fundamentalmente la de tipo agrícola, siendo el cacao y el café los rubros predominantes en los casos de la economía colombiana, brasilera y venezolana, mono-productor de dichos rubros, fundamentales en el consumo de las grandes metrópolis.
La política y el discurso entre Conservadores y Liberales y la relación intrincada entre éstos y los centros hegemónicos de poder, dieron origen a las relaciones comerciales y el desarrollo intelectual, imperantes durante todo el período colonial; siendo la formación intelectual, un privilegio que fundamentalmente se le otorgaba a quiénes formaban parte de las clases más preponderantes (Liberales o Conservadores), que se ligaban al ejercicio del poder como la lucha por éste, y las versiones intelectuales más innovadoras (el Liberalismo, el Enciclopedismo, el Teísmo Político y la acción de la Revolución Francesa y los Derechos del Hombre) reorientaron esta visión en pro de los nuevos tiempos.
Sobre la base de esta perspectiva, considerando lo anteriormente expuesto, el desarrollo del presente ensayo busca exaltar la Perspectiva Crítica Constructiva de la Educación en América, haciendo énfasis en los valores de cooperación y solidaridad, a fin de reorientar el discurso pedagógico de “Nuestra América”, realizando una comparación desde la perspectiva histórico cultural de la educación colonial con la evolución de la educación contemporánea y el discurso pedagógico de la América Latina
Para ello, primeramente, se inicia el estudio de la educación durante el período colonial, entre mediados del siglo XVIII e inicios del siglo XIX, resaltando las características principales que definen este proceso educativo, siendo de carácter netamente religioso y dogmático, donde el fin de la educación se orientaba a la adaptación y subordinación de los habitantes del nuevo continente a estos preceptos, regida por los comienzos del movimiento racionalista, apareciendo la concepción civilizadora como modelo educativo.
Es digno de mencionar que en la segunda mitad del siglo XIX en contraposición a las ideas imperantes, surgen grupos anarquistas y socialistas y gobiernos nacionalistas populares que proponen algunas prácticas pedagógicas de trascendencia política. Aunque la educación tenía la concepción de popular, el acceso a la misma era un privilegio sólo para las clases pujantes y poderosas predominantes (Liberales y Conservadores) del momento, ya que el fin de la educación consistía en formar a las élites que ocuparían puestos de poder, y era excluyente en el resto de los sectores de la sociedad (blancos de orilla, pardos, negros e indios).
La influencia de los Estados Unidos de América va a obstaculizar toda iniciativa de unión entre las Naciones Latinoamericanas, una de ellas es la propuesta de Simón Bolívar en el Consejo Anfictiónico de Panamá, en donde se plantea por primera vez, desde la Nueva Granada la visión histórica de la construcción de una Gran Nación. Este ideal se ve truncado por la falta de lealtad de quiénes participaban en la empresa “Libertaria Bolivariana Emancipadora de los Países Participantes”. Sin embargo, más adelante, en el siglo XX, surgen nuevas iniciativas con miras de integración de los pueblos de América, entre ellas cabe destacar el Pacto Andino, la Comunidad del Caribe (CARICOM), la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), entre otras.
En la actualidad, el Estado como estructura juega un papel importante en el seguimiento y control de los procesos educativos alineados con las instituciones a través de los organismos internacionales, pactos y convenios, que aún a pesar de los cambios y transformaciones que han ocurrido en la humanidad, siguen respondiendo a los intereses del orden mundial de la posguerra, ya no con el concepto de colonialismo sino con una visión neocolonial, siendo la Organización de las Naciones Unidas (UNESCO) el organismo que rige los lineamientos y principios educativos y/o culturales para la preservación de la estructura del poder imperante en el mundo occidental.
La formación en la América del siglo XXI debe tener en cada uno de los niveles de los sistemas educativos de los países que integran la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) el tema de las tecnologías de la Información y Comunicación (TIC); su uso académico debe estar direccionado desde la conformación curricular sobre todo en el tema desde las Políticas Públicas, ya que entre los miembros del ALBA las TIC, solo conforman el currículo de Educación en Ecuador y Venezuela; en el primero de los casos incluida en las Universidades Pedagógicas; y, en el segundo de los casos, en el Programa Nacional de Formación de Educadores (PNFE) en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV).
ALBA e Innovación en América Latina
El ALBA es una forma de integración nueva que surge como una alternativa a la pretensión de los Estados Unidos de América (EUA) por la caída del Muro de Berlín, en la creación de un mundo unipolar con la hegemonía del país antes mencionado y sus aliados del bloque capitalista como son la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la Unión Europea (UE), la Comunidad Económica Europea (CEE), entre otros, que en América pretendían imponer la Alianza de Libre Comercio de las Américas (ALCA) bajo la línea de la supervivencia del más apto y el más fuerte y el robusto cimiente de la tendencia neokeynesciana de capitalismo de Estado, donde la economía funciona en pro de los intereses del Estado Nación E.U.A, libertades hacia afuera y proteccionismo de mercado dentro y fuera según el caso, tendencia que nace del Liberalismo Puro de Adams Smith que premia el individualismo con una tendencia naturalista.
El ALBA, es una visión que reacciona o pretende crear un nuevo clima geo-político regional, a partir de una nueva visión de las relaciones internacionales impulsadas por el Expresidente Hugo Rafael Chávez Frías, quién toca elementos de manera integral: Políticos, económicos, sociales, educativos, del cuidado del ambiente, entre otras cosas de importancia en el mejoramiento de la calidad de vida de los pueblos de la Región. En este orden de ideas, y en lo que se refiere a la materia educativa, es necesario argumentar en tormo a posiciones asumidas y por asumir desde la integración del ALBA y el Discurso Pedagógico Latinoamericano como esencia de los pueblos de la Región.
Las grandes figuras públicas intencionales, promovidas por los grandes medios de comunicación, hacen gala de sus habilidades y destrezas para hegemonizar desde el discurso a las masas populares, donde el uso práctico del lenguaje y las imágenes de distintos planos es esencial para el uso y abuso del poder. La educación en valores iría en detrimento de ese uso práctico del lenguaje hacia la creación de una nueva conciencia crítica transformadora, que permita al ciudadano establecer un criterio con valores propios y de existencia digna. Para exaltar lo antes expuesto, se enfatiza en el discurso de Hugo Rafael Chávez Frías realizado el 27 de Febrero de 2005, en el cual señala, entre otras cosas, que:
“La democracia no es sustentable dentro de un modelo capitalista… Es necesario desde América Latina construir un socialismo al estilo del siglo XXI, que mueran los anteriores socialismos derrotados, y este socialismo puede tener su punto de partida en el desarrollo de espacios de integración de la economía, la política y la cultura, que como el ALBA. Busquen autonomía en los países oprimidos contra los habituales mecanismos disgregadores del imperialismo”.
Incuestionablemente, que el asunto de la educación es fundamental en el proceso transformador, con ética y todo un sinnúmero de valores que deben ser trabajados de manera integral en pro de la creación de una nueva cultura regional (ALBA), se debe hacer un estudio sistemático de los profesionales de la docencia, donde se profundice en el campo de las ciencias sociales, que rescate el discurso historio-geográfico y cultural como elemento esencial en el proceso de desarrollo de los pueblos de “Nuestra América”. De la misma manera, Calello y Neuhaus (2006, p.p. 70), en Hegemonía y Emancipación, señalan que:
“La propuesta no sólo implica construir la civilidad desde la más amplia participación y para derrotar las más antiguas representaciones, sino revertir la dirección del poder militar para enfrentarse al fundamentalismo que intenta saltar las fisuras del discurso hegemónico que engendra el aumento progresivo de la violencia planetaria… Sobre todo lograr la construcción ética de una nueva sociedad política, a través de la erradicación de la corrupción y el fanatismo y el travestismo político”.
Esto es indudable que la propuesta señalada por los autores citados, es indispensable en el plano de la geo-política de América Latina en correspondencia a los centros hegemónicos de poderes tradicionales, señalado al inicio de la redacción. En el campo educativo existe una estructura de poder que según los autores Calello y Neuhaus (2006, p.p. 72): “Está fraccionada por múltiples intereses, corruptela y complicidades que han caracterizado a los partidos políticos”. Son de manera reaccionaria la forma más compleja de resistencia a los cambios reales dentro del sistema educativo en Venezuela y su proyección en América Latina.
Hay que resaltar la importancia y el éxito que en los últimos 7 años ha tenido el gobierno del Expresidente Hugo Rafael Chávez Frías en cuanto al protagonismo internacional y la reestructuración del mapa geo-económico en América Latina, apelando a la fundamentación filosófica del marco legal de la LOE y a la proyección pedagógica de los grandes pensadores latinoamericanos como son Simón Bolívar, Simón Rodríguez, José Martí, Luis Beltrán Prieto Figueroa, entre otros. La educación latinoamericana debe orientarse en pro de las propias raíces culturales e idiosincrasia, características físico-naturales y potencialidades, lo cual implica que el pensamiento liberal tradicional latinoamericano tendría el trabajo acucioso de revisar el Discurso Pedagógico en América Latina.
En este caso es necesario que los maestros asuman el reto como prioridad de afianzar el poder popular y la aplicación de la LOE en políticas públicas, que se le permita a los sectores involucrados promover y consolidar la transformación real del sistema educativo en los distintos planos que amerite, ya sea por medio de Diplomados “Aplicación del Plan de la Patria” y Maestrías en Educación Comparada, que conlleve al maestro a ser educador e investigador al mismo tiempo, que permiten aplicar las estrategias transformadoras de la educación hacia la construcción del Socialismo del Siglo XXI, propuesto por Chávez en sus discursos.
Calello y Neuhaus (2006), en “Hegemonía y Emancipación” manifiestan que “la proclama <> le ha permitido a Chávez construir un escenario de gran protagonismo internacional, ha servido para algunos voceros mediáticos de la contra globalización lo asuman como una de sus figuras emblemáticas…” (p. 53). Partiendo de esta premisa, se tiene entonces que, estos diplomados y maestrías deben entonces vislumbrar logros, alcances y proyecciones en el proceso de trasformación venezolano como plataforma política con una visión de liderazgo regional y desde la perspectiva pedagógica de Venezuela hacia América Latina. Sería una necesidad de quiénes de una u otra manera, están inmersos en este proceso estimular la discusión teórico-metodológica en la cual ha estado inmersa la Nación Venezolana y proyectarlas regionalmente. Valderrama (2004), en “Rumbo Al Socialismo”, plantea que “el gran reto es integrar las ventajas de las empresas públicas (entre ellas la educación), generar una base económica sólida, un paraguas que permita la sostenibilidad de los distintos sectores nacionales, e incluye al 80% excluido e inmerso en una economía de subsistencia y la informalidad, en una economía participativa y protagónica” (p. 52).
Se hace indispensable mencionar que los Estados involucrados en esta forma de integración (ALBA) deben incorporar a los profesionales de la docencia en la formación y en el uso práctico de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, ya que en cada uno de los niveles del sistema educativo el uso de éstas como herramienta puede ser indispensable en los procesos de aprendizaje dentro y fuera del aula; por último, si la intención de las políticas educativas de los organismos internacionales está dirigida a la mejora de (la educación para la vida) en un mundo cada día más exigente, el Estado como política pública debe incluir a las nuevas tecnologías dentro de los programas de educación popular, (no debe ser solo atenuante a la educación privada por todas las limitantes) que genera en cuanto a la apropiación de éstas como herramientas en la vida cotidiana.
Partiendo de estas determinaciones fundadas en el autor citado por Rufino (2010), se puede afirmar que existe un orden que se debe tener en cuenta para organizar una estructura curricular y que las necesidades sociales deben ser determinantes al establecer la organización del mismo, en función a las necesidades reales que se determinen de manera sistemática en un espacio-tiempo determinado. En este sentido, debe haber un compromiso ligado al ejercicio de la profesión que tiene que ver con cualidades atenuantes a ésta, tal como lo señala Moacir (2008), cuando cita a Pablo Freire de “La Escuela y el Maestro”, en donde se argumenta que:
“Para ser maestro se necesita: Rigurosidad metodológica, investigación, respeto a los saberes de los educandos, criticidad ,ética, estética, dar cuerpo a las palabras a través del ejemplo, tomar riesgos, aceptar lo nuevo, rechazar cualquier forma de discriminación, reflexión crítica sobre la práctica y asumir identidad cultural, tener conciencia de lo infinito, reconocerse como un ser condicionado, respetar la autonomía del ser educando, tener buenos sentidos, ser humilde, tolerante, aprender de la realidad, ser alegre y esperanzador, estar convencido de que el cambio es posible, ser curioso. Ser competente a nivel profesional, ser generoso y comprometido y ser capaz de intervenir en el curso del mundo”.
Con lo antes mencionado, se puede afirmar que estas cualidades están estrechamente ligadas al compromiso con la sociedad, la pedagogía, la ciencia, el desarrollo emocional y ¿por qué no? con los procesos históricos en la formación de las nuevas generaciones.
REFERENCIAS
Bergoya W., y Sierra R. (2005). Pedagogía de los Valores. Colombia: Editorial San Pablo.
Calello, Hugo. (1970). La Ciencia en Venezuela. “Desintegración del Estado Liberal en América Latina.
Moacir, G. (2008). La Escuela y el Maestro. Centro Internacional Miranda. Caracas – Venezuela: Ediciones Río Turco.
Calello, H., y Neuhaus, S. (2006). Hegemonía y Emancipación. Caracas – Venezuela: Monte Ávila Editores, C.A.
Ruffino, J. (2010). Educación y Currículo. Venezuela: Universidad de Carabobo. Disponible en: http:/www.sihare.net. (Consultado en fecha, 12 de Septiembre de 2014).
Valderrama, T. (2004). Rumbo al Socialismo. Ediciones de la Gobernación de Anzoátegui
Santaella, C. (2010). Ética y Deontología. Venezuela – Maturín. Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos87/etica-y-deontologia/etica-ydeontologia.shtml. (Consultado en fecha, 12 de Septiembre de 2014).

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