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El remedio y la enfermedad

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz*

Como en muchas otras escuelas del país, una primaria urbana céntrica de la capital de Colima realizó un diagnóstico de su alumnado al inicio del ciclo escolar. Con este ejercicio se detectó, entre otras situaciones, retrasos considerables en los procesos de alfabetización entre estudiantes de primero a tercer grados. A partir de ello, se diseñó una estrategia remedial para acelerar el aprendizaje inicial de la lectura y la escritura.

La estrategia consistió en brindar a los niños actividades de alfabetización según los niveles en los que se situaban. En los primeros meses, estudiantes de la licenciatura en Educación Especial de la Universidad de Colima, que prestaban su servicio social constitucional, fueron asignadas como auxiliares en los grupos escolares para, con el apoyo de los docentes titulares, atender a los niños diagnosticados con carencias en alfabetización, a través de actividades semanales específicas de la Propuesta para el Aprendizaje de la Lengua Escrita (PALE), de Margarita Gómez Palacio.

Posteriormente, para ampliar los beneficios de la estrategia, se decidió que los niños asistieran diariamente, por una hora, a un taller para realizar las actividades de acceso a la lectoescritura, donde además de las estudiantes auxiliares, se contó con la orientación del personal de la USAER (Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular) del plantel.  A la fecha de publicación de este escrito, prácticamente se había erradicado de la escuela los niveles conceptuales presilábico y silábico del proceso de adquisición de la lengua escrita.

Lo narrado hasta aquí da muestra de algunos de los efectos que, a partir de la promoción automática del alumnado en los últimos ciclos escolares, se han manifestado y cómo han sido atendidos desde los esfuerzos y las posibilidades de cada plantel. A partir de lo contado, surgen dudas también: ¿Qué habrá pasado con las escuelas que no cuentan con las condiciones de personal y organización como la referida? ¿Cuáles habrán sido sus posibilidades para atender el rezago generalizado que ha conllevado la promoción automática? ¿Cuál ha sido el papel de la autoridad educativa central?

Recientemente ha provocado gran revuelo en la opinión pública el hecho de que, por tercer año consecutivo, no habrá reprobados en las escuelas mexicanas. Debería quedar claro que, con o sin reprobación, el golpe está dado: el déficit en los aprendizajes (indudablemente agudizado con la pandemia) perdurará varios años. Pareciera entonces que hay confusión en la polémica en torno a la promoción automática. El debate debería centrarse no en enaltecer los supuestos beneficios de la reprobación (muy cuestionada por especialistas en evaluación), sino en preguntar qué se ha hecho para acompañar la promoción automática. Y de esta pregunta, parece, la autoridad educativa sale mal librada.

Desde luego que es deseable que la escuela se haga cargo de su propio destino y generar, como en el ejemplo abordado, soluciones para sus propios problemas.  Sin embargo, Santos Guerra (2002) desaconseja la autonomía escolar “si provoca el sálvese quien pueda” (p. 95). En ese sentido, sin minimizar las responsabilidades de cada centro escolar, queda en entredicho el papel de la autoridad central ante el fenómeno de la promoción automática y las acciones de acompañamiento que ameritaría. Sin caer en peticiones utópicas, vale la pena preguntarse: ¿por qué no promover, a escala nacional, una cruzada de futuros maestros, como los de la escuela referida, para auxiliar en las acciones remediales en los contextos más adversos? ¿Por qué no focalizar y asegurar la atención en problemas generales como lectura y razonamiento matemático? ¿Por qué no generar un currículo condensado emergente? Da la impresión que la autoridad se centró en la arista administrativa del problema y pronto encontró la solución: que todos pasen.

Podremos haber celebrado en el mediano y largo plazo que, ante los estragos de la pandemia, en nuestro sistema educativo se contuvo la extraedad grave, la reprobación o el abandono escolar, pero ¿a cambio de qué? ¿de un déficit profundo e irreversible en los aprendizajes? Urge entonces atacar los efectos secundarios que una promoción automática, más administrativa que pedagógica, sin una estrategia complementaria por parte de la autoridad central, pueda conllevar. Ojalá no se haga tarde para evitar que sea peor el remedio que la enfermedad.

*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

Twitter: @proferoger85

REFERENCIAS
Santos Guerra, M. (2002). La escuela que aprende. Madrid: Morata.

Fuente de la información e imagen: http://proferogelio.blogspot.com

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Maestros y maestras rurales

Por: Tahira Vargas García 

Las dificultades de salud que presenta gran parte del personal docente no se resuelven en su totalidad con los seguros de salud.

El 30 de junio se celebró el día del maestro y la maestra. La mayor parte del personal docente que se encuentra en las aulas son mujeres.

Continuamente se hacen análisis de los problemas de calidad en la educación dominicana con una mirada muchas veces acusatoria exclusiva hacia ellos/ellas. Si bien es cierto que el personal docente y directivo de los centros educativos tiene una alta responsabilidad en la calidad de la educación, hay cuotas fundamentales en los Distritos Educativos, las Regionales y del Ministerio de Educación.

Hay que reconocer que se han mejorado las condiciones socioeconómicas de maestros y maestras con la aprobación del 4% para la educación, y se ha incrementado sus salarios, aun así, se encuentra una gran parte que continúa viviendo en condiciones de vulnerabilidad y precariedad, sobre todo quienes trabajan en las comunidades rurales más lejanas y aisladas.

No cuentan muchas veces con medios de transporte y se trasladan pidiendo “bolas” para llegar a la comunidad donde muchas veces tienen que instalarse por varios días viviendo en las mismas condiciones de pobreza y desabastecimiento de servicios de estas comunidades.

El esfuerzo y la labor del docente en comunidades rurales de nuestro país deben de ser reconocidos

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Las dificultades de salud que presenta gran parte del personal docente no se resuelven en su totalidad con los seguros de salud y muchas veces se hacen recolectas en las comunidades para cubrir casos de tratamiento de cáncer, algunas cirugías o tratamientos de alto costo. Se presentan casos de maestros/as que han muerto por falta de recursos para una diálisis o para una intervención quirúrgica de emergencia.

En distintas comunidades rurales, se encuentra continuamente a maestros y maestras que reciben una precaria pensión que no suple sus necesidades básicas ni la de su familia. Logran sobrevivir muchas veces por la solidaridad y apoyo que reciben en las comunidades donde residen que reconocen su aporte social.

El currículo que deben desarrollar estos maestros y maestras en las escuelas es el mismo de una escuela urbana, urbano-marginal o en un colegio privado de estratos medios y altos. A pesar de las precarias condiciones para desarrollar su labor educativa y de su calidad de vida.

El esfuerzo y la labor del docente en comunidades rurales de nuestro país deben de ser reconocidos no solo con el día del maestro sino en todo momento. Tienen la responsabilidad de formar a nuestras nuevas generaciones en medio de dificultades, precariedades y acompañarles en los procesos de cambio social y cultural de la que son protagonistas.

Este articulo fue publicado originalmente en el periódico HOY

Fuente: https://acento.com.do/opinion/maestros-y-maestras-rurales-9078657.html

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El fin del PNPC

Por: Miguel Ángel Casillas

Como ya lo habían anticipado desde el año pasado, hace unos días, el gobierno federal anunció el fin del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC). En el futuro, el Sistema nacional de evaluación y acreditación que dependerá de la SEP, cuando funcione y tenga claros sus lineamientos, será quien determine la calidad y la acreditación de los programas de posgrado. En palabras del subsecretario de educación superior, esa evaluación, a diferencia del periodo neoliberal, dejará de ser punitiva, mercantilizada y competitiva, será un medio para la mejora continua y no un fin en sí misma.

A mediados de los años ochenta del siglo pasado dio inicio una época de crecimiento desregulado del posgrado, en ocasiones se ofrecían programas sin cuerpos docentes especializados o sin las instalaciones y los recursos indispensables; muchos de los programas eran fuentes de recursos autofinanciables para las instituciones y una posibilidad de un ingreso extraordinario para sus profesores, en una época de graves devaluaciones y penurias económicas. También a finales del siglo XX fue evidente la importancia estratégica de este nivel, tanto para formar a los cuadros especializados de las empresas públicas y privadas, como para la ampliación del número de académicos y científicos que reclamaba la expansión de la educación superior y su revaloración como herramienta indispensable para salir del subdesarrollo e incorporar a México a la sociedad del conocimiento.

En el contexto de un crecimiento desregulado del posgrado, donde proliferaban ofertas de muy dudosa calidad y con resultados educacionales muy pobres, el PNPC fue un eficaz instrumento de política pública para orientar el desarrollo de los programas y para determinar la distribución de las becas hacia los programas de mayor calidad. Legitimó sus decisiones en las evaluaciones de pares sobre la base de normas y reglas claras. En términos generales, acreditar la evaluación del PNPC garantizaba que los programas de posgrado se sostenían en núcleos académicos que constituían líneas de generación y aplicación del conocimiento, que sus profesores se distinguían por su alta calidad y reconocimiento académico, que debían tener sus programas y procedimientos públicos en sus páginas institucionales, que debían garantizar prácticas académicas rigurosas en el estudio y la producción de las tesis, que disponían de reglamentos, espacios físicos adecuados y ofrecían diversos recursos para el aprendizaje.

Muy pronto, el PNPC se fue volviendo un instrumento burocrático, cuadrado y rígido; que registraba y medía los indicadores principalmente de modo cuantitativo, que sobre valoraba la pertenencia de los profesores al Sistema Nacional de Investigadores, y que imponía una visión del posgrado que tenía como base a las ciencias naturales y a las ciencias duras. Frente a indicadores inflexibles hubo lugar para muchos absurdos y simulaciones. La acreditación de los programas, basada en la desconfianza, exigió cada vez más una exagerada documentación basada miles de evidencias.

La evolución reciente del posgrado ha dado como resultado un sistema segmentado y desigual. Por un lado, su matrícula se encuentra distribuida mayoritariamente en maestrías y especialidades principalmente del sector privado y la minoría en el nivel de doctorado. En contraste con la lógica de mercado, los posgrados de más alta calidad se encuentran en las universidades públicas y en los centros nacionales de investigación. Los posgrados profesionalizantes son mayoría en el sector privado, mientras que la mayoría de los posgrados de investigación se ubican en el sector público.

Al anunciar el fin del PNPC (https://www.youtube.com/watch?v=jMJh2GA8L8o), la directora del Conacyt explicó que será la SEP, a través del Sistema nacional de evaluación y acreditación quien acredite a los programas e instituciones; por su parte, el Conacyt distribuirá las becas de posgrado no de acuerdo con la acreditación ni la calidad de los programas, sino en las áreas prioritarias determinadas por el gobierno (salud, producción de alimentos, empresas públicas), en los programas de investigación de las instituciones de educación superior públicas (física, química, matemáticas, biología, medicina, ciencias sociales, ciencias agropecuarias, etc.), y hacia las áreas históricamente excluidas como las humanidades, las artes y las disciplinas creativas.

En el discurso se expone que esta decisión favorece a los estudiantes que solicitan la beca, que no se quiere dejar a nadie atrás ni a nadie afuera, y que se atenderán todas las solicitudes. En realidad, al entregar las becas sin intermediarios, el gobierno federal promueve un intercambio político directo con los estudiantes de posgrado con el fin de obtener lealtad hacia la 4T, como sucede ya con las becas de licenciatura y de otros niveles.

En su crítica hacia el pasado reciente, la directora del Conacy acusó que se privatizó el ejercicio de la formación de posgrados, denunció que se favorecieron áreas enfocadas al lucro. Cuestionó que en educación hay muchos posgrados de cuestionable calidad enfocados en fortalecer la mal llamada reforma educativa, es decir la privatización de la educación y que áreas como administración, finanzas, mercadotecnia y comercio internacional fueron favorecidas de manera indiscriminada, esto a costa de otras disciplinas: este fue un ataque permanente y fuerte a favor del debilitamiento de los posgrados en ciencias. De acuerdo con la directora de Conacyt el PNPC mostró una centralidad en la productividad académica, desvinculó la investigación científica de la atención de los problemas nacionales y el avance genuino del conocimiento y se convirtió en un objetivo de cuantificación productivista. Dijo que dejó de ser un tema con pertinencia nacional, con relevancia de Estado, para convertirse en un instrumento que desvirtuó lo académico y lo público.

Como ha sucedido con otros instrumentos de la política pública hacia la educación superior, el gobierno de la 4T ha decidido desaparecer el PNPC sin tener un programa que lo sustituya. Mientras, de modo arbitrario, sin reglas claras, públicas y legítimas, el Conacyt continuará distribuyendo las becas de posgrado en las áreas y en los programas que considere prioritarios.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-fin-del-pnpc/

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La mitad de los alumnos con altas capacidades ha sido víctima de acoso escolar

Por: ABC

Una investigación liderada por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) señala que es tres veces más probable que un alumno con altas capacidades sea victimizado por sus compañeros que otro sin altas capacidades.

La mitad de los alumnos diagnosticados con altas capacidades en España ha sido víctima de acoso escolar, frente a uno de cada cuatro alumnos sin altas capacidades, según concluye el estudio llevado a cabo por el grupo de investigación Ciberpsicología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) con la colaboración de más de 50 asociaciones de alumnado con altas capacidades del país . Según esta investigación es tres veces más probable que un alumno con altas capacidades sea victimizado que otro sin altas capacidades. Asimismo, plantea que los alumnos con altas capacidades son susceptibles de padecer mayores niveles de estrés, ansiedad y depresión a causa del acoso por parte de sus compañeros.

El estudio, realizado en colaboración la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), comparó la prevalencia de victimización y perpetración de acoso escolar entre una muestra con alumnado con altas capacidades y sin ellas. Participaron 449 adolescentes diagnosticados con altas capacidades de todo el territorio nacional y 950 estudiantes, sin diagnóstico de altas capacidades, de 14 centros de siete comunidades autónomas. Los resultados señalan que el alumnado con altas capacidades presenta una prevalencia de victimización significativamente mayor. Un 50.6% está implicado en problemas de victimización, frente a un 27.6% en alumnado sin altas capacidades. De esta forma, es tres veces más probable que un alumno con altas capacidades sea victimizado que otro sin altas capacidades.

Por el contrario, el número de agresores en ambas muestras no presenta diferencias estadísticas (un 1.1% en alumnado con altas capacidades y 2.4% en alumnado sin altas capacidades ). Además, el estudio sugiere que ser víctima, tanto para el colectivo de altas capacidades como aquellos que no lo son, supone altos niveles de estrés, ansiedad, depresión y una menor calidad de vida relacionada con salud . No obstante, las víctimas que presentan altas capacidades reportaron significantemente mayor estrés que las víctimas sin altas capacidades.

«Estos hallazgos son especialmente pertinentes en el ámbito educativo y social, ya que ponen de manifiesto que este importante colectivo sufre los envites de la violencia de una forma especialmente relevante . Es tarea de todos los estamentos trabajar en pro de un entorno escolar seguro. Debemos seguir trabajando para reducir la discriminación dentro de las aulas (ya sea por orientación sexual, religiosa o cualquier otra característica particular) y por una verdadera integración de todo el alumnado», indica Joaquín González-Cabrera, autor principal del estudio e investigador principal del Grupo Ciberpsicología de UNIR.

Por su parte, el experto nacional en altas capacidades Javier Tourón, profesor emérito de UNIR y corresponsable del estudio, señala que «estos resultados ponen de manifiesto la urgente necesidad de apoyar el desarrollo del talento y la salud psicosocial de este grupo de estudiantes al que es preciso, como exige la ley, identificar de manera temprana a fin de poder establecer las medidas educativas adecuadas para su progreso personal, pues constituye el capital social más importante de este país».

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-mitad-alumnos-altas-capacidades-sido-victima-acoso-escolar-202207010010_noticia.html

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Las oportunidades perdidas

Por: Carolina Vásquez Araya

La acción ciudadana es el arma mas efectiva contra el abuso de autoridad.

La posibilidad de generar cambios en un sistema político, económico y social, como los imperantes actualmente en nuestros países, que avanzan de modo tan precario bajo regímenes pseudo capitalistas incapaces de generar oportunidades de desarrollo y, menos aún, de beneficiar a todos los sectores de la sociedad, depende en gran medida de la voluntad de los pueblos. Si estos tomaran al toro por los cuernos con el propósito de incidir en las decisiones que les afectan de manera directa, enfrentando a los poderes que lo reprimen, otro sería el escenario.

Sin embargo, es evidente cómo esta falta de músculo político ha sido consecuencia de una estrategia combinada de manipulación ideológica y creación de obstáculos aparentemente legales para tener acceso a información veraz y confiable; pero, sobre todo, de marcos jurídicos diseñados para elevar muros contra una participación efectiva de la población en el quehacer político y en rutas cada vez más estrechas para su propio desarrollo.

La influencia decisiva de los medios de comunicación masiva, los cuales en su inmensa mayoría se encuentran en manos de grandes consorcios empresariales estrechamente comprometidos con el poder económico, ha sido uno de los factores determinantes para alejar del debate público y de la participación partidista a sectores tan importantes  como la juventud y las mujeres, cuya acción directa tendría el potencial suficiente para cambiar el rumbo de la historia de sus pueblos. A partir de políticas hábilmente diseñadas para desinformar, manipular y, de paso, satanizar a los movimientos populares, los grandes medios también han instalado -desde tiempos inmemoriales- un acendrado odio entre clases sociales. A ello se suma el ambiente de desprestigio de la función pública, el cual socava uno de los derechos fundamentales de la sociedad, como es el involucramiento en el desarrollo de sus sistemas democráticos.

En nuestra América han sido muchas las oportunidades perdidas frente a un sistema blindado contra los cambios de fondo, cambios estructurales imprescindibles para abrir caminos de desarrollo en sociedades igualitarias y verdaderamente democráticas. A pesar de nuevas políticas en naciones con gobiernos progresistas, las raíces del mal se mantienen inamovibles: los sectores más pobres quedan apartados de la ruta del progreso, junto con quienes alimentan a todo el sistema: el sector rural y campesino, en donde confluye la mayoría de las etnias originarias de nuestro continente.

Las razones son muchas y variadas; pero sin lugar a dudas uno de los mayores obstáculos contra el ejercicio pleno de una democracia efectiva, ha sido la excesiva concentración de la riqueza en manos de un círculo cada vez más estrecho y poderoso, cuya capacidad para imponer sus intereses por encima de los de las mayorías viene amparado por una cúpula ubicua de fuertes ramificaciones en el escenario mundial. Luchar contra ese monstruo ha significado, para nuestro continente, además de golpes de Estado y establecimiento de dictaduras, la pérdida de oportunidades únicas para transformar su destino y asumir los grandes desafíos implícitos en ese movimiento trascendental. Los pasos decisivos vienen de la mano de un nuevo marco jurídico a partir de conceptos integradores, nuevos textos constitucionales y leyes sólidas que garanticen los derechos para todos, sin excepción.

La depuración de las instancias políticas es fundamental para la democracia.

Fuente de la información: www.carolinavasquezaraya.com

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Rio Resiste II: Museo de la Maré

Por: Raúl Zibechi

 

La favela de Timbau, la única de las dieciséis que integran la Maré ubicada en un morro (cerro), pasa por ser una de las más tranquilas de la periferia urbana de Rio de Janeiro. La Maré es el mayor conjunto de favelas de la “Ciudad Maravillosa”, con más de 140 mil habitantes según el censo de 2010, pero durante la pandemia y la crisis puede haber registrado un importante aumento de su población.

Sin embargo, en esta visita encontré muchas más armas en la calle que en las anteriores, más modernas incluso (como fusiles de asalto Beretta), marcando siempre la existencia de territorios en disputa, de vidas en peligro. En la zona plana de la favela, cerca de la Avenida Brasil, donde estos años comenzaron a levantarse edificios de hasta cuatro y cinco plantas, se ubica el Museo de la Maré, uno de los espacios más importantes del movimiento popular negro y favelado.

El profesor Luis, geógrafo y ex guía del museo, recibe a un grupo de 16 jóvenes y curiosos para hacer un recorrido de una hora dentro de las instalaciones. Es algo completamente diferente a lo que conocemos por museo. Se ubica dentro de una antigua fábrica de transporte marítimo, describe con imágenes y objetos la historia comunitaria de un barrio que creció, literalmente, sobre las aguas.

Foto: Museo de la Maré

“Todo lo que ven aquí fue construido en mutirão”, dice Luis en referencia a los trabajos colectivos que dieron forma a las favelas que integran la Maré (marea en portugués), ya que el barrio no puede comprenderse sin referencia a las aguas de la bahía de Guanabara sobre las que creciendo, con enorme esfuerzo ante la ausencia de las instituciones estatales.

El museo fue creado por un grupo de jóvenes que viven en el barrio y son miembros del CEASM (Centro de Estudios y Acciones Solidarias de la Maré), para crear una auto-representación de la vida en las favelas, fortaleciendo una imagen positiva y la autoestima de sus residentes. Fue inaugurado en 2006 con la presencia del entonces Ministro de Cultura Gilberto Gil.

Cuenta con doce módulos que recuperan la historia, señalizados como “tiempos”. Tiempo del Agua es el primero, compuesto de fotos de mediados del siglo XX, que enseñan la construcción colectiva de los espacios, la lucha por el agua potable que cargaban desde lejos, los dolores de la pobreza y el crecimiento exponencial de la ciudad.

Tiempo de la Casa invita a subirse a un palafito donde se reproduce el interior de las viviendas de madera, de apenas un ambiente, con decenas de objetos donados por los habitantes, porque el museo fue creado por ellos y es para ellos, siendo las personas jóvenes las encargadas de cuidarlo.

A continuación se suceden los tiempos de la migración, la resistencia, el trabajo, la fiesta, la feria, la fe, la vida cotidiana y de los niños y niñas. Siempre dominados por los objetos aportados por sus pobladores. Un largo túnel oscuro inicia el Tiempo del Miedo, donde la represión, la muerte y la violencia se convierten en la nueva y terrible cotidianeidad de la represión estatal. Finaliza el recorrido con el Tiempo de Futuro, cuando el túnel sale hacia la luz del día en el inmenso patio central del museo.

Foto: Museo de la Maré

Espacios de vida comunitaria

En este espacio se reúnen estudiantes y jóvenes de las favelas para conocer algo más sobre sus raíces. De la mano de Luis, el docente-guía, llegamos hasta otro galpón donde un centenar de personas conversamos durante un par de horas sobre la realidad de la organización popular en las favelas, un tema que preocupa por la dificultad para resistir en medio de las balas cruzadas de la policía militar, los paramilitares o milicianos y el tráfico.

La propuesta, en palabras de Luis, dice que “el museo no es un lugar para almacenar objetos o rendir culto al pasado”. Por el contrario, “es un lugar de vida, de conflictos y de diálogo”. Existe un diálogo evidente entre el movimiento social de las favelas y este museo, que se retroalimentan mutuamente.

Porque además de la exposición permanente, el Museo de la Maré realiza investigaciones, desarrolla actividades educativas, seminarios y talleres de producción de material sobre la historia de las favelas. También alberga archivos, una biblioteca y realiza una muestra semanal de cine, actividades en las que participan cientos de jóvenes interesados en recuperar la memoria del pueblo negro. Publican además un periódico, Jornal O Cidadão, y cobijan actividades teatrales y debates todas las semanas.

Al disolverse la asamblea, Luis nos invita a su aula en el CEASM, donde estudian por la noche quienes quieren hacer el examen de ingreso a la universidad. Fue creado por graduados universitarios de la Maré, que buscaban democratizar el acceso a la educación, algo casi imposible para las familias si no cuentan con cierto apoyo.

Foto: Museo de la Maré

Fue creado a fines de la década de 1990. En la construcción de los edificios del predio, trabajaron estudiantes y docentes en forma de mutirão, consiguiendo de ese modo no sólo construir aulas y espacios comunes sino imprimirle un sentido comunitario que aún conserva.

Una de las principales actividades del CEASM es el Curso Preuniversitario o Vestibular, donde cientos se preparan para el examen de ingreso a la universidad que suele dejar por el camino a la inmensa mayoría de la población pobre. En 22 años consiguieron que ingresaran más de 1.500 pobladores de la Maré a las universidades públicas del Estado de Río de Janeiro.

Memorias construidas desde abajo

El aula está abarrotada de jóvenes y jóvenas que oscilan entre los 18 y los 23 años. No es fácil crear un clima de diálogo y participación. Empezamos cambiando la distribución de las sillas, que estaban alineadas como en la iglesia, colocándolas en círculo luego de un breve debate en el que concluyeron que el formato tradicional es tanto colonial como patriarcal.

Tampoco resulta sencillo destrabar la palabra, cuando existen diferencias tan evidentes en los colores de piel, entre quienes llegamos de fuera y chicos y chicas morenos de la favela. En el debate, que comienza con una pregunta provocadora, aseguran que “en 20 años Brasil estará peor que ahora”, que sus vidas personales “no van a mejorar aunque nos esforcemos” y que la opción por estudiar es más una cuestión de dignidad y autoestima que de los resultados que esperan conseguir.

Foto: Museo de la Maré

Si observamos los procesos desde abajo, veremos que desde el CEASM hasta el Museo de la Maré, desde la escuela quilombista de Alemao hasta Roça (un micro emprendimiento productivo colectivo en Timbau), se proponen lo mismo que los estudiantes que quieren ingresar a la universidad: recuperar la autoestima destruida durante siglos por la esclavitud, la represión y el empobrecimiento. Al hacerlo, recuperan modos de trabajar como el mutirão, la ayuda mutua que es seña de identidad de los pueblos negros y originarios de este continente.

Lo que se constata, cada vez que retornamos a las favelas, es el crecimiento de la autoestima colectiva que pasa por infinidad de prácticas que muchas veces son invisibles o casi imperceptibles para los ojos de afuera. Casi una década atrás, la primera vez que Timo me invitó a Timbau, al lado del local de la Roça (donde fabrican cervezas artesanales) había una peluquería que alisaba el cabello. Una larga fila se había formado un sábado de noche esperando turno.

Ese comercio cerró hace ya varios años. En su lugar, cabellos de todos los colores lucen trenzas y pelos crespos al viento, enseñando el orgullo de un pueblo que poco a poco va transformando los dolores de la opresión en voluntad de cambio.

Fuente de la información e imagen: https://desinformemonos.org

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Libros digitales y educación

Por: David Auris Villegas

davidauris@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-8478-6738

La magia de la tecnología nos provoca asombrosas perspectivas de aprendizaje interactivo, estimulándonos a desplegar nuestro cuajado potencial cognitivo, apoyados desde el formidable poder de los libros digitales, al que podemos acceder en cualquier momento y lugar, “sin restricción alguno”. 

Estos libros se remontan a 1949. Afanada por mejorar el aprendizaje de sus estudiantes, la española Ángela Ruiz Robles creó la enciclopedia mecánica, predecesora de los E-Books, inventado por Michael Hart en 1971, a través del proyecto Gutenberg con el objetivo de facilitar el acceso gratis a los libros digitales y, precisamente, el primer libro electrónico de la historia fue, La Declaración de Independencia de los Estados Unidos.

Conscientes del valor pedagógico de estos libros, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF, ejecuta proyectos de digitalización de libros destinados a transformar y masificar la educación, como la experiencia piloto en Nicaragua, cuyos libros digitales accesible a todos los niños están optimizando los aprendizajes.

Asimismo, al ser digital este libro no usa papel, consecuentemente, evitamos talar árboles, protegiendo de esta manera nuestro único medio ambiente y, al estar alojado en la internet, muchos de ellos podemos descargar gratuitamente, leerlos y compartir con nuestras amistades del mundo, democratizando el acceso a los conocimientos, traspasando barreras idiomáticas y condición social que ha creado el absurdo sistema.

Por otro lado, al editarse en formato interactivo, conteniendo imágenes en todas sus variedades, textos e hipervínculos como la vida misma, despierta nuestro interés lector personal y en red, fortaleciendo así, nuestra concentración psicológica y permitiéndonos empoderar la competencia comunicativa, necesaria para interrelacionarnos con los demás.

En esta línea, hagamos de los libros electrónicos, parte de nuestra cotidianeidad académica. Igualmente, produzcamos y utilicemos como una poderosa herramienta didáctica y, al ser participativo, potenciamos el vertiginoso aprendizaje significativo, vigorizando el pensamiento crítico, creativo e imaginativo; provocando así, la cooperación entre estudiantes, padres de familia y colegas, creando plataformas lectoras a personas con limitaciones física o mentales, entre ellos, los audiolibros.

Sin embargo, a manera de precaución, los libros digitales leídos desde aparatos brillantes fatigan nuestra vista. Además, es vulnerable a la piratería y, si no contamos con dispositivos y una conexión a internet, no podremos leer y amén de la inseguridad por navegar sitios públicos, por lo que debemos impulsar, leyes digitales globales destinados a proteger a los cibernautas.

Finalmente, estos libros digitales potencian de manera amena nuestro aprendizaje, incitándonos a protagonizar el proceso cognitivo, por lo que es ineludible masificar su uso, desde políticas de estado, si pretendemos mayor inclusión, acceso a la cultura y desarrollo sostenido.


Fotografía: Noticias Caracas

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com


 

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