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Educación, nacionalismo y el factor externo

Por: Bonifacio Barba

El presidente de Estados Unidos. Donald Trump, ha actualizado la debilidad de México ante “el factor externo”, uno que siempre ha sido relevante para la vida nacional y que en no pocas ocasiones ha sido utilizado por los dirigentes de nuestro país como causa/excusa de lo que nos ocurre o de lo que no pueden hacer más que en grado limitado, reactivo. Lo raro, además, es que el factor externo siempre se anuncia y es conocido de manera previa, pero no suscita la suficiente reflexión y planeación en el gobierno.

Ante la coyuntura actual, el presidente Enrique Peña se ha acordado de algo llamado unidad nacional y ha exhortado a promoverla y fortalecerla, como si la sociedad mexicana sólo necesitara la excitativa gubernamental para orientarse a ella, pero no es así, y menos ahora, con la acumulación de agravios no resueltos, con la presidencia que no es como fue prometida en la campaña de 2012: democrática.

La unidad nacional supone o necesita -¿o no es más que otra expresión de la misma unidad?- un nacionalismo que podemos calificar de activo o consolidado para diferenciarlo de un sentimiento superficial de identidad colectiva que no se expresa como fuente de la civilidad. El nacionalismo necesario hoy y siempre es fruto de la experiencia de ser parte de una colectividad cuya convivencia es una experiencia cotidiana de los derechos y deberes ciudadanos; una experiencia comunicativa del Estado constitucional, es decir, representativo, democrático; una experiencia de la ciudadanía asentada en la dignidad de cada uno y cada una y de un gobierno, en sus tres poderes y niveles, trabajando conforme a los fines de las instituciones públicas, no según los intereses del funcionario o partido en turno. Y eso que se necesita no lo tenemos hoy a disposición inmediata, como herramienta para arreglar un motor o como antivirus para limpiar una computadora.

La unidad nacional es un rasgo de nuestra comunidad política que no se ha construido de manera eficaz y permanente. Es un rasgo esquivo, difícil, dialéctico. En 1821, la lucha por la independencia tuvo una salida con el proyecto de las Tres Garantías que impulsó con éxito Iturbide: ahí estaba la Unión. Esta se logró con la voluntad y la adhesión de muchos actores, pero su referente temporal era un enemigo, el imperio español, pero lograda la independencia la Unión entró en un camino interminable de avatares sociales y políticos, hasta hoy.

Al tiempo que se luchaba por la independencia, la Constitución de Apatzingán afirmó la soberanía del pueblo, una de las fuentes, sino es que la única o principal, de la unidad posible y necesaria a la nación. La misma constitución afirmó que la educación era una necesidad de todo ciudadano y que la sociedad habría de apoyarla con todo su poder.

La construcción de la educación mexicana en expresiones diversas a lo largo del siglo XIX, recibió siempre el encargo de formar a los ciudadanos con un sentimiento de patria, de nación, de unidad política, pero ese siglo abrió el siguiente con debilidad en la unidad y en el nacionalismo y la Revolución de 1910 reemprendió el camino para atender las necesidades de la nación. Al elaborarse la Constitución de 1917 parecía que la unidad estaba al alcance de la mano, tanto por las garantías que otorgaba la nueva norma como por los principios y derechos sociales que sancionó, pero la realidad era otra: la discordia estaba ahí y siguió. El encargo educativo de la Constitución fue breve, no estableció la obligatoriedad de la primaria, cuestión que era fundamental para construir la unidad y el sentimiento nacional. Aquélla fue establecida hasta 1934. En el lenguaje filosófico-político de ese año, un objetivo de la educación era formar en los estudiantes “un concepto racional y exacto del universo y de la vida social”. La unidad, por esta vía, no se produjo.

El acercamiento al sentimiento y a la unidad nacional, en el texto constitucional, se produjo con la reforma del artículo 3o. en  1946: uno de los fines era formar en el educando “a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia”. Fundamentales principios, trascendente finalidad, irrenunciable responsabilidad. Sin embargo, desde entonces y desde ese lugar constitucional, la unidad impulsada ha adolecido de intensidad democrática, y así nos encuentra el cambio de rumbo en la América del Norte.

La escuela nacional, muy crecida pero diversa, no puede ofrecer hoy la solución inmediata, pero la coyuntura vuelve a ponerles a la sociedad y al gobierno lo apremiante que es tomar la Constitución en serio, reformar la educación con la intensidad política y filosófica que está en los principios jurídicos no sólo del artículo tercero, sino de toda la ley fundamental. La unidad nacional requiere comprensión histórica y ética pública actual. Para el gobierno, significa responsabilidad; para los ciudadanos, también. Esa es la unidad inicial.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/educacion-nacionalismo-y-el-factor-externo/

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¿Qué es la pedagogía del amor?

31 de enero de 2017/Fuente y autor/el nuevo dia/ Josefina Barceló Jiménez

El maestro debe ser imparcial, no tener consentidos, ser estricto, jovial y justo.

Con frecuencia, muchos docentes se preguntan qué más pueden hacer para motivar a sus alumnos a aprender.

“La formación educativa del siglo XXI debe invitar al estudiante a alcanzar un mayor nivel de descubrimiento de la identidad personal, vinculada con la producción de formas constructivas de vida, a través de las relaciones sociales”, explica el doctor Gilvic Carmona De Jesús, psicólogo en consejería, consultor y diseñador de programas académicos.

Para lograrlo, Carmona recomienda a los maestros utilizar la “Pedagogía del amor” como una herramienta poderosa para el enriquecimiento del proceso de enseñanza-aprendizaje.

“La Pedagogía del amor promete un efecto motivador en los estudiantes como resultado de la transformación en la coexistencia maestro-pupilo”.

Dice el experto que, los docentes que se ocupan de atender empáticamente las necesidades de sus estudiantes, provocan que estos tengan una mayor confianza en sí, una autodeterminación y la formación de una autoimagen sólida, que redundará en beneficio individual y se verá reflejado en una meta colectiva de aprendizaje.

Consejos a los maestros para implementar la Psicología del amor: 

1. Tiene que reconocer que fue estudiante y recordar cuál fue su experiencia en ese entonces, para extrapolar esa experiencia a su salón.

2. Tiene que conocer a sus estudiantes; sus preocupaciones y qué es o no es, pertinente para ellos.

3. Los lineamientos educativos tienen que estar a la par con el desarrollo psicoafectivo de los estudiantes.

4.  Mostrar genuino interés por el estudiante. Demostrarle que nunca dejará de tener fe en él.

5. Tiene que ser empático con ellos y, enseñarles a ser empáticos con los demás.

6.  Debe ser desprendido con su conocimiento y compartirlo con sus estudiantes. Debe ser honesto.

La disciplina del salón

En cuanto al proceso disciplinario, señala el psicólogo, que un maestro siempre tiene que disciplinar con su ejemplo. “Las reglas tienen que estar siempre claras y justas.

Para promover el empoderamiento de los estudiantes esas reglas deben hacerse en conjunto y democráticamente entre maestro y estudiantes, desde el inicio de clases”.

Además, “el maestro tiene que mostrar respeto a las opiniones de sus estudiantes y no imponer las suyas”.

En cuanto a lo académico. “La tarea debe ser proporcional al conocimiento que se pretende medir. Debe ser una educación basada en el constructivismo, en el cual los estudiantes sean partícipes de la construcción del conocimiento”, expresa Carmona.

Herramienta que funciona

La Pedagogía del amor es vista como una herramienta de trabajo, propuesta por la filosofía oriental y la teoría de la educación psicoafectiva de Daniel Goleman. Se ha probado en países como Finlandia y Suecia. En Puerto Rico se está proponiendo para aumentar la motivación, tanto en maestros como en estudiantes, ya que trae consigo cambios de actitud en ambos.

Según Carmona, en las escuelas donde se utiliza, los estudiantes se sienten seguros y amados en éstas, independientemente de la situación que vivan en sus hogares, y logran un mayor conocimiento de sus emociones, por lo que la deserción escolar se ve reducida.

Plantea el consultor académico que los estudiantes de maestros que utilizan esta herramienta, al terminar la escuela, se van con una visión de la vida sólida, con un conocimiento propio extraordinario, siendo mejores personas con ellos y con los demás, y sirviendo a los que lo rodean.

Fuente: www.elnuevodia.com/noticias/ende/nota/queeslapedagogiadelamor-2284153/

Imagen: rec-end.gfrcdn.net/images/tn/0/106/1970/1820/900/789/2017/01/24/97a77b0d-eda0-421f-ada6-a54074a5ac87.jpg

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Mochilas, violencia y cohesión social

Por: Carlos Ornelas

Después de la desgracia en el Colegio Americano del Noreste, volvió a la palestra el programa “Mochila segura”, que la exsecretaria de Educación Pública Josefina Vázquez Mota diseñó en respuesta a la creciente rudeza de la violencia criminal que invadía al sistema escolar.

Al renacer este dispositivo, que nunca tuvo un sustento institucional sólido, el gobierno enfrenta una crítica por dos flancos. La primera, por ser reactiva, por actuar hasta después de que se dio un percance que mostró que la violencia había llegado a santuarios de las clases medias. El reproche por la banda del otro lado es porque la revisión de las mochilas es un atentado contra los derechos humanos de los infantes y, tal vez, de sus familias.

El asunto no es sencillo, depende de quién lo diga y de su experiencia. Si no recuerdo mal, en sus primeros meses, la mochila segura fue bienvenida en las zonas de alto conflicto social; era un respiro —un paliativo, si se quiere— para las familias que vivían en zonas donde la violencia criminal se había instalado. Y, supongo que, en ciertas áreas, seguirá siendo acogida, si no con beneplácito, sí como una necesidad.

El asunto es que la violencia criminal se metió de lleno en los vasos comunicantes de la sociedad, no sólo está en las calles, en el secuestro, la extorsión y en las guerras entre cárteles. Allí es una experiencia cotidiana. Pero al mismo tiempo está en varios territorios simbólicos, en los medios, el entretenimiento, las redes sociales y el lenguaje ordinario de vastos segmentos sociales.

Las escuelas no son islotes aislados del resto de la sociedad, tampoco son réplicas exactas de ella. En muchas partes, los centros de estudio son espacios de remanso relativo, lo mejor de ciertas comunidades. Pero siempre bajo el asecho de la violencia circundante.

La violencia criminal y sus derivados prácticos y alegóricos abonan a la descomposición del tejido social.  Durante un largo periodo del régimen de la Revolución Mexicana, digamos de comienzos de los 40 a mediados de los 70, México tuvo crecimiento económico sostenido, estabilidad política y, sí, cohesión social, pero a cambio de restricciones a las libertades cívicas. Era una cohesión autoritaria, aunque generaba cierto consenso.

El régimen era fuerte, su legitimidad no provenía de la acción democrática, sino de la eficacia del Estado para mantener la dialéctica del control. El gobierno juzgaba subversiva cualquier reprobación a su quehacer político, fuera de los segmentos conservadores o de la fragmentada izquierda. Eran los tiempos de la república imperial.

¡Qué bueno que perdimos esa cohesión social integrista! El problema es que no le encontramos una salida que al mismo tiempo que fortaleciera la libertad política, implantara las virtudes de la democracia. Los partidos políticos se desbordaron, la corrupción creció y la violencia nos invadió.

No sabemos cómo eliminar esa brutalidad, pero queremos mantener a los niños y las escuelas a salvo. Mas no tenemos los instrumentos adecuados. Me parece sensata la receta que propuso un defensor de los derechos humanos: en lugar de la mochila segura, que haya programas de educación que faciliten la prevención de actos violentos. Pero no dice cómo ni ofrece una estimación del tiempo que tomaría poner en práctica esos métodos ni el periodo que tardaría en ofrecer resultados.

Hoy tenemos un analgésico, mochila segura, que no curará los males que se derivan de la violencia criminal que aquejan a las escuelas, pero a fe mía que no es un placebo. En lo inmediato y en amplias franjas del territorio nacional es un apremio. Pero sí necesitamos reconstruir el tejido social en el plazo medio. No es fácil, pero intuyo que ni el gobierno ni las escuelas lo podrán hacer por sí mismos.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/mochilas-violencia-y-cohesion-social/

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Conversar, conversar…

Por Jaume Martínez Bonafé

Si la escuela es o puede ser un espacio público debería ser el lugar en el que se garantice la posibilidad y el aprendizaje de la conversar.

Dice Hannah Arendt que la conversación está en la base de la acción comunitaria, una forma de construcción de lo público, del espacio en el que se edifica lo político, un hablar y actuar conjunto que genera poder. Somos esa relación entre lo que decimos y lo que hacemos, y desde esa relación nos mostramos en lo público como espacio común en el que la pluralidad y la multiplicidad de perspectivas garantizan una vida activa -política- para todas y todos. Más allá de esta mirada -ciertamente amable- sobre la construcción de la política, es obvio que una condición de partida para una vida activa en libertad es poder decir y podernos decir.

Por eso vengo a reivindicar aquí una pedagogía de la conversación y denunciar la pedagogía del silencio, de la negación de la palabra, del ruido. Y creo que si la escuela es o puede ser un espacio público, en el sentido de Arendt, debería ser el lugar en el que se garantice la posibilidad y el aprendizaje de la conversación. Pero si la escuela no se desprende de los curricula menú y de una didáctica extremadamente burocratizada, difícilmente puede el sujeto -docente y discente- encontrar ese espacio y ese tiempo tranquilo, libre, espontáneo, callejero y social, en el que cultivar la conversación como una forma de creación de la vida activa, de la vida educada. No hay educación sin diálogo y comunicación, y cada vez que a un niño o una niña se le cierra la boca, o se la inunda con respuestas prefabricadas en las que nunca se tuvo en cuenta su derecho a pensar por sí mismo, cada vez que eso ocurre se cierra la posibilidad de ese espacio político que empodera a los seres humanos.

No creo, sin embargo, que esa saludable pedagogía de la conversación se deba cultivar solo en la aulas. Es necesaria una educación expandida que surja en múltiples lugares y acontecimientos, y las calles de la ciudad no tienen porqué ser sólo el eco o la resonancia espectacular de la voz del capitalismo de consumo. Ni tampoco los medios de comunicación, internet, y especialmente la televisión, tienen porqué ser el dispositivo estratégico del poder para decir sin decirnos nada que encienda nuestro deseo de decir. Vale la pena pensar la calle, los movimientos y redes sociales, los medios de comunicación, como esa otra posibilidad de creación de lo público, de cultivo del encuentro informado, de la conversación.

Pero atención, cada vez que un político profesionalizado recurre a un argumentario sin argumento, al insulto o la creación del ruido, para no decir ni dejar decir, cada vez que una radio o una televisión promocionan el espectáculo del debate sin contenido, para entretener sin dejarnos pensar sobre lo que está pasando, cada vez que se recurre al insulto o la mentira, cada vez que eso ocurre se pierde la oportunidad de una educación emancipadora, y se acrecienta la pedagogía del ruido que no deja ni aprender a hablar ni aprender a escuchar. Un partido de fútbol, un programa de televisión o un escaparate de un centro comercial tienen todo un contenido pedagógico sobre el que hemos de preguntarnos hacia dónde conduce, qué significados produce, que otras pedagogías dificulta o entorpece. Detrás del empujón, el grito y el insulto está la negación de la palabra, la imposibilidad de la conversación.

Tenemos relevantes apoyos en la historia de la escuela y las pedagogías renovadoras que nos facilitan ahora esta recuperación de la conversación educativa. La asamblea en las aulas de Celestin Freinet ponía la voz y el deseo de los niños y niñas en el centro del proyecto educativo. El círculo de cultura en la educación popular de Paulo Freire ponía la voz y el deseo de campesinos y campesinas en el núcleo del proyecto de una alfabetización emancipadora. La discusión en las aulas del instituto tratando cuestiones controvertidas en la propuesta curricular de Lawrence Stenhouse ponía la voz y el deseo de los y las adolescentes en el núcleo del proyecto educativo.

La referencia a estos tres autores no tiene intencionalidad académica, más bien lo contrario. Es precisamente la dificultad para encontrarlos en los supuestos argumentos de las actuales políticas de la innovación lo que provoca ahora la necesidad de sacarlos del olvido para volver a pensar el valor de la conversación en la práctica educativa.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/01/27/conversar-conversar/
Imagen: eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2017/01/Insti_BarresiOnes_08.jpg
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Pedagogía King Kong o por qué no hay mujeres candidatas al “Nobel” de educación

Por María Acaso

Solo cuando el 50% de los profesionales que dan charlas, ganan premios, dirigen centros y escriben libros sobre educación seamos las mujeres que estamos al pie del cañón educando podremos empezar a hablar de innovación educativa.

En su libro autobiográfico Teoría King Kong, Virginie Despentes afirma que lo que realmente le ha hecho ser masculina no es ir vestida con pantalón y camisa, sino no tener miedo, haberse atrevido a salir de casa y hacer determinadas cosas, socialmente prohibidas o consideradas poco femeninas, para llevar a cabo sus proyectos, sus deseos, para organizar su vida.

 

02 Maria Montessori
María Montesorri. Creadora del Método Montessori

Releer su texto, unido a la Marcha de las Mujeres del pasado 22 de enero en protesta por las políticas de género de Donald Trump, me han invitado a repensar por qué razón, cuando se ha convocado el Global Teacher Prize 2017 -considerado por los medios como el Premio Nobel de Educación-, en un país donde el 80% de las profesionales de la educación primaria son mujeres, un año más el nominado ha sido un hombre. Un hombre que será visibilizado, que irá de programa en programa, de charla en charla… Mientras tanto, miles de maestras que podrían estar en ese ruedo de la visibilidad permanecen en sus casas paralizadas por el miedo.

 

03 Heike Freire
Heike Freire. Creaodora del Movimiento Pedagogía Verde

Sí, admitamos que tenemos miedo, porque tener miedo es una condición estructuralmente femenina; un miedo que nos acecha desde que somos niñas, que nos deja calladas, mientras que nuestros hermanos, nuestros novios y nuestros amigos piden aumentos de sueldo o se presentan a un premio dentro de su categoría profesional.

 

04 Amaia Antero
Amaia Antero. Directora de Innovación de Arizmendi Ikastola

En las mujeres está bien visto «no hacerse notar», tapar con una falsa modestia absurda nuestros logros y nuestras propuestas. Una falsa modestia que el patriarcado nos ha hecho creer que es muy femenina y honrada. Proclamar, mostrar y exhibir son aspectos que la sociedad valora positivamente en los hombres, y negativamente en las mujeres.

 

05 Inés Sanguinetti
Inés Sanguinetti. Bailarina y Fundadora de Crear Vale la Pena

Cuando un profesional joven tiene ambición, es un valiente; cuando una profesional joven tiene esa misma ambición, es una trepa. Cuando un niño ejerce el poder en su grupo, es un líder; cuando una niña ejerce ese mismo poder, es una mandona (y aquí me viene a la cabeza un enfadadísimo Xavier Trias llamando mandona a Ada Colau cuando esta le arrebató su puesto en la alcaldía de Barcelona).

 

06 Mar Romera
Mar Romera. Coordinadora en TuInnovas de Inteligencia Emocional

Miedo. La sociedad nos insta a tener miedo. Miedo a hacer el doble esfuerzo que exige la visibilidad; porque ser visible supone no solo hacer bien tu trabajo, sino también dedicar mucha energía a que ese trabajo se vea para que los demás sepan lo que haces: tener tu propio blog, manejar las redes sociales, estar en primera fila, viajar, salir, entrar. Miedo a que nos pregunten cómo logramos ser visibles y, a la vez, cuidar de nuestros hijos. Miedo a tener que contestar preguntas que no se les hacen a los hombres. ¿Cuántas veces les preguntan a ellos cómo se las arreglan para compatibilizar trabajo y crianza?

 

07 Elizabeth Elssworth
Elisabet Elsworth. Profesora de Estudios de Cine y Medios de Comunicación de Masas en el New School for Social Research. NY

En el sector de la educación ocurre exactamente lo mismo que en otros sectores mayoritariamente femeninos en la base, pero de los que las mujeres vamos desapareciendo según subimos de escala, como ocurre en la gastronomía o la moda, por poner los dos primeros ejemplos que se me vienen a la cabeza. Mujeres como Virginie Despentes o Sheryl Sandberg (número dos de Facebook) nos instan a no quedarnos calladas en las mesas de administración, ni en los consejos de departamento ni en los claustros: es sumamente importante que se escuche nuestra voz, porque, si no, la voz será siempre masculina.

 

08 Rosan Bosch
Rosan Bosch. Fundadora y Directora Creativa de Rosan Bosch Studio

Necesitamos una teoría King Kong para la educación. De la misma manera que Despentes desdramatiza en su libro cuestiones tan centrales en la experiencia femenina como la violación, la prostitución o el porno, tenemos que desdramatizar y darle la vuelta a lo que está pasando en la educación. Necesitamos dejar de quejarnos, dejar de tener miedo, ese miedo que nos obliga a quedarnos en casa, sentadas en la silla, mirando las pedagogías pasar, siendo nosotras (y no otras), las profesoras de universidad, las maestras, las rectoras, las directoras de centro.

 

09 Tiscar Lara
Tiscar Lara. Directora de Comunicación de la EOI

Solo cuando el 50% de los profesionales que dan charlas, ganan premios, dirigen centros y escriben libros sobre educación seamos las mujeres que estamos al pie del cañón educando podremos empezar a hablar de innovación educativa. Mientras esto no ocurra, solo podemos hablar del pasado.

 

10 Lucia Miranda
Lucía Miranda. Fundadora y Directora de The Cross Border Project

No puede existir innovación sin la visibilización −en los congresos, en las librerías, en los periódicos− de las mujeres profesionales de la educación: el cambio de paradigma pasa irremediablemente por que las mujeres que están día a día en las aulas también estén en los lugares donde esas aulas se representan. Lugares que, extrañamente, continúan poblados únicamente por hombres.

 

 

11. Rosa Liarte
Rosa Liarte. Profesora Titular de la ESO e Innovadora

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/01/27/pedagogia-king-kong-o-por-que-no-hay-mujeres-candidatas-al-nobel-de-educacion/Imagen: eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2017/01/Virginie_Despentes_2012-e1485504421282.jpg

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Mindfulness para niños y adolescentes: los beneficios de la meditación

Por: Observatorio FAROS Sant Joan de Déu

¿Qué es el mindfulness?

Mindfulness, o lo que vendría a ser «atención plena», es una técnica de origen budista, popularizada en occidente por Jon Kabat-Zinn, basada en una práctica de meditación terapéutica que ayuda a reducir el estrés. Es una práctica que comienza prestando atención a la respiración para centrarse en el aquí y ahora, y no en lo que podría haber sido o en lo que podría ser. El objetivo final es crear suficiente distancia respecto a pensamientos y emociones, para observarlos sin reaccionar inmediatamente.

En los últimos años esta técnica se ha convertido en una forma de tratar a los niños y adolescentes con TDAH o con síntomas como la ansiedad, los trastornos del espectro autista, la depresión o el estrés, con un alto grado de éxito.

Saltzman también llevó a cabo un estudio en colaboración con investigadores de la Universidad de Stanford, en el que demostró que después de 8 semanas de entrenamiento de la mente, había documentado una disminución en la ansiedad, y las mejoras en la atención. Los participantes estaban menos emocionalmente reactivos, eran más capaces de gestionar los retos diarios y de elegir su comportamiento.

El mindfulness en niños y adolescentes

Hay testimonios que explican cómo el aprendizaje de esta técnica en sus hijos les ha servido de manera sorprendente. En la escuela los jóvenes se sientan en círculo, cierran los ojos, y silenciosamente van tomando nota de sus propios pensamientos y lo que sucede a su alrededor. En cada sesión se puede abordar un objetivo diferente: ver consciente, la atención en el oído, la respiración consciente, o heartfulness (o el envío de pensamientos buenos para los demás). El objetivo en la escuela era que el aprendizaje de estas técnicas pudiera ayudar a los jóvenes estudiantes a mejorar académicamente en la escuela y sentirse menos estresados.

También se puede practicar en casa. Los niños que aprenden esta técnica también pueden incorporarla en su vida diaria y modificar su comportamiento. Aprenden a hacer una pausa y responder a las situaciones en lugar de reaccionar. Cuenta una madre:

«Cuando mi hija empieza a agobiarse por algo, ella misma es capaz de detenerse, respirar, y cambiar su perspectiva para llegar a una reacción productiva menos emocional y más provechosa»

También ayudan a mejorar las habilidades de comunicación, ya que los niños aprenden a estar presentes para ellos mismos y para los demás.

Los beneficios de la práctica de la atención

Los beneficios de la atención plena son muchos. Diferentes científicos han confirmado sus efectos positivos sobre la salud mental y el bienestar.

La Fundación Hawn dice que en las escuelas donde se ha implementado, el 90% de los niños ha mejorado su capacidad de llevarse bien con otros niños Alrededor del 80% eran más optimistas y habían mejorado el concepto de sí mismos, el autorregulación y la autogestión, tres cuartas partes de los niños mejoraron su capacidad de planificación y organización, y la misma cantidad había tenido un mejor control de los impulsos y menos reactividad.

El mindfulness en la familia

Es posible introducir esta práctica en casa. Lo más conveniente es que los padres también la practiquen. Crear rutinas como tomar el sol unos minutos al día para cerrar los ojos y notar la propia respiración, los propios pensamientos, emociones y sensaciones del propio cuerpo, con un sentimiento de bondad y curiosidad, puede tener un gran impacto en toda la familia.

El propósito de la enseñanza de la «atención» en nuestros hijos es darles habilidades para desarrollar la conciencia de sus experiencias internas y externas, para reconocer sus pensamientos como «sólo pensamientos,» para entender cómo las emociones se manifiestan en sus cuerpos, para reconocer cuando su atención se ha desviado y proporcionar herramientas para el control de los impulsos. No es una panacea, y no se puede pensar que eliminará completamente lo que es el comportamiento normal del niño, con sus rabietas, llantos, gritos y discusiones habituales, pero sí puede ayudar.

Si desea iniciar la práctica de mindfulness en la familia lo más importante es que no lo fuerce. Si tus hijos no están interesados, dejar estar. Si, por el contrario, ellos muestran interés, te damos algunas sugerencias para empezar:

  1. Escuchar la campana. Una manera fácil para que los niños practiquen la atención plena es centrarse en prestar atención a lo que pueden sentir. Puede utilizar un cuenco, una campana, un conjunto de campanas o una aplicación de teléfono que tenga sonidos. Deja que tu hijo se concentre en el sonido hasta que ya no pueda sentir (que suele ser de 30 segundos a un minuto).
  2. La práctica de la respiración con un compañero. Para los niños pequeños, una instrucción como «prestar atención a la respiración» puede ser difícil de seguir. Una opción es que cada niño tome un animal de peluche, y después se estire con su peluche en el vientre. Centrará su atención en el ascenso y caída del animal de peluche a medida que inhala y exhala.
  3. Pasear. Dé un paseo a través de su barrio fijándoos en las cosas que no has visto antes. Destináis un minuto del paseo a estar completamente en silencio y simplemente prestar atención a todos los sonidos que podemos escuchar.
  4. Establecer una práctica de agradecimiento. La gratitud es un componente fundamental de la atención, enseñar a nuestros hijos a apreciar la abundancia en sus vidas, en lugar de centrarse en todos los juguetes y golosinas que ellos anhelan.
  5. Compruebe su informe del tiempo personal. Quedándose quietos como una rana, anímales a «invocar el informe meteorológico que mejor describe sus sentimientos en ese momento.» Soleado, lluvioso, tormentoso, tranquilo, con mucho viento, un tsunami? Esta actividad permite a los niños observar su estado actual sin necesidad de identificarse demasiado con sus emociones. No pueden cambiar el clima exterior, y no pueden cambiar sus emociones o sentimientos, pero pueden cambiar la forma como se relacionan con ellos. Los niños pueden reconocer: «No soy el aguacero, pero noto que está lloviendo. No soy un miedoso, pero me doy cuenta que a veces tengo esta gran sensación de miedo en algún lugar cerca del cuello.»
  6. La práctica consciente de comer. El ejercicio de comer conscientemente una pasa o un trozo de chocolate es un alimento básico de la educación de la atención, y es una gran actividad para los niños.

Estos son algunos ejemplos, pero por encima de todo, recuerde divertirse y hacerlo sencillo. Seguro que en el día a día encontrará muchas oportunidades para añadir a las prácticas de atención plena.

Fuente: http://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/mindfulness-ninos-adolescentes-beneficios-meditacion

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Feminismos para todas

Por: Cristina Sen

Los movimientos feministas se unen ante la amenaza de involución.

No es país para coños es el recién estrenado libro y obra de teatro de Diana López Varela, guionista periodista y feminista gallega nacida en 1986. El ejemplar, acompañado con el subtítulo “Sobre la necesidad de una sociedad feminista” bien podría haber circulado como pancarta el fin de semana pasado en la Marcha de Mujeres de Washington. Más de medio millón de personas en la capital estadounidense, y tres millones en todo el mundo salieron el 21 enero a la calle para protestar contra el machismo y la misoginia de Donald Trump, para advertir de que van a dar batalla ante los retrocesos en los derechos y las políticas de igualdad. Trump ( y no sólo él) como amenaza, pero también como aglutinador de todos los feminismos.

El país del que se habla al principio es España, mientras que miles de mujeres se cubrían el sábado en Estados Unidos con un gorro rosa con orejas de gato, un pussyhat que juega con el doble sentido de pussy (coño) y la misoginia de Trump. Se teje así un hilo conductor con un lenguaje mordaz, desenfadado, y festivo, una expresión clara de que el feminismo está más vivo que nunca y que dialoga entre sus diferentes expresiones.

La amenza de retroceso en las políticas básicas de igualdad tiene ahora su epicentro en la Casa Blanca, acompañada de un presidente que normaliza un modelo de masculinidad muy agresiva y misógina, señala Lidia Arroyo, socióloga investigadora de la UOC. Pero también la situación en España, con los recortes vinculados a la crisis económica de la mano del PP que han frenado las políticas de igualdad, ha unido a los diferentes movimientos feministas.

Durante las décadas de socialdemocracia, señala Sara Berbel, doctora en Psicología Social y y directora de Barcelona Activa, se avanzó mucho en políticas de igualdad, unos avances que se van segando en los últimos años. Ha habido recortes para las casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia machista, se ha ampliado la brecha salarial, se acaban de suprimir las subvenciones para los estudios de género en las universidades, y a las pymes indican Berbel y Arroyo.

Los movimientos feministas se unen ante la amenaza de involución
Los movimientos feministas se unen ante la amenaza de involución (Mario Tama / AFP)

Un escenario que tuvo como momento clave de encuentro la decisión del Gobierno (y del entonces ministro Alberto Ruíz Gallardón) de modificar la Ley del Aborto. El feminismo unió sus voces en la iniciativa El tren de la libertad, que confluyó en Madrid con una gran movilización en el 2014. El PP retiró la reforma. Fue también, explica Montserrat Boix, periodista fundadora de Mujeres en Red, el momento en el que el feminismo pudo probar la fuerza de las redes sociales.

Y es en las redes donde hoy tiene la expresión más viva , con enfoques muy diversos pero que practican la sororidad (fraternidad entre las mujeres para lograr objetivos comunes). La Tribu de Frida (club de lectura feminista), Pikara Magazine (periodismo con perspectiva de género y voluntad transgresora), el activismo de @Barbijaputa (que ya avisa de que el exceso de observación hacia Trump no haga olvidar lo que sucede en la UE), el éxito del Club de las Malas Madres, o el feminismo pro sex (centrado en la libertad sexual de las mujeres) de @Doctora Glas, son solo algunos de los cientos de activismos en las redes que abarcan todo tipo de temáticas. En una década, las redes han propiciado una nueva forma de comunicación del feminismo directa, divertida, sarcástica menos académica.

Se señalaba la actual confluencia de fuerzas, pero también de la diversidad y de sus puntos de vista diferentes . Hace pocos años, explica Lidia Arroyo, se podía hablar por un lado de un feminismo hecho desde las instituciones, y por otro un movimiento social muy crítico contra lo que se consideraba unas “administraciones androcéntricas y patriarcales, con poca capacidad transformadora por parte de quienes estaban dentro”.

El principal caballo de batalla de este feminismo que representa a una nueva generación es la defensa de la diversidad de las mujeres. Movimientos dirigidos a las mujeres en condiciones de precariedad, a las mujeres inmigrantes, a visualizar a los colectivos LGTBI dentro del feminismo, dar voz a las minorías como las personas transgénero. Y donde late, señala Arroyo, la apuesta por romper con el binarismo de género, que bebe del feminismo queer. Hay un debate en este nuevo feminismo en cómo acabar con el binarismo hombre/mujer, cómo considerar el género como un continuo y cómo hacerlo desde las políticas públicas ya que estos colectivos han entrado en las instituciones de la mano de los partidos alternativos de izquierdas. Colectivos para los que el 15-M fue su punto de encuentro..

Una participante en la Marcha de las Mujeres de Los Angeles

Una participante en la Marcha de las Mujeres de Los Angeles (Mike Nelson / EFE)

Hace unos años, señala Sara Berbel, se analizaba el tema del género desde una perspectiva intelectual, mientras que hoy hay un tipo de feminismo joven que rompe con el género del propio cuerpo. De todas maneras, otros acentos se han ido incorporando a la vindicación feminista ya que si hasta hace poco el debate se centraba en el poder entre hombres y mujeres, ahora se enfatiza en cómo ellas pueden acceder al Poder en mayúsculas. Por ello, indica Berbel, están muy visibles en las redes sociales y luchan por apropiarse del espacio.

El feminismo joven, explica Asunción Bernárdez Rodal, directora del Instituto de Investigaciones Feministas (UCM), es muy activo y difícil de sistematizar porque son grupos pequeños y porque el feminismo nunca ha sido un movimiento uniforme, como tampoco hay un único socialismo. Y redunda en la tesis de que la crisis económica ha hecho que el feminismo haya vuelto a pensar en lo colectivo, en la lucha contra las grandes estructuras de Estado. Con la ideología neoliberal, señala Bernárdez, se regresó a lo personal, se centró la reflexión en el propio cuerpo y en la sexualidad como construcción social,

Como se observa el feminismo es diverso porque su lucha puede encararse desde muchos ángulos, pero siempre debe de tenerse en cuenta que se trata de la vindicación de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, la lucha contra la construcción social del patriarcado que mantiene una posición de dominio . No hay que olvidar tampoco, como señala Montserrat Boix, que no surge por generación espontánea sino que tiene detrás un potente marco teórico, un pensamiento riguroso. Y muchas causas pendientes para lograr la igualdad, con la lucha contra la violencia machista como gran objetivo común.

Se ha señalado que el activismo en internet está dando entrada a una nueva ola del feminismo pero, según Berbel, aún no hay suficientes elementos diferenciadores de fondo para hablar de un cambio de etapa.

Mujeres jóvenes, mayores, niñas, blancas, negras, hispanas… se manifestaron el pasado sábado en todo el mundo con sus pussyhats rosas como bandera, un feminismo internacional y transversal harto del eterno manoseo de los derechos de las mujeres.

DEBATES La prostitución
Legalizar la violencia frente a dar derechos

El debate sobre la prostitución es una de las cuestiones en las que el feminismo no tiene una posición común. Si bien se parte evidentemente del punto común de la necesidad de evitar cualquier explotación sexual de las mujeres, desde algunos se está en contra de cualquier tipo de regulación al entender que sería dar carta de naturaleza a lo que se considera una violencia del patriarcado contra las mujeres, a la posibilidad de dar dinero a cambio de acceder a ratos o a trozos del cuerpo de una mujer. Reglamentarla, se señala, es integrarla a la economía de mercado aceptando que es una alternativa laboral para las mujeres . Asimismo, se considera que si hay trata de mujeres es porque hay prostitución, igual que hubo trata de esclavos porque había esclavitud. Estos colectivos están a favor de multar a los hombres que van de putas. Otros colectivos, en cambio, están a favor de reconocer los derechos sociales y laborales de las mujeres que ejercen la prostitución y asegurarse de que lo hacen voluntariamente (apelando así a la libertad de elección sobre el propio cuerpo). En esta línea está el Ayuntamiento de Barcelona de Ada Colau, y ha tenido las críticas de varios consistorios del área metropolitana.

DEBATES Maternidad subrogada
Mercantilización del cuerpo o libertad

Con el lema “No somos vasijas”, colectivos feministas lanzaron hace dos años en España una campaña en la que mostraban su preocupación ante la posibilidad de que se decidiese regular sobre la maternidad subrogada. Estas tesis, que tienen una línea de reflexión similar a los argumentos en contra de la legalización de la prostitución, sostienen que se inscribe en un tipo de práctica que implica el control sexual de las mujeres, se indica que el “altruismo” al que aluden algunas mujeres gestantes no evita la mercantilización, el tráfico y las granjas de mujeres comprando embarazos a la carta. Asimismo, y entre otras cuestiones, se considera que no se puede aceptar la lógica neoliberal de introducir en el mercado los “vientres de alquiler” -el alquiler “a trozos” del cuerpo de la mujer–ya que se utiliza de nuevo su desigualdad. Frente a estas tesis, se subraya en cambio la libertad de las mujeres para decidir qué hacen con su cuerpo, y se señala que al igual que venden su fuerza de trabajo también es lícito vender la capacidad reproductora. Asimismo, defienden que estas mujeres ayudan al deseo de ser padres de personas que no pueden por diversos motivos, como por ejemplo las parejas entre hombres homosexuales.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20170129/413802393158/feminismos-para-todas.html

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