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La «revolución» educativa de Macri: ¿volver a alfabetizar por «conciencia fonológica»?

Por Manuel Jerónimo Becerra

Según notas en La Nación y Clarín el Gobierno nacional incentivaría el abandono de los métodos de alfabetización constructivista para volver a la «conciencia fonológica”. ¿Qué hay detrás del debate?

En apenas una semana, el diario La Nación publicó dos artículos con la misma protagonista, María de las Mercedes Miguel –Secretaría de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación de la Nación– anunciando con bombos y platillos el ingreso al sistema educativo de cursos de capacitación para docentes en estrategias enmarcadas en la neurolingüística como paradigma rector de la enseñanza de la lectoescritura en los niveles inicial y primario. Por su parte, el diario Clarín se hizo eco también de esta restauración de “las buenas viejas prácticas pedagógicas que nunca deberían haberse abandonado”. Sin embargo, lo que parece plantearse como un debate pedagógico está en realidad plagado de falacias y aseveraciones taxativas que suenan a mala intención. Es estrictamente necesario separar ese tipo de chicanas del debate pedagógico saludable, constructivo y plural, precisamente para salvar las instancias que permiten pensar una mejor educación.

La paradoja de la burocracia obediente

Uno de los primeros aspectos en los que vale la pena detenerse es la idea de que cambiando un método de enseñanza de la lectoescritura desde el Ministerio de Educación de la Nación los problemas del sistema educativo se solucionan mágicamente. En primer lugar, el Estado nacional no tiene la potestad para cambiar los planes de estudio de los institutos de formación docente (en total, aproximadamente 1300 en todo el país incluyendo los niveles inicial, primario y secundario) ya que, en un sistema educativo federalizado estos establecimientos están bajo la jurisdicción de las provincias. Esto significa que, si bien los planes de estudio deben adecuarse a la normativa emitida por el Instituto Nacional de Formación Docente (Infod) y el Consejo Federal de Educación (CFE), cada proceso de reforma curricular implica un debate al interior de cada instituto –sus actores: docentes, estudiantes, graduados– y la necesidad de consensos, marchas y contramarchas. Reformulando: realizar una readecuación curricular de todos los planes de estudio para imponer sólo la conciencia fonológica como paradigma implicaría un estallido del debate en todos los institutos de formación docente, que no sería resuelto antes que finalice el mandato de, al menos, Mauricio Macri. Así que desde el vamos, se está planteando un debate que se topa con la estructura real del sistema educativo: mucho más expuesto a consensos y tensiones políticas que a volantazos coyunturales de la cúpula ministerial.

Pero aun en el escenario imposible de que se modificaran todos los planes de estudio del país para impartir una formación exclusiva en conciencia fonológica, resta el trecho –el abismo– que separa esa formación inicial de la práctica diaria. Como hemos explicado en este blog innumerables veces, y como sabe todo docente, las escuelas son espacios –como cualquier agencia estatal, u organización en la que intervienen, literalmente, millones de agentes– muy atravesados por las tradiciones y con tiempos yuxtapuestos. Llenamos registros de asistencia como en 1935 mientras armamos estrategias didácticas con el Age of Empires para explicar la revolución neolítica. Tratamos de innovar pedagógicamente pero copiamos en el pizarrón y dictamos para “disciplinar” a un curso que no se predispone para el trabajo pero sí responde a los estímulos más puramente conductistas de la liturgia educativa. ¿Qué significa esto? Que para que una modificación curricular se transforme en una práctica efectiva requiere un sinfín de capacitaciones, propaganda –en el sentido más perverso del término–, disponibilidad de materiales y, lo que es más difícil de todo, que haya una voluntad alerta, potente y sostenida en el tiempo (y financieramente) del Estado para asegurar la implementación exacta de los deseos de los expertos. Esto, como imaginará el lector, no sucedió jamás, en ningún aula del mundo.

En una oportunidad se le señaló a este blog cierta incomodidad que genera el uso analogías castrenses para referirse al sistema educativo (por ejemplo, cuando nos permitimos “ejército docente” para referirnos a la legión de personas que están a cargo de las aulas todos los días). Esa incomodidad es más pertinente en este caso, ya que los docentes no somos un ejército, precisamente, porque contamos al mismo tiempo con el margen de mediación que nos permite estar al frente de un aula (los soldados obedecen sin chistar a su general, en la escuela se construyen consensos), pero también con el hecho de que los expertos en educación no son los tirapostas del ministerio –más o menos académicos– sino nosotros mismos. Sabemos lo que es un aula, sus condicionantes, sus lógicas más o menos estables, las variables de incertidumbre que intervienen, los márgenes de maniobra. Sabemos leer a los grupos de chicas y chicos, sus comportamientos colectivos e individuales. Sabemos intuir cuando una estrategia didáctica está fallando, y cuándo podemos estar teniendo éxito, y cuándo ese éxito tal vez sea la punta del ovillo de una verdadera innovación. De manera que no sólo la conciencia fonológica no llegaría a las aulas de la forma en que Miguel y Borzone pretenderían, sino que sus archirrivales psicogenéticos tampoco llegaron a las aulas como Miguel y Borzone afirman que llegó. En las aulas reales –ésas que el sentido común circulante, los responsables políticos, y buena parte de la academia parecen desconocer por completo– se desarrollan estrategias mixtas: mezclamos psicogenética con conciencia fonológica, dictados con redacciones de tema libre, stalinismo ortográfico con el foco en lo conceptual, lectura de manuales con registros de debates en casa.

La innovación real, concreta, transformadora del sistema educativo no está en las universidades ni en los ministerios: está en las aulas de inicial, primaria, secundaria y formación docente, y sus diseñadores son agentes anónimos que no tienen ningún reconocimiento más que el afecto y la emancipación agradecida de sus alumnos. Sin dudas, se trata de una minoría de profesionales, pero una minoría profundamente dinámica que sigue trabajando en condiciones de precarización absoluta, ante la desidia y el abandono estatal, viendo cómo se mueren sus alumnos víctimas de la violencia y del consumo. La innovación pedagógica ya pasó, y pasa todos los días, sin que los decisores se enteren. Y nadie, absolutamente nadie en los organismos estatales de diseño de políticas educativas tiene el más mínimo interés en convocar esas experiencias para replicarlas. Tampoco podemos, los docentes, producir teoría sobre esas estrategias mixtas e innovadoras: no cobramos un salario que nos permita investigar, publicar y divulgar nuestros desarrollos, pues los sueldos nos alcanzan para comer, vestirnos, viajar hacinados y, cada tanto, ir al cine o al teatro o a cenar afuera. El resto del tiempo estamos frente al aula.

Sin embargo, los elencos educativos –especialmente los que parten de una mentalidad empresaria– aún fantasean con un ejército de hombres y mujeres de guardapolvo blanco que aguardan órdenes para cumplirlas sumaria y precisamente, y si no se obtienen los resultados esperados vendrá un nuevo intento de volantazo para reparar el error. Sic transit gloria mundi, en un encabalgamiento de paradojas que se perpetúan en el tiempo; pasan los elencos ministeriales, pasan los think tanks, y quedamos los docentes.

Falacias de diseño

En el artículo de La Nación, como dijimos, se cita a Ana María Borzone, quien fue invitada como “experta” al Ministerio de Educación para aportar sus perspectivas sobre la conciencia fonológica. Las otras “expertas” citadas son Beatriz Diuk y Florencia Salvareza. Esta última aportaría su punto de vista desde el campo de la neurociencia para trabajar con el paradigma de la conciencia fonológica. Este “método” de enseñanza de la lectoescritura, que se utilizaba de forma predominante y oficial en nuestro país hasta la década de los 80, aparece en la nota como contrapuesto a la psicogenética de raíz constructivista piagetiana. Queda establecida desde los artículos en los dos diarios más importantes de la Argentina una batalla pedagógica entre dos “métodos” que se presentan como mutuamente excluyentes, como un Boca-River, como una grieta. Borzone llega a afirmar en Clarín, incluso, que el “método” de la conciencia fonológica está “prohibido” en nuestro país desde la década de los 90. Presa de la ignorancia, de un abuso de imaginación conspirativa, o de lisa y llana mala fe, Borzone omite que en los diseños curriculares –los lineamientos básicos para la enseñanza en cada nivel educativo–, al momento de abordar los primeros pasos de la lectoescritura, se proponen estrategias combinadas –la conciencia fonológica se centra más en el entrenamiento y habituación del sonido de las letras, mientras que la psicogenética aborda la lectoescritura de forma más integral, haciendo más énfasis en los usos sociales del lenguaje y la experiencia de la expresión–. Esta mixtura de paradigmas responde a lo que se afirmaba antes sobre la dinámica del aula: la multiplicidad de factores que inciden en el trabajo educativo cotidiano obliga a echar mano a diferentes estrategias para llevar adelante la tarea. Ningún docente utilizó durante toda su carrera un solo “método”, por más ortodoxa o disruptiva que fuera su práctica. Nobleza obliga, sí debe admitirse una proscripción pedagógica, pero en sentido inverso al que plantea Borzone: en 2015 el PRO intervino en la Escuela de Maestros de CABA para efectivamente cerrar un postítulo en alfabetización, pero centrado en estrategias psicogénicas, justamente el paradigma que Borzone plantea como dominante y monolítico.

¿Cuál puede ser el objetivo de plantear que la conciencia fonológica es un tabú en Argentina, cuando no sólo no lo es, sino que está asumido como parte de las prácticas usuales? Como hipótesis, podríamos plantear que el objetivo es apelar a los discursos nostalgiosos sobre la educación: el clásico “cuando yo iba a la escuela [inserte práctica pedagógica virtuosa que al ser abandonada abrió la puerta a la decadencia y el caos]”. Hemos planteado varias veces que la nostalgia es uno de los recursos preferidos de la derecha pedagógica –tal vez el único que tiene–, y que es un relato de mucha pregnancia en el sentido común. Es probable que eso se deba a que toca las fibras sensibles de la fábula meritocrática que ha llevado a cada individuo a creerse la culminación de un esfuerzo que fue acompañado por una escuela marcial e intransigente que nos obligó a superarnos a nosotros mismos. Y las falacias de ese “esfuerzo” vinculado al sufrimiento y la dificultad le dicen al lego interlocutor: “Esto que sos vos, este humano completo, sólo fue posible gracias a aquellas buenas viejas prácticas”. Los problemas del presente, entonces, son “todos problemas de educación”, y se vinculan directamente con un relajamiento de esa marcialidad e intransigencia, con el “aprobar a todo el mundo”, con el “facilismo”. Y acá se presenta, precisamente, a la psicogenética como parte de un cúmulo de nubes conformadas por un supuesto progresismo pasado de rosca que en su afán de contener terminó en el pandemónium de la permisividad y el cambalache: todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor. Para la fábula meritocrática, nada mejor que decirle al que se intenta seducir: “Vos sí sos mejor”. Se consiguen así multiplicadores de los discursos que ven en los problemas educativos de hoy las consecuencias de –en este caso– haber aplicado la psicogenética y abandonado la conciencia fonológica: empiria pura. Pero no: no es empiria, es falacia. Los dos enfoques conviven en las aulas, y nunca dejaron de hacerlo. Negarlo es desconocer las aulas reales o tener intereses que están velados a primera vista.

Adicionalmente, las palabras de la referente de la psicogenética que cita el artículo, Mirta Castedo, no suman –tal como están presentadas en el artículo de La Nación– al debate. Más bien, parecen balbuceos de alguien que no puede defender satisfactoriamente su postura. El arte con que se confeccionó la nota de Luciana Vázquez parecería tender a postular los planteos de Borzone y Miguel como los positivos -anclados en datos duros e irrefutables- y los de Castedo como inconsistencias. Sin embargo, el mismo día de la publicación, Castedo realizó un descargo en su perfil de Facebook donde niega algunos de los dichos que se le atribuyen, afirma que otros fueron tergiversados y aporta información relevante al debate –sí– pedagógico, que aparece como sedimento –y no como caudal– de todo este ruido mediático. Es recomendable detenerse en las objeciones que plantea (su perfil es público), pues comienza a descascarar el relato monolítico y definitivo que aparece en el artículo, complejizando sus variables. Y, como hemos dicho tantas veces, el sistema educativo es un universo multidimensional, donde el reemplazo de una pieza no soluciona los problemas generales. La educación en Argentina no es un coche al que se le terminaron las pastillas de freno, entonces hay que reemplazarlas y vuelve a andar bien. Se parece más a un portaaviones a la deriva, todo oxidado y con marineros medio muertos de hambre, con buena parte de las piezas que es necesario reemplazar en espacios del barco medio inaccesibles y muy separadas entre sí.

Business are business

Pues entonces, ¿Cuál es el objetivo de este presunto debate? Debemos retomar el punto inicial. Dos artículos, con escaso tiempo de diferencia entre sí, con dos factores en común: la introducción de actores que vienen a aportar perspectivas “novedosas” para solucionar mágicamente los problemas educativos. Y una protagonista: María de las Mercedes Miguel. Afirmamos ya que modificar los planes de estudio de todo el país para orientarlo exclusivamente hacia la conciencia fonológica es una quimera irrealizable en el corto y en el mediano plazo. Pero el PRO, durante sus 9 años de gestión en la Ciudad de Buenos Aires, tejió alianzas con fundaciones vinculadas a ONG –muchas de ellas derivadas de las iniciativas de responsabilidad social empresaria con pata educativa, que les permite a corporaciones con sede en nuestro país desgravar impuestos–, y que tienen en un creciente ejército –ahí sí– de “voluntarios” sus recursos humanos para tender hacia la innovación pedagógica que, según Esteban Bullrich y el resto de sus cuadros educativos –Miguel entre ellos–, es imposible con los docentes profesionales. Así, las ONG atraen con una propuesta lavada y presuntamente desideologizada a jóvenes profesionales y estudiantes de las clases medias y altas a quienes les picó el bichito del compromiso social, y que terminan siendo la carne de cañón precarizada laboralmente para ir desplazando por goteo a los docentes de su rol. En CABA –el gran laboratorio político del PRO para su proyección nacional–, de hecho, ya se ha tercerizado en estas organizaciones no gubernamentales la Red Comunitaria de Apoyo Escolar: una oferta del Ministerio de Educación local para acompañar las trayectorias escolares en territorio. Si se busca en esa red a profesores particulares, ya no los encontrarán: tal vez sean estudiantes de márketing o relaciones públicas de una universidad privada que están enseñando a dividir y multiplicar.

Las ONG, a su vez, contratan a docentes e investigadores para brindar una mínima capacitación sobre didácticas y pedagogías a sus voluntarios. Y, como para muestra basta un botón, los materiales utilizados por la Red de Apoyo Escolar fueron los del programa DALE (“Derecho a Aprender a Leer y Escribir”) que está a cargo de Beatriz Diuk, estrecha colaboradora de Borzone como se puede advertir en los cuadernillos del programa (el maridaje entre DALE y la Red de Apoyo Escolar terminó en un pedido a la Escuela de Maestros de CABA para recibir a estos voluntarios en el marco de una capacitación con estrategias diferentes a las de DALE, que no habían dado el resultado esperado. Vale recordar que la Escuela de Maestros tiene como función única capacitar a docentes profesionales del sistema educativo público, y no a voluntarios de ONG sin título habilitante).

En síntesis, las “expertas” convocadas para realizar la consulta sobre cuestiones pedagógicas ya tienen en curso asociaciones bien concretas con la gestión de CABA, que resulta ser del mismo signo político que la gestión nacional.

Hipótesis y contexto

Surgen entonces algunas preguntas: ¿Por qué el Ministerio de Educación de la Nación presenta escenarios de renovación pedagógica que, dada la estructura del sistema educativo son irrealizables en el corto y mediano plazo, y su ejecución implicaría una nada desdeñable cantidad de Institutos de Formación Docente en estado asambleario? ¿Por qué insistir con un enfoque de una teoría pedagógica que –como plantea Castedo en su descargo– ni siquiera es el más renovador dentro de ese mismo paradigma? ¿Acaso busca situar un tema en agenda apelando a la nostalgia educativa de un público poco avezado en las sutilezas del campo educativo? ¿Con qué fin? ¿Será el de ampliar las alianzas entre el Estado y los programas a cargo de las “expertas” convocadas, de forma análoga a como parece estar planteada la relación entre el Ministerio de Educación de la Nación y el neuronegociado? ¿Será, en vez de un debate pedagógico, la simple puesta en funcionamiento de un lobby educativo que busca consensos más amplios con mensajes simplificadores? Son cuestionamientos que sería interesante dilucidar.

Por último, es pertinente incluir en este análisis el dato de que Emilia Ferreiro, señalada en el artículo de La Nación como la ideóloga de la psicogenética educativa y sus métodos, visita el país en estos días, en el marco de las Jornadas Internacionales de Escritura y Alfabetización que se realizan en la Universidad Nacional de La Plata. Emilia Ferreiro aplicó sus hipótesis sobre poblaciones vulnerables de diferentes países, y los resultados de sus indagaciones son de dominio público. A partir de ellas es que se trazaron algunas directrices que responden a algunos de sus planteos y que fueron incluidas como partes importantes de las estrategias oficiales de enseñanza de lectoescritura.

Este dato podría también ayudar a comprender por qué justo en el mismo momento en que Ferreiro visita nuestro país sale una nota atacando frontalmente sus postulados generales con tergiversaciones y simplificaciones brutales. ¿Aprovechar la coyuntura para, rebotando en Ferreiro, darle más visibilidad al nuevo-viejo “método” de la conciencia fonológica? Más preguntas. Todas ellas, divorciadas de las aulas reales, donde todos los días los docentes hacemos de nuestro trabajo un cadáver exquisito de verdades e intuiciones lejos de las marquesinas y el glamour de la siempre pasajera alta política.

Agradecemos a las compañeras docentes que aportaron información valiosísima para esta publicación y a los que comenten con sus opiniones.

* Publicada originalmente en el blog del autor

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/La-revolucion-educativa-de-Macri-volver-a-alfabetizar-por-conciencia-fonologica

Imagen: www.laizquierdadiario.com/local/cache-vignettes/L653xH368/arton60211-38967.jpg?1479783791

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Por la movilización sindical, política y social

¡Por fin! Las centrales sindicales toman conciencia y anuncian la convocatoria de concentraciones en toda España, ante las delegaciones del gobierno en las comunidades autónomas, el próximo 15 de diciembre y una gran manifestación en Madrid el día 18, para exigir al Gobierno que presente en el Parlamento políticas sociales, para acabar con la situación de miseria que viven millones de trabajadores y trabajadoras, porque «no vamos a conseguir avanzar y recuperar derechos sin movilización». El objetivo es impulsar las propuestas sindicales en la negociación con el Gobierno y la patronal.

El anuncio se produce un día después de la reunión del Gobierno con los agentes sociales. «Esta es una legislatura que tiene una pata en las mesas de diálogo, pero también tiene una pata en la calle», dijo Pepe Álvarez. Para el secretario general de CCOO, Fernández Toxo, Rajoy fijó tantos límites al diálogo que se alejan las posibilidades de solucionar los problemas de desempleo, pobreza y pensiones. Lo cierto es que el Gobierno vive en «una realidad paralela» al no reconocer la pobreza laboral, los bajos salarios como tónica general y la brecha salarial entre hombres y mujeres, asociados a las modalidades de contratación de la reforma laboral.

No hay excusas; los problemas de las personas no pueden esperar. «Son necesarios consensos básicos que vayan más allá de una legislatura y que recojan soluciones urgentes y eficaces a los problemas de la ciudadanía» dice Pepe Álvarez, secretario general de la Unión General de Trabajadores. El Gobierno debe negociar un nuevo contrato social para restituir los derechos sociales y laborales, en el marco del diálogo social. Sin lucha, no hay derechos.

El movimiento obrero, desde su nacimiento organizado, ha utilizado la Huelga General y la Huelga General Revolucionaria o Política como último recurso para conseguir sus objetivos: reivindicar mejores condiciones de trabajo y derechos laborales, y en particular ante reconversiones económicas e industriales, o crisis económicas y financieras. También se han convocado para subvertir el sistema o para luchar en favor de un modelo social más justo. No siempre se han conseguido los fines propuestos y no siempre han sido pacíficas las reacciones de los gobiernos afectados.

En 1855, el gobierno del general Espartero, sufrió la que podría nominarse como la primera huelga general en España. No podemos dejar de mencionar la «Huelga General Revolucionaria» de 1917, o la que se organizó con la Revolución de Asturias en 1934. A partir de 1939, las tinieblas franquistas, hicieron difícil la manifestación política, social o sindical y mucho menos huelgas generales. Imperaba la represión.

Durante la llamada Transición, hubo algunos conflictos sindicales sin mayor relieve, pues todo estaba centrado en el diseño del modelo de convivencia democrática. No es hasta el 14-D en 1988, cuando se convocó la primera huelga general de la democracia y contra un gobierno socialista. Se convocó contra una reforma en el mercado laboral, que abarataba el despido e instauraba unas condiciones de contratación para jóvenes, calificadas ya entonces como contratos basura. El seguimiento fue masivo; y doloroso para muchos socialistas que tuvimos que optar entre secundar al partido o al sindicato. Significó la ruptura de las relaciones fraternales históricas entre UGT y el PSOE.

El célebre decretazo de José María Aznar en 2002, provocó la huelga general del 20-J, contra una reforma laboral que recuerda a la actual. En 2007, el decretazo fue declarado inconstitucional, cuando Zapatero ya lo había derogado en 2004. Una Huelga General Política se convocó en 2003, contra la participación de España en la guerra de Irak. José Luis Rodríguez Zapatero vivió su propia huelga general contra una reforma laboral en 2010, impuesta por las «circunstancias de la crisis económica» y las presiones que desde Europa le impusieron. Esta huelga permitió a la ciudadanía expresar su malestar por la deriva política del gobierno socialista y hasta hoy.

Cuando Mariano Rajoy dijo en Bruselas, que la reforma laboral le iba a costar «una huelga general» sabía lo que decía. La huelga general del 29-M se convocó contra una reforma que desmanteló los fundamentos básicos del Derecho del Trabajo. Convirtió el despido en un recurso fácil, rápido y barato. Eliminó derechos adquiridos y pactados en los convenios colectivos.. Una reforma laboral contra el futuro, que aboca a un presente de precariedad y que Rajoy quiere mantener. Hasta el presidente de AC Hoteles, ha cargado contra la reforma laboral de Rajoy, que permite despedir a camareras de hotel con poca indemnización y subcontratarlas a empresas de servicios que las explotan.

España es el país más antisocial de la OCDE. En un informe destaca que la desigualdad aumenta, que ha crecido el número de trabajadores pobres y que la redistribución de la riqueza se ha estancado desde 2010. Los beneficios de las empresas aumentan y los salarios no suben. «Los niveles persistentemente altos de desempleo de alta duración, la caída de los salarios reales, y la segmentación del mercado laboral se han traducido en una disminución abrupta de los ingresos laborales». No es cierta la recuperación económica que nos venden. Según la OCDE en 2013 y 2014, las rentas más bajas siguieron por debajo de sus niveles de antes de la crisis, mientras que los salarios más altos recuperaron gran parte del terreno perdido.

El nuevo Gobierno no ofrece alternativas. Fernández Toxo explica que Rajoy ha marcado dos líneas rojas en lo que se refiere al diálogo social: se puede hablar de todo mientras se cumplan los compromisos con Bruselas y «no liquidar las reformas que se hicieron, y funcionan». El secretario general de CCOO no se observa voluntad del Gobierno de encarar el diálogo social. Bien venidas sean las movilizaciones que no solo han de recaer en los trabajadores y trabajadoras, sino en el conjunto de la sociedad, demandando igualdad, justicia, solidaridad y más participación democrática.

No podemos olvidar las movilizaciones del 15M y las marchas sobre Madrid; huelgas sectoriales, movilizaciones, mareas y actos que culminaron con otra Huelga General en toda España, porque el Gobierno, con sus políticas de recortes y reformas, nos llevaban a una situación de emergencia social, como ahora sufrimos. Las movilizaciones tuvieron sus consecuencias en las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015. Más de cinco millones de votantes, tuvimos la oportunidad de estar representados en el Congreso de los Diputados por los nuevos movimientos y partidos emergentes.

Rajoy y el PP han desmantelado el estado social, desvirtuando la propia democracia y el sistema de justicia para todos queda tocado. Criminalizar las protestas y endureció el Código Penal son síntomas de estado totalitario. Desaparecen prestaciones y servicios públicos; destruyen el sistema de salud, educación y protección social. Todo ha sido posible porque partidos en la oposición, sindicatos y la mayoría ciudadana se lo hemos consentido. Ahora es el momento de retomar la reivindicación.

Los líderes sindicales invitan a las fuerzas políticas, especialmente a las de izquierda, a sumarse a las reivindicaciones: «es la hora de la unidad». El portavoz de Podemos, Íñigo Errejón, ya ha anunciado que secundarán la iniciativa, no solo saliendo a la calle, sino también con su trabajo en las instituciones. Desde el PSOE, Rafael Simancas, entiende «perfectamente las razones que han llevado a los sindicatos a convocar la manifestación». Mientras, los medios de comunicación a lo suyo con variante: «Los sindicatos echan el primer pulso de la legislatura al nuevo Gobierno», titula El País. «Protestas contra los límites al diálogo socia», dice El Mundo Según ABC, «CCOO y UGT ofrecen ruido en la calle como respuesta al diálogo». Quien más da la nota, La Razón: «Los sindicatos se ‘podemizan’ y eligen la confrontación». «CCOO y UGT convocan por sorpresa protestas en diciembre», titula Cinco Días.

Es el momento de restablecer salarios, recuperar derechos y libertades y recuperar la dignidad en el trabajo en cuanto a la contratación y los derechos laborales y sociales, así como abrir un debate con respecto al futuro de las pensiones. Las movilizaciones y manifestación convocadas ahora, deben ser el principio de una legislatura de lucha y reivindicación, que prepare el camino ante una posible Huelga General por partidos políticos, sindicatos y movimientos sociales, por el establecimiento de un modelo social democrático y participativo, cuyos valores representen libertad, justicia social, igualdad y solidaridad. La más importante jugada de la derecha española, contando con la colaboración inicial del último gobierno socialista, ha sido la desunión de la clase trabajadora, punto neurálgico de su fortaleza de ésta.

Ahora más que nunca, es necesario que volvamos a las calles movilizándonos en concentraciones, manifestaciones y denuncias, exigiendo un cambio en las políticas del Gobierno. La movilización tiene que ser sindical, política y social.

Nota final: Lamento la muerte de Fidel Castro, sabiendo que todos moriremos. ¡Hasta la victoria siempre!

caval100

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=219716

Imagen: www.elpais.cr/wp-content/uploads/2016/11/Sindicatos-y-otros-movimientos-sociales-se-movilizaron-hacia-el-Congreso-argentino.-EFE-660×330.jpg

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Mil talentos en las aulas sevillanas

POR DIEGO J. GENIZ

  • Los padres reclaman mayor atención para detectar y tratar a los niños con altas capacidades.
  •  Muchos acaban en fracaso escolar por la falta de diagnóstico.

«Mi hijo llegó a pedirme un cambio de sexo para intentar agradar a los demás». El hijo de Nieves Santana nunca tuvo un problema de identidad sexual. Todo lo contrario. Lo único que quería con su propuesta era «ser aceptado». Con ocho años, este menor comenzó a dar síntomas de que podía ser un niño con altas capacidades intelectuales y superdotación (ACIS), un término del que su familia rara vez había oído hablar. «En segundo ya empezó a tener mal comportamiento en el comedor, quería llamar la atención de los demás. Como este problema se originaba fuera del horario lectivo, los maestros no se hacían responsables», recuerda Santana, quien en aquel momento llegó a pensar que el «conflicto» de su hijo podía estar relacionado con el entorno familiar, pero en ningún momento sopesó que poseyera una sobredotación intelectual.

El drama de esta sevillana lo viven muchas familias con hijos dotados con altas capacidades. Son niños, en su mayoría, que se sienten incomprendidos, rechazados y que, si no se detectan a tiempo, pueden convertirse en un nuevo caso de fracaso escolar. «A menudo se confunden con menores que sufren TDAH (trastornos por déficit de atención e hiperactividad), pero no está relacionado con este problema», apunta Verónica Gil, presidenta de Adosse (Asociación para el Desarrollo y Orientación de la Alta Capacidad en Sevilla), quien reconoce que se vio obligada a llevar a su hija al psicólogo cuando tenía ocho años «a escondidas» de su marido por el extraño comportamiento que presentaba. «Sufría insomnio, a menudo me decía una frase muy común en estos niños: no puedo controlar mi cabeza», añade Gil.

Nieves Santana encontró en esta asociación una vía para lograr que su hijo se aceptara tal como es. «Intenté quitarlo del comedor, porque allí es donde se mostraba agresivo, pero no lo consintió. Al final, a través de Adosse, lo llevé a un campamento de terapia emocional que le ha propiciado un cambio muy positivo», afirma esta madre. Jeannette Buiza también acudió a esta entidad. Al entrar su hija en Primaria empezó a presentar «síntomas extraños». «Cuando acabó Infantil comenzó a aburrirse. No quería trabajar», explica Buiza, a la que los maestros le dijeron entonces que se trataba de una niña «floja».

Éste es, sin duda, uno de los principales déficits de la educación pública a la hora de diagnosticar dichos casos. «Falta una formación en el profesorado para detectar y tratar a niños con altas capacidades», asevera la presidenta de Adosse. «Lo que nos encontramos en muchas ocasiones son a profesionales de la enseñanza que tienen un concepto de niño superdotado similar al que poseemos los padres de mi generación, y ello, pese a que el 10% de la población escolar andaluza presenta estas cualidades», incide Gil, que hace hincapié en que muchos padres «nos hemos sentido obligados a formarnos para que no nos callen la boca con la típica expresión de ‘esto no es así’ cuando reclamamos una atención adecuada para nuestros hijos». Según las estimaciones que maneja esta asociación, teniendo en cuenta que en la comunidad autónoma hay 7.703 alumnos con altas capacidades (los últimos datos son del curso 2014/15), en la provincia de Sevilla existen casi mil niños con estas cualidades. En Andalucía aún falta por identificar a más de 24.500 menores que poseen estas cualidades, pero que aún no están diagnosticadas como tales. No obstante, esta comunidad autónoma se encuentra entre las primeras de España en identificar a dichos escolares, que se incluyen en el amplio grupo de estudiantes con necesidades educativas especiales.

Jeannette Buiza ha tenido suerte en este sentido. La tutora de su hija en tercero de Primaria ya contó con un alumno con ACIS, por lo que está muy concienciada con estos casos. «Le manda proyectos. No se limita a que la niña realice fichas de enriquecimiento, que de tanto repetirlas le aburren. Intenta que no se aparte del resto de la clase, sino que su información, sus conocimientos, los comparta y se los explique a sus compañeros, una actividad que le estimula».

El aburrimiento constituye el principal problema que induce al fracaso escolar. «Es muy perjudicial que a un niño que puede dar más en clase se le frene. Esta limitación repercute en sus hábitos y aprendizajes. A muchos menores se les calla seis horas al día en el colegio por querer saber más», refiere Gil, que apuesta por cambiar «el sentido del aprendizaje». «No nos podemos quedar anclados en fijar unos objetivos mínimos para cada trimestre del curso. No conviene que a un alumno se le diga ‘esto no entra ahora’ o ‘ya se verá más adelante’ porque así sólo genera frustración en su interés por resolver las dudas», incide la presidenta de Adosse.

La falta de atención a estos alumnos provoca que el desapego que sienten por la educación siga sin resolverse al pasar a la Secundaria. Al llegar a esta etapa, ya se habrán generado consecuencias difíciles de paliar. Es lo que le ha pasado a Teresa Camacho con su hijo, que ya en tercero de Primaria comenzó a tener dificultades para «adaptarse al grupo de clase». «Desde entonces comenzamos una batalla en el colegio para que se le diera un tratamiento adecuado por los síntomas que presentaba. En pocos cursos pasó de sacar un 10 en Matemáticas a un 4. Sufría pérdidas de atención. No quería ir al colegio. Se sentía excluido, sin motivación», relata Camacho. No fue hasta sexto cuando la orientadora del colegio le realizó un test para valorar los talentos del menor. En ese momento se detectó su alta capacidad. Sin embargo, Camacho teme que el resultado llegue demasiado tarde: «Mi hijo, al pasar a la ESO, sigue sin motivación, sin ilusión. Consecuencia de tres años en los que le han frenado su interés».

Testimonios que conducen a una de las mayores carencias que padece la enseñanza andaluza: la atención a la diversidad. «Estos niños son infelices si no se les presta un trato adecuado», insiste Camacho. Para Buiza, el «verdadero problema» que sufren las escuelas es la falta de maestros de apoyo «tanto para atender a los alumnos que se encuentran por debajo de la media, como para los que lo están por encima, pues ambos casos conducen al fracaso educativo al no recibir una atención especializada».

«Muchas veces nos sentimos incomprendidas por otras familias, que piensan que buscamos recursos privilegiados para nuestros hijos porque son superdotados. Nada más lejos de la realidad. Deseamos que nuestros hijos se encuentren como los suyos, con el tratamiento debido, pero integrados en el aula, sin que se conviertan en rebeldes, problemáticos y fuera del sistema de enseñanza», mantiene Camacho. Los padres que integran Adosse insisten en que, pese a la alta capacidad intelectual de la que disponen sus hijos, muchos de ellos presentan problemas en la organización de sus estudios y en la adquisición de conocimientos, fruto del desapego hacia la escuela, como así reconoce Buiza que le ha pasado con su hija.

A ello se añade otro problema, el que se vive en los hogares. «Muchos padres, por la formación recibida, no podemos atender las necesidades de conocimiento que requieren estos niños, lo que provoca en nosotros también una gran frustración», insiste Nieves Santana, que exige que «sea la escuela la que supla esta carencia». Una situación que se sufre en muchas familias, con independencia de la zona en la que se resida. «Tenemos constatado que en las Tres Mil existen bastantes niños con altas capacidades, a los que sus padres ni se les pasa por la cabeza que posean esta dotación intelectual. La frustración que en los menores genera la falta de atención en la escuela y en la familia puede constituir un grave problema si no se soluciona antes de la adolescencia», explica Verónica Gil.

Los padres exigen que se cumpla lo que establece la ley: formación docente para detectar y tratar adecuadamente los casos de ACIS, personal suficiente para atender a este alumnado y abreviar el proceso burocrático desde que se detectan los primeros síntomas hasta el diagnóstico final. De lo contrario, como afirma Teresa Camacho, «se puede perder mucho talento en el camino».

El Plan de Actuación de la Junta de Andalucía para la atención educativa al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo por presentar altas capacidades intelectuales diferencia tres conceptos en función de diversos perfiles:

Hace referencia a las caraterísticas personales de un alumno que dispone de un nivel elevado (por encima del percentil 75) de recursos de capacidades cognitivas y aptitudes intelectuales como razonamiento lógico, gestión perceptual, gestión de memoria, razonamiento verbal, razonamiento matemático y aptitud espacial. Además, se requiere que este perfil aptitudinal vaya acompañado de una alta creatividad, igualmente por encima del percentil 75.

Hace referencia a aquel alumno con una elevada aptitud o competencia en el ámbito específico (por encima del percentil 95), como, por ejemplo, el verbal, matemático, lógico o creativo, entre otros.

Se trata del alumno que presenta una combinación de varias aptitudes (percentil superior a 80 en, al menos, tres capacidades).

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Los avatares de las metodologías

Psicogénesis o Conciencia fonológica

Por Darío Balvidares

Hace unos días el diario La Nación1 publicaba una nota titulada: Cambiarán el modo de enseñar a leer y a escribir.

De acuerdo con la nota, el Ministerio de Educación decidió optar por la perspectiva de la conciencia fonológica y abandonar la metodología usada hasta ahora para la que se observan ciertas premisas: Que la perspectiva psicogenética tiene más de 30 años; que le falta efectividad para alfabetizar a los chicos de sectores más vulnerables y que confía demasiado en el poder de los estímulos escritos del entorno.

Mientras que la conciencia fonológica parte de la oralidad para el reconocimiento de los fonemas y su posterior representación escrita; el grafema, la letra; también lo hace la Psicogénesis, pero en otro contexto.

¿Psicogénesis o conciencia fonológica? ¿Constructivismo o conductismo?

Sin entrar en cuestiones epistemológicas, que no tendrían lugar en este artículo, sí es necesario plantearse algunas cuestiones a la hora de las decisiones metodológicas asumidas en la cartera educativa.

Primero, es necesario plantear que es una falacia declarar obsoleta una metodología porque lleva más de 30 años. Desde los ’90 del siglo pasado, se ha puesto como argumento, sobre todo en Educación, la “obsolescencia”.

¿Acaso es una evidencia para desmantelar o deslegitimar criterios, miradas, prácticas y de esta forma legalizar cambios?

Dicho esto, y para no abundar, como lo que está en juego es el conocimiento y la lengua es uno de los aspectos más importantes para ese conocimiento y, más aún, para el comportamiento, se hace relevante revisar esta perspectiva, llamada conciencia fonológica que, como dice la nota, viene a reemplazar a la perspectiva psicogenética.

Veamos, la lengua no está separada del contexto social, es decir que no hay más posibilidades de desarrollo de la lengua que en el medio social. Y en los primeros años de edad esos contextos son el familiar, el del barrio y el de la escuela. Claro que en todas estas interactuaciones aparecen especificidades. Pues bien, la idea principal es que la lengua no es un hecho aislado sino un aspecto esencial para la vida y para la formación.

Hablé de desarrollo de la lengua y no de “adquisición”, puesto que, siguiendo a Halliday2, no considero la lengua como una mercancía a adquirir, incluso esta teoría de la “adquisición de la lengua” ha llevado a otra falsa teoría, la “teoría del déficit” y del “fracaso escolar”, que por lo visto aparece como otro argumento contra la perspectiva psicogenética: “Los chicos que tienen menos oportunidades extraescolares necesitan que la escuela haga un trabajo sistemático para ayudarlos a acceder al fonema”, dice una de la expertas en conciencia fonológica en la nota del diario. Pero sería muy largo discutirlo en este artículo, aunque es otro de los enfoques a tener en cuenta a la hora de la representación de la realidad y los procesos de significación que producen las políticas educativas.

“Ayudarlos a acceder al fonema”

Los que establecen la perspectiva de la conciencia fonológica como método para el aprendizaje de la lectoescritura dicen que “…el gran objetivo de la alfabetización es el acceso al fonema. El desafío es que el maestro intervenga para que sean capaces de desarmar cada sílaba y aislar cada fonema”. Es decir que a partir de la oralidad se establezca un proceso de identificación entre el fonema y el grafema: el sonido y su correspondiente letra.

En épocas de reformas y de estandarización, encuentro un problema fundacional a la hora de las correspondencias que pretenden los defensores de la metodología fonológica: la pérdida de los regionalismos, de algunas de las variedades lectales, de las particularidades culturales que se manifiestan en los conocimientos y comportamientos de la lengua.

Veamos, en el siguiente enunciado: “vamos a casa”, la cuestión está cuando aparecen las diferencias fonéticas respecto de las distintas regiones; las variables lectales. Hasta acá, el ejemplo es válido para explicar las correspondencias fonéticas en la variable rioplatense.

Ahora bien, un maestro o maestra de Entre Ríos diciendo el mismo enunciado, la /s/ de /vamos/ va a estar aspirada. Entonces, cómo establecer la correspondencia, puesto que esta perspectiva se fundamenta en la oralidad, sus correspondencias y el aislamiento fonético. Aún más, qué ocurre en la propia Ciudad de Buenos Aires con, por ejemplo, “mosquito” donde también el fonema /s/ se aspira.

Veamos otro ejemplo, qué sucedería en Córdoba con el siguiente enunciado: “corran”, donde aparece la doble vibrante /rr/, pero oralmente en Córdoba la fonética es /y/;  el fonema /y/ no tiene correspondencia con el grafema, esto es, con la representación escrita.

Entonces, si la lengua es social, si la metodología psicogenética trabaja desde esa perspectiva, esto es, poner la lengua en contexto, si el desarrollo de la lengua se realiza a partir de la contextualización y el enfrentarse con la experiencia directa, así como para aprender a nadar hay que meterse en el agua sin pensar en las moléculas que la componen; pues entonces desarrollar la lengua en los niveles de lectoescritura, también supone la interacción con experiencias culturales directas.

El desarrollo del lenguaje es indisociable de la interacción con el medio, por lo tanto está más cerca el apoyo que puede ofrecer la sociolingüística como marco teórico para una metodología de la lectoescritura. Porque su marco de referencia es lo social.

Mientras que los procesos cognitivos del cerebro, abordados por las neurociencias y de donde deriva la perspectiva de la conciencia fonológica, infieren un aprendizaje demasiado específico, dirigidos hacia la identificación de componentes lingüísticos que en el contexto de una metodología de aprendizaje puede tener consecuencias colaterales.

Y sin proponérselo (o sí) diseñar un camino hacia la disolución de las variables dialectales. Para los que pensamos que toda forma dialectal es portadora de significación cultural, ese proceso de disolución imprimiría que una variable se destacara como la deseada, imponiéndose jerárquicamente sobre las otras. Una especie de laboratorio de ingeniería lingüística con la suficiente potencia de estandarización que borraría las variables dialectales.

El desarrollo del lenguaje y el medio social se retroalimentan uno al otro, las metodologías de enseñanza de la lectoescritura no pueden obviar esa dialéctica y si la perspectiva fonológica tiene algo para aportar en este sentido debe ser bienvenida, como aporte, como herramienta que complemente, no como metodología que sustituya.

*Profesor y Licenciado en Letras (egresado UBA)
Fue Rector y docente de la Escuela de Comercio Nº 3 Hipólito Vieytes (CABA)
Productor periodístico y columnista de “La Deuda Eterna” (FM Flores 90.7)
Autor de “La novela educativa o el relato de la alienación” (ensayo 2005) y decenas de artículos sobre política educativa.

1 Vázquez Luciana “Cambiarán el modo de enseñar a leer y a escribir” diario La Nación. 15-11-2016

2 Halliday MAK El lenguaje como semiótica social. Fondo de Cultura Económica. México. 1985

Artículo enviado por su autor a la redacción OVE

Imagen tomada de: http://files.lenguaescrita.webnode.es/200000215-5b0285bfc4/escritura.jpg

 

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La igualdad, de las aulas al trabajo

Por: David Fernández Guerrero

En Marruecos y Túnez apenas trabaja o busca empleo una de cada cuatro mujeres en edad de hacerlo. Mientras, la proporción de hombres activos en el mercado laboral se acerca a la barrera del 70%, o la supera, según datos de Naciones Unidas, pese a que en algunos países de la región las mujeres ya representan a la mayoría de las estudiantes. Es solo una pequeña muestra de lo que queda por lograr en el Norte de África y Oriente Medio, en la lucha por la igualdad de género. Logros y retos analizados durante el foro Mujeres por el Mediterráneo: motor de desarrollo y estabilidad, organizado por la Unión por el Mediterráneo (UfM) en Barcelona el pasado octubre.

Los órganos legislativos de la región cuentan con más parlamentarias que nunca. Las leyes, poco a poco, dejan atrás la visión estereotipada de la mujer dependiente. Delphine Borione, vicesecretaria general de la UfM, enumera algunos de estos avances: “Los presupuestos de Marruecos tienen en cuenta las cuestiones de género. Egipto trabaja contra la violencia de género. Túnez cuenta con legislación a favor de los derechos de la mujer. Argelia tiene muchas parlamentarias desde hace tiempo”. Los países de la región han dedicado recursos al sistema educativo y a facilitar el acceso de la mujer a este, explica Nabila Hamza, activista y socióloga especialista en temas de género: “En buena parte de los países árabes, la mayoría de los estudiantes universitarias son mujeres. En Túnez, estamos hablando del 60%”.

 Sin embargo, el mercado laboral no ha seguido al ámbito educativo. “La tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral [incluye a quien tiene o busca trabajo] de Oriente Medio y el norte de África ronda el 25%, de media”, relata Hamza. ¿Por qué sucede esto? Para empezar, porque “la educación, por sí sola, no es suficiente”, avisa esta activista, quien habla de obstáculos “culturales, sociales y religiosos”. “Si, según el código de familia, hace falta el permiso del padre, del hermano, para abrir una cuenta bancaria; para tener un permiso para viajar fuera del país… ¿cómo vas a estar empoderada?”, reflexiona.

Cambiar los libros escolares puede ayudar a superar los roles de género tradicionales

Tampoco ayuda el momento que vive la región, con algunos de sus países arrasados por la guerra y en plena crisis migratoria. Por si fuera poco, “está la crisis económica, que impide la participación de la mujer” en el mercado laboral y los negocios, añade Borione. Cualquier reforma en favor de los derechos de la mujer, además, topa con el “reforzamiento del islamismo”, opina Hamza. Esta tendencia obligará a los gobiernos de la región a acometer cualquier cambio “con precaución”, añade.

Pese a todos los retos, hay maneras de avanzar. La activista menciona algunos: “Los objetivos de desarrollo sostenible ayudarán a mantener la presión internacional sobre los Gobiernos, para asegurar el reconocimiento de la mujer. Es también una necesidad económica [por el potencial que la igualdad de género puede aportar al desarrollo de la región]”. Asimismo, la legislación ya aporta elementos que pueden ayudar a la incorporación de la mujer al mercado laboral, que hay que aplicar. Jihen Boutiba, secretaria general de la organización empresarial BusinessMed, cita uno: “En Túnez las empresas con más de 100 empleados deben tener una guardería. No siempre se cumple”.

“Hay que cambiar los manuales escolares para superar los estereotipos” machistas, añade Hamza. Clichés que dificultan la igualdad en el mercado laboral. “Están presentes en la mente de los hombres, pero también de las mujeres”, recuerda Borione: “Se les dice desde una edad muy temprana que no pueden salir, que tienen que permanecer ligadas a un hombre”. Estos prejuicios, en su forma más extrema, se traducen en violencia de género. El 34% de las mujeres egipcias ha sufrido violencia física o sexual de su pareja, según datos de la OCDE.

La vicesecretaria general de la UfM menciona el proyecto Formando ciudadanos responsables, organizado bajo el paraguas de esta organización internacional. El objetivo de esta iniciativa, “en marcha en Túnez y Marruecos desde hace un año”, es prevenir la violencia contra niñas y mujeres; al tiempo que se introducen valores cívicos en la escuela. Para ello, se ha “revisado [con ministerios, profesores y estudiantes] los libros de texto” que se usan para la enseñanza de los estudiantes de 11 a 15 años, al tiempo que se “forma a los profesores”. Trabajo que, según Elarbi Imad, director del proyecto, ha permitido detectar estereotipos en los libros de texto, como “ilustraciones en las que se muestran una mujer en la cocina, o al hombre leyendo un periódico mientras ve la televisión”. Con la información recogida se involucrará a todos los agentes educativos docentes, familia y alumnos, sociedad civil en la enseñanza de conceptos como “la democracia, los derechos humanos, los derechos y responsabilidades de la ciudadanía y el diálogo intercultural”.

Inès Safi.
Inès Safi. Juan Barbosa

 Combatir cualquier forma de intolerancia, una necesidad

Estudiar la religión musulmana en toda su complejidad, y el papel que la mujer juega en esta, puede ayudar a luchar contra las interpretaciones más intolerantes del Islam. Aquellas que reducen a la mujer a un papel secundario. Estas son algunas de las ideas que lanza Inès Safi, física teórica del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia y experta en el Islam.

Debido a la confrontación entre una “visión radical del islam”, y el “extremismo antiislámico”, no hay lugar “para una visión espiritual del Islam”, argumenta esta investigadora de 49 años. Una manera de entender la religión que sea crítica con los textos religiosos, que no someta la mujer al hombre. Al fin y al cabo, “la Europa medieval heredó el amor cortés [que entendía la mujer como superior al hombre] del mundo musulmán”. “La ignorancia y el dogmatismo nos han herido. Ha habido muchos estudiosos de la religión en el Islam que se han mostrado a favor de la mujer”, asegura Safi.

¿Cómo se puede propagar esta visión alternativa? Para empezar, mostrando otra imagen de la mujer musulmana, que sirva de ejemplo. Con “mujeres musulmanas con liderazgo, que puedan inspirar a otras” por ejemplo. “Científicas que ayuden a generar una visión positiva de la religión”, añade.

Sarra Arbaoui.
Sarra Arbaoui. Juan Barbosa

 Al mundo agrícola, por la puerta de la investigación

La historia de la tunecina Sarra Arbaoui es la de quien supera las barreras de un sector especialmente propenso al machismo. Ayudante de investigación del Instituto Superior de Agronomía Chott-Mariem, recuerda como en la escuela de agrónomos a ella y a otras compañeras de clase se les aconsejó “reorientarse para buscar trabajo en otros ámbitos”. ¿La razón? “Los empresarios agrícolas creen que las mujeres no son capaces de tomar decisiones, ni se pueden quedar hasta tarde, por sus obligaciones familiares”, relata esta investigadora, beneficiaria del proyecto ‘WOMED: la siguiente generación de líderes’ de la UfM, sobre formación en liderazgo.

Ella vivió el prejuicio en sus propias carnes: “Para las prácticas, éramos cuatro mujeres y un hombre. Él era el último de la promoción, y pese a ello lo escogieron para trabajar”. Esto, sin embargo, no las detuvo. Una de sus compañeras es lugarteniente del ejército. Otra, especialista en pesca. La tercera se ha hecho un sitio en el sector como “especialista en producción animal, gestionando un proyecto con su marido”. Ella optó por la investigación. Con tanto éxito, que en 2012 recibió el premio L’Oréal-UNESCO Mujer y Ciencia por su investigación sobre la remediación de los suelos.

Sus hallazgos abren la puerta a la recuperación del terreno sin necesidad de componentes químicos. La ciencia, en todo caso, no parece tener los mismos prejuicios que el empresariado agrícola. “Cuando yo me presenté al puesto, me evaluaron por lo que hice y por mi experiencia, no por otros factores”, recuerda.

Fatima Zahra.
Fatima Zahra. Juan Barbosa

 De la incredulidad al entusiasmo

La familia de Fatima Zahra no creía en su proyecto. Pero su mentor sí. Y este apoyo le bastó para poner en marcha Biodome du Maroc. La empresa que lidera aspira a remplazar el uso del gas butano en agricultura con biogás, más barato y seguro. Sin embargo, el escepticismo inicial se convirtió rápidamente en entusiasmo tan pronto como el proyecto empezó a funcionar, relata Zahra, de 29 años: “Hombres y mujeres han creído que era posible, cuando ha empezado a ser exitoso”.

Los prejuicios siguen presentes:“hay hombres que me contactan para obtener información, pero se esconden”, explica. Pero esta empresaria marroquí es optimista. Entre otras cosas, porque en la actualidad “todo el tema de la agricultura se centra en la innovación”. “Es el momento ideal”, asegura con confianza esta beneficiaria de la iniciativa WOMED de la UfM.

Fatima Al Annan.
Fatima Al Annan. Juan Barbosa

 Formarse sí sirve para tener un futuro

Estudiar en la Universidad no siempre abre la puerta a un futuro mejor. Ni en España, ni en Oriente Medio. Pero en el caso de Fatima Al Annan sí fue posible. Su puerta se abrió durante una feria de trabajo en la Universidad Libanesa. Al Annan, estudiante de biología, conoció unos cursos de formación que la ONG Amideast proporcionaba, como parte de un proyecto de la UfM en el ámbito para la empleabilidad de las jóvenes con estudios incompletos o en formación. “Allí nos dieron clases de inglés, de ordenador. También recibimos formación en atención al cliente y emprendimiento. Aprendimos a escribir un currículum vítae y adquirimos habilidades de liderazgo”, relata esta libanesa de 25 años.

“Mucha gente me decía que acabaría cansada, porque las clases eran en verano”, explica. Por si fuera poco, su hermana tenía poca fe en el curso. “Mi hermana siempre me decía: ‘¿qué estás ganando con ello?’. Ella creía que tenía que conocer alguien para obtener un trabajo”. Pero Al Annan sí creía que el esfuerzo valía la pena. “Nos decían que podíamos hacer cualquier cosa. Que teníamos que ser positivas”. Los meses de formación sirvieron para algo. Tanto, que ahora trabaja como administrativa en el Ministerio de Defensa libanés.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/11/28/planeta_futuro/1480335245_064140.html

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En defensa de la Revolución Agroecológica

Por : Pilar Galindo

El, sábado 26 de noviembre, nos hemos levantado con la noticia de la muerte de Fidel Castro.

El, 25 de noviembre, apareció el nº 90 de la “Revista Biodiversidad, Sustento y Culturas” que, durante 22 años, l@s compañer@s de GRAIN elaboran para tejer alianzas por la agroecología y la soberanía alimentaria. Este número, titulado “Cuba: su nueva revolución campesina” está dedicado a la revolución agroecológica cubana. Su editorial reproduce un discurso de Fidel Castro de hace 20 años (16/11/2016) ante la Asamblea General la FAO (Oganización Mundial para la Agricultura y la Alimentación):

“El hambre, inseparable compañera de los pobres, es hija de la desigual distribución de las riquezas y de las injusticias de este mundo. Los ricos no conocen el hambre. El colonialismo no fue ajeno al subdesarrollo y la pobreza que hoy sufre una gran parte de la humanidad. Tampoco son ajenos la hiriente opulencia y el derroche de las sociedades de consumo de las antiguas metrópolis que sumieron en la explotación a gran parte de los países de la Tierra. Por luchar contra el hambre y la injusticia han muerto en el mundo millones de personas. Son el capitalismo, el neoliberalismo, las leyes de un mercado salvaje, la deuda externa, el subdesarrollo, el intercambio desigual, los que matan a tantas personas en el mundo. ¿Por qué se invierten 700 mil millones de dólares cada año en gastos militares y no se invierte una parte de estos recursos en combatir el hambre, impedir el deterioro de los suelos, la desertificación y la deforestación de millones de hectáreas cada año, el calentamiento de la atmósfera, el efecto invernadero, que incrementa ciclones, escasez o excesos de lluvias, la destrucción de la capa de ozono y otros fenómenos naturales que afectan la producción de alimentos y la vida sobre la Tierra? Las campanas que doblan hoy por los que mueren de hambre cada día, doblarán mañana por la humanidad entera si no quiso, no supo o no pudo ser suficientemente sabia para salvarse a sí misma”.

Hace 20 años, la Via Campesina promovía ante la FAO la visibilización de las luchas campesinas por la soberanía alimentaria de los pueblos en base a la agricultura campesina. Simultáneamente, también hace 20 años, iniciábamos en Madrid -tras el encuentro de militantes del Movimiento Antimaastricht, la Via Campesina y la Plataforma Rural en Amayuelas-Palencia, noviembre 1996- la andadura de los Grupos Autogestionados de Konsumo (GAKs), para expresar de forma organizada, la lucha de los consumidores responsables contra la mercantilización y globalización de los alimentos. Desde entonces, los GAKs establecen relaciones de responsabilidad compartida entre agricultores y consumidores mediante la compra directa de alimentos ecológicos a familias campesinas transformando en sujetos sociales activos a l@s consumidor@s manipulados por la publicidad y enfermad@s por la alimentación industrializada.

Felicitamos a GRAIN y al Consejo Editorial de “Biodiversidad, Sustento y Culturas” por estos 22 años de cultura agroecológica campesina y por regalarnos este número 90 que se convierte en un homenaje a la revolución agroecológica cubana y a su lider Fidel Castro Ver nº 90 revista completa.

Fuente: http://www.lagarbancitaecologica.org/cultura-alimentaria/educacion-alimentaria/seguridad-alimentaria/en-defensa-de-la-revolucion-agroecologica

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Los jóvenes han perdido el respeto al sida

Por: Eduardo Azumendi

  • La presidenta de la Comisión Ciudadana Anti-Sida de Álava, Belén Martínez Burgo, alerta de que los jóvenes han bajado la guardia ante una enfermedad que “no está bajo control”.
  • En 2015 en el País Vasco se notificaron 151 nuevos diagnósticos de VIH.
  • La transmisión en hombres que tienen sexo con hombres continúa siendo mayoritaria, con un 51,7% del total de los nuevos diagnósticos.

1994. Momento álgido de la epidemia del sida con alrededor de 500 nuevos casos anuales. Una enfermedad que amenaza con asolar a una generación. Sin embargo, a partir de esa fecha las cifras descienden de forma espectacular gracias los nuevos tratamientos antirretrovirales. Aunque los casos de sida descienden en los últimos años, los de VIH (las personas que contraen la infección) no lo hacen. Las cifras se mantienen relativamente estables con cifras cercanas a los 200 casos cada año. En 2015, en Euskadi se notificaron 151 nuevos diagnósticos de VIH, cifra similar a la del año anterior. “Los jóvenes han perdido el miedo y el respeto al sida, una enfermedad que no alcanzan a ver el destrozo que puede provocar”. Así lo cree la presidenta de la Comisión Ciudadana Anti-Sida de Álava, Belén Martínez Burgo, quien alerta de que los jóvenes han bajado la guardia ante una enfermedad que “no está bajo control

El 78,1% de las nuevas infecciones corresponden a hombres. La edad media del total de personas diagnosticadas es de 38,2 años. La transmisión en hombres que tienen sexo con hombres continúa siendo mayoritaria, con un 51,7% del total de los nuevos diagnósticos y un 66,1% de los diagnósticos en hombres. El 34,4% de las nuevas infecciones corresponde a personas originarias de otros países, principalmente latinoamericanas y africanas.

 Según la presidenta de la Comisión Ciudadana Anti-Sida de Álava, los jóvenes mantienen prácticas sexuales de riesgo porque entiende que el sida tiene tratamiento. “Saben que hay una solución con los tratamientos antirretrovirales, de alguna manera creen que se puede vivir de una forma más o menos saludable con el VIH toda la vida. Pero no se dan cuenta de que esos medicamentos tienen efectos secundarios. Están jugando con su vida”.

Por otro lado, la Asociación de Gais, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales del País Vasco-Gehitu critica que con “la excusa de la crisis” la estrategia que se está siguiendo desde el Gobierno Vasco es la de continuar “con el recorte de recursos destinados a la prevención del VIH, derivando sibilinamente parte de los mismos para redirigirlos hacia la prevención de la hepatitis C”.

“Esta enfermedad”, añade Gehitu, “requiere una consideración particularizada, no un mero reparto de los ya insuficientes medios destinados a la prevención del VIH con el fin de justificar que se tienen en cuenta ambas problemáticas. Esto es simple maquillaje político.

Uno de los caballos de batalla de las instituciones en la laucha contra el VIH es la importancia de someterse a la prueba rápida de detección para que en caso de resultar positivo el resultado la persona inicie el tratamiento tanto para garantizar su propia salud y su vida como la ajena, ya que no puede seguir transmitiendo la enfermedad.

Por otra parte, desde el inicio de la década de los 2000 se está registrando un incremento de infecciones de transmisión sexual como sífilis y gonocias, que desde hace muchos años estaban reducidas a niveles poco significativos.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/jovenes-perdido-respeto-sida_0_585842453.html

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