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El principio de no regresividad y la violación al Derecho Humano a la Educación en Costa Rica

Por Nora González Chacón

El gobierno de Costa Rica hace ya varios años ha incumplido con el principio de progresividad propio de los derechos humanos y con sus acciones respecto de su obligación de crear condiciones materiales e inmateriales para el ejercicio de derechos, especialmente en el derecho humano a la educación que al día de hoy está subsumido en una crisis que se manifiesta en varias aristas: crisis material, simbólica e ideológica.

Sobre el derecho humano a la educación

El principio de progresividad en materia de derechos humanos implica un gradual progreso en las acciones estatales en materia de derechos humanos, no pueden ser regresivas.  El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) en el artículo 5 señala explícitamente que esta normativa no le da derecho alguno a un Estado, grupo o individuo a realizar acciones tendientes a la destrucción de los derechos y libertades y no  admite restricción o menoscabo en el cumplimiento de los derechos signados. Consecuentemente los Estados tienen la obligación de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos que una vez ratificados por los países se conforman como leyes constitucionales perpetuas porque la Declaración Universal de Derechos Humanos, los Pactos Internacionales, Convenciones y demás instrumentos que se derivan de ellos, se basan en el reconocimiento de la persona humana, de su dignidad, igualdad en derechos y libertades y ello no se puede relativizar.

La educación como derecho humano está reconocida en el artículo  26 de La Declaración Universal de Derechos Humanos y en el artículo 13 de los DESC y ambos la refieren como orientada al pleno desarrollo de la personalidad humana y de su dignidad, fortaleciendo el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Crisis material

A pesar que nuestra Constitución Política ha sido progresiva en cuanto a crear las condiciones legales para su financiamiento, aplicando medidas como la reforma constitucional del año 2011 al artículo 78 aumentando un 2% del PIB para la educación pasando de un 6% a un 8%, lo cierto es que no se ha logrado financiar la educación con ese 8% y la tendencia a la baja en la educación está en caída libre incluso logrando cifras inferiores al 6% del PIB al día de hoy en un contexto en el que el 40% de estudiantes de entre 4 a 18 años se encuentran en pobreza y en este gobierno (2022-2023) las becas y transferencias condicionadas tuvieron una reducción real acumulada de casi un 30% (PEN, 2023).

Evidentemente hay una regresividad del derecho, un incumplimiento del Estado y un retroceso en el ejercicio del derecho humano a la educación por parte de los habitantes del Costa Rica. La gravedad de ello es que la educación en un derecho habilitante de los demás derechos, promueve el ascenso social, combate la pobreza, distribuye la riqueza y disminuye las desigualdades.

Crisis simbólica

Desde el Estado: Declaraciones recientes de Rodrigo Chaves (Ex funcionario del Banco Mundial, y cesado por acoso sexual), quien ostenta la silla presidencial del país, indicó que el porcentaje dedicado constitucionalmente a la educación había sido una medida populista y la ministra de educación Katharina Müller (Ex funcionaria de la UNESCO) señaló recientemente que el 8% para educación era un invento sin bases científica y que se debe enseñar a “los chiquillos” que la lista de los planetas cambia anualmente. (Ver: https://www.telediario.cr/videos/television/piden-renuncia-ministra-educacion-declaraciones-polemicas).

La MINISTRA DE EDUCACIÓN (con mayúscula) desea crear un imaginario social que ponga por fuera de las dimensiones reales de vida y de la existencia humana, las razones por las cuales se afecta la vida  diaria y la salud: ubica el origen de estos males ciudadanos en la relación natural, cósmica, planetaria  (perdón pero no puedo dejar de reírme cuando escribo esto…) y seguro extrasensorial, en la alineación de los planetas viejos, nuevos y futuros de nuestro sistema solar: “La lista de los planetas… porque es lista cambia cada año… queremos que los chicos entiendan como el movimiento de los planetas les afecta su vida diaria y su salud”  (Ver: https://www.teletica.com/politica/expresidente-de-sinart-ordeno-contratar-a-empresa-de-asesor-presidencial_342031 martes 5 de setiembre ).

Es evidente que ambos jerarcas cometen un delito, al atribuirse la potestad de interpretar el contenido y alcance de un derecho humano, así como la inversión en educación y la progresividad del derecho y consecuentemente disminuyen la dignidad de las costarricenses, los costarricenses y sus habitantes. Violentan el artículo 5 de los DESC, citad en el primer párrafo, que prohíbe a un Estado, grupo o individuo a realizar acciones tendientes a la destrucción de los derechos y libertades y no admite restricción o menoscabo en el cumplimiento de los derechos signados.

En el lenguaje: Los nueve informes del Estado de la Educación son el referente académico por excelencia en nuestro país en esta materia, sin embargo, no entienden la educación como un derecho humano ni trabajan con indicadores derivados de estos.  El nombre que se le da al derecho humano a la educación es: inversión social pública en educación o educación como bien público.  Únicamente en el primer informe se hace referencia a la educación como derecho humano. Estos informes miden la calidad de la educación en comparación a los resultados de las prueba PISA de Costa Rica respecto de los demás países que integran este órgano o según índices de desarrollo humano.

La pérdida simbólica, política, académica y de ejercicio de derechos está en vaciar el contenido de la educación como derecho humano.

Crisis ideológica

La avasalladora globalización económica que más que nunca ha generado una concentración de dinero inimaginable para quienes somos pobres, tiende a desaparecer y desprestigiar lo público con el propósito de construir un mercado que brinde todos los bienes y servicios, incluidos los derechos y en especial el derecho humano a la educación que ha tendido a una estandarización de conocimientos y a una concentración de producción del conocimiento científico los grandes polos de poder. Organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de origen privado y ahora intergubernamental promueve el desarrollo económico en base a procesos de formación en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (STEM por su denominación en el idioma inglés) según las necesidades del mercado internacional muy descontextualizada de las realidades latinoamericanas y costarricense. Sin embargo, sus variables e indicadores de medición se nos imponen para que los países mas ricos del mundo sepan que tanto nos parecemos a ellos o no y en cuáles rubros. Pero en nuestras realidades cotidianas crece la pobreza, la evasión fiscal, el desempleo sin seguro de  desempleo, disminuye la cobertura médica, hay permanente crisis políticas, poca inversión en programas sociales para atender embarazo adolescente, poco presupuesto real para dar educación de calidad y contextualizada a nuestra realidad entre muchas otras cosas más (¡Ah! y explicaciones planetarias de las crisis económicas y de salud…).

Esta tendencia hacia lo privado ha llevado a los grupos de personas de negocios a ocupar puestos de poder y de toma de decisiones, gerenciando lo público y dándole “valor” hasta al ejercicio de un derecho. El desprecio por lo público se manifiesta en el ultraje sistemático a los derechos humanos y a la falta de empatía hacia la ciudadanía.

La educación en Costa Rica ya no es un derecho humano:  es un valor público, un bien público, una inversión social y por tanto no le aplican sus principios y se puede ir hacia atrás en las condiciones del cumplimiento de ese bien y valor, por ello además, las luchas populares por ella carecen de fundamento epistemológico sólido y se pierden.

Referencias

CNDH. (2016), Los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad de los derechos humanos. https://www.corteidh.or.cr/tablas/r37023.pdf

ONU. (1948). La Declaración Universal de Derechos Humanos. https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights

ONU. (1966) Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.  https://www.ohchr.org/es/instruments-mechanisms/instruments/international-covenant-economic-social-and-cultural-rights

PEN. (2023). Noveno Estado de la Educación 2023. https://estadonacion.or.cr/?informes=informe-estado-de-la-educacion-2023

Noticias

Telediario https://www.telediario.cr/videos/television/piden-renuncia-ministra-educacion-declaraciones-polemicas

Teletica.com https://www.teletica.com/politica/expresidente-de-sinart-ordeno-contratar-a-empresa-de-asesor-presidencial_342031).

El principio de no regresividad y la violación al Derecho Humano a la Educación en Costa Rica

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Alfabetización informacional o cómo hacer de tu biblioteca escolar un motor de trabajo

Por: 

El día 8 de septiembre es el Día Internacional de la Alfabetización, decretado por la Unesco hace décadas. Hoy día, España no vive una realidad de analfabetismo, al menos no en relación a saber leer y escribir. Pero sí se plantea, como en todo el mundo, el problema de enfrentar una vida llena de datos, bulos, información, paparruchas, IA y noticias falsas. ¿Qué debe y puede (con ciertos mimbres) hacer una biblioteca escolar en estas tesitura?

La Lomloe, que entra en su segundo año de desarrollo, establece que todos los centros educativos han de tener una biblioteca escolar. La ley también establece, así como los decretos de desarrollo curricular que le van aparejados, tanto del Ministerio como de las comunidades autónomas, que la alfabetización ya sea mediática, informacional o digital, debe ocurrir en todas las etapas y materias.

Tres alfabetizaciones que quienes se encargan de organizar y dinamizar bibliotecas escolares, ya sean docentes o bibliotecarias saben diferenciar, aunque como dice alguna de aquellas que han participado en la elaboración de este reportaje, las fronteras son porosas.

Para sentar unas bases lo más comunes o claras posibles, la idea de esta alfabetización informacional (Alfin para las entendidas), es la capacidad de buscar, seleccionar información, trabajarla y hacer una devolución en diferentes formatos.

Según la ley educativa, es asunto del profesorado realizar este trabajo, de diferentes maneras, a lo largo de la escolarización de niñas y niños. No debería tener porqué hacerlo en solitario y, tal vez, con escasa o nula formación en el tema. Para eso está la biblioteca escolar, para echar un cable.

“Más que urgente, es vital”. Son palabras de Felicidad Campal, bibliotecaria en la ciudad de Salamanca. No en un centro educativo, sino en una biblioteca pública, aunque realiza visitas a centros y recibe escolares en su trabajo. Es una de las mayores expertas en la materia. Para ella, la “competencia informacional es básica, tanto como saber leer y escribir”.

Proyectos, situaciones de aprendizaje, multidisciplinariedad

Para Campal, los proyectos son una de las mejores maneras para hacer esta labor de alfabetización. “Son interesantes pero necesitas tiempo y ganas de hacerlos. Se trata de emocionar”. Aunque entiende que al profesorado se le exigen muchas funciones y “es más fácil utilizar el libro de texto”.

Júlia Baena es bibliotecaria por estudios, aunque lleva años trabajando en el ámbito escolar en Cataluña. Desde hace algún tiempo está haciendo entrevistas a personas expertas, a la vez que un focus group con estudiantes de secundaria. Está inmersa en la elaboración de su tesis doctoral que, precisamente, trata sobre la alfabetización de adolescentes.

Para esta experta, la nueva ley abre alguna puertas interesantes para las bibliotecas escolares (BE) gracias a la apuesta por metodologías como el aprendizaje por proyectos, la puesta en marcha de situaciones de aprendizaje en los currículos, o el trabajo multidisciplinar.

Son puertas que sus compañeros docentes podrán abrir, aunque ya tenían otras oportunidades para trabajar el Alfin.

En la otra punta del país, en Galicia, llevan años pudiendo realizar lo que han llamado Proyectos Documentales Integrales (PDI). Su nombre es bastante claro. Se trata de hacer metodología por proyectos que, además, tenga muy presente el trabajo con la documentación, con la información. Y, además, debe implicar a todo el centro: alumnado, profesorado, PAS e, incluso, entidades ajenas. Los explica Mónica Muñoz. Es maestra de música en Vigo y, además, la responsable de su biblioteca escolar.

“La BE dinamiza a la hora de buscar recursos. Se buscan libros, enlaces, se ofrecen tutoriales para trabajar por proyectos, sobre cómo se cita bibliografía, cómo se usan las imágenes y la música libres de derechos” o, incluso, se impulsa el proyecto desde la propia biblioteca, comenta Muñoz.

Para ella, además de los grandes proyectos de centro, la formación sobre Alfin puede comenzar elaborando pequeñas preguntas, “hacer pequeñas búsquedas del tesoro. Hay cosas tan básicas… como lo que antes llamábamos técnicas de estudio como un buen subrayado, un buen esquema”.

Gettyimages

Asunción Carballo, profesora de Lengua castellana en un IES de Vigo señala, durante la misma conversación con Mónica Muñoz, la importancia de que la selección de los materiales audiovisuales porque “muchas veces mandas al alumnado a buscar en el mar de internet pero sin estrategias ni herramientas”.

Esta es una de las patas más importantes del Alfin, y esta, uno de los tres pilares que estas dos docentes y bibliotecarias escolares destacan de una BE, junto a la formación de usuarios (en el uso y provecho de la propia biblioteca) y la animación a la lectura.

Loli Olmos, PT en un CEIP de Granada trabaja en la misma línea. Bajo la premisa de que lo más interesante es que el centro trabajo “centro de interés común” y que cada aula “llegue hasta donde pueda o quiera”. Bajo esa premisa, ella ha pasado ya algún tiempo pensando en qué materiales hay en el fondo documental de la BE de su centro y haciendo algunas otras indagaciones para poder empezar a dar servicio al resto de compañeros desde el primer día. Con este trabajo de “curación de contenidos”, Olmos envía al claustro, dividido por edades, los materiales que pueden utilizar sobre el tema concreto, este curso “Cuentos con ciencia”.

Las BE, además de poder hacer de soporte o centro de documentación y casi de investigación para la elaboración de los proyectos, también son un centro de formación y recursos para la alfabetización informacional de alumnado y, también, de profesorado cuando es necesario.

Y hablando de proyectos comunes o centros de interés, Carmen Cañabate, maestra jubilada pero que estuvo y está muy vinculada (ahora como voluntaria) a la biblioteca del CEIP Clara Campoamor, de Huércal (Almería) habla de que en su centro, por ejemplo, se hizo el curso pasado un congreso en el que participó todo el mundo. Con conferencia inaugural, mesas redondas, mesas de expertos, talleres… Durante un trimestre todo el alumnado trabaja sobre un tema concreto, pero desde diferentes perspectivas. El producto final, muy importante en todos los proyectos, fue el congreso.

Formar sobre el uso de la información

Esta formación sobre dónde y cómo conseguir información útil para los diferentes trabajos que han de realizar (también como cimiento para la futura vida ciudadana de estas chicas y chicos), se lleva a cabo de diferentes maneras. Cada forma dependerá, por supuesto, de las posibilidades y recursos con los que cuenten los equipos de biblioteca.

El personal con el que se cuenta, si tiene o no horas de dedicación, el apoyo de la dirección del centro a la propia biblioteca, los recursos materiales… Son muchas variables.

Una “privilegiada” podría ser Júlia Baena. En Cataluña son las AMPA de los centros las que realizan la contratación de bibliotecarias (no docentes) para que se hagan cargo de las diferentes tareas. Eso sí, siempre habrá una coordinación que ostentará alguna persona del claustro.

En cualquier caso, su situación le permite tener 20 horas semanales para la BE. Defiende que es la herramienta fundamental, los demás recursos ya serán más sencillos. Eso sí, nota el hecho de no pertenecer al claustro del centro y el trabajo extra que eso supone en cuanto a reuniones con docentes, tutoras y tutores o jefaturas de departamentos.
Otra ventaja que tiene, por ejemplo, es que en Cataluña, el alumnado de 1º de bachillerato tiene que realizar obligatoriamente una investigación y un trabajo al final del curso. Esto le facilita el poder organizarse, junto al jefe de estudios, para conseguir algunas horas en estos cursos con las que poder dar formación en Alfin.

También ha hecho algunas cosas en 1º de ESO y parte del reto de este curso es, por una parte, extenderlo a otros cursos y conseguir mayor visibilidad sin tener que “perseguir” al claustro para hablarles de las bondades de la biblioteca y la necesidad de esta formación para que chicas y chicos sean capaces de investigar, discriminar entre fuentes fiables y no fiables, fake news… Se plantea, incluso, aprovechar la web de la biblioteca para hacer píldoras informativas que queden ahí para su uso posterior.

Esta es una vía que otra compañera Loli Olmos que durante años, fue la coordinadora, en la administración, de la red de bibliotecas escolares de la provincia de Granada.

Para ella, mantener un espacio digital accesible es fundamental, no como extensión, sino como parte de la propia BE. En su espacio web está todo el catálogo de la biblioteca, así como los “entornos informacionales” que ha ido preparando para el profesorado (y que “a los chiquillos y a las chiquillas les gusta bichearlo”, comenta). “ Y luego, además, pues creo tutoriales para el alumnado”. Eso sí, sin pretender que todo esté hecho en un curso: “Este año me ha dado tiempo a crear tres tutoriales. El año que viene creo otros tres”.

El espacio digital, además, puede ayudar a suplir un problema fundamental, el tiempo de dedicación para hacer todo esto y, además, el espacio: ¿tutorías? ¿materias concretas? ¿momentos comunes para todo el alumnado? Se puede hacer formación sobre cómo gestionar la información en la propia web. Olmos explica que como posibilidad de hacer tutoriales para comparar páginas web confiables y no confiables. “¿Qué características tiene esta? ¿Cuál tiene esta? Compara este documento, compara este vídeo con este otro, compara esta presentación con esta otra. Y eso no necesito hacerlo siempre en presencia con el alumnado. Lo puedo tener en mi espacio digital”.

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Asunción Carballo abunda en esta idea y explica que en la web de la biblioteca de su centro, tienen un espacio llamado Trabalhando coa información. “Ahí lo que proponemos es cómo trabajar con el alumnado un proceso de búsqueda y selección de la información y luego de hacer un trabajo final. Intentamos acompañar, dar opciones y unificar criterios: cómo se referencia, cuáles son las fuentes, cómo seleccionar y evaluar la información en Internet”, explica.

Olmos habla de que sería interesante que existiera también una hora de biblioteca, incluso para que el profesorado pudiera acercarse a ella para preguntar si hay algún material sobre un tema concreto del que quiere hablar en clase. Es lo que denomina entornos específicos informacionales que, explica, “son, digamos, como unos paquetes de información que la biblioteca prepara para las personas usuarias que le piden información sobre cómo investigar un tema”.

Pone un ejemplo: “El docente de cuarto me ha dicho: ‘Tengo muchos alumnados interesados en dinosaurios, quiero articular algo para trabajar el currículum desde ese centro de interés’. Vale, pues ahora yo voy a la biblioteca, primero busco todos los fondos documentales físicos que tenemos, tanto libros de ficción como libros informativos y obras de referencia. Además, le hago una selección de páginas web y de recursos digitales de calidad. Yo hago una curación de contenidos”.

Olmos prefiere hablar de formación en el uso de la información más que de Alfin, puesto que en su experiencia, la gente entiende mejor la primera que la segunda. Y para que sea posible, es necesario “un nivel de metacognición y de pensamiento” sobre lo que se está haciendo. Lo comenta en relación al libro de texto y al hecho de que este tipo de materiales raramente requieren “mucho nivel de abstracción” por parte del alumnado a la hora de responder a las cuestiones que se le plantean.

La formación es pilar clave en toda esta historia. Quien gestiona el espacio de la BE ha de estar formado para poder dar unas claves tanto a profesorado como a alumnado para que, después, se enfrenten a la búsqueda y gestión de la información. También con la mirada ética, comentan diferentes bibliotecarias, de citar las diferentes fuentes de información que se usen porque, aunque lo que hay en Internet es más o menos accesible, no es de quien lo toma.

Pero ¿quién debe hacer esa formación?

Loli Olmos comenta que dado el tiempo que suele tener quien coordina la biblioteca, incluso de todo el equipo cuando lo hay, y que el público que tiene es cautivo, pero está metido en una clase, lo mejor es que la formación sobre el uso de la información la hiciera el profesorado, bien en tutorías o en clases concretas.

Todas las mujeres con las que hemos hablado para este reportaje tienen que “robar” en mayor o medida el tiempo a otras docentes, a otros compañeros. Y tal vez es así por algo que comenta Mónica Muñoz y es la necesidad de convencer al claustro de que “la persona que viene a ayudarnos no nos roba”. Es decir, dado que la alfabetización informacional es un requisito curricular (ya lo era con la Lomce), para la totalidad del claustro (Muñoz comenta que ella, como maestra de Música tiene que hacerlo, como lo tendrá que hacer quien imparta Educación Física), y no todo el mundo estará formado, la BE se convierte en el espacio perfecto, y quienes la gestionan, en manos amigas. Muñoz reivindica así que se les faciliten tutorías o clases concretas para formar al alumnado en la búsqueda de información, en su gestión, en su cribado, así como en su reelaboración.

A pesar de eso, en su centro se ha propuesto que en una hora de tutoría vayan yendo niñas y niños para que el equipo de la biblioteca puede hacer formación de usuario (cómo es la biblioteca, qué tiene, cómo se organiza…) y algunas acciones de Alfin.

Carballo también quiere involucrar a las tutorías porque, aunque ella y su equipo están en diferentes materias y cursos, no llegan a todo el alumnado haciendo formación en su tiempo de clase.

Formación y tiempo

La formación es una de los palos en la rueda de todo esto. Carmen Cañabate comenta que, salvo en contadísimas excepciones, la formación inicial del profesorado, tanto de infantil y primaria, como de secundaria, no hace mención, siquiera, a las bibliotecas escolares.

Sobre esta base, todas las bibliotecarias docentes han de buscarse formación específica por su cuenta que puede o no estar entre la oferta de su comunidad autónoma. En lugares como Galicia cuentan con una potente red de BE y asesorías que apoyan el proceso, además de formaciones al principio del curso para toda las personas de las BE y una más, obligatoria, para quienes gestionan estos espacios. Son, casi, la excepción.

Tema a parte es si quienes gestionan o dinamizan la biblioteca han de ser docentes del centro o personas que hayan estudiado Biblioteconomía. Todas las mujeres que han prestado sus ideas para este texto tienen sus propias opiniones, a veces divergentes, pero en cualquier caso, creen que la formación es básica. Si se es docente, en relación a la catalogación así como en otras tareas como, precisamente, cómo realizar la alfabetización informacional. Si se viene de la Biblioteconomía, en pedagogía para poder trabajar más eficazmente en el contexto escolar.

Y, por supuesto, el tiempo es otra de las claves. Como suele pasar en todos los aspectos de un centro educativo. Quienes se dedican a la biblioteca, con suerte, tienen hasta tres horas de dedicación. Es el caso de Andalucía. Aunque Cañabate “trabaja” como voluntaria porque, dice, es necesaria una persona a tiempo completo.

Desde Galicia, Mónica Muñoz cree que ni con 25 horas semanales podría hacerse todo lo que hay que hacer en una biblioteca. Ella suma sus horas (tres también) a las de sus compañeras del equipo (una cada una, otras tres) para hacer todo lo posible. Es lo mismo que le pasa a Loli, que hasta ahora no ha contado con equipo con reducción horaria, de manera que se lleva buena parte del trabajo a casa para poder responder a a las responsabilidades de la biblioteca.

Júlia Baena es la “privilegiada”, como se decía arriba, gracias a sus 20 horas como bibliotecaria contratada por el AMPA del centro que, además, cuenta con una coordinadora que la ayuda con la relación con el claustro.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/bibliotecas-escolares/2023/09/08/alfabetizacion-informacional-o-como-hacer-de-tu-biblioteca-escolar-un-motor-de-trabajo/

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Del leviatán y el naufragio COVID-19

Por: Stefany Ocampo Hernández

“Estrategia de apoyo al profesorado durante la pandemia que debe persistir para mejorar la educación y el aprendizaje en línea. Esto no acabó con la pandemia, al contrario, debe mejorarse y evolucionar para adaptarse a las nuevas necesidades educativas”.

Tal y como el leviatán genera caos y desesperación en lo profundo del océano atemorizando a los marineros, este sentimiento puede ser comparado y trasladado a la incertidumbre que generó la pandemia por COVID-19 en el personal docente universitario. Nos sentimos acorralados a la vez que el deber nos exigía el cómo resolver el daño generado del barco fuertemente golpeado y engullido por este monstruo devorador; la emergencia nos exigía trasladar nuestras prácticas educativas de la presencia física a la completa virtualidad a pie de página. ¡Todo a babor! Esa fue la apuesta en un intento por mantener a flote el gran Barco Educativo con los ya destrozos generados por la serpiente marina y así fue como nosotros, los valientes docentes nos tiramos al agua.

«Antídotos contra la magistralidad, es una estrategia gestada en una incubadora de innovación pedagógica a partir de la creación de una pócima para acortar las “distancias cognitivas, físicas y emocionales».

Dime qué quilla anda y te diré cómo navega

Leviatán del hebreo “enrollado” muestra a una criatura mitológica que en su fuerza asesta y evidencia dos golpes claves que dan probablemente paso al naufragio COVID-19: 1) la falta de conectividad motivo de las consecuencias de la injusticia social y, por otra, 2) una quilla que no logra sostener el esqueleto de ese barco que no estaba preparado para ser forzado a las aguas virtuales. El famoso refrán habla por sí solo, el problema no fue el monstruo, fue la quilla. Sin ton ni son, se opta como medida de contención las sesiones virtuales en variedad de plataformas. Los docentes despliegan su didáctica y los aprendientes, intentan solucionar cómo tener una computadora con conexión (en el mejor de los casos) mientras prestan atención, todo al mismo tiempo.

La científica Nazareth Castellanos, menciona que la atención plena se controla en la corteza prefrontal y que la interpretación interna que cada uno hace de la realidad se basa en la relación constante entre cerebro y organismo. Ante esto, los neurocientíficos denuncian que se debe acabar con la dicotomía entre mente y cuerpo, ya que las sensaciones del cuerpo son memorizadas y tenidas en cuenta por el cerebro para tomar decisiones… Imaginemos este escenario: un aula de cuatro paredes y una presentación de 40 diapositivas; estudiantes que en apariencia escuchan; ahora saltemos a la virtualidad con el único cambio del uso de una plataforma que permite la conexión virtual sincrónica. ¡EUREKA!

Fuimos ingenuos al creer que la serpiente daba tregua ante la calma y silencio de una pantalla negra, sin respuestas, ni emociones. ¿Por qué continuamos subestimando el cuerpo y sus emociones? Si se reconoce que el cuerpo es el lugar donde está enmarcada la experiencia (Castellanos, 2022). El leviatán espanta sí, pero ni la serpiente marina ni el virus crearon el naufragio, lo cierto es que ese barco ya estaba hundido antes de zarpar. Anclados a un paradigma reduccionista lo más obvio era apostar a la estrategia de la exposición magistral, pero eso no es suficiente para alzar el barco educativo y evitar que se siga hundiendo ante los desafíos del siglo XXI.

Acompañando a los valientes marineros

Se propone un traslado de la visión de la enseñanza hacia el aprendizaje, del uso poderoso y potenciador de las herramientas digitales. Lo anterior, requiere un acompañamiento personalizado al profesorado, un estar en compañía ante la desazón y no presencia en la virtualidad. Hay conexión, pero no hay personas conectadas, gran diferencia.

Se comparte aquí una experiencia para acompañar al personal docente titulada: “Antídotos contra la magistralidad”, gestada en una incubadora de innovación pedagógica, un Laboratorio de aprendizaje. Ahora bien, la propuesta incluye actividades como la simulación, escucha activa de la explicación acerca del uso de la herramienta para la mediación pedagógica, y finalmente, construcción de un recurso pedagógico para las sesiones de clase. Nace de la intención de mostrar una estrategia alternativa a las clases centradas en la magistralidad para acortar “distancias cognitivas, físicas y emocionales” (Badilla, 2016). La ruta de aprendizaje (Imagen 1), señala los diferentes momentos de la experiencia, de esta manera el profesorado trae como parte de sus recursos una presentación (formato PDF o PowerPoint) para transformarla en un antídoto que integre actividades evaluativas interactivas a través del uso de la herramienta Nearpod. Concretamente, se muestra cómo agregar contenido: diapositiva clásica, video interactivo y las actividades de tablero colaborativo y encuesta.

La consigna final consiste en crear una pócima de manera simultánea con los facilitadores, como parte del reto y presentarla a los demás colegas. Asimismo, durante el acompañamiento, se insta a los docentes a mantener sus cámaras encendidas, esto porque al tener la cara y manos, más recursos neuronales que otras zonas, es trascendental vernos, sonreír. (Castellanos, 2022). Aunado a lo anterior, se favorece un ambiente de aprendizaje de confianza, apertura y un uso interactivo de otras herramientas digitales (Google Forms y Geniall.ly), las cuáles permiten al equipo encargado (gestores pedagógicos) llevar el “pulso” y captar constantemente la atención de los docentes quienes se asumen en el rol de aprendientes.

Imagen 1. Ruta de aprendizaje que muestra los diversos momentos del taller, dicha secuencia didáctica va guiando a cada docente hasta crear su propia pócima. (Creación propia, 2023).

En la socialización de sus antídotos se recalca la necesidad de:

  • Realizar actividades de comprobación de lo explicado en clases. Las personas tendemos a olvidar un 40 % de la información por lo que crear actividades que resulten emocionalmente agradables, será resaltado por el cerebro, mientras que lo aburrido llevará cuesta arriba el aprendizaje (Castellanos, 2022).
  • Promover pausas intencionadas que generen reflexión, asimilación y conexión de ideas. Hacer pausas entre lo explicado y las expectativas de aprendizaje son necesarias ya que el cerebro no es un sistema inmediato, las transiciones son muy importantes. Para Zinn (2009), la atención plena es consciencia y atención, cultivarla implica conectar con el mundo que nos rodea, con nosotros y con el otro.

Esta estrategia sirvió como apoyo docente durante la pandemia, sin embargo, debe persistir para mejorar la educación y el aprendizaje en línea, esto no acabó con la pandemia, al contrario, se debe mejorar cada vez más.

Si educar es seducir con lo valioso (Rojas, 2016), se espera que este insumo y la figura del Leviatán sean de inspiración; así como nuestra experiencia didáctica planteada en este artículo conlleve a la reflexión. Es importante aclarar que, aunque fue una experiencia que apoyó la labor del profesorado durante la pandemia, está en mejora continua, debe seguirse evaluando con el fin de adaptarse a las necesidades de los aprendientes y al acompañamiento que brindan los docentes. Las universidades continuamos enfrentando desafíos ante los rezagos de la pandemia, así como el legado de un paradigma tradicional insuficiente para atender los desafíos del siglo XXI. Sin embargo, son el miedo, la incertidumbre, el no acceso a la conexión (traducido a una injusticia social), la desinformación, el poco acompañamiento al rol docente y a los estudiantes, quienes continúan acechando y acentuando una de las crisis más grandes del sistema educativo. Al fin y al cabo, el Leviatán es un mito, pero sin una quilla que ciña la fuerza de las velas seguiremos navegando sin ningún puerto definido.

Pero… ¿Quién es la criatura que ronda los mares y está atemorizando a la educación actualmente?

Hace poco se compartió en las noticias el caso de un docente de una universidad pública quién reprobó a 18 estudiantes por usar Inteligencia Artificial (IA) para responder un examen. Ante esto, se lanzó una bandera blanca que invita a un diálogo crítico y sostenido que corte con la visión de islas académicas con que trabajamos las instituciones de educación superior para abrirnos paso a un mar de conocimiento. ¿Cuál es el mundo pospandemia que se está fraguando? ¿Están las universidades reconociendo, reflexionando y validando las nuevas tecnologías de IA para la educación? Se educa para qué: para saber, para hacer, ¿para ser? Y ante esto, ¿Cuáles son los saberes necesarios para responder a los desafíos del siglo XXI? Creíamos que el Leviatán era una pandemia, pero el mundo continúa y sigue anclado a una visión arcaica y tradicionalista desde hace mucho tiempo. Esta nueva criatura que emerge y arremete contra los docentes universitarios y la educación del futuro, parece ser una emoción muy visceral reconocida por todos los seres humanos. ¿Podría el nuevo Leviatán ser las herramientas basadas en inteligencia artificial que cambiarán el paradigma de la educación actual?

“El gran leviatán es la única criatura del mundo que irrevocablemente debe quedar sin ser pintada” – H. Melville.

Acerca de la autora

Stefany Ocampo Hernández (socampo@castrocarazo.ac.cr) es graduada de la carrera de Educación Inicial de la Universidad de Costa Rica, magíster en Pedagogía por la Universidad Nacional de Costa Rica. Desde el 2017 se dedica al acompañamiento a docentes universitarios y a la investigación de herramientas digitales que potencian los aprendizajes, sobre todo los mapas conceptuales como herramienta que permite la representación gráfica del conocimiento a partir del desarrollo de habilidades de pensamiento de orden superior. Actualmente, es estudiante del doctorado en Educación de la Facultad de Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires.

Referencias

Badilla Saxe, E. (2016). Educación sin distancia. https://www.castrocarazo.ac.cr/web/vida-universitaria/noticias/educacion-sin-distancia

Castellanos, N. (2022). Neurociencia del cuerpo: como el organismo esculpe el cerebro. Editorial Kairós.

Rojas, E. (2016). Cinco consejos para potenciar la inteligencia. Editorial Planeta.

Zinn, K. (2009). Mindfulness en la vida cotidiana: donde quiera que vayas, ahí estás. Gaia.

Edición


Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Editora de los artículos Edu bits y productora de los Webinars del Observatorio- «Aprendizajes que inspiran» – Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tec de Monterrey.

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.

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Intercambian en Cuba sobre pedagogías críticas latinoamericanas

Intercambian en Cuba sobre pedagogías críticas latinoamericanas

El II Seminario de Profundización sobre Pedagogías Críticas sesionó en el Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr., de la capital cubana.

Sobre la tradición pedagógica cubana, “sustento de la nacionalidad y la educación cívica” de la ciudadanía en la isla, versó la tercera y última jornada del II Seminario de Profundización sobre Pedagogías Críticas, celebrado en el Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr. (CMLK), de esta capital.

Del 5 al 7 de septiembre, el encuentro se enfocó en el análisis de la concepción ética, política y pedagógica de la educación popular, con la participación de formadoras y formadores del centro habanero y sus redes, personas aliadas e invitadas, informó la entidad en Facebook.

Además, el seminario contó con la intervención y asesoría del educador popular Camilo Álvarez, del Centro Martin Luther King, de Uruguay.

Según destacó un post, esa institución y su homóloga en Cuba se articulan “en ámbitos como la formación y el acompañamiento territorial para el fortalecimiento de la organización comunitaria y el poder popular desde abajo”.

Entre otros objetivos, el seminario se centró en identificar características de la pedagogía crítica, ahondar en su metodología, las diversas escuelas y corrientes que conforman el conjunto de pedagogías críticas latinoamericanas, a la vez que contribuyó a profundizar en algunas de ellas en diálogo con la propuesta pedagógica del CMLK.

Aportaciones para dialogar

La segunda jornada del seminario en La Habana, reseñó un post de Gabriel López,  propuso un recorrido histórico, político, metodológico y sociológico a algunas experiencias de escuelas de pedagogía en diversas regiones.

“Supuso, además, un interdiálogo con nuestras experiencias, comprensiones e imaginarios acerca de las formas de enseñanza-vida; al tiempo que colocó algunos aportes de personas que han sido referencia desde y en lo educacional”.

Una de las propuestas presentadas durante el seminario se basó en el Modelo Ayllu, resultado de la reforma educativa en Bolivia y del tratamiento de la intra- y la interculturalidad en la formación pedagógica para dar respuesta a demandas de pueblos indígenas originarios.

Se hizo énfasis en el enfoque integral de ese modelo pedagógico, que abarca áreas como el estudio, el trabajo, la producción y la vida campesina.

Asimismo, destacaron ponentes, rompe con estructuras colonizadoras de categorías rígidas, inserta una diversidad de códigos artísticos desde la cultura y la cosmovisión originarias y propicia la inclusión lingüística, etaria y sexual. Sus metas se orientan al bien común, la espiritualidad, la solidaridad, en aras de potenciar la autonomía local.

Experiencias cubanas

Durante el cierre del seminario se resaltaron algunas experiencias pedagógicas cubanas como la educación mambisa, la Universidad Popular José Martí, la Universidad del Aire, la Campaña de alfabetización hasta la universalización más reciente y el destacado papel de las mujeres.

La última sesión grupal devino “un ejercicio para reafirmar nuestra cubanía y puso al descubierto muchas experiencias invisibilizadas y que constituyen, dentro de las pedagogías críticas, prácticas y experiencias de educación popular”, aseguraron Marilín Peña y Juan Francisco Santos en Facebook.

Este encuentro forma parte de las iniciativas de capacitación que desarrolla la sede en Cuba del CMLK desde febrero de 2018, cuando sesionó el primer Seminario de Reflexión y Profundización sobre formación política, educación popular y trabajo de base, con la participación del educador popular brasileño Ranulfo Peloso.

Luego, en junio de ese año, tuvo lugar otro seminario en La Habana, con el acompañamiento de Rosa Elva Zúñiga, entonces Secretaria General del Consejo de Educación de Adultos para América Latina. Las y los participantes compartieron estrategias metodológicas, prácticas, inquietudes y visiones sobre los desafíos de la educación popular en los espacios comunitarios.

Fuente: https://www.ipscuba.net/sociedad/intercambian-en-cuba-sobre-pedagogias-criticas-latinoamericanas/

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/intercambian-en-cuba-sobre-pedagogias-criticas-latinoamericanas/

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UNESCO: Manual aborda oportunidades y desafíos de la era de la inteligencia artificial para la educación superior

Manual aborda oportunidades y desafíos de la era de la inteligencia artificial para la educación superior

La guía explora cómo se utilizan actualmente los desarrollos tecnológicos y cómo integrarlos de una manera práctica y ética en la generación de conocimiento

El crecimiento exponencial de la inteligencia artificial ha supuesto una revolución en todos los ámbitos. UNESCO IESALC ha desarrollado la guía Oportunidades y desafíos de la era de la inteligencia artificial para la educación superior: una introducción para los actores de la educación superior”, que proporciona información básica y orientaciones que permitan a los diferentes actores a desarrollar conceptos y políticas sobre IA, las cuales les permitan mejorar procesos y resultados.

Al ser fundamentales en la creación y difusión de conocimiento en las sociedades de todo el mundo, las IES deben liderar el camino para garantizar que la IA trabaje para los humanos, que los objetivos y valores de las personas sean su núcleo y que se use para apoyar la sostenibilidad del planeta.

El manual brinda un estudio detallado de qué es la IA, cómo se usa actualmente en la educación superior y cómo abordar algunos de los impactos y dilemas éticos que surgen debido a su difusión.

A lo largo de la publicación, presentada oficialmente el 6 de septiembre de 2023 en la Semana del Aprendizaje Digital de la UNESCO,  se proporciona evidencia del diseño, la implementación y el impacto de la IA en la educación superior en los siguientes títulos:

  • Comprender qué implica la tecnología de IA y sus desarrollos recientes, así como sus aplicaciones comunes;
  • La IA en el aprendizaje, la enseñanza y la evaluación de la educación superior
  • Administración y gestión de la IA en la educación superior
  • Investigación sobre IA, herramientas basadas en esta tecnología para la investigación y estudio de los ODS mediante IA
  • La IA de la educación superior al mercado laboral, mediante un debate sobre el futuro del trabajo, la participación de la mujer en el mercado laboral de la IA, las competencias y habilidades requeridas para esta era y el aprendizaje a lo largo de la vida
  • Desafíos clave relacionados con la IA en la educación superior, incluida la consideración de la desigualdad global en la distribución de la IA y cuestiones relacionadas con la inclusión, la diversidad y la sostenibilidad
  • La ética de la IA en la educación superior, con especial atención a la aplicación de la Recomendación de la UNESCO sobre la ética de la IA.

En toda su extensión se presta atención a la dinámica de género de la IA y las desigualdades, así mismo incluye una extensa guía práctica con herramientas y recomendaciones para apoyar y profundizar una integración responsable y profunda de la IA en la educación superior.

 

 

Fuente de la Información: https://www.iesalc.unesco.org/2023/09/06/manual-aborda-oportunidades-y-desafios-de-la-era-de-la-inteligencia-artificial-para-la-educacion-superior/

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Hacia una ética de la tecnología

Por:  Manuel Alberto Navarro Weckmann

¿Estamos creando tecnologías que realmente sirvan al bienestar humano, o nos encontramos en una carrera desenfrenada hacia un progreso sin dirección …

“La esencia de la tecnología no es algo tecnológico”-Martin Heidegger

Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha buscado respuestas a las preguntas más trascendentales: ¿cuál es el propósito de nuestra existencia? ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos? Estas inquietudes, que solían ser el dominio de filósofos y pensadores, adquieren hoy un matiz adicional con la acelerada evolución tecnológica que marca nuestra era. En un mundo donde los avances en campos tan diversos como la medicina, la mecatrónica, la robótica y la educación transforman y reconfiguran nuestra cotidianidad a un ritmo vertiginoso, emerge una urgencia aún mayor de reflexionar sobre el lugar que ocupamos en este vasto panorama.

El torbellino tecnológico no es sólo una muestra del ingenio humano, sino también un espejo que refleja nuestra visión del mundo y de nosotros mismos. Cada innovación, por más impresionante que sea, trae consigo una serie de dilemas éticos que requieren una mirada profunda y consciente. ¿Estamos creando tecnologías que realmente sirvan al bienestar humano, o nos encontramos en una carrera desenfrenada hacia un progreso sin dirección definida? ¿Es la tecnología una herramienta al servicio del ser humano o, por el contrario, nos estamos convirtiendo en servidores de nuestras propias creaciones?

La clave para abordar estas cuestiones yace en la ética. Una ética que, lejos de ser un conjunto rígido de normas, debe ser entendida como una brújula que oriente nuestra travesía tecnológica. Esta brújula nos invita a recordar que, más allá de los logros y las maravillas de la ciencia, el centro debe ser siempre el ser humano, con sus anhelos, sus temores, sus esperanzas y sus valores. De esta manera, cada avance, cada descubrimiento y cada innovación, en vez de alienarnos, tiene el potencial de enriquecer nuestra experiencia humana, de profundizar nuestro entendimiento del mundo y de fortalecer nuestro lazo con él.

En esta coyuntura, es esencial que como sociedad tomemos un momento para reflexionar, para cuestionarnos, para dialogar. Debemos preguntarnos no sólo “¿qué podemos hacer?” sino, más importante aún, “¿qué deberíamos hacer?”. Porque en ese “deberíamos” se halla la esencia de nuestra humanidad, el reconocimiento de nuestra responsabilidad y el deseo de construir un futuro en el que la tecnología, guiada por una ética sólida, sea verdaderamente al servicio de la razón y del corazón humanos.

Fuente de la información e imagen: https://profelandia.com

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La planeación didáctica: el gran olvido

Por: Abelardo Carro Nava

Esperemos en las orientaciones del próximo Consejo Técnico Escolar se hable un poco de este tema…

La planeación de la enseñanza que realizan las maestras y maestros, ha sido campo de diversos análisis por diferentes especialistas o intelectuales en la materia, y no es para menos. Un proceso de singular transcendencia en el ámbito educativo es, por así decirlo, un objeto de estudio que captura la atención de propios y extraños. No obstante, bien podríamos preguntarnos si la manera en que es concebida dicha planeación por el profesorado mexicano, camina en la misma línea de los funcionarios que han llegado a ocupar algún puesto en la Secretaría de Educación Pública (SEP) porque, al menos en los últimos 30 años, dada la insistencia por lograr la tan anhelada “calidad educativa”, este ejercicio se ha burocratizado debido al establecimiento de una serie de “formatos” que han logrado insertarse como parte del quehacer docente y, mediante los cuales, se pretende comunicar al director o supervisor lo que se pretende lograr y cómo pretendería ser lograr eso que puede ser planeado. En suma, pienso que dicho proceso se ha visto como un producto y no como un proceso.

Entonces, si consideramos que planear no es llenar un formato, ¿por qué en el ámbito educativo se sigue insistiendo en la idea de emplear un formato para todo? Una pregunta que, con seguridad, tendrá una diversidad de respuestas dependiendo del cristal con que se mire. Y bueno, desde mi perspectiva, la planeación didáctica que realiza el docente para favorecer el aprendizaje de sus alumnos, podría ser considerada como un proceso que siempre tiene (o tendría) que invitar a la reflexión sobre el qué enseñar, cómo enseñar y para qué enseñar, desde luego, partiendo de lo que tiene a la mano en ese momento: sus alumnos y la realidad que se vive en esos momentos. Es un ejercicio que, como se sabe, intenta proyectar diversos escenarios de enseñanza y de aprendizaje que, como se observa, podrían encontrarse en el futuro inmediato porque sencillamente no han sucedido. Entonces, ¿pueden preverse y proyectarse dichos escenarios?, desde luego, porque esa es una de las finalidades de la planeación que realizan los docentes considerando, como parece obvio, la organización curricular; planeación que, bajo esta concepción tiene (o tendría) que ser flexible y cambiante porque como he dicho, lo planeado no es inflexible porque no ha sucedido.

Entonces, si la planeación es un ejercicio sobre algo que se visualiza y se relaciona con un acto de aprendizaje y por ello es flexible, ¿por qué encasillarla en un formato y considerarla como un producto de una actividad presumiblemente concluida?

Traigo a colación esta breve reflexión por lo que he podido observar durante las dos semanas desde que inicio el ciclo escolar 2023-2024; ciclo en el que, como sabemos, se ha comenzado a implementar en las escuelas el Plan de Estudios 2022, los Programas Sintéticos y Analíticos, los Libros de Texto Gratuitos (LTG) y, desde luego, la planeación didáctica “por proyectos” – en lo sucesivo hablaré de la educación primaria que es el escenario en el que me desenvuelvo –.

Como en reiteradas ocasiones lo he dicho, la SEP ha sido y no sé si será un rotundo fracaso en cuanto a la formación continua que pudo haberle brindado a los docentes en este sexenio, no para operar un plan de estudios, como también lo he dicho en reiteradas ocasiones, sino para favorecer sus procesos formativos que, como trabajadores de la educación al servicio del estado tendrían que haber recibido, pero que no recibieron. Tiempo tuvo la SEP para ello, pero tampoco lo hizo, imagino que los salarios y las “infinidad de actividades” que tienen algunos funcionarios les ha impedido hacer su trabajo, pero bueno. Pienso que estas figuras que se encuentran detrás de un escritorio, imaginan que no es necesario que las maestras y maestros se formen en cuanto a, por ejemplo, el tema de la planeación didáctica, porque su formación inicial les daría la posibilidad de enfrentar cualquier escenario que se les pusiera en frente, y puede ser cierto; sin embargo, considero que estas autoridades educativas no han logrado ampliar su mirada para ver, por ejemplo, que la educación normal también ha transitado por diferentes planes de estudios, con sus propios enfoques y sus propias particularidades, pero también, que la educación no es estática sino cambiante.

Dicho lo anterior, en estas dos semanas me ha llamado la atención la serie de interpretaciones de la planeación didáctica que tienen que realizar los profesores para favorecer el aprendizaje en las escuelas. Se supondría, como tantas veces se dijo, que los Programas Sintéticos (con sus respectivos contenidos nacionales) serían un elemento relevante en este proceso; el otro sería lo que el colectivo hubiera construido en su Programa Analítico (por escuela, fase o grupo); pero además, la serie de sugerencias que brindan los LTG para que, como herramienta didáctica, pudieran fortalecer las actividades planeadas por el maestro o maestra; todo lo anterior, sin perder de vista, que se debía partir de la realidad presente y manifiesta en el contexto, escuela y grupo, y no de los contenidos establecidos en los Programas Sintéticos y, mucho menos, en los proyectos de los LTG.

Sí, todo eso se dijo, lo que no se dijo (o si se dijo no se ha escuchado y entendido) es que muchas autoridades educativas no debían establecer ipso facto un formato para que los profesores realizaran una planeación didáctica; que no debían exigir una planeación con distintos proyectos para que, con ellos, se cubriera un periodo de seis meses o todo el ciclo escolar; peor aún, que no debían pedir una planeación anteponiendo los Procesos de Desarrollo de los Aprendizajes (PDA) señalados en los contenidos nacionales y campos formativos, en lugar de partir de la realidad en la que se supondría se hallan problemáticas plasmadas en los Programas Analíticos. Sí, todo eso “no se dijo”, pero está sucediendo. En consecuencia, mientras muchos profesores intentan adaptarse a una forma de trabajo diferente, otros sectores y figuras educativas nada más no hacen ni han hecho un intento por adaptarse a otros tiempos; imagino que tener apiladas en un escritorio las planeaciones de los profesores de esos seis meses o de todo el año puede ser el medio para justificar su trabajo o, peor aún, un puesto.

Pienso que esta situación ha generado mayor incertidumbre y confusión sobre una implementación ya de por sí compleja, y de la cual la SEP ha hecho “mutis”, porque la atención que han recibido los LTG en las últimas semanas, ha sido un buen pretexto para no atender lo prioritario y sí lo que podría catalogarse como urgente.

Ahora bien, otra situación que también me ha llamado la atención, ha sido la concreción de los problemas en los Programas Analíticos; pareciera que, por ejemplo, para muchas autoridades educativas un problema en las escuelas y en los niños es la lectura sin que se defina qué de la lectura representaría el problema, cuál es su origen o por qué surge, cuándo se ha manifestado y por qué se manifestado, cómo se ha identificado y dónde se ha registrado, etc. Lo cual ha llevado a distintos colectivos docentes a diseñar situaciones problema generales que no acaban de aterrizar y definirse porque son tan generales que no delimitan el proyecto o la metodología (ABP, STEAM, AE, etc.) que podrían emplear en su desarrollo. Consecuentemente, la realidad/problema de la deberían partir para propiciar el aprendizaje mediante la selección de los contenidos, poco se ha considerado y, en su lugar, se ha retomado la selección de los contenidos para diseñar los proyectos de acuerdo a las metodologías medianamente conocidas, algo que se hacía con el plan de estudios 2011 y 2017: primero los contenidos y luego… lo demás.

Aunado a lo anterior, algo que sí me alarmó un poco, fue que se considerara a los LTG como la base de la planeación didáctica que debían realizar los profesores porque en dichos libros ya se encuentran los proyectos y, prácticamente, su planeación.

Es cierto, lo escrito en líneas atrás no puede ni debe ser considerado como una generalidad porque también he podido conocer espacios en los que, de manera conjunta, se está dialogando para avanzar en el entendimiento de, por ejemplo, los LTG, pero también, en la manera en que se puede realizar la planeación de la enseñanza. No obstante, pienso que la SEP, en lugar de estar pensando en las próximas elecciones, tendría que hacer un esfuerzo mayúsculo para hacer lo que le corresponde en cuanto a la formación continua del profesorado se refiere; digo, los sueldos de algunos funcionarios tendrían razón de ser si realmente trabajaran, pero, por lo visto, el neoliberalismo nada más no se ha ido de esas oficinas y eso que recientemente se habla de una transformación profunda en la educación de nuestro país.

Esperemos en las orientaciones del próximo Consejo Técnico Escolar se hable un poco de este tema porque, sencillamente, la SEP se olvidó de este proceso y, desde luego, de sus maestras y maestros a los que tanto dice haber revalorizado. Autonomía profesional y curricular sin formación y mucha desinformación es, sencillamente, el preludio de un posible retroceso.

¿Fracaso anticipado de la SEP?

Al tiempo.

Fuente de la información e imagen:    https://profelandia.com

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