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Ante la pandemia: ¿Economía o salud?

Ante la pandemia: ¿Economía o salud?

¿Qué dicen las estadísticas ante esta terrible disyuntiva?

Entramos en la segunda ola de la pandemia de COVID-19 y tras haber sorteado como se ha podido la primera ola, hemos constatado la factura y fractura económica que ha implicado y, por lo tanto, nos permite pensar acerca del coste que implica parar la actividad económica para esta segunda.

Esto nos ha llevado al debate entre qué debe priorizarse, si la economía o la salud de cara a sobrevivir a lo que se nos viene encima. Se ha estado debatiendo sobre si las medidas de distanciamiento social tomadas por muchos gobiernos pueden generar un perjuicio económico desproporcionado en comparación con el coste en vidas humanas que deviene por la pandemia.

No son pocas las voces tanto políticas como académicas que se han levantado contra las medidas de confinamiento poniendo el acento en que podría ser peor el remedio que la enfermedad. Pero a su vez, también economistas académicos europeos se han mostrado a favor de estas medidas de extrema cautela.

Este terrible dilema entre proteger la salud o la economía entraña un problema ético de gran calado pues ¿podemos establecer un precio a la vida humana? Se han dado ya en la primera ola situaciones en las que, a modo de dilema del tranvía, el personal sanitario se ha visto abocado a tener que priorizar a quien asignar respirador y a quien no.

No obstante, si nos atenemos al comportamiento que han demostrado los diferentes países a lo largo del segundo trimestre del 2020, los datos ofrecen una lectura interesante. Our World in Data de la Organización Mundial de la Salud recoge datos en relación con el desempeño de los diferentes países ante la pandemia.

En el gráfico podemos confrontar para cada país el número de muertes confirmadas por Covid-19 por millón de personas frente a su tasa de crecimiento anual del último trimestre.

Sin tomar en cuenta otras posibles variables que pudieran mediar entre la irrupción de la pandemia y el desempeño de cada país, una relación en la que hay que decidir entre proteger la economía o la salud debería ser positiva.

Es decir, aquellos países con mejor desempeño en salud deberían mostrar peores resultados económicos, mientras que aquellos que optaron por lo económico, deberían tener un mayor número de muertes confirmadas por cada millón de habitantes. Eso implicaría un gráfico en el que los países se distribuirían en una diagonal creciente.

Pero no. Lo que apreciamos es lo contrario. Hay países que han preservado su economía y han gestionado la pandemia mejor en términos de salud como Polonia, Indonesia, Dinamarca o Taiwan y, en cambio, los hay que han sufrido una debacle como Reino Unido, España y Perú.

Se podría investigar si el comportamiento de los peores países podría estar correlacionado con la fortaleza o debilidad de cada sistema de salud pública en términos relativos, pero no parece que ni España ni el Reino Unido dispongan de sistemas de salud peores que la media.

En consecuencia, si partimos de la existencia razonable del dilema entre proteger la salud o la economía en el orden de gestión de la pandemia dentro de un país, pero se observa a nivel macroeconómico que entre países hay quienes protegen o desprotegen ambas dimensiones a la vez, debemos concluir, desde una perspectiva multinivel, que otras variables diferenciales y estructurales de cada país deben ser las que justifiquen la ubicación de cada país en una diagonal de pendiente positiva. Eso le permitiría moverse a cada país a lo largo de su propia diagonal.

Si asumimos como cierto esta idea, significaría que aquellos países que comparten posición a lo largo del mismo eje-diagonal, dispondrían de comportamientos, instituciones y estructuras similares de cara a afrontar la pandemia.

Por ejemplo, Japón e Indonesia dispondrían de elementos similares y luego cada uno asumiría si quiere estar más del origen del gráfico primando más la salud o más alejados primando más la economía.

En cualquier caso, ambos tienen una relación de intercambio entre variación entre PIB y variación del número de fallecimientos por COvid-19 similar (similar pendiente del eje-diagonal). Tanto Japón como indonesia y países similares, evitar la caída del PIB le cuesta un leve aumento de fallecimientos. 

Por otro lado, Francia e Italia compartirían el mismo eje-diagonal con el mismo sentido, pero con una tasa de intercambio entre Economía y Salud tal que para caer menos del PIB les cuesta más fallecimientos que en el caso de Japón e Indonesia.  En el caso de Alemania y Dinamarca esa tasa de sacrificio de salud en favor de la Economía es más baja que en Francia e Italia.

En cambio, en España y Reino Unido, dos de los peores países en su gestión frente a la pandemia, su estructura, comportamiento y funcionamiento de las instituciones diferenciales respecto de los anteriores países mencionados justificarían que la tasa de sacrificio de salud para lograr paliar la crisis económica es mucho más alta en términos de fallecimientos.

Este análisis no es concluyente, pero nos permite indagar y avanzar en las hipótesis del debate de cuál es la relación entre salud y economía frente a la pandemia y qué papel han jugado los diferentes gobiernos, instituciones y comportamientos diferentes entre países que justifiquen las diferencias en el desempeño para luchar contra la pandemia.

Deben quedar fuera del debate serio y experto las excusas de orden político que buscan eludir responsabilidades vendiendo eslóganes. Aunque ellos no lo quieran aceptar, nos jugamos mucho más que las próximas elecciones. Nos jugamos la vida.

Fuente de la Información: https://es.aleteia.org/2020/10/09/ante-la-pandemia-economia-o-salud/

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¡Ahora eduquemos en la reimaginación del mundo!

Por: Iliana Lo Priore.

Es fácilmente constatable que producto de los efectos devastadores del COVID-19, junto a las consecuencias  del aceleramiento y estallido  de la crisis económica contenida  que están provocando el colapso productivo, financiero, recesión internacional, desempleo masivo, incremento abrupto de la pobreza, etcétera, a escala planetaria, la mayoría de los seres que habitamos el mundo nos une el deseo de que el “modelo civilizatorio” industrial-extractivista-especulador-depredador de la naturaleza y de las vidas humanas debe ser sustituido por otro modelo radicalmente diferente que se oriente en función de restablecer los equilibrios en la naturaleza (evitando su explotación indiscriminada,  el calentamiento global, …)  y en la vida social (estableciendo la justicia, la igualdad, la equidad, el bien común, entre otros).  Entendiendo que  somos   naturaleza socializada y no permitiendo que se conciba a la naturaleza y a nosotros(as) como recursos explotables por quienes solamente piensan y actúan arbitrariamente  desde posiciones de poder dominante en su propio beneficio económico en detrimento de todo lo demás.

La pandemia ha revelado el alto grado de deshumanización al que se ha  llegado entre nosotros, la mayoría de los que fallecen y padecen las patologías son seres que han carecido de la atención y el apoyo debido, por un lado, al desmantelamiento y la debilidad institucional de los servicios de salud públicos, y, por el otro lado, a una concepción ideológica perversa sobre el derecho a la vida que la niega a los más débiles por indefensos y desvalidos.  Se ha llegado a tal extremo que a las personas de mayor edad se les excluye de la atención requerida (respiradores, ventiladores, etcétera), condenándolos así a la muerte porque la ideología depredadora prevaleciente considera que ya no son vidas o recursos útiles productiva o económicamente. Por consiguiente, puede afirmarse que mientras el COVID-19 nos iguala a todos en su ataque porque no discrimina, la inhumanidad prevaleciente lo utiliza para desigualar  el derecho vitalista a una atención médico-asistencial digna para todos por igual.

 En atención a esa lógica perversa sobre la vida que la depreda sacándole el mayor provecho económico a los cuerpos mientras sean útiles a lo largo de su trayecto vital y luego los desecha, las grandes potencias con consorcios industriales farmacológicos están envueltas en una rivalidad comercial-competitiva para sacar al mercado la vacuna antiviral con el fin de acumular las mayores sumas de ganancias posibles.  Ven la pandemia como una oportunidad más para sacar provecho de ella, al margen de cualquier consideración humanitaria.

No obstante todo lo dicho, quienes  resienten los efectos deshumanizadores desde su auténtica sensibilidad humana en todos los países, sintiendo y sintiéndose juntos trascendiendo la mera mediática de lo virtual,  han iniciado un proceso de reimaginar  el mundo total y radicalmente distinto en sus diversos aspectos: económicos, sociales, políticos, ambientales, sanitarios, educativos, éticos, etcétera. Un mundo transformado, no tan solo mejorado, sino un mundo-otro. Imaginarios alternativos que están configurando deseos de cambios reales, estructurales, de raíz, que envuelven otros modos  civilizatorios posibles que reivindiquen principalmente el derecho, no tan solo jurídicamente, a tener una vida digna para todos.  En donde la muerte no nos acose permanentemente con guerras, invasiones, explotación, depredaciones, crisis económicas permanentes, injusticias, desigualdades, discriminaciones y exclusiones, hambre de millones de niños(as), fallecimientos por enfermedades curables, calentamiento global, pandemias, etcétera. Por esto, esos  deseos hay que avivarlos como las llamas de las fraguas forjadoras de las piezas  artísticas con diseños y formas transfiguradas de la realidad haciéndolos  permanentes en el tiempo para se concreten en variadas y diversas formas de existencia realizadoras como obras ético-estéticas prefiguradas por los imaginarios renacientes indicados.

En ese sentido, hay que incentivar y motivar sin manipular la imaginación infantil y de la juventud para que se transforme también en deseo orientador de su sensibilidad y conciencia autónomas. Ellos poseen mayor flexibilidad senti-pensadora por no tener tan enclavadas mentalmente las limitaciones ideológicas impuestas por los poderes e intereses dominantes que reprimen en los adultos imaginarios más  libres. En estos momentos no hay tarea más importante que esa a la hora de pensar en los desafíos educativos que confrontamos debido a las cuarentenas impuestas por la pandemia.  Todas las demás tareas educativas debieran articularse alrededor de ésta.  La urgencia de otro mundo posible está en juego, y niños(as) y jóvenes pueden ser sus recreadores.  La CONSTRUCCIÓN DE IMAGINARIOS y el DESPLIEGUE DE SUS DESEOS, junto al COMPROMISO DE CONCRETARLOS EN EL FUTURO INMEDIATO, pueden contrarrestar el miedo que se está induciendo de manera inconveniente a los cuerpos de los(as) demás y a su implicación disociadora en la vida social comunitaria con ello(as), basándose paradójicamente para lograrlo, en la angustia y desesperación por los encuentros deseados  con los(as) otros(as) que produce la cuarentena o el aislamiento.  Los imaginarios y sus deseos prefiguraran con toda seguridad la implicación del nosotros comunitario, el co-estar existencial en el mundo, en sus proyecciones de realización social ayudando a superar el egocentrismo, el individualismo y el narcisismo por asociales.

La reflexión no solo coloca la educación en el debate público glocal, sino que pone como  imprescindible en la discusión  la urgencia de soñar, reinventar y ejercer el derecho a una educación-otra que ayude en la construcción  del mundo necesario para los nuevos tiempos deseados.

Si se logra articular en la “educación pandémica” de hoy día la imaginación, en cuanto capacidad de hacer presente lo inexistente, lo no experimentado o ausente por medio de imágenes anticipatorias, con el deseo afirmado pulsionalmente en el eros afectual y con el compromiso ético-estético  afianzado en la empatía (por ejemplo, a través de la creación de cuentos o narraciones literarias sobre  pandemias anteriores que por medio de tramas hechas, con base en los conflictos de pares  ético-estéticos  reales opuestos, promovieran identificaciones trascendentes: pudiera ser una guía de referencia,  la novela de José Saramago, La Ceguera, entre otras, así como la creación de historias, música, expresiones plásticas, danzas,  movimientos, vivencias con el cuerpo y su interacción con otras corporeidades, … experiencias  no reproductoras  que  le den sostenibilidad a la imaginación), así se cimentará la esperanza y la confianza en la transformación del devenir de otro mundo posible configurado por relaciones sociales radicalmente diferentes o verdaderamente humanizadoras de la vida natural y naturalizadoras de la vida social.

¡REIMAGINEMOS EL MUNDO!

 

Palabras claves: derecho a una educación-otra, imaginación recreadora, deseo del eros afectual, compromiso ético-estético, empatía.

ilianalopriore11@gmail.com

Imagen tomada de http://www.radiomambi.icrt.cu/

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Unicef: «La crisis climática es una crisis de los derechos del niño»

Unicef 09-12-2019

«Desde los huracanes hasta las sequías, las inundaciones y los incendios forestales, las consecuencias de la crisis climática nos rodean, afectando a los niños y amenazando su salud, educación, protección y supervivencia», dijo asesor de Unicef.

«La crisis climática amenaza con hacer retroceder el progreso en materia de derechos del niño sin una inversión urgente y suficiente en soluciones que beneficien a los niños y niñas más vulnerables», planteó la Unicef cuando la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU COP25 entra en su segunda semana.

«Desde los huracanes hasta las sequías, las inundaciones y los incendios forestales, las consecuencias de la crisis climática nos rodean, afectando a los niños y amenazando su salud, educación, protección y supervivencia», dijo Gautam Narasimhan, asesor principal de Unicef sobre cambio climático, energía y medioambiente.

“Los niños son actores esenciales para responder a la crisis climática. Les debemos poner todos nuestros esfuerzos en soluciones que sabemos que pueden marcar la diferencia, como reducir la vulnerabilidad a los desastres, mejorar la gestión de los recursos hídricos y garantizar que el desarrollo económico no se produzca a expensas de la sostenibilidad del medioambiente «, puntualizó.

Algunas formas en que la crisis climática está afectando a los niños

  • Alrededor de 503 millones de niños y niñas viven ahora en áreas con un riesgo extremadamente alto de inundaciones debido a eventos climáticos extremos como ciclones, huracanes y tormentas, así como al aumento del nivel del mar. Las inversiones en la reducción del riesgo de desastres, como los sistemas de alerta temprana, pueden ayudar a preparar a las comunidades para proteger a los niños durante eventos climáticos extremos.
  • El número de menores desplazados por fenómenos meteorológicos extremos en el Caribe se ha multiplicado por seis en los últimos cinco años. De 2014 a 2018, 761 mil niños y niñas fueron desplazados internamente, frente a los 175 mil desplazados entre 2009 y 2013. Las estrategias que limitan el desplazamiento forzado y acortan el tiempo de rehabilitación para que las familias puedan regresar a sus hogares son críticas.
  • Alrededor de 160 millones de niños y niñas viven en áreas que experimentan altos niveles de sequía, y para 2040, 1 de cada 4 vivirá en áreas de estrés hídrico extremo. Existen tecnologías para gestionar eficazmente el agua, pero una mayor inversión para escalar las técnicas puede ayudar a localizar, extraer y gestionar de forma sostenible el agua.
  • Los desastres relacionados con el clima aumentan el riesgo de que las niñas abandonen la escuela y se vean obligadas a contraer matrimonio, trata de menores, explotación sexual y abuso. Educar a las niñas aumenta su conciencia de la crisis climática y desarrolla su capacidad de recuperación y capacidad para hacer frente a estos impactos.
  • Casi el 90% de la carga de enfermedad atribuible al cambio climático es asumida por menores de cinco años. Los cambios de temperatura, precipitación y humedad tienen un efecto directo sobre la reproducción y supervivencia de los mosquitos que transmiten enfermedades mortales. Sin embargo, la mejora de las capacidades de predicción, complementada con el apoyo a los trabajadores y sistemas de salud en el terreno, nos permite mapear la prevalencia de la enfermedad con mayor precisión y predecir, e interrumpir, los mecanismos y vías de transición.
  • Aproximadamente 300 millones de niños y niñas respiran aire tóxico; 17 millones tienen menos de 1 año. Estos menores viven en áreas donde los niveles de PM2.5 exceden seis veces los límites internacionales establecidos por la Organización Mundial de la Salud, lo que tiene un efecto perjudicial inmediato y a largo plazo sobre su salud y la función y desarrollo del cerebro. Las fuentes de energía más limpias y renovables, el acceso asequible al transporte público, más espacios verdes en las zonas urbanas y una mejor gestión de residuos que evite la quema abierta de productos químicos nocivos pueden ayudar a mejorar la salud de millones.
  • El aire tóxico, causado en gran parte por las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero, tiene graves consecuencias para los niños pequeños, contribuyendo a la muerte de alrededor de 600 mil menores de cinco años cada año debido a la neumonía y otros problemas respiratorios. A pesar de conocer sus peligros, muchos lugares con altos niveles de contaminación no tienen sistemas de monitoreo a nivel del suelo para medir el problema regularmente. Solo el 6% de los niños en África, por ejemplo, viven dentro de los 50 km de una estación de monitoreo a nivel del suelo.
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El problema de la educación actual. (Video)

Colombia / Autor: Revista Semana / Fuente: Youtube

Este psiquiatra y educador señala que esta institución está hecha para otro ser humano pero no para los niños de hoy y por eso es fuente de muchas de las problemáticas sociales, desde el matoneo hasta la falta de creatividad. “La escuela no es democrática sino que sigue siendo la misma institución vertical, jerárquica y represiva que planteó la revolución industrial”.

Fuente: https://youtu.be/uxPswHrfn-s
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Educación integral en sexualidad: una base para la vida y el amor

UNESCO / 4 de agosto de 2019 / Autor: UNESCO / Fuente: Youtube

Publicado el 3 jul. 2019
La UNESCO habló con familias de todo el mundo, pidiéndoles que reflexionaran sobre su experiencia de Educación Integral en Sexualidad (EIS) en el marco de la campaña «Educación integral en sexualidad: una base para la vida y el amor».

Fuente: https://youtu.be/xA1xnNYMBPE
ove/mahv
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Juventudes migrantes y educación en las Américas

América Latina / 4 de agosto de 2019 / Autor: El Colegio de la Frontera Norte – El Colef / Fuente: Youtube

Transmitido en vivo el 20 jun. 2019

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Fuente: https://youtu.be/KvFD-Z5bRRc

ove/mahv

 

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