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Amelia Tiganus: «El porno es la pedagogía de la violencia sexual»

Amelia Tiganus, superviviente y activista feminista en Feminicidio.net, analizará esta semana con varios expertos en la UBU cómo el porno y la prostitución están vinculados con el aumento de delitos contra la libertad sexual

El Macabucha, uno de los prostíbulos más conocidos de Burgos, junto a la N-1, fue uno de los muchos escenarios de la pesadilla que Amelia Tiganus vivió durante cinco años como víctima de explotación y trata. Ahora, esta superviviente y activista feminista en Feminicidio.net por la abolición de la prostitución,  vuelve a esta provincia, 12 años después de salir de aquel infierno, y lo hace para denunciar la estrecha relación entre el porno y la prostitución en las jornadas Mercados y mercaderías de la sexualidad. Estrategias de normalización de la violencia sexual organizadas por la UBU. Su intervención tendrá lugar el martes, 7, a las 17,30 horas en el Teatro Principal.

¿Cuál es la relación que existe entre prostitución y pornografía?

Desde mi experiencia personal y mi formación en el cuerpo teórico feminista, sé que la pornografía es el márquetin de la prostitución, no es más que prostitución grabada y, a la vez, sirve de puente entre este supuesto mundo de la fantasía y el mundo real. Los jóvenes que violan en manada han aprendido la sexualidad con la pornografía y lo han puesto en práctica con la prostitución, por lo que es muy fácil que luego lo trasladen a la realidad, entendida ésta como el mundo fuera de la prostitución.

¿El porno está normalizando la violencia sexual?
Sin duda alguna, es la pedagogía de la violencia sexual. Parece ser que el pensamiento neoliberal ha atacado de raíz la crítica feminista que hacemos  porque si es a cambio de dinero pareciera que es menos violento, degradante, humillante y cosificante para las mujeres. Y esto no es así, el intercambio de dinero no exime de responsabilidad a los agresores ni deja de cosificar a las mujeres.

¿Qué deberían tener en cuenta los consumidores de pornografía?
Que el porno mata el deseo, que se van a ver incapacitados a la hora de conectar con una mujer de carne y hueso; de hecho, cada vez hay más casos de jóvenes con trastornos de ansiedad que les impiden tener sexo. También, que en la pornografía no se interpreta un papel sino que las mujeres están siendo penetradas por todos los agujeros, que hay mucha trata de personas y que las consecuencias sobre la salud de las actrices porno -debería abrirse un debate sobre esta denominación- son brutales. Esto es una prostitución grabada.

Hay estadísticas que aseguran que un 40% de los hombres consumen o han consumido prostitución. ¿Qué razones les impulsan a pagar por tener sexo con mujeres que no les desean?
Las razones que ellos dicen son variopintas y no hay un perfil determinado, ya que utilizan la prostitución hombres de todas las clases sociales y de todas las profesiones, es el espacio en el que todos se ponen de acuerdo y dejan de lado  lo que les diferencia. ¿Por qué pagan? Pues porque hasta ahora no  se han cuestionado el privilegio masculino. Es en estos momentos cuando se empieza a poner el foco en los puteros, en los prostituidores -quien compra personas no puede ser llamado cliente- que lo que compran no tiene que ver con el sexo ni el placer sexual sino con el placer de dominar, de tener poder sobre las mujeres. Ellos saben que las mujeres no les desean aunque prefieren creerse sus mentiras.

¿Qué importancia tiene para usted el lenguaje cuando se analiza la realidad de la prostitución?
Mucha, porque el lenguaje construye la realidad. No se puede decir ‘empresarios de locales de alterne’ cuando en realidad estamos hablando de proxenetas que regentan prostíbulos que son auténticos campos de concentración exclusivos para mujeres empobrecidas, porque se está haciendo un intento de romantizar la violencia y la prostitución, que es tortura y esclavitud. Llamarles clientes es una gran equivocación porque así se les otorga derechos y se les blanquea. Cualquiera puede ser cliente de un banco o de una tienda pero penetrar por boca, vagina y ano a mujeres y niñas y frivolizar con lo que representa esta deshumanización es una realidad que no merece maquillaje. Son puteros o prostituidores para quien elija un lenguaje más académico, yo prefiero puteros porque tiene un matiz despectivo que es necesario: durante siglos el estigma le hemos llevado las mujeres en prostitución y son ellos los que lo tienen que llevar y ser despreciados por la sociedad.

¿Qué siente, como superviviente, cuando pasa por una carretera festoneada de prostíbulos?
Se me revuelven las tripas y es lo que me da fuerza para seguir haciendo activismo hasta que llegue el día en el que la sociedad diga lo que dijo en su día la alemana cuando se enteró de lo que ocurría en los campos de concentración. Si hasta ahora no ha pasado es porque se prefiere mirar a otro lado.

Fuente; https://www.diariodeburgos.es/noticia/Z3162EC87-FFCA-BF8B-6DE97B3EA45958DC/201905/El-porno-es-la-pedagogia-de-la-violencia-sexual

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Entrevista a Arola Poch, psicóloga y sexóloga: “Seguimos transmitiendo a los jóvenes una idea muy pobre y genital del sexo”

Entrevista/23 Mayo 2019/Autor: Adrián Cordellat/Fuente: El país

Arola Poch, psicóloga y sexóloga, defiende una educación sexual integral, que empiece en casa y continúe en las escuelas

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Entrevista a Ousman Umar: “Se alimentan estómagos, pero hace falta alimentar mentes”

Entrevista/23 Mayo 2019/Autor: Galo Martín Aparicio/Fuente: El país

El ghanés Ousman Umar llegó a España como irregular. Ahora dirige una organización con la que enseña alfabetización digital a más de 11.000 niños

Confiesa que se pregunta cómo es posible que siga vivo después de todas las veces que ha estado a punto de morir. Ousman Umar, en su libro Viaje al país de los blancos, publicado por Plaza & Janés, habla de milagros. A su paso por Madrid atiende a Planeta Futuro.“El viaje a Europa es un camino unidireccional: llegas vivo o muerto. No hay vuelta atrás”, cuenta el autor.

Ousman sabe que nació un martes, el mes y el año lo desconoce porque para los walas, su tribu, eso no importa. Su pueblo se encuentra en medio de la selva, en una región remota de Ghana que se llama Brong-Ahafo. La zona es tan fértil que “se cae una semilla al suelo y brota una planta”, escribe en su libro. En aquel lugar en el que no pasaba hambre, Ousman apenas pensaba en su futuro. Trabajar la tierra, cuidar a los animales, casarse y tener descendencia era la vida que le esperaba. Expectativas que cambiaron el día que vio por primera vez volar muy alto un extraño artefacto. Los ancianos de su comunidad le dijeron que era un avión, construido y pilotado por los hombres blancos. En ese momento quiso ser eso, un blanco. Creía que todos ellos eran médicos, ingenieros y pilotos.

Con nueve años, sin saber leer y escribir, pero siendo un manitas, partió a la ciudad de Techiman a labrarse un porvenir en el oficio de chapista. A partir de ahí tomó conciencia de que el mundo no era su pueblo, que había más ahí afuera. Poco a poco el mundo fue creciendo con él. En el puerto ghanés de Tema tomó forma la idea de viajar al País de los Blancos. Un paraíso, pensaba Ousman, que se encontraba al otro lado de las olas.

Unos y otros le contaron cómo había que hacer aquel viaje a la tierra prometida. Le hablaron de Libia, donde podía encontrar trabajo como chapista, cobrar un sueldo (hasta ahora solo había trabajado a cambio de propinas o arroz para comer), ahorrar y así pagar para que le ayudaran a cruzar el mar. “La falta de formación e información es el núcleo de las desgracias del siglo XXI”, cuenta Ousman Umar para explicar por qué hizo lo que todavía hoy muchos jóvenes compatriotas hacen: emprender lo que él denomina “el camino del infierno”. Un viaje de ida en el que lo normal es morir. Por eso repite como un mantra que “la solución está en el país de origen, no en el destino. Hay que alimentar mentes”. Esa idea le hizo chocar con la labor que hace Proactiva Open Arms, “Cuando se llega al mar la batalla está perdida”, dice categórico Ousman, quien desde 2018 es coordinador en África de esa misma ONG.

El periplo de Ousman le llevó con 13 años desde de la selva tropical africana (Ghana), pasando por el mundo árabe (Libia, Túnez, Argelia, Marruecos y Mauritania) hasta Occidente (islas Canarias). Una travesía de cuatro años en la que pasó de vivir en el siglo XV (en su pueblo), pasando por el XIX (Trípoli) para acabar haciéndolo en el siglo XXI en Barcelona. Antes de esa última parada cruzó siete países (Ghana, Níger, Libia, Túnez, Argelia, Marruecos y Mauritania), el desierto del Sáhara y el Atlántico (de la costa mauritana a la isla de Fuerteventura). Viajó en camión, todoterreno, a pie, en autobús, en avión y en patera. Casi siempre vigilado, extorsionado y amenazado por las mafias que trafican con personas como él. “Hay un gran negocio para unos pocos detrás de la miseria de muchos otros”, apunta Ousman Umar.

Este joven ghanés estuvo cuatro años trabajando en diferentes localidades de Libia para ahorrar 1.800 euros, lo que le pedían los traficantes de personas por cruzar en patera el mar. En relación al mar Ousman, lo describe como “el cementerio más grande que hay es el desierto. Es una fosa. La gran mayoría de la gente no llega al mar. En el desierto no hay canales de televisión retransmitiendo lo que pasa, no está la Cruz Roja ni los barcos de rescate. El desierto es invisible”.

Él sabe muy bien de lo que habla. Durante tres semanas caminó por el Sáhara. Lo hizo sin ayuda de un GPS, sin comida y sin agua. Cuando podía orinar se lo bebía, mientras tanto los cadáveres se sucedían en las dunas. Unos eran anónimos, otros eran los de los compañeros que se rendían exhaustos y esperaban a morir solos en silencio. Después de esa tortura llegó a Libia. “Nadie merece vivir lo que los negros vivimos allí. Ser un negro vivo era un delito”, cuenta Ousman. A continuación relata cómo en el primer pueblo de aquel país, Isir, unos niños le ofrecieron agua fresca a cambio de dinero. No tenía y les dio su cartera vacía. Confiesa que le dejó sin palabras aquella falta de humanidad y el racismo que experimentó en Libia, donde la “la sangre de un negro es peor que la de un perro”, como titula uno de los capítulos de su libro.

Finalmente dio el salto a Europa desde algún lugar de la costa mauritana, después de ir de Libia a Argelia, donde pasó de cárcel en cárcel, Malí y Marruecos. Al llegar al mar reparó en que no sabía nadar y que sus compañeros se morían ahogados. “Solo la agonía de pensar que en dos minutos vas a caerte al agua y que en cinco te vas a morir, te mata mucho antes de caer al agua”, cuenta Ousman para describir lo que sintió poco antes de subirse a la patera que le llevó al paraíso, al otro lado del desierto de agua.

Antes de alcanzarlo estuvo dos días sin comer, sin beber, sin moverse, sin apenas hablar y sin chaleco salvavidas. En la isla de Fuerteventura tuvo un recibimiento humano, una novedad hasta ese momento en su viaje. De allí se fue a Barcelona, le preguntaron dónde quería ir y él dijo que a “Barça”. Es lo único que sabía de España. En la casa de su familia adoptiva Ousman Umar respiró aliviado y se pasó su primera noche (estuvo un mes viviendo en la calle) en su nuevo hogar llorando, “preguntándome por qué me había sucedido todo aquello”. Entonces decidió que nadie más debería vivir lo que él había vivido.

Renacer

Aquella idea fue el germen de NASCO Feeding Minds, la ONG que fundó en 2010 y que arrancó dos años después, con sede en Barcelona y Ghana, donde le ayuda su hermano, quien gracias a Ousman no hizo el viaje a Europa. Al principio no encontró financiación y tuvo que hacer uso de su propio dinero, el que ganaba como mecánico en una tienda de bicicletas. Compró 45 ordenadores para 850 alumnos para la primera aula informática. Hoy 11.000 niños, repartidos en 19 escuelas, hacen uso de las nueve aulas informáticas creadas por Nasco Feeding Minds.

Su objetivo es proporcionar alfabetización digital a los niños y niñas de Ghana. Lo que pretende es garantizar que los estudiantes de su país tengan las herramientas para decidir su futuro y así evitar la tentación de emigrar a Europa. Evitar futuras víctimas. “Lo que quiero demostrar es que hay que cambiar la percepción de la cooperación. Vamos a dejar ya de alimentar el estómago, porque cuando tú haces eso solo sacias el hambre de manera temporal, sin embargo, si tú alimentas la mente estás saciando el hambre para más de cien años”, explica Ousman. En 2017 su labor fue premiada por la ONU en los WSIS Prizes, en la categoría “Information and Communication Infraestructure”.

Ousman Umar solo quiere que el mayor número posible de niños y niñas puedan “hacer el siete”, una metáfora ghanesa de que te van bien las cosas y que ilustra un brazo apoyado en la ventana de un coche mientras se conduce, cuando por fin se tiene uno.

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/05/17/planeta_futuro/1558091446_296834_1558091594_noticia_normal_recorte1.jpg

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/05/17/planeta_futuro/1558091446_296834.html

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«En la diversidad cultural los yoremes somos únicos»

Por: Mirella Lopez. 

La cultura de la etnia yoreme, asentada en el norte de Sinaloa, se encuentra en buenas manos. Se garantiza por mucho tiempo su preservación a través de jóvenes como Víctor Ramón Flores Montaño, quien respeta y ama sus tradiciones y costumbres. Así quedó manifestado entre algunos jóvenes oficios (músicos, danzantes y cantadores) de la comunidad de Ohuira.

Uno de sus más fuertes representantes es este joven estudiante, Víctor Ramón Flores Montaño, de 19 años de edad y quien cursa la carrera de Educación Intercultural en la Universidad Autónoma Intercultural de Sinaloa (UAIS).

Él es uno de los 16 alumnos que estudian esta profesión porque le gusta la docencia, y quiere enseñar la cosmovisión de la cultura yoreme, comenta en entrevista para EL DEBATE, en el marco del Día Internacional de la Diversidad Cultural.

Víctor Ramón Flores está convencido que su gusto y devoción por los usos y costumbres de la comunidad yoreme no es solo un hobbie, es una forma y estilo de vida, y actualmente es uno de los fiesteros más completos de la región.

Cómo se inició como fiestero, su formación?
Llevo 14 años dedicados a las fiestas tradicionales y dos años tocando flauta y tambor. Empecé a los 8 años de edad bailando pascola y fariseos, por influencia de mi abuelo que me  apoyaba. Él me llevó a la comunidad de El Muellecito, Lázaro Cárdenas, a una ceremonia llamada fiesta-promesa en honor a San Ignacio, donde sentí esa buena vibra que genera la naturaleza, el llamado de la Juya Annia. A los 12 años me llamó la atención la música y empecé a tocar la guitarra, el violín y el arpa…

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Francesco Tonucci: “Si la escuela pierde un alumno, lo regala a la delincuencia”

Por: Mariana Otero. 

 El especialista italiano en educación asegura que cuando los chicos se aburren en clase, es porque no tienen buenos maestros. Dice que una buena escuela es la que logra que los niños desarrollen sus potencialidades.

El derecho al estudio debería ser el derecho a tener un buen maestro”. Con esa frase termina Francesco Tonucci una jugosa charla con La Voz, a minutos de bajarse del avión en Córdoba, el viernes pasado, después de 13 horas de vuelo desde Roma. Viste camisa escocesa y zapatillas. No luce cansado.

 

Después de una entrevista para Voz y voto, el reconocido pedagogo italiano se presta a una segunda parte del reportaje. Mientras saborea un café negro comparte, parsimonioso y extremadamente amable, sus ideas cargadas de sentido común. Dice, por ejemplo, que cada alumno que la escuela pierde es un regalo para la delincuencia o que es insoportable que los niños se aburran en la escuela. Es sólo el principio de una conversación animada.

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Tonucci casi no necesita presentación. Los maestros lo conocen, los gobiernos le piden asesoramiento y la gente común lo sigue.

Es maestro, pensador e impulsor de La Ciudad de los Niños, un proyecto que se expandió en gran parte del mundo (incluso en la Argentina) y que busca el regreso de los niños a las calles.

Más que pedagogo, a Francesco le gusta que le digan “niñólogo”, un neologismo que resume su dedicación al estudio, investigación y análisis de temas vinculados a la educación y a la E. También es el padre de Frato, su alter ego, un personaje que mira al mundo con ojos de niño y da voz a aquellos que normalmente callan. Sus viñetas se han reproducido en numerosas publicaciones.

Tonucci está en Córdoba, invitado por la Fundación Arcor, en alianza con otras instituciones, para contar por qué los niños son actores sociales indispensables en la transformación de las ciudades y de las escuelas. Aquí también recibirá un honoris causa, que le entregará la Universidad Católica de Córdoba.

–¿Por qué es necesario escuchar a los niños?

–La Convención de los Derechos del Niño plantea que las opiniones de los niños hay que tenerlas en cuenta. Las escuelas ganan cuando escuchan, respetan e implementan las ideas de los niños. Hoy en día la escuela sufre de un tema que Brunner decía que es insoportable: los niños se aburren. La mayoría se aburre y pareciera que esto es casi natural. Se considera natural porque siempre ha ocurrido. A las familias no les molesta que sus hijos se aburran en la escuela porque ellos se aburrieron. Lo que crea muchos problemas es que esto no preocupe a los maestros. Si se aburren, eso quiere decir que no tienen buenos maestros, no son maestros capaces de interesar a sus alumnos.

–¿Se aburren porque seguimos teniendo una escuela antigua?

–Los niños se aburren porque no ven en la escuela a “su” escuela. Ellos van a la escuela que es la escuela nuestra, no la suya. Gabriel García Márquez, que no era pedagogo pero sí un premio Nobel, decía que nosotros podemos nacer músicos o pintores o periodistas o investigadores o mecánicos o artesanos, y a veces no lo sabemos. El papel de la escuela –como el de la familia– sería poder descubrir lo que él llama “su juguete preferido”. Él dice: “Dedicarse totalmente a su juguete preferido es la garantía de la felicidad”. ¿Qué significa ser feliz? Realizarse, poder vivir haciendo lo que te gusta más. ¡Cuánto gozaría la sociedad de tener ciudadanos felices! Serían funcionarios más capaces, productivos, interesados, partícipes. Si yo puedo hacer lo que sé hacer mejor, voy a llegar a ser el mejor en ese sector y encontraré también trabajo. Hoy en día, ocurre lo contrario. El mundo económico indica a la escuela qué sectores debe desarrollar porque el mercado necesita eso. Es mentira, la economía de hoy no sabe lo que será necesario dentro de 10 años. No tenemos ningún elemento para decirles a nuestros hijos “si hacés ingeniería informática o enfermería, tendrás trabajo”. Si pensamos en lo que se necesitaba 10 años atrás, efectivamente todas estas previsiones se han vuelto erróneas y muchas personas han renunciado a ser lo que querían ser para ser lo que era útil ser y no ha sido útil.

–¿El rol del maestro sigue siendo central para la transformación de las escuelas?

–Cuando hablo de los maestros de mis hijos, hablo de suerte. Lo digo en serio y no creo que sólo me pase a mí. Mi primer hijo no tuvo suerte; la segunda ha tenido mucha suerte porque tuvo una maestra estupenda que le ha dado bases de las que está gozando hasta ahora; el tercero, regular. Esto es muy común y no puede ser. Por eso digo que en la escuela hay tres elementos: uno son los programas, los objetivos, lo que se propone que se realice; los otros, la didáctica y la evaluación. Nuestros gobiernos se han dedicado desde siempre al primero. En Italia cada gobierno ha hecho una reforma, se ha cambiado todo, disciplina, horarios, arquitectura de la escuela… Lo que ha quedado igual es la escuela. La escuela ni se ha dado cuenta de todas las reformas. Desde hace más de 10 años ha llegado a ser interesante el tercer punto: la evaluación. Lo que a nadie le ha interesado nunca es lo que ocurre adentro, la didáctica, los maestros. En todas las reformas hay casi nada sobre la formación de los maestros. Yo creo que un buen maestro no necesita ni de programas ni de evaluaciones. Los que conocí como buenos maestros siempre han tenido un afecto fuerte de los alumnos y un respaldo fuerte de las familias.

–¿Cuál es una buena escuela?

–La buena escuela es la que sabe hacer lo que dice la ley sobre la educación, que ofrece a cada uno de los alumnos la posibilidad de desarrollar sus capacidades individuales. Sobre esto hay una poesía de Loris Magaluzzi que decía: los niños tienen 100 lenguas, 100 maneras de pensar, de jugar, 100 lenguajes, pero les roban 99. ¿Quién roba a los niños? Muchos. La escuela es uno de ellos. ¿Cómo hace la escuela para robar tanto? Ofreciendo poco. La escuela no consigue ser una buena escuela porque sigue poniéndose como la escuela de la Lengua y de la Matemática. Todos los niños que encajan en esta competencia son buenos, los que van adelante. Los que nacieron músicos, periodistas, investigadores o artesanos quedan al margen y allí la responsabilidad es muy fuerte.

–Porque entonces se pierden alumnos…

–La escuela no debería poder perder ni un alumno. En Italia, la dispersión escolar no es muy alta. Pero, entre los delincuentes, el 95 por ciento no ha terminado la escuela obligatoria. Este es un tema muy fuerte sobre el que la escuela tiene que reflexionar. La escuela no puede perder alumnos porque, si los pierde, los regala a la criminalidad. Esta es una responsabilidad muy grande. Esto significa que estos niños salen de la escuela como burros, como rechazados, como incapaces, y encuentran un señor que les dice: “Yo confío en ti, aquí tienes una pistola, puedes utilizarla y yo te doy un montón de dinero, te reconozco”. La escuela no lo ha reconocido, la escuela lo ha perdido.

–Una de sus viñetas más famosas es la que dibujó hace más de 40 años en la que representa a una escuela como una fábrica. ¿Cómo la dibujaría hoy?

–Es una pregunta problemática. El dibujo de entonces no era correcto. No era así. Era un símbolo para decir que la escuela obliga a los niños a transformarse como la escuela quiere y los hace a todos iguales. Entraban todos distintos, salían todos iguales y había un tubo de descarga de todos los que no cumplían. Creo que en la sustancia la dibujaría igual. No debería ser que los alumnos aprendan lo que dicen los programas escolares, sino que la escuela sea capaz de favorecer que cada uno desarrolle sus potencialidades. También hay un tema de aprendizaje, no lo niego, pero no puede ser el objetivo principal. Puesto de esta manera, la evaluación no sería el tema principal de nuestros países y de nuestros ministerios. Todo termina dentro de la competencia del maestro. El derecho al estudio debería ser el derecho a tener un buen maestro.

Pedagogo y “papá” de Frato

Creador del proyecto La Ciudad de los Niños.

Francesco Tonucci es un investigador y pedagogo italiano nacido en Fano el 5 de julio de 1940.

En 1966 realizó sus primeros dibujos de carácter pedagógico y desde 1968, con el heterónimo de Frato, comenzó un trabajo gráfico sistemático con la intención de exponer su pensamiento educativo a través de viñetas y dibujos.

A lo largo de los años, se hizo conocido mundialmente por su iniciativa pedagógica La Ciudad de los Niños, proyecto que inició en mayo de 1991.

La UCC entrega el Honoris Causa

Agenda de actividades en la ciudad de Córdoba, Arroyito y Villa María.

Miércoles. A las 18. Conferencia «Necesitamos a los niños para transformar la escuela», co-organizada por Fundación Arcor y Universidad Católica de Córdoba (UCC). La UCC entregará el Honoris Causa. En el auditorio Rectorado Nuevo (Baterías D) Ciudad Universitaria (UNC) Valparaíso 1627.

Hoy, en Arroyito. A las 19. Conferencia “Necesitamos a los niños para transformar la ciudad”, en la Feria del Libro, organizada por la Municipalidad de Arroyito.

Martes, en Villa María. A las 17. Conferencia “Necesitamos a los niños para transformar la ciudad», co-organizada por la Municipalidad de Villa María y Fundación Arcor. Parlamento de los Niños, en el Centro Cultural Leonardo Favio, Gobernador Sabattini 200. La actividad es abierta y gratuita, con cupos limitados. Inscripciones: areaeducacion@yahoo.com.ar.

Miércoles. A las 10. Foro Ciudadano: “La construcción de los espacios públicos y la ciudad, desde la perspectiva de la niñez”. En la escuela Vicente Forestieri de Villa El Libertador. Tonucci participará del foro organizado por la Red Nuestra Córdoba y Fundación Arcor.

 

Fuente de la entrevista: http://www.creadess.org/index.php/informate/desarrollo-humano1/educacion/49078-francesco-tonucci-si-la-escuela-pierde-un-alumno-lo-regala-a-la-delincuencia?hash=60be7666-de3c-49fe-ab31-9a5e95bea79c&utm_medium=social&utm_source=facebook

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David Calle: «Los chicos, a veces, ven mis videos durante el examen. Son chuletas tecnológicamente avanzadas» (Audio)

España / 19 de mayo de 2019 / Autor: Hoy por hoy / Fuente: Ivoox

 

 

Fuente de la Entrevista:

https://mx.ivoox.com/es/david-calle-los-chicos-a-veces-ven-mis-audios-mp3_rf_35880157_1.html

Fuente de la Imagen:

https://www.elespanol.com/ciencia/investigacion/20180325/david-calle-no-sentido-sigamos-ensenando-cuadrada/293971818_0.html

ove/mahv

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