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Amèlia Tey: “El adolescente se compromete por naturaleza”

Por Tiching Blog

¿Qué tres elementos cree que necesita un adolescente para sobrevivir emocionalmente a esta etapa?
Yo creo que hay tres elementos clave vinculados al exterior. El primero de ellos es la seguridad: la necesitan como el aire que respiran. Aunque nos parece que el adolescente manifiesta poca afectividad, o que es reactivo e intransigente, necesita una seguridad para su tranquilidad emocional que viene marcada por unos límites. Una reglas del juego que se marcan desde la familia y desde el colegio, y que le permiten saber qué puntos van a guiar sus actuaciones. Ofrecerles un marco de referencia les permite aceptar la autoridad del adulto pese a que también manifieste que la rechaza. Pero para que acepte estas normas necesita también un segundo elemento.

¿Cuál es este segundo elemento?
El afecto. El adolescente debe sentirse amado en lo más profundo de sí mismo. Debe saber que las personas que están con él tienen un vínculo afectivo que no desaparece pese a las reacciones que lleven a cabo. Cuando hablamos del profesorado, no creo que los docentes deban “amar” a sus alumnos, pero la afectividad se puede demostrar de muchas formas: un gesto, una mirada, una sonrisa… Debe transmitir la confianza que tienen en él, que apuesta por él. Esto está relacionado con la aceptación incondicional de la persona que para mí es el tercer elemento que da sustento al adolescente.

¿La aceptación incondicional por parte de los adultos?
Esto no significa que aceptemos incondicionalmente todo lo que hacen, obviamente. Si algo está mal hecho, está mal hecho, y más si hay unos límites marcados. Los adultos debemos intervenir sobre los hechos, no enjuiciando al adolescente. Lo que debemos hacer es valorar los hechos y así salvaguardar la autoestima de esa persona que se está construyendo. No es lo mismo decir “has hecho una tontería” que decir “eres tonto porque has hecho esto”. Es preferible cuestionar el comportamiento, porque de esta forma transformas un bloqueo en una oportunidad.

¿Qué cree que dificulta la relación entre adultos y adolescentes?
Muchas familias sienten que tenían un niño que era de una forma, y sabían “cómo llevarlo”. Pero, con la llegada de la adolescencia, se encuentran de hoy para mañana con una personita que cuestiona, que se niega. Los padres debemos cambiar el chip y ser conscientes de que delante tenemos una persona que está cambiando y se está construyendo y que la adolescencia es una etapa más. Cuando la familia o el profesorado se encuentra con esto, lo primero que intentan es volver a la situación anterior inmediatamente.

¿Y no es lo que se debe hacer?
No. Ni el adolescente volverá a ser el de antes ni el cambio hacia la madurez será inmediato. Nosotros tenemos que dedicar tiempo a gestionar estas reacciones. No podemos intentar que el cambio sea rápido, porque esto nos lleva al autoritarismo, a las coacciones, a las riñas.

¿Cómo es el adolescente?
Los adolescentes cuestionan los convencionalismos. Se mueven mucho desde los planteamientos de los ideales. Tienen muy claro lo que es, lo que podría ser y lo que les gustaría que fuera. Paralelamente, a nivel cognitivo han dado un salto y pueden pensar de forma mucho más abstracta. Yo animo a los padres a que participen en charlas y formaciones sobre lo que es la adolescencia, ya que la información les dará tranquilidad y herramientas para no personalizar las reacciones de su hijo contra ellos y entender que todos están en situaciones similares. Hay que desmitificar y relativizar las situaciones.

¿Existe un problema de comunicación entre adultos y adolescentes?
Yo creo que cualquier cambio generacional implica una mirada diferente de la vida. Enfocamos de forma distinta los retos, las oportunidades o las circunstancias. Actualmente, además, estamos viviendo cambios muy radicales. Puede generarse una mayor dificultad de comunicación sobre todo si las generaciones están muy alejadas, ya que la diferencia en estos casos es más notable. Pero las dificultades de comunicación siempre han existido. Los proyectos de vida de antes y ahora no tienen nada que ver.

¿Cómo actúa la familia?
La familia siente que tiene una doble función. Por un lado, dar herramientas al adolescente para adaptarse al medio y por otro lado siente que tiene la función de transmitir unos valores que para ellos son ideales. Cuando un hijo reacciona diferente a lo que la familia espera, suelen suceder una de las siguientes cosas. La primera, cerrarse en banda y optar por una posición autoritaria. La segunda es delegar y mandarlos al psicólogo o a cualquier otro profesional, pero sin cuestionar la relación padre-madre-hijo y la dinámica que se sigue en casa. Y por último, que los padres “dimitan” y adopten un rol de colega. Si hacemos esto, estamos faltando a la función que tenemos y que el adolescente espera de nosotros. Él ya tiene colegas.

¿La adolescencia es un momento clave para adquirir determinados valores?
La adolescencia es un período muy potente porque a nivel cognitivo pueden entender las cosas de una forma más completa. Es un momento en el que tienen un planteamiento muy idealista, y es la primera vez que se plantean qué pasa en la sociedad. La primera vez que ven que las leyes y las normas son cuestionables. Esto hay que redirigirlo para evitar que opten por hacer lo que les da la gana porque ellos consideran que es lo correcto. Todo esto se puede vincular hacia el compromiso, hacia la responsabilidad colectiva, hacia el bien común. El adolescente se compromete por naturaleza.

¿Cómo les podemos ayudar?
Es importante que los adultos les demos marcos de referencia, porque ellos consideran que tienen la verdad absoluta. Que vean que hay formas distintas de hacer las cosas. Es un buen momento para prácticas de APS, pero es muy importante trabajar la reflexividad de sus actuaciones. Los adolescentes son emoción pura y dura y viven en el presente y para el presente. Es importante que reflexionen sobre qué hacen, por qué lo hacen, qué consecuencias tiene sobre ellos mismos y en los otros…
Además, el adolescente debe sentir la familia de forma cercana porque cuando tenga un problema, si no encuentra cobijo en la familia, buscará a los amigos. Y, hoy en día, es hasta posible que la familia no sepa ni quiénes son.

¿Cómo afronta un padre o una madre el hecho de no conocer con quién se relaciona su hijo?
Es imposible no sentirse inquieto y nervioso cuando no sabes con quién se relaciona tu hijo. El adolescente permanentemente se siente ultrajado, pero si la familia ha establecido unas buenas bases de relación, sabrá que puede recurrir a sus padres ante momentos de vulnerabilidad. Pero no podemos pretender que nuestro hijo cuente con nosotros de repente, si antes no hemos mostrado interés por su vida, por sus aficiones, por sus amistades.
También es cierto que los hijos recurren a los padres en el momento en que tienen la duda y si en ese preciso instante el adulto no está disponible, perdemos esa oportunidad de comunicación y seguramente el adolescente resuelva su conflicto por otra parte. Además, es importante contenerse a la hora de responder ante estas situaciones. Si en el momento de vulnerabilidad juzgamos la situación o sus actuaciones, no nos volverán a contar nada.

¿Qué relación debe existir entre escuela y familia durante la adolescencia?
La relación entre familia y escuela siempre debe estar, y es imprescindible porque son los dos agentes educativos más potentes, es donde hay más oportunidades pedagógicas. Debe existir un interés común por el beneficio del adolescente., aunque también puede ser que tengan planteamientos educativos distintos y en estos casos es cuando más hay que reforzar la comunicación. Está bien que haya complementariedad, incluso divergencia, pero es importante conocer qué se dice en cada ámbito para no dar mensajes contradictorios.

Escuela y familia no siempre van por el mismo camino entonces…
A veces hablamos de las mismas palabras, pero no estamos hablando de lo mismo. Por ejemplo, no hay familia a la que no le parezca importantísimo el respeto. Pero a lo que a unos les parece una falta de respeto, a otros les puede parecer banal. Lo mismo con la responsabilidad, y así podríamos decir un valor tras otro. Cuanta más comunicación percibe el adolescente que hay entre escuela y familia, más consistencia se le da al planteamiento educativo.

¿Qué puede hacer la escuela para fortalecer esta consistencia?
Desde la escuela hay que potenciar la vinculación con las familias, que no quede en una entrevista anual. Durante la Secundaria cada profesor hace su materia y punto, y esto significa que están poco rato con un profesor de referencia. Los tutores en Secundaria no están tanto tiempo con los adolescentes como los estaban los tutores de Primaria.
Lo que creo que es clave es que a los tutores se les escoja por su excepcionalidad, no se valen las rotaciones. Deben ser personas con una mirada y bagaje concreto y una forma de ser determinada, y deben favorecer la comunicación. Cuando un tutor conecta con los adolescentes, se convierte en su referente pese que les ponga límites, o no les acepte ciertos comportamientos. Y si la relación con el adolescente es buena, con la familia es mucho más potente.

¿Qué atributos debe tener este tutor?
Debe ser una persona sensible, empática, respetuosa, con las ideas claras, que sepa escuchar, que tenga iniciativa, y que tenga habilidades sociales. Es importante que sepa transmitir aquello que quiere transmitir. Debe ser vocacional, que confíe en que quien tiene delante es capaz de dar mucho más. Creer que el otro se puede perfeccionar. Es una pieza clave: es alguien con carisma.

Fuente: http://blog.tiching.com/amelia-tey-adolescente-se-compromete-naturaleza/?utm_content=CMPAm%C3%A8liaTey&utm_medium=referral&utm_campaign=cm&utm_source=twitter

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“No se enseña a la gente a resolver problemas, se les enseñan rutinas de ejercicios y si te apartas de ellas es un desastre”. Entrevista a Francisco Marcellán. Presidente de la Real Sociedad Matemática Española.

Entrevista/08 Noviembre 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la educación

Francisco Marcellán asegura que se ha devaluado el nivel de conocimientos de quienes llegan a la docencia tras su paso por la universidad. Aboga por más y mejor matemática, pero no repetitiva.

Se acaba la entrevista y Francisco Marcellán, catedrático de Matemática Aplicada en la Universidad Carlos III de Madrid y presidente de la Real Sociedad Matemática Española, le hace el trabajo al periodista. “Básicamente, tenemos cuatro preocupaciones”, resume. “La forma en que se enseñan las matemáticas, el objetivo que tiene esa formación, la formación del profesorado y que los poderes públicos sean conscientes de que las ciencias necesitan unos procesos de aprendizaje no memorísticos, no rutinarios”, resume. De estos temas —y otros, como las oposiciones o la escasa presencia femenina en los estudios de ciencias en general y matemáticas en particular— charlamos con este profesor universitario y formador de ingenieros con varias décadas de experiencia a sus espaldas.

Empecemos por lo más básico. ¿Por qué es importante la educación en matemáticas?

Para despertar la curiosidad de los estudiantes ante problemas de la vida real y saber formalizar situaciones que pongan en contexto las respuestas matemáticas a sus problemas. Algo tan abstracto como decir qué tienen en común cinco bolsas de peras con cinco bolsas de manzanas ya en sí es un proceso de abstracción que va más allá de lo concreto para fijarse que hay elementos comunes, modelos, que rigen comportamientos en la vida cotidiana. En segundo lugar, las matemáticas son importantes en la medida que permiten buscar alternativas frente a respuestas unívocas. Una de las tareas matemáticas más importantes es la creatividad de respuestas, buscando no solo la originalidad sino la rapidez y la proyección a futuro en esas respuestas. El tercer elemento es que las matemáticas configuran un ámbito cultural en el sentido de que tienen conexiones con no solo las ciencias, sino también con humanidades, artes o ciencias sociales, en la medida, por ejemplo, en que las matemáticas están detrás de procesos de seguridad de datos, cuestiones relacionadas con riesgos financieros, etc. Están detrás de modelos que tienen que ver con la propagación de enfermedades, el control de la evolución de tumores, por ejemplo. Es relevante también que las matemáticas están vinculadas a la modelización de fenómenos naturales, que es un hecho que me parece que le da un valor especial.

¿Le preocupa la escasa presencia femenina en los estudios de ciencias en general y de matemáticas dentro de ellas?

En las matemáticas es un problema comprobado: el número de catedráticas es infinitamente menor que el de otras áreas. Catedráticas de universidad en matemáticas hay como un 20%, mientras el promedio en general es de un 40%. Ese problema real viene motivado por tres hechos: primero, las pocas vocaciones matemáticas que se despiertan en los estudios no universitarios. Un dato objetivo: en las Olimpiadas Matemáticas el número de mujeres es mínimo. No solo el número de las que se presentan, sino que en la última olimpiada española no había mujeres entre las medallistas. Segundo, puede haber un incremento de mujeres que estudian matemáticas en la universidad, se calcula que es un 40% ahora. Tenemos que fomentar que las mujeres estudien matemáticas. Tenemos la palabra simbólica STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés), que constituye uno de los objetivos importantes que se han fijado las comunidades científicas y los responsables educativos de los países: atraer mujeres a este ámbito. Pero también hombres, es importante que haya una base social estudiando esas carreras. El tercer problema son las dificultades que tiene el desarrollo científico para matemáticas porque es una investigación compleja. Una persona cuando acaba la tesis tiene que hacer un periodo postdoctoral, casi siempre en el extranjero. Y las limitaciones que hay para las mujeres por problemas de conciliación familiar son mucho mayores que para los hombres. En síntesis: estudios no universitarios en los que habría que fomentar para las ciencias, no solo las mujeres. A nivel universitario, incrementar el número de mujeres que estudia matemáticas pensando en una orientación no solo de servicio (con dedicación a la docencia) sino también a la investigación y el trabajo en empresas. Conciliar la vida familiar con la actividad científica, que es realmente muy exigente.

Pero esto último se da en un estadio avanzado. Antes de eso, ¿cómo se puede atraer a las mujeres a estas áreas?

Pienso que atraer a mujeres a áreas científicas y tecnológicas tiene dos componentes. Por un lado, los profesores juegan un papel central para estimular que vengan estudiantes para realizar aprendizajes en aspectos científicos. Eso se traduce a su vez en que quieren estimular el aprendizaje, no se tienen que limitar a aprender rutinas, hay que hacer más cosas: fomentar la curiosidad, las actividades creativas, etc., que implican una acción mucho más dinámica por parte de los profesores que sencillamente enseñar. Tienen que enseñar a pensar. Las ciencias implican algo más que el aprendizaje de rutinas. Implican despertar curiosidad, la búsqueda de alternativas y, sobre todo, el contraste de hipótesis y opiniones.

Entiendo por lo que dice que esto no se hace ahora.

En absoluto. Hay un documento que debería tener una publicidad absoluta, que es el discurso que pronunció el presidente de la Real Academia de Ciencias Físicas y Naturales, que lleva por título Un pequeño elogio de la ciencia pequeña. La ciencia pequeña, aplicada a las matemáticas, son esas matemáticas que detrás de ellas llevan unas reglas, pero que si no se saben explotar se convierten en rutinas. Ponía un ejemplo muy sencillo: un grifo llena el depósito en dos horas, otro lo hace en tres. Si se abren a la vez, ¿cuánto tiempo tardarán en llenar el depósito? Es un ejercicio matemáticamente elemental, pero que exige pensar, no solo dar la regla para resolverlo. Hay que saber qué hay detrás del problema. Esto es uno de los inconvenientes fundamentales. En mi opinión los profesores forman a los alumnos para aprobar exámenes, y en el caso de las matemáticas es especialmente preocupante. Buena parte de la educación secundaria en matemáticas está orientada a que los alumnos realicen ejercicios que les permitan pasar las pruebas de acceso a la universidad. Me parece un error gravísimo. El hecho fundamental es que la gente aprenda y, como consecuencia de ello, pueda superar las pruebas de acceso a la universidad, no fijarse como objetivo introducir unas rutinas mecánicas para aprender los ejercicios que van a ser propuestos en las pruebas de acceso. Esto es un error completo.

¿Cuánta culpa de esta situación los currículos? Sé que es un tema que les preocupa.

Nos preocupa de una manera fundamental. A la hora de plantear estadios y objetivos de aprendizaje hay que contar con la gente que sabe de matemáticas, va más allá de criterios pedagógicos. Hay que combinar de manera razonable criterios pedagógicos con criterios de contenidos, y en mi opinión se han primado los primeros sobre los segundos. Quienes tienen que enseñar matemáticas son personas que deben reflejar lo que han experimentado aprendiendo matemáticas. Las dudas no solo en las respuestas sino en las preguntas. No solo rutinas que están tabuladas en forma de contenidos. Un ejemplo significativo: la RSME organiza las olimpiadas matemáticas. Están orientadas no desde la perspectiva de un aprendizaje para todos sino para detectar talento matemático. Esos aprendizajes se hacen fuera de los horarios académicos porque somos conscientes de que el contenido académico regular no facilita esa detección del talento y el desarrollo posterior. Creemos que se tiene que combinar un fenómeno de equidad con otro de saber quién tiene predisposición especial para las matemáticas. Todo ciudadano tiene derecho a conocer las matemáticas, pero hay que desarrollar el talento de aquellos que están predispuestos para atender las matemáticas de otra manera, para formularse problemas e ideas que no sean comunes.

Una de sus preocupaciones son las ratios alumno/clase. ¿Es imposible enseñar matemáticas bien con 30 alumnos en una clase?

El problema es que 30 alumnos en clase pueden tener diferentes predisposiciones a aprender y lo que se obtiene a consecuencia de ello es un programa de mínimos. Pero en modo alguno da significado a aquellos que tienen especial predisposición. En el momento en el que la clase se acaba, el profesor, la única posibilidad que tiene es estimular a aquellos que destacan y lo tiene que hacer al margen de la estructura académica. Esto es un problema realmente importante. Enseñar en la diversidad significa que no todo el mundo está en condiciones de avanzar en las matemáticas. Esto significa que cada uno pueda dar de sí según sus capacidades. El clásico ejemplo: una persona puede ser un buen corredor de fondo, pero difícilmente podrá ser buen corredor de velocidad. La tarea importante es distinguir unos y otros para estimular que en su capacidad sea el mejor posible. Ese es el problema que creo que hay en el sistema escolar: por intentar igualar estamos haciendo perder oportunidades para aquellos que creen que pueden mejorar y creen en ellos una sensación de frustración que puede ser importante.

Le he leído criticar la formación de los profesores. Ya ha comentado que le disgusta que se prime lo pedagógico sobre el conocimiento. ¿Qué más le preocupa?

La primera cuestión es que la apuesta por una mejora de la formación de los profesores de secundaria es un hecho fundamental de un sistema educativo. Aquí hablamos mucho de Finlandia, pero creo que en nuestro caso tenemos unos procesos en los que tenemos unos grados de educación primaria y luego unos másteres. Es fundamental que los másteres formen matemáticamente a los profesores que van a impartir la materia en Secundaria. Formar en matemáticas, no en dinámicas concretas. Esto significa conocer la base matemática, conocer cómo se generan problemas, cómo se pueden dar alternativas a los problemas, porque a medida que el profesor se forma en esas cuestiones las transmitirá a los estudiantes. Un profesor enseña lo que sabe, un profesor debe transmitir las dudas que experimentó él ante un conocimiento. Si se limita a reproducir métodos e ideas sin ningún tipo de posicionamiento, el alumno va a reproducir ese tipo. El tercer elemento que me parece fundamental es que el profesor no nace, se hace. Esto significa que la formación que tiene en el máster de Secundaria la tiene que contrastar, de manera que cuando se incorpore a un sistema educativo haya experimentado las dificultades que se vaya a encontrar a la realidad. Podríamos tener unos másteres de Secundaria maravillosos, pero si el profesor no ha practicado con los alumnos y se ha enfrentado a las dificultades que presenta el aprendizaje, me parece un suicidio que el profesor que ha sacado una brillante oposición cuando llegue a la realidad se enfrente con ella, con un coste durísimo para él, los alumnos y el sistema educativo. De ahí que el MIR educativo del que se habla, bien planteado, puede ser una buena herramienta. El médico se ha formado en una facultad de medicina, pero no es suficiente, tiene que tener un periodo práctico y durante ese periodo experimenta con las realidades que se va a enfrentar profesionalmente. Lo hace con unas garantías, un salario digno y sobre todo con una vocación de trabajo colectivo que va más allá del problema personal que puede significar enfrentarse a los alumnos.

Hemos mencionado las oposiciones. En Matemáticas es habitual que haya muchos suspensos. ¿Ve una explicación? ¿Qué solución tendría?

Tiene una explicación bastante lógica. Yo acabé la carrera en el año 73. Buena parte de mis colegas que querían dedicarse a la Secundaria estaban un año dando clase, preparaban las oposiciones y las aprobaban al año siguiente. Muchos eran catedráticos de instituto al año siguiente de licenciarse. Había un modelo de oposiciones que reflejaba muy bien los contenidos de lo que se enseñaba en la universidad. La situación actual es que buena parte de los matemáticos optan por la Secundaria en un 20%, aproximadamente, porque hay un nicho de trabajo. Eso no cubre la demanda de profesores. Está ocurriendo entonces que determinados sectores profesionales con altas cotas de paro (arquitectos, físicos, químicos, determinadas ingenierías) están optando a estas plazas. El problema es que la formación matemática de esa gente se ha reducido tras Bolonia [el espacio educativo superior europeo] en un 50%. No tienen la formación matemática necesaria para afrontar los contenidos matemáticos que hay en muchas oposiciones. De ahí que en algunas comunidades autónomas la tasa de fracaso sea preocupante, por ejemplo, en Madrid. En otras comunidades autónomas no se ha dado porque había un alto número de gente con formación matemática que se presentaba. Por tanto, dos opciones: una es destacar que ha disminuido de manera importante la formación matemática. Otra, que los matemáticos encuentran nichos de trabajo fuera del ámbito educativo.

No basta entonces con el nivel de una ingeniería para dar clase en Secundaria.

En mi opinión, en absoluto. Yo soy profesor de ingeniería industrial. Las matemáticas que dábamos en ingeniería industrial hace 40 años no tienen nada que ver con las de ahora. No solo en intensidad, se ha reducido. Esas personas que quieren optar a dar clase de matemáticas, ante unos exámenes que se plantean en las oposiciones, igual hace 30-40 años las podían afrontar tranquilamente; ahora no los pueden afrontar. No se enseña a la gente por ejemplo a resolver problemas. Se les enseñan rutinas de ejercicios y en el momento en el que te apartas de la rutina es un desastre.

Una duda tonta que leí el otro día en algún sitio. ¿Las matemáticas se inventaron o se descubrieron?

Surgieron de la realidad. Surgieron de problemas tan elementales como la astronomía, conocer la posición de los astros. Surgieron con problemas relacionados con el reparto de tierras, en relación con la herencia, surgieron por entender el mundo, en el fondo como la Filosofía. La idea era tratar de dar una explicación racional a efectos que se veían de manera natural en el ámbito cotidiano. En un momento determinado esas experiencias que surgen de lo natural necesitan una abstracción. Ahí surge la matemática, como la Filosofía, como un intento de superar lo concreto para intentar entender la realidad. Ver si esos modelos, ante nuevas situaciones, pueden dar respuestas. Si el modelo no da respuestas, automáticamente hay que revisarlo. Esa es la esencia de las matemáticas.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/08/no-se-ensena-a-la-gente-a-resolver-problemas-se-les-ensenan-rutinas-de-ejercicios-y-si-te-apartas-de-ellas-es-un-desastre/

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“Las aulas en las que se da clase responden a otro tipo de sociedad. Hoy no sirven y hay que cambiarlas”. Entrevista a Mariano Fernández Enguita

Entrevista/08 Noviembre 2018/Autora: Laura Galaup/Fuente: El diario la Educación

El catedrático de sociología de la educación Mariano Fernández Enguita abre el debate sobre la profesión docentes planteado por el Ministerio de Educación.

El Ministerio de Educación ha iniciado este martes un debate para la reforma de la profesión docente. La titular del departamento, Isabel Celaá, ha inaugurado un foro en el que más de una decena de expertos han planteado algunas propuestas. En su discurso de apertura, la ministra ha abierto la puerta a la elaboración de un sistema de “evaluación riguroso” para los profesores. Uno de los participantes, el catedrático de Sociología de la Educación de la Universidad Complutense, Mariano Fernández Enguita, aboga en una entrevista con eldiario.es por una modificación completa del sistema de acceso a la impartición de clases.

¿Qué opina sobre las evaluaciones a docentes que ha planteado la ministra?

Estoy por la transparencia y creo que la oposición a la evaluación, es la oposición a la transparencia. Los centros son opacos, hubo un tiempo en el que no se podía preguntar nada a un centro. Nadie defiende que se va a evaluar a los profesores por las notas de sus alumnos. Son maneras de fomentar miedos. Si tenemos transparencia, la evaluación viene sola. Si las cosas se ven, el centro lo ve, los compañeros lo ven, las familias lo ven y la dirección también.

¿Cómo cree que se puede mejorar la profesión docente?

Lo dividiría en tres fases. Creo que hay un amplio acuerdo en lo que sería la mayor novedad, la inducción o periodo de prácticas. Es necesario que sea selectivo, no puede ser que todo estudiante vaya ahí. Debe haber una prueba. También tiene que haber una selección de los centros, no vale cualquier centro. Tienen que ser buenos centros, que sean innovadores o de calidad. Se debe seleccionar a los mentores, no se aprende con cualquier profesor.

Por supuesto, que también tendría que regularse el salario: entre el salario mínimo y las [becas predoctorales] FPI o FPU. Si hacemos eso, podremos librar a la formación universitaria del prácticum. Sustituiremos los tres o siete meses, según el máster o magisterio equivalente, del prácticum que nadie controla por dos años de un buen prácticum.

Después de una evaluación positiva de ese periodo de inducción, ya se debería habilitar al profesor en todo el territorio nacional. Tendría que ser una habilitación única a la que las comunidades autónomas puedan añadir requisitos adicionales, no alternativos. Si quieren ir a Catalunya y País Vasco y les requieren la lengua, adelante, que se la exijan. Pero no que les planteen que tienen que estudiar otro temario de geografía. Hay que mantener la movilidad del profesorado, que las personas y los trabajadores se puedan mover libremente por España,

Dentro de su planteamiento, ¿en qué punto quedan las oposiciones?

No veo al profesorado pasando del periodo de prácticas al funcionariado, haciendo corriendo la oposición. Creo que la oposición no es un buen método y se debería mirar a la universidad. Antes, en los campus no había nada más que la inestabilidad y luego la oposición. En la práctica se ha configurado un periodo intermedio. La carrera típica de un profesor universitario son cuatro años de beca, otros tantos de ayudante y luego contratado doctor, antes de ser funcionario. Podríamos pensar en periodos contractuales como profesor de pleno derecho, con una contratación laboral. Un par de periodos de cinco años, en los que habría que revalidar la acreditación.

El sistema universitario también ha recibido críticas por favorecer la endogamia o casos [como en el Instituto de Derecho Público de la URJC] que han demostrado que los profesores jóvenes tienen que encontrar a alguien que les tutele para poder crecer profesionalmente…

Endogamia, no. Antes, había mucha. Tenías que encontrar a alguien que te tutelase y que podía tutelar al mejor candidato o a su sobrino. Hoy no hay eso, pero hay un tremendo localismo, si no estás dentro no hay manera de entrar. Es muy difícil moverse en la universidad. En términos estrictos antropológicos es una matrilocalidad, no te mueves de donde está tu madre. No te mueves de la universidad en la que entraste por primera vez. Pero eso no tiene lugar aquí porque no procede.

Aquí hay que asegurar una oferta formativa, que tendría que consistir en ofertar en parte toda la formación inicial que el profesor tuvo a su disposición y no usó. Por ejemplo, no aprendió nada sobre autismo y ahora le parece que debe hacerlo. En segundo lugar, hay que apostar por una formación determinada por los programas de las comunidades autónomas, por las necesidades de los centros. Y en tercer lugar, dar un poco de margen para la barra libre. Si alguien piensa que hay que estudiar mindfulness, que lo estudie. De ahí puede venir un poco de innovación, sin pasarnos. Esa formación tendría que ser parte de la carrera docente.

También apuesta por modificar los criterios de movilidad que tienen los profesores…

Creo que hay que cambiarlos. La antigüedad podrá dar dinero pero la asignación a un centro deben hacerla los centros, grupos de centros o autoridades locales. Hay muchos métodos para eso. Tienen que ser seleccionados por concurso de méritos y no por antigüedad. Por ejemplo, si se necesita a alguien que trabaje sobre minoría gitana o sepa trabajar con alumnos con dificultades del lenguaje. El centro dice qué necesita y se realiza un concurso público regulado. En Japón los centros plantean sus necesidades y una instancia local saca un concurso al que la gente se presenta con sus méritos y se decide. Entre esos méritos se podría incluir haber tenido iniciativa, haber emprendido innovaciones o haberse formado en cosas relevantes.

¿Considera que el sistema actual valora estos méritos?

El sistema actual es absolutamente burocrático. Al contrario, el sistema actual desmoraliza a los profesores que se lo toman en serio. Da igual tomárselo en serio, que no. Da igual hacer un curso bien, que firmar. Da igual hacer algo que tiene que ver con las necesidades que tú vives, que hacer lo te viene bien porque es el miércoles a las cinco. Da igual, se ha burocratizado de tal manera que sirve de poco. Hay gente que sobrevive en eso porque tienen conciencia profesional, ven lo que hay que hacer y buscan la manera de hacerlo, pero el sistema no ayuda.

¿Cómo se consiguen que las ideas que está planteando usted y sus compañeros se implementen?

Creo que hay una cierta oportunidad en la inestabilidad política, paradójicamente. Nadie puede dictar sus condiciones. Si hay un acuerdo para poner en pie eso que llamamos inducción, sí que creo que hay una oportunidad.

El fracaso del pacto educativo ha demostrado las dificultades que tienen los grupos políticos para llegar a un acuerdo…

Creo que hay que abandonar la idea de un pacto educativo, creo que lo que hay que hacer son muchos pactos educativos. Creo que no es posible un acuerdo educativo porque cada cual tiene su veto. Es un sistema de pactos cruzados que hace imposible la decisión. Pactemos sobre las lenguas, sobre la carrera docentes, financiación, ordenación básica del sistema, sobre la autonomía de los centros, la distribución de capacidades y decisión de los centros.

¿Qué responsabilidad tiene la situación actual de la profesión docente con las altas tasas de fracaso escolar de nuestro país?

Muchísima. En toda institución la profesión es decisiva, da igual que sean los tribunales, los hospitales o los Ejércitos. En una fábrica, no. En una fábrica el decisivo es el ingeniero o el patrón, el resto más o menos obedecen. No quiero simplificar. Todos tienen su importancia, pero las órdenes vienen de arriba y están muy reglamentadas.

En las instituciones la profesión manda. Otra cosa es que el profesional individual esté limitado. Está limitado por la reunión colectiva de los profesionales, llámese claustro; está limitado por los editores de los libros de texto, pero los que los hacen también son profesores; está limitado por los ministros y consejeros, que son profesores; o por la herencia del pasado, que la han formado los profesores y los estudiantes de universidad que dicen que no cambie nada, que se han preparado para esto. Todo eso es la profesión. La profesión es esencial, es la que puede arreglar las cosas y puede estropearlas.

¿Qué papel juega en esa afirmación los recortes o los aumentos de ratio?

La ratio es un problema maldito, no tiene solución. Cuanto más pequeño es un grupo y más intenta un profesor diversificar la enseñanza, no puede tener tiempo. Cuanto más intenta diversificar, más mareado está con la ratio. Me parece que hay otras formas. Hay algo que llamo la hiperaula, para lo que hay que olvidarse de un profesor, un grupo de alumnos y un aula, y pensar más en grandes grupos, con varios profesores, que cambian constantemente de configuración.

Esto que llamamos el aula, que en inglés lo llaman classroom, que es más exacto porque quiere decir la habitación de la clase y no la habitación en la que damos clase, responde a otro tipo de sociedad. Hoy no sirve y hay que cambiarlo. Eso lo inventaron los curas entre los siglos XVII y XIX, es un plagio del monasterio y de la fábrica de la Primera Revolución Industrial.

Una de las críticas que se ha planteado es la escasa retroalimentación que hay entre profesores en nuestro país. ¿Por qué los docentes españoles no meten en sus clases a observadores o a otros compañeros para recabar opiniones?

Se debe a la desconfianza. En un país que no ha sido democrático durante cerca de medio siglo se genera una desconfianza hacia el poder y las instituciones. Por lo tanto, el maestro y el profesor piensan que si les ven, algo malo les va a pasar. Creo que hay una conciencia de que uno nunca está a la altura de la tarea. Cuando pregunto a los profesores el balance siempre es el mismo, al principio sienten pánico y luego un alivio enorme. Al final, el gran problema de un profesor no es que le vean y le evalúen.

El problema es que un niño se ha cortado y qué haces con los otros treinta, o que te atascas y no sabes responder a una cuestión. La docencia no es una técnica precisa, estar con otras personas es mil veces mejor.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/07/las-aulas-en-las-que-se-da-clase-responden-a-otro-tipo-de-sociedad-hoy-no-sirven-y-hay-que-cambiarlas/

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“Las maestras de infantil deberían ser las mejor pagadas”.Entrevista a Enrique Díez

Entrevista/08 Noviembre 2018/Autor: Víctor Saura/Fuente: El diario la educación

“La educación, ahora mismo, está sola”, sostiene Enrique Díez, ante un panorama donde al capitalismo sólo le quedan “los bienes públicos” por conquistar. Porque la escuela, añade, educa para la cooperación, pero el sistema social, la tribu, está educando para todo lo contrario.

Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de León y responsable federal de Educación en Izquierda Unida, Enrique Javier Díez Gutiérrez es una de las voces más rotundas que se pueden escuchar en España sobre organización y sistema educativo. Ha publicado numerosos artículos y libros, entre ellos Neoliberalismo educativo (Octaedro), que los suscriptores de El Diario de la Educación recibieron a principios de año en sus casas. Hace unos días ha pasado por Barcelona, invitado por la FAPAC (federación de ampas) para participar en dos jornadas consecutivas (viernes y sábado) sobre educación intercultural y sobre segregación escolar. Nos encontramos con él un rato antes del primero de los debates, que se hace en la escuela Collaso i Gil, situada en el barrio del Raval, y cuyo alumnado está formado por más de un 90% de hijos de inmigrantes.

En tu libro describes un escenario casi apocalíptico, en el que el capital prácticamente se ha adueñado de la educación. ¿No es un poco tremendista?

Ahora mismo, si nos fijamos en lo que está ocurriendo en Europa, donde la ultraderecha gana terreno, donde el neoliberalismo se ha asentado como pensamiento prácticamente único, donde han desaparecido los movimientos intelectuales que en otra época planteaban alternativas, donde en Brasil surge un movimiento político para penalizar la pedagogía de la liberación… yo creo que el escenario que describo es bastante realista. Es más, creo que el futuro va a ser bastante más tétrico. Y lo que veo es que la comunidad educativa ha asumido los principios y valores neoliberales. Sobre todo en secundaria se habla mucho de objetivos escolares, de sacar alumnos del aula para que así una buena parte del profesorado se dedique a lo que entiende que es el alumnado con el que debería trabajar habitualmente, que es aquel que se ha adaptado al sistema escolar. Por no hablar de la formación universitaria del profesorado.

Hable, hable.

Las nuevas generaciones no se cuestionan el modelo escolar, y de hecho han abandonado la reivindicación como un espacio también del maestro. Y la formación del profesor de secundaria es caótica, ¿qué hace éste cuando sale? Pues repetir lo que experimentó y vivió en su infancia, es decir, contar con sus palabras lo que dice el libro de texto. Yo que he sido orientador me decían: “Este chaval tiene problemas, te lo mando, tú me lo arreglas y cuando funcione bien me lo devuelves”; “oye, que esto no es un taller mecánico, yo estoy para orientarte a ti”; “ah, no, yo no soy ni su padre ni su mentor, yo estoy para dar instrucción”; “es que para esto no te necesita, porque ya está internet”.

Al menos en León saldrán maestros con espíritu crítico…

Mis alumnas me dicen: “Vale Quique, muy bien, buen análisis, pero no me comas la oreja porque este fin de semana me voy a Carrefour”. A comprar y a consumir. Es decir, la escuela, ahora mismo, está sola. Ni siquiera en los niveles superiores se la creen. Con lo cual, si los medios de comunicación, la calle, el sistema social plantea ese modelo donde los referentes tienen otras expectativas, estamos engañando a los alumnos, les estamos haciendo incluso inadaptados sociales. Hace 20 años igual no hubiera dicho que el panorama es muy negro, pero ahora sí.

Cualquier tiempo pasado fue mejor.

Ahora mismo parece que el capitalismo ha conquistado el planeta, ha poblado la tierra, y el último reducto que le queda por conquistar son los bienes comunes. Hablamos mucho de la guerra económica pero no de la ideológica, y creo que nos han ganado por goleada porque han conquistado el sentido común planetario. Por tanto, no digo que hace 20 años fuera mejor, sino que al menos había esperanza porque se planteaban otras alternativas.

Ha hablado antes de la tendencia a separar y a competir en la escuela, pero en cambio cada vez se habla más de la cooperación y la inclusión como valores de futuro.

Es verdad que hay experiencias cooperativas, que son puntuales y muy interesantes, y que hay muchas declaraciones de cooperación, pero eso no es la política general del sistema educativo, ni es la práctica real de la mayoría de centros. También es cierto que hay que diferenciar entre infantil y primaria, y ESO y bachillerato. Como ejemplo, los mismos patios escolares siguen estando dominados fundamentalmente por los chicos que juegan al futbol. O seguimos también con exámenes muy competitivos como método de evaluación. Aquí mismo estamos en un centro segregado en el que no me parece que haya mucha cooperación.

La escuela del franquismo seguro que era más alienante que la actual y en cambio no impidió que apareciera una ciudadanía crítica.

Hay una diferencia fundamental: un sistema fascista es un bloque contra el que luchar, está muy claro quién es el enemigo. Pero cuando el enemigo lo has interiorizado, e incluso lo deseas, es otra cosa muy distinta. Muchos trabajadores de Uber o Cabify te dicen que ellos tienen la libertad de elegir ser explotados. Por eso yo hablo de la claudicación del sentido común. En León acaban de despedir a trabajadores de la multinacional Vestas porque la planta que tiene ahí se deslocaliza, les planteábamos que es el momento para nacionalizar y que asumiesen esa producción como cooperativa con el apoyo público, y lo que nos decían era que querían cobrar el subsidio lo más alto posible y que luego ya se verá. Eso es pan para hoy y hambre para mañana. La mayor parte de la población ahora mismo está en esta línea, que es lo que yo llamo la pedagogía del egoísmo. O sea, la escuela educa para la pedagogía de la cooperación pero implícitamente buena parte del sistema social está educando para lo contrario. Yo lo veo muy claramente en el tema de los conciertos educativos.

Entramos en terreno pantanoso.

Tú les preguntas a las familias y te dicen: “Es que yo quiero el mejor centro para mi hijo”. ¿Y para los demás niños? Y te dicen: “Es que yo tengo derecho a elegir”. Pues no, el derecho a la educación lo tiene el niño o niña, y no lo digo yo, lo dicen todos los organismos comenzando por la ONU y la Unesco. Y segundo, lo que queremos es el mejor centro para todos los niños y niñas. Nadie tiene un derecho por encima del resto, y lo preocupante es que la mayoría de gente quiere libertad de elección para elegir lo mejor para él, es decir, busca salidas individuales, que es el modelo neoliberal.

Es que no se ha encontrado la manera de hacer una asignación de centros de una forma que no genere quejas.

Creo que los poderes públicos tienen la función de planificar, al margen de si hay quejas o no. Tenemos que planificar el sistema educativo en función del bien común, al margen de las preferencias o la selección de los padres, porque no hay libertad de elección, lo que hay es preferencia de selección, y eso lo dicen todas las investigaciones. Por eso los conciertos ahora mismo no tienen ningún sentido. Como dice Gimeno Sacristán, los conciertos sólo se eligen porque no quiero que los míos estén con una clase social distinta de la mía. Toda la clase media es muy aspiracional, yo quiero relacionarme con profesionales, y no quiero estar ni con negros ni con moros ni con gitanos.

Hay escuelas concertadas en cuyo alumnado también hay negros, moros y gitanos.

Efectivamente, siempre hay la excepción que confirma la regla. Yo fui responsable de atención a la diversidad de la provincia de León, y me encontraba con algunos casos en los que no había forma de tener a un alumno en un centro público, ¿y al final a quién acababa recorriendo? A las teresianas. Pero eso no es óbice para los datos que tenemos de dónde está la población migrante y dónde está la población con necesidades educativas específicas, y está muy mayoritariamente en los centros públicos. Pero no solo lo digo por eso, es que el mismo concepto del concierto educativo es una forma de segregación terrible, y además somos una anomalía en toda Europa. Incluso diría que es inconstitucional, porque la Constitución ampara la creación de centros privados pero no que se tengan que financiar con el presupuesto público. Quien quiera escuela privada, que se la pague.

En el libro escribe que se tendría que invitar a los centros concertados que lo quisieran a incorporarse a la red pública.

Esto es una alternativa que hemos consensuado con Podemos. Pero yo suprimiría los conciertos de raíz, aunque está claro que no es una voluntad mayoritaria de la población. Insisto que en Europa eso es una anomalía. Recuerdo la primera vez que fui a Suecia y entré en un colegio y me encontré en un aula con 15 chicos y chicas y tres profesores. Y de esto hace un montón de años. Con esos recursos nadie se plantea ir a una escuela privada, pero claro, ahí no rescatan bancos ni dedican a armamento lo que dedicamos aquí.

También es mucho más elevada la presión fiscal

Sí, aunque también desde hace diez años todos estos países que se ponían antes como referencia han cambiado, porque han entrado gobiernos bastante más conservadores.

¿Pero si nos comparamos con países de nuestro entorno más cercano, aún somos tan anomalía?

En cuanto a los conciertos sí. Quitando a Malta, somos la anomalía del resto de los países de Europa. En Italia hay algo, pero estamos hablando tal vez de un 16%, aquí estamos en un 36% de media, porcentaje que en Cataluña, Madrid y Valencia es más elevado. Claro, se montan donde hay negocio, en Las Hurdes no montan ningún colegio concertado.

También es verdad que algunas escuelas hoy concertadas llegaron a zonas deprimidas antes que lo hiciera la administración.

Y de eso se trataba inicialmente. Pero esto ha cambiado. Las escuelas de barrio que surgieron de congregaciones religiosas, como los Dominicos o los Jesuitas, en su momento tuvieron sentido, pero eso se perdió. Y lo digo yo, que soy católico practicante y hace años fui profesor en un colegio concertado. El 60% de la concertada es de la Iglesia católica, pero ahora ni siquiera las monjas y los curas están dando clase, lo han subcontratado a otra gente a las que no cuestiono, son muy buenos profesionales, pero sí cuestiono el modelo, y no tiene ningún sentido. La iglesia tiene que dedicarse a lo suyo.

¿Y si hablamos de otro tipo de concertada, por ejemplo de las escuelas que son cooperativas de maestros, y que no han delegado la gestión?

Claro, yo también trabajo con las escuelas cooperativas, y me dicen que no son lo mismo, y no lo son, pero me da igual, a la hora de regular y plantear una propuesta tenemos que pensar en el modelo de país. Yo les digo: “Por supuesto que los últimos que dejaremos que tengáis los conciertos seréis vosotros, pero tiene que ser una red pública”. Porque es la única forma de garantizar que no pase lo que está pasando aquí, es decir, que determinados centros acaben segregados y que además se esté pensando en qué centro voy a elegir y acaben los Volvos a la puerta de los grandes centros porque traigo a mi hijo desde no sé dónde porque si va a este cole va a ser algo en la vida. Es decir, toda esa mentalidad que se va creando a mi me parece que es el modelo de educación que no queremos. Y cuando esto se explica a la gente mayoritariamente está de acuerdo. Pero entonces te dicen: “Tiene sentido, pero como esto no se va a poner en marcha ahora mismo, entre tanto vamos a seguir haciendo esto y lo otro”. ¡Es que así nunca cambiaremos!

Pero, por ejemplo, la escuela en la que estamos, ¿está segregado el centro o lo está el barrio en el que se encuentra?

Las dos cosas. En León tenemos dos centros pegados, sólo les separa una pared. Hasta hace poco uno lo dirigía un señor, y el otro su esposa. Ambos personas geniales y progresistas. Pues en uno sólo hay gitanos y en el otro sólo hay payos. Las familias empiezan a decir: es que a mí hijo no se le atiende lo suficiente, es que si se junta con aquellos va a perder nivel… Cuando una población es rechazada acaba yendo no tanto donde aspira sino donde es aceptado. Si a todo esto le sumamos que hay un proceso de gentrificación fuertísimo en las ciudades, ¿dónde acaba la población?

Pero si es que entonces te dicen que van a trabajar la educación intercultural en el cole. ¿Pero qué educación vas a tratar si ese niño sabe perfectamente que a su papá no le alquilan un piso en esa zona? ¿Qué historias les estamos contando en la escuela?

Yo eso lo he visto con la escuela inclusiva: una clase haciendo un taller sobre inclusión en la que no hay ni un solo compañero que tenga una discapacidad. Así es difícil…

Igual que se hacen semanas multiculturales en escuelas sin alumnos migrantes. Eso es el currículum del turista, y además se estereotipa. La educación o es inclusiva o no es educación, o es intercultural o no es educación. Y aquí no hay neutralidad posible. O educamos o deseducamos. Las adaptaciones curriculares o todo esto de sacar al niño del aula, por ejemplo, son medidas segregadoras porque las estamos haciendo desde una perspectiva no inclusiva. Y eso mismo es lo que observamos en el centro donde estamos: cuando los niños y las niñas están recibiendo el mensaje de exclusión de sus familias por parte de todo el entorno, por mucho que hagamos en la escuela parece que les estemos engañando. Es como cuando le dices al guaje que lo importante es participar y te responden que no, que lo importante es ganar porque es lo que me estás enseñando todos los días. Yo quiero ser como Ronaldo, que gana un montón de pasta. Sí, muy interesante el aprendizaje servicio y trabajar cooperativamente pero yo lo que quiero es ganar pasta.

¿Una red pública única garantizaría la no segregación? Al fin y al cabo, en según qué barrios hay públicas que tienen mucha más demanda que las concertadas de su zona.

Es que la escuela pública está asumiendo las mismas prácticas del modelo empresa de la concertada. Y entonces empieza a aparecer en las puertas de las escuelas: “Venid aquí porque tenemos un modelo bilingüe, o que hacemos no sé qué”. Parece que somos como los restaurantes de las Ramblas, que salimos a la puerta a repartir folletos y captar al cliente. La ministra Celáa dice que vamos a corregir el artículo 109 de la Lomce, el que dice que las plazas deben ofertarse según la demanda social. Pero es que una de las funciones que tienen que tener las comisiones de escolarización es controlar toda la distribución equitativa de toda la población escolar, de tal forma que todas las familias tengan al lado de casa un buen centro, para que no tengan que desplazarse. Que ningún niño tenga que ir en coche a la escuela, lo cual es también otra concepción de la ciudad. ¿Si hubiera una red pública única aseguraría esto? Al menos tendríamos muchas más posibilidades de que no hubiera este modelo. Imagínate una ciudad como Barcelona, que es como un hormiguero humano, donde hay una agresión permanente, donde hay un estrés permanente… ¿y aquí decimos que apostamos por trabajar las emociones, la educación lenta… pero cómo? Se dice aquello de que quien educa es la tribu. Pues ¿dónde está aquí la tribu? Aquí la tribu está educando lo contrario a lo que educa la escuela. Por eso digo que soy pesimista.

¿Dónde queda la autonomía de centros? ¿Es compatible con su propuesta?

Totalmente. Yo hablo de planificar en el sentido de dar respuesta a las necesidades educativas, garantizar que todo el mundo tenga derecho a una escuela y con los mejores recursos, y que además sea gratuita. Pero respetando la autonomía, claro está, y de hecho dando mucha más de la que tienen los centros actualmente. Porque ahora ¿qué autonomía pedagógica se está dando? Para dar autonomía real tenemos que hacer un currículum de mínimos, no puede ser esto que se hace de páginas y páginas de estándares de aprendizaje o de evaluación. O de exámenes y reválidas que no las puede poner ni el propio profesorado, porque hay una desconfianza terrible sobre el profesorado. Creo que en su momento la Logse dio mucha autonomía, cuando se dieron unos mínimos, y yo diría que deberían tener autonomía suficiente incluso para incumplir los mínimos.

Ya no quedan muchos que hablen bien de la Logse…

Yo digo que fue buena, pero se hizo sin recursos y con mucha diarrea curricular. Y tuvo un gran defecto, el psicologismo, por el que casi se convertían a las víctimas en culpables. Si tú no te esfuerzas eres tú el responsable. Y con ello la cultura de la autoridad porque alguien tiene que hacer que te esfuerces, y eso es revictimizar a las víctimas. ¿Pero te has preguntado por qué no se esfuerza o por qué no quiere estar en clase? A lo mejor nos tenemos que preguntar por qué un niño a los 4 años pregunta de todo y quiere saberlo todo y a los 14 no quiere saber nada de lo que le contamos. Pero vamos, no puedes hacer una reforma sin una ley de financiación que garantice y blinde esa inversión al 7% del PIB, es decir, al nivel de Europa, y para eso hay que meterla la financiación de la educación en el título 1 de la Constitución. Yo acabo de mandar un alumno mío de doctorado a Noruega ¡y le pagan 2.300 euros al mes por hacer el doctorado! Pero repito que allí no rescatan bancos.

Volvamos al currículum. Decía que hasta se deberían poder incumplir los mínimos.

Si un centro decide trabajar por proyectos y que no haya asignaturas, pues olé sus narices. Yo he visto centros en los que los estudiantes –con los que nunca se cuenta cuando se habla de autonomía– eligen qué estudiar, cómo estudiarlo y con quién ¡Eso sí es autonomía! Y he visto negociar al profesorado con el alumnado. Cuando tú tienes que convencer al alumnado de por qué es importante hacer esto o lo otro estás haciendo una educación para la democracia de verdad –y hablo de Primaria ¿eh?–. Y cuando ellos asumen responsabilidades y se ponen unas normas que ya no son las normas del profesor sino que son las normas consensuadas, tú dejas de hacer de policía, y ellos y ellas las respetan porque se las recuerdan entre ellos. Son responsables cuando les das la oportunidad de serlo. Por tanto, si cogiéramos el currículum, las transversales tendrían que ser el eje central en torno al cual montar la lengua, las matemáticas, el conocimiento del medio, etc. Yo aún recuerdo cuando mi profesora de ciencias naturales llegó a clase, yo tenía 15 años, y nos anunció que con la profe de lengua y el de educación física habían montado un proyecto que se llamaba “aprender a ligar”. Se nos pusieron los ojos como platos. Claro que aprendí un montón de anatomía, de fisiología… Al fin y al cabo es hacer lo que hacían los buenos y las buenas maestras de la República.

Muchos maestros ya querrían, pero no tienen tiempo para planificar y coordinarse.

Es cierto que la financiación tiene que venir acompañada con una bajada de ratios, que haya 20 alumnos en clase. Pero luego te dicen “vamos a hacer un concurso para ver quién argumenta mejor” ¡Pero es que eso se tiene que hacer todos los días! ¡En infantil se hace todos los días! Por eso creo que es importante infantilizar la educación, ahora que se está secundarizando la educación y se presiona tanto para que los modelos de la universidad bajen hacia abajo, y ves a papás que quieren que su hijo sepa hablar inglés en infantil. ¿Pero para qué, tiene muchos niños y niñas inglesas en su cole? Y te dicen que es para el futuro mercado laboral. ¡Pero bueno! Yo creo que debemos aprender de la gente de infantil, y por eso abogamos por un cuerpo único de enseñantes y la gente de infantil debería ser la que más cobrara, no los de universidad ni los de secundaria. Es que vivimos en un mundo al revés.

¿Los de infantil deberían ser los que más cobrasen?

Pero mucho más, no sólo porque ponemos a nuestros hijos en sus manos en los momentos en que su desarrollo es más importante, sino porque son la gente mejor formada y preparada, y están haciendo una labor increíble, y esos sí que trabajan cooperativamente y en equipo. Mira como está montada esta aula [en grupos de seis mesas enfrentadas], ¿por qué no puede seguir así en primaria o secundaria? ¿O por qué en la universidad ni siquiera es concebible esto? Ahora sí, parece que los Jesuitas se están planteando reformar los espacios, pero bueno, es que en infantil lo hacen todos los días. Yo en mi clase de la universidad no puedo hacerlo porque las sillas están clavadas al suelo, por lo que la gente se tumba por ahí, y hacemos corros y nos damos masajes los unos a otros.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/02/las-maestras-de-infantil-deberian-ser-las-mejor-pagadas/

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“Intentamos que los jóvenes formen una mentalidad crítica ante las imágenes a las que se ven sometidos diariamente”. Entrevista a Fernando Franco

Entrevista/07 Noviembre 2018/Autor: Pablo Gutiérrez del Álamo/Fuente: El diario la Educación

Fernando Franco, director y montador de cine, de la mano de la ECAM, ha elaborado una guía para acercar el lenguaje audiovisual a jóvenes de ESO y bachillerato, para que comprendan cómo funcionan todas esas imágenes que reciben.

Fernando Franco es, además de un multipremiado cineasta que cuenta en su haber con un Goya, un “ferviente” creyente en la importancia que tiene la educación en todo lo relativo a la imagen. Tal vez sea por eso que la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid (ECAM) decidiera encargarle la redacción de una guía didáctica dirigida a docentes de ESO y bachillerato. En ella, además de encontrar una visión rápida de quién es quién en la realización de un producto audiovisual, repasa más a fondo los rudimentos esenciales que componen el lenguaje cinematográfico. Un texto cercano, comprensible y que ofrece las primeras claves para tener otro acercamiento a una película. Además de tener licencia creative commons, de forma que cualquiera puede utilizarla libremente.

El objetivo es fundamental, mejorar el conocimiento que tienen chicas y chicos sobre cómo se construye el lenguaje audiovisual para que así puedan tener un espíritu más crítico con aquellas imágenes que les llegan, por miles, cada día.

¿Por qué era necesaria una guía como la que has realizado?

Creemos que es conveniente acercar el audiovisual a la gente más joven utilizando un lenguaje que le sea cercano y teniendo en cuenta la cantidad de imágenes a las que se ven sometidos diariamente, intentando que se formen una mentalidad crítica en relación a ellas.

Todavía parece que habrá que esperar para que el cine entre en las aulas como objeto cultural de estudio. ¿Por qué crees que es así?

No se me ocurre otra respuesta que la pereza o la miopía. El cine es una herramienta capital en la formación de imaginarios a todos los niveles y, por tanto, enseñar a entender los mecanismos que rigen la imagen en movimiento me parece obligatorio si queremos tener ciudadanos cultos y formados.

¿Debería haber materias específicas sobre historia y lenguaje cinematográfico en los centros educativos?

Sin duda.

¿Falta mucha cultura cinematográfica en España?

Lamentablemente, sí. Y cada vez más. Esto lo percibimos claramente como tendencia a la baja, de año en año, con los alumnos que se matriculan a estudiar cine. Este es otro de los motivos que nos impulsan a hacer guías como esta.

La guía es para docentes de ESO y Bachillerato. ¿Por qué específicamente para público adolescente?

Creemos que es el momento en el que el juicio crítico y la curiosidad son más incipientes, así como un buen punto de partida para arrancar con la inquietud por el cine y la imagen de manera más profunda.

¿Sería interesante hacer alguna pensando en niños más pequeños, de Primaria?

Probablemente, sí. Todo lo que sea formar, bienvenido sea. En cualquier caso ya hay proyectos en marcha dirigidos a esa edad y enfocados quizás más desde lo práctico que desde lo teórico.

Dedicas algunas páginas, antes de hablar propiamente del lenguaje cinematográfico, a hablar del proceso creativo. Desde la idea hasta la postproducción ¿Por qué era importante?

Porque creo que es preciso entender la dimensión colectiva del cine como trabajo en equipo así como tener una noción de los diferentes procesos y su implicación temporal. Hay que entender que debajo del visionado de una película de 90 minutos hay todo un arco de trabajo que puede llegar a ser de años. Hay que profundizar en ello para entender que eso que se ve en la pantalla no surge por azar ni generación espontánea.

¿Por qué tú para escribir esta guía?

Habría que preguntarle a la Ecam, que fue quien me la encargó, pero supongo que tiene que ver con mi afán docente y mi ferviente creencia en la formación en el campo de la imagen.

Imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/alfabetizacionaudiovisualenlasaulas/wp-content/uploads/sites/14/2018/10/Fernando-Franco-rodaje-ECAM.jpg

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/alfabetizacionaudiovisualenlasaulas/2018/10/29/intentamos-que-los-jovenes-formen-una-mentalidad-critica-ante-las-imagenes-a-las-que-se-ven-sometidos-diariamente/

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“La mejor política sería tener una universidad pública de primer nivel”: experto del BID

Entrevista/07 Noviembre 2018/ Autor y Fuente: Semana Educación

Con Generación E, el país contará por otros cuatro años con un formato similar a Ser Pilo Paga, en el que se privilegia la excelencia como vía de acceso a la universidad. Por eso, Semana Educación conversó con Horacio Álvarez Marinelli, especialista en educación del Banco Interamericano de Desarrollo, quien evalúa los aciertos y desafíos del programa.

El 20 de octubre el presidente Duque dio a conocer Generación E, el programa para el acceso a la educación superior que reemplaza Ser Pilo Paga. Con él Duque planea fortalecer las universidades públicas y construir un país en el que sus estudiantes de bajos recursos económicos entren en equidad a la universidad.

El plan, en el que participarán el Ministerio de Educación, el Departamento de Planeación Nacional, el Icfes y el Icetex, constará de tres componentes: avance a la gratuidad (equidad), reconocimiento de los mejores bachilleres (excelencia) y fortalecimiento de las instituciones de educación superior públicas. Generación E contará con una inversión de 500.000 millones, los cuales serán divididos entre los tres componentes.

Es justamente el segundo componente el que guarda la esencia de Ser Pilo Paga: por medio de este programa se reconocerá a los bachilleres cuyos resultados en las pruebas Saber sobresalgan. Sin embargo, cuenta con algunas distancias del anterior programa: en vez de 40.000 estudiantes beneficiados, al finalizar el cuatrenio serán 16.000. Además, es una línea que esta vez contempla una estructura de corresponsabilidad para cuando los estudiantes elijan una universidad privada.

Como el formato de Ser Pilo Paga se mantiene de alguna forma, Horacio Álvarez, especialista en educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), analiza los aciertos del programa y los aprendizajes de ese programa. Algunas fueron aplicadas en Generación E.

Semana Educación: ¿Cuál es su opinión sobre Ser Pilo Paga?

Horacio Álvarez: Ser Pilo Paga es una buena idea. Sin embargo, se implementó muy apresuradamente y no se recogieron, en su diseño, las lecciones aprendidas de otros programas de becas existentes en el país e internacionalmente.

S.E.: ¿Qué lecciones se obviaron? ¿Qué no se tuvo en cuenta?

H. A.: Parte de lo que se pudo haber definido más favorablemente, en términos de financiamiento, es el copago de las universidades privadas o la reducción de la matrícula y las pensiones de estas a los estudiantes becados. Esta es una constante en programas de becas con financiamiento público. Por ejemplo, la Secretaría de Educación de Bogotá tiene un proyecto de becas para docentes en el que solo se paga el 75% del valor de la matrícula y pensiones.

S. E.: ¿Las universidades hacen descuento al sector público?

H. A.: Sí. Universidades privadas acreditadas, como el Externado y la Javeriana, hacen descuentos cuando paga el sector público. Esto porque la estructura de costos lo permite. Por ejemplo, agregar diez nuevos cupos a una cohorte de 100 estudiantes es sumamente rentable para una universidad. Si los 100 alumnos están en cuatro grupos de 25, y agregan dos más por grupo, no sufre la calidad, pero el ingreso por esos estudiantes adicionales es una ganancia para la universidad y el programa. Los costos fijos y variables (docentes, currículum, edificios, laboratorios, etcétera) están cubiertos con los 100 alumnos inscritos sin becas. Los ingresos por alumnos becados representan un monto adicional de las universidades.

S. E.: ¿Qué otro tema cree que se pudo tomar en cuenta?

H. A.: Desde la experiencia internacional, se pudieron estudiar los mecanismos para evitar la deserción y el cambio de carrera. En Estados Unidos, por ejemplo, algunos programas cuentan con un mecanismo institucional de apoyo a los estudiantes que ingresan, tanto para seleccionar la carrera como para sentirse confiados con el camino que escojan. Cuentan además con sistemas dentro de los programas, tales como grupos de estudiantes, de pares, que los apoyan para “sobrevivir” la experiencia universitaria.

 

S. E.: Pero uno podría decir que el programa ha sido exitoso, ¿no? Pocos estudiantes desertan…

H. A.: No existen datos publicados y actualizados sobre la deserción del programa para todas las cohortes. Se prevé que sea importante en algunas carreras y universidades. Se habla siempre de un dato de 2% de deserción, pero este solo se circunscribe a la primera cohorte, en su primer año de universidad. No se sabe cómo ha sido su trayectoria el resto de años, o el dato respecto a las otras tres cohortes. Además, esta información no tiene en cuenta el cambio de carreras.

S. E.: ¿Por qué el cambio de carrera se vuelve un problema?

H. A.: El tema es que, por lo general, el cambio de carrera incrementa el número de semestres que debe estudiar un estudiante, dependiendo del momento del cambio. Aunque lo hagan en la misma universidad, habrán cursado clases que no serán convalidadas en una nueva carrera porque no pertenecen al currículo. Por ejemplo, si un pilo comenzó en Leyes y decide pasarse a Ingeniería luego de un año, no tendrá muchas clases que convalidar, lo que implica más costos para el programa. Si estos estudiantes no terminan en los ocho semestres previstos, ¿quién asume la diferencia y el costo de los semestres adicionales?

S. E.: Se habla mucho de que los beneficios exceden los costos del programa. ¿Esto es cierto?

H. A.: Sí y no. El programa tiene beneficios claros para los estudiantes y sus familias, las universidades participantes y la sociedad. El tema está en definir quién debe pagar por los beneficios obtenidos. Por ejemplo, si el pilo tiene un beneficio directo –por tener mayor movilidad social al ser parte de una universidad privada versus una pública–, el costo de este no debería ser pagado por la sociedad en su conjunto a través de los impuestos.

Recordemos que así se financia un programa como Ser Pilo Paga: con los impuestos de la población. En este caso, si hubiera un beneficio adicional, por ejemplo de ser un estudiante graduado de Economía del Rosario versus uno egresado de la misma carrera en la Nacional, el costo adicional debiera ser pagado por el alumno, en un futuro, cuando esté trabajando. Estos son los programas de pago contingente al ingreso, que la exministra Giha ya había propuesto y que tengo entendido estará dentro del programa de la ministra Angulo. Ahora bien, no estoy seguro de que los estudiantes pilos tengan mayores ingresos por estudiar en el sector privado versus el sector público por la calidad de la universidad.

Luego mencionan el beneficio que tiene para los alumnos de estratos altos la integración social en sus universidades. El costo de este beneficio lo deberían pagar las universidades y los estudiantes de ingresos altos, si consideran que es importante, con becas para alumnos de ingresos bajos. Es por ello que universidades como Harvard y Stanford tienen tantas becas para estudiantes de escasos recursos. Pero no debiera pagarlo el gobierno, aunque sea una buena política la de lograr mayor integración en nuestras sociedades tan desiguales.

Ahora bien, la mejor política de integración en la educación superior sería tener una universidad y una educación públicas de primerísimo nivel, a la que asistan todos los estratos sociales, tal como sucede en la mayor parte de países europeos.

S. E.: Algunos argumentan que la inversión en Ser Pilo Paga es relativamente baja en relación con el presupuesto total del sector. ¿Qué opina sobre eso?

H. A.: Como porcentaje del total del sector puede ser. Pero recordemos que la inversión es para atender 40.000 estudiantes, mientras el resto del sector está atendiendo a más de nueve millones de alumnos desde preescolar hasta la media, y unos 600.000 estudiantes de educación superior. Lo que sí es un hecho es que la inversión en Ser Pilo Paga, que cubre a esos 40.000 alumnos, equivale a las transferencias totales que realiza el gobierno nacional para la cobertura de 600.000 estudiantes que asisten a educación superior pública.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/un-experto-del-bid-analiza-lo-bueno-y-lo-malo-de-ser-pilo-paga/588972

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Lazos sauditas con las universidades estadounidenses cuestionadas en medio de la crisis de Khashoggi

Por Amy Goodman

Mientras el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, exhorta a Arabia Saudita a revelar quién ordenó el asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi, terminamos el programa de hoy para ver cómo las universidades de Estados Unidos enfrentan un nuevo escrutinio sobre sus estrechos vínculos con Arabia Saudita tras el asesinato de Khashogui. En Connecticut, los activistas piden a la Universidad de New Haven que corte las relaciones con el Colegio de Seguridad King Fahd en Arabia Saudita. Según informes de prensa, el médico forense saudí que supuestamente desmembró el cuerpo de Khashoggi formó parte del comité editorial de una publicación vinculada a King Fahd Security College. El nombre del Dr. Salah Muhammed al-Tubaigy fue eliminado del sitio web de la publicación esta semana. Un científico forense de la Universidad de New Haven sirvió en el consejo editorial con él. Hablamos con Stanley Heller, director ejecutivo del Comité de Crisis de Oriente Medio,

TRANSCRIPCIÓN

AMY GOODMAN : ¡ Esto es Democracy Now! Soy Amy Goodman. Mientras el presidente turco Recep Tayyip Erdogan insta a Arabia Saudita a discutir quién ordenó el asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi, terminamos el programa de hoy para ver cómo las universidades de los Estados Unidos enfrentan un nuevo escrutinio sobre sus estrechos vínculos con Arabia Saudita después del asesinato de Khashoggi. A principios de este año, el príncipe heredero Mohammed bin Salman visitó Harvard y MIT en su primera gira oficial a los Estados Unidos. Antes de la reunión, los estudiantes del MIT presentaron al presidente de su universidad, Rafael Reif, con una pila de peticiones que protestaban por la visita de bin Salman.

ESTUDIANTE MIT : Estamos aquí porque queremos instar al presidente Reif a que reconsidere la reunión con Mohammed bin Salman. Somos conscientes de que esta reunión va a tener lugar, pero creemos que aceptar recursos de alguien de una manera general, sin reconocer que existe una gran hambruna causada por Mohammed bin Salman en Yemen, va en contra de los principios del MIT. Que es querer mantener los derechos humanos.

AMY GOODMAN : Tanto el comisario de Harvard Alan Garber como el presidente del MIT, Rafael Reif, se reunieron con el príncipe heredero Mohammed bin Salman. Los funcionarios sauditas publicaron luego las reuniones en las redes sociales en un movimiento que los críticos dicen que se usó para dar legitimidad al príncipe heredero. Mientras tanto, el Centro Abdallah S. Kamel para el Estudio de la Ley Islámica de la Escuela de Derecho de la Universidad de Yale está financiado por un potentado saudí, y la Universidad de New Haven en Connecticut se ha asociado formalmente con el Colegio de Seguridad King Fahd en Riyadh desde 2016.

Cuando se anunció por primera vez la asociación, el presidente de la Universidad de New Haven, Steven Kaplan, dijo: «Estamos entusiasmados de poner los programas de renombre mundial de la Universidad de New Haven en justicia penal, seguridad nacional y estudios forenses al servicio del próximo Reino de Arabia Saudita». generación de profesionales de la seguridad ”.

Democracia Ahora! llegó a Harvard, al MIT, a la Universidad de New Haven y al Centro Abdallah S. Kamel para el Estudio de la Ley Islámica de la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale. Ninguna de las instituciones aceptó nuestra oferta de unirse a nosotros en el programa de hoy. Pero por más, nos unen dos personas. En Boston, Massachusetts, Yarden Katz está con nosotros, miembro del departamento de biología de sistemas de la Escuela de Medicina de Harvard. Escribió un artículo para The Guardian sobre la visita de Harvard y MIT a su príncipe heredero de la corona de Arabia Saudita, Mohammad bin Salman. Su artículo, que se centra en los estrechos vínculos del reino con las universidades de los Estados Unidos, está titulado Las universidades de élite se están vendiendo a sí mismas, y mira quién las está comprando .

Y en Hartford, Connecticut, nos acompaña Stanley Heller, director ejecutivo del Comité de Crisis de Medio Oriente, también miembro de la Coalición para poner fin a la Alianza entre Estados Unidos y Arabia Saudita. ¡Les damos la bienvenida a ambos a Democracy Now! Yarden Katz, vamos a empezar contigo. Explique su respuesta cuando escuchó lo que le sucedió al columnista de The Washington Post , Khashoggi, las últimas noticias: Turquía exige que el príncipe heredero limpie lo que sabe y quién ordenó este asesinato. ¿Tu respuesta a eso y cómo esto se conecta a tu protesta?

YARDEN KATZ : Creo que es importante enfatizar que la protesta comenzó antes del horrible asesinato de Khashoggi. Así que cuando saludaron a bin Salman como un reformador cuando visitó los Estados Unidos en la primavera, también visitó Harvard y el MIT, y ya un grupo local contra la guerra, Mass Peace Action, protestaba por la visita. Dijeron: «No queremos a este criminal de guerra en nuestro campus».

El problema es que realmente no sabíamos cuándo protestar, porque las universidades mantuvieron las visitas tan secretas. Entonces, mi colega Grif Peterson y yo, con quien escribí el artículo, comenzamos a investigarlo, y descubrimos que Bin Salman iba a ser presentado por el MIT Media Lab, que es uno de los laboratorios más famosos de la escuela. Y esa visita se mantuvo muy secreta. A las personas en el laboratorio se les dijo que si querían acceder al laboratorio ese día, tendrían que pasar por detectores de metales, pero no se les dijo por qué.

En ese día, Bin Salman recibió demostraciones de las últimas tecnologías en el MIT, se reunió con destacados funcionarios universitarios, demostró tecnologías de guerra como robots autónomos y firmó muchas asociaciones nuevas con estas universidades, y también su visita marcó la continuación de las existentes. . Entonces, en aquel entonces, los estudiantes lo protestaban, los activistas lo protestaban.

E incluso después de cabildear, el Ayuntamiento de Cambridge aprobó una resolución condenando la visita y condenando la forma en que el MIT y Harvard manejaron la visita de bin Salman y lo saludaron como una especie de reformador en oposición al criminal de guerra que es. Así que el asunto Khashoggi obviamente ha reavivado el interés en eso, pero ha estado ocurriendo desde marzo.

AMY GOODMAN : Y usted sugiere que no solo no publicitaron la visita; Estás diciendo que intentaron encubrirlo, Yarden.

YARDEN KATZ : Sí, absolutamente. Y puede ver el contraste en la forma en que estas universidades de élite hablan sobre sus alianzas con los saudíes y en la forma en que Arabia Saudita habla de ello. Entonces, cuando tienes una asociación como esa con una institución de élite como Harvard o MIT que tiene una imagen muy progresista y tecnológica, el gobierno saudí usa eso en las redes sociales. Lo usan para crear la ilusión de que realmente son también un gobierno progresista, de que realmente están en la misma página con el MIT, que usan superficialmente el mismo idioma.

Por otro lado, las universidades no han dicho mucho al respecto, solo publicaron un comunicado de prensa después del hecho y están tratando de minimizarlo. Porque creo que se dan cuenta de que no se ve bien. Aquí tienes un representante de una monarquía absoluta que viene al campus. Hay una guerra devastadora en Yemen. Los activistas están siendo silenciados y encarcelados en Arabia Saudita. Así que no es una buena situación, y las universidades lo saben visceralmente, pero quieren el dinero y quieren el prestigio de afiliarse a estos grupos.

Sin embargo, también me gustaría agregar que esto no es solo un problema saudí. En realidad, no estamos diciendo que las universidades como Harvard y MIT sean tan éticamente puras que no deban afiliarse al gobierno saudí, sino que las universidades como una práctica de rutina forman asociaciones irresponsables que se negocian en secreto con muchos actores dudosos. . A veces es un gobierno extranjero como el gobierno saudí, y otras veces es un actor estadounidense dudoso.

Por ejemplo, MIT tiene numerosas asociaciones con Raytheon y Lockheed Martin que son fabricantes de armas. Son los mayores proveedores de armas para el gobierno saudí. Sus armas están siendo utilizadas en Yemen. Así que el autobús escolar que fue demolido en Yemen a principios de este año, donde se mató a 40 niños yemeníes, ese ataque fue promulgado y utilizó una bomba fabricada por Lockheed Martin en los Estados Unidos. Así que esa es una asociación estadounidense que también es problemática y está ligada a esta red de asociaciones no responsables que las universidades forman todo el tiempo.

AMY GOODMAN : ¿Cómo te respondió el presidente del MIT, Reif, Yarden Katz?

YARDEN KATZ : Creo que esa es una gran pregunta, y es muy revelador, su falta de respuesta. Teníamos una pieza que fue publicada en The Guardian . Es un lugar bastante visible, obviamente. Después de nuestro artículo, el periódico estudiantil The Tech del MITpublicó un editorial muy contundente y muy perceptivo en el que hablaba sobre la hipocresía del MIT y la brecha entre sus ideales de hacer del mundo un lugar mejor y su realidad de albergar a un criminal de guerra. Luego estaba la resolución del Ayuntamiento de Cambridge que mencioné que fue aprobada por unanimidad, también condenando a las universidades.

Y la triste realidad es que las universidades no tuvieron que enfrentar nada de esto. No respondieron a la resolución del Ayuntamiento de Cambridge. No respondieron a nuestra pieza. Generalmente no están disponibles para hacer comentarios. La única respuesta fue que el presidente del MIT, Rafael Reif, escribió un artículo de opinión en el periódico estudiantil en respuesta al editorial, que básicamente no se relaciona con los temas y solo dice: «Mire, las universidades tienen que hacer concesiones». Es un acto de equilibrio. Y preferimos el diálogo sobre el no diálogo «.

AMY GOODMAN : La vicepresidenta adjunta de comunicaciones de la Universidad de Harvard, Melodie Jackson, rechazó nuestra oferta para estar en el programa, pero ella envió Democracy Now! una declaración que decía en parte: «Como una universidad de investigación global, Harvard tiene un amplio y sólido compromiso académico en el Medio Oriente, incluso en el Reino de Arabia Saudita, y se ha beneficiado enormemente de las contribuciones intelectuales de individuos con sede en Arabia Saudita durante el años … Estamos siguiendo los eventos recientes con preocupación y estamos evaluando las posibles implicaciones para los programas existentes «, dijo.

Ahora quiero recurrir a la Universidad de New Haven en Connecticut. Stanley Heller, usted es el director ejecutivo del Comité de Crisis de Medio Oriente, también miembro de la Coalición para Terminar con la Alianza Estados Unidos-Arabia Saudita. Hable sobre lo que sucedió en la UNH y en Yale.

STANLEY HELLER : Buenos días, Amy. Nos ha alarmado durante aproximadamente un año y medio que la Universidad de New Haven tiene un programa: algo secreto; no sabemos exactamente qué es: tener su Colegio Henry C. Lee que se especializa en el trabajo forense y policial para ayudar al Colegio de Seguridad King Fahd, y este es un colegio donde toda la policía en Arabia Saudita va a entrenarse. Les escribimos a ellos. Recibimos una carta firmada por casi 50 estadounidenses prominentes que les decía, advirtiéndoles sobre Arabia Saudita. No tenemos ninguna respuesta en absoluto. Así que eso fue hace un año.

Luego del asesinato de Khashoggi, empezamos a preguntarnos qué está pasando. Las fuentes turcas comenzaron a decir, dejando entrever que el presunto asesino era un hombre llamado Salah al-Tubaigy, un importante científico forense. Así que estamos empezando a pensar, “¿científico forense? Esas son algunas de las cosas por las que es famoso el Colegio Henry C. Lee ”. Hicimos algunas averiguaciones en algunos sitios web saudíes, y vimos que el comité editorial de una sociedad forense saudita tenía a Henry Lee y al Dr. Salah Tubaigy. Esto fue extraordinario. Así que enviamos comunicados de prensa, y hemos estado tratando de obtener alguna respuesta a la universidad.

La universidad, en un año y medio, nunca nos ha dicho una palabra, pero sí dicen algunas cosas a los medios de comunicación. La primera respuesta fue: “Bueno, se nos dice que es un al-Tubaigy diferente. La ortografía es diferente «. Y así sucesivamente. Eso parece bastante extraño que haya dos científicos forenses con el nombre de al-Tubaigy. Así que escribimos a esa sociedad y les preguntamos: “¿Hay un segundo al-Tubaigy?” Un reportero de Hartford Courant también hizo lo mismo y nunca obtuvo una respuesta. Y hace solo un par de días, en esa página del consejo editorial, en inglés, se eliminó el nombre de Salah Tubaigy. Así que pensamos que la teoría de los dos al-Tubaigys se ha puesto a punto.

AMY GOODMAN : Stanley Heller, tenemos que romper, pero vamos a hacer la segunda parte de esto, y lo publicaremos en línea en Democrnownow.org. Tenemos que terminar el show. Stanley Heller, director ejecutivo del Comité de Crisis de Oriente Medio, y Yarden Katz, miembro del departamento de biología de sistemas de la Escuela de Medicina de Harvard. Esta noche, Juan González hablará en la Universidad de Rutgers, moderando una discusión en New Brunswick, Nueva Jersey, a las 7:00 pm con Oscar López Rivera y las académicas puertorriqueñas Ivonne Acosta-Lespier y Johanna Fernández. Eso lo hace por la emisión. Tenemos una vacante de trabajo: ingeniero de transmisión a tiempo completo, aquí en Nueva York. Visite nuestro sitio web. Soy Amy Goodman. Muchas gracias por acompañarnos.

Fuente: https://truthout.org/video/saudi-ties-to-us-universities-under-question-amid-khashoggi-crisis/

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