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José Saturnino Martínez: “Parece mentira que veintiséis años después de la LOGSE, recuperemos los problemas que intentó resolver”

España / 3 de junio de 2018 / Autor: José Luis Marín / Fuente: CTXT

El fracaso escolar tiene consecuencias importantes, a veces irreversibles, en la edad adulta del alumnado. Es España, este problema en la educación se vio reducido a finales de los años setenta, volviendo a aumentar en los últimos años del siglo XX. En este contexto, los estudiantes de entornos socioeconómicos más elevados demostraron menor disposición a las fluctuaciones del fracaso escolar que los estudiantes de entornos socioeconómicos más bajos. De esta forma, e independientemente del momento en el que se encuentre la tasa de fracaso, los primeros tienen una muy alta probabilidad de lograr el título de enseñanza obligatoria. Sucede lo contrario con los estudiantes de entornos socioeconómicos más bajos: sus posibilidades fluctúan al mismo tiempo que lo hace el indicador.

Estas son algunas de las conclusiones que se pueden extraer de La desigualdad de las oportunidades educativas: tendencias del fracaso escolar en España (1977-2012), una reciente investigación de los doctores José Saturnino Martínez y María Fernández-Mellizo. Para responder a estas averiguaciones, los autores plantean la hipótesis de que los cambios organizativos introducidos en el sistema de educación español han podido aumentar el efecto del origen social en educación obligatoria.

José Saturnino Martínez –que atendió a las preguntas de este medio– es sociólogo, Máster en Economía de la Educación y doctor en Sociología especializado en desigualdades educativas. Ha trabajado en la Universidad Complutense de Madrid, en el CIS, en la Universidad de Salamanca y ahora en la Universidad de la Laguna, Tenerife. Durante cinco años también ejerció como asesor del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Según cuenta, esta nueva investigación conecta directamente con su tesis doctoral, en la que estudió las mismas dinámicas en la población que nació entre principio del siglo XX y los años 60.

Ahora pretende continuar actualizando los datos que manejó en el doctorado, con el objetivo de comprender qué ha pasado en España en el largo plazo: “Lo que hemos hecho es un trabajo muy meticuloso a la hora de juntar decenas de Encuestas del Población Activa, de homogeneizar los datos, para tener esa visión de conjunto de la gente que nació entre finales de los años 50 y principios de los 90”. María Fernández-Mellizo es economista y doctora en Ciencias Políticas y Sociología, y es precisamente la formación híbrida de los dos autores la que les ha permitido profundizar en los debates y las cuestiones académicas.

Para realizar la investigación, accedieron a la serie de datos más larga posible, que sirve como sustento de una definición clara y sencilla de lo que es la desigualdad educativa. Esta es, básicamente, “el porcentaje de jóvenes que acaban o no la ESO en función del origen social de las familias”. A ello se unen algunas variables, como la inmigración, la estructura familiar, el género… Lo que permite ver las tendencias de desigualdad a lo largo de los años: “Hemos encontrado que para aquella gente que nació entre finales de los 50 y mediados de los 70, el efecto de su origen social sobre la educación se mantiene muy constante. Para los que nacen a finales de los 70 y principios de los 80, aumenta la desigualdad. Y entre los que nacen a partir de la segunda mitad de los 80, se mantiene estable hasta el último año de estudio,  los nacidos en 1992, es decir, que tienen hoy en día 24 años”.

Una cuestión institucional

Saturnino y Fernández-Mellizo señalan que las variaciones en la desigualdad educativa responden, sobre todo, a una cuestión institucional. “La desigualdad aumenta justo en el momento en que empieza a aplicarse la LOGSE. Esto se puede deber a que antes de ella, el titulo mínimo del sistema educativo, el Graduado Escolar, se obtenía a los 14 años. Con la LOGSE, el título mínimo pasa a los 16 años, lo que dificulta su obtención. A eso hay que añadir otra cuestión. Antes, si alguien no tenía el título de EGB, podía seguir estudiando y avanzando en FP. Había, digamos, una puerta bastarda, para la gente que lo hacía mal en el sistema educativo. Eso la LOGSE lo elimina. Con ella, o tienes título o quedas fuera del sistema”.

Es decir, a efectos administrativos, las posibilidades de los alumnos se vieron muy reducidas con la ley de educación de 1990. El problema comenzó a reflejar en las estadísticas y contó con poca respuesta institucional: “Yo creo que el problema que tuvo el PSOE es que no afrontó el hecho de que hubo un fallo importante en la LOGSE. Las previsiones de esta ley eran que no titulase en torno a un 5% de los jóvenes. Lo que ocurrió es que no titulaba el 30%. A ese grupo nunca se le dio respuesta. Lo que tendría que haber hecho el PSOE hace ya 15 ó 20 años era reconocer ese fallo y permitir que ese gente que no estaba titulando accediese a algún tipo de FP. En otros estudios sobre FP (con Rafael Merino) y en Bachillerato hemos visto que el aumento del fracaso escolar afectó más al acceso a FP que a Bachillerato”.

LAS PREVISIONES DE LA LOGSE ERAN QUE NO TITULASE EN TORNO A UN 5% DE LOS JÓVENES. LO QUE OCURRIÓ ES QUE NO TITULABA EL 30%. A ESE GRUPO NUNCA SE LE DIO RESPUESTA

Según Saturnino, esto no pasa en los países de nuestro entorno. En ellos, la gente que no tiene un título de educación obligatoria no es expulsada del sistema formal. En Inglaterra, por ejemplo, el sistema es gradual. Dependiendo de la nota del alumnado, podrán entrar en un instituto u otro. Si las calificaciones son malas, te derivan a institutos de formación profesional, como ocurría en España antes de la LOGSE. También pone el ejemplo de los Community College–algo así como la universidad popular– en Estados Unidos. No existen requisitos ni es necesaria una titulación para entrar en ellos, ofrecen diferentes cursos de formación y si los alumnos desean dar el paso a la universidad, también existen vías preparatorias. “El problema español es que si tú te querías seguir formando, o venías con un título o tenías que hacer un examen de acceso. Eso ha llevado a que el nivel de abandono educativo sea alto, que tengamos poca gente en FP media… Yo creo que el gran problema es sobre lo que menos se ha hablado, el origen de este problema”.

Esto, en principio, se solucionará con la Ley aprobada por el Partido Popular en 2013, la LOMCE, y cuya implantación acaba de finalizar: “Una cosa que estableció la LOGSE y que luego mantuvieron las leyes siguientes, como la LOE, es que si tú no alcanzabas el nivel mínimo de conocimiento se te pasaba a otros programas educativos, como el Programa de Cualificación Profesional Inicial. Ese programa te daba un título de FP pero no te permitía seguir estudiando, a no ser que graduaras también en Secundaria Obligatoria. La UE pasaba entonces a considerarlos como abandono educativo temprano”. La argucia de la nueva ley, señala Saturnino, es crear un nuevo nivel de formación, la FP Básica, que ya no computará como abandono educativo temprano. “A efectos de currículum y de años de estudio, la Formación Profesional Inicial y la FP Básica son lo mismo. Sin embargo, han conseguido cambiarle el nombre a una cosa y que las instituciones internacionales se lo reconozcan como que eso no es abandono”.

La Unión Europea o la OCDE son, por lo tanto, actores muy importantes en la transformación de las políticas educativas de cada país: “Una vez que se ha llegado a la conclusión de que un indicador educativo es una buena herramienta, al día siguiente las personas con responsabilidad política, que son astutas, empiezan a cambiar las leyes para salir bien reflejados en esos indicadores”. El indicador PISA de la OCDE, por ejemplo, mide las competencias del alumnado. El problema reside en que el sistema educativo español no está orientado para eso, para resolver problemas o adquirir competencias genéricas, sino para la cuestión memorística, señala José Saturnino.

Por ello, los movimientos desde las instituciones y el Gobierno a veces chocan con las propias dinámicas del país: “Ya en los debates sobre la LOGSE, ya se proponía cambiar esto, y no se consiguió. Se decía que había que ir hacia el aprendizaje más significativo, con más autonomía, de resolución de problemas… Pero claro, aquí existe una cultura profesional fundamentada en preparar oposiciones. Esta cultura corporativa no la consiguió quebrar la LOGSE, y dudo que la LOMCE lo consiga hacer”.

La otra pata de la mesa, el profesorado, también ha sufrido los cambios y adaptaciones de las distintas leyes: “Antes, en Bachillerato el alumnado estaba seleccionado. Cuando existía BUP aquello era voluntario y solo acudían los que querían. Ahora, en la ESO está todo el mundo. Teníamos un cuerpo de profesorado que se había formado para educar a gente seleccionada. De repente, con un golpe de ley, le dices que tiene que formar a todo el mundo. Esto es algo que el profesorado no digirió bien, no se les dio ni formación ni recursos, ni fue fácil de aceptar que profesionalmente habían sido reconvertidos de especialistas a otro tipo de profesorado. Se generaron muchas tensiones”.

La cuestión institucional, sí, es una parte fundamental del debate. Pero es necesario ampliar el análisis para comprender la situación: “Si tu luego no tienes en cuenta temas individuales, no puedes explicar lo que está pasando. Yo creo que en España el debate educativo no ha tenido en cuenta estas circunstancias”. Es lo que Saturnino denomina efectos no queridos de las leyes: “La LOGSE fue una ley compensadora, es decir, ideada para que todo el mundo estudiase lo mismo, para reducir así la desigualdad de oportunidades y ampliar el tronco de años de escolarización para que la población saliese más formada. Sin embargo, ha habido efectos no queridos. Simplemente por ampliar la educación obligatoria, la gente no va a estudiar más. Y la gente que no tiene el título, si no le das alternativa, aumentará el fracaso escolar”.

Por ello, el sociólogo ve en la LOMCE una mejora respecto de la leyes anteriores, aunque con varios matices: “Hay un empeoramiento en el sentido de que para hacer el bachillerato se te va a exigir más, pero han hecho una puerta falsa, la FP Básica, para que la gente con malos resultados tenga más facilidad para pasar por el sistema… El PP, por lo tanto, ha sido sensible a algunos problemas de la LOGSE, y creo que ha hecho algunas mejoras. Pero, por otro lado, han hecho tales pifias, que uno ve que lo que mejora por un lado, empeora por otro. Lo de las reválidas, lo de la retirada de apoyos a la atención a la diversidad, lo de los recortes… Me parece escandaloso y yo creo que invalida algunos éxitos que puedan tener otras medidas”.

Entonces, a los alumnos con problemas en el colegio, en vez de tener recursos o apoyos extraescolares, se les manda a los niveles de formación inferiores mediante reválidas. ¿Es este otro factor determinante en la desigualdad?

Claro. Cuanto más joven es una persona, más influida está por su origen social y menos por lo que la escuela puede ofrecerle en términos de oportunidad… Lo lleva diciendo la OCDE desde hace tiempo, y más o menos hay cierto consenso entre expertos. Cuanto antes comienza la segregación entre distintas trayectorias educativas, mayor es la desigualdad de oportunidades.

En este sentido, José Saturnino pone el ejemplo del modelo alemán, donde uno de los problemas es que a los 11 años ya desvían a la gente hacia la FP o hacia la universidad. “Ellos son conscientes de la situación, y están intentando lidiar con un sistema con mayor desigualdad educativa que en otros países”.

CUANTO MÁS JOVEN ES UNA PERSONA, MÁS INFLUIDA ESTÁ POR SU ORIGEN SOCIAL Y MENOS POR LO QUE LA ESCUELA PUEDE OFRECERLE EN TÉRMINOS DE OPORTUNIDAD

Si pudiese escoger, el investigador señala que elegiría un par de cosas de las que ha hecho el PP para añadir a lo que ya había, pero no con ese cambio tan profundo. Los golpes de ley plantean problemas a la hora de planificar educativamente: no se puede cambiar tan rápido como lo hace la sociedad. “Hay mucha gente que quiere estudiar FP, pero no hay plazas. Se está dando la situación de que hay notas de corte para entrar en FP y en Bachillerato se entra con un cinco. Hay alumnos a la que no le apetece entrar en la vía hacia la universidad y quieren tener un oficio en dos años, pero no hay recursos para contratar profesores de FP, crear aulas…”.

¿Y qué hay de otros factores, como la situación económica del país? Los dos autores están investigando ahora sobre los efectos de la crisis en términos laborales: “Tenemos datos de gente que le toca acabar los estudios cuando la crisis está desatada, y se observa que desciende el fracaso escolar e incluso que hay ciertos indicadores de descenso de desigualdades de oportunidades educativas. ¿Por qué? Porque la gente está viendo que sin estudios las tasas de paro están en el 60%”.

La Formación Profesional, un problema sin resolver

José Saturnino señala que, durante los años que estuvo vigente la LOGSE, la cuestión de la FP se planteó desde la óptica del prestigio. Se puso una alta tasa de entrada académica, lo que terminó por conseguir el reconocimiento de este tipo de formación. A costa, eso sí, de dejar un 30% de estudiantes fuera del sistema. Ahora, con la nueva ley aprobada por el Partido Popular, los centros educativos, cuando tengan alumnos con problemas, en vez de dedicarles atención más específica e intentar rescatarlos, serán olvidados y metidos en el cajón de la FP Básica. Esto, en opinión del sociólogo, degrada la FP, ya que los alumnos no querrán formarse en las vías donde mandan a los que fracasan en los estudios.

“Tanto la izquierda como la derecha no han sabido lidiar con la FP en España. Para la primera, solo puede ir a la FP la gente con éxito en un currículum dominado por contenidos académicos, no profesionales, como ocurre en la ESO, y si no, la expulsamos del sistema educativo y nos olvidamos de ellos. La derecha sostiene que la gente que sin éxito académico vaya a FP, lo que lleva a que los jóvenes que quieren estudiar una profesión a pensar que no merece la pena porque eso es para tontos”.

Romper este debate pasa, según el sociólogo, por reconocer que existen tres tipos de alumnado: uno con una trayectoria académica, uno con una trayectoria profesional, y uno que está despistado con la vida o con dificultades de aprendizaje: “Parece mentira que treinta años después de la LOGSE, recuperemos los problemas que intentó solucionar esa ley, que fue acabar con la FP como una vía bastarda para estar en el sistema educativo”.

El debate sobre el fracaso y el abandono escolar. 

Según Saturnino, “la Unión Europea necesita indicadores sencillos para supervisar cómo es la evolución de los países miembros. En educación no es fácil. En España, por ejemplo, conviven ahora personas que han nacido en tres sistemas educativos, y no son comparables. Si dentro de un mismo país es difícil comparar entre generaciones, imagínate comparar entre 28…”.

Uno de estos indicadores, el abandono educativo temprano, recoge a aquellas personas que no tienen un título de ESO –o superior– o que no están estudiando educación formal o no formal. Una medición que muchas veces es problemática. Por ejemplo, una persona que no acabó la ESO y está haciendo un curso de manipulador de alimentos, no computará como abandono educativo, ya que cursa formación no reglada. “De cara al sistema educativo español, el abandono educativo temprano es un indicador que solo añade ruido y confusión”.

DE CARA AL SISTEMA EDUCATIVO ESPAÑOL, EL ABANDONO EDUCATIVO TEMPRANO ES UN INDICADOR QUE SOLO AÑADE RUIDO Y CONFUSIÓN

Ese argumento también se usa desde el ámbito político para defender determinados intereses. Hace pocas semanas, Rafael Hernando señaló que la LOMCE había permitido reducir el abandono temprano y garantizar la igualdad. “Fíjate, la LOMCE es tan buena que tiene efectos antes de haberse publicado en el BOE. La primera promoción de FP Básica va a salir al mercado el año que viene. ¿Cómo puede haber producido bajadas en el abandono educativo y el fracaso? Es absolutamente absurdo”. De hecho, los datos de abandono vienen disminuyendo desde 2008 a una tasa de entre el 1% y el 2% anual.

En este sentido, Saturnino señala que prefiere trabajar con el indicador más sencillo y sobre el que ha basado en la metodología de la investigación. Esto es, simplemente, tener el título de ESO o no tenerlo. Lo que el sociólogo denomina fracaso escolar administrativo.

Como se ha señalado, existen más factores determinantes en desigualdad educativa, así como efectos no queridos de las leyes y las decisiones institucionales. Sirva como ejemplo la inversión en educación: “Mientras en España se alcanzaba el máximo PIB destinado a educación, el fracaso se mantenía constante. Ahora, que se recorta a machetazos, está en mínimos históricos… Esto pone de manifiesto el limitado alcance de algunas de nuestras políticas educativas. Muchas veces, son más importantes las estrategias individuales y familiares que el soporte político”.

Una vez más, se hace necesario comprender las lógicas sociales que existen detrás de los indicadores, las estadísticas y los estudios cuantitativos. Saturnino, dedicado durante años a la divulgación, así lo advierte.

Fuente de la Entrevista:

https://ctxt.es/es/20160921/Politica/8507/

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Macarena Arribas: «Me apasiona la educación»

Perú / 3 de junio de 2018 / Autor: Pamela Romero Wilson / Fuente: Gestión

Macarena está a punto de ser mamá al momento de la entrevista. Ella se confiesa más emocionada que nerviosa y responde todas las preguntas con normalidad. A sus 26 años ha creado MAB After School como la herramienta ideal para el aprendizaje a conciencia. Le apasiona la educación a pesar de haberse graduado de la carrera de publicidad y afirma que nunca deja de estudiar algo nuevo relacionado a lo que más le mueve. ¡Lea!

¿Cómo empezó su afán por la educación?

Una tía en la playa me dijo que mi primo necesitaba ayuda con varios cursos y si le podía repasar. Acepté feliz y mientras le dictaba clases en la terraza de la casa los demás papás empezaron a pedirme que ayudara a sus hijos también. El hecho se extendió a mi vida de regreso en Lima y fue tal la acogida que mi mamá decidió darme el garage de abajo para instalar a los chicos.

¿Hubo resultados en las notas de los niños?

Sí, claro. Cada vez más mamás me empezaron a llamar para dar clases.

¿Cómo manejaba sus tiempos con sus horarios de la universidad?

Iba con mi carro de casa en casa y llegó un punto en el que dictaba 40 horas a la semana. ¡Imagínate! Era una chica que estudiaba Publicidad y tenía que guardar tiempo para todo.

¿Por algún motivo no estudió Educación?

La carrera de Educación era muy tradicional, no iba conmigo para nada. Decidí que si tanto me interesaba, luego haría una maestría o un diplomado. Además la carrera de comunicaciones iba bastante con mi personalidad.

¿Alguna vez trabajó como publicista?

Sí, claro. Decidí pasar por una agencia de publicidad, ya que era lo que estaba estudiando y tenía que probar. Entré a la agencia Mayo y mi entonces jefa me dijo que me lance a hacer lo que de verdad quería. Cinco días después estaba repartiendo flyers de MAB.

¿Cómo llega el nombre?

Son mis iniciales.

¿Cuál fue el costo de oportunidad de esto?

En ese momento, salir de la agencia de publicidad.

¿Tenía la idea clara de lo que iba a hacer?

Lo único que sabía era que la educación me apasionaba pero que no quería hacer un nido o un colegio o una típica academia. Mi meta era crear algo que tuviera mi idea o mi propia filosofía de educación.

¿Cuántos años tenía cuando empezó MAB?

Tenía 21 años y estaba en el segundo año de universidad.  Estudiar y trabajar fue duro esa época; pero nunca cancelaba una clase en MAB para estudiar antes de un final en la universidad.

¿Cómo fue al inicio? 

A veces me acostaba a las 3am y tenía clases a las 7am.

¿Cuánto tiempo tiene ya MAB?

Ya tiene 4 años pero yo vengo haciéndolo durante 13 años, más de una década.

¿Hizo alguna especialidad luego de su carrera como publicista?

Hice un diplomado en Neuro educación en Cerebrum, estoy haciendo una maestría en Education Leadership y tengo una certificación en Inteligencia Emocional también.

¿Cómo hizo el plan de negocios?

Nunca tuve uno. Simplemente hacía las cosas y avancé poco a poco con todo. Nunca hice una proyección de ingresos siquiera para pensar si era rentable o no. Ahora las hago, pero al inicio fue todo empírico.

¿Qué es lo que enseña?

Lo académico típico y cosas nuevas. Por ejemplo, en vacaciones damos talleres de reciclaje, ingeniería, arte y más. ¡A veces mezclamos cosas como matemáticas con cocina!

¿MAB tiene un método?

Somos muy observadores y tenemos un psicólogo en cada cede.Creo que el nivel de personalización que le damos a cada clase es fuerte. Hablamos mucho con los papás y a veces el asunto no solo es que su hijo no es bueno en matemáticas sino que por ejemplo es tímido y no levanta la mano para preguntarle cosas a su profesora.

¿Cómo se siente en relación a los colegios?

Somos sus aliados. Nos sentimos así.

¿Qué pasa en los colegios que no todos aprenden igual?

Es imposible que a una clase de 30 chicos se les enseñe lo mismo y que todos aprendan igual. No hay manera, todos empiezan de distintos puntos de partida y encima todos aprenden de forma distinta.

¿Cómo es la comunicación dentro de MAB?

Todos nos llamamos por nuestro nombre. No hay “profe” propiamente, es un trato muy horizontal.

¿Cada cuánto hablan con los padres?

Hay un reporte de cada día que vienen sus hijos. Sentimos que es parte del valor agregado porque estamos convencidos de que la educación es integral. No hacemos magia, solo le brindamos recursos y herramientas para que los niños aprendan mejor. Siempre decimos que todo se debe complementar en casa.

¿Cuál es la recurrencia de asistencia ideal?

Es imposible saberlo si no conocemos al niño, no hay combos armados, cada niño funciona de manera distinta y particular.

¿Cuál es la principal dificultad con la educación de los niños hoy?

Entre muchas, el nivel de estrés que ponen los papás.

¿Cuántos locales tienen?

Cuatro. En Villa, La Molina, Chacarilla y Miraflores. Las oportunidades van llegando de pronto…

¿Qué considera importante para los educadores en Lima?

Lo más importante es respetar los distintos talentos y entender que cada uno tiene el mismo nivel de importancia. Lo clave es educar para la vida y para solucionar el mundo de verdad, no para un examen solamente.

Fuente de la Entrevista:

https://gestion.pe/blog/millennials/2018/05/macarena-arribas-me-apasiona-la-educacion.html

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Entrevista a Jeff Sorencen: El nuevo modelo de educación debe enseñarnos a ser mejores humanos»

Perú/02 de Junio de 2018/El Comercio

Entrevista a: Jeff Sorencen

Por: El Comercio

Conversamos con Jeff Sorensen, cofundador de Optimize, una organización que apuesta por sacar a los alumnos de las aulas y enfrentarlos a los problemas globales

Desde el 2012, unos 600 proyectos de innovación han sido incubados por Optimize, una organización que apuesta por sacar a los alumnos de las aulas y enfrentarlos a los problemas globales.

«Cuando inicié esto tenía 22 años y muchos pensaban que no lograría ningún cambio. Ahora, 300 de esos 600 proyectos son realidad», explica Jeff Sorensen, cofundador de Optimize y parte de la lista de «Forbes 30 Under 30», que hoy ofrecerá una charla en la Feria Tecnológica Escolar del colegio San Pedro.

— Cuando te graduaste no encontrabas trabajo, ¿cuánto influyó eso? 
[Risas] Sí, es cierto. Debo admitir que en ese momento no pareció algo bueno. Pero noté que si bien en la universidad era bueno escribiendo sobre algunas cosas y pensándolas, en realidad no había construido algo con lo que pudiera decirle a una compañía: “¡Hey, esto es lo que hago!”. Eso fue parte de lo que me empujó a fundar Optimize. Mi experiencia de no ser capaz de obtener un trabajo por no reunir ciertas habilidades me hizo pensar en que algo debe cambiar en el modelo de educación superior, darle oportunidades a los jóvenes para salir e impactar al mundo.

— ¿Ese es el modelo educativo que requiere estos tiempos?
Sí. Vivimos en un momento donde necesitamos reconocer que los jóvenes tienen mucho que ofrecer, no podemos esperar a que envejezcan para que hagan algo. Por eso me anima tanto estar en el Perú, se les debe decir a las universidades y a las compañías cómo participar en este futuro de la educación. El modelo antiguo ya no nos prepara para superar los retos del presente.

«LOS JÓVENES TIENEN MUCHO QUE OFRECER, NO PODEMOS ESPERAR A QUE ENVEJEZCAN PARA QUE HAGAN ALGO».

— Y dejar los salones concebidos en la revolución industrial…
¡Exacto! Este modelo fue pensado para convertir a los humanos en máquinas y trabajar en las líneas de ensamblaje. El nuevo modelo debe reconocer que no seremos mejores máquinas que los robots, en lugar de eso debemos intentar ser mejores humanos. Pensar qué problema quiero resolver y con qué acción lo haré, por ejemplo, es muy humano.

— “¿Por qué no lo hago yo?”, dices que esa es la gran pregunta detrás de un emprendedor. 
Así es. Es un llamado a la acción, un sentido de pertenencia, trabajar por lo que nos importa. Pero también es una oportunidad de reflexionar sobre tus habilidades, qué puedes hacer y qué necesitas aprender.

— ¿En qué consiste exactamente su labor?
Hemos creado una alianza con la Universidad de Michigan en la que trabajamos a tiempo completo para la universidad y cada año tenemos alumnos que presentan nuevos proyectos. En los últimos cinco años hemos ayudado a 25 mil alumnos. Nuestro programa, básicamente, los acompaña desde que conciben la idea hasta que se convierte en realidad, ofrecemos una tutoría durante ese camino.

— ¿Qué tipos de proyectos has visto en estos años? 
Los alumnos escogen temas tan variados que he visto desde granjas urbanas con la que permiten que haya acceso a comida saludable local de forma sostenible hasta iniciativas como Blueprints for Pangaea, donde los jóvenes recolectan medicamentos que son desperdiciados en ciertos hospitales y los distribuyen en otros donde son necesitados con urgencia. También está Gwydion, una compañía de realidad virtual que construye tecnología para investigación y aprendizaje en las universidades. Y uno de mis favoritos está en el Perú…

— ¿Cuál es? 
United Technologies for Kids (UTK), fue fundado por Giuliana Huerta Mercado y busca movilizar a los estudiantes de escuelas en EE.UU. y el Perú para implementar laboratorios innovadores. Es solo una muestra de los más de 300 proyectos que incubamos y ya son realidad.

Todos tienen su propia pasión y acercamiento pero finalmente buscan crear un futuro justo y sostenible. Vemos a muchos chicos trabajando en proyectos que garanticen el acceso a una buena educación. Pero, además, la gente está preocupada por cómo regenerar nuestros recursos para las futuras generaciones.

— En ese sentido, vivir en países en vías de desarrollo resulta una ventaja por la cantidad de oportunidades de mejora que hay.
Exacto, estoy de acuerdo con que hay más oportunidades. Cada problema es una oportunidad de involucrarse. Una de las formas de encontrar pasión y propósito es que el mundo que te rodea te importa.

«VEMOS A MUCHOS CHICOS TRABAJANDO EN PROYECTOS QUE GARANTICEN EL ACCESO A UNA BUENA EDUCACIÓN».

— Muchas veces creemos que estos grandes cambios se limitan a ser guiadas solo por grandes mentes.
[Risas] La idea de que solo gente especial con alguna habilidad especial puede estar a cargo y decidir el futuro de la sociedad lleva establecida mucho tiempo. Y creo que la gente con poder la ha usado para asegurarse de que los otros crean que no pueden hacerlo. Todo ser humano es creativo, capaz de hacer preguntas y participar en la creación del futuro en el que quiere vivir. Todos somos parte importante de la conversación y las acciones para crear el mundo del futuro.

— Como en la dialéctica del amo y el esclavo de Hegel.
¡Sí! Mucha gente reniega sobre sistemas en el que uno ejerce poder sobre varios, como en las monarquías, pero aún se rigen bajo varios de sus conceptos. Es hora de pasar de sus ideas.

— Has recibido consejos de Dan Gilbert, conocido como quien tiene la clave de la felicidad. ¿Qué te dijo?
Dan afronta los mismos problemas que todos. Es muy interesante pero creo que, en términos de sabiduría y la búsqueda de la felicidad, no es diferente a nadie. Tiene más dinero y recursos, que es muy importante, pero no es que tenga un mayor entendimiento que el resto.

— ¿Cuál es tu sueño con este proyecto?
Mi idea de éxito es inspirar a la mayor cantidad de gente que pueda, que todos se integren en crear una visión positiva del futuro. Entonces, mi idea de felicidad depende de cada día hacer lo posible para que la mayoría se involucre en eso.

Fuente: https://elcomercio.pe/mundo/actualidad/nuevo-modelo-educacion-debe-ensenarnos-mejores-humanos-noticia-524248

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Entrevista con Mariano Narodowski: “Desde 2003 la escuela privada [argentina] aumentó un 25% su número de alumnos y la escuela pública perdió el 10%”

El experto en temas educativos Mariano Narodowski, autor del libro “El colapso de la educación”, fue parte de la columna de José Thomas en el programa “Uno nunca sabe” por MDZ Radio.

Narodoswski, exministro de Educación porteño, opinó sobre el plan mendocino de que vuelvan a leer los niños en las escuelas. “Me parece una idea interesante”, dijo. “En muchos aspectos de la vida argentina tenemos que volver a lo básico -acotó- y no solo en la educación. Hay varias cosas que pasan en la economía, en la política, en la vida social. Hay que volver a lo básico”.

– Tu libro básicamente transcurre hablando de la política educativa de los últimos 50 años, que calificás como “la privatización de la educación”. Explicanos si es una ironía o es así.

– No lo digo irónicamente: es una política de Estado, con consensos básicos de los núcleos del Gobierno, por el que pueden pasar distintos funcionarios, distintos partidos políticos de distintos regímenes. De hecho en Argentina la privatización de la educación arrastró a los radicales, a los peronistas, al PRO, a las distintas gestiones provinciales con diferentes tipos de gobiernos; a los militares, a los civiles. Eso es una política de Estado: cuando hay un acuerdo implícito. En este caso, una política lamentable por un indicador del deterioro de la educación pública, y por otro lado, es una política que nadie reivindica. Es raro, porque en algún punto es lamentablemente exitosa, pero nadie se hace cargo.

– De hecho, muchos le echan la culpa a la elección que hacen los padres del colegio para sus hijos. ¿Por qué los padres eligen la escuela privada y por qué lo hacen en épocas de gobiernos progresistas?

– La privatización arranca en os años 60, pero a partir del año 2000 hay un fenómeno nuevo que es que no solamente crece la matrícula, sino que desde 2003 hasta ahora se verifica la pérdida de matrícula en la escuela pública. En el caso de la escuela primaria, desde 2003 la escuela privada aumentó un 25% su número de alumnos y la escuela pública perdió el 10% en términos netos. Es un fenómeno mundial: es muy difícil que ocurra algo así. Acá no hubo ningún problema demográfico ni ambiental o ecológico, ningún cataclismo. Simplemente la gente que decide sacar a sus hijos de la escuela pública y mandarla a la escuela privada.

– Uno lo que siente en ese triste momento de decisión es una mejor educación para sus hijos, que cree que la va a encontrar en el ámbito privado.

– Sabemos que algo anda mal cuando la gente elige pagar cuando tiene algo gratis.

– Es como todo: la seguridad, la salud…

– Exactamente. Sabemos que algo anda mal. En otras épocas, los que iban a las escuelas privadas eran los que tenían algún vínculo religioso porque la escuela pública argentina es laica. Quienes querían educarlos en una determinada fe los mandaban a una escuela privada. Eso era minoritario. Es así como funciona en todos los sistemas educativos del mundo. Acá pasa al revés: mucha gente manda a sus hijos a una escuela católica, no porque sea católica, sino porque es privada. Entienden que hay un futuro garantizado para sus hijos siempre y cuando no lo manden a una escuela pública. A mi me parece que eso es una especie de coartada para no enfrentar los problemas reales de la educación. Los sectores sociales medios y medios bajos creen que nos salvamos individualmente, es decir, que no hay salvación general y entonces apelan al “sálvese quien pueda”. Piensan: “Si yo tengo la oportunidad de mandar al nene a la escuela privada, lo mando”. Con eso creen que se soluciona el problema, pero lejos de pasar eso se agrava. La educación se colapsa. El sistema público se degrada, el sistema privado tampoco genera una masa de excelencia. Cuando es mejor, no lo es mucho mejor que la pública. Hay un empatanamiento. Eso es el colapso.

– Se genera esto de que para aprender matemáticas o a leer no importa tanto si es pública o privada, sino para conseguir la cohesión social.

– Absolutamente. Vivimos hablando de “grieta” y lamentablemente el sistema educativo forma en algún sentido para esa grieta. no nos permite convivir a los que somos distintos.Si los ricos van a la escuela con los ricos, la clase media con los de clase media y los pobres con los pobres, aprendemos entre “iguales” y no entre “distintos”. Eso genera claramente problemas de cohesión social. Al distinto lo empezamos a ver como a a alguien a quien no entendemos, porque no lo vimos nunca en nuestra formación educativa. Un chico puede pasarse la primaria y la secundaria enteras sin conocer a otro chico que no sea de su círculo social.

– No convivimos más.

– No se convive. Efectivamente se puede aprender cualquier cosa en escuela pública o privada, pero aprender eso, conviviendo, solo en una escuela pública.

– Eso pasa en las fiestas de cumpleaños, uno iba en las fiestas de los que vivían distintas realidades. Hoy todo es más de gueto.

– Las ciudades y los barrios se han segregado más y el sistema educativo contribuye a esa segregación.

– La frase “El problema es imposible porque los sindicatos no te dejan” suena a una excusa a la luz de lo que dice tu libro.

– Si, la clase dirigente le viene echando la culpa a los sindicatos docentes desde hace muchos años. No es que no sean responsable, pero nadie lo vota a Baradel. Nosotros votamos gobernadores o presidentes para la educación. Ellos son responsables. El famoso estatuto del docente no son paritarias, sino leyes provinciales, por lo tanto su cambio tiene que ver con acuerdos políticos institucionales. No es solo un problema de los sindicatos. por otro lado, desde el regreso de la democracia los sindicatos no han sido convocados a una reforma completa y en serio. Es una coartada de parte de los gobiernos. No hay propuestas serias de los gobiernos para cambiar el estatuto del docente, los programas de trabajo. Hay cambios muy parciales. No sabemos cómo pueden reaccionar los sindicatos docentes. uno imagina que pueden reaccionar mal. Pueden generar conflictos, el tema es cómo se canalizan y resuelven.

– En el libro decís que los gobiernos pueden privatizar YPF, nacionalizar las AFJP, medidas recontra conflictivas, pero no pueden enfrentarse a un sindicato.

– Esa parte del libro surge de una charla que tuve cuando era ministro de educación de la Ciudad de Buenos Aires con un altísimo funcionario del gobierno nacional, que era kirchnerista, una persona muy allegada a mí. Él estaba de acuerdo con cambiar el Estatuto del Docente pero decía que no se podía y era el momento en que estaban estatizando las AFJP. A mi me parecía raro que pudieran hacer eso con el enorme conflicto que eso tiene, nacional e internacional, en términos de cuentas públicas, de cambios de hábitos de vida de la gente, y no puedan sentarse con un sindicato docente a acordar algunos puntos necesarios para mejorar la calidad educativa.

– Otro tema del libro es el de la evaluación. Allí planteás que es increíble que no haya un instituto de evaluación que sea independiente y del uso político de las evaluaciones.

– Para mi el problema de las pruebas Aprender, más allá de otras disquisiciones, es que los alumnos no las pasen. En las escuelas públicas de Ciudad de Buenos Aires solo el 50% hizo las pruebas Aprender el año pasado. En el Gran Buenos Aires 55%. En Mendoza, Capital, Gran Buenos Aires, los sectores urbanos más concentrados de la Argentina. Es una prueba censal que la tiene que hacer el 95%, la termina haciendo el 60%. Entonces la validez de Aprender es muy discutible porque el 35 o 40% de la población no la responde, tiene muy poca robustez. Simulan como si hubiesen respondido todos en un sistema aceptado, pero no es un resultado genuino. Terminan siendo resultados discutibles. Hay que empezar a tomar en serio la evaluación. En la Argentina no hay una cultura de la evaluación: no tenemos una historia en ese sentido. Les echamos la culpa a los sindicatos, pero a veces los alumnos preguntan si lleva nota, y como no ponen nota, no la hacen. La población tiene que saber para qué sirve que todos rindan esa prueba. No es un problema educativo sino un problema general. La cultura política argentina no lo contiene.

– ¿Cómo imaginás un libro tuyo dentro de 20 años?

– Yo no soy pesimista, soy escéptico. A la clase dirigente no le interesa la educación. Lo intento demostrar con datos en el libro y creo que lo consigo. Empresarios, sindicalistas, los medios en general, a los intelectuales no les interesa. Entonces, frente a eso, los sectores medios que son dinámicos, se van a la escuela privada. Se logra este equilibrio patético en que las cosas se degradan cada vez más. No veo un cambio en el corto y mediano plazo, pero apuesto todo lo que tengo a que eso exista. Hay personas en las clases dirigentes a las que sí les interesa la educación, pero no logran una masa crítica para llevar los cambios adelantes. El colapso de la educación puede seguir muchos años más. Y la clase media va a seguir pensando que mandando a sus hijos a la escuela privada, se salvan.

Fuente: https://laicismo.org/2018/05/entrevista-con-mariano-narodowski-desde-2003-la-escuela-privada-argentina-aumento-un-25-su-numero-de-alumnos-y-la-escuela-publica-perdio-el-10/

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José María Avilés: “El sistema está reaccionando más que haciendo cosas proactivas con la educación digital”

El trabajo de convivencia, visto desde la óptica de la prevención, así como la información y el acompañamiento, son tres elementos clave para evitar problemas de conducta. También en el uso de las redes sociales. Así lo entiende José María Avilés.

Por Daniel Sánchez Caballero 31/5/2018

José María Avilés ha pasado por todas las etapas del sistema educativo. Ha sido maestro, profesor de secundaria y ahora está en la Universidad de Valladolid, aunque no ha perdido el contacto con la etapa obligatoria: sigue ejerciendo de orientador en un instituto. “No perder la realidad de las aulas me da una ventaja para plantear los trabajos y las propuestas que hago a los centros”, explica. Psicólogo de formación y experto en convivencia, bullying, ciberacoso, etc. —hizo una de las primeras tesis sobre el tema, leída en 2002, antes de que el suicido del adolescente Jokin pusiera el tema sobre la palestra—, es autor de varios libros sobre la materia, el último de ellos,Educar en las redes sociales (Editorial Desclee de Brouwer), es un manual donde explica su programa PRIRES para educar a los jóvenes en el uso de las (no tan) nuevas tecnologías.

¿Está la cosa tan mal con el acoso y ciberacoso como parece a veces leyendo la prensa?

Los medios ponen la lupa, y cuando se pone la lupa se ven las cosas agrandadas. No es lo mismo el acoso que el ciberacoso, se dan aspectos en el ámbito virtual que lo agrandan. La investigación los trata de manera diferente. Hay más ciberacoso. Estar en la red significa que tienes disponibilidad de hacer cosas sin que te vea la gente, con cierta sensación de anonimato que te hace actuar como realmente eres. Desde un punto de vista moral actúas como piensas porque crees que nadie te ve, es distinto a pensar que te ven. Las cifras de bullyingy ciberbullying son diferentes, más grandes estas últimas. Pero son poco fiables. Hay verdaderos retos a la hora de medir esto, no es fácil. Hay investigaciones con respaldo supuestamente científico que preguntan si alguna vez te han intimidado en la escuela. ¿A quién no? La pregunta está mal plantada. Hay que preguntar correctamente. Por ejemplo, establecer un tiempo de recuerdo. ¿Me han intimidado cuándo? ¿Alguna vez? También establecer la intensidad. ¿Una vez a la semana? ¿Dos? Hay que acotar aquello que queremos medir y cuando hagamos la pregunta estar seguro de que quien va a responder sabe de qué hablamos. Eso es fácil en el bullying. En el ciberbullying hay problemas de medidas aparte de por la herramienta por otras cuestiones como qué lo es y qué no. Una de las cuestiones es la repetición. Hay un indicador que dice que tiene que suceder durante bastante tiempo para pensar que se está dando un componente de acoso. Con el ciberbullying esto no está tan claro. Hay investigadores que no diferencian entre ciberagresión y ciberbullying. Si es mantenido en el tiempo es acoso. Una vez…

Suena extraño que todavía no nos hayamos puesto de acuerdo para definir el problema y por tanto conocer su magnitud. Supongo que será más difícil atacarlo si no tenemos clara la prevalencia.

En el caso del maltrato el mensaje es que hay que abordarlo cada vez que pase, aunque sea una vez. Pero sí me parece importante, hablando de nuevas tecnologías, que ha habido una cierta suposición de que todo el mundo las sabe manejar, y lo sabe hacer con criterio, especialmente los menores. Hemos accedido a su uso con demasiada confianza de que cualquiera las puede utilizar con criterio. Y en esa falta de criterio —a veces porque no se tiene y a veces porque no se ha sido educado adecuadamente— hago yo hincapié. Falta mucho acompañamiento por parte de los adultos, sean familiares o del ámbito educativo. Un acompañamiento para dar criterio, orientar y establecer de manera sana esa relación. Hoy en las escuelas nos encontramos con chicos que no se pueden despegar del móvil, no pueden prescindir de él. O la vídeoconsola. La manera en cómo los menores establecen la relación con los dispositivos es algo que se ha dado por supuesto. Se han dado decisiones de compra o uso o de contenidos de uso por parte de quien está más cerca de los menores en las que no ha habido suficiente acompañamiento. El acompañamiento conlleva ayuda, ofrecimiento de modelos de conducta, de aplicación. Esto ha provocado que muchas familias carguen las tintas en el control o la prohibición. Para mí es un error porque se demoniza el uso de los dispositivos o de la red y no se dan pautas de uso adecuado porque no se sabe o no se cae en qué es importante. Hay distintos factores que influyen en que el acceso a las nuevas tecnologías sea inmediato e imprescindible, pero luego aparece sin pauta y el menor, que no tiene modelo u orientación, hace un uso que no es sano y que les puede provocar perjuicios. A ellos y a quienes conviven o ciberconviven con ellos.

¿Quién debe ser ese modelo?

Para mí lo más importante es que haya propuestas educativas. El profesorado no puede plantear esto desde el punto de vista de que depende de las familias. No, depende de todos. Y los agentes en los que se ha puesto esto no son siempre agentes educativos. A veces es la familia o los profesores, pero también los iguales. Y esos tres agentes han quedado un poco fuera de la dotación de responsabilidad cuando se han buscado soluciones a estos problemas. Dejarlos fuera es un error. Todo lo que es criminalizar, trasladar a fuerzas de seguridad o a gente de fuera del sistema educativo como ONG (por buena intención que tengan) es desviar el foco de los tres ámbitos que deben asumirlo: profesorado, familias y alumnado. Y para hacer eso tenemos que construir proyectos que unifiquen esos tres ámbitos. El proyecto PRIRES se inserta en el que ya existe en los centros para que puedan realizarse propuestas para que los menores, primero individualmente y luego en grupo, puedan reflexionar sobre las decisiones que toman. Que no siempre tienen que ser sobre los riesgos, también sobre cómo disfrutar y hacer que la gestión de las redes me beneficie a mí o a otros. Por ejemplo, el carácter colaborativo o cómo montar una campaña. Las redes tienen un potencial tremendo y es algo que hay que hacer. Si no damos la visión de que todo es negativo: elbullying, el sexting, etc. Pero no, hay montones de causas solidarias y positivas.

¿Las escuelas no tienen programas propios como para que tengan que recurrir a elementos más o menos externos al sistema?

Esa es la demanda y la denuncia que hacemos. A la escuela le ha pillado a contrapié esta necesidad que se plantea. No hablamos sobre cómo formar las competencias digitales del alumnado o el profesorado. Hablamos de convivencia. De la toma de decisiones adecuada, de cómo se establece en el seno del sistema (no en una asignatura), cómo favorece que se trabaje desde el propio sistema. Cómo hacemos que se integren propuestas y sistemas donde se haga trabajar de forma preventiva esto. Al sistema le ha cogido esto a contrapié porque funciona contra el que incumple la norma, y para mí eso es un enfoque erróneo. Hay que dar recursos. ¿Cuándo vamos a hacer esta formación? ¿En clase de Lengua? ¿En Matemáticas? El tema del trabajo en valores tiene que tener lugar y cabida en los centros educativos. En determinados aspectos y situaciones me parece que el sistema está reaccionando más que haciendo cosas proactivas. Sería necesario hacer cosas más preventivas, ir adelantándonos a la situación en vez de ir reaccionando a los problemas que surgen y nos falta cierto recorrido de implantación de programas preventivos que ayuden a que un menor, cuando va a subir una foto a una red, tenga criterio y haya sido trabajado anteriormente para saber si es adecuada o no y cuánto se expone. Hablamos de autoestima. ¿Cualquier cosa vale para recibir un like? Esto tiene mucho que ver con a quién me quiero parecer, a quién quiero gustar… Estas preguntas, que planteamos en nuestro programa, hacen pensar a los alumnos.

¿En qué consiste el programa PRIRES?

Por un parte, una propuesta organizativa y por otra curricular. Ofrece actividades e intenta integrar la educación en los centros a través del profesorado, que desde nuestro puento de vista es quien tiene más potencial de hacer la propuesta a la hora de establecer un programa de acompañamiento para los menores trabajando una serie de temas importantes cuando hablamos de prevención de riesgos en la red. Para que profesorado, alumnado y familias trabajen juntos tiene que haber espacios, momentos y funciones. El programa plantea la configuración de equipos de profesorado que trabajen esto a través de la figura del tutor de convivencia, una figura nueva de un profesor que trabaja convivencia sin necesidad de que sean orientadores. Por otra parte, hay familias mentoras, que quieren trabajar con sus hijos cuestiones de valores a través de acuerdos, seguimientos, pautas educativas concretas. Y, por último, entre el alumnado hay una figura que son los cibermentores, chicos de edades avanzadas (4º de la ESO-2º Bachillerato) que ayudan a los más pequeños con la prevención en las redes. Hacen no solo el trabajo informativo, también de mentoría en la que los más pequeños les hacen consultas, etc.

¿Podemos concretar?
Se plantea primero una estructura organizativa con estos tres pilares y luego un currículum de trabajo de casi 60 sesiones. El centro elige las actividades que crea que necesita elaborar. Es una propuesta abierta de contenido, de sesiones, todas con la misma estructura. La dinámica se abre con un elemento motivador (un vídeo, un relato, una experiencia contada) sobre el que se reflexiona individualmente, para que todos hagan una reflexión. Los adultos tienen que asegurarse de que cada alumno hace su reflexión individual. Un segundo momento es un debate, trabajo colaborativo donde se contrastan situaciones y se ven maneras de afrontar el debate, se corrige lo que se piensa a veces. Y luego la sesión concluye con un trabajo plenario en asamblea, donde quien conduce la sesión resume las posibilidades que el problema analizado plantea al grupo. Todas las actividades terminan con dos cuestiones: conclusiones (qué hemos aprendido) y compromiso (todo esto que hemos aprendido, ¿para qué nos sirve? ¿Cómo me afecta en mi vida personal y a qué me comprometo?). Esta parte del compromiso se marca en todas las sesiones.

Estas sesiones las conduce el profesorado a veces, otras se puede hacer en casa con las familias o en ocasiones los cibermentores del centro se meten en la clase de los pequeños para colaborar con el profesorado. Por esto digo que el sistema todavía no está muy preparado para hacer estas combinaciones de roles porque, por ejemplo, el alumno mayor puede estar en su clase. Los centros tienen que desarrollar planes para poder llevar a cabo estas sesiones.

¿Qué temas trabajan?

Privacidad, diferencias entre espacio público y privado. Qué información manejo que pueda afectar a mi privacidad. Qué capacidad tengo de controlar la información que subo a la red. Otro aspecto es la identidad digital. Cómo configuro mi yo digital a través de lo que subo a la red, si me gusta mi yo digital, cúanto coincide con mi yo real. Cómo me muestro, cómo quiero que otros me vean. A quién admiro, a quién no. A quién influencia, quién me influencia a mí.

La comunicación es otro bloque de contenidos. Qué comunico, a quién. Familiares, pareja, amigos. Qué debo comunicar, qué puedo comunicar. Qué comunico a un conocido o a un desconocido. Esto relaciona mucho con la identidad y la privacidad. También las formas.

Empatía. Cómo vemos a los otros, sus sentimientos, cómo los comunicamos. Trabajamos con los emotis, saber comunicarlas, traducirlas en imágenes. El trabajo en las redes no es fácil en relación a la comunicación de emociones. Pensamiento consecuencial. Pensar antes de actuar. El pensamiento hacia delante y hacia detrás. Analizamos las causas, preveemos consecuencias. La toma de decisiones y asunción de responsabilidades cuando tomo una decisión. Autorregulación. Resiliencia, qué cosas me molestan, qué cosas aguanto, qué controlo. La relación con los dispositivos, si domino al dispositivo o me domina a mí.

Riesgos específicos. Comercio online, virus, virales, malware, phising, aspectos específicos del sexting, que también se toca en el bloque de las empatía. Cómo se ve a la mujer, también es importante.

Es un glosario muy amplio de contenidos que sirve para muchos cursos y que con los mimbres o estructuras de que se disponga o con las que quiera contar pueda ir organizando esta propuesta adaptada a cada centro. Es una propuesta abierta, no es necesario empezar por el principio y acabar por el final. Las cosas deben surgir de abajo arriba, no de arriba hacia abajo. No en todos los centros hay el mismo tiempo o recursos. Tomarse esto en serio desde el punto de vista de políticas educativas es importante. Es una asignatura pendiente a la hora de plantearla de manera central en las comunidades educativas y muchas familias o profesorado incluso agradecen.

¿A qué edad recomienda dar a un hijo el primer móvil con internet?

No recomiendo que haya una edad. El acompañamiento tiene que ser cuando pensemos que va a hacer un uso adecuado de él, que tiene necesidad de hacerlo y que esa necesidad no puede ser suplantada de otra manera. No debemos centrarnos en el móvil, también en el uso que hacemos de los dispositivos con nuestros hijos. No hay una edad establecida, pero sí debemos adecuar el manejo de esos dispositivos a las herramientas psicológicas que tienen. Recomiendo que no se establezca la compra de un dispositivo a una especie de rito por haber llegado a determinada edad o haber logrado tal hito. Los pequeños ven pantallas desde que nacen casi, pero deben estar acompañado. Tampoco entiendo el uso que de los menores hacen los propios padres en el uso de los dispositivos o cómo se comparten sus imágenes. Creo que hay una sobreexposición de la imagen de los menores que en muchas ocasiones es innecesaria. Hay que plantear sentido común: cuándo el dispositivo es necesario, qué uso se va a hacer, qué tiempo de uso, a qué contenidos va a tener acceso. Todo lo que sea tener criterio en ese sentido, no solo supervisión del adulto sino que el menor interiorice y entienda esas situaciones, será positivo. Lo contrario será perjudicial.

fUENTE; http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/05/31/el-sistema-esta-reaccionando-mas-que-haciendo-cosas-proactivas-con-la-educacion-digital/

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Victor Arufe: «Debería existir una formación obligatoria para todas las personas que decidan tener un hijo»

El profesor Víctor Arufe acaba de publicar el libro «La educación por escenarios»

Víctor Arufe, ganador de los Premios Educa «Mejor docente de España 2017», no duda al asegurar que la educación de los niños es compleja y requiere de mucho esfuerzo por parte de los progenitores. Añade que los pequeños perciben el mundo de una forma muy diferente a los adultos, y es en esta perspectiva distinta del mundo donde radica la mayoría de los conflictos entre padres e hijos.

¿Qué pueden hacer los padres para que no resulte tan complicado educar a los hijos?

Los adultos debemos hacer un esfuerzo en bajar al mundo de los hijos, un mundo donde no entienden, por ejemplo, que les quites las tijeras de forma brusca cuando van a empezar a jugar con ellas. No son conscientes del peligro, y esa reacción brusca de los padres les produce una rabieta inmediata, que puede pasar posteriormente a los gritos y a la autoridad del padre sobre el niño. Si nos situáramos a su nivel, seguramente se las quitaríamos con cuidado y le diríamos que se puede hacer daño jugando con ellas. Nos entendería mejor porque estamos aportando una información valiosa que él no tenía. En definitiva, estamos afrontando un problema con una solución acorde a su óptica.

Y es aquí donde debemos empezar la buena educación, aportando argumentos e información novedosa para los niños. Tienen el derecho de pedir todo lo que se les antoja, porque son niños, pero nosotros debemos decir que no y explicar los motivos. Hay que educarlos para el consumo responsable, para criticar cualquier acto de violencia, para consumir alimentos saludables, para cuidar su cuerpo, para que asuma responsabilidades, para que sea autónomo, para que acate reglas y normas, para que respete la diferencia, para que tenga empatía, para que colabore en tareas domésticas… Todo esto es información y trabajo que deben aportar los padres.

¿Tienen claro los progenitores lo que realmente deben enseñar?

Es difícil saber qué enseñar, cómo y cuándo. Nadie les ha informado de ello, algunos padres se preocupan por conseguir información, leen libros, leen revistas, van a cursos…, pero otros, no tienen esa curiosidad e, incluso, afirman que saben educar. La educación, como otros ámbitos temáticos tiene directrices y hay que conocer los pilares básicos para poder trabajarla.

Deberían existir más escuelas de padres y solicitar desde la Administración el carné de educador familiar, un documento que se conseguiría tras pasar una formación con diferentes bloques temáticos: nutrición, psicología, pedagogía, ejercicio físico, etc. Sería una formación obligatoria para todas las personas que decidan tener un hijo. Como quien saca el carné de conducir y debe estudiar el reglamento de circulación y aprender a circular con su vehículo. Creo que podríamos construir una sociedad mejor y especialmente resolver muchas dudas a muchas familias.

¿Cómo acotar la educación que queremos dar ante tanto volumen de información al respecto?

Efectivamente hay un exceso de información, pero no leemos todo lo que hay. Generalmente nos quedamos con titulares, y estos pueden estar impregnados de intereses comerciales. Tenemos que leer mucho más, y apostar por la lectura de grandes obras y artículos completos.

¿En qué consiste la fórmula de educar por escenarios?

En trabajar con los niños estrategias prácticas educativas durante todo el día y en cada escenario donde el niño actúe o interactúe. Los escenarios los clasifico en tres grandes grupos: pueden ser habituales, como el hogar, la escuela, el coche, la calle, la visita a un centro comercial, o la escuela deportiva; ocasionales, como el museo, un parque de atracciones, una fiesta de cumpleaños o un restaurante; o temporales, como, por ejemplo, la Navidad, las vacaciones de verano o las fiestas del pueblo. En todos ellos tenemos que rentabilizar las oportunidades que nos brindan para educar.

Siempre me gusta comparar la educación por escenarios como un sistema de riego por goteo. Son pequeñas gotas de educación que fomentamos en cada momento del día, poco a poco van calando en el cerebro del niño, y va adquiriendo hábitos, rutinas, normas, responsabilidades, tareas, conciencia, valores, etc.

Se trata de aprovechar las situaciones que nos ofrece cada día, cada momento, cada escenario, para enriquecerlas con gotas de educación. Es la única forma de forjar niños educados. De nada sirve que eduquemos en casa si luego en el restaurante no utilizamos ciertas estrategias. Esto es una carrera de fondo, donde las 24 horas del día 365 días al año tenemos que estar en alerta y estableciendo estrategias en cada lugar.

¿Cuál es el escenario más difícil de afrontar?

Todos son complejos y tienen sus peculiaridades, pero quizá el más importante es donde paae el niño más horas, que generalmente son el propio hogar y la escuela. Son, sin duda, dos grandes escenarios donde invierte una gran cantidad de horas y donde presento en el libro muchas estrategias prácticas para que lleven a cabo los padres con sus hijos.

¿Son los padres constantes en la educación de los hijos?

Deberían serlo más. Pasamos del disfrute del bebé de meses a, poco a poco, permitir todo o casi todo en el niño de 3-6 años, y es precisamente a estas edades donde hay que hacer frente a las miles de rabietas que tendrá el niño. Porque todo el esfuerzo que hagamos ahora sentará las bases para un posterior trabajo educativo en la etapa de Primaria que, por supuesto, seguirá con la misma intensidad y calidad educativa. No podemos bajar la guardia hasta que nuestro hijo alcance la mayoría de edad. Si tenemos una buena base será mucho más fácil adentrarnos en la educación del adolescente, si no hay una buena base, será mucho más complejo.

Fuente: http://www.abc.es/familia/padres-hijos/abci-deberia-existir-formacion-obligatoria-para-todas-personas-decidan-tener-hijo-201805300216_noticia.html

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Entrevista a Francesco Tonucci: Se aprende más jugando.

“Los niños aprenden mucho más jugando que estudiando, haciendo que
mirando. El juego que hacen solos sin el control de los adultos es
la forma cultural más alta que toca un niño. Los niños que han podido
jugar bien y durante mucho tiempo serán adultos mejores”

“El juego da recursos para la vida. Todas las crisis de la juventud
se gestan en la primera infancia”

“Hoy educar significa pedir a los niños que dejen de
comportarse como niños y lo hagan como adultos”

“Los pequeños pasan sus días frente a adultos instructores, les es difícil
hacer cosas raras. Así se va alimentando una necesidad de riesgo
acumulada que expresará con su primera moto y en las salidas nocturnas”

“Los pequeños no quieren estar recluidos en su habitación para jugar, ni
en ludotecas, ni en todos esos espacios que construimos para que estén
controlados. Lo que hace un niño controlado por un adulto es distinto
de lo que hace solo. Los niños necesitan espacios donde, dentro de
un clima de control social, ellos puedan hacen lo que quieran:
pisar el césped, subirse a los árboles y jugar con las lagartijas”
Francesco Tonucci

IMPRESCINDIBLE entrevista para todos los padres, los profesores, los alcaldes y encargados de urbanismo, … y en definitiva para todas las personas, porque es la sociedad en su conjunto quien trata y convive con los niños y la que reproduce un tipo de crianza y educación determinado.

Francesco Tonucci (1941) es un pensador, psicopedagogo y dibujante italiano que se dedica al estudio del pensamiento y el comportamiento infantil.

Ha creado y dirige desde 1991 el proyecto La Ciudad de los Niños, que propone a los alcaldes de 100 ciudades una nueva filosofía de gobierno, adoptando a los niños como parámetro de valoración, de proyección y de cambio de la ciudad.

Critica la forma en que las ciudades están estructuradas y aconseja que estén planificadas pensando en los niños. Pero no para convertirlas en Disneylands locales sino porque él afirma que un adulto sano es el resultado de un niño que ha jugado mucho y ha tenido autonomía.

Francesco Tonucci es un autor importante a tener en cuenta junto con Christopher Clouder que ya nos advertía que “hay mucho tiempo para ser adultos y poco para ser niños” y Toshiro Kanamori y su pedagodía para ser feliz.

Las criticas y sugerencias de Tonucci a la escuela clásica están resumidas aquí y también expresa sus ideas en viñetas que firma con el seudónimo “Frato” y que se recogen en el libro “40 años con ojos de niño” (Graó).

ojos-de-niño tonucci

En contra de una sociedad que últimamente asocia constantemente la palabra “límites” a niños e incluso a bebés, este pedagogo reivindica la LIBERTAD, el poder personal, menos deberes, más tiempo libre por las tardes para descubrir el mundo y, sobre todo, sostiene que “los niños no son recipientes vacíos que hay que llenar de conocimientos” sino que tienen sus propias vivencias y formas de pensar.

En esta entrevista en La Contra de La Vanguardia  Tonucci explica con contundencia la importancia infravalorada del juego en la infancia y afirma que estamos robando la autonomía, herramienta básica de futuro, a los niños de 3 a 6 años.

Estas son sus palabras para leer varias veces y reflexionar como sociedad:

67 años. Nací en Fano y vivo en Roma. Estoy casado y tengo tres hijos y un nieto. Desde 1966 soy investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Cognición del Consejo Nacional de Investigación (CNR) Italiano. La política debería ser un servicio a la comunidad y es un servicio para pequeños grupos. Soy católico y creyente.

¿Qué quieren los niños?
Los niños que participan en el proyecto La Ciudad de los Niños (en 100 ciudades italianas, españolas y argentinas) piden todos lo mismo en sus reuniones con los alcaldes.

¿De qué se trata?
Espacio y autonomía. Tienen un gran conflicto con los coches porque estos crean peligro y y el peligro impide su autonomía. Unos niños italianos propusieron a un alcalde dividir el espacio: “Mitad para que aparquen los coches, mitad para nosotros”.

Angelitos
Estoy luchando con los alcaldes para que abandonen esa costumbre de construir parques para niños con columpios y toboganes. Los niños necesitan espacios donde, dentro de un clima de control social, ellos puedan hacen lo que quieran: pisar el césped, subirse a los árboles y jugar con las lagartijas.

¿No les gustan los espacios para niños?
Los pequeños no quieren estar recluidos en su habitación para jugar, ni en ludotecas, ni en todos esos espacios que construimos para que estén controlados. Lo que hace un niño controlado por un adulto es distinto de lo que hace solo. Están perdiendo esa posibilidad de vivir experiencias solos y por tanto la posibilidad de jugar.

Parece grave
A nivel cognitivo es gravísimo, por eso los niños están proponiendo que la ciudad retome el espacio público, como público.

¿Reivindican la necesidad de jugar?
Sí. Un niño le espetó al alcalde de Roma: “Estaba jugando en la plaza y un guardia me quitó la pelota”. Los niños tienen derecho a jugar en las plazas públicas. ¿Con la pelota? Sí. En Lima vi un cartel que suscribo: “Prohibido jugar a la pelota excepto niños”.

Plazas con pelotas y sin coches, ¿utópico?
Los niños deben poder jugar como quieran ellos. En el patio de casa, en la acera, en los paseos…, porque éstos son espacios públicos. Debemos invertir en cómo nuestras ciudades, no en una teórica, pueden transformarse en lugares donde los niños puedan ser niños. Y los que más me preocupan son los de tres a seis, porque les estamos robando la autonomía, herramienta básica de futuro.

¿Cómo percibimos hoy a los niños?
Los adultos y por tanto los propios niños se perciben como una persona que vale por lo que será mañana y no por lo que es hoy. Hoy educar significa pedir a los niños que dejen de comportarse como niños y lo hagan como adultos.

¿Cómo se soluciona?
Escuchando sus tonterías, porque cuando un niño dice una tontería es algo que no ha oído de sus padres ni de sus maestros.

Regáleme una tontería
El deseo de un niño: “Quiero una cancha de fútbol sin entrenador”. Entiendo que los niños estén hartos de adultos. La diferencia entre un niño de cinco años de hoy y yo cuando tenía su edad es que yo tenía mucho tiempo sin adultos, por mi cuenta. Hoy la gran preocupación es enseñarles todos los peligros.

Peligros que les cortan las alas
La soledad es la grave enfermedad de los niños que hoy viven en las ciudades ricas. Familias de hijos únicos, sin compañeros dentro de su propia casa y, debido al peligro ambiental, sin posibilidad de salir a buscarlos.

Tienen a sus compañeros de escuela
Amigos institucionales, compañeros controlables. En mi infancia hacer un amigo nuevo era un riesgo que requería capacidad de conocimiento de los otros, y me parece un valor enorme. La dificultad que hoy tienen los jóvenes de crear pareja estable se debe a que les faltó la experiencia de crear relaciones que tuvieran que afrontar solos.

El riesgo asusta
El riesgo es una componente esencial del desarrollo. Sería deseable que los niños encontraran sus obstáculos en el momento útil, medir si pueden saltar un riachuelo o si les compensa relacionarse con alguien.

Hay quien opina que ya tendrán tiempo.
Los pequeños pasan sus días frente a adultos instructores, les es difícil hacer cosas raras. Así se va alimentando una necesidad de riesgo acumulada que expresará con su primera moto y en las salidas nocturnas.

Interesante.
Los niños no son aspirantes suicidas, no buscan situaciones que no puedan dominar porque se trata de jugar. A cambio de impedirles ese juego exploratorio les damos protección y posibilidad de adquirir muchas cosas. Se crea así una relación perversa entre un niño que quiere mucho y un adulto que piensa que tiene que dar mucho para compensar lo que no puede darle. Los regalitos continuos destruyen la capacidad de juego.

¿Hay que renunciar al control?
Sí, hay que acompañar “pero de lejos”, como decía un niño argentino. Los niños aprenden mucho más jugando que estudiando, haciendo que mirando. El juego que hacen solos sin el control de los adultos es la forma cultural más alta que toca un niño. Los niños que han podido jugar bien y durante mucho tiempo serán adultos mejores.

¿Qué consejo daría a los padres?
Dele a su hijo más autonomía, con normas de espacio, de tiempo y sociales, y le sorprenderá cómo mejora la comunicación: correrá a contarle lo que ha descubierto.

Debemos perder el miedo…
Así es. en tres municipios de Roma los niños de seis y siete años van solos al colegio. Los padres y los tenderos controlan pero sin que los niños lo sepan. Para ellos es un gran regalo, se sienten reconocidos y se hacen más responsables. Y, curiosamente, esos barrios se vuelven más seguros.

Fuente de la entrevista: https://www.elblogalternativo.com/2009/08/02/se-aprende-mas-jugando-que-estudiando-entrevista-a-francesco-tonucci-ninologo

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