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Entrevista a Dídac Costa: «Los poderes fácticos globales son los que están infringiendo las leyes»

España/19 de Mayo de 2018/Rebelión
Entrevista a Dídac Costa, ecoactivista y escritor
«Los poderes fácticos globales son los que están infringiendo las leyes»
Por: La Guerrilla Comunicacional

Dídac Costa es un eco-sociólogo, activista y escritor que ha estado durante uno cuantos años en América Latina desarrollando tareas e investigación en el ámbito de la economía alternativa, comunidades, monedas alternativas, ecociudades y movimientos sociales, como miembro del comité de organización de los campamentos de juventud del Forum Social Mundial en Porto Alegre y Belem.

Dídac es uno de los creadores de la EcoXarxes Montseny i Ecoseny, la Colonia Colectivizada Ca La Fou y es también impulsor de la CIC (Cooperativa Integral Catalana) y de Ecolònia. También es impulsor del proyecto L’Ecovila Ca l’Amat a la Garrotxa.

Colaborador de la UB y la UOC, participó activamente en el movimiento 15-M y es un estudioso de la Revolución Social Catalana de 1936.

Como avanzábamos hace unos días, ¿Sería posible prescindir del euro, el dolar y restos de monedas que gobiernan el mundo? ¿Qué pasaría si nosotras mismas creásemos nuestra propia moneda, basándonos en la filosofía del trueque? ¿Por qué no creer, de una vez por todas, que nosotras mismas somos capaces de todo esto y… más?

De todo ello, Dídac, nos habla en la entrevista. Como siempre, una nueva oportunidad para el análisis y debate.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=241596&titular=%22los-poderes-f%E1cticos-globales-son-los-que-est%E1n-infringiendo-las-leyes%22-

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Andrés González Bellido: “Todo el grupo debe saber que llamar ‘dumbo’ a un compañero hace daño”

Entrevista a Andrés González Bellido, psicopedagogo e ideólogo de la Tutoría Entre Iguales (TEI)

La intervención para prevenir el acoso escolar tiene que ser sistemática y sobre el conjunto del centro, afirma González Bellido, ideólogo e impulsor de la Tutoría entre Iguales. “Si consideras inaceptable la violencia de baja intensidad y la cambias, estás cambiando también la de alta intensidad”.

Por Víctor Saura 

“Yo siempre digo lo mismo: en Suiza no hay papeles en las calles no por el hecho de que haya muchas papeleras o muchos barrenderos, sino porque hay mucha gente que no los tira. Forma parte de su cultura. En el momento en que cambias la cultura en un aula, cuando un alumno le llama ‘vaca’ a otro, el resto del grupo no mira a la víctima, sino que mira al agresor y le pregunta ¿de qué vas? Y a este no le queda más remedio que cambiar de conducta”. Así de sencillo describe el programa TEI (tutoría entre iguales) su ideólogo e impulsor, Andrés González Bellido, catedrático de orientación educativa, durante muchos años psicopedagogo de instituto y hoy dedicado al 100% a extender un programa que este curso llega ya al millar de centros. Desde el Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de la UB, González Bellido coordina un grupo formado por unos sesenta psicólogos, maestros y orientadores repartidos por toda España.

¿La clave es cambiar la mirada del grupo?

Cuando la mirada va a la víctima se produce un doble proceso de estigmatización, el grupo le está diciendo a la víctima que efectivamente está gorda y tiene la culpa de estarlo. El objetivo del TEI es que el alumno automatice conductas positivas sin darse cuenta. Si siente que llamar a un alumno dumbo o cuatro ojos forma parte del paisaje educativo, reproducirá esta conducta. La idea es invertir este paisaje educativo.

¿Hay que intervenir al primer insulto?

Los insultos forman parte del paisaje social, y en la escuela muchas veces no se interviene porque la gente considera que son normales. Pero los insultos hacen daño, mucho daño, y si no pregúntale a un niño que está gordito si le gusta que le llamen elefante. Eso que los alumnos quizá ven como un juego tiene que dejar de serlo. En el momento en que aplicas el TEI el grupo no sólo sabe que hace daño, sino que sabe la cantidad de daño que hace. Por eso este paisaje social se tiene que cambiar desde la perspectiva del alumno, pero también la del profesorado. Si consideras inaceptable la violencia de baja intensidad y la cambias, estás cambiando también la de alta intensidad. Pero para eso hace falta una intervención que no sea flor de un día.

¿Qué quiere decir?

Que viene un agente de policía o cualquier experto, imparte una charla y ya está. Eso es limpiar conciencias y con todos mis respetos no sirve para nada. Muchas veces lo que provoca es un proceso de vacunación. La administración del centro considera que ya se ha hecho un proceso de sensibilización y se desentiende. Así no hay que hacerlo. La intervención tiene que ser sistemática e integral, y el objetivo no tiene que ser sobre una situación de violencia sino sobre un cambio de mirada del centro educativo como institución. El objetivo no es intervenir sobre las personas sino intervenir sobre la comunidad.

Suena lógico.

Dicho ahora suena muy bien, pero hace unos años… Yo dejé de explicar una de las bases fundamentales del TEI porque la gente me decía que se me iba la pinza. Ahora la empezamos a volver a explicar.

¿Y qué es?

El concepto de ejemplaridad social. Los procesos de aprendizaje, de emociones, de valores, de conductas no se aprenden desde una vertiente cognitiva y abstracta, se aprenden a partir de modelos, a partir de ejemplaridad social. Nosotros no podemos explicar la bondad, o la ayuda a los otros, si no la ves hacer a otro. ¿Qué debemos hacer, pues? Reconducir modelos; y lo que hace el TEI es modificar modelos. Cuando un alumno de primero de ESO tiene un modelo que es un alumno de tercero con conductas positivas, esto acaba generando conductas positivas, y si lo que acaba viendo son conductas negativas hará lo mismo. Porque aquello que hagamos, y más en el caso de quien acaba de llegar, es una reproducción de los modelos que son imperantes.

¿Por qué los tutores siempre tienen dos años de diferencia respecto a los tutorizados?

Hay que tener en cuenta que el 90% de violencia sistemática, que no tiene por qué ser física, puede ser verbal, se da entre alumnos que son del mismo curso. Nos dimos cuenta que para que se dé una situación de tutorización debe haber diferencias de edad, miramos todo lo que se había estudiado sobre esto a nivel internacional, y vimos que lo mejor era que hubiera dos años de diferencia, porque regulas a aquellos alumnos que han repetido, que todavía son más jóvenes que sus tutores, y también las diferencias de procesos evolutivos. Antes se continuaba con los de segundo y cuarto, y nos dimos cuenta de que no era necesario, que con un año es suficiente. El objetivo es crear un proceso de contextualización para que los alumnos se habitúen; el segundo año se mantienen entre el 70 y el 80% de las tutorías, pero sin el apoyo institucional del centro, a partir de la identidad que han creado entre tutor y tutorizado. Incluso sabemos de alumnos que han mantenido la relación en la universidad. ¡Esto es fantástico!

Un consejero particular.

Imagínate a un alumno de primero que llega a una institución educativa que no conoce de nada, a esta persona le proporcionas otra de referente que le dice que puedes contar conmigo para cualquier cosa que necesites. Se lo dice una persona que conoce la estructura, conoce la organización…

El primo de Zumosol.

Pero no es esta la idea. El objetivo es crear equipo. En el programa TEI cualquier uso de la violencia para solucionar un conflicto implica la suspensión del cargo de tutor. Nada justifica la violencia.

Yo entendía que el primo de Zumosol es protector, no violento.

Normalmente las modificaciones de conductas no se producen cuando hay hechos, sino cuando hay expectativas de hechos, cuando hay algo que puede suceder. Cuando ya ha pasado ya sabes el nivel de incidencia que tiene. Para los alumnos es más importante saber que tú estás ahí que el hecho de que lo estés.

Al principio creían que el TEI sería sobre todo útil para los tutorizados pero se dieron cuenta de que era a la inversa. Explíquemelo.

Sin duda. Los más favorecidos, con diferencia, son los tutores. Ya sé que las categorizaciones siempre son cuestionables, pero podríamos decir que hay tres niveles de alumnos: aquellos que tienen muchas competencias desde una perspectiva social-emocional, aquellos que tienen unas competencias medianas y aquellos que las tienen bajas. Pues los más favorecidos entre los tutores son estos últimos.

¿Y eso?

Es lógico. Lo que hace el TEI –y esto no lo hace ningún otro programa– es que no deja a nadie fuera. Con lo cual el estudiante que tiene muy pocas competencias también será tutor. Y tendrá la misma categoría que aquel que todo el mundo sabe que es el líder emocional de la clase. ¿Cuál es el autoconsciencia que tienen las personas con necesidades educativas específicas? No tengo competencia para hacer esto. Cuando tú le dices que puede hacerlo y que lo hará muy bien le estás dando un empujón. En primer lugar estás contando con él, que queda fuera en el 90% de las situaciones, y después le estás diciendo sin decírselo que está a la misma altura que el líder emocional del grupo. Simplemente el hecho de hacerle tutor, con un nombramiento institucional del centro, tiene un impacto inmenso, es una gran inyección de autoestima.

Pero son voluntarios. ¿Puede ser que de tan baja autoestima ni se presente?

El nivel más bajo que hemos tenido en un centro es del 96% de alumnos que quieren ser tutores. Si alguna vez hay un alumno que no quiere ser tutor se le tiene que respetar y no lo será. Cuando esto ocurre, en el 99% de los casos efectivamente son alumnos que estarían en el bloque de menores competencias, o sea que toman esta decisión no porque no quieran, sino porque consideran que no serán capaces de hacerlo. Su nivel de autoestima es tan bajo que no se ven capaces. A estos alumnos se les tiene que animar pero nunca obligar a hacerlo. Y se les tiene que animar porque sabemos que los grandes favorecidos con mucha diferencia de toda la estructura educativa son ellos.

Dice que es el único programa que no deja fuera a nadie. ¿A qué se refiere?

Por ejemplo, la mediación es una estrategia excelente, pero la forma como la hemos llevado a cabo en general ha sido un error. En un grupo de 100 alumnos, ¿cuántos son mediadores? Entre seis y ocho. ¿Y a quién se elige para ser mediador? ¿Cuántas veces este papel lo hace un alumno con necesidades educativas específicas? O sea que podemos caer en un proceso de doble estigmatización. Decimos que la mediación es muy buena, y los grandes beneficiados de la mediación nuevamente son los mediadores y no los mediados, sin duda alguna, por un proceso de crecimiento personal. Por lo tanto los grandes beneficiados son aquellos que menos lo necesitan. Afrontémoslo, la mayor parte del grupo, alrededor del 80%, se queda fuera de este proceso, ¡que es muy positivo! Y algunos alumnos directamente pueden sentir que les estás diciendo que no tienen competencias para poder hacerlo. Si los grandes beneficiados son los mediadores, ¿por qué no potenciamos a aquellas personas que más lo necesitan? Esta reflexión no veo que se haga nunca.

Pensaba que el TEI era para la secundaria y he constatado con sorpresa que también se hace en primaria e infantil.

Sí, a primaria llegó enseguida y en infantil ya llevamos dos años aplicando el programa, en estos momentos debe haber unos 30 centros aplicándolo en infantil.

¿Hay un refuerzo positivo para los niños de P-5 cuando tutorizan a otro de P-3?

La población diana como objeto de acoso escolar se da entre tercero y cuarto de primaria, y aproximadamente puede afectar a un 25-27% de los alumnos. Esto es lo que nos dicen las estadísticas del Observatorio de la Convivencia de Euskadi, que son las mejores que hay, posiblemente a nivel mundial. Esto es lo que justifica que en tercero sean tutorizados. En secundaria la situación de acoso está alrededor del 10-12%.

¿Me está diciendo que el 27% de los alumnos de primaria y el 12% de los de secundaria sufren acoso?

Sí, ¡y es una barbaridad! La gente no se da cuenta. Aunque afectara al 0,2% sería un problema, sería inaceptable, pero las cifras actuales son una barbaridad.

¿Está constatado que antes había más bullying y que el programa TEI ha hecho bajar este porcentaje?

La posibilidad de que se dé una situación de acoso escolar en un centro TEI es casi cero. ¿Por qué? Porque una de las características de la situación de acoso es que nadie se dé cuenta de que esto ocurre. Profesores y familias se dan cuenta en un porcentaje que estaría sobre el 10-15%, mientras que los alumnos se dan cuenta por encima del 90%, porque los acosadores necesitan público, y su público son sus compañeros. Por eso el TEI incide en los espectadores. Si el público en lugar de ver a un tío guay ve a una mala persona, ¿qué pasa? Pues que como no consigue el refuerzo cambia de conducta. Lo que estás haciendo es un proceso de sensibilización y concienciación del grupo para desactivar el prestigio social del alumno con conductas violentas.

El típico chulito de siempre al que le reías las gracias para que te considerara amigo…

Correcto. El TEI trabaja la deslegitimación de este perfil. Es tan básico como eso. Y lo que dice es que la persona que utiliza la violencia es por su incompetencia a la hora de resolver un conflicto de forma pacífica. A partir de que aplicas el TEI aquel alumno que le pega una colleja a otro o que le come medio bocata ya no puede decir que era una broma, que en realidad son amigos… No, esto hace daño y lo sabes, y cada vez que lo hagas lo harás con intención de hacer daño. Pero no es que lo sepas tú, es que lo sabe todo el grupo. Y cuando el grupo-clase lo sabe tú dejarás de hacerlo porque ves que no serás juzgado de forma benévola.

Vuelvo a preguntar. ¿Antes del TEI la cosa estaba peor?

Hay quién dice que ahora estamos peor que antes. En los últimos estudios que hay, por ejemplo en Euskadi, ha subido unos ocho puntos. Mi visión es que no hay más situación de acoso escolar ahora que hace unos años, sino que ahora queda reflejada estadísticamente, ahora se visibiliza debido al proceso de concienciación que ha tenido el acoso escolar. Hay un proceso de visibilización del problema por este proceso de sensibilización del profesorado, las familias y los alumnos. Por lo tanto, para nosotros aquello que se ve desde una vertiente totalmente negativa es en realidad el principio de una cosa que es tremendamente positiva, porque para intervenir en una situación de conflicto tenemos que conocer el conflicto. Si no lo conocemos o si lo escondemos no podemos intervenir.

Al principio el programa TEI estaba abierto, pero restringieron el acceso. ¿Por?

Durante un tiempo enviábamos todos los materiales a cualquier persona que se interesara. Pero no se hacía formación. Se hacía una presentación y a partir de aquí parecía que lo veían claro y adelante. Esto duró unos cuatro años, y entonces nos dimos cuenta de que se estaban haciendo verdaderas barbaridades.

Por ejemplo…

Centros que ponían tutor sólo a aquellos alumnos que tenían problemas, con lo cual estaban generando una doble estigmatización, porque desde la óptica del alumno, si le pones a alguien que le ayude es porque no tiene competencias. Por eso cuando hablamos de la tutoría entre iguales hablamos mucho del concepto de equipo. Un equipo siempre es más fuerte que una persona. Y no hay estigmatización porque todos los alumnos tienen tutor. Hasta los alumnos de primero que no lo necesitarían lo tienen.

¿Alguna otra barbaridad?

Pues por ejemplo que los chicos fueran tutores de chicos y las chicas de chicas. Otros que hacían 1º y 4º en lugar de 1º y 3º. Otros que aplicaban literalmente el concepto de Zumosol. No se generaba ninguna implicación emocional sino que más o menos la idea era que si algún día tienes un problema con alguien me lo dices y le caliento. Se hicieron muchas.

¿Con qué periodicidad se encuentran los tutores y tutorizados?

Teóricamente tienen que hacerlo dos veces por semana. Depende un poco según el centro, pero en la estructura TEI, tutor y tutorizado acuerdan encontrarse en un lugar concreto en unos momentos concretos. Tú les das pautas pero ellos deciden dónde y cómo. Una de las cosas que no se tiene que hacer es regular. No son encuentros largos normalmente. “¿Cómo te ha ido el examen?” “Bastante bien” “Vale, me voy a jugar a fútbol”. Ya está bien. El objetivo es mantener el vínculo, para que el día que pase cualquier cosa no forme parte del 16% de las situaciones de acoso que no son conocidas por nadie. El primer parámetro del TEI es que salga fuera la parte del iceberg que está escondida, que no haya ninguna situación de acoso que no sea conocida.

¿El tutor es el primero a quien se tiene que alertar del acoso y por lo tanto poner en alerta al profesorado?

Es que no se llega a dar acoso. Se dan situaciones del estilo “aquellos no me dejan jugar a fútbol”, o “este me da una colleja cuando bajo”, o “me birla medio bocata”.

Principios de acoso, pues.

La conducta más fácil de modificar es aquella que está en sus inicios. Cuando está consolidada es muy difícil de cambiar. Pero volviendo a la pregunta ya no es sólo el tutor, su misma clase de tercero le dirá “oye, que a tu tutorizado ayer le dieron una colleja, o no le dejaron jugar a fútbol”. Este nivel de comunicación en red se produce.

¿Y qué pasa ante una situación así, cuando no dejan jugar a fútbol a alguien?

En el 90% de los casos el tutor irá a hablar con una persona de primero, y le preguntará por qué no deja jugar a Manuel a fútbol, y le dirán que porque está muy gordo y no corre, y él le dirá que tiene el mismo derecho que tú, con lo cual tiene que jugar a fútbol. Ponte en situación: es un alumno de tercero que tiene todo el conocimiento del centro, hablando con uno de primero. El nivel de incidencia que tiene un alumno de su edad es muchísimo más elevada que la que puedo tener yo como profesor. Lo que yo pueda decir es esperado. Ellos hablan con su lenguaje, y si al día siguiente vuelve a pasar se lo volverá a decir, y si no lo soluciona hablará con su compañero de tercero que es tutor de aquel niño que no deja jugar a fútbol a Manuel, con quien ha establecido ya unos vínculos emocionales. Pero esto no pasa prácticamente nunca, una cosa así se acostumbra a solucionar a la primera.

¿Qué formación reciben los tutores?

Reciben unas tres horas de formación. Pero no hacemos una formación específica y estructurada. No se le dice al alumno cómo tiene que actuar, sino que actúe como considere que tiene que hacer para solucionar el problema. Tienes dos condicionantes: tienes que actuar cada vez que sea necesario y no puedes utilizar la violencia en ningún momento.

O sea no puedes ni mirar hacia otro lado ni ir de justiciero.

Y lo que no podemos hacer es tipificar todas las conductas. Por lo tanto al alumno le estamos diciendo que se encuentra en una autopista de cinco carriles, toma el que consideres adecuado, pero no puedes salirte ni por la derecha ni por la izquierda, es decir ni por la indiferencia ni por la violencia. El único medio es el diálogo y si en algún momento tienes un problema ven a hablar con el coordinador del programa. En la mediación por ejemplo, se escucha a unos y a otros y se toma una decisión. Eso es cuando ya se ha producido un hecho. En el TEI se interviene cuando se dan los primeros síntomas. Pero hay que ser dinámico. Un alumno de necesidades educativas especiales tendrá una forma de actuar muy diferente a la del líder social, por lo tanto tenemos que respetar la forma que cada cual tiene de intervenir.

¿Qué incidencia tiene el TEI en las familias?

A las familias se los dice qué es el acoso, qué es el TEI y qué pueden hacer ellas para intervenir, teniendo en cuenta que su hijo o hija puede ser agresor o puede ser víctima. Se le explican los síntomas que presentan los dos, y el proceso de intervención. Hay varios niveles: el individual, sobre tu hijo o hija, el familiar, el educativo y el social. Y al final el jurídico. Lo que no se puede hacer son cosas que vemos que empiezan a hacer algunas familias, que es antes que nada ir a interponer una denuncia, cuando la solución en todos los casos de violencia sistemática se tiene que buscar dentro del centro educativo. De entrada no se tiene que ir ni hacia el agresor ni a la víctima, la intervención siempre es sobre todo el centro, y si en algún momento alguien se tiene que ir, que sea el agresor. En todo caso, a las familias se las anima a que ante la más mínima sospecha de que su hijo sea víctima o agresor lo hable con el tutor, y si no con el orientador, y si no con el director… pero que no empiece con la denuncia. Aunque gane el caso y obtenga una indemnización económica, el gran perjudicado seguirá siendo su hijo.

Para un padre con un hijo acosado la tentación de acudir al juzgado tiene que ser enorme.

El sufrimiento en las familias todavía es más fuerte que en los niños. Pero denunciar de primeras no es forma de resolver nada. Otra cosa es que no te hagan caso, pero lo primero es ir al centro y explicarte, porque puede ser que tú te hayas enterado de situaciones que el centro desconoce, y no porque sean unos malos profesionales, sino porque es así. Tenemos que trabajar conjuntamente.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/05/16/todo-el-grupo-debe-saber-que-llamar-dumbo-a-un-companero-hace-dano/

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100 Años de la Reforma Universitaria: Biazzi y Abinzano analizaron aspectos históricos y jurídicos que consolidaron el sistema público universitario y los desafíos actuales

Los dos prestigiosos investigadores de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), Ricardo Biazzi y Roberto Abinzano, fueron los disertantes invitados a un panel sobre “100 Años de la Reforma Universitaria: Desafíos actuales” que fue coordinado por Néstor Álvarez, de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, en un evento organizado en el marco de las actividades de las Jornadas Científico Tecnológicas, por el 45°Aniversario de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM).

Ambos profesionales con una extensa trayectoria, aportaron distintas visiones en sus respectivas conferencias, exponiendo un análisis desde el contexto histórico, social, cultural, político y jurídico, coincidiendo finalmente en la férrea defensa de la conquista lograda en aquella revolución juvenil que se gestó en 1918 en la Universidad Nacional de Córdoba sobre un nuevo sistema universitario basada en el principio de gratuidad y equidad que siguen siendo en la actualidad y a futuro el legado a proteger y defender en el país por la sociedad actual y las futuras generaciones.

La Reforma Universitaria es considerada en el mundo como un acontecimiento de gran importancia en la historia de Argentina y América. Desde aquel 15 de junio de 1918, fueron varios los principios reformistas conquistados, predominando la gratuidad y equidad para el acceso a la educación universitaria argentina.

En la actualidad, el sistema universitario está presente en todas las provincias argentinas, con alrededor de 2 millones de estudiantes, para un país de 44 millones de habitantes, significa que el 4.5 % de su población asiste a la universidad y el 80 % de esos, a una universidad pública.

Durante el panel realizado en la UNaM, el Dr. Abinzano brindó un análisis sobre la historia y el contexto social, cultural y político en el cual se dio aquella revolución de los jóvenes universitarios reformistas, reconocida como de un cambio trascendental para todas las universidades de América Latina, y fue la mirada sobre la cual el reconocido antropólogo sostuvo hay que profundizar en la actualidad. “Más allá de la Reforma en sí misma que tuvo un impacto histórico en las universidades, hay una lectura política de este proceso que se dio con una visión muy interesante de los jóvenes de aquella época -ya que no era un tema del que se hablara mucho- y que fue esta visión latinoamericana y anti-imperialista que ellos marcaron y que con el tiempo finalmente se fue consolidando. No fue solamente la conquista propia de la Reforma Universitaria. Algo que hay que tener muy en cuenta es que esta organización juvenil perdura en el tiempo y tuvo una enorme fuerza en la transformación de la Universidad. Y en esto, tuvo mucho que ver la política general de la Argentina en la época de 1918 y un poco antes de esta revolución juvenil que los sostuvo como reformistas. Después esta política se perdió en el país por otras causas, pero que también son profundas de analizar”, contextualizó el docente y antropólogo, después de repasar los hitos más importantes de la historia de luchas políticas y sociales del país.

Por su parte, el Dr. Biazzi focalizó su conferencia en los desafíos actuales y futuros desde la defensa jurídica y constitucional que sostiene el sistema de la educación universitaria argentina, tras los vaivenes que se enfrentaron y los logros alcanzados a 100 Años de la Reforma Universitaria.

Tras su conferencia, ambos profesionales dialogaron con Misiones Online, y marcaron las principales conquistas a defender por los jóvenes y nuevos “reformistas”, las materias pendientes a saldar.

El Dr. Biazzi llamó a los jóvenes a luchar “por sostener la gratuidad y autonomía en la educación universitaria. Son reivindicaciones alcanzadas y deben tener la tranquilidad de que son derechos consagrados en la Constitución Nacional y que los pueden ejercer”, fue el mensaje del docente.

Sobre los desafíos del sistema universitario, respondió en su conferencia sobre varios interrogantes que contextualizó con un análisis jurídico y político del escenario actual y futuro, tras los cambios trascendentales que sucedieron en el proceso de estos 100 años, después de la Reforma Universitaria.

Desafíos actuales

¿Qué es ser reformista hoy o cuáles son los desafíos a enfrentar?

Desde el marco legal del sistema universitario, hay que seguir manteniendo el régimen jurídico que regula la vida de las universidades, mantener el marco regulatorio público y estatal sobre las universidades argentinas en los terminamos conquistados.

Una pregunta que todos se hacen es desde cuándo se está cuestionando la legislación de la Educación Superior que se aplica desde las últimas décadas. En los años 90, señalando todo lo que significa como política de Educación Superior, se dejó instalado los principios rectores que atentan contra el desarrollo del sistema universitario, y que fueron concebidas desde políticas neoliberales que pensaron en otra Argentina, incluso con acuerdos de políticas económicas acordadas con el Banco Mundial, etcétera.

¿Y desde cuándo y cuántos fueron los que sostuvieron la necesidad de ese cambio en la legislación?

El rechazo de la comunidad académica es casi generalizado. Casi. Hay sectores de la comunidad universitaria que dicen que a esta altura de los tiempos la Reforma Universitaria de la Ley de Educación Superior es equivalente a una Reforma Universitaria tan trascedente como la que ocurrió en 1918, porque es en definitiva, en aquella época, cuando se logró consolidar un escenario de relación entre la Universidad y el Estado que hoy no tiene conflicto.

Independiente del lugar de defensa que uno se ubique, lo que queda claro es que hoy el sistema universitario necesita una re-legitimación tanto política como social e institucional de las normas jurídicas que regulan el sistema universitario argentino.

Por eso me preocupa escuchar algunas declaraciones que van en el sentido de este acuerdo generalizado, pero que no opera en la dirección que corresponde en base a ese discurso.

¿Por qué ocurre esto? ¿No hay algún grado de hipocresía o de oportunismo?

A veces, hay algunas expresiones rimbombantes que se hacen sin medir el impacto que puede tener sobre los hechos las mismas.

Incluso en este mismo escenario (Jornadas Científicos Tecnológicas de la UNaM), hubo quien sostuvo con cierto asombro que hayan pasado tantos años y no se haya avanzando en un cambio en la legislación a los efectos deseados en el sistema universitario. Hace poco,  en el diario La Capital, una conocida académica sostuvo como el motivo de que no se haya logrado aún modificar Ley de Educación Superior fue que “ni siquiera fue posible tratarla por las presiones de las grandes corporaciones, más que nada por los grandes bancos”. Ante esto, el periodista le repregunta asombrado: “¿No fue entonces por falta de acuerdo político? No”, responde en la nota.

Frente a estas expresiones públicas es donde me pregunto si no hay una falta de ejercicio de sinceramiento en admitir si en realidad lo que no hubo en estas décadas fue una falta de decisión política del mundo de la representación del país y las fuerzas sociales de la Argentina, para lograr que este cambio se produjera.

Sería más saludable la sinceridad, aunque a veces más que sinceridad es “sincericidio” como fue el caso de las declaraciones realizadas por el ex ministro de Economía Axel Kicillof, en agosto de 2016, cuando de visita en la Universidad de General Sarmiento responde al periodista Daniel Lencina sobre los motivos por los cuales durante el gobierno del kirchenirsmo no se derogó la Ley de Educación Superior. En resumen dijo:“Mira, la verdad que ahora que estoy en el Congreso, es espantoso lo que te voy a decir, pero no me voy a privar de hacerlo. Muchas veces con una ley se puede hacer una cosa y la contraria, es la verdad de la milanesa. Por más Ley buena que tengas, si el poder ejecutivo quiere desvirtuarla, lo hace. No quiere decir que no haya margen de acción, pero no me fijaría en todo esto que no se hizo, sino en lo que quedó”, fue su reflexión.

 

¿Cuáles serían entonces los desafíos que se debieran enfrentar?

Considero que  hay que evitar que entre todos se consienta que con un retroque cosmético se salva la cuestión de la Ley de Educación Superior del año 1995. Si estamos de acuerdo en que es una ley objetivamente mala, en cuanto a que propició una degradación relacionada a la carrera de  grado universitaria, generalización del posgrado en términos de una mercantilización del sistema, directamente, lo mejor es ser francos y solicitar la derogación de esta norma. Y que los representantes políticos de hoy tomen una definición y den un corte a esto.

Esto que parece una mera referencia al término legislativo, a mi entender en mucho más grave, cuando uno pasa al segundo desafío que es defender la gratuidad del sistema universitario. Nos encontramos frente a un pilar del orden conservador, que no se si solo está en el exterior de la universidad o también en el interior de nuestra propia casa de estudio.

Creo que el desafío de democratizar el sistema universitario es el de alcanzar si o si el sistema de los posgrado en la Argentina, que por una decisión del propio sistema universitario es arancelado en la actualidad. Estamos chocando contra una norma de mayor jerarquía que a la Ley de Educación Superior, y que es la Constitución Nacional que establece el principio de gratuidad para toda la educación pública estatal.

En definitiva, con estas actitudes estamos contrariando en las actividades de posgrado, educación a distancia, ciclos de complementación y otros que se promueven en forma arancelada en la propia universidad.

No es un suicidio de parte mía la propiciar este debate, ni es tirarnos a una pileta vacía. Soy consciente de lo que se necesita en el sistema universitario como transición, pero creo que falta tomarse decisiones en este sentido y hay que responder a una estructura de docencia y articulación de actividades que se tienen en el sistema, hasta tanto estos cambios se implementen.

Esto es parte del desafío democratizador de las universidades, de alcanzar esta plenitud en el principio de gratuidad.

Lo que ocurre es que el punto en que estos desafíos estarán atados también a resolver el problema presupuestario. Es una cuestión que pocos van a admitir y conjugar simultáneamente con ambos principios, porque se van a sacar el tema de la calidad, cantidad vs calidad, y nadie hará mención a que los países suelen tener gratuidad en sus sistemas de educación superior integralmente, como se da en Dinamarca, Suecia, Finlandia, que tienen gratuidad universal en el sistema universitario. Pero tienen impuestos de hasta el 30% sobre la renta de los grandes capitales y grandes intereses de esos países. Nosotros seguimos con los impuestos indirectos al consumo, al usuario, porcentaje que maltratan a la base social de la argentina, y no cobran un centavo a la renta financiera.

Hay que reivindicar este principio. La Constitución Nacional es clara y precisa, en su texto: “Cuando se lea la expresión Educación Publica Estatal, quiere decir educación oficial, la que se presta desde el estado en todos sus niveles y modalidades. Todo tipo de enseñanza que se financie con fondos públicos y a la cual le caben le aplicación de garantía de ambos principios: gratuidad y equidad”.

De esta manera, desde el texto de la Constitución Nacional hasta la interpretación que le dieron los constituyentes que sancionaron, no hay marguen para equívoco de que el principio de gratuidad y equidad es inexorablemente un principio que debe asumir el sistema universitario y la sociedad en general, y sus representantes políticos en particular.

Finalmente, para estudiantes de grados y posgrados que quieran asumir estas luchas, se  deben tener presentes que son derechos constitucionales que están redactados en un texto formal. “Pero, como decía José Martí , solo se tienen los derechos cuando se los ejerce”.

Esto algo que no debiera ser con criterio elitista para unos pocos, sino un peldaño en la formación de científicos y académicos, habilitados para esta democratización universitaria que hoy está impedida.

 

Reseña de los investigadores  

Ricardo Biazzi es Profesor Emérito de la UNaM. Egresado como abogado de la Universidad Católica de Córdoba, Magister en Administración Universitaria, y Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad del Salvador.

Fue Rector de la UNaM durante el periodo 1990-1994, y ocupó distintos cargos públicos a nivel nacional y  provincial. Entre ellos, fue Ministro de Educación de Misiones. Fue electo Diputado Provincial en el periodo 2005-2009, y fue miembro de la Comisión Constituyente para la Reforma de la Constitución Nacional en Santa Fe en 1994.

En su carrera académica también ocupó la presidencia del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) y fue miembro de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU 1996-2000).

Roberto Carlos Abinzano es Doctor en Geografía e Historia, con especialidad en Antropología y Etnología de América Latina por la Universidad de Sevilla.

Licenciado en Ciencias Antropológicas de la UBA, Investigador Categoría 1 para el Programa de Incentivo. Ex Profesor miembro del Comité Académico del Programa de Antropología Social de la UNaM, ex profesor titular regular, y actual Profesor Emérito del Departamento de Antropología Social de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (FHyCS-UNaM).

Fue decano de la FHyCS, periodo 1986-1990. Ex director del Centro de Estudios para la Integración Latinoamericana (CEPI) de la Secretaria de Investigación de la FHyCS.

En la actualidad es director del Programa Investigaciones Interdisciplinarias sobre regiones de Frontera, Estado, Sistema Socioculturales y Territorios, y del Proyecto de Relaciones Trasnacionales en la Región de la Triple Frontera de Argentina, Brasil y Paraguay.

Fuente: http://misionesonline.net/2018/05/15/100-anos-de-la-reforma-universitaria-biazzi-y-abinzano-analizaron-aspectos-historicos-y-juridicos-que-consolidaron-el-sistema-publico-universitario-y-los-desafios-actuales/

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Entrevista al Dr. Roberto Abinzano: “En la actualidad veo amenazado al sistema universitario público y gratuito”

El Dr. Roberto Abinzano fue uno de los disertantes invitados a un panel sobre “100 Años de la Reforma Universitaria: Desafíos actuales” que fue coordinado por Néstor Álvarez, de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, en un evento organizado en el marco de las actividades de las Jornadas Científico Tecnológicas, por el 45°Aniversario de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM).

Durante su conferencia, el investigador y docente brindó un análisis sobre la historia y el contexto social, cultural y político en el cual se dio aquella revolución de los jóvenes universitarios reformistas, reconocida como de un cambio trascendental para todas las universidades de América Latina, y fue la mirada sobre la cual el reconocido antropólogo sostuvo hay que profundizar en la actualidad. “Más allá de la Reforma en sí misma que tuvo un impacto histórico en las universidades, hay una lectura política de este proceso que se dio con una visión muy interesante de los jóvenes de aquella época (ya que no se hablaba mucho), y fue esta visión latinoamericana y anti-imperialista que se fue consolidando en el tiempo. No fue solamente la conquista propia de la Reforma Universitaria. Algo que hay que tener muy en cuenta es que en la organización juvenil perdura en el tiempo, y tuvo una enorme fuerza en la transformación de la Universidad. Y en esto, tuvo mucho que ver la política general de la Argentina en la época de esta revolución juvenil que los sostuvo como “reformistas”. Después esta política se perdió por causas que también son profundas de analizar”, contextualizó Abinzano, después de repasar los hitos más importantes de la historia de luchas políticas y sociales del país.

En una entrevista con Misiones Online, analizó el contexto actual y los desafíos futuros del sistema universitario público.

¿Cuáles serían para Ud. las conquistas que en la actualidad aún hay que defender de la Reforma Universitaria de 1918? 

Partiría de un principio, que tiene que ver con la producción de conocimiento social. La sociedad tiene muchas formas de producir conocimiento, desde el conocimiento popular tradicional hasta pasar por todo lo que es el sistema formal y todas las diferencias que hay dentro de este sistema (técnica, privada, pública, artística). Suponemos con bastante fundamento, que la universidad es el ámbito en el cual se producen las formas más elevadas del conocimiento. Una certeza que tenemos desde que se crean las universidades.

Las universidades son muy antiguas, uno puede encontrar que existieron distintas conformaciones de grupos de conocimiento, en China en el Siglo Segundo o Tercero antes de Cristo, o entre los griegos. Formas similares a lo que nosotros llamamos universidad. Es decir, un conjunto de personas que se reúnen para producir conocimiento especializado.

A través de los años, las grandes civilizaciones han producido conocimientos mediante instituciones especializadas.

Ahora, cuál es la relación entre esas instituciones especializadas y el resto de la sociedad, es toda una pregunta. O cuál es la relación entre esas instituciones y otra forma de conocimiento, o si es el conocimiento universitario superior al conocimiento práctico de un agricultor, minero, pescador. O podemos preguntarnos cómo se vinculan esos conocimientos, etcétera.

Lo fundamental es esta primera relación que mencioné, la relación de la Universidad como productora de conocimiento y la Sociedad.

En ese marco, hay un aspecto fundamental que otorga la Universidad, la investigación.

Toda la investigación que se hace en la Argentina, o el 90% de ella, tiene origen en las universidades públicas. Y esto es un aspecto que hay que fortalecer y sostener. Esa investigación básica se puede transformar en tecnología, y esa tecnología aplicada de forma adecuada y con criterio político, puede redundar en una mejoría del nivel de vida de la sociedad.

¿Y en la actualidad cómo observa al sistema universitario?

Amenazado.  El sistema universitario se divide en público y privado, veo amenazado al sistema universitario público, no al privado, que tiene además de sus recursos, ayuda del Estado, o tiene dentro de la ideología dominante actual, una cierta simpatía o apoyo.

Muchos de los funcionarios actuales, en la mayoría, son egresados de universidades privadas, que no son universidades que generen muchas investigaciones, la mayor parte de las investigaciones son de universidades públicas.

Y hay, por formar parte del Estado, desde este gobierno o sistema actual, una tendencia a reducir los gastos públicos, y esto afecta también al sistema universitario, es algo que se discute hoy.

En general, por cuestiones de presupuestos siempre alguien tiende a querer proponer afectar el sistema gratuito de la universidad pública…

Son distintos modelos de país. Un país que aporta al Estado, buscará en la universidad apuntalamiento, buscará conocimiento, tecnología, investigación.

En cambio, un régimen que apuesta al mercado, va a salir a buscar investigadores en los grandes laboratorios, en grandes empresas, universidades privadas, en general tendrá más tendencia a eso. Tratando de reducir los gastos públicos en el país, o comprando incluso el conocimiento afuera.

La Ciencia y la Tecnología son las grandes palancas de desarrollo de un país, o son grandes herramientas de la autonomía nacional. De la posibilidad de un desarrollo autónomo. Y la Argentina tiene una capacidad extraordinaria de Recursos Humanos, ha vendido y ganado licitaciones internacionales para poner un reactor atómico en Sudáfrica, tiene satélites, exportamos materia gris extraordinaria, y tenemos científicos de lujo en el mundo, que han descubierto cosas fantásticas.

Por eso este sistema universitario público y gratuito hay que defenderlo.

¿Y Ud. ve a la sociedad o al universo de jóvenes preparados para defender la universidad pública y gratuita, con todos sus valores de conquista como la revolución que generaron aquellos reformistas de hace 100 años atrás?

En la actualidad veo a una sociedad demasiado preocupada por saber cómo llega a fin de mes. Y cómo soluciona los problemas más vitales, y no tanto lo que pasa en las universidades.

En este momento, lo que veo en las universidades, es una especie de apatía en la militancia universitaria que no tiene un acto de presencia muy fuerte en las movilizaciones de lucha por los derechos, las movilizaciones que se están haciendo en este momento.

Antes, las universidades estaban con sus carteles en las manifestaciones y movilizaciones y hoy lo que veo es una cierta desaparición misteriosa del movimiento estudiantil en las grandes movilizaciones de los trabajadores, o de la población en general.

No lo pensé mucho. Creo que se debe -es muy político lo que voy a expresar- pero entiendo que hubo en los últimos de 10 o 12 años un gobierno donde no era necesaria las movilizaciones, en gran medida. O las luchas en las calles, así como los piquetes no eran reprimidos ni hubo grandes paros generales. Entonces no tienen el ejercicio de la militancia.

Es como que de un golpe, se cortó la continuidad de vieja tradición de lucha de los estudiantes en la actualidad. Y en los nuevos estudiantes es como que no tuvieran esta tradición de rebeldía, lucha, organización. Esta puede ser una respuesta improvisada, pero es lo que pienso ahora con esta entrevista.

Reseña Profesional

Roberto Carlos Abinzano es Doctor en Geografía e Historia, con especialidad en Antropología y Etnología de América Latina por la Universidad de Sevilla.

Licenciado en Ciencias Antropológicas de la UBA, Investigador Categoría 1 para el Programa de Incentivo. Ex Profesor miembro del Comité Académico del Programa de Antropología Social de la UNaM, ex profesor titular regular, y actual Profesor Emérito del Departamento de Antropología Social de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (FHyCS-UNaM).

Fue decano de la FHyCS, periodo 1986-1990. Ex director del Centro de Estudios para la Integración Latinoamericana (CEPI) de la Secretaria de Investigación de la FHyCS.

En la actualidad es director del Programa Investigaciones Interdisciplinarias sobre regiones de Frontera, Estado, Sistema Socioculturales y Territorios, y del Proyecto de Relaciones Trasnacionales en la Región de la Triple Frontera de Argentina, Brasil y Paraguay.

Fuente: http://misionesonline.net/2018/05/15/entrevista-al-dr-roberto-abinzano-en-la-actualidad-veo-amenazado-al-sistema-universitario-publico-y-gratuito/

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