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«Es muy difícil sostener siquiera que España tenga un sistema educativo»: Gregorio Luri

España / 18 de febrero de 2018 / Autor: N. Elia / Fuente: Navarra El Diario Norte

  • El filósofo y pedagogo Gregorio Luri, asesor de los gobiernos de México y Uruguay en cuestiones de educación pública, apunta que «los padres no tienen acceso a la información sobre la calidad objetiva de los centros»
  • «Esta moda de defender que los conocimientos ya no son necesarios está perjudicando especialmente a los niños más desfavorecidos», sostiene
  • «El primer derecho de los hijos es tener unos padres tranquilos», apunta Luri

Gregorio Luri, (Azagra, 1955) es filósofo, educador, pedagogo e historiador. Ha asesorado a los gobiernos de México y Uruguay en cuestiones de educación pública. Cuenta en su haber con los premios Juan Gil Albert de ensayo y ‘Mejora tu Escuela Pública’en la edición de 2017. Es el autor de dos docenas de libros, entre ellos ‘La escuela contra el mundo’, ‘Por una educación republicana’, o ‘El cielo prometido. Una mujer al servicio de Stalin’. Invitado por la asociación CoCiudadana, acaba de explicar en Pamplona su visión sobre los principales retos que debe afrontar la educación en España. Sus afirmaciones y reflexiones no dejan indiferente a nadie.

¿Cuál es el principal reto al que se enfrenta la educación?

Ojalá hubiera sólo un reto, las cosas serían realmente sencillas. Pero es que el reto más importante que tiene la educación es, precisamente, definirse a sí misma de forma integral. ¿Cuál es el papel de la escuela en una sociedad que
nos está envolviendo continuamente con información?

¿La definición de la escuela actual ya no vale?

Estamos continuamente bombardeados por información, pero no es conocimiento. Para elaborar toda esa información y transformarla en conocimiento es necesario un proceso personal. Además, el reto específico y concreto es lo que los anglosajones llaman el STEM, acrónimo inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. El reto básico de la escuela hoy es definir un humanismo STEM

¿Puede explicarlo?

Para empezar, yo diría que la alfabetización hoy no es sólo aprender a leer y a escribir en tu lengua materna. La alfabetización hoy supone el reto de alfabetizarte en las tres lenguas fundamentales, y no estoy pensando en francés, inglés o alemán, sino que estoy pensando en el lenguaje natural, el lenguaje de las matemáticas y el lenguaje musical.

¿El lenguaje de las matemáticas?

Efectivamente. Las matemáticas son un lenguaje, y si no lo hablas, no ves una parte de la realidad que constituye tu mundo. Muchos aspectos de la realidad necesitan ser vistos con ojos matemáticos para poder comprenderlos.

¿Los retos no pasan entonces por alcanzar un consenso político que permita estabilidad al sistema educativo?

Eso… La política siempre va por detrás de la realidad educativa. Con los datos en la mano, es muy difícil sostener siquiera que España tenga un sistema educativo.

¿Por qué?

Porque si analizas solamente los datos educativos de La Rioja, Castilla León y Navarra, por ejemplo, podríamos decir que hemos tenido un sistema educativo fabuloso, a la altura de Finlandia. En Soria tienen unos resultados escolares superiores a Finlandia. Por tanto, si cogiéramos estos resultados de estas tres regiones, podríamos concluir que hemos tenido unas leyes educativas fabulosas. Ahora bien, si cogiésemos Canarias, Andalucía y Extremadura, por ejemplo, la conclusión sería que hemos tenido unas leyes educativas horrorosas. ¿Cuál es la conclusión? Los que lo han hecho bien, han seguido haciéndolo bien a pesar de las leyes. Y los que lo han hecho mal, han seguido haciéndolo mal incluso con la intervención de las leyes. El papel real de la legislación educativa en lo que un profesor hace cuando entra en su clase es más bien reducido. Otra cosa es que los políticos crean que es necesario llegar a consensos y hacer leyes y todo eso. También es necesario que los políticos crean en sus propios juegos.

Su visión sobre la educación resulta preocupante… ¿Qué pueden esperar los padres actuales del sistema educativo en el que crecen sus hijos?

Pueden esperar un complemento de la educación familiar. Yo he pasado mucho tiempo analizando el número de palabras que escucha por hora un niño de diferentes medios culturales. En un nivel de familias, por llamarlo así, culturalmente sofisticadas, un niño escucha una media de 2.600 palabras por hora. Los niños de familias culturalmente pobres, escuchan alrededor de 600 palabras por hora. Es decir, 2.000 palabras por hora de diferencia. Si ahora multiplicas esas 2.000 palabras por las horas del día, por las horas de la semana y por las horas del año, descubres la barbaridad de palabras distintas que ha oído un niño de un ámbito y de otro cuando llega a los tres años de edad. Con esa diferencia llegan a tercero de primaria, que para mí es el curso esencial y crítico de la escolarización.

¿Por qué?

Porque en ese curso los niños pasan una auténtica revolución intelectual: pasan de aprender a leer a aprender leyendo.

Y llegan a esa revolución con un bagaje determinado de palabras aprendidas.

Eso es. La competencia lingüística con la que llegan al aprendizaje a través de la lectura marca trayectorias muy distintas. Eso no quiere decir que no haya escuelas que no sean capaces de compensar esas diferencias.

¿Y cómo pueden elegir unos padres ese tipo de escuelas?

Tienen un problema muy grave. Los padres no tienen acceso a la información sobre la calidad objetiva de los centros escolares. Eso es así. Es más fácil para una familia obtener información objetiva sobre un restaurante, un taller mecánico o una tintorería, que sobre la escuela de sus hijos. En los últimos años, las familias culturalmente sofisticadas están dedicando cada vez más tiempo a la educación de sus hijos. Con lo cual, esa brecha se está ampliando de forma exponencial. Y a eso podemos añadir aún otro elemento que la hace mayor.

¿Y es?

Los deberes escolares. En España hay un discurso generalizado en contra de los deberes escolares, aunque, en la práctica, nueve de cada diez niños hace actividades extraescolares.

Pero no es lo mismo los deberes que las actividades fuera de la escuela.

Me da lo mismo. Llámalo como quieras. En cualquier caso es formación complementaria más allá de la escuela. Y en esa formación complementaria, tres de cada cuatro niños hacen más de dos actividades extra. Y añadiré que las matemáticas y la robótica cada vez son más demandadas. Eso quiere decir que, en la trayectoria educativa del niño, el papel de la escuela se está, objetivamente, reduciendo. Por eso es preciso redefinirlo.

¿Qué opina de las corrientes de educación alternativa tan de moda?

Vamos a ver, por dejarlo claro, yo soy un gran defensor de la escuela tradicional. Porque creo que, precisamente para enfrentarse a lo nuevo, es básica la adquisición firme de una base. Lo que los americanos llaman ‘back to the basic’, la vuelta a lo básico. Podríamos decir que ahora hay dos tendencias. Una que dice: para enfrentarte a un mundo cambiante los conocimientos ya no tienen importancia. Lo que hace falta es desarrollar procesos, metodologías y no sé cuántas cosas. La otra tendencia, que yo suscribo, dice que para enfrentarte a un mundo cambiante hace falta una buenísima base lingüística, matemática y artística. Y esa base requiere de conocimientos. Porque no se puede ser creativo sin conocimientos. Ser creativo significa que te enfrentas a un problema antiguo y obtienes una solución nueva. Para poder tener un pensamiento crítico con fundamento en gastronomía, por ejemplo, tengo que tener previamente conocimientos gastronómicos. Esta moda de defender que los conocimientos ya no son necesarios está perjudicando especialmente a los niños más desfavorecidos. De la misma manera, creo que la disciplina escolar es un elemento esencial de la calidad de la enseñanza.

El papel real de la legislación educativa en lo que un profesor hace cuando entra en su clase es más bien reducido.

Así llegamos al humanismo STEM

Estoy convencido de que es el reto del siglo XXI.

Pero no puede negar que es un concepto que suena conservador.

Es que una persona conservadora no es quien conserva bajo llave el pasado, sino el que sabe de dónde viene. Lo importante es la transmisión, no la conservación. Conociendo bien la jota navarra, puedes plantearte qué innovaciones introduces en la jota navarra. El concepto del humanismo STEM no es tan raro teniendo en cuenta que los grandes humanistas eran todos grandes científicos y matemáticos. Lo que ocurre es que ahora estamos acostumbrados a la división forzosa entre letras y ciencias, que es un verdadero lastre para la educación. Lo necesario es adquirir una formación humanista, no exclusiva de nadie.

¿Por qué alguien de letras tiene que ser un ignorante de las matemáticas?

Eso es un minusválido cultural. De la misma manera que a los niños, siempre, estamos reforzándoles el lenguaje cultural, tenemos que reforzarles también el lenguaje matemático. No tenemos que tener miedo a hablar a los niños de números y de lógica matemática.

Es difícil romper ese miedo.

Todo lo grande es difícil, pero es noble.

En su último libro hace un elogio de las familias sensatamente imperfectas. Dice que no hay que tener miedo a hablar a los hijos en lenguaje matemático. ¿Cómo superan los padres el miedo a fracasar en ese intento?

El fracaso forma parte de la vida humana y, gracias a Dios, no podemos pretender tener éxito al 100%. Nuestros hijos tienen su ámbito de independencia y, además de nosotros, sobre nuestros hijos van a influir otra larga serie de factores, como sus relaciones, sus amigos, etc. Lo que, humanamente, los padres pueden hacer es, en mi opinión, entender que lo importante de ese intento en influir en sus hijos no reside en lo que digan, sino en lo que hagan.

Predicar con el ejemplo.

Exacto. El órgano educativo de los niños no es el oído, sino el ojo. No depende de lo que les digamos, sino de lo que nos vean hacer. A la hora de la verdad, a lo que deberíamos aspirar es a que, el día que nuestros hijos se vayan de casa, podamos decir: “hombre, pues no parece que les haya dado un mal ejemplo de qué es ser una buena persona”. Por eso digo que el principal deber de los padres es quererse.

¿Entre ellos?

¡Claro! ¿Cómo vamos a enseñar, si no, a nuestros hijos a querer? De todo lo que se pueda hablar de la educación de un hijo, ¿hay algo más importante que aprender que hay alguien por ahí, fuera de tu familia, que te puede querer Incondicionalmente, quererte con todos tus defectos, para compartir tu vida. Yo creo firmemente, y cada vez más, que el deber fundamental de los padres es quererse, manifestando claramente que el otro no es perfecto, pero le quieres a pesar de sus imperfecciones. Esto es lo verdaderamente relevante.

Creo que ahora la preocupación de los padres, más que quererse entre ellos, es la de prestar la suficiente atención a sus hijos para compensar el tiempo que pasan sin ellos por razones laborales, por ejemplo.

Pero debería ser exactamente al revés. Mis padres estaban mucho menos por mí de lo que yo he estado por mis hijos. Y cuando observo a mis hijos, están mucho más por los suyos que lo que yo he estado por ellos. Creo que existe cierta neurosis en los padres que está anulando la autonomía personal de los hijos. ¿Qué ámbito de libertad le queda hoy a los niños? ¡Pero si no pasan ningún momento sin que haya un adulto supervisándolos! Y, precisamente porque han desaparecido los ámbitos de libertad de los niños, están creciendo las ludotecas. Juegos dirigidos y orientados, reglados y supervisados. Esa necesidad de asumir personalmente la educación de los hijos está creando cierta neurosis en la paternidad moderna.

¿Los padres se responsabilizan en exceso?

Las cosas no ocurren porque sí. Junto a ese elemento de desaparición de los ámbitos de libertad del niño, hay otros elementos como la incertidumbre sobre el futuro que contribuyen a esa neurosis. En ‘El Camino’ de Delibes hay un pasaje que me sirve para explicar esto. Son tres amigos y uno se marcha a estudiar. Los otros dos le preguntan qué es estudiar y él responde que su padre dice que estudiar es progresar. ¿Y qué es progresar?, le pregunta. Progresar es trabajar menos que mi padre y ganar más que él, responde el niño. Eso era lo que creíamos a pies juntillas hace cuarenta años. Pero ahora, nadie lo cree. Nadie puede mirar directamente a los ojos a su hijo y decirle que, con toda seguridad, va a vivir mejor que sus padres. Ese elemento de incertidumbre social explica un poco esa tensión neurótica de la educación de los padres hacia los hijos.

En este contexto, ¿un consejo para los padres?

Sí, que se relajen. El primer derecho de los hijos es tener unos padres tranquilos.

Fuente de la Entrevista:

http://www.eldiario.es/norte/navarra/educacion-desigualdad-sistema_educativo-STEM_0_739126433.html

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Entrevista a: Philippe Meirieu, pedagogo francés: «Asistimos a la degradación de la escuela pública: subvencionan la privada para satisfacer a padres de clase alta»

Entrevista a: Philippe Meirieu

Por: Laura Galaup

Este docente ha pasado por diferentes instituciones francesas, dio clase en un instituto en los suburbios de Lyon y fue asesor de Lionel Jospin.

«Los políticos quieren utilizar la escuela para sus fines, pero los maestros deben ser lúcidos y formar para la libertad».

«Las familias más exigentes quieren que sus hijos estén en escuelas que pueden parecer de izquierdas, pero se convierten en guetos sociológicos que impiden la democratización del colegio».

El pedagogo francés Philippe Meirieu ha estado esta semana en España, invitado por el Colectivo Infancia, para dar varias conferencias sobre democracia y educación. Este docente ha pasado por diferentes instituciones francesas, dio clase en un instituto en los suburbios de Lyon, ha dirigido el Instituto Nacional de Investigación Pedagógica y fue asesor educativo durante la etapa de Lionel Jospin como primer ministro francés. En una entrevista con eldiario.es reflexiona sobre políticas educativas y docencia.

¿Considera que la educación es una prioridad para las democracias occidentales?

Está claro que en las democracias occidentales el Estado le dedica un presupuesto muy importante a la educación. Al mismo tiempo, el acceso y el derecho a la educación de forma igualitaria no es realmente una prioridad. Actualmente estamos viendo un aumento de las diferencias entre los colegios que forman a la élite y los que acogen a los alumnos con dificultades. Las democracias actuales se enfrentan a ese problema, aumentan las diferencias entre las clases sociales que siguen el recorrido educativo de forma eficaz y las clases populares en las que el éxito escolar se da rara vez. Es un desafío para las democracias occidentales. Y ese desafío consiste en la introducción de la justicia en el sistema educativo.

¿Cómo se puede introducir esa justicia en el sistema educativo?

No hay muchas posibilidades de hacerlo. Los gobiernos no terminan de demostrar tener el coraje o valor suficiente para poner en marcha aquello que sería necesario, un sistema proporcional en los presupuestos. Aquellos colegios en los que los alumnos están en dificultades y les cuesta más alcanzar el éxito escolar tendrían que tener más medios. En cambio, los colegios prestigiosos, a los que llevan las clases burguesas a sus hijos, recibirían menos dinero.

Los gobiernos están empezando de una forma insuficiente a gestionar esta diferencia creciente entre distintos colegios. De hecho, estamos asistiendo a un movimiento en la mayoría de los países occidentales, que fue anticipado en Estados Unidos, que es la degradación de la escuela pública. Los estados están subvencionando de forma progresiva la educación en las escuelas privadas para favorecer el desarrollo de instituciones que se crean de forma paralela a la enseñanza pública y satisfacer a los padres más exigentes o de clase alta. Estos progenitores quieren que sus hijos estén en escuelas que pueden parecer progres, de izquierdas o alternativas, pero que se terminan convirtiendo también en guetos sociológicos porque no permiten la democratización del colegio.

La democratización requiere una mezcla social, eso también lo determina la arquitectura de la ciudad porque dependiendo de cómo esté creada la sociedad se hará un reparto de alumnos por colegios. También está ligado a otro fenómeno, elentre-soi. Una especie de comunitarismo sociológico, como si solo quisiéramos estar con gente que es como nosotros. Solo se puede conseguir esa democratización cuando hay una mezcla de clases sociales, cuando niños de distintos medios están sentados en los mismos bancos del colegio, trabajando juntos y ayudándose. Para alcanzarla falta que se vea esa voluntad en las políticas educativas de los países de occidente. La OCDE dice en su último informe que la mezcla social de los alumnos en las clases será la bomba de relojería que hará explotar el sistema educativo occidental.

Usted habla sobre la degradación de la escuela pública, ¿por qué lo permiten los estados? ¿hay interés en democratizar la educación?

Creo que sí que existe el interés por parte de muchos gobiernos. El problema es que tendríamos que ir en contra de aspiraciones sociológicas que están muy enraizadas, que no se dan solamente en el sistema escolar. Se da también en la vivienda, la salud o la justicia. Aspiramos a buscar la protección en la comunidad, buscar la proximidad en un mundo que nos resulta individualista. Es como si en lugar de interesarnos por el bien común, queremos una comunidad sociológica e ideológica, una seguridad afectiva y personal en gente que es como nosotros. Haría falta mucho valor político para que los gobierno dijeran de forma clara que la mezcla social es una prioridad.

Se ha acusado a la LOMCE, la ley de enseñanza que está en vigor en nuestro país, de introducir carga ideológica en el currículum. Durante el conflicto político catalán, también los docentes y la escuela han sido criticados y acusados de adoctrinamiento. ¿Cómo se consigue que el sistema educativo no sea un instrumento político y se garantice su independencia?

Creo que todos los gobiernos tienen la tentación de utilizar en su beneficio la influencia que supone el sistema educativo. Es una preocupación constante de los sociólogos desde el sigo XIX. La cuestión no pasa tanto por pedir a los estados que no lo hagan, más bien por conseguir que en la escuela el trabajo pedagógico permita a los alumnos tomar distancia frente al fenómeno de la propaganda. Tenemos que enseñarles a emanciparse, hay que ayudarles a que las cosas conciten su curiosidad y que tengan un espíritu crítico. Se debe trabajar para que se puedan resistir ante las influencias, no solo del gobierno, también de la publicidad, de las teorías del complot o de los radicalismos religiosos.

En definitiva, consiste en formar a los ciudadanos y al final no son los estados los que les forman, son los maestros. Es un tema central de la pedagogía. Obviamente los políticos quieren utilizar los colegios para sus fines, pero los maestros deben ser lúcidos. Es cierto que los gobiernos les pagan su sueldo pero los maestros se deben a la exigencia de formar para la libertad y no dejar que caigan en el adoctrinamiento. Es un desafío en el mundo entero. No solo hablamos de colegios públicos, la formación a la ciudadanía se tendría que dar en las escuelas coránicas, religiosas o en colegios en los que se difunden doctrinas políticas. Por ejemplo, en centros del sudeste asiático donde a los niños se les mete una ideología muy fuerte y a la que no se pueden resistir.

La tasa española de abandono escolar temprano duplica la de la UE y el porcentaje de alumnos repetidores triplica la media de la OCDE. ¿Contribuye la repetición de curso a combatir el fracaso escolar?

El hecho de repetir no garantiza la eficacia escolar, ni tiene un impacto positivo. Solo en algunos casos permite recuperar el retraso. Según los estudios es más beneficioso para las niñas que para los niños. También es más fructuoso para jóvenes que han pasado por situaciones muy particulares, como problemas de salud, familiares o estudiantes que no estaban pasando por un conflicto de gran fracaso escolar y que tenían una base suficiente para continuar. Estadísticamente es complicado que para los alumnos sea beneficioso, en ocho de cada diez casos penaliza al alumno porque aumenta su retraso escolar.

La repetición es un problema que hemos generado para enfrentarnos a dos adversidades. En primer lugar, los países de Occidente no han explorado otros métodos de enseñanza. Solo tenemos las clases de nivel y hay otras propuestas. Por ejemplo, las fórmulas por ciclos de dos o tres años, los alumnos no estarían en una sola clase, estarían en un circuito de tres niveles y habría clases de tres niveles diferentes. Se contaría con distintos métodos de trabajo que nos permitirían que los alumnos fuesen más rápido en algunas disciplinas y más lento en otras. Para este modelo podemos usar como ayuda la figura de estudiantes más mayores. Esto es algo que subestimamos en los países occidentales, no se potencia una ayuda mutua entre los alumnos.

Otro problema por el que existe la posibilidad de repetir no tiene nada que ver con el nivel escolar de los alumnos. Tiene que ver con la autoridad de los maestros. Hay muchas escuelas y muchos profesores que no tienen autoridad frente a sus alumnos y el único poder que tienen es el de la sanción o la amenaza. Amenazando con esta exclusión, diciéndoles que van a repetir si no les hacen caso, es la única forma que tienen de ejercer su autoridad.

Usted estuvo dando clase en un colegio de un suburbio de Lyon, ¿cómo se consigue en entornos difíciles ganarse el respeto de los estudiantes?

Es un problema con estructura de matrioshka rusa. La primera etapa es la relación entre el colegio y la sociedad. Si los progenitores no respetan al colegio, ni al maestro, si el estatus del profesor no es respetado, no facilita las cosas. Actualmente creo que es así, el estatus del docente está degradado.

En segundo lugar está el centro educativo. Dentro de la institución tiene que quedar claro quién ejerce la autoridad sobre los estudiantes. Cuando entran en el espacio de la enseñanza tienen que sentir que están en un entorno dedicado al trabajo colectivo, que hay comportamientos que no son aceptables. Pero en los colegios solo hay una o dos personas encargadas de la disciplina, tendríamos que crear una comunidad de adultos en la que todos tengan competencias sobre este tema. Los adultos no tienen una responsabilidad solidaria del comportamiento de los menores. Por ejemplo, si un profesor ve una pelea en el patio o en el pasillo, aunque no sean sus alumnos ni sea en su clase, el adulto debe intervenir porque pertenece a esa comunidad educativa.

Llegamos al tercer paso, la clase. A muchos profesores no les han han sabido formar para gestionar grupos de adolescentes que pueden llegar a ser difíciles, piensan que gritando a los alumnos van a conseguir calmarles. Al contrario, gritando van a aumentar el estado de excitación del grupo. No se dan cuenta que igual que hablar con los alumnos es importante, hay otros factores como organizar el espacio de la clase, de dar consignas precisas, de saber lo que se dice y ser coherente con el mensaje lanzado.

En España la asignatura de religión cuenta para la nota media de sus estudiantes. ¿Qué papel cree que tendría que tener esta materia en la educación pública?

La religión pertenece al ámbito privado y no al público. Cada uno es libre de creer lo que quiera, pero pertenece a la intimidad. El principio de laicidad que defiende la educación francesa quiere dejar claro que debe existir una separación entre el saber y la creencia. Los conocimientos se transmiten, las creencias, no. Hay unas diferencias entre unos y otros. Las creencias tienden a dividir a los hombres y son las que les han empujado hacia guerras y violencias. En cambio, el saber nos une a todos en la escuela pública. Ese es el principio, la escuela pública no debe de tratar de abolir las creencias, pero deben quedarse en el ámbito privado.

Esto no implica que los colegios deban desconectarse de la educación cívica y moral, porque estas enseñanzas no son ámbitos en los que deban caer solo las religiones. Esa es una trampa en la que hemos caído. La filosofía es muy importante, hay que trabajar en ella como pensamiento, reflexión y plantearse preguntas sencillas. Por ejemplo, ¿cuál es la diferencia entre una prueba y un ejemplo? Así entenderemos por qué el agua de Lourdes no es igual de eficiente que los antibióticos. Comprender esto sirve para iniciarse en el pensamiento filosófico. La escuela no debería meterse en la religión pero sí en la historia de las religiones, que no es para nada lo mismo.

Fuente: http://www.eldiario.es/sociedad/segregacion_escolar-laicidad-educacion_publica_0_738426894.html

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José Antonio Marina: “Es perverso decir que no hay que aprender las cosas de memoria”

El filósofo y pedagogo José Antonio Marina cuestiona las nuevas metodologías surgidas de la innovación educativa y defiende algunos valores de la escuela tradicional

Por Ana Torrez Menarquez

El filósofo José Antonio Marina está del lado de la innovación educativa. Defiende que para sobrevivir en el mundo laboral es obligatorio aprender y reciclarse durante toda la vida, que las facultades de Educación se han quedado atascadas por miedo al cambio o que los avances de la neurociencia pueden marcar el camino de la renovación pedagógica. Sin embargo, hay un punto con el que no comulga: el destierro de la memorización dentro de las nuevas metodologías. Sin memoria no hay aprendizaje, sostiene Marina.

Pregunta. En los últimos años se está propagando la idea de que formarse durante toda la vida y aprender nuevas profesiones es positivo para el ser humano. ¿Cree que es el único modo de supervivencia ante la precariedad laboral?

Respuesta. La educación para toda la vida es imprescindible. Estamos sometidos a la ley del aprendizaje que dice que para sobrevivir toda persona o institución necesita aprender a la misma velocidad a la que cambia el entorno. Si quiere progresar, debe hacerlo a mayor velocidad. Cuando los ambientes laborales eran muy estables, los sistemas de aprendizaje podían ser lentos. Por ejemplo, la técnica de un herrero servía para él y para la vida de sus hijos. Hoy el entorno es sumamente veloz y si no lo sigues, quedas marginado.

P. Por un lado, la nueva educación tiene como objetivo enseñar a los niños a trabajar en equipo y va en contra del individualismo y la competitividad. Pero al terminar la Universidad, el panorama es desolador y la búsqueda de empleo es un acto solitario y desesperante. ¿No es una contradicción?

R. Como dice [Noam] Chomsky, dar la libertad sin dar la oportunidad es un regalo envenenado. A los mensajes  tú puedes, conviértete en tu propio empresario, en trabajador autónomo, tú puedes diseñar tú vida… les falta otra parte. ¿Cómo lo hago? Arréglatelas como puedas, te quedas abandonado. Lo primero que le diría a un joven es que va a tener que estar aprendiendo toda su vida para tener un empleo. El pacto social entre generaciones se ha roto y ya no hay seguridad laboral.

P. En su libro advierte del peligro de que las grandes empresas tecnológicas (Google, IBM o Apple) asuman el liderazgo educativo si los profesionales de la educación no se ponen las pilas.

R. Como es para toda la vida, se está creando la industria educativa. En el año 2015, la educación movió 4,3 billones de dólares, casi cuatro veces el PIB español. Desde el campo editorial, Pearson vendió su participación en The Economist y Financial Times para dedicarlo todo a educación. También se están quedando con sistemas de evaluación como los de PISA. Históricamente todo el mundo ha querido mangonear a través de la educación: las religiones, los sistemas políticos… No creo que haya una conspiración educativa, sino un negocio educativo. Estas compañías no quieren introducir una ideología determinada, sino ganar dinero. Los docentes debemos ser la conciencia crítica educativa de la sociedad y para eso necesitamos ser una profesión de élite.

P. Ken Robinson hizo temblar la educación tradicional al afirmar que la escuela mata la creatividad. Las nuevas corrientes afirman que los niños pierden su deseo de aprender por las rutinas repetitivas  del colegio y la excesiva evaluación.

R. La psicología nos ha jugado una mala pasada con su teoría de la motivación. Pensar que al niño que no está motivado no hay que exigirle nada es un error. Tenemos que enseñarles que habrá cosas que tengan que hacer por obligación sin sentir ninguna motivación. Los gurús son gente muy lista que utiliza conceptos de la autoayuda. Es difícil vender el mensaje de que algo cuesta mucho trabajo. La educación va sobre ayudar a adquirir hábitos, que no siempre son de nuestro agrado. Sobre la idea de que hay que dejar a los niños elegir y no coaccionar su libertad, es importante decir que todos nacemos absolutamente dependientes y el proceso educativo consiste en fomentar la capacidad del niño de tomar decisiones, pero eso no se puede hacer al principio. Los niños aprenden a ejercer su autonomía obedeciendo las órdenes que les dan sus educadores. A los cinco años se produce un salto increíble en el que empiezan a darse órdenes a sí mismos. La autonomía llega con la obediencia.

P. ¿Qué debe hacer un docente para no sentirse perdido frente al aluvión de nuevas metodologías de enseñanza?

R. Es clave la figura del estratega educativo, que con una visión general decide qué táctica utilizar en cada caso. El problema es que la mayoría de profesores no conocen las nuevas técnicas.

P. ¿Está fallando la formación del profesorado?

R. Soy muy crítico con las facultades de Educación. Se han quedado atascadas porque no son conscientes del papel que juega hoy la educación. Hay que tomar decisiones muy radicales. ¿Quién puede decidir lo que queremos transmitir a nuestros alumnos? Los científicos no, porque solo dominan su campo de conocimiento; los políticos tampoco porque no nos fiamos de ellos; los sacerdotes saben de sus religiones y los empresarios van a buscar su propio beneficio. Deberían ser las facultades de pedagogía.

P. Precisamente ahora hay un debate sobre si el cambio deberían dirigirlo los pedagogos o los neurocientíficos con sus avances sobre el funcionamiento del cerebro.

R. Llevo estudiando neurología desde hace 30 años y puedo afirmar que no está en condiciones de ofrecernos propuestas concretas, pero sí muchas pistas. Necesitamos un puente entre ambos campos, alguien que domine los dos lenguajes. La neurología nos ha dicho, por ejemplo, que hay una segunda edad de oro del aprendizaje, en la que el cerebro vuelve a rediseñarse neurológicamente entre los 13 y los 18 años. También nos dice que los órganos neuronales que se encargan de la toma de decisiones y del comportamiento responsable, los lóbulos frontales, no maduran hasta los 22 o 23 años. Entonces, ¿debemos exigir responsabilidad a un adolescente? Otra de las evidencias señala que las estructuras neuronales maduran con el ejercicio, entonces sabemos que hay que entrenar esa capacidad cuanto antes y no esperar a que el estudiante llegue a la veintena.

P. En su libro reivindica el papel de la memoria en la educación. ¿No cree que memorizar y vomitar la información en los exámenes es poco efectivo?

R. No hay nada más perverso para la educación que decir que no hay que aprender las cosas de memoria. Es el órgano del aprendizaje. Eso sí, hay que aprender fórmulas que no se basen en la repetición. Crear depende de la memoria y tienes que aprender hábitos creativos. Si no, ¿cómo se te van a ocurrir las cosas? Para tener mucha imaginación, hay que tener muy buena memoria. En este punto la neurología nos está diciendo por dónde ir y es muy importante el descubrimiento de la llamada memoria de trabajo, que nos enseña cómo construirla y manejarla.

P. ¿Cuál tiene que ser el principal reto de la escuela a corto plazo?

R. Destacaría tres. Bajar la tasa de abandono escolar, paliar las diferencias socioeconómicas entre los alumnos fomentando la educación de cero a tres años y atender a los alumnos con necesidades especiales: con dificultades de aprendizaje, altas capacidades o problemas psicológicos. Otro drama es la figura del director de centro. En España se tiene la idea equivocada de que cualquiera puede ser un buen director. Hace falta formación específica; mandar y organizar es complicado. Habría que crear un MIR para directores. En Inglaterra o Estados Unidos hay libros dedicados al rol del director de escuela, a proyectos concretos que han transformado colegios. Aquí [en España] este tema levanta ampollas, sienta mal a los docentes y a los sindicatos porque consideran que conlleva introducir clases dentro del profesorado y que no es democrático. Se trata de ver si es eficaz o no. Los equipos directivos pueden modificar los programas académicos, o crear sus propios proyectos. El éxito, en parte, depende de ellos. En Inglaterra hay colegios públicos que cambian su horario cada dos semanas para ajustarlo a las necesidades de los alumnos, que pueden necesitar más horas de matemáticas o de lengua. Eso es innovación.

P. El éxito es muy relativo. Hoy se mide en función de los resultados obtenidos en PISA. En su libro habla de los peligros de obsesionarse con las pruebas estandarizadas.

R. Se habla mucho de innovación en la escuela, sin embargo, se está produciendo una uniformidad en todos los países. Lo único que les interesa a los gobiernos es cómo aparecen en PISA y en función de eso organizan sus sistemas educativos. A los educadores no nos sirve PISA porque no nos muestra lo que hay que hacer. No evalúa el progreso del alumno. Un estudiante que empieza el curso con un uno y acaba con un cuatro ha progresado más que el que pasa de un ocho a un nueve. Pero para PISA, ese primer estudiante sigue siendo un suspenso. En el momento en que evaluemos el progreso sabremos si estamos sacando lo mejor de los alumnos y si lo hacemos bien o mal en el aula.

Fuente: https://elpais.com/economia/2018/02/02/actualidad/1517574177_327564.html?id_externo_rsoc=FB_CC

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Entrevista a Richard Gerver: “Hay demasiadas modas pasajeras en la educación”

Reino Unido / Autor: Pilar Álvarez / Fuente: El País

El experto en innovación educativa, asesor del Gobierno británico, afirma que las escuelas se centran demasiado en lo académico y es crítico con los exámenes y los deberes

Sale al escenario a insuflar ánimos. Y Richard Gerver (Londres, 1969) logra arrancar carcajadas en una sala donde centenares de profesores siguen sus charlas sobre innovación educativa. Doctor en Educación por la Universidad de Derby, escritor y asesor en temas de educación del Gobierno británico, este profesor saltó del aula al reconocimiento internacional por su trabajo como director de un colegio donde aplicó un exitoso plan para motivar a alumnos y docentes y combatió el alto índice de fracaso escolar. Es discípulo de Ken Robinson, uno de los pensadores educativos más solicitados. Como él, Gerver defiende que las escuelas se han centrado demasiado en lo académico y están reaccionando “con excesiva lentitud ante los cambios del mundo”. Recientemente estuvo en Zaragoza en una convención sobre innovación educativa organizada por el Gobierno de Aragón, donde se realizó esta entrevista.

Pregunta. Si fuera ministro de Educación, ¿por dónde empezaría?

Respuesta. Hay que aprender qué necesitan nuestros chicos para convertirse en seres humanos de éxito. Conversaría con educadores, empresarios, padres, estudiantes… Trabajaríamos para diseñar un sistema educativo acorde.

P. ¿Los políticos no hacen eso tan sencillo que usted propugna?

R. No, porque siempre viven en el corto plazo, para ganar las siguientes elecciones. Y muchos padres, aunque quieren lo mejor para sus hijos, creen que esto consiste en la misma receta que ellos recibieron. Pero el mundo ha cambiado. Lo que valía hace 20 años ya no vale.

P. ¿Hay países que lo estén haciendo?

R. Los más jóvenes. En parte de América Latina, por ejemplo Colombia. Parte de Asia también. Hasta China se ha dado cuenta de que el sistema tradicional no funciona para el futuro. Y los países escandinavos, por supuesto.

P. ¿Qué es innovar en la escuela?

R. Necesitamos un sistema educativo que siempre cuestione sus procesos. Innovar sugiere un gran momento de transformación, pero no puede hacerse demasiado rápido.

P. A veces se propugnan cambios sin suficiente evidencia científica.

R. Trabajar en el desarrollo del ser humano es algo complejo. Por un lado, no podemos esperar a tener un 100% de evidencia antes de cambiar algo pero, por otro, hay demasiadas modas pasajeras en educación. Muchas ideas que suenan fantásticas no promueven cambios. Tenemos que ser capaces de generar nuevas ideas y ponerlas a prueba.

P. ¿Puede la tecnología sustituir a los libros de texto?

R. El problema es cómo los usamos. Si los profesores solo siguen el libro, se están perdiendo el elemento personal. Si todo lo que hacemos es cambiar los libros por tecnología y usarla del mismo modo se trata simplemente de otra forma de cometer el mismo error.

P. ¿Qué papel cree que deben jugar los exámenes?

R. En España o Inglaterra son la razón de ser de la escuela. Esto tiene que parar. La educación no va de aprobar exámenes, sino de desarrollar a los jóvenes para que tengan éxito.

P. ¿Cómo medir entonces el progreso de los alumnos?

R. Los profesores no necesitan los exámenes para eso. Seamos serios. Están evaluando a sus alumnos todo el tiempo. Los exámenes existen porque les gustan a los políticos y los piden los padres. Pero, en realidad, como herramienta, obstaculizan la educación, no la mejoran. La OCDE señala que los países con sistemas que se centran en exámenes son en los que los chicos tienen más dificultades para encontrar un trabajo. Esto se debe a que la educación no está enfocada a su desarrollo, sino a prepararlos para un examen.

P. En España es recurrente también el debate sobre los deberes.

R. La primera pregunta es para qué ponemos a los niños a hacer deberes. Los deberes tradicionales suponen normalmente tenerlos sentados en una mesa haciendo ejercicios durante dos o tres horas. No hay evidencia que indique que los deberes tradicionales supongan una diferencia en la educación de los niños. ¿Son realmente un valor o es algo que hacemos porque siempre lo hicimos?

P. ¿Considera que no tienen sitio en la educación?

R. No, lo que digo es que me gustaría ver deberes de otro tipo, que se permita a los chicos investigar cosas que les interesan. Hay gente que piensa que la escuela es como una versión del purgatorio. La infancia debería ser mágica y excitante. Los niños nacen aprendiendo, son curiosos. Y conforme se van haciendo mayores son cada vez menos entusiastas. Tenemos que preguntarnos por qué pasa esto y dejar de culpar a los niños. No puede ser que todo siga igual solo porque nosotros nos aburriésemos en la escuela.

P. Los adultos se aburren a veces. ¿No cree que la escuela debería enseñar a soportarlo?

R. No digo que los niños tengan que estar pasándolo bien todo el tiempo. Aprender es un trabajo duro porque tienes que retarte a ti mismo. Pero, ¿por qué tenemos que hacer de la escuela algo tan duro durante tanto tiempo? Aún no trabajan, son solo niños. Y lo que sí sé es que los niños felices son los que más y mejor aprenden.

P. Hay familias con más recursos que otras. Un alumno puede ser un apasionado de la literatura porque ha tenido la suerte de que sus padres le hablaran de Dante, mientras que otro no ha tenido esa ventaja en casa. ¿Los métodos innovadores contemplan este desequilibrio?

R. Por supuesto. La educación no solo ocurre en la escuela y no solo tiene que ver con el conocimiento, sino con exponer a los niños a nuevas experiencias, llevarlos a galerías de arte o al ballet… Si todo lo que haces en el colegio es enseñar en un aula y con libros, los niños que tienen estas experiencias en casa siempre estarán por delante de los chavales que no tienen esas oportunidades. Parte del trabajo de los profesores es dar a estos alumnos lo que otros ya tienen en sus casas. Si enfocas tu currículo en hechos factuales y exámenes, los profesores no tienen tiempo de ayudar a desarrollar otras cualidades en los niños.

P. ¿Usted a qué escuela fue?

R. Fui a una escuela privada, mis padres eran ricos. Lo interesante es que no fue mi calidad académica la que me ayudó a tener éxito, sino mis habilidades sociales. El hecho de tener la confianza para hablar con gente, de adaptarme a situaciones diferentes, mi experiencia en el campo de las artes, de los deportes, los viajes, los sitios diferentes que vi por el mundo. No es que los niños no tengan que saber matemáticas, lengua, ciencia, historia… Pero el sistema tradicional se centra solo en estas cosas en lugar de en el desarrollo completo.

P. ¿Qué cambios importantes ha notado en las escuelas desde que empezó a hablar de innovación?

R. He visto evidencias de lo que hablo tanto en educación como en el mundo laboral. Muchos padres españoles soñarían con que sus hijos trabajasen en Google o Apple. Yo he trabajado con ellos y sé lo que buscan. No estoy intentando ser liberal o revolucionario. Yo también quiero que nuestros hijos tengan la oportunidad de crear las próximas Google y Apple.

P. ¿Y por qué su forma de entender la educación aún no es mayoritaria?

R. Hay muchas razones. Una, la transformación cultural no pasa rápido. La sanidad ha cambiado a lo largo de un siglo, paso a paso. Eso no da miedo. Lo que da miedo en educación es que aún estamos en el punto de partida y lo que vemos es la diferencia entre donde estamos y donde queremos estar. Es duro y se necesita un cambio masivo. Eso asusta.

P. España lleva lustros instalada en el debate de cómo atraer a los mejores profesores al sistema.

R. Uno de los retos en países como España es que la educación no disfruta de un estatus social alto. A los profesores no se les paga bien y muchos piensan que es algo que haces si no se te dan muy bien otras tareas, aunque el dinero no es la principal razón. La confianza es lo más importante. Y la admiración. Necesitamos que a los profesores se les mire como a Cristiano Ronaldo o a Messi.

P. Quienes critican la innovación educativa señalan que hay profesores, como usted, que salen del aula para convertirse en ponentes internacionales ya no vuelven a las clases.

R. No hice nada como profesor o como director para convertirme en famoso. Lo hice porque creía que era lo mejor para mis estudiantes. Cuando mi escuela fue conocida, tuve la oportunidad de probarle a la gente que había otra manera de hacer. El día que decidí dejarla fue el más difícil de mi vida, lloré cuando mandé mi carta de renuncia. Antes tenía influencia sobre 30 niños. Ahora doy conferencias por todo el mundo y puedo haber ayudado a más de un millón. Mi argumento es que nunca dejé la escuela, ahora tengo el privilegio de influir en un millón de alumnos. Tengo mucha suerte, pero echo de menos a mis chicos cada día.

P. ¿Cómo educó usted a sus hijos?

R. Fueron a la escuela pública, que es donde nosotros enseñamos [su mujer es directora de centro]. Tienen una educación muy sólida. Mi hijo tiene 16 y la chica, de 21, se prepara para ser maestra. Los dos tienen confianza suficiente para perseguir sus sueños. Son muy felices.

Fuente de la Entrevista:

https://politica.elpais.com/politica/2017/10/02/actualidad/1506943955_129970.html

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Entrevista a Andrea De Pascual: “La formación docente está completamente desconectada de la realidad humana con la que trabajan los profesores diariamente”

Fuente:observatorio /Autor:observatorio

Desarrollar en la sociedad el pensamiento artístico mediante las herramientas del arte contemporáneo, es el objetivo de Pedagogía Invisibles, un colectivo que nació en el 2009 con el sueño de transformar la educación. Formado por un grupo transdisciplinario, este colectivo busca establecer una conexión entre el arte y la educación «mediante la colaboración con los profesionales de la educación para reflexionar sobre la manera en la que actualmente se produce el conocimiento en las aulas y fuera de ellas.»

Nos sentamos con Andrea De Pascual, Coordinadora General de Pedagogías Invisibles, para que nos hablara de su visión sobre el papel del arte en la educación. Andrea De Pascual es socia fundadora de somoselpuente.org y miembro del Grupo de Educación de Matadero Madrid. Ha trabajado en varias organizaciones culturales y educativas en Madrid y Nueva York. Andrea reivindica la educación como herramienta para la participación ciudadana en temas políticos y sociales.

Observatorio (O): ¿Cómo nace Pedagogías Invisibles?

Andrea De Pascual (ADP): Nos conocimos en el 2006 en el Departamento de Didáctica de la Facultad de Bellas Artes, en la Complutense (de Madrid). María Acaso era nuestra directora de tesis y ahí encontramos que teníamos diversos intereses en común, en particular, la idea de que el arte podía transformar la educación. A partir de ahí nació el interés por llevar a la práctica lo que habíamos estudiado y así fue como en el 2009 nace “Pedagogías Invisibles” como colectivo y en el 2012 como asociación.

La evolución de Pedagogías ha sido muy orgánica, hemos ido repensando cada paso. Nosotras empezamos a trabajar en museos, primero porque algunas de nosotras estábamos muy enfocadas en ese contexto y fuimos las que impulsamos los primeros proyectos pero también porque era un espacio que nos permitía innovar en educación. Y también porque es más difícil innovar en lo formal que en lo no formal. Es mucho más fácil hacerlo siendo agentes externos, cuando no eres un departamento de educación de un museo o no estás asociado a una universidad, entonces encontramos que teníamos la oportunidad de probar y fallar.

“La evolución de Pedagogías ha sido muy orgánica, repensando cada paso”

O: ¿Cuál es el objetivo principal de Pedagogías Invisibles?

ADP: Sería un poco injusto decirte un objetivo global, te podría decir el mío pero no te podría decir el de mis compañeras. De hecho es muy complicado, yo siempre digo en las charlas que yo explico Pedagogía Invisibles con mi voz. Cada una de nosotras lo explica de distinta manera, tenemos esa pluralidad.

Para mí, el objetivo a largo plazo sería intentar generar un espacio de producción cultural, de conocimiento, que de alguna manera estuviera vinculado a lo formal. Buscar un espacio donde realmente nosotras pudiéramos gestionar ambos espacios (cultural y formal) y unirlos y establecer una comunicación. Al final, ese es un modelo que nosotras defendemos porque cuando trabajamos en los centros culturales intentamos generar puentes con lo formal y viceversa.  Pero la idea es que no hubiera necesidad de puente, que ya estuvieran conectados. Son dos espacios de producción del conocimiento con unas reglas muy diferentes pero que se pueden afectar el uno al otro y transformarse. Probar esa unión, esa conexión, sería el objetivo a largo plazo.

 

O: ¿Qué papel tiene (o debería tener) el arte en la transformación de la educación?

ADP: Nosotras no queremos imponernos sobre otras herramientas que pueden existir para transformar la educación, pero lo que sí queremos comunicar es que el arte, el arte contemporáneo sobre todo, viene desarrollando muchas de las cosas que ahora se quieren aplicar en la educación como innovación. Entonces decimos, ¿por qué no aprendemos de lo que ha estado haciendo el arte contemporáneo hasta ahora y utilizamos eso como herramienta para transformar la educación?

Para entenderlo, lo podemos explicar así: La educación siempre ha sido el espacio donde se ha transmitido un conocimiento que ya se ha dado como cierto. En cambio el arte, ha sido un espacio donde se ha cuestionado aquél conocimiento que se da por cierto. Entonces ya empezando de ahí se da una diferencia de cómo se construye el conocimiento.

Lo que han hecho María (Acaso) y Clara (Megías) en su último libro (Art Thinking. Cómo el arte puede transformar la educación), es plasmar de una forma ordenada lo que venimos haciendo en Pedagogía Invisibles desde hace muchos años. Es el marco del Art Thinking: ¿qué nos puede aportar el arte contemporáneo? Por un lado, el pensamiento divergente, que ahora mismo en educación se está imponiendo sobre el resto de pensamientos. Dentro del pensamiento divergente están el pensamiento crítico y el pensamiento creativo, habilidades que ahora mismo, desde la educación utilitarista, se están valorando ante la amenaza de la automatización. Entonces necesitamos gente creativa, con pensamiento crítico y divergente. Pero esto es lo que ha hecho el arte contemporáneo desde siempre.

O: ¿Qué es “Art Thinking”?

ADP: El Art Thinking es en realidad un marco de acción. No es tanto una metodología sino un marco en el que digas, yo me sitúo aquí, ya sea que quieras trabajar el pensamiento divergente o quieras hacer que tus clases produzcan emoción. Entonces, utilizas el Art Thinking, que es un marco muy sencillo que te da las pistas para transformar tu práctica docente. Y hablamos de docentes pero por supuesto que también sirve para educadores de museos, gente que trabaja en lo social, en contextos comunitarios o en formación continua.

El término Art Thinking nosotras lo hemos tomado de Luis Camnitzer, un artista visual y docente germano-uruguayo que radica en los Estados Unidos, él fue quien empezó a utilizarlo. Pero ahora hemos visto que el término lo han estado empezando a utilizar en el mundo empresarial. Ahora en las empresas se han dado cuenta que para despertar la creatividad en sus empleados tienen que fomentar el Art Thinking. Entonces ya algunas empresas nos están contactando para hacer formación basada en este marco.

O: ¿La metodología del Art Thinking es exclusiva para educadores de arte?

ADP: No. Eso nos cuesta un montón comunicarlo. Arte es una palabra que sigue provocando mucho rechazo y más si hablamos entre profesores. Y es por eso que nosotros insistimos que el Art Thinking no es exclusivo para profesores de educación artística. Es un marco de acción que se puede aplicar a cualquier asignatura de cualquier nivel educativo. Es una herramienta para transformar la educación.

“Fomentamos el remix, la creación de materiales que vayan más allá del libro de texto”

O: ¿Qué herramientas del arte contemporáneo utilizan para transformar la educación?

ADP: Hay una herramienta muy sencilla que los profesores podrían utilizar en el aula, esta herramienta es el remix. Por ejemplo se pueden utilizar muchas de las cosas que hacen los artistas para trabajar ciertas temáticas y utilizar exactamente esa misma metodología en tu aula. Es decir, se pueden utilizar metodologías, materiales y en específico este último es interesante porque la limitación del uso de materiales en la escuela es impresionante. Por ejemplo, limitarse a los materiales que normalmente se utilizan en clase que son el libro de texto, el cuaderno, el lápiz, etcétera. Cuando hay un mundo lleno de cosas, de materiales que puedes utilizar para el aprendizaje. Una técnica que hemos venido empujando en Pedagogía Invisibles es la autoedición de materiales, fomentamos la creación de materiales que vayan más allá del libro de texto.

Otra de las características del arte contemporáneo que pueden transformar la educación es que en el arte contemporáneo primero se tiene la idea y luego se piensa en las herramientas que se necesitan para trabajar esa idea. En cambio, si tú ves la educación artística, en las escuelas, primero se te dan las herramientas y luego con eso construyes. Entonces el arte contemporáneo es el proceso de producción de conocimiento contrario al que se fomenta en la educación formal. Nosotras queremos intentar esa forma de construcción de conocimiento, trabajar primero desde las ideas y luego buscar las herramientas.

 

O: Ustedes definen los espacios artísticos como «lugares en los que el aprendizaje es posible de diferentes maneras». ¿Todos los espacios artísticos son espacios de aprendizaje?

ADP: Claro, en la educación expandida se habla de que se puede aprender en cualquier momento y en cualquier lugar. Estamos constantemente aprendiendo. Si hablamos de una educación formal, es decir, controlada, lo que hay que hacer es cambiar los flujos de tiempo, que al cambiar los flujos de tiempo cambiamos también los espacios.

Sin embargo, yo creo que no basta con cambiar los espacios, también se tienen que cambiar las metodologías. Porque hay muchos centros que piensan que con pintar las paredes de un color en particular o cambiando el mobiliario ya con eso es suficiente. Pero nos hemos dado cuenta que para que un cambio de espacio tenga sentido y sirva a largo plazo, lo que tiene que haber es un cambio de metodología. Si por ejemplo, eres un centro que está empezando a trabajar por proyectos, tienes que empezar a ver cómo esa metodología te está pidiendo cambiar los espacios. Y pasa lo mismo con la introducción de nuevas tecnologías en las escuelas. Al final, la tecnología te dará algunas posibilidades más pero si tú no cambias las metodologías, no se va a dar un cambio real.

“Ojalá la universidad fuera un espacio similar al de la escuela de infancia y pudiéramos imitar lo que se hace en infantil”
Ahora mismo, si tú ves los espacios de aprendizaje tradicionales, un aula (no todas, claro, siempre hay ejemplos excepcionales) de primaria en España, sigue siendo igual ahora que en los años ochenta. Es como si el tiempo se hubiera paralizado. Lo que pasa ahora con muchos estudiantes, sobre todo en primaria, secundaria y bachillerato, también pasa en nivel infantil pero menos, ¡ojalá la universidad fuera un espacio similar al de la escuela de infancia y pudiéramos imitar lo que se hace ahí! Lo que pasa ahora es que los chavales van a clase y no sienten ningún tipo de emoción, ningún tipo de conexión con su vida. Se sienten incómodos porque suelen ser aulas muy oscuras, frías, con mesas y sillas duras, en cambio fuera tienen un mundo que es excitante, lleno de imágenes, entonces esto genera una efervescencia tal, que cuando llegan al aula se paraliza por completo. Entonces en educación, tenemos que recuperar el placer por aprender. Volver a la emoción, al extrañamiento, porque es ese extrañamiento es lo que lleva al aprendizaje.

Esto es lo que María (Acaso) llama “Pedagogía sexy”, volver al placer por aprender. Y esta es otra de las características del arte contemporáneo, el placer por aprender, de ir más allá, de experimentar. Porque cuando tú vas a un museo y ves una obra y te genera extrañeza, te genera emociones y te hace querer saber más. Entonces queremos llevar eso a la educación.

 

O: Mencionabas que ojalá la universidad fuera un espacio similar al de la escuela de infancia, ¿por qué crees que cambia tanto la forma en que educamos en infancia a la forma en que enseñamos en bachillerato y en universidad? 

ADP: Es la cuestión política de base de la educación, más bien de la escolarización. La escolarización nace con el objetivo de adiestrar a la ciudadanía. Esa ha sido la premisa de la escolarización, que no de la educación. Es por eso que hay una brecha bestial entre infancia y primaria. En la escuela de infancia tienes más libertad de movimiento, hay más interacción con los compañeros y de repente, llegas a primaria y te han puesto en una mesa a ti solo, te la han cortado y te la han puesto fija con el punto focal hacia el pizarrón, entonces de repente estás aprendiendo cómo vas a tener que comportarte dentro de ese espacio.

El niño de primaria, cuando entra al primer día de clase, está aprendiendo que la dinámica ha cambiado completamente. Que el poder ha cambiado de mano, que el poder ya no lo tiene él sino el profesor. Que es un trabajo individualizado. Y ya cuando llegas a la universidad ya tienes que ser el más dócil. Entender que el conocimiento que prevalece es el que el profesor dice y ese es el que te va a dar una puerta al mercado laboral.

“Creemos que es muy importante documentar lo que se va haciendo, buscar nuevas formas de análisis, sencillas, aterrizadas, en el contexto de cada profesor”

O: Ustedes hacen mucho énfasis en la investigación, en su página mencionan que “investigar no es una opción sino una necesidad”. ¿Cómo enlazan la rigurosidad de la investigación con la libertad del arte? 

ADP: Bueno, el arte contemporáneo es investigación en sí, por un lado. Es verdad que en la educación tradicional ha habido mucha investigación, pero al final se ha llegado a la conclusión de que esta u otra metodología, en realidad no funciona. Entonces cuando entramos ya en la innovación pedagógica es verdad que nos damos cuenta que sin investigación no vamos a tener las herramientas para poder defenderla, pero luego nos enfrentamos con la problemática de que no se invierte en investigación y que los propios profesores que deberían investigar su práctica no tienen el tiempo ni los recursos para hacerlo.

Yo creo que la investigación en educación debería buscar nuevas formas de investigación adaptadas a cada contexto. Otra de las problemáticas es que mucha de la investigación en educación que se hace hoy en día no llega al profesorado. Hay una desconexión brutal. ¿A mí de qué me sirve que haya un departamento de investigación didáctica si luego eso no trasciende al tejido educativo formal?

Pero ahí tenemos la investigación basada en las artes, que es una herramienta que nosotras estamos empezando a explorar y que es muy interesante porque se trabaja sobre la propia práctica y a través de lo que nosotras llamamos la “voz visual”. Creemos que es muy importante documentar lo que se va haciendo, buscar nuevas formas de análisis, sencillas, aterrizadas, en el contexto de cada profesor. El concepto de voz visual es un ámbito en el que estamos empezando a trabajar y que creemos que tiene mucho potencial para el profesorado. La voz visual es documentar, mostrar y utilizar medios formales y no formales, por ejemplo, que en su práctica utilicen el performance, la instalación, la danza, las artes visuales en general.

“La sociedad sigue pensando en la docencia como un trabajo de segundas”

Es decir, creemos que no hace falta que hagas una tesis, pero si tú eres un profesor innovador, documentas lo que haces y lo expones en Facebook o en tu blog, de alguna manera ya estás fomentando que se den a conocer nuevas prácticas y de esta manera también estás invitando a otros profesores y profesoras a que se animen a innovar y de esta manera vas formando una comunidad.

O: En el libro Art Thinking. Cómo el arte puede transformar la educación de María Acaso y Clara Megías, miembros de Pedagogías Invisibles, mencionan que éste empodera a los docentes como productores culturales e intelectuales. ¿Cómo lograr que todos los docentes sean precisamente eso, productores culturales e intelectuales?

ADP: La sociedad sigue pensando en la docencia como un trabajo de segundas, eso es algo en lo que debemos de trabajar todos para cambiarlo. Debemos transformar la visión que se tiene del profesor y menospreciar menos ese trabajo que realizan. De esta manera, al final la gente que llega a los puestos docentes son aquellos que realmente tiene la vocación de la enseñanza y que entienden su profesión como un agente de transformación social. Que esto es algo que ya se entiende en algunos países pero que se tiene que trabajar en muchos más.

Lo más devastador que me ha ocurrido a mí al trabajar con gente que ha elegido el magisterio o pedagogía y está en su primer año, es cuando les preguntas, ¿por qué has escogido esta profesión? y te contestan “porque me gustan los niños”,  que esto siga ocurriendo hoy en día es algo demoledor. Son pocos los que entienden la educación como un espacio de transformación social.

“La posición que toma un profesor ante su práctica docente va a ser fundamental en el desarrollo personal de sus alumnos y eso a su vez va a transformar una sociedad (o perpetuarla)”

O: ¿Qué carencias tiene el actual sistema de formación docente?

ADP: Tiene muchísimas carencias, pero una de las cosas más importantes que yo creo que deberíamos cambiar es por qué estudiamos algo relacionado con la educación, ¿por qué queremos ser maestros? Me gustaría que el primer día, cuando alguien fuera a estudiar para ser docente, le pidieran un manifiesto de por qué quiere serlo. Porque hay una carencia de sentirse agentes políticos, porque la posición que toma un profesor ante su práctica docente va a ser fundamental en el desarrollo personal de sus alumnos y eso a su vez va a transformar una sociedad, o perpetuarla. Entonces por eso creo que eso es fundamental. Hacer conscientes a todos los que quieren ser docentes, que intrínsecamente ya son los principales agentes políticos de nuestra sociedad. Y que dependiendo de qué postura tomen en su práctica docente van a fomentar un tipo de sociedad u otra.

Eso es lo principal, pero además hay otras carencias en la formación docente, por ejemplo el tema de las unidades didácticas y todas estas cosas que se piden y que están completamente desconectadas de la realidad humana con la que trabajan. Eso por otro lado, está generando una presión brutal sobre el profesorado, porque les estamos demandando una cantidad de competencias para las cuales nadie los ha formado, en una sociedad cada vez más compleja donde además, la administración les dice que lo que tienen que aprender es inglés y tecnología, cuando en realidad lo que tienen que aprender son cuestiones como las diferencias en torno a género y sexualidad de sus alumnos, cuestiones de raza y cultura, porque tienen en el aula una población súper diversa. ¿Cómo te voy a ayudar a aprender si no sé ni cómo eres? Si no te entiendo como persona, ¿cómo pretendo enseñarte algo? Todo este tipo de aspectos, sociales y humanos, deberían ser trabajados cuando se están formando.

“La formación docente está completamente desconectada de la realidad humana con la que trabajan los profesores diariamente”

Además de que es muy difícil desprenderte de la forma en la que a ti te han enseñado. Uno como profesor, a pesar de querer innovar, tiendes a caer en inercias que tienes muy arraigadas. Ayudar a los docentes a «aprender a desaprender» la forma en que te enseñaron, debería ser una asignatura fundamental en las facultades de educación. Porque además vas a necesitar ese apoyo durante toda tu vida porque todo esto, por supuesto, debe ser una formación permanente, porque esto cambia constantemente.

 

O: ¿Cuáles son los principales retos que tienen que afrontar los docentes en el mundo contemporáneo?

ADP: Son muchos. Pero creo que el más relevante es que, a pesar de que hay muchísimos profesores que ya están innovando, les cuesta muchísimo trabajo encontrar apoyo y recursos. Que puede sonar extraño pero a la mejor habría que hacer grupos de ayuda para que no se sientan solos ante esa lucha. Y en el tema de los recursos, muchos profesores se las ven duras para conseguir apoyos económicos. Entonces creo que esos son los dos principales retos que los profesores tienen que afrontar, por un lado, encontrar los recursos necesarios para innovar en su práctica y por otro, el apoyo emocional de algún amigo o colega que lo acompañe durante ese proceso de innovación que es muy duro.

“Pensarnos como comunidad y pensar que podemos transformar la educación si estamos unidos”

O: ¿Qué aconsejarías a los docentes que nos leen y que quieren aproximarse al pensamiento artístico, por dónde empezar?

ADP: Para los profesores que quieren iniciarse en esto les recomiendo el libro rEDUvolution, de María Acaso, un libro que te da las claves para iniciar lo que ella llama “microrevoluciones”. Entonces puedes empezar con pequeños cambios, que te ayuden a recuperar la ilusión en lo que haces y a también despertar esa ilusión en tus colegas, contagiar al de al lado y así ir revolucionando tu práctica. Pensarnos como comunidad y pensar que podemos transformar la educación si estamos unidos. Si nos quedamos aislados, recelosos, nunca vamos a cambiar las cosas.

Fuente de la entrevista: https://observatorio.itesm.mx/edu-news/2017/10/9/el-arte-contemporneo-como-herramienta-para-transformar-la-educacin

Fuente de la imagen: https://static1.squarespace.com/static/53aadf1de4b0a0a817640cca/t/59dc74c5cd39c33ffeb31112/1507620137953/clandes

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Entrevista: Bill y Melinda Gates combatirán la pobreza en Estados Unidos

Por The Associated Press

Redirigirán su labor filantrópica porque les preocupa la visión del mundo de “Estados Unidos primero” que defiende Donald Trump.

Bill y Melinda Gateslos filántropos más importantes del mundo, están redirigiendo su labor en Estados Unidos para combatir lo que consideran sus resultados poco satisfactorios en las escuelas, la creciente desigualdad en el país y un presidente con el que están más en desacuerdo que con cualquier de sus predecesores.

En una entrevista con The Associated Press, la pareja dijo que les preocupa la visión del mundo de “Estados Unidos primero” que defiende Donald Trump. Se sabe que tienen diferencias con el presidente y con el Partido Republicano al que pertenece en cuestiones como la ayuda al exterior, los impuestos y las protecciones para jóvenes inmigrantes sin permiso de residencia.

Los Gates dijeron estar investigando los factores de la pobreza en Estados Unidos con las que no habían trabajado a nivel nacional, como el desempleo, la raza, la vivienda, la salud mental, el encarcelamiento y el abuso de sustancias.

“En Estados Unidos no estamos viendo la movilidad para salir de la pobreza que existía antes”, señaló Melinda Gates.

La Fundación Bill y Melinda Gatesestudia estos temas y aún no tiene planes de iniciativas concretas, aunque ha hecho trabajos relacionados en su estado natal, Washington, a una escala mucho menor. La institución financió el año pasado una beca para el Centro de Presupuesto y Prioridades Políticas para buscar medidas estatales y federales que puedan reducir la pobreza.

Ha pasado una década desde que el cofundador de Microsoft, que llegó a ser el hombre más rico del mundo, hizo la transición de gigante de la tecnología a filántropo. Dijo haber tenido dos reuniones con Trump, en las que hablaron de innovación en la educación, energía y salud, incluidas las vacunas, con las que Trump ha sido escéptico.

“En las dos ocasiones pude hablar sobre el milagro de las vacunas y en qué sentido son algo bueno”, señaló Bill Gates.

Melinda Gates, que dejó su empleo en Microsoft para criar a los tres hijos de la pareja antes de centrarse a tiempo completo en la fundación, ha asumido un papel público más destacado en los últimos meses. Criticó el comportamiento de Trump, afirmando que el presidente tiene una responsabilidad de ser un buen modelo de conducta cuando habla y tuitea, y que sus ataques verbales no tienen lugar en el discurso público.

“Solo hay que ir a Twitter para ver los comentarios desdeñosos que hace una y otra y otra vez sobre las mujeres y las minorías”, dijo Melinda Gates. “Simplemente no creo en eso. No es el mundo que yo veo”.

La estrategia de su fundación ha cambiado todo el mundo de la filantropía. Se les ha criticado por dar instrucciones sobre cómo debe gastarse el dinero y después esperar pruebas tangibles de que su inversión funciona.

En torno al 75% de los recursos de la organización se dedican a salud y desarrollo global. Bill Gates señaló que estaba especialmente orgulloso de sus esfuerzos por erradicar la polio y reducir la mortalidad infantil.

Sin embargo, admitió que no ha tenido tanto nivel de éxito en Estados Unidos con su estrategia de buscar la igualdad a través de reformas educativas. Las iniciativas educativas en Estados Unidos están en un distante segundo puesto en las prioridades en financiación del grupo, pero los 450 millones de dólares que dedica al año convierten a la Fundación en la principal financiadora de reformas escolares en el país.

Han sido grandes defensores de las escuelas concertadas y defendido la creación de sistemas de evaluación de los maestros, así como un modelo de escuelas más pequeñas. Estas reformas no cambiaron de forma drástica los resultados escolares, pero hicieron a los Gates muy impopulares en algunas comunidades.

Christopher Lubienski, experto en política educativa que estudia la filantropía, elogió la sinceridad de la pareja pero señaló que la estrategia general de su fundación implica que seguirá influyendo de forma sistemática en reformas educativas.

Lubienski, que dijo no haber solicitado ni recibido dinero de los Gates, también señaló que al centrarse en la pobreza, los Gates abordan el problema del que nadie habla cuando se trata de éxito escolar.

“Se trata de un problema mucho mayor, más caro de combatir y con más complicaciones políticas que simplemente cambiar la estructura de las escuelas”, dijo Lubienski.

La pareja dijo que tomará un rumbo menos prescriptivo en este campo financiando sus iniciativas a través de una red regional de escuelas, que dependerá más de educadores a nivel local. También pretenden respaldar el desarrollo de un nuevo currículo y escuelas concertadas para alumnos con necesidades especiales.

Fuente de la Entrevista:

https://www.elnuevodia.com/noticias/eeuu/nota/billymelindagatescombatiranlapobrezaenestadosunidos-2398321/

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Entrevistas: Los datos abiertos están transformando la educación

Por Canal Trece de Colombia

Con el uso de internet y el aprovechamiento de los datos abiertos, ya no hay excusas para que estudiantes y profesores aprendan y enseñen de manera diferente.

Usando los datos, profesores y estudiantes pueden darle la vuelta a una idea para que ésta se concrete y se convierta en una solución a los retos del mañana. Ese es el potencial de losdatos abiertos aplicados en la educación.

“Tenemos el reto de hacer que la ciudadanía use los #DatosAbiertos, que se aprovechen y mejoren la calidad de vida de los colombianos”, cuenta Elizabeth Blandón, Directora de Gobierno Digital del MinTIC.

En este tercer episodio de #ElDato conoceremos cómo los datos abiertos afectan positivamente a todos los actores de la academia. Conoceremos tres historias:

Datos a la U, el concurso de los datos abiertos

Datos abiertos y educación

Hoy en día, las universidades están cada vez más preparadas para encarar la industria que se puede desarrollar en torno a los datos abiertos. Varias de ellas ya se le midieron a proponer proyectos para aprovecharlos en ‘Datos a la U’, una convocatoria del MinTIC para impulsar el desarrollo de productos a través de este tipo de información.

En este episodio conoceremos dos propuestas ganadoras de este concurso: la primera, un árbol de la cadena productiva creado por la Universidad de Caldas que nos muestra estadísticas relacionadas con el café, la yuca, el algodón y el cacao, y que se llevó el segundo lugar. También veremos una investigación realizada por Yeimmy Lee Olaya, estudiante del Politécnico Grancolombiano, que muestra la afectación por el hurto de celulares a los ciudadanos y cómo esta información puede ser aprovechada por las autoridades, usando los datos abiertos.

Javiera Atenas, los datos abiertos al servicio de los docentes

Datos abiertos y educación

Desde Chile, nos contarán cómo los conjuntos de datos prometen ser las bibliotecas del futuro y las fuentes de información que guiarán a los estudiantes del mañana. Hablaremos con Javiera Atenas, exintegrante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ahora académica que navega todo el tiempo por el mundo de los datos abiertos.

“Una de las cosas interesantes es explicarles a los docentes que los #DatosAbiertos son gratuitos, de libre acceso y son un derecho cívico llevar estos elementos a la clase”, afirma Javiera Atenas.

Estudiantes aplicando soluciones con datos abiertos

Datos abiertos y educación

¿Qué pasa cuando aplicamos a los datos abiertos una fuerte dosis de innovación? Conoceremos la visión de Danny Sierra, un gestor de transformación que está avivando el espíritu de los datos con proyectos en el ViveLab de Bogotá que apoyan el MinTIC, la Universidad Nacional de Colombia y Uninnova.

¿Sabían que según el indicador por terminales de MinTIC, por cada 100 colombianos hay 34,43 smartphones? Los datos abiertos son de utilidad para conocer lo que sucede en el país.

¿Cuáles serán las profesiones del futuro para el país? En “Data a la lata”, nuestros participantes transformarán las cifras sobre las carreras universitarias en Colombia.

El uso de los datos abiertos está aportando a la evolución de la academia, éstos generan una  nueva manera de pensar y de adquirir conocimiento. No se pierdan este episodio de #ElDato, el domingo a las 8 pm, en la pantalla de Canal Trece.


¿Se perdieron alguno de los episodios de #ElDato? Acá les dejamos este enlace para que puedan consultarlos.

Fuente de la Entrevista:

Los datos abiertos están transformando la educación

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