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Entrevista Ivan Felixovich León: ¿Por qué leer un libro sobre el estalinismo hoy?

Entrevista a Ivan Felixovich León

Desde finales de septiembre de 2016, Ediciones Temas sometió a la consideración de sus lectores un nuevo libro digital: Estudios sobre el estalinismo, compilado y prologado por el investigador cubano-ruso Ivan Felixovich León Zhukovskii. El conjunto de más de 20 textos, en su inmensa mayoría originales que no habían visto la luz en español, nos permite construir un retrato de Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; su impacto en la historia del siglo XX, y las nuevas lecturas que genera esta compleja personalidad en el contexto contemporáneo. El libro se presentará en formato DVD en la Feria Internacional del Libro de La Habana, el próximo 14 de febrero, a las 2:00 p.m., en la Sala José Antonio Portuondo, de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña.

– ¿Cómo surgió la idea del libro?

El libro partió de una iniciativa de Rafael Hernández y de Ediciones Temas. Fue un encargo que a mí me resultó extremadamente sugerente, por mi propia vocación, porque el asunto me interesa. Lo que más he trabajado en los últimos años ha sido la Rusia post-soviética, las principales tendencias que han tenido lugar en ese espacio después del derrumbe del socialismo real. Es un tema que, además, tiene que ver con mi propia formación, con el hecho de haber vivido 11 años y tener raíces allá. Ya había publicado dos libros vinculados a la URSS o la Rusia contemporánea. El primero, también por encargo, un cuaderno de Ruth Casa Editorial sobre el período posterior al derrumbe, no solo del espacio post-soviético, de la antigua URSS, sino de Europa oriental. El segundo, sobre las principales tendencias de Rusia con posterioridad al derrumbe, que cronológicamente llega hasta nuestros días, con la editorial El Viejo Topo. De ahí que aceptara la propuesta de realizar esta compilación.

¿Qué puede revelar hoy este libro?

Como conjunto de trabajos y de debates sobre el estalinismo, el libro tiene un valor propio: el hecho de ser textos de autores rusos, contemporáneos, la mayoría escritos entre los años 90 y 2000, incluso en 2013, 2014, que no estaban traducidos al español, que difícilmente algunos estén traducidos al inglés. En cuanto a qué nos pudiera aportar en el día de hoy, en el siglo xxi, creo que hay muchas aristas. El debate sobre la historia soviética está inconcluso todavía. Hay muchos aspectos propiamente históricos, o teóricos, que siguen abiertos y que en el libro se reflejan, se discuten desde esta visión actual, ya con una profundidad mayor pues hay documentos que se han desclasificado, que han aparecido. Hace 20 años no se podía hacer este tipo de análisis. Existen muchos debates relacionados con la historiografía soviética que siguen vigentes.

Los textos que proponemos, en mi opinión, nos permiten continuar discutiendo sobre la construcción de alternativas, sobre cómo no hacerlo. Por supuesto que es un tema extremadamente complejo, porque estamos hablando de la construcción de realidades completamente novedosas, cuyos puntos de partida quizás son los que pudiéramos querer, pero no hay recetas, no hay un futuro preconcebido. Pienso que hay varios aspectos que en el libro se desarrollan desde diferentes aristas, por ejemplo, cuáles son las premisas para cualquier proyecto alternativo, que, a mi juicio, inevitablemente debe tener una matriz anti-capitalista, con independencia de cómo sea ese enfrentamiento sistémico, de cómo sea esa ruptura, esa lucha, de lo que se logre configurar en cada una de las sociedades que pretenda construir procesos de una praxis alternativa.

– ¿Se puede adelantar alguna conclusión?

Hay conclusiones básicas que se pueden sacar del estudio del estalinismo. La más importante para mí es que todo proceso emancipador alternativo tiene que tener un fundamento en la base. Las construcciones sociales son resultado de la correlación entre las diferentes fuerzas y grupos sociales. En el caso particular de la historia soviética y del desarrollo y la consolidación del estalinismo, para mí un aporte de los análisis teóricos –sobre todo rusos– contemporáneos ha sido ponderar, por ejemplo, la debilidad de las fuerzas de base.

¿Por qué Stalin logra imponerse como figura autocrática y construir un sistema de relaciones sociales como el que denominamos estalinismo? Lo logró por muchas razones, pero yo quisiera resaltar una: el vacío de fuerzas. No existía una clase burguesa sólida, la clase burguesa rusa era débil, incipiente, dependiente de los poderes centrales; pero tampoco existía una clase obrera organizada, y evidentemente eso deja un vacío de poder. Y esto, de alguna manera, da pie a las usurpaciones de la soberanía, muy asociado al concepto de bonapartismo, extendido sobre todo a raíz de la obra de Trotski. O sea, no puede haber una construcción alternativa que no parta de esa fuerza de base. El estatismo no puede ser –al menos es mi visión– el modelo para la construcción de alternativas.

Si nos remontamos a la historia de la construcción de sociedades, a la teorización marxista, a la de Lenin, es muy polémico el rol del aparato estatal. Desde la perspectiva teórica del marxismo clásico, la paulatina extinción del aparto de dominación es consustancial a la superación de las relaciones capitalistas. Sin embargo, todos los intentos de construir realidades alternativas han pasado por un rol central del Estado, con saldos más que discutibles en el sentido emancipatorio, incluyendo, por supuesto, el caso del estalinismo en particular. Creo que se ha demostrado que cualquier proyecto de este tipo tiene que partir desde la base y para la base. Otra cosa es el debate sobre las condiciones objetivas y subjetivas necesarias, y cómo se articulen en la práctica revolucionaria las relaciones que se puedan establecer entre la base popular y el ejercicio del poder, proceso que siempre sería muy complejo, pero evidentemente tiene que partir de ahí.

En el caso específico del estalinismo (como en cualquier otro), creo que hay un contexto histórico que lo explica, nunca lo justifica. Hay que partir de un repudio inevitable a los mecanismos de coacción y de terror social en el caso del estalinismo, por ejemplo. Todos esos temas son actuales, porque continuamos viviendo en un mundo en lucha, donde la necesidad de reivindicar y de transformar es quizás mayor que nunca. De manera que son diferentes aristas de la experiencia soviética, del estalinismo en particular, que tienen que ser leídas hoy desde una nueva perspectiva.

– La figura de Stalin ha sido relativamente reivindicada en la Rusia de hoy. ¿Cómo “leer” ese regreso?

Desde la emergencia del “putinismo”, en el 2000, ha tenido lugar el intento –con éxito relativo, de rescate de la simbología nacional patriótica como una forma de dotar de contenidos identitarios a una sociedad que los perdió casi completamente, como parte de la gran involución que vivió el espacio soviético y, en última instancia, todo eso tiene un impacto en la capacidad del poder para reproducirse. Putin ha intentado rescatar el nacional-patriotismo a través de diferentes simbologías, en la asunción de la música del himno soviético como himno oficial ruso, el uso de esa tradición épica soviética en la televisión, en las películas, el regreso de la guerra como tema a estos medios. Por supuesto, no hay ninguna identificación ideológica con las premisas del proyecto bolchevique y con aquellas que después se continuaron reproduciendo en el discurso soviético. La identificación está justamente con esa necesidad de fortalecer las estructuras estatales que estaban totalmente fragmentadas y debilitadas cuando Putin llega al poder.

A raíz de la crisis económica de 2008-2009 hubo un deterioro de los niveles de apoyo incluso a Putin. Su popularidad bajó en más de 20 por ciento. Entonces, a comienzo de su tercer mandato, tiene lugar el aumento de la confrontación con Estados Unidos y la Unión Europea, debido al conflicto interno en Ucrania. Es cuando tiene lugar una especie de segundo consenso “putiniano”, para llamarle de alguna manera, que sí está esencialmente basado en esta matriz nacional-patriótica, y en ese contexto la figura de Stalin ha sido rescatada, directamente por Putin, en declaraciones donde valora de modo muy positivo aspectos específicos de Stalin y lo contrapone con Lenin. Dicho sea de paso, la figura de Lenin no ha sido rescatada tras el derrumbe y sigue siendo cuestionada.

En última instancia lo que se busca es eso: la identidad con el líder fuerte, en un contexto de crisis estructural interna, económica pero también política. Pero el factor interno no es el único que explica esta política, hay una fuerte confrontación, una importante presión y una coacción de Occidente contra Rusia, que tiene muchísimos motivos que aquí no podemos profundizar. Entonces se dan estos ejemplos de rescate simbólico de la figura de Stalin en particular, y de todo esto que hablamos que él representa, y que es necesario hoy como un instrumento de consenso. En el texto nuestro se toca ese tema en algunos trabajos.

– En un contexto como el que describías anteriormente, ¿qué papel desempeñan la academia y los estudios de la figura de Stalin? ¿Se busca o se apoya también ese consenso? ¿Cómo se refleja esto en el libro?

No hay, no tiene lugar, y el libro lo refleja claramente, un rescate benévolo de la figura de Stalin en la academia rusa. No es un ala o un instrumento que se haya sumado a este rescate de la simbología de Stalin. Esa es una idea esencial. Lo que hablamos con anterioridad no lo podemos aplicar a la forma de entender el libro. En este volumen partimos de la premisa de hacer un análisis científico, académico, con todos los matices ideológicos y subjetivos que lleva consigo la producción científica. Por supuesto que hay un componente de subjetividad, pero el objetivo central era que partiera de una visión académica y no propagandística, y estaba excluido cualquier tipo de análisis apologético del estalinismo, que todavía existen. Tampoco podía ser un texto que partiera de una crítica vulgar, simple, que no se asentara en un debate más profundo.

– Esta selección se caracteriza, además de por la actualidad de sus artículos y la originalidad de las traducciones (concebidas especialmente para esta edición), por la diversidad de posicionamientos ideológicos de los autores.

Esa diversidad refleja la amplitud del debate que hay en Rusia sobre el estalinismo. Este tema se estudia desde diversas aristas académicas y culturas ideológicas. Pero a pesar de toda esa diferencia hay un hilo conductor que al final le da riqueza y sentido a esas diferencias: el análisis científico. Y cuando hablo de científico me refiero a la búsqueda de argumentaciones a determinadas interrogantes. Dentro del libro hay autores que no parten de premisas ideológicas de izquierda, desde el marxismo más rico, más heterodoxo, sin embargo, me parecía que sus artículos realizan un aporte, incluso, desde el instrumental teórico en el que se basan, de la sociología, la antropología, sin romper la línea central: estudiar científicamente el estalinismo con toda la carga ideológica, también emotiva, que conlleva.

– Te propongo recorrer someramente la estructura del libro.

El primer bloque tiene que ver con el estalinismo, el ideario bolchevique y el socialismo, y prevalecen los enfoques de escritores de izquierda, marxistas rusos contemporáneos. La propia naturaleza de ese debate lo explica. Es una de las temáticas más debatidas por la izquierda tradicionalmente, y lo sigue siendo dentro de la izquierda rusa y mundial contemporánea. O sea, la relación de continuidad o cambio entre los idearios del bolchevismo y del estalinismo. Como queda evidenciado tras la lectura de los artículos que componen ese bloque, sí se produjo una ruptura.

– ¿Es singular que sean precisamente autores marxistas quienes nos lleven a esa conclusión?

Es que es muy difícil partir de premisas ideológicas de izquierda y no identificar esa ruptura, no hacer un análisis crítico del estalinismo sería una excepción, en realidad. O sea, lo lleva, porque evidentemente el estalinismo rompió muchas de las premisas en la que se basaba el proyecto bolchevique y en las que se debe basar cualquier proceso de construcción de alternativas desde abajo, tanto en el plano más convencional de la teoría de la superación del capitalismo y del paso al socialismo –que ha sido quizás el debate más común en el siglo xx–, como si sustituimos –como se hace muchas veces– la palabra socialismo por proyectos alternativos, anti-capitalistas, etc. En cualquiera de los casos, una postura de izquierda, tanto académica como desde la praxis revolucionaria, obliga a cuestionar y a rechazar el estalinismo, sus prácticas esenciales.

– Uno de los ejes de ese primer bloque es la pregunta de si existió una alternativa, y te confieso que no consigo respondérmela.

En el libro hay debates sobre ese sistema alternativo. Existían condiciones históricas que pasaban por un salto en el desarrollo estructural que se impuso, que fue central en todo el discurso político de los líderes bolcheviques; la necesidad de dar ese salto en el contexto de la expansión del imperialismo en Europa a finales del siglo xix y principios del xx, la amenaza de la guerra, que se convirtió en realidad en 1914. El estalinismo ha sido visto como la concentración absoluta de todos los factores de la producción y de poder con el objetivo de dar ese salto histórico. Sin embargo, hay varios peros e interrogantes. Hay una especie de continuidad en el sentido de que eran objetivos centrales en el programa bolchevique. La gran diferencia está en el cómo, y el cómo no solo a través de los métodos, sino también en cuanto a los procesos específicos, era muy diferente en el imaginario bolchevique; en la forma, los caminos y los instrumentos para llegar a ellos. O sea, la praxis política que pudo desarrollar el bolchevismo fue corta. Vino la muerte de Lenin, después la depuración de toda la élite originaria del bolchevismo a finales de los 20, cuando se consolida la figura de Stalin de forma autocrática, y a finales de los 30, las grandes purgas.

Evidentemente, el tema de las alternativas fue muy debatido, no solo a posteriori, sino que fue central en esa década del 20, extremadamente rica por los debates internos. No es algo que nosotros estemos intentando ahora reconstruir, sino que están ahí: esas alternativas estaban planteadas. Y, en la medida en que estaban planteadas, las podemos ver como posibilidades históricas que no tuvieron lugar. Cuando hablamos de alternativa nos referimos, sobre todo, a proyectos de cómo concebir la construcción de esa nueva sociedad, que podemos ponerle el apellido socialista o no.

La más importante fue la que planteó el llamado grupo de derecha, la de Bujarin. También hubo alternativas políticas como la de Trotski, pero como modelo, como una propuesta de construcción social, económica, la alternativa de Bujarin partía de premisas que la historia soviética demostró que eran fundamentales, como la búsqueda de un equilibrio en las relaciones entre el campo y la ciudad, o lo que es lo mismo, entre el poder ya esencialmente burocratizado –aunque algunos autores lo asocian con el poder obrero, pero no creo que sea pertinente–, con la necesidad de la industrialización, etc., y el campo. La propuesta de Bujarin era la búsqueda de un equilibrio. Otro de los componentes de esa alternativa descansaba en un balance entre las diferentes ramas de la economía. Creo que esos son los dos elementos centrales de la alternativa de Bujarin como propuesta de un modelo de desarrollo socioeconómico que, por supuesto, tiene una lectura y un impacto político también.

En última instancia, y puede resultar paradójico, Stalin no asume una postura propia definida hasta prácticamente finales de los años 20, cuando se pone fin a la “Nueva Política Económica”, y Stalin desde su posición de mando único define una postura que pudiéramos llamar desarrollista: empiezan los planes quinquenales, la industrialización acelerada. Pero en la década del 20 el debate no pasaba por Stalin, sino por Bujarin, por Trotski. Ambos cuestionaban las formas y los instrumentos de coacción que rompieron completamente con todo el ideario de lo soviético, del poder de los soviets, de la democracia dentro del partido, etc. Desde la política, la praxis política sí fue cuestionada, tanto por Trotski como por Bujarin. Pero Trotski defendió mucho una participación activa del Estado, la centralización de los factores de la producción en aras de la industrialización.

La propuesta de Stalin fue, en esencia, la de Trotski y la de otros miembros importantes de partido. Stalin simplemente definió con su capacidad de mando la vía y los métodos. Este proceso tiene lugar en un contexto de necesidad de grandes saltos, era muy difícil esperar prácticas políticas que tendieran a la socialización, a la democratización, al respeto a la soberanía popular, etc. Nada justifica el extremo de las prácticas estalinianas, particularmente el terror social, pero había una contradicción inmanente entre esa propuesta que era bastante consensuada en el imaginario de la élite política de aquella época, inclusive de la que se sentía más comprometida con lo democrático en términos políticos, y la construcción de una realidad que no trastocara las bases del bolchevismo. El estalinismo fue la expresión tristemente deformada de esas contradicciones.

– Y se convirtió en el modelo.

El segundo bloque del libro trata sobre el estalinismo como modelo. Incluye trabajos más generales de grandes procesos, y otros que hacen referencia a aspectos más específicos: sobre el terror social, su origen, sus características, los gulags, y uno que actualiza y prácticamente pone punto final al debate, desde una visión estadística, sobre las víctimas de los gulags. Cuando analizamos la historia de la Revolución en la URSS hay, digamos, tres grandes momentos: el fundacional, el estaliniano y el que va del año 1954 en adelante. Entre el primer y el segundo momento es evidente la ruptura, pero entre este último y el tercero la relación de continuidad es mayor, más clara. Si bien no se debe hablar de estalinismo post-54, hay elementos de continuidad.

Por ejemplo, el período de Jrushchov lo pudiéramos identificar como una especie de suave estalinismo, en el sentido de que fue ese primer momento de intento de alejarse de las prácticas más nefastas del estalinismo, sin embargo el modelo continuó. En el período posterior hay un rescate de toda la simbología estaliniana, aunque los núcleos duros del estalinismo como forma de organización del régimen político, socioeconómico, se fueron degradando con el tiempo. ¿Por qué? Porque en gran medida la industrialización había sido lograda, la desaparición física de Stalin y la complejización de la sociedad soviética incidieron negativamente en la capacidad del mando político central de reconstruirse como un ente fuerte, y eso conllevó a la fragmentación burocrática que, poco a poco, fue usurpando los espacios de poder hasta la perestroika.

– Los bloques tres y cuatro del libro complementan, desde diversos ángulos de la sociedad soviética, esa visión plural sobre la vida en la era estalinista.

El tercer bloque es pequeño y se centra en la política exterior de Stalin. Las proyecciones de la política internacional de Stalin es lo que menos se cuestiona, de una u otra manera se pondera, sobre todo por su eficacia. En este sentido, resalta el éxito en la Segunda Guerra Mundial. Algunos autores, los más ortodoxos de la izquierda, aplauden la construcción del espacio del socialismo realmente existente en Europa del Este, por ejemplo, cosa que como valor pudiera cuestionarse, al igual que muchas otras prácticas de política exterior durante el período estaliniano. En los textos hay una idea central: se evidencia el realismo político como elemento esencial de la política exterior de Stalin, el pragmatismo de establecer determinados fines, encontrar los instrumentos para conseguirlos y buscar la forma de utilizarlos de la manera más eficaz posible.

El cuarto bloque es más diverso, porque reúne enfoques sobre la cultura y los procesos culturales: el cine, la pintura, pero también en otros ámbitos de la sociedad, como el tratamiento de los temas de género y la ciencia. Quería abordar los impactos del estalinismo en esos entornos, donde sí ha habido muchos estudios esencialmente críticos. Lo que se advierte son los procesos muy contradictorios que tuvieron lugar. En ese período se generó una riqueza intelectual y cultural muy grande pero, al mismo tiempo, se ve cómo todo ese potencial entraba en contradicción con las políticas estatales vinculadas tanto al arte como la ciencia, como a las relaciones de género. Se advierte el impacto negativo, el freno a ese potencial que en principio era inherente al proceso de transformación en la URSS, enlazado en muchos casos con la riqueza de las “vanguardias” rusas durante las dos primeras décadas del siglo xx. Entonces, creo que en esta sección la palabra más importante es “contradicción”.

– El libro cierra con varios anexos. ¿Qué aporta este colofón a los Estudios sobre el estalinismo?

Con los anexos la idea era completar un poco desde lo testimonial esta visión de Stalin y el estalinismo. Lo que llamamos el “Testamento político de Lenin” es, en realidad, un resumen de sus valoraciones sobre la personalidad de Stalin. En cuanto al discurso de Jrushchov en el XX Congreso es fundamental, con todo lo contradictoria que resulta la figura de Jrushchov. Esta fue una intervención de un gran impacto, de una gran trascendencia, porque fue emitida desde la autoridad soviética. También resultó muy polémica, y se ha dicho que el momento para exponer estas ideas era inapropiado. Es cierto que este discurso y el desmontaje que en él se realiza de la figura de Stalin tuvo un impacto significativo para los movimientos de izquierda a nivel mundial, en las democracias populares de Europa del Este y hacia lo interno de la URSS. Lo que pasa es que también creo que esos impactos eran inevitables y reflejaron contradicciones y realidades que no permanecerían ocultas por más tiempo. Haberlas ocultado generaría una lectura aún más tensa y más contradictoria de la historia soviética.

Los extractos censurados de la edición soviética de las memorias del mariscal Zhúkov son una novedad para el lector cubano. En su momento se omitieron por la manera en que interpreta el papel de Stalin en la guerra, aunque dentro del contenido censurado podemos encontrar pasajes que no hacen referencia directa a Stalin, o inclusive algunos en donde la imagen de Stalin que transmite Zhúkov no es negativa. Hoy cuesta mucho entender las razones de la censura en estos últimos casos.

Por último, el testimonio de Svetlana Alliluyeva, la hija de Stalin, es una conmovedora visión personal del día de la muerte de su padre, en cuya narrativa se entrelazan los sentimientos más profundos y controvertidos en relación con él, con la descripción del contexto político que rodeó el momento de la desaparición física de Stalin. Existía la intención de que el último texto del libro fuera justamente este, por la riqueza simbólica que enuncia: la muerte del político y del hombre, su legado contradictorio, la degradación moral del entorno político, el anuncio del naufragio de un sistema y de la forma torcida con que fue asumido y divulgado el ideario marxista.

Fuente: http://cubaposible.com/leer-libro-sobre-estalinismo-hoy/

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Entrevista a Rafael Díaz: «La formación de personas ecologistas debe ser el principal reto de la educación»

12 Febrero 2017/Fuente:elcorreo /Autor: NEREA PÉREZ DE NANCLARES

Rafael Díaz-Salazar, profesor de Sociología y Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense. Este sociólogo defiende que «el principal objetivo de la educación debe ser la formación de personas ecologistas».

–Su conferencia se titula ‘¿Para qué educar?’. ¿Para qué?

–Para aprender cinco cosas: crecer como personas, convivir con los que son diversos, conocer las ciencias y las humanidades, transformar la sociedad y adquirir un saber hacer profesional. No se debe reducir la enseñanza a la didáctica de unas asignaturas ni a la preparación para un empleo.

–Usted defiende que se ha consolidado un modelo de enseñanza sin educación. ¿Cómo explica esto?

–En bastantes colegios la actividad consiste en aprender libros de textos para sacar una buena nota. Muchas familias se convierten en los principales enemigos de sus hijos cuando lo que demandan es que los preparen para el triunfo económico. En edades cruciales de la vida no siempre se sabe enlazar lo que se enseña con el desarrollo psicológico y social de la personalidad. Tenemos que conectar la enseñanza con la educación de la interioridad y con la educación para el compromiso con el cambio ecosocial.

–¿En qué consiste este cambio ecosocial?

–Hay que vivir de otra manera, consumir menos, regular ecológicamente la producción e ir transitando hacia un poscapitalismo. Pero, claro, no pueden existir sociedades verdes sin personas ecologistas. La formación de una personalidad ecológica debería ser el principal objetivo de la educación.

–¿Qué parte de ese cambio deben impulsar los colegios?

–Vivimos en sociedades de ciegos y sordos con mucha tecnología. Los colegios tienen que ser escuelas del despertar para que los ciegos vean y los sordos escuchen los gritos de la Tierra violada y de los empobrecidos del mundo. Debemos conectar el conocimiento con el sufrimiento social y ecológico. Para ello hay que transformar radicalmente los contenidos curriculares. Necesitamos Matemáticas ecosociales, Lengua ecosocial, Física ecosocial, etc. Tenemos que adecuar ecológicamente las instalaciones con energías renovables, plantar huertos ecológicos, enseñar la conexión entre lo que comemos y la destrucción de las tierras y los océanos, iniciar en el comercio justo y el consumo responsable, establecer conexiones con los movimientos ecologistas para que profesores y alumnos se incorporen a ellos.

–¿Y cómo pueden convertir los padres a sus hijos en ‘personas verdes’?

–Tenemos que ecoalfabetizarnos, conocer con más precisión lo que le sucede al mundo con nuestra vida cotidiana. Cambiemos nuestra forma de comer, usemos menos el coche, reciclemos más, invirtamos nuestros ahorros en la banca ética y ecológica, compremos en tiendas de comercio justo, boicoteemos los productos de las empresas que destruyen el medio ambiente, condicionemos nuestro voto a los programas y las prácticas ecologistas de los partidos, incorporemos a nuestros hijos a las secciones juveniles de los movimientos ecologistas, a los que previamente debemos pertenecer. El cambio ecosocial es posible.

Felicidad sin dinero

–¿Pero no es tremendamente complicado desterrar la máxima de ‘a mi niño que no le falte de nada’?

–Hay que educar desde la infancia en la autocontención, en la frugalidad, en el sentido del límite, en la carencia de bienes, en el descubrimiento de prácticas de felicidad que no conllevan gasto económico. Lo que más nos puede hacer felices no requiere mucho dinero. Tenemos que luchar por un tipo de vida que consista en trabajar menos para trabajar todos y vivir mejor con menos.

–¿Y cómo convencería a cualquier joven de que hay que vivir con menos y de que se convierta en activista ecologista?

–Contemplemos la Tierra destruida y la vida de los empobrecidos. A la vez, conozcamos a personas, asociaciones y movimientos que en nuestro entorno crean felicidad colectiva a través del compromiso social y ecológico. Integrémonos en ellas. Fluirán nuestros sentimientos morales de compasión, ayuda, indignación y rebelión. Ellos dan la felicidad.

Fuente de la entrevista: http://www.elcorreo.com/alava/araba/201702/08/formacion-personas-ecologistas-debe-20170207211858.html

Fuente de la imagen:http://www.elcorreo.com/noticias/201702/08/media/entrevista-ecologistas-kwdF-U211973321691vxB-575×323@El%20Correo.jp

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Entrevista a Begoña Ibarrola: «El cuento es una experiencia emocional, aporta elementos de educación poderosos»

12 Febrero 2017/Fuente:20minutos/Autor: JAVIER RADA

Es psicóloga, musicoterapeuta y escritora. Terapeuta infantil, experta en educación emocional y autora de la colección ‘Cuentos para Sentir’ (SM). En esta entrevista Ibarrola reivindica el cuento como una fuente de salud para los niños.

Begoña Ibarrola entiende las emociones como energías, colores, fuerzas que movilizan el cuerpo y la mente, y que se mezclan en la paleta del desarrollo personal. Necesitan ser atendidas, comprendidas, gestionadas, para, cual escultores, erigir seres en equilibrio. En la infancia está la semilla del futuro. A través de pequeñas lecciones y estrategias, afirma, la educación emocional puede dotarnos de habilidades, ayudarnos a crecer como individuos «autónomos, críticos, confiables, con autoestima, armados con actitudes, valores y conocimientos». Reivindica el cuento como una fuente de salud.

¿Cómo encaja el cuento en esta era de las pantallas?

Pienso que no hay nada mejor que leer un cuento a un niño para establecer un contacto emocional con él y crear un espacio entre el que lee y el que escucha. Hay que reivindicar otra vez la necesidad de que los padres lean cuentos a los hijos ya que allí es donde se están dando las primeras lecciones de educación emocional. Yo creo que es insustituible por la pantalla digital o la televisión. Las tecnologías pueden aportar muchas herramientas, sí… pero es necesario el contacto humano e iniciarles también en el apasionante mundo de la lectura. Hay que reivindicar la necesidad de que los padres lean cuentos a sus hijos e hijas

¿Y cómo termina el cuento de los padres que no leen a sus hijos?

El problema es que no nos damos cuenta de que nosotros aprendemos a hablar oyendo hablar a otros, y aprendemos a leer cuando nos leen a nosotros. Estamos dando significado al mundo de las palabras, al mundo de las emociones, al mundo de las cosas que pasan en un relato. Aporta elementos de educación que son poderosos.

Hoy los vinculan a la inteligencia emocional, ayer a la transmisión de valores.

La educación emocional se aborda a través de distintas estrategias, y una de ellas es el cuento. El cuento para los niños es quizás el elemento más familiar, y con el que menos defensas se generan. Ofrece herramientas para que pueda hacer frente a los retos que la vida les traiga, retos que muchas veces le vienen por la parte emocional. El cuento tiene un valor impresionante si desde pequeños les aportamos unos elementos de educación para que ellos sepan manejarse, conocer y saber qué les provoca cada emoción, cómo la expresan. Sirve para que no repriman y haya después problemas, para el correcto desarrollo de las competencias emocionales, que es en lo que se centra la educación emocional. Pero no podemos separar sentimientos y valores, porque todo cuento transmite valores.

¿Olvidamos las razones del corazón?

De forma tradicional las emociones se dejaban de lado, se decía, bueno, ya irá aprendiendo a controlar sus enfados, ahora es demasiado pequeño, ya superará sus miedos… Hoy se sabe que no, que se pueden dar estrategias a los niños desde muy temprana edad, y se desarrollan programas desde los tres años, que causan impacto porque se ve que funcionan. Al ponerlos en práctica, se convierten en hábitos que les ayudarán cuando sean mayores al disponer de competencias y destrezas sociales.

¿De qué forma hallan estas estrategias en la lectura?

Leer es una experiencia emocional. La neurociencia nos dice que a través de la imaginación se activan zonas del cerebro que me permiten vivir en primera persona otras situaciones, la lectura amplía el mundo de experiencias del lector. Por eso cuanto más lea una persona mayor será su capacidad para la empatía. Le hace ponerse en la piel de los personajes y vivir sus emociones, y entonces, guiando a los niños de una manera oportuna, les vamos dando unas opciones de hábitos emocionalmente sanos.

Pistas para solucionar conflictos.

Casi todos los cuentos tienen situaciones muy tensas, incluso conflictos fuertes, de modo que el niño se va entrenando y encuentra la solución de problemas. Se inicia con la gestión de emociones, la educación en valores y la ética. Cuando crezca habrá incorporado en su mochila estas experiencias.

Expandirse en la imaginación, centrarse en la realidad…

Para mí es un elemento clave. La imaginación se ha relegado al mundo de la infancia, pero es una función de la mente, igual que la intuición, que nos permite gestionar y manejar muchos datos del entorno. La imaginación hay que expandirla, y la expandimos mientras más leemos, y sabemos que también desarrolla la empatía. Expansión y después contracción en la realidad. Son herramientas muy útiles.

¿Podemos aprender a gestionar emociones básicas pero con mala fama, como la tristeza?

Sí. Como terapeuta y psicóloga, yo escribía cuentos a los niños que tenía en la consulta. Les ayudaba a que ellos resolvieran sus propios problemas, eran una herramienta muy útil, porque el psicólogo no resuelve nada, sino que ayuda al niño o al joven a encontrar la salida del laberinto.

Fuente de la entrevista: http://www.20minutos.es/noticia/2943227/0/entrevista-begona-ibarrola-cuentos-educacion-emocional-libros/#xtor=AD-15&xts=467263

Fuente de la imagen:http://cdn.20m.es/img2/recortes/2017/01/25/411425-944-593.jpg?v=2017012517522

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Entrevista a Rosa Berganza: “Mi universidad funciona como una red clientelar al más puro estilo mafioso”

12 Febrero 2017/Fuente: politica.el país/Autor:ELISA SILIÓ

La candidata a regir la Rey Juan Carlos de Madrid cree que están «en peligro de desaparecer» por el comportamiento de los anteriores rectores

Muchos catedráticos de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC) fueron tanteados para postularse al cargo de rector frente al candidato oficialista que es el ingeniero Javier Ramos. Pero tan solo Rosa Berganza (Burgos, 1971), catedrática de Comunicación Política, optó por dar el paso cuando no entraba en las quinielas. Se presenta a un puesto complicado en un campus conocido en los últimos meses por el escándalo de los plagios del rector, Fernando SuárezDurante la entrevista, la primera mujer que aspira a este cargo en el campus público más joven de Madrid, hace una dura crítica al gobierno de Suárez, al que tilda de “mafia” y denuncia la “red clientelar de familiares” que asegura que existe en la URJC. Antes de su puesto actual, impartió clases en las universidades de Navarra, donde se licenció, y en la Carlos III.

 Pregunta. ¿Por qué se presenta?

Respuesta. Me presento en el último momento porque vi que no había ninguna candidatura aparte de la oficialista de Javier Ramos, designado a dedo por el rector Suárez, que no ha dimitido ni ha dado explicaciones sobre sus plagios.Nuestra universidad tiene una situación insostenible, que ha puesto en entredicho todo nuestro trabajo y el sistema científico español. Decidí que tenía que dar el paso, me lo planteé como un deber moral. No estaba entre mis planes hacerlo ahora, porque estoy en un momento muy bueno de mi carrera. Pero han llegado estos escándalos y, realmente creo que alguien tenía que dar una alternativa y sobre todo una esperanza a todas las personas que trabajamos allí, que la mayoría son dignas. Creo que estamos en peligro de desaparecer como institución.

P. ¿Con qué avales cuenta?

R. Mi candidatura parte de una iniciativa personal, sin ningún grupo detrás que me apoye. Casi cada minuto que pasa tengo más seguidores. Mucha gente percibía que se necesitaba limpiar el nombre de la universidad y la posibilidad democrática de otra candidatura y otro modelo de totalmente distinto.

P. Mucha gente de la URJC asegura que el rector Suárez ganaría de calle. Teniendo en cuenta que el candidato Javier Ramos cuenta con el respaldo del rector, ¿qué posibilidades tiene usted de ganar?

R. Creo que mis posibilidades son grandes. Hubiera sido distinto si se hubiera presentado Suárez. Coincido con la visión de que, a pesar de todos los escándalos de plagio, hubiera arrasado. Pero creo que ha optado por el peor candidato posible, una persona que suscita muchísimo rechazo en algunos ámbitos de la universidad por las prácticas que ha llevado a cabo al servicio del rector actual y del anterior.

P. ¿Cómo valora el informe pericial de la Universidad de Barcelona que señala un plagio “total, literal y consciente” del rector a un profesor de ese campus?

R. Los resultados de la comisión de la Universidad de Barcelona han sido contundentes, muy claros. Esperables. Me parece vergonzante es que no hayamos sido nosotros, la URJC, los primeros en investigar porque somos los principales interesados en mejorar nuestra imagen. Es bochornoso el silencio y que se nombre una comisión de investigación que no haya hecho nada.

P. ¿Su intención es reactivar esa comisión en marcha si gana con los mismos miembros y presidida por el vicerrector de Profesorado, Luis Miguel Doncel?

R. No, porque es la mano derecha del rector y por eso fue designado por él para investigar y no garantiza un informe independiente. Si gano las elecciones, mi primera medida será la puesta en marcha de una comisión independiente que investigará los plagios. No estará solo formada por profesorado de la URJC de distintas áreas, sino también, como mínimo al 50%, con expertos de fuera con independencia contrastable.

P. Una de las cuestiones que sorprende desde fuera es el silencio que ha habido dentro de su universidadcon este asunto.

R. No se entiende si no lo vives desde dentro y lo conoces muchos años. Por un lado en este proceso, quienes más se han movilizado son los estudiantes, que han recogido miles de firmas [75.900 personas han dado su apoyo] y han llevado a cabo una labor más crítica e independiente, que el profesorado que ha guardado un silencio vergonzoso. ¿Por qué? Nuestro sistema funciona como toda una red clientelar montada arduamente por el rector actual y por el anterior [Pedro González-Trevijano,actual magistrado del Constitucional] con unas prácticas al más puro estilo mafioso de amedrentamiento a la hora de levantar voces críticas o simplemente que no han permitido el diálogo ni el espíritu crítico sino todo lo contrario. En parte es una característica del sistema universitario español, pero pasa con especial crudeza en la URJC. He estado en tres universidades y no he vivido nunca una situación de este estilo.

P. ¿Hay miedo?

R. La URJC es una organización cerrada donde prima el silencio y quien ejerce como voz discordante es perseguido hasta su exterminación. Y hemos tenido ejemplos como en el caso de David Ríos, lo que sucedió cuando presentó su candidatura [11 profesores de su entorno sin plaza fueron despedidos]. Es un sistema que es aparentemente democrático, pero que no funciona como organización democrática en absoluto. Todo se compra con prebendas, la gestión no es transparente. Hay pocas decisiones iguales para todos. Las reglas de juego no son para todos iguales, sino que se negocian individualmente con el rector a despacho cerrado. Ejerce el “tú sí, tú no”, “a ti te doy esto, a ti esto otro…”. Compra el silencio de las personas y ejerce con muy poca transparencia.

P. ¿Cree que si gana podría deshacer esa red clientelar que asegura que existe? Por ejemplo, tienen ustedes más de un 20% de profesores visitantes [una figura destinada a contratar docentes externos de prestigio pero que se usa para contratar a profesores sin méritos suficientes y del propio campus].

R. Eso explica también el miedo. Gran parte del profesorado, no solo los visitantes, están en una situación laboral muy precaria. Saben que un giro en una política del rector Suárez les puede colocar en la calle o que cualquier cambio podría ser perjudicial para sus intereses. Mi labor estos días es dar tranquilidad, quiero apoyar a los trabajadores de la URJC dándoles mayor estabilidad laboral, buscando otras figuras que consoliden sus carreras profesionales y se ajusten al marco legislativo, que supongan una garantía de seguridad personal y laboral y que no fomenten ese tejido clientelar.

P. ¿Está en condiciones de cambiar eso?

R. No es fácil, pero creo que sí es posible con políticas claras de transparencia en la toma de decisiones, estableciendo procedimientos y espacios donde queden claras las reglas de juego: Cómo se accede a cuerpos funcionariales, quién promociona primero. Hay un entramado de personas más fieles que están viendo que, gracias a los medios de comunicación, están saliendo a la luz muchas características de nuestra institución, un sistema clientelar que favorece la colocación de familiares de forma indiscriminada. No pasaría nada si fueran casos sueltos y con probada valía, pero está demasiado extendido.

P. ¿Qué significa demasiado extendido?

R. No estoy hablando de algo marginal. Es muy peligroso que diga un porcentaje, pero es una política habitual de contratación, es como si ser familiar fuera un mérito que cuenta y que puntúa mucho más. Con 1.600 profesores y 1.300 PAS [Personal de Administración y Servicios] es muy fácil establecer las genealogías. Lo que vivimos ahí dentro escapa a toda normalidad de una organización democrática y pública. Para empezar, el rector ha colocado a su mujer. Podríamos ver caso por caso todas las figuras importantes de la universidad y ahí el porcentaje sería casi pleno total. Obviamente, es más fácil que entren sobre todo familiares de gente que ocupa puestos de poder. No quisiera que se entendiese que no se puede tener ninguna razón de parentesco, puede haber personas de valía que pasen todos los filtros oficiales. Lo que apesta es que sea tan descarado.

Fuente de la entrevista: http://politica.elpais.com/politica/2017/02/09/actualidad/1486639585_879039.html

Fuente de la imagen:

http://ep01.epimg.net/politica/imagenes/2017/02/09/actualidad/1486639585_879039_1486665478_noticia_normal_recorte1.jpg

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Entrevista a Alexandra Elbakyan: “Es cierto robo a los editores para dárselo a los científicos”

12 Febrero 2017/Fuente: El país/Autor:GIULIANO ALUFFI (LA REPUBBLICA)

Alexandra Elbakyan, de 28 años, es la fundadora de Sci-Hub, que ha puesto en la web 62 millones de artículos gratis a disposición de los investigadores

Como cualquier pirata informático que se respete, no deja huellas y huye de los focos. La Robin Hood de la ciencia internacional tiene 28 años, se llama Alexandra Elbakyan, es de origen kazajo y licenciada en informática. Y, sobre todo, es una pirata informática que lucha por el libre acceso universal a los estudios científicos, y está considerada la heredera de Aaron Swartz, el cofundador de Reddit.

Cinco gigantes editoriales —Reed Elsevier, Spring, Wiley, Blackwell, Sage y Taylor&Francis— publican la mitad de los estudios realizados en todas las universidades del mundo. Y los blindan, como “sheriffs de Nottingham”, dice, tras costosas barreras de pago —hasta 40 dólares por artículo—que impiden la consulta a estudiantes e investigadores sin recursos. La solución que Alexandra lanzó en 2011 es Sci-Hub.cc: un sitio que ofrece gratis todo tipo de estudios. Ahora la revista Nature, a pesar de que en teoría es su enemiga, la ha incluido en la lista de las 10 personas más importantes para la ciencia en 2016.

Pregunta: ¿Cómo nació Sci-Hub?

Respuesta: En 2009, para hacer mi tesis, tenía que consultar una treintena de estudios. Todos eran de pago, con el acostumbrado precio medio de 30 dólares cada uno. Era demasiado para mí, así que me dirigí a la Red: ya había descargado gratis libros técnicos de páginas piratas y pensaba que podría hacer lo mismo con los estudios. En realidad no era tan fácil. Me encontré con una comunidad de piratas, donde me explicaron cómo evitar las barreras de pago. Y en un par de años lancé Sci-Hub.

P: ¿Cómo funciona?

R: Si introduces el código identificativo del estudio que necesitas, Sci-Hub lo busca en la base de datos LibGen, que contiene ya 62 millones de estudios piratas. Si el estudio todavía no está allí, lo recuperamos del sitio al que pertenece utilizando las credenciales de investigadores que las han puesto a nuestra disposición.

P: Hay quien sostiene que está perjudicando a la ciencia: el dinero que recaudan los editores científicos sería vital para el sistema.

R: Es falso. Desde luego, publicar un estudio tiene costes, pero muchos de los autores no ganan nada, se conforman con el prestigio de las revistas. Hay incluso estudios de hace 10 o 20 años que todavía hoy solo se pueden consultar previo pago. ¿Cómo es posible? La verdad es que los beneficios obtenidos mediante el acceso restringido son mucho más elevados de lo que sería necesario para cubrir los costes de publicación: solo Elsevier gana aproximadamente 130 millones al año.

P: ¿Cuál es la reacción de los científicos ante su trabajo?

R: Ninguno se ha quejado de que sus estudios estuvieran disponibles en Sci-Hub. Al contrario, se reconoce lo que hacemos, que beneficia también a la Universidad. Incluso la de Harvard, la más rica del mundo, ha admitido que ya no puede hacer frente a los precios que imponen los editores para que sus investigadores puedan acceder a los artículos.

P: ¿Cuál es su límite?

R: Sobre todo en los meses en que los accesos crecieron más, el sitio se caía por el exceso de tráfico, hasta el punto de que algunos me pidieron que ofreciera un acceso de pago a Sci-Hub para limitar el número de usuarios. Me pareció algo muy irónico.

P: ¿Cómo se defenderá de los pleitos de los editores?

R: Mis servidores están en Rusia. En Estados Unidos no tengo nada, de modo que no hay nada de qué incautarse.

Fuente de la entrevista: http://elpais.com/elpais/2017/02/06/ciencia/1486399819_243966.html

Fuente de la imagen:http://www.sciencemag.org/sites/default/files/styles/article_main_large/public/images/sn-aelbakyan.jpg?itok=whztC8

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Entrevista a Carmen Cabestany: «Una sociedad sana no puede permitir que el 26% de sus menores sufran maltrato»

12 Febrero 201/Fuente:La razón /Autor: Ángela Lara

Entrevista a Carmen Cabestany, profesora y secretaria de la asociación «no al acoso escolar

–En España, unos dos millones de niños sufren acoso escolar. ¿Es un fenómeno que ha ido creciendo o es que se habla más de ello?

–Es difícil responder ya que no hay datos estadísticos. Los estudios últimos y más completos son de 2006 o 2007, por tanto es complicado poder decir si ha aumentado o no. Nuestra percepción es que va «in crescendo» y además las nuevas tecnologías hacen que esto se dimensione. Por otra parte, cada vez se da a edades más tempranas; donde se da más ahora es en el tercer ciclo de Educación Primaria que son niños de 10 y 11 años.

-¿Cómo se explica el acoso escolar? ¿Qué hay detrás?

-Si analizamos a cada uno de los integrantes o componentes de este acoso escolar, detrás de cada uno de ellos hay unas circunstancias. Así, detrás de un acosador, puede haber desde alguien con rasgos psicopáticos que necesita hacer daño para sentirse bien, hasta alguien que lo que saca del maltrato es pasar un buen rato y reírse, hasta un niño que a su vez está siendo maltratado o tiene alguna problemática grave en su entorno. Si hablamos de la víctima, también hay unas características personales; puede tener baja autoestima, timidez, con alguna diferencia importante por la que destaca…En el caso de los testigos, ¿qué hay detrás? Pues gente que no quiere posicionarse, que no ocupa su lugar al lado de la víctima, sino que por acción u omisión se pone del lado del victimario. Todos podemos formar parte en mayor o menor medida del acoso escolar.

– ¿Existe un perfil tipo de acosado y acosador?

– Podríamos pensar que el acosado tiene esa baja autoestima que hemos dicho, es retraído, tímido, pero no siempre es así. En realidad, cualquier persona puede ser maltratada. El perfil del acosador suele coincidir con alguien prepotente, acostumbrado a salirse con la suya, que es manipulador y chantajista…pero no siempre es así. Algunos pasan desapercibidos y dirigen a otros desde la sombra para que acosen.

–¿Cómo afecta a la víctima el haber vivido episodios de acoso?

– La sociedad no tiene ni idea de hasta qué punto esto es perjudicial, dañino y doloroso y puede condicionar la vida futura de una persona. El niño acosado, dependiendo del tipo de acoso, de la intensidad, del tiempo que permanece en esa situación, entra poco a poco en una especie de túnel sin salida. Cuando el niño se da cuenta de que no hay luz al final del túnel, de que nadie le ayuda, empieza a entrar en un estado de estrés post traumático, ansiedad, angustia y hasta ideas suicida, presente en la mayoría de los casos, sobre todo si éstos se prolongan en el tiempo. Y es que normalmente el niño se calla, sólo el 14% se lo dice a la familia y el 10% a los profesores. Además, si se lo cuenta a los profesores o familiares y éstos no actúan o no actúan bien, están dejando al menor en indefensión y en un estado de mayor vulnerabilidad porque se encuentra que los adultos que deben protegerle, no lo hacen y tampoco lo hacen sus iguales, por lo que percibe que está solo e indefenso.

– Dice que la víctima suele callar. ¿Por qué?

–La razón principal es que el acoso escolar es una lacra social en la sombra. Es una realidad oculta; no le damos carta de naturaleza, pero la tiene; no hablamos de ello y si tu no abordas un tema con un menor, ese menor difícilmente lo va a abordar contigo, entre otras cosas porque no sabe que esos es bullying. En los centros escolares ese tema no suele abordarse porque no está ni en los Planes Educativos del Centro y ni en los Planes de Acción Tutorial. A esto añadamos que el niño está amenazado y que además siente vergüenza por no saber enfrentarse y resolver el problema. Un víctima tiene un cóctel de sentimientos a cada cual más dañino: culpabilidad y vergüenza por no poder resolver el problema, rabia, dolor, tristeza…son sentimientos que mezclados son un cóctel Molotov y cuanto más pequeño sea el niño, peor porque no sabe gestionar sus emociones. Ese es otro grave problema porque en las escuelas no hay educación emocional de verdad

– Entonces, ¿cómo se detecta el acoso escolar? ¿A qué señales hay que prestar atención?

– Nosotros hemos ideado «Las 3 C». La primera C es la de Cambios: cuando el niño tiene de repente bajo rendimiento, cuando hay cambios de carácter, de itinerario o de amigos…La segunda es la de Campana’ ya que hacer Campana es no ir al colegio, en el caso de los mayores, o en el caso de los pequeños pedir a los padres que no les obliguen a ir. La tercera es la de Cuerpo, porque el cuerpo habla: mirada triste, hombros encogidos, cabeza agachada y a veces incluso se cubren demasiado para pasar desapercibidos. Éstas son señales especialmente para los padres, y para los profesores añadiríamos que el niño llega sistemáticamente a clase tarde después del recreo o pide ir al lavabo a deshora o se niega a hablar en público.

– ¿El acoso se combate desde la prevención o desde la acción?

– Lo ideal es desde la prevención, pero siempre dependerá del momento en el que éste se detecte. Por lo tanto, los pasos en acoso serían, primero, prevenir, que se consigue dando carta de naturaleza al problema y diciendo al niño qué es el acoso escolar; formando a los profesores porque es vergonzoso que no haya apenas nada sobre acoso escolar ni en la Facultad de Magisterio, ni en Psicología ni en Pedagogía y apenas nada en formación permanente del profesorado; informando a los padres y con educación emocional desde la etapa de infantil; con una implicación real de la administración, que debe aplicar medidas efectivas que funcionen; con compromiso por parte de los medios de comunicación; y sobre todo con el programa TEI, que es tutoría entre iguales, una de las mejores herramientas contra el acoso escolar porque implica a los propios niños. Toda esta actuación ha de ser global.

– Una vez se ha producido el acoso, ¿cómo se debe actuar?

–La detección, las tres ‘C’, sería el segundo paso, y el tercero sería la intervención, en la que primero hay que garantizar la seguridad de la víctima, blindarla, y luego asistirla en lo que precise. Paralelamente, hablar con el acosador y averiguar por qué actúa así. Si necesita ayuda terapéutica o de otro tipo se le da, y si hay que llegar a medidas punitivas con el acosador, se llega, pero sobre todo hay que conseguir que entienda el daño que está haciendo y que pierda el refuerzo de sus pares, los testigos. Éstos han de aprender a posicionarse al lado de la víctima. Lo ideal sería resolver el tema sin que nadie tuviera que irse de la clase o el colegio, peo si no es posible quien tendría que marcharse es el victimario, nunca la víctima

– ¿El entorno escolar está preparado para afrontar el acoso?

–Rotundamente no, porque el primer paso es formación y si ya en las facultades y otros ámbitos no se aborda el tema del acoso escolar, difícilmente vamos a estar preparados los profesores. Tampoco estamos formados en educación emocional. Y esto es extrapolable al director del centro y al inspector, que frecuentemente no saben del tema y creen que es una cuestión menor.

Fuente de la entrevista: http://www.larazon.es/local/cataluna/una-sociedad-sana-no-puede-permitir-que-el-26-de-sus-menores-sufran-maltrato-DE14459291
Fuente de la imagen:
 http://www.larazon.es/documents/10165/0/498×299/0c0/0d0/none/10810/KHFV/image_content_6056496_20170206080313.jpg
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Entrevista a Javier Martínez Aldanondo: “No tengo ninguna duda de que el sistema ya está cambiando”

11 febrero 2017/Fuente: Blog.tiching

Usted afirma que es necesario cambiar el modelo educativo actual. ¿Por qué?
Es evidente: porque no funciona. Porque si funcionara no estaríamos hablando de la cantidad de problemas que existen, con los jóvenes por un lado, a nivel de desempleo juvenil y descontento hacia el proceso educativo, y con los adultos por el otro, que se dan cuenta de que todo el tiempo y esfuerzo que dedicaron a estudiar luego tiene poco provecho en el mundo real.

¿Y el problema está en el sistema educativo?
Hay que cambiar el modelo porque está totalmente desfasado respecto a lo que se necesita para vivir. Lo que enseña el colegio no tiene nada que ver con las cosas que realmente hacen falta para desempeñarse en la vida. Y la forma en la que se enseña también es una forma que no tiene nada que ver con el método natural de aprendizaje.

¿Hay que elaborar entonces un nuevo modelo?
Creo que es hora de dar las gracias al sistema y pensar en que hay que rediseñar el modelo educativo o empezar de cero, no sé cuál es la alternativa correcta. Pero hay que tener un sistema educativo acorde con lo que estamos pidiendo a los ciudadanos.

¿Cuál es su apuesta para el futuro de la educación?
No tengo ninguna duda de que el sistema ya está cambiando. Venimos de una historia de muchos siglos de jerarquía y de poca valentía a la hora de denunciar y de reclamar. Hemos sido civilizaciones muy sometidas, muy jerárquicas, donde la mayoría tenía un destino y nacía donde nacía y tenía que aguantar lo que le tocaba vivir. Eso está cambiando. De hecho, cada vez hay más gente que tiene expectativas respecto a su vida y no está dispuesto a ser uno más o a desempeñar un trabajo que no le guste o vivir una vida que no es la que espera. La educación es de los sectores que más se ha resistido a los cambios. El proceso educativo que fue diseñado hace siglos no ha variado mucho. Ha sido de los sectores más reacios.

¿Y cree que estos cambios llegarán a buen puerto?
Es un proceso que va a llevar tiempo y que va a necesitar mucha valentía y mucha decisión, pero es algo inevitable porque la brecha es cada vez mayor. Cada vez se parece menos lo que estudias y respondes en un examen con las competencias que necesitas en la vida.

¿Dónde cree que puede estar la clave para llevar a cabo los cambio adecuados?
Creo que hay un elemento, la tecnología, que puede ser la clave que nos ayude a dar el salto. No porque para aprender haga falta tecnología, sino porque la tecnología nos puede permitir cosas que hasta ahora, por medios presenciales físicos, no podemos hacer.

¿Puede desarrollar esa idea?
Hoy en día la tecnología inunda toda la vida y hay montones de cosas que no podríamos hacer si no fuera por la tecnología, desde viajar hasta comunicarnos y alimentarnos. Todo está marcado por la tecnología. Y la educación tendrá que dar el mismo paso. No es posible que tú para aprender tengas que ir a un sitio y ese sitio tenga que ser el de al lado de casa, con la gente y los profesores de al lado de casa. Ese mundo yo creo que ya no es posible. Y mi apuesta es que eso se va a modificar.

Entonces, ¿qué papel deben jugar las TIC en este nuevo modelo? ¿Cree que deben ser las protagonistas?
Yo diría que son protagonistas invisibles. La tecnología forma parte de nuestras vidas y sin ella no podríamos hacer nada. La única decisión inteligente es ver de qué forma te sirve. Nunca es la tecnología la que gobierna. Somos nosotros los que decidimos qué hacer con ella. La clave es definir bien de qué forma la tecnología nos ayuda a modificar la manera en que tenemos diseñado el sistema educativo. Porque nos permite cosas que hasta ahora no podíamos hacer. Y eso no significa que todo tenga que estar teñido de tecnología, sino que nos hagamos esa pregunta.

¿Qué pregunta?
La tecnología es la quinta pregunta que uno se hace. Antes tiene que preguntarse qué es importante aprender, por qué es importante aprenderlo, cuál es la mejor manera de aprender eso y cómo vamos a diseñar ese proceso. Y en esa serie de cuestiones uno se pregunta cómo la tecnología me ayuda. Lo que tengo claro es que sin tecnología no vamos a poder hacerlo.

¿Una mayor presencia de tecnología en las aulas será sinónimo de innovación?
No, tecnología e innovación no necesariamente son sinónimos. Innovas cuando haces algo distinto. Cuando cambias algo que no te funciona. Y a veces se hace con la tecnología y a veces no. Y a veces la tecnología ya está ahí, y lo que hay que ver son las nuevas maneras de utilizarla.

Respecto a este cambio de modelo, ¿deben ser las instituciones o los centros quienes lo empiecen? ¿Es necesario que los centros tengan mayor independencia para poder desarrollar este cambio?
Este es un tema de confianza, de si confiamos o no en los ciudadanos. Cuanto más reglado y menos margen tienes para poder moverte, expresarte y proponer, es mucho más complicado. Hace unos años el ciudadano podía estar más acostumbrado a ser obediente, pero hoy en día cada vez hay menos margen para eso.

¿Y cómo puede traducirse eso en estas transformaciones?
Creo que hay que tomar una decisión, en este caso a nivel de país, y luego entregar a cada uno de los actores la confianza, las herramientas y los recursos para que lo puedan desarrollar. No tiene por qué haber un único modelo. Lo que sí necesitamos es tener un consenso respecto a cuáles son las condiciones mínimas que cualquier habitante de este entorno necesita manejar. Y luego mientras tú cumplas con eso que hemos asumido que son las características razonables que necesitamos de un ciudadano, que debería estar en revisión permanente, hay que entregar autonomía y libertad.

¿Están los centros preparados para ese reto?
El problema es que los centros y los profesores todavía no tienen muy claro qué hacer con esa autonomía porque siempre han hecho las cosas de una manera. Saben que esa manera no funciona, pero tampoco saben hacerlo de forma distinta. Y eso les genera temor e incertidumbre.
Pero esto tiene solución, porque se puede enseñar a los profesores y centros a rediseñar todo eso. Pero no es sólo una cuestión de entregarles la libertad porque aunque no quieras, la inercia te va a llevar a seguir haciendo lo que siempre has hecho porque es lo único que sabes.

¿Están los equipos docentes preparados para este cambio?
La verdad es que nadie está preparado para los cambios, que son impredecibles. Si no, no serían cambios, y todo el mundo estaría ya preparado para todo.
Si nos fijamos en el proceso de formación de los profesores, los propios alumnos que egresan de magisterio dicen que ellos siguen siendo formados de la manera tradicional, con un profesor que les cuenta cosas. Y claro, finalmente van al aula y replican lo que han visto siempre, en el colegio y en la facultad.

¿Y qué hay en este momento que no había hasta ahora para impulsar esta transformación?
Lo que sí que veo es una predisposición distinta a la que veía hace un tiempo. Llevo dando charlas relacionadas con esto unos cuantos años y en lo que antes generaba polémica porque la mayor parte de los profesores se sentían amenazados hoy veo un nivel de aceptación que antes no veía. Lo que falta es alguien que les apoye y acompañe en el proceso.
Se está generando un caldo de cultivo de gente que quiere hacer cambios pero no sabe cuáles ni cómo hacerlos. Es parte de la incertidumbre y es parte de la diversión del proceso.

Entonces, ¿cuál debe ser el rol del profesor? ¿Tienen que cambiar los profesores su forma de enseñar?
Está claro que ya no tiene sentido que los profesores sepan muchas cosas, porque eso no te conduce a nada en esta sociedad. Lo que necesitas saber, lo saben las máquinas y lo van a saber mejor que tú. Todo el desafío que está llegando de la automatización, de la inteligencia artificial, de la sustitución de las personas por la tecnología, nos llevan por el camino de no dedicar tiempo a acumular información, sino a desarrollar habilidades y competencias que las máquinas no pueden adquirir.
Entonces saber mucho de una materia ya no tiene sentido. Nunca lo tuvo demasiado, pero ahora menos. Lo que sí que está claro es que cuando definamos qué competencias debe tener un ciudadano (si es que algún día lo hacemos), los docentes deberían ser las personas que acompañen en ese proceso de desarrollo de competencias.

Ha apuntado a un compromiso como país por la educación. ¿Debe haber más actores implicados en la educación además de los profesores?
En esta tarea no podemos dejar solos a los profesores. La educación es uno de los pilares de la sociedad, todo el mundo tiene que participar en este proceso. Evidentemente hay un colectivo que lleva el peso del día a día, pero toda la sociedad debería estar involucrada en el proceso educativo, personas de todas las profesiones.

Fuente:http://blog.tiching.com/javier-martinez-aldanondo-no-duda-sistema-esta-cambiando/#more-15628

 

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