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Roger Llopart: “Los métodos autoritarios solo dan resultado a corto plazo”

25 de enero de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Roger Llopart

¿Es el modelo tradicional del profesor como centro del aula un modelo autoritario?
Sí. Recuerdo una imagen, una pintura que se llamaba “Escuela en el pueblo”, de 1848, en la que se ve un profesor en una clase llena de niños con una vara en la mano. Se ven dibujos y enciclopedias de fondo. Es la imagen del profesor que con una vara debe intentar gestionar una clase de 40 niños. Hoy en día, por suerte, tenemos otros modelos más allá de la escuela tradicional y autoritaria. También tenemos muchas herramientas que hacen que el profesor no necesite una vara para generar autoridad o disciplina.

¿Qué entiende por autoridad dentro del aula?
Max Weber decía que la autoridad nos la ganamos, pero el poder nos viene dado. Yo entiendo que la idea es que el profesor tiene “el poder” por la posición que tiene, pero que la autoridad o el respeto se los tiene que ganar con la confianza y el vínculo cercano a sus alumnos.

¿Confundimos respeto con autoritarismo?
A veces, algunos profesores piensan que deben ser muy duros para no perder el control del aula. En estos casos, se priorizan los métodos autoritarios para gestionar esta situación. Lo cierto es que estos métodos pueden ser un camino y, en ocasiones, pueden ser útiles, pero tenemos otros métodos y herramientas.

¿En qué se diferencian?
Si desarrollamos estas herramientas podemos llegar a obtener los mismos resultados que cuando somos autoritarios. La diferencia, sin embargo, es importante: cuando eres autoritario haces daño al otro, a nivel físico o psicológico. La gestión positiva evita que se hiera la autoestima o la visión del propio niño.

Cuando encuentra a profesores que tienen esta idea, ¿qué les dice?
Los métodos autoritarios pueden dar resultado a corto plazo, pero cuando el profesor no mira, se distrae o no está en el aula, los comportamientos logrados desaparecen. La misión del profesor es que los propios alumnos lleguen a la conclusión de que deben portarse de una forma adecuada, pero debe basarse en la confianza y en la convivencia.

Comenta que cuando somos autoritarios nos hacemos daño. ¿Qué consecuencias tiene para los individuos una educación autoritaria?
Pueden tener afectaciones en su desarrollo emocional, moral y social. Los niños que son sometidos a situaciones violentas, tanto físicas como psíquicas, tienen tendencia a desarrollar patologías cuando son adultos, a tener baja autoestima, a ser dependientes, a generar conductas antisociales o a tener relaciones conflictivas, entre otros.

¿Existe un modelo perfecto?
Kurt Lewin realizó un experimento en 1939 para analizar distintos métodos de liderazgo. A un grupo de alumnos se les expuso a tres tipos de profesores: uno autoritario, otro democrático y otro partidario del libre albedrío. Las conclusiones fueron que, con el autoritario, el comportamiento de los niños era disciplinado mientras éste estaba con ellos, pero no cuando se ausentaba. Con el más liberal, los límites fueron difusos y hubo problemas de convivencia. Finalmente, en el caso del profesor democrático, los resultados fueron mucho mejores. Así pues, generar un buen clima dentro del aula puede ser una herramienta muy poderosa para crear convivencia.

Así pues, ¿es posible mantener los límites y las normas sin un modelo que afecte a la autoestima de los niños?
Es importante buscar modelos que generen un clima positivo y social agradable. Hay escuelas  que están poniendo en práctica herramientas muy útiles. Un ejemplo de ello son las que tienen formación de mediadores. Cuando hay un conflicto, los propios alumnos median entre sus compañeros.

Interesante…
Hay escuelas que cuentan con espacios para la reflexión sobre normas y comportamiento. También hay centros que trabajan las emociones y la relajación. Todas estas prácticas hacen que el clima mejore y disminuyan las malas conductas.

¿Por qué cree que algunos niños se portan mal?
Pueden ser razones diversas: porque hay una indefensión previa, por venganza, porque quiere llamar la atención o porque quiere manifestar su poder, por ejemplo. Identificar el porqué del conflicto es clave para resolverlo.

¿Y qué tipo de estrategias se pueden aplicar?
Hemos de partir de dos ideas clave: la primera es que las relaciones han de estar basadas en el respeto, y la segunda es no hablar de castigos, sino de consecuencias lógicas y naturales. Por lo tanto, si un niño se deja el bocadillo en casa, la consecuencia lógica es que ese día el niño no desayune, o que sus compañeros compartan el desayuno con él. Pero si viene su madre corriendo y se lo trae, el niño no ve la consecuencia lógica de su acto.

¿En qué consiste el modelo psicodinámico?
Consiste en, ante una situación de conflicto, seguir estos cinco pasos. Lo primero que hacemos es expresar nuestros sentimientos. En segundo lugar, hay que manifestar las expectativas y decirles a los alumnos lo que esperábamos de ellos. Lo tercero es que el niño rectifique y asuma la consecuencia de lo que ha hecho. Si, por ejemplo, rompe algo, que lo arregle o que asuma su reparación. Por último, hay que dar opciones: o nos comportamos de forma correcta o habrá consecuencias lógicas. Si un niño no se ha estudiado el papel de la obra de teatro no hará la representación porque no se sabe el papel, pero no porque su profesor le prohíba hacerla.

Los castigos, entonces, mejor evitarlos, ¿no?
Correcto. Hay muchos autores que nos dicen que no es bueno castigar a los niños. Un castigo no inhibe una mala conducta, solo conseguimos que el transgresor sea más cauteloso, que no deje pistas y que sea más hábil. El castigo puede controlar una conducta puntual, pero no enseña al niño a adoptar un comportamiento ejemplar.

¿Qué otras claves debemos tener en cuenta?
Es muy importante también saber cómo decimos las cosas y cómo utilizamos la asertividad. Debemos intentar positivizar siempre los discursos y evitar el “no”. De esta forma conseguimos que el niño haga aquello que le pedimos. Cuantas más órdenes damos y más negativo es el mensaje, más probabilidades hay de que la conducta que queremos evitar se repita.

Pero si un niño no sabe comportarse, ¿qué hacemos?
Es importante enseñarle cuál debe ser el comportamiento correcto. Para ello, hay que buscar espacios para hablar de las normas y, si se puede, hacerlas entre todos.

¿Qué papel tienen las emociones en el control del comportamiento?
La gestión de las emociones es muy importante, porque a veces tenemos sentimientos que desconocemos y debemos aprender a gestionarlos. Existe una relación directa entre lo que siente un niño y cómo se comporta. En el momento en el que un niño está a gusto, su comportamiento es adecuado.

Los sentimientos también son importantes…
Hay que aceptar los sentimientos de los niños. Los adultos a veces no los tenemos en cuenta, y hay que ponerles nombre a los sentimientos, tipo  “Pepito, te veo muy enfadado” o “María, te veo muy triste”. Cuando pones nombre a los sentimientos, los niños sienten que se les entiende.

¿Qué 3 consejos daría a profesores que quieran poner en práctica modelos menos autoritarios?
Una primera idea sería que trabajen las normas en clase y que generen normas positivas, claras y coherentes. En segundo lugar, tener una actitud positiva y evitar los chillidos y las faltas de respeto. Los maestros deben ser conscientes de la forma en que se están comunicado con sus alumnos. Por último, debemos evitar los modelos conductistas para basarnos en modelos alternativos al castigo.

¿Cuál diría que debe ser la máxima de un profesor cuando entra en su aula?
Es importante que, como educadores y profesores, tengamos presente que debemos ser blandos con las personas pero duros con los problemas. Hay que escuchar a los alumnos y ayudarlos.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/metodos-autoritarios-solo-dan-resultado-corto-plazo/

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Rebeca Vargas: Educación para construir futuro

Por: Mariza Bafile

En ella encontramos la síntesis perfecta entre pasión y seriedad profesional. Rebeca Vargas, Presidente y CEO de US-Mexico Foundation, antes de dedicarse a esta encomiable actividad filantrópica, ha desempeñado importantes cargos en el mundo económico y en particular en el sector bancario.

Su carrera empezó en el BBVA inmediatamente después de haber concluido los estudios en el Instituto Tecnológico Autónomo de Mexico (ITAM). Había alcanzado ya una posición prestigiosa en el sector del mercado de derivados cuando decidió tomarse un tiempo para profundizar estudios en Estados Unidos.

– Era algo que deseaba mucho – cuenta Rebeca Vargas – mi hermana y yo estudiamos en una escuela francés y cada año nuestro padres nos enviaban a pasar los veranos en Francia. Fue algo que me abrió nuevos horizontes, siempre me gustó conocer diferentes países, hablar con personas de otros lugares, así que, si bien me encantaba el trabajo que estaba desarrollando en México decidí venir a Estados Unidos para cursar un MBA en Tulane University de New Orleans.

Siguiendo los pasos de la Universidad que preparaba a los alumnos a enfrentar las entrevistas de trabajo, Vargas, más para asumir un reto consigo misma que por una real convicción de querer quedarse en Estados Unidos, envía algunas solicitudes y asiste a citas de posibles empleos. Es casi con sorpresa que recibe varias ofertas, entre ellas una de Citigroup en Nueva York. Si bien significaba volver a comenzar de cero y dejar una carrera ya avanzada en México, decide aceptarla.

– Al principio fue difícil porque venía de un ambiente completamente distinto y aquí nadie me conocía, pero fui creando mi espacio y tuve la oportunidadad de llevar a cabo muchos proyectos en los ocho años en los cuales trabajé para esa institución.

La preparación, creatividad y determinación de Vargas son un boleto hacia el éxito y va escalando posiciones hasta ocupar el cargo de “managing director” y transformarse en una de las latinas más jóvenes y de más alto rango dentro de la institución bancaria. Uno de los proyectos más interesantes que desarrolló en esa época fue el de crear, dentro del Banco, un grupo dedicado a los mercados étnicos y en particular al mercado hispano.

– Yo sabía que muchos latinoamericanos no tenían cuenta bancaria, algo que resultaba muy negativo porque no les permitía tener acceso a crédito, así que me propuse cambiar esa situación. La idea surgió cuando el Citigroup adquirió Banamex. Escribí un mail a la CEO, quien aceptó mi propuesta, y empecé a trabajar en la creación de un grupo que, aún hoy, sigue llamándose “multicultural segment” y está enfocado en crear nuevos productos dirigidos esencialmente a las comunidades latina y asiática. Me dediqué también a un trabajo adicional, la creación de una red de empleados hispanos, algo muy hermoso porque empezamos a cambiar la cultura dentro del banco y los mismos empleados pudieron realizar actividades vueltas a mejorar la relación con los bancos dentro de la comunidad latina. Paralelamente trabajamos con la oficina de recursos humanos para que se reclutara a un mayor número de empleados latinos.

Rebeca Vargas permitió y difundió el uso del español también en las oficinas del banco y recuerda casi con emoción la charla que tuvo con una secretaria, quien, en voz baja, le agradeció lo que estaba haciendo para los hispanos dentro y fuera de la institución. Le confesó que para ella era muy importante poder vivir su identidad latina también en el trabajo y superar así una difícil dicotomía entre la vida privada y la profesional.

Fue tan positivo el trabajo de Vargas que se regó la voz y la llamó el CEO de Chase para realizar un proyecto similar. Era un nuevo reto que asumió con la misma energía de siempre dando comienzo a otra etapa muy productiva de su vida profesional. Surge así, gracias a Vargas, el segmento multicultural también dentro del Chase. Confiando plenamente en su capacidad los dirigentes le permiten crear campañas de marketing innovadoras y exitosas como la que desarrolló junto con Telemundo a través de la integración del banco en una telenovela, para la cual crearon también finales alternativos en una página internet.

– Fue muy divertido e interesante. Cuando dejé esa posición entre el 24 y el 27 por ciento de las nuevas cuentas pertenecían a hispanos.

Será con J.P. Morgan cuando Vargas empezará a incursionar y apreciar el mundo de la filantropía así que, cuando la llaman de la Fundación México-Estados Unidos, acepta con gusto.

– Estoy feliz porque es un reto mucho más complejo de lo que imaginaba. La búsqueda de fondos es lo más difícil pero la parte creativa y sus resultados en la vida de las personas son profundamente satisfactorios.

En un primer momento la Fundación tenía como objetivo el de recaudar fondos para financiar programas que desarrollan otras asociaciones sin fines de lucro, en México, sobre todo en el área de la educación. Tras la llegada de Vargas a la presidencia, se ha mantenido esa actividad pero también se han sumado otras que la Fundación realiza directamente en Estados Unidos.

rebeca vargas

– Uno de los proyectos está dirigido a empoderar a los jóvenes mexicanos quienes viven aquí o en México, a través de programas educativos binacionales en las áreas de ciencia, tecnología y matemática y también del idioma inglés. Nos interesa mucho acercar la diáspora mexicana a su país de origen. Consideramos fundamental que los jóvenes conozcan México, que en sus mentes y corazones haya un espacio para nuestro país. Lamentablemente nuestra comunidad está muy dividida, hay mexicanos indocumentados, jóvenes de segundas y terceras generaciones, empresarios que han establecido aquí sus negocios y otros que vinieron a estudiar y son profesionales destacados. Nosotros tratamos de favorecer puentes de encuentro entre esos grupos y también entre ellos y México, para crear un sentido de comunidad así como existe entre otros inmigrantes europeos. 

Convencida de la importancia de la educación en el crecimiento humano y profesional de todos y en particular de las mujeres la Fundación que dirige Rebeca Vargas está desarrollando un proyecto dedicado exclusivamente a las jóvenes quienes viven en comunidades indígenas o en zonas rurales, y estarían destinadas a una vida dedicada al hogar y a oficios muy humildes. Luchando en contra de carencias económicas y costumbres culturales ancestrales, US-Mexico Foundation, ofrece un programa de mentoría en ciencia y tecnología a esta jóvenes, para ayudarlas a ingresar en las Universidades.

– Durante todo un año asignamos a cada una de ellas una mentora, una profesora con experiencia, quien les da entrenamiento y las prepara para aplicar a distintas carreras. A veces les presentamos casos de otras mujeres exitosas que vienen de contextos similares, y han tenido que superar muchos de los problemas que ellas mismas deben enfrentar. Son ejemplos que las estimulan mucho. También las llevamos a empresas, espacios culturales como museos y, al final del año, a quien ha terminado satisfactoriamente sus tareas regalamos un viaje a Nueva York. El año pasado trajimos a 60 chicas quienes estuvieron aquí 10 días. Son experiencias que les cambian la vida. Son muchachas quienes nunca habían subido a un tren, metropolitana, barco y mucho menos a un avión. Aquí quedaron en los dormitorios de CUNY viendo por primera vez como se desarrollaba la vida en un campus universitario. Lo más bonito es que la tasa de deserción de este programa fue del 1,5 por ciento. Perdimos solamente a una niña indígena que fue imposible rescatar porque ya estaba prometida en matrimonio. Las otras participaron todas y todas lograron entrar en la Universidad. El 85 por ciento está estudiando carreras relacionadas con ciencias, tecnología y matemática. Empezamos este programa en colaboración con el estado de Puebla pero se han ido sumando otros como Sonora y Nuevo León así que el programa está creciendo y podremos ayudar siempre a más jóvenes.

rebeca vargas

Participants of the 1000 Girls-1000 Futures program, visiting Times Square

Otro proyecto que le regala igual satisfacción es el que dedica a los “dreamers”, jóvenes quienes llegaron niños, crecieron en este país sin conocer otra patria y sin embargo no tienen derecho a la nacionalidad norteamericana. Con amargura Vargas recuerda la gran cantidad de deportaciones que ha caracterizado estos años a raíz de las leyes que emanó la administración Obama, aunque gracias al programa DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals) muchos “dreamers”, aún sin tener acceso a la nacionalidad, pueden vivir sin miedo y pueden trabajar legalmente.

El programa que US-Mexico Foundation dedica a ellos se llama “One Thousand Dreamers, One Thousand Leaders” y está dirigido a poner en contacto a los dreamers quienes han vuelto a México con aquellos que han quedado aquí. Ofrece asimismo el apoyo de un profesionista en el área de estudio de cada uno para ayudarlos a culminar exitosamente una carrera universitaria. Muchos de estos jóvenes son los primeros de sus familias en estudiar así que no pueden contar con ayuda dentro de sus casas. El mentor es su guía y, en la medida de lo posible, tratan de que sean docentes hispanos para empezar a romper algunas de las barreras que hay dentro de la comunidad mexicana.

– Somos todos inmigrantes, no importa cómo y por qué llegamos aquí, así que lo mejor es unirnos, trabajar juntos y apoyarnos como una sola comunidad. Con esta finalidad organizamos también eventos para que “dreamers” de distintas ciudades de Estados Unidos puedan conocerse y quedar interconectados entre ellos. En el programa están previstos asimismo viajes de “dreamers” a México para que descubran la cultura, las bellezas históricas y naturales de un país al que pertenecen pero que conocen muy poco.

El rostro de Rebeca Vargas se ilumina al hablarnos de los muchos proyectos que lleva adelante con US-Mexico Foundation. Su determinación, pasión y voluntad no conocen límites ni barreras. Convencida de que “ahora es cuando hay que echarle con más ganas a lo que hacemos y trabajar con mayor entusiasmo”, está dispuesta a superar cualquier muro y dificultad, con la misma sonrisa optimista con la cual ha enfrentado otros muchos retos durante su vida personal y profesional.

Fuente:https://www.viceversa-mag.com/rebeca-vargas-entrevista-educacion-construir-futuro/

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Estados Unidos: Entrevista al rector Carlos Castilo Chávez: “Yachay Tech forma gente que será capaz de crear nuevo conocimiento”.

América del Norte/Estados Unidos/24.01.2017/Autor y Fuente: http://nodaluniversidad.am/

Vendió su casa en Arizona, Estados Unidos, para empezar una nueva vida en Imbabura, la provincia que lo acoge desde noviembre, cuando recibió el nombramiento como nuevo rector de Yachay Tech, la universidad ubicada en el cantón San Miguel de Urcuquí. Al científico, de origen mexicano Carlos Castillo le entusiasma la idea de dejar el paisaje desértico de Arizona para vivir rodeado de montañas.

Este investigador fue reconocido por muchos como el líder intelectual y uno de los modelos más distinguidos a seguir entre la comunidad de científicos e ingenieros hispanos en Estados Unidos.

Usted ha formado a varias generaciones de científicos latinos, ¿qué oportunidades tienen estos investigadores en Estados Unidos, un país tan competitivo en ese campo?

Es un proceso complicado para todos, tanto para latinos como para americanos, porque en Estados Unidos no hay ninguna preferencia a la hora de contratar a científicos para diferentes áreas. En realidad, la competencia es muy dura, pero  me he dedicado a crear programas que los preparan para ser los mejores. Mi labor también se ha enfocado a formar a mujeres científicas. El número de ellas ha aumentado de manera significativa, pero el problema ahora es evitar que abandonen su carrera una vez que han logrado cierto grado de éxito, porque muchas de ellas también son madres y esposas y, a diferencia de los hombres, cumplen al mismo tiempo con varias tareas nada fáciles.

¿Por qué dejó su cargo de director en un centro de investigaciones en Arizona para venir a Yachay Tech?

Por egoísta. Muy pocas veces en la vida uno tiene la oportunidad de participar en un proyecto de tremenda transcendencia no solo para Ecuador, sino para la región, y que me den la oportunidad de ser parte de un proyecto tan importante para el futuro de Ecuador y América Latina.

Hay numerosas universidades e institutos de investigación a escala mundial que promueven la excelencia académica, Yachay es un ejemplo en Ecuador. ¿No cree que estos centros también fomentan una suerte de elitismo académico?

Depende de cómo se maneje. Fui profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y un aspecto que es fundamental es promover la participación del mejor talento de todo el país y me parece que Yachay lo hace, porque tiene estudiantes de todo el país. Es importante que todos tengan  acceso a la mejor educación posible para que contribuyan en la resolución de los principales problemas de Ecuador. Nelson Mandela decía que la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo.

¿Cree que es una prioridad conectar a Yachay con el sector productivo?

Estamos tratando de hacerlo, tenemos un centro de transferencia de tecnología que está empezando a funcionar. Es importantísimo que el conocimiento tenga una oportunidad de impactar directamente en la economía de Ecuador y eso tiene que involucrar al sector privado.

¿En Yachay se forman emprendedores o académicos?

Líderes académicos que tienen una visión más profunda de lo que eso significa.

¿Y qué significa?

Que quieren hacer investigación de impacto. Lo importante es formar investigadores de alto nivel que quieran cambiar al país.

¿No existe el riesgo de que los jóvenes estudiantes que se gradúan en Yachay Tech estén sobrecalificados?

La realidad del país demanda gente del mayor nivel posible. No preparamos a jóvenes para que ocupen los trabajos del siglo XX, los preparamos para que se desempeñen en los empleos del siglo XXI. Aunque aún no se sabe con certeza qué áreas serán importantes en los próximos 10 años, es fundamental formar gente capaz, preparada, autodidacta y que pueda crear nuevo conocimiento.

¿Estos jóvenes, sin embargo, podrían encontrar mejores oportunidades en otro país si las condiciones para su desarrollo profesional no son las más adecuadas en el Ecuador?

Por supuesto, esto siempre es posible y hay mucha gente que piensa: “me estoy preparando para quizás irme fuera del país”, pero quienes llegamos de fuera vemos tantas oportunidades de crecimiento en nuestros países. Es necesario crear la mentalidad de que es posible crear industrias, promover la conformación de centros de investigación, por ejemplo.

¿Por qué considera necesario que Ecuador tenga un Yachay Tech, si el país ya cuenta con universidades reconocidas?

No solo Ecuador debe tener un Yachay Tech, todo país en América Latina debería tener un centro de investigación de este tipo. Hay que indicar también que Yachay Tech no va a resolver todos los problemas de Ecuador ni tampoco es el centro de educación responsable de proveer de una educación de alta calidad a todo el pueblo ecuatoriano; lo que va a crear es una serie de estándares basados en crear un programa de educación, a través de la investigación. Es así que los estudiantes en el momento que ingresan a la carrera están involucrados en la creación de conocimiento, en la exploración de nuevas tecnologías. Ciertamente hay investigadores excelentes en otras instituciones, pero en estas no existe una investigación intensa y de escala internacional como Yachay Tech. Lo importante es ser líderes mundiales en lo que hacemos.

¿Qué proyectos emprenderá en esta universidad?

Buscamos crear programas de doctorado; estamos a punto de completar el primer programa de doctorado en Geología y dentro de un año tendremos 5 programas de doctorado.

Eso significa que no tendremos que gastar fortunas estratosféricas para enviar a gente a que se especialice en el exterior. Vamos a hacerlo aquí y siempre con colaboraciones internacionales.

¿Cómo piensa lograrlo?

Buscamos propiciar un diálogo y para ello tenemos que visitar a los rectores de las diferentes instituciones educativas. Todavía tengo mucho que aprender, porque mi nombramiento empezó en noviembre y he estado tramitando papeles.

¿Usted ampliará las relaciones con otras universidades del mundo?

Sí, aunque ya existen y por eso se explica los valiosos profesores que tenemos. Muchas de ellas son relaciones personales, por ejemplo, el programa de doctorado de Geología será en colaboración con una universidad en Alemania. ¿Y por qué lo hacemos así? Porque construir la infraestructura que necesitan lleva tiempo y queremos empezar a contar ya con un talento humano extraordinario y lo haremos en colaboración con esta universidad para empezar a utilizar sus laboratorios sin pagar.

¿Yachay siempre esperará fondos estatales para financiarse o algún momento gestionará sus propios recursos? ¿Qué ocurre con las universidades en Estados Unidos?

Las universidades de Estados Unidos no se autofinancian, muchas de ellas se mantienen por el cobro de altísimas colegiaturas. Por ejemplo, si eres estudiante en el sistema educativo del estado de California y eres residente de ese estado debes pagar más de $ 20 mil por año, pero si vienes de otro Estado, tienes que pagar $ 40 mil al año. Entonces, eso del autofinanciamiento no es cierto. Por otro lado, en Estados Unidos, existe la posibilidad de competir por dinero para investigación. La National Science Foundation (Fundación Nacional para la Ciencia) tiene un presupuesto de $ 8 billones; el Instituto Nacional de Salud, $ 30 billones, de hecho, esta última es la tercera parte de lo que representa el presupuesto de Ecuador. También hay que decir que todos los ministerios tienen cientos de millones destinados para investigación.

Entonces, ¿cree que Yachay también puede competir por recursos económicos?

Vamos a competir por ese dinero, aunque es internacional. La probabilidad de ganar ese dinero en Estados Unidos es del 10%, lo que significa que la competencia es bien dura, pero también vamos a competir por el dinero de la Unión Europea y por muchos lugares para tratar de encontrar diferentes maneras de financiar la investigación. Claro que lo tenemos que hacer, porque es fundamental. Otro de los objetivos es trabajar con la industria. Es clave convertirse en un centro de transferencia de tecnología, donde podamos ofrecer servicios a diferentes comunidades para obtener recursos. En definitiva, vamos a hacer hasta lo imposible para lograr obtener fondos que nos ayuden. Es fundamental señalar que Yachay ya recibe financiamiento internacional, por ejemplo, de la Unión Europea por $ 150 mil. En realidad, ser autosustentable ya es parte de Yachay Tech.

¿Es posible equipar Yachay Tech a algún otro tipo de proyecto educativo?

Es una universidad revolucionaria. Tengo que decirle que es muy difícil cambiar a las universidades ya establecidas. Por ejemplo, la mayoría de las universidades americanas está definida por departamentos: Biología, Química, Matemáticas. Muchos de los problemas que tenemos sobre sostenibilidad y energía no pertenecen a esas escuelas. Tenemos profesores que hacen investigación básica, lo cual es  importante, pero que, rara vez, colaboran para desarrollar investigación aplicada.

¿Y en qué se diferencia Yachay?

Yachay combina bien las ingenierías y las ciencias en cada una de las escuelas y, además, hay una estructura flexible en este lugar. Por otro lado, no queremos crear una institución que se torne rígida y que después de 20 años se mantenga igual.

Su trayectoria académica

Una carrera exitosa

El nuevo rector de Yachay es matemático, biólogo y científico social de origen mexicano que tiene una carrera brillante en Estados Unidos, donde ha ejercido distintos cargos como profesor y director. Su investigación y cátedra es altamente interdisciplinaria.

Fuente: http://nodaluniversidad.am/entrevista-al-rector-carlos-castilo-chavez-yachay-tech-forma-gente-sera-capaz-crear-nuevo-conocimiento/

Imagen: http://nodaluniversidad.am/wp-content/uploads/2016/12/45b75e4566640ccc70ea19fb211cbcef_XL.jpg

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Entrevista: Claudio Suasnábar: “No es justo comparar a las universidades nacionales con las de países que tienen ingresos selectivos”.

América del Sur/Argentina/24.01.2017/Autor: Cristina Pauli/Fuente:http://conadu.org.ar/

– CONADU: ¿Qué está pasando en nuestras universidades? ¿Qué está pasando con los alumnos en las universidades nacionales?

– CLAUDIO SUASNABAR (CS): En realidad están pasando muchas cosas y hay muchas líneas de trabajo. Hace unos días salió en el diario La Nación un informe del centro de estudios que tiene Alieto Guadagni que planteaba, con un titular medio catástrofe, que en las universidades públicas el 44 por ciento de los alumnos aprueba una materia por año. Por un lado, ese trabajo da cuenta de una realidad que sobre todo puede observarse en la graduación. O sea, uno de los temas que tiene la universidad argentina es la baja graduación. Pero el trabajo de Guadagni compara universidades y saca lo que se llama costo por alumno, y te marco un dato: si bien Argentina tiene un 14 por ciento de graduación y es uno de los más bajos de América latina, Brasil tiene 19 por ciento y Chile 15 por ciento. Lo más interesante es cuando uno compara qué pasa en los países centrales: por ejemplo, en Australia el porcentaje de graduación es del 66 por ciento; en Finlandia, del 56 por ciento; y en Japón, del 41 por cierto. Pero en realidad se están comparando países que tienen ingresos selectivos. En el caso de Argentina en un punto es más entendible esta lentitud de los estudios porque no existe selección. Pero en aquellos que tienen selección uno podría decir tampoco es mecánica esa relación.

La otra cuestión que señala Guadagni, que me parece más peligrosa, es cuando él hace una suerte de división del presupuesto que recibe cada universidad y lo divide por la cantidad de alumnos o por la cantidad de graduados, con la cual da cifras muy grandes. En este punto hay que ser más bien cuidadoso, porque en realidad uno le imputa al costo de ese alumno un conjunto de otras funciones que también hace la universidad y que incluye el presupuesto; por ejemplo, la investigación, la extensión y los servicios a la comunidad. O sea, le estamos cargando al costo de ese alumno otras funciones.

Pero además me tomé la libertad de buscar en el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 2011, que se llama Education Anglaise, y encontré una serie de indicadores internacionales que marcan que en Australia el costó por alumno es de 65.334 dólares y en Bélgica de 44.911 dólares. El promedio de la OCDE es de 57.700 dólares. Te diría, entonces, que no es ni más caro ni más barato porque la comparación es errada, porque ¿por qué razón tendríamos más o menos los mismos costos por alumno en nuestro sistema que no es selectivo?

Lo que quiero decir es que quizás no son justas las comparaciones si uno no las pone en contexto. Esto no quiere decir que Argentina no tenga un problema y que haya que pensar alternativas para mejorar el rendimiento de los alumnos. Lo que sí es necesario ir más allá de estas comparaciones simples y visualizar un poco más la complejidad; y esa complejidad tiene que ver con que la heterogeneidad de la matrícula que tienen nuestras universidades plantean verdaderos desafíos institucionales que tiene que ver con definir políticas. Esa heterogeneidad o esos problemas no es que no los tengan los países centrales, pero la diferencia es que el ingreso selectivo excluye a una parte de la población que deriva a otras ofertas educativas y que por tanto no se carga ese costo.

A pesar de ello, aún en los países centrales la baja graduación en relación a estas condiciones también es un problema. Y de hecho, si uno mira por Internet, hay un gran debate a nivel mundial respecto a este tema de la retención y la graduación desde el campo de la psicología, de la sociología y de la educación superior. Pero, por supuesto, son otros los problemas y por tanto ahí hay un elemento más para ponerlo en contexto.

Lamentablemente los debates en Argentina tienden a ser medio efectistas…

– CONADU: Porque a veces pareciera que tienen otros intereses. Este informe tampoco se mete con lo que pasa en las universidades privadas.

– CS: No, porque las universidades privadas son más reticentes a proveer datos. Pero sin meternos en ese planteo, me parece que hay que tratar de mirar más en contexto estas cuestiones, sin obviar los problemas y sin decir que está todo bien. No ayuda mucho a pensar alternativas las comparaciones simples, porque pueden llevar a conclusiones erradas sin pensar en la complejidad.

– CONADU: Claro, y no pensar también si como Estado queremos que la educación superior sea un derecho, que es lo que en nuestro país se está haciendo carne de algún modo. Tendremos que mejorarlo y estamos en un montón de propuestas como para que eso sea ejercido con la mayor de las equidades. Pero si uno ni siquiera puede anotarse en la universidad, lejos está de ejercer su derecho a la educación superior.

– CS: Tal cual. Y es el gran debate que tienen los países centrales: cómo garantizar ese derecho. Muchos lo tienen a partir de sistemas muy diversificados, en el sentido de que hay distintas ofertas para tipos de población. Ni que hablar de los sistemas que son arancelados. El caso de Australia es claramente uno de los sistemas más fuertemente arancelados, o Chile. Decíamos que Argentina tiene el 14 por ciento de graduación, Chile tiene el 15 con examen de ingreso, cupo y arancel.

Entonces la pregunta es: ¿cuán eficaz, aun en los términos que se plantea de eficacia costo-beneficio, es un sistema que tiene baja graduación con todos esos filtros que plantea? Me parece que es errado el planteo en sí mismo.

– CONADU: Pensando en la propuesta de CONADU de fortalecer los primeros años universitarios, ¿puede el alumno perseverar en la formación?

– CS: Totalmente. Te diría que es casi el mismo efecto que la asistencia al preescolar en la educación primaria. Está demostrado mundialmente que esos años previos generan condiciones cualitativamente diferentes para el acceso a la alfabetización. En el caso universitario te diría que el lugar crítico son esos primeros años, y ahí se juega buena parte de la suerte de muchos de los jóvenes.

Entonces, la propuesta que hace CONADU en ese sentido avanza mucho más en una discusión a partir de una estrategia integral como se plantea, que es complementar los sistemas de becas con dispositivos institucionales que tienen que ver con lo que acontece en las cátedras, con las formas de enseñanza, con la posibilidad de compensar a lo largo del tiempo esas falencias que muchas veces se arrastra del nivel medio. En ese sentido me parece que CONADU levanta la discusión a partir de reconocer la complejidad que tiene esta situación. Y a partir de la voluntad se hace realidad ese derecho para muchos jóvenes.

Entrevista hecha por Cristina Pauli y desgrabada por Gabriel Di Battista.

Fuente: http://conadu.org.ar/claudio-suasnabar-no-es-justo-comparar-a-las-universidades-nacionales-con-las-de-paises-que-tienen-ingresos-selectivos/

Imagen: http://conadu.org.ar/wp-content/uploads/claudio-300×192.jpg

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Entrevista a Carmen Muñoz “Los colegios cada vez están más abiertos a las dinámicas de trabajo en red. No hay ya escuelas cerradas a lo que pasa en la realidad”

 24 de enero de 2016/Fuente: eldiariodelaeducacion

La interacción de entidades públicas y privadas, municipales, educativas y sociales, entre otras, se está convirtiendo en algo muy habitual, por necesidad y por convicción. Hablamos con Carmen Muñoz sobre uno de los proyectos de Fundación La Caixa en Palma de Mallorca.

Carmen Muñoz trabaja en el programa de la Red CaixaProinfancia en uno de los entornos de mayor vulnerabilidad social de Islas Baleares, el barrio del Arenal que comparten Palma de Mallorca y Llucmajor. Allí pelea para que los niños -y familias- no perpetúen el círculo de la pobreza y evitar así situaciones como estas. En un barrio deprimido que habitan 8.500 personas, el proyecto acoge de momento a unas 350 familias junto al Ayuntamiento y otras entidades. Muñoz reitera durante la entrevista la importancia de la coordinación entre organismos, la novedad que supone haber establecido un catálogo único de servicios y la importancia de trabajar no solo con los menores sino también con las familias.

¿En qué consiste el proyecto?

Lo iniciamos en 2013 en el barrio del Arenal. Se ha hecho una contextualización de cuál es la situación: un barrio en las afueras de Palma, con una masificada ocupación turística en verano, pero de baja calidad, y sin ocupación en invierno; un barrio casi desierto donde viven las familias que luego pueden llegar a trabajar en verano en temporada turística.

La mayoría de las familias del Arenal son monomarentales, con entre 3 y 4 hijos. Tienen un nivel formativo ocupacional muy bajo. Sin graduado escolar, etc. Tienen una necesidad de formación específica. ¿Por qué se determina el Arenal como zona de interés para intervenir? Por la situación sociodemográfica que nos encontramos y, además, por este interés por parte tanto de Fundación La Caixa, como del Ayuntamiento de Palma y otras entidades, de intervenir de forma conjunta.

Se hacen una serie de análisis y se determina como objetivo la detección, prevención y atención de las situaciones de necesidades. La estrategia es la constitución de una mesa de infancia para detectar necesidades y trabajar entre todos. Desde 2013 hasta 2015 se hizo como proyecto piloto y ahora ya es un proyecto de barrio para la infancia y la juventud. Otro aspecto muy importante ha sido la constitución de un catálogo único de servicios para todas las familias del Arenal, donde no importa quién está prestando el servicio y de quién sea la titularidad, sino cubrir las necesidades de las familias del Arenal.

¿Puede ser un poco más específica con las características del proyecto?
La catarsis final fue el momento en el que nos dimos cuenta de la necesidad de establecer este catálogo único, donde no es que yo APN o yo Ayuntamiento pongo una prestación y tú puedes derivar los menores, sino que ponemos todos los recursos en una bolsa y a partir de ahí se atienden las necesidades de las familias. Es una perspectiva totalmente diferente. Hay prestaciones de servicio, de ocio, de tiempo libre, de refuerzo educativo, de competencias familiares, para menores, para adolescentes… Hay una prestación de ayudas económicas que hace el Ayuntamiento de Palma, hay campamentos, colonias urbanas, proyectos dentro del instituto con los educadores sociales del Ayuntamiento, hay fútbol. Cuando llegamos a esta cartera conjunta de servicios, lo importante es la actividad y lo que se puede hacer y no quién la financia.

¿Tan raro, tan poco habitual es que haya este nivel de coordinación?
Normalmente hay colaboración para trabajar conjuntamente, pero cambiarnos el gorro… un compañero dice que hemos pasado de trabajar con diferentes champiñones a hacerlo con el mismo. Todos sabemos lo que hay en Arenal, qué servicios y cuáles son las necesidades que  hemos evaluado y marcado como prioritarias. Lo que es más diferente es que se pase de esta colaboración a una coordinación efectiva, es una visión diferente. Por eso estamos llevando a cabo estos programas en diferentes comunidades autónomas. El objetivo no es crear la mesa conjunta, pero sí la estrategia para llevar a cabo la prestación de servicios.

¿Está entrando el sector privado donde no llega el público?
Para nosotros es muy importante la colaboración entre iniciativa privada y pública. La iniciativa pública no puede cubrir estas necesidades. Hay una necesidad de ampliación de presupuestos constante, y las entidades, tanto públicas como privadas, tenemos un techo de gasto. Por eso es importante que todo el mundo esté poniendo los recursos y que haya una coordinación efectiva. Lo importante es cubrir las necesidades entre todos, no decir: “Yo solo cubro el refuerzo educativo para adolescentes y me desentiendo de la primaria”. Ponemos en común y, a partir de ahí, marcamos un catálogo conjunto de servicios.

¿Estos programas tienen más la intención de mitigar o se puede ir más allá?
Para nosotros el objetivo principal es la prevención, sobre todo con los menores. Existe un problema importante que hemos marcado como necesidad de futuro: lograr la inserción laboral de las familias que participan. Sin inserción laboral difícilmente vamos a romper el círculo de la pobreza. Necesitamos un programa específico de formación e integración laboral de las familias. Pero todo lo que hacemos en el proyecto es de detección y prevención de situaciones futuras con estos menores.
Romper el círculo de la pobreza, que los niños en situación de pobreza hoy no sean padres en situación de vulnerabilidad mañana, es uno de los objetivos más importantes del proyecto.

Lleváis tres años de programa, ¿habéis evaluado resultados?
Se han hecho evaluaciones de entrevistas individuales, grupos de discusión, etc. Hay resultados muy positivos en cuanto a la mejora para las familias con el acompañamiento, las actividades de ocio por las tardes. Es importante que las familias puedan tener también tiempo para ellas mismas.
Hay una mejora evidente en los resultados académicos de todos los menores y en el trabajo de coordinación y cooperación de todos los agentes del barrio.

¿Hay un siguiente paso?
El objetivo es mantener la mesa de infancia, incorporar más agentes, por ejemplo mantener la colaboración con la asociación de hoteleros. En Mallorca tenemos el objetivo trasladar el modelo del Arenal a otros entornos de vulnerabilidad social que hemos detectado.

¿Se ha notado mucho la crisis? ¿Hay más familias en situación de vulnerabilidad, o quizá las que ya lo estaban lo están más aún?
Aseguramos que las situaciones de pobreza y exclusión social no se deben a la crisis. Antes ya había situaciones muy graves. El 35% de las familias del estado español estaban en situación de vulneración social. Está claro que la crisis ha aumentado y complicado circunstancias. Desde los organismos que trabajamos en el día a día denunciamos que la crisis no ha finalizado para las familias en situación de vulnerabilidad social. No estamos de acuerdo con los datos de mejora macroeconómica.
En las islas hemos tenido tres años de temporadas turísticas con picos de los más altas de la historia. Pero, aún así, la situación es grave. El 28% de la población está en situación de vulnerabilidad social en las Baleares. El 10% vive con ingresos inferiores a 330 euros. Hay un repunte de trabajadores pobres, vinculado sobre todo a una estacionalidad turística, contratos precarios, etc. ¿La crisis ha empeorado situaciones? Por supuesto. ¿Se han creado nuevas? Por supuesto. ¿Estamos saliendo de la crisis? Para nosotros, no. ¿Qué hay que hacer? Tenemos que marcar una estrategia multidimensional con todos los agentes implicados (empresas, iniciativa pública, entidades sin ánimo de lucro…) y una estrategia integral de lucha y crecimiento social y económico de forma cohesionada. No nos sirve que salgan unos cuantos de estas situaciones de pobreza.

Has mencionado el abandono escolar, que entiendo que es uno de los problemas más graves. ¿Cómo se lucha contra él? ¿Cómo se convence a un chaval de que no gane dinero ‘fácil’ con el turismo y que siga estudiando?
Hay muchos factores en el abandono escolar. El acompañamiento al menor es clave durante la primaria y la secundaria. No solo el refuerzo con los deberes, también que vea esas capacidades de responsabilidad, de ir creciendo poco a poco y que los fracasos dentro del ámbito educativo no le lleven a tirar la toalla.
Es muy importante el acompañamiento educativo pero también en cuanto a competencia familiar. Por eso dentro del proyecto ofrecemos los talleres de competencias familiares para menores y adolescentes. Es importante este acompañamiento, cuando el menor tiene que estar ahí para la familia y viceversa. No es suficiente el refuerzo educativo. Tiene que haber un conjunto de actores y servicios socioeducativos.

¿Qué papel juega la escuela en estas situaciones?
Nosotros intentamos desde el primer momento que las escuelas participen de la mejor manera posible. Tenemos el problema de que los profesores no tienen tiempo para tratar aspectos de la escuela fuera del horario. Tienen horas de clase constantemente y muy poco tiempo para coordinarse con otros agentes del ámbito socioeducativo. O te adaptas mucho a sus tiempos o es muy difícil que vengan a participar.
Vimos esta necesidad como clave desde el principio: o nos adaptamos a sus tiempos para hacer dinámicas conjuntas o los vamos a perder por el camino. Luego, por supuesto, hay profesionales que se esfuerzan más y otros menos, pero creo que los colegios cada vez están más abiertos a las dinámicas de trabajo en red y comunitario. No hay ya escuelas cerradas a lo que pasa en la realidad.

¿Deduzco de esto que es más una cuestión de voluntad del profesorado de que el sistema lo permita?
Creo que es un poco de las dos. El sistema no lo propicia porque no tienen tiempo de gestión de profesores, y hay profesorado que tiene más iniciativa que otro.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/01/10/los-colegios-cada-vez-estan-mas-abiertos-a-las-dinamicas-de-trabajo-en-red-no-hay-ya-escuelas-cerradas-a-lo-que-pasa-en-la-realidad/

Imagen: eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2017/01/DSC_0760_converted-768×514.jpg

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Boaventura De Sousa Santos: El mundo se encamina a rupturas

entrevista/24 de enero de 2017/Fuente y autor:  Sarah Fernandes/Revista do Brasil, RBA. Pressenza.

Para el profesor de la Universidad de Coimbra, la lucha entre ideales democráticos y capitalismo en crisis llevará a rupturas del calibre de las revoluciones de comienzos del siglo XX. “Esperemos que menos violentas”.

Poca gente en el planeta observa la geopolítica mundial con la lucidez de Boaventura de Sousa Santos. Catedrático jubilado de la Facultad de Economía de la Universidad de Coimbra, Portugal, y profesor emérito de la Facultad de Derecho de la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, Boaventura es también profundo conocedor de la realidad del Brasil, donde pasó a ser más conocido a comienzos de este siglo al organizar y participar en ediciones del Fórum Social Mundial y donde estuvo recientemente para lanzar su nuevo libro, “La difícil democracia” (Editora Boitempo).

Al analizar el complejo escenario político y económico global, el profesor considera incompatible la coexistencia de la democracia y las modernas sociedades capitalistas. Para él la democracia, limitada al nivel de sistema político, siempre sucumbe –en la práctica­– a los tres modos de dominación de clases: capitalismo, colonialismo y patriarcado. El resultado, con alguna variación de tonos aquí y allá, es la prevalencia de un fascismo social. Véase el caso brasilero en el cual, según Boaventura, la democracia tenía más intensidad antes del “golpe parlamentario-mediático-judicial”, de lo que tiene ahora. Ahora la simple composición del gobierno muestra cómo la democracia es más capitalista, colonialista y patriarcal. ¿Y eso que tiene que ver con el fascismo social?

Su definición de las situaciones en que el fenómeno ocurre, sonará familiar: cuando una familia tiene comida para dar a sus hijos hoy pero no sabe si la tendrá mañana; cuando un trabajador desocupado se ve obligado a aceptar las condiciones ilegales que el patrón impone; cuando una mujer es violada camino a casa o asesinada en casa por su pareja; cuando pueblos indígenas son expulsados de sus tierras o asesinados impunemente por capangas al servicio de latifundistas; cuando jóvenes negros son víctimas de racismo y de brutalidad policial en las periferias de las ciudades.

“En todos estos casos las víctimas son formalmente ciudadanos, pero no tienen realmente ninguna posibilidad de invocar eficazmente derechos de ciudadanía a su favor”, define el profesor. Las víctimas de fascismo social, por lo tanto, no son consideradas plenamente humanas, como él resume. Boaventura ve también en los planes del actual gobierno, un potencial devastador de debilitamiento de la democracia y de aumento brutal del fascismo social. Lea a continuación la entrevista completa, concedida a la Revista do Brasil.

¿Es posible que una democracia plena funcione en un sistema capitalista globalizado, neoliberal y con medios oligopólicos?

En las sociedades capitalistas en que vivimos y que, por cierto, además de ser capitalistas son colonialistas y patriarcales, no es posible una democracia plena porque ésta sólo opera (y aun así con muchos límites) al nivel del sistema político, mientras las relaciones sociales directamente resultantes de los tres modos de dominación –capitalismo, colonialismo y patriarcado, o sea las relaciones patrón/trabajador, blanco/negro o indígena, hombre/mujer– sólo pueden ser democratizadas muy marginalmente a partir del actual sistema político. Es más: se torna virtualmente imposible cuando el propio sistema político es dominado por patrones, por hombres y por blancos. Al dejar un vasto campo de relaciones sociales por democratizar, la democracia es siempre de baja intensidad. Pero obviamente hay grados de intensidad y los grados cuentan mucho en la vida de las personas. La democracia brasilera tenía más intensidad antes del golpe parlamentario-mediático-judicial, de la que tiene ahora. La simple composición del gobierno muestra cómo la democracia es ahora más capitalista, colonialista y patriarcal.

¿Cómo sería la democracia del futuro? ¿En qué necesitará romper con la democracia que tenemos hoy?

La democracia que tenemos no tiene futuro, porque las fuerzas sociales y económicas que actualmente la dominan y manipulan están poseídas de tal voracidad de poder, que no pueden aceptar los resultados inciertos del juego democrático cuando éstos no les convienen. La manipulación mediática y el fraude electoral (constitutivo en el caso de los Estados Unidos) van a acabar sacándole cualquier vestigio de credibilidad a la democracia. En estas condiciones, en el futuro próximo la lucha por el ideal democrático implicará una ruptura del mismo calibre que el de las revoluciones de la primera mitad de siglo XX. Esperemos que menos violenta. Será una democracia de nuevo tipo que buscará garantizar el máximo de autonomía del sistema político en relación a los tres modos de dominación ya mencionados –para lo que será necesaria una Asamblea Constituyente originaria– para, a partir de ese sistema político: a) presionar hasta el límite la dominación capitalista en nombre de la igualdad socioeconómica, por vía de la redistribución de la riqueza, de los derechos laborales, del acceso a la tierra, de impuestos progresivos, del reconocimiento de otras formas de propiedad además de la privada y b) presionar hasta el límite la dominación colonialista y patriarcal en nombre del reconocimiento de la igual dignidad de las diferencias raciales, etnoculturales y de género. Al contrario de lo que sucede hasta ahora, las dos presiones son igualmente importantes y tienen que ser simultáneas. En la medida en que tengan éxito, las dos presiones irán dejando surgir otra matriz social y política que muchos llamarán socialismo, si por socialismo entendemos democracia sin fin.

¿Y eso cómo será posible?

El sistema político tendrá que combinar democracia representativa y participativa, el pluralismo económico será el otro lado del pluralismo político, la ecología será la medida del crecimiento económico y no lo contrario como sucede ahora, y la educación será la prioridad de prioridades, orientada a democratizar, desmercantilizar, descolonizar y despatriarcalizar las relaciones sociales. Las condiciones para la ruptura son imprevisibles y pueden implicar mucho sufrimiento humano injusto. Lo importante es tener ideas para ponerlas en práctica cuando llegue el momento y convicciones para distinguir las rupturas, de los nuevos disfraces de la continuidad. Hasta ahora, las ideas de ruptura están por venir de la derecha y no de la izquierda, como bien ilustra la elección de Donald Trump y el crecimiento de la extrema derecha en Europa. El sistema se disfraza de antisistema para profundizar su dominio y su capacidad de exclusión.

En el libro La difícil democracia, usted observa que tenemos una democracia de baja intensidad y que “vivimos en sociedades políticamente democráticas y socialmente fascistas”. ¿Qué impactos causa eso en el funcionamiento de la sociedad y por qué llegamos a este punto?

Las situaciones de fascismo social suceden siempre que personas o grupos sociales están a merced de las decisiones unilaterales de aquellos que tienen poder sobre ellos. Ejemplos de fascismo social: cuando una familia tiene comida para dar a sus hijos hoy pero no sabe si la tendrá mañana; cuando un trabajador desocupado se ve en la contingencia de tener que aceptar las condiciones ilegales que el patrón impone, para poder sustentar a su familia; cuando una mujer es violada camino a casa o asesinada en casa por su pareja; cuando pueblos indígenas son expulsados de sus tierras o asesinados impunemente por capangas al servicio de agronegociantes o latifundistas; cuando los jóvenes negros son víctimas de racismo y de brutalidad policial en las periferias de las ciudades. En todos esos casos estoy refiriéndome a situaciones en que las víctimas son formalmente ciudadanos, pero no tienen realmente ninguna posibilidad de invocar eficazmente derechos de ciudadanía a su favor. La situación se agrava cuando se trata de inmigrantes, refugiados, etc. Por ejemplo, la situación de trabajo esclavo de miles de inmigrantes bolivianos en las fábricas de San Pablo. Las víctimas de fascismo social no son consideradas plenamente humanas por quien las puede agredir o explotar impunemente.

Pero el fascismo no tiene únicamente una cara violenta. También tiene la cara benévola de la filantropía. En la filantropía, quien da no tiene deber de dar y quien recibe no tiene derecho de recibir. En tiempos recientes, la clase alta y media alta de Brasil se molestó mucho porque las empleadas domésticas o los choferes ya no precisaban del favor de los patrones para comprar una computadora a sus hijos o para hacer un curso. Les molestaba el hecho de que sus subordinados se hubieran liberado del fascismo social. Cuando más amplio es el número de los que viven en fascismo social, menor es la intensidad de la democracia.

Usted clasifica como izquierda un conjunto de teorías y prácticas que resistieron al capitalismo y a la creencia en un futuro post capitalista pero justo, centrado en la satisfacción de las necesidades de los individuos y de la libertad. ¿Cuánto se aproxima la izquierda de hoy a ese concepto?

Desde la caída del muro de Berlín, la izquierda mundial perdió la memoria y la aspiración de una sociedad post capitalista. En América Latina los movimientos indígenas trajeron a la agenda política –sobre todo en la primera década del siglo XXI– una alternativa vibrante al socialismo, el buen vivir (sumak kawsay en quechua) de los pueblos andinos como matriz de desarrollo no capitalista. Esa nueva matriz fue consagrada en las constituciones del Ecuador de 2008 y de Bolivia de 2009. Infelizmente, la práctica contradijo la Constitución. En el fondo, la izquierda latinoamericana fue siempre muy eurocéntrica y a veces racista, sobre todo con relación a los pueblos indígenas y quilombolas. El problema de la izquierda en este momento es no tener una respuesta progresista para la crisis del neoliberalismo que se aproxima. La elección de Donald Tump y el crecimiento de la extrema derecha en Europa, muestran que las fuerzas de derecha están mejor posicionadas para imponer una respuesta reaccionaria.

¿Por qué afirma usted en su libro que Cuba se transformó en un problema para la izquierda?

Cuando en la primera década del nuevo milenio se comenzó a discutir en el continente el socialismo del siglo XXI –algo inédito a nivel mundial–, muchas voces (la mía incluida) advirtieron que tal discusión sólo tendría sentido si primero discutíamos los errores del socialismo del siglo XX. Sucede que Cuba era uno de los socialismos del siglo XX y había que incluirlo en la crítica. Muchos compañeros creyeron que esa crítica terminaría haciendo más vulnerable aun, la valerosa lucha del pueblo cubano ante la agresión del imperialismo norteamericano y el infame embargo. El capítulo del libro al que se refiere, fue escrito a partir de una perspectiva socialista y solidaria con la lucha del pueblo cubano. El texto fue muy bien recibido en Cuba por intelectuales que respetamos mucho, pero la publicación fue embargada por órdenes superiores. ¿Cómo va a reaccionar la izquierda si Cuba se encaminara hacia una solución de capitalismo de Estado a la china o a la vietnamita? Pero más problemático aún es cómo la izquierda reaccionará frente a algo que ha venido queriendo desconocer: ¿cómo reaccionar al hecho de que en varios países de la Europa Oriental los sondeos de opinión revelaran repetidamente que la mayoría de la población de esos países considera que vivía mejor en tiempos del socialismo de Estado?

El Brasil de la era Lula es citado como nueva potencia “benévola e inclusiva”. ¿Cuáles fueron los límites de ese modelo? ¿Cómo puede ser clasificado el Brasil ahora?

El Brasil de Lula fue el producto de una coyuntura que difícilmente se repetirá en los próximos tiempos. Se trató del alza de los precios de recursos naturales y agrícolas impulsados por el desarrollo de China (y también por especulación). Permitió que se realizara una notable disminución de la pobreza sin que los ricos dejaran de enriquecerse, sin que el sistema político y la práctica política fueran democratizados, sin que se hiciera reforma tributaria, del sistema financiero y de los medios de comunicación. Y sin que se pusiera en tela de juicio, sino más bien se profundizara, un modelo de crecimiento asentado en la desindustrialización, la destrucción del equilibrio ecológico del país y la imposición de sufrimiento injusto e ilegal (a la luz del derecho interno e internacional) a los pueblos indígenas, los campesinos y las poblaciones costeras. Todas esas omisiones fueron los límites del modelo del período Lula, un modelo tan brillante en los éxitos de corto plazo, como imprudente en el descuido de sus condiciones de sustentabilidad. El Brasil de hoy es políticamente una sociedad más capitalista, más colonialista y más patriarcal de lo que era antes del golpe, y por eso menos democrática y con más fascismo social.

Si el futuro de la izquierda no será una continuación lineal de su pasado ¿cómo será ese futuro?

Estamos en un período de bifurcación política, una coyuntura altamente inestable que puede encaminarse en una de dos direcciones opuestas: o el fascismo social se expande y se transforma en fascismo político; o las fuerzas democráticas prevalecen anticipándose a las fuerzas de derecha que se posicionan para “resolver” la crisis del neoliberalismo que se avecina –una crisis que ellas mismas crearon con la colaboración activa de alguna izquierda rendida a la “evidencia” del pensamiento único. La izquierda sólo tiene futuro en el segundo caso, y para eso tiene que refundarse en una doble creencia: los grandes empresarios, los banqueros y los medios corporativos a su servicio nunca aceptarán la “paz y amor” con las fuerzas de izquierda. Quien gobierna a la derecha tiene no sólo el control del gobierno, sino también el del poder social, económico y político en su sentido más amplio. Quien gobierna a la izquierda sólo tiene el control del gobierno y lo tiene que usar para neutralizar los otros poderes fácticos. Frente a esa asimetría, gobernar a la izquierda es siempre gobernar contra la corriente, con tolerancia cero con la corrupción y dando prioridad a la reforma del sistema político de modo de hacerlo lo más autónomo posible con relación a los poderes que reproducen la dominación capitalista, colonialista y patriarcal. Los líderes adecuados a esa izquierda tendrán que ser muy distintos de los actuales, centrados en ampliar y mantener autónomas y activas las organizaciones de ciudadanos y ciudadanas según mecanismos de democracia participativa. El poder político de las fuerzas de izquierda será tanto mayor cuando más ampliamente sea compartido por quien no se considera “político”.

Hay también un reflujo del neoliberalismo en toda América Latina. ¿Cómo reaccionará la izquierda a ese contexto?

La izquierda latinoamericana perdió una gran oportunidad histórica. En la primera década del nuevo milenio el neoliberalismo estaba a la defensiva en el continente debido a la guerra de Irak. Los gobiernos de izquierda hicieron sonoras declaraciones contra el neoliberalismo y el imperialismo, pero no se involucraron con entusiasmo (sobre todo los países mayores como Brasil) en la implementación de políticas regionales que blindaran el continente después de la exultante victoria de lucha continental contra el Alca, y convirtieran la solidaridad regional en una práctica consistente. Organizaciones como el ALBA, Unasur y Banco del Sur fueron paulatinamente descuidadas, como el propio Mercosur.

¿Los errores de la izquierda explican la recuperación neoliberal?

Hoy el neoliberalismo en América Latina tiene dos nombres: el imperialismo norteamericano y el imperialismo de la Unión Europea. La izquierda latinoamericana no está preparada para combatir eficazmente ese peligro para las fuerzas progresistas. Desde que la Teología de la Liberación fue prácticamente eliminada por papas reaccionarios, la izquierda dejó de saber dónde viven los desgraciados, condenados, excluidos, silenciados, resentidos del continente. Y si supiera dónde viven, no sabría cómo hablar con ellos. Parafraseando a un gran marxista de este continente, José Carlos Mariátegui (pensador peruano), el pecado capital de la izquierda latinoamericana es haberse olvidado de los desgraciados y desgraciadas del continente, llevada por el espejismo de la conquista de supuestas clases medias que en el continente siempre estuvieron al lado de las oligarquías.

¿Cuáles pueden ser los impactos de una medida que limita los gastos públicos por 20 años para la democracia brasilera y para la sociedad?*

Devastador. Anuncia un brutal aumento del fascismo social y el consecuente debilitamiento de la democracia. Se trata de una medida provocadora, destinada a mostrar a las clases populares que ya no podrán creer en las promesas de la izquierda y que lo poco que podrán esperar del Estado es lo que les sea dado por la derecha. Espero que los brasileros y brasileras hagan el país ingobernable para los poderes que los quieren gobernar con tales medidas.

Fuente:http://www.pressenza.com/es/2017/01/boaventura-de-sousa-santos-el-mundo-se-encamina-rupturas/

Fotografía:Lia de Paula, Ministério da Cultura, RJ.

https://www.pressenza.com/wp-content/uploads/2017/01/Boaventura-LiadePaula-MinC-RJ2-720×480.jpg

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“Sabiendo que el alumno aprende, la nota es lo de menos»

24 de enero de 2017/Fuente: eldiariodelaeducacion

«La evaluación debería tener 3 elementos: detectar los problemas del alumno, entenderlos y tomar decisiones para ayudarle a mejorar. Si te fijas, ninguno de estos elementos es la nota».

Evaluar es mucho más que poner una nota final de trimestre. Esto lo comparten muchos docentes, pero pocos lo han defendido con la perseverancia y el rigor de Neus Sanmartí (Barcelona, 1943), que durante años ha hecho investigación y divulgación para promover un modelo de evaluación en las escuelas e institutos que sirva para detectar , entender y ayudar a solucionar las dificultades de aprendizaje de los alumnos. Esta catedrática y profesora emérita del Departamento de Didáctica de la Matemática y de las Ciencias Experimentales de la UAB, que durante años fue maestra de aula, explica en esta entrevista cuáles son los retos que afronta el sistema educativo catalán a la hora de avanzar hacia un modelo de evaluación que en vez de limitarse a calificar, capacite a los estudiantes.

¿Qué le parecen los cambios del último decreto sobre evaluación en Primaria en Cataluña? Ya no se pondrá nota numérica. ¿Esto es positivo?

Este es uno de las decenas de artículos que contiene el decreto. Lo que me parece interesante a mí es que la calificación pasa a ser sobre cuatro (logro sobresaliente, notable, satisfactorio y no logro). Decir si un alumno es competente con un 3,8 o un 5,6 no tiene ninguna coherencia, pero con cuatro niveles de logro, que además se corresponden con los niveles de la rúbrica, pues tal vez tiene más. Ahora bien, poner números o letras a mí me da igual. El nombre no hace la cosa. Lo bueno es no tener 10 números, porque presuponen matices que no se pueden saber.

¿El tipo de calificación cambia la forma de evaluar?

No. La gente puede hacer lo mismo y luego traducirlo: evalúas igual y, en vez de poner un 6, pones “logro suficiente”. Esto ha pasado siempre. Pero también debemos tener claro que la familia quiere tener información de cómo el niño más allá de un número. ¿Qué quiere decir un 6 de Lengua catalana? Quizás no lee muy bien pero escribe mejor. El número en este caso no me lo está diciendo, pero tampoco me lo dice si solo se informa que tiene un “logro suficiente” o se hacen comentarios de sus aprendizajes demasiado generales.

© Sandra Lázaro
© Sandra Lázaro

De hecho, los números engañan. Pueden inducir a pensar que el alumno que saca un 6 sabe el doble que el que saca un 3.

Claro, tenemos que tener cuidado. La clave es qué te dice este valor numérico. No se puede precisar tanto el nivel de competencias, ni siquiera de conocimientos. A veces suspendemos alumnos porque hacen faltas de ortografía y no hacen bien el dossier, pero no es lo mismo no tener los conocimientos que no tener los hábitos de trabajo.

¿Cuáles son los retos del sistema educativo en materia de evaluaciones?

Lo más importante es conseguir detectar dónde están las dificultades del alumnado y ayudarle a superarlas. La cuestión no es que un alumno no hace bien el dossier, para entendernos, sino qué hemos previsto los docentes para que lo haga bien, más allá de decirle esto. ¿Cómo, con sus características, personalidad, capacidades, puede hacer bien el dossier? La evaluación consiste en detectar problemas y plantear las soluciones. Demasiadas veces las juntas de evaluación de los centros consisten solo en enumerar los problemas de los alumnos.

¿Sería pues un diagnóstico a partir del cual empezar a trabajar? Esto requiere una atención más personalizada.

No puede haber soluciones para todos idénticas. Se puede personalizar más el aprendizaje, hacer tutorías en que expresen cómo son, qué necesitan. Ahora hay institutos y escuelas donde el alumno solo va a aprobar. Hay niños que te dicen que ya saben qué tienen que hacer para aprobar. ‘Este profe lo que quiere es el dossier bien hecho’, te dicen. Es una superación de obstáculos que poco tiene que ver con lo que aprenden.

Entonces, ¿cómo se puede avanzar hacia una evaluación que sí tenga en cuenta lo que se aprende en clase?

La evaluación debería tener tres elementos: saber qué hace el alumno -¿Qué problemas tiene?-, entenderlos -por qué los tiene, qué falla en sus hábitos, razonamientos, habilidades…- y tomar decisiones -¿qué puedo hacer para ayudarle a mejorar?-. Y, si te fijas, ninguno de estos tres elementos es la nota.

¿Dentro de estos elementos se debe tener en cuenta también la opinión de los alumnos?
Es imprescindible, porque es el alumno quien debe corregir. Existe la percepción errónea de que somos los profesores los que corregimos: nos llevamos los exámenes a casa para corregir… ¡Mentira! ¡Lo que hacemos es detectar problemas! Corregir solo lo puede hacer quien se ha equivocado. Ayudar al alumno a corregir es el gran reto, y el decreto aprobado por la Generalitat dice eso. Y es mucho más importante que los cambios de calificaciones.

La evaluación durante años ha tenido un protagonista indiscutible: los exámenes. En la actualidad, sin embargo, cada vez hay más escuelas que ponen estas pruebas en entredicho. ¿Usted qué piensa? ¿Exámenes sí o no?

Exámenes sí, ¿por qué no? Sirven para que el mismo alumno y el profesorado compruebe qué ha aprendido, siempre que sean preguntas donde se tengan que poner en práctica competencias, aplicar el nuevo conocimiento… El examen debe ser coherente con esto, si es solo memorístico no tiene sentido. Y hay que hacerlos cuando creeamos que los niños están preparados, y no el día que toca. ¿Creemos que hemos aprendido? Pues vamos a comprobarlo. Así sí. Porque si los alumnos ven que aprenden, esto también los motiva. ¿Qué sentido tiene la semana de los exámenes si, por ejemplo, tus alumnos no están preparados? Solo servirá para suspenderlos. Está comprobado que es mejor prevenir que curar. Las recuperaciones no sirven. Pero si la recuperación la haces antes de la prueba, cuando has detectado carencias, entonces la hacen bien y se motivan más.

La evaluación condiciona las enseñanzas, y con el exceso de exámenes existe la percepción de que muchos docentes preparan a los alumnos para superar las pruebas.
Sí, claro. Y no solo eso: es que los alumnos estudian para aprobar y tienen claro que no es lo mismo que aprender. Si les preguntas qué creen que saldrá en el examen, y qué quiere evaluar el profesor, los alumnos que sacan buena nota lo intuyen mejor que el propio docente. Esto lo hemos descubierto con búsqueda.

¿El paradigma de esta preparación para el examen son las Pruebas de Acceso a la Universidad, la llamada Selectividad?
Si las preguntas son buenas, competenciales, no me parece mal, porque tampoco pueden ir todos a la universidad. Pero la condición es que sean pruebas competenciales, y no lo son en todos los casos aunque en algunas materias son muy buenas. Pero a veces es el propio profesorado el que ve las pruebas competenciales demasiado difíciles y las rechaza. En estudios que hemos hecho, hay profesores que no enseñan solo a superar la PAU, sino también a pensar, a transferir… Y sus alumnos obtienen buenos resultados. Por eso quisiera deshacer un mito: ¿Quieres preparar para el examen? De acuerdo. Pero prepara a tu alumno para que  sea competente, capaz de razonar, de transferir, de pensar, y no de memorizar y volcar información.

Cada vez se habla más de evaluar aptitudes que no tienen que ver con el conocimiento, sino con las habilidades sociales, las emocionales, la autonomía… ¿Cree que se puede?

¡Se debe poder! El problema es que no tenemos tradición. Hay personas que están trabajando y diseñan rúbricas para evaluar la autonomía o la gestión de emociones. Ahora bien, la base de la evaluación será mucho más observacional. Por ejemplo, en cuanto a la autonomía, puedes evaluar la capacidad de un alumno de darse cuenta si se equivoca. Si es autónomo, lo puede ver. Si no, necesita del aviso del adulto. Esto es un indicador. Los autónomos antes de hacer, piensan. Los otros hacen y después intentan corregir. Todo esto se puede observar y evaluar, pero a la vez lo has de enseñar. Tienes que enseñar a que se planifiquen, por ejemplo. Porque si no estarás haciendo lo mismo de siempre: poner nota según si hacen algo o no. Y también tenemos que ver su punto de partida, comprobar si ya vienen enseñados de casa o si realmente mejoran a partir del trabajo que se hace en la escuela.

Esto que explica requiere de un nivel de observación casi clínico, y de una objetividad difícil de alcanzar…

Los maestros pensamos que la objetividad viene de hacer preguntas a respuestas simples, de hacer muchas medias con muchas notas… Y no. Si dos o tres personas observan y llegan a la misma conclusión, es bastante objetivo. El alumno se evalúa, el profesor lo evalúa, y si las dos personas dicen lo mismo, es bastante objetivo ¿no? Hay escuelas donde los alumnos hacen los informes para los padres, les dicen qué han aprendido, y la maestra después lo repasa y dice si está de acuerdo o no.

Y a menudo está de acuerdo, según explican.

Exacto. Si lo haces bien, claro. Si has compartido antes con ellos los criterios de evaluación, si el alumno sabe a qué mujeres importancia. Los tienes que verbalizar. No vale decir que el dossier cuenta un 20% de la nota final. Esto es el criterio de calificación. La pregunta a compartir con los alumnos es a que responde este 20%. Si no compartes los criterios a los alumnos más listos los intuir, pero los otros no.

Para conseguir una buena evaluación ¿los maestros deben dejar atrás sus prejuicios y expectativas respecto del alumnado?

Esto de las expectativas está muy estudiado por la investigación. A los chicos se les perdona a veces la mala letra y el desorden, pero a las chicas no. Las expectativas en términos de género influyen mucho. También tendemos a penalizar al alumno crítico, que nos hace la puñeta, que nos hace preguntas incómodas o que no hace lo que pedimos aunque puede que alcance los objetivos por otros caminos. Esto ocurrirá siempre, con la evaluación tradicional y con la más novedosa. A mí me ha pasado, es muy difícil combatirlo, por eso la clave es tomar conciencia y hacer triangulaciones: tener dos o tres opiniones, por ejemplo, en la junta de evaluación y, si coinciden, adelante.

Todavía no hemos hablado de las evaluaciones más polémicas: las externas. ¿Qué opinión le merecen? Son necesarias?

Tener referencias periódicas es bueno. Cuando era maestra yo nunca sabía si lo que evaluaba era igual respecto a otras escuelas. Si mis alumnos en vez de un 5 sacarían un 4 en otros centros. Una visión externa ayuda a regularte. A mí me serviría saber si mis alumnos están cerca de los índices que socialmente se consideran adecuados. En Finlandia tienen pruebas externas muestrales. Si los maestros quieren, les pasan la prueba, y así los comparan con la media del país y les ayuda a hacer ajustes. Hay institutos que pasan exámenes PISA para saber cómo están de nivel sus estudiantes, y a veces obtienen mucho mejores resultados que lo que les da su centro, porque puede que el instituto no evalúe la competencia, sino otros elementos como la memoria a corto plazo o el comportamiento.

Esto mismo nos explicaban los expertos cuando nos preguntábamos en un reportaje por qué los alumnos pobres repiten más que los ricos a pesar de tener el mismo nivel en competencias PISA.
Es que es eso. Yo lo he vivido en algunos institutos.

¿Las pruebas externas deben servir para algo más que para dar una visión exterior de la evolución de los alumnos?
No. Su objetivo debería ser únicamente diagnóstico, excepto en el caso de las de acceso a la universidad, que tienen otra finalidad.

Hay actualmente un movimiento cada vez más intenso de cambios en educación. La evaluación termina estando muchos debates metodológicos. ¿Cómo lo ve?

El momento actual es muy interesante. Tengo la sensación de que la escuela se plantea cada vez más cómo evaluar si sus alumnos aprenden, pero todavía vamos un poco perdidos. Muchos deciden no hacer exámenes, pero ¿entonces cómo evalúan? No me sirve que se evalúe sólo el producto final de un proyecto, lo que es más importante es si sabrán transferir y aplicar lo aprendido en el siguiente proyecto. Y esto quizá no se hace tanto… Hay escuelas e institutos que buscan caminos, pero cuesta. Conlleva un cambio radical respecto a la evaluación que hemos vivido toda la vida.

¿La evaluación es pieza clave en el engranaje de la innovación educativa?

Sí, y lo digo porque lo he visto. Hace años que sabemos de maestros, en escuelas innovadoras, que tienen dudas acerca de la evaluación. Si no podemos evaluar si los alumnos aprenden conocimientos importantes, iremos atrás. Y si sabemos que un alumno aprende, la nota será lo de menos.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/01/12/sabiendo-que-el-alumno-aprende-la-nota-es-lo-de-menos/

Imagen: eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2017/01/20161221_Neus_Sanmarti_SLG_0802-768×513.jpg

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