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«Se debe aumentar el presupuesto de la educación superior pública»: experto

Colombia 15 de Mayo de 2016

Entrevista a: Víctor Manuel Gómez

Por: Steven Navarrete Cardona

«Una de las funciones centrales de la educación superior es la contribución decisiva al desarrollo de las fuerzas productivas mediante la mayor calificación de la fuerza laboral. Esto aumenta la eficiencia y productividad per cápita, así como la formación de la capacidad de investigación e innovación en ciencia y tecnología, base de la mayor productividad y competitividad en un contexto económico de mercados abiertos y alta competencia entre empresas y naciones”, anota Víctor Manuel Gómez al inicio de su libro  ‘La pirámide de la desigualdad en la educación superior en Colombia’, en el que llama la atención sobre la necesidad de implementar centros de educación técnica pos secundaria de alta calidad.
¿La estructura actual del sistema de educación superior colombiano promueve la meritocracia y la igualdad de oportunidades?
La meritocracia solo es posible cuando la competencia se da entre iguales, de tal manera que el resultado es producto del mérito individual en la competencia y no de desigualdades previas de origen socioeconómico y cultural. En el país no existe una situación de igualdad social de oportunidades. Desde la secundaria, el acceso a la educación superior de calidad está determinado por la capacidad de pago, en el caso de las universidades privadas, y por la competencia por los escasos cupos en las universidades públicas. Competencia que, a su vez, está determinada tanto por la alta calidad de algunos colegios como por la ‘preparación’ para el examen de admisión a estas universidades. Preparación que es costosa y que solo puede ser comprada por estudiantes de mayores ingresos relativos.
¿Cuál cree que es el mayor problema que aqueja a la educación superior en el país?
El mayor problema ha sido la incapacidad de la élite dirigente del país para definir e implementar un sistema de educación superior moderno, competitivo a nivel internacional, socialmente incluyente, y con clara diferenciación conceptual y funcional entre los diversos tipos de instituciones y programas que conforman el ‘sistema’.  Ya han pasado 24 años desde la implementación de la Ley 30 (1992) y en este largo período ha sido evidente la ausencia de una política de educación superior que asegure el acceso masivo y equitativo de los jóvenes a educación superior de calidad.
¿Qué ha sucedido con la educación superior pública?
Ha sido continuamente desfinanciada en relación a los costos crecientes de calidad, infraestructura, investigación y aumento de cobertura. Se financia la demanda; vía crédito educativo y programas marginales como Ser Pilo Paga; en lugar de financiar la expansión de la oferta. Como resultado, Colombia carece de un sistema público de educación técnica pos secundaria, como los ‘community colleges’ de Estados Unidos y varios países. Las ofertas privadas carecen de reconocimiento social y están en proceso de desaparición por la continua disminución de la demanda.
Y en cifras, ¿qué representa?
De 32 a 58 instituciones entre 1992 y 2015, es decir que actualmente los programas técnicos representan únicamente el 3.8% de la oferta de programas.
¿Qué genera esta carencia?
Dos problemas importantes: el primero, se refiere a que la mayoría de los 625.000 jóvenes que actualmente egresan del nivel medio no tengan oportunidades de formación técnica de calidad, condenados a la marginación social y laboral, y sus implicaciones de violencia y delincuencia. El segundo, es el reforzamiento del imaginario social de que la universidad académica tradicional es la única opción socialmente deseable de educación superior y que los otros tipos de instituciones y programas son para pobres o menos dotados.
¿Esto en qué repercute?
Este imaginario sustenta la conformación del sistema de educación superior como una pirámide altamente estrecha y estratificada, cuya cúspide la conforma la universidad académica, seguida de las instituciones universitarias, y las técnicas y tecnológicas, estas últimas con serios problemas de reconocimiento social y estatus educativo .
¿Qué ha sucedido con la calidad de la educación técnica y tecnológica durante los últimos años?
La formación tecnológica tiene un problema de origen genético al nacer asociada a la formación técnica, como si ésta fuera el primer nivel de formación y la tecnológica el segundo. Estas formaciones siempre han sido denominadas como educación técnica y tecnológica, cuando esa ‘Y’ conjuntiva nunca debería haber existido pues se trata de dos tipos de formación muy diferentes entre sí.
Hablemos de las condiciones de las existentes…
Las pocas instituciones públicas de educación técnica han sido sometidas a la histórica desfinanciación de la educación superior pública y carecen de las condiciones de dotación, infraestructura y cuerpo docente de alta calidad. Las privadas se financian con matrículas bajas de estudiantes de bajos recursos, por lo que es imposible ofrecer educación de calidad. Todo lo anterior ha generado y reforzado una imagen social negativa, y su expresión en la disminución de la matrícula en este tipo de formación, tendiente a su desaparición a mediano plazo.
¿Qué sucede con la formación tecnológica a nivel internacional?
En el contexto internacional la formación tecnológica no es una formación para niveles ocupacionales intermedios, como en este país, sino un ‘campo’ del saber basado en investigación y experimentación en diversos campos de las tecnologías modernas -Universidades Tecnológicas, Institutos de Investigación Tecnológica-, generado también por la investigación tecnológica en Facultades de Ciencias e Ingenierías. Algunas de estas nuevas instituciones tendrían alto estatus académico y social, y serían consideradas por muchos estudiantes como alternativas legítimas y deseables a la universidad tradicional.
¿Qué tan cierto es que quien estudia una carrera técnica o tecnológica tiene asegurado su futuro?
Algunos aseguran un futuro de bajas remuneraciones y empleos precarios e inestables. Remuneraciones que aumentarán muy poco en términos reales a lo largo del tiempo. Conviene recordar que la vida laboral dura hoy 40 o 50 años, y que en ese largo período; sujeto a profundos cambios en el trabajo, la tecnología y el conocimiento; la promoción ocupacional depende del nivel educativo y la creatividad de las personas.
En ese contexto, el cambio tecnológico y rápido avance de la ciencia mundial, parece ir en contra de quienes elijan ese tipo de formación… 
Muchas ocupaciones y oficios de bajo nivel de calificación desaparecen de la estructura ocupacional, generando desempleo y subempleo para quienes no tengan las competencias intelectuales necesarias para la recalificación y reconversión ocupacional. Y hay que recordar aquí que los egresados de programas técnicos y tecnológicos tienen los más bajos puntajes en Saber Pro, la prueba de competencias intelectuales generales básicas.
Hablemos de El SENA, uno de los principales centros de formación en el país…
El SENA ha sufrido dos enfermedades terminales; la primera, las largas décadas de monopolio de los recursos de fondos parafiscales (2% de la nómina de empresas); la segunda, la falta de competencia en la oferta de formación profesional. El resultado: el gigantismo institucional, la burocratización y la autocomplacencia.
¿No se ha intentado reformar?
Ya desde 1999 la ‘Misión de Educación Técnica, Tecnológica y de Formación Profesional’ había propuesto la creación del ‘Fondo Nacional de Formación para el Trabajo’ con funciones de programación y financiación de múltiples y diversos programas de formación, en todo el país, en un esquema competitivo en el que participaran instituciones públicas y privadas, colegios con media técnica, instituciones técnicas, centros de formación del SENA, y aun universidades. La competencia por la oferta y financiación de programas hubiese generado un contexto de emulación, e innovación curricular y pedagógica, mucho más creativo y pertinente que el contexto de monopolio y financiación inercial que caracteriza la acción del SENA.
En este escenario de posconflicto, en el cual los expertos prevén que el desarrollo rural despegará y existirá una mayor demanda de mano cualificada en las regiones, ¿qué procesos o acciones se deberían iniciar para hacer un revolcón en este ámbito?
Se requiere la creación de nuevas universidades tradicionales, de nuevas universidades tecnológicas y de instituciones de formación técnica pos secundaria en todas las regiones del país. Pero esto requiere superar la desfinanciación inercial de la educación superior pública, generada por la Ley 30, mediante la inmediata elevación del porcentaje del PIB al 1.5%, lo que implica aproximadamente tres veces más presupuesto para la educación superior pública, porcentaje similar al de Argentina, Brasil y México, los países pares de Colombia en la región. Colombia padece un alto nivel de concentración de las oportunidades de educación superior en las tres principales áreas urbanas (Bogotá, Medellín y Cali), y de escasez de oportunidades de educación pública en el resto del país.
¿Qué hacer para acabar con la pirámide de desigualdad en la educación superior en Colombia?
La mejor manera de lograr la valoración social de la educación técnica es con instituciones sólidas y de alta calidad reconocida. En esta tarea es indispensable la financiación pública pues es muy difícil la alta calidad en instituciones privadas financiadas con matrículas de bajo valor. De la misma manera, la educación tecnológica puede constituirse en una verdadera alternativa a las universidades académicas tradicionales si contáramos en este país con instituciones de investigación y experimentación en campos de la tecnología moderna, similares a los modelos exitosos de los MITs, CalTechs, Universidades Tecnológicas e Institutos de Tecnología, que continuamente aumentan su participación en los más altos niveles de los rankings internacionales de educación superior.
Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/educacion/se-debe-aumentar-el-presupuesto-de-educacion-superior-p-articulo-632426
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Atilio Borón: «Las Ciencias Sociales se han convertido en cajas de resonancia de la ideología del capital «

La Otra Mirada / Jueves, 10/07/2014

En esta oportunidad el profesor Luis Bonilla-Molina (LB) entrevista al  Dr. Atilio Borón (AB) en el marco de la convocatoria que a comienzos del año 2014 se formulara en Venezuela, en aras de iniciar un debate nacional sobre la Calidad de la Educación. Atilio Borón es Profesor de la Universidad de Buenos Aires, Investigador Superior del CONICET, Director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED), Ex -Secretario Ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales / CLACSO, 1997-2006.

Luis Bonilla: A partir de tu experiencia ¿cuál es el estado del arte de la educación en la región? ¿es posible hablar de una educación inclusiva de calidad en los países denominados progresistas?

Atilio Borón: Yo creo que en la región tenemos un mapa muy variado en donde lamentablemente las políticas del Banco Mundial que han llevado a la privatización de la educación superior, se han impuesto con mucha fuerza en muchos países. El caso de chile es el caso más extremo al punto tal que la presidenta actual Michelle Bachelet ha tenido que hacer una promesa muy fuerte de campaña, y está tratando de ver cómo revierte esa situación, pero el avance de esas políticas privatizadoras en el ámbito educacional se sienten también con mucha fuerza en países como México, Colombia y Perú.

Por el contrario en países progresistas o con gobiernos de izquierda o bolivarianos como en América Latina han hecho un esfuerzo muy grande para afianzar a la educación como un derecho y expandir las matriculas universitarias y evitar que el acceso a la educación superior sea visto como un lujo o una mercancía de difícil adquisición. En ese sentido estamos viendo el caso de Venezuela, uno de los más interesantes, una gran expansión de la matrícula universitaria que evidentemente en los últimos años va a rendir frutos muy positivos. Estamos también viendo cómo en Ecuador ha tenido que hacerse una reforma muy de fondo, porque había sido un país donde los avances de las políticas del Banco Mundial en materia universitaria habían provocado un verdadero desastre que el Presidente Correa tuvo que poner de corto con una política en mano muy firme, obligando a los dueños de algunos mal llamadas universidades, que en realidad no eran universidades eran simples negocios, a devolver el dinero porque estafaron a sus estudiantes. Entonces desde ahí un compromiso del estado por expandir aun más el sistema universitario público para evitar ese tipo de aberraciones como las que ocurrieron en Ecuador.

De manera tal que estamos en presencia de un momento muy importante de expansión de la matricula pública en algunos países en América Latina que compensa la otra tendencia dominante rumbo a la privatización del sistema superior.

Luis Bonilla: Tú como investigador sabes que las revoluciones del conocimiento actualmente son mucho más aceleradas de lo que eran hace tres décadas. Eso implica enormes desafíos para la formación docente. Desde tu punto de vista ¿qué requiere la formación de los profesores hoy en día para poder garantizar una educación inclusiva de calidad?

Atilio Borón: Yo creo que en primer lugar hay que tener un contacto muy estrecho con el público nuestro, con nuestros estudiantes y con las comunidades a las que debemos servir. Durante mucho tiempo la Universidad Latinoamericana estuvo orientada hacia lo que hacen sus planes de estudios, los materiales bibliográficos, la orientación general del profesorado, a emular el tipo de enseñanza o los contenidos que se producían en los países más desarrollados, sobretodo en Estados Unidos, de manera tal que se enseñaban cuestiones por ejemplo que eran irrelevantes en nuestra América al mismo tiempo que nuestros problemas que merecían nuestra atención no eran estudiados concienzudamente. Te pongo un ejemplo: las ciencias biológicas y de la salud  en las escuelas de salud pública que conformaban su programa y su currículo en función de algunas universidades que existían en Estados Unidos, el mal de Chagas no era examinado, lo cual es un absurdo porque nosotros teníamos que hacer un esfuerzo que finalmente se hizo para sincronizar nuestra enseñanza con la problemática local de nuestros países, por el contrario las ciencias sociales caían en la irrelevancia y eso fue lo que pasó la última buena parte de la mitad del siglo pasado.

Luis Bonilla: Sin embargo aun nuestras universidades no tienen un banco de problemas, es decir, que referido a lo que enseñan y los problemas sociales y mucho menos un repertorio de funciones, sino que privan las modas de quienes estén en la academia y como ven su perspectiva de desarrollar la investigación. ¿No habría que pensar realmente en  bancos de problemas comunes para América Latina y regionalizados que puedan conducir la labor de la investigación universitaria?

Atilio Borón: Si, yo creo que es muy importante hacer eso. De todas maneras ha habido un gran avance en estos últimos años que sería bueno no desconocer, un avance hacia la conexión entre la universidad y su medio. Lo que pasa es que la enseñanza superior o universitaria ha sufrido un muy acelerado proceso de globalización y de internacionalización y en donde en estos procesos lo que se ha impuesto era un modelo de políticas universitarias que correspondía a las necesidades de los países desarrollados. Lo que pasa es que esa internacionalización mueve muchos recursos, muchos fondos, fondos destinados a la investigación a la realización de seminarios, a la adquisición de bibliografías, habitas de perfeccionamiento, y eso ha trabajado como un elemento de control ideológico sobre nuestros universitarios, muchas veces de manera inconscientes pero no por ello menos eficaz, con lo cual las posibilidades de avanzar en una universidad vinculada a las necesidades de los pueblos ha ido haciéndose cada vez más difícil. Pero ya en la última década comienza a haber un reflujo de gente como la del Centro Internacional Miranda y muchas instituciones, universidades bolivarianas en Venezuela, y otras experiencia similares en Ecuador o en Bolivia que marcan la necesidad de volver a aquello otro, de establecer un programa regional pero de nuestra región que sean nuestros problemas los que orienten de alguna manera la capacidad de investigación y docencia que tienen nuestros universitarios. Es un camino muy largo porque Americe Latina por su prolongada condición colonial y neocolonial suele tener más vinculo con las potencias metropolitanas que con nuestros propios países. Hemos ido avanzando un poco en esa dirección pero todavía son mucho más fuertes los lazos que cada uno de nuestros países tiene con Estados Unido, con Francia, con Inglaterra, con los países europeos, que los que tenemos entre nosotros.

A veces es sorprendente lo poco que conocemos de la realidad social de nuestros vecinos, y del mundo académico de nuestros vecinos; creo que hay casos interesantes que habría que explorar en el sentido de que son países vecinos y sin embargo se dan la espalda porque están mirando al norte. Ahora ya estamos avanzando para superar esa situación pero creo que hay que promover muchos intercambios. Por ejemplo en el caso de Venezuela y de Colombia a mí siempre me sorprendió la casi nula comunicación que hay entre los académicos de esos dos países hermanos, vecinos y que además tienen tantos problemas en común. Y sin embargo las universidades tradicionalmente en Venezuela antes del chavismo, estaban mucho más orientadas hacia el norte, hacia los Estados Unidos, que hacia establecer vínculos, relaciones reciprocas entre los académicos de ambos países. Lo mismo te puedo decir del caso de Chile y Bolivia donde prácticamente no hay vinculación ninguna, e inclusive en una época no había de Brasil con ningún otro país del sur, sin embargo eso se ha ido lentamente superando. Hay indicios de que estamos avanzando en la creación de un protocolo de problemas comunes a los cuales tenemos que dedicarnos, pero rompiendo muy fuertes tendencias que nos llevan, que nos atraen, que nos arrastran en otra dirección y que tenemos que resistir porque de lo contrario nuestras universidades se convierten en meras cajas de resonancia dobladas al castellano de las preocupaciones de otros centros universitarios en Los Estados Unidos, Francia o Inglaterra.

Luis Bonilla: Precisamente una de las polémicas que hay en hacer el curso pedagógico de la izquierda regional continental, está asociado al tema de los sistemas de medición de la calidad educativa, hay quienes apuestan por aplicar pruebas como PISA, TIM, u otros rankings universitarios, y hay quienes postulan construir sistemas de evaluación pero que tengan que ver más con la vocación de los países y los procesos de integración regional. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

Atilio Borón: yo creo que claramente lo que ha habido durante mucho tiempo ha sido una especie de imperialismo del Banco Mundial y de algunas universidades del norte que han establecido parámetros de medición de la calidad educativa que no tienen que ver con nuestras realidades. Yo he visto esto de manera muy fuerte por ejemplo en institutos de ciencias técnicas de Argentina, de Chile, de Brasil, de México, donde las evaluaciones, los puntajes que se le otorgan a los investigadores y la evaluación de la calidad educativa tienen que ver con cuánto se acercan al paradigma dominante en los Estados Unidos de evaluación, donde uno lo que tiene que someter a discusión, en primer lugar es que el paradigma dominante de cómo se hace la evaluación de la calidad en Estados Unidos, es un paradigma que está fuertemente marcado por la colonización ideológica que han sufrido las ciencias sociales y las humanidades en ese país a manos de los intereses del capital. Resulta entonces que se le otorga un premio nobel a un supuesto economista que en realidad lo que hace es una serie de cálculos matemáticos y estadísticos que no tienen absolutamente ninguna relevancia y que inclusive son incapaces de predecir y que esa es la gran pregunta.

Cuando estalla la gran crisis financiera de 2007-2008 que no fue anticipada por ningún economista ni en Estados Unidos ni en Europa ni en América Latina, se hace una reunión anual en la London School of Economic, una institución muy prestigiosa; a esa reunión protocolar asiste la Reina de Inglaterra . En el año 2009 en esa reunión con varios economistas reconocidos con el premio Nobel, donde todos estaban esperando que dijera unas palabras protocolares nada mas, la Reina empezó expresando que estaba muy a gusto de estar en ese recinto tan prestigioso, pero que les tenía una pregunta: ¿Cómo es que ninguno de ellos pudo alertarlos de la crisis tan terrible que estaba por caer sobre este planeta?

Si un economista no puede predecir una crisis de esa magnitud, que todavía hoy la estamos viviendo ¿para qué sirve? Es como un médico que ante un enfermo es incapaz de hacer un diagnóstico que diga que el paciente se puede morir o pueda tener una enfermedad grave, y esto pasa porque las ciencias sociales se han convertido en cajas de resonancia de la ideología del capital y entonces los criterios de evaluación son criterios que tienen que ver con eso. Por lo tanto, si yo tengo una tesis de doctorado que demuestra el carácter irracional del proceso de producción capitalista en países como Argentina, Venezuela o Chile, y tu lo puedes demostrar con certidumbre absoluta y matemática, eso va a ser considerado mala ciencia social. Vas a tener una pésima calificación porque se aparta de los cánones dominantes y porque se supone que lo que hace el capitalismo está bien, que la lógica del capitalismo es eficiente, es racional que el individualismo posesivo es la única manera de entender el funcionamiento de la sociedad. En cuanto tú te apartas de esos criterios estás haciendo mala ciencia social. Por eso digo que los criterios de evaluación tienen que estar dado de acuerdo a nuestras necesidades, a nuestros objetivos nacionales que tienen nuestros países.

Luis Bonilla: Tú eres investigador superior del CODICEP y profesor universitario. En tu experiencia ¿Cuál es la relación entre la investigación real práctica, no enunciativa y la universidad hoy en día?

Atilio Borón: Depende un poco de las universidades, hay universidades en las cuales no hay absolutamente nada de investigación. Desgraciadamente esa proliferación de universidades privadas que hubo en América Latina a partir de los 80 fueron universidades de tiza y pizarrón donde no había investigación. Eran simples enseñaderos donde se reproducían cursos, programas, bibliografías de otros países y no había ninguna investigación. Ahora esta tendencia se empezó a revertir en algunos países, pero el problema es que los países de América Latina tienen los clásicos problemas derivados de la deuda externa, de la crisis fiscal, del financiamiento al sector público, entonces resulta que no hay mucho dinero ahora para la investigación. Esto lo estamos viendo claramente en varios países de América Latina; huelgas docentes universitarias que se extienden por meses como en Brasil que el año pasado tuvo una huelga de las universidades federales, no de las estatales, que duró cuatro meses. Huelgas que buscaban un ajuste por inflación que no se les dio, y el recorte de fondo hace que la investigación no pueda ser realizada en las universidades. Entonces el que viene a nuestra ayuda es el Banco Mundial, o viene el Fondo Monetario Internacional o el Banco Interamericano que te dan gran cantidad de dinero para hacer la investigación, pero junto con el dinero te dicen cual es la teoría, cuál es el marco teórico, cuál es la metodología, cuál es el problema que puedes investigar y cuál es el resultado al que tienes que llegar con tu investigación. Son investigaciones de legitimación de las políticas neoliberales que promueven estos organismos internacionales que ante la crisis fiscal de muchos gobiernos en América Latina, la debilidad del financiamiento a la investigación, estos grupos pasan a ser los dadores de fondos y al mismo tiempo de la ideología, el marco teórico, y de las problemáticas a investigar en nuestras universidades.

Luis Bonilla: Tocaste el tema de los salarios de los docentes de forma tangencial al referirte a la situación en Brasil, y ahí es bueno tomar nota, porque lo sueldos de los docentes variando de acuerdo al país o la región oscilan en la actualidad entre 40 y 5000 dólares es una disparidad brutal en el salario de los docentes según el país y la región. Tal vez pareciera que en las agendas pendientes está tratar de establecer un estándar común de sueldos compartidos para las y los docentes en la región. ¿Cuál es tu posición al respecto?

Atilio Borón: Yo creo que sí, evidentemente hay una dispersión de remuneración en el sector universitario de América Latina muy grande, por supuesto esto obedece a disparidades nacionales que uno no puede menos que tomarlas en cuenta, pero tengo la impresión de que hay que hacer un esfuerzo para lograr establecer un piso común básico de remuneraciones para el sector docente que inclusive incorpore una política de becas fondo para los estudiantes universitarios y para los estudiantes que están a punto de graduarse, a los efectos de ir nivelando hacia arriba y creando contextos que permitan construir una masa crítica de universitarios latinoamericanos con condiciones de ejercer a tiempo completo su profesión. Esto supone un proceso muy riguroso de selección a los efectos de garantizar la calidad de los profesores que van a estar a cargo de todo esto; pero si evidentemente una precondición de todo eso es que haya una mínima condición que impida que existan los desniveles tan grandes que hay hoy en día en la remuneración de los docentes universitarios en toda la región. Incluso te diría que a veces se reproducen dentro de los países universidades donde hay una paga sensiblemente superior que otras, incluyendo universidades públicas. Lo cual habla de las complejidades burocráticas y administrativas que garantizan una buena remuneración del plantel docente aun dentro del mismo país.

Luis Bonilla: Tú diriges el Programa Latinoamericano de Educación a Distancia de Ciencias Sociales. Cuál es la experiencia de este programa, ¿A qué se dedica?, ¿Cómo pueden tener acceso o vincularse los docentes a tu programa en cualquier país de la región?

Atilio Borón: Este programa se inició en el año 2007 con el objetivo de hacer disponible para los universitarios y el activismo social de América Latina lo mejor que el pensamiento crítico puede ofrecer en este momento, es decir, el programa PLED (Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales ) para llevar las ciencias sociales a quienes las necesitan y con esto me refiero a las ciencias sociales criticas, comprometidas con el cambio, comprometidas con la necesidad de avanzar hacia una América Latina emancipada de todos los poderes económicos e imperiales que la han sometido durante tanto tiempo. Ese trabajo nos da para hacerlo disponible a todo el mundo, la internet y la educación a distancia nos ha permitido ofrecer una serie de cursos que han sido aprovechados por estudiantes y activistas de toda de América Latina incluyendo Estados Unidos, Europa y otros países del mundo interesados en tener una ciencias sociales distinta a la convencional. Yo invito a los compañeros venezolanos a que visiten nuestra página web. Ahí van a encontrar toda la información referente a nuestro sitio web, los cursos que ofrecemos a distancia y que reúnen todos los requisitos para ser acreditados luego en las principales universidades de América Latina.

Nosotros hicimos un convenio especial con la Universidad Autónoma de México y con la Universidad Federal de Rio de Janeiro mediante el cual, los estudiantes que aprueben los cursos que organiza el PLED son cursos luego validados como cursos del programa de doctorados de la UNAM y de la UFRJ. Esto le da una idea de la calidad que tienen los cursos que son impartidos en todos los casos por académicos con una trayectoria muy distinguida y en donde abarcamos temas que son fundamentales para América Latina: el tema de la geopolítica del imperialismo, el tema de la política de los mercados, el ALDO y la transformación capitalista del ALDO, el tema de la minería y el extractivismo y el debate sobre las estrategias de desarrollo en nuestros países, a medias tocamos otros temas como la filosofía políticas, pero todos con un enfoque político que no es el habitual en cualquier universidad.

Luis Bonilla: ¿Quiénes se inscriben más en este programa, los hombres, las mujeres, que grupos de etario, los jóvenes, los viejos?

Atilio Borón: En general es gente joven, hay una leve cantidad mayor de hombre que de mujeres, pero tenemos una experiencia muy interesante porque los grupos se organizan bajo un régimen de tutorías y se organizan discusiones en donde pueden tener discusiones un venezolano, un colombiano, un brasileño y se enriquece mucho el material de estudio a partir de las experiencias que aportan estos jóvenes que vienen de diferentes países que dan a conocer su experiencia social y personal que siempre da mucho enriquecimiento de la situación.

Luis Bonilla: Si tuvieras que formularle tres propuestas a los gobiernos de la región para mejorar las políticas de educación, ¿cuáles serían esas tres políticas públicas?

Atilio Borón: Primera propuesta: yo diría que tiene que haber un examen de qué es lo que estamos enseñando y qué es lo que estamos investigando hoy en las universidades. Mi propuesta seria crear un panel de expertos que diagnostiquen qué es lo que estamos enseñando y qué es lo que estamos investigando en nuestras universidades porque nos podemos encontrar con una sorpresa muy desagradable,, por ejemplo que estamos enseñando cuestiones que no tienen ninguna relevancia con la problemática actual de América Latina.

En segundo lugar hacer una política muy fuerte de promoción y de expansión de la matrícula universitaria pero garantizando al mismo tiempo la calidad, porque a veces hay experiencias en América Latina donde hay provincias que tienen una expansión muy fuerte de la matrícula pero hay un rezago en la creación de una facultad o un grupo académico que responda a un nivel de esa nueva demanda, porque resulta más fácil abrir la universidad para que entren muchos más estudiantes, que seleccionar después profesores de muy buen nivel para que den una educación de calidad. Eso no es por mala voluntad, simplemente hay un desfase de la demanda de ingreso a la universidad insatisfecha por décadas en América Latina, que hace que en cuanto abras las puertas haya un torrente de gente esperando y arriba no tienes profesores suficientes para cubrir esa demanda. Eso requiere una muy cuidadosa elaboración de una estrategia para garantizar el ingreso de estos estudiantes, pero al mismo tiempo tener la capacidad de garantizar profesores de muy buen nivel que los puedan atender y dar los cursos.

Una tercera cuestión seria tratar de buscar la manera de aumentar la inversión en educación pero garantizando al mismo tiempo la adecuada administración de esa inversión, porque a veces hay aumentos muy significativos en el presupuesto universitario pero luego el gasto que se hace de esta inversión no es el más adecuado, eso supone un equipo que investigue muy seriamente cómo aumentar la inversión pero al mismo tiempo cómo mejorar la racionalidad de los gastos que se hacen de esa inversión.

Luis Bonilla: En la región se está publicando mucho, cada región publica, cada país publica, pero hay precarios procesos de circulación de estos productos en la región. Muchas veces no llega a Venezuela las cosas que se publican en universidades de Argentina, de Chile o de Brasil; o lo que se publica en Venezuela tiene dificultad para llegar al cono sur, a Centroamérica y al norte. En tu experiencia en  CLACSO, en el PLED, como profesor, ¿Cómo mejorar esos procesos de circulación en la región?

Atilio Borón: yo creo que habría que pensar ahí en un organismo regional, que estuviera a cargo de fortalecer la circulación de esas publicaciones. Hoy en día esa cuestión es bastante más sencilla de lo que era en el pasado, porque con el desarrollo tecnológico del internet, y sobre todo con la producción de libros que ha sufrido una extraordinaria revolución, hoy en día es posible que un libro que tu publiques en Venezuela se puede hacer un convenio y ese libro puede ser publicado en Argentina, en Chile, en Uruguay a un muy bajo costo porque es un libro que ya está armado, no tienes que hacer la composición, no tienes que hacer la edición. Pero todavía no tenemos ese organismo. Yo trate cuando fui secretario de la CLACSO hacer algo en esa dirección pero fue muy difícil porque hay muchos prejuicios, como por lo menos el tema de derecho de autor. Hay muchos autores de libros que no quieren saber nada de esta iniciativa porque pierden el derecho de autor. Este es un obstáculo serio con el que nos hemos tropezado, pero creo que hay que hacer un esfuerzo por avanzar porque en realidad nosotros tenemos una gran ventaja: prácticamente somos un continente que tiene una lengua en común, porque incluso la frontera lingüística que tenia Brasil con el resto de los países se ha ido diluyendo. Hoy en día puedes publicar un libro en castellano que en Brasil va a circular bastante bien, lo mismo con un libro en lengua portuguesa que con un poco mas de dificultad va a circular bastante bien en toda Latinoamérica. Pero para eso tienes que armar una red de editoriales universitarias sincronizadas que requieren de un esfuerzo importante pero que yo creo que puede tener un éxito notable en favorecer el conocimiento de todos nosotros que realmente es un problema muy serio en estos momentos.

Luis Bonilla: Para ir cerrando este primer contacto internacional, nos gustaría que le dieras un mensaje a los maestros y maestras, a los profesores y profesoras venezolanas que están en sus aulas, en sus planteles, en sus comunidades discutiendo todo el tema de la calidad educativa como una oportunidad para seguir avanzando en la transformación de nuestro sistema educativo para alcanzar mayores niveles de inclusión.

Atilio Borón: Yo les quiero mandar un gran abrazo solidario a todos los docentes, profesores investigadores de las universidades venezolanas. Se que están pasando por un momento muy difícil porque arrecia la ofensiva brutal del imperialismo y de la derecha más cavernícola de Venezuela para tratar de poner fin a un proceso emancipador, liberador como el que se inició con la elección del comandante eterno. Lo que les digo es que toda América Latina está pendiente de ustedes, sabemos que están dando una batalla enorme en condiciones muy adversas, pero sabemos que ustedes tienen un temple muy especial, que no se van a arredrar por las dificultades, y que realmente van a utilizar esa gran imaginación que tienen, que van combinar los esfuerzos que sean necesarios para lograr una educación de calidad para los jóvenes universitarios de Venezuela. El avance ha sido notable, tal vez ustedes que están todos los días no se dan cuenta de lo mucho que ha cambiado y de lo bien que ha cambiado, pero quienes visitamos Venezuela periódicamente nos hemos dado cuenta de cómo ha evolucionado en estos 15 años para bien, y cómo el esfuerzo de ustedes ha sido fructífero. Lo que les quiero decir es que les mando un abrazo solidario, felicidades por la tarea que están haciendo e incitarlos a que sigan dando esa batalla porque ya está toda América Latina acompañándolos.

 Para oir y ver el video:

Producción de la Otra Mirada: Luis Bonilla Molina

Equipo de producción y post producción digital: Dilanci May Sierra

Transcripción de la entrevista: Ileana Lo Priore

Edición: Marianicer Figueroa Agreda

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“El poder mágico del consumismo sólo se puede desarrollar sobre un desierto emotivo, un desierto social”: Entrevista a Silvia Federici

Entrevista realizada a Silvia Federici por  Beatriz Plaza y Erika González , investigadoras del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) – Paz con Dignidad.

Escritora, activista y profesora de la Universidad de Hofstra de Nueva York, Silvia Federici es una referente en la economía feminista. Hablamos con ella durante el V Congreso Estatal de Economía Feminista [1] sobre cuestiones como el sistema capitalista, las alternativas soñadas y en marcha, la lucha salarial, el trabajo doméstico, la quema de brujas y el imaginario popular.

– ¿De qué hablamos cuando nos referimos a la economía feminista?

– La economía feminista es un proyecto con mucho coraje que se ha propuesto cambiar de manera significativa una disciplina que ha estado más comprometida con la economía capitalista que con ninguna otra. Creo que ha tenido muchos efectos importantes: el primero, someter la economía oficial a una crítica radical de su metodología, de su forma de medir, de su aplicación del método cuantitativo, del análisis de la realidad social que no se puede reducir a una fórmula matemática y de sus valores estructurales; el segundo, poner en el centro de esta deconstrucción de la economía la importancia de toda un área de actividades que definimos como reproductivas, muy importante para el movimiento feminista pero sistemáticamente desconocida y desvalorizada por la economía oficial. El cuidado, el trabajo del hogar, las relaciones familiares, sexuales o procreativas, el cuidado de los niños, el de las personas enfermas, el de los mayores… Para la economía feminista esto es fundamental, no solamente para la reproducción de nuestra vida, sino también para la producción del sistema capitalista, porque la sociedad ha sido sometida a esta producción.

Las economistas feministas hemos visto la importancia de todo este conocimiento e iniciado una investigación sobre las consecuencias y los efectos de la invisibilización. En concreto, hemos empezado un trabajo de democratización del lenguaje que ha permitido crear un espacio donde las mujeres que no son economistas expertas pueden empezar a comprender cuál es la lógica de este sistema en el que vivimos, una lógica realmente perversa.

Por ejemplo, estudios como el de Madeleine Fairbairn (sobre la medida de los estándares del PIB y sobre cómo las organizaciones internacionales y los gobiernos cuentan y excluyen el trabajo de reproducción de sus cuentas) nos han permitido comprender que el crecimiento de niños y niñas no es considerado productivo, pero fabricar las armas que los matan sí que lo es.

Gracias a estos estudios podemos entender la lógica que calificaba de perversa, porque la economía como disciplina ha creado un nudo que nos impide ver la verdad de las relaciones capitalistas. Es una red de categorías, conceptos, asuntos y asunciones que son como un muro que la gente común no puede comprender, que nos ofusca la visión. Por este motivo ha sido importante comenzar a explicar qué significan estas categorías y empezar a construir, a pensar y a imaginar la posibilidad de una alternativa.

– En este contexto, advierte sobre el peligro de que la economía feminista se convierta en una rama más de la economía. ¿Cómo cree que se podría evitar esto?

– Creo que se puede evitar si las economistas feministas trabajan en la economía como espías en un territorio hostil. No se trata de educar a las y los economistas, sino de comprender y transmitir la conciencia que pueden adquirir trabajando dentro la economía. Una vez adquirida, se podría empezar un trabajo de educación importante, porque, en mi opinión, el riesgo es dejar de pensar.

Por este motivo, creo que es importante que la economista feminista tenga su punto de referencia en los movimientos, sea como inspiración por la economía alternativa (lo que es necesario hacer a partir de la lucha o de la expresión, ya que la lucha exprime necesidades, dificultades y posibilidades), sea como guía para no olvidar por quien se escribe y por quien se hace este trabajo. El riesgo es pensar que nuestros referentes son los economistas de los institutos académicos.

Se habla de las mujeres y de la igualdad, pero después se aprueban leyes que destruyen la condición de igualdad. El reto por tanto es enseñar al sistema a ser contundente, porque muchas feministas han participado en conferencias de las instituciones y la gente identifica el feminismo como el que ha sido construido por Naciones Unidas. Es importante que las economistas feministas no repitan esto.

– ¿Qué opina sobre las potencialidades de la economía feminista?

– La economía feminista debería tener dos objetivos principales: por un lado, revalorizar el trabajo de reproducción y, por otro, demostrar la centralidad, no solamente del trabajo de cuidado. Tengo un poco de resistencia a este concepto porque durante muchos años en el movimiento feminista en el que milité nunca se habló de cuidado. El término “cuidado” es completamente nuevo, de los años 90. En los documentos feministas de los años 70 y 80 se habla de trabajo doméstico o trabajo de reproducción, pero nunca de trabajo de cuidados. ¿Por qué? ¿Cuál es para mí el problema? El problema es que se va a construir una nueva jerarquía entre las mujeres que hacen el trabajo material (limpiar la ropa o las calles) y el trabajo que se ve como más emotivo, intelectual, educativo, relacional… Por eso yo uso estos términos pero con mucha cautela, porque no me gusta separar el trabajo material del inmaterial. Para mí es muy importante demostrar la centralidad.

El trabajo de cuidados es un ejemplo paradigmático, no se puede olvidar que lo material e inmaterial es indisoluble en el trabajo que reproduce la vida de una persona. Piensa en la educación de las niñas o en la cura de los enfermos. Si sabes cómo se cura un enfermo, qué significa trabajar con una persona que no es autosuficiente, es que sabes que no se puede separar una cosa de la otra. La gran tragedia hoy es exactamente esto, la separación. Lavar, limpiar o amamantar a un niño o niña, ¿es material o inmaterial? Si piensas en el trabajo de reproducción te das cuenta de cuánta estupidez hay en esta tendencia a la separación. No me gustaría que las mujeres reprodujeran de manera indirecta esta dinámica que sitúa a los conceptos en niveles más altos o bajos según el tipo de trabajo. Conservar la naturaleza, cocinar, el trabajo sexual, hacer el amor… ¿qué es, material o inmaterial? ¿Cómo se puede separar? No, no vamos a reproducir esta visión que separa y que hemos criticado tanto en los hombres, en los intelectuales.

– Señala a los movimientos sociales como fuente de inspiración. ¿Qué fortalezas podrían aportar al sistema para hacerlo más sostenible, justo y equitativo?

– Cuando hablo de movimiento social lo hago entendiéndolo como un concepto amplio y diverso, porque hay muchos tipos de movimientos sociales y de algunos no soy muy entusiasta. Me gusta mucho lo que tantos compañeros y compañeras en América Latina dicen: “no es importante hablar de movimiento social sino de sociedades en movimiento”. Hablo de movimientos sociales muy arraigados en la sociedad, que cooperan y que miran lo que está cambiando a nivel de base. Movimientos sociales no como organizaciones separadas, sino como clave en la reflexión que está ocurriendo en varias partes del mundo y que nacen de la conciencia de que esta sociedad capitalista no nos puede garantizar nada, que no puede ofrecer prosperidad o seguridad de vida sino sólo a grupos limitados, en períodos concretos y en condiciones particulares, como ocurrió después de la II Guerra Mundial, de los años 40-50 hasta los 60-70.

Fue una época asombrosa en la que se consiguió desestabilizar el sistema gracias a los grandes movimientos sociales contra el capitalismo: la descolonización, la lucha anticolonial, las revueltas en las fábricas de los obreros industriales, el alzamiento contra la guerra del Vietnam, el movimiento feminista o el surgimiento del indigenista. Fue un período increíblemente importante que puso en crisis de manera estructural la capacidad de la sociedad capitalista de producir y reproducirse. El proceso de globalización, la intención de cambiar el mundo de las bases durante los años 80-90, fue la respuesta del sistema.

Hay una gran conciencia sobre el hecho de que el capitalismo puede conceder la prosperidad o el nivel adecuado de vida solamente en condiciones particulares. En este contexto, es importante comprender y analizar lo que es el consumismo, producto directo de un gran empobrecimiento social. Si tienes una vida rica desde el punto de vista emocional, con buenas relaciones sociales, no te pierdes por una camiseta. El poder mágico de las cosas, es un poder que se puede desarrollar sólo sobre un desierto emotivo, un desierto social.

Un gran número de poblaciones ya se sienten excluidas porque han sido expulsadas de sus tierras, de sus trabajos, de sus salarios…. Por eso están intentando crear formas diferentes de vida, organizándose de formas diversas. Los movimientos sociales que tienen sus raíces y sus cimientos en estas poblaciones son los más importantes.

Los movimientos feministas populares de América Latina son los movimientos que el capitalismo reprime. Me refiero a los que tienen como punto de referencia las grandes luchas de las mujeres campesinas por defender los campos, la agricultura de subsistencia y la soberanía alimentaria, o las luchas contra el extractivismo, contra la minería, contra las cárceles y contra todas las formas de represión militar. El zapatismo, en México, o el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, en Brasil, son sólo dos de los muchos ejemplos que existen.

Muchos son movimientos creados sobre una base territorial que están empezando una forma de producción diferente teniendo presente el autogobierno. En mi opinión, esto es lo que se está ocurriendo por primera vez en el mundo: lo nuevo surge cuando hay una percepción de que el viejo sistema, el capitalismo, es muerte, y esta idea ya se está difundiendo, sobre todo en América Latina.

– Dice que allí donde se siente la necesidad del cambio se generan prácticas para la construcción de alternativas. Muchos movimientos populares han visto en el Estado un instrumento que les puede ayudar a promover cambios para salir de la explotación o de la amenaza que supone el capital. ¿Hasta qué punto la toma de las instituciones puede servir para el cambio?

– Sí, ahí hay un gran debate. El ejemplo más claro es el que viene de América Latina, cuando los zapatistas rechazaron participar en las campañas electorales. Muchas personas de los sectores de izquierda criticaron esta actitud intensamente, pero yo creo que ahí los zapatistas tenían razón, porque el Partido de la Revolución Democrática (PRD) no ha sido una alternativa. Hemos visto que en países donde los partidos progresistas asumieron el poder, como en Bolivia, con Evo Morales o en Ecuador, con Rafael Correa, ya hay un conflicto entre Estados y movimientos de base.

En el caso de Bolivia, el presidente ha seguido desde el inicio una política extractivista. Aunque ha intentado reducirlo con algunas medidas, como las bolsas solidarias, son acciones tan simbólicas que no cambian nada y no ponen en el centro el fundamento de las relaciones sociales ni un nuevo modo de producción. En Ecuador, Rafael Correa había prometido una postura determinada frente al petróleo, y ahora se choca con el Yasuní. En Brasil, muchas compañeras y compañeros están demostrando que, con el tiempo, Lula da Silva ha instaurado un imperialismo que sólo se diferencia de los otros en el esfuerzo por expulsar a las empresas americanas.

Es necesario reflexionar sobre esto. Si no nos enfrentamos, si pensamos que se puede mejorar el capitalismo y continuamos con la misma lógica, solamente podremos reducir los efectos negativos. Si creemos que el progresismo significa reducir y humanizar un poco la explotación, entonces el resultado será aún peor, porque esto crea mucha pasividad, nos hacen creer que van a mejorar nuestras condiciones, que no debemos activarnos porque ellos lo harán por nosotras.

– Una de las cuestiones clave que identifica como reforma estructural es la reivindicación que desde el movimiento feminista se ha realizado en torno a la lucha salarial, uno de los elementos que más desigualdad genera. ¿Podría profundizar un poco en cómo la brecha salarial reproduce la desigualdad?

– Desde el Colectivo Feminista Internacional lanzamos la campaña Salario para el Trabajo Doméstico porque entendíamos el sueldo como una máquina que provoca desigualdades. En primer lugar, la diferencia de salarios ha permitido invisibilizar el trabajo doméstico, lo que ha provocado una serie de explotación laboral. En segundo lugar, lo ha naturalizado porque lo ha mitificado y ha creado jerarquías entre lo “asalariado” y lo “no salariado”. A través de estas jerarquías se ha ocasionado un sistema de control indirecto de las personas “sin salario”. Aquí las y los asalariados se convierten en patrones, controladores y supervisores del trabajo no salariado. La jerarquía nunca es neutra, es el principio de la explotación. Debemos tener cuidado cuando hacemos cualquier lucha salarial y asegurarnos de que ésta no va a ser a costa del bienestar de otras personas, cerciorarnos de que aquello que ganamos en el terreno del salario no reproduzca de nuevo jerarquías que generen desigualdades.

– Habla de construir formas más cooperativas para la reproducción social…

– En realidad es un sueño, aunque también una práctica. Dolores Hayden, una feminista que ha hecho mucha labor urbanística en Estados Unidos, ha estudiado la historia centrándose en el esfuerzo de las mujeres para superar el aislamiento del trabajo doméstico.

En muchos países la forma más cooperativa ha surgido a partir de una necesidad provocada por la depresión y la austeridad, como en Chile, Perú y Argentina, donde las mujeres trajeron las olas de los piquetes, los comedores populares y los huertos urbanos. Es importante ver qué ha traído de nuevo a la lucha social. Elementos que no estaban en las luchas de los años 60-70 y que nacen de una necesidad de crear formas de control sobre nuestras vidas, de autoproducción y autoaprovisionamiento.

Me parece haber reconocido la línea que necesitamos seguir. Es claro que en algunos países el camino está más avanzado porque el desastre económico los ha obligado a hacerlo. Y también que en muchos lugares como en América Latina es un poco más fácil porque existe una tradición de relaciones comunitarias que el capitalismo no ha podido destruir y que hoy es una fuerza. El camino que nos muestra América Latina, el camino que se debe recorrer también en Europa y en los EEUU, ya se ha iniciado. En Grecia, por ejemplo, millones de personas se han encontrado con la realidad de un empobrecimiento brutal. Es evidente que van a tener que empezar a crear formas alternativas de vida, y las opciones son aceptar la derrota continua o juntarse, juntar sus recursos, juntar su energía y crear. Mi pareja ahora está en Heraclio, Creta, donde han organizado un gran festival para celebrar las nuevas clínicas sociales. Todas estas cosas se van a ampliar necesariamente.

– Vamos a cambiar de tema y abordar otra de las cuestiones fundamentales de tu obra. En su libro Calibán y la Bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria[2], retomas la matanza de brujas como fundante de un sistema capitalista que expropia el cuerpo, los saberes y la reproducción de las mujeres sin remuneración alguna. ¿Qué opinas de la quema de brujas?

– La reflexión sobre las brujas es muy seria, y abro para mí lo que es como una herida abierta, porque en los últimos cuatro o cinco años me he dado cuenta de que el legado de los inquisidores permanece en el imaginario popular, de que han dejado una herencia de desvalorización de la bruja que se plasma en canciones o en prácticas como quemar a las brujas, y que esto pasa a nivel europeo.

Hay quema de brujas en Escandinavia, aunque han hecho un pequeño esfuerzo por reconocerlo construyendo un monumento en Noruega. También en San Juan se celebra la quema de las brujas, incluso hay canciones sobre ello. Cuando fui a Copenhague las mujeres me mostraron algunas representaciones horrendas de brujas. Me gustaría viajar y luchar contra esto junto a un grupo de mujeres.

El año pasado en el País Vasco vimos cosas que nos entristecieron mucho. La imagen de la bruja se ha convertido en una mercancía que se usa para atraer a turistas en lugares como Zugarramurdi, donde hay un Museo de las Brujas y puedes encontrar imágenes horribles. Les pregunté a las mujeres de las tiendas que por qué razón vendían esas cosas y me dijeron que, aunque no les gustaba, lo ordenaba el patrón. Debemos hacer algo para que no se vendan más.

Una puede pensar que tal y como está el mundo, lleno de problemas, nadie va a pensar en las brujas, pero creo que hay que hacer algo, que sería muy importante. En realidad, hoy también se queman brujas: en África se calcula que se han quemado, enterrado vivas o acuchillado más de 30.000 mujeres, sobre todo mayores; en 2013 se han enterrado vivas 700 mujeres en Tanzania; y en Papúa Nueva Guinea también han quemado a muchas. ¿Dónde están las feministas? ¿Dónde hay un surgimiento de feministas?

En India estoy en contacto con mujeres feministas que se están ocupando de esto, porque allí es una matanza. Todas me dicen que está conectado con el cercamiento y la propiedad de las tierras, con el nuevo papel de las mujeres y con la expulsión de las mayores, que son consideradas como no productivas pero que tienen acceso a la tierra. La manipulación de las compañías, que usan las acusaciones de brujería para conseguir sus objetivos es constante. Es importante organizar un grupo de mujeres en cada país para hacer algo. ¿Por qué no en España también?


*Beatriz Plaza y Erika González son investigadoras del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) – Paz con Dignidad.

Fuente: http://www.revistapueblos.org


NOTAS:

[1] Vic (Catalunya), julio de 2015.

[2] Federici, Silvia (2010): ‘Calibán y la Bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria’, Editorial Traficantes de Sueños, Madrid.

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Entrevista a Claude Steiner :»Las caricias son tan necesarias como la comida o la bebida»

Steiner cree que los hombres todavía tienen que aprender a decir “te quiero”

El psicólogo Claude Steiner, protagonista del Congreso Internacional de Inteligencia Emocional y Bienestar, defiende la importancia de identificar y controlar las emociones para obtener efectos positivos de ellas. Anima a las personas a acariciarse, con el tacto y con las palabras, y a expresar sus sentimientos sin miedo para ser felices.

Claude Steiner nació en Francia, pero su familia es de origen austriaco, estudió en Estados Unidos y vivió durante mucho tiempo en México. Visitó Zaragoza para participar en el Congreso Internacional de Inteligencia Emocional y Bienestar, en el que cientos de expertos procedentes de todo el mundo han trabajado en la búsqueda de la felicidad.

Considerado uno de los padres del análisis transaccional y de la psiquiatría radical, Steiner ha estudiado en profundidad la relación entre la información racional y las emociones, y cómo éstas influyen en la vida de las personas. En sus conferencias, es capaz de conseguir que el público intercambie “caricias” en forma de halagos.

P.- ¿Qué es la inteligencia emocional?

R.- La inteligencia emocional está basada en la capacidad de entender nuestras propias emociones y las de otros. Eso significa no sólo identificar qué emoción sentimos en cada momento –rabia, amor, tristeza, miedo, alegría– sino además conocer su intensidad y su causa, porque las emociones no son caprichosas, siempre tienen una razón. Una vez capaces de entender las emociones propias y también las ajenas a través de la empatía, es importante aprender a controlarlas de forma que tengan efectos positivos, incluso si son emociones negativas, para que nos beneficien no sólo a nosotros mismos sino también a las personas a nuestro alrededor.

P.- Llevemos ese concepto a la práctica. En España, uno de los problemas sociales más importantes actualmente es la elevada tasa de paro. ¿Cómo podría un desempleado controlar sus emociones de rabia y desesperación para sacar algo positivo?

R.- Cualquier persona desempleada atraviesa un proceso tremendamente doloroso, sobre todo si lleva mucho tiempo sin trabajo y llega a pensar que ya nunca lo encontrará. Estas emociones pueden aliviarse en parte pero son muy reales y es posible que no desaparezcan. Uno puede sentirse mejor al reunirse con otras personas que tienen el mismo problema. Puede compartir con otros desempleados la rabia hacia el Gobierno, la tristeza de no poder mantener a su familia o el miedo de no volver a trabajar. Estas emociones se pueden comunicar para que no sean tan pesadas, pero a fin de cuentas son reales y no se pueden evitar.

CARICIAS Y NUEVAS TECNOLOGÍAS

P.- Usted propone que todas las personas vivimos en un estado continuo de hambre de caricias. ¿Puede ocurrir que los mensajes de móvil y las redes sociales acaben sustituyendo a las caricias reales y recurramos a ese tipo de comunicación para saciar ese apetito de estímulos?

R.- El apetito de caricias es igual que el de comida, lo tenemos y no lo podemos cambiar. Si no comes, vas a morir de hambre. Si no tienes bastantes caricias, te vas a deprimir e incluso puedes morir de depresión. Las caricias son tan necesarias como la comida y la bebida. Qué va a pasar con toda la gente que esta sustituyendo caricias reales por virtuales es una pregunta importante y no sé la respuesta. Da miedo. Si no aprendes a comunicarte personalmente, cuando llegue el momento de casarte o tener hijos, no sabrás como manejar relaciones reales en lugar de virtuales. Porque virtualmente no puedes estar casado ni tener niños. Podemos anticipar problemas debidos a este cambio, aunque no sé cuáles serán.

P.- Igual que tenemos hambre de caricias, dice usted que tenemos hambre de información. ¿Deberíamos marcarnos algunos límites para no consumir toda la que hay disponible hoy en día?

R.- Está claro que uno necesita aprender a filtrar la información de Internet porque existe tal cantidad que podríamos pasarnos toda la vida viendo videos de Youtube y nunca terminaríamos de verlos todos. Además hay que tener cuidado, porque incluso yo he descubierto que algunas de las cosas que Wikipedia dice sobre mí no son ciertas. Aunque la verdad es que es imposible corregir todo lo que pueda haber mal, y ni siquiera es necesario.

EMOCIONES UNIVERSALES

P.- Desde su experiencia como psicoterapeuta en países diversos, ¿cree que las emociones son diferentes según el lugar en el que viva cada persona?

R.- Las emociones son universales. Todo el mundo tiene emociones y son las mismas, pero es cierto que ciertas culturas enfatizan unas sobre otras. Hay países donde la gente es más amorosa, otros donde la gente tiene miedo, donde la gente odia… Son preferencias que pasan de generación en generación. Pero las emociones son las mismas. Otra cosa es la forma de expresarlas, y eso sí que puede variar mucho.

P.- En sus libros define a las mujeres como eternas guardianas de las emociones. En el siglo XXI, ¿los hombres ya dicen “te quiero”?

R.- Más que antes pero no tanto como deberían. El problema clásico entre hombres y mujeres es que ellas dan amor y ellos lo reciben, pero a la inversa no es tan fácil. Así que todavía queda mucho camino por recorrer, pero estamos en ello.

P.- Cuando hablamos de educación emocional, ¿nos referimos a algo que se puede enseñar en el colegio?

R.- Los maestros pueden tener mucha influencia, en el sentido de que pueden enfatizar las emociones que tienen los niños y animarles a expresarlas. El problema es que si en casa reciben la educación contraria, no sirve de nada. Por eso hay que educar emocionalmente a los niños, pero también a los adultos.

P.- ¿Cómo ve el futuro de la inteligencia emocional?

R.- Cada vez hay un entorno más acogedor para permitir a las personas que expresen sus emociones, aunque sean difíciles, como la tristeza, el miedo o el amor, que también es una emoción muy difícil de expresar. Se va incrementando la facilidad y el permiso que damos a las personas para compartir emociones; estos es un síntoma muy positivo y creo que seguiremos por este camino.

Fuente de la entrevista: http://www.congresointeligenciaemocional.com/las-caricias-son-tan-necesarias-como-la-comida-o-la-bebida/

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Entrevista a Stephen Heppell: “El alumno debe liderar el cambio”

Mayo 2016/Fuente: Educaciontrespuntocero /Autora: Ana Ayala

A Stephen Heppell, presidente de New Media Environments, Universidad de Bournemouth (Reino Unido), se le conoce como el hombre que puso la ‘C’ de Comunicación a las Tecnologías de la Información. Este experto mundial en innovación educativa opina sobre el papel de familias, niños y profesores, y sobre cómo mejorar el aprendizaje.

Algunas de las frases que se han publicado para definir a Stephen Heppell son: “El mayor experto en educación on line de Europa” (Microsoft 2006). “El académico más influyente en los últimos años en el campo de la tecnología y la educación” (Departamento de Educación y Habilidades de Reino Unido). “Es un buen samaritano digital que ayuda a que la gente corriente se adentre en la era Internet, con su aspecto de Santa Claus, con esa mirada de ojos azules centelleantes y su poblada barba” (The Wall Street Journal).

A lo largo de todos los años de su trayectoria profesional, su objetivo ha sido mejorar el proceso de aprendizaje y, para ello, considera imprescindible que “los niños estén más involucrados en mejorar su forma de aprender”.

El 65% del alumnado de Primaria de hoy desempeñará puestos de trabajo que todavía no se han ‘inventado’, ¿cómo debería ser su educación?

El ingrediente secreto es el compromiso. Por encima de todo, nuestros estudiantes necesitan amar el hecho de aprender, ser curiosos e ingeniosos y nada de esto ocurre si no están comprometidos. De hecho, no sólo cambiarán los trabajos en el futuro, sino que cada día nos enfrentamos a lo inesperado y necesitamos estar preparados. Esto también significa que la educación debe contar con sorpresas, con desafíos, con nuevas tareas. Así que un calendario escolar que establece qué va a pasar cada minuto de cada día durante un año no proporciona ninguno de estos aspectos.

Nuestros estudiantes necesitan amar el hecho de aprender, ser curiosos e ingeniosos y nada de esto ocurre si no están comprometidos

Entonces, ¿cómo debe evolucionar el sistema educativo en los próximos años?

Los niños deben estar más involucrados en mejorar su forma de aprender. No se trata de que hagan lo que quieran sino de animarles a investigar buenas ideas de otras personas y que piensen cuáles podrían funcionar en su escuela. Cuando conseguimos que sean profesionales reflexivos ya vemos avances metacognitivos y en el aprendizaje. Esto es más que un paso hacia la co-construcción (construir un entorno de aprendizaje mejor con ellos), significa permitirles que sean líderes en la innovación. Comenzar con este proceso es duro, pero la mejora es inmediata.

De igual modo, hay que tener en cuenta que gran parte de lo que hacemos es simplemente por costumbre o por conveniencia. Es necesario contar con nuevos enfoques que ya han demostrado ser efectivos, como superclases con múltiples profesores, con una ‘inmersión’ en bloques de aprendizaje…

No se trata de que los alumnos hagan lo que quieran sino de animarles a investigar buenas ideas de otras personas y que piensen cuáles podrían funcionar en su escuela

España tiene un elevado índice de fracaso escolar ¿qué debería cambiarse?

Sería un buen momento para desarrollar una campaña nacional que mejore el aprendizaje, pasando de los hábitos a las evidencias y que cada escuela se convierta en un centro de investigación. La diferencia puede ser enorme en 18 meses.

Pero ¿cómo llevar a cabo el cambio con los recortes que ha sufrido?

El modelo de hacer la educación para los niños o incluso hacerla con ellos es muy caro.Pero cuando el cambio está liderado por el alumno, éste se siente orgulloso de mejorar su aprendizaje y puede trabajar con presupuestos ajustados, puede hacer más con menos. Con frecuencia, mejorar el aprendizaje es más económico a largo plazo y, además, no requiere de grandes recursos, lo que necesita sobre todo es un cambio de actitud. De hecho, cuestionar la práctica anterior y buscar nuevas ideas eficaces no precisa de dinero.

¿Qué habilidades deben desarrollar los docentes?

Deben continuar siendo profesionales del aprendizaje y al igual que los estudiantes deben estar en un estado de práctica reflexiva. Quizá en la actualidad también se considera esencial el análisis de datos, no prestamos suficiente atención a la información compleja que tenemos o deberíamos tener sobre el proceso de aprendizaje: ¿Cuánto tiempo están los estudiantes en clase?, ¿cuánto tiempo se desperdicia en una jornada partida?, ¿están disfrutando con su aprendizaje?, ¿qué comida es mejor antes de un examen?, ¿qué profesor es mejor en qué temas?… Tenemos que ser analíticos con el arte de la enseñanza.

Los docentes deben continuar siendo profesionales del aprendizaje y al igual que los estudiantes deben estar en un estado de práctica reflexiva

Y ¿qué papel debe jugar la familia en la educación?

El entorno doméstico es muy, muy importante. Los estudiantes tienen numerosos contextos familiares diferentes y pasan mucho más tiempo en casa que en la escuela. La mayoría de los padres (y los abuelos) quiere lo mejor para ‘sus’ niños, pero no les hemos ayudado lo suficiente en este aspecto, por ejemplo, ¿cuál es la mejor forma de leer a un niño? o ¿qué pueden hacer para que se diviertan con los números desde pequeños? Al igual que los niños son fundamentales para ‘moverse hacia delante’, también es esencial el papel de la familia y de la comunidad en general. Las personas deben querer que los niños tengan un futuro mejor y si involucramos más a nuestras familias y sus entornos, el aprendizaje será mejor y también más económico.

 

Fuente de la entrevista: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/stephen-heppel-alumno-liderar-cambio/35871.html

Fuente de la imagen: http://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2016/05/Heppell4-500×226.jpg

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Educar sin varita mágica: entrevista a Marta Rubio y Héctor Martínez

,  / El Blog Alternativo

Hemos tenido el placer de entrevistar a Marta Rubio y Héctor Martínez, autores del libro “Educar sin varita mágica” y apasionados especialistas en educación. El proyecto “Educar sin varita mágica” (libro, página web y redes sociales) surge de la necesidad de ofrecer respuestas a padres y alumnos que, en muchas ocasiones, estamos un tanto perdidos en la labor tan importante y enriquecedora que supone la educación. A continuación os dejamos que sus más que interesantes consejos.

¿Podemos educar a nuestros hijos sin “educarnos” a nosotros mismos?

Con la misma facilidad que hacer una tarta cuando te faltan ingredientes, puedes hacer algo que se parezca a la tarta pero sin conseguir el mismo resultado . Solemos mencionar una frase que creemos resume gran parte de nuestra filosofía y que responde a tú pregunta “Como si de un espejo se tratase, la educación que damos es un reflejo de lo que somos”. ¿Existe alguna forma mejor de enseñar a mi hijo a ser generoso que serlo yo mismo?, ¿o de practicar una vida sana mientras yo mismo como padre la práctico en mi día a día? Parece que no. Eso no significa que el modelo positivo siempre funcione ni que debamos ser modelos perfectos. Lo que planteamos es tratar de sentirnos bien con nosotros mismos, que no nos importe equivocarnos porque somos humanos e imperfectos y que, cuando miremos a nuestro hijo o alumno, tal y como ocurriría con nuestra pareja, familiar, compañero o amigo, seamos capaces de mirar sin temor. Eso solo se consigue desde la educación propia. Aceptando que todos podemos mejorar, aprender y continuar modelando dificultades o nuestro funcionamiento del día a día. Aceptar que erramos y que no somos perfectos es un comienzo sano.

En nuestras charlas siempre hablamos de la Fórmula de la felicidad. La felicidad se asienta en un taburete cuyas patas son el control, el esfuerzo y la actitud. Solo cuando esas tres patas son firmes podemos encontrar el bienestar y, con ello, poder ofrecerlo. Si una de esas patas se tambalea la felicidad se cae. Cuando nos sintamos bien, fuertes, con recursos y actitud suficientes podremos educar como merecen a otras personas.

¿Qué es “Educar sin varita mágica”?

Educar sin varita mágica es un proyecto más allá de Marta y Héctor. El libro surge como una sugerencia de la Consejería de Educación de La Rioja y apoyado por Edebé y Guzmán Martín. A partir de ahí, a Marta y Héctor se unen compañeros, amigos, padres, catedráticos de psicología, pediatras, pedagogos, maestros, profesores, psiquiatras y un largo etcétera. Nuestro propósito siempre ha sido ofrecer un manual de trabajo a todo aquel que quiera educar desde la honestidad, el esfuerzo y el cariño.

Toda esa experiencia de tanta gente, toda nuestra pasión por lo que más nos gusta hacer, se recoge en un libro que aborda la educación desde una punto de vista que creemos que es novedoso. Hemos intentado no teorizar demasiado e ir directamente a lo que, creemos, interesa a los educadores, la parte práctica. Educar no solo es conocer legislación, pautas de conducta o teorías del aprendizaje. Educar es acompañar, ofrecer posibilidades, proporcionar estrategias, en definitiva, preparar de la mejor forma posible a personas autónomas, versátiles, adaptativas y, sobretodo, felices. Todo eso no se consigue solo con palabras, necesitamos ponerlo en práctica. Necesitamos saber qué hacer y cómo hacerlo. Es ahí donde educar sin varita mágica he puesto su objetivo. Queremos ofrecer cuanto hemos aprendido en años de equivocarnos, rectificar y aprender con los niños.

Hace tiempo nos paró una madre. Como la mayoría de los padres que conocemos es una persona que no solo adora a su hijo sino que, además, se implica cuanto puede. Ella nos decía que, de tanto leer manuales de educación y psicología creía que ya merecía la convalidación de varios títulos, pero que cada vez que finalizaba uno de esos libros lo cerraba, miraba a su hijo y se planteaba la misma pregunta “¿Y ahora qué hago?”. No sabemos si hemos sabido contestar esa pregunta a todos nuestros lectores pero si sabemos que los ojos y la sonrisa de ella y de muchas otras personas dicen que, al menos, con muchos sí lo hemos conseguido. Era nuestro objetivo y somos inmensamente felices de haberlo alcanzado con tanta gente.

El libro se subtitula “25 estrategias para mejorar tu vida” ¿Es un manual de desarrollo personal o de crianza?

Creemos que, como nos preguntabais antes, las dos cosas deben estar relacionadas. Solo desde el desarrollo personal, desde el crecimiento, la motivación y las ganas de aprender y mejorar podemos criar y educar. No lo entendemos de otra forma. Es difícil dar lo mejor a mi hijo, mi nieto o mi alumno si no me siento bien conmigo mismo o con la seguridad que tiene quien sabe que hace cuanto puede y lo hace con pasión.

Hablamos de 25 estrategias puesto que hemos analizado la realidad que nos rodea y la hemos concentrado en diez dificultades para adultos y quince para menores. En cada una tratamos de ofrecer herramientas que permitan aprender y mejorarse a si mismo.

A diario todos nos enfrentamos a dificultades y situaciones que no siempre sabemos abordar. Tendemos a creer que son algo “que toca sufrir” o “que es así” pero, al menos en la mayoría de casos, no es cierto que se trate de un destino ya marcado. Siempre tenemos opciones, solo hay que buscarlas, practicarlas y encontrar la  “nuestra”, la que funciona para mí. Por ejemplo, mucha gente asume que darle vueltas a la cabeza es inevitable y que, “cuando toca” no queda otro remedio que sufrirlo y esperar a que pase, o ni siquiera llegamos a ser conscientes de que una preocupación está. A veces somos como toros que, valientes, se enfrentan a todo lo que nos pongan por delante. Esa postura demuestra tenacidad pero no es eficaz ni inteligente. Antes de enfrentarnos a las dificultades es conveniente levantar la cabeza para analizar a que nos enfrentamos y así poder tomar el mejor camino.

Nosotros proponemos soluciones que permitan aprender o intentar mejorar la situación que nos preocupa, sin alcanzar el punto en que nos hagan daño de forma innecesaria o nos impidan desarrollar nuestro día a día. Perdemos mucho tiempo en cosas que no nos aportan nada y que incluso nos perjudican cuando, a veces, entender lo que nos pasa y poner soluciones reales está en nuestra mano. El libro propone seguir este camino: entender, plantearnos que queremos y, sobretodo, definir caminos para alcanzar esos objetivos.

¿Quiénes son Marta Rubio y Héctor Martínez y cómo han llegado a escribir este libro?

Son dos personas que viven la educación como su pasión. Nos consideramos dos trabajadores incansables que a base de equivocarse mil veces son capaces de esquivar ciertas piedras de tanto que han tropezado con ellas.

En nuestra experiencia en clínica, en aula o en terapia hemos convivido con muchas situaciones y personas que nos han enseñado que en la educación, como en todo en la vida, los trucos, la magia, no existe y que los ingredientes pasan por conocer, intentar, tropezar y volver a levantarse.

El libro surge, como decíamos antes, a petición y sugerencia de un montón de personas, pero sobretodo porque sentíamos que podíamos ayudar a mucha gente que quería ser ayudada. A diario recibimos alumnos que piden ayuda, padres tan apasionados como nosotros que no encuentran opciones, muchos correos, llamadas… Pensábamos que, además de intentar ayudar a toda esa gente podíamos ofrecer lo que hacemos a muchos otros e intentar poner nuestro granito de arena. Queríamos proponer un método que se basa en algo que tienen la mayoría de educadores: actitud y ganas de intentarlo. Por eso Educar sin varita mágica.

¿Cómo definiríais el panorama educativo en España en la actualidad?

Parece que la respuesta fácil es “desolador” pero no es verdad. Es verdad que muchas veces percibimos falta de implicación y motivación en todos los niveles, nos parece inconcebible que no tengamos la madurez política suficiente para alcanzar acuerdos educativos estables liderados por los vilipendiados “Tecnócratas”. Es cierto que muchas cosas no funcionan como nos gustaría, por ejemplo, nos cuesta entender porque la inteligencia emocional no entra en las aulas o que la creatividad no encuentre un nicho.

Pero esa no es la única realidad que vemos. Creemos que mucha gente se está despertando de una especie de letargo. Cada vez hay más voces, más profesionales ávidos de mejorar y aprender, los propios padres reclaman más opciones, más criterio y más aprendizaje para ellos mismos. Eso genera una ilusión que vivimos en muchas charlas o talleres en los centros que visitamos o en las AMPAS. La gente quiere mejorar y ese es el germen que necesitamos. Somos muy optimistas y creemos que la tendencia es positiva y los actores son formidables. Quizá sea poco a poco, o a un ritmo que muchos no asumen, pero es el camino. Nosotros mismos, en nuestro trabajo, estamos rodeados de gente que derrocha ganas e ilusión. Gente muy humana que busca lo mejor para sus alumnos. Se preocupan por ellos y se interesan por su desarrollo curricular pero, fundamentalmente, por su madurez y felicidad. Y nos consta que no son una pequeña Galia aislada, en cada lugar donde explicamos lo que hacemos y la pasión que sentimos por la educación vemos ojos que sienten, creen y persiguen lo mismo que nosotros.

Respecto al debate de los deberes escolares y los horarios infantiles, ¿cuál es vuestra postura al respecto?

Nos somos muy partidarios de decantarnos entre blancos y negros, entendemos que hay una enorme variedad de casos e igual cantidad de gamas grises para adaptarnos a ellos. Si generalizamos creemos que los “deberes” ofrecen aspectos positivos para los chicos. Por ejemplo, permiten establecer rutinas muy valiosas para ellos, fomentan su autonomía y responsabilidad, les dan seguridad puesto que ayudan a asimilar y comprender ciertos conceptos que quizá no han quedado asentados en el aula. Todos estos aspectos no los proporcionan únicamente los deberes pero, indudablemente ayudan.

Hemos debatido con muchos padres, maestros, profesores y pedagogos sobre este tema y hay tantas posturas como personas. Os podemos resumir varios puntos importantes de la visión global de todos los actores. El primero es la visión de muchos profesores y maestros que se encuentran ante padres que reclaman cantidades ingentes de deberes mientras que otros se niegan a asumir ninguno. Como docentes debemos buscar adaptarnos individualmente a cada alumno pero es difícil con más de 30 alumnos por aula, varias asignaturas, corregir personalizadamente lo del día anterior, etc. Es por eso que, siempre dentro de unas exigencias normalizadas que permitan ocio y descanso en el menor, es necesario que dejemos esa responsabilidad al docente para que regule a su criterio esas tareas puesto que nadie mejor que él valora las necesidades de su alumnado. Sería conveniente que los padres debatan dicha cantidad, en caso de creerlo justificado, solo con el propio docente y que, ante sus hijos, busquen apoyarles y ayudarles en la medida de lo posible, evitando enfrentamientos entre todas las partes.

La visión doméstica nos enseña que desde casa los padres son meros puentes. Es decir, los padres no deben hacer los deberes de los hijos ni con los hijos sino mostrar interés y atención ante ellos y ayudas puntuales. Las agendas adultas no nos permiten, ni debe ser así, tener que estudiar cuarto de primaria o tercero de la ESO. Eso es cosa del menor. Es por eso que, en la medida de lo posible, el trabajo que los docentes encomendamos como deberes debe intentar ser entretenido y realizable por el alumno puesto que solo así se obtendrán todos los objetivos que antes nos marcábamos.

Si ambos fueseis co-Ministros de Educación ¿qué medidas tomaríais?

Intentaríamos ser ambiciosos y reunir a la gente que realmente sabe de educación. Buscaríamos un consenso educativo y un gobierno que respete algo que, fuera de la política parece tan obvio, como es el bien de nuestros menores y de su educación, tanto académica como personal, por encima de cualquier tipo de interés. Los múltiples intentos hechos hasta ahora parecen demostrar que esto no debe ser fácil. Dedicaríamos tiempo a analizar lo que funciona y lo que no, estudiaríamos modelos que han demostrado buenos resultados en otros lugares (véase los modelos nórdicos, asiáticos, o centroeuropeos) e intentaríamos aunarlos y adaptarlos a nuestra realidad.

Pero creemos que la política no es el único escollo a salvar. Sabemos que no es muy popular decir esto pero creo que la población, nosotros los primeros, debemos dar un paso adelante. Debemos valorar la educación como merece y, como contribuyentes, asumir que la educación es costosa y que para que nuestros alumnos dejen de hacinarse en aulas hay que pagar impuestos que lo sustenten. Debemos valorar a los docentes como algo esencial para nuestra prosperidad y bienestar. Los propios docentes deben asumir la inmensa responsabilidad que atesoran. Los resultados de países con grandes éxitos educativos están directamente relacionados con la importancia que se da al área educativa, tanto en derechos cómo obligaciones. La educación se construye desde múltiples aristas y todos debemos arrimar el hombro, como podamos.

Nos atrevemos a plantear alguna medida más concreta. Podría tener forma de asignatura propia o de contenido trasversal y sería la Inteligencia Emocional. Esta misma mañana, hablábamos con los alumnos de ciertos aspectos de la misma en el aula. Debatíamos sobre lo importante que es en el desarrollo personal y en como afecta de forma decisiva a nuestro éxito vital, entendiendo este como la forma de alcanzar la felicidad plena. Uno de ellos, Cristián, nos decía “¿Cómo es posible que nunca hallamos dado Inteligencia Emocional antes? Alguien de los que manda no se tiene que estar enterando de nada”. Tienen 10 años y ya lo ven tan claro como nosotros. Tal y como piensa Cristián, creemos que formar personas con mayúsculas es el principal objetivo del colegio. Por supuesto no es lo único, pero una persona versátil, adaptativa, curiosa, madura o motivada podrá aprender cuanto quiera y le interese en la vida. No parece estar tan claro que el orden inverso sea igual de positivo.

¿Cómo os gustaría que fuera la educación en unos 10 años?

Suponemos que caben muchos tipos de educación que nos gustarían pero tendemos a imaginarla como una educación pequeñita, de personas no tanto de estudiantes, en las que se lleva a cabo una libertad ordenada, donde se valore la creatividad, el compañerismo o la empatía. Conseguir algo así suena casi a magia pero no lo es para nada. Algo muy cercano a esta idea la vemos en muchos C.R.A (Colegios Rurales Agrupados) donde los grupos pequeños, la imaginación de los docentes y el acercarse a la realidad de los menores ofrece resultados increíbles.

También nos gustaría que Magisterio se llenase de gente cargada de ilusión y ganas de dar lo mejor de sí, algo que ya vemos en los ojos de muchos estudiantes.  Y que se valorase tal y como merece, son personas que educan a personas, por lo tanto desde nuestro punto de vista requieren de una formación, exigencia y prestigio superior al considerado actualmente (Por cierto, aprovechamos para mandar muchos ánimos a todos los maestros opositores que están en su recta final).

Nos encantaría ver como los padres y profesores forman un equipo que beneficie al menor. Sería fabuloso encontrarnos con una sociedad en la que pagar impuestos para que los hijos trabajen en aulas de 10-15 alumnos y no de 35 sea motivo de orgullo.

Imaginamos una educación en la que cada alumno sea escuchado y se sienta participe de lo que hace, donde sea posible atender a cada persona de forma individual atendiendo a sus necesidades específicas y se le acompañe en su desarrollo personal y académico.

Aunque suene a frase hecha, creemos que tenemos un potencial profesional increíble, mucha energía y actitud pero que se va quemando por el camino al encontrarse con un sinfín de obstáculos. Debemos dar cierto margen de maniobra al profesorado para que puedan dar lo mejor de sí mismos y, nos parece igual de necesario revisar el funcionamiento del sistema periódicamente. Si un profesor es negligente debemos sacarlo de las aulas, si otro no está ofreciendo lo mejor de sí pero quiere hacerlo debemos darle herramientas y, a quien encuentre el equilibrio debemos dejarle seguir sin trabas. Es ridículo simplificar la situación así que pongamos todos lo mejor de nosotros para dar a los menores lo que merecen, tanto políticos, como padres o profesores, cada uno en su papel.

¿Qué breves consejos nos daríais a los padres y madres del siglo XXI?

Que seamos conscientes de que querer a nuestro hijo no es suficiente para que seamos felices, ni él ni nosotros. Por supuesto es la base de todo pero hay que incorporar más cosas para que las cosas funcionen como deseamos.

Os proponemos algunas pautas que para nosotros son muy valiosas:

  • Es crucial empatizar con ellos. Tendemos a olvidar que son seres humanos y simplificamos cuanto les ocurre. No se trata de ser condescendientes ni sobreproteger sino de intentar entender sus pensamientos, emociones y reacciones con el fin de buscar las mejores soluciones.
  • Ser el modelo imperfecto que queramos ser. Educar es un gran reto en el que es muy fácil equivocarse. Nuestro libro insiste mucho en que debemos reconocer nuestras limitaciones para dar lo mejor de nosotros. Es necesario aceptar que no somos perfectos y que asumimos y aprendemos de nuestros errores.
  • Asumir nuestra realidad. Dedicamos un capítulo entero del libro a la organización vital porque entendemos que es una de las mayores dificultades a las que se enfrenta el padre de hoy. Si tengo una hora al día, como si tengo seis, debo asumir que ese es mi tiempo y hacer lo mejor que pueda con él y mi hijo. Si dispongo de un sola hora con él y la dedico a“mimarlo” tendremos una situación difícil y, además, un error. No es fácil revertir nuestra situación, especialmente si es laboral, pero el error si lo es. Si mi trabajo solo me permite una hora libre, no se trata de que quiera menos a mi hijo, así que sentirse culpables nos lleva a confundir al menor y convertirlo en un pequeño tirano. Si tengo una hora y busco hacer cosas con mi hijo, ayudarle, preguntarle por como ha ido su día o como se siente… le estaré ayudando y demostrándole que me importa de verdad. Él no sentirá que “intento comprarlo”. Simplemente asumiré una situación difícil de la forma más adaptativa posible.
  • Tratar de ser un equipo que persigue un mismo objetivo: intentar ofrecer al menor las herramientas y opciones que le permitan desarrollarse y ser feliz de la forma que quiera. Sea con tu pareja, con el maestro, su abuelo o la entrenadora necesitamos mostrar coherencia ante sus ojos. Muchas veces va a ser necesario ofrecer al menor alternativas, consecuencias o una perspectiva más coherente y tranquila, algo que, sin duda, necesitan. Siempre estaré a tiempo, y será bueno, hablar cuanto sea necesario con el resto de adultos y llegar a acuerdos pero es importante no utilizar al menor como punto de desencuentro y conflicto. Le confundirá y la hará sentir inseguro.
  • Permitir que se equivoquen y reforzar sus intentos. Mostrémosles como nosotros nos equivocamos, reflexionamos e intentamos hacerlo mejor la próxima vez. Aprender de los errores y no evitarlos es la clave del aprendizaje.
  • Cree en ti mismo porque nadie va a luchar más por tu hijo que tú. Busca estrategias, opciones y herramientas, escucha consejos, piensa que lo intentas y en las veces que lo has conseguido y sobretodo, recuerda constantemente que la meta es la más bonita de todas, ofrecer a tu hijo lo mejor de ti.

Estos y otros muchos consejos son fundamentales para proporcionar a nuestro hijo un ambiente y una base para que pueda construir el camino que desee perseguir, el camino que le lleve a la felicidad.

Para ampliar información y seguir aprendiendo:

Fuente: http://www.elblogalternativo.com/2016/05/13/educar-sin-varita-magica/

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Entrevista. Miguel Aguilar: «El fin primordial es dejar huella para apoyar a los sin voz»

Miguel Aguilar, uno de los integrantes de la iniciativa ‘Yo corro por los sin voz’ atendió a Vavel para contar en primera persona sus vivencias y las expectativas de futuro que tienen para ayudar a los animales abandonados.

13-05-2016 20:19 / JUAN DE DIOS PÉREZ BOZA / Vavel
Miguel Aguilar es un aficionado al deporte desde que era pequeño, practicó fútbol, baloncesto y le llaman especialmente la atención las artes marciales. Trabaja como pedagogo con niños e intenta transmitirle a ellos su amor por los animales, con el respeto siempre por delante. Empezó a correr en una mala etapa de su vida y gracias a ello hoy en día intenta ayudar a los animales abandonados con la iniciativa de ‘Yo corro por los sin voz’. Tan humilde como constante es una persona que «se rinde poco en la vida». Con un café por delante nos contó su experiencia paraVavel.com

Pregunta. ¿Desde cuándo practica atletismo?

Respuesta. Desde hace cinco o seis años. Empecé a correr para liberarme. En un mal momento me dijeron de salir a correr por el parque.

P. ¿Practicaba algún deporte anteriormente?

R. Toda la vida he estado practicando deporte. He hecho fútbol, baloncesto. Me decanté muchos años por artes marciales, capoeira, kárate. Me llamaba mucho la atención las artes marciales.

P. ¿En qué momento se plantea unir la pasión por el atletismo, junto con los animales y darle ese matiz solidario?

R. Correr era una liberación, me gustaba mucho y a la vez me gustan los animales. Me di cuenta de lo que había y hay por Facebook, la gente comparte pero no actúa. Esto eran ideas que me venían, relacionadas con carreras solidarias como pueden ser la que se realiza contra el Cáncer. Son causas muy necesarias y me puse a pensar sobre si habría algo de los animales (los perros). Estuve investigando y no había nada parecido entonces decidí unir ambas cosas. Yo entreno con mi perro y fue él, el que me dio la idea. Quise unirlas para correr muchos kilómetros y sufrir como metáfora de lo que pueden llegar sentir ellos.

P. ¿En que consiste el proyecto?

R. Nace de un proyecto anterior en el cual me propuse correr 250 kilómetros en diferentes carreras por una protectora y vi que gracias a un comentario que hizo Carlos Rodríguez (veterinario que tiene un programa de radio sobre animales) en el que decía que para ayudar a los perros tendríamos que estar todos unidos y no apoyar a una protectora o a una sola causa. Entonces, con la experiencia que tuve del reto anterior me dije que tenía que hacer lo mismo pero de forma más ambiciosa. Correría no solo por una sino por particulares y por protectoras de toda España. Conocer casos de toda España, correr por ellas y darlas a conocer e intentar conseguir ayuda económica para ellas.

Miguel Aguilar junto a su perro Lucas en una carrera| Foto: Miguel Aguilar
Miguel Aguilar junto a su perro Lucas en una carrera| Foto: Miguel Aguilar

P. ¿Cuáles son las formas de colaboración?

R. Hay varias. Desde el teaming, que es un euro al mes. Las páginas crowfounding que se les abrirá a cada uno de los casos y se las dará a conocer siendo compartida por las diferentes vías y desde ahí se podrá donar lo que sea. Otra de las fórmulas es la de apadrinad kilómetros. Se puede apadrinar un kilómetro con la cantidad que se desee. Eso ya se ha hecho y es una manera también de aportar. También existe el paypal y tenemos pensada la venta de camisetas y productos del reto.

P. ¿Cuáles el proceso que tiene que seguir un particular o protectora para que «Yo corro por los sin voz» actúe por ellos?

R. Las dos igual. Nos exponen el caso, nos cuentan de qué trata. Normalmente son casos de perros que tienen en acogida que no pueden tenerlos más tiempo o que necesitan ayuda económica porque ya no dan más a basto y nosotros les proponemos nuestra ayuda. Los damos a conocer, grabamos un video, corremos por ellos, hacerle difusión y esos son los medios que tenemos de momento.

 

P. ¿Qué apoyo externo tiene en este proyecto?

R. No tenemos nada. Lo ideal sería que una marca de comida de animales o incluso un negocio local que quiera que llevemos su logo en la camiseta y a cambio pues donamos al mes la cantidad económica que ellos deseen. Ahora mismo apoyo ninguno, todo el material que empleamos para correr sale de nuestro bolsillo. Si hemos tenido una propuesta de las ediciones Ominiky que es un libro de historias animalistas que nos propuso donar el 40 por ciento del precio del libro. Es un apoyo y es una oportunidad que una editorial se fije en nosotros.

P. ¿Cuáles el fin último que se plantea?

R. Lo ideal sería poder ayudar a todos por los que corro. Conseguir todos los objetivos que podamos marcarnos con las adopciones. Si hubiese adopciones esto no existiría. Te soy sincero, quiero dejar una huella que sigan otros. Tendría el objetivo cumplido si uno en Asturias, Barcelona o cualquier parte de España hiciese lo mismo. No importa como se llame el reto, pero que haya gente corriendo, cantando o tirándose en paracaídas por los sin voz.

P. ¿Se ha planteado en algún momento tirar la toalla?

R. Si. En el anterior reto. Me he encontrado de todo y el último reto me sirvió como la antesala de todo. Para saber como funcionaban los casos. Soy una persona que se rinde poco en la vida y cuando empiezo algo le pongo el alma. Ganas no me faltan, a veces puedes dudar en abandonar pero es un bache y se termina pasando.

P. ¿Alguna anécdota? 

R. En la media maratón de Dos Hermanas (Sevilla) un corredor se me acercó y me dijo que me había visto en un video. Yo le dije que a seguir viéndonos porque ese video que estaba grabando también iba a salir. Fue bonito saber que hay gente que sabe la iniciativa que esta os llevando a cabo.

P. ¿Cree que faltan iniciativas de este tipo en el mundo del deporte?

R. Por los animales si. En España, en otros lados si se hace. En España creo que se podría hacer más con muy poco en el mundo del deporte. Ya no solo en el profesional, sino semi profesional o amater como es mi caso. Es cuestión de tener una idea y ganas. Hay muchas formas no solo correr.

P. ¿Ayudan poco los deportistas que copan portadas en España?

R. Algunos ayudan anónimamente, otros tienen alguna ONG, pero desde mi opinión; son multimillonarios, yo pido un euro al mes y con eso me doy con un canto en los dientes. Creo que deberían de poder ayudar un poco más. Le hemos escrito a muchos famosos, futbolistas y deportistas en general pidiéndoles un mensaje o un video apoyando nuestro reto. Un simple video puede ayudarnos mucho.

P. ¿Algún mensaje que quiera lanzar?

R. Apoyen el reto de alguna manera, que estoy abierto a propuestas en ciudades para darnos a conocer de todas las maneras posibles y hacer ver que el fin primordial es dejar huella para apoyar a los sin voz.

P. ¿Cuáles son las próximas carreras en las que correrá por los sin voz?

R. La Carrera Popular del Parque de María Luisa en Sevilla, medias maratones en Murcia, Cuenca, Barcelona y puede que la maratón de Sevilla. Estas son las confirmadas, van surgiendo poco a poco. Hace poco me han informado de un caso de una mujer que han desahuciado y solo tiene a su perro.

Fuente: http://www.vavel.com/es/atletismo/646510-entrevista.html

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