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Florencia Saintout «Nunca más discutamos si las Universidades sirven o no»

Al frente del Consejo Provincial de Coordinación con el Sistema Universitario y Científico, la ex decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP destaca el trabajo de las universidades en la emergencia sanitaria y habla del rol de estas instituciones tras el paso del coronavirus.

Florencia Saintout  llevaba más de una década de carrera política cuando fue elegida al frente del Consejo de Coordinación con el Sistema Universitario y Científico de la Provincia de Buenos Aires, el 12 de diciembre de 2019. Nada hacía pensar cuál sería el desarrollo de los acontecimientos en esos días. Pandemia, cuarentena y coronavirus eran palabras impensadas. Todo cambió, menos el trabajo entre las universidades y el Estado como garante de derechos e inclusión, reforzado en un contexto de emergencia sanitaria.

Ya pasaron casi cuatro meses de cátedras remotas para más de medio millón de estudiantes y 42 mil docentes en toda la Provincia. El foco no estuvo puesto en este tiempo de cuarentena sólo en la parte pedagógica, las universidades se pusieron en un rol activo desde y para la comunidad.

«Lo que me planteó Axel (Kicillof) era trabajar en la articulación entre el sistema científico, el universitario y el Ejecutivo. Que eso no quedara librado a la buena voluntad y al azar”, le contó al Suplemento Universidad la diputada provincial y ex decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de Universidad de La Plata.

– ¿En cuánto afectó la aparición del COVID-19 a aquellas ideas que tenía para el Consejo, en diciembre pasado?

– Más que nada, lo que hizo este contexto es acelerar procesos. Cuando surgió el coronavirus, todas las universidades empezaron inmediatamente a dar clases. Desde el Consejo tuvimos que reunirnos con todos los rectores via Zoom, no pudimos hacerlo presencial. Pero además de acelerar, se demostró que la articulación de las políticas públicas anti neoliberales (porque no es cualquier política pública) y el sistema científico-universitario, cuando trabajan juntos, resuelve problemas concretos de la sociedad.

Si alguien tenía dudas si eran necesarias tantas universidades o quiénes iban y quiénes no, en este periodo se demostró su valor. Todas las universidades, incluso desde diferentes conducciones políticas, están respondiendo en diferentes áreas y a diferentes problemas.

– ¿La continuidad pedagógica mediante plataformas es algo definitivo?

– Para eso es esencial disminuir la brecha digital. Tenemos un proyecto de ley que va en ese sentido, que surge a partir de la demanda de los estudiantes. La brecha digital con la que nos encontramos era incluso más grande de lo que habíamos imaginado, y obviamente se corresponden con brechas sociales y económicas. Esa es una de las preocupaciones en educación tanto de Nación como de Provincia, que están haciendo un trabajo estupendo con las plataformas AR. Hay que tomar una decisión política en ese sentido muy fuerte para acortar esa brecha. Incluso pensar distintas plataformas que nos permitan no ser tan dependientes del mercado, apuntando al desarrollo científico y tecnológico.

– ¿Cómo se preparan para la pospandemia?

– Es difícil pensar en la pospandemia hoy y en esta zona tan complicada como es la Provincia. Pero no hay que solo pensarlo sino ponernos en acción. Creo que hay un aprendizaje de esta articulación entre Estado y universidades. Incluso de los no universitarios. La universidad tiene que ser un derecho para ellos. Y eso no significa solo acceder a la universidad, sino el derecho a usufructuarla, a gozarla, a utilizar el conocimiento que allí se genera.

Hoy las universidades empezaron a hacer máscaras, alcohol en gel, test de todo tipo, pero también investigaciones junto con espacios académicos internacionales para encontrar las vacunas.

Por eso digo que para lo que viene se va a necesitar un tipo de saber orientado al desarrollo, a la producción. Y desarrollo entendido en un sentido amplio, no solo desde una mirada economicista.

-¿Se viene una mirada de universidades enfocada tanto en lo urgente como en el desarrollo a futuro?

– Claramente. Algo que a mí me impactó mucho fue ver las universidades que se transformaron en hospitales de campaña, entonces este aprendizaje tiene que estar para lo que viene. ¿Qué quiero decir con eso? Que no será solamente aprender a cómo diseñar un test, sino en términos de que ese saber valioso sirva para transitar este tiempo que viene que es tan difícil.

En términos de desarrollo económico, hay universidades que están haciendo estudios de cómo será el impacto económico después de la pandemia. Incluso hasta desde la perspectiva de género. Eso después, para hacer políticas económicas focalizadas, va a ser fundamental.

Podemos tener universidades maravillosas y papers increíbles, pero si no tenemos un Gobierno que las convoque, no estamos al servicio de la población.

– Entonces se puede hablar de un nuevo enfoque de un sistema más apuntado a la sociedad…

– Hoy hay una gran conciencia en las universidades. Yo nunca vi una comunión tan fuerte entre instituciones tan distintas dispuestas a llevar adelante una política de cuidado de la población. Esos son los acuerdos de base para lo que viene. Creo que el aprendizaje de este momento histórico tiene que ser que podamos decir “nunca más discutamos si las universidades sirven o no sirven”.

En la universidad se debe discutir todo, pero si hay algo seguro es que es un derecho. El derecho a que ese conocimiento resuelva problemas concretos. Que ayuden al bienestar de la población y que eso que sucede no quede enclaustrado. Y eso tiene que ver con una posición política, del Gobierno Provincial y Nacional, que supieron que las universidades tenían que estar en las políticas públicas, mucho antes de la pandemia; y la creación del Consejo va en esa dirección. En tomar esa idea que esto es de todos y de todas.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/278658-nunca-mas-discutamos-si-las-universidades-sirven-o-no

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Laura Farré: «Las matemáticas y la música se retroalimentan, debe haber más fusión entre disciplinas»

Por Diario de la Educación:

Detrás el sonido invisible de una sonata, Laura Farré (Vilanova y la Geltrú, 1990) observa patrones y estructuras para adelgazar la melodía, y así simplificar el proceso de memorización de la pieza. No debe ser fácil cuando eres pionera en la materia. Pero Laura Farré persiste en desarrollar su método para que las escuelas puedan aplicarlo en un futuro. Entre estudio e investigación, Laura Farré ha publicado The french Reverie, su último disco, donde revisa obras contemporáneas del siglo XX. Laura Farré rompe fronteras.

Cuéntanos tu método.

Me he especializado en el repertorio de los siglos XX y XXI, una música muy compleja alejada de la tradición musical anterior, que no se basa en la armonía tradicional. Como los métodos para analizar una obra de música clásica no me servían para este repertorio, estoy utilizando estrategias matemáticas para simplificar el proceso de memorización.

Por lo tanto, buscas un método para…

Desarrollar mejor la memoria y no tener que recurrir a la partitura. Los intérpretes de clásica tocamos de memoria para cualquier audición, prueba o examen. Si tocas de memoria, tienes unas ventajas. Pero, en cambio, los intérpretes de música contemporánea de los siglos XX y XXI, que se enfrentan a obras tan complejas y difíciles, tienen que tocar casi siempre con partitura. Yo quería tapar este agujero, y que los músicos de contemporánea tuvieran los mismos beneficios que los músicos de clásica.

¿Y qué papel juegan las matemáticas en tu método?

Las matemáticas me permiten establecer una jerarquía de lo que es importante y secundario en la partitura. Y cuando lo establezco, me resulta más fácil memorizarlo. Hasta ahora, he probado el método conmigo misma, pero ahora estoy investigando si puede ser útil para otros músicos.

¿Se te escapa algo? No parece fácil.

¡Espero que no! Llevo mucho tiempo investigando y trabajando [risas]. Ahora bien, en investigación debes tener la mente muy abierta y lúcida, porque lo que menos te esperas es lo que acaba pasando.

¿Crees, sin embargo, que podría ser un método aplicable a la enseñanza primaria y secundaria? No todo el mundo sabe de matemáticas.

Espero que sí. Para desarrollar el método yo sí necesito saber matemáticas. Por ejemplo, ahora estoy viendo cómo traduzco estrategias matemáticas muy obvias para mí, para que un músico las pueda comprender y pueda aplicarlas.

Siempre se ha relacionado mucho la música y las matemáticas. ¿Hasta qué punto son cercanas?

El esqueleto de la música son las matemáticas. ¿Por qué? A nivel teórico, por las proporciones rítmicas, de armonía, etcétera. A nivel práctico, también. Por ejemplo, cuando hablamos de generar sonido y diseñamos instrumentos con unas determinadas propiedades y proporciones; o cuando construimos unos espacios y unas salas con unas determinadas formas y materiales para propagar el sonido.

¿Y si hablamos de la parte creativa?

Hablamos de matemáticas cuando se aplican directamente para crear composiciones. Hay músicos que diseñan un algoritmo y componen a partir de ahí, como Milton Babbitt. Otros, por ejemplo, a raíz de un efecto matemático. ¿Conoces el efecto mariposa?

Sí. Habla de cómo pequeñas variaciones iniciales pueden producir grandes variaciones a largo plazo. El aleteo de una mariposa en Hawai puede provocar un terremoto aquí.

Exacto. Toda la música de Steve Reich se basa en este proceso. Él introduce pequeños cambios hasta que la textura musical cambia completamente. Ahora bien, hay otros músicos que no son matemáticos, pero que han aplicado igualmente las matemáticas en sus creaciones. Pienso en Debussy, que se basa en la proporción áurea en su ópera dedicada a la belleza.

En tu doctorado, sin embargo, ¿te interesas por la relación entre matemáticas y música de una manera más conceptual?

Sí. Por ejemplo, cómo utilizamos las matemáticas para la memoria musical, cómo creamos estructuras que permitan que el músico tenga un esquema mental de la obra. O también, qué recursos conceptuales pueden ayudar a la interpretación de una pieza musical. De hecho, estamos hablando del pánico escénico.

¿Del pánico escénico? Me pierdo. Cuéntamelo, por favor.

Hablo del miedo de equivocarte en un escenario delante de muchas personas en una pieza que has memorizado durante muchísimas horas: el pánico escénico de equivocarte en una nota de la enorme cantidad de las que tienes que tocar. Si no tienes estructuras mentales para cogerte…

Te encuentras en una situación muy vulnerable.

Sí, porque el mínimo error lo rompe todo.

Existe la memoria muscular de los músicos.

Sí, esta te da una capa extra de seguridad para interpretar la obra, pero tú necesitas un esquema mental. Y esto muchas veces no te lo enseñan. En el conservatorio te enseñan estrategias para analizar la obra, útiles de una manera teórica, pero no para aplicarlo a la práctica. Y creo que esto es lo que falta, el agujero en la enseñanza que te explicaba antes.

Por lo tanto, tu método desarrolla recursos para reducir el pánico escénico.

Exacto. ¿Cómo? Construyendo estos esquemas mentales. Si tienes la estructura clara de lo que tienes que tocar, siempre disfrutas de más recursos para agarrarte en un mal momento. Y también, puedes dedicar menos horas de estudio, ya que no memorizas por repetición, sino que estás memorizando a partir de unos esquemas mentales. Además, alcanzar esta estructura reduce las posibilidades de sufrir cualquier lesión, sea de espalda o muscular.

Desde la educación, hay que trabajar por el valor de la cultura

Sorprende cómo tu método insiste en la memoria.

Sí. No es lo mismo aprender 10 números, cada uno de los números del 1 al 10 progresivamente, que aprender cuál es la relación entre ellos. En este sentido, las matemáticas me dan las estrategias para encontrar los patrones que tienen sentido en un contexto musical. Y así lo memorizo ​​todo mucho más rápido.

Queda la incógnita que te he preguntado antes, si será aplicable a las escuelas.

Tal como lo estoy enfocando, se orienta para músicos especializados. Al final, sin embargo, la metodología debe poder adaptarse en diferentes niveles. Es el objetivo que tengo.

¿Sería aplicable con otros instrumentos?

Yo lo hago en música, en el piano, pero se debería aplicar en otros instrumentos y aplicarlo también fuera de la música, en otras temáticas, pero hay que saber cómo.

¿Cuál es el valor de la música? ¿Y de las matemáticas?

La música fomenta la creatividad, la expresión y modela tu personalidad. Las matemáticas también son creación. Por ejemplo, hay muchas maneras de demostrar un teorema: unas más elegantes y atractivas, y otras más explosivas y sorprendentes. Si necesitas creatividad en una disciplina tan racional como las matemáticas, ¿por qué no es necesario que exista en otra disciplina? Un ser humano es un ser racional y creativo. Desde la educación, hay que trabajar por el valor de la cultura. En cualquier nivel de la educación, básicamente todo es empollar y vomitar el día del examen. Y entonces perdemos la acción de reflexionar, de entender lo que estudiamos y poder recordarlo en el futuro.

Foto: Motiejus Salkauskas

Quizás, porque de pequeños ya nos hacen elegir demasiado rápido y todavía no sabemos qué y cómo, como si cortaran el proceso de conocerse a uno mismo. Se pierde la idea de conjunto, una visión más holística de la enseñanza. Y entonces, un poco perdidos y desorientados, sólo tenemos el recurso de la memoria.

Sí, es posible. Por eso, tal vez, hemos tardado tanto en crear una doble titulación de música y matemáticas. Recuerdo que cuando yo explicaba cuáles eran mis estudios, muchas personas me miraban de una manera marciana. Incluso algunos profesores. Como si estuviera perdiendo el tiempo. Y tenía esta impresión a dos bandas, tanto en una disciplina como en la otra. Cuando tienes unos estudios tan rígidos e independientes unos de otros, sin retroalimentación, pierdes posibilidades. Además, las profesiones que ahora se están desarrollando vienen de relacionar conocimientos que nunca hubiéramos podido imaginar. Tiene que haber más fusión entre las disciplinas. Entiendo cierta autonomía, porque te tienen que dar unas herramientas, pero no hay que cerrar las puertas, porque las buenas ideas pueden venir de otras disciplinas.

Estudias en Birmingham. ¿Cómo se valora la música allí? ¿Has tenido más facilidades?

La música tiene más presencia en el instituto. Los estudiantes desarrollan más asignaturas artísticas, como teatro o fotografía. Todo está más incorporado. Por ejemplo, si tú quieres hacer una carrera artística, te dan más herramientas para que la puedas desarrollar de jovencito y disfrutes de apoyo académico.

En nuestra enseñanza, las asignaturas artísticas parecen lo que sobra, ¿no?

Sí. Si nos sobra una hora, pues ponemos música. Cuando yo era pequeña, todos tocábamos la flauta. Pero debería haber recursos para que todos tocáramos otros instrumentos si quisiéramos. Si todos tocamos el mismo, todo se vuelve demasiado homogéneo y corta un poco el desarrollo creativo que debería tener la asignatura.

Háblanos un poco de la música contemporánea. Tu método comienza a pensarse en esta tradición. Y además, no es un repertorio muy conocido.

En el siglo XX aparece una explosión de creatividad en la que cada compositor tiene un estilo propio dentro de la música contemporánea. De hecho, tras la II Guerra Mundial hay una ruptura con la tradición anterior. Y cada autor crea su propio lenguaje.

Pero ¿hay escuelas?

Sí, hay, pero existe una gran pluralidad. De ahí que se necesite un método para analizar y memorizar las obras. Un aspecto bueno del método es que puede aplicarse independientemente del estilo musical, ya que se basa más en la textura, en saber cuál es la disposición de las diferentes líneas melódicas dentro de las partituras.

La música contemporánea invita a escuchar de otra manera. No estamos acostumbrados. Por ejemplo, cuando escuchamos un blues, sabemos casi por intuición cómo será la progresión de acordes. Otro ejemplo: las estructuras de la canción popular con tonada y estrofa.

¿Y por qué lo sabes? ¿Por qué cuando escuchas una canción popular o un blues ya intuyes hacia dónde irá la melodía?

¿Por la tradición?

Porque hay un conocimiento implícito que se ha ido construyendo durante toda tu vida. Has identificado como un blues, todos los momentos que has escuchado blues. Pero hay algo muy curioso.

¿Qué?

Que a los bebés, antes de tener tiempo de alcanzar el bagaje cultural estructurado de una determinada manera, les da igual si escuchan una música atonal o tonal.

¿Dicho de otro modo?

Que los bebés son vírgenes, inocentes, puros. Es una cuestión cultural. Hay reticencia con la música contemporánea porque hay esta visión de una música para cuatro elitistas y cuatro locos, y que si no te gusta es porque no la entiendes y no tiene valor.

Habría que eliminar estereotipos musicales, ¿no?

Como pianista, con mi primer disco quise hacerlo. Fue como una especie de manifiesto: que la música contemporánea también puede ser por el gran público. Y difundirla debería hacerse a gran escala, porque existen obras maravillosas. Habría que recuperar la capacidad de sorprenderse que sentimos en otras expresiones artísticas, como la danza o el teatro.

¿Cómo podemos comprender la música contemporánea?

Ofrecer un contexto ayuda mucho. Durante los conciertos introduzco y explico los motivos de la obra, la historia de fondo, lo que hay detrás, en qué detalles de la pieza se pueden fijar. Ahora bien, también se debería promocionar más en las escuelas y en los medios. Cada vez se enseña más la música de manera reducida. Hay que estimular la curiosidad por descubrir estilos musicales. La contemporánea te lleva al límite para explorar los contornos. Y también, es necesario que los compositores se conecten más con la sociedad.

¿Y la clásica?

También, porque todavía funciona con unos códigos del siglo pasado. En parte, esto está bien, porque es una tradición, pero a la vez debe ser más abierta y flexible, con ganas de divulgar y dar a conocer ella misma. Y explicar cuál es su valor y porque se debe preservar.

En una sociedad de consumo como la actual parece una tarea difícil.

Sí. Se deben crear nuevas plataformas. La media de edad del Liceu y del Auditorio es de 60 años en adelante. Dentro de 40 años, la música clásica debe seguir teniendo público. Es una música que te hace reflexionar, no es una música de ambiente. Hay paciencia para entender sus códigos. La clásica se debe difundir y divulgar porque es una música que puede enriquecer mucho. No se debe mitificar tampoco, se debe explicar como es y dar los mecanismos para que la gente lo entienda, la disfrute y le guste. Incluso, que entendiéndola, podamos decir que no nos gusta. Se debe permitir que también exista la opción de decir no. Pero que las personas que escuchen no se limiten a un «no lo entiendo, me siento estúpido».

Tú haces una tarea de difusión importante en tus conciertos. Háblanos de tu disco ‘The French Reverie’ (2018).

Es un disco conceptual. La primera y la última obra están relacionadas. Durante todo el disco reviso diferentes estéticas musicales que representan la música francesa. Intento contextualizar. Al final del disco, termino con un compositor de Bulgaria. ¿Por qué? La idea final es circular: he ido de Francia hasta Bulgaria, he revisado diferentes estéticas y sensibilidades y encuentro, finalmente, dos creadores que están utilizando el mismo recurso, pero de una manera muy diferente. Con ello planteo un paralelismo entre dos culturas y sensibilidades, dos maneras de entender un mismo recurso, y la idea de que la música no es de nadie, porque es de todos: una mezcla de culturas y de influencias que siempre son mutuas .

¿Y qué te gusta de tocar el repertorio en directo?

Que la música es al instante. El concierto es lo irrepetible. Pese tocamos el mismo repertorio, convertirá diferente. Influye el estado anímico tu, el del público, etc. De hecho, el miedo de construir todo desde cero provoca que todo sea tan emocionante. Y también, no saber cómo reaccionará el público y tú misma.

Una última pregunta. ¿Cuál es tu frustración como intérprete?

La gran frustración que tenemos los intérpretes es que estudiamos horas y horas, montamos la obra y hacemos el concierto, y si no seguimos practicando aquella obra después, lo se va quedando en nada. Uno de los motivos para querer hacer el disco era que yo hacía unas maratones de ensayo enormes, y cuando lo dejaba de practicar, aquello ya era humo. Necesitaba fijar el trabajo que yo hacía.

Y aquí el método.

El método fue supervivencia por falta de recursos. No tenía donde cogerme. No había nadie que lo hubiera hecho antes que yo. Y no tenía apoyo institucional.

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Entrevista a Miriam Escacena: “Un padre que opta por Montessori apuesta por la libertad y el desarrollo integral del niño”

Entrevistas/16 Julio 2020/Autora: Carolina García/elpais.com

La experta en esta pedagogía explica que este método se basa en una mirada de profundo respeto a la infancia. Tachada por muchos de elitista, es una técnica no exenta de polémica

La pedagogía Montessori es un tipo de educación alternativa, diferente de lo tradicional, casi una filosofía de vida para aquellos que la practican, y está “basada en tres pilares fundamentales: el niño, el ambiente preparado, y el adulto que acompaña”, explica Miriam Escacena, gingeniera de profesión, guía Montessori y autora del libro Comunicación con bebés. Mis manitas hablan (editorial Cuatro Hojas). Se le conoce como el método de la pedagogía científica y fue desarrollado por Maria Montessori, “una mujer adelantada a su tiempo que estaba convencida de que la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo. Montessori defendía la infancia como la etapa más importante de la vida del ser humano, la que más debemos cuidar y proteger, y hoy en día la neurociencia demuestra lo que ella predecía en función de su método científico y años de observación”, subraya Escacena, que resuelve algunas dudas sobre este método no exento de polémica.

PREGUNTA. ¿Cómo ha evolucionado el método Montessori en sus 150 años de historia?

RESPUESTA. Desde que el 6 de enero de 1907 se abriera la primera Casa dei Bambini en el humilde barrio de San Lorenzo de Roma, en la que María Montessori empezó a trabajar con niños de tres a seis años de edad, su método se ha ido ampliando a edades inferiores y superiores y adaptándose a los tiempos tratando de permanecer fiel al alma de la pedagogía. Montessori es una pedagogía universal que se ha extendido con gran éxito por muchos países y culturas del mundo, educando a millones de niños para que adquieran una fuerte autoestima y unas ganas inmensas por aprender, anhelo de todos los progenitores. Se calcula que en la actualidad hay 25.000 escuelas Montessori en el mundo, aunque es difícil contabilizarlas, porque no tienen obligación de registrarse en la AMI (Asociación Montessori Internacional).

P. Por su experiencia, ¿cuáles son los beneficios de este método para los niños?

R. Esta pedagogía está basada en una mirada de profundo respeto a la infancia, en admirar la individualidad de cada niño, en respetar sus tiempos, confiar en sus capacidades y potenciar su autonomía. Los materiales que diseñó la doctora son verdaderas obras de ingenio, ya que permiten que el niño construya su propio aprendizaje al manipularlos. Tienen incluso un control del error implícito y, de este modo, atrapan por completo la atención del niño hasta que logra «solucionarlo». Por eso a veces se habla de este método como la autoeducación: se confía en el niño y en su maestro interior ya que, guiado por sus intereses y aprovechando sus periodos sensibles, logrará conquistar grandes aprendizajes.

P. ¿Y comparado con otros métodos de enseñanza?

R. En 2017, 65 años después de la muerte de Maria Montessori, la prestigiosa revista Nature publicó un artículo de Chloë Marshall en el que se hacía una recopilación de los estudios científicos realizados sobre su pedagogía. Una de las primeras conclusiones es que resulta difícil comparar la educación Montessori con la tradicional, ya que el objetivo de esta educación es permitir el desarrollo integral del niño (intelectual, físico, emocional y social), objetivo muy diferente del de la mayoría de los sistemas educativos actuales, donde el enfoque está en logro en materias académicas, como alfabetización y matemáticas (competencias que además se miden con exámenes y notas). Por tanto, es difícil comparar ambas formas de educar, ya que las expectativas en cada caso son distintas.

Los niños que se educan en escuelas Montessori no solo cultivan una gran autoestima y autonomía, reflejan una mirada de satisfacción, un sentimiento de logro dibujado en su sonrisa, unas ganas constantes de aprender más, de ser creativos, en contra de lo que a veces ocurre en las escuelas más tradicionales, que se basan en rellenar fichas o memorizar datos para aprobar un examen. Por lo tanto, podemos concluir que la diferencia de la educación Montessori respecto a otros modelos más tradicionales no es mesurable tanto en los resultados académicos, basados siempre en patrones tradicionales y estandarizados, sino en el desarrollo del niño como individuo.

P. ¿Este método es aplicable para todo el mundo?

R. Si, tanto para niños dentro del normotipo como para niños con cierta discapacidad física o intelectual o con altas capacidades, ya que la ratio profesor/alumno hace que sea mucho mejor atender las necesidades de cada niño, y el hecho de mezclar edades es muy beneficioso para todos, más de lo que pueda parecer a priori. Uno de los mitos más extendidos es que esta pedagogía es elitista y solo para determinada clase social.

Si bien es cierto que las escuelas que se basan en esta pedagogía suelen ser iniciativas privadas que no reciben dinero ni ayudas de las administraciones públicas, muchas veces son fundadas por familias que invierten su patrimonio familiar en crear espacios donde se pueda educar de manera más respetuosa con la infancia, con aulas llenas de materiales educativos específicos. Por tanto, los costes son mayores.

Pero no todo es blanco o negro, hay una escala de grises maravillosa…Por ejemplo, cada vez más docentes de España se están interesando en esta metodología y buscan la manera de aplicar en parte estos conocimientos en sus aulas. De hecho, en el II Congreso Internacional Montessori que se ha celebrado este mes de julio, tenemos centenares de maestros que siguen formándose pese a que, desgraciadamente, este Congreso no les pueda computar de forma oficial a nivel de obtener puntos que pudieran reconocerse en sus oposiciones al sistema público. Los padres, aunque no podamos llevar a nuestros hijos a una escuela basada en esta pedagogía, podemos hacer mucho en casa, empezando por nuestra propia preparación como adultos. Y cuanto más esté extendida esta pedagogía en la sociedad, más sencillo será que la educación española se adapte a esta visión que pone al niño como centro de todo.

P. ¿Qué busca un padre cuando se decide por este método?

R. Cada vez escuchamos más noticias sobre bullying, acoso, violencia o generaciones ni-ni, desmotivadas, sin valores o sin ganas de contribuir a hacer un mundo mejor. Además, estamos ante un futuro incierto, ya no solo por las crisis económicas y por la globalización, sino también por el cambio climático y en general por la sostenibilidad del planeta. ¡Necesitamos más adolescentes y adultos que sean capaces de movilizar nuestras conciencias! Un padre que se acerca a este tipo de proyectos es consciente de que la mejor herencia que puede dejar a sus hijos es la educación, y se cuestiona sobre cómo el sistema tradicional se ha venido utilizando con fines de adoctrinamiento en el pasado y busca una educación que no esté basada en el miedo, sino en la libertad y en el desarrollo integral del ser humano.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/07/14/mamas_papas/1594713609_550622.html

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Entrevista a Pamela Molina: “La discapacidad es una construcción social e ideológica, exactamente igual que el concepto de género”

Entrevista/16 Julio 2020/Autora: Meritxell Freixas Martorell/eldiariolaeducacion.com

La experta de la OEA, Pamela Molina, habla de los desafíos de la educación inclusiva en América Latina (y el mundo) y el rol de la comunidad educativa para transformar un sistema basado en la educación segregadora.

Pamela Molina tenía 13 años y vivía en Chile cuando quedó sorda y tuvo que aprender a convivir con una discapacidad auditiva. Hoy lleva 11 años trabajando en temas de inclusión y derechos humanos de las personas con discapacidad en la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington. Desde 2004 y hasta 2006 fue parte del comité de expertos que redactaron la Convención Internacional por los Derechos de las Personas con Discapacidad en Naciones Unidas.

Su mirada sobre la discapacidad sitúa la educación inclusiva en el centro. Apuesta por la “pedagogía de las diferencias” y defiende la basada en el concepto de “interseccionalidad” para visibilizar todas las identidades de una persona. Las de ella las define así: “Soy mujer, soy persona sorda, soy migrante y soy heterosexual”. Ninguna, dice, está por encima de la otra.

¿Cómo podemos educar de forma inclusiva cuando los aprendizajes de los estudiantes se evalúan bajo la lógica de lo que usted llama “capacitismo”, en referencia a la lógica de la “normalidad” entre las personas?

Para poder educar de forma inclusiva hay que transformar el sistema de enseñanza porque lo que hoy tenemos no es inclusivo. Se basa en la lógica de “lo normal”, en un paradigma excluyente y competitivo que selecciona al estudiante excepcional. No incluye los propios ritmos y maneras de aprender de todas y todos los estudiantes, la elección de lo que quieren o necesitan aprender, según sus habilidades. Hay que construir un nuevo sistema y eso significa trabajar en todos los ámbitos del sistema educativo: estudiantes, familias, comunidad educativa, directores de colegios, profesores, autoridades públicas… No puede ser un parche, tiene que ser una transformación real, estructural y basada en la pedagogía de las diferencias.

¿Qué dice la pedagogía de las diferencias?

Apunta a revertir la dirección desde donde fundamos la pedagogía, la enseñanza, el conocimiento. Desde inicios de la historia, para definir al ser humano, se ha buscado lo que hay «en común” entre nosotros para identificar características supuestamente «representativas de lo humano» y –de ahí– generalizar una definición. Sobre estas concepciones antropológicas se funda la pedagogía. Pero, ¿y si la característica que nos define como seres humanos no es la que homogeneiza al ser humano, sino la que atiende a la diferencia? Desde ahí no hablamos de «las personas diferentes», sino de la diferencia en la humanidad, la diversidad humana como esencia de la definición de lo humano. Esta pedagogía apunta a concentrarse en lo que es diferente para fundar la enseñanza o el conocimiento, no en lo que es común. Si nos concentramos en las diferencias de quienes estudian, podemos diseñar currículums y procesos de aprendizaje que sirven a cada una y cada uno.

¿Cómo abordar la inclusión de las personas que conviven con una discapacidad en contextos educativos marcados por la desigualdad, como ocurre en países como Chile, por ejemplo, y otros en América Latina?

La desigualdad marca toda la región de América Latina. Para abordarla hay que atacar a la brecha de desigualdad y enfocarnos en quienes están fuera del sistema, los grupos en situación de vulnerabilidad. Hay que priorizarlos a ellos y preguntarnos ¿por qué están fuera?, ¿quiénes son?, ¿dónde están?… A partir de ahí, diseñar e implementar una educación que los incluya. Hemos naturalizado la posición que ocupa ese grupo por sus características y por eso los mantenemos ahí, donde están. Tenemos que atacar la naturalización de la desigualdad y eso implica una transformación cultural, actitudinal, social.

Precisamente, usted habla de la “barrera cultural” como obstáculo de la educación inclusiva.

Hay paradigmas conceptuales heredados de la familia y de la sociedad que vienen del patriarcado, del machismo, del capacitismo y de todos los ismos culturales e ideológicos que son parte de estructuras de discriminación y desigualdad múltiples. La teoría del género está muy vinculada con la teoría de la discapacidad porque en ambos casos la diferencia y la discriminación están basadas en una corporeidad distinta. Aquí entra en juego el concepto de interseccionalidad: las personas no pertenecemos a una sola categoría social, sino a múltiples. Yo tengo, al menos, cuatro identidades que coexisten al mismo tiempo y no las puedo dividir: soy mujer, soy persona sorda, soy migrante y soy heterosexual. No soy más mujer que persona sorda o más persona sorda que migrante. Sin embargo, no actuamos y pensamos interseccionalmente.

¿A qué se refiere?

Los distintos grupos defienden los derechos basándose en una sola etiqueta y de forma homogénea. Incluso los mismos colectivos de personas con discapacidad (las personas sordas o ciegas, personas con discapacidad física, o intelectual…) defienden sus espacios y derechos de manera aislada. También, el movimiento feminista defiende y lucha por la igualdad de género, pero no piensa en las afrodescendientes de las zonas rurales que ni siquiera tienen acceso al concepto de igualdad de género; ni en las mujeres y niñas con discapacidad que tenemos falta de acceso a los derechos sexuales y reproductivos, por ejemplo. No sabemos cuántos indígenas con discapacidad hay, cuántos son, dónde están. Y no lo sabemos porque no pensamos bajo la lógica de la interseccionalidad.

Habla, también, de la “segregación” como una medida de “pseudo-protección”. ¿A qué se refiere?

Una forma de justificar la segregación es el paternalismo. No es una cuestión nueva o de la época moderna: el código civil de la época romana ya era paternalista. Existía la interdicción, es decir, el reemplazo en la toma de decisiones por causa de discapacidad. Se piensa que de esa manera se está protegiendo el interés de la persona con discapacidad, que no sabe o no puede tomar decisiones. La idea del “pobrecito” que no puede, que tiene que ir a un sistema segregado porque sufrirá en un sistema regular. Pero las personas que vienen de un sistema segregado después tienen muchas dificultades para incluirse en la sociedad y vivir autónomamente, porque no se les han entregado las herramientas para eso. El paternalismo también es una discriminación. Mientras exista un sistema de educación especial, no habrá educación inclusiva. Los recursos de educación especial deberían estar en el sistema regular para apoyar a todo el sistema, a que las personas aprendan juntas. No se trata de forzar que una persona con discapacidad aprenda lo mismo que la que persona sin discapacidad porque el objetivo de la educación es aprender para la vida y eso se puede hacer a distintos ritmos y de diferentes maneras.

Usted es muy crítica con el “paradigma médico” y dice que delimita las posibilidades de aprendizaje. ¿Cuál debería de ser el rol de la ciencia y la medicina en el ámbito de la educación inclusiva?

La ciencia puede ayudar en la tecnología para la autonomía del estudiante, pero la medicina no debería tener ningún rol en el ámbito de la educación inclusiva. No deberíamos definir a nuestros estudiantes por un diagnóstico. El problema no es el estudiante, es el sistema el que discrimina, la escuela y a sus políticas educativas. La discapacidad es una construcción social e ideológica de la sociedad, exactamente igual que el concepto de género. No es una característica individual de la persona.

¿Qué características debiera tener una escuela verdaderamente inclusiva?

Enfocada en los que se quedan atrás del sistema; muy enlazada con la comunidad que la rodea, donde las familias también sean parte de la toma de decisiones; con una jerarquía más horizontal y un currículum flexible, que incluya a los estudiantes para diseñarlo; basada en la pedagogía de la diferencia. El diagnóstico queda fuera de la escuela. Todas y todos los alumnos están en la misma aula, con profesores con lenguas de señas, tecnologías de la información y comunicación distintas y materiales en braille. Con rampas y no escaleras, con intérpretes de lengua de señas. Que incluya profesores sordos (50% sordos y 50% oyentes) y que todos los docentes sean bilingües o multilingües y que todos también aprendan braille. Las escuelas deberían ser inclusivas desde el parvulario. De esta forma, ya no entenderíamos la exclusión, la discriminación y el paternalismo porque no habríamos sido formados bajo ese esquema.

¿Qué porcentaje de avance en materia de educación inclusiva ha habido América Latina en los últimos años? ¿Quiénes lideran en ese ámbito?

Todavía no tenemos una evidencia suficiente de cómo está eso porque no hay recolección de datos suficientemente fiables en la región. Estamos buscando apoyo para realizar proyectos que nos permitan recolectarlos. Desde la Convención de la ONU, casi todos los países han elaborado leyes que promueven la educación inclusiva, el problema es que algunas se contradicen con otras que mantienen los sistemas segregados. Eso impide implementarlas de manera efectiva. Pese a eso, diría que –desde la Convención– los países han avanzado un 10%. Todavía falta muchísimo y hay un tremendo desconocimiento de lo que significa la educación inclusiva.

¿Alguna experiencia de buenas prácticas que pueda destacar?

La Red Regional de Educación Inclusiva (RREI) ofrece webinarios de capacitación para todos los actores clave dentro y fuera de la escuela. La escuela puede tomar decisiones para hacerse inclusiva, no depende solo de las autoridades o de las leyes. Todas y todos los actores cuentan

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/07/15/la-discapacidad-es-una-construccion-social-e-ideologica-exactamente-igual-que-el-concepto-de-genero/

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Entrevista a Evo Morales: “En siete meses han destrozado Bolivia”

Por: Martín Pared

 

Desde Buenos Aires, el ex presidente boliviano habla con El Salto sobre la situación social y económica de Bolivia, el impacto de la pandemia y la deuda externa.

Desde el 12 de diciembre de 2019, Evo Morales vive en Argentina como refugiado político. Con la llegada de Alberto Fernández a la Casa Rosada, el dirigente aymara y presidente de Bolivia entre 2006 y 2019 pudo instalarse en Buenos Aires, después de pasar por México y de que un buen número de países latinoamericanos le dieran la espalda.

El 10 de noviembre Evo Morales tuvo que renunciar a la presidencia entre acusaciones de fraude y un golpe de Estado apoyado por la derecha boliviana, la policía y las Fuerzas Armadas. Después de semanas de protestas en las calles, la elite del país, junto con otros sectores sociales descontentos con la gestión del MAS, colocaron en el Palacio Quemado a la abogada ultracatólica y presentadora de televisión Jeanine Áñez.

En marzo esta política conservadora decretó la cuarentena total. Desde entonces, la convocatoria de elecciones presidenciales se fue dilatando. Finalmente, la creciente presión social y política hizo ceder al Gobierno de facto, que ha fijado los comicios el 6 de septiembre. La Central Obrera Boliviana había dado un ultimátum al ejecutivo de Áñez: “Se van en elecciones nacionales o se van con convulsión social”. Carlos Mesa, que salió segundo en las polémicas elecciones del 20 de octubre y apoyó el golpe contra Evo Morales, se sumó a la exigencia de nuevos comicios y rechazó cualquier prórroga. El panorama político está marcado por las graves consecuencias de la pandemia, que ya comienzan a sentirse en Bolivia. El colapso del sistema de salud y las imágenes de cuerpos tirados en las calles recrean las dolorosas escenas vistas en Guayaquil, Ecuador.

Mientras tanto, desde una Buenos Aires que ha vuelto a la cuarentena más estricta, Evo Morales no detiene la marcha de la campaña electoral para que su ex ministro de Economía y candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce Catacora, llegue a la presidencia.

Antes de la pandemia se quedaba en la casa de una familia de amigos argentinos, donde también acostumbraba a reunirse con algunos “hermanos bolivianos y periodistas”. Con el confinamiento, el ex presidente se trasladó a una oficina cedida por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina. Para Evo Morales, la Argentina no solo es un país fuertemente vinculado a su presente como refugiado, sino también con su pasado lejano. De esto y de otros temas de la política nacional e internacional accedió a conversar extensamente con El Salto el primer presidente indígena del continente desde su exilio porteño.

¿Cómo está viviendo su paso por Argentina? Sabemos que vivió aquí de niño. ¿Cómo fue esa experiencia?

Si, cuando era niño mi padre me trajo a Argentina, a Calilegua, en Jujuy. Me acuerdo siempre, era la zafra de caña. Y tenía mis cinco o seis años y no entendía nada del castellano, del idioma español. Era aymara cerrado. Había una norma argentina que obligaba a llevar a los hijos de los zafreros a la escuela. Y yo no entendía nada lo que hablaba la profesora, que se acercaba, me agarraba y me acariciaba mi cabello. “Evito, Evito”, me decía. Solo entendía eso, nada más. Acabó la zafra y retornamos hacia Orinoca, el pueblo donde nací. Mi papá era bien trabajador y con la zafra compró un catre, una cama. Antes dormíamos sobre el suelo, no había colchón, nada, nada, nada. Mi papá dormía conmigo en el catre. Mi hermana era jovencita y tenía 15 años y cocinaba para mi papá. Pasó el tiempo y mi hermana se casó. Y como es costumbre en el campo, como herencia, mi papá le regaló el catre a mi hermana. Otra vez la familia quedó sin catre. Otra vez toda la familia en la pampa, en el suelo. Qué recuerdo, ¿no?

Ahora acá estoy muy bien. Mucha solidaridad. Bolivianos o bolivianas cada dos o tres semanas me traen frutas y verduras, cajas y cajas, muchos regalos. Ayer me llegó, por ejemplo, asado de unos bolivianos. Ayer también me ha traído un argentino carne, aquí hacen parrilladas. Cada fin de semana aparecen regalos. Hay una familia que me manda cada dos o tres días panes, empanadas. Impresionado. Estoy muy agradecido por este apoyo y esta solidaridad, como también con el gobierno argentino.

Jeanine Áñez pidió al candidato del MAS, Luis Arce Catacora, y también al candidato Carlos Mesa, “que asuman con valentía la responsabilidad que tienen al haber exigido con tanta insistencia” realizar las elecciones “en plena pandemia” y en momentos en los que se ha agravado la situación en su país con un sistema de salud colapsado. ¿Cómo ha tomado estas declaraciones?

El pueblo pide elecciones, el 80%. Además de eso, si es un Gobierno de transición, debe cumplir la Constitución, ya que en 90 días tiene garantizar la elección. Es una elección en base a la Constitución.

En segundo lugar, la pandemia no es responsabilidad de quienes no estamos en las autoridades. La Organización Mundial de la Salud en enero les advirtió a todos los Estados del mundo. Ya pasaron febrero, marzo, abril, junio, julio… seis meses en los que no hizo nada. ¿La cuarentena para qué es? La cuarentena es para que el Estado pueda comenzar a equipar, organizar, prevenir. Porque no toda la vida vamos a seguir en cuarentena. Pero la dictadura no hizo nada. Cada día se escucha un acto de corrupción. La incapacidad, la ineficiencia está llevando a una situación tremenda.

Lamentablemente Bolivia tiene dos pandemias: contra la vida y sobre nuestra economía. La primera el coronavirus, nos mata el virus. Y la otra nos mata de hambre. Falta asistencia gubernamental social. Con la cuarentena se paraliza el aparato productivo, por tanto, es mala la situación económica. Pero también la dictadura en diciembre tuvo un préstamo interno de 2.800 millones de bolivianos [cerca de 400 millones de dólares] para pagar sueldos y aguinaldos. En mi gestión nunca nos hemos prestado ni un dólar, ni un peso boliviano del Banco Central de Bolivia para pagar sueldos y aguinaldos. Hasta ahora, por lo menos hay 4.000 millones de dólares de deuda interna y externa. Los dejamos con 22% de deuda externa con relación al PIB y ahora estamos con el 30% de deuda con relación al PIB. Entonces, ¿de su fracaso nos echan la culpa? Su incapacidad, la inatención al pueblo boliviano. ¿Por qué no quieren elecciones? Porque saben que van a perder. La encuesta contratada por la propia dictadura señala: Arce 37%, Mesa 19%, Áñez 13 % y Camacho 8%. Somos ganadores en la primera vuelta. En otra encuesta somos ganadores con casi el 20% de diferencia. Así como en octubre ganamos en la primera vuelta ahora también vamos a ganar en la primera vuelta. No hubo fraude y si algo hubo de fraude es solo de la OEA. Defienden un golpe de Estado. Ahora el pueblo se da cuenta cómo un Gobierno de derecha y un Gobierno de facto gobierna. Nos tienen miedo, nos quieren echar la culpa o postergar las elecciones.

¿Usted cree precisamente que puede haber algún tipo de maniobra por parte del Gobierno de facto de aquí al 6 de septiembre? ¿Le da crédito a las versiones sobre un autogolpe en Bolivia que pueda poner en peligro las elecciones?

Permanentemente intentaron ellos conmocionar el país. No pudieron. Está también el tema pandemia que fue usada justamente para postergar las elecciones y no se descarta que Áñez pueda renunciar, dejar empantanada la administración. Todo por postergar las elecciones. Pero el pueblo es tan sabio que definirá en su momento cuál es el mejor camino para la liberación del pueblo boliviano.

¿Qué país y qué mundo tendrá que afrontar el nuevo Gobierno?

En siete meses han destrozado la economía. Me duele mucho. Con mucho esfuerzo y compromiso hemos construido, hemos dejado una Bolivia digna, soberana, productiva. Una Bolivia con mucha independencia, con dignidad, con libertad, pero también con mucha diversidad. La diversidad es la riqueza de nuestra identidad y es nuestra dignidad. Va a ser difícil reconstruir, pero con Lucho Arce juntos hemos empezado en 2006 y entonces también nos dejaron un Estado mendigo. Ahora, con semejante corrupción y nepotismo paralizaron todo el aparato productivo. No hay ni una inversión del Estado, cero de inversión para empresas públicas, menos para nuevas empresas productivas. Porque nosotros lo que hicimos fue nacionalizar [la telefónica] Entel, nacionalizar los servicios básicos, hidrocarburos, minerales. Nacionalizar y ampliar el aparato productivo en manos del Estado. Nosotros hemos dicho que el Estado invierte y por lo tanto genera divisas. Antes fuimos un Estado donde regulamos, pero invertimos. Se acabó, es el modelo 100% neoliberal. Que no nos echen la culpa a nosotros del fracaso de su modelo económico neoliberal.

Otro tema central para los países latinoamericanos es la deuda externa. En el caso de Bolivia, el candidato Luis Arce, aseguró que el Gobierno de facto, en solo seis meses, incrementó la deuda externa de Bolivia en 2.038 millones de dólares ¿Cómo ve el futuro del mecanismo de la deuda externa en el marco del nuevo escenario internacional que se abre?

La deuda total es de 4.000 millones de dólares. Ahora están pidiendo 7.000 millones de dólares. Nosotros, en los casi 14 años de gobierno, cero de préstamos del FMI porque siempre chantajea, condiciona. El golpe ha sido fundamentalmente a nuestro modelo económico, pero también al litio. Bolivia: seis años primero en crecimiento económico en Sudamérica ¿Y cómo? Especialmente sin el FMI nos hemos liberado.Y ahí están los resultados. Pues ahora vuelven, se someten directamente al Fondo que chantajea. Más de 300 millones de dólares se debe al Fondo. Pero al margen de ese tema, aquí nos hace falta una ayuda, una Celac [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños] para negociar con las distintas instancias que dan préstamos a los gobiernos, pidiendo una condonación por esta situación de la pandemia. Esa es nuestra propuesta. Y segundo, por lo menos reprogramación de la deuda, mínimamente por dos o tres años, por lo menos, que no se paguen intereses ni capital. Cuando llegamos al Gobierno la deuda externa estaba por lo menos cerca del 55% con relación al PIB. Y nosotros bajamos a menos de 20%.

¿Cómo ve al mundo post pandemia?

Yo sigo pensando que esto es parte de una “guerra biológica”. Hace dos o tres años, me acuerdo, un documento del FMI decía que en la política del nuevo orden mundial es importante planificar la reducción de la población innecesaria, que ya las personas de la tercera edad son una carga del Estado. Yo no creía. ¿Por qué digo esto? Estados Unidos, conocido como una potencia mundial, es el que tiene más muertos en todo el mundo, en un día han muerto casi 3.000 en una sola ciudad, Nueva York. Ahora están llegando a los tres millones de contagiados. ¿Y dónde está esa potencia mundial?

Hace tres o cuatro días hablé con un periodista norteamericano. Yo le preguntaba: “¿Cómo está Estados Unidos? ¿Quiénes mueren?”. Los latinos, la gente pobre, la gente humilde. ¿Quiénes más mueren? Los afroamericanos, los negros. Al sistema capitalista la gente pobre, humilde, no le interesa. Si Estados Unidos es una potencia debería estar enfrentando la pandemia, evitando muertos. Y cuando no hay equipamiento como en Bolivia, peor todavía. Militares, policías, los médicos mueren en Bolivia por falta de equipos de bioseguridad. No le interesa a la derecha, que prioriza la plata y no la vida. Ahora estamos en una situación como en Brasil.

Pese a esto, siento que ahora el mundo va a cambiar. Como hay ausencia de Estado en Bolivia con el tema de la pandemia, ahora el pueblo salva al mismo pueblo. Ahora el pueblo cura al pueblo.

En mi región, en el Trópico de Cochabamba, en cada organización sindical tenemos un Secretario de Salud. Como los hospitales están colapsados, saturados, llenos, el dirigente, con el Secretario de Salud, un funcionario de la Alcaldía y un médico más pasan casa por casa a controlar. Encuentran una familia, niño, niña, abuelo, abuela, con síntoma de coronavirus, se clausura ahí, no sale. Y entregan medicamento natural y tradicional, casa por casa. El pueblo está controlando. Y a veces no hay médico, entonces solo controlan los movimientos sociales. Y ahora están recuperándose con medicina tradicional. El pueblo cura al pueblo.

Fuente e imagen:  https://www.elsaltodiario.com/bolivia/entrevista-evo-morales-bolivia-anez-elecciones-pandemia-coronavirus-economia-deuda

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OVE entrevista a Silvana Sáez Valladares: «Nuestro sistema educativo se orienta por una prueba de medición que cuesta al Estado chileno US$ 22.561.000»

Entrevista realizada por Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina 

En esta oportunidad entrevistamos a Silvana Sáez Valladares de Chile- Valparaíso, quien lleva una lucha por la autonomía y el protagonismo de las y los docentes en su país.

Es directora de Educación Valparaiso, profesora de Estado en Inglés. Magíster en Dirección y Gestión Escolar de calidad, diplomado English for Law, Nashville State Community College. Asignación Excelencia Pedagógica 2006, miembro de la Red Maestros de Maestros del Mineduc 2007, profesora Supervisor de la Universidad de Minnesota. Supervising teacher of the English Language Teaching Assistant Program of the University of Minnesota, Morris.

 

Silvana, cuéntanos un poco tu historia de vida y como llegaste a sindicalismo magisterial

Nací en una familia de condición de pobreza extrema, en una comuna del interior de la región de Valparaíso. La precariedad de mi vida sumado a la experiencia bestial de  la dictadura de Pinochet me llevó a la militancia política con apenas 14 años, iniciando así un camino de resistencia al tirano sin mirar los riesgos que eso suponía, sólo me movilizaba hasta hoy  la convicción que la democracia debía ser parte de mi experiencia de vida para la transformación política para un país con mayor justicia social.

Por estas razones fui parte de la organización estudiantil y poblacional durante esos años de dictadura. La tarea gremial la  inicie luego de egresar de la Universidad como profesora de Inglés, siempre en lógicas no sólo de reivindicación como trabajadora sino  al mismo tiempo me inicié en la profundización del trabajo político técnico buscando disputar modelos o formas de hacer educación pública, razón por la cual desde la convicción del protagonismo y autonomía que nos debe el sistema a los docentes, he insistido en la apropiación de la institucionalidad educativa para su transformación.

 

¿Y a la gestión en la dirección de educación como llegas? ¿Como parte de un proyecto político de transformación?  ¿Cuáles son las ideas centrales de ese proyecto?

Valparaíso genera el 2016 un movimiento político amplio que lleva a la elección de Jorge Sharp como alcalde de Valparaíso, este movimiento ciudadano surge como organización fuera de los partidos o movimientos políticos existentes. La definición de la alcaldía ciudadana emerge entonces como necesidad de una nueva gobernanza que establezca identidad y vinculación con los que habitan la ciudad para la mejora de condiciones globales como ciudad.

 Dentro de las atribuciones del nuevo alcalde está nombrar direcciones que puedan materializar lo propuesto a la ciudad en su campaña electoral, es así como dejo la Dirección de la escuela que gestionaba hasta entonces ,para hacerme cargo de levantar un equipo de profesionales que concrete el desafío de hacer de otra manera educación pública en Valparaíso.

Este proyecto político de transformación del gobierno local busca una gestión transparente, con mayor grado de democratización con vinculación y desarrollo hacía los territorios de la ciudad.

El programa abierto de la Alcaldía ciudadana pone al centro los ejes que deben sostener el trabajo de educación pública para la ciudad, siendo éstos el punto de partida de una gestión educativa que busca el co diseño de un modelo de educación pública que pone al centro la trayectoria de vida y escolar de nuestros estudiantes, eliminando lógicas de fracaso escolar.

 

¿Cuáles consideras que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Chile?

Nuestro sistema educativo es altamente gerencial, se orienta sólo a resultados estándares levantados desde la aplicación de una prueba de medición censal que cuesta al Estado chileno  US$ 22.561.000. La prueba Simce ha destruido el sentido de la educación promoviendo la presión, tensión, agobio y castigo a quienes no logran los estándares definidos por ley, amenazando con cierre de escuelas por esta razón. Nuestro sistema público  de educación posee una de las segregaciones más altas, incluso es mayor que la segregación habitacional, primera política pública de la dictadura para concentrar a la clase trabajadora en barrios segregados por condición de clase.

La Educación pública o Municipal en Chile representa sólo el 35% de la matrícula, dejando  todo el resto de estudiantes en establecimientos escolares pertenecientes a privados, quienes reciben dineros del Estado en forma de subsidio o voucher, fomentando así la competencia por estudiantes, pues cada uno representa un aporte fiscal a un privado quien levanta un establecimiento educacional como cualquier negocio.

 

 

Silvana, ¿consideras que la formación docente se corresponde a los actuales retos que enfrentan los y las docentes? ¿Cuáles deberían ser las reelaboraciones en materia de formación inicial y continua de les educadores?

 Reafirmo las definiciones de Naomi Klein, no podemos volver a la normalidad pues estábamos en crisis. Eso es muy cierto en educación pública, hemos estado por décadas en una profunda crisis de los sistemas educativos, agudizada por las orientaciones de la banca internacional que propicia las reformas educativas desde los ’80. En Chile coincide con la instalación de una de las Dictaduras más sangrientas de América Latina, la que impone restricciones al magisterio en la función docente, dejando atrás la libertad de cátedra y creando roles de supervisión y control de los docentes. Sumado a la desaparición, tortura, exoneración y encarcelamiento de cientos de maestros y maestras.

Todo este escenario construye un contexto de subordinación del ejercicio docente que se manifiesta en una formación inicial que solo entrega herramientas para la reproducción del sistema, sin validación profesional, dejando fuera al docente de la política que debe implementar, invisibilizando su protagonismo.

En tiempos de crisis cuando se juegan las concepciones de la vida y el mundo, donde la ideología entonces polariza las acciones, los vacíos políticos en la formación inicial docente, toda vez que el acto de generar conocimiento en sí mismo es una acto político, son claramente visibles, pues la cultura escolar vuelve rápidamente al miedo por la falta de contenidos y control de los estudiantes mediante normas y evaluaciones objetivas, sin poner a centro la vida y su reafirmación.

Desde Chile, un modelo de profundización del capitalismo, inhumano por cierto, las urgencias en la formación inicial como continua deben poner al centro la discusión sobre el rol profundamente social de la institución escolar. Se necesita reconocer, elaborar y construir política docente que garantice el derecho a la educación, con una educación que nazca desde los niños y niñas, que esté a su alcance y que posibilite una trayectoria educativa sin fracaso como experiencia de vida.

Recuperar la autonomía profesional supone entonces que seamos co protagonistas en la formación docente, quienes hacen educación pública deben ser parte de la formación, el ir y venir de la academia y el gremio docente es un imperativo, se deben bajar los límites entre la escuela y la universidad, el propósito es el mismo, mayor justicia social para los nuestros.

 

¿Qué ha significado la crisis del COVID-19 para el magisterio chileno? ¿Considera que el COVID-19 y las medidas que se adoptaron en materia educativa afectan al derecho a la educación?

Siguiendo mi comentario anterior, la crisis de la educación pública, ya la estábamos viviendo y hoy con una pandemia estamos profundizándola. Nuestras autoridades han generado políticas de improvisación sanitaria generando una masificación del contagio del virus, agudizando con actuaciones mediáticas que hacen creer que se mejora la condición para luego volver a la alarma pública y a la instalación del miedo por la falta de seguridad sanitaria y de la violencia y desesperación por alimentación. Mejor escenario para ir intentando borrar la experiencia de revuelta social del año anterior que tuvo al país y al gobierno ad portas de cambio político que necesitamos.

Este escenario pone al magisterio en un punto de inflexión, reproduce la política curricular que busca cobertura de contenidos o se reinventa y genera acciones que mantengan el vínculo y demuestran que la escuela no tiene muros que la confinen si la tarea es aprender o acercarse al conocimiento. En la mayoría de las experiencias, lo segundo se empieza a manifestar con más fuerza, a los docentes nos importa más la vida que un resultado, este año nunca será perdido si sobrevivimos cuidándonos entre todos.

En esta misma línea nuestros profesores han comenzado a generar acciones de solidaridad para ayudar a los estudiantes y sus familias, comienzas las ollas comunes, los bancos de alimentos, las campañas de dinero para pagar arriendo de las casas de los estudiantes, medicamentos etc pero sin olvidar que la solidaridad es una acción que busca reducir el sufrimiento y la carencia, pero  no se olvida que estas condiciones mínimas de humanidad son responsabilidad de los Estados  y son ellos quienes deben responder.

En tanto no estén resueltas las necesidades básicas como derecho, no existen condiciones de derecho a la educación ni antes ni menos hoy. Que todos tengan acceso a una educación no es equivalente a tener el derecho garantizado, pues ningún estudiante puede fracasar en el trayecto de vida que se juega en la escuela, las condiciones de apoyo, acompañamiento de esa trayectoria deben ser expresión de ese derecho, esas condiciones no han estado nunca. Para nuestros estudiantes, todo.

De más está decir que en Chile la constitución de Pinochet garantiza la libre elección de la educación, no el derecho a la misma. Este marco institucional explica la lógica de responsabilidad individual de ese ejercicio de la elección, como si los pobres alguna vez han podido elegir como vivir sus vidas.

 

A partir de su experiencia docente y gremial cuales serían algunas de las propuestas alternativas en la actual coyuntura del magisterio americano.

Creo profundamente que erradicar la estandarización como eje de la política de educación en el mundo y en particular en América, puede dar pie al resurgimiento de la autonomía docente. Identificar todas las pruebas estandarizadas  que provocan la alteridad de las comunidades fracturando la vida de nuestras escuelas para generar un plan de activismo permanente contra la estandarización brutal e inhumana. Denunciar como el mercado simplifica la acción educativa para hacer creer que si el aprendizaje no se mide no existe, generando grandes negocios de transnacionales como Santillana, Pearson, Oxford, SM etc. gastando millones de dólares que se niegan a las escuelas para diseñar sus proyectos contextualizados, dialógicos y transformadores.

Son estos momentos donde se enfrentan dos maneras radicalmente opuestas de mirar la educación, una que busca cuidar, acompañar y garantizar la vida de nuestros estudiantes, y otra que busca su fracaso, su exposición y su muerte.

Tenemos la esperanza intacta y cada día sigue siendo, Continuar.

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Mar Cambrollé: «Las personas trans tenemos que exponer nuestras vidas para mendigar los mismos derechos que tiene la ciudadanía»

 

La presidenta de la Plataforma Trans habla en entrevista con infoLibre sobre la realidad material del colectivo, sus derechos y el encarnizado debate en torno a las leyes trans. «Cuando niegan nuestra identidad, nos entregan a esta violencia, nos expulsan, nos dejan en las calles para que nos sigan agrediendo», lamenta la activista

La activista y presidenta de la Plataforma Trans, Mar Cambrollé.

Mar Cambrollé (Sevilla, 1957) llega a la clausura del Orgullo LGTBI con la vista puesta en la razón de su activismo: los derechos de las personas trans. Y con la fuerza en las calles. Este sábado, la Confluencia Trans, una plataforma que aglutina una treintena de organizaciones, se concentra en la madrileña Puerta del Sol para exigir el trámite de la Ley trans. Una deuda con el colectivo recogida en el acuerdo entre Partido Socialista y Unidas Podemos.

Cambrollé tiene experiencia en lo que respecta al proceso normativo. Fue una de las promotoras de la Ley trans aprobada en Andalucía en 2014. Hace dos años anunció una huelga de hambre como herramienta de presión para lograr una ley estatal todavía pendiente de ser una realidad en todo el territorio. La batalla por los derechos de las personas trans la pelea la activista desde la diversidad, la complicidad con el movimiento feminista y la oposición a los discursos de odio. Mira con preocupación el encarnizado debate por parte de algunos sectores de tinte progresista, pero confía en la fuerza de quienes están en su trinchera. Sobre la realidad material de las personas trans, sus derechos humanos, debates teóricos y retos por delante habla en esta entrevista con infoLibre.

PREGUNTA: Dice que el movimiento trans está ahora alcanzando la mayoría de edad, su punto álgido de madurez.

RESPUESTA: Hay dos procesos que han influido en ello. Primero es que las personas trans no estamos como hace cuatro décadas: ya no tenemos que subsistir, no somos expulsadas de los hogares ni objeto de abandono por parte de nuestras familias. Ha habido un gran cambio social y cultural que deberá estar acompañado de un cambio en los marcos jurídicos. Además de esto, la propia comunidad trans ha situado en el panorama social dos actores: el asociacionismo específico trans, que ha sido capaz de organizarse e incluso de coordinarse y federarse; y por otro lado en los últimos siete u ocho años la aparición de asociaciones de familias en la defensa de los menores y adolescentes trans.

A esto hay que añadir que las personas trans nunca han visto que sus demandas fueran una prioridad en los colectivos LGTBI, un conglomerado de siglas que da la impresión de ser muy inclusivo pero que es una gran pose, porque paradójicamente son colectivos muy homocentristas, la voz la tienen los gais y sus políticas desde el inicio hasta la fecha siguen poniendo el acento en la orientación, por lo que aquellos temas vinculados a la identidad siguen siendo postergados. Un gay y una lesbiana no tienen que cambiar su identidad, ni pasar por procesos patológicos y vejatorios, no tienen que estar en listas interminables de espera para acceder a una intervención quirúrgica y sus cuerpos son iguales que los de las personas heterosexuales. Sin embargo los cuerpos de las personas trans sí que se diferencian, porque somos mujeres y hombres con una genitalidad que mayoritariamente se presume que tiene que ser del sexo que te asignaron al nacer. Nosotras estamos fuera de la educación de los cuerpos.

El colectivo LGTBI también ha hecho porque sean los gais y las lesbianas quienes tengan espacio en la cultura y el arte, en los espacios de política, de poder. Tenemos ministros que son gais, homosexuales en puestos orgánicos de poder de partidos políticos, pero las personas trans aún estamos al margen de la cultura, del arte y de los puestos de poder de la política y mucho más lejos de puestos de poder de instituciones de gobierno.

P: Hace dos años anunció una huelga de hambre para reclamar el impulso de la Ley trans. De nuevo, ha vuelto a plantear una huelga en los mismos términos.

R: Esta segunda vez el gran dilema que tendrá el Gobierno será que las personas trans, después de 42 años de Constitución y democracia, tengamos que exponer nuestras vidas para mendigar los mismos derechos que tiene la ciudadanía. En este caso hay además una novedad y es que las madres también se pondrán en huelga de hambre. Tendremos que reanudar aquella huelga porque no vemos voluntad política. Tenemos un partido que no ha sido todavía capaz de rectificar su argumentario ni reunirse con más de 260 asociaciones que le han solicitado un encuentro. Hemos escrito a la Ejecutiva Federal del PSOE pidiendo una reunión, que oficialmente hagan una declaración distanciándose de ese documento que llamamos coloquialmente el panfleto transfóbico, y por supuesto que haya un compromiso real, concreto y contundente en favor de tramitar la ley que forma parte del acuerdo del gobierno de coalición y así mismo lo hizo saber Pedro Sánchez en su discurso de investidura.

Sabemos que es un documento que sale de un partido, pero es un partido que está en el Gobierno y firmado por la vicepresidenta Carmen Calvo y el ministro José Luis Ábalos. No le vamos a pedir cuentas al Gobierno, pero sí al partido, un partido democrático, dialogante, que siempre nos invita para escuchar nuestras demandas en época electoral. Creo que también tienen que escuchar cuando 260 organizaciones, el 15% colectivos feministas, lo solicitan.

P: ¿Por qué no es suficiente la ley de 2007?

R: Es insuficiente por varios motivos. Uno de los más contundentes es la sentencia del Tribunal Constitucional del 2019 que la declara inconstitucional por excluir a los menores. El Tribunal Supremo elaboró un informe el mismo año diciendo que los requisitos del punto cuatro, exigir un informe médico, acreditar dos años en tratamiento hormonal, aportar un informe psicológico, vulneran la dignidad de las personas trans. Pero aparte de lo cercano tenemos también directivas internacionales, como puede ser la ONU, contraria a ese tipo de leyes que excluyen y vulneran derechos de las personas trans. El Consejo de Europa ha sacado varias directivas, la más contundente fue una de 2015 donde recomienda a los estados miembros que para facilitar el cambio de nombre legal se haga a través de un trámite administrativo, transparente, rápido, sencillo, que no excluya y que por supuesto no exija ningún tipo de peritaje judicial ni médico, porque de lo contrario y así lo afirma se vulneran los derechos y la dignidad de las personas trans.

Es una ley que entra en colisión con las directivas europeas e internacionales, en su momento ya se dijo que era insuficiente porque la discriminación hacia las personas trans no depende sólo de un carnet donde figure el nombre y el sexo con el que vive la persona. Ese avance no me impide que el mercado laboral siga cerrado a cal y canto, que los contenido curriculares en la educación sigan invisibilizando las identidades trans, que las estanterías de las universidades sigan llenas de libros que hablan de las identidades trans como una patología mental, que no haya protección jurídica para que podamos competir en deporte, que no haya una protección jurídica a las infancias trans, siempre fundamentando y recogiendo las recomendaciones de la Convención sobre los Derechos del Niño, donde se habla de que ante cualquier circunstancia lo que debe prevalecer siempre es el interés superior del menor.

Hay leyes LGTBI o específicamente trans que siguen los Principios de Yogyakarta, prohibiendo terapias que quieran reconducir o corregir las conductas de las personas trans, gais o lesbianas. El objetivo es romper con aquella dinámica, también basada en la ciencia, defendida por el doctor Vallejo-Nágera, que recomendaba lobotomía, electroshock o desde otra posición menos científica, directamente exterminarnos.

P: Además del reconocimiento a la propia determinación del género, ¿cuál es la importancia de políticas públicas que combatan la tasa de desempleo, el riesgo de pobreza o la violencia que sufren las personas trans?

R: Por eso es necesaria una ley integral. No nos vale una ley administrativa que nos permita cambiar el nombre, sino una integral que actúe en todas las situaciones que atraviesan la vida de las personas trans. Tenemos múltiples estudios realizados por entidades sociales e instituciones, que determinan cuál es la tasa de empleo de las personas trans. La OIT subraya que uno de los sectores más excluidos del mercado laboral somos las personas trans. Tenemos estudios sobre la violencia en el colectivo LGTBI y las más agredidas somos las personas trans. Se hace un estudio sobre el acoso escolar y las más perjudicadas, las personas trans. El intento de suicidio ante tanta opresión se dispara entre los jóvenes y adolescentes trans. Todo esto pone una verdad sobre la mesa y esa verdad hay que convertirla ahora en justicia y reparación. Por eso es necesaria esta ley, por eso debe ser prioritaria.

Estuvimos presentes en la revuelta de Stonewall y en las primeras manifestaciones del Estado español. El colectivo LGTBI dice, de manera casi honesta, tener una deuda con las personas trans. Es el momento de pagar esa deuda. Es el momento de que se haga justicia, de que se prioricen los derechos trans. También hay que preguntarse por qué la primera ley de avance social que se aprueba para el colectivo LGTBI, después de la abolición de las leyes represivas del franquismo, fue la ley del matrimonio igualitario en 2005. Es una ley que yo celebro y que puso a España en el cuarto puesto de los gobiernos a nivel mundial más progresistas, las personas trans estuvimos exigiéndolo porque entendíamos que no venía a restarle derechos a nadie, sino a dárselos a quienes no los tenían. Pero fuimos de nuevo las últimas: primero fueron los derechos para gais y lesbianas, derechos civiles cuando nosotros hablamos de derechos humanos fundamentales.

«La autodeterminación de género se concreta en que las personas trans son sujetos de derecho»

La autodeterminación de género se concreta en que las personas trans son sujetos de derecho y no objetos de medicina. Es una demanda histórica y análoga al grito de «nosotras parimos nosotras decidimos», por eso las feministas nos entienden. Hace unas décadas las mujeres necesitaban permiso marital para viajar, no podían tener cuenta corriente, ni su palabra tenía el valor de sujeto. Las mujeres han sufrido también ese trato subhumano de no ser consideradas sujetos de derecho, por eso el feminismo abraza las demandas del colectivo trans, porque han vivido la misma situación. También las mujeres tienen que entender por qué debe ser una ley específica. Hablamos de una discriminación estructural, había voces que se oponían a la Ley de violencia de género, pero se entendió que en aquel momento era necesaria una ley específica y nosotros también la necesitamos porque sufrimos una violencia estructural. Nos toca decirlo y nos toca hablar. Solamente hablarán para ganar aquellos que no tienen nada: por eso hablaron los negros, los gitanos, las mujeres y por eso hablamos ahora las personas trans.

P: ¿Qué papel tiene la teoría queer en la vida de las personas trans?

R: El mismo que para las personas no trans. Yo diría que sobre el 80% de la población española no sabe lo que es la teoría queer y lo mismo en las personas trans. Yo lo explico de manera muy concreta: cuando yo recibo la primera paliza de mi padre a los seis años no es por estudiar la teoría queer, sino por expresarme y vivir como una niña. Cuando las personas trans son expulsadas del mercado laboral no es por la teoría queer, las mujeres encarceladas en el franquismo, apaleadas, rapadas, condenadas, insultadas, no fue por estudiar la teoría queer. La ultraderecha y los fundamentalismos religiosos cada vez que se hablaba de avances replicaban señalando una supuesta ideología de género, ahora lo han cambiado por teoría queer, pero ambos términos tienen el mismo fin: deshumanizar, quitar el rostro a la discriminación, elevarlo a un punto teórico donde nos entregan de nuevo a los opresores.

Las personas trans no somos una teoría, la vida de las personas trans importa. No nacemos por estudiar la teoría queer, desde que tenemos conciencia de nosotras mismas somos así. Sólo se da por natural y auténtico el mundo cis, se usa de nuevo la ciencia como elemento que justifica esa opresión, para elevar a lo antinatural las identidades trans. La biología no puede ser un traje prêt-à-porter, la biología habla de la vida y nosotras estamos vivas. No somos una moda, siempre hemos estado presentes en todas las culturas. Las identidades trans forman parte de la naturaleza, también son biológicas. Los sistemas opresores han necesitado siempre de tres pilares fundamentales para legitimar la opresión: las leyes y el sistema policial, la moral y la ciencia.

P: Algunos sectores del movimiento feminista señalan que las leyes trans permiten a «cuerpos del sexo masculino entrar en los espacios seguros de las mujeres».

R: Para mí no son parte del movimiento feminista. Es el antónimo del feminismo, que ha sido una estrategia para luchar contra la opresión de las mujeres. Las mujeres feministas han entendido y entienden que tienen un Caballo de Troya dentro del feminismo, que defiende los mismos valores y análisis que hace la ultraderecha y por eso los aplaude Ignacio Arsuaga o Santiago Abascal. Yo creo que no es transfobia porque fobia es un miedo irracional, y a mí no me excluyen por miedo, no me agreden por miedo: lo hacen por odio. Es un discurso transodiante.

Lo único que pretenden es intoxicar, son bulos. No hay mayor insulto que la ignorancia, pero se agrava cuando se ornamenta de academia. Es muy grave. Las mujeres trans desde 2006, por una circular del director de Instituciones Penitenciarias, ya podemos entrar en las cárceles de mujeres. ¿Cuántas mujeres han sido violadas desde entonces? Precisamente nos metieron allí porque nosotras éramos violadas en los módulos de hombres, para protegernos.

El colectivo trans está compuesto por mujeres y hombres, pero la mayor violencia la sufrimos las mujeres y eso también hay que mirarlo desde una perspectiva de género. Cada 48 horas asesinan a una mujer trans en el mundo, nos atraviesa la violencia de género. Cuando nos niegan, niegan nuestra identidad, nos entregan a esta violencia, nos expulsan, nos dejan en las calles para que nos sigan agrediendo, maltratando y asesinando. Lo hacen porque somos mujeres. Aparte de estar discriminadas por nuestra identidad, por nuestra diferencia, además está presente de manera contundente la discriminación por ser mujeres. El patriarcado es tremendamente agresivo con nosotras.

P: Esta parte del feminismo insiste además en que la violencia que sufren las mujeres se produce a causa de su sexo –mutilación genital, violaciones–. ¿Qué responde?

R: Está claro que la mutilación genital no la sufrimos las mujeres trans, pero el asesinato por ser mujeres sí lo sufrimos. Yo creo que cada mujer sufre una discriminación específica, tampoco sufren la misma discriminación las mujeres negras o gitanas. ¿Pero estamos en un ranking para ver quién está más oprimida, para darle un carnet? El feminismo abraza a todas las mujeres y es una alternativa para luchar contra la opresión general y específica. Definir señalando los genitales es obsoleto, caduco, reduccionista y diría que hasta patriarcal. Decir que una mujer es una vulva o un hombre es un pene es lo mismo que decía Hazte Oír. Hay que decir la verdad del todo: la mayoría de mujeres tienen vulva pero no todas, la mayoría de mujeres paren y otras no. Esta es la diversidad y esta es la realidad. Esto no le resta derechos a nadie, esto viene a engrandecer al sujeto mujer desde su inmensa diversidad. Nadie va a borrar a nadie, el uno por mil de la población no puede borrar a la mitad de la población. No venimos a borrarlo, sino a engrandecerlo desde su inmensa diversidad porque la mujer no es un concepto único y homogéneo, que se ajusta a la mujer blanca, académica, con bolso de Louis Vuitton y feminista de cartón piedra. La mujer es también aquella que está en el campo, que sufre la opresión familiar y es obligada a los cuidados, la que está haciendo habitaciones a un euro, las kellys, las negras, las gitanas y las mujeres trans.

«La mujer es también aquella que está en el campo, que sufre la opresión familiar, la que está haciendo habitaciones a un euro, las kellys, las negras, las gitanas y las mujeres trans»

Lo contrario es imponer un modelo de mujer única hablando desde el privilegio de la academia burguesa, donde sí han tenido acceso a estudiar la teoría queer. Que vienen a borrarnos se dijo también cuando se aprueba el divorcio o el aborto, que se iba a acabar con la familia, lo mismo con el matrimonio igualitario. Ahora este rugido surge de una manera más fuerte, contundente y agresiva, con total impunidad, porque viene de mujeres en sectores progresistas, y eso sí que lo hace más peligroso. Esto es irreversible, es el momento del despertar porque estamos organizadas y aunque sea con nuestras vidas vamos a reivindicar tener un espacio social, político y cultural no con privilegios, sino para ser tratadas en igualdad.

P: ¿Las mujeres trans se sienten parte del movimiento feminista?

R: Claro, nos sentimos parte y además sabemos que no tenemos que pedir permiso a nadie. Sujeto del feminismo es quien sufre la opresión patriarcal y machista. No tenemos que pasar ningún examen.

P: ¿Qué le sugiere el objetivo de abolir el género?

R: El género, como sistema opresivo y binario que nos condiciona a todas las personas, basado en unos cánones de privilegios machistas, alimentado por sutiles mensajes micromachistas que siempre sitúan al hombre con una autoridad y supremacía, claro que estoy de acuerdo en su abolición. No lo estoy con esa perversa e hipócrita manera de señalarnos a las personas trans como si hubiéramos sentado las bases de esos roles, como si ellas sí tuvieran derecho a expresar esas pautas culturales, pero cuando lo hacemos nosotras no. Lo que hay intrínsecamente es la negación de que seamos sujeto de derechos. Muchas mujeres vestidas de patriarcado se atreven a criticar el exceso de feminidad de una mujer trans. Es obsoleto. Juntas tenemos que criticar esos roles, deconstruirlos de cara a las nuevas generaciones. Lo contrario es perverso y es negarnos en todos los espacios de la vida.

Fuente de la entrevista: https://rebelion.org/las-personas-trans-tenemos-que-exponer-nuestras-vidas-para-mendigar-los-mismos-derechos-que-tiene-la-ciudadania/

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