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Inmigración en Aragón. “No se puede obligar a las minorías a abandonar sus costumbres»

España/21 marzo 2016/ Autor: Camino Ivars/ Fuente: http://www.heraldo.es/

En contra de la creencia de que ‘los inmigrantes no quieren integrarse’ la Casa de las Culturas asegura que la participación de estos colectivos ha aumentado un 56% en 7 años.

«Vienen a quitarnos el trabajo”, “No se quieren integrar” o “Se llevan todas las ayudas” son algunos de los comentario más habituales que suelen escucharse entre la población aragonesa. Sin embargo estas frases suelen pasar desapercibidas. Este mes de marzo, con motivo de la celebración de la Semana contra el Racismo se presentaba en la Casa de las Culturas de Zaragoza el ‘Manual Antirrumores’, una herramienta que pretende erradicar estas creencias sociales y acabar con el racismo y la xenofobia.

¿Qué opinan las asociaciones aragonesas de inmigrantes sobre éste problema?, ¿Es Zaragoza una ciudad racista? Y, de ser así, ¿cuál podría ser la solución? En su opinión las claves radican en la educación, la cultura y el respeto.

En contra de la opinión que afirma que “los inmigrantes no quieren integrarse”, la Casa de las Culturas asegura que se trata de colectivos que participan de manera “muy activa” en la vida social y cultural zaragozana. En tan solo 7 años se han adherido medio centenar de asociaciones al registro de la Junta General alcanzando las 136 entidades. “El racismo no es un proceso unidireccional, sino que requiere de un esfuerzo de las dos partes”, explica Susana Hernando, técnico sociocultural de la Casa de las Culturas. En su opinión tendríamos que comenzar por definir qué es integrarse: “No se puede obligar a las minorías a abandonar sus costumbres, siempre tiene que haber unos límites”, explica.

Olga Pineda, representante de la Asociación Cultural Ecuatoriana El Condor de Zaragoza, lleva 13 años viviendo en Zaragoza. En torno a un centenar de socios participan en sus actividades culturales con las que tratan de dar conocer su cultura y potenciar la integración. En su opinión, el racismo es un problema universal: “Hay de todo, tanto por nuestra parte como por la de la sociedad que te recibe, pero no es algo generalizado”, asegura.

Pineda recuerda lo duro que fue para ella y su familia adaptarse a un nuevo lugar. “Nos ha tocado luchar pero así es la vida”, asevera. Algo parecido le ocurrió a Slaveyka Pavlova, presidenta de la Asociación de Bulgaros en Aragón AIBA BG, formada por unas 200 personas. “Nos encontramos como en casa y formamos un grupo muy bien integrado. Ahora lo que tratamos de desarrollar son las relaciones en la vecindad y participar activamente en la vida sociocultural zaragozana”, explica la vecina de Zaragoza desde hace 14 años.

En su caso organizan actividades lúdicas y culturales, aunque una de sus labores más importantes se centra en la Escuela de búlgaro para las nuevas generaciones nacidas en España. “No queremos que los más pequeños pierdan sus raíces, eso no es bueno”, recalca. Asegura que el mayor problema que han sufrido los búlgaros en Aragón ha sido la escasez de trabajo. “Nadie abandona su casa por gusto, es muy difícil y se pasan muchas penas. Llega un momento en el que no eres de ningún sitio porque estas en un lugar que no es el tuyo pero cuando regresas a casa te miran como el bicho raro”, reconoce.
Cuestión de educación

Marina Souare sí que ha vivido más de una situación incómoda en los 15 años que hace que vive en Zaragoza. “En la mayoría de los colegios se dice que los africanos se llevan todas las ayudas; aunque también me han parado en una tienda con dos carros cargados de comida porque sospechaban de mi”, recuerda la representante de la Asociación de Mujeres de Guinea Conakry, AMUGAR. “No me molesta, seguramente a un zaragozano en un supermercado de Guinea le habrían hecho lo mismo”, añade.

Para Souare, que trabaja como mediadora intercultural en el Ámbito Educativo para el Gobierno de Aragón, se trata de un problema de desinformación y la solución pasa por informar, educar y concienciar, eso sí “a las dos partes”. “Soy inmigrante, y solo yo sé por todo lo que he pasado. Venimos con las mochilas bien cargadas de problemas y los receptores han podido vivir malas experiencias con inmigrantes y mezclan las cosas. Con la crisis muchos aragoneses se han ido de sus casas por lo mismo, por necesidad”.

A sus 36 años Dan Zhou estudia un doctorado de Psicopedagogía y forma parte de la Asociación Aragón Oriental dedicada a la promoción de la cultura china en Aragón. En su opinión, el idioma es la mayor barrera. “Trabajo en el Juzgado como intérprete y escucho los casos de ataques a tiendas o bazares chinos en Aragón en los que no pueden defenderse por sí mismos porque no conocen la lengua”, lamenta. En cuanto a los prejuicios que afectan a su nacionalidad destaca que “La gente cree que todos los chinos tienen negocios y hacen ‘chanchullos’ para no pagar impuestos”. Sin embargo asegura es una percepción que se va corrigiendo: “Siento que cada vez estamos mejorando eso, con terceras y cuartas generaciones de chinos en Aragón. Cada vez se tiene mejor comunicación”.

Unas 80 personas de entre 14 y 30 años forman parte de la Unión Juvenil Aljafería de jóvenes musulmanes. Ibtissam Zouggagh, de 23 años, es su representante. Tras los hechos ocurridos con la joven Soraya –expulsada de su clase por un profesor de la Universidad de Zaragoza- reconoce que su respuesta es “apoyarnos y escucharnos entre nosotros”. “Yo también lo sufro, ya que no hay muchas mujeres cursando Ingeniería electrónica en Zaragoza, y con velo, menos”, se ríe. En su opinión, el velo es más que una simple cuestión cultural: “En mi caso entiendo que quienes venimos tenemos que adaptarnos al lugar, pero el velo es una creencia que no entiende de espacio físico “, asegura.

Fuente de la Noticia y la Foto:

http://www.heraldo.es/noticias/aragon/2016/03/18/se-puede-obligar-las-minorias-abandonar-sus-costumbres-826490-300.html

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Cruz Roja atiende a 5.800 menores y jóvenes de la provincia tinerfeña en 2015

España/22 marzo 2016/Autor: EUROPA PRESS /Fuente: http://www.20minutos.es/

Cruz Roja atendió el pasado año a 5.792 menores y jóvenes de la provincia tinerfeña mediante la realización de cuatro proyectos gracias a la solidaridad de las personas contribuyentes que destinaron sus impuestos a actividades de interés social en la Declaración de la Renta.
El año pasado la Institución atendió a 1.303 menores a través del proyecto ‘Infancia hospitalizada’, mediante el cual se llevan a cabo acciones que mejoran la calidad de vida de niños y niñas de entre 0 y 17 años que se encuentran ingresados en centros hospitalarios.

Por medio de este proyecto se incide en las relaciones personales y en el aprovechamiento de la animación y el juego como factores fundamentales para su desarrollo personal y recuperación.

Algunas de las actividades que Cruz Roja Juventud desarrolla en el medio hospitalario, con la colaboración de más de 90 voluntarios, se centran en la gestión de aulas de actividades lúdicas y socioeducativas; acompañamientos y actividades individuales con el menor en habitación; apoyo escolar; servicio de respiro para padres y acompañantes; servicios de biblioteca, y carritos polivalentes de actividades.

Actualmente, este servicio se presta en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) y en el Hospital Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), ubicados en la isla de Tenerife.

Asimismo, los Centros de Mediación Social, ubicados en el municipio de La Orotava, están dirigidos a dar respuesta a las necesidades socio-educativas de la población infantil, en especial a los menores que se encuentran en situación de dificultad social, a quienes se les proporciona apoyo escolar, animación a la lectura, educación para la salud, educación al desarrollo o medio ambiente.

Para ello, se establece una coordinación con los centros de Servicios Sociales y con las familias o tutores, contando con el apoyo de 66 voluntarios. El año pasado se atendieron a 38 niños y niñas mediante este servicio.

A través del proyecto ‘Promoción y Educación para la Salud’, Cruz Roja busca conseguir el desarrollo evolutivo integral de la población infantil y juvenil. Para ello, se promueven hábitos de vida saludable en el ámbito escolar y comunitario como clave de la prevención de actitudes, comportamientos y hábitos que lleven riesgos asociados a su bienestar físico, psíquico y social. En 2015 se trabajó con 2.484 jóvenes, contando con la participación de 27 voluntarios.

Otro de los servicios prestados por la Institución gracias a los fondos IRPF es el de ‘Prevención de conductas violentas’. Con este proyecto, en el que colaboran 29 voluntarios, se trata de promover la educación para la paz, la no violencia y la tolerancia entre la juventud. Para ello se imparten una gran cantidad de talleres y acciones de sensibilización en diversos centros educativos de toda la provincia. El año pasado se trabajó con un 1.967 participantes.

Fuente de la Noticia:

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2704446/0/cruz-roja-atiende-5-800-menores-jovenes-provincia-tinerfena-2015/#xtor=AD-15&xts=467263

Fuente de a Foto: COPY:L.J.CAMEJO

 

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Graves incidentes y siete detenidos durante la huelga de estudiantes en Vitoria

Source: Graves incidentes y siete detenidos durante la huelga de estudiantes en Vitoria

EUROPA PRESS

La Ertzaintza ha detenido a siete personas hasta el momento por los disturbios registrados este jueves en el campus de la UPV/EHU en Álava.También se han registrado disturbios en el centro de Vitoria, durante la jornada de protestas estudiantiles contra la LOMCE.

Disturbios en Vitoria

La Ertzaintza ha detenido a siete personas hasta el momento por los disturbios registrados este jueves en el campus de la UPV/EHU en Álava y en el centro de Vitoria, durante la jornada de protestas estudiantiles contra la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).

Los arrestos, confirmados por fuentes del Departamento de Interior del Gobierno vasco, se han producido con motivo de los altercados protagonizados por grupos de jóvenes en el campus universitario y en varias calles del centro de la capital alavesa, que han obligado a desplegar unidades antidisturbios de la Policía Autonómica.

Furgonetas y agentes de la Ertzaintza han llegado a cargar en varias ocasiones contra los alborotadores, que han roto numerosos escaparates y han lanzado tornillos y tuercas de grueso calibre durante los altercados.

Hasta el momento, la Policía autonómica ha detenido a siete personas por estos hechos. Los disturbios se han registrado durante la jornada de huelga convocada contra la LOMCE por colectivos estudiantiles como ‘Ikasle Abertzaleak’.

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España: Tecnología en las aulas, clave para la innovación.

www.expansion.com/17-03-2016/Por: Ana Cabanillas

La integración de nuevas técnicas en el aula permite una enseñanza más personalizada y competitiva, en un sector donde es cada vez más necesaria la colaboración empresarial.

La educación es uno de los sectores más permeables a los cambios sociales, y las nuevas tecnologías son ya una realidad en el mundo académico. La integración tecnológica en las aulas, y el fomento de actitudes innovadoras fueron algunos de los puntos tratados en el Observatorio sectorial Innovación y tendencias en Educación, que contó con el patrocinio de Epson, y al que acudieron representantes de varios ámbitos de la enseñanza.

Nieves Segovia, presidenta de la Institución Educativa SEK, puso sobre la mesa uno de los principales problemas de esta integración: «La tecnología ha suplementado un modelo tradicional, cuando tiene la capacidad de transformarlo hacia una educación personal, que permite llegar al ritmo y aprendizaje de cada alumno», destacó Segovia, que vio en estos avances «un acelerador de determinadas competencias que permitiría una acción docente muchísimo más eficaz».

La empresa, más presente

Desde el nivel Formativo Superior, Guadalupe Bragado Cordero, directora general de Formación Profesional y Enseñanzas de Régimen Especial de la Comunidad de Madrid, coincidió en el papel que la tecnología podría jugar en las aulas: «Los profesionales y las empresas demandan otro ritmo y hay herramientas como la tecnología que lo podrían acelerar», argumentó, al tiempo que lamentó el exceso de rigidez del sistema educativo.

Para armonizar los ritmos y las demandas, Bragado hizo una propuesta: «La colaboración se tiene que potenciar mucho más entre la Administración y la empresa, porque ésta puede traer innovación a los centros que, con unos docentes motivados y reconocidos socialmente, también llevarán innovación a la empresa».

Ernest Quingles, presidente ejecutivo de Epson Ibérica y Francia, también se postuló por esta colaboración. «A las empresas se nos pide colaborar económicamente, pero no llegamos a influir suficiente en búsqueda de profesionales», apuntó, citando a centros universitarios como el de Standford: «El 80% de sus ingresos ya no viene de matrículas, sino de empresas, y el reto de aquí a dos años es que sea el 100%». Para alcanzar este porcentaje, el secreto está en que «los centros más reconocidos a nivel mundial son centros poco regulados donde ellos han regulado su propia excelencia».

Martin Boehm, decano de Programas de IE Business School, señaló que la clave de la integración es innovar a varios niveles. «Nos basamos en el concepto knowing-doing-being [saber-hacer-ser], donde lo más importante es ser capaz de aplicar el conocimiento en el día a día, algo fundamental para transformar la sociedad», subrayó. Por otra parte, Boehm resaltó la importancia de la personalización: «Hay tecnologías que permiten el desarrollo uno a uno y facilitan el aprendizaje experiencial, como simuladores de realidad virtual o el uso de juegos en la educación».

A nivel universitario, Pilar Herreros de Tejada, vicerrectora de Estudios de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), alabó que el 30% de los profesores de la institución participen en proyectos de innovación, «una muestra de que hay interés». Sin embargo, en su opinión, todavía hay que «sistematizar y ofertar» estas nuevas opciones: «El siguiente paso será repensar las titulaciones», apuntó Herreros, que sugirió la ampliación de la oferta de titulaciones online orientadas a Latinoamérica y Asia, o la introducción de nuevas competencias: «Ya hay muchas universidades que introducen asignaturas para dar capacidades transversales a los alumnos».

Dulce Subirats, presidenta de Aedipe Agrupación Centro, que moderaba el debate, nombró entre estas competencias «el trabajo en entornos colaborativos» o «ser multitask en un entorno donde cambian las prioridades, que es esa nueva forma de trabajar que se asume como nuevo entorno de trabajo».

Humanizar la tecnología

En una sociedad en la que el conocimiento está al alcance todos, está el riesgo de deshumanizar el aprendizaje. Ésta fue una de las ideas que lanzó el rector de la Universidad Pontificia de Comillas (ICAI-Icade), Julio Luis Martínez Martínez, que sacó a relucir un aspecto fundamental de la Educación: «La condición es la calidad formativa y la tecnología debe estar al servicio de esta calidad. Las nuevas tecnologías no ayudan mucho aquí, porque dan como nunca el conocimiento, pero está la dificultad de hacerlo humano».

Para lograrlo, los recursos tecnológicos no son tan importantes como la estrategia de aplicación en los centros, destacó Félix Serrano Delgado, director del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del profesorado (Intef) del Ministerio de Educación: «Poner tecnología en el aula sin más no resuelve el problema, sino que lo crea, a no ser que esté acompañado de un conjunto de medidas. Tiene que haber un proyecto de innovación y tecnología en la organización educativa», mantuvo.

En este sentido se manifestó también Joaquín Calvo, vicedecano de Posgrado de Esic: «Lo que falta es un sistema educativo. La educación es aquello que va a ser eje de la competitividad», declaró. «La clave está en el papel de prestigio del profesor, que hay que ponerlo en el centro de la educación. El éxito de las escuelas de negocio es que los profesores son seleccionados por lo que les define: su prestigio profesional». Así defendió que las tecnologías podrían devolver a la Educación a su propio origen: «La tecnología debe volver a emocionar a los que estudian, que es lo que falta ahora».

Fuente de la imagen destacada: http://rotcivtarigana.blogspot.com/

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Empeoran las competencias en euskera y matemáticas de los alumnos vascos

El departamento vasco de Educación precisa que la caída no es «significativa», pero reconoce que la evolución no es la «deseable»

 

AGENCIAS | SAN SEBASTIÁN
16 marzo 2016

Publicado por Eldiariovasco.com
Los resultados de los alumnos vascos de los centros públicos y concertados en euskera y matemáticas no evolucionan de la manera que sería «deseable», al haberse detectado en 2015 un empeoramiento, aunque escasamente «significativo», del nivel obtenido en estas materias. En el caso del castellano y el inglés, la situación se mantiene estable, mientras que los resultados en ciencias han mejorado.

La consejera de Educación del Gobierno Vasco, Cristina Uriarte, ha presentado este lunes en el Parlamento autonómico la ‘Evaluación Diagnóstica’ realizada el pasado año a los alumnos de 4º de Educación Primaria y 2º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de los centros públicos y concertados de Euskadi.

Esta evaluación se ha realizado a 21.167 alumnos de Primaria, casi 500 más que los que participaron en la anterior prueba, elaborada en 2013, y a 20.221 estudiantes de ESO, casi 800 más que hace dos años. La evaluación analiza los niveles de rendimiento de los alumnos en comunicación lingüística en euskera, castellano e inglés, así como en matemáticas y ciencias.

En euskera, en cuarto de Primaria el 36,1 % de los alumnos estaba en el nivel inicial el pasado año frente al 30,6 % de 2013 y los que se situaban en una posición intermedia bajaron del 43,4 % al 38,2 %. También disminuyó, aunque menos, los niños que alcanzaban el nivel avanzado, del 26 % en 2013 al 25,7 % en 2015.

En segundo de la ESO el 45,8 % de los alumnos se situaron en el nivel inicial (37,1 %) en euskera, mientras que alcanzaron el intermedio el 37,8 % (41,7 %), y el avanzado el pasado año bajó al 16,4 % (21,2 %).

Uriarte ha explicado que tanto en Secundaria como en Primaria las competencias en euskera «son cada vez más bajas», aunque ha asegurado que los mejores resultados siguen estando en el modelo D.

Ha reconocido que el rendimiento en euskera es una cuestión que preocupa a su Departamento y que se ha comprobado que el modelo D no garantiza la competencia lingüística en euskera, aunque ha subrayado que la escuela no es la única que puede mejorar esa competencia sino que hay que incidir en otros ámbitos, como la casa o la calle.

En castellano, también a peor

En castellano también se observan peores resultados que en 2013 aunque en este caso en Secundaria hay una mejora ya que aumenta el porcentaje de alumnos que alcanza el nivel intermedio, un 57, 6 % (dos puntos más que en 2013). En cuarto de Primaria sin embargo alcanzaron el nivel medio el 62,4 % frente al 64,9 % de 2013.

En inglés, la comparativa se ha hecho con respecto a 2011, ya que en 2013 no se evaluó esta competencia, en la que se observa que el porcentaje de alumnado en niveles medios y avanzados en 2015 se ha mantenido estable con respecto a 2011 (el 55,2 % en cuarto de Primaria frente al 53,3 % de 2011 y el 58,6 % en segundo de la ESO frente al 58,5%).

Uriarte ha explicado que hay una gran diferencia entre la comprensión oral y escrita en euskera, castellano e inglés, y que en los tres casos la oral logra una mejor puntuación por lo que habrá que «tomar medidas para trabajar» la escrita.

En matemáticas, los resultados de Primaria en general han demostrado una tendencia a la baja desde 2011, aunque, según ha explicado Uriarte, se trata de diferencias de muy pocos puntos.

En 2015 alcanzaron el nivel medio el 54,5 % de los alumnos de cuarto de Primaria (52,8 % en 2013) y bajó 4 puntos los que alcanzaron el nivel avanzado, 31,7 %. En segundo de la ESO también bajó este nivel superior (del 26,2 % al 21,8%) aunque fueron más los que lograron el nivel intermedio (61,8 % frente al 58,6 %).

En ciencias los resultados ha sido mejores. El porcentaje del alumnado que se ha situado en el nivel más alto en los dos cursos analizados ha aumentado en ambos casos (del 19,8 % al 20,2 % en primaria y del 14,9 % al 17 % en secundaria), cosa que no sucede en ninguna de las otras competencias analizadas.

Publicado en:  http://www.diariovasco.com/sociedad/educacion/201603/14/empeoran-competencias-euskera-alumnado-20160314165837.html

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Mercado y escuela

Jurjo Torres Santomé

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La fusión de la mentalidad conservadora con la neoliberal produce ataques a la enseñanza pública desde diversos frentes. Se manipulan estadísticas, se desprestigia a los funcionarios públicos, se ataca a los sindicatos y se critica la formación del profesorado. El objetivo último es adiestrar a consumidores no críticos antes que educar a personas imaginativas e inconformistas.

Las políticas de privatización y de mercantilización se propugnan como opciones salvíficas, redentoras ante una construida debacle de la educación pública. Para ello se recurre a sacar a la luz datos descontextualizados sobre centros públicos, reinterpretarlos del modo lo más negativo posible y así vender como alternativa la educación privada o concertada, una opción más acorde para llevar a cabo las nuevas metas que se le asignan a los centros escolares.

Estos son los espacios principales en los que construir un nuevo tipo de personalidades que asuman como natural e irrebatible una cosmovisión que presente las ideologías y las políticas neoliberales como la única vía para construir una sociedad mejor.

Una educación neoliberal estaría dirigida a preparar seres consumidores, críticos con sus intereses como consumidores, pero no capaces de imaginar y reflexionar sobre qué modelos de sociedad son los más justos y respetuosos con los intereses colectivos. No se busca educar personas imaginativas y creadoras de soluciones, inconformistas ante todo lo que funciona mal, tomando como baremo las distintas convenciones de los Derechos Humanos.

La alianza conservadora-neoliberal en la LOMCE

En países con gobiernos neoliberales y a su vez con fuerte influencia de tradiciones conservadoras, se tenderá a instrumentalizar el sistema educativo para conformar personalidades compatibles con ambas posturas. Las características de un ser neoliberal y de un ser conservador pasan a complementarse, y en las medidas que contempla una reforma educativa como la LOMCE se percibe esta alianza con claridad.

Los rasgos de un ser humano neoliberal se concretarían en:

a) se trata de una persona competitiva que vive en un mundo de eficacia y de rendimiento y que mercantilizó todos los ámbitos de su sentido común;

b) está obsesionada y se guía por ideas mercantiles a la hora de planificar y organizar su vida personal, el tiempo de ocio, las relaciones sociales y profesionales, las decisiones laborales;

c) asume una racionalidad positivista, considerando el conocimiento como objetivo, neutral, cuantificable, consumible, estandarizado;

d) percibe como despolitizada la racionalidad económica y empresarial, y las recetas tecnocráticas con las que toma decisiones, decide procesos y evalúa su eficacia;

e) asume como lógica la dimensión coercitiva y violenta de los procesos burocráticos neoliberales. La estadística y la cuantificación posibilitan evaluaciones permanentes de individuos, comparaciones y valoraciones, y los estándares controlan la eficacia de procesos y acciones;

f) es una personalidad autoritaria, ya que carece de contenidos, procedimientos y valores sociales que la lleven a contemplar el bien común y la justicia social, y

g) en sus interacciones todas las personas son instrumentalizadas, tratadas como mercancías. Su aspiración a triunfar en la vida conlleva acabar con los rivales.

René Magritte

Estas características encajan bien con los atributos de un ser humano conservador:

a) sin apenas desarrollo de la empatía; personas incapaces de ponerse en la piel del otro, de manera especial si no comparten clase social, origen étnico, sexualidad, creencias religiosas, nacionalidad, etc.;

b) se rige por el presentismo. Son seres carentes de una cultura relevante y abierta para situarse críticamente en el curso de la historia social;

c) con un sentido común limitante, acorde con sus creencias religiosas y tradicionalistas y, además, con miedo a arriesgar, y

d) es una persona sumisa ante el poder y carente de imaginación para otras posibilidades y alternativas distintas a las tradicionales, avaladas por autoridades conservadoras.

Esta confluencia de rasgos de personalidad es la que lleva a estas personas a asumir el famoso pensamiento TINA (There Is No Alternative), propugnado por Margaret Thatcher. Pero para hacer realidad esta nueva personalidad se precisa de instituciones educativas capaces de moldearla.

El enorme poder mediático que tienen los grandes poderes económicos se pondrá en acción de cara a lograr la legitimidad de sus opciones y el consentimiento de la población. Toda una batería de discursos e informes sobre el rendimiento del alumnado confluirán para tratar que la iniciativa privada se haga con el control de los centros escolares.

Para acelerar este proceso de privatización se recurrirá a un conjunto de estrategias que lo favorezcan sobre la base del ataque a la educación pública, con el fin de convencer a la ciudadanía de las enormes ventajas de las políticas de libertad de elección de centro.

Entre las tácticas que en los últimos años se están impulsando cabe destacar los ataques directos a la enseñanza pública, recurriendo a maniobras como la manipulación de estadísticas. Seleccionando y reorganizando datos y variables de tal manera que posibiliten ofrecer un diagnóstico de ineficacia y de baja calidad de la educación pública. Imagen que suele construirse visibilizando aquellos datos que parecen reflejar una “caída de los niveles escolares”, aumento del fracaso y abandono escolar. Esta línea se empezó a utilizar con éxito en Estados Unidos a partir de 1957, momento en que la URSS se adelanta a ellos en la carrera espacial, o cuando en los ochenta las empresas japonesas de automóviles entran en el mercado norteamericano, poniendo fin al dominio y liderazgo de la Ford. El debate generado acaba repercutiendo en el ámbito de la educación, al que se señala culpable de la pérdida de competitividad en un famoso y alarmante documento A Nation at Risk (“Una nación en peligro”).

Es en esos momentos de crisis cuando se aprovecha para impulsar un fuerte giro conservador en las políticas educativas que, como fruto de las luchas antirracistas, antisexistas y anticoloniales, habían apostado por hacer frente a las distintas formas de discriminación educativa a las que eran sometidos los grupos sociales no hegemónicos de aquella sociedad.

Un papel semejante para los giros mercantilistas y conservadores lo desempeñan en la actualidad las pruebas PISA, que afectan a la mayoría de los países del planeta. Pero, por el contrario, en nuestro caso se ocultan los datos que dicen que tenemos uno de los sistema educativos más equitativos, salvo en el último PISA, en el que las políticas agresivas de recortes ya dejan ver sus efectos.

Chester Arnold

Asimismo, se oculta que el Estado español tiene una de las tasas más altas de la OCDE de personas con sobrecualificación con relación al puesto de trabajo que ocupan (BBVA, 2011).

Se culpa al sistema educativo público de ineficiente, cuando sus titulados universitarios son reclamados en los mercados laborales de los países más desarrollados. Pero no existe ninguna estadística oficial que ofrezca datos de empresas que no pudieron abrirse o que tuvieron que cerrarse debido a la baja calificación profesional de sus trabajadores y trabajadoras. La estrategia de desbaratar la educación pública se apoya en informaciones incompletas que inciden en que las instituciones públicas son siempre ineficaces en su funcionamiento, que en ellas es consustancial el derroche, la falta de rendimiento y la baja calidad de servicios a la ciudadanía.

Para afianzar este imaginario en la población, se toman un conjunto de decisiones destinadas a acelerar su privatización, tal y como está haciendo el Gobierno de Mariano Rajoy. Se instauran políticas de fuertes recortes en los recursos destinados a educación. Algo que inmediatamente repercute en una merma de los fondos destinados a bibliotecas escolares, a libros para el alumnado, a laboratorios, a dotaciones informáticas de hardware y software; en la precariedad de las conexiones a Internet, cortes en calefacción, cierre de comedores, recortes de plantillas, aumento de las ratios, recortes en becas y en programas de apoyo dirigidos a colectivos con mayores necesidades educativas; drásticos recortes en la oferta de centros y plazas en etapas educativas no obligatorias, como Educación Infantil, en especial en 0-3 años, etc.

Durante esta legislatura de Gobierno del PP está previsto un recorte del presupuesto destinado a educación equivalente a siete décimas en el PIB. No obstante, se mantienen e incrementan las facilidades para la concertación, incluso de los colegios que segregan por sexo.

También se distorsionan las cifras de fracaso y abandono escolar, considerando como sinónimos ambos fenómenos. En relación al fracaso, no se toman en consideración variables relevantes como la clase social, situación laboral de los distintos miembros de la unidad familiar, condiciones de vida, dotaciones culturales del barrio, ayudas disponibles, etc. En cuanto al abandono escolar, no se contemplan las responsabilidades del mercado laboral originado con la burbuja en la construcción, que “animaba” a abandonar cuanto antes el sistema educativo para ganar dinero fácil como trabajadores no cualificados. Al mismo tiempo, se silencia cómo se impide volver a retomar los estudios, con posterioridad, a quienes abandonan el sistema.

Lo que el desprestigio de lo público esconde

Otra táctica que se impulsa para favorecer el proceso de privatización consiste en el desprestigio de los cuerpos de funcionarios públicos. Se responsabiliza exclusivamente al profesorado de la eficiencia y resultados de su alumnado. En consecuencia, quienes trabajan en centros públicos ubicados en núcleos de población más desfavorecidos es muy probable que acaben siendo injustamente etiquetados de perezosos, egoístas, incapaces y pasotas. Se subrayará su carácter de funcionarios, con significado de privilegiados y sin controles. En ningún momento el Estado se encargará de hacer público el significado, funciones y modos de acceso a la función pública, los deberes y responsabilidades que comporta ese puesto laboral.Yosi Bergner

Los ataques a los sindicatos son otra táctica que persigue favorecer el proceso de privatización. Se los presenta como protectores de un colectivo docente codicioso, indolente y quejica. Y, seguidamente, expandiendo esta manipulación discursiva, se aprovecha para demonizar a cualquier organización social de base: movimientos sociales, asambleas de barrio, partidos políticos progresistas. De esta forma, simultáneamente, se facilita y acelera una resituación política de la institución familiar como única célula social, y a la parentocracia como filosofía garante de una auténtica igualdad de oportunidades en el sistema educativo.

La familia se convierte en el espacio exclusivo de toma de decisiones, pero sin facilitarle las condiciones para ese ejercicio de libertad. Las administraciones educativas no garantizan que esas personas pueden acceder a información fidedigna, relevante y comprensible sobre qué es una buena educación; cómo diferenciar a unos colegios de otros, o de qué recursos, adecuados a las necesidades de quien se escolariza allí, dispone cada centro. Asimismo, tampoco existe la certeza de que los miembros de la familia estén capacitados para entender la información a la que acceden y tomar decisiones razonables.

Las críticas injustificadas a la formación y actualización del profesorado, impartidas en universidades y centros de profesorado, también tienen como objetivo favorecer el proceso de privatización. Se aduce que son espacios con excesiva autonomía y en los que se oferta una formación desfasada, no dirigida a satisfacer las necesidades de la sociedad, e incluso se especifica que en sus aulas se imparte una educación excesivamente “teórica”, así como muy ideologizada.

La alternativa que se empieza a presentar para formar al profesorado, también en nuestro país, es la de imitar la formación dirigida a crear líderes y directivos de empresas. En realidad de lo que se trata es de trasvasar a la formación del profesorado el modelo MBA (Master of Business Administration), una formación claramente tecnocrática, destinada a formar directivos y gestores. Se alega que el problema de la falta de éxito de los centros públicos se debe a sus malas prácticas de gestión y de dirección, y la ausencia de una Inspección con verdaderos poderes de sanción. Esta filosofía es la que apoya la necesidad de establecer estándares sobre la base de objetivos operativos y cuantificables que faciliten la evaluación.

Un ejemplo de este modelo son los programas que viene desarrollando la agresiva red internacional de fundaciones Teach For All, destinada a extender este modelo a la formación docente. En esta red está integrada la Fundación Empieza por Educar, con sede en Madrid. Pero se oculta que el modelo empresarial y el modelo educativo, como servicio público, se rigen por nacionalidades y valores completamente diferentes. Autoritarismo y competitividad en el primero, invisibilizando a las víctimas y fracasados, junto con una racionalidad tecnocrática y egoísta. Por el contrario, en el segundo rigen valores muy diferentes: democracia, colaboración, apoyo, interés y motivación, así como una racionalidad mucho más dialógica y crítica.

Asimismo, ambos modelos encarnan distintas obligaciones y responsabilidades:

a) Los directivos de empresas buscan los máximos beneficios para sus propietarios y accionistas, escatiman recursos y hacen contratos basura. El profesorado del sector público busca los mayores beneficios para el alumnado, sus familias y la comunidad;

b) Las empresas privadas eligen atender a las personas que precisan menos atención y recursos más económicos. Los colegios públicos acogen a todo tipo de estudiantes, en especial a los más desfavorecidos social, económica, cultural, intelectual, afectiva y físicamente, y

c) Las empresas privadas son jerárquicas, verticales. Los colegios públicos son estructuras democráticas, horizontales; se garantiza la participación del profesorado, las familias, los estudiantes y la comunidad.

Guy Colwell

Estamos ante un conjunto de estrategias con las que se invisibilidad las responsabilidades de la Administración, del Ministerio y de las consejerías de las comunidades autónomas, con lo cual la indefensión de las instituciones escolares a las que asisten las capas sociales más desfavorecidas es prácticamente total. Estos centros aparecen ante las familias y la población en general como los únicos culpables de los resultados del alumnado.

¿Mejora de la educación mediante la privatización?

Entre las medidas políticas para mejorar la calidad de la educación a las que vienen recurriendo los gobiernos conservadores y neoliberales, cabe subrayar los apoyos a la creación y construcción de centros concertados, legislando para abaratar costes, reducir impuestos a pagar, obtener créditos, ayudas en la construcción o rehabilitación de edificios, etc. Incluso podrán beneficiarse de suelo público, tal y como legitima el artículo 116.8 de la LOMCE (Boletín Oficial del Estado de 10 de diciembre de 2013). “Las administraciones educativas podrán convocar concursos públicos para la construcción y gestión de centros concertados sobre suelo público dotacional”. Algo que venía poniendo en práctica la Comunidad Autónoma de Madrid, ahora se generaliza y legitima mediante una ley orgánica.

Otras medidas son las facilidades para imponer idearios de centro y así seleccionar estudiantes y familias. De este modo, un centro con ideario católico cierra sus puertas a familias agnósticas, ateas, musulmanas, judías, protestantes, evangelistas, etc., e incluso a familias cristianas que defienden una enseñanza laica. Y también el establecimiento de contenidos escolares y estándares, sin debate público, y con los que imponer un conocimiento “oficial” y blindarlo a las posibilidades de crítica. Conocimiento más en coherencia con los intereses de las órdenes religiosas o empresas propietarias de los centros privados y concertados.

Hay que reseñar también las evaluaciones centralizadas del rendimiento del alumnado con las que, sobre una política de sospecha permanente de las capacidades e intenciones del profesorado, asegurarse el control ideológico de los centros. Evaluaciones cuantitativas con las que al mismo tiempo se fabrica fácilmente una imagen de la educación pública como inadecuada y de peor calidad que la de los centros privados y concertados.

La desvirtualización de las evaluaciones de estudiantes, centros y profesorado constituye otra de las medidas, dado que no acostumbran a atender con suficiente rigor a variables muy relevantes y determinantes como: conocimientos, procedimientos y valores con los que llega el alumnado; origen, capital cultural y expectativas de las familias; condiciones sociales, económicas, culturales y laborales del entorno. Además, los ránquines de centros escolares animan a las familias a elegir los situados en los lugares privilegiados de la tabla, sin ofrecer una seria explicación de las razones de esos resultados.

Finalmente, es necesario hablar de las degradaciones fiscales por escolarizar en centros privados; de la imposición de filosofías y lenguajes tecnocráticos en la educación y del recorte en las políticas de formación y actualización del profesorado. Las desgravaciones fiscales a las familias que escolarizan en centros privados permiten deducir, en el impuesto sobre la renta, matrículas, cuotas mensuales, uniformes escolares, gastos de aprendizaje de idiomas, etc. Un ejemplo de estas degradaciones es la que rige en la Comunidad de Madrid (Ley 9/2010, de 23 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y Racionalización del Sector Público, publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid del 29 de diciembre de 2010).

La imposición de filosofías y lenguajes tecnocráticos en la educación, sin debate público, reorienta hacia modelos neoliberales las finalidades de los sistemas educativos. Una prueba de esta línea de acción política es la introducción del lenguaje de las competencias con la LOE, o el mantra de la reforma de Bolonia en las universidades o más recientemente en la LOMCE, la cultura del emprendimiento o las reválidas. El recorte en las políticas de formación y actualización del profesorado desmantela estructuras como los centros de profesorado, anula las ayudas a movimientos de renovación pedagógica y escuelas de verano, etc., o recentraliza y privatiza los programas de actualización y de innovación, e impone censuras.

Anwar HusainEs importante señalar que, con este tipo de políticas de privatización, el alumnado se convierte en moneda de cambio, acaba cosificado, funciona como instrumento al servicio de los centros, destinado a darles “prestigio”. En este contexto, ciertos grupos de estudiantes acaban viendo que se les impide la entrada; son grupos de los que deshacerse, pues dificultan que los centros alcancen mejores puestos en los ránquines. Estamos ante estrategias favorecedoras de procesos de guetización, en resumen, de exclusión de numerosos niños y niñas.

Con este tipo de políticas neoliberales, el lenguaje de la democracia, del interés comunitario, de la justicia social va cediendo espacio, de un modo peligroso, hasta pasar a verse como lógico el darwinismo social y la desigualdad entre los seres humanos.

Las políticas mercantilistas contribuyen a una desdemocratización de las propias instituciones escolares y, obviamente, son una continuidad de procesos de mayor envergadura de desdemocratización de las sociedades neoliberales (Brown, 2005), que cercenan políticas, derechos y espacios, en los que promover y ejercer como ciudadanía activa.

Para ayudar a consolidar sociedades democráticas y educar a ciudadanas y ciudadanos, los sistemas educativos desempeñaron un papel decisivo. Ahora, que se trata de consolidar y convertir en hegemónica la ideología neoliberal, los centros y el currículo escolar son vistos también como recursos imprescindibles a instrumentalizar y poner al servicio de esta causa. No obstante, la memoria histórica nos ofrece ejemplos más que suficientes y convincentes de que la realidad y el futuro están abiertos y siempre es posible mudar el curso de la historia. La historia de los seres humanos es una lucha constante contra su explotación y manipulación.

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Para saber más

  • BBVA (2011). Desempleo juvenil en España: causas y soluciones. Documentos de trabajo del BBVA Research. Madrid: BBVA. Disponible en: http://www.bbvaresearch.com/KETD/fbin/mult/WP_1130_tcm346-270043.pdf?ts=2152012
  • Brown, Wendy (2005). Edgework: Critical Essays on Knowledge and Politics. Princeton: Princeton University Press.
  • Gardner, David P. (comp.) (1983). A Nation at Risk: The Imperative for Educational Reform. Washington DC: National Commission on Excellence in Education. Disponible en: http://datacenter.spps.org/ uploads/SOTW_A_Nation_at_Risk_1983.pdf
  • Rizvi, Fazal; Lingard, Bob (2013). Políticas educativas en un mundo globalizado. Madrid. Morata.
  • Torres Santomé, Jurjo (2007). Educación en tiempos de neoliberalismo. Madrid: Morata.
  • – (2012). La justicia curricular. El caballo de Troya de la cultura escolar. Madrid: Morata.

.Eero Järnefelt
Eero Järnefelt – “Under the Yoke (Burning the Brushwood)“. (1893)

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Encrucijadas de la educación

Texto para la 30 Semana de la Educación, Fundación Santillana

La escolarización no es una constante histórica, sino la forma en que las sociedades modernas han institucionalizado el aprendizaje y la educación. Estos continuarán mientras exista la especie humana, pero aquella está históricamente datada: es relativamente reciente y podríamos estar asistiendo a su crisis.

Un primer elemento de cambio es la globalización, veloz en la economía y otras esferas producto de las decisiones individuales y lenta en la política y otros ámbitos dependientes de la voluntad colectiva. Justamente ese desfase es un desafío para la escuela, que debería contribuir hoy la conciencia de que somos una comunidad global, la humana, de la misma manera en que antes lo hizo a escala nacional. Sin embargo, parece que dividir se le diera mejor que unir, y asistimos a menudo tanto a su instrumentalización con fines de diferenciación nacional como a su incapacidad de unificar la ciudadanía en un contexto social de multiculturalidad.

La globalización, además, altera las condiciones del mercado laboral, lo que para los trabajadores de los países más ricos implica una nueva competencia, particularmente del trabajo siempre más barato pero cada vez más cualificado de los países pobres, que a medio y largo plazo sólo cabe afrontar con una mayor cualificación, es decir, con más educación. Incluido el imperativo añadido del manejo de la lingua franca, desafortunadamente convertido hoy en fuente de desacuerdos y conflictos.

* * *

A esto se une hoy la digitalización, que supone una ruptura radical con la ecología de la información, la comunicación y el aprendizaje constituida en torno al libro y la imprenta. En la escuela, este ecosistema gira alrededor del libro de texto, que encarna el programa, proporciona base al profesor, guía al alumno y da estructura a la clase, y en torno a la organización espacio-temporal del aula. Pero asistimos al desarrollo de una nueva ecología en la que a lo preexistente se añaden ahora dispositivos portátiles siempre conectados, los nuevos medios digitales, los servicios de redes sociales, las comunidades en línea, etc., todo lo cual acaba con el monopolio comunicativo del profesor, los condicionamientos espacio temporales del grupo y la secuencia informativa pautada del texto impreso.

* * *

La digitalización también hace sentir sus efectos, de manera especial, más allá de la escuela, en el mundo del trabajo al que conduce y para el que esta prepara. En particular, permea todos los procesos productivos, refuerza la globalización (sobre todo porque favorece la escalabilidad de la producción cultural y la externalización de las tareas cualificadas) y absorbe una importante proporción de los antiguos empleos de clase media, cuyas funciones son transferidas a los ordenadores y a la red. Un efecto secundario de esto es la polarización del mercado de trabajo, por el crecimiento más rápido de los empleos más y menos cualificados en detrimento de los intermedios, y, lo que supone una polarización de la sociedad misma.

Aunque identifiquemos la idea con Taylor, Ford, Stajanov y otros nombres y procesos epónimos del sigo XX, lo cierto es que la primera mercancía producida en serie, en el doble sentido del término (producción serial y productos idénticos) fue el libro debido a la imprenta de tipos móviles, así como que el primer escenario ubicuo de una actividad en serie fue el aula escolar. La escuela pudo inspirarse inicialmente en los conventos o los cuarteles, pero pronto se convirtió en la prefiguración de la fábrica a la que irían a parar la mayoría de los escolares. El problema es que hoy dicha fábrica está dejando de existir, ante todo en las economías más avanzadas, mientras que el aula sigue siendo esencialmente la misma, socializando al alumnado en unas relaciones sociales que no son ya las que lo esperan en el mundo adulto, incluido el mundo laboral, en el que el reproche de que la escuela no educa en la iniciativa, ni en la responsabilidad, ni para el trabajo en equipo se ha está convirtiendo ya en un clamor.

* * *

En términos más amplios, la globalización, la digitalización, las nuevas formas de organización del trabajo y otros procesos paralelos configuran hoy un mundo de cambio acelerado que desborda a la institución. La escuela tuvo su momento de gloria mientras el cambio social y cultural fue demasiado rápido para ser fácilmente asumido por una generación y transmitido por ella misma a la siguiente, es decir, para que los adultos en general pudieran ocuparse eficazmente de la socialización de las generaciones no adultas; y mientras fue lo bastante lento como para que una sección especializada de los adultos, la profesión docente, pudiera, en consonancia, dedicar su vida a la socialización de las generaciones siguientes sobre la base de lo aprendido en al inicio de su carrera profesional. Pero la aceleración del cambio se lleva hoy por delante a la profesión docente por los mismos motivos y de la misma manera que se llevó en su día a los padres.

La escuela seguirá ahí, porque la educación va a seguir socializada, al igual que la familia también sigue, porque la reproducción biológica siguió y sigue siendo privada. Pero así como la familia se vio forzada a convivir con la ciudad y hubo de recurrir a la escuela, esta se ve abocada a coexistir con el nuevo entorno informacional y habrá de integrarse en una nueva ecología de la educación y el aprendizaje.

* * *

Un factor particularmente agudo de la crisis escolar es el incumplimiento de su promesa igualitaria. A pesar de que la universalización de la oferta ha sido notablemente efectiva, elevando el suelo mínimo de la educación para todos y abriendo asimismo las oportunidades de acceso a los sucesivos niveles del sistema, las desigualdades sociales siguen pesando, y mucho. Lo sigue haciendo la clase social, aunque lo haga más ubicua y más eficazmente a través del capital cultural que del económico. Lo hacen las diferencias culturales o étnicas, como está patente en el fracaso de la escolarización del pueblo gitano y la vulnerabilidad de sectores muy amplios de la inmigración. Es difícil saber qué resultados hemos logrado en materia de integración efectiva de los alumnos con discapacidades, lo cual ya es en sí bastante preocupante. No sólo no las hemos superado, sino que vemos ampliarse desigualdades de recursos y de resultados ligadas al territorio, en particular a la ecología de las grandes conurbaciones y a las diferencias de recursos entre las comunidades autónomas. La única fractura que  se ha visto alterada de forma radical ha sido la de género, donde, si todavía subsisten algunos reductos privilegiados de difícil acceso para las mujeres, la tónica es hoy ya la de un gap inverso, es decir, la de la desventaja generalizada de los varones –desventaja educativa que, ciertamente, no se refleja como tal en el mercado de trabajo ni en la esfera doméstica y familiar, donde todavía campea el patriarcado.

En la segunda mitad del siglo XX la escuela encarnó el mito de la meritocracia. Viejo sueño, desde Sócrates, de los profesores, el ideal meritocrático cobró especial fuerza con las reformas comprehensivas del sistema escolar y las profecías sobre una sociedad post-industrial, tecnotrónica, de cuello blanco, del conocimiento… De poco sirvieron advertencias preclaras como las de M. Young o P. Bourdieu, hasta que las sucesivas crisis económicas y la polarización social actual han desvelado los fantasmas del subempleo, la sobrecualificación y la burbuja universitaria. Más temprano que tarde, si la sociedad aspira a una mayor igualdad en las condiciones y oportunidades de vida habrá de atacar directamente su distribución a través de los salarios, la riqueza, los servicios públicos o la protección social, en vez de confiarlo al supuesto caminos de rosas de las recurrentes reformas educativas.

* * *

La explosión primero de los viejos y luego de los nuevos medios de comunicación ha convertido la atención en un bien escaso y ha obligado a la escuela a competir por la del alumnado, batalla en gran medida perdida hasta ahora. Hoy ya no se escolariza, más allá del mínimo en la infancia, a unos pocos privilegiados o convencidos, sino largamente a todos. La obligatoriedad asegura un público cautivo y la vigencia de las credenciales en el mercado de trabajo añade un público tan forzado como renuente, pero esto no garantiza su adhesión, que decrece con cada año de permanencia, y genera una tensión que amenaza la vida ordinaria de la institución. La desescolarización en las etapas infantil y primaria, el abandono prematuro en la enseñanza secundaria y la proliferación de una oferta no reglada en la superior pueden y deben tomarse como signos y advertencias de la profunda crisis de la institución. Por paradójico que resulte, la escolarización deviene menos satisfactoria justo cuando se antoja más necesaria, pasando del status de bien incondicional al de un mal necesario. La desmotivación cunde, al aburrimiento hace estragos y familias y docentes se vuelven hacia la patologización y medicalización de las dificultades escolares.

Sin embargo, si algo falta no son las oportunidades de aprendizaje ni los recursos educativos. La disponibilidad de la información y del conocimiento es ya tal que el problema es de superabundancia. Las redes de iguales, las aplicaciones didácticas, los videojuegos y simulaciones, los medios de todo tipo ofrecen posibilidades antes insospechadas y las ponen al alcance de un público cada vez más amplio. Es difícil no reparar en lo muy parecida que resulta la nueva ecología de los medios de aprendizaje a las redes de expertos, recursos y pares propuestas en su día por Ivan Illich como alternativa a la educación institucionalizada, es decir, a la escuela.

* * *

Se repite hasta el aburrimiento que la calidad de un sistema educativo depende de la calidad del profesorado, lo que no es sino particularizar la evidencia de que las instituciones giran en torno a las profesiones que ocupan su núcleo. Todos los grandes cambios que afectan a la escuela lo hacen especialmente a la profesión docente. La aceleración del cambio social hace saltar por los aires el plácido proyecto de estudiar unos pocos años y enseñar lo aprendido durante muchos. La proliferación de los soportes y las fuentes de conocimiento disuelve el monopolio profesional. La globalización cuestiona la tradicional formación nacionalista y etnocéntrica de los docentes. La digitalización desvaloriza la tecnología que ellos dominaban, que no era otra que la lectoescritura (y que ya no lo es tanto) y los sitúa ante una que no controlan, por primera vez en la historia en desventaja ante sus alumnos. Todo esto ayuda a explicar la paradoja de que un profesorado bien considerado, bien pagado y con unas condiciones de trabajo ventajosas se sienta permanentemente minusvalorado y hostigado.

En evolución opuesta a las necesidades y los desafíos de una situación cambiante, la formación del profesorado se ha estancado en términos absolutos y ha perdido valor relativo frente a otras profesiones; la carrera docente es cada vez más plana, desprovista de incentivos tanto intrínsecos como extrínsecos y de controles tanto internos como externos. En consonancia, la selección, herencia de los tiempos en que la educación era un bien altamente escaso, se revela cada vez más ajena a las aptitudes y actitudes necesarias para desempeñarse como educador en un aula. Una consecuencia de esto es que buena parte del profesorado no sea ya, como en su origen, una fuerza de cambio sino un elemento de resistencia ante las políticas educativas, a la vez que una poderosa corporación conservadora.

* * *

Estos y otros cambios se traducen y se viven como una crisis institucional por la sencilla razón de que la provocan. La escuela no es otra cosa que la institucionalización de la educación, parte del proceso general de especialización funcional en que consistió la modernización. Pero su eficacia se ve hoy cuestionada: la formación del ciudadano choca con la pérdida de soberanía hacia el exterior y la fragmentación interior que trae la globalización; la formación del trabajador se ve en cuestión por la dificultad del mercado para absorber las cualificaciones medias, la insuficiencia de las cualificaciones más elevadas, la exclusión de las cualificaciones bajas, la inadecuación de la demanda y la oferta; la insistencia del igualitarismo docente en vincular la educación de forma exclusiva a la ciudadanía chirría con la pragmática de unos padres y alumnos que lo hacen progresivamente a las oportunidades de empleo; el desarrollo personal se antoja mucho más amplio que lo que la escuela puede ofrecer, forzando a las familias a una búsqueda constante de sustitutivos, complementos y alternativas; la custodia, en fin, se antoja problemática cuando proliferan o simplemente se hacen más visibles episodios de abuso o maltrato por docentes o entre discentes, que generan alarma social por más que sean anecdóticos.

A ello se une la aparentemente irresoluble escasez de los recursos. Tal pretensión se basa en la identificación de la calidad con los insumos, así como en la explosiva combinación que provoca la expansión escolar: coste creciente del alumnado y rendimiento decreciente del profesorado. Es indiscutible que los recursos dedicados a educación podrían y deberían ser mayores, tanto más en el umbral de la sociedad del conocimiento, así como que han sufrido un serio recorte en los últimos años, vale decir en el momento más inoportuno. Pero no es menos cierto que el sistema educativo clama por ser rediseñado a fondo, por una utilización más eficiente y discriminada de los recursos y por la no confusión de estos con el engorde ilimitado de las plantillas. La mejora de la educación tiene más recorrido por la vía de la innovación tecnológica y organizativa y de la cooperación con la comunidad que por la simple fórmula de reclamar o conceder más de lo mismo, sobre todo cuando, fuera de ella, nada es ya igual.

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