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Entrevista a Jari Lavonen: «Se destina la educación solo a pasar exámenes»

19 junio 2017/Fuente: El Comercio

El finlandés Jari Lavonen conversó con El Comercio sobre las ideas que hacen de su país un líder en educación.

Nací en Finlandia en 1958. Soy decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Helsinki y especialista en la enseñanza de física, química y matemáticas. También soy investigador senior. Aunque no lo crean, yo no era un buen estudiante.

Para muchos, Finlandia es sinónimo de buena educación. Su índice de abandono escolar no llega al 1% y suele disputar los mejores resultados en las pruebas PISA (en su última edición obtuvo el quinto puesto en ciencias, el cuarto lugar en lectura y el duodécimo en matemáticas). ¿Cómo lo hace? El finlandés Jari Lavonen –reconocido experto en el tema– destaca que en su país la educación es gratuita, que los niños finlandeses están entre los que menos horas pasan en el colegio, los que hacen menos tareas y, claro, los que empiezan a ir al colegio a los 7 años.

—En el Perú diríamos que 7 años es un poco tarde…
En la Unión Europea (UE) hay solo cuatro países donde la educación oficial empieza a los 7 años, en la mayoría de países suele empezar a los 5, 6 o incluso a los 4 años. En Finlandia tenemos una educación de preprimaria que empieza a los 6 años, pero el objetivo de esta educación es desarrollar las competencias básicas como la colaboración y la consideración con los otros. Todo ello a través de la creación de juegos. Esto es bastante importante porque los niños tienen que aprender a aprender.

—¿Y a los 7 años ya están listos para aprender?
Esto viene de una tradición bastante larga que dice que los seres humanos deberían ser responsables al momento de ir a la escuela. Además, hay investigaciones que afirman que es mejor ejercitar el cerebro a una temprana edad sin recurrir a una educación formal. También se ha comprobado que es mejor enseñar a leer y escribir a los niños a una edad más tardía porque aprenden mucho más rápido y así evitamos que se frustren.

—¿Cuáles son los errores más comunes cuando pensamos en la educación de los niños?
En muchos países, las autoridades buscan que los docentes sean efectivos y obtengan notas altas de los estudiantes en los exámenes. Sin embargo, esta concepción es bastante mala porque se centra en los exámenes y los exámenes evalúan cosas que se pueden medir, como la memoria u otras destrezas bastante simples. Muchos profesores o familias creen que eso es lo principal y al final le dan más importancia a los exámenes que al hecho de adquirir una competencia adecuada. Se está destinando la educación solamente a pasar los exámenes, ¿dónde quedan la creatividad, la colaboración? Se comete el error de dejar de lado estas capacidades para enfocarse en los ránkings y en la competencia entre las personas.

—¿Buscar la competitividad es otro error?
Yo creo que la competencia a nivel escolar no es positiva porque el trabajo debe ser distribuido entre las personas para que todo funcione bien. Si nos centráramos solo en los exámenes, estaríamos formando personas más comprometidas con la competencia que con la colaboración.

—¿Cuál es la relación que debe tener el profesor con el alumno?
Cuando un estudiante no obtiene resultados altos se suele culpar al docente, pero yo considero que poner toda la presión sobre el maestro no es efectivo. Hay que enfocarnos más en la disposición del docente, en que acompañe al estudiante, pero el centro del proceso es el alumno. El papel del profesor es apoyar a los estudiantes y hacer que ellos se comprometan con su aprendizaje. En Finlandia, los docentes les dan a los alumnos un ‘feedback’ escrito, no con calificaciones numéricas. En mi país los docentes son muy apreciados y la profesión de profesor es muy atractiva. Trabajar en eso es muy positivo.

—Mencionó la prueba PISA, en la que el Perú tiene malos resultados, pese a una última mejoría.  ¿Qué es lo positivo y negativo de esa medición?
La prueba PISA es un examen suministrado por la OCDE con un objetivo: buscar el crecimiento económico de los países e identificar las naciones donde haya tres cosas fundamentales: materias primas, energía y gente inteligente. Esto porque obviamente va a considerar a países que tengan estos tres elementos para invertir o trabajar con ellos. Pero más allá de eso, lo que hace PISA no es medir qué tanto han aprendido los chicos, sino qué tantas competencias han desarrollado para aprender nuevas cosas. Yo creo que ese es su principal aporte. Para mí, el ránking no es importante, pero sí la información que brinda sobre diversas áreas.

—¿Cuáles son los principales enemigos de una buena educación?
Yo creo que el más importante es la inestabilidad. Es vital tener una política educativa estable. Si hay muchos cambios, no se va a poder hacer esto de una manera correcta porque se puede tener un ministro con buenas ideas, pero de nada sirve si este ministro cambia el currículo y luego viene otro ministro y lo vuelve a cambiar. La educación funciona cuando hay un ambiente pacífico, una visión común, solo así se puede avanzar. La desigualdad también es un enemigo importante. Mientras más equitativa sea la educación, mejor va a ser el resultado.

—¿Qué dice de un país el tener una mala educación?
Es curioso, las estadísticas dicen que no necesariamente mientras más dinero tenga un país, va a tener una mejor educación; y eso nos dice que no importa cuánto dinero tengamos, sino cómo usamos el dinero.

—Muchos creen que ir a la universidad es el objetivo, ¿debería ser así?
La respuesta es no. La sociedad necesita todo tipo de personas, no solamente a las personas que reciben una educación universitaria o que tienen un grado académico. En Corea del Sur, el 95% de las personas van a la universidad, se enfocan en tener buenas notas, en competir, pero terminan la universidad y no todas tienen trabajo. Esto también afecta a la población porque la gente está más interesada en estudiar que en formar una familia y tener hijos. No creo que eso sea muy positivo. La UE recomienda que alrededor del 40% de personas vaya a la universidad en cada país.

—Si tuviera que resumir en una frase para qué es importante estudiar, ¿qué diría?
Yo creo que es fácil. Es importante aprender habilidades de colaboración para poder desempeñarse bien en la vida y en el trabajo. Me parece que es eso. Para aprender cómo sobrevivir en la sociedad y ser una buena persona.

Fuente: http://elcomercio.pe/mundo/actualidad/destina-educacion-pasar-examenes-entrevista-406650

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La pobreza infantil persiste en los países ricos

Por: Agencia EFE

Uno de cada cinco niños en países ricos vive en pobreza relativa, y una media de uno de cada ocho sufren inseguridad alimentaria, según el último informe publicado el 15 de junio por la Oficina de Investigación de Unicef (Innocenti).

El documento, “Creando el futuro: Niños y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG) en países ricos”, es el primero en evaluar la situación de los infantes en 41 naciones de ingresos elevados con respecto a nueve de estas metas, las más importantes para el bienestar de los menores.

Se trata de las metas para poner fin a la pobreza, acabar con el hambre, garantizar una vida sana y promover el bienestar, una educación de calidad, la promoción de trabajo decente y crecimiento económico sostenible, reducir las desigualdades, ciudades y comunidades sostenibles, una producción y un consumo responsable y paz, justicia e instituciones fuertes.

Una persona sufre pobreza relativa cuando vive en una familia cuyas ganancias son inferiores al 60 por ciento del ingreso medio nacional.

Los países que de media mejores resultados obtienen en todos los objetivos son, por ese orden, Noruega, Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Islandia, Suiza, Corea del Sur, Eslovenia, Holanda, Irlanda, Japón, Reino Unido y Luxemburgo.

Les siguen Austria y en décimo sexto lugar España, que recibe las mejores notas en materia de salud (tercer puesto) y la peor en materia de trabajo y crecimiento económico (posición 36).

En España el 30.5 por ciento de los niños viven en pobreza relativa, la sexta tasa más elevada del ránking, y el 31 por ciento en pobreza multidimensional, que identifica múltiples carencias a nivel de los hogares y las personas en los ámbitos de la salud, la educación y el nivel de vida, según el informe.

No obstante, los beneficios sociales reducen la pobreza por ingresos en un 22 por ciento, lo que sitúa a España en el vigésimo octavo puesto bajo el objetivo de poner fin a la pobreza.

En cuanto a esta meta hay grandes disparidades, dado que en Dinamarca, Islandia y Noruega uno de cada 10 niños viven en pobreza relativa, mientras que en Israel y Rumanía son uno de cada tres.

Los países que peor se posicionan en el ránking general son Chile, el último en la clasificación, Bulgaria, Rumanía, México, EEUU, Turquía, Israel, Nueva Zelanda, Lituania, Hungría, Grecia, Eslovaquia y Malta.

En la parte media se encuentran, detrás de Austria y España, Estonia, Portugal, Francia, la República Checa, Australia, Croacia, Polonia, Italia, Canadá, Bélgica, Chipre y Letonia.

“Los países ricos están aún lejos de conseguir los SDG más relevantes para los niños. Si tuviera que dar notas a los países ninguno sacaría la mejor”, señaló el jefe de la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas de Innocenti, José Cuesta.

Entre las buenas noticias destacan mejoras en la educación infantil o la reducción de la mortalidad neonatal, pero en el lado negativo se encuentran “brecha sustanciales” en la reducción de la pobreza de los niños, una desigualdad creciente, una obesidad mayor y una salud mental peor, explicó.

Según el informe de Unicef, el índice de obesidad entre los niños de 11 a 15 años y el porcentaje de adolescentes que informan de dos o más problemas de salud mental por semana “está aumentando en la mayoría de los países”.

La especialista en Políticas Sociales de Innocenti, Yekaterina Chzhen, recalcó también que “ningún país rinde bien en todos los objetivos”, porque incluso el mejor posicionado, Noruega, solo consigue una nota media en “producción y un consumo responsable” y “paz, justicia e instituciones fuertes”, o lo que es lo mismo, el objetivo de la violencia.

Los países que se encuentran en la cola, no obstante, obtienen resultados malos en casi todos los objetivos y se observa que aquellos con más desigualdad tienden a rendir peor en los aspectos de pobreza, nutrición, salud y educación, explicó.

La experta destacó, además, la fuerte variación en la inseguridad alimentaria de niños en países ricos, ya que en EEUU y el Reino Unido, por ejemplo, uno de cada cinco niños sufren esta lacra, en tanto que en México y Turquía son uno de cada tres.

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/article156690169.html

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Finlandia adapta su sistema educativo a la era digital

Finlandia/05 junio 2017/Fuente: Página Siete

El objetivo de la forma de enseñanza del Phenomenon-Based Learning es equipar a los niños con las habilidades que necesitan para desarrollarse en el siglo XXI.

Finlandia, el país reconocido por la calidad de su educación, está reformulando la forma en que enseña en la era digital: en vez de centrarse en materias, está poniendo el énfasis en habilidades. Pero no todo el mundo está feliz con los cambios y existen temores de que pueda bajar la calidad de la enseñanza.
Hace casi dos décadas que Finlandia disfruta de la reputación de tener uno de los  mejores sistemas educativos del mundo. Sus estudiantes de 15 años suelen colocarse en los primeros lugares en las tablas de medición PISA, que evalúan la lectura, las matemáticas y las ciencias.
La habilidad del país para producir resultados académicos sobresalientes resulta fascinante para muchos, ya que allí los niños empiezan la educación formal recién a los siete años. Además, tienen  jornadas escolares más cortas, vacaciones más largas, muy poca tarea y no rinden exámenes.
Pero a pesar de este éxito, Finlandia está reformando su sistema, algo que considera vital en una era digital en la que los niños ya no dependen de los libros y de las aulas para adquirir conocimientos.
El objetivo de esta forma de enseñanza -conocida en inglés como  Project  or  Phenomenon-Based Learning  (PBL) (el aprendizaje basado en problemas)- es equipar a los niños con las habilidades que necesitan para desarrollarse en el siglo XXI.
Así lo explica Kirsti Lonka, profesora de psicología educativa en la Universidad de Helsinki. Entre las habilidades que resalta está el  pensamiento crítico, necesario para identificar las noticias falsas y evitar el  ciberbullying  (acoso online). También la habilidad técnica para poder instalar software antivirus y conectar la computadora con una impresora.
«Tradicionalmente la enseñanza se ha definido como una lista de materias y datos que uno debe adquirir -por ejemplo la aritmética o la gramática- con un poco de decoración alrededor, como clases de cívica”, dice Lonka.
«Pero en la vida real nuestro cerebro no está dividido en disciplinas; pensamos de manera muy holística”, explica.
«Y cuando piensas en los problemas del mundo: crisis globales, migración, la economía, la era de la posverdad, realmente no  hemos dado a nuestros niños las herramientas para lidiar con este mundo intercultural”, opina.
«Aprender a pensar, aprender a entender, éstas son las habilidades que importan y además hacen que aprender sea mucho más divertido, lo que promueve el bienestar”, concluye.
En agosto de 2016 se hizo obligatorio para todas las escuelas finlandesas enseñar de manera más colaborativa. Desde entonces, los alumnos pueden elegir un tema que les sea relevante y basar su materias en esa elección. Una de las claves de los cambios ha sido hacer un uso innovador de la tecnología y de fuentes fuera de la escuela.
Dejar atrás las tradiciones
La Escuela Secundaria Hauho está en una zona de bosques y lagos, a unos 40 minutos en auto de la ciudad de Hameenlinna.  Con solo 230 alumnos de entre siete y 15 años,  tiene un ambiente hogareño.
Los alumnos dejan sus zapatos en la entrada. En algunas clases, en vez de sillas usan pelotas para hacer ejercicio y hay barras en las puertas para hacer flexiones de brazos.
Los docentes son relajados con el tema de los celulares en el aula, consideran que es bueno que los niños aprecien su valor como herramienta de investigación y no solo para comunicarse con sus amigos.
En este día frío los alumnos más grandes se apiñan alrededor de sus teléfonos en la hora de almuerzo, mientras que algunos de los más chicos le hacen frente a los copos de nieve que caen para usar la pista de skate o las canchas de fútbol y baloncesto.
El director Pekka Paappanen es un ferviente creyente en el sistema PBL, y busca una variedad de maneras de integrarlo al currículo escolar.
«Discutimos ideas con los maestros y después me aseguro de que tengan el tiempo y el espacio para desarrollarlas”, afirma.
«Estamos dejando atrás algunas de las viejas tradiciones, pero lo hacemos de forma lenta. El trabajo de enseñar a nuestros niños es demasiado importante y no podemos equivocarnos”, sostiene  Paappanen.
Pero ¿funciona?
El concepto de PBL  tiene sus detractores.
Algunos, como el maestro de física Jussi Tanhuanpaa, temen que no les da a los niños suficiente profundidad de conocimiento sobre un tema como para permitir que lo estudien a un nivel superior.
Él enseña en Lieto, en las afueras de la ciudad sudoccidental de Turku, y cuenta que conoce a un grupo de chicos que estaban aprendiendo un nivel avanzado de matemáticas para mayores de 16 años, y el 30% debió bajar a un nivel menos avanzado.
También teme que esté ampliando la brecha entre los estudiantes más y menos capaces, que históricamente ha sido pequeña en Finlandia.
«Esta manera de enseñar  es genial para los chicos más brillantes  que entienden qué conocimientos se deben llevar de un experimento”, opina.
«Les da la libertad de aprender a su propio ritmo y de tomar el siguiente paso cuando están listos”, señaló. «Pero esto no es así para los niños que tienen menos capacidad de entender y que necesitan más asistencia”, continúa.
A otros les preocupa que esto agregue más a la carga laboral de los docentes y que ponga en situación de desventaja a los maestros de mayor edad que quizás no tengan tantos conocimientos digitales como sus pares más jóvenes.
Jari Salminen, de la facultad de Educación de la Universidad de Helsinki, afirma que estilos de enseñanza similares se probaron en el pasado -incluso hace 100 años- pero fallaron.
«Muchas visitas internacionales me preguntan,  ¿por qué están cambiando este sistema cuando obtienen tan buenos resultados?”, cuenta.
«Y para mí es un misterio porque no tenemos ninguna información a nivel de los colegios de que el  PBL  esté mejorando los resultados”, dice Salminen. Anneli Rautiainen de la Agencia Nacional para la Educación de Finlandia acepta que hay preocupación y afirma que están introduciendo los cambios de manera gradual.
Por ahora, a los colegios solo se les requiere que incorporen un proyecto PBL para sus alumnos cada año.
Y, aunque no todos estén convencidos con esta revolución de la enseñanza finlandesa, la mayoría de los alumnos y padres de Hauho le dan su visto bueno.

Fuente: http://paginasiete.bo/miradas/2017/6/4/finlandia-adapta-sistema-educativo-digital-139946.html

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¿Cómo le está yendo a Finlandia con el «phenomenon learning», el nuevo modelo de enseñanza del «mejor sistema educativo del mundo»?

Finlandia/01 junio 2017/Fuente: BBC

Hace mucho que Finlandia es reconocida por la calidad de su educación y siempre está entre los primeros lugares en los rankings internacionales.

Ahora el país está reformulando la forma en que enseña en la era digital. En vez de centrarse en materias, está poniendo el énfasis en habilidades.

Pero no todo el mundo está feliz con los cambios y existen temores de que pueda bajar la calidad de la enseñanza.

Es una mañana helada en un remoto pueblo en el sur de Finlandia, pero esta aula de alumnos de 12 años está pensando en un lugar mucho más lejano: la antigua Roma.

Su maestro les está mostrando una reconstrucción en video -proyectada sobre la pizarra inteligente interactiva del aula- del día en que el monte Vesubio hizo erupción y destruyó la ciudad de Pompeya.

Los estudiantes forman grupos y sacan sus mini laptops.

Su tarea es comparar a la antigua Roma con la Finlandia moderna.

Un grupo analiza los baños romanos y los spa de lujo de hoy; otro compara el Coliseo con los estadios deportivos actuales.

Usan impresoras 3D para crear una versión en miniatura de sus edificios romanos, que luego formarán parte de un juego de mesa para toda la clase.

Esta es una clase de historia diferente, dice el profesor Aleksis Stenholm, que trabaja en la Escuela Secundaria Hauho.

Estos alumnos también están aprendiendo habilidades tecnológicas, de investigación, de comunicación y de comprensión cultural.

«Cada grupo se está convirtiendo en experto en su tema, que luego presentará al resto de la sala», explica.

El jugo de mesa marca la culminación del proyecto, que se lleva a cabo a la par de las clases de enseñanza normales.

Image caption La escuela de Hauho es relajada sobre el uso de celulares en clase y en la hora del almuerzo.

Cómo Finlandia revolucionó la enseñanza para el siglo XXI

Hace casi dos décadas que Finlandia disfruta de la reputación de tener uno de los mejores sistemas educativos del mundo.

Sus estudiantes de 15 años suelen colocarse en los primeros lugares en las tablas de medición PISA, que evalúan la lectura, las matemáticas y las ciencias.

La habilidad del país para producir resultados académicos sobresalientes resulta fascinante para muchos ya que allí los niños empiezan la educación formal recién a los siete años.

Además, tienen jornadas escolares más cortas, vacaciones más largas, muy poca tarea y no rinden exámenes.

Pero a pesar de este éxito, Finlandia está reformando su sistema, algo que considera vital en una era digital en la que los niños ya no dependen de los libros y de las aulas para adquirir conocimientos.

En agosto de 2016 se hizo obligatorio para todas las escuelas finlandesas enseñar de manera más colaborativa.

También permitir a los alumnos que elijan un tema que les sea relevante y que basen su materias en esa elección.

Una de las claves de los cambios ha sido hacer un uso innovador de la tecnología y de fuentes fuera de la escuela.

El objetivo de esta forma de enseñanza -conocida en inglés como project o phenomenon-based learning (PBL)- es equipar a los niños con las habilidades que necesitan para desarrollarse en el siglo XXI.

Así lo explica Kirsti Lonka, profesora de psicología educativa en la Universidad de Helsinki.

Entre las habilidades que resalta está el pensamiento crítico, necesario para identificar las noticias falsas y evitar el ciberbullying (acoso online).

También la habilidad técnica para poder instalar software antivirus y conectar la computadora con una impresora.

«Tradicionalmente la enseñanza se ha definido como una lista de materias y datos que uno debe adquirir -por ejemplo la aritmética o la gramática- con un poco de decoración alrededor, como clases de cívica», dice Lonka.

«Pero en la vida real nuestro cerebro no está dividido en disciplinas; pensamos de manera muy holística», explica.

«Y cuando piensas en los problemas del mundo -crisis globales, migración, la economía, la era de la posverdad- realmente no le hemos dado a nuestros niños las herramientas para lidiar con este mundo intercultural», opina.

«Creo que es un gran error hacerle creer a los niños que el mundo es sencillo y que si aprenden cierta información estarán listos para encararlo», señaló.

«Aprender a pensar, aprender a entender, estas son las habilidades que importan y además hacen que aprender sea mucho más divertido, lo que promueve el bienestar», concluye.

Cómo Finlandia deja atrás las tradiciones escolares

La Escuela Secundaria Hauho está en una zona de bosques y lagos a unos 40 minutos en auto de la ciudad de Hameenlinna.

Con solo 230 alumnos de entre siete y 15 años, tiene un ambiente hogareño.

Los alumnos dejan sus zapatos en la entrada, en algunas clases en vez de sillas usan pelotas para hacer ejercicio y hay barras en las puertas para hacer flexiones de brazos.

Los docentes son relajados con el tema de los celulares en el aula.

Consideran que es bueno que los niños aprecien su valor como herramienta de investigación y no solo para comunicarse con sus amigos.

Image caption La pista de skate de la escuela se construyó gracias a una idea sugerida por los alumnos, que ayudaron a diseñarla y a reunir los fondos para su construcción.

En este día frío los alumnos más grandes se apiñan alrededor de sus teléfonos en la hora de almuerzo, mientras que algunos de los más chicos le hacen frente a los copos de nieve que caen para usar la pista de skate o las canchas de fútbol y básquet.

El director Pekka Paappanen es un ferviente creyente en el sistema PBL y busca una variedad de maneras de integrarlo al currículo escolar.

«Discutimos ideas con los maestros y después me aseguro de que tengan el tiempo y el espacio para desarrollarlas», afirma.

«Creo que esto le da más poder a los docentes, pero tienen que darse cuenta de que no pueden hacer todo», señala.

«Estamos dejando atrás algunas de las viejas tradiciones, pero lo hacemos de forma lenta. El trabajo de enseñar a nuestros niños es demasiado importante y no podemos equivocarnos».

Abordando el tema más grande de Europa en la clase

Uno de los proyectos más grandes el año pasado fue sobre el tema de la inmigración, en momentos en que el flujo de migrantes entrando a Europa ocupaba todos los titulares alrededor del mundo.

Aleksis Stenholm explica que eligieron el tema porque se dieron cuenta de que muchos de sus alumnos tenían muy poca experiencia personal con inmigrantes o la inmigración.

El tema se incorporó a las clases de alemán y de religión.

Los alumnos de 15 años debieron realizar encuestas callejeras para conocer las opiniones de los locales sobre la inmigración y visitaron un centro de inmigrantes cercano donde entrevistaron a refugiados.

Image caption Los alumnos se conectaron con estudiantes alemanes para comparar sus conocimientos sobre la inmigración.

Compartieron sus hallazgos a través de una conexión de video con una escuela en Alemania que llevó a cabo un proyecto similar.

«Fue muy poderoso cómo los alumnos reaccionaron. Comenzaron a pensar algunas cosas, a cuestionar sus propias opiniones», recuerda Stenholm.

«Si yo solo hubiera enseñado sobre el tema, digamos en tres clases, el efecto hubiera sido muy diferente», asegura.

Pero ¿funciona?

El concepto del phenomenon-based learning tiene sus detractores.

Algunos, como el maestro de Física Jussi Tanhuanpaa, temen que no les da a los niños suficiente profundidad de conocimiento sobre un tema como para permitir que lo estudien a un nivel superior.

Él enseña en Lieto, en las afueras de la ciudad sudoccidental de Turku, y cuenta que conoce a un grupo de chicos que estaban aprendiendo un nivel avanzado de matemáticas para mayores de 16, y el 30% debió bajar a un nivel menos avanzado.

También teme que esté ampliando la brecha entre los estudiantes más y menos capaces, que históricamente ha sido pequeña en Finlandia.

Image caption Una pizarra inteligente y una tablet se usan para esta clase sobre cambio climático.

«Esta manera de enseñar es genial para los chicos más brillantes que entienden qué conocimientos se deben llevar de un experimento», opina.

«Les da la libertad de aprender a su propio ritmo y de tomar el siguiente paso cuando están listos», señaló.

«Pero esto no es así para los niños que tienen menos capacidad de entender y que necesitan más asistencia», dice.

«La brecha entre los más brillantes y los menos capaces ya empezó a ensancharse y temo que esto solo empeore», advierte.

A otros les preocupa que esto agregue más a la carga laboral de los docentes y que ponga en situación de desventaja a los maestros de mayor edad que quizás no tengan tantos conocimientos digitales como sus pares más jóvenes.

Jari Salminen de la facultad de Educación de la Universidad de Helsinki afirma que estilos de enseñanza similares se probaron en el pasado -incluso hace 100 años- pero fallaron.

«Muchas visitas internacionales me preguntan, ¿por qué están cambiando este sistema cuando obtienen tan buenos resultados?«, cuenta.

«Y para mí es un misterio porque no tenemos ninguna información a nivel de los colegios de que el phenomenon-based learning esté mejorando los resultados», dice Salminen.

Image caption Las lapiceras y el papel aún son una parte importante de la vida en el aula…

Anneli Rautiainen de la Agencia Nacional para la Educación de Finlandia acepta que hay preocupación y afirma que están introduciendo los cambios de manera gradual.

Por ahora a los colegios solo se les requiere que incorporen un proyecto PBL para sus alumnos cada año.

«Queremos alentar a los maestros a que enseñen así y a los alumnos que lo prueben, pero estamos empezando despacito», dice.

«Aún se enseñan materias y hay metas para cada materia, pero también queremos que se introduzcan las habilidades en ese aprendizaje», señala.

¿Pero qué hay de los resultados?

«No somos muy amantes a las mediciones en este país, en reglas generales, así que no estamos planeando medir el éxito de esto, al menos no por ahora», afirma.

«Esperamos que se note en los resultados de aprendizaje de nuestros niños además de las evaluaciones internacionales como PISA», dice Rautiainen.

Image caption …y también lo son el arte y las manualidades.

Aunque no todos estén convencidos con esta revolución de la enseñanza finlandesa, la mayoría de los alumnos y padres de Hauho le dan su visto bueno.

Sara, de 14 años, dice que «no cansa tanto, es mucho más interesante, me gusta eso».

Anna, también de 14, cuenta que su hermana mayor la envidia porque dice que «la escuela es mucho más divertida que cuando ella asistía».

La mamá Kaisa Kepsu asegura que la mayoría de padres que conoce ven con buena luz los cambios que se han hecho al currículo.

«Ha habido una discusión más amplia sobre la necesidad de garantizar que los chicos aún estén aprendiendo los datos más básicos y concuerdo con eso», afirma.

«Pero también es importante motivarlos más y hacer que el mundo sea más interesante. No veo nada malo con hacer que el colegio sea divertido».


¿Qué es lo inusual de los colegios finlandeses?

  • La docencia es una profesión altamente respetada y bien remunerada
  • No hay inspecciones escolares o evaluaciones docentes
  • El sistema escolar está muy centralizado y la mayoría de las escuelas son financiadas por el Estado
  • La jornada escolar es corta y la vacaciones de verano duran 10 semanas
  • Los niños son evaluados por sus maestros. El único examen nacional es para aquellos que estudian hasta los 18 años
  • El promedio de alumnos por colegio es 195; por clase es 19
  • El éxito se ha atribuido a un tradicional aprecio por la enseñanza y la lectura, además de a una población pequeña y prácticamente homogénea
  • Aunque sigue en los puestos más altos, Finlandia ha caído en los rankings de PISA en los últimos años
  • Al igual que otros países, enfrenta los desafíos de las restricciones financieras y la creciente inmigración

Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-40108708

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Lecciones de Finlandia para volverse una potencia educativa

Europa/Finlandia/27 Mayo 2017/Fuente: Forbes

El país europeo ocupa el quinto lugar dentro del programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (Pisa). En los criterios de enseñanza y sueldos competitivos de los profesores reside parte del éxito académico de su población.

En Finlandia no existe la mejor o peor escuela, el país presume tener el mismo estándar de calidad para sus estudiantes y de contar con uno de los mejores sistemas educativos en el mundo, por encima de Canadá, Corea y China Continental.

Marianne Huusko, embajadora para la Educación en Finlandia, explicó que las claves para contar con uno de los mejores sistemas en el planeta es el acceso a educación general básica, enseñanza gratuita hasta la universidad y flexibilidad de estudio, donde cada estudiante puede solicitar su ingreso y ser admitido en cualquier escuela secundaria, sin importar el colegio donde haya cursado la primaria.

Además, “creer en los maestros” y ver a la docencia como una profesión respetable son características propias de Finlandia, al tiempo de que cada profesor enseña a 20 alumnos y cuenta con un sueldo competitivo, dijo Huusko.

Un maestro de Primaria con experiencia en Finlandia gana 39,445 dólares al año, mientras que el promedio es de 39,024 dólares. El sueldo de un docente mexicano es 20,296 dólares, 94% menos que en el país europeo, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Finlandia, con poco más de 5 millones de habitantes, ocupa el quinto lugar dentro del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (Pisa), con 531 puntos, por arriba de la media en el mundo (493 puntos) y solo por debajo de Singapur, Japón, Estonia y China Taipéi, según datos al 2015. México se situó en el lugar 58, con 416 puntos.

Pisa es un programa realizado por la OCDE, que en 2015 evaluó a aproximadamente 540,000 alumnos de 15 años en 72 países y economías participantes, enfocándose en las materias escolares básicas de ciencia, lectura y matemáticas.

“La administración del sistema educativo se encuentra descentralizado en los municipios, pero los planes de cada escuela siguen directivas formuladas a nivel nacional. Así, se garantiza la educación de alto nivel tanto en las ciudades como en el campo”, agrega Sonja Kosunen, ex asistente parlamentaria del Ministerio de Educación, en el libro “100 innovaciones sociales de Finlandia”.

Finlandia es el único país en el que las mujeres tienen mayores probabilidades que los hombres de alcanzar un nivel excelente en sus estudios, según la OCDE.

“No hay examen nacional de calificación para el nivel secundario, sino también los maestros siguen criterios de evaluación definidas a nivel nacional. El proceso y los criterios de admisión a nivel secundario son transparentes e independientes el centro escolar donde el alumno haya estudiado su primaria, ya que los criterios son uniformes y explícitos en todo el país”, agrega Kosunen.

Los alumnos ingresan a la secundaria por sus notas de calificación de la primaria.

Por otra parte, un alumno de educación universitaria puede recibir alrededor de 811 euros mensuales de subsidio para los estudios, de los cuales 259 euros es dinero adicional para la vivienda, el mismo monto para estudios y el resto es préstamo para estudios.

“El subsidio no se puede recibir en caso de que el avance de los estudios no sea suficiente y no es otorgado en caso de que la persona tenga suficientes ingresos. El subsidio es considerado como apoyo principal para financiar los estudios y no como ingreso sustituto, además de los otros ingresos”, se lee en dicho libro.

El país destina 2% de su producto interno bruto (PIB) para el subsidio a estudios.

Fuente: https://www.forbes.com.mx/las-claves-potencia-educativa-finlandia/

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Finlandia: educación de alta calidad y los maestros como foco

Finlandia/25 mayo 2017/Fuente: La Nación

La inversión para el área supera el 6% del PBI, los sueldos de los docentes están por encima de la media y los resultados colocan al país al tope de los rankings.

Tras el saludo a la bandera de la primera mañana, la clase de biología acaba de comenzar en la escuela pública del barrio Viikki, a sólo unos kilómetros del centro. Al frente del salón, la maestra ya cuestiona a sus alumnos, que no son más de 20 por clase. Hay telescopios de última generación, un proyector en pleno funcionamiento y una heladera con muestras. Algunos de los alumnos toman notas con sus computadoras, mientras otros tienen encima de los impolutos bancos sus smartphones. «Los podemos usar, pero sólo para recabar información», cuenta una alumna que, además de finlandés, sueco e inglés, habla castellano. Nota al pie: todos los egresados de las escuelas públicas de este país suelen hablar hasta cinco lenguas. El finlandés -con raíces del húngaro- aislaría a un país que es abierto por necesidad.

En Finlandia, uno de los territorios más grandes de Europa, pero con sólo 5,5 millones de habitantes, franqueado por Suecia, Rusia y Estonia, sólo hay bosques. Esa escasez de riquezas impulsó la firme creencia de que la única ventaja competitiva que podría cultivar el país era el propio talento de sus pobladores. El Estado de Bienestar fomentó entonces desde los años 60 un leitmotiv que repiten todos aquí: «El objetivo central del Estado es ofrecer igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos». La inversión en educación es de más de 6 puntos del PBI en este país.

Desde entonces, los pergaminos son extensos. Para citar sólo los más novedosos, en 2016 Finlandia terminó quinto en las pruebas PISA detrás de Singapur, Japón, Estonia y Taiwán (quedó 5° en Ciencia, 4° en Lectura y 12° en Matemáticas). Pero ese mismo año, el país apareció primero en el ranking de calidad de Capital Humano del World Economic Forum. Ese foro situó además a los nórdicos como los número uno a la hora de calificar la educación primaria, y la OCDE ubicó su régimen educativo como el mejor en su estudio Better Life. ¿La clave? Un sistema igualitario de alta calidad, plena confianza para los maestros con elevada cualificación y un régimen flexible en las aulas y fuera de ellas.

En el centro de la educación finlandesa están los maestros. «Es un carrera muy popular en Finlandia», afirma Jari Lavonen, jefe del departamento de Educación para Maestros de la Universidad de Helsinki. «Aplican miles de jóvenes y sólo ingresa un 5%. Es un programa de cinco años de universidad que termina con una maestría», cuenta y agrega: «Se les da mucha autonomía, y no tienen controles externos ni inspecciones. Hay mucha flexibilidad. En la comunidad, el maestro es una persona importante. Es una profesión prestigiosa». No existen inspecciones, pero sí un respaldo permanente para trabajar en actividades para los alumnos que fomenten el pensamiento creativo y crítico, la innovación y la colaboración.

En la primaria, el maestro gana 3123 euros en promedio. En la secundaria, 3877 euros. Ya en terreno universitario, el salario llega a los 4241 euros por mes. Se trata de un sueldo por encima de la media finlandesa. «¿Hay sindicatos de maestros», pregunta la nacion. «Claro y son muy fuertes», dice Lavonen. «¿Y huelgas?», repregunta. «Sí, pero la última fue hace 30 años. Sabemos que existe esa posibilidad, pero aquí aprendimos que es mejor sentarse a discutir para lograr pequeños progresos», agrega.

«Tenemos mucha libertad para elegir la forma de combinar los conocimientos y de ofrecer a los alumnos una mirada multidisciplinaria. Las cosas en el mundo no aparecen separadas», afirma Sari Muhonen. La maestra en el colegio de Viikki habla mientras la rodean alumnos que preparan, frente a sus computadoras (nuevas), su trabajo final en la clase de tecnología. «A grandes líneas, el método de aprendizaje lo elijo yo», cuenta la profesora de castellano y francés Erja Schunk. «No trabajamos por dinero. Es por vocación. Mi jefe no viene a ver qué hago», agrega. «¿Y nadie falta?», preguntó este medio. «Este es mi trabajo. ¿Por qué faltaría?», repreguntó Schunk. «Si no vienes al trabajo, no tienes trabajo», completó Martti Mery, otro maestro. «Los alumnos están muy motivados. Los maestros son muy buenos», cuenta una alumna del colegio en Viikki. «Lo más importante es mantener la alegría de enseñar y de aprender», afirma Marianne Huuski, embajadora para la Exportación de la Educación. Esta no es sólo una prioridad oficial, sino de todos los ciudadanos.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/2024905-finlandia-educacion-de-alta-calidad-y-los-maestros-como-foco

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El exitoso método creado en Finlandia para combatir el bullying

Por: BBC Mundo

En todas las escuelas del mundo se registran casos de acoso escolar. Finlandia no es una excepción, pero un método desarrollado por la Universidad de Turku logró reducir drásticamente los casos. ¿Cómo lo hicieron?.

Da igual si son privadas o públicas, si están en barrios privilegiados o en zonas pobres, en China, Reino Unido o en Uruguay. En la mayoría de las escuelas del mundo se generan -en mayor o menor medida- situaciones de bullying o acoso escolar.

Finlandia -un país líder en temas de educación- no es una excepción a la regla.

Sin embargo, desde 2009, el acoso en las escuelas de ese país ha disminuido drásticamente gracias a un método revolucionario para combatir estas situaciones en las que un estudiante o un grupo de estudiantes hostiga de forma sistemática a un compañero.

Según un estudio en el que participaron 30.000 estudiantes de entre 7 y 15 años, este sistema desarrollado en la Universidad de Turku, en el suroeste de Finlandia, logró eliminar el acoso en cerca del 80% de las escuelas y lo redujo en el otro 20%.

El éxito de este programa bautizado KiVa (acrónimo de Kiusaamista Vastaan, que en finés significa en contra del bullying) no pasó desapercibido en Europa, donde cerca de 20 países decidieron implementarlo.

Y, ahora, varias instituciones educativas en países de América Latina -entre ellos Argentina, Chile, Colombia y Perú- están empezando a usarlo.

El rol de los testigos

La clave de KiVa es que, a diferencia de las metodologías tradicionales, además de trabajar con las víctimas y los acosadores, «incorpora a los testigos», le dice a BBC Mundo Francisca Isasmendi, psicopedagoga y encargada del programa en el Colegio Santa María de Salta, una de las instituciones pioneras en la implementación de KiVa en Argentina.

Es decir, «toma en cuenta a las personas que se quedan calladas y sufren pasivamente el acoso».

«Porque si bien a nadie le gustar ser partícipe de una situación donde se violenta a una persona, muchos chicos no saben qué hacer para salir del paso o cómo defender a la víctima», añade Isasmendi.

Aunque los testigos no son los protagonistas obvios de la historia, con su silencio o sus risas refuerzan el poder del agresor.

Si se trabaja con los observadores para que puedan tomar conciencia de su rol en esta situación y estos modifican su comportamiento, el agresor pierde su público.

«Y cuando el grupo lo deja de apoyar y se queda solo, el acosador para», explica la psicopedagoga.

Una vez que se identifica en la clase una situación de acoso, un equipo entrenado trabaja siguiendo un protocolo específico con la víctima, el acosador y los testigos de forma individual, sin enfrentarlos.

«El impacto del sistema se siente sobre todo en los acosadores, porque si cambian las actitudes de los demás, (acosar) ya no es tan divertido», le explica a BBC Mundo Tiina Mäkelä, directora del programa KiVa del Instituto Escalae en España y entrenadora del programa en los países de habla hispana.

Antes de que ocurra

Otro componente fundamental -en el que participan todos- es la prevención.

«Esto incluye lecciones y actividades que se imparten dos veces al mes, durante 45 minutos, donde no se habla de casos particulares sino de conceptos generales», dice Tiina Mäkelä

Todas estas actividades apuntan a crear un ambiente amable, generoso y respetuoso con los demás.

Se les enseña a los niños a diferenciar entre un conflicto entre pares (aceptable) y una situación de bullying, que no debe ser tolerada.

Iván Galindo, dueño y director del Colegio Erik Erikson en Querétaro, a dos horas de Ciudad de México, cuenta que actuar antes de que se desarrollen situaciones de bullying fue importante para mejorar el bienestar de los niños en su escuela.

«Nosotros antes actuábamos cuando nos dábamos cuenta de que algo estaba pasando, cuando la leche ya se había derramado», le dice a BBC Mundo.

«Ahora nos anticipamos al problema y es más fácil identificarlo, porque los niños ya saben de qué se trata» y cómo evitarlo, explica.

«Los chicos saben ahora que si están en una situación en la que no se sienten cómodos o se sienten violentados pueden pedir ayuda», dice Isasmendi.

Y este trabajo de prevención y concientización alcanza también a los padres y a los docentes.

«Hay que cambiar la cultura, porque aquí el bullying se toma muchas veces como algo normal y dicen ‘son cosas de chicos, que lo resuelvan entre ellos’. Y, como consecuencia, muchos chicos transitan toda su escolaridad sintiéndose mal», explica la psicopedagoga.

Isasmendi reconoce que es un trabajo lento pero que da resultados, aunque paradójicamente ahora, según su experiencia, parece haber más casos.

No es porque antes no ocurriesen, aclara, sino que «ahora se ven más porque hay una mayor conciencia de que no es normal que esto pase».

De Finlandia a América Latina

¿Pero en qué medida un método creado para una cultura y una sociedad tan diferentes a la nuestra puede brindar los mismos resultados?

«Hay problemas básicos que son iguales en todos los países», dice Mäkelä, aunque reconoce que ciertos aspectos de la metodología requieren aquí más atención.

«Los docentes aquí necesitan más apoyo que en Finlandia, porque ellos allí tienen más autonomía y más tiempo para preparar sus clases».

Otro punto es la colaboración con las familias.

«Muchas veces en América Latina, en vez de colaborar se busca a los culpables: la familia culpa a la escuela y viceversa. En vez de buscar culpables hay que buscar soluciones», agrega Mäkelä.

En el caso de la escuela de Salta, involucrar a las familias ayudó a agilizar los cambios.

«Nosotros necesitamos que las familias participaran porque notamos que cuando lo hacían, veíamos cambios muchos más rápidos», cuenta Isasmendi.

A poco más de un año de su implementación, todavía es temprano para cuantificar el impacto de KiVa en Argentina, pero a juzgar por los testimonios de alumnos y maestros, la mejoría en el ambiente escolar es evidente.

«(Kiva) me hace sentir más seguro y más confiado. Las clases de KiVa me hicieron más empático y más social», dice un alumno de 4º del Colegio Erik Erikson.

«Ha motivado a los alumnos a mostrarse más reflexivos y a tomar más en cuenta al otro», comenta una coordinadora de la misma institución.

Para Isasmendi, se trata mucho más que de una herramienta válida para intervenir en un medio escolar.

«Es más que un programa antibullying. Es una filosofía de vida que apunta al bienestar escolar, a crear un clima de trabajo donde los chicos puedan tener tolerancia y respeto».

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/bbc-mundo/exitoso-metodo-creado-finlandia-para-combatir-bullying_181490

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