Page 16 of 96
1 14 15 16 17 18 96

Un paseo por París con los libertarios anticuarentena

Por: Eduardo Febbro

Es un grupo hostil a los políticos e insensible a las cifras de muertos por el virus.

Para los antibarbijo los gobernantes ”prefieren sacarnos la libertad y a cambio perder dinero», sostienen sentados en la terraza de un café, frente a comercios vacíos a raíz de la pandemia.

Desde París

Aquel día Florian gritó como nunca. En la Place de la Nation, con megáfono en mano, vociferó hasta extenuarse: “la máscara es la puerta de entrada a la dictadura mundial”. Ese 29 de agosto de 2020 no había más de 300 personas a su alrededor, todos contra el uso obligado de los barbijos embriagados en el grito “Liberté, Liberté”. La policía puso 126 multas por no llevar la máscara puesta, pero los rivales del tapabocas sentían que ya eran millones. La crisis del coronavirus movilizó a una amplia zona de la sociedad tradicionalmente hostil a las élites, poco creyente en las instituciones del Estado, recelosa ante los partidos políticos, hipnotizada por las redes sociales, sensible a las teorías complotistas y con una inclinación muy marcada a las actitudes libertarias.

Antibarbijos por excelencia

Casi todos se encontraron dentro del militante sector que refuta la pertinencia de la cuarentena, la eficacia de las máscaras y, globalmente, todas las medidas sanitarias adoptadas desde mediados de marzo. Son los anti máscaras por excelencia. Aunque hubo algunas agresiones, no queman barbijos ni agreden cobardemente a periodistas sin defensa como en la Argentina, ni se proponen tomar el edificio del Reichstag como ocurrió en Alemania.

 Odian a los periodistas y participan, en cambio, en el impetuoso debate sobre el dispositivo sanitario a través, sobre todo, de las trincheras de las redes sociales y de los medios que los invitan. Hay figuras públicas muy conocidas, así como varios líderes del movimiento de los chalecos amarillos que hizo tambalear al país en 2018 y 2019. A ellos se le suman otras personalidades que surgieron en los últimos meses. Gérard y Nicole Delépine son hoy dos emblemas de la militancia contra el tapabocas. Nicole es una oncóloga pediatra y Gérard un cirujano ortopédico, ambos jubilados y ya mega famosos. Al igual que todos aquellos que denuncian la “dictadura sanitaria”, sus argumentos caben en cinco principios: el confinamiento no ha servido para nada, los tapabocas son inútiles, la cloroquina es el único tratamiento eficaz contra la covid-19, no habrá segunda ola porque la epidemia ya pasó, la pandemia es una excusa para modificar el mundo, amordazar a los individuos e instaurar una nueva tiranía global.

La realidad de las cifras, la experimentación de tratamientos fallidos (Didier Raoult), los estudios comparativos, el cruce de datos y el incremento constante de la contaminación contradicen severamente sus argumentos. Sin embargo, nada los inmuta. Con tanta fortaleza como ternura, Nicole Delépine exhibe un montón de hojas con curvas comparativas y datos mientras dice a PáginaI12: “hemos atravesado una inmensa manipulación. El virus es un peligro mítico y las máscaras un bozal para que nos callemos la boca”. Julien y Martine son mucho más jóvenes (30 años), pero no menos persuadidos de que toda esta situación no es más que un “proyecto del Estado para someternos”. Julien es ingeniero en mecánica avanzada y Martine, su compañera, traductora del alemán al francés.

Figuras públicas militantes

Jean-Marie Bigard es uno de los cómicos más famosos de Francia. En su página de Facebook (un millón y medio de seguidores) explicó que la máscara resultaba tanto más incongruente cuanto que si el olor de una ventosidad pasaba a través de un jean, ”entonces el virus podía atravesar el tapabocas”. Maxime Nicolle, uno de los líderes de los chalecos amarillos, expuso los mismos argumentos en la televisión y en un video subido a Twitter, pero con el humo de un cigarrillo como ejemplo: fumó y mostró que, si el humo pasa por la tela, eso prueba que “el virus también traspasa la máscara”.

En contra de lo que se podría pensar, este club está compuesto por sectores sociales de niveles elevados. La fundación Jean-Jaurés publicó el 7 de setiembre un estudio sobre los antimáscaras y sus características sociodemográficas. ”63% son mujeres con un alto nivel educativo. Los ejecutivos y profesiones intelectuales superiores representan 36% de los opositores cuando solo constituyen el 18% en el conjunto de la población francesa. Al contrario, los obreros y los empleados representan 23% de los anti máscaras, o sea, la mitad de su peso real en la población francesa”. En Francia, 64% de la sociedad respalda el uso de los tapabocas, incluso en los lugares públicos abiertos.

PáginaI12 le propuso a Martine y Julien un paseo en inmersión por lo real. La cita se fijó en la esquina del Boulevard Saint Germain y Saint Michel con la idea de caminar por Saint Germain hasta la Rue des Saints-Pères. Esos casi dos kilómetros recorren una de las zonas más turísticas de París, las boutiques de lujo y cafés célebres como Le Deux Magots, Le Flore et Le Bonaparte. Los turistas deambulan como mariposas perdidas. Esta vez no hay nadie. Los comercios están vacíos y solo se salvan los cafés con amplias terrazas. Entramos a un par de boutiques para averiguar precios y entablar la conversación y conocer las consecuencias de la pandemia. Las respuestas fueron similares: entre 60% y 70% menos de ventas, personal cesado y amenaza de cierre. Nos sentamos en la terraza de la brasserie Le Rouquet y enseguida surgió la pregunta: “¿ ustedes creen realmente que el liberalismo está dispuesto a paralizar su sistema, perder dinero, cortar los intercambios y el consumo ?”. Para ellos, no caben dudas: ”prefieren sacarnos la libertad y a cambio perder dinero. Mientras tanto, con el pánico artificial que generan se preparan con leyes y trampas para intervenir las sociedades. Nos quieren convertir en corderos”, dice Martine. Al grupo se suma Florian, el joven de 32 años que participó en la manifestación contra las máscaras. Dice más o menos lo mismo: ”la pandemia ha terminado (7.000 contagios en un día), pero siguen y siguen dando cuerda en los medios serviles y mentirosos”. La doctora Delépine completa esa idea y asegura: ”las máscaras carecen hoy de todo sentido. Sólo sirven para expandir el miedo, paralizar la población y bloquear la reflexión. La máscara se ha convertido en un símbolo de la tiranía del poder y de la sumisión de los individuos”.

La encuesta de la Fundación Jean-Jaurés sitúa a los antimáscaras en todo el abanico político con una mayoría de 46% hacia la derecha y 36% hacia la izquierda. Varios rasgos mayoritarios identifican a los antimáscaras: rechazo a las instituciones o falta de confianza en ellas (apenas 6% cree en la institución presidencial), incluidos los hospitales, no se reconocen en la oposición izquierda-derecha (61%), sólo 14% cree en la prensa escrita, 2% en la televisión pero son 60% en tener confianza en los medios en línea y 51 en las redes sociales (78 % se informa por medio de internet contra 28% para el conjunto de la población del país). Su adhesión a las tesis complotistas es otro rasgo. 90% de los encuestados afirman que el Ministerio de Salud es un cómplice de la industria farmacéutica para ocultar la realidad sobre la nocividad del virus. Como lo resume el informe, los antitapabocas están impregnados en la idea de que las máscaras “están destinadas a testear a la población y serían el anunciador de la instauración de un nuevo orden mundial sin ninguna libertad para los ciudadanos”.

Los antimáscaras se alimentan en el seno de la llamada “burbuja cognitiva”, es decir, las redes sociales donde no circula ninguna opinión divergente y donde todo debate contradictorio está excluido. A los poderes públicos les preocupa lo que vendrá después: el 94% confirma que no aceptará que lo vacunen contra la covid-19 cuando se descubra la vacuna. Los ortodoxos de la libertad son insensibles a cualquier argumento científico, a los testimonios de médicos y enfermeros, al escalofriante tendal de muertos que ha dejado la pandemia y al hecho de que ellos mismos, escuderos del libre arbitrio y la soberanía, son objeto de una manipulación tan grosera como interesada por parte trolls, diseñadores de fake y científicos cuya credibilidad hace rato que es una broma siniestra.

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/290994-un-paseo-por-paris-con-los-libertarios-anticuarentena

Comparte este contenido:

Francia cierra 22 escuelas ante brote de coronaviru

El protocolo sanitario de precaución consiste en aislar inmediatamente al alumno o profesor que da positivo.

El ministro de educación de Francia, Jean-Michel Blanquer, expresó este viernes que el organismo se vio obligado a cerrar 22 centros educativos donde se registraron brotes de coronavirus.

Blanquer expresó que «si hay más de tres casos se activa el cierre de una estructura escolar. Después, las autoridades sanitarias llevan una investigación para establecer los contactos, se hacen pruebas de diagnóstico y se toman medidas si es necesario. Iniciamos cada día unos 250 protocolos por sospecha de Covid-19».

El titular de Educación explicó que el protocolo sanitario de precaución consiste en aislar inmediatamente al alumno o profesor que da positivo, pidiéndole que se quede en casa.

El ministro de educación comentó que «mi objetivo para el curso 2020-2021 es que las familias no se vean perturbadas en su vida cotidiana, y en particular en el trabajo, por un cierre».

Resaltó que más de 12 millones de alumnos han regresado a clase junto a los profesores. «Me alegro porque la escuela es fundamental en la vida y una sociedad no puede permitirse vivir sin colegio».

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/francia-cierra-escuelas-ante-brote-coronavirus-20200904-0028.html

Comparte este contenido:

Aumentan a 28 los colegios cerrados en Francia por coronavirus

Europa/Francia/10 septiembre 2020/elmundo.es

A pesar de todo, es un número bajo porque el país cuenta con 60.000 centros escolares. Más de tres casos de Covid-19 pueden llevar al cierre de un colegio

Una semana después de la vuelta al cole en Francia, 28 centros y 262 clases permanecían cerrados el lunes por casos sospechosos o confirmados de Covid-19, según datos del ministerio francés de Educación.

Esto supone un ligero aumento con respecto a las cifras del pasado viernes, cuando había 22 centros y un centenar de clases cerrados por coronavirus. A pesar de este alza, el número de cierre de colegios por coronavirus es bajo teniendo en cuenta que Francia cuenta con unos 60.000 centros escolares en todo el país.

«Es de esperar que haya cierre de clases y de escuelas o establecimientos», dijo el lunes por la noche el ministro de Educación Jean-Michel Blanquer en la cadena de televisión BFMTV. Blanquer tiene asumido que la cifra de colegios cerrados por casos de coronavirus aumentará «forzosamente» y será más elevada en los próximos días y a medida que avance el curso escolar.

El ministerio francés de Educación ha establecido un protocolo sanitario preciso a seguir en caso de que haya un caso sospechoso o confirmado de Covid-19 en un colegio o instituto. El alumno que ha dado positivo no podrá volver al colegio antes del plazo establecido por su médico, como muy pronto 10 días después de la prueba de Covid-19. Los alumnos o profesores que son considerados contactos de riesgo deberán hacerse la prueba de coronavirus y podrán regresar a clase 14 días después.

Más de tres casos confirmados de coronavirus en un establecimiento pueden llevar al cierre parcial o total de un centro, si así lo consideran necesario las autoridades sanitarias locales. En caso de cierre del colegio, se recurrirá durante ese periodo a las clases on line para garantizar la continuidad pedagógica.

Para el ministro la vuelta al colegio en septiembre era necesaria porque «el ritmo del colegio es el ritmo de Francia«. Unos 12,3 millones de alumnos de primaria y secundaria regresaron el 1 de septiembre al colegio o los institutos en todo el país. No era la primera vez que regresaron a clase en tiempos de coronavirus. Muchos ya tuvieron la experiencia en mayo y junio, cuando Francia volvió a abrir las aulas, coincidiendo con la desescalada. Entonces, el protocolo sanitario era más estricto que ahora.

En Europa, Francia es el tercer país con mayor número de muertos por Covid-19 (30.732 fallecidos), por detrás del Reino Unido (41.643) e Italia (35.553). España ocupa el cuarto puesto en el ranking europeo con 29.838 fallecidos, según datos de la Universidad Johns Hopkins.

Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2020/09/08/5f575dcb21efa0e72f8b45b4.html

Comparte este contenido:

Francia cierra 22 escuelas tras detectarse casos de coronavirus

Francia cierra 22 escuelas tras detectarse casos de coronavirus

Cuatro días después de la vuelta al colegio en Francia, el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, dijo este viernes que 22 escuelas han tenido que cerrar por precaución tras detectar casos de COVID-19. Blanquer aseguró en la emisora “Europe 1” que 12 establecimientos han cerrado en la Francia metropolitana y 10 en la isla de la Reunión, con lo que suman 22 de los 60.000 que hay en todo el país.

“Si hablamos de clases estamos en torno a 100 (clases cerradas), pero esto cambia cada día, evidentemente”, dijo Blanquer. El ministro explicó que el protocolo sanitario de precaución consiste en aislar inmediatamente al alumno o profesor que da positivo, pidiéndole que se quede en casa.

“Después, las autoridades sanitarias llevan una investigación para establecer los contactos, se hacen pruebas de diagnóstico y se toman medidas si es necesario. Iniciamos cada día unos 250 protocolos por sospecha de COVID-19”, explicó. Según este protocolo, si se dan más de tres casos en un establecimiento ordenan su cierre, aunque son las autoridades las que toman la decisión porque “cada caso es particular”.

Francia anotó este jueves por segundo día consecutivo más de 7.000 nuevos casos de coronavirus en 24 horas, con un total de 7.157, que elevan a 300.181 los positivos desde el inicio de la epidemia. En el último día hubo además 20 fallecimientos por COVID-19, con lo que suman ya 30.706.

Informa EFE.

Fuente de la Información: https://lahora.com/2020/09/05/francia-cierra-22-escuelas-tras-detectarse-casos-de-coronavirus/

Comparte este contenido:

Francia: Al comenzar un nuevo año académico, la UNESCO advierte que sólo un tercio de los estudiantes volverán a la escuela

Al comenzar un nuevo año académico, la UNESCO advierte que sólo un tercio de los estudiantes volverán a la escuela

París, 1º de septiembre – Este año, 900 de los 1.500 millones de estudiantes que hay en el mundo de preescolar a secundaria volverán a la escuela entre agosto y octubre. Sin embargo, según las cifras de la UNESCO, sólo la mitad de ellos -433 millones en 155 países- volverán a las aulas en ese lapso. Teniendo en cuenta que 128 millones de estudiantes que se encuentran a mitad del año académico, un total de 561 millones de estudiantes, es decir, uno de cada tres, asistirá a clases durante este período.

Mil millones de estudiantes, dos tercios de la población estudiantil mundial, se enfrentan al cierre de escuelas o a la incertidumbre. Las poblaciones más vulnerables, en particular las niñas, corren un riesgo especial.

La UNESCO ha subrayado que para más de la mitad de los 900 millones de estudiantes que comienzan el nuevo año académico, se espera que la escolarización sea totalmente remota, o para algunos, una mezcla de aprendizaje a distancia y en el aula. Sin embargo, la mayoría de esos estudiantes y sus familias siguen esperando una orientación clara sobre lo que se espera cuando comience el año académico 2020-21, aunque las fechas de inicio previstas están a pocas semanas de distancia.

Esta situación plantea problemas importantes, habida cuenta de las persistentes desigualdades asociadas con la enseñanza a distancia, que afectan en particular a las poblaciones vulnerables.

«La crisis educativa sigue siendo grave», dijo Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, el principal organismo de las Naciones Unidas para la educación en todo el mundo. «Varias generaciones se enfrentan a la amenaza del cierre de escuelas, que afecta a cientos de millones de estudiantes y ha durado muchos meses. Se trata de una emergencia para la educación mundial», añadió.

Hasta la fecha, los estudiantes del mundo han perdido un promedio de 60 días de escolaridad desde que comenzaron los cierres, en febrero y marzo. En una situación así, el riesgo de abandono escolar, la disminución de la calidad del aprendizaje y los impactos sociales y económicos negativos es alto. Por lo tanto, es fundamental que las autoridades educativas trabajen rápidamente para determinar la mejor manera de garantizar un regreso seguro a la escuela, protegiendo al mismo tiempo la salud y la seguridad de los estudiantes y el personal educativo.

Para ayudar a los países a preparar el calendario, las condiciones y los procesos de reanudación de las instituciones educativas, la UNESCO, en colaboración con el UNICEF, el PMA y el Banco Mundial, ha elaborado un marco para la reapertura de las escuelas y están trabajando en estrecha colaboración con los ministerios de educación en planes para que los estudiantes vuelvan a las aulas.

La UNESCO, por conducto de la Coalición Mundial para la Educación, está poniendo en marcha la campaña #LaeducaciónContinúa para garantizar la continuidad del aprendizaje de las niñas durante el cierre de las escuelas y su regreso seguro cuando vuelvan a abrirlas, a la luz de los numerosos obstáculos a los que se enfrentan fuera del ámbito de la educación, entre ellos el embarazo en la adolescencia, el matrimonio precoz y forzoso y la violencia. Por conducto de las asociaciones de la Coalición, se ha elaborado un conjunto de instrumentos de comunicación y promoción y una guía para el regreso de las niñas a la escuela, que se están difundiendo a todos los agentes interesados.

Fuente de la Información: https://es.unesco.org/news/al-comenzar-nuevo-ano-academico-unesco-advierte-que-solo-tercio-estudiantes-volveran-escuela

 

Comparte este contenido:

Entrevista a Jacques Rancière: «Fuga hacia el paisaje»

Por: Catherina Calvet

 

La siguiente entrevista trata del último libro de Jacques Rancière, Le temps du paysage. Aux origines de la révolution esthétique (La Fabrique, 2020), de próxima publicación en la colección “Contemporáneos” de Red Editorial, bajo el título de El tiempo del paisaje. Los orígenes de la revolución estética.

Al momento de “desconfinamiento”, ¿cómo representamos estos paisajes que aún nos están prohibidos? En su nuevo libro, el filósofo invita a un paseo histórico por los jardines europeos de los siglos XVIII y XIX, cuando este arte se consideraba parte de las bellas artes. Una exploración que, en el curso de las revoluciones francesa e inglesa, saca a la luz procesos sociales y políticos. En efecto, en 1790, en el apogeo de la Revolución Francesa, el filósofo alemán de la Ilustración, Emmanuel Kant, llevó el arte del jardín a las filas de las bellas artes, mientras que hasta entonces sólo había sido una parte de la arquitectura. Un paréntesis filosófico muy rico porque, haciendo su entrada en el arte, la naturaleza podría ser, en sí misma, una artista. La lectura de este libro es una necesaria fuga en estos tiempos replegados de coronavirus.

Este trabajo es una continuación de un trabajo anterior sobre las mutaciones en el arte a finales del siglo XVIII. ¿Cómo es que se trata de un punto de inflexión clave?

Este libro viene después de Aisthesis. Escenas del régimen estético del arte (Galileo, 2011), continúo hoy con este nuevo libro para informar sobre el cambio de paradigma en el arte entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. Este es el momento en que pasamos del régimen representativo del arte al régimen estético del arte. El régimen de representación es un régimen normativo que define las cosas que pueden ser representadas y las formas en que deben ser representadas según su mayor o menor dignidad. Es un sistema jerárquico, que se ajusta a una jerarquía social. La revolución estética destruye esta jerarquía. Cualquier tema, incluso el más vulgar, se convierte en digno de interés y el arte es para cualquiera. Pero, sobre todo, el arte ya no se define de manera técnica, como un conjunto de maneras de hacer las cosas, capaces de asegurar el éxito de las obras. Se define como un mundo sensible, un mundo común de un nuevo tipo. El producto del arte se convierte en una mirada sobre mundo propuesta a los demás, una forma de experiencia sensible más que el resultado de una idea materializada según reglas.

Este momento de cambio es bastante breve.

El papel que se le da a los jardines es breve: unas décadas entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. Pero es decisivo para la idea de arte que toma de un modelo arquitectónico. El jardín francés, del que Versalles es un ejemplo, fue concebido, en términos arquitectónicos, como extensión de un palacio. Era un prodigio de la ingeniería, sujeto a las leyes geométricas. Pero, justamente, por esta misma razón permaneció al margen de las bellas artes. Kant lo inscribió, en 1790, en el arte de la pintura, que es un arte de la apariencia… alejándolo de la arquitectura. A diferencia de la arquitectura, el jardín sólo tiene la apariencia de una finalidad determinada. No se presenta como una obra de la voluntad. Por supuesto que el jardín se construye, pero imitando al paisaje natural, que no es obra de una voluntad. Con el paisaje, lo que no es voluntad, lo inacabado entra en el arte donde ahora jugará un papel esencial.

¿Así que la naturaleza también es una artista?

Sí, y es una revolución. Incluso en el siglo XVII, la naturaleza no tenía nada que ver con los arroyos, los campos, los árboles… La naturaleza era el orden de las cosas, una cadena de causas y efectos que el arte tenía que imitar en sus propias composiciones. En el siglo XVIII, se identificará con la libertad, con lo que es opuesto al artificio humano. El paisaje es el trabajo de un artista de un género nuevo, la naturaleza, que hace bella porque no quiere hacer arte. Es esta nueva naturaleza que el arte de los jardines pretende imitar.

Este punto de inflexión se ilustra con el éxito del jardín inglés…

El jardín de estilo inglés pretende imitar la verdadera naturaleza contra el jardín a la francesa, geométrico y absolutista. Contrastará la línea curva con la recta y un paisaje de contornos suavizados, suaves ondulaciones y líneas serpentinas con la rigidez geométrica de Versalles. Se presenta, así, como una metáfora de la monarquía, supuestamente liberal, inglesa. Este jardín sería la imagen de una sociedad en la que no hay una separación radical entre las clases, sino una gradación insensible entre la parte superior e inferior de la sociedad.

Algunos dirán que estos arreglos que imitan a la naturaleza son finalmente tan autoritarios y arquitectónicos como los de los jardines franceses…

Por supuesto, este jardín liberal es, de hecho, tan autoritario como el otro: para disponer estos grandes espacios abiertos, estos charcos sinuosos de agua y estas ondulaciones, los árboles tienen que ser cortados, derribado, excavados, nivelados y transformados completamente el paisaje. Por eso, a finales del siglo XVIII, los teóricos ingleses le hicieron la guerra al «jardín inglés». Lo contrastan con las «escenas» creadas por la propia naturaleza y caracterizadas por la ausencia de selección de plantas, el libre despliegue de árboles entremezclados, la ausencia de límites marcados: una democracia de la naturaleza contra la tiranía de los arquitectos de jardines y los propietarios. Porque estos nuevos parques paisajísticos se desarrollaban al mismo tiempo que los nuevos hospicios que mandan a los pobres del otro lado de la puerta de los espacios hasta entonces compartidos.

¿Como una afirmación de los límites de la propiedad?

Este es el último episodio de la historia de los «hopicios» que comenzó en Inglaterra en el siglo XVI y que experimentó un nuevo desarrollo en los inicios de la revolución industrial. Las cercas les quitaban a los pobres el uso de los bienes comunes donde podían pastar los animales, encontrar comida, madera, etc. Las propiedades de los ricos, que solían cruzar los demás de camino a sus casas, ahora estaban cercadas por vallas que obligan a los campesinos a dar largos rodeos. Y los empinados setos de coníferas ocuparon el lugar de los altos robles que les daban sombra. ¡Incluso en torno a las plantas hay lucha de clases! Este cambio de escenario ya no permitía la metáfora de una sociedad tranquila, con relaciones pacíficas entre las diferentes clases sociales, sino que revelaba la verdadera cara de la propiedad privada.

¿Puede la rigidez del jardín francés explicar la radicalidad de la Revolución en Francia en contraposición a una revolución más gradual y progresiva en Gran Bretaña?

Al menos, eso es lo que dicen los ingleses. El gran teórico de la monarquía liberal, Edmund Burke, es también el teórico de la línea serpentina. Su Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y de lo bello, publicada en 1757, influyó mucho en el arte de los jardines ingleses. Sin embargo, en 1790, en sus Reflexiones sobre la Revolución en Francia, denunció a los revolucionarios franceses diciendo que procedían por líneas rectas y nivelación, como los arquitectos de los jardines monárquicos franceses. Lo contrasta, por supuesto, con el liberalismo de la línea curva de los jardines y la monarquía inglesa. Pero, durante estos mismos años revolucionarios, otros en Inglaterra denunciaron el despotismo propietario y noble que actuaba en el interior de ese llamado liberalismo.

El paisaje es también un hecho social y político…

Sí, el paisaje fue pensado en ese momento como una forma de coexistencia entre elementos y plantas que proporcionaba una metáfora de la coexistencia entre individuos. Es la imagen de una sociedad pacífica, fiel a una naturaleza que ya no está constreñida, sino que es libre. Burke lo aplica a la monarquía inglesa. Sin embargo, en el mismo año 1790, el joven poeta Wordsworth reconoció sus rasgos en las campañas y festivales de la Francia revolucionaria. Y Rousseau asoció la armonía de los jardines «naturales», pero también la del sublime paisaje montañoso, con un ideal republicano.

Este período del jardín como parte de las bellas artes iniciado por Kant terminó cuarenta años después con Hegel.

Ambos filósofos, de hecho, sirven como hitos cronológicos en la historia estética del paisaje. En la década de 1820, Hegel reintegró el arte de los jardines en la arquitectura y vio el modelo en los grandes parques de la monarquía francesa. Sin embargo, Hegel había sido en su juventud un partidario de la Revolución Francesa y un admirador del paisaje sublime. Pero, con el tiempo, se convirtió y dejará la pasión por lo sublime sólo a los románticos. Con él, la naturaleza ya no es una artista. El arte es sólo una obra de la mente. Es una especie de certificado de defunción de todo el gran entusiasmo y las esperanzas del período revolucionario.

Se ha hablado mucho últimamente de “vegetalizar” las ciudades. ¿Podemos imaginar un nuevo «jardín urbano»?

La «vegetalización» urbana responde sobre todo a un objetivo general de lucha contra el calentamiento global y a un objetivo particular de gentrificación. Estamos muy por detrás de los programas filantrópicos del siglo XIX con los grandes parques de estilo inglés, como el Buttes-Chaumont, diseñados para devolver un poco de naturaleza y aire limpio a los pobres atrapados en las ciudades industriales.

¿Cómo analiza este período de crisis? ¿Y cómo vivió este confinamiento?

Lo veo como un momento en el que es mejor suspender los grandes análisis sobre la relación entre el hombre y la naturaleza. La naturaleza en este momento son las flores que cuelgan en mi ventana y el mirlo cantando en el patio. ¿Cómo podemos analizar seriamente el estado del mundo cuando estamos en una situación en la que no vemos nada de él por nosotros mismos?

Fuente e imagen: http://lobosuelto.com/fuga-hacia-el-paisaje-entrevista-a-jacques-ranciere-catherina-calvet/

Comparte este contenido:

Un centenar de familias acampan frente al Ayuntamiento de París

Fuente/Prensa Latina

Un centenar de familias migrantes, principalmente de Somalia, Afganistán y Costa de Marfil, desplegaron en la madrugada de ayer un campamento frente a la plaza del Ayuntamiento de esta capital para demandar una acogida y un alojamiento dignos.

 

La acción simbólica reunió a 219 personas, entre ellas 59 niños y 15 mujeres embarazadas, junto a activistas de organizaciones humanitarias que trabajan con los desplazados.

Estas familias viven desde hace meses en la calle, frecuentemente en campamentos informales en la periferia de la capital, y según Mael de Marcellus, coordinador de la asociación Utopía56, ‘deben ser acogidas de manera digna e incondicional’.

‘Hace más de un mes que alertamos al Ayuntamiento de París sobre su situación y no hemos recibido respuesta’, aseguró, considerando que es responsabilidad de las autoridades locales establecer un protocolo de primera acogida para los migrantes.

Marcellus lamentó que para los recién llegados, que constituyen la mitad de este colectivo, ‘la calle se convierta en un paso obligado cuando llegan a Francia’.

El campamento fue desmantelado durante la mañana del martes por unidades policiales desplazadas hasta el céntrico lugar.

Fuente:  https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=393339&SEO=un-centenar-de-familias-acampan-frente-al-ayuntamiento-de-paris
Imagen:
Comparte este contenido:
Page 16 of 96
1 14 15 16 17 18 96