España/25 mayo 2016/Autor:Jordi Llisterri/Fuente:Catalunya Religión
Las escuelas deben ser espacios en los que se pueda garantizar el desarrollo de las personas en un ambiente de plena seguridad. Con esta preocupación la Fundació Escola Cristiana de Catalunya organiza este miércoles una jornada de formación sobre la protección a la infancia y la prevención de los abusos a menores. Este encuentro monográfico se dirige principalmente a los miembros de los equipos de gestión de los centros, titulares y directores de las escuelas cristianas. Contará con expertos de las mismas escuelas, de la Fundación Vicki Bernadet y del Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya. La Fundació Escola Cristiana de Catalunya agrupa a más de 400 escuelas que dependen de las congregaciones religiosas o de las parroquias y los obispados catalanes.
Miquel Mateo, secretario general adjunto de la Fundació Escola Cristiana, enmarca la jornada en una preocupación social creciente por los abusos a menores, pero sobre todo en la «cultura de la prevención». Una prevención que «las escuelas ya hacen, pero que nunca es suficiente: si se puede hacer más, se debe hacer más». En la jornada también se anunciará que antes de fin de curso la Fundació Escola Cristiana pondrá a disposición de todas las escuelas un nuevo protocolo de actuación.
En la jornada de formación se presentará la experiencia de varias escuelas de congregaciones religiosas en el ámbito de la protección a la infancia y la prevención de los abusos a menores. También se ofrecerá el punto de vista de las víctimas y sobre su atención con la intervención de Pilar Polo, coordinadora de Formación de la Fundación Vicki Bernadet. El director general de Atención a la Familia y Comunidad Educativa del Departament d’Ensenyament, Jordi Miró, expondrá las características de los protocolos que utilizan las administraciones.
En sesión de formación de este miércoles también se tratará de las responsabilidades civiles y penales. La reforma del Código Penal de 2010 y de 2015 amplía las responsabilidad penales a las personalidades jurídicas e impulsa que las entidades tengan sistemas de autoprotección y vigilancia para la prevención de delitos que se puedan producir dentro de las empresas y las instituciones.
«Todas las escuelas están concienciadas»
Los cambios legales y la preocupación social por los abusos a menores en todas las instituciones llevan a acentuar la cultura de prevención dentro de cualquier corporación. Segundo Miquel Mateo, la mayoría de los centros educativos de la escuela cristiana tienen protocolos de prevención, «especialmente las que forman parte de instituciones más grandes porque han tenido más medios para poderlo trabajar». Pero «todas las escuelas están concienciadas y tienen como preocupación la protección a la infancia».
Por ello, el nuevo protocolo que está cerrando la Fundación Escuela Cristiana «es una oferta para las escuelas más pequeñas que quizás no disponen de un protocolo propio, pero también para que las que ya disponen de uno puedan tener otro punto de vista». Una prevención que depende de los responsables de la institución educativa. Pero que afecta a todos los maestros y tutores y pide crear y mantener un clima de confianza en las relaciones y establecer actuaciones específicas. Se detallarán en la jornada que se realizará en Barcelona.
Fuente:
https://www.catalunyareligio.cat/es/articles/escuela-cristiana-organiza-una-jornada-sobre
Leer no es un ejercicio – los niños no deberían leer “para ejercitarse” o como si fuera una dieta. Los adultos leemos sólo por una de dos razones: para obtener información o para obtener disfrute. Sin embargo, cuando enseñamos a leer esperamos que los alumnos completen un sinnúmero de planas de bolitas y palitos, y que lean todos los días en voz alta para “ir desarrollando su habilidad lectora” (y de paso demostrar sus avances a padres y maestros). Les pedimos que lean, y luego les hacemos “preguntas de comprensión” sobre lo que leyeron, para que nos comprueben que lo hicieron. Aún para quienes somos lectores, la idea de leer un libro sabiendo que al final alguien nos hará un examen disminuirá en mucho el disfrute que esa lectura podría habernos redituado. En vez de adentrarnos en el abrazo íntimo del libro, sin más premura que sentir su calidez, continuamente nos estaríamos preguntando: ¿Será que esto viene en el examen? ¿Debería subrayarlo? ¿Volverlo a leer? ¿Tomar notas? Una lectura constantemente interrumpida por este tipo de ansiedades no se disfruta – se sufre.
Si la lectura no es una materia escolar, deberíamos cuestionarnos por qué enseñamos a leer a los niños a los seis años –al inicio de la escolarización formal- y cómo lo hacemos: desmoronando la comprensión al fragmentar el lenguaje en pequeños pedacitos sin significado, para después enseñarlos reorganizándolos en unidades de aprendizaje (el primer mes abordamos las vocales, luego algunas consonantes, más tarde construimos sílabas, etcétera) ¿No es esto antinatural? Jamás lo haríamos con el lenguaje oral. Y la lectura es lenguaje.






Users Today : 14
Total Users : 35474978
Views Today : 19
Total views : 3575156