Page 231 of 1653
1 229 230 231 232 233 1.653

España: Julio Anguita, compañero imprescindible, maestro de todos, que fue en serio

Julio Anguita, compañero imprescindible, maestro de todos, que fue en serio

Por Salvador López Arnal | 17/05/2020 | España

Para Javier Aguilera, Manolo Monereo, Miguel Riera y Víctor Ríos, que siempre estuvieron ahí.

¡Cuántas veces repetí estas palabras [¡Al mar con estos continentales!]… Luego conocí a la clase obrera de una ciudad industrial y entendí lo que realmente significaban las cosas de Marx que antes había leído antes por curiosidad intelectual. De este modo me apasioné por la vida, por la lucha, por la clase obrera. (Antonio Gramsci, 6 de marzo de 1924)

No pretendo que la lógica histórica sea siempre tan rigurosa o tan consciente de sí misma como debería serlo; ni que nuestra práctica concuerde muy a menudo con nuestras declaraciones. Sólo pretendo que esta lógica existe. Y que no somos todos nosotros unos niños de pecho. (Edward P. Thompson, 1978)

Muchas muertes, demasiadas. Arden tantas pérdidas y el dolor se agolpa. De nuevo la muerte ha levantado pronto su vuelo.

Intento hablar con palabras no gastadas.

Tengo para mí que Julio Anguita será (ya es) un clásico del pensamiento socialista transformador del siglo XX y de estas primeras décadas del XXI. Y no solo para la ciudadanía española. Con el tiempo seremos más conscientes de la grandeza, de la enorme importancia (político-filosófica) de este gran luchador, de este gran pensador, de este gran orador. Entre lo mejor que ha generado la cultura comunista democrática en toda su historia.

Empecé a entender la importancia política (¡Y cultural!) de Julio Anguita, hace muchos, muchos años, en una larga conversación -que guardo con detalle en mi memoria- con un amigo suyo, maestro mío, Francisco Fernández Buey (Entrevisté a Anguita el 14 de abril de 2012 y fue idea suya, sabía que Paco estaba enfermo, dedicar la entrevista al autor de Marx (sin ismos).

Desde entonces, he procurado seguir sus reflexiones, su hacer, sus sugerencias, sus propuestas. Incluso su vivir, su estar ahí. Nos hemos escrito en alguna ocasión; nos hemos saludado en seis o siete encuentros. Más allá de acuerdos o desacuerdos (pocos estos últimos), siempre fue respetuoso. Nunca habló desde un púlpito ni desde ningún trono inaccesible. Tampoco desde una concepción dogmática, talmúdica e indiscutible de la razón política.

No es este el momento de hacer un balance de su trayectoria político-filosófica ni de su complejo, nada unidimensional, ser-en-el-mundo. Tampoco se trata de recordar la lista innumerable de insultos y descalificaciones que la derecha (y no sólo la derecha-derecha) lanzaron contra él, sobre todo en los años en que fue coordinador general de IU y secretario general del PCE

Sí es momento de recordar que Anguita, un buen hombre machadiano (con el tiempo, como al poeta, le recordaremos, sin contradicción, como don Julio y como compañero Anguita), fue un hombre honesto, cabal, un hombre de principios, siempre en primera línea de combate, de resistencia; un imprescindible: el poema de Brecht cobra nuevos sentidos en su caso; un incorruptible, a la Robespierre; un dirigente que escuchaba, enseñaba y aprendía; un comunista muy querido por gentes trabajadoras (sabía conectar con ellas como pocas veces he visto en mi vida); un político (en el mejor sentido de la palabra; su caso es ejemplo de ello) que intentaba hablar siempre con claridad, mojándose, sin ocultarse; alguien que (como ha señalado Enrique Olivas Cabanillas) supo unir como pocos, en su decir y en su hacer, ética y política; alguien del que se mofaron una y mil veces hasta la ignominia por aquello (tan verdadero, tan básico, tan real y tan esencial) de “programa, programa y programa”; alguien que supo (y nos enseñó) que el socialismo, el comunismo, es una lucha ininterrumpida, no para el mañana sino para el hoy; un estudioso que gozaba con la lectura y el estudio; un epicúreo, un amante de la (buena) vida (nada que ver con el lujo ni con el disparate); alguien tan contrario a las puertas giratorias que regresó, modestamente, a su trabajo como profesor de Instituto de bachillerato a los 60 años; un camarada apasionado por la pasión razonada de los de abajo; un comunista democrático que captó bien y en profundidad las dimensiones de los tres grandes problemas que nos acechan, cercanos ya al abismo: las desigualdades asesinas, el cambio climático irresponsable y sus prolongaciones, y el armamento y la guerra nuclear.

Todos recordamos su “malditas sean las guerras” (https://cadenaser.com/emisora/2020/05/16/radio_cordoba/1589627860_741718.html), cuando su hijo Julio Anguita Parrado murió (muy joven) en la guerra imperial de Iraq. No hemos olvidado, por supuesto que no, la caza y captura diseñada en su contra con el infundio de “la pinza” Izquierda Unida-PP de Aznar. Todos recordamos su lucha ininterrumpida por la III República Española y por la unidad de las clases trabajadoras españolas y sus críticas, a veces en minoría de a uno (con la oposición incluso de sus propios compañeros de organización), contra las prácticas históricas, las reales, no las inventadas, de la burguesía catalana (entre lo peor de las burguesías hispánicas afirmó). Nuestra memoria también ha acuñado el sobresaliente papel, siendo ya mayor, que desempeñó en el Frente Único, sin olvidar su incansable trabajo, sin búsqueda de personalismos, en el Colectivo Prometeo.

Me olvido, lo sé, de mil cosas. La lista es interminable.

¿Alguna filosofía que podamos asociarle? La filosofía de la praxis por supuesto. Pero pensada con cabeza propia, aportando, no repitiendo lo sabido (Tengo para mí que, más pronto que tarde, se escribirán tesis doctorales sustantivas sobre sus aportaciones político-filosóficas).

Tal vez se cuidó poco, un corazón demasiado abierto a todos. Más generosidad de la que su cuerpo pudo aguantar.

Una trabajadora amiga, currante donde las haya, escribió el sábado por la mañana al poco de conocer su fallecimiento: “Pobre. No nacerá otro como él nunca más”. No será fácil. El filósofo-filólogo Joaquín Miras lo ha expresado así: “Un hombre íntegro. Probidad es la palabra”. Javier Aguilera lo ha dicho con estas palabras: “La España de Julio. Se nos ha muerto, a la tercera, nuestro amigo y Presidente de la República democrática de los trabajadores, La lucha, sigue… ¡Camarada Julio, nos vemos en la próxima cita secreta! ¡No faltes!”. Enrique Olivas Cabanillas, como decía, ha destacado un nudo esencial: “Le escribo con el espíritu dañado por la muerte de Julio Anguita que ejemplificó, para muchos de nosotros, la unidad entre la política y la ética, que nunca se deben escindir si no se quiere afrontar el riesgo, que padecemos, de olvidar lo más esencial de una cultura de lo común”.

Intento acompañarle en su despedida (que nunca será olvido) con un poema que sé que le gustaba (fue un buen lector de poesía como sabemos) y con una reflexión de Manuel Sacristán (que sé también que era de su agrado).

Los versos finales de un poema de otro andaluz universal, de don Luis Cernuda, cobran también un nuevo sentido con él porque, en su caso, aquella causa que parecía perdida con la desaparición de la URSS, le hizo hablar en ocasiones en un desierto de oyentes mientras tantos, tantos y tantos descubrían las “bondades inagotables” de un capitalismo sin bridas que mostraba su cara más antidemocrática, más antihumana, más antihumanista:

Que aquella causa aparezca perdida,

nada importa;

Que tantos otros, pretendiendo fe en ella

sólo atendieran a ellos mismos,

importa menos.

Lo que importa y nos basta es la fe de uno.

Por eso otra vez hoy la causa te aparece

como en aquellos días:

noble y tan digna de luchar por ella.

Y su fe, la fe aquella, él la ha mantenido

a través de los años, la derrota,

cuando todo parece traicionarla.

Mas esa fe, te dices, es lo que sólo importa.

Gracias, compañero, gracias

por el ejemplo. Gracias

porque me dices/que el hombre es noble.

Nada importa que tan pocos lo sean:

Uno, uno tan sólo basta

como testigo irrefutable

de toda la nobleza humana.

La nota de Manuel Sacristán:

Por eso era esencial saber que el marxismo no es teoría, sino intento de programa (sobre un deseo), que se intenta fundamentar en crítica (Ballestero) y en conocimiento científico. No se debe ser marxista (Marx); lo único que tiene interés es decidir si se mueve uno, o no, dentro de una tradición que intenta avanzar, por la cresta, entre el valle del deseo y el de la realidad, en busca de un mar en el que ambos confluyan.

El marxismo no es teoría, es intento de programa. Siempre lo tuvo presente.

Por la cresta, por el valle del deseo y el de la realidad, en busca de un mar en el que ambos concluyan, por ahí transitó Julio Anguita.

Que la tierra te sea leve querido compañero, querido camarada, querido maestro. Hasta la victoria siempre.

PS. Un discurso que merece ser recordado (de 1999):  https://www.youtube.com/watch?v=cwuDyhU0FSs.

Tres de sus últimas intervenciones (tan lúcido, claro y didáctico como siempre):

1) 4 de mayo de 2020, cadena SER: https://www.youtube.com/watch?v=dPew7jLQWsE&feature=youtu.be.

2) En nombre del Colectivo Prometeo: https://cordopolis.es/2020/05/04/anguita-y-el-colectivo-prometeo-impulsan-un-manifiesto-reflexivo-en-reaccion-a-la-crispacion/

3) 10 de mayo de 2020:  https://www.youtube.com/watch?v=cpsFDLiXjMM&feature=youtu.be

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/julio-anguita-un-companero-imprescindible-maestro-de-todos-que-fue-en-serio/

Comparte este contenido:

Francia: Pediatras franceses, ‘urge controlar el miedo’

Europa/Francia/17-05-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

Redacción PARÍS
EFE

“Los niños deben volver al cole, y hacerlo cuanto antes”, fue el consenso de los pediatras franceses ante miles de padres que no se animan a mandar a sus hijos a las escuelas primarias que, en toda Francia, se abrieron esta semana.

La vuelta al cole en Francia tras el confinamiento ha comenzado para los más pequeños, que encontraron sus clases medio vacías no sólo por las medidas de distancia social, sino por la decisión de muchos padres de dejar a sus hijos en casa.

El consejo científico que asesora en la desescalada prefería un retorno en septiembre, pero tanto el gobierno del presidente, Emmanuel Macron, fueron tajantes: hay que impedir que haya niños que se descuelguen de la escuela desde las edades más tempranas.

Por esa razón, alumnos de infantil y primaria regresaron este lunes a los colegios en provincias y hoy lo hicieron los de París y periferia, comenzando por los cursos considerados prioritarios y por los hijos de trabajadores indispensables contra la pandemia y alumnos vulnerables.

92% de las escuelas parisinas reabren sus puertas.Los pediatras van incluso más allá al reclamar más pragmatismo y abandonar las medidas sanitarias draconianas en las escuelas que «se alimentan de temores no basados en los hechos y generan ansiedad».

La decisión gubernamental de reabrir los colegios se sustenta en varias patas. Una es evitar que haya alumnos que se queden rezagados, pero también influyen razones económicas, como permitir que los padres retomen el trabajo, y sociales, como asegurar a muchos niños desfavorecidos la comida sana de la cantina.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102318401/pediatras-franceses-urge-controlar-el-miedo

Comparte este contenido:

España: Murcia, entre las comunidades donde es más caro estudiar un doctorado

Europa/España/07-05-2020/Autor y Fuente: www.tercerainformacion.es

El Consejo de Estudiantes de la Universidad de Murcia lamenta “la falta de apoyo de la Comunidad a los jóvenes investigadores” y pide revisar en la próxima Orden de Precios esta situación.

Comunicado Consejo de Estudiantes de la Universidad de Murcia

Según datos recientemente publicados por el Observatorio del Sistema Universitario, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia se sitúa entre las regiones en las que es más caro cursar un Doctorado.

Los precios públicos por tutela para los doctorandos murcianos ascienden a 388€ por año, cifra solo superada por la Comunidad de Madrid, con 390€, Castilla y León, 400,85€ y Cataluña, 401,12€. El importe que tienen que pagar estudiantes de Doctorado murcianos contrasta con los apenas 60,30€ de los vecinos andaluces, los 104€ de los extremeños o los 200€ de gallegos y canarios.

La media nacional se sitúa, según datos del curso 2019/2020, en 261,44€, por lo que Murcia la superaría en 126,56€. A este importe los estudiantes tienen que sumar gastos administrativos, como el coste de gestión de expediente, por lo que terminan pagando 412€ anualmente. Esta situación se complica en el caso de los estudiantes que se matriculan en régimen de tiempo parcial, pues pagan la misma tasa durante los hasta 8 años que puede durar su doctorado.

La Delegación de Estudiantes de la Escuela de Internacional Doctorado, así como el Consejo de Estudiantes de la Universidad de Murcia (CEUM), lamentan estos datos. Tal y como indica el presidente del CEUM, José Miguel Rojo, “nuestros doctorandos son la mejor apuesta de futuro que podemos hacer” y pide a la Consejería de Empleo, Investigación y Universidades una “revisión a la baja del precio público por la tutela de Doctorado hasta alcanzar la media española”.

Rojo señala que “ya es bastante difícil de por sí poder cursar un Doctorado como para que la Administración añada un precio excesivo”. Para la Delegación de Estudiantes de Doctorado “entre las políticas básicas de investigación debe encontrarse una promoción del acceso a los estudios de doctorado en máximas condiciones de igualdad”.

Fuente: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/2020/05/15/murcia-entre-las-comunidades-donde-es-mas-caro-estudiar-un-doctorado
Imagen:  Steve Buissinne en Pixabay
Comparte este contenido:

Portugal: O percurso pelas ciências sociais de Boaventura de Sousa Santos (Vídeos)

Boaventura de Sousa Santos é um dos académicos de referência de Portugal. Com um trabalho notável na área da sociologia, prossegue com um percurso de discussão sobre a sociedade e as suas constantes transformações e metamorfoses, que é reconhecido nos quatro cantos do mundo, com traduções das suas obras para inúmeros idiomas. No entanto, na sua Universidade de Coimbra, faz parte, também, da sua história institucional, sendo responsável pelo seu Centro de Estudos Sociais e também por pertencer ao grupo de docentes que gizaram a criação da sua Faculdade de Economia. De igual modo, tem poesia escrita, tendo já lançado algumas coleções de poemas durante os inícios do presente século (entre outros, destaca-se “Escrita INKZ”, um anti-manifesto lírico de 2004).

Boaventura de Sousa Santos nasceu na aldeia de Quintela, no concelho de Penacova, Coimbra, a 15 de novembro de 1940. O seu percurso académico seria pautado pela licenciatura em Direito (a de Sociologia viria mais tarde, na abertura da Faculdade de Economia e do respetivo curso) na Universidade em Coimbra, em 1963, para além de se vir a doutorar na Universidade de Yale, nos Estados Unidos, em 1973. A sua tese de doutoramento debruçou-se sobre a realidade do Jacarezinho, uma favela no Rio de Janeiro, que lançaria em obra com “O Direito dos Oprimidos”. Abordaria, acima de tudo, o direito informal que atuava na resolução dos conflitos locais através da sua associação de moradores. No meio destas duas formações, esteve em Berlim a estudar Filosofia do Direito, realizando uma pós-graduação. Tornar-se-ia professor na Faculdade de Economia da Universidade de Coimbra, que ajudou a fundar e a instituir, tendo já sido assistente pouco tempo antes de ter viajado para os Estados Unidos. Aliás, o seu curso, então lecionado pela Faculdade de Letras, viria a passar para a de Economia, onde passou a lecionar. Atualmente, é professor catedrático jubilado dessa instituição.

Entre os diversos artigos científicos aos quais dá autoria, algumas obras de destaque do seu trabalho enumeram-se de seguida:

  • “Um Discurso sobre as Ciências” (1987);
  • “Pela Mão de Alice – o Social e o Político na Pós-Modernidade” (1994);
  • “Toward a New Legal Common Sense” (1995);
  • “A Crítica da Razão Indolente – Vol. I” (2000);
  • “O Fórum Social Mundial: Manual de Uso” (2005);
  • “A Gramática do Tempo: Para uma Nova Cultura Política” (2006);
  • “As Vozes do Mundo” (2008);
  • “Epistemologias do Sul” (2009);
  • “Se Deus fosse um Ativista dos Direitos Humanos” (2013)
  • “The End of the Cognitive Empire” (2018)

Poucos anos depois, em 1978, seria responsável por um grupo de investigadores que, ao abrigo da Revista Crítica de Ciências Sociais, decidiu desenvolver o Centro de Estudos Sociais na Universidade de Coimbra. Com o objetivo de ser um pólo transdisciplinar de investigação e de formação na área das ciências sociais, procurou acompanhar as transformações da sociedade contemporânea, desenvolvendo um trabalho científico sobre os seus desafios e as suas oportunidades. Para isso, e para além de trabalhos efetuados em cooperação com outras instituições nacionais e internacionais, realizaram diferentes certames, aproveitando as novas fontes de financiamento à comunidade académica.

Grande parte deste seu contributo académico ajudou-o a que também se tornasse professor visitante em diferentes instituições de vários países, tanto em Inglaterra como nos Estados Unidos. As áreas de interesse vocacionam-se principalmente para a Sociologia Política, a epistemologia, os estudos pós-coloniais, a globalização, os direitos humanos, a democracia participativa, os direitos humanos e a Sociologia do Direito, tendo trabalho de campo com observação direta e participante efetuado em diferentes países, tanto de língua portuguesa, como outros mais periféricos. A sua carreira investigadora começou, de forma consistente, precisamente, por se desenvolver já nos anos 1980, ampliando os seus horizontes na tentativa de encontrar, nas periferias, outras mundividências que pudessem funcionar como um contributo de melhoria da mundividência nacional e até europeia.

Explorou, assim, diferentes realidades na Ásia, na África e na América do Sul. O seu trabalho ajudou a impulsionar aquilo que seria o Fórum Social Mundial, vocacionado para encontrar diferentes vias para uma transformação social global, alicerçando-se numa perspetiva igualitária entre os diferentes países e numa rede entre eles cada vez mais ampla. Afeiçoou-se, assim, às chamadas “epistemologias do Sul”, isto é, os entendimentos, os paradigmas e os percursos científicos e o próprio estudo desse conhecimento recolhido, cruzando essas periferias com a posição mundialmente “semiperiférica” de Portugal.

O seu interesse na sociedade civil assegurou-se, de igual modo, com o cargo de coordenador científico do Observatório Permanente da Justiça Portuguesa, projeto albergado pelo seu Centro de Estudos Nacionais; com a finalidade de fomentar a aprendizagem do Direito, assim como acompanhar a atuação das instâncias penais e jurídicas do país. Aliás, o papel do organismo vem aumentando de preponderância, sendo um dos primeiros a produzir relatórios sobre o funcionamento dos seus órgãos. A isto, complementa-se, entre outros projetos, alguns desenvolvidos no âmbito da União Europeia. Foi com isso que liderou o projeto “ALICE – Espelhos estranhos, lições imprevistas: definindo para a Europa um novo modo de partilhar as experiências do mundo”. É uma visão de fora para dentro, tendo em linha de conta a possibilidade da UE e dos seus estados-membros poderem progredir no sentido da democratização, do constitucionalismo, da interculturalidade, da economia não-capitalista e dos direitos humanos. Sousa Santos foi já galardoado com diferentes doutoramentos Honoris Causa, assim como com o grau de Grande Oficial da Ordem Militar de Sant’Iago de Espada em 1996.

Antes, havia já fundado o Centro de Documentação 25 de Abril, criado em 1984, numa proposta de um grupo de investigadores que Boaventura encabeçou. O objetivo deste centro passou, assim, por fazer uma recolha de documentação nacional e internacional sobre as questões que envolveram o pré, o pós e o próprio processo do 25 de abril, da Revolução que ocorreu em Portugal e que impeliu à queda do regime ditatorial. A essa documentação, importava-lhe, também, organizar e pô-la à disposição da comunidade científica para ser objeto de investigação. É, atualmente, um dos mais relevantes acervos da história nacional.

Boaventura de Sousa Santos deu origem a vários conceitos novos no campo da Sociologia. Apresentou a dualidade da sociologia das ausências e a sociologia das emergências. A primeira corresponde a uma investigação sobre aquilo que não existe, que é assumido como algo que é ativamente produzido para assumir esse papel, proporcionando uma alternativa àquilo que existe. O seu objetivo passa, assim, por fazer com que aquilo que é impossível possa tornar-se possível e, por correspondência, as ausências se possam transformar em presenças. Para que isto se possa concretizar, existem cinco modos: o da monocultura do saber e do rigor do saber (na forma de ignorância ou de incultura), o da monocultura do tempo linear (na forma do que fica ultrapassado ou daquilo que é simples ou subdesenvolvido), o da lógica da classificação social (na forma do que é insuperavelmente inferior), o da lógica da escala dominante (na forma do que é particular ou do que é local, fechadas em pequenas escalas), e o da lógica produtivista (na forma do que é estéril e pouco profissional, no ponto de vista laboral).

Já a segunda, a sociologia das emergências procura visualizar o futuro, ao contrário do presente que é escrutinado pela das ausências. Aqui, o futuro é visto como um conjunto de possibilidades plurais, que podem ou não ser concretas, dando a perspetivar as alternativas que permitem ampliar o presente. Abre-se num contexto daquilo que pode ser e do que as próprias capacidades existentes permitem prever. Ambas permitem, assim, desacelerar o presente e efetuar uma vigilância ética atenta, particionando o presente no seu estudo e no estudo da sua sociedade (tipificada entre capitalismo, colonialismo e patriarcado). Outro conceito importante no seu pensamento é o de ecologia dos saberes, que é um encontro entre o conhecimento científico e o popular, cruzando a ciência com a sabedoria local, permitindo uma maior abrangência em relação ao desconhecido e opor-se à monocultura do conhecimento. A premissa que fica assente é a do conhecimento ser “interconhecimento”.

A sua posição crítica em relação ao pensamento moderno ocidental permanece com o estudo das linhas abissais que dividem o estudo da realidade à disposição, distinguindo o existente do inexistente. Aquilo que fica para lá dessas linhas é aquilo que se deve tornar invisível, gerando distinções que fragmentam o conhecimento. Assim, defende o pensamento pós-abissal, recetivo à diversidade do mundo e à sua plenitude, capaz de lhe dotar dessa ecologia de saberes, reconhecendo a pluralidade dos conhecimentos e colocando-os a interagir. Assim, esse pensamento estrutura-se a partir da co-presença radical, em que as diferentes práticas e os diferentes agentes dos dois lados das linhas abissais são simultâneos e, como tal, contemporâneos, assim como a renúncia a uma epistemologia que se negue a ser geral. Renuncia, assim, àquilo que entende como o epistemicídio, ou seja, a aniquilação e a invisibilidade de saberes e de culturas que ficam de parte dessas linhas abissais. Reconhece que se trata de um resultado da herança das relações coloniais, que incapacita as ex-colónias de poderem fazer parte da criação do conhecimento.

Do ponto de vista da Sociologia do Direito e do estudo da própria sociologia cruzada com a política, há outros termos de elevado interesse que Boaventura giza. Um deles é a interlegalidade, uma nova fenomenologia do Direito. Isto é, existem várias normativas do Direito que se cruzam e que combinam no julgamento e na resolução de situações, de conflitos e de casos que concernem a grupos sociais e aos seus cidadãos. Cruzam-se os instrumentos jurídicos oficiais com o direito consuetudinário (as normas associadas aos costumes e às regras que, embora não sejam leis, orientam o comportamento de uma comunidade e de quem nela participa), o direito comunitário, o direito local e até o direito global. A personalidade jurídica é, assim, aos olhos do sociólogo, algo cada vez mais complexo e híbrido, que deriva das experiências com diferentes ordens, tornando-as mais permeáveis a um diálogo e a uma atuação articulada.

Este pluralismo jurídico ajuda a que outro conceito se possa exprimir: o do Estado heterogéneo. Aqui, entram em coexistência diferentes lógicas de regulação que são protagonizadas por diferentes instâncias, que, muitas vezes, não têm comunicação entre si. A isso, contribui a crescente globalização, que reforça este tecido de várias ordens normativas, com variações ao longo do tempo e com a absorção de nuances vindas da diversidade cultural, que ajudam a que haja, porém, várias incoerências no seu funcionamento. Casos muito exemplares disto são os próprios países que já foram colónias, cuja herança cultural e normativa é diversa e intensa. Muitas vezes, são heranças antidemocráticas, reproduzindo formas de pensamento que descuram as experiências sociais. A isto, o pensador chama a razão indolente. A isto, subjaz uma postura apática e submissiva, fechando o horizonte a possíveis alterações e transformações, que podem e devem ser feitas. De igual modo, fecha-se numa racionalidade que é única e considerada até absoluta, não existindo outra forma de pensar e de viver, impossibilitando que outro paradigma se instale.

É de forma similar que observa outro tipo de razão: a metonímica. Esta, no entanto, vê a totalidade como imperativo da ordem, em que o todo tem primazia sobre todas as partes pelas quais é constituído. As partes só estão habilitadas a relacionar-se com o conceito do todo, havendo só simples variações que afetam o todo e as suas partes. Boaventura associa este tipo de razão à modernidade ocidental, fechando-se naquele todo e limitando a compreensão do mundo e, por conseguinte, a sua própria compreensão. Dão o mote para que se desenhe um conjunto de relações de dominação social entendidas como parte do fascismo social. Assiste-se à crise do contrato social, estabelecido entre Estado e seus cidadãos, desvalorizando-se as premissas da igualdade, da liberdade, da justiça e da solidariedade em prol de um crescente individualismo, em que cada um por si (ou organizados em pequenos grupos) procuram a satisfação dos seus próprios interesses. Implicada está, assim uma dominação à qual só a reivindicação dos direitos por parte de quem é oprimido é a solução. Este pode ter raiz nas relações de trabalho, nas relações de habitação (condomínio ou arrendamentos), nas relações financeiras (credor-devedor), entre outras. São modos de produção do poder social que ajudam a vislumbrar uma crise do atual moderno civilizacional ou, num discurso mais científico, do paradigma da modernidade.

Isto não deixa de antever, em relação ao paradigma dominante, o surgimento do paradigma emergente. Ao paradigma dominante, Boaventura acusa-o de ser distante e de não ter a capacidade de interferir com o objeto científico. Com o paradigma emergente, pretende, assim, uma relação mais estreita entre sujeito e objeto, identificando a sua reciprocidade como aquilo que fundamenta essa relação. O estudo direto do objeto pretende, assim, conseguir estudar, de forma indireta, o sujeito, sendo este, por sua vez, uma extensão do objeto. A isso, ajudam as causas da pluridisciplinaridade e da transdisciplinaridade, tornando mais estreita a convivência entre as ciências naturais e as sociais. Alega, até, que todo o conhecimento científico natural é científico social, devendo ser olhado de diferentes prismas metodológicos, procurando evitar a neutralidade e a não-interferência, sendo que, para o sociólogo, “todo o conhecimento é autoconhecimento”. Em vista, o conhecimento procura a construção de um novo senso comum, o que abre as portas a que este paradigma emergente seja, também, substituto do que domina a sociedade, abrindo as portas para que a ciência possa conceder sabedoria de vida.

Boaventura de Sousa Santos é, assim, um dos sociólogos de referência em Portugal, para além de ser assiduamente citado nas questões associadas à Sociologia do Direito pela comunidade académica internacional. O seu trabalho é de importância avultada, que contribui, ainda hoje, com muito para que a investigação científica possa ser mais profissionalizada e para que possa encontrar o seu espaço na sociedade civil. Assume, assim, um papel de charneira entre a sociedade e a comunidade académica, ligando-a à problematização da atualidade e conseguindo, com ela, produzir conhecimento e novas orientações para novas perceções da realidade. Esclarece, de igual modo, que a ciência pode e deve colocar em equação aquilo que se dá como assumido, tecendo diferentes caminhos para possíveis prescrições passadas ao Estado e aos seus. A importância que granjeou permanece, assim, como fundamental para que o que se faz no âmbito das ciências sociais portuguesas possam, nos dias de hoje, estar capacitadas em quantidade, em qualidade e em utilidade.

Fuente: https://www.comunidadeculturaearte.com/o-percurso-pelas-ciencias-sociais-de-boaventura-de-sousa-santos/

Comparte este contenido:

Daniel Innerarity: “Que sanidad y educación ganen peso es una de las pocas noticias ilusionantes de esta devastación”. País Vasco

Redacción: La Marea

En un contexto de enorme incertidumbre es cuando más falta hacen mentes lúcidas como las de Daniel Innerarity, catedrático de filosofía política de la Universidad del País Vasco y colaborador en varios medios de comunicación. “De las ruinas no surge necesariamente el nuevo orden y el cambio puede ser a peor”, nos advierte.

¿Cómo le ha pillado esta situación?

Seguramente como a todos: desprevenido. Me consuela pensar que aprenderemos más de ella quienes no sabíamos que iba a venir y todavía tampoco tenemos del todo claro qué va a cambiar después. Nuestro mundo se caracteriza porque, además de cambios graduales o previsibles, cada vez hay más lo que se viene llamando cambios discontinuos, repentinos, no anticipados, y que modifican las sociedades de un modo catastrófico. Una pandemia es un caso típico de esta clase de acontecimientos. La dificultad de predecir estas irrupciones no es solo acerca de cuándo van a suceder sino incluso sobre su naturaleza, de manera que no sabemos exactamente qué va a suceder (o qué ha sucedido y qué va a cambiar después).

Este es un territorio que desconocemos, también quienes tienen que gestionarlo, expertos y políticos. De ahí que las decisiones para hacer frente a la crisis tengan un cierto carácter de improvisación y experimento, e incluso estén llenas de errores, especialmente cuando no se ha identificado bien la naturaleza del problema. La mayor parte de estas equivocaciones prácticas obedecen a falta de conocimiento, bien porque no se ha hecho el esfuerzo correspondiente (generación de saber experto, deliberación colectiva, previsión y estrategia), bien debido a que la propia naturaleza de estos fenómenos los pone fuera del alcance de nuestro conocimiento.

Los efectos de esta crisis aún se desconocen, pero ¿podemos empezar a sacar algunas conclusiones, algunas lecciones?

Las catástrofes proporcionan evidencias del daño, pero no de la sanación. Esa idea que algunos defienden de que del sacrificio procede la emancipación es tan increíble como asegurar que de esa conmoción vayan a beneficiarse los que más lo necesitan. Hay en esta expectativa al menos dos supuestos difíciles de creer: que lo negativo produzca lo positivo y que esa nueva positividad se vaya a repartir con equidad. De las ruinas no surge necesariamente el nuevo orden y el cambio puede ser a peor. Los tiempos de crisis pueden llevar a ciertas formas de desestabilización que representen una oportunidad para los autoritarismos y populismos iliberales.

Nuestra realidad social y política tiene muy poco que ver con el tipo de alteraciones de otra época, la de las revoluciones clásicas, las implosiones de regímenes, el hundimiento de las civilizaciones y los pronunciamientos o golpes de estado. Las democracias liberales son los espacios políticos en los que las expectativas de cambio están equilibradas —en ocasiones, mal equilibradas— por las resistencias a cambiar y donde esa voluntad de transformación se canaliza en vías incrementalistas. No hay ningún acontecimiento natural que nos vaya a ahorrar el trabajo transformador. Este no es un argumento contra el cambio, pues no hay cosa menos transformadora que la nostalgia de lo completamente otro.

En términos de organización social, ¿es de los que piensa que cuando esto termine nada volverá a ser igual, o que todo volverá a su cauce?

Repiten los libros de autoayuda que no debemos malgastar una buena crisis, que son momentos de oportunidad. Las crisis son momentos de cambio por las mismas razones que pueden serlo de conservación o de retroceso. Que nos decidamos por lo uno o lo otro es algo que no nos enseña ningún manual para salir de las crisis, sino que depende de las decisiones que adoptemos. Nada nos asegura el aprendizaje tras las crisis. Podría ocurrir que un mundo se hubiera acabado y que lo siguiéramos pensando con categorías de otro tiempo y gestionándolo como si nada hubiera pasado.

La especie humana debe su supervivencia a la inteligencia adaptativa, compatible con que en muchos aspectos sigamos instintivamente aferrados a lo que hasta ahora había funcionado. En ese caso andaríamos como zombis en medio de serias advertencias que no terminamos de tomarnos suficientemente en serio, como si la situación natural del ser humano fuera el despiste y la sociedad el lugar en el que se realiza esa enorme distracción colectiva.

Desde hace un mes, el debate patriótico parece haber desaparecido de la agenda mediática. ¿Es un fenómeno momentáneo o a partir de este momento los temas sociales, como la sanidad o la educación, ganarán peso en la política y los medios?

A una crisis sanitaria de estas dimensiones, que continuará con una crisis económica, inevitablemente tiene que seguirle una crisis política, por la cual no deberíamos entender un cambio de gobierno (que no tiene por qué suceder) sino algo más radical: un cambio en las agendas políticas debido a un reordenamiento de las prioridades. Esto no significa que vayan a desaparecer o disolverse por arte de magia algunos problemas (como ha profetizado alguno en relación con la cuestión territorial, seguramente porque lo desea, no tanto porque así se constate), sino que van a quedar condicionados a otros problemas o van a ser enfocados de otro modo.

Que la educación y la sanidad ganen peso en la nueva agenda política es una de las pocas noticias ilusionantes de esta devastación. Mejoraremos las tecnologías de la educación a distancia, pero también revalorizaremos a la escuela como espacio físico e institución que iguala más que las familias. Y la sanidad pasará a ser considerada como un asunto que tiene que ver también con la seguridad.

¿Nos empezaremos a respetar más a partir de ahora o seguiremos insultándonos en las redes?

Una catástrofe no cambia la condición humana y los que son proclives al insulto puede que encuentren ahora y después más motivos para hacerlo. Otra cosa es el pluralismo político, que seguirá existiendo después de la crisis y que se pondrá de manifiesto en cuestiones como que no estamos de acuerdo ni en cómo abordar la crisis ni en cómo debería ser el mundo después de ella.

Por supuesto que hay salidas de esta crisis que parecen más razonables que otras e incluso algunas decisiones que se acercan mucho a lo indiscutible. Pero no deberíamos olvidar que hay una pluralidad de opiniones sobre lo deseable y que el único modo de decidir acerca de cuál es la dirección adecuada de ese cambio enfático que por todas partes se proclama es el debate democrático. Incluso donde algo se desmorona no siempre es evidente qué debe reemplazarlo y el diálogo democrático es lo que debe ponerse en marcha cuando algo no está del todo claro.

¿Los ‘pactos de la Moncloa 2.0’ son posibles y necesarios?

Pienso que la dimensión competitiva, electoralista y cortoplacista es excesiva en nuestro sistema político. De qué modo puede corregirse esto es una cuestión a la que pueden darse varias respuestas, pero algo habrá que inventar a este respecto. Y me gustaría advertir que la puesta en marcha de un proceso de acuerdo en esta línea debería incluir a más agentes políticos de los que podían gestionar una transformación de esa envergadura en 1977, pero también que las relaciones entre esos agentes debe ser más horizontal e integradora. Por decirlo gráficamente (y todo el mundo entenderá a qué me refiero), ahora, por así decirlo, el que se mueve sí que sale en la foto…

En Italia cobra fuerza la idea del aprobado general en la educación superior. En España esta opción no parece estar sobre la mesa, aunque algunas voces la reclaman. ¿Cómo lo ve?

El confinamiento está poniendo de manifiesto que la escuela, con todas sus limitaciones, es un instrumento de igualdad. Un aprobado general sería una caricatura de igualdad, pero tenemos que pensar algún instrumento de calificación que tenga en cuenta las circunstancias extraordinarias en las que nos encontramos, que no regale nada pero que tampoco castigue el esfuerzo.

Han enfermado muchos políticos, gente famosa, ricos, personas que habitualmente no usan (y seguramente no valoran) la sanidad pública. De alguna manera, la percepción de determinadas capas sociales sobre lo público debería variar, ¿no cree?

No comparto ese argumento porque da a entender que todos los políticos son necesariamente una casta alejada e insensible a las inquietudes de los demás. Es verdad que hay políticos sin empatía, pero creo que en general nos representan bastante bien, incluidas nuestras miserias. Oponer una élite inepta e insensible a un pueblo sabio y generoso es un autoengaño que sirve para situarnos a la ciudadanía fuera de cualquier horizonte de responsabilidad.

Escribía usted en un reciente artículo que ahora nos sentimos más desprotegidos y vulnerables, porque ni el Estado ni la UE nos ha protegido. Eso podría reforzar las actitudes individualistas y egoístas. Pero, sin embargo, por primera vez en muchos años muchos gobiernos, entre ellos el español, están renunciando al mantra de la austeridad presupuestaria…

La crisis del coronavirus ha llegado a una Europa desprevenida, cacofónica, y dispuestas las tensiones entre los clásicos alineamientos de sus estados miembros, básicamente entre el Norte y el Sur. Recogidas estas críticas, me gustaría señalar alguna inconsecuencia de este poner el foco en las instituciones europeas como el clásico ejercicio de “echar las culpas a Bruselas”, que en ocasiones no es muy riguroso. ¿Por qué hablamos de Europa cuando queremos decir Alemania u Holanda?

Hacemos culpable a Europa cuando no hemos querido dotarla del nivel de integración que sería necesario para hacer frente a una crisis como esta. Una vez pasado el primer momento de urgencia e instalada la crisis entre nosotros, el debate gira en torno a qué medidas tomar en una crisis que va a ser duradera. No hay vía libre a los eurobonos (como querían los países del Sur y rechazaban los del Norte) pero tampoco habrá condiciones para los préstamos, de manera que ni unos países ni otros han conseguido exactamente lo que querían, como es corriente en las negociaciones que caracterizan a esa entidad política tan peculiar que es la UE.

¿Las medidas económicas que ha tomado el Gobierno de Pedro Sánchez son las adecuadas?

Todos los partidos tienen responsabilidades en alguna institución, por lo que el reproche al que vamos a asistir en los próximos meses, siendo inevitable, me parece de las cosas menos beneficiosas de esta crisis. Cuando hay que juzgar a nuestros representantes, me acuerdo de una anécdota del gran Thoreau, un ecologista norteamericano que vivió mucho tiempo en una cabaña perdida en el bosque. Se cuenta que un sacerdote fue a verle cuando estaba moribundo para aportarle los consuelos de la religión y evocarle otro mundo, el del más allá. A lo que Thoreau, sonriendo levemente, le habría respondido: “Por favor, un solo mundo a la vez”.

Al margen del asunto religioso, una cuestión inquietante se nos plantea en la vida con frecuencia: ¿a cuántos mundos pertenecemos? ¿Cuántas cosas tenemos que tener en cuenta a la vez? ¿Cómo compatibilizamos las diversas perspectivas posibles sobre la realidad? La figura del payaso de circo teniendo que mantener en movimiento varios platos al mismo tiempo es una buena ilustración del lío de la vida y del dramatismo de algunas decisiones que equivalen a dejar caer uno de esos platos. Momentos como las crisis nos ponen delante esta diversidad de perspectivas de una manera trágica.

Quienes han tenido que tomar las decisiones más importantes para hacer frente a la crisis del coronavirus no podían permitirse el lujo de ocuparse de un solo mundo, sino que tenían que atender a varios al mismo tiempo y con valores e intereses divergentes: el imperativo de la salud pública, en primer lugar, pero también el funcionamiento de la economía, las necesidades de la escolarización, la importancia de la cultura precisamente en estos momentos… Me imagino en su piel decidiendo a favor de algún objetivo que consideraban prioritario y sabiendo que con ello dañaban gravemente a otro. Que haya varias perspectivas sobre un mismo asunto no nos exime de la obligación de acertar con la que es más importante en cada caso; sirve para que caigamos en la cuenta del dramatismo de las decisiones en un entorno de complejidad, como lo es especialmente una crisis. A diferencia de Thoreau, que pasó buena parte de su vida en una cabaña de un bosque, tenemos la suerte y la desgracia de vivir en varios mundos a la vez.

Fuente: https://www.lamarea.com/2020/04/21/daniel-innerarity-que-sanidad-y-educacion-ganen-peso-es-una-de-las-pocas-noticias-ilusionantes-de-esta-devastacion/

Comparte este contenido:

Save the Children reclama 4.200 millones para el sistema educativo

Noticia Global

Falta personal y recursos. Esta es una de las claves que la pandemia ha hecho que mucha gente viera con claridad. Otras ya lo habían hecho y llevaban tiempo denunciando algunas situaciones. Es el caso de Save the Children. La ONG acaba de hacer público un documento en el que repasa la situación que ha dejado a la vista el estado de alarma, como la orilla cuando baja la marea.

El cierre de centros educativos en todo el país y la puesta en marcha de un sistema de enseñanza a distancia (en línea o no) ha supuesto y supone enormes retos y abre, aún más, algunas de las brechas que el sistema educativo presencial podía, cada día, intentar salvar: la falta de recursos materiales de muchos alumnos, la brecha de estudios de las familias, la falta de personal de atención a la diversidad, de orientación, de trabajadores sociales… La lista es larga y no solo afecta a los centros.

Save the Children también se centra en los problemas que provocará la crisis económica que ya muchas familias están padeciendo en relación a la posible o efectiva pérdida de ingresos en estas semanas y en las venideras, así como las condiciones de vida de muchas de ellas. La falta de espacios o el hacinamiento en muchas viviendas, por ejemplo. También, la propia situación de confinamiento, de aislamiento en la que se encuentran muchas niñas y niños en todo el país.

Pero, además de señalar las brechas que se van abriendo, la ONG pone sobre la mesa una completa batería de medidas que cree imprescindibles para recuperar la situación, no solo ahora, también durante los meses de verano y a partir del próximo curso.

Y cifra en 4.200 millones de euros las inversiones que el Gobierno y las comunidades autónomas deben poner sobre la mesa para hacerlo. Un dinero que habría que invertir, por ejemplo, en la contratación de más personal de apoyo, de orientación y PTSC para evitar, en buena medida, las dificultades en el seguimiento del curso, en el afrontamiento del próxmo y ante el riesgo de desenganche de mucho alumnado que, fácilmente, podría llenar las estadísticas de abandono y fracaso escolar en un futuro relativamente cercano.

Álvaro Ferrer, técnico de incidencia política y equidad educativa de la ONG tiene claro que «estamos en un momento difícil» económicamente hablando, pero hay que planificar «con lógica a largo plazo». Catalina Perazzo, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia en Save the Children es más directa: «La educación necesita un plan Marshall».

Propuestas

Debe haber una potente inversión, «contracíclica», señala Perazzo, que ponga en el centro de la recuperación, también, a la educación con la visión puesta en la equidad. Al menos, así lo cree Andrés Conde, director de Save the Children. «Sin inversión hay un riesgo muy importante de que paguemos cara la brecha de desigualdad educativa que se va a generar en términos de repetición, de trayectorias educativas desiguales, abandono escolar. Tenemos que invertir ahora en recursos», asegura Álvaro Ferrer. Insiste Conde en que el Gobierno debe liberar recursos para que las comunidades autónomas puedan acometer las inversiones.

Entre ellas, la puesta a disposición del alumnado con más dificultades de recursos tecnológicos suficientes, en préstamos, para que puedan hacer frente a una posible vuelta a las aulas en un sistema mixto, presencial y a distancia. A esto, habría que poner dinero sobre la mesa para ofrecer la formación suficiente al personal docente para adecuarse a esta forma de enseñanza ya que la ONG ha detectado, en los centros donde desarrolla su labor en España, una gran escasez de formación pedagógica en el uso de las tecnologías.

También se apuesta por la recuperación de los programas PROA que estuvieron funcionando hasta 2011, con especial foco en el refuerzo inversor en recursos personales y materiales para los centros que escolarizan al alumnado con mayores dificultades socioeconómicas. Que, recuerda Andrés Conde, ya estaba antes infrafinanciado en muchos territorios.

Save the Children defiende, de cara al próximo curso, la puesta en marcha de proyectos curriculares en horario extraescolar para grupos pequeños de alumnos que estén en mayor riesgo de desconexión y futuros fracaso y abandono escolares, retomando también los PROA. También, la urgente revisión de los currículos de las materias para acercarse a un enfoque más competencial, agrupados también por áreas de conocimiento frente a las materiasl encapsuladas.

Y de cara al verano, propone, a expensas de la situación sanitaria en el territorio, la puesta en marcha de una gran cantidad de campamentos de verano, de cuatro o ocinco semanas de duración, con grupos nno mayores de 15 chicas y chicos, en los que deben tratarse contenidos curriculares de manera clara. «Son los criterios que sabemos que funcionan en este tipo de intervenciones», asegura Ferrer.

En este sentido, el técnico de Save the Children, mira hacia programas como Educació 360 en Cataluña que ya desde hace algún tiempo intentan alinear los aprendizajes formales con los informales, el dentro y fuera de la escuela.

Otra de las necesidades que quiere cubrir la organización tiene que ver con el bienestar psicoemocional de la infancia en este confinamiento y después. De ahí su apuesta por refozar los equipos de orientación de los centros, así como la apuesta por la contratación de más PTSC (profesor técnico de servicios a la comunidad) que puedan ayudar al alumnado con más dificultades a no desengancharse de los centros, de su profesorado y del resto de estudiantes.

The post Save the Children reclama 4.200 millones para el sistema educativo appeared first on El Diario de la Educación.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/12/save-the-children-reclama-4-200-millones-para-el-sistema-educativo/

Comparte este contenido:

En el contexto de la COVID-19, la UNESCO moviliza a 122 países para promover la ciencia abierta y una mayor cooperación

Europa/Paris/Noticias Unesco

En Marzo 2020 la UNESCO celebró una reunión virtual de representantes de los ministerios de ciencias de todo el mundo. Participaron en ella 77 ministros, comprendidos secretarios de Estado, en representación de un total de 122 países, así como la Sra. Mariya Gabriel, Comisaria Europea de Investigación e Innovación, la Sra. Sarah Anyang Agbor, Comisaria encargada de las ciencias de la Unión Africana, el Sr. Moisés Omar Halleslevens Acevedo, ex Vicepresidente de Nicaragua y el Dr. Soumya SWAMINATHAN, Director Científico de la Organización Mundial de la Salud.

El propósito de la reunión era debatir acerca de la importancia de la cooperación internacional en materia de ciencias y de una mayor inversión en esos ámbitos en el contexto de la COVID19.

Se trató ampliamente la importante cuestión de la ciencia abierta, sobre la que la UNESCO ha estado preparando una recomendación internacional desde noviembre de 2019.

La Directora General de la UNESCO, Sra. Audrey Azoulay, hizo un llamamiento a los gobiernos para que intensificaran la cooperación científica e integraran la ciencia abierta en sus sistemas de investigación a fin de prevenir y atenuar las crisis mundiales.

“La pandemia de COVID-19 nos sirve para tomar conciencia de la importancia de la ciencia tanto para la investigación como para la cooperación internacional. Esta crisis también pone de manifiesto la necesidad urgente de mejorar el intercambio de conocimientos a través de la ciencia abierta. Ha llegado el momento de que todos nos comprometamos”, dijo la Sra. Audrey Azoulay.

Según la Sra. Swaminathan (OMS), “la colaboración es fundamental para el conocimiento y el intercambio de datos, así como para lograr avances en la investigación sobre la COVID-19. En un momento en el que las barreras comerciales y los obstáculos logísticos impiden la circulación de bienes esenciales, es importante destacar que se deber permitir que la ciencia dirija la respuesta mundial a esta pandemia”

Por su parte, la Sra. Anyang Agbor (Unión Africana) subrayó que “África necesitaba una empresa de investigación más sólida que pudiera movilizar al mundo universitario y a los sectores público y privado. La Unión Africana reconoció a finales del pasado año que la ciencia abierta podía cambiar la situación en la lucha contra las desigualdades”.

Durante las últimas semanas, la comunidad científica internacional se ha movilizado para responder a la emergencia, compartiendo y poniendo a disposición gratuitamente los resultados de las investigaciones, y mediante una reforma sin precedentes de sus métodos (apertura del repertorio de virus a todos por parte de las principales publicaciones científicas, publicación de más de 1 000 artículos de investigación científica de libre acceso en respuesta al llamamiento de la OMS y creación de consorcios internacionales de investigación en pocos días, lo que permite un rápido progreso y la secuenciación del ADN del virus en pocas semanas).

“Todos dependemos de la ciencia para sobrevivir”, concluyó el Sr. Marcos Pontes, Ministro de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicación del Brasil.

Por lo que se refiere a la ciencia abierta, en la reunión se trataron los siguientes aspectos:

· La puesta en común de los conocimientos y de las iniciativas en apoyo de la investigación científica y la reducción del déficit de conocimientos entre los países.

· La movilización de los encargados de la adopción de decisiones, los investigadores, los creadores de innovaciones, los editores y la sociedad civil para posibilitar el libre acceso abierto a los datos científicos, los resultados de las investigaciones, los recursos educativos y las infraestructuras de investigación.

· El fortalecimiento de los vínculos entre la ciencia y las decisiones políticas para satisfacer las necesidades de la sociedad.

· La apertura de la ciencia a la sociedad incluso cuando las fronteras se cierran.

Fuente: https://es.unesco.org/news/contexto-covid-19-unesco-moviliza-122-paises-promover-ciencia-abierta-y-mayor-cooperacion

Comparte este contenido:
Page 231 of 1653
1 229 230 231 232 233 1.653