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Reino Unido: Parents shocked as UK school asks kids to write ‘SUICIDE LETTER’ as part of English exercise

Europa/Reino Unido/RT
A school in the UK gave their teenage English students the task of writing a suicide note in the context of an exercise to explore suicidal feelings, prompting one “genuinely shocked” parent to complain.

Pupils aged 15 and 16 studying for their GCSE qualifications at Cheney School in Headington, Oxford, were set the assignment as part of studying the classic English play ‘An Inspector Calls’ by J.B. Priestley. The writing exercise was delivered on ‘World Suicide Day.’

One mother, who asked not to be named, told BBC News that the project was a “massive fail,” revealing that she had been left feeling “genuinely shocked,” after her child informed her about the distressing task.

The actual assignment was ‘Imagine you are a young woman in 1912 writing a suicide letter to those who care about you.’

The parent, who reportedly has a relative who attempted suicide, wrote a letter to the school’s Head of English, adding that there had been “no warning, no support, no encouragement.”

The school has since apologized “for any distress caused” and insisted that the exercise was “delivered sensitively,” claiming that the writing task had been reviewed and “adjusted accordingly.”

It’s not the first time the play in question has been embroiled in the same controversy. In 2015, pupils aged 14 and 15 at Beauchamps High School in Wickford, Essex, were also asked to pen a suicide letter for their English homework.

Set in 1912, the play centers on a mysterious inspector arriving at the home of a mill owner. He questions the wealthy family about the sudden death of Eva Smith, a young working-class woman.

Fuente e imagen: https://www.rt.com/uk/468682-school-suicide-letter-exercise/

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España: La inteligencia artificial reducirá los suspensos y el abandono en la universidad.

Europa/España/abc

El alumno tendrá un mentor inteligente que le acompañará durante el curso, le animará y le recomendará qué y cómo estudiar.

La Inteligencia Artificial (IA) permitirá en un futuro recomendar a cada persona cuáles son los estudios que mejor se adecúan a sus capacidades, gustos y proyección laboral, avisarle cuándo corre riesgo de suspender una asignatura y detectar un posible abandono antes de que ocurra, entre otras muchas cosas. «Todo esto permitirá reducir los suspensos y la tasa de abandono de la universidad», explica David Bañeres, investigador del grupo Systems, Software and Models Research Lab (SOM Research Lab) del Internet Interdisciplinary Institute (IN3), así como del eLearn Center (eLC), ambos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

«El uso inteligente de los datos va a facilitar una educación exclusiva para cada persona», explica David Bañeres, que actualmente trabaja en un proyecto del eLC para desarrollar un tutor inteligente que atienda a los alumnos de la UOC las 24 horas de cada día de la semana. Este proyecto se enmarca dentro del programa Soul University, que este centro de investigación está diseñando para implantar la inteligencia artificial en la universidad durante los próximos diez años.

«Hasta hace poco las universidades no disponían de suficientes datos, sobre todo las presenciales, por lo que la aplicación de la inteligencia artificial se está introduciendo de forma más lenta que en otros sectores», explica Bañeres, quien, sin embargo, cree que ya estamos preparados para afrontar grandes retos de IA en la educación superior. Para el experto, saber utilizar estos datos en provecho del estudiante es fundamental para ayudarle durante toda su trayectoria académica.

Ya hay ejemplos de cómo la analítica de aprendizaje («learning analytics») mejora las notas de los estudiantes universitarios y reduce la tasa de abandono. En la universidad norteamericana Purdue, en Indiana, llevan años permitiendo a los profesores utilizar los datos de los alumnos para dar notificaciones en tiempo real y resolver los problemas académicos que puedan tener los primeros. Tras la implantación del proyecto, se detectó un incremento de las notas de excelente hasta el 13,84 %, una reducción de las de aprobado hasta el 9,38 % y los suspensos cayeron hasta el 9,40 %.

Educación exclusiva para cada estudiante

La inteligencia artificial va a permitir predecir qué materias completan el currículo de los estudiantes, cuáles son sus habilidades, qué asignaturas deben cursar para llegar a los objetivos que tienen, etc., y, en consecuencia, «se podrá ofrecer un aprendizaje más personalizado, casi diría que exclusivo, para cada uno», dice Bañeres. Y va a aplicarse fundamentalmente en tres niveles, según el investigador.

El primer nivel de aplicación comienza cuando el estudiante se informa sobre las opciones formativas. En ese momento, según su perfil y los datos de otros estudiantes recopilados por la IA, recibirá recomendaciones sobre qué grados, másteres y/o cursos son los más aconsejables para él. El segundo nivel de intervención se da en el campus, donde la gestión de datos permitirá proponer cuántas y qué asignaturas se deberían estudiar para asegurarse el aprobado. Y por último, el tercer nivel se da en cada curso y asignatura: «La inteligencia artificial puede responder automáticamente a las preguntas que hacen los estudiantes sobre la materia y, además, en función de cómo se va desarrollando la asignatura, proponer recomendaciones que los ayuden a estudiar», explica Bañeres.

La idea es que la persona esté asistida en todo momento. Su «tutor» también podrá, además de todo lo comentado, «hacer un acompañamiento emocional o planificar el tiempo de estudio del alumno», comenta Guillem Garcia Brustenga, director de Análisis de Tendencias del eLearn Center. Este «mentor» educativo acompañará y ayudará al estudiante en todo su viaje académico, desde las primeras cuestiones administrativas cuando accede a la universidad hasta la matriculación y, finalmente, la titulación. E incluso, entonces, su «trabajo» no termina, ya que puede permanecer «dormido» hasta que el estudiante decida volver a estudiar o incluso «a ponerse en contacto con él» para que le recomiende nueva formación académica para mejorar su currículo, adaptarse a nuevos entornos laborales, etc.

¿Y qué margen queda para el error? ¿Qué pasa si la inteligencia artificial se equivoca? «Está claro que son recomendaciones y así hay que tomarlo», responde Bañeres. Es el estudiante el que sabe si este trimestre ha empezado una relación personal que va limitar su tiempo de estudio, si tiene un familiar enfermo al que cuidar, etc. «Las máquinas se pueden equivocar, por supuesto, pero es cierto que la recopilación de datos personales y estadísticos permitirá hacer recomendaciones muy acertadas, tal y como se hacen en otros sectores no académicos», aclara.

¿Mi tutor será un chatbot?

«Cómo se aplicará esta IA no es tan relevante», explica el investigador. «Si las recomendaciones las hace un tutor virtual mediante un chatbot, estupendo. Si al estudiante le gusta más que se haga por medio de mensajes y notificaciones en su correo electrónico, en sus redes sociales, etc., también», explica Bañeres. Para el experto, los chatbots están de moda, pero lo importante no es el cómo, sino que los mensajes, las recomendaciones y las respuestas a las dudas del estudiante lleguen: «Ya se verá cómo va evolucionando. Ahora mismo el chatbot es la fórmula que más se está utilizando, pero no sabemos qué otras opciones se inventarán en el futuro».

Lo importante es la creación de un tutor educativo que ayude al estudiante, que también «será un asistente para el profesor», tal y como explica García Brustenga. «Lo podemos imaginar como una aplicación en el móvil con acceso por chat de texto o de voz (como Alexa o Siri)», añade. Además, será ubicuo, dará soporteen cualquier lugar y en cualquier momento y «se podrá mantener activo más allá de un curso completo», comenta para finalizar.

Fueten e imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-inteligencia-artificial-reducira-suspensos-y-abandono-universidad-201909121420_noticia.html

 

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Francia: Se necesita intensificar los esfuerzos para preparar a los estudiantes para el futuro, según OCDE

Europa/Francia/mba.americaeconomia

Según el informe «Educación en un Glance 2019» muestra que la tasa de empleo de los adultos con educación terciaria es 9% más alta que la de los adultos con educación secundaria superior.

La demanda de educación continúa aumentando, pero su mayor expansión solo será sostenible si combina la oferta de graduados con el mercado laboral y las oportunidades sociales, y les brinda las habilidades necesarias para navegar en el futuro, según el informe de la OCDE «Educación en un Glance 2019» publicado este martes.

Entre los jóvenes de 25 a 34 años, el 44% tenía un título universitario en 2018, en comparación con el 35% en 2008, en promedio en los países de la OCDE. La tasa de empleo de los adultos con educación terciaria es 9% más alta que la de los adultos con educación secundaria superior, y ganan 57%, apunta el informe.

Sin embargo, algunos sectores con alta demanda pueden tener dificultades para encontrar las habilidades que necesitan. Menos del 15% de los nuevos participantes en los programas de licenciatura estudian ingeniería, manufactura y construcción, y menos del 5% estudian tecnologías de la información y la comunicación, a pesar de que estos sectores ofrecen las mayores tasas de empleo e ingresos. Las mujeres están particularmente poco representadas y representan menos de una cuarta parte de los participantes en promedio en los países de la OCDE.

«Es más importante que nunca que los jóvenes aprendan el conocimiento y las habilidades necesarias para navegar en nuestro mundo impredecible y cambiante», señaló el secretario general de la OCDE, Angel Gurria, al presentar el informe en París. «Debemos ampliar las oportunidades y construir puentes más fuertes con las necesidades de habilidades futuras para que cada estudiante pueda encontrar su lugar en la sociedad y alcanzar su máximo potencial».

Muchas instituciones están evolucionando para satisfacer las demandas cambiantes del mercado laboral al promover vías flexibles hacia la educación terciaria, equilibrar las habilidades académicas y vocacionales, y trabajar más estrechamente con los empleadores, la industria y las organizaciones de capacitación. Pero también deben equilibrar las inscripciones más grandes con la necesidad de contener los costos, manteniendo la relevancia y la calidad de sus cursos, dice el informe.

El informe señala que el logro terciario está aumentando rápidamente en China, que no es un país miembro de la OCDE pero es uno de los socios clave de la organización.

En China, la proporción reciente de logros terciarios es del 18%, muy inferior al promedio de la OCDE. Entre los chinos de entre 25 y 34 años, se espera que el 67% ingrese a la educación terciaria por primera vez, un poco más que el promedio de la OCDE de 65%.

En 2017, el 2% de los estudiantes de educación superior chinos estudiaron en el extranjero, a la par con el promedio de la OCDE. Sin embargo, representaron el 23% del total de estudiantes entrantes en los países de la OCDE, que fue la mayor proporción entre todos los países miembros y socios de la OCDE, dice el informe.

Los programas vocacionales desempeñan un papel importante en China, tanto en el nivel secundario superior como en el terciario: el 42% de los estudiantes de secundaria superior y el 60% de los que ingresan a la educación terciaria por primera vez se inscribieron en programas vocacionales de secundaria superior y educación terciaria de ciclo corto, respectivamente.

El informe también evalúa cómo los jóvenes están pasando de la educación al trabajo, como parte de su análisis continuo de dónde se encuentran la OCDE y los países socios en su camino para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible para la educación en 2030.

Se encuentra que algunos países han logrado un progreso significativo en la reducción del número de jóvenes sin escolarizar en la última década. Las tasas cayeron 20% en la Federación de Rusia, 18% en México, 16% en Portugal y 10% en Australia y Nueva Zelanda entre 2005 y 2017.

«Education at a Glance» proporciona estadísticas nacionales comparables que miden el estado de la educación en todo el mundo. El informe analiza los sistemas educativos de los 36 países miembros de la OCDE, así como de Argentina, Brasil, China, Colombia, Costa Rica, India, Indonesia, la Federación de Rusia, Arabia Saudita y Sudáfrica.

Fuente e imagen: https://mba.americaeconomia.com/articulos/notas/se-necesita-intensificar-los-esfuerzos-para-preparar-los-estudiantes-para-el-futuro

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Bajo gasto público, altos sueldos, mayor carga lectiva para los alumnos… Así es la Educación en España según la OCDE

Europa/España/20minutos

España se sitúa a la vanguardia en Educación Infantil y en el número de horas lectivas que reciben los alumnos. Sin embargo, esto no se traduce en mejores resultados académicos, según el informe Panorama de la Educación 2019 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicado este martes.

Además, el gasto público en educación es menor que en la media de países y el coste salarial del profesorado es relativamente alto. No obstante, no todo son malas noticias. El nivel educativo de la población adulta española (entre 25 y 64 años) sigue mejorando y la tasa de graduación por primera vez en segunda etapa de Educación Secundaria (Bachillerato) ha aumentado considerablemente, pasando del 56% al 81%.

Este informe reproduce los datos de los indicadores más importantes para España en comparación con la media de los países de la OCDE y de los 23 países de la Unión Europea que pertenecen a esta organización.

Escolarización infantil

La escolarización de los menores de 6 años es notablemente más alta en España que en la media de países de la OCDE. En 2017, el 97% de los niños de 3 a 5 años estaban matriculados, frente al 87%.

Asimismo, España da gran relevancia a las primeras etapas de Educación y Atención a la Primera Infancia (EAPI), con un 36% de niños por debajo de los 3 años matriculados en 2017. Este porcentaje supone un incremento de 21 puntos porcentuales con respecto a 2005.

Más horas de clase

En la primera etapa de Educación Secundaria, las diferencias en horas lectivas entre España y los países de la OCDE y la UE23 son notables, ya que los alumnos españoles reciben 1.054 horas anuales de clase, superando en 135 horas anuales la media de horas de clase en los países de la OCDE y en 162 horas a la media en los países de la UE23.

Sin embargo, el éxito académico no es especialmente bueno en España, por lo que esta carga lectiva no supone una mejora . De hecho, los finlandeses, que son los que menos tiempo pasan en las aulas, tienen el sistema educativo más aplaudido.

Docentes y padres han instado a una revisión en profundidad del sistema para evitar que los alumnos pasen en clase más horas lectivas que la media. Desde la Asociación de Profesores de Madrid señalan a 20minutos.es que «lo importante no es que un alumno reciba a la semana 30 horas o 28, sino que esas horas se den en buenas condiciones».

«Para ello son necesarios muchos cambios: bajar el número de alumnos por aula, especialmente en las aulas donde se dan circunstancias que dificultan el aprendizaje; que los profesores recibamos formación continua adecuada, especialmente en habilidades didácticas, y en condiciones que sean accesibles; ir actualizando los contenidos de las asignaturas que marca la legislación; y reforzar la acción orientadora de los psicólogos y tutores de los centros educativos para aumentar la motivación de los alumnos y detectar los problemas en sus inicios», añaden.

Baja tasa de gasto público

España presentó un gasto total por alumno en instituciones educativas inferior a la media de la OCDE. La mayoría de los países dedicó un porcentaje significativo de su presupuesto público a la educación: para los países de la OCDE supuso un 10,8% del gasto público total, la media en los países de la UE23 fue de un 9,6% mientras que en España se situó solo en un 8,6%.

En concreto, España gasta el 3,1% de su producto interior bruto (PIB) en Educación Primaria y Secundaria, en comparación con el 3,5% en la media OCDE.

Una mayor retribución del profesorado

En general, los salarios de los profesores de las enseñanzas no universitarias aumentan con el nivel educativo en el que enseñan. En España, el salario de los profesores es superior al salario medio del conjunto de países de la OCDE.

Si se compara la retribución salarial del profesorado español con la del resto de los países, es alta al inicio de la carrera docente y moderada al final de dicha carrera, teniendo en cuenta que España es uno de los países en el que los profesores necesitan más años para alcanzar el máximo en la escala retributiva.

No obstante, la Asocación de Profesores de Madrid no está de acuerdo con este apartado: «Si es correcto, sólo puede significar que en muchos países de Europa los docentes están muy mal pagados. Consideramos que también en España tenemos un reconocimiento menor del que merecemos, tanto en salario como socialmente, como trabajadores cualificados con mucha responsabilidad y necesidad de formación constante».

Tasa de desempleo más alta en España

El nivel de formación de las personas está correlacionado con su situación laboral. Las que tienen un nivel educativo más alto alcanzan tasas de empleo más elevadas, mientras que las personas con un menor nivel de cualificación tienen más riesgo de estar desempleadas.

Las tasas de empleo en España, para todos los niveles de formación, son más bajas que la media de los países de la OCDE y de la UE23. Con las tasas de desempleo ocurre lo contrario, en todos los casos son más elevadas en España.

En el caso de las tasa de desempleo de la población de 25 a 34 años con segunda etapa de Educación Secundaria o postsecundaria no terciaria, la tasa se sitúa en el 18%, frente al 7% de los países de la OCDE y el 8% de los de UE23.

La brecha de género es menor en España

El 50% de las mujeres de 25 a 34 años en España obtuvo una titulación terciaria (universitaria) en 2018, frente a un 38% de los hombres.

Sin embargo, los varones con nivel de Educación Terciaria presentaban tasas de empleo más altas que las mujeres: 76% de estas, frente al 81% de los hombres.

En los países de la OCDE, aunque las mujeres jóvenes tienen un nivel educativo superior al de los hombres, también presentan tasas de desempleo más altas para los mismos niveles de educación alcanzados.

En el conjunto de empleados a tiempo completo con estudios universitarios, las mujeres ganan menos dinero que los hombres en todos los países de la OCDE, si bien la brecha de género es menor en España que en la media de países de la organización. En 2017, las españolas entre 25 y 64 años con educación terciaria se quedaron en el 82% de las retribuciones de los hombres con el mismo nivel educativo, frente al 75% observado en la media de países.

Fuente e imagen: https://www.20minutos.es/noticia/3758980/0/informe-ocde-educacion-espana/

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La educación sexual y afectiva llegará a 300 centros públicos catalanes.

Europa/España/El País

El Departamento de Educación pone en marcha un programa piloto para alumnos de colegios e institutos.

Unos 300 colegios e institutos públicos catalanes estrenarán a partir de octubre un programa piloto sobre educación sexual y afectiva, según informan fuentes de la conselleria de Educación de la Generalitat de Cataluña. El programa se denomina “Coeduca’t” y prevé llegar a todos los centros públicos catalanes en tres años, durante el curso 2021-2022. Este proyecto se implementará desde 3º de Primaria hasta el 4º curso de la Educación Secundaria Obligatoria. El Departamento de educación asegura que los contenidos programados, aún por detallar, se impartirán en tutorías en grupo e individuales. Además, los centros podrán realizar actividades extraescolares que apliquen el enfoque afectivo-sexual, las cuales se adaptarán a las necesidades de cada etapa educativa.

La iniciativa se incorporará a las aulas a través de los equipos directivos y el proyecto educativo de cada centro y contará con una persona referente en las escuelas e institutos encargada de su correcta ejecución. La conselleria asegura que creará un nuevo perfil profesional para dar formación con perspectiva de género. Educación también ha explicado que formará a los docentes para impartir este nuevo programa, y que trabajará con las universidades para que también se incluya en las facultades. La Generalitat ha explicado que el piloto se ejecutará en tres fases hasta llegar al curso 21-22.

La educación sexual no está regulada a nivel estatal. La LOMCE, la ley educativa vigente, no la contempla en ninguno de sus apartados. Isabel Celaá, ministra de Educación en funciones, aseguró durante el invierno pasado que el Gobierno trabajaba para incluirla en el currículo de una futura ley educativa. A nivel autonómico, Cataluña no es la primera comunidad en impartir iniciativas educativas en materia de educación afectivo-sexual. En 2018, la Comunidad Foral de Navarra creó Skolae: un programa dirigido a todas las etapas educativas, Infantil inclusive, que implementa la educación sexual de forma transversal a través de todas las asignaturas escolares. Skolae también se está instaurando a lo largo de tres años, como ocurrirá en el caso catalán.

Fuente e imagen: https://elpais.com/ccaa/2019/09/12/catalunya/1568306474_808728.html

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Kids forced to eat vegetarian food as school BANS meat & packed lunches

Europa/Reino Unido/Russia Today

Parents are criticizing a new vegetarian school in Oxford, UK for banning children from bringing packed lunches or eating meat or fish, forcing some children to go home “very hungry.”

The new secondary Swan School in Summertown, Oxford, opened to 100 students on Monday. It boasts a completely vegetarian canteen and doesn’t allow children to bring lunch from home, leaving them with no alternative but to eat the hot meal on offer.

While the school does offer some meat and fish options during snack time, lunches are strictly vegetarian. The policy has left parents complaining that their children are coming home from school hungry because of the lack of variety.

The only thing about this school is the vegetarian food – my daughter came home today very hungry,” one mother told the Oxford Mail.

I’ve heard that a lot of children were very hungry as well – there should be option [SIC] at dinner time [to] eat meat, I’ve never known a school to be like this,” the parent added.

The Swan School’s headteacher, Kay Wood, said parents were made aware of the vegetarian policy prior to admission. Wood claimed the rule allows the school to serve better quality meals for the same price, makes an environmental impact, and is inclusive of all faiths.

“Most importantly, it allows students of all faiths and different dietary requirements to eat together,” she said.

Wood also denied that the policy is an attempt to make students vegetarian or shame those who eat meat. She also stressed that the packed-lunch ban is not to avoid meat, but to force students and staff to eat their food together.

School lunch campaigner and celebrity chef Jamie Oliver praised the new-age approach to feeding students. Oliver told the Herald Scotland that meat-free schools are “a brilliant idea” adding that it “would save loads of money.”

Fuente: https://www.rt.com/uk/468692-oxford-school-vegetarian-lunch/

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Trabajar menos y producir más: el incómodo ejemplo nórdico. Estudio comparativo

Redacción: Ciper Chile

Se dice que los países escandinavos se dieron “el lujo” de trabajar menos solo cuando se volvieron productivos. Usando nueva evidencia histórica, el autor argumenta que fue al revés: la reducción de horas la consiguieron los sindicatos, en contra de la voluntad de los empresarios y cuando estos países no eran lo productivos que son ahora. Por qué no se derrumbaron económicamente, se preguntará usted. Vea aquí.

Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia, los llamados países nórdicos, constituyen un referente cuando se habla de un Estado de bienestar robusto, con prestaciones universales y beneficios generosos para el conjunto de la población. También se los cita como ejemplo por ser las naciones más igualitarias del planeta, no sólo en términos socioeconómicos, sino también en relación a las inequidades de género. Son, además, de los que menos horas destinan al trabajo remunerado, con un promedio de 1.462 horas al año: un 16% menos que el promedio de la OECD, y un 25% menos que el promedio de Chile (que a su vez, es de los más altos de la OECD).

Fuente: OECD. Chile corresponde a la barra verde. Países nórdicos en rojo.

Es menos sabido, sin embargo, que también son un referente a la hora de hablar de productividad. Como muestra el gráfico 1, Dinamarca, Finlandia, Suecia y Noruega están entre los países más productivos del mundo. Un trabajador finlandés produce, en promedio, el doble del valor que un trabajador chileno en una hora de trabajo, mientras que un trabajador noruego produce más de tres veces el valor que su par chileno.

Esta relación entre un sistema que por un lado ofrece bienestar universalista, con pocas horas de trabajo, y que por otro, es una economía robusta y productiva, constituye un hecho incómodo para las teorías que plantean que la relación debería ser inversa: a mayor impuesto (para financiar políticas sociales), mayores costos laborales (en términos de seguros de desempleo, contribuciones a la seguridad social, etc.) y menores horas trabajadas, etc., menor debiera ser la productividad (e.g. Bergeoing y otros 2003; Kehoe y Prescott 2002).

Ese ha sido precisamente un argumento usado en el caso de la discusión sobre la jornada laboral de 40 horas en Chile. Sin embargo, una rápida vista a los datos muestra un panorama distinto: en realidad los países más productivos tienden a ser los que menos trabajan (ver gráfico 2).

Fuente: OECD 1 y 2. Chile corresponde al punto verde; países nórdicos en rojo.

Una segunda explicación que se da a este fenómeno, es que la relación entre pocas horas trabajadas y mayor productividad provendría de los efectos de la productividad sobre la posibilidad de hacer mejoras sociales/laborales.

Dicho de otro modo, en la medida que los trabajadores se vuelven más productivos, los países pueden reducir la jornada, de manera que el resultado que se observa (menos horas trabajadas y más productividad) sólo puede alcanzarse una vez que se llega a determinados niveles de desarrollo económico.

Este argumento es similar al que se utiliza para oponerse a la universalización de las políticas sociales: se dice que Chile no está en condiciones de financiar tales mejoras dado su nivel de desarrollo.

En el ámbito coloquial este argumento tiende a complementarse con otra idea de carácter “culturalista”: empresarios y trabajadores nórdicos tendrían una cultura del trabajo que les permitiría darse estos “lujos”, mientras que con chilenos y chilenas que “sacan vuelta”, jamás podríamos llegar a ese nivel.

La explicación que pone a la cultura como fuente de las diferencias en el desarrollo de los países, ha sido sistemáticamente desmentida por el economista coreano Ha-Joon Chang, que recientemente visitó Chile. En su libro “Malos Samaritanos” cuenta, por ejemplo, que a fines del siglo XIX, los ingleses que viajaban por el mundo se quejaban de que alemanes y japoneses preferían el ocio al trabajo, y auguraban un futuro negro para estos países que carecían de la cultura laboral inglesa (Chang 2008, 182-202).

Un volumen recién publicado en la revista Journal of Scandinavian History nos permite responder mejor estas preguntas desde el punto de vista de la historia económica (Nevers y Paster 2019). Se trata del artículo Empresarios y el Estado de Bienestar Nórdico, 1890-1970 (Business and the Nordic Welfare States, 1890-1970), cuyo análisis es inequívoco: las conquistas laborales y sociales en Escandinavia se lograron gracias a las luchas de los trabajadores organizados (sindicatos) contra la voluntad del empresariado. En efecto, los empresarios escandinavos se opusieron a estas mejoras pues cuando comenzaron a ser demandadas (a fines del siglo XIX) estos países no eran lo productivos que son ahora. Los empresarios temían por los efectos que esto tendría en el alza de los costos laborales, y con ello, en la competitividad de sus empresas.

“El análisis histórico revela que fueron las prestaciones sociales y los beneficios laborales, los que antecedieron históricamente las mejoras en productividad y no al revés”.

En el caso de Dinamarca, el Estado de bienestar comenzó a construirse tras la Primera Guerra Mundial. Los empresarios, luego de oponerse férreamente durante décadas, se allanaron a ampliar las políticas sociales para contener la posibilidad de una revolución, pese a que creían que las empresas se verían perjudicadas.

Dada la fortaleza de los sindicatos y de sus aliados socialdemócratas en los gobiernos, en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial los empresarios escandinavos fueron adoptando una actitud pragmática en relación a la política social y las mejoras laborales: si bien mantenían una orientación liberal, supieron apoyar ciertas demandas y conquistas sociales de manera de poder frenar la escalada de conflicto con los sindicatos, o bien, para oponerse a otras que consideraban más desfavorables.

Tan interesante como eso es que, en la medida que se incrementaron las conquistas sociales, los sindicatos fueron moderando sus demandas hasta transformarse también ellos en organizaciones pragmáticas que hoy en día privilegian el diálogo y la negociación por sobre la confrontación.

Dos ejemplos del caso de Suecia muestran esta dinámica. En el contexto del alzamiento generalizado de los trabajadores en la década del ‘70, los empresarios dieron su apoyo condicionado a ciertas medidas que hoy serían consideradas absolutamente transgresoras. En primer lugar, los sindicatos lograron una rebaja de las horas semanales de trabajo, desde las 45 horas que regían desde los años cincuenta, hasta 40 horas. Cabe destacar que en ese momento, la productividad en Suecia (US$27.26 por hora trabajada en 1970) no era muy distinta que la productividad actual en Chile (US$24.67 por hora trabajada en 2018) (ver referencia en gráfico 1). Luego, hacia fines de los años 1970s se planteó bajar la jornada a 30 horas. Los empresarios se opusieron; y el hecho de haber conseguido las conquistas anteriores hizo que los sindicatos desistieran de sus demandas (Sanne 1998).

Algo similar ocurrió cuando los empresarios apoyaron la introducción de la ley de “co-determinación” que permitió a los sindicatos aumentar su influencia en la organización y administración de las empresas, a cambio de bloquear las iniciativas de nacionalización de la economía que proponían los sindicatos y los socialdemócratas dirigidos por líderes como Olof Palme, que a la sazón moriría asesinado.

LA FORTALEZA DE PROTEGER AL TRABAJADOR

En la medida que se acumularon las conquistas laborales (como políticas sociales, pensiones, protección al empleo, rebajas de jornada laboral, etc.), el empresariado aprendió a utilizarlas no como carga, sino como fortaleza: ¿Qué haces si tienes una fuerza de trabajo que trabaja pocas horas y que no puedes despedir fácilmente? ¡La capacitas para que sea más productiva!

Para hacer eso, los empresarios utilizaron los programas de educación técnico-vocacional que habían nacido a fines del siglo XIX y también habían vivido una serie de desarrollos y modificaciones en paralelo a la construcción del Estado de bienestar. En efecto, ambos conjuntos de políticas (Estado de bienestar y educación técnico-vocacional) evolucionaron de forma paralela y con múltiples conexiones entre ellas (Trampusch 2010).

Los programas de educación técnico-vocacional en Escandinavia –y en Europa en general– provienen de la revolución industrial y de la transformación del pequeño artesanado que tenía antiguamente el monopolio de la formación en oficios.

En la medida que las grandes empresas industriales comenzaron a demandar fuerza de trabajo más calificada para competir en mercados internacionales, estas lucharon por obtener el permiso de formar a sus trabajadores según sus propios estándares. Y los sindicatos –que inicialmente se opusieron a ello– lo vieron cada vez más como una ventaja.

A diferencia de los gobiernos conservadores y demócratacristianos, los socialdemócratas lucharon por arrebatar la formación vocacional del control directo de los empresarios, de manera de establecer currículums nacionales y educación en la escuela y que no se enseñara únicamente lo que requería la empresa particular. Un elemento importante de estos programas de educación técnica fueron los programas de aprendices, esto es, alumnos que pasan una fracción considerable de su tiempo en prácticas profesionales remuneradas en la empresa.

Eventualmente, el dominio de gobiernos demócratacristianos (como en Dinamarca) o socialdemócratas (como en Suecia y Finlandia) implicó que en la operación del sistema se cargara más hacia el componente de capacitación en la empresa, manejado por las cámaras industriales en conjunto con los sindicatos, o hacia la educación técnica en la escuela y manejado por el Estado, aunque con importante participación empresarial y sindical (Busemeyer 2015; Martin 2017).

“La existencia en paralelo de altos costos laborales y de sistemas de formación técnica de calidad, permitieron a los empresarios cambiar la lógica enfocada en la reducción de costos y por otra enfocada en el mejoramiento de la calidad y la exportación de productos con alto valor agregado”.

Cabe destacar que tanto la expansión de la educación técnica, como el involucramiento de los sindicatos –en conjunto con los empresarios– en su administración, también está relacionada a la intención del empresariado de morigerar la belicosidad de los sindicatos por medio de aprobar mejoras laborales y políticas sociales (Martin 2017, 47).

Hoy en día, el porcentaje de alumnos en educación técnico-vocacional (considerando la educación media superior) es de 36.6% en Suecia, 40.6% en Dinamarca, 51% en Noruega y hasta el 70% en Finlandia (para Noruega, Jørgensen, Olsen y Thunqvist)[1].

A diferencia de Chile, donde la proporción de matrícula destinada a educación técnico-vocacional también es alta, en Escandinavia las empresas participan activamente no sólo en la definición de los currículums y trayectorias educativas, sino también, como se mencionó, en otorgar puestos de trabajo remunerados para las prácticas profesionales de los estudiantes: entre un 15% y un 20% de todas las empresas participan en estos programas de aprendices en Finlandia, Noruega y Suecia, mientras que en Dinamarca dicho porcentaje se eleva al 40%. Más aún, sobre el 80% de las empresas en estos países da entrenamiento y capacitación continua a sus trabajadores. En Noruega, el porcentaje se eleva al 99%.

En otras palabras, a pesar de oponerse inicialmente a las mejoras sociales/laborales, los empresarios escandinavos aprendieron eventualmente a utilizar lo que era visto como una carga en una verdadera oportunidad. El hecho de poder contar con trabajadores estables en sus puestos de trabajo y que recibían una educación técnica de alta calidad y cercana a las necesidades de la empresa, les permitió plantearse la posibilidad de competir en los mercados internacionales no por precio –pues los costos laborales eran muy altos– sino por calidad (para la formulación original de esta relación, véase Streeck 1989; también Estevez-Abe, Iversen y Soskice 2001).

Hoy los países escandinavos producen y exportan bienes altamente especializados y con un alto contenido tecnológico y de conocimiento a pesar –o probablemente gracias– a sus políticas sociales y laborales. Sobre el 40% de las exportaciones suecas y danesas corresponden a productos de alta tecnología (maquinaria especializada, aparatos eléctricos y electrónicos, vehículos motorizados, productos farmacéuticos). El caso de Dinamarca es particularmente interesante, dado que hasta bien avanzado el siglo veinte, su principal exportación eran productos agrícolas. Hoy, el sector exportador dominante es la industria química (particularmente farmacéuticos, con un 15,9%), seguido de maquinaria industrial (11,9%) y equipos electrónicos (7,2%). En Chile, la cifra de exportación de productos de alta tecnología en su conjunto no llega al 5% del total (ver gráficos abajo).

En síntesis, los datos disponibles muestran que existe una estrecha relación entre menores horas trabajadas y mayor productividad. En el caso de los países nórdicos, que conjugan los niveles más altos de productividad a nivel mundial, con el menor número de horas trabajadas –además de prestaciones sociales universales y generosas, y los menores niveles de desigualdad en el mundo–, el análisis histórico revela que fueron las prestaciones sociales y los beneficios laborales, los que antecedieron históricamente las mejoras en productividad y no al revés.

¿Cómo se logró que trabajando menos, se produjera más? Basándonos en la literatura existente, argumentamos que la existencia en paralelo de altos costos laborales y de sistemas de formación técnica de calidad, permitieron a los empresarios cambiar la lógica enfocada en la reducción de costos y en la exportación de materias con bajo contenido tecnológico, a otra enfocada en el mejoramiento de la calidad y la exportación de productos con alto valor agregado.

Exportaciones de Dinamarca, 2017

Fuente: Atlas of Economic Complexity, http://atlas.cid.harvard.edu

Exportaciones de Chile, 2017

Fuente: Atlas of Economic Complexity, http://atlas.cid.harvard.edu

REFERENCIAS

[1] Los datos citados en este párrafo, se pueden encontrar acá.

Bergoeing, Raphael, Felipe Morandé Facundo Piguillem (2003). “Labor market distortions, employment and growth: the recent chilean experience“. Banco Central de Chile, Documentos de Trabajo N° 251.

Busemeyer, M.R. (2015). Skills and Inequality: Partisan Politics and the Political Economy of Education Reforms in Western Welfare States. New York: Cambridge University Press

Chang, Ha-Joon. (2008). Bad Samaritans. the myth of free trade and the secret history of capitalism. New York: Bloomsbury Press.

Estevez-Abe, M., Iversen, T., y Soskice, D. (2001). Social Protection and the formation of Skills: A Reinterpretation of the Welfare State. In P.A. Hall y D. Soskice (Eds.), Varieties of Capitalism: The Institutional Foundations of Comparative Advantage. New York: Oxford University Press

Jørgensen, C. H. , O. J. Olsen and D. P. Thunqvist. (2018). Vocational Education in the Nordic Countries. Learning from Diversity. London and New York, Routledge.

Kehoe, T. and E. Prescott. 2002. “Great Depressions of the Twentieth Century.” Review of Economic Dynamics 5(1): 1–18.

Martin, Cathie Jo (2017). ‘Skill Builders and the Evolution of National Vocational Training Systems‘ In Chris Warhust, Ken Mayhew, David Finegold and John Buchanan (eds.), The Oxford Handbook of Skills and Training (Oxford: Oxford University Press), pp. 36-53.

Nevers, J., & Paster, T. (2019). Business and the Nordic Welfare States, 1890-1970: Introduction to the Special Issue. Scandinavian Journal of History, 1–17.

Trampusch, C. (2010). Co-evolution of skills and welfare in coordinated market economies? A comparative historical analysis of Denmark, the Netherlands and Switzerland. European Journal of Industrial Relations, 16(3), 197–220.

Sanne, C. (1998). The working hours issue in Sweden. Transfer: European Review of Labour and Research, 4(4), 715–728.

Streeck. Wolfgang (1989). Skills and the Limits of Neo-Liberalism: The Enterprise of the Future as a Place of Learning. Work, Employment & Society, 3(1), 89-104.

 

Fuente: https://ciperchile.cl/2019/09/09/trabajar-menos-y-producir-mas-el-incomodo-ejemplo-nordico/

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