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Carta de una mujer mapuche a una mujer palestina

Por: Moira Millan- Weychafe Mapuche

 

La weychafe mapuche Moira Millán escribe una carta dirigida a sus hermanas palestinas desde la impotencia de la distancia y la certeza de la resistencia.

Querida hermana Palestina, escribo desde tierras muy lejanas, desde mi territorio de Puelmapu, Territorio Mapuche, en el sur de la Patagonia, bajo administración del estado argentino.

Soy hija de una nación también invadida, el pueblo nación mapuche, un pueblo que aún recuerda sus días de libertad, cuando recorríamos sin fronteras y sin alambres nuestra Wallj Mapu. Al igual que tu pueblo querida hermana, el mío también conoce la injusticia del despojo, el dolor del genocidio, la desolación de ser esclavos en nuestra propia tierra, las deportaciones de la muerte, las reubicaciones forzadas.

Hemos palpado la indolencia del mundo, y aun hoy padecemos la imposición de dos estados coloniales, Argentina y Chile, que continúan persiguiéndonos, encarcelándonos y asesinándonos. Mi familia ha sobrevivido de manera milagrosa a campos de concentración tortura y exterminio. De ahí vengo, de un linaje enraizado en lo profundo de la memoria telúrica de estos territorios, un pueblo nación, corajudo y lleno de dignidad.

El pueblo palestino habita mi corazón desde hace algunos años cuando supe que allá en el lejano y a la vez tan cercano Medio Oriente, una historia similar a la nuestra estaba sucediendo, un pueblo originario, el Pueblo Palestino invadido por un estado colonial, Israel. Algo tan parecido a lo nuestro con algunas décadas de diferencia, ya que el estado argentino terminó su campaña genocida a finales de 1800 pero su Estado se asienta definitivamente en Puelmapu a principios de 1900.

Me atraviesa el cuerpo cada bala que mata la vida de mis hermanas y hermanos palestinos. Revivo el genocidio con cada bomba que cae sobre Gaza, con cada niño asesinado. La muerte de inocentes diseminándose a lo largo del territorio Palestino, en manos del estado israelí.

He recibido de mis mayores una enseñanza muy muy antigua en la filosofía de mi pueblo mapuche, nuestro kuifikimvn. Me hablan del YERPUN, atravesar la noche, para ser persona, elevando nuestro SER como humanidad. Debemos atravesar obstáculos, dolores, penas profundas, atravesar la noche más oscura para amanecer un nuevo día, luminoso y pleno.

Me pregunto: ¿Cuándo atravesaremos la noche? ¿Qué ha pasado con el pueblo judío que también tuvo su noche larga y profunda? ¿Acaso se quedó en la oscuridad? ¿O han sido secuestrado por quienes gobiernan las noches inoculando las peores pesadillas? ¿Tal vez los monstruos de la noche han tomado el control del mundo adormeciendo nuestros sentidos, con somníferos cargado de mentiras. Tendremos muchos YERPUN, hermana querida. Pero más temprano que tarde los pueblos telúricos atravesaremos la noche, y las fuerzas militares coloniales tendrán que rendirse frente a la unidad de los pueblos, a la solidaridad y la fuerza de justicia y hermandad de una humanidad que en todos los confines seguirá en las calles convencida de que mientras no haya justicia para los criminales no habrá paz.

Desde siempre las fuerzas de ocupación actúan poniendo en marcha un aparato propagandístico que acalle la conciencia de los pueblos, que justifique ante el mundo sus aberrantes crímenes. La narrativa colonial comienza con el señalamiento de las víctimas como terroristas, y los estados terroristas como justicieros.

La nación mapuche conoce muy bien ese perverso cuento, que les funciona a los opresores porque el racismo, estructurando la doctrina de las democracias odiantes, no es cuestionada por la inmensa mayoría de la población mundial.

Una pequeña porción de la humanidad que concentra el poder es supremacista, racista y ha decidido que la vida de los pueblos racializados no importa. He sabido que una parte de la población judía está reprimida por la tiranía de los genocidas que gobiernan el estado de Israel. Sé que mujeres y hombres judíos han levantado valientemente su voz para vociferar su rabia y dejar claro que no permitirán que en su nombre se siga asesinando a un puebloMuchas de estas valientes personas, han sufrido el maltrato, la tortura y encierro, por las fuerzas represivas del gobierno ultra derechista sionista y fascista israelí. Esa fracción de hermanas y hermanos judíos antisionistas son perseguidos por sentir y asumir su profunda humanidad, avergonzados de los asesinos que dicen representarlos. extiendo también mi abrazo a ellas y ellos. Me recuerdan a las argentinas y argentinos que valientemente salieron a denunciar al estado junto al pueblo mapuche cuando las balas del comando unificado argentino se disparaban contra nuestras niñeces, hace tan solo un año atrás. Por supuesto el repudio a esa cacería de niños y mujeres mapuche, no fue masiva, apenas un puñado de seres consientes y solidarias. Siempre habrá una voz que surja sabia y valientemente para decir ¡basta!.

En estos días pienso en Hannah Arendt, judía, sionista en un principio y contexto tan diferente al de ahora y sin embargo perseguida y odiada por los suyos, que no le permitieron su revisionismo, sus críticas, e interpelaciones ante un nacionalismo colonial y racista que se anunciaba tan cruel como sus persecutores nazis. Ella pudo ver en qué se convertiría esa fuerza política que se articulaba, para sostener una ocupación por la fuerza, sanguinaria y cruel.

Deseo tanto, querida hermana palestina, que las mujeres del mundo nos unamos en un llamado a un paro mundial contra el genocidio, para parar la guerra tal vez funcione parar el mundo, y quienes lucran con la guerra, los verdaderos beneficiarios de esta masacre, sepan que estamos decididas a arrancarles nuestro derecho a la justicia y a la paz.

Creo firmemente en nuestra fuerza, en nuestra capacidad de urdir consensos, en nuestro discernimiento para ver por encima de todas las diferencias la importancia de sostener la VIDA. Mi querida hermana palestina, abrazo con todo mi ser lleno de amor a tu pueblo. Me avergüenzan mis limitaciones e impotencia frente a lo que están atravesando. Créeme que desearía estar allí ayudando. Como mujer mapuche sé lo que es estar carente de todo, y lo maravilloso que resulta cuando en medio de la desazón una mano amiga se extiende con la ayuda que precisamos.

Deseo la libertad de tu pueblo tanto como sueño con la libertad del mío. Weayiñ lamngen Palestina. Venceremos hermana Palestina.
Desde la cordillera sur Puelwillimapu, por territorio, justicia y libertad, marici weu!!

Moira Millan- Weychafe Mapuche

Fuente de la información e imagen:  Agencia Presentes

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ONU Mujeres promueve en 2023 un Mundo Digital Inclusivo: Innovación y Tecnología para la Igualdad de Género

ONU Mujeres promueve en 2023 un Mundo Digital Inclusivo: Innovación y Tecnología para la Igualdad de Género

En días recientes ONU Mujeres resaltó que incluir a las mujeres en la tecnología permite “soluciones más creativas y tiene un mayor potencial para innovaciones” a favor de la igualdad de género a la vez que subrayaron que existe un costo enorme a los países debido a la baja participación femenina en el campo digital.

A poco más dos meses del Día de la Mujer, el 8 de marzo, esta agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU), adelantó que la inclusión digital será el tema a tratar en 2023 con el título “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”, cuya finalidad es reconocer a las mujeres, niñas y organizaciones que luchan en la promoción en el avance de una tecnología transformadora y acceso a la educación digital.

ONU Mujeres indica que “incorporar a las mujeres, así como a aquellos grupos tradicionalmente marginalizados, a la tecnología permite soluciones más creativas y tiene un mayor potencial para innovaciones que satisfagan las necesidades de las mujeres y promuevan la igualdad de género».

Advierten que “la exclusión de las mujeres del mundo digital ha recortado un billón de dólares del producto bruto interno de los países de ingresos bajos y medios en la última década, una pérdida que aumentará a 1,5 billones de dólares en 2025 si no se toman medidas” según el informe Gender Snapshot 2022 de ONU Mujeres.

Agregan que estas desigualdades van en aumento y son cada vez más evidentes en el contexto de las habilidades digitales y el acceso a las tecnologías lo que ocasiona una brecha digital que deja atrás a la mujer.  Razón por la que para el Día Internacional de la Mujer de 2023 se plantea analizar la brecha digital de género y su impacto en el crecimiento de las desigualdades sociales y económicas.

Por otro lado, la agencia también señala que es crucial abordar el problema de la violencia en línea, que, según un estudio realizado en 51 países, ha sufrido personalmente el 38 % de las mujeres, no obstante, insta a proteger los derechos de las mujeres y las niñas en los espacios digitales, así como abordar la violencia de género en línea.

La celebración de la ONU del Día Internacional de la Mujer incluirá un evento de alto nivel que tendrá lugar el 8 de marzo y reunirá a especialistas en tecnología e innovación, representantes de Gobiernos, del movimiento feminista y activistas por la igualdad de género, así como del sector privado.

Fuente de la Información: https://www.ipandetec.org/2023/01/22/onu-mujeres-promueve-en-2023-un-mundo-digital-inclusivo-innovacion-y-tecnologia-para-la-igualdad-de-genero/

 

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México: Mujeres y economía desde la perspectiva de estudiantes ayuuk

Fuente: Educa Oaxaca

Cuatro mujeres y un hombre, estudiantes del Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA), nos presentan su trabajo colectivo con el título “El valor que se le ha dado a las mujeres en la economía; desde nuestras ventanas del alma”. Compartimos el resumen ejecutivo e invitamos a leer este interesante trabajo:

En el primer apartado de este este ensayo hablamos de la importancia que la mujer ha jugado en la economía del mundo, a pesar de la complejidad de aceptar la capacidad intelectual, física, emocional en un mundo misógino, patriarcado y machista ha sobresalido a pesar de las adversidades que social, política, religiosa y culturalmente existen.

También hacemos una referencia histórica de como las mujeres han ido avanzando por la lucha de sus derechos y de cómo crean las bases para la lucha encaminada a transformar su situación actual, sabemos que es necesario combatir la ideología patriarcal, cualquiera que sea la forma en que se revista, y no solo la ideología capitalista, que ha hecho de la mujer un objeto sexual.

En el último apartado hablamos del rol de las mujeres en la actualidad y cómo evitan la sujeción y contribuir a la autosuficiencia económica creando organizaciones, colectivos, cooperativas etc., mismos que se ven reflejados en la defensa de sus derechos, social y laboralmente. Para acompañar en la lucha por la igualdad de género y hacer visible el trabajo que acompañan otras mujeres, a continuación, se presentan ejemplos de organizaciones femeninas que muestran otra forma de hacer economía.

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Fuente de la información e imagen: https://desinformemonos.org
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Mujeres: ámbitos laborales en los que la ONU pide aumentar su liderazgo

Mujeres: ámbitos laborales en los que la ONU pide aumentar su liderazgo

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este 8 de marzo de 2021 bajo el lema «Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo del COVID-19», la ONU reclama que ellas tengan más peso en puestos directivos y de poder en el mundo laboral, especialmente en tiempos de pandemia.

El organismo internacional aboga por que las mujeres ocupen roles de liderazgo, especialmente en ámbitos relacionados con la sanidad, el tejido empresarial y el gobierno, entre otros como los medios de comunicación, el deporte y los movimientos sociales. Conoce a continuación cuál es la presencia de la mujer en algunas de estas áreas y algunas recomendaciones para que estén más presentes en ellas…

1. Las mujeres en la sanidad son mayoría, pero pocas ocupan puestos directivos

Las mujeres desempeñan, como establece la ONU, un «papel desproporcionado» en la lucha contra el COVID-19 porque representan el 70% de las personas que trabajan en los sectores sanitario y social. Es decir, matronas, celadoras, enfermeras, personal de limpieza de centros hospitalarios, médicas, farmacéuticas, etc., están en la primera línea de contención del coronavirus, según el reciente informe Covid-19: A gender lens, elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Aunque son mayoría en «el frente» contra la pandemia, ellas aún están infrarrepresentadas en las áreas de liderazgo y toma de decisiones, ya que ocupan sólo el 30% de los puestos dirigentes en el sector sanitario mundial.

Por otra parte, la ONU considera que para hallar soluciones mejores que beneficien a todo el mundo ante la crisis del COVID-19 y la del cambio climático, se necesitan más mujeres en las ciencias. Sin embargo, las barreras sistémicas, los prejuicios sexistas, la discriminación y los estereotipos de género todavía frenan a las chicas a estudiar carreras STEM.

Estas son cinco propuestas del organismo internacional para que las mujeres alcancen el liderazgo en el mundo de la ciencia y la salud, según el organismo internacional:

  • Concienciar al alumnado, a la comunidad educativa y a las familias para que rechacen los estereotipos de género en la educación.
  • Promover entre las mujeres y las niñas las disciplinas STEM, y ayudarlas a que las puedan desempeñar.
  • Escuchar la experiencia de las mujeres en la ciencia y tener confianza en sus investigaciones.
  • Orientar a las mujeres y a las niñas en el campo de la ciencia y la tecnología y animarlas a que se fijen objetivos ambiciosos.
  • Defender la inclusión de las mujeres en la respuesta a la pandemia del COVID-19 y en las estrategias de recuperación.

 

2. El liderazgo de la mujer en la empresa aún es muy escaso

Si bien en 2020 se alcanzó una cifra récord de mujeres en los puestos de alta dirección de las empresas Fortune 500solamente el 7,4% de las organizaciones de esa lista están dirigidas por mujeres, asegura la ONU.

Asimismo, ellas sufren diversos tipos de discriminación en el lugar de trabajo, lo que las frena para avanzar en su carrera y reclamar puestos de dirección, como, por ejemplo, el acoso sexual, la brecha salarial por razón de género y la falta de políticas respetuosas con la vida familiar, apunta el organismo.

Por lo anterior, recomienda que se implementen algunas políticas y estrategias para ayudar a que las mujeres accedan a puestos de liderazgo en el mercado laboral:

  • Que desde los gobiernos se establezcan medidas para que las empresas doten de un salario igual por un trabajo de igual valor tanto a mujeres como hombres.
  • Que las empresas otorguen licencias maternales y parentales iguales.
  • Demandar políticas de tolerancia cero a la violencia y el acoso laboral.
  • Compartir el trabajo doméstico y las tareas de cuidados en condiciones de igualdad.
  • Exigir una representación igualitaria de las mujeres en los órganos de decisión de las empresas.

3. En solo 22 países ellas ocupan la jefatura de Estado o Gobierno

Son apenas 22 los países del mundo donde actualmente hay mujeres que ocupan la jefatura de Estado o de Gobierno y en 119 nunca ha habido una mujer en ninguno de esos cargos. A este paso no se logrará la paridad en el nivel más alto de poder hasta dentro de 130 años, indica en un informe reciente el Secretario General de la ONU.

Por otra parte, diversos estudios sobre el tema del Día Internacional de la Mujer de este año, «Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo del COVID-19», revelan que ellas ocupan en promedio solo el 25% de los escaños parlamentarios nacionales a nivel mundial.

La ONU afirma que las mujeres y los hombres tienen una educación, una experiencia política y una edad similares al asumir cargos públicos ejecutivos, «con lo cual la grave subrepresentación de las mujeres en ese nivel no se debe a la falta de mérito, sino a ciertas percepciones relacionadas con el género según las cuales son los hombres quienes deben ocupar esos cargos».

El organismo internacional apunta cinco formas para que las mujeres lideren más la política:

  • Que la sociedad y los gobiernos promuevan y apoyen las candidaturas feministas
  • Que la sociedad reclame a las administraciones instaurar cuotas de género de cumplimiento obligatorio y objetivos más audaces en materia de igualdad de representación.
  • Prevenir y penalizar la violencia contra las mujeres en la vida pública y política, tanto en entornos digitales como físicos.
  • Incentivar a los partidos políticos para que financien las campañas de mujeres candidatas y promocionen su liderazgo.

¿Sabías que…?

Este 2021 se celebrará el Foro Generación Igualdad, un hito para la inversión y la adopción de medidas por la igualdad de género a nivel mundial. El evento se iniciará en Ciudad de México entre el 29 y el 31 de marzo, y se clausurará en París en junio de 2021. Este evento congregará a personas líderes, expertos en igualdad y activistas de todo el mundo, a través de una plataforma virtual, a fin de impulsar un cambio transformador y duradero para las generaciones venideras.

Fuente de la Información: https://www.educaweb.com/noticia/2021/03/04/mujeres-ambitos-onu-pide-aumentar-su-liderazgo-19475/

 

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Salarios de hambre en medio de una crisis mundial que empeora

Salarios de hambre en medio de una crisis mundial que empeora

Sergio Ferrari

Fuentes: Rebelión [Las mujeres, las más afectadas en la perdida de sus ingresos a causa de la crisis sanitaria mundial. Foto OIT]

19 % de asalariados ganan menos que un sueldo mínimo

Mil millones de seres humanos padecerán de extrema pobreza en 2030. La pandemia acelera la crisis y los salarios caen en picada. Las mujeres, así como los trabajadores con remuneraciones más bajas, pagan el precio más alto.

Según diversos organismos internacionales en torno a 207 millones de personas van a caer por debajo de la línea de pobreza en los próximos años como consecuencia de la crisis económica resultante del COVID-19. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) anticipa cifras no menos dramáticas para el fin de la década: mil millones de personas padecerían de extrema pobreza en el 2030.

El PNUD,  (https://www.undp.org/content/undp/es/home.html y la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo, UNCTAD, (https://unctad.org/webflyer/least-developed-countries-report-2020)  hicieron públicos la primera semana de diciembre dos estudios donde advierten sobre los altos costos de la situación actual “para los países menos desarrollados”, donde vive la mitad de la población mundial.

Ambas organizaciones coinciden que este año los seres humanos que viven con menos de 1.9 dólares por día aumentarán en 32 millones, implicando un incremento de la tasa de pobreza a nivel global del 32.5% al 35.7%.

La proyección más pesimista anticipa que la crisis económica inducida por el COVID-19 persistiría diez años. La UNCTAD recuerda que la pandemia ha afectado especialmente a los países más debilitados porque constituyen las economías más vulnerables y de menos nivel de resiliencia. Se trata de los 47 países menos desarrollados que producen cerca del 1.3% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y albergan 1.060 millones de personas. En 2019, el PIB per cápita promedio en esas naciones había sido de apenas 1.088 dólares en el marco de un promedio mundial de 11.371 dólares.

De acuerdo con la UNCTAD, en 2020 esos países tendrán su peor desempeño económico en 30 años, con una caída significativa en sus ingresos, pérdida generalizada de empleos y déficits fiscales cada vez mayores, lo que revertirá años de esfuerzos para alcanzar leves progresos en la reducción de la pobreza, y la mejora de la nutrición y de la educación.

Drama salarial

Según un nuevo estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), publicado también al inicio de diciembre en Ginebra, debido a la pandemia, en el primer semestre de 2020, los salarios mensuales de 2/3 de los países -de los que se cuentan datos oficiales- se redujeron o crecieron más lentamente.  En otros países, el salario medio aumentó, pero solo como producto de cálculos artificiales. Ya que ese incremento -solo estadístico- fue la consecuencia de la pérdida sustancial de puestos de trabajo en los sectores con sueldos más bajos.

Tendencialmente, según el organismo internacional, el horizonte será tormentoso. Estima como probable que en el futuro cercano se produzca una fuerte presión a la baja sobre los salarios dada la actual crisis internacional.

El Informe Mundial sobre Salarios 2020-2021 constata que, en América Latina, la pandemia borró rápidamente el leve avance que se había logrado en materia salarial, en particular a partir de 2018, cuando se comenzó a sentir una cierta recuperación.

En este continente se da una situación particular. Una buena parte de asalariados trabaja en la economía informal, razón por la cual muchos han sido excluidos de las medidas de ayuda que han dado algunos gobiernos. En países como México y Brasil, las familias que incluyen personas que tienen empleos informales, han perdido el 60% de sus ingresos a partir de la pandemia.

Principales perjudicadAs

La crisis no ha afectado del mismo modo a todas y todos. Las mujeres se han visto más perjudicadas que los hombres. Un sondeo realizado en 28 países europeos concluye que, sin los subsidios estatales, en el segundo trimestre de 2020, la pérdida salarial para las mujeres hubiera sido del 8,1 % frente al 5,4 % para los hombres. La OIT sostiene que “por lo general las mujeres predominan entre los trabajadores mal pagados…En todas las regiones, la proporción de mujeres es mayor entre quienes perciben un salario mínimo o un monto inferior que entre quienes perciben un monto superior al salario mínimo”. También son penalizados los trabajadores jóvenes de menos de 25 años, los que tienen un nivel de instrucción inferior y los trabajadores rurales.

El golpe más fuerte lo sufren los sectores menos pudientes. En esos mismos países, sin los subsidios temporarios, el 50 % de quienes ganan menos hubiera perdido aproximadamente el 17,3 % de su salario. Sin embargo, dichas prestaciones actuaron como amortiguadores. Y compensaron casi la mitad (un 40%) de esa pérdida.

Guy Ryder, Director General de la OIT, al presentar el nuevo estudio, afirmó que “el crecimiento de la desigualdad a causa de la crisis de la COVID-19 podría dejar un desolador saldo de pobreza e inestabilidad social y económica de enormes proporciones”.

Y anticipó que la estrategia de recuperación “debe centrarse en las personas. Necesitamos políticas salariales adecuadas que tengan en cuenta la sostenibilidad del empleo y de las empresas, en las que se aborden también las desigualdades y la necesidad de sostener la demanda”. Ryder lanzó una crítica directa a paradojas inexplicables en el actual sistema: si se quiere reconstruir pensando en un futuro mejor, hay que plantearse cuestiones incómodas, como por qué con tanta frecuencia las ocupaciones de gran valor social, como el personal docente y de la salud son sinónimo de sueldo bajo.

Tema esencial, el salario mínimo

El estudio de la OIT incluye un análisis de los sistemas de salario mínimo, que, podrían constituir un factor determinante para conseguir una recuperación sostenible y justa.

El 90 % de los Estados Miembros de la OIT tiene establecida alguna modalidad de salario mínimo. Sin embargo, aproximadamente 327 millones de asalariada-os (es decir el 19% del total) reciben una remuneración equivalente o menor al salario mínimo por hora vigente.  Y enfatiza que ya “antes de la pandemia

266 millones de personas –el 15 por ciento de todas las personas asalariadas del mundo– percibían una remuneración inferior a la del salario mínimo por hora” (https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_762645/lang–es/index.htm).

Las causas principales de esa situación son el incumplimiento de la ley o bien la exclusión de ciertas actividades laborales de la normativa marco. El estudio indica que prácticamente 1 de cada 5 países (el 18 % de los mismos a nivel mundial) que reconocen un ingreso mínimo por ley, excluyen de esa normativa a la-os trabajadora-os agrícolas y doméstica-os, o bien a ambos.

El desafío de un “ajuste salarial suficientemente frecuente” es crucial, enfatiza la organización internacional. Quien constata que en la práctica solo un país de cada dos -que cuenta con un salario mínimo reconocido por ley-, lo ajustó al menos cada dos años en la década 2010-2019. En ese periodo, el aumento real fue, en promedio, de 1.1% en África, 1.8% en las Américas, 2.5 % en Asia y 3.5% en Europa y Asia Central.

La organización internacional mira hacia al futuro. Y lanza como desafío que al prepararse para una nueva y mejor “normalidad”, la existencia de salarios mínimos adecuados- definidos por ley o negociados- podría contribuir a lograr más justicia social y menos desigualdad.

El PNUD, por su parte, estima que con voluntad política se podría evitar lo peor. Si se hicieran inversiones en la dirección establecida por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sería posible rescatar de la extrema pobreza a 146 millones de personas. Para ello, insiste, debería invertirse en esta década en programas de protección y bienestar social, gobernanza, digitalización, y en un cambio hacia la economía verde, así como en mejorar las capacidades productivas. Con un plan ambicioso de impulso a los Objetivos de Desarrollo también se disminuiría la brecha de pobreza en relación al género y se podría reducir en 74 millones el número de mujeres en estado de pobreza, concluye el organismo.

Realidad económica, caída salarial y aumento de la pobreza son tres ángulos de una misma figura. La disputa principal de los actores sociales -sindicatos, movimientos sociales- a nivel mundial es asegurar una mayor participación en la redistribución desde los ingresos sociales. Intentar, al menos, que el triángulo sea equilátero…

Fuente de la Información: https://rebelion.org/salarios-de-hambre-en-medio-de-una-crisis-mundial-que-empeora/

 

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Las mujeres del Kurdistán que se enfrentaron al Estado islámico

Las mujeres del Kurdistán que se enfrentaron al Estado islámico

Estas son algunas de las enseñanzas de la revolución kurda, encabezada por mujeres del Kongra Star, que hoy cumple 8 años de vigencia, y que cambió el sentido de la vida pluricultural del Medio Oriente.

Texto: Rosa R. y Daliri Oropeza

Foto: Cortesía

De palabra cálida pero firme, Alessia Dro acepta hacer esta entrevista por llamada telefonica. Originaria de Cerdeña, se escucha su acento sardo-italiano. Es integrante del movimiento de Mujeres Kurdistán, que actualmente tiene presencia en América Latina.

Ella vivió en Kobane la reconstrucción total del tejido social, gracias al levantamiento y organización de las mujeres.

Presenció el modo en que se llevó a cabo el proceso de reconstrucción de esta ciudad localizada en la frontera sirio-turca. Esto, después de que cada edificio, casa, tienda y calle estaban en ruinas. Todo el día se la pasaba en las juntas vecinales asamblearias donde discutían cómo reconstruir la ciudad, como imaginar un gobierno propio, cómo salir de las dinámicas de la guerra.

Las comunas iban cotidianamente eligiendo su forma de trabajar sin explotación; como reconstruir la ciudad. Desde la construcción de una carretera, cómo hacer del reciclaje de material, aún con el embargo dictado por Turquía.

El papel de las mujeres se tornó en guía, brújula y parteaguas de la existencia de un pueblo. Alessia acepta esta entrevista con Pie de Página, hoy que se cumplen 8 años de la revolución que marca a Medio Oriente por venir de las mujeres. Ellas, igual toman las armas, igual se abrazan para tejer los saberes del Kurdistán.

Alessia habla de las dimensiones de convivencia que esta revolución ha provocado entre diferentes pueblos y espiritualidades. Incluso, narra, se han creado espacios interreligiosos, comunas, vecindades donde las personas se expresan en diferentes idiomas y se entienden. Eso fue lo que rompió el régimen autoritario nacionalista sirio de y los ataques por parte del Estado Islámico.

Celebrar la revolución de las mujeres

—¿Qué es lo que se festeja el 19 de julio y por qué es importante para las mujeres?

El 19 de Julio se festeja, en Kurdistán, y en todo el mundo, con numerosas acciones de solidaridad global, el inicio de la Revolución en Rojava.

La Revolución de Rojava surgida en 2012 después del proceso culminante de las Primaveras Árabes. Enmedio de un conflicto internacional en Siria, representa una alternativa a los poderes del estatus quo. En una resistencia de mujeres histórica, rechazando al mismo tiempo los ataques de Turquía y de sus bandas aliadas del Estado Islámico, celebra hoy su octavo aniversario.

Estos ocho años, y muchos más a venir, por las nuevas generaciones que crecen con una mentalidad liberada, han sido vividos fuera de la tríada inseparable del capitalismo, del Estado-Nación y del patriarcado. [Se han vivido] en un área auto-gobernada por una confederación de diferentes pueblos (árabes, armenios, circasianos, chechenos) hoy conocida como la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria.

Desde el estallido de esta revolución, las mujeres han sido las más activas en su liderazgo; y han participado en todas las áreas de trabajo organizativo, político, militar y social. Han sido pioneras en todas las actividades que ha desarrollado esta revolución para llevarlas a un nivel real y garantizar la autonomía de decisión de las mujeres en cada aspecto de la vida.

El 19 Julio del 2012 desde las calles de la ciudad de Kobane, una sublevación popular se extendió a los otros dos cantones, de Afrín y de Cizire, transformando las municipalidades del régimen del Estado Sirio en Casas del Pueblo, mientras, en cada barrio, las mujeres, autónomamente organizadas, transformaron institutos estatales vacíos en Casas de las Mujeres.

Desde entonces hasta hoy, en cada uno de los cantones, más allá de los tres primeros que existían, cada distrito, en cada barrio, es ocupado por las Casas de las Mujeres.

Casas de mujeres

Las casas de mujeres son casas auto-gestionadas que administran, desde una perspectiva de abolicionismo de la cárceles, la justicia social, la salud, la economía cooperativista no capitalista; representan el centro organizativo de las comunas autónomas sólo de mujeres.

Dentro de un conflicto internacional para el poder global, conflicto que se juega hoy en Medio Oriente y especialmente en Siria.

Las mujeres fueron quienes se insurgieron desde el 2012; ello frente a la oposición binaria entre dos vías definidas por el estatus quo, el régimen nacionalista de Bashar-Al-Assad y los rebeldes islamistas. Las mujeres crearon un tercer camino de autogobierno autónomo de diferentes pueblos según los principios del Confederalismo democrático; una visión del mundo que piensa que la fundación de un Estado nunca permitirá la libertad de los pueblos.

El 19 de julio es principalmente una fiesta de las mujeres. Pienso en el 8 marzo histórico de Ciudad de México y visualizo hoy las calles de Kobane en resistencia, vinculadas por un mismo asunto: las mujeres somos hoy una parte importante de la revolución. Somos quienes hacen posibles los cambios a escala mundial.

—¿Qué retos han superado las mujeres en estos años de Revolución?

Han superado imposiciones desde un sistema fuertemente patriarcal y feudal. Abolieron la poligamia, el matrimonio infantil, la prohibición del aborto; han luchado en cada campo a través de formaciones específicas para la transformación del hombre, contra el sexismo social.

La lucha contra la violencia doméstica y los llamados «asesinatos por honor» han sido fundamentales. La Mala Jin (Casa de las Mujeres) ayuda a las mujeres a abandonar parejas violentas, apoya la independencia económica y se organiza contra el sexismo y la violencia en la comunidad. Estoy escuchando y examinando casos individuales visitando a las mujeres que confiaron en ella.

Desde la creación de la primera Mala Jin en 2012, el Movimiento de mujeres  ha extendido su creación por pueblos y ciudades. Se consideran entre las instituciones más eficientes que se ocupan de los problemas sociales de las mujeres y son una de las razones por las cuales las personas se refieren a los logros de esta región como una «Revolución de las mujeres».

De manera especial, en el 2016 las comunidades en lucha proclaman su autonomía y redactan la Carta del Contracto Social, se inaugura pues la Administración Autónoma con una Carta de principios de convivencia entre pueblos basada sobre la liberación de las mujeres, la ecología, la autonomía democrática y el autogobierno.

Después de haber escrito esta Carta, las mujeres deciden reunirse autónomamente en cada comuna de un amplio territorio de casi 4.5 millones de personas para elaborar sus propios principios revolucionarios. Nos recuerda un proceso que también las mujeres zapatistas realizaron con la Ley revolucionaria de mujeres como un proceso en continuo avance.

En el caso de Rojava los principios elaborados por las mujeres iban extendiéndose a toda la sociedad y eran garantizados en y por las Casas de las Mujeres.

Pero sobre todo lo que han superado la mujeres en estos años de revolución es la concepción misma de lo que significa revolución, según la cual, la transformación social llega primero con la liberación nacional y después llega el momento de ocuparse de lo que sería asunto de las mujeres, lo que en la historia las llevo a una domesticación.

Las mujeres siempre hemos sido protagonistas de grandes estallidos pero sin embargo una vez terminado el proceso de liberación hemos sido relegadas a lugares secundarios. La mujeres en Rojava han planteado desde el inicio del proceso que ninguna transformación social va a ser posible sin la liberación de las mujeres como su centro.

Dentro del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) las mujeres desde los años 1980 rompieron con cada domesticación, formaron sus autodefensas femeninas en las montañas, y cada logro que las guerrilleras alcanzaron lo transmitieron inmediatamente a la sociedad.

Los logros filosóficos del PKK, a través de su movimiento de liberación de las mujeres, se han transmitido en el Norte y Este de Siria desde los años 1990 con la formación popular.

La cotidianidad de la guerra

—¿Cuál es la propuesta vigente de la Revolución frente a la guerra en Medio Oriente?

Esta es una pregunta importante. El mundo entero debería preguntarse, ante una Tercera Guerra Mundial que está en curso desde más de dos décadas en Siria, cómo puede el Medio Oriente, y el mundo entero, liberarse del caos de esta guerra global que está generando la crisis humanitaria más grande de la historia.

De este conflicto, de hecho, depende la realización de la democracia de los pueblos, no sólo en esta área, sino en escala planetaria, en el mundo entero. Preguntarnos que significa verdaderamente democracia, hoy es fundamental.

Cuando Estados Unidos invadió el Medio Oriente en 2004 dijo que aquella era su democracia; tienen un proyecto de colonización del Medio Oriente que ahora están dejando de lado para enfocar su proyecto de expansión hegemónica sobre América Latina.

Sin embargo, los pueblos, las comunidades, desde el autogobierno, están expresando otra visión de democracia, en la auto-administración sin poder, sin Estado, con un proyecto autónomo.

Un Medio Oriente confederado significa poder restablecer la paz en una área que ha sido una creación artificial de fronteras organizada por el colonialismo europeo. El proyecto del Confederalismo democrático va mas allá de estas fronteras creando alianzas entre pueblos y sus autogobiernos sin que esto sea atado a una lengua única, a una cultura específica, a una religión concreta o a una sola interpretación de la historia. Es un proyecto plural de largo plazo que se está realizando y expandiendo desde la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria.

Oponerse a la guerra solamente, no es resistir, resistir es vida, decimos en kurdo, o sea vivir y decidir cómo: con amor profundo hacia la libertad, así dice una famosa consigna kurda, elaborada en los años 80 en las sublevaciones dentro de las cárceles de Turquía.

Resistir no es sólo decir no a las imposiciones de los Estados, significa crear transformaciones y alternativas comunales de vida.

Y el asunto no es cuántas contradicciones y desacuerdos tenemos, el asunto es con qué mecanismos colectivos de solución de los problemas logramos seguir avanzando juntes.

Es algo que puede resonar hasta Chiapas, lo que se practica en la revolución en Rojava cuando decimos que acordamos vivir, según principios, en procesos de largo aliento, no solo para sobrevivir.

En la cotidianidad, ¿en qué consiste la liberación de las mujeres y por qué representa un peligro para Turquía o cualquier otro Estado?

—La mujeres en Kurdistán han roto con una domesticación impuesta por todos los Estados coloniales; por las familias conservadoras y también por su propios compañeros de lucha.

Mientras Turquía impone arrestos a las mujeres que se oponen a leyes teocráticas, homofóbicas y misóginas, como por ejemplo la ley “Cásate con tu violador” —que fundamentalmente legaliza el matrimonio infantil en un país dictatorial–, en Rojava las mujeres se solidarizan con la resistencia en las cárceles de Turquía. Van prohibiendo todo tipo de actitud sexista desde su insubordinación y a través de un cambio muy profundo. Desde la despatriarcalización que están logrando hacer dentro de la mentalidad dominante de los hombres.

Puedo contarte de la liberación de la ciudad de Kobane, durante el proceso de liberación del ISIS (Estado Islámico) en Rojava hace 4 años.

Los cambios y los logros desde entonces han sido inmensos. Mujeres de diferentes pueblos unidas, en un momento de reconstrucción de la ciudad, han creados juntas desde sus asambleas populares alternativas de vida libre en común.

Los expertos decían que en 3 años la ciudad estaría en pie. De inmediato iniciaron los trabajos de las comisiones auto-organizadas para su reconstrucción. En 6 meses la ciudad estaba de pie; y las familias que tuvieron que huir durante la guerra repoblaron las calles y retomaron sus casas dañadas; pero al retorno repararon los daños y se instalaron en lugares más amplios porque sabían que ahí tendrían una vida libre.

Las mujeres en este proceso decidieron juntas sobre cómo configurar el espacio urbano, sobre que soluciones ecológicas, sobre la educación, que se da siempre de forma inter-generacional y además en una sociedad en donde no hay racismo y clasismo y, que vive desde el trabajo liberado. No vinculado al trabajo salariado y a lo monetario, que ha eliminado la explotación en todo ámbito de la sociedad.

Desde las Casas de las mujeres autónomas no vamos a querer los mismos derechos de los hombres; vamos queriendo romper en lo cotidiano y en cada momento de nuestra vida con el patriarcado.

El pueblo kurdo nunca formó parte de un Estado centralizado. En realidad, durante estos 100 años hubieron muchísimas rebeliones y luchas contra ello. En Oriente Medio no tiene sentido apostar por crear nuevos Estado-nación, nuevas fronteras artificiales, dividir comunidades y pueblos. El Confederalismo democrático busca que esas fronteras pierdan todo su sentido.

El camino no es la destrucción

Contra los intentos de victimización del estado turco y en oposición también a la hipersexualización y fetichización de las guerrilleras kurdas realizadas por los medios de comunicación occidentales, la respuesta de auto-organización social de las mujeres en cada aspecto de la vida ha sido el corazón más profundo de esta transformación revolucionaria.

Esto es nuestro camino autónomo, el objetivo no es la destrucción. Toda la energía que se pondría para eso, se utiliza para construir otros caminos, que sean basados sobre el autogobierno, la autodefensa, la ecología.

En los Consejos vecinales se decide desde abajo sin centralización de las decisiones. De manera práctica, las comunas siempre se eligen a un hombre, una mujer y una delegada de una minoría étnica, siguiendo desde abajo y sin centralización el camino de la transformación en cada ámbito de la vida social.

Mueren mujeres en ataques recientes

—¿Podrías darnos una actualización de los constantes ataques por parte de Turquía hacia Kurdistán y hacia la revolución en general?

Turquía quiere invadir el Norte y Este de Siria e Irak porque quiere crear un nuevo imperio otomano en el área. Sus bombardeos constantes y sus ataques genocidas representan ofensivas directas contra la libertad, física, económica, espiritual de las mujeres. Un ejemplo es lo que pasó hace pocos días en Kobane, ciudad símbolo de la liberación del fascismo. Ahí las mujeres  derrotaron en una lucha feroz, desde sus brigadas populares de autodefensa, al Estado Islámico apoyado por Turquía. Justo a las afueras de Kobane, la noche del 23 de junio, en la aldea de Helence, Zehra Berkel, miembro de la Coordinación de Kongra Star, del Movimiento de Liberación de las Mujeres de la Región del Éufrates, la Madre Emîna Weys y Hebun Xelîl, mujeres igualmente comprometidas en el movimiento de mujeres, fueron asesinadas en un ataque con drones aéreos armados por el Estado turco. Y en Besre, en Deir-ez-zor, realizaron un brutal ataque a la Casa de las Mujeres. Todos los aliados del Estado turco son igualmente responsables de estos ataques y masacres: la coalición internacional, el Estado ruso, Estados Unidos…

Frente a estos ataques, las mujeres del Kongra Star nos han recordado que “cuántas más mujeres conozcan nuestro pensamiento y se organicen, más temerán las fuerzas enemigas”. Ellas son  conscientes de que “dentro del sistema de ocupación fascista y asesino no hay lugar para la existencia de las mujeres por esto hay que garantizar la libertad de las mujeres y la libertad de todos los pueblos del mundo mediante la memoria de las compañeras Zehra, Emina y Hebun”. Saben, sabemos que desde Rojava hasta México, organizadas, acabaremos con el feminicidio.

En Raqqa, antes capital del califato, ocupada el Estado Islámico de 2013 a 2017, hoy las mujeres amplían su comunas, deciden sobre su formación y la lucha que están llevando adelante, ¡se trata de una lucha contra el fascismo y contra el imperialismo global!

Los Estados pretenden socavar los logros de esta revolución porque las mujeres representan la piedra angular del desarrollo y del éxito de cambio pero los poderes mundiales deben tener en cuenta hoy las mujeres del Norte y el Este de Siria se han comprometido a continuar su lucha y a intensificar su resistencia contra todos los ataques posibles y para proteger los logros de la Revolución del 19 de julio con toda su fuerza, para la humanidad.

En este sentido, apoyar, conocer, defender la Revolución de las mujeres, hoy significa defender la humanidad entera ya que en el Kurdistán las mujeres toman su rol de resistencia y le están plantando cara al Estado fascista turco y a todos sus aliados criminales. Ya sean bandas de yihadistas, Rusia, Estados Unidos o el resto de países de la OTAN. Y mientras pasa esto también en el resto del mundo, millones de mujeres hacen de su resistencia la fuente de vida contra la destrucción que conlleva el patriarcado, contra un feminicidio que ha aumentado en cada rincón del mundo.

Desde la organización kurda, ¿qué podrías compartir con los movimientos de mujeres en México y en América Latina en el combate contra la violencia?

En los últimos años por el vínculo con una acumulación histórica de experiencia de lucha, las mujeres en México han adquirido una fuerza y organización colectiva sin precedentes.

Pienso a las ocupaciones estudiantiles feministas, a la resistencia de las mujeres indígenas contra la devastación ambiental y en defensa de la vida. Defendernos mutuamente nuestra lucha en común, aumentar en conjunto espacios de libertad, saber que aprendiendo la una de la otra, desde la escucha profunda podemos alcanzar cambios enormes.

Tenemos que superar lo que nos separa, si hay una desconfianza esto es debido a todo lo que desde el patriarcado hemos interiorizado: para nosotras auto-defendernos significa, antes que nada, liberarnos juntas haciendo una revolución mental desde la crítica y la autocrítica y desde el amor y el cuidado mutuo.

En la revolución aprendemos a trabajar la cercanía, esto significa mirarse a los ojos desde el corazón, tener pensamiento, voluntad, organizaciones libres comunales autónomas para reconocer nuestra historia de lucha común como mujeres y disidencias.

Cuando hablo de historia común hablo de la que vincula desde siglos: la lucha de las mujeres y de identidades no binaries de México y América Latina a las de Kurdistán; que en el curso de la historia se han nutrido mutuamente.

Si hay un lugar del mundo en donde la historia colonial y de resistencia de las mujeres, como un río, alcanza niveles analógicos y similares enormes con el Medio Oriente, este lugar es Nuestra América.

Este cauce donde fluimos tenemos que repasarlo juntas, desembocando en marea y océano imparable.

Me llegan a la mente las palabras de María Lugones, pensadora, filósofa argentina, pionera del pensamiento descolonial, que falleció hace unos días. En nuestra cultura de lucha, retomar los nombres de las luchadoras, los actos de libertad, significa tenerlas en vida encarnado sus actitudes y fuerzas su ejemplo en el cuestionarnos.

Así revivimos la una en la otra, superando además un binarismo, lo que se dice que está entre muerte y vida. María Lugones dijo en una entrevista una vez- quizás pensando a un acto muy concreto desde la prácticas indígenas- que resistir, significa tejer.

Hoy celebramos una Revolución viva y en expansión. En una lucha enorme contra todos las potencias internacionales, que necesita por esto del compromiso y del apoyo de todas las fuerzas antipatriarcales mundiales.

Desde hace 8 años y contra todas las previsiones, en Rojava ha sido construido un mundo donde caben muchos mundos, desde esta revolución surgió un proceso de abajo, autogestivo, anticapitalista y feminista que hoy sigue fuerte en una resistencia feroz. La Revolución de Rojava nos dice que, son muchas más las que surgirán, las que, en una fuerte lucha, juntas, podemos construir.

Botas llenas de Tierra. Tejedora de relatos. Narro sublevaciones, grietas, sanaciones, Pueblos. #CaminamosPreguntando De oficio, periodista. Maestra en Comunicación y cambio social. #Edición #Crónica #Foto #Investigación

Fuente de la Información: https://piedepagina.mx/las-mujeres-del-kurdistan-que-se-enfrentaron-al-estado-islamico/

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Más allá de Greta Thunberg, voces de mujeres indígenas en la lucha medioambiental

Más allá de Greta Thunberg, voces de mujeres indígenas en la lucha medioambiental

Por Mila García Nogales | 29/06/2020 | Feminismos

Imagen: Nicolasa, de 34 años, es indígena perteneciente a la etnia kaqchikel. Nunca pasó de tercero de primaria. Quiso seguir estudiando, pero su padre y su madre no lo consideraron oportuno por sus «responsabilidades como mujer». G. G.

Para que se alce la voz de las mujeres indígenas el ecofeminismo blanco tiene que callar. Matizo: si no eres racializada y no estás unida al territorio, pero quieres que el mensaje de tus hermanas se escuche, no hables más. Hazte a un lado. Sé un megáfono, no otra mano en su garganta.

Empiezo a escribir este artículo sentada en el sofá de mi piso de Madrid, con los pies en alto y un cojín bajo la espalda. He abierto las ventanas. Estoy cómoda. Empezar a escribir este artículo sentada en el sofá de mi piso de Madrid, con las ventanas abiertas, mientras el aire y la sensación de espacio me dan toda la libertad que necesito, es cómodo. Pero no es justo. Porque, en este momento, en otro lugar del mundo, una mujer con más cosas que decir que yo no tiene ninguna hoja en blanco sobre la que respirar. Esa mujer no cuenta ni con las mismas oportunidades ni con los mismos medios ni, en definitiva, con los mismos privilegios (la comodidad es una metáfora de todo aquello de lo que casi ni te enteras y a lo que, sin embargo, no quieres renunciar) que yo. Esa mujer es muchas mujeres a la vez, y posee tantas voces como mordazas arrastra.

Para que se alce la voz de las mujeres indígenas, el ecofeminismo blanco tiene que callar. Matizo: si no eres racializada y no estás unida al territorio, pero quieres que el mensaje de tus hermanas se escuche, no hables más. Hazte a un lado. Sé un megáfono; no otra mano en su garganta.

Ahora, Nia Huaytalla, con doble nacionalidad argentina/peruana y de raíces apurimeñas y chankas, Violeta Silvestre, chilena, andina, altiplanika, y Ninari Chimba Santillan, perteneciente a la nacionalidad Kichwa de los pueblos Cotopaxi y Otavalo, las tres activistas, las tres indígenas, explican lo que yo no tengo derecho a contar por ellas.

Nia Huaytalla, Argentina/Perú (raíces apurimeñas y chankas)

La crisis climática es una consecuencia de un sistema extractivista y colonial. Históricamente, un 47% de las emisiones de gases de efecto invernadero fueron causadas por Estados Unidos y la Unión Europea, mientras «Latinoamérica» entero solo emitió un 3%, igual que África. Sin embargo, los territorios explotados para producción agrícola, ganadera, minera o petrolera casi siempre son del Sur Global y, particularmente, territorios indígenas. También es importante marcar que las clases privilegiadas (que suelen ser blancas) de las ciudades del sur Global son cómplices de esta explotación.

Ahora, ¿quiénes sufren más la crisis climática? Hay muchísimos estudios que apuntan a lo mismo: mujeres racializadas de territorio o de los barrios más precarizados. Mi mamá me contaba cómo la presencia de las mineras en un pueblo cercano contaminó el río de su comunidad; eso hace que tengas que caminar decenas de kilómetros solo para buscar agua y ¿quién lo hace? Las mujeres. Sumado a que con las sequías, desastres naturales, epidemias o inundaciones, las familias sufren mayor precarización y las mujeres racializadas son forzadas a dejar la escuela para trabajar o casarse.

Sin embargo, acá en la ciudad seguimos llamando «caras del ecologismo» a gente blanca europea o de descendencia europea que jamás vivió una complicación así en su vida, todo lo contrario: se benefician constantemente del saqueo al territorio mientras son entrevistadas en medios y asisten a conferencias (financiadas por empresas) a llorar por un futuro cuando a miles de vidas racializadas les arrancaron su presente. Ese ambientalismo cae en el cinismo de intentar «ser diverso», pero esta lucha no les pertenece porque fueron y son opresores.

Lo siguiente va particularmente al ambientalismo blanco, en su mayoría racista, privilegiado, que hace extractivismo epistemológico y se apropia de una lucha histórica: vivir en la ciudad no significa que no te pueda preocupar el medioambiente, pero sabé tu lugar, dejá de apropiar espacios que no corresponden, dejá de usar la lucha para llenar tu ego colonial, cedé espacios a quienes lo viven en primera persona y hazte a un lado, acompañá a las hermanas pero vos no tenes que salvarlas del desastre que vos y tus ancestros crearon.

El ecologismo blanco es un movimiento apropiado y banalizado. Es un chiste que habiendo tanta cantidad de activistas indígenas muriendo todos los años recién la gente empiece a pensar la situación crítica de la crisis climática cuando una niña blanca europea, privilegiada, se sienta con un cartel. Es insultante. Y ni siquiera les importan las vidas negras e indígenas, solo les importa no perder su privilegio de ciudad en el futuro.

Justicia climática es justicia racial. Justicia climática es la reparación histórica que las personas blancas privilegiadas de todo el mundo le deben a las personas racializadas. Tras cientos y cientos de años de saqueo en nuestros territorios, es hora de pagarlos.

Violeta Silvestre, Chile (vinculada al territorio andino del Altiplano)

Una comienza a luchar de diversas formas al ser consciente de todas las opresiones desde el cuerpo, en lo cotidiano. Muchas de esas opresiones cambian tu modo de ver la vida justamente porque se te ha violentado. En el camino, vas encontrando a otras personas como tú, que han vivido situaciones similares de violencia por lo que son o cómo deciden ser, y ahí te das cuenta de que no es solo un problema personal (ya que individualmente no trasciende) sino colectivo, comunitario, de pluralidades diversas. Y lo haces por ti, pero también por quienes te rodean, y con esto no solo me refiero a humanas, sino a la Madre Tierra, a los animales, a las plantas, a las montañas, a todo.

Yo luego de salirme de la universidad me sumergí en la danza, que tiene una memoria ancestral y de lucha. Hoy en día, es lamentable cómo es vista como una actividad blanda y poco trascendental. Sin embargo, dialogar desde el cuerpo ha sido fundamental para mí, y empecé a compartirlo con otras mujeres o disidencias entendiendo estos cuerpos como territorios que también están en disputa y colonizados, patriarcalizados, capitalizados. Conectar con ellos y volver al placer y a la alegría también son actos rebeldes contra el sistema.

El capitalismo y el patriarcado se sostienen por las opresiones sobre otros cuerpos, comunidades o territorios. La naturaleza o la “gran madre” se relaciona con el cuerpo sexuado de las mujeres, sobre todo indígenas. Esta construcción no es casual y justifica la explotación, que opera bajo la lógica extractivista, entendiendo el cuerpo de mujeres racializadas como un territorio. Ambas territorialidades son oprimidas por cuerpos o empresas hegemónicas. Y ser mujer blanca, eurocentrada, de clase media-alta en una ciudad puede implicar privilegios a costa de la precarización del trabajo de las mujeres indígenas y de la depredación de la naturaleza.

Chile es un país que, desde sus cimientos colonialistas, o desde que comenzó a llamarse así, promueve y solo visibiliza a cuerpos blancos hegemónicos. No reconoce a los pueblos originarios de donde actualmente se ubica. Su educación, su medicina: todo yace bajo una perspectiva eurocentrista yanki hecha para que “Chile” sea blanco. Si ni el pueblo mestizo de Chile se reconoce como sujeto de derechos y de vida digna, ¿qué queda para los indígenas? Los apoyos que se reciben son para ser folclorizados, pero nunca para alzar la voz, si la alzas te desaparecen, como a Macarena Valdés, Matías Catrileo, Camilo Catrillanca o el Machi Celestino Córdoba, que se encuentra en huelga de hambre por ser condenado a 18 años de cárcel por un caso con irregularidades, sin pruebas y con montajes. Tengo mucha rabia a veces con $hile, ese $hile que aspira ser gringo y «exitoso», pero también quiero mucho a ese Chile organizado y rebelde que como pueblo ha construido su historia, y amo montones también a quienes no se sienten parte del nombre Chile, y tienen sus propios nombres previos a llamarse así.

Es ahí en donde nos miramos con nuestros ojos negros, con el cabello fuerte y la memoria larga. Las personas que por generaciones hemos defendido la Tierra ahora nos vemos mucho más amenazadas y con dificultad para subsistir (persecución política, desplazamiento de nuestro territorio, contaminación, etc.). Y a cambio solo somos sujetos de estudio y/o romantización, no agentes que tienen voces y demandas, con estudios, con sentipensares. Si desde el feminismo ha costado llegar a las tribunas y ser escuchadas, desde el pronunciamiento de comunidades indígenas para la defensa de la Tierra cuesta mucho más. El ecofeminismo ha sido un gran aporte, aunque existen feminismos en el aya que que no se nombran como ecofeministas pues muchas de esas teorías nacen eurocentradas y de academicistas blancas. El feminismo del Abya Yala es ese feminismo sin ola, pero que ha estado arraigado a su tierra en acuerpamiento por siglos.

Es necesario, vital, el reconocimiento de las mujeres indígenas que escriben sus luchas. Es necesario un cambio de sistema, la reparación histórica hacia los pueblos originarios que han defendido los territorios, acabar con la impunidad de quienes fueron y son dueños y/o parte de las empresas extractivistas que alteran la ciclicidad de la tierra sin ningún tipo de consideración hacia ella ni a quienes la viven. Es cuestionar y hacernos cargo de nuestros privilegios, es un cambio de paradigma desde lo macro hasta lo micro (y me incluyo), ya que requiere de responsabilidades y cambios radicales de los modos de ser, ver y sentir la vida.

Ninari Chimba Santillan, Ecuador (nacionalidad Kichwa de los pueblos Cotopaxi y Otavalo)

Lucho por el retorno al respeto de todas las formas de vida, humanas y no humanas. Lucho por la generación que aún no ha llegado, y por la que está, por su infancia, por que las primeras letras que aprendan a leer y escribir sean palabras suyas, milenarias, andinas, tan nuestras que escriban su camino tejido al del resto; por que sepan que en la vivencia anida la memoria, que les sonríen, les abrazan y les guían sus ancestras y ancestros, que la escuela forma, pero que la chakra, los paisajes, crían. Quiero que, cuando aprendan lo ajeno, sepan de dónde viene, qué trae, de qué despoja, cómo aporta, cuándo usarlo. Lucho por el resurgimiento de escuelas amables con el saber local, docentes descolonizados con actitud de cariño y respeto hacia los comuneros, comuneras y los wawas, a la lengua nativa y a las prácticas comunitarias de crianza de agrobiodiversidad que cada comunidad andina-amazónica tiene.

Lucho por que el espacio que ocupo me cuestione, me recuerde, me permita, y me retorne a la coherencia y a la cosmoexistencia de mis abuelos, de mi mamá y de mi papá. Lucho por saber usar bien los privilegios ganados con esfuerzo, pero también aquellos con los que nací. Lucho porque la lucha feminista sea interseccional y no se separe de la lucha ecológica. Lucho porque reconozcan, conozcan, las más de 3000 variedades de papa que se cultivan en los Andes, o las variedades de maíz, con tanta variabilidad de colores como nosotres siendo LGBTQ indígenas: porque existimos y nos atraviesan todas las luchas y todos los dolores, pero también todas las resistencias.

Lucho para que nuestra música andina no muera, para que nuestros tejidos y colores no desaparezcan, para que la memoria del corazón no deje de latir porque aún hay mucha lucha que bombear, y el arte lo permite. Lucho para que ninguna wawa se vea al espejo y no se sienta hermosa con su piel y rasgos milenarios, color tierra, que guarda más de 10000 años de antigüedad. Lucho para que las mujeres indígenas aprendamos a soltar la rabia cuando lo necesitemos, y el afecto firme y encariñador cuando sea el momento.

Lucho porque la gente blanca y mestiza no nos cuestione el dolor ni la muerte. Contra su ignorancia, falta de empatía y sensibilidad, carencia afectiva cultural, arrogancia, poder, odio, conocimiento «universal» que no es de todos. Lucho para que no cuestionen nuestros saberes porque su ciencia no logró comprobarlos. Y, aunque digan que hay que cuidar la tierra, no saben hablarle, no saben llorarla, no saben amarla como a sí mismos; pero, sobre todo, no saben defender a los defensores de siempre, los pueblos indígenas campesinos. Lucho para que sea posible la interculturalidad consciente y crítica.

Lucho para que en la lucha medioambiental el privilegio blanco sea una herramienta más de tantas, pero no de poder, no de protagonismo. Por que sea empuje, aliado, pero no el color oficial teniendo a lado a alguien indígena, de territorio, al que se pueda ceder o dar espacio. Lucho por que el ecofeminismo regrese a ver a las mujeres que, aun antes de que se tornara en concepto, en movimiento, siendo analfabetas lo han venido conociendo, gritando, viviendo, tejiendo; por que las escuche y aprenda de ellas. Por que las ecofeministas sean recíprocas en la cotidianidad y enciendan coherencia por donde caminan.
Ser mujer indígena en Ecuador significa vivir con los conflictos socioculturales, religiosos, raciales, homofóbicos o cocidas en la cotidianidad.

Significa saber conjugar la ciudad y el campo en nosotras. Pero también es tener raíz, tener comunidad, tener amparo, crecer con biodiversidad, vivir una interculturalidad a medias o en camino, pero no imposible. Significa llegar a ocupar espacios y luchar para que estos no te absorban, no te contaminen, no te despojen y te hagan olvidar. Significa tener la suerte de comer variabilidad local, significa que en algún momento de tu vida puedas conocer alguna de las 14 nacionalidades y 18 pueblos que habitan en este territorio llamado Ecuador. Significa tener la opción de aprender, de desaprender, de volver a tus raíces. Porque aún hay tesoros vivientes.

Yo también he vivido en España. Vivir en España significa sobrevivir sola, tengas familia o no, vivir sin abrazos inesperados y llenos, sin un tono de voz que no te haga sentir pequeña o tonta, callar o hablar pero casi siempre callar, levantarte con el suspiro de “un día más”, porque otra vez vas a aguantar la incomodidad en los metros, las miradas porque no encajas y nunca lo harás aunque te compres algo de ropa en Primark. Porque nuestra belleza es diferente, nuestros cuerpos son diferentes y nuestras ropas como mujeres indígenas son otras. Significa angustia en las calles porque no conoces los lugares y, como no sabes, te gritan o te hablan duro (normal) porque no saben que nuestra forma de expresar es siempre más cálida y su trato lastima. Y buscas alguna familia o colectivo de personas racializadas para sanar, para sentirte abrazada, querida, amparada, importante, para que sobrevivir sea llevadero.

Para mí, vivir y estudiar en España significa que académicamente tengas que sobrevivir, que aprendas a pelear, que duela, que te ignoren,  que cuestionen tus saberes y conocimientos porque no conocen o no quieren conocer. Pero también es encontrar a personas blancas como docentes o estudiantes (jóvenes, pocas) si tienes suerte; que pregunten, que se cuestionen, que escuchen, que pidan perdón, que agradezcan, que abracen, que quieran ser hermanas, que lo intenten y que, en medio de todo lo doloroso que resulta esa metrópoli para las mujeres indígenas racializadas, sean descanso y amparo. Vivir en España también es buscar los espacios verdes y sentirte en casa por un segundo, o conversar con una persona migrante, sentirte en casa por otros segundos y palpar ya no sobrevivencia sino resistencias.

Si Greta Thunberg ha conseguido convertir la cuestión medioambiental – esa por la que tantas niñas y mujeres como Nia, Violeta y Ninari han sido despojadas de sus tierras, de sus derechos y hasta de sus vidas – en un movimiento global, es porque lo ha hecho desde una posición cómoda, de privilegio; más parecida a mi escena de sofá y ventana que a las identidades indígenas oprimidas que luchan, día a día, golpe a golpe, por lo suyo. La ventaja estructural y sistémica con que la líder de Fridays for future cuenta por el simple hecho de haber nacido blanca y en el Norte mundial con respecto a las femineidades racializadas del territorio se traduce, del otro lado, en opresión. Por cada privilegio siempre hay una opresión.

En el caso de Greta, se conectan las opresiones machista (por ser mujer), edadista (por ser una persona joven en un contexto adulto) y capacitista (por ser Síndrome de Asperger), pero ella en ningún caso sufrirá nunca opresión racista o territorial, vinculadas en tal medida a la explotación capitalista y colonial de la naturaleza que, si no se viven, tampoco el vínculo con ésta se puede llegar a entender o más bien a sentir en toda su dimensión, en toda su honestidad.

Esto deja un gran hueco vacío en su relato: el gran hueco vacío de su relato. Al mismo tiempo, apoya el activismo interseccional y la idea de que, dentro del feminismo, no se da una situación de desigualdad única sino muchas diferentes, con más o menos opresiones relacionadas entre sí, con mayor o menor número de privilegios interconectados, y que cada una de estas realidades merece una habitación propia dentro del feminismo. El problema llega, y prevalece, cuando la falta de empatía de unas favorece la tiranía que se ejerce sobre las otras; cuando las más privilegiadas disfrutamos de varios cuartos en propiedad y las que lo son menos solamente pueden existir de puertas para afuera porque les hemos arrebatado su lugar.

Fuente: https://www.publico.es/sociedad/mas-alla-greta-thunberg-voces.html

Fuente de la Información: https://rebelion.org/mas-alla-de-greta-thunberg-voces-de-mujeres-indigenas-en-la-lucha-medioambiental/

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