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40, 30 y 20 años de reinvención zapatista en su guerra contra el olvido.

Es muy conocido que al amanecer del primer día del año 1994, hace 30 años, miles de indígenas mayas tomaron por las armas las plazas de 7 municipios del estado mexicano de Chiapas, incluyendo la ciudad de San Cristóbal de las Casas. A este hecho le siguieron 12 días de enfrentamientos armados entre quienes se nombraron Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el ejército federal mexicano. Pero no todo el mundo sabe que esta guerrilla maya tuvo su origen en la decisión de un puñado de militantes que lo fundaron en 1983, y que provenían de un movimiento guerrillero del norte del país: las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), creadas en agosto de 1969 en Monterrey, Nuevo León.

Dado el autoritarismo del régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México durante casi 80 años, y su alto grado de represión de las disidencias (como la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco), las FLN no veían vías políticas factibles para transformar al país. A diferencia de otras organizaciones activas en ese entonces, las FLN consideraban que la lucha urbana no iba a ser fructífera en las ciudades, así que fundaron un primer asentamiento en la selva chiapaneca, en febrero de 1972, con la idea de ir creciendo y, en un tiempo, formar un ejército popular. En 1974, las FLN vivieron su peor momento represivo. Como fichas de dominó, sus refugios fueron descubiertos por el ejército mexicano a raíz del ataque a la casa de seguridad en la población de Nepantla, Estado de México, donde fueron capturadas o asesinadas varias personas. Ahí encontraron documentos que llevaron al gobierno al grupo de Chiapas. Ahí fueron desaparecidos 7 guerrilleros de los cuales aún se desconoce su paradero. Entre ellos se encontraba el fundador de las FLN, César Yáñez, alías Manuel o Pedro.

Pese a la casi desaparición de las FLN, lograron reorganizarse y volver al sureste mexicano en la década de los 80, y el 17 de noviembre de 1983, hace 40 años, fundaron el EZLN. A partir de entonces, su presencia entre las comunidades indígenas empieza poco a poco a crecer hasta lograr la aceptación entre la población. Pero ante los planteamientos programáticos del EZLN, son las comunidades indígenas quienes, desde entonces, llevan a una reformulación de la lucha, dando mucho más peso a las decisiones que se toman en las asambleas de los pueblos.

Las organizaciones indígenas, por su parte, pasaron de sufrir la dominación y tutelaje en las fincas de hacendados, que los trataban como bestias, a una incipiente organización que mejoraría el estado de su existencia. En 1974 la diócesis de San Cristóbal de las Casas, encabezada por su obispo Samuel Ruíz García, organizó el primer Congreso Indígena en Chiapas con motivo de los 500 años del nacimiento de Fray Bartolomé de Las Casas. Más de mil comunidades y sus representantes debatieron sobre la problemática de la tierra, el comercio, la educación y la salud. Durante tres días denunciaron en las cuatro lenguas de los pueblos participantes (tzotzil, tzeltal, tojolabal y chol) el abuso y la explotación, el despojo de las tierras, la destrucción de su cultura e incluso las violaciones y los asesinatos cometidos en las fincas, incluido el derecho de pernada.

La diócesis de San Cristóbal de las Casas colaboró al despertar consciente de la situación de explotación de los pueblos en busca de su emancipación. Para las comunidades indígenas, muy creyentes, fue importante entender que su dios no era el que los quería pobres, que eso era cosa del hacendado explotador. Aunque, desde luego, la diócesis no impulso el nacimiento de la opción armada.

La primera pulsión de las FLN, convertidas ya en EZLN, fue convencer a los pueblos indígenas sobre la forma en que se debía hacer la insurrección. Sin embargo, fueron las organizaciones indígenas chiapanecas las que convencieron a los miembros del FLN de cómo debían hacerse las cosas. Así creció el EZLN, con dos raíces que se encontraron y lograron actuar mutuamente según sus 7 principios: convencer y no vencer, proponer y no imponer, representar y no suplantar, bajar y no subir, construir y no destruir, servir y no servirse, y obedecer y no mandar.

Tras la guerra que enfrentó al EZLN con las fuerzas armadas mexicanas, y el llamado de la sociedad civil a un alto el fuego, los y las zapatistas decidieron consultar al pueblo mexicano sobre qué rumbo seguir. Los pueblos zapatistas decidieron seguir la vía del dialogo con el gobierno, lo que devino en los llamados Acuerdos de San Andrés sobre Derechos y Cultura Indígena, firmados entre ambas partes el 16 de febrero de 1996.

Sin embargo, el gobierno del entonces presidente Ernesto Zedillo optó por no honrar los Acuerdos, lo que rompió el dialogo y motivo el silencio del zapatismo hasta llegado el gobierno de Vicente Fox en el año 2000. Ante el cambio de gobierno y de partido en el poder, intentaron, a través de la Marcha del Color de la Tierra, llevar la propuesta al Congreso mexicano en 2001. Esta acción, que logró una movilización masiva a su paso, tuvo su momento de mayor trascendencia cuando la comandanta Esther leyó en la tribuna del Congreso los motivos para aceptar la ley indígena que, para ese entonces, era conocida como Ley Cocopa, al haber sido consensuada entre la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) y el EZLN. Pero las y los diputados de los principales partidos políticos, PRI, PAN y PRD, votaron una nueva Ley que desnaturalizaba el contenido de la Ley Cocopa. Una traición más del Estado mexicano al EZLN en la construcción de un dialogo para la paz y la transformación de la situación de subordinación sobre pueblos y comunidades indígenas.

El EZLN regresó a Chiapas, guardó silencio y en agosto de 2003 anunció la puesta en marcha de la ley indígena original en su territorio a través del nacimiento de los primeros cinco Caracoles y sus Juntas de Buen Gobierno (JBG). Las y los zapatistas decretaron el nacimiento de una nueva forma de relacionarse dentro del movimiento zapatista y, externamente, con las organizaciones y personas solidarias con el EZLN. La estructura zapatista quedaba constituida desde los gobiernos locales de los pueblos con sus autoridades; en un segundo nivel estaban los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ) y el nivel regional eran los Caracoles, como sedes de las JBG.

Los Caracoles nacieron como el espacio de realización de las tareas zapatistas: techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación, libertad, independencia, justicia, democracia y paz. Quedaba claro que nacía una entidad propia para el desarrollo político y social de las comunidades que ahora sería responsabilidad de las JBG, y que el EZLN como aparato militar quedaría como garante de esa autonomía. A partir de entonces, la interlocución nacional e internacional con el zapatismo para apoyos y solidaridades sería con las JBG directamente.

A través de los Caracoles, los y las zapatistas consolidaron su forma de administración interna y la compartieron con las comunidades no zapatistas de su entorno. No son pocas las personas de los asentamientos colindantes a las regiones zapatistas que acuden a ellas para obtener educación y salud, pese a no pertenecer a la organización. Los y las zapatistas no dudan en otorgar este servicio a sus hermanos y hermanas indígenas. Pero es más llamativo que recurran también a la justicia zapatista, sistema no punitivista para la resolución de conflictos.

Sin embargo, después de 20 años de fundadas las Juntas de Buen Gobierno, el EZLN ha comenzado un proceso de transformación de su estructura organizativa territorial. Los y las zapatistas dicen que la estructura anterior terminó funcionando como una pirámide. Reconocen que uno de los fallos fue construir esa pirámide en la que había unos cuantos representantes. Si el pueblo manda y el gobierno obedece había que tumbar la pirámide, porque las y los representantes se iban alejando de los pueblos. Las autoridades se estaban distanciando, no por mala fe, sino porque a veces se creaba una dinámica de teléfono descompuesto o descacharrado. La información desde los pueblos hasta las JBG, en ocasiones, no llegaba en su totalidad. La voluntad del pueblo no se veía representada. Esa era la pirámide.

La primera tentación fue darle vuelta a la pirámide, pero tampoco era solución. Las cosas seguían teniendo un flujo vertical. En su reflexión, las y los zapatistas ven esa estructura muy similar con la pirámide capitalista, donde las propuestas del pueblo no llegan arriba, las propuestas no se toman en cuenta. Ahí, los y las zapatistas fueron encontrando trabas en el flujo de las decisiones y de las acciones. En el camino se perdía mucha información, desde los y las comisarias y agentes de los pueblos hasta las JBG y viceversa. Cuando entraba una JBG no siempre daba continuidad a los trabajos anteriores, quedaban cosas a medio hacer.

Los pueblos querían decidir, pero no podían. A 20 años de la constitución de las JBG se dieron cuenta de que había que cambiar, no sirve copiar lo que hace el capitalismo en pirámide. Había que destruirla. En sus palabras, la democracia es de los pueblos, como en el 94 decidieron ir a la guerra, este pasado 2023 los pueblos decidieron tirar la pirámide. Lo sometieron a discusión y decidieron cambiarlo y empezar con lo nuevo, ahora poniendo énfasis en el abajo.

El resultado es una nueva estructura basada en los Gobiernos Autónomos Locales (GAL). El gobierno está abajo, en los GAL, lo demás sólo coordina. Los nuevos Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (CGAZ) no son autoridad, solo son espacios de coordinación. Estos se reúnen por unos días y se vuelven a sus pueblos. Cuando el CGAZ no pueda resolver lo de la región, entonces entrará la Asamblea de Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (ACGAZ), ahí se convoca a los cientos de pueblos y miles de autoridades que se reunirán por el tiempo que haga falta. Así no hay gobierno arriba, el gobierno está en los GAL, en los pueblos.

Es difícil que cualquier movimiento social, indígena o urbano pueda compararse a la trayectoria de estos 40, 30 o 20 años de aniversarios zapatistas. No es sólo la longevidad de su caminar, sino la capacidad de reinventar su organización, la creatividad de su proceso vital, reacomodando lo que no ha funcionado sin morir en el intento.

Pero la buena nueva es que hay zapatismo para rato. Lo atestiguan unos jovencísimos milicianos y sobre todo unas jovencísimas milicianas que han hecho suya la rebelión a ritmo de Panteón Rococó. Nuevas generaciones zapatistas que permanecen cuando en muchos movimientos sociales la lógica es que los más jóvenes opten por abandonar los ideales de sus padres y mayores. Serán ellos y ellas quienes modelen el zapatismo de los años por venir.

El zapatismo abrió la posibilidad de la construcción altermundista de nuevas formas de relaciones políticas frente al despojo que se vivía en las fábricas y los barrios, convocando a una rebelión intergaláctica: por la humanidad y contra el neoliberalismo. Hoy esta frase sigue tan vigente como hace 30 años.

Arturo Landeros es sociólogo de la organización Taula per Mèxic

Fuente de la información:  https://vientosur.info

Fotografía: Viento sur

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Perú: Los pobres no son cifras en las encuestas

Los pobres no son cifras en las encuestas

Hugo Otero

«La vieja receta de que con la inversión privada se supera la pobreza no es creíble».

La mayoría de la población experimenta rabia, dolor y ansiedad, sentimientos que no captura el INEI.  Su última encuesta revela que la pobreza ha aumentado al 29%, pero esta cifra no transmite el sufrimiento que acompaña a esta catástrofe.

Además, algunos economistas señalan que el 31,4% de la población; es decir, 10,6 millones de personas, son “no pobres vulnerables” —no son pobres actualmente, pero podrían volver a serlo en un futuro cercano. Sumando esto, la cifra total asciende al 60,4% de los peruanos.

La pobreza también contribuye al aumento de la inseguridad, desconfianza, confusión y caos, y alimenta el rechazo masivo hacia la presidenta Boluarte, el Congreso y las élites que dirigen el país.

Para los voceros de la derecha neoliberal, los índices alarmantes de pobreza se solucionan solo con inversión privada que, según afirman, sustenta el crecimiento que crea mayores empleos. Pretenden imponer ese argumento falaz con arrogancia y como verdad absoluta. Ignoran que la justicia social es la integradora del trabajo y del esfuerzo de todos los que producen riqueza. Que deriva en crecimiento con igualdad y empleo formal bien remunerado, en una sociedad democrática que defiende la vida como valor fundamental.

La vieja receta de que con la inversión privada se supera la pobreza no es creíble. Sin embargo, el dolor, la rabia y la ansiedad de millones generan una fuerza que enciende la esperanza a pesar de la precariedad en la que existen y de la traición a sus sueños por parte de sucesivos políticos mentirosos.

Es una corriente avasalladora por el cambio para salir de la jaula de la pobreza y alcanzar la libertad y dignidad como seres humanos. El aumento de la pobreza anuncia el fin del modelo social que impuso hace 31 años Alberto Fujimori. Ahora, su hija Keiko repite el golpe y se ha apoderado del Estado desde el Congreso, con la complicidad de corruptos y mafiosos que arguyen sostener una estabilidad política que no existe.

Las próximas elecciones presidenciales serán un hito más, independiente de cual sea el resultado. La lucha de fondo es por la unidad de la nación y la formación de un Estado democrático que saque al Perú de la pobreza, la corrupción y la violencia.

Fuente de la Información: https://larepublica.pe/opinion/2024/05/20/los-pobres-no-son-cifras-en-las-encuestas-por-hugo-otero-1298020

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Argentina: 1 de cada 2 alumnos de primaria habla de violencia doméstica en la escuela

1 de cada 2 alumnos de primaria habla de violencia doméstica en la escuela

Las instituciones educativas juegan un rol clave en la detección y prevención de la violencia en los hogares

La mitad de los alumnos del último año de primaria (53,3%) afirma que habla de temas de violencia y abuso con alguien de la escuela. Por otro lado, el 15% de los estudiantes dice no hablar con nadie sobre estos temas. Las provincias con mayor porcentaje de alumnos que reportan hablar de violencia en la escuela son Misiones (60,1%), Formosa (58,9%), Chaco (57,7%) y Entre Ríos (57,3%).

Los datos surgen del informe “Situaciones de violencia en los hogares: detección y prevención desde las escuelas”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Mercedes Sidders (Fundación Abrazar y Centro de Estudios para el Desarrollo Humano – UdeSA), Eugenia Orlicki y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación). El documento aborda el rol de las escuelas en la prevención y detección temprana de la violencia contra niños, niñas y adolescentes, a partir de las respuestas de directores y estudiantes del último año de primaria a los cuestionarios complementarios de las pruebas Aprender 2021.

El informe plantea que la escuela juega un rol clave en la detección y prevención de la violencia en los hogares, definida como una “epidemia silenciosa” con severas consecuencias en la salud mental y física de niños y adolescentes. En las escuelas de gestión estatal, las provincias donde más directores declaran que tuvieron que intervenir en situaciones de violencia familiar son Tierra del Fuego (61%), CABA (55%), Jujuy (47%), Buenos Aires (46%) y Río Negro (43%).

A nivel nacional, el 32% de los directores de escuelas primarias de gestión estatal afirma que en el último año ha tenido que intervenir en casos de violencia familiar que afectan a sus estudiantes. Uno de cada cuatro (26%) directores de escuelas privadas informan que han tenido que intervenir en este tipo de situaciones.

En las escuelas de gestión privada, las provincias donde más directores dicen haber intervenido en este tipo de situaciones son San Juan (39%), Formosa (35%), Chaco (34%), Misiones (32%) y Santiago del Estero (31%). De todos modos, el informe aclara que estas cifras no necesariamente indican mayor cantidad de casos de violencia, sino que pueden reflejar una mayor propensión de las escuelas a reportar y actuar ante las situaciones detectadas.

A nivel nacional, el 44,2% de los alumnos dice que los docentes les hablaron sobre cómo cuidarse y evitar el maltrato, mientras que un 28,2% declara que le gustaría tener más información sobre esto. A su vez, el 45,4% afirma que los docentes les hablaron sobre cuándo pedir ayuda a una persona de confianza.

“Es alentador ver cómo la interacción entre docentes y alumnos genera un círculo virtuoso, donde el diálogo sobre temas sensibles con los educadores conduce a un mayor interés y demanda de información por parte de los estudiantes. Sin embargo, es preocupante que aún haya un porcentaje significativo de alumnos que no discuten estos temas con nadie. Además, se evidencia la necesidad de un mayor apoyo del Estado y de la sociedad civil para fortalecer el rol de las escuelas, no solo en la identificación y reporte de casos de violencia, sino también en la conexión de las familias con los servicios necesarios para prevenir y abordar esta problemática de manera integral”, señala Mercedes Sidders, coautora del informe.

Sidders explica que las escuelas solo suelen denunciar los casos de violencia más graves y urgentes. En cambio, los episodios de “mediana” gravedad no se reportan por temor a las consecuencias, especialmente en comunidades pequeñas donde realizar una denuncia puede tener un alto costo social o emocional para los docentes y directivos involucrados, o puede generar represalias por parte del adulto responsable del niño/a.

El estudio subraya la necesidad de que el Estado garantice una red de apoyo más amplia que conecte a las familias con servicios que ayuden a mitigar los factores de riesgo (como comedores, centros de salud, programas sociales o subsidios habitacionales), para poder fortalecer el sistema de protección de los niños y adolescentes.

“La gran mayoría de niñas y niños víctimas de violencias temen pedir ayuda porque tienen terror a sufrir represalias peores de las ya vividas por parte de sus agresores: por lo general, sus propios padres, de quienes dependen económica, psicológica y emocionalmente para vivir. En este aspecto, resulta imprescindible la figura del docente a la hora de transmitir a las nuevas generaciones valores relacionados con la libertad de expresión y la desnaturalización de la violencia”, afirma María Cecilia López, psicóloga especializada en el tratamiento del abuso sexual en la infancia.

“La naturalización de la violencia en los hogares y el miedo hacen que no sea sencilla la comunicación entre los estudiantes y su escuela. Es urgente que las instituciones educativas se vuelvan más competentes para prevenir y detectar conflictos y violencia, y a su vez puedan gestionar la ayuda pertinente”, plantea Alejandro Castro Santander, director del Observatorio de la Convivencia Escolar de la Universidad Católica de Cuyo.

“Es importante destacar que en materia legislativa estamos muy bien posicionados: las leyes son de avanzada en la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes respecto a la violencia y el abuso. La escuela tiene un lugar preponderante en el sistema de protección: el problema aparece cuando deben aplicarse las normas escritas –como dice el saber popular, del dicho al hecho hay mucho trecho–. La Educación Sexual Integral viene a dar respuestas, pero no se aplica, la docencia no está capacitada para abordar estos temas, y los protocolos que existen no se usan”, sostiene la psicóloga María Beatriz Müller.

«La escuela no es solo un espacio académico: también representa la esperanza y el refugio para muchos niños y adolescentes que sufren en sus hogares. En este entorno, los maestros no solo enseñan, sino que también desempeñan un papel fundamental como guías y confidentes. Con su dedicación y empatía, pueden ser la clave que rescate a estos jóvenes de situaciones de violencia, ofreciendo apoyo y orientación hacia un camino seguro y lleno de oportunidades», dice Paola Zabala, directora de Comunidad Anti Bullying Argentina.

Pablo Mainer, fundador de la ONG Hablemos de Bullying, asegura: “Hemos notado una falta significativa en la implementación de protocolos de actuación, y cuando existen, a menudo carecen de capacitación y socialización adecuadas. Esto muchas veces conduce a que dichos protocolos queden relegados en el escritorio de algún directivo. Es crucial destacar que muchas escuelas están colaborando con otras instituciones como servicios sociales, centros de salud y ONGs para abordar integralmente la violencia en el hogar, y creemos que esta colaboración debe ser la norma para garantizar la protección y el bienestar de los niños, niñas y jóvenes”.

«El informe refuerza el rol del docente, no solo cómo agentes de transmisión de contenidos académicos, sino también de detección temprana de diferentes problemas psicosociales frente a los cuales los adultos tenemos que intervenir de manera inmediata. Sin embargo, para que los docentes puedan desempeñar efectivamente este papel, es crucial que reciban capacitación adecuada y cuenten con las herramientas y el apoyo necesarios para manejar estas situaciones de manera segura y efectiva. Un docente que escucha a sus alumnos es un docente que facilita el desarrollo emocional y social de los estudiantes, fomentando su desarrollo integral”, indica la licenciada Candelaria Irazusta, directora Ejecutiva del Equipo Anti Bullying Argentina.

Gráfico 1. Con quiénes hablan temas de violencia y abuso los alumnos de primaria por provincia. Primaria, año 2021.Gráfico 1. Con quiénes hablan temas de violencia y abuso los alumnos de primaria por provincia. Primaria, año 2021.
Gráfico 2. Porcentaje de alumnos por provincia que dicen que los docentes le hablaron o no y que le gustaría tener más información sobre: “Cómo cuidarse y evitar el maltrato”. Primaria, año 2021.Gráfico 2. Porcentaje de alumnos por provincia que dicen que los docentes le hablaron o no y que le gustaría tener más información sobre: “Cómo cuidarse y evitar el maltrato”. Primaria, año 2021.
Gráfico 3. Porcentaje de alumnos por provincia que dicen que los docentes le hablaron o no y que le gustaría tener más información sobre: “Cuándo pedir ayuda a una persona de confianza”. Primaria, año 2021.Gráfico 3. Porcentaje de alumnos por provincia que dicen que los docentes le hablaron o no y que le gustaría tener más información sobre: “Cuándo pedir ayuda a una persona de confianza”. Primaria, año 2021.
Gráfico 4. Porcentaje de directores que declaran que tuvieron que intervenir en situaciones de violencia familiar en el último año por sector de gestión. Primaria 2021.Gráfico 4. Porcentaje de directores que declaran que tuvieron que intervenir en situaciones de violencia familiar en el último año por sector de gestión. Primaria 2021.

 

Fuente de la Información: https://aptus.com.ar/1-de-cada-2-alumnos-de-primaria-habla-de-violencia-domestica-en-la-escuela/

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Italia – “LookAut: unión por la inclusión social”, el proyecto de tres médicos para hacer jugar al fútbol a niños autistas

“LookAut: unión por la inclusión social”, el proyecto de tres médicos para hacer jugar al fútbol a niños autistas

Donatella Lavizzari

En Gorla Minore (Varese), una iniciativa deportiva pionera que abre las puertas de la sociabilidad a los niños con autismo.
En la búsqueda continua de iniciativas inclusivas destinadas a promover la sociabilidad de los niños con autismo, la Dra. Federica Galli, junto con sus compañeras médicas Gala Galimberti y Debora Traspedini del estudio de Varese “ LookAut – Concienciar no es suficiente ” (que podría traducirse como “ Volver a mirar el autismo – Concientizar no basta»), ha creado un proyecto que está acaparando la atención de los medios: » LookAut in campo «.

El corazón de esta iniciativa es la creación de un equipo de fútbol en el club deportivo Gorla Minore.
El polideportivo al que pertenece el equipo está dedicado a Angelo Pereni, figura emblemática del mundo del fútbol local, y esto da más sentido al proyecto, subrayando la importancia de la inclusión y el apoyo mutuo.
Además, Gorla Minore es el lugar donde reside el Collegio Rotondi, que también tuvo entre sus alumnos al periodista y crítico gastronómico Edoardo Raspelli.
“ Nunca olvidaré Gorla Minore, su colegio Rotondi y tres personas fundamentales en mi vida, entre 1967 y 1968: el rector, monseñor Lino Mangini, el vicerrector don Enrico Cantù (que también celebró mi boda) y el otro vicerrector Don Enrico Cantù (que también celebró mi boda) y el otro vicerrector. rector, monseñor Renato Corti, que llegaría a ser obispo de Novara y cardenal. Tres grandes sacerdotes que… me salvaron la vida ” – afirmó Edoardo Raspelli.

La elección del fútbol no es aleatoria, sino que refleja el deseo de ofrecer a los niños con autismo un entorno inclusivo y estimulante donde puedan desarrollar sus habilidades sociales en un contexto familiar y divertido.
Esta iniciativa no sólo promueve la inclusión, sino que también ofrece una oportunidad única para que los niños con autismo participen activamente en una de las actividades más populares del panorama social italiano.

El proyecto no se limita a la práctica deportiva, sino que también cuenta con el apoyo de una entrenadora titulada UEFA B, Alessia Pellegatta, para garantizar un ambiente acogedor y un trabajo de calidad para todos los participantes.
Además del Mister, siempre habrá figuras formadas y especializadas en análisis aplicado de la conducta (ABA), intervención indicada como eficaz por las directrices del Istituto Superiore di Sanità.

Este enfoque holístico tiene como objetivo brindar apoyo integral para el bienestar y desarrollo de los niños con autismo, ayudando a construir puentes de comprensión y solidaridad dentro de la comunidad.

La unión entre la contrastada experiencia deportiva de la empresa Gorla Minore y la sólida formación ABA de los profesionales del estudio “ LookAut – La conciencia no es suficiente ” garantiza un servicio de altísima calidad. Esta combinación de habilidades permitirá a los niños involucrados alcanzar objetivos concretos y mensurables, gracias a un enfoque sistemático y estructurado.

“ LookAut – La conciencia no es suficiente “, un estudio de análisis de psicología y comportamiento, cuenta con una historia rica y significativa en el panorama de la salud mental en Varese y más allá.
Nacido como un ambicioso proyecto para brindar servicios de apoyo e intervención a personas con trastornos del espectro autista (TEA) y sus familias, LookAut se basa en el análisis aplicado de la conducta (ABA) y un profundo respeto por la individualidad de cada persona.
A través de evaluaciones en profundidad, intervenciones personalizadas y una fuerte participación familiar, la práctica se compromete a mejorar la calidad de vida de las personas con autismo, apoyándolas para que alcancen sus objetivos y maximicen su potencial.

En un momento en el que la sensibilización sobre el autismo y la promoción de la inclusión están en el centro de la atención social, iniciativas como esta resultan fundamentales para construir una sociedad más solidaria para todos sus miembros.
El proyecto de la Dra. Galli y sus colegas representa un paso importante hacia este objetivo, ofreciendo un ejemplo concreto de cómo la pasión, la dedicación y la innovación pueden cambiar positivamente las vidas de los niños con autismo y sus familias.

Por este motivo, se lanzó una recaudación de fondos para que los niños pudieran participar en el proyecto de forma gratuita. De esta manera, ningún niño quedará excluido por limitaciones económicas, asegurando que todos tengan la oportunidad de crecer a través del juego y la inclusión.
La recaudación de fondos, cuyo objetivo se fija en 7.000 euros, pretende cubrir parte de los costes asociados a la participación de los niños en el proyecto, incluidos los relacionados con el equipamiento deportivo y otros gastos relacionados.
La invitación es a apoyar esta importante iniciativa y contribuir a construir un futuro más inclusivo para los niños con autismo.

Este es el enlace de recaudación de fondos https://gofund.me/3bb8e951. “>gofundme

Donatella Lavizzari

 

Fuente de la Información: https://www.farodiroma.it/lookaut-unione-per-linclusione-sociale-il-progetto-di-tre-dottoresse-per-fare-giocare-al-calcio-i-bambini-autistici-donatella-lavizzari/

 

 

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MILEI NO PARA: MÁS DESPIDOS Y CIERRES DE ORGANISMOS NACIONALES

El pasado jueves 4 de mayo se llevó a cabo en todo el país una Jornada de visibilidad contra los despidos masivos que lleva adelante el gobierno nacional.

En horas de la mañana, en la ciudad de San Luis se realizó una asamblea en la administración de Parques Nacionales. Participaron trabajadores despedides de Anses, Parques Nacionales, Senasa, Enacom, Inta, CDR (Centros de Referencia del ex Ministerio de Desarrollo), Primera Infancia, Sennaf, Ex Secretaría de Derechos Humanos, INAFCI (Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indigena).

La actividad tuvo por finalidad visibilizar la defensa de derechos que garantizan las instituciones a la ciudadanía.

El gobierno de Milei está desmantelando arbitrariamente las dependencias estatales y en la jornada de hoy ha dejado a más de 15 mil trabajadores del Estado sin trabajo. No obstante esto, en medio del caos social, renunció la subsecretaria de Trabajo, Mariana Hortal Sueldo. La funcionaria asumió en diciembre como segunda al mando, detrás de Omar Yasín, que fue separado del cargo cuando trascendió el decreto presidencial en el que Milei se subía el sueldo.

Fuente de la información:  https://rnma.org.ar

Fotografía: Rnma

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España: Los sindicatos reclaman a Educación «una verdadera negociación» para mejorar las condiciones laborales del profesorado

Han convocado el próximo 23 de mayo una manifestación en biclicleta y patines con el lema ‘Ahora docentes’

Los sindicatos Steilas, LAB, CC OO, ELA y UGT han exigido al Departamento de Educación del Gobierno de Navarra «que emprenda una verdadera negociación con contenido» y «dotada de recursos económicos» para atender sus reivindicaciones dirigidas a la «mejora de la calidad educativa en las aulas y de las condiciones de trabajo del profesorado«.
«De no ser así, nos veremos obligados a convocar movilizaciones desde el inicio del próximo curso escolar», han advertido en un comunicado, en el que han convocado una manifestación en bicicleta y patines que tendrá lugar el 23 de mayo a las 18.00 horas, con inicio en el IES Navarro Villoslada y final en la avenida de Carlos III, frente al Palacio de Navarra.
Han recordado que la «negativa del Departamento de Educación» a atender sus demandas, llevó a la convocatoria de dos jornadas de huelga el 15 de febrero y el 3 de abril del 2023 durante el curso pasado. Sin embargo, Educación «prefirió actuar mirando al calendario político para llegar a las elecciones autonómicas del mes de mayo sin comprometerse a ninguna mejora».
En septiembre de 2023, una vez configurado el nuevo gabinete de Educación, nos encontramos con que apenas nada ha cambiado y las estrategias dilatorias han continuado siendo la tónica general» ya que «no se atendió a los sindicatos hasta que los Presupuestos Generales de Navarra estuvieron cerrados, de manera que ya no fuera posible abordar ninguna mejora en el ámbito de la educación», han criticado.
Por otro lado, han reprochado que en los grupos de trabajo con la Administración «el margen de maniobra para conseguir mejoras efectivas es prácticamente nulo porque es evidente que no puede haberlas si no se quiere invertir ni un solo euro». En este sentido, han mostrado su «decepción con los pobres resultados que se están obteniendo de esos grupos de trabajo».
Estos sindicatos han recordado, además, que el pasado 26 de abril el Parlamento de Navarra «aprobó con 34 votos a favor (UPN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin) una resolución» en la que se instaba a Educación a dar «pasos significativos para la mejora de las condiciones laborales del personal del ámbito educativo» con medidas orientadas a la reducción de ratios, «aligerar» las tareas burocráticas, «adecuar» la formación del personal, el «fomento de la estabilidad del personal» o «recuperar el poder adquisitivo».
Por todo ello, han exigido al Departamento de Educación que «emprenda una verdadera negociación con contenido, dotada de recursos económicos, para poder atender las demandas tanto de las organizaciones sindicales -que representamos a más de 10.000 docentes– como de los partidos políticos del arco parlamentario -que representan a la sociedad navarra en su conjunto-«.
https://www.diariodenavarra.es/noticias/navarra/2024/05/15/sindicatos-reclaman-educacion-verdadera-negociacion-mejorar-condiciones-laborales-profesorado-608711-300.html
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Entrevista a Luis González Reyes sobre Decrecimiento: del qué al cómo (I) «No es un mito hablar de colapso ecológico»

Por Salvador López Arnal

Luis González Reyes trabaja en temas relacionados con el ecologismo, la economía y la pedagogía. Es socio de Garúa, miembro de Ecologistas en Acción y responsable de educación ecosocial en FUHEM. Participa en varias experiencias justas y resilientes como Entrepatios (vivienda), El Arenero (crianza) y Las Carolinas (alimentación). Es coautor de En la espiral de la energía. Recientemente ha publicado en Icaria, junto a Adrián Almazán, Decrecimiento: del qué al cómo. Centramos en este último libro nuestra conversación.


Salvador López Arnal.- Enhorabuena por vuestro reciente libro. ¿Qué debemos entender por decrecimiento?

Luis González Reyes.- Nuestra propuesta decrecentista se basa en un puñado de ideas fuerza.

En primer lugar, como resulta evidente por el término, la reducción del consumo material y energético hasta los marcos ecológicamente viables. Pero la reducción de la esfera material de la economía no implica una reducción de toda la economía. Es más, la economía que cuida los ecosistemas y las personas tendría que crecer en volumen y complejidad.

La segunda idea es relocalizar y diversificar la economía. No existe ningún sustituto del petróleo que permita mantener el actual modelo de transporte masivo, a largas distancias y en tiempos breves, de personas, mercancías e información. Esta relocalización implica la necesidad de diversificar las actividades económicas para poder satisfacer las necesidades humanas en cercanía.

La tercera propuesta es la integración del metabolismo social dentro del ecosistémico. Los ecosistemas son mucho más poderosos y resilientes que el capitalismo industrial. Si los ecosistemas centran su esfuerzo no en el crecimiento, sino en el cierre de ciclos usando energía solar, maximizando la diversidad y con altas tasas de cooperación, tendría lógica que las economías humanas traten de hacer lo mismo. Lo anterior significa que las sociedades humanas dediquen el grueso de su esfuerzo productivo al sector primario bajo el paradigma agroecológico, pues ni el sector secundario ni el terciario son capaces de satisfacer este imprescindible cierre de ciclos. Un corolario de esta idea que es que, aunque podemos ayudar y catalizar la regeneración ecosistémica, la naturaleza puede hacerlo perfectamente sin el concurso humano. Es más, el grueso del trabajo lo hace y hará sin participación humana. La principal contribución ecológica de una economía decrecentista no es la regeneración de los ecosistemas, sino articular una economía que no los destruya.

En cuarto lugar, sugerimos la integración de la producción y la reproducción en una sola unidad económica. No se deben desligar unos trabajos de otros, ya que ambos se encuentran indisociablemente unidos. Es más, el trabajo de reproducción es la condición de posibilidad de todo trabajo de producción y de la vida en general. A esto hay que añadir que es de justicia repartir esos trabajos entre los distintos géneros, rompiendo su desigual distribución actual.

La penúltima propuesta es la redistribución fuerte de la riqueza inter e intra territorios con criterios de justicia global. Esto implicaría medidas como expropiaciones a los grandes patrimonios, implantación de una renta básica de las iguales, políticas impositivas fuertemente redistributivas, reparto del empleo, etc. En el plano internacional hablaríamos de restitución de las deudas ecológicas o coloniales, por ejemplo. Es decir, que los colectivos sociales que deben decrecer en mayor medida son las élites.

Finamente, pero no menos importante: aumentar la autonomía económica de las personas. Para conseguir las transformaciones expuestas no basta con reasignar trabajos es además necesario terminar con el trabajo asalariado como el eje fundamental de organización de las relaciones sociales. Para ello es imprescindible avanzar en el control social de los medios de producción en un proceso de desalarización y sustraer del mercado cada vez más actividades desmercantilizando nuestras vidas. Eso requiere defender y reconstruir bienes comunes que permitan una nueva organización de la subsistencia.

Salvador López Arnal.- ¿Por qué del “qué al cómo”?

Luis González Reyes.- Porque en el libro abordamos qué políticas habría que poner en marcha en sectores clave de la economía productiva española, como el transporte, el turismo, las finanzas, la energía, la alimentación o la gestión de residuos, pero somos conscientes de que eso no es suficiente. También es necesario plantear cómo vamos a conseguir que se pongan en marcha, cómo vamos a articular las luchas sociales que las hagan realidad.

Salvador López Arnal.- Las páginas del ensayo, así lo afirmáis, no tienen la pretensión de construir un programa de gobierno ni un manual de instrucciones. Hay que entenderlo, señaláis, como fermento o semilla. Fermento o semilla, ¿de qué?

Luis González Reyes.- La pretensión es que sean un fermento que ayude a continuar las reflexiones y luchas sociales que nos aproximen a sociedades que sean justas, democráticas y sostenibles. Por justas, entiendo aquellas que permiten a todas las personas que habitan el planeta satisfacer sus necesidades, no solo las de subsistencia, sino también las de entendimiento, participación, creación o libertad.

Por democráticas, no me refiero a capacidad de elección de personas que nos representen, sino una capacidad de decisión mucho más profunda que solo se puede articular a partir de autonomía en la satisfacción de nuestras necesidades del mercado y del Estado a través de la organización colectiva.

Finalmente, sostenibilidad sería la que surge de la integración armónica del metabolismo humano con el funcionamiento de la trama de la vida.

Salvador López Arnal.- Sostenéis que para cualquier orden social con pretensiones de supervivencia en el tiempo es obligatorio terminar trabajando bajo el paradigma de la sostenibilidad. ¿Qué paradigma es ese? ¿La sostenibilidad no es más bien una ilusión?

Luis González Reyes.- Los colapsos ecológicos están sobradamente documentados en la historia de la Tierra. También tiene un altísimo grado de consenso científico que estamos viviendo una de las grandes pérdidas de biodiversidad de la historia de la vida y un cambio climático muy importante. No es un mito hablar de colapso ecológico. Decir que es un mito es negacionismo. Pero no solo son reales los colapsos ecológicos, sino que también lo son los sociales, como ha mostrado con profusión la historia humana.

Si nos tomamos en serio el hecho de que todo proceso económico descansa sobre una serie de requerimientos materiales y energéticos y, además, toda sociedad es ecodependiente; lo que parece evidente es que ningún orden social, tampoco el capitalismo industrial globalizado, puede mantenerse si requiere más cantidad de energía y materiales, y con unas determinadas cualidades, de la que se encuentra a su disposición. Simplemente es imposible sostener la Globalización y la sociedad industrial sin el concurso masivo de combustibles fósiles. Tampoco si degrada los ecosistemas hasta hacerlos inservibles para la necesidad de expansión del capital, como está sucediendo.

Dicho de otro modo, la energía, los materiales y las funciones ecosistémicas disponibles configuran los límites de lo posible y ese límite se está estrechando haciendo inviable el orden socioeconómico del siglo XX. Dentro de ese marco, los seres humanos configuramos nuestras organizaciones políticas, económicas y culturales. De haber un determinismo ambiental sería de lo que no se puede hacer, no de lo que es posible realizar dentro de lo factible.


«No es un mito hablar de colapso ecológico. Decir que es un mito es negacionismo«


Salvador López Arnal.- Pero, ¿qué significa colapsar?

Luis González Reyes.- Entiendo por colapso social el desmoronamiento del orden político, económico y cultural que da paso a una situación abierta en la que surgen múltiples órdenes nuevos y en la que, eventualmente, alguno de ellos se puede convertir en hegemónico. Este desmoronamiento no tiene que ser total. Por ejemplo, el colapso del capitalismo global puede no implicar el fin del Estado, pero sí una transformación profunda de éste para adaptarse a los nuevos órdenes.

Un elemento central de este desmoronamiento es que se produzca una pérdida rápida en términos históricos, pero lenta en vitales, de la complejidad social. Ojo, hablo de complejidad social y no de ecosistémica, que puede seguir una trayectoria opuesta.

Un colapso social no es una crisis, que sería una situación de la que el sistema saldría con características esenciales parecidas a como empezó y no habría una pérdida de complejidad importante.

El colapso no es una suerte de determinismo energético, material o ecológico. El contexto que se abre es el de una biosfera dañada y un clima más inhóspito para el ser humano, el de una menor disponibilidad energética y material, y unas nuevas fuentes energéticas mayoritarias de características muy distintas a los fósiles. No obstante, de ahí no se deduce que nos vayamos a encaminar hacia un determinado orden social, ya sea éste más liberador o más autoritario que el actual. A un tipo y cantidad de energía y materiales, y a un grado de salud de los ecosistemas, no les corresponde matemáticamente un tipo de organización social.

Salvador López Arnal.- Tampoco es un episodio puntual.

Luis González Reyes.- En efecto, el colapso tampoco es un episodio puntual, una gran conflagración a partir de la cual todo lo que hemos conocido cambia y se hunde. El colapso es un proceso y no un episodio. Un proceso que será desigual en el tiempo y en el espacio. Habrá momentos y territorios de cambio más rápido, otros más lentos, e incluso se producirán momentos de recuperación temporal del orden pretérito.

En ocasiones se dice que ya hay muchas sociedades que han colapsado o que viven en un colapso constante. Creemos que esto no es el colapso del capitalismo industrial global, sino su forma de funcionamiento, que requiere de la existencia de territorios de sacrificio. Estos espacios de degradación socioambiental han permitido que el sistema, como un todo, haya gozado de buena salud general hasta hace poco. El colapso del sistema es cuando este empieza a dejar de funcionar. Es cierto que estos dos procesos, las degradaciones territoriales y el colapso general, están relacionados, pues son esas degeneraciones socioecológicas parciales las que terminan contribuyendo a que el conjunto del sistema sea inviable. Pero durante décadas esa degradación territorial ha sido señal de un buen funcionamiento del capitalismo.

Así, el escenario más probable al que nos enfrentamos son deterioros severos pero progresivos (probablemente siguiendo una dinámica de crisis sucesivas) de algunos de los elementos claves para el mantenimiento del sistema (sistema agroalimentario, red global de extracción y distribución de la energía, funcionamiento del sistema financiero global, etc.), que tendrán efectos sensibles pero indeterminados en el marco de las profundas desigualdades hoy existentes a nivel territorial, de clase, de género, por racialización, etc. Estos deterioros no se limitarían al ámbito físico-ecológico, vendrían también mediados por las estructuras sociopolíticas existentes y, por tanto, darían lugar a procesos con efectos muy diversos y, sobre todo, absolutamente dependientes de los conflictos políticos y las correlaciones de fuerza existentes en cada momento y lugar. Es más, aunque la crisis ecológica esté en el corazón de la inviabilidad de este sistema, eso no implica que los conflictos que vayan surgiendo la vayan necesariamente a situar en el centro de la disputa política.


«El colapso es un proceso y no un episodio. Un proceso que será desigual en el tiempo y en el espacio»


Salvador López Arnal.- ¿Por qué pensáis que la tecnología no permitirá esquivar el colapso? Bien usada, bien pensada, no en clave única, ¿no puede ser una aliada?

Luis González Reyes.- Es importante explicar que diferenciamos técnica de tecnología. La primera ha acompañado siempre a la humanidad y, adopte la forma que adopte, será parte de los procesos de cambio que tengamos por delante. Trabajemos para que catalice sociedades justas, sostenibles y democráticas. La segunda, la tecnología, es el formato que la técnica ha adoptado en el capitalismo industrial. Ese tipo de técnica defendemos que no puede ser aliada por varias razones.

En primer lugar, el trabajo científico se sigue realizando mayoritariamente bajo marcos mecanicistas, reduccionistas e incluso, en ocasiones, deterministas. El funcionamiento normal del trabajo científico sigue siendo tomar la realidad, diseccionarla en partes y estudiarla por separado, sin realizar una recomposición integradora y no determinista del conjunto. Este modelo no es el más adecuado para entender la vida en la Tierra, que funciona como un sistema orgánico en el que las propiedades no son la suma de las partes y el funcionamiento es no lineal e indeterminista.

Además, la mayoría de los avances tecnológicos en realidad son aumentos de la cantidad de energía utilizada o de la eficiencia en que ésta es trasladada hasta el lugar donde el trabajo se realizaba. Esto apunta a que la tecnología no es más que energía, materia y conocimiento colectivo sedimentados. En concreto, un determinado tipo de energía y materiales no renovables. Es más, en el marco de una economía desigual y extractiva, la tecnología es también tiempo, energía y materiales embebidos de forma injusta, una suerte de imperialismo concentrado. La tecnología no puede generar energía ni materiales, por lo que no puede resolver los problemas de fondo que vienen asociados a su agotamiento progresivo.

A esto se suma que el ser humano no es ni omnisciente ni omnipotente.

Salvador López Arnal.- No, no lo somos desde luego. Probablemente ningún Ser cósmico.

Luis González Reyes.- Pero es más, los desafíos actuales de la ciencia son los que tienen que ver con los sistemas complejos que, como afirmaba Donella Meadows, son incomprensibles e incontrolables de manera profunda. Relacionado con esta limitación, está el hecho de que los inventos más fáciles de abordar se llevan a cabo en primer lugar y los más difíciles, después. Esto implica que los requerimientos energéticos, materiales, intelectuales y financieros necesarios crecen exponencialmente conforme avanza el conocimiento y que, además, deben sostenerse durante periodos más dilatados de tiempo. Esto se refleja en que la tasa de innovación (número de inventos relevantes por año partido por la población mundial) desciende y la productividad de la investigación, también. Esto hace cada vez más improbable que vamos a inventar justo lo que necesitamos, justo en el momento que lo necesitamos y que sea pueda extender de manera económicamente viable por todo el planeta.

Otro problema de primer orden es el temporal. El descenso energético y material, la activación de los bucles de realimentación positiva climáticos y la desestabilización de los ecosistemas está sucediendo ya. Sin embargo, entre la invención y la difusión masiva de los cambios tecnológicos pasan décadas.

Pero, más allá de estos límites del sistema tecnocientífico, hay otro fundamental: ni la ciencia ni la tecnología van a ser capaces de resolver los problemas ecológicos y sociales porque son políticos, culturales y económicos, no tecnológicos.

Salvador López Arnal.- Has hablado del tema, pero me permito insistir. Afirmáis que la ciencia dista mucho de ser neutral y que está cargada de ideología. ¿Por qué? ¿Las ciencias no son ni pueden ser aliadas de los movimientos ecologistas? Muchas de las informaciones que ofrecéis en el libro tiene su origen en estudios y descubrimientos científicos. ¿No están cargados de ideología en este caso?

Luis González Reyes.- Cuando decimos que la ciencia dista de ser neutral y está cargada de ideología nos referimos a que no se desarrolla mayoritariamente lo que socialmente pueda ser importante, sino lo que el mercado considera adecuado o lo que es funcional a las necesidades de control y expansión del Estado. Solo así se explica que existan tantas investigaciones en transgénicos o en enfermedades típicas de poblaciones enriquecidas, y tan pocas sobre agroecología o dolencias características de poblaciones periféricas. La tecnología no es ni podrá ser nunca neutral, pues es el resultado de muchas decisiones que reflejan los valores e intereses de quienes la desarrollan y, sobre todo, financian.

Pero esto no invalida el método científico ni sus resultados (lo que tampoco quiere decir que sean el único modo de acceso al conocimiento ni que sea infalible). Simplemente es un argumento más contra la idea de “la tecnología nos salvará”.

Siempre es posible cambiar los órdenes políticos, culturales y económicos. La historia de la humanidad muestra que las sociedades humanas son muy plásticas y que han existido múltiples formas de organización social. Es más, a día de hoy siguen existiendo muchas formatos de convivencia, incluyendo órdenes justos, democráticos y sostenibles. Además, la capacidad de cambio social es mucho más rápida que la de transformación ecosistémica.

Pero esto no quiere decir que estemos a tiempo de esquivar el colapso y realizar una transición pilotada. Primero, porque probablemente ya estamos viviendo las primeras etapas de ese colapso. Segundo, porque aunque los cambios sociales pueden ser más rápidos que los ecosistémicos, tienen inercias poderosas que implican retrasos y resistencias fuertes al cambio. Y tercero porque nuestras capacidades de dirigir los sistemas son menores de lo que solemos creer. De este modo, lo que planteamos en el libro no son propuestas de transición pilotada, sino ideas de cómo improvisar mientras bajamos los rápidos de un río turbulento para no chocar con las piedras más grandes.

Habláis de reducir el espacio que actualmente ocupan el Estado y el mercado. El Estado en buenas manos, en manos de fuerzas política populares con sensibilidad ecológica e igualitaria, ¿no puede ser un aliado?

Luis González Reyes.- Indudablemente un Estado de esas características podría ser un aliado coyuntural del cambio que catalice los procesos de transformación que sugerimos, pero la clave estratégica es que el Estado no puede ser el motor de esa transformación, sino que dicho impulso solo puede venir de la sociedad organizada.

El Estado no es una herramienta neutral. No existe ningún ejemplo en la historia de la humanidad de ningún Estado que haya alumbrado sociedades justas, democráticas y sostenibles. Su creación y desarrollo están al servicio del sostenimiento de las jerarquías, por más que haya Estados menos indeseables que otros. La realidad es que sin excepción los intentos históricos de instrumentalizar al Estado con fines emancipatorios se han encontrado con la creación de nuevas clases burocráticas que han terminado generando nuevas élites.

En los casos en los que se han producido reformas estructurales a través del Estado, como el del Chile de Allende o el New Deal estadounidense, en realidad éstas hubieran sido imposibles sin un fuerte movimiento social que no solo había ya transformado el espacio imaginario de lo posible, sino que en la mayoría de los casos había comenzado a construir ese otro mundo y se lo había impuesto a un Estado, que fue a rebufo (mientras se lo permitieron). La transformación social no la impuso el Estado a la sociedad, sino más bien al revés.

Salvador López Arnal.- A propósito, ¿qué pensáis de las políticas llevadas en estos últimos años por el Ministerio de Transición Ecológica del gobierno de coalición?

Luis González Reyes.- Ejemplifican bien los límites del Estado para llevar a cabo las transformaciones necesarias. Hemos tenido “el Gobierno más progresista de la historia” y al frente del Ministerio de Transición Ecológica se ha situado una ministra con un conocimiento muy bueno de los retos ambientales y de los mecanismos requeridos para enfrentarlos. Sin embargo, lo que nos hemos encontrado son políticas funcionales a la reproducción del capital (esto es evidente en el modelo de desarrollo descontrolado de las renovables hipertecnológicas), que no han revertido los funcionamientos estructurales más insostenibles (como se ha visto con el apoyo a la automoción y la aviación, o al turismo) y que no han abordado los retos que como sociedad vamos a enfrentar lo queramos o no (como la reducción en la disponibilidad material y energética). No digo que todo haya estado mal, sino que ha sido en los temas clave o muy insuficiente o, la mayoría de las veces, directamente contraproducente.

Salvador López Arnal.- Vuestra propuesta central, señaláis, es que sea el ámbito comunitario el que realice el grueso del trabajo socialmente necesario que se sustrae del mercado. ¿En qué estáis pensando cuando habláis del ámbito comunitario?

Luis González Reyes.- Estamos pensando en que la sociedad se autoorganice de abajo a arriba para satisfacer sus necesidades. Esta autoorganización sería en comunidades capaces de producir su energía, alimento o gestionar los cuidados que requieren en un porcentaje apreciable. Por ejemplo, un huerto barrial orientado a producir una cantidad importante de alimentos gestionado por el vecindario sería una de estas comunidades. Una comunidad energética, sería otra. Y una red de cuidados de personas mayores un tercer ejemplo.

Para que estas comunidades sean decrecentistas creemos que tienen que ser poscapitalistas. Esto se basa en pasar de sociedades “de mercado” a sociedades “con mercados” y/o “con mercados regulados”, que el mercado pase a ser solo un complemento económico. Para esto es imprescindible la creación de autonomía económica y social. También es necesario que sean resilientes ante el colapso que se abre y justas, sobre lo que lanzamos ideas en el libro.

Salvador López Arnal.- Queremos o no, nos guste o no, ¿decrecer va a implicar vivir peor, con menos medios, con menos mercancías, con menos comodidades, viajando menos?

Luis González Reyes.- Decrecer efectivamente implica vivir con menos bienes materiales y viajar menos de lo que lo hace la mayoría de la población española, pero eso no guarda relación con vivir peor. Vivimos en el momento histórico en el que el consumo está más exacerbado y, a la vez, probablemente en las sociedades más infelices que nunca hayan existido. También en el único orden social que ha puesto en entredicho la posibilidad de pervivencia de la especie humana. Eso desde luego no es vivir bien.

Vivir bien es satisfacer las necesidades humanas, no solo la de subsistencia, sino también otras como las de entendimiento, participación, libertad o protección. La historia de la humanidad demuestra que esto se puede realizar de formas muy distintas y con un consumo energético y material frugal. No caigamos en el relato de que el pasado preindustrial fue el de una vida miserable, porque es falso.

Vamos a reducir nuestro consumo material y energético inevitablemente, pero que esto se plasme en mejores o peores formas de vida no depende de esa reducción, sino de las luchas sociales que alumbren unas formas u otras de satisfacer nuestras necesidades.

Salvador López Arnal.- Tomemos un respiro si te parece.

Luis González Reyes.- Me parece.

«No es un mito hablar de colapso ecológico»

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