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Especialista en pedagogía presenta modelo educación Finlandia en República Dominicana

República Dominicana / 9 de diciembre de 2018 / Autor: Nazaret García / Fuente: Hoy Digital

Ante el éxito que ha tenido Finlandia en materia educativa y como parte de los esfuerzos por mejorar la calidad de la educación del país, el Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (Ideice) trajo a la especialista en educación y formación pedagógica de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Tampere (Tamk).

Durante su participación en el Noveno Congreso Internacional del Ideice, Virpi Heinonen, especialista en métodos de aprendizaje, expresó que no existe una fórmula para lograr la calidad educativa, sino que cada país adopta el modelo que más se adapte a su condición.

“En Finlandia hace alrededor de 50 años se tomó la decisión de que la educación fuera el centro de inversión de los gobiernos, gratuita e inclusiva”, expresó Heinonen.

Señaló como punto de relevancia en el éxito de la educación del país nórdico la capacitación y valoración que tienen los docentes. “La formación de los profesores es estricta y completa”, dijo.

Recomendó que la sociedad en generar se una para alcanzar cambios en el modelo tradicional de enseñanza.

Además plantea que la educación escolar esté dirigida a dotar a los estudiantes con habilidades para la vida laborar.

Además, indicó que la integración de las familias a la escuela es importante para la buena formación.

 

Fuente de la Noticia:

http://hoy.com.do/1842933-2/

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Más de un millón de niños sin cobertura educativa en Honduras (Video)

Honduras / 9 de diciembre de 2018 / Autor: Daniel Sierra / Fuente: HispanTV

 

 

 

 

 

Más de un millón de niños y jóvenes en Honduras han abandonado sus actividades escolares en los últimos años a consecuencia de la inseguridad y la pobreza.

Anualmente en Honduras unos 60 mil estudiantes abandonan las aulas de clase a consecuencia de problemas sociales o familiares, según datos de la Secretaría de Educación.

Más de 500 centros educativos en Honduras se encuentran ubicados en entornos violentos o bajo el acecho del crimen organizado, lo que provoca el desplazamiento forzado de los jóvenes.

En los últimos años, el Gobierno de Juan Orlando Hernández ha reducido considerablemente la inversión en el sector educativo, mientras tanto el gasto asignado a la Secretaría de Seguridad y Defensa ha incrementado.

Otro de los problemas que afectan al sector educativo hondureño es la falta de mobiliario y material pedagógico en las escuelas, cuya adquisición corre a cargo de los padres de familia en la mayoría de ocasiones.

Las condiciones de infraestructura en la mayoría de centros escolares públicos son deplorables, muchos no cuentan con servicios básicos como la energía eléctrica y el agua potable, otros incluso representan un peligro para la integridad física de los estudiantes.

En 2018, cerca de 32 mil jóvenes dejaron de matricularse en el sistema educativo, según fuentes oficiales. Ante dicha problemática, el Gobierno asegura que iniciará en 2019 un proceso de formación a los alumnos para crear consciencia sobre los peligros de la deserción escolar.

 

Fuente de la Noticia:

https://www.hispantv.com/noticias/honduras/394475/ninos-abandonan-escuelas-violencia-pobreza

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Ecuador: El olvido destruye a las escuelas

Ecuador / 9 de diciembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: El Diario

Nunca Doris Ponce sintió tanto silencio en su barrio. Hace dos años cerraron la escuela del sector y se fueron las risas y los gritos de los niños.

La escuela, la 15 de Septiembre, está ubicada en el barrio del mismo nombre.

Antes acogió a unos 300 alumnos, pero ahora es usada para consumir drogas y alcohol, dicen los vecinos. Y de eso pocos hablan, hay un silencio cómplice.
Las paredes del cerramiento están destruidas y ya poco queda de la “escuelita”, como le decían. Ahora solo son aulas vacías y sin techo, llenas de basura y maleza.
El plantel fue cerrado hace dos años, luego del terremoto del 2016.
Doris dijo que al principio se les informó que la estructura estaba afectada, pero después se descartó aquello y el Distrito de Educación argumentó que la escuela era parte de un proceso de reorganización educativa llamado “Instituciones Espejos”.
Es así que el plantel fue cerrado y la mayoría de sus estudiantes reubicados en  la escuela del Milenio, ubicada en el colegio 4 de Noviembre, barrio Las Acacias.
“La escuelita estaba  bien, no se veía tan dañada, después de que la cerraron empezaron a llevarse las puertas y las ventanas y luego quedó así como la ve. Toda destruida, abandonada”, indicó.
Y no solo fue la escuela 15 de Septiembre. Un total de 26 planteles fueron unificados a partir del 2016 en Manta, Montecristi y Jaramijó y entregados a la empresa estatal Inmobiliar. Actualmente algunas se destruyen en el olvido.
Catorce de esos centros educativos se ubican en Manta, por ejemplo: la escuela Ana Bertina Calderón actualmente es ocupada por el Distrito de Educación, la unidad educativa Abraham Lincoln, ubicada en el barrio Santa Fe, hoy es utilizada como bodega del Distrito.
Otras escuelas fueron asignadas a la comunidad para que realicen actividades sociales. También se dijo  que el Municipio de Manta podía solicitar una de ellas a Inmobiliar para usarla  como un parque o algún otro tipo de proyecto comunitario.
Aquello no ha sucedido, según reportes del cabildo.
Un estudio. Sandra Franco, coordinadora zonal de Educación, manifestó que han encargado un estudio sobre estos planteles a la universidad Eloy Alfaro para ver la posibilidad de reabrirlos.
“El próximo año abriremos la escuela Ramón Virgilio Azúa en Tarqui”, indicó.
Para aquello se utilizaron 195 mil dólares.
La universidad hará un censo para determinar si existe demanda de estudiantes en las zonas donde cerraron los planteles, informó la funcionaria. Actualmente hay tres peticiones de padres de familia para abrir escuelas que han   sido cerradas en Manta, Montecristi y Jaramijó.
En Montecristi, por ejemplo, se ubica  la escuela Máximo Delgado.
El plantel se halla en el sitio Tohalla Grande  y  también fue cerrado después del sismo.
Los moradores del sector denunciaron que los ladrones han desmantelado el plantel de a poco.
Hasta ahora se siguen robado las puertas, antes se robaron las mesas y las sillas.
Los alumnos  de este plantel  estudian en una escuela del Milenio ubicada en Los Bajos del Pechiche.
A ellos los recoge un bus pagado por el Ministerio de Educación.
La Humberto Moya.  La escuela Humberto Moya le da pena a Piedad Alvia.
“Antes de esa puerta salían  muchos niños y le daban vida a este barrio”, expresó, apuntando a la entrada  principal del plantel. “Ahora no pasa nada, hasta las tienditas que vendían dulces y colas tuvieron que cerrar porque ya no había quién comprara”, agregó.
La unidad también esta en la lista de las que fueron cerradas luego del 2016. A Piedad y a otros vecinos les dijeron que quedó muy afectada por el terremoto, pero la mujer insiste en que no era para tanto.
Había aulas en buen estado y además si estaba tan mal por qué no se la demolió, reclamó. La escuela actualmente tiene el mismo problema de las otras que dejaron de funcionar.
El cerramiento está caído, hay basura y se observa la estructura cuarteada.
Ya no hay bancas ni puertas. Todo fue retirado semanas después del sismo.
“Nosotros insistimos durante varios días que no cerraran la escuela, pero nadie nos hizo caso”, señaló Lucy Vicuña, quien vive frente al plantel.
Dijo que tenían un lugar cerca para que sus hijos estudiaran y ahora les toca llevarlos hasta la escuela 4 de Noviembre “y eso queda lejos”, indicó.
“Hay que caminar mucho o coger bus porque eso del transporte fue puro cuento; al principio les pusieron un bus, pero después lo quitaron”, expresó.
Ella recordó que en el 2016 reclamaron con los padres de familia de otras escuelas como la  Jorge Cevallos   Calero, Ruperto Mena y 26 de Septiembre, pero no lograron nada.
“Eso estuvo mal, porque no nos tomaron en cuenta a nosotros, nadie nos escuchó y solo cerraron la escuela. Mírela cómo está ahora, abandonada, llena de basura”, expresó.
Fuente de la Noticia:
http://www.eldiario.ec/noticias-manabi-ecuador/488425-el-olvido-destruye-a-las-escuelas/
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Pedagogía del oprimido: mucho más que un libro

España – Cataluña / 9 de diciembre de 2018 / Autor: Sebas Parra / Fuente: La Guerrilla Comunicacional

Algunas personas interesadas en los temas educativos, pocas en honor a la verdad, recordamos y celebramos el 50 aniversario de la publicación de Pedagogia do Oprimido, de Paulo Freire. Coloquialmente diríamos que somos cuatro gatos.
Pero lo que resulta verdaderamente sorprendente es que un libro sobre educación traducido a más de cuarenta lenguas y que es ya una reconocida referencia imprescindible de la Historia de la Educación mundial y de la Pedagogía Crítica en particular sea todavía prácticamente desconocido en nuestro país, profesionales del ramo incluidas.
Entre las posibles razones que explican esta realidad destacaría una: el contenido político, radicalmente crítico, comprometido y liberador, del libro. Freire, comprometido desde sus convicciones cristianas y marxistas con los sectores más oprimidos y marginados, propone partir educativamente de la realidad material e histórica de las personas explotadas para acompañarlas en la toma de conciencia de su situación a la hora de enfrentar los retos de la lucha en el camino de su liberación personal y de clase. Y, naturalmente, eso comporta una crítica radical a la educación oficial bancaria, pretendidamente neutral, basada en la mera transmisión de contenidos desligados de la existencia y los sueños de unos pobres condenados a ser cada vez más pobres.
Sí, cuando Freire reivindica que el objetivo fundamental de la educación es la desocultación de la realidad y que «educadores y educandos, en la educación como práctica de la libertad, son simultáneamente educadores y educandos los unos de los otros» está atacando los fundamentos de nuestros modelos educativos autoritarios, jerarquizantes, segregadores, patriarcales, racistas y clasistas. Y el sistema no perdona. Lógicamente los sistemas educativos, dispositivos reproductores de la cultura y el poder económico dominante, no han perdonado ni perdonan a Freire y todo aquello que representa.
Ocultar la Pedagogia do Oprimido, pues, ha significado ocultar una lúcida, innovadora y necesaria reflexión sobre el papel de la educación democrática como herramienta transformadora y como respuesta eficaz en la lucha contra el analfabetismo político. Analfabetismo entendido aquí como la incapacidad de leer la escuela o la universidad, tanto da, la vida, el trabajo o el mundo, de una manera crítica y reflexiva: «el analfabeto político -no importa si sabe leer y escribir o no- es aquel o aquella que tiene una percepción ingenua de los seres humanos en sus relaciones con el mundo, una percepción ingenua de la realidad social que, para el o ella, es un hecho dado, algo que es y no que está siendo» nos dice Freire.
Ocultar la Pedagogia do Oprimido y todo aquello que representa en la herencia de Paulo Freire forma parte de la ocultación de la realidad que impide a nuestros niños y jóvenes formarse de manera real en valores y ciudadanía democrática tomando conciencia de los problemas sociales, informándose con objetividad, deliberando y opinando críticamente y participando plenamente en todo aquello que les afecta. Incluidos los conflictos -«en el fondo la verdadera comadrona de la conciencia», nos recuerda Freire-, pues a cualquier edad y en cualquier circunstancia «la lucha también educa». Evidentemente, estamos hablando de los valores de una educación democrática, laica, científica y de calidad. Aquella que nos recuerda Mon Marquès que definía la aspiración truncada del magisterio republicano en el exilio: «les enseñábamos a pensar no a almacenar».
Sabemos, no obstante, que hablar de Paulo Freire es hablar de la esperanza. Aquí y ahora, de la esperanza en comenzar a recuperar las raíces pedagógicas republicanas sumando las muchas y diversas buenas prácticas generadas en el país a lo largo de estas décadas de grisura y ventanas cerradas. De la esperanza de saber que aunque vamos a contracorriente, pues somos conscientes de la dificultad que tiene el educador dialógico para actuar coherentemente en un sistema que niega el diálogo, y en medio de la ideología neoliberal y parafascista dominante, continuaremos haciendo de la pasión, del compromiso y del diálogo, también del diálogo pedagógico, una exigencia existencial, un acto creador… y, como nos recuerda Freire en su libro «no hay diálogo si no hay un profundo amor al mundo y a los hombres (…) no hay diálogo si no hay humildad (…) tampoco hay diálogo sin esperanza».
No hay diálogo sin valentía, habría que añadir también, en un tiempo que querría silenciar y ocultar los valores propios de una educación democrática. Absolutamente de acuerdo, pues, con las recomendaciones en esta línea de, por ejemplo, Joan Maria Girona cuando dice: «En las aulas no podemos ocultar lo que pasa, nuestro alumnado lo está viviendo día a día como decíamos: hay que hablarlo, explicarlo claramente, denunciar las situaciones de injusticia, sin miedo por adoctrinar. Sólo dicen que adoctrinamos los que promueven los sufrimientos de tantas y tantas personas: estos no quieren que pensemos, que critiquemos, que lo conozcamos. Prohíben ayudar a las personas desvalidas, amenazan con condenarnos como cómplices de delincuentes».
Leamos, o volvamos a leer, por favor el libro para repensar nuestra práctica haciendo de este aniversario mucho más que una celebración.
[Traducido del catalán del suplemento AULA del Diari de Girona, 20-11-2018]
Fuente del Artículo:
http://miraicrida.blogspot.com/2018/11/pedagogia-del-oprimido-mucho-mas-que-un.html
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Latinoamérica despegará si pone «en el corazón» la gestión de la educación

América Latina / 9 de diciembre de 2018 / Autor: EFE / Fuente: Telemetro

La educación «tiene que estar en el corazón, no como algo sectorial más» de la gestión gubernamental en Latinoamérica si se quiere recortar la ventaja que le lleva el mundo desarrollado por la digitalización, considera la exministra chilena de Educación Adriana Delpiano (2015-2018).

La doctora en Pedagogía dijo a Efe, respecto a la revolución industrial 4.0, «que siempre tenemos la sensación que vamos un poquito por detrás, que los cambios del mundo son de una celeridad que el sistema educativo no alcanza a llegar».

«En Latinoamérica hay una inquietud en todos, compartimos los problemas, nos falta la decisión en cada país que este sea un tema prioritario, eso ya es una decisión política de cada país, como hace cada presidente de la educación no una tarea sectorial mas, sino la pone en el corazón de su quehacer», señaló la experta.

Ministra durante el segundo mandato de Michelle Bachelet (2014-2018), Delpiano reconoció que «es difícil tomar esa decisión porque las necesidades son muchas», pero «la presidenta se compró este tema y lo puso en el eje, un cuarto del presupuesto de la nación en Chile es para educación».

Como región «nosotros estamos mas atrás que Europa y Asia, nos pesa mucho las generaciones anteriores, los padres de estos niños no tienen la preparación muy adecuada para ayudar al niño en casa», al referirse al cambio provocado por la tecnología.

«Por otro lado, -sostuvo- tenemos también una mayor vinculación de las mujeres al mundo laboral y muchas veces los niños quedan medio sin soporte, esa realidad la tiene que asumir el colegio, es una realidad nueva».

Delpiano está en Panamá para servir de jurado hoy en el XIV Concurso Nacional de Oratoria, experiencia que valoró como «algo único, con el sello de Panamá».

«A ver si podemos hacer algo similar en Chile», agregó.

«Es como este concurso, es creer en el cuento, creer en el niño en sus talentos que sus talentos se reparten por igual, en las comarcas, en la ciudad, en cualquier lado y que la gran tarea del país es darle oportunidad a todos sus talentos, eso es un gran trabajo», consideró.

La velocidad de los cambios «no requiere solo manejo de la tecnología, requiere entender lo que la tecnología nos va a significar a todos, la eliminación del trabajo, la prescindencia, cosas que se nos viene por la robótica, que por un lado pueden aumentar y mejorar calidad de vida, pero por otro también van a dejar a mucha gente sin trabajo», planteó como desafío.

En Chile, detalló, las escuelas tiene internet, y en el séptimo grado básico cada alumno recibe una portátil con un año de internet gratis para «garantizar que se entusiasma la familia» y lo siga pagando mas adelante.

Recordó que Chile vivió desde 2006 a 2011 «grandes movilizaciones» en demanda de mejoras a la calidad de la instrucción pública y cuando Bachelet inició su segundo mandato en 2015 «asume gran parte de las demandas estudiantiles».

Durante la implementación de la reforma también se generaron protestas porque «no era todo lo que los jóvenes querían, pero creo que en definitiva, lo que se requiere es una mirada sistémica de la educación», desde los parvularios hasta la universidad.

En la escuela pública se suministra ahora material escolar, además de la computadora a cada estudiante en séptimo grado, se aumentó la exigencia y preparación de los profesores, todas las universidades por obligación tienen que acreditar la carrera de pedagogía, indicó.

Acotó que «no es sólo la reivindicación salarial, hay que ir de la mano de la formación de los maestros, destacarlos socialmente y que la profesión sea tan valorada en el país como lo puede ser el dentista, el agrónomo, en fin».

Detalló que, para que dejen de ser «el pariente pobre del sistema», se aplicó, «en promedio, un aumento de 400 a 500 dólares en el salario de los profesores, que ahora arrancan con un ingreso mensual de unos 1.200 dólares».

«Es muy importante porque mientras sea el pariente pobre del sistema de alguna manera es difícil contar con los mejores profesores bien pagados que trabajen en los sectores mas vulnerables para que saquemos todo el talento», sentenció.

Fuente de la Noticia:

http://www.telemetro.com/nacionales/Latinoamerica-despegara-corazon-gestion-educacion_0_1194181111.html

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Pedagogía crítica en la enseñanza de las matemáticas

Venezuela / 9 de diciembre de 2018 / Autor: Ramón Eduardo Azócar Añez / Fuente: Aporrea

DEDICO:

Al reconocido matemático de la UNELLEZ,

Dr. Jesús Tapia, quien es un ejemplo de

esta pedagogía crítica en Latinoamérica…

Recientemente me interpelaba un estudiante de postgrado de la Universidad Fermín Toro, Extensión Portuguesa, acerca de cómo generar una pedagogía crítica en la enseñanza de las matemáticas (acá hago alusión a matemáticas, en plural o en singular, denotando el mismo significado de «ciencia deductiva que estudia las propiedades de los entes abstractos como números, figuras geométricas o símbolos, y sus relaciones», tal cual me lo permite el Diccionario de la Real Academia Española), lo cual me motivó a esbozar algunas líneas interpretativas entorno de esta inquietud de corte muy académico.

La matemática, en expresión de Andler, Fagot-Largeault y Saint-Sernin, en cuanto ciencia, tiene la misión de desarrollar y construir estructuras formales. Por otra parte, puede muy bien afirmarse que la realidad ya tiene determinadas estructuras. Por esto, no se sabe con seguridad cuáles de las estructuras captadas por la mente son las que corresponden a la realidad en sí y cuáles son debidas a nuestro pensamiento en su intento de configurar, estructurar e informar esa realidad. La matemática funciona de acuerdo con reglas convencionales preestablecidas e inflexibles, y si no, no sería tal. Estas reglas siguen, básicamente, las leyes aditiva, conmutativa, asociativa y distributiva aplicadas a los elementos con que trabaja.

Ahora bien, los elementos que constituyen las estructuras dinámicas o sistemas no se le pueden aplicar estas leyes sin desnaturalizarlos, no son elementos ni partes, sino constituyentes de una entidad superior. Ya en la misma estructura del átomo, por ejemplo, el álgebra cuántica no permite aplicar la ley conmutativa de factores, es decir, que no es lo mismo a*b que b*a, lo cual significa que el orden es importante, como no es lo mismo una parcela de terreno de 10m de frente por 20 de fondo, que una de 20m de frente por 10 de fondo. Esta situación aumenta insospechadamente en la medida en que ascendemos a niveles superiores de organización y complejidad, como son las realidades estudiadas por la química, la biología, la psicología, la sociología, la economía y la cultura en general.

A todas estas, el problema tiene un fondo ontológico; la física clásica, ante varias causas que actúan simultáneamente, representa la resultante como una suma vectorial, de modo que, en cierto sentido, cada causa produce su efecto como si no actuara ninguna otra causa. Conviene precisar que la ciencia clásica, al usar las ecuaciones matemáticas, aun cuando parezca que trata con un sistema complejo de interacciones, sus resultados los debe exclusivamente al empleo de relaciones de tipo unidireccional, es decir, lo que usa es solamente el famoso principio de superposición de efectos.

En un aspecto puntual, los procedimientos matemáticos siguen siendo fieles de las cuatro leyes fundamentales de la matemática tradicional clásica, que se reducen a la propiedad aditiva, pero lo sistémico no es aditivo, como tampoco es conmutativo, asociativo o distributivo, ni sus elementos se pueden medir previa o aisladamente del resto de todos los otros constituyentes.

Desde una perspectiva general, se ha observado que la didáctica matemática (en la teoría y praxis), no cuenta con estudios que la signifiquen desde la perspectiva epistémica, siendo solamente los acercamientos teóricos una breve explicación de procesos y estrategias, descuidando ir hacia el fondo del problema que es la construcción de un aparato descriptivo y explicativo que presente a la didáctica matemática como un cuerpo articulado y vinculado con los saberes pedagógicos. Sobre todo, los saberes pedagógicos en el marco de la perspectiva crítica de la sociedad que hace de la matemática un instrumento de reflexión práctica y no simplemente un cálculo estandarizado y reduccionista.

Cuando se hace referencia al episteme, es un término que viene del griego ἐπιστήμη, y significa conocimiento o ciencia, clásicamente los pensadores griegos hacían un distingo entre episteme y τέχνη (tekne) o técnica. La episteme significa conocimiento en tanto creencia justificada como verdad, a diferencia del término doxa que se refiere a la creencia común o mera opinión.

Al mencionar el «episteme de la didáctica de las matemáticas», se hace alusión el conjunto de relaciones que pueden unir una época determinada, las prácticas discursivas que originan ciertas figuras epistemológicas. La episteme de la didáctica matemática no constituye un conocimiento ni una forma de racionalidad, ni se orienta a construir un sistema de postulados y axiomas, sino se propone recorrer un campo ilimitado de relaciones, recurrencias, continuidades y discontinuidades.

La episteme de la didáctica de las matemáticas no es una creación humana, es más bien el lugar en el cual el docente queda instalado en un punto desde el cual conoce y actúa de acuerdo con las reglas estructurales de la episteme (inconscientemente). La episteme de la didáctica matemática hace su propia historia porque es el episteme que hace posible el modelaje teórico y práctico de la didáctica matemática.

La matemática no nació como ciencia pura, sino como un intento de explicar la realidad que el hombre tenía frente a sí; así fue como la fueron desarrollando los babilonios y los egipcios, algunos hombres, al encontrar ciertas relaciones precisas entre algunas variables físicas, se ilusionaron tanto con su poder explicativo, que pensaron, como Galileo, que Dios había escrito el libro de la Naturaleza en lenguaje matemático o, como Descartes, que había que crear una matemática universal para someter todos los fenómenos sujetos a orden y medida del universo (res extensa) a una descripción matemática, es decir, a una matematización del universo, a una matematización de todo el saber.

En un aspecto puntual, el problema de la utilidad o conveniencia de una mayor o menor matematización del saber, ya sea su geometrización, aritmetización, algebrización, entre otros, es de naturaleza gnoseológica. Abarca el conocer si el modelo matemático capta mejor y expresa más adecuadamente la naturaleza y complejidad de una determinada realidad, porque, en fin de cuentas, para eso es la matemática. Este problema ha llevado a los estudiosos del mismo a formular y defender, desde principios de siglo XX, tres posiciones básicas como fundamentación de la matemática: el logicismo, el formalismo y el intuicionismo. La tesis logicista, expuesta por Gottlob Frege en 1879, en su obra «Begriffsschrift: escrito conceptual», y estructurada después por Bertrand Russell, en colaboración con «Whitehead» en su voluminosa obra «Principia Matemática», con que reconstruyen toda la matemática clásica a partir de la lógica. La tesis sostiene que la matemática pura es una rama de la lógica, que la naturaleza de la verdad matemática no tiene un referente empírico, sino que trata exclusivamente de las relaciones entre los conceptos. Los logicista no pretenden decir nada acerca de la relación con la realidad, con el mundo de la experiencia; piensan que han hecho algo más que axiomatizar las matemáticas existentes; creen haber derivado toda la matemática de la lógica pura, sin usar ningún supuesto extralógico.

En cuanto a la tesis formalista el matemático alemán David Hilbert y su escuela desde principios del siglo XX, afirma la independencia de la matemática frente a la lógica. Sostiene que la matemática pura es la ciencia de la estructura formal de los símbolos, y arranca de la realidad concreta de los signos.

En realidad la condición previa para la aplicación de los razonamientos lógicos es que se dé algo a la representación, a saber: ciertos objetos concretos, extralógicos, que estén presentes en la intuición en tanto que datos vividos de forma inmediata y previa a toda actividad del pensamiento. En las matemáticas, el objeto de nuestro examen son los signos concretos mismos; y su punto de vista filosófico sólido se puede resumir recalcando que en el principio era el signo.

Como se ve, la solidez del pensamiento matemático y la validez de sus pretensiones de verdad residen finalmente y solamente en la intuición del signo, intuición que disfruta de una evidencia privilegiada. La matemática es una ciencia sin presuposiciones, los objetos del pensamiento matemático son los símbolos mismos, libres de contenido, es decir, los símbolos per se son la esencia de la matemática.

Sin embargo, esto no dispensa a la matemática de mantener el contacto con ciertas intuiciones previas al signo y la formalización, y que ésta sólo puede ayudar a clarificar; en efecto, el signo siempre es signo de algo, tiene un referente. Puede ser que el signo sea natural, si la relación signo-referente está dictada por la naturaleza como humo-fuego, gemido-dolor, o artificial, convencional, si se debe a una convención social, histórica, no necesaria como, por ejemplo, los signos del lenguaje.

En cuanto a la tesis intuicionista, sostenida por el matemático y filósofo holandés L.E. Brouwer y la escuela intuicionista de la década del sesenta del siglo XX, es la que más subraya, como fundamentos de la matemática, la intuición, la evidencia y la aprehensión o intelección inmediatas de la cantidad pura. La única fuente de conocimiento matemático es la intuición directa de la cantidad pura, prescindiendo de las cualidades y esencia de los seres.

En una palabra, los problemas matemáticos fundamentales no son más que principios para la aplicación de las formas matemáticas a la realidad de la experiencia supone imprimir estas formas sobre ella o introducirla en un molde conceptual preestablecido. Pero estas formas son, como hemos dicho, de naturaleza ideal, con lo que surge la pregunta de si toda matematización no tendrá que ser considerada como una idealización de nuestra realidad empírica.

A todas estas, desde el punto de vista pedagógico, la complejidad de los problemas planteados en la didáctica de las matemáticas produce dos reacciones extremas. En la primera están los que afirman que la didáctica de la matemática no puede llegar a ser un campo con fundamentación científica y, por lo tanto, la enseñanza de la matemática es esencialmente un arte. En la segunda postura encontramos aquellos que piensan que es posible la existencia de la didáctica como ciencia y reducen la complejidad de los problemas seleccionando sólo un aspecto parcial al que atribuyen un peso especial dentro del conjunto, dando lugar a diferentes definiciones y visiones de la misma. La didáctica de las matemáticas debe tender hacia la transdisciplinariedad lo que situaría a las investigaciones e innovaciones en didáctica dentro de las interacciones entre las múltiples disciplinas, (Psicología, Pedagogía, Sociología entre otras sin olvidar a la propia Matemática como disciplina científica) que permiten avanzar en el conocimiento de los problemas planteados.

En cuanto a la didáctica como actividad general ha tenido un amplio desarrollo en las cuatro últimas décadas de este siglo. Sin embargo, no ha acabado la lucha entre el idealista, que se inclina por potenciar la comprensión mediante una visión amplia de la matemática, y el práctico, que clama por el restablecimiento de las técnicas básicas en interés de la eficiencia y economía en el aprendizaje. Ambas posturas se pueden observar tanto en los grupos de investigadores, innovadores y profesores de matemáticas de los diferentes niveles educativos.

Por consiguiente, la filosofía de la matemática debería poder analizar las condiciones de posibilidad del conocimiento matemático de acuerdo con los enfoques dominantes en esferas como la ciencia natural. Pero, contrario a lo que sucede con el conocimiento científico-natural, donde la realidad de los fenómenos conocidos está dada, en matemática no hay consenso sobre cuál es la realidad acerca de la cual se ocupa. Uno de los problemas fundamentales que enfrenta hoy la filosofía de la matemática es, así, que para emprender una discusión sobre la posibilidad del conocimiento matemático se debe disponer de una ontología de la matemática, a fin de determinar qué es lo que se pretende conocer en dicho dominio teórico. La investigación citada, fue un enfoque que intentó satisfacer simultáneamente una adecuada explicación ontológica de la matemática y una acotación plausible de sus dificultades epistemológicas bajo el punto de vista de una matemática entendida como ciencia de estructuras puramente formales.

En cuanto al estilo didáctico de la matemática como actividad, citando ideas de Courant y Robbins (2002), esta posee una característica fundamental: la Matematización. Matematizar es organizar y estructurar la información que aparece en un problema, identificar los aspectos matemáticos relevantes, descubrir regularidades, relaciones y estructuras. Courant y Robbins, distinguen dos formas de matematización, la matematización horizontal y la matematización vertical. La matematización horizontal, no lleva del mundo real al mundo de los símbolos y posibilita tratar matemáticamente un conjunto de problemas. En esta actividad son característicos los siguientes procesos: IDENTIFICAR las matemáticas en contextos generales; ESQUEMATIZAR; FORMULAR y VISUALIZAR un problema de varias maneras; DESCUBRIR relaciones y regularidades; RECONOCER aspectos isomorfos en diferentes problemas; y TRANSFERIR un problema real a uno matemático; TRANSFERIR un problema real a un modelo matemático conocido.

La matematización vertical, consiste en el tratamiento específicamente matemático de las situaciones, y en tal actividad son característicos los siguientes procesos: REPRESENTAR una relación mediante una fórmula; UTILIZAR diferentes modelos; REFINAR y AJUSTAR modelos; COMBINAR e INTEGRAR modelos; PROBAR regularidades; FORMULAR un concepto matemático nuevo. Estos componentes de la matematización pueden ayudar a caracterizar los diferentes estilos o enfoques en la enseñanza de la matemática. Para el estructuralismo, la matemática es una ciencia lógico deductiva y ese carácter es el que debe informar la enseñanza de la misma.

El estilo estructuralista hunde sus raíces históricas en la enseñanza de la geometría euclídea y en la concepción de la matemática como logro cognitivo caracterizado por ser un sistema deductivo cerrado y fuertemente organizado. Es por lo que, a los ojos de los estructuralistas, a los alumnos se les debe enseñar la matemática como un sistema bien estructurado, siendo además la estructura del sistema la guía del proceso de aprendizaje. Ese fue y sigue siendo el principio fundamental de la reforma conocida con el nombre de Matemática Moderna y cuyas consecuencias llegan hasta nuestros días. El estilo estructuralista carece del componente horizontal pero cultiva en sobremanera la componente vertical. El estilo mecanicista se caracteriza por la consideración de la matemática como un conjunto de reglas. A los estudiantes se les enseña las reglas y las deben aplicar a problemas que son similares a los ejemplos previos. Raramente se parte de problemas reales o cercanos al estudiante, más aún, se presta poca atención a las aplicaciones como génesis de los conceptos y procedimientos, y mucha a la memorización y automatización de algoritmos de uso restringido. El estilo mecanicista se caracteriza por una carencia casi absoluta de los dos tipos de matematización.

En un sentido puntual, la filosofía mecanicista del hombre es como una computadora, de tal forma que su actuación puede ser programada por medio de la práctica. En el nivel más bajo, es la práctica en las operaciones aritméticas y algebraicas (incluso geométricas) y la solución de problemas que se distinguen por pautas fácilmente reconocibles y procesables. Es en este, el más bajo nivel dentro de la jerarquía de los más potentes ordenadores, donde se sitúa al hombre». La enseñanza es básicamente utilitaria, los alumnos adquieren experiencias y contenidos útiles, pero carece de profundización y sistematización en el aprendizaje. El empirismo está enraizado profundamente en la educación utilitaria inglesa.

En un aspecto puntual, respondiendo a la inquietud de mi estudiante acerca de la pedagogía crítica como elemento influente en la didáctica de las matemáticas (entendiendo que una cosa es la pedagogía y otra la didáctica: pedagogía se ocupa de la investigación de cuestiones globales de la educación; la didáctica es el estudia el proceso de enseñanza aprendizaje a través de los métodos prácticos), es prioritario comprender el contenido de saberes matemáticos desde una pedagogía crítica, como propuesta de enseñanza que ayuda a los estudiantes a no ser conformistas con la información recibida, invitándolos a cuestionar y desafiar la dominación y las creencias y prácticas que la generan. En el caso de las matemáticas es una teoría y práctica (praxis) en la que los estudiantes alcanzan una conciencia del «uso de lo numérico-abstracto» para la generación de nuevo conocimiento desde la praxis; es decir, saber darle uso a la actividad aritmética para resolver problemas puntuales en la cotidianidad. Es una pedagogía inmersa en la tradición del maestro que genera respuestas liberadoras tanto a nivel individual como colectivo; apropiarse de esta pedagogía es lo que se necesitaría para poder ahondar a profundidad en el pensamiento matemático vinculado con el contexto en donde se está reflexionando y aprendiendo.

Si bien desde las fórmulas no se puede estar inventando resultados, no es menos cierto que desde el uso de esas fórmulas es necesario comenzar a indagar para crear nuevas estructuras abstractas que nos permita pensar de una manera más amplia y significativa, temas acerca de la realidad que mueve el espacio-tiempo planetario.

*.-azocarramon1968@gmail.com

Fuente del Artículo:

https://www.aporrea.org/educacion/a272318.html

Fuente de la Imagen:

http://bibliotecadejuan.blogspot.com/2011/08/pedagogia-la-ensenanza-de-las.html

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Un ‘ayatollah’ dirigirá la educación en el Brasil de Bolsonaro

Brasil / 9 de diciembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: La República

El ultraconservador y evangélico colombiano Ricardo Vélez Rodríguez se define como promonárquico en su blog y propone que se celebre el golpe militar de 1964. Su nominación causó revuelo en la comunidad académica brasileña.

Un profesor universitario colombiano, Ricardo Vélez Rodríguez, será ministro de Educación brasileño. Así lo anunció el presidente electo Jair Bolsonaro. Radicado en Sao Paulo, a los 36 años, Vélez llegó con una licenciatura en Filosofía por la Universidad Pontificia Javeriana de Bogotá. En Brasil se doctoró por la Universidad Gama Filho.

Aun cuando no le falten credenciales, su nominación causó fuerte revuelo en la comunidad educativa y académica brasileña. Allí recuerdan la tradición en el área, sobre todo a partir de Paulo Freire.

Otro tema espinoso es que el nuevo ministro propone que se celebre el golpe militar de 1964. En esa línea el ala evangélica del Congreso se declaró “feliz” con el nombramiento y el presidente de ese bloque le puso “nota 10”.

La prensa brasileña lo califica de ‘ayatollah’.

Su nombramiento lo debe a Olavo de Carvalho, el filósofo autodidacta que también apadrinó al futuro canciller Ernesto Araújo. Por su ideología, el profesor colombiano coincide con las tesis impartidas por Olavo, entre las que destacan las consignas antiglobalizadoras y las nociones de ultraderecha.

La nominación de Vélez se produjo luego del desplazamiento de Mozart Neves Ramos. Considerado un “moderado”, cuyo nombramiento inicial había cosechado el apoyo de la comunidad educativa brasileña, no tuvo éxito por el rechazo que provocó en la llamada “bancada evangelista”.

La elección del profesor colombiano, naturalizado brasileño, ocurre en una de las áreas socialmente más significativas en Brasil, que aún mantiene como asignatura pendiente la resolución de desigualdades. En una “carta”, Vélez afirma que a su juicio la sociedad brasileña es “conservadora”.

Promonárquico, según sugiere en su blog, declaró: “Pretendo colocar la gestión de la educación y la elaboración de normas en el contexto de la preservación de los valores de la sociedad brasileña”. Añadió que esta es “reacia a las experiencias que pretenden pasar por encima de valores tradicionales ligados a la preservación de la familia y de la moral humanista”.

Vélez fue profesor en la Escuela de Comando del Ejército. Cree que “la instrumentalización ideológica de la educación, en aras de un socialismo vacío, terminó polarizando el debate en los últimos años”. En septiembre escribió: “Todas las escuelas deberían tener Consejo de Ética que velen por la rectitud moral de los alumnos”.

Llamó a refundar el ministerio que “padece” una estructura destinada a “desmontar los valores tradicionales de nuestra sociedad”. Y añade que esos valores son los de “la familia, la religión, la ciudadanía, en suma: el patriotismo”.

En una columna titulada “Un Ayatollah asume la educación en Brasil”, el editorialista de Folha de Sao Paulo, Clovis Rossi, subrayó que esta designación “tiene todo el olor de la policía moral adoptada en Irán, entre otros países musulmanes como Arabia Saudita”.

Clovis se interroga: “¿Quién va a definir lo que es una educación moral recta? ¿Un ministro que cree que debe conmemorarse el golpe de Estado de 1964? ¿Aquel golpe que detuvo, secuestró, mató, torturó y provocó el exilio de miles de personas? ¿Aquel que cerró el Congreso, censuró a la prensa y practicó innúmeras barbaridades?”.

Fuente de la Noticia:

https://larepublica.pe/mundo/1363757-ayatollah-dirigira-educacion-brasil-bolsonaro

ove/mahv

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