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¡brujas del mundo, Uníos!

Por: Agustín Nieto. Revista Ajo. 08/12/2017

Durante demasiados años se pretendió confinar a las mujeres al ámbito privado y reproductivo. Esto implicó un proceso de disciplinamiento de sus cuerpos y la invisibilización de las trabajadoras en la formación de la clase obrera. En este artículo, un repaso por el significado histórico de la caza de brujas y del papel de las mujeres en las luchas por su emancipación.

Hace más de un siglo, se cuenta que un grupo de trabajadoras textiles de Nueva York se declararon en huelga y ocuparon la fábrica en reclamo de mejores condiciones de trabajo. Ante la determinación de las manifestantes, el dueño decidió cerrar las puertas e incendiar las instalaciones con las 129 mujeres adentro. La inhumana actitud del varón dueño de la fábrica, evoca la quema de brujas en la hoguera de siglos atrás. Hoy se cree que este evento dio origen a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

Claro que los orígenes del protagonismo de las mujeres trabajadoras en las luchas obreras se remontan mucho más atrás en el tiempo. Es más, llegan hasta la génesis del capitalismo como sistema-mundo, momento en el cual, junto a la reclasificación de los grupos sociales en clases poseedoras y desposeídas, se renegocian las condiciones de la dominación y explotación masculina, o sea, se sientan las bases del patriarcado capitalista. Al decir de Silvia Federici, la caza de brujas es un proceso co-constitutivo del capital como sistema global. En ese momento, en base a dos pares dicotómicos decisivos (público/privado y productivo/reproductivo), comienza a construirse la invisibilización de las mujeres trabajadoras en la formación de la clase obrera.

Una vez rubricado el nuevo estatus social, se pretendió confinar a las mujeres trabajadoras al llamado ámbito privado-reproductivo. La realización de este proyecto implicó un arduo proceso de re-disciplinamiento del cuerpo de las mujeres trabajadoras. Algo que no estuvo exento de resistencias y luchas. Aquel confinamiento involucra una jerarquización de las tareas al interior de las familias obreras, en la cual las labores realizadas por las mujeres son definidas por el capital como trabajo improductivo, no asalariado, o sea un trabajo que no genera valor. Sin embargo, ese trabajo llamado despectivamente ‘reproductivo’ implica la producción cotidiana de la fuerza de trabajo en uso, así como la producción de nuevas generaciones de portadores de fuerza de trabajo. Es por esto que no hay forma de dar cuenta de la historia de la clase obrera sin hacer referencia a las trabajadoras, ya sea que cumplan sus tareas en su hogar, en un taller, o en ambos espacios, cobren o no un salario.

No es casualidad que en el poema de James Oppenheim “Pan y rosas” se entremezclen el trabajo fabril, las labores hogareñas, las luchas obreras y la maternidad (Un millón de cocinas oscuras y miles de grises hilanderías […] luchamos también por los hombres / Ya que ellos son hijos de mujeres, y los protegemos maternalmente otra vez). Ellas son esposas, madres y obreras, desarrollan trabajos ‘productivos’ y ‘reproductivos’, se identifican con lo maternal a la vez que estiran su significado. En esa amalgama se deja entrever una resignificación de roles asignados. De esta forma lo maternal aparece subvirtiendo el estatus del trabajador varón adulto. Pero sobre todo, no hay una clara y tranquilizadora línea divisoria entre el discurso patriarcal hegemónico y un discurso anti-patriarcal contra-hegemónico.

En definitiva, no alcanza con demostrar que las mujeres fueron parte de las principales luchas obreras, hay que dar cuenta de la especificidad de la agencia de las mujeres en el devenir de la clase obrera. Pues la clase es una comunidad donde se solapan e interactúan distintas formas de dominación (de clase, de género, de raza, etc.). Por eso, si la historia de las clases subalternas es poco conocida y discontinua, estos rasgos se pronuncian aún más cuando se mira la historia de esas clases desde las acciones de las mujeres.

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Cuchilleras

Cuentan los varones que en una de las tantas huelgas de trabajadoras de la conservas de pescado, allá por los primeros años cuarenta del siglo pasado, se escuchó a una mujer iracunda que, cuchillo en mano, gritó “suéltenlo que lo descojono”. La mujer de armas tomar era conocida como la “viuda de Rawson”. El desvalido ser al que se quería descojonar era un capataz poco proclive a secundar la medida de lucha de sus subalternas. Aquel evento fue protagonizado en el contexto de la gran huelga del pescado en Mar del Plata. Lejos de ser una anécdota sobre un tipo de evento extravagante, el “descojonamiento”, como representación de la lucha contra la dominación masculina, nos remite a una práctica cultural propia del repertorio de protesta de las mujeres. El falo es el símbolo del poder masculino y también, en ocasiones, ha sido blanco de luchas anti-patriarcales, tanto en la industria del pescado como en las minas del norte de Francia en el siglo XIX.

Casi un siglo antes, Émile Zola en Germinal narra de forma realista la historia de la huelga de mineros. Una de las escenas pone en crudo el antagonismo entre el tendero Maigrat y la comunidad de mujeres de la mina, de la cual Maigrat acostumbraba abusar comercial y sexualmente. Ante el inminente saqueo de su tienda por parte de la masa de rebeldes, por un instante Maigrat se debatió entre el cariño a sus mercancías y su miedo cerval y natural cobardía. Al oír los hachazos sobre las puertas de su almacén, terminó por decidirse. Así triunfaba una vez más la avaricia. Ya subido al techo del cobertizo se oyeron los gritos de la multitud. El susto hizo que le fallaran las manos cayendo al vacío. El golpe lo mató. La primera actitud de la multitud fue de pasmo, se produjo un silencio profundo. De repente las mujeres rompieron el silencio con su griterío furioso, a medida que se iban precipitando hacia el muerto. Lo insultaron, le gritaron, lo escupieron en la cara. “¡Toma!, ¡come, bribón!… ¡come, come, como nos devorabas antes!”, gritaba una mujer mientras llenaba con tierra la boca del muerto. “¡Hay que destrozarlo!. ¡Sí, sí! ¡Qué no queden ni señales de ese cuerpo! ¡Nos ha hecho mucho daño!”, retumbaban como gritos de guerra. Un grupo de mujeres le quitó los pantalones, mientras unas “escuálidas y arrugadas manos de vieja”, le abrió los muslos para cortarle de cuajo su “virilidad muerta”. “¡Ya lo tengo! ¡Ya lo tengo!”, gritaba aquella mujer, mientras una multitud de voces festejaban el trofeo. “¡Ah, bribón! ¡Ya no te meterás más con nuestras hijas! ¡Sí, ya se acabaron tus infamias! Ya no tendremos que comprar el pan a costa de nuestro cuerpo”. Todas lo escupían e insultaban. El ritual finalizó cuando aquel trozo de carne muerta fue entronado en la punta de un palo. La escena había producido un horror profundo en los varones.

Un sentimiento similar de malestar se percibe en las memorias y recuerdos de los activistas varones sobre el protagonismo de las mujeres sindicalistas del pescado. En el marco de la huelga general de la ciudad de Mar del Plata, en solidaridad con las obreras del pescado, el Sindicato de Obreros de la Construcción no había adherido y se había escuchado decir a uno de sus dirigentes que “por cuatro atorrantas no nos vamos a plegar a la huelga”. Muchas de esas “atorrantas” eran las esposas, hermanas, hijas o madres de los obreros de la construcción. Cuenta Mario Penone, esposo de una obrera que participó de la fundación del Sindicato de Obreros de la Industria del Pescado (SOIP), que cuando salieron a la calle “a estos hombres que eran remisos a plegarse a la huelga, los hacían plegar ellas, los bajaban de los andamios. A ladrillazos los bajaban de los andamios”. Rubén García, por su parte, recordaba que en vísperas de la organización del SOIP los viejos anarquistas de la ciudad estaban en desacuerdo con la iniciativa de un grupo de jóvenes en organizar a las obreras del pescado: “Provocó una especie de cimbronazo, de susto. ¿Mujeres? ¡No! Claro, los viejos decían no porque un compañero le va a mirar el culo a la mujer del otro y se van a agarrar a las trompadas”. Aparecía la imagen de las mujeres como corruptoras del tejido social masculino, representaban un riesgo para los lazos comunitarios forjados por los varones. Pero este miedo a las mujeres no se acotaba a su poder corruptor en la organización obrera, también se extendía a los procesos huelguísticos, cuando al enfrentarse a los rompehuelgas, los golpeaban, apaleaban y desnudaban: “Las mujeres son las que instalan esa manera, después de alguna manera hubo alguno que dijo, claro, los compañeros no… no aplaudieron mucho porque a ver si se nos escapa de las manos… y capaz que se les escapó de las manos”.

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Brujas

Hacia mediados de la década de 1560 Pieter Brueghel el Viejo pintó dos cuadros alusivo a las brujas. Para esa época las persecuciones contra las mujeres sospechadas de realizar brujerías se habían extendido e intensificado en toda Europa. Hoy se considera que en aquellos cuadros se fraguó la unión entre brujas y escobas, pues aparecen las primeras imágenes de brujas montando en ese particular medio de transporte. Aunque los rumores sobre brujas volando en escobas se remontan al siglo XV, se considera que con las obras de Brueghel esta iconografía se volvió canónica.

Es interesante notar que estas imágenes se inscriben en un proceso de racionalización capitalista de la sexualidad, asentada en la dominación masculina y la domesticación femenina. Las mujeres trabajadoras se convierten en (y reducen a) las manos que alimentan al varón proletario en actividad y los vientres destinados a perpetuar la raza proletaria. Se construye de esta forma un sentimiento repulsivo a la sexualidad no procreativa. La mitología sobre las brujas viejas montadas en sus escobas (proyección de un pene extendido) se torna simbología de la lujuria desenfrenada. Esta ideología negaba a las mujeres infértiles (“viejas feas”) el derecho a la vida y el goce sexual. En ese marco la cacería de brujas buscaba disciplinar sexualmente a las mujeres, santificar la supremacía del varón y, a la vez, disciplinar a estos últimos con el temor a las mujeres, como potenciales destructoras del sexo masculino. Según los demonólogos, las brujas podían castrar y robarles a los varones sus penes. Así fue, dice Federici, la larga marcha hacia la transformación de la sexualidad femenina en un trabajo al servicio de los varones y la procreación. Transformación que implicó la prohibición de todas las formas no productivas, no procreativas de la sexualidad femenina como la homosexualidad, el sexo entre jóvenes y viejos, el sexo entre gente de clases diferentes, el coito anal, el coito por detrás, la desnudez, las danzas y sobre todo la sexualidad pública y colectiva, práctica común y extendida en los festivales de primavera de origen pagano.

Fue así como la caza de brujas se volvió el principal vector de la reestructuración de la vida sexual adecuada a la nueva disciplina capitalista del trabajo. Sin embargo, el capitalismo no pudo destruir aquel mundo de sujetos femeninos: las figuras de la hereje, la curandera, la esposa desobediente, la mujer que se anima a vivir sola, la mujer obeah que envenenaba la comida del amo e inspiraba a los esclavos a rebelarse, las insumisas y rebeldes, siguen presentes en las comunidades de mujeres insurrectas contra la dominación patriarcal.

Conventilleras

En los centros urbanos latinoamericanos de principios del siglo XX muchas familias obreras vivían en comunidad, en torno a lo que en Argentina se denomina “conventillos”, una casona grande donde se compartían espacios como el comedor, el baño, el patio. Aquellas piezas hacían las veces de hogar obrero. Por lo general, el varón trabajaba en algún taller o fábrica y la mujer, aparte de criar a sus hijos e hijas y hacer las labores hogareñas cotidianas, realizaba trabajo domiciliario para alguna empresa textil o de calzado, siendo el pago a destajo. De conjunto era una situación de precariedad habitacional y laboral, caracterizada por el hacinamiento y la insalubridad.

El incremento acelerado de la demanda de habitaciones, producto del arribo masivo de inmigrantes, provocó un acrecentamiento desproporcionado de la especulación inmobiliaria y junto a ella se dispararon los precios de los alquileres, que año a año iban en aumento. Desde fines del siglo XIX se registran intentos de resistencia organizada a los aumentos de los alquileres, aunque de corto aliento y poco efectivos en los resultados.

Hacia mediados de la década de 1900, la conflictividad obrera se agudizó, siendo 1907 uno de los años más intensos. Aquel año se formaron tres entidades propias de mujeres: el Primer Comité Gremial femenino de Comercio, el Comité Femenino de boicot al cigarrillo 43 y el Centro Anarquista Femenino de Buenos Aires. Fue en ese contexto que ante un nuevo aumento se decidió no pagar los alquileres y reclamar una rebaja del 30%. Este movimiento se extendió desde agosto hasta noviembre. Entre sus protagonistas se destacaron las anarquistas Virginia Bolten, Juana Rouco Buela y la China María, y como villano se destacó el tristemente célebre Ramón Falcón, asesino de obreros.

Después de semanas de resistencia y desobediencia, se tornó inminente el enfrentamiento. El arribo de los jueces, policías, bomberos, propietarios y caseros con la intimación de desalojo fue repelido con determinación. Las mujeres se organizaron para defenderse del desalojo, lo hicieron armando barricadas y armándose con utensilios domésticos como el agua hirviendo, palos y escobas. Esto ocurrió en el conventillo 14 provincias, situado en Chacabuco y San Juan, donde vivían 200 familias. Según cuentan Mabel Bellucci y Cristina Camusso, la resistencia obligó a los bomberos y policía a retirarse derrotados por aquellas brujas modernas que empuñaban escobas.

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Putas

Cuenta Osvaldo Bayer que, después de largas jornadas de trabajo —que incluían represiones y fusilamientos a granel— los verdugos de la Patagonia rebelde pretendieron distenderse con el servicio de las trabajadoras meretrices del pueblo. Como quienes van al mercado a comprarse una bebida refrescante después de una jornada de trabajo pesado, los soldados pretendían ser atendidos por las putas de “La Catalana”. Ellos eran muchos y las chicas solo cinco. Por lo cual tenían que organizarse para que todos tuviesen acceso a aquellas mercancías. Por esta razón la dueña del prostíbulo fue previamente avisada. Se le comunicó el cronograma de la tanda de cinco soldados que pasarían turno a turno. Todo parecía estar en orden, pero cuando la primera tanda de soldados se acercó a la casa, la dueña salió presurosa a conversar con el suboficial. Algo raro estaba pasando; los soldados comenzaron a ponerse nerviosos. Minutos después, el suboficial les explicaba algo insólito: las cinco prostitutas del quilombo se negaban a ofrecer sus servicios, pues parecía que los servicios que ellos querían comprar eran portados por cuerpos con voluntad y moral.

Los soldados lo tomaron como una afrenta a la Patria. Charlaron entre ellos y se animaron a encararlas en patota para obligarlas a ser lo que consideraban que eran, una mercancía. Pero fueron sorprendidos por las cinco pupilas que con escobas y palos en mano salieron a enfrentarlos al grito de “¡asesinos! ¡porquerías!”, “¡con asesinos no nos acostamos!”. La palabra “asesinos” dejó paralizados a los soldados que retrocedieron ante la repartija de escobazos. Los soldados perdieron esa batalla y se replegaron a la vereda de enfrente. Desde la puerta de entrada, las cinco mujeres no les mezquinaron insultos: “asesinos y porquerías”, “cabrones malparidos” y —según el posterior protocolo policial— “también otros insultos obscenos propios de mujerzuelas”. Los insultos terminaron de desmoralizar a los soldados que se marcharon del lugar, masticando rabia.

Una historia cultural de las escobas debería iluminar su lado oscuro, su uso indebido por aquellas quienes sólo tendrían que comportarse como su apéndice involuntario. De esta forma se podría conectar a las brujas cazadas por los varones de la inquisición con las huelguistas de los conventillos latinoamericanos reprimidas por los varones de las fuerzas represivas del gobierno y las prostitutas rebeldes de la Patagonia. Estos utensilios domésticos tienen una vida cultural que merece ser conocida.

Rebeldes

Mujeres de todo el mundo se organizan contra las injusticias. Las que eligen dónde y cómo mostrar sus tetas, las que usan la ropa que quieren, las que no desean ser madres, las lesbianas, las que reivindican la soberanía de sus cuerpos y exigen despenalizar la interrupción de un embarazo, las que desobedecen las imposiciones del patriarcado. Las que son destinatarias del repudio, de los golpes, del maltrato físico, económico, sexual y psicológico. Las que son quemadas como hace siglos lo eran las brujas en la hoguera.

Esta acumulación secular de agravios, que hace rato ya no se aguanta más, junto al amplio y centenario repertorio de formas de resistencia, habilitan un hecho inédito en la historia de la humanidad: la primera huelga internacional de mujeres.

En este acto internacional de dignidad rebelde, las mujeres dispararán contra los relojes para forjar un nuevo calendario, que augure un nuevo mundo.

*Fuente: http://www.revistaajo.com.ar/notas/10088-brujas-del-mundo-unios.html

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Brasil: Acto en defensa de la educación cierra caravana de Lula en Río

Por: Prensa Latina/08-12-2017
Con un acto en defensa de la educación culminará hoy en Río de Janeiro la tercera etapa de la caravana Lula por Brasil, que arrancó el lunes último y transitó también por Espíritu Santo.
El anfiteatro de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ), una de las mayores y más prestigiosas de América Latina, servirá como escenario para el cierre esta noche de la caravana del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, un proyecto impulsado por el Partido de los Trabajadores (PT) y la Fundación Perseu Abramo.

Mas, en horas de la mañana el fundador del PT visitará el campus de Nova Iguazú de la Universidad Federal Rural de Río, donde se reunirá con rectores y directores.

En esa propia localidad, Lula anticipó anoche que de contender y ganar las elecciones presidenciales de 2018 prestará especial atención a la reforma agraria y la agricultura familiar.

En alusión directa al aspirante del Partido Social Cristiano (PSC) Jair Bolsonaro, Lula advirtió ‘a quien quisiera ser candidato y comprar armas para que los hacendados maten a los sin tierra’ que atenderá los reclamos de una reforma agraria y de los pequeños productores agrícolas.

Bolsonaro catalogó de ‘vagabundos’ a los integrantes del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en recientes declaraciones a una televisora, y señaló además que estos debían ser recibidos por los hacendados ‘con cartucho .762’ (de fusil).

Brasil necesita de más empleo, más salario, más educación y menos fusil, rebatió el ex mandatario.

Lula también participó este jueves de un acto en defensa del empleo en el Complejo Petroquímico de Río de Janeiro (Comperj), en la localidad de Itaborai, concebido para procesar un 15 por ciento de la producción de petróleo del país, pero cuyas obras están interrumpidas.

Además visitó la ciudad de Duque de Caxias, donde fue recibido en la Plaza del Reloj por una multitud, ante la cual reiteró que de ganar las próximas elecciones recuperará los derechos perdidos por la ciudadanía durante el gobierno de Michel Temer y revocará todas las medidas ‘que están acabando con Brasil’.

Concebida para constatar sobre el terreno el desmantelamiento de los programas sociales y políticas públicas acometido por el gobierno Temer, la también llamada Caravana de la Esperanza agotó su etapa inicial entre agosto y septiembre últimos, cuando recorrió los nueve estados del Nordeste del país y visitó 58 ciudades.

Con posterioridad, del 23 al 30 de octubre, recorrió en su segunda fase unos mil 500 kilómetros por siete regiones y 21 ciudades del estado de Minas Gerais, el cuarto mayor de la federación en extensión territorial y el segundo más poblado de Brasil.

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España: Formación Profesional, una asignatura pendiente de Educación

Por: El Pais/Ángeles Lucas/08-12-2017

Ya en 2013 Andalucía soportaba estos datos: Más de 41.000 personas no lograron plaza de Formación Profesional en el grado que habían pedido. Educación se comprometió en 2014 a trabajar en un anteproyecto de ley para mejorar el sistema. Tres años después, tras culminar el proceso definitivo de asignación de 79.121 plazas de Formación Profesional Básica, de Grado Medio, Superior y Específico, la Consejería de Educación ha reordenado sus apuntes y ha aprobado este martes en Consejo de Gobierno el proyecto de ley de Formación Profesional con el objetivo de «elevar el nivel de cualificación y potenciar la empleabilidad de los jóvenes«. Hasta el pasado 2 de noviembre, 31.293 personas no habían sido admitidas en grado Medio y Superior tras finalizar el proceso ordinario de admisión. Una formación, eminentemente la superior, con un alto índice de inserción laboral en una comunidad con 850.000 desempleados.

La memoria económica dispuesta para la norma es de 189 millones de euros, que servirá eminentemente para que hasta 2020 se sumen 25.800 plazas de nuevo ingreso a las 79.121 admitidas y también para aumentar los ciclos de 687 a 715 e incrementar en 1.621 las vacantes de profesorado. Una cuantía que resulta insuficiente para el sindicato CC OO, que considera que adolece de recursos. «Esperamos que la norma cuente con la dotación presupuestaria necesaria para que tanto la Formación Profesional del sistema educativo como para el empleo puedan desarrollarse con eficacia», ha informado el sindicato en una nota en la que «considera un error» que el Instituto de Cualificaciones pase a ser gestionado por la Consejería de Empleo.

«Más de 30.000 personas sin plaza es una cifra tremenda, el sistema recupera después a muy pocas de esas personas, hay un déficit crónico en la Formación Profesional tanto nacional como autonómico», apunta Pedro García, inspector de la Asociación Redes, que considera además que esta ausencia de plazas públicas beneficia a la oferta privada de formación, «y supone un agobio para muchas familias», resalta el inspector, que reclama también más transparencia en el proceso de adjudicación de las plazas y más diálogo político. La nueva ley recoge también un Consejo Rector como órgano consultivo, de planificación estratégica y evaluación de las políticas del sistema de formación y cualificación profesional que estará conformado por representantes de la Junta y de organizaciones empresariales y sindicales.

*Fuente: https://elpais.com/ccaa/2017/12/05/andalucia/1512480019_565932.html

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Transformación Sindical Exitosa

Por: Nueva Sociedad. 08/12/2017

En el marco del proyecto «Sindicatos en Transformación», se presentaron algunas experiencias relevantes de transformación sindical exitosa, pero el espacio de la revista no permite la publicación de las versiones completas. Con la colaboración de investigadores y periodistas, acercamos entonces a los lectores de Nueva Sociedad estos estudios de caso como breves historias. En ellas, se puede ver cómo la opción por el sindicalismo sociopolítico y las alianzas como estrategia convirtieron a la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA) en un actor sindical regional de relevancia internacional; por qué el mayor sindicato de América Latina, la Central Única de Trabajadores (CUT) de Brasil, debe volver a la calle para defender lo conquistado; cómo el sindicato de los visitadores médicos en Argentina ha podido crecer y conquistar mejores condiciones de trabajo; cómo un sindicato de docentes en Honduras pudo plantearse nuevas alianzas que posibilitaron su propio crecimiento; y, por último, cómo superaron el trabajo precario en Corea del Sur dos sindicatos de empresas subcontratadas muy diferentes.

El poder de la diversidad

La Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA)

Cecilia Anigstein

La Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA; TUCA, por sus siglas en inglés) es una filial regional de la Confederación Sindical Internacional (csi; ituc, por sus siglas en inglés). Su ámbito de representación abarca América del Norte, Centroamérica, Caribe y Sudamérica. La integran 57 centrales nacionales de 23 países, que suman más de 50.000.000 trabajadoras y trabajadores afiliados.

Desde comienzos de la actual década, la CSA ha cobrado visibilidad al desplegar una acción estratégica de clase en el plano hemisférico y global. Es cierto que el contexto fue propicio y se desarrolló al calor de un espacio regional alternativo a la globalización neoliberal. En el marco de una crisis internacional de larga duración y múltiples dimensiones, emergió como un actor sociopolítico muy dinámico, a tono con los lineamientos promovidos desde los gobiernos progresistas y de izquierda latinoamericanos, que por entonces se encontraban en pleno auge.

Frente a la crisis de las coaliciones políticas progresistas y la consolidación de una nueva derecha regional, el movimiento sindical de las Américas, tanto en sus capítulos nacionales como en el plano regional, enfrenta un enorme desafío: articular la multiplicidad de las resistencias que ya están teniendo lugar, defender los avances y derechos conquistados y construir una alternativa superadora del neoliberalismo, la primarización y el extractivismo.

La CSA fue creada en 2008 como parte de un proceso de unificación institucional del movimiento sindical global en la ituc, que data de 2006. Surgió de la fusión de la Organización Regional Interamericana de Trabajadores –integrante de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres– (orit-ciosl), y la Confederación Latinoamericana de Trabajadores–integrante de la Confederación Mundial del Trabajo– (clat-cmt), junto con otras agrupaciones independientes. Pero fue además el resultado de cambios en el sindicalismo regional desde la década de 1990 que implicaron una reorientación político-ideológica de gran significación.

La movilización contra el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) puso de manifiesto nuevas trayectorias y la renovación del movimiento sindical hemisférico y aceleró la convergencia entre tradiciones nacionales. Esta convergencia hizo posible la construcción de la CSA, cuyas principales políticas en la actualidad son la autorreforma sindical, el rechazo a los tratados de libre comercio, la paridad de género en la representación y la política de alianzas sociales.

■Organizar lo que se presenta como inconmensurable

La CSA tiene como desafío primario conciliar los intereses de movimientos sindicales de peso y magnitudes heterogéneos, con tradiciones ideológicas y situaciones nacionales diversas. No puede perderse de vista que cuatro países concentran 80% de los afiliados de la CSA: Brasil, Estados Unidos, Argentinay Canadá. Lo que confronta no solo niveles distintos de organización, diferentes tipos/medidas de capacidades y recursos de poder, sino además demandas a veces muy diferentes, que marcan temporalidades, estrategias de acción y definición de reivindicaciones no siempre compartidas.

Como instancia confederal, no representa direCTAmente a trabajadoras y trabajadores pertenecientes a una o varias ramas de actividad o territorio, sino que agrupa a centrales sindicales nacionales. Es decir, no forma partede instancias de diálogo social tripartito nacionales ni de negociaciones colectivas sectoriales. Su terreno de actuación son los espacios de articulación regional e internacional. De modo que el poder de asociación está dado indireCTAmente por el peso y la capacidad organizativa de sus afiliadas. Y, más direCTAmente, por su eficacia para articular la diversidad de demandas y tradiciones nacionales en una agenda regional común. Es decir, depende de la capacidad de intermediación y flexibilidad organizativa.

En su estructura interna, se destaca la conformación de instancias participativas, los comités (de mujeres y de juventud) y grupos de trabajo, que funcionan simultáneamente como mecanismos de democratización interna y como grupos focales técnicos dinamizadores de poder asociativo, institucional y social.

La CSA ha desplegado su acción movilizada por una lógica de la influencia, especialmente en materia de normas internacionales del trabajo. En el sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se destaca su participación en la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y en la Conferencia de Partes (COP) de la Convención Marco sobre el Cambio Climático. La CSA no tiene delegaciones oficiales; su influencia es política: desarrolla una estrategia de coordinación junto con las delegaciones nacionales de la región que concurren en representación de los trabajadores a la Conferencia Internacional del Trabajo y ejerce fuerte influencia dentro del grupo de trabajadores en el seno del Consejo de Administración de la OIT, que tiene a su cargo la elaboración de las agendas del organismo tripartito. Los grupos de trabajo de la CSA ponen en movimiento un núcleo de cuadros técnicos y sindicales que impulsan su intervención en la OIT.

■La construcción de una visión política común

La estrategia de acción de la CSA consta de dos ejes que operan de forma conjunta: el sindicalismo sociopolítico y la autorreforma. Ambos se orientan a una ampliación de las bases de representación del movimiento sindical, su democratización y definición de objetivos que no se acotan a las reivindicaciones económico-corporativas del sindicalismo tradicional.

En cuanto a su programa, sintetizado en una propuesta alternativa de desarrollo, desde un comienzo se definieron cuatro dimensiones: política, económica, social y ambiental, con el fin de garantizar su integralidad. En torno de esos cuatro aspectos, se desarrolló un debate cuyos participantes fueron aportando nuevos temas, colocando matices o revisando viejas concepciones, hasta lograr la construcción de un consenso en torno del contenido general de un documento. El resultado fue la Plataforma de Desarrollo de las Américas (más conocida como plada), que es actualmente el instrumento político-programático de la CSA.

La plada significó un enorme esfuerzo de sistematización y consenso sobre las temáticas más diversas dentro de un conjunto de centrales sindicales nacionales muy heterogéneo por su tradición, magnitud y representatividad; pero, fundamentalmente, por la diversidad de realidades laborales y políticas existente en el continente.

La CSA buscó involucrar a los más importantes movimientos sociales del continente durante todo este proceso. Esta plataforma afianzó y amplió el arco de alianzas y logró un reconocimiento político considerable. La plada se utilizó para apuntalar distintos procesos que se desarrollaron en la OIT, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o en las COP. En 2014 se lanzó públicamente en Chile (en un evento organizado por la Central Unitaria de Trabajadores deese país, con la presencia de la presidenta Michelle Bachelet) y posteriormente en Uruguay, junto al presidente José «Pepe» Mujica y varios ministros.

Integran también esta política de alianzas los sindicatos globales, en dos planos: uno exógeno (coordinación global y hemisférica en Federaciones Sindicales Internacionales), y otro endógeno (los estatutos de la CSA establecen que los sindicatos globales pueden participar de los congresos ordinarios, el Consejo EjeCUTivo, los comités y grupos de trabajo con derecho a voz, pero no a voto).

En paralelo, la política de autorreforma contribuyó en la construcción de consensos en torno de problemáticas que atraviesan a la clase trabajadora y el movimiento sindical de todo el continente. En materia de igualdad y equidad de género, ha sido exitosa la implementación de la paridad de la representación en todas las instancias orgánicas de la CSA, la creación del Comité de Mujeres Trabajadoras de las Américas y la convocatoria a la Primera Conferencia de las Mujeres Trabajadoras (2015). Coexisten entonces mecanismos internos de democratización, paridad de género en la conducción y construcción de alianzas multisectoriales de vocación contrahegemónica en el plano regional con ciertas tradiciones sindicales corporativas, antidemocráticas, patriarcales y excluyentes en el plano nacional.

■Claves del éxito: alianzas, sindicalismo sociopolítico, autorreforma y articulación de niveles de acción

Ahora bien, ¿es posible extrapolar la experiencia de la CSA a otras regionales de la ituc? Por supuesto que no existen para esta pregunta respuestas mecánicas, y deben tomarse en consideración las particularidades regionalesy las tradiciones locales. No obstante, ciertos mecanismos de organización y orientaciones que han dado resultados positivos en América Latina pueden replicarse atendiendo a las particularidades de cada región. Destacamos la construcción de plataformas regionales con metodologías participativas que promueven la unidad programática, la intervención en procesos de integración regional, la articulación fraternal con movimientos sociales y un discurso contrahegemónico anclado en las tradiciones de lucha e idearios regionales.

Uno de los aprendizajes que surgen del análisis del caso de la CSA es que, frente a la debilidad desde el punto de vista del poder estructural, la puesta en juego de recursos del poder asociativo (vía ampliación de la representatividad, mayor participación y democratización interna) y del poder social (a través de la articulación de un amplio arco de alianzas con sectores afines y el involucramiento en luchas sociales y proyectos políticos que desbordan ampliamente los límites de la acción gremial) resultan una estrategia alternativa a los modelos anclados en tradiciones sindicales. Las actuales formas de división y organización del trabajo exigen al movimiento sindical tomar muy en serio la articulación entre las distintas escalas de la acción (local, nacional, regional, internacional) y a los nuevos sujetos colectivos del trabajo, que irrumpen cada vez con mayor fuerza y expresividad en la arena política y social. Especialmente a las mujeres, a los hombres y mujeres migrantes, a las trabajadoras y los trabajadores por cuenta propia, desempleados y de la economía social y popular, si lo que se busca es dejar de ser un convidado de piedra en FEStines donde las grandes corporaciones transnacionales ofician de anfitrionas.

Cecilia Anigstein: es doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de General Sarmiento-Instituto de Desarrollo Económico (ungs-ides) de Argentina; es investigadora y docente. Participó como asesora de la CSA en la elaboración de la plada.

El mayor sindicato de América Latina vuelve a la calle

La experiencia de la CUT brasileña durante los gobiernos del PT (2003-2016)

Santi Carneri 

Sobre un estudio de José Dari Krein y Hugo Dias1

La Central Única de Trabajadores (CUT) de Brasil es el mayor sindicato de América Latina y el quinto más grande del mundo. Representa a unos 7.800.000 brasileños en un universo total de 24.000.000 trabajadores. Su dimensión y poder fueron decisivos para que el Partido de los Trabajadores (PT) lograra imponerse en cuatro elecciones presidenciales, primero con Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2006 y 2007-2010) y después con Dilma Rousseff (2011-2014 y 2015-2016).

Este gigantesco sindicato se encuentra hoy en una encrucijada: pese a haber sido responsable de buena parte de la agenda más progresista de los mandatos del PT, su reconocimiento social ha ido mermando a medida que aumentaban las protestas ciudadanas contra el gobierno de Rousseff. Ahora busca regresar a sus raíces liderando la oposición contra las medidas neoliberales del gobierno del presidente Michel Temer, quien asumió el cargotras la destitución de Rousseff en un juicio parlamentario.

El poder social de la CUT no se encontraba en niveles tan bajos desde hacía años. No obstante, mantiene el prestigio ganado por haber impulsado una década de conquistas traducidas en más derechos para los trabajadores, menos desigualdad y mayor poder de negociación colectiva, según un estudio sobre la experiencia de la CUT brasileña durante los gobiernos del PT de los investigadores José Dari Krein y Hugo Dias.

■Historia del sindicato más grande de América Latina

«No estoy de acuerdo con esa frase tan de las derechas de que la década de los 80 fue la ‘década perdida’. Perdida para el capital, porque para el mundo del trabajo fue una década espeCTAcular. El PT nació en 1980, la CUT en 1983 yel Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (mst) en 1984», explica el sociólogo marxista brasileño Ricardo Antunes, proFESor titular de la Universidad Estadual de Campinas (en el estado de San Pablo).

Contar la historia de la CUT es sumergirse en el nacimiento del sindicalismo brasileño tal y como se lo conoce actualmente. Esta central sindical fue fundada pese a la prohibición impuesta por la diCTAdura, que solo permitía sindicatos controlados por el mismo Estado y que no representaban los intereses de los obreros.

La CUT surge del protagonismo de los movimientos de los trabajadores a finales de la década de 1970, envalentonados con una nueva concepción sindical basada en las convenciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como la libertad y la autonomía y una actuación más clasista y combativa. Es decir, la CUT nace luchando contra la diCTAdura y por la apertura democrática en el país.

■Los gobiernos de Lula

La victoria de Lula en 2002 representó para el movimiento sindical la esperanza de revertir algo del cuadro desfavorable que supuso la década de 1990 para los trabajadores brasileños. Pero para la CUT, el inicio de ese gobierno, en un contexto de crisis económica, fue en muchos aspectos conservador, según la investigación de Dari Krein y Dias. Aunque, al mismo tiempo, comenzaban a implementarse políticas como el Programa de Hambre Cero y a abrirse espacios de participación y diálogo institucional con movimientos sociales organizados.

En aquel momento comenzó a llegar al Palácio do Planalto en Brasilia, sede del gobierno nacional, gente que nunca antes había sido escuchada por el Estado. Indígenas de lugares recónditos de la Amazonía, campesinos sin tierra y trabajadores de toda índole comenzaron a tener espacio en algunas de las decisiones políticas del país.

Así fue como la CUT comenzó a vivir una aparente paradoja. Asumió la defensa del gobierno por primera vez en su historia, al tiempo que no concordaba plenamente con las reformas de la política económica de entonces. Esta ambigüedad se saldó con la retirada de algunos grupos que demandaban una postura más crítica hacia el gobierno.

A partir de 2004 comenzó la recuperación económica de Brasil, impulsada en un comienzo por el boom de las materias primas (commodities) y después magnificada por el mercado interno. La central sindical definió su estrategia y cerró filas con Lula ante las primeras tentativas de la derecha de derrocarlo.

La institucionalización de la CUT en un contexto de crecimiento del empleo le permitió liderar cambios en el mercado de trabajo y fortalecer su poder estructural. Un ejemplo fue la conquista de aumentos salariales a lo largo de 10 años seguidos, o la celebración de multitudinarias marchas anuales que comenzaron en 2004 junto con otros sindicatos, las llamadas Marchas de la Clase Trabajadora.

Destaca también el logro de la sanción de la ley aprobada en 2008 que actualiza normas de los años 1930 y reconoce definitivamente a las centrales sindicales, aunque esto provocó consecuencias no deseables para la CUT. Según el análisis de Dari Krein y Dias, con la entrada en vigor de esta ley se observa «un aumento de la pulverización sindical y la consolidación de un sindicalismo fragmentado en todos los niveles».

■El desgaste por apoyar a Rousseff

El movimiento sindical brasileño, incluida la CUT, comenzó a sufrir un severo desgaste a lo largo del periodo de gobierno de Rousseff, una etapa en la que la economía comenzó a perder dinamismo y la tasa anual de crecimiento pasó de 7,6% en 2010 a 0 en 2014.

La incapacidad del gobierno de hacer viable un proyecto de desarrollo, la persistente crisis internacional y el fin del ciclo de expansión del consumo interno potenciaron el comienzo de las críticas de la CUT. Aunque se mantuvo en el mismo campo político que el PT, la central sindical inició su distanciamiento del gobierno debido a la falta de diálogo, la política de incentivos fiscales a grandes empresas y la conducción de la política económica en general, entre otras razones.

A pesar del distanciamiento con los sindicatos, la candidatura de Rousseff para la elección de 2014 tuvo un gran apoyo de la CUT y de las organizaciones sociales para garantizar la victoria frente al creciente avance de la derecha. Pero una muestra del desgaste que supuso mantenerse al lado del oficialismo es que la central sindical perdió espacio como institución capaz de dar voz a las principales banderas en disputa en la sociedad, como atestigua su papel marginal en las rebeliones sociales de junio de 2013, cuando se celebró la COPa Confederaciones entre multitudinarias marchas.

El informe de Dias y Dari Krein sobre la CUT concluye que la experiencia muestra que es fundamental, a pesar de los avances institucionales, mantener alianzas sociales en torno de una agenda general orientada al interés de los empobrecidos de la sociedad.

■Volver a la calle para frenar a Temer

El gobierno conservador del presidente Michel Temer pretende realizar una reforma del régimen de jubilaciones, entre otras iniciativas, dentro de un severo ajuste estructural que incluye un fuerte recorte del gasto público para las próximas dos décadas.

«Lo que hicimos fue presentar un camino para salvar al sistema de jubilaciones del colapso, para salvar los beneficios de los jubilados de hoy y de los jóvenes que se jubilarán mañana», aseguró Temer en un discurso que prONUnció en una ceremonia oficial ante un grupo de empresarios en marzo de 2017. El presidente insistió en que la reforma es necesaria y urgente para evitar la quiebra. Esta propuesta de Temer ha lanzado a la CUT de vuelta a la calle, a retomar el pulso de sus raíces. Han vuelto las protestas sindicales masivas en las grandes ciudades del país. Los sindicatos rechazan la reforma del gobierno.

El 15 de marzo, San Pablo amaneció sin autobuses y con el metro funcionando al 50%. En Río de Janeiro los colegios y universidades fueron paralizados y algunos bancos también. En Brasilia se celebró una gran marchay los maniFEStantes ocuparon una parte de la sede del Ministerio de Hacienda. Las protestas fueron impulsadas, con el apoyo de la CUT, porel Frente Brasil Popular y por el Frente Pueblo Sin Miedo y la Central de los Trabajadores de Brasil (ctb).

Hoy, la central sindical más grande de Brasil tiene por delante el desafío de consolidarse como escudo de los derechos conquistados por los trabajadores durante la última década.

Santi Carneri: es un corresponsal y fotógrafo español freelance. Reside en Paraguay; ha trabajado previamente desde España y Brasil y se ha desempeñado como enviado especial en varios países de América Latina.

Sindicalización e innovación

La exitosa estrategia del sindicato de visitadores médicos en Argentina

Lucía He

Sobre un estudio de Bruno Dobrusin2

En 2011, para el centenario de Bayer Argentina, un grupo de empleados de la empresa organizó una acción en un acto especial que se celebraba en el selecto Hipódromo de San Isidro, en las afueras de la ciudad de Buenos Aires.

La mitad de los integrantes del grupo fueron al cóctel como invitados vestidos para la ocasión. La otra mitad fingió que eran músicos e introdujo en la reunión bombos y silbatos. Querían exigir al director de Bayer que reincorporara a un compañero despedido. «Listo, lo firmo ya [el contrato], pero por favor salgan de acá», fue la respuesta del director.

Este grupo de trabajadores formaba parte de la Asociación de Agentes de Propaganda Médica (AAPM), un sindicato que, a pesar del clima cada vez más hostil hacia el movimiento sindical que se registra en Argentina, ha sido capaz, en la última década, de incorporar nuevos miembros y de mejorar las condiciones laborales de sus afiliados mediante un importante conjunto de estrategias.

«La AAPM logró reorganizar su base, ampliar los marcos de alianzas y repensar el rol del sindicato en una industria transnacionalizada», explica en su informe Bruno Dobrusin, miembro de la central sindical nacional (Central de Trabajadores de la Argentina, CTA). «Durante la última década, el sindicato ha sufrido una notable transformación y ha mantenido una sólida base de afiliados en una industria que cada vez necesita menos visitadores médicos», asegura el informe publicado por la Fundación Friedrich Ebert (FES).

Actualmente, la AAPM cuenta con más de 8.000 miembros que representan 73% del número total de trabajadores de la industria farmacéutica en Argentina. En comparación, la media de densidad sindical en el país para otras industrias es de 40%. La densidad sindical de la AAPM es especialmente sorprendente si se tiene en cuenta que la farmacéutica es una industria en expansión y con un corte marcadamente transnacional. En 2011, las empresas multinacionales acaparaban 38,9% del mercado farmacéutico argentino.

La estrategia de reajuste político ha sido fundamental para el crecimiento de la AAPM. Cuando el sindicato se fundó, en 1935, formaba parte de la Confederación General del Trabajo (CGT), una de las mayores centrales sindicales del mundo, que hoy en día representa a 3.000.000 trabajadores. Históricamente, los sindicatos como la AAPM y los que integran la CGT han tenido una fuerte relación con el peronismo, el movimiento político más destacado de Argentina, que suele asociarse a los derechos de los trabajadores y la justicia social. Sin embargo, después de que los cambios políticos llevaran a la CGT a adoPTar un nuevo enfoque, la AAPM decidió que ya era hora de abandonar la Confederación.

«La situación laboral cambió por completo en la década de 1990 con el modelo neoliberal que se implantó en Argentina durante el gobierno de Carlos Menem. Hubo más privatizaciones, despidos y una creciente precariedad laboral. Los sindicatos tradicionales no podían hacer frente a las necesidades de la clase trabajadora dentro de este nuevo modelo», asegura Ricardo Peidro, secretario general de la AAPM.

Por tanto, la AAPM se incorporó a una nueva central: la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), que se caracteriza por promover un modelo organizativo más amplio que permite la afiliación direCTA de los trabajadores, independientemente de su adscripción sindical o situación laboral.

«Sabíamos que un modelo sindical que solo acePTara a trabajadores empleados formalmente no era suficiente», explica Peidro. «Un sindicato debería representar también a los trabajadores del sector informal, a los jubilados, a los desempleados… Esa gente también forma parte de la clase trabajadora. Resulta inacePTable que el sindicato ya no represente a un trabajador si lo despiden. Por eso nos unimos a la CTA».

■Formación de vínculos

Desde su incorporación a la CTA, la AAPM ha logrado ampliar su red de alianzas. Ha formado vínculos con diferentes movimientos sociales, organizaciones de arrendatarios, trabajadores en fábricas recuperadas y otros grupos que antes consideraba fuera de su ámbito. Así, la AAPM ha incrementado su poder de coalición. Afirma Peidro:

Al integrar la fuerza y las reivindicaciones de los compañeros y compañeras no incluidos en el mercado laboral formal, logramos un poder mucho mayor para presentar nuestras demandas a los empleadores. Cuando existe un determinado conflicto con los empleadores y somos capaces de rodearlos de diferentes sectores, somos mucho más fuertes que si estuviéramos divididos o solo representáramos a un único sector.

Además de adaPTarse al ámbito político, la AAPM también decidió centrarse en las negociaciones sobre el salario mínimo. Aunque hacía años que en la industria farmacéutica este se había mantenido fijo en 682 pesos argentinos (aproximadamente 44 dólares al tipo de cambio actual), los salarios medios de los trabajadores en la industria habían ido aumentando y eran notablemente más altos que el salario básico. Esto se debía principalmente al hecho de que se trata de una industria en expansión; entre 2005 y 2013, las ventas farmacéuticas en Argentina crecieron a más del doble, de 1.903 a 4.952 millones de dólares. Sin embargo, los líderes sindicales de la AAPM entendieron que negociar un salario mínimo beneficiaría al sindicato en su conjunto.

«Al centrarse en las negociaciones sobre el salario mínimo, la AAPM ha reforzado en gran medida su legitimidad ante los trabajadores más vulnerables; es decir, los que están entrando en la industria, que suelen ser más jóvenes y estar menos interesados en sindicalizarse», explica Dobrusin. «Además, ha mejorado la situación en términos de los despidos, pues los costos del despido se calculan sobre la base del salario mínimo».

«El despido de empleados era una práctica diaria en la industria farmacéutica. Despedir a un empleado que había trabajado en la empresa durante20 años salía sumamente barato, así que para nosotros era esencial negociar el salario mínimo», coincide Peidro.

Gracias a estas negociaciones, el salario mínimo de la AAPM en 2014 ascendía a 15.700 pesos (1.019 dólares), una cifra elevada comparada con el salario mínimo nacional de 4.700 pesos (305 dólares).

■Innovadores métodos de movilización y acción

La AAPM no solo es conocida por sus estrategias de negociación, sino también por sus iniciativas de movilización e innovadores métodos de acción. Entre 2006 y 2014, el sindicato abordó 39 conflictos laborales. De estos, tan solo6 desembocaron en huelgas. En el resto se utilizaron diferentes tácticas, como la acción llevada a cabo para interrumpir la celebración del centenario de Bayer Argentina. Explica Peidro:

Tuvimos que idear nuevos métodos de acción diferentes de los tradicionales, como las huelgas. No somos como los sindicatos de las refinerías de petróleo, que pueden impedir el funcionamiento de las instalaciones y ocasionar pérdidas de millones de dólares a sus empleadores. Sin embargo, a la industria farmacéutica le preocupa muchísimo su imagen, por lo que nos hemos empezado a movilizar en conferencias internacionales organizadas por la industria y redaCTAdo informes que sacan a la luz las multas impuestas a las empresas por haber incumplido las normativas.

Aunque la AAPM ha logrado consolidar su influencia en Argentina, Dobrusin opina que el sindicato tiene que empezar a pensar a escala mundial para mantener su poder. «La AAPM tiene que ser más activa en el desarrollo de las alianzas transnacionales. Eso va a ser fundamental para crear más resistencia en una industria que es totalmente transnacional. Incluso los laboratorios pequeños tienen que repensar sus estrategias en un marco mundial», advierte Dobrusin.

«La clave será afiliarse a confederaciones internacionales y buscar alianzas con sindicatos similares que estén organizados en las mismas empresas en el extranjero. La AAPM está incorporando estas prácticas poco a poco, lo cual será esencial para el futuro del sindicato», asegura.

Lucia He: es periodista y cineasta. Reside en Buenos Aires y trabaja en el ámbito de los derechos humanos en Argentina y América Latina.

Mantener derechos a través de una autorreforma sindical

El caso del Colegio de Pedagogos de Honduras (COLPEDAGOGOSH)

Fanny Erazo

La situación política y social en Honduras sufrió un duro revés tras el golpe de Estado de 2009. Varios de los derechos fundamentales, como la libertad de asociación y de sindicalización o la negociación colectiva, continúan siendo atacados desde entonces, al tiempo que aparentemente el gobierno busca socavar la democracia representativa en el país. En este contexto, el Colegio de Pedagogos de Honduras (COLPEDAGOGOSH), uno de los cinco sindicatos que agrupan a los docentes de todo el país, ha luchado por mantener los mínimos estándares acePTables, aumentar sus recursos de poder, reformar su estructura interna y brindar apoyo a movimientos sociales que aboguen por el Estado de derecho y la democracia. A pesar de los constantes intentos del poder político de debilitar al movimiento sindical y al COLPEDAGOGOSH, este continúa siendo uno de los sindicatos más sólidos del país.

■Golpes bajos y golpes de Estado

La falta de inversión en educación en Honduras es en gran medida responsable de que más de 40% de sus casi 9.000.000 habitantes vivan en situación de pobreza extrema y de que continúe siendo uno de los países más pobres de América Latina.

En 1982, con la restauración de una incipiente democracia en el país, se crea el COLPEDAGOGOSH. Desde esa época y hasta el golpe de Estado de 2009, los cinco sindicatos docentes −también llamados «colegios» o «magisterios» y agrupados en la Federación de Organizaciones Magisteriales de Honduras (fomh)− contaban con un poder institucional considerable, autónomo y beligerante, así como con amplias capacidades para la defensa de la educación pública y los derechos laborales.

Este poder institucional sufrió un gran debilitamiento durante los dos últimos gobiernos de derecha posteriores al golpe de Estado de 2009, que buscaron degradar las instituciones públicas con el fin de privatizar los servicios, especialmente los de salud y educación. En la actualidad, y en lo que pareciera una campaña de difamación contra los sindicatos docentes, la Secretaría de Estado dependiente de la Presidencia de la Nación ha suspendido toda cooperación con ellos y no les permite tomar parte en las negociaciones ni en las decisiones en temas del área educativa. El gobierno ha llegado a presentar querellas judiciales contra estos sindicatos acusándolos de corrupción, aunque todas ellas han sido desestimadas por la justicia. El hecho de que el COLPEDAGOGOSH haya apoyado políticamente los esfuerzos del Frente Nacional de Resistencia Popular, una organización con fuerte apoyo popular surgida como respuesta contra el golpe de 2009, probablemente haya sido un factor clave para generar la ira del gobierno.

Pero quizá la acción contra los sindicatos y el golpe bajo más poderoso contra ellos haya sido la ilegal decisión del gobierno de suspender la cuota sindical deducida a cada agremiado. A mediados de 2012, un decreto legislativo asignó las cuotas sindicales de los trabajadores al Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (inprema) y creó las Cuentas de Ahorro Previsional (cap). Esta situación representó una merma significativa en las finanzas del Colegio y un nuevo reto para la caPTación de recursos, o simplemente para mantener la afiliación.

■Una reforma necesaria y a tiempo

El golpe de Estado de 2009 había coincidido con un proceso interno de evaluación y reforma del sindicato. En 2010, luego de un periodo de revisión e identificación de las mayores debilidades organizativas, se decidió reformar la Ley Orgánica y los Estatutos. Un año más tarde el proyecto de Ley Orgánica fue presentado ante el Congreso Nacional, que la aprobó en 2012. La necesidad principal era fortalecer las estructuras internas para así poder insertarse en la lucha social por la restitución del orden democrático.

La reforma introdujo modificaciones que permitieron mayor transparencia, democratización y participación. Una de las principales modificaciones fue la instauración de nuevos límites a los mandatos de los cargos de la Junta Directiva, los cuales se redujeron a dos periodos consecutivos de dos años cada uno (es decir, un máximo de cuatro años). Asimismo, la institución del voto domiciliario para elegir candidatos a los cargos de las Juntas Directivas en todos sus niveles −y no solo para aquellos que pudieran asistir a los congresos− significó un aumento de la participación.

Esto permitió generar procesos democráticos incluyentes y fortaleció así el poder estructural y asociativo del sindicato. La reforma también contempló la creación de la Secretaría de la Mujer, con el objetivo de garantizar el liderazgo femenino y la paridad de género. Además, se creó la Secretaría de Asuntos Pedagógicos a fin de fomentar los conocimientos básicos sobre sindicalismo, en especial la reforma sindical. Se logró ampliar la afiliación gracias a la inclusión de los egresados de los bachilleratos en Pedagogía yde todo estudiante que haya cursado 90% de la carrera. Por último, se incorporaron servicios jurídicos para la defensa de trabajadores víctimas de la represión gubernamental y un servicio informativo radial permanente.

Este fortalecimiento interno se realizó también con la intención de mancomunar los esfuerzos con el resto de los movimientos sociales hondureños. Un eje importante en este sentido es el mantenimiento de una comunicación fluida tanto entre los cinco sindicatos docentes como con otras organizaciones, a fin de incorporar demandas sociales más amplias, entre otras, la lucha indígena y campesina por el acceso a la tierra, la soberanía alimentaria, la lucha estudiantil en el nivel secundario y universitario, los derechos humanos y los derechos de personas con diversas orientaciones sexuales.

Pese a las estrategias del gobierno para desestabilizar a los sindicatos, el COLPEDAGOGOSH ha logrado mantenerse como uno de los sindicatos más fuertes en el nivel económico y en lo que respeCTA a la cantidad de agremiados. Pese a la coacción financiera y jurídica por parte del gobierno, ha logrado realizar una sustancial reforma y aumentar sus recursos de poder.

A pesar de estos mecanismos represivos, el COLPEDAGOGOSH aún cuenta con alrededor de 60% de la afiliación que tenía antes de la suspensión de lacuota sindical y de la afiliación automática por parte del gobierno, y está implementando acciones para generar nuevas afiliaciones. Gracias a la reforma y al trabajo mancomunado con los otros sindicatos docentes y organizaciones sociales, se mantiene como un referente legítimo y activo en estrategias sindicales, de políticas educativas y de derechos laborales.

Fanny Erazo: es licenciada en Pedagogía y Ciencias de la Educación y maestrante de Estado y Políticas Públicas en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Es vicepresidenta de la Filial de Universidades Públicas y Privadas del COLPEDAGOGOSH, asesora de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH) y coordinadora de la Mesa Sindical de la FES Honduras (2013-2017).

Inusuales alianzas en el sector limpieza y poder estructural de ingenieros

Logros de las trabajadoras y los trabajadores de Corea del Sur

Aelim Yun

En la historia reciente de los reclamos sindicales en Corea del Sur se destacan dos acontecimientos. El 8 de marzo de 2011, los presentes en tres de las más prestigiosas universidades privadas de Seúl fueron testigos de escenas extraordinarias. Cientos de mujeres –la mayoría de ellas lo suficientemente grandes como para ser abuelas– marchaban en los campus mientras reclamaban a viva voz: «¡Queremos vivir como seres humanos!».

Era el personal de limpieza de las universidades, que se había declarado en huelga. Durante meses las empleadas de limpieza habían estado pidiendo un aumento de su salario, que apenas les ALCAnzaba para llegar a fin de mes. Eso no es todo: las mujeres se sentían maltratadas, ya que a menudo se las obligaba a almorzar en los cubículos de los baños porque las universidades se negaban a habilitarles una sala de descanso.

Las universidades se desligaban de cualquier responsabilidad y señalaban que las mujeres estaban subcontratadas y que no eran empleadas direCTAs de las instituciones: daban por hecho que esas mujeres mayores de clase trabajadora no significaban ninguna amenaza.

Estaban equivocadas. Mediante inteligentes estrategias, las mujeres de la limpieza y sus organizadores fueron capaces de conseguir el amplio apoyo de sectores de la sociedad civil y ganar la lucha contra sus empleadores, las universidades. En julio de 2011 el Consejo del Salario Mínimo cedió ante sus demandas y aumentó significativamente el salario mínimo –que tradicionalmente establece el estándar para el personal de limpieza–.

Otro hecho notable en la historia del movimiento de los trabajadores coreanos ocurrió el 17 de mayo de 2014. Un conflicto en escalada entre el gigante coreano de la electrónica, Samsung, y su personal de posventa terminó en tragedia: Yeom Hoseok, de 33 años, técnico de equipos del plantel y cuadro de Trabajadores Locales de Mantenimiento de Samsung Electronics, se suicidó. Protestaba por la creciente represión contra los trabajadores que ejercía la empresa en su intento de erradicar el sindicato. Con su muerte –según escribió Yeom en la nota de suicidio–, esperaba ayudar a su sindicato a ganar la pelea por mejores condiciones de trabajo.

La muerte de Yeom se produjo en medio de tensiones crecientes entre Samsung y sus técnicos que, como las trabajadoras de limpieza, estaban empleados por empresas subcontratistas. Como en el caso de las universidades, Samsung Electronics negaba cualquier tipo de responsabilidad respecto del bienestar de sus subempleados. El suicidio de Yeom provocó que se expandiera la cobertura mediática sobre la disputa laboral en Samsung Electronics. Un mes después, el sindicato logró un acuerdo básico en el que se aseguraba el derecho al ejercicio de la actividad gremial y aumentos salariales.

■Los trabajadores se alzan contra enemigos poderosos

Aunque aparentemente diferentes, los dos casos tienen mucho en común y echan luz sobre las precarias condiciones que enfrentan muchos trabajadores coreanos. También ofrecen lecciones acerca de cómo organizarse, ya sea comprometiendo a la comunidad o sirviéndose de sindicatos expertos.

El predominio de las relaciones de empleo triangulares es un rasgo característico en el mercado laboral de Corea del Sur. El trabajador firma un contrato de trabajo con un contratista, pero la tarea se ejeCUTa en y para la compañía principal. De los 8.670 ingenieros que trabajan en el departamento de posventa de Samsung Electronics, solo 270 son contratados en planta. Los 8.400 restantes están empleados por las llamadas «agencias de grandes empresas».

Lo mismo sucede con el personal de limpieza. De 1.100.000 empleados de limpieza y ordenanzas que hay en Corea del Sur, alrededor de 70% trabaja subcontratado. Estos trabajadores –de los cuales la amplia mayoría son mujeres con un promedio de edad de 60 años– raramente ganan más del salario mínimo. Para 2016, 44% del total de la fuerza laboral en Corea del Sur estaba contratada bajo estos acuerdos triangulares, que contemplan muchos menos derechos que los de los empleados efectivos.

En Corea del Sur la libertad de organización está ligada al estatus del empleado. Los trabajadores que intentan ejercer su derecho a organizarse más allá de los límites corporativos son castigados. Las acciones colectivas contra las contratistas son consideradas una «obstrucción al negocio» y pueden recibir sanciones penales. Como resultado, en 2016 solo 2% de los trabajadores subcontratados eran miembros de sindicatos.

■¿El trabajo precario como norma en Corea del Sur?

La práctica del subcontrato en Corea del Sur creció luego de la crisis financiera asiática de 1997, cuando muchas pequeñas y medianas empresas se volvieron subcontratistas de los chaebols, los grandes conglomerados coreanos de negocios pertenecientes a una misma familia.

El gobierno coreano ejerció de facilitador. Para salvar a los chaebols, Seúl aplicó políticas neoliberales y recortó los derechos de los trabajadores, lo que acrecentó el desequilibrio en la relación de fuerzas entre capital y trabajo. Mientras que las compañías usuarias pueden ejercer el poder de rescindir el contrato, lo que equivale al despido de los trabajadores, las acciones colectivas contra la compañía usuaria están prohibidas.

Con la intención de revertir esta situación, los sindicatos surcoreanos han intentado organizar a los empleados subcontratados y negociar colectivamente en representación de ellos. Implementaron dos políticas –sindicalismo de mercado laboral y sindicalismo comunitario– que han sido identificadas como el núcleo de las innovaciones de negociación colectiva que responden al actual mercado laboral.

■El poder a través de la solidaridad

Las trabajadoras de limpieza tuvieron éxito porque sus organizadores fueron capaces de comprometer a la gente para la que limpiaban. Cuando el Sindicato del Servicio Público Coreano de Seúl y Gyeonggi lanzó, en 2009, una campaña enfocada en las reivindicaciones de las trabajadoras y los trabajadores de limpieza de las universidades, se aseguró de incluir a organizaciones estudiantiles progresistas y a grupos de derechos humanos, para superar la falta de recursos y para armar una red de solidaridad comunitaria.

Una vez que las mujeres estuvieron empoderadas por las campañas solidarias, fueron capaces de negociar colectivamente con sus empleadores usuarios, las universidades. Solo cuando las autoridades universitarias presionaron a las subcontratistas, las empleadas recibieron el aumento.

■Presión y militancia

Cuando un pequeño grupo de ingenieros, en 2012, reclamó por primera vez una jornada laboral de ocho horas y pago de horas extras, Samsung Electronics reaccionó rescindiendo los contratos con las subcontratistas para las que trabajaban los ingenieros. El grupo Samsung adhirió durante décadas a la política «libre de sindicatos», y muchos intentos de conformar un sindicato fueron violentamente aplastados por la dirección.

Este caso fue distinto. Los ingenieros eran una fuerza de trabajo altamente capacitada que no podía ser reemplazada con facilidad, por lo que podían ejercer cierta presión. Que Samsung no permitiera la sindicalización de los trabajadores también les vino bien: en vez de tener que enfrentarse con eventuales sindicatos amarillos dentro de la empresa, aprovecharon su libertad para actuar incorporando conocimiento de actores externos, como los representantes del duro Sindicato Coreano de Obreros Metalúrgicos (SCOM).

En 2013 los ingenieros formaron la filial de Trabajadores Técnicos de Mantenimiento de Samsung Electronics del scom. Bajo el ala de un sindicato bien establecido, los ingenieros aprendieron rápido. Acciones militantes como sentadas y huelgas, como así también el suicidio de Yeom, caPTaron la atención del país hacia su intensa disputa laboral con Samsung Electronics.

Finalmente, el sindicato logró un acuerdo básico en junio de 2014. Aunque a la firma de este acuerdo asistió un representante de las subcontratistas, habría sido imposible sin la aprobación de Samsung Electronics.

Fuente: nuso.org/articulo/transformacion-sindical-exitosa/

Fotografía: Nueva Sociedad

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Inequidad educativa: las escuelas pobres de la ciudad están atrasadas un año y medio respecto de las más ricas

Por: La Nación/Luciana Vázquez/08-12-2017

El dato surge de una evaluación internacional sobre la comprensión lectora de alumnos de cuarto grado; en la región, Chile presenta la misma brechas.

El tema de la equidad educativa, su falta, es decir, las profundas brechas de aprendizajes entre países y dentro de los países y las variables que las explican, fue el eje central del debate de especialistas que se dio en UNESCO el último lunes, en París, luego de divulgarse los resultados de las pruebas PIRLS, el Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora, en el que CABA logró malos resultados con un promedio de 480 puntos, 20 por debajo de los 500 puntos deseables.

En el caso de CABA, las brechas son notorias. El 57 por ciento de los alumnos porteños va a escuelas «prósperas», según el vocabulario del informe PIRLS, con mayoría de chicos de hogares acomodados, y en ese caso, su puntaje en PIRLS fue de 504 puntos, es decir, por encima del puntaje promedio global deseado, que es de 500 puntos. Su rendimiento los deja a mitad del nivel intermedio de PIRLS, que parte de 475 puntos y llega hasta 549.

En cambio, en CABA, casi un tercio de los alumnos de cuarto grado, el 28 por ciento, va a escuelas con mayoría de alumnos vulnerables y en ese caso, su puntaje fue de 441 puntos, es decir, su rendimiento se situó en el nivel de desempeño en lectura más bajo de PIRLS, que va de 400 a 474 puntos.

Una diferencia de 45 puntos en PIRLS equivale a una diferencia en un año de escolaridad. Es decir, que las escuelas prósperas de CABA, con un ventaja de 63 puntos sobre las más vulnerables, le sacan un año y medio de ventaja en escolaridad y aprendizajes a las escuelas donde la mayoría de los chicos es de nivel socioeconómico bajo.

Para PIRLS, la escuelas ricas son aquellas donde más del 25% de los alumnos viene de hogares acomodados y los chicos de hogares vulnerables no superan el 25% del alumnado. En las escuelas desfavorecidas es a la inversa, los chicos de hogares vulnerables superan el 25% y los chicos ricos son menos del 25 por ciento.

La verdadera grieta: la educativa

El «efecto cuna» en los niveles de aprendizaje se comprueba en la mayoría de los 61 sistemas educativos evaluados por PIRLS. «Los resultados altos en lectura están asociados con asistir a escuelas que tienen un mayor porcentaje de alumnos aventajados en lo económico», dice directamente el reporte.

Si embargo, el caso de CABA es uno de los de mayor brecha entre los aprendizajes de los chicos de las escuelas prósperas y de las vulnerables. En Madrid, por ejemplo, en donde un 58% de chicos va a escuelas prósperas, su puntaje en PIRLS fue de 554 puntos mientras que el 18% de los chicos que asiste a escuelas de bajo nivel socioeconómico obtuvo 528 puntos, es decir un diferencia de 26 puntos o medio año de escolaridad. En el caso de Andalucía, la brecha de puntos PIRLS entre chicos de escuelas ricas y chicos de escuelas pobres fue de 30 puntos, algo más de medio año de aprendizajes.

Chile, que se evaluó como país y que obtuvo en promedio 494 puntos, también mostró brechas significativas. Los chicos de escuelas con mayor concentración de alumnos prósperos obtuvieron 546 puntos y los alumnos de escuelas vulnerables, 481 puntos, es decir una brecha de 65 puntos, un año y medio de escolaridad, casi como CABA.

Escuelas privadas versus públicas

¿Quiere decir que las escuelas privadas de CABA, a donde asiste la mayoría de los alumnos de mayor nivel socioeconómico, son mejores? En CABA, PIRLS evaluó a 78 escuelas públicas y a 72 privadas pero no analizó los resultados según esas categorías.

«Es muy necesario no sobresimplificar la interpretación de los resultados», subraya el director ejecutivo de la Asociación Internacional para la Evaluación de los Logros Educativos (IEA, por sus siglas en inglés), responsable de las pruebas PIRLS, Dirk Hastedt, en diálogo con LANACION.

«En un nivel absoluto se puede decir que sí, que las escuelas ricas rinden mejor», explica la doctora Ina Mullis, el Centro de Estudios Internacional de PIRLS y TIMSS, del Boston College. Pero enseguida precisa: «Sin embargo, el desafío educativo de una escuela de un barrio pobre con alumnos pobres es mayor que una escuela de un barrio de mayor nivel económico donde los alumnos ya saben leer, tienen clases particulares y los padres están comprometidos. Por eso, en términos de valor agregado, las escuelas pobres quizás están aportando una diferencia mayor, es decir están haciendo un mejor trabajo, aunque el puntaje final total sea peor.»

En estadística educativa el valor agregado es la diferencia marginal que aporta la escuela en sí misma al proceso de aprendizaje no importa de qué nivel socioeconómico se parta.

«El problema es que el valor agregado es una medida muy complicada de obtener», planteó Mullis. Y los datos procesados hasta el momento en el reporte de resultados de PIRLS no permiten obtenerlo ni concluir que las escuelas públicas hacen peor su trabajo educativo que las escuelas privadas.

En todo caso, el impacto de la composición socioeconómica del alumnado de cada escuela y las brechas de resultados mostraron tres cuestiones inquietantes en el caso de CABA.

Por un lado, la alta segregación educativa y fragmentación social, con sectores altos y medios concentrados en algunas escuelas por un lado y los sectores vulnerables en otras. Por otro, el grado de falta de equidad educativa, con aprendizajes condicionados por el efecto de los pares y su nivel socioeconómico.

Y finalmente, la poca eficacia de la escuela para torcer esa mecánica que se nota aún en aquellas escuelas donde hay un balance en el porcentaje de alumnos prósperos y de alumnos vulnerables, es decir donde el efecto del origen social de los pares está balanceado: allí los resultados también caen en el nivel bajo, con 459 puntos, a 45 puntos de las escuelas más prósperas, que las aventajan en un año de escolaridad y aprendizajes.

En Madrid, por ejemplo, los alumnos de escuelas con el efecto cuna balanceado tuvieron 551 puntos, apenas 4 puntos menos que las escuelas ricas y 23 puntos más que las escuelas vulnerables, a las que le sacan medio año escolar de ventaja.

El «efecto cuna» y la agenda educativa internacional

Curiosamente, el condicionamiento del nivel socioeconómico de los alumnos fue el menos tratado entre las variables analizadas esta semana en UNESCO.

El debate se concentró en cambio en el modo en que afectan las diferencias de género, a favor de las mujeres, que en comprensión lectora que superan a los varones en casi todos los países y en aquellos que no, empatan. El impacto positivo de la alfabetización temprana y el jardín de infantes. El efecto también positivo de un hogar con padres lectores, con nivel educativo algo, con presencia de libros y dispositivos digitales en el hogar. Un ambiente escolar con bullying, que perjudica los aprendizajes de lectura, con dispositivos digitales.

Hay razones para este desbalance en la discusión global. Por un lado, porque la agenda internacional no lo tiene en la mira. «En las metas del milenio, el tema de género fue central y muchos países donantes (que financian a los organismos y programas internacionales), como los países nórdicos, tienen como tema central la mujer en la ciencia», explicó a LANACION la directora del Instituto de Estadística de UNESCO, la argentina Silvia Montoya, presente en París. Dado que la brecha de nivel socioeconómica no impacta en esas naciones como lo hace por ejemplo en América Latina, el interés está puesto en otras variables.

Por otro lado, las diferencias de desempeño en lectura según el género son más fáciles de medir. «El nivel socio económico en cambio depende de cómo lo define cada país y a veces no son definiciones comparables. La variable socioeconómica es relevante en las diferencias de aprendizajes pero es muy difícil de medir con precisión», dijo Montoya.

En el caso de PIRLS, para el impacto del nivel socioeconómico de las escuelas se apeló a las respuestas de los directores de escuela acerca del origen socioeconómico de los hogares de sus alumnos y a datos que son un indicio indirecto del nivel socioeconómico como es el nivel educativo de los padres o la cantidad de libros en el hogar.

*Fuente: http://www.lanacion.com.ar/2089343-inequidad-los-estudiantes-de-las-escuelas-ricas-con-ventajas-sobre-los-pobres

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Laura Marrone: «El régimen pretende reestructurar la educación reemplazando docentes por programas digitales»

América del Sur/ Argentina/ Autor: Mario Hernández/ Fuente: La Haine.org

Entrevista con Laura Marrone, pedagoga y legisladora electa por la izquierda en Buenos Aires.

Mario Hernández: Me sorprendió la importancia que le da Clarín a una encuesta realizada en la última semana de octubre que señala que el 75% de la sociedad cree que el sistema educativo no está funcionando bien, responsabilizando a las políticas públicas y a la falta de capacitación docente. Me llamó la atención porque le dedica ¾ parte de una página y más chiquitito, debajo de la misma, dice que de todas maneras esta no es la principal preocupación de la gente, sino que es la inseguridad, luego la pobreza, la inflación, la desocupación, la suba de tarifas, el narcotráfico y, sin embargo, centra los cañones en el sistema educativo. ¿Tenés alguna opinión al respecto?

Laura Marrone: Sí, tengo la nota en mis manos. Cuando hicimos la última entrevista yo te hablaba de la importancia de la fuente, la de esta encuesta es de una consultora que se llama Management and Fit, una consultora que, por lo que investigué, no tiene historia, no se sabe cuándo empezó a funcionar, pero se dedica a brindarle a las empresas informes sobre personal que podría ser tomado para cuestiones laborales, hacen una especie de filtro. Sus integrantes son personas que no tienen nada que ver con la educación, sí con la estadística y el management.

Es muy poco seria esta encuesta, porque incluso como diagnóstico está dicho de una forma que pretende justificar la necesidad de estigmatizar al sistema educativo ante una necesidad de reforma. Es una campaña que está haciendo Clarín, también La Nación y van en consonancia con el Ministerio de Educación nacional que, como dijo Esteban Bullrich, pretende «revolucionar la educación en la Argentina». Una revolución que más vale que no se haga porque va a arrasar el sistema educativo. La intención es reestructurar todo a partir del trabajo desde las tecnologías digitales, pensando en un reemplazo creciente de los docentes por programas administrados por la web.

M.H.: Eso se está implementando en este momento en España. Se ha metido Google y otra empresa informática que no recuerdo el nombre.

L.M.: Ellos definen al docente como un curador, como el de un Museo, que lo que tiene que hacer es preparar el material para que los chicos se auto administren las pruebas que están en los paquetes digitalizados en internet y que se compran a empresas.

Hay un proceso combinado, durante la época de Menem hubo un operativo para justificar la privatización de las empresas de servicios públicos a través de desacreditarlas en forma creciente por los medios de comunicación junto con periodistas como Neustadt o Grondona, que en aquel entonces se encargaban de esto. Eso es lo que están haciendo ahora con la educación, por eso Clarín sacó esta nota, otra la semana pasada, La Nación hizo lo mismo, etc.

Escribí una nota sobre Lanata, que también está en esta línea, se llama «No está bien hablar de lo que no se conoce», porque con toda impunidad pretende desacreditar el trabajo docente diciendo que no queremos ser evaluados, lo cual es falso, porque nosotros tenemos sistemas de evaluación, hacia los alumnos en forma sistemática, durante todo el año, y de nosotros mismos por los cuerpos directivos o por los cuerpos de inspectores y supervisores.

El sistema de evaluación que tenemos está pensado en forma situada, a partir de las propias instituciones que tienen que ver con el proceso educativo. En esta consultora sus integrantes están formados en dirección de empresas, magister en gerencia y servicios de salud y embajador para asuntos especiales en Europa y EE. UU., o sea, que de educación no saben nada y, por lo tanto, hacen un trabajo sumamente superficial.

M.H.: También han participado en la inscripción online. En Tiempo Argentino mencionan que la empresa Sintagma resultó beneficiada con el desarrollo del software y su implementación, aunque arrancó con errores básicos como la falta de opciones para quienes tenían prioridad. Lo llamativo, dice, es que el Ministerio vuelve a llamar a licitación y siempre Sintagma resulta favorecida, junto a otra firma FDV Solutions S.A. Parece ser toda una línea de trabajo.

L.M.: Yo creo que esta es una línea de debate que tenemos que sostener, porque se está montando una ingeniería de recolonización ideológica a través de la educación de nuestra juventud mediante estas empresas, bajo el formato de consultoras y ONG, pero que son todas filiales de empresas estadounidenses centralmente, que importan recetas pero también importan todo un recorte del currículum de lo que a ellos les interesa. Por ejemplo, esta semana se aprobó en la Legislatura el pase a recinto de una declaración que presentó una asociación privada para que promueva, salude y recomiende el uso de paquetes de programas para trabajar en las escuelas el tema de desórdenes alimenticios que son hechos en empresas norteamericanas que harían una adaptación a nuestra particularidad regional. Como si no tuviéramos profesionales que encaran estos problemas y que generan estrategias de trabajo, paquetes de recursos didácticos en lo que se llama educación para la salud dentro de las escuelas. Hay una invasión dentro de la escuela pública de este tipo de asociaciones.

Recientemente se sancionó en el Congreso nacional una Ley sobre dislexia, es gravísimo porque el concepto de la dislexia como una tipificación de origen neurológico de lo que pueden ser problemas de aprendizaje en la lecto-escritura, inclusive hasta en el habla por parte de niños, está cruzado por una trama de problemas que no tienen un origen necesariamente neurológico, sino que están entramados con un contexto social, histórico, emocional que requiere no la patologización de nuestra infancia y, por lo tanto, la derivación a tratamientos neuropsiquiátricos o medicalizantes, sino un enfoque que se hace desde la psicopedagogía, de la misma educación con un proceso paulatino donde se va logrando que esos chicos aprendan a leer, escribir  y expresarse sin errores.

Esta invasión de empresas y enfoques biologicistas anula los problemas sociales. Lo que se deriva de esta Ley de dislexia es que a los docentes nos van a llevar al Instituto de Facundo Manes para capacitarnos y poder detectar los problemas de la dislexia y transferirlos a tratamientos neurológicos y psiquiátricos.

M.H.: Todo esto combinado con la medicalización de los niños.

L.M.: Así es. EE. UU. tiene un porcentaje muy alto de alumnado medicamentado y con serias consecuencias porque esos niños se vuelven adictos, si desde la primera infancia les están dando psicofármacos imaginate lo que pasa si se los querés sacar a los 13/14 años. Es un problema gravísimo. En este momento hay un alerta muy grande de los psicólogos e incluso de los psiquiatras para revisar esta situación. Pero todo lo que en EE. UU. se está revisando y reevaluando, el PRO lo compra como la novedad.

M.H.: Sin embargo, hay cuestiones básicas que no se resuelven. Una Supervisora del Distrito escolar 19 se hizo presente en la Legislatura para reclamar por la falta de vacantes.

L.M.: Felicito a esa supervisora que fue capaz de presentarse en la Legislatura para poner sobre la mesa lo que nosotros desde el Frente de Izquierda y de Ios Trabajadores (FIT) estamos planteando desde hace 3 años y este año que viene se va a agravar muchísimo, ya tengo contabilizados 700 pibes que no van a tener vacante en primer grado solamente en 4 distritos, proyectá eso sobre toda la Ciudad de Buenos Aires.

Después hablamos de inclusión, mientras los chicos se quedan sin ir a primer grado cuando la edad les corresponde. Gladis, que es la supervisora que habla en ese video que está siendo viralizado, señala que hubo chicos que ingresaron a la escuela recién en agosto y muchos otros directamente ni ingresaron.

M.H.: Hay una nota de Tiempo Argentino que señala que desde que se instauró el sistema de inscripción online hace 3 años, las autoridades reconocieron al menos que 23.432 chicos se quedaron sin vacantes.

L.M.: Eso es así. Este año como FIT pedimos un informe que nos entregaron en mayo más o menos, porque el Ejecutivo está obligado a responder y no sabemos si es exacto; mucha gente se fue a inscribir en octubre, noviembre, diciembre, febrero y marzo y no consiguió vacante y bajó los brazos, porque tiene que volver a trabajar. Entonces, lo que quedó como demanda insatisfecha fue esa cifra este año, unos 10.000 para nivel inicial, otros 500 en primaria y otros 400 para nivel medio.

Ese fue el paquete que el PRO reconoció en Legislatura en mayo, no sabemos si es así realmente, porque tengo constancia habiéndome parado en una esquina para juntar firmas en un barrio de zona sur y encontrarme en una hora con 20 pibes sin vacante.

El problema fue grave este año y lo va a ser también el siguiente, siguen creciendo las villas, hubo un debate por la urbanización de la Villa 20 que fue muy emocionante porque las familias lograron caminar hacia la urbanización. Pero estamos hablando de un plan en etapas de alrededor de 2.500 viviendas con una sola escuela, cuando el Distrito 21, que es la zona de Lugano y Villa 20 es uno de los distritos que viene sosteniendo una falta de vacantes gravísima desde hace 6 años. Se les ofrece un micro para llevarlos a la escuela en Zona norte con 3 horas de traslado diario y se desgranan, porque terminan no yendo.

Fuente: http://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/el-regimen-pretende-reestructurar-la

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