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saharaui Tesh Sidi: «La pobreza no se puede romantizar»

Javier Sánchez Salcedo  entrevista a la informática y activista saharaui Tesh Sidi

«Nací en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), en 1994. Vine a España con siete años. Soy ingeniera informática y me dedico al mundo del big data en temas de banca. He creado y coordino la plataforma digital ­SaharawisToday».

Me gustaría que me hablaras de tu infancia.

Nací en los 90, en unos tiempos muy duros para los refugiados saharauis que acababan de instalarse de manera permanente en los campamentos. No había nada, ni leche para los niños ni agua en casa. Las madres se intercambiaban a los hijos para poder amamantarlos. Cuando nacimos mi hermano mellizo y yo, casi morimos. De hecho, todos acarreamos problemas de salud. Mi madre, que padecía anemia, no tenía recursos. Éramos varios hermanos y no le quedó más remedio que dejarme con mi abuela. Estuve con ella desde los cuatro a los siete años en Mauritania.

¿Te acuerdas bien de lo que viviste esos años?

Siempre digo que los saharauis nacemos mayores. Por las circunstancias, nos educan para resistir y no te puedes quejar. La sociedad y el contexto te obligan a madurar y a crecer rápido. Sí, tengo recuerdos de aquella etapa con mi abuela. Yo era una beduina que solo sabía criar y ordeñar cabras y nunca estaba con niños. Aquellos años viví con adultos y animales. Con solo seis años, sabía hacer las cosas de una mujer mayor. A los siete volví a los campamentos de Tinduf (Argelia), con mi hermano mellizo, mi madre, mi padre y otros seis hermanos. Fue un choque de identidad, tuve que aprender a quererlos, porque esos lazos fraternales no se habían construido antes.

No debió de ser nada fácil

En Mauritania vivía fuera de los sistemas educativo y sanitario. No sabía ni leer ni escribir. Tenía pensamientos y realizaba labores de una persona adulta. Cuando me escolarizaron, tuve que concienciarme de que era una niña, tenía una familia y vivía en sociedad. No puedo romantizar mi historia y decir que tuve una infancia feliz. Es la que me tocó, la infancia de cualquier niño en situación de conflicto. La pobreza no se puede romantizar. Yo no me comí un yogur ni probé el chocolate hasta que vine a España, ni tuve acceso a algo tan básico como la carne. Ahora veo que mis sobrinos tienen eso en el campamento, pero van a sufrir otros problemas: de identidad, el exilio, el conflicto armado… No van a estar exentos de todo eso. La vida en los campamentos no se puede romantizar.

¿Por qué viniste a España?

Vine con casi ocho años a casa de una familia de acogida de Alicante. Si lo de llegar a los campamentos de Mauritania era cambiar de mundo, venir aquí fue cambiar de planeta, de galaxia y de todo. Me daban miedo los edificios porque era incapaz de entender que pudieran ser tan altos. En los campamentos, las casitas de adobe son acordes a tus dimensiones, accesibles a tu altura o a la de un adulto, pero llegué y me encontré edificios muy altos, la gente acelerada, el ruido, los semáforos, todo para «ya»… y, sobre todo, la sensación de que todo el mundo me recriminaba algo: «Siéntate bien», «Come así»… No estaba acostumbrada a tantas demandas sociales, a vivir en un protocolo permanente. En los campamentos, los padres no te dirigen tanto porque ya «eres» un adulto, y cuando vienes aquí ya tienes un pensamiento construido. Vine cinco veranos y luego me quedé con mi familia de acogida desde los 12 a los 18 años. Mi madre española tenía la idea de educarme, pero yo le decía que ya venía educada, y no era un acto de rebeldía, sino la madurez temprana obligada por la situación. Mi familia española lo hizo conmigo lo mejor que pudo, pero no de la mejor forma. Tuve una adolescencia muy dura.

¿Sentías que no encajabas?

Las personas que han emigrado sufren una crisis de identidad muy grande, porque no son ni de aquí ni de allí. La necesidad de encajar en ambos lugares te puede jugar muy malas pasadas. Pasé diez años en los que rechazaba ser saharaui y las desgracias que me habían pasado en la vida.

¿Lo ocultabas?

Exacto. Le decía a la gente que era alicantina y ya está. Pero cuando empecé a leer literatura de referentes africanos, incluidos saharauis, me di cuenta de que tenía pensamientos coloniales heredados, y llegó un momento, con 18 años, en el que vi que aquel no era mi sitio. En mi casa española sentía muchas exigencias sociales y culturales, y tenía que estar constantemente dando las gracias por lo que se me estaba dando, porque yo «venía de un campo de refugiados», algo que me afectaba mucho y sentía como un menosprecio. Por  otra parte tenía a mi familia saharaui, conservadora, musulmana, de las pocas que habían dejado que sus hijas estudiaran en Occidente desde muy pequeñas. Era consciente del miedo de mi madre a que yo no fuera musulmana, ni culturalmente saharaui, ese miedo al qué dirán. Yo sentía presión aquí y presión allí, y decidí romper, ponerme a trabajar y estudiar por mi cuenta, para recuperar mi dignidad y mi libertad como persona. Rompí las relaciones con mi familia biológica y con la de acogida, pero fui libre para empezar a construirme una identidad.

¿Hiciste sola ese proceso? 

Hasta que no entré en el activismo no tuve referentes. Empecé a trabajar de camarera, en tiendas… Estudié Ingeniería Informática en los tiempos de la crisis, y tuve amigos que me ayudaron a pagar la universidad. Acabé la carrera y me vine a Madrid. Era el boom de la informática y encontré trabajo fácilmente. Pedí un préstamo para hacer un máster en big data e inteligencia artificial. Para mí no existen cosas imposibles si te esfuerzas y trabajas. La gente me dice que a mí me han salido bien las cosas, pero yo comía arroz blanco en la universidad, lo mismo que comía en el campamento, porque muchas veces no me daba para comprar ­carne o champú.

¿Cómo llegaste al activismo?

Cuando terminé el máster y había conseguido un buen trabajo, en abril de 2020, explotó la guerra en Sahara Occidental. Yo no sabía nada del conflicto ni de sus causas, pero empecé a ir a manifestaciones y nació en mí una necesidad imperante tanto de ayudar al pueblo saharaui como de recuperar mi identidad. Y cuando vi que la causa saharaui estaba estancada comunicativamente, me planteé ayudar con mis conocimientos en big data y procesamiento de datos en redes sociales. Asumí la presidencia de la Asociación Saharaui en Madrid, hicimos infinidad de cosas y muchos jóvenes saharauis en la diáspora empezaron a organizarse. Pasé a convertirme en una persona muy expuesta, a dar conferencias, me llamaban los políticos… Me parecía que la causa se había convertido en algo muy humanitario pero poco político, e inicié un acercamiento a organizaciones políticas, a medios de comunicación, empecé a llevar a periodistas y políticos a los campamentos… Todo este proceso se ha materializado en SaharawisToday, una plataforma de comunicación digital que he creado junto a mi compañera Itziar.

¿Qué podemos encontrar en SaharawisToday?

Hicimos un análisis sobre qué es lo que le falla a la causa saharaui y vimos que teníamos que ser nosotros mismos, los saharauis, quienes comuniquemos, que no sean los periodistas o los antropólogos los que hablen siempre del pueblo saharaui. En SaharawisToday se habla de migración; de combatir el racismo institucional que sufrimos; de la mujer saharaui, a menudo silenciada; de la responsabilidad de España con sus antiguas colonias o de la responsabilidad de la población de informarse sobre el pasado de su país. Contextualizamos para explicar la relación de Sahara con lo que pasa en Ceuta y Melilla, con las aguas de Canarias o por qué Marruecos bloquea y chantajea a España… Somos 11 personas, saharauis de allí, de aquí y de Francia. Publicamos en francés, árabe, inglés y castellano, y ofrecemos una tribuna de opinión al pueblo saharaui, con toda su diversidad. Tiene cabida todo menos el fascismo y el machismo. Siempre hemos sido un pueblo de transmisión oral, pero tenemos que dejar nuestra historia por escrito. Hay artículos, vídeos, directos, resúmenes de política internacional, análisis… Recogemos todos los eventos de la causa saharaui a nivel mundial e informamos sobre cómo viajar a los campamentos.

Para terminar, ¿crees que habrá referéndum?

Se necesita una presión política muy grande. Creo que el pueblo saharaui tiene que ocupar posiciones de poder. Muchas personas que han emigrado suelen estudiar ciencias sociales y se dedican al ámbito de las oenegés o la cooperación internacional por esa necesidad de «salvar» que tenemos. Pero no pasa nada por estar en la banca o en política. Hay que estar donde se toman las decisiones para poder cambiar las cosas. En el banco en el que trabajo saben que soy saharaui y activista. Los saharauis tienen que intentar ser presidentes de comunidad en sus edificios, diputados, referentes allí donde trabajen. Creo que es complicado el referéndum en los próximos años. Mientras no tengamos un presidente de Gobierno saharaui o migrado no van a cambiar las cosas. Va a llevar tiempo, pero no debemos frustrarnos. Hay que ser optimistas.

CON ELLA

 

«Una amiga fue a Sahara Occidental, a los territorios ocupados por Marruecos, y me trajo arena de allí. Es chocante, y me encanta verlo en todas las generaciones de saharauis: somos capaces de luchar por algo que ni hemos visto y que, probablemente, por ser activista, jamás pueda pisar».

Fuente: https://rebelion.org/la-pobreza-no-se-puede-romantizar/

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Régimen Talibán De Afganistán Prohíbe A Las Mujeres El Acceso A La Universidad

Por: José Robles

CON ESTA MEDIDA, LAS MUJERES EN AFGANISTÁN HAN SIDO PRÁCTICAMENTE VETADAS DE TODO EL SISTEMA EDUCATIVO DEL PAÍS

En una medida que ha causado revuelo y rechazo en todo el mundo, el gobierno de Afganistán decidió prohibirles a las mujeres del país el acceso a la educación universitaria, tanto pública como privada.

La prohibición se enmarca en una serie de restricciones a los derechos de las mujeres que el gobierno talibán de Afganistán ha impuesto desde su llegada al poder en agosto de 2021.

Poco después de haberse impuesto por la vía de las armas en el gobierno afgano, el régimen talibán prohibió el acceso a la educación secundaria y preparatoria a las mujeres del país.

Con la prohibición actual, las mujeres afganas están prácticamente vetadas de la educación escolarizada y, en una perspectiva más amplia, su calidad de vida y posibilidades de futuro también se ven seriamente afectadas.

En términos generales, desde su llegada al poder el régimen talibán ha mermado notablemente los derechos de las mujeres en Afganistán, imponiendo medidas como el uso obligatorio y estricto de la burka, la prohibición para las mujeres de entrar a parques y jardines de Kabul (la capital del país) y otras relacionadas con la interpretación radical de la sharia, la ley islámica.

Fuente de la información e imagen: https://pijamasurf.com

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UNAM IMPARTIRÁ CURSO SOBRE BAD BUNNY, COLONIALISMO Y MASCULINIDAD

POR: VALENTINA CISNIEGA

UN CURSO DE POSGRADO DE LA UNAM HA CAUSADO POLÉMICA POR TENER COMO EJE A BAD BUNNY, ICONO DEL REGUETÓN

Después de más de dos décadas de existencia del reguetón, este género sigue siendo objeto de estigmas y burlas hacia sus exponentes y quienes les escuchan. A pesar de ello, cada cierto tiempo llega un nuevo artista que innova con su ritmo, los arreglos del Auto-Tune o simplemente con un estilo icónico que los más jóvenes buscan imitar.

La industria musical tuvo que cederle un lugar importante a los exponentes de este género, pues actualmente el ritmo latino domina en las principales plataformas de audio en streaming. Y sin dudarlo, Bad Bunny ha tenido mucho que ver en esto, pues en tan sólo unos años pasó de ser un artista local de Puerto Rico al cantante en solitario más popular del mundo.

Desde luego, este mérito no se explica únicamente por la calidad de su música sino por el gran impacto mediático y generacional que ha tenido en la vida de millones de jóvenes que escucharon sus canciones durante la pandemia. Como todo fenómeno musical, Benito Martínez Ocasio, mejor conocido como Bad Bunny, se ha convertido en la voz de una generación y por ello es importante entender las dinámicas económicas, políticas y sociales que lo rodean.

En ese sentido, Ariadna Estévez López, investigadora del Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt y docente del Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, propuso la creación de un curso titulado «Reggaeton como resistencia al colonialismo estadunidense y masculinidad suave como capital sexual: el fenómeno Bad Bunny».

UNAM impartirá curso sobre Bad Bunny, colonialismo y masculinidad

De acuerdo con las palabras de la Dra. Estévez, hablar de colonialismo estadunidense y la masculinidad a través del reguetón y Bad Bunny es algo que le da gusto hacer, porque la acerca a los jóvenes y le da material para hablar del racismo, clasismo y misoginia que hay contra la cultura que consumen.

Aunque el curso está diseñado en estricto sentido teórico-analítico, diversos usuarios hicieron mofa de este espacio académico y señalaron que no se trataba más que de trabajos sin calidad o absurdos. 

Sin embargo, gran parte del problema radica en que aún existen líneas de investigación muy ortodoxas que no están dispuestas a echar mano de otros recursos epistémicos para analizar fenómenos sociales actuales. El mundo y la sociedad no son lo mismo desde la época en la que se constituyó el quehacer del científico social. Los métodos, las técnicas y las teorías están en constante cambio porque es parte de la naturaleza de su objeto de estudio hacerlo.

¿Es obligación de estos espacios académicos brindar las herramientas para entender todo lo que sucede a nuestro alrededor? ¿O hay cosas más importantes por atender?

Esa cuestión dependerá de cada uno.

Fuente de la información e imagen: https://pijamasurf.com

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Niños, datos y restricciones tecnológicas en la educación

Por: Cuba debate

En Europa existe desde hace años una preocupación creciente por el uso de los datos de sus ciudadanos que realizan las grandes corporaciones tecnológicas; más aún cuando afecta a menores. Por eso, de manera aislada, se fueron tomando algunas decisiones a nivel regional en materia de plataformas educativas: una de las que lo hizo es Cataluña, que terminó abandonando Google Classroom en beneficio de otras plataformas que den más garantías.

Pero ya hay señales de un cambio sistemático desde la implementación de la nueva Regulación General de Protección de Datos (conocida como GDPR, por su sigla en inglés) que busca reducir la cantidad de datos que se almacenan con fines comerciales en servidores de las grandes corporaciones, sobre todo estadounidenses. En este conflicto se cruzan cuestiones vinculadas con la privacidad, pero también pedagógicas y de desarrollo local.

Datos, datos y más datos

Las grandes corporaciones tecnológicas necesitan expandirse permanentemente hacia nuevos espacios para seguir creciendo. Por eso avanzan hacia sectores con recursos, y la educación es uno de ellos: allí los Estados invierten fortunas y tienen problemas para modernizarse. Por ese motivo las empresas ofrecen sus plataformas educativas: Google Classroom, Apple Classroom y Schoolwork de Microsoft son algunas de ellas, a las que se suma Amazon con sus servicios de alojamiento y procesamiento en AWS.

Todas estas empresas no solo ofrecen un servicio llave en mano, sino que también permiten automatizar tareas con inteligencia artificial (IA) para, por ejemplo, detectar tempranamente dificultades de aprendizaje o potenciales abandonos escolares.

Más allá de las dudas que existen sobre la precisión y confiabilidad de la IA para tareas tan delicadas con menores, existe preocupación porque los datos de millones de niños pueden usarse para otros fines. Por ejemplo, al procesarlos con IA se detectan patrones que indican con cierta precisión qué, cuándo y cómo vender un producto, pero también calcular un precio o hacer más rentable un juego. La cantidad de datos es importante, pero la variedad es fundamental para hacer perfiles más detallados y, por lo tanto, más útiles, es decir, más rentables para estas empresas.

Por otro lado, las tecnológicas pueden ofrecer precios muy bajos para así ser elegidas y acostumbrar a los usuarios desde pequeños a las herramientas de una empresa. Las plataformas están vinculadas a su vez con un hardware determinado (como iPads o Chromebooks), sistemas operativos (como iOS, Windows o ChromeOS) y, obviamente, a empresas que quieren atraer nuevos usuarios desde temprano a sus jardines cerrados para mantenerlos allí.
Por otro lado, la pandemia aceleró la necesidad de resolver instancias de virtualización de la educación como nunca antes, una oportunidad que las grandes corporaciones aprovecharon de manera masiva, pero no sin resistencias.

Nueva regulación

En ese contexto, Europa aprobó en 2016 la ley que regula el uso de los datos privados de sus ciudadanos. Si bien entró en funcionamiento en 2018, los mecanismos de las grandes empresas para recolectar datos son muy variados y opacos, por lo que no resulta simple comprender, detectar y hacer recomendaciones específicas para cada área. Una de las normas establecidas en la GDPR es que los menores de 13 años no pueden consentir en que sus datos sean recopilados. Europa también necesita proteger a sus empresas del crecimiento veloz de las grandes corporaciones de los Estados Unidos.

En este marco surgen iniciativas aisladas, pero recurrentes. Por ejemplo, el Ministerio de Educación de Francia pidió a las escuelas que no usen más la suite de Microsoft Office 365 debido a que no está claro si da las garantías previstas por la nueva normativa. Además menciona el riesgo de que la información que se acumula en los servidores pueda ser utilizada para tareas de inteligencia, algo probable como hizo saber el exespía de la NSA, Edward Snowden.

En 2021, el Gobierno de los Países Bajos publicó un reporte con los diez riesgos principales para los usuarios del Workspace de Google. Este año el Ministerio de Educación decidió imponer restricciones al uso del sistema operativo de Chrome, que hace la mayoría de las operaciones en servidores de Google con el usuario permanentemente identificado. Debido a la falta de garantías acerca de que la empresa cumple con lo previsto por la nueva legislación y de cuestiones de ciberseguridad, a partir de agosto de 2023 el uso de esta herramienta será restringido. El Gobierno también mantuvo reuniones con Microsoft y Zoom para analizar estas cuestiones.

En noviembre de este año, la autoridad alemana responsable de la protección de datos también expresó preocupación en un informe acerca de la compatibilidad de Microsoft 365 con las normativas vigentes. Microsoft cuestionó la validez de la investigación.

¿Se trata de una tendencia? Ben Williamson, investigador de la Universidad de Edimburgo y especialista en el tema, explicó a Acción: “Incluso con el GDPR como instrumento regulador europeo, en este momento solo estamos viendo intervenciones nacionales dirigidas por agencias gubernamentales o de protección de datos individuales, en lugar de enfoques de toda la UE para controlar las grandes tecnológicas en la educación”. Sin embargo, para Williamson, el tiempo juega en contra: “Mientras tanto, los operadores de Big Tech se están afianzando cada vez más en los sistemas educativos y las escuelas dependen cada vez más de ellos”.

Alternativas

Debido a la pandemia se amplió la reflexión acerca de la “plataformización” de la educación. El debate acerca de la privacidad es candente en Europa y es probable que repercuta en otros países del mundo.

Pero, ¿existen alternativas? La mayoría provienen del software libre (SL), que cuenta con numerosas ventajas aunque puede resultar más trabajoso de implementar en un primer momento.

El SL da mayores de garantías de privacidad porque puede instalarse en servidores propios y controlar el acceso de manera directa. Otra de sus características es que permite adaptarlo a las particularidades de una escuela o un curso. No menor es también la cuestión de que todo ese trabajo se puede hacer localmente, preservando divisas, generando trabajo y, sobre todo, conocimiento.

Otro aspecto relevante es que ya existen plataformas educativas que se pueden utilizar sin necesidad de pagar licencias. Una de las más conocidas es Moodle, que además se puede integrar con sistemas propios para administrar los trámites de estudiantes, docentes e instituciones, como ocurre, por ejemplo, con el Sistema Informático Universitario utilizado en Argentina.

En resumen, también la educación está experimentando la presión de las corporaciones tecnológicas para transformarlas en otro mercado propio.
Mientras tanto, los operadores de Big Tech se están afianzando cada vez más en los sistemas educativos y las escuelas dependen cada vez más de ellos.

(Con información de Acción)

Fuente de la información e imagen:  http://www.cubadebate.cu

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Rita Segato: “La soberanía de las mujeres sobre su propio cuerpo haría caer todo el edificio de las desigualdades”

Por: Canal net

La escritora y antropóloga es una de las pensadoras más lúcidas sobre el feminismo. En Periodismo Puro, la intelectual explicó cómo los reclamos de las mujeres desafían al poder real.

Rita Segato es una de las intelectuales feministas más respetadas y escuchadas en el último tiempo. Es una referente en cuanto a violencia de género, delito que define como “un crimen del poder”.

Para la antropóloga, “el sujeto político, que engloba y va a representar a todas las personas, es un sujeto que lo representamos y lo concebimos como masculino”. Quizás por eso, cuando la mujer ocupa cargos de poder recibe una agresión que no reciben los hombres. “En las estadísticas sobre los discursos de odio, por ejemplo, la Universidad Nacional de San Martín, el resultado es sorprendente. El 75% de los discursos de odio, en otro resultado leí 78%, tienen como foco a la mujer, 5% a las sexualidades disidentes” señala Segato. “Entonces debemos concluir que los discursos de odio son característicos de los grupos que respaldan el poder económico” y “preguntarnos cuál es la relación entre la riqueza y un cuerpo de mujer, por qué el cuerpo de mujer, por qué la soberanía de una mujer sobre su propio cuerpo, por qué el cuerpo de una mujer embarazada y queriendo abortar es el enemigo político de la gran riqueza” explica Segato. Cuando la antropóloga se pregunta “”por qué el poder real se dirige al combate contra las mujeres” llega a la conclusión de que “el poder femenino es realmente una fortísima amenaza a la concentración de la riqueza”. Para Segato, “el patriarcado, la desigualdad de género, es la primera y más fundante, estructurante y más arcaica forma de extracción de plusvalía”. Por eso, afirma la escritora, “una liberación de la mujer, la soberanía de las mujeres sobre su propio cuerpo, haría caer todo el edificio de las desigualdades”. Segato se muestra convencida de que si “retirás la jerarquía de género, el mundo se rehace y camina en otra dirección más benigna. Camina, se reorienta hacia un horizonte más benigno para más gente”. Mirá la entrevista completa: VER VIDEO

Rita Segato: “La soberanía de las mujeres sobre su propio cuerpo haría caer todo el edificio de las desigualdades” (canalnet.tv)

 

Fuente de la información e imagen: https://www.canalnet.tv

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Inteligencia artificial y educación

La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que avanza a paso firme y tiene el potencial para cambiar paradigmas en la educación. Desde un tiempo a esta parte, los problemas educativos no encuentran solución, tal el caso de los resultados de aprendizaje de las evaluaciones Aprender, por ejemplo; muy por el contrario, cada prueba revela la falta de aprendizaje en áreas criticas como la matemática o lengua. Se hicieron esfuerzos para revertir la tendencia; algunos más onerosos que otros, pero la realidad indica que no tuvieron efectos significativos: no fueron eficaces. También ocurre lo mismo si pensamos en la deserción y abandono en el nivel secundario. Si seguimos con las mismas recetas y métodos es probable que los resultados sigan siendo similares. ¿Puede la IA hacer aportar soluciones para esto? Estoy convencida que sí, y mucho.El potencial de internet para la educación es inimaginable. Hoy la mayoría de los niños y jóvenes tienen la posibilidad de disponer de dispositivos digitales como un celular, PC, tablets, acceder a plataformas educativas, etc. y muchos con conexión a internet. El aprovechamiento que se podría hacer de estas herramientas es inimaginable porque las “huellas digitales” que se podrían estar capitalizando para mejorar la educación son infinitas. Según datos de Indec, el 64,2% de los hogares tiene acceso a una computadora, y el 90,4% tienen acceso a internet. En Salta 1.135.455 personas tienen acceso a internet de los cuales 1 millón son móviles. En la Argentina, 87 de cada 100 personas utilizan internet y 88 de cada 100 usan teléfono celular. El uso de las TICS es elevado, cualquiera sea el nivel educativo. Aunque también hay que destacar que no siempre la calidad es la misma como tampoco la velocidad. La actividad comercial es la que más utilizó y creció utilizando estas herramientas; el comercio electrónico sigue en alza después de la pandemia, año en que se produjo el boom de compras on line; los compradores son cada vez más.

El área educativa es más resistente; si bien la pandemia nos sumergió en el mundo digital y de las plataformas cuando se cerraron los establecimientos educativos, al volver a la presencialidad se nota cierta resistencia a continuar trabajando con las herramientas digitales, principalmente en los niveles primario, secundario y superior no universitario. Muchos no la ven como solución a muchos problemas, entre ellos, al de aprendizaje o la gestión institucional.

Imaginemos por un momento que en la plataforma educativa a la que accede el alumno para estudiar o en los dispositivos que utiliza, accediera a contenidos educativos personalizados con las posibilidades de dialogo y tutoría virtual para despejar dudas le llegaran clases puntuales, por ejemplo, de matemática en base a los errores que tuvo en una evaluación, o cursos y ejercicios para fortalecer sus falencias en cualquier área: lengua, ciencias sociales, etc., todo basado en sus necesidades particulares. La IA puede hacerlo posible y llegar a ser una herramienta importante para el sector educativo y con un potencial insospechado ya que su integración con otras tecnologías permitiría entender y adaptar la educación las necesidades del estudiante facilitando la personalización de la enseñanza.

En este sentido la IA puede ser muy útil para personalizar el aprendizaje, brindando contenido adaptado a su nivel y ritmo de aprendizaje individual (lo que conocemos como aprendizaje adaptativo), también ayudaría a evaluar el progreso de los alumnos y proporcionar retroalimentación en tiempo real, lo que puede ayudar a mejorar su rendimiento académico; también permitiría analizar gran cantidad de datos educativos para establecer patrones y brindar información valiosa a los docentes y gestores para diseñar e implementar acciones certeras y contextualizadas, también podría ser una herramienta importantísima para implementar los sistemas de alertas tempranas para evitar la deserción por ejemplo.

Por supuesto que para poder hacerlo posible el cambio cultural es importante (y lo mas difícil de lograr) pero también los requisitos previos que se necesitan tales como la digitalización y la big data. Para incorporar estas innovaciones en el ámbito educativo para mejorar el aprendizaje y la gestión hay que romper con la brecha cultural que existe y pensar distinto para poder planificar y actuar de otra manera. Romper la inercia tan arraigada en el sistema educativo está siendo difícil.

La aplicación es incipiente, pero se avizora un futuro prometedor. En 2019 la Unesco firmó en China el consenso de Beijing sobre inteligencia artificial y educación con el claro objetivo de que esta nueva tecnología le permita llegar al objetivo 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Ya hay evidencia a nivel mundial que esto es posible

Necesitamos más y mejor educación, pero no más de lo mismo…

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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2do Congreso Mundial contra el neoliberalismo educativo

Otras Voces en Educación 
Este año 2023 estaremos juntando voluntades y conciencias para actualizar las tareas en defensa de la educación pública.
Del 5 al 9 de junio, se realizará en Panama el 2do Congreso Mundial contra el neoliberalismo educativo, con la participación de sindicatos, gremios, luchadores sociales, académicos y pedagogos críticos del mundo.
Más información por los correos: noalneoliberalismoeducativo@gmail.com
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