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Argentina| Lenguaje inclusivo: primera audiencia judicial contra la prohibición en las escuelas porteñas

Docentes y activistas realizaron una radio abierta en la puerta del juzgado

Poco antes del mediodía, comenzó la primera audiencia judicial por la causa iniciada tras los amparos presentados en contra de la prohibición del lenguaje inclusivo en las escuelas porteñas, una medida impuesta  por el ministerio de Educación de CABA en junio de este año, con la publicación de la resolución 2566/2022 en el Boletín Oficial.

Para la audiencia, convocada a las 11.30, la titular del Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 1, Romina Tesone, notificó a la ministra de Educación del Gobierno de la Ciudad, Soledad Acuña, y a representantes de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), y Celeste Fierro y Vanessa Gagliardi, referentes del MST en el FIT Unidad. Del encuentro también participó la directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la ciudad de Buenos Aires, Diana Maffía.

A la misma hora en que comenzó la audiencia, docentes y activistas realizaron en las puertas del juzgado una radio abierta para «manifestar el repudio colectivo a la medida» del Gobierno porteño.

Una resolución que  «vulnera el derecho a la igualdad»

El 9 de junio, el ministerio de Educación dio a conocer a través del Boletín Oficial la resolución 2566/2022, por la cual prohibió el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas públicas y privadas de la Ciudad, en los tres niveles. La medida rige para el dictado de clases y también para las comunicaciones escolares con las familias.

En respuesta, la Falgbt presentó un amparo colectivo para pedir el cese de la prohibición del uso del lenguaje inclusivo en las escuelas y en los contenidos curriculares. La resolución del Gobierno porteño, indicó la presentación, «vulnera el derecho a la igualdad, a la no discriminación y a la libertad de expresión». Poco después, Fierro y Gagliardi realizaron otra presentación en el mismo sentido.

Tras los pedidos de amparo, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) se presentó como Amicus Curiae. La medida porteña, indicó el organismo, discrimina a quienes no se autoperciben dentro del binomio masculino-femenino y excluye a las identidades reconocidas por la Ley de Identidad de Género Nº 26.743 y el Decreto Nº 476/21, ordena el reconocimiento de las identidades no binarias en el Documento Nacional de Identidad.

Fuente de la información: https://www.pagina12.com.ar

Imagen: Carolina Camps/Pagina 12

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México: la CNTE retoma la lucha por la defensa de los derechos laborales en Chiapas este 14 y 15 de julio

Por: Fernando David García Culebro

En el marco de la jornada nacional convocada por la CNTE, para exigir la reinstalación de la mesa de diálogo con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el cumplimiento de los acuerdos firmados con la CNUN, la CNTE en Chiapas, vuelve a una jornada de lucha este 14 y 15 de julio.

“Exigimos al mandatario nacional cumplir con su promesa de campaña, donde dijo que de la Reforma Peñista, no quedaría ni una coma y la abrogaría totalmente”, puntualizó José Luis Escobar Pérez (Pavel Guevara), miembro del comité ejecutivo en la comisión de Educación Alternativa para Chiapas.

Asimismo, instamos al Gobierno Federal y Estatal, “dar operatividad inmediata a las dos cajas de ahorro del magisterio democrático chiapaneco, injustamente congeladas durante la pandemia, exactamente cuando más las han necesitado los y las trabajadoras de la educación”, agregó Escobar Pérez.

Quien señaló además que, “el decreto con que  justifica el gobierno estatal y federal dicha inoperatividad de las dos cajas de ahorro, tiene una evidente tendencia política y de arrodillamiento del magisterio. Toda vez que, las instituciones financieras privadas ya se encuentran en actividad y sin problemática alguna”.

La CNTE, de igual forma, exige el descongelamiento de las plazas de 33 dirigentes de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación que no perciben salario desde mucho antes de la pandemia.

En un comunicado, la sección 7 complementó qué, la cadena de cambios de la USICAMM, es un atraco a los derechos laborales, sindicales y profesionales del Magisterio.

Denuncian que, «los propios participantes en el proceso manifiestan abusos e irregularidades desde el registro de su solicitud, pues todo debe hacerse desde la página de la USICAMM. En la relación de solicitantes (antes escalafón), no se publica la antigüedad en el servicio, lo que da lugar a libre albedrío de los funcionarios para acomodar a sus recomendados», menciona el comunicado.

Fuente de la información e imagen:  CNTE, sección 7 de Chiapas.

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La igualada que se cree con derecho a gobernar

Por Mara Viveros Vigoya

Francia Márquez se convirtió en una de las candidatas más votadas, incluso por encima de políticos tradicionales. Fue nombrada como “el fenómeno político colombiano del momento”. La sorpresa que suscitó ese caudal de votación tuvo que ver con el hecho de que era una persona relativamente desconocida en la escena política tradicional, pero fundamentalmente fue causada por su trayectoria biográfica y propuesta política.

Francia Márquez es una mujer afrocolombiana, líder comunitaria del suroccidente de Colombia, madre soltera, hija y nieta de agricultores y mineros. Trabajó en la minería artesanal, la venta de hortalizas y el servicio doméstico antes de graduarse como abogada. Su labor como defensora medioambiental y representante de las víctimas del conflicto armado en el marco del Proceso de paz le ha valido varios premios nacionales e internacionales como el Premio Nacional a la defensa de los derechos humanos en Colombia en 2015 y el Premio Medioambiental Goldman en 2018, por su lucha en defensa del territorio y contra las actividades de minería ilegal en Cauca. Pese a estos reconocimientos, el establecimiento político, un ámbito tradicionalmente dominado por hombres blancos provenientes de las grandes capitales, ha desaprobado su osadía de pretender, en su calidad de mujer negra y de provincia, entrar en su juego político.

Francia Márquez irrumpió en ese escenario pisando fuerte, enraizada en su propia experiencia como víctima del conflicto armado, hablando claro y con el ánimo de disputarles a estos hombres la victoria en este juego, con cartas muy distintas a las que hasta ahora se habían empleado en él.

Su quehacer político se inscribe en la genealogía de las prácticas “amefricanas”.

Francia encarna el personaje de “la igualada”, una expresión colombiana (clasista, racista y sexista) utilizada para designar a una persona que se comporta como si perteneciera a una clase social más alta o que se toma derechos, privilegios o atribuciones que supuestamente no le corresponden. Caracterizarla con esta expresión es significativo. Da cuenta de la irritación que produce en la clase dirigente del país que una persona como ella se imagine y se asuma como alguien con el mismo derecho a gobernar que ha tenido esta clase, cuyo privilegio ha sido muy poco cuestionado.

Francia Márquez se ganó su lugar como fórmula vicepresidencial del Pacto Histórico, liderado por Gustavo Petro, sin hacer concesiones políticas; radicalizando el alcance del proyecto político de esta coalición electoral, haciendo propuestas en torno a valores y orientaciones políticas que no hacían parte del repertorio discusivo de los círculos de poder.

Nombremos tres de ellas: 1) la gobernanza colectiva recogida en la expresión “Soy porque somos”, un principio que enarbola la importancia de pensar y hacer “en juntanza”, como ella dice, a contrapelo de un ejercicio de gobierno centrado en el individuo, la meritocracia competitiva y la diferenciación. 2) La reasignación de la función del Estado y la economía como puntales del logro del ‘vivir sabroso’ ‒una noción proveniente de las comunidades afrodescendientes del Pacifico que promueve una relación más horizontal y orgánica con la naturaleza, el territorio, la comunidad, y las tradiciones propias. 3) La lucha por la dignidad, sintetizada en la frase “hasta que la dignidad se haga costumbre”, una dignidad que busca devolver a las y los “nadies”. “Aquellos que cuestan menos que las balas que los mata”, como dice Eduardo Galeano, y que encarnan esas vidas que no importan, dentro del modelo racial, patriarcal y social dominante.

Las propuestas de Márquez ‒si bien recogen las banderas de su lucha social y los problemas que enfrenta en su territorio la comunidad negra de la que ella proviene‒ han encontrado resonancia en grupos sociales muy diversos, como las mujeres, las personas lgbtiq+, les jóvenes, les artistes, los pueblos indígenas, campesinos, afrodescendientes, raizales y palenqueros. Grupos a cuyas distintas luchas siempre se refiere en sus discursos. Gran parte de su éxito político ha residido en su capacidad de utilizar toda la potencialidad de una apuesta interseccional. Porque ésta le permite moverse y generar conexiones, entre un pensamiento situado y anclado en realidades y demandas muy específicas, y un proyecto que responde a las inquietudes generales que plantea la profunda crisis socioeconómica, ecológica y del modo de existencia que enfrenta el Planeta.

El respaldo popular al proyecto político de Francia Márquez me permite hablar ahora del “giro antirracista” que se vive hoy en América latina.

Propuestas como la de Francia Márquez rompen con una lógica de competencia entre distintas luchas que no beneficia a ninguna y aportan lo que puede proporcionar un marco interseccional: una base política y un enfoque que posibilita superar la lógica de las “trincheras separadas” y enfrentar la desigualdad, sin fragmentarla.

El respaldo popular al proyecto político de Francia Márquez me permite hablar ahora del “giro antirracista” que se vive hoy en América latina, un momento en que el racismo empieza a ser percibido como una problemática relevante para la región. Esta reorientación, documentada por el proyecto LAPORA, surge a raíz de las deficiencias políticas del proyecto estatal del multiculturalismo, de su negligencia frente al racismo y de la exacerbación de las desigualdades sociales y la violencia ligadas al proyecto económico neoliberal.

Como ha sido reconocido por distintxs autores, el multiculturalismo no significó una transformación radical de la ideología del mestizaje. En él pervivió esa poderosa narrativa de la construcción nacional, que describió a las sociedades latinoamericanas como fundamentalmente mestizas y por lo tanto esencialmente antagónicas al racismo que podía caracterizar a otras sociedades o momentos históricos. La continuidad de esta narrativa propició cierta connivencia entre una ideología multiculturalista y un ordenamiento social racista que ha obstaculizado el reconocimiento social del racismo. Igualmente, ha sometido a quienes señalan su presencia en la sociedad a una deslegitimación académica, política y moral. Utilizar categorías o términos raciales en el discurso político ubica a quien lo hace como signatario de la existencia de las razas biológicas o como persona racista y resentida.

Al igual que muchxs investigadores, con quienes he trabajado desde hace más de diez años en distintos proyectos sobre raza, etnicidad y antirracismo,

considero que usar categorías y conceptos raciales es importante en términos analíticos y útil en términos políticos.

Al mismo tiempo soy consciente de la necesidad de hacer un uso situado de estos conceptos, dando cuenta de las variaciones locales que han tenido en cada país y momento histórico. No sobra recordarlo, en América Latina el racismo no se percibe de la misma manera que en los Estados Unidos, el referente más cercano y contrastante con nuestro modo de percibir la raza. En América Latina el racismo no se ejerce en función de fronteras fijas entre grupos raciales ni de marcas ancestrales detectadas por el sistema institucional de la “gota de sangre”. Se practica en relación con la apariencia, la fisonomía, los gestos, la manera de hablar y el acento del individuo. Además, está profundamente ligado al clasismo ya que como tendencia general las personas y familias con mayores capitales (social, cultural, escolar, económico, simbólico, etc.) son de tez más ‘clara’ e inversamente, las de menores capitales son de tez más oscura’.

Las jerarquías raciales operan de distintas formas en cada país latinoamericano. En el caso colombiano, las relaciones de raza y región se superponen muy fuertemente y además cada región produce una forma propia de crear alteridades. Por eso, al mencionar las especificidades de las culturas regionales —la costeña, la paisa, la santandereana— se está haciendo alusión a categorías, nociones y jerarquías raciales sin nombrarlas.

Su propuestas rompen una lógica de competencia entre distintas luchas que no beneficia a ninguna y aportan la potencia del marco interseccional.

Por otra parte, aunque desde el año 2011 se aprobó una ley contra el racismo y la discriminación, Colombia, como los demás países latinoamericanos, se ha focalizado en la lucha contra la discriminación racial y en el racismo interpersonal sin enfrentar las desigualdades raciales estructurales e históricamente acumuladas. Si conectamos esta reflexión sobre los modos en que opera la raza en Colombia con los elementos que están en juego en la actual disputa electoral colombiana, se hace evidente la imbricación entre blanquidad, masculinidad y modernidad que caracteriza el proyecto político de las élites colombianas. Estas tres categorías convierten a la clase media urbana, masculina y mestiza (en su acepción blanqueada) en el único grupo social que puede hacer, con legitimidad, una propuesta política genuinamente democrática, capaz de superar los lastres asociados a una composición étnica y social heterogénea y a la masculinidad disfuncional que le corresponde.

La participación de Francia Márquez en la escena política electoral colombiana ha sacado a la luz un racismo y un clasismo sistémicos en Colombia, manifiestos en burlas, frases despectivas y amenazas. Muchas de estas expresiones provienen de las clases políticas tradicionales, de figuras públicas e incluso de ciertos académicos que, como en otros países, niegan la existencia del racismo. Su aproximación al racismo, desde el privilegio, les impide percibir que estas jerarquías pigmentocráticas son continuamente reproducidas y naturalizadas a través de la familia, la escuela, las instituciones políticas, el sistema de salud, las políticas públicas, los medios de comunicación y las redes sociales, entre otros.

Francia Márquez ha marcado un nuevo derrotero para el debate político cambiando la idea de que las decisiones nacionales deben provenir de quienes las piensan desde la capital del país, y de que los asuntos regionales son problemas periféricos, y no centrales a la política nacional.

Hasta ahora, el discurso político sobre lo que se denomina como “las regiones” en Colombia (es decir, las zonas racializadas negativamente) provenía de hombres blancos que hablaban de lo que sucedía en ellas de modo paternalista, condescendiente y racista. Este sesgo se asentaba en la convicción de poder hablar mejor que las propias comunidades sobre sus propios problemas, con base en sus mayores competencias académicas y técnicas.

Por el contrario, Francia Márquez ha resignificado a las comunidades racializadas, haciéndolas protagonistas de sus conocimientos y saberes, forjados en la experiencia vivida. De este modo, les ha otorgado lo que la epistemología elaborada por el feminismo negro nombra como el “privilegio epistémico”. Es decir, el potencial que tienen los grupos dominados de tener un entendimiento del mundo menos distorsionado que el que tienen de él los grupos dominantes.

Francia Márquez no solo rompe con la manera convencional de interpretar lo político, es decir las relaciones de poder, autoridad y legitimidad, sino con el modo de hacer política. Su quehacer político se inscribe en la genealogía de las prácticas “amefricanas”, para nombrarlas con el vocabulario que nos legó el pensamiento de Lelia Gonzalez. Estas prácticas tienen la capacidad de volver audible la presencia efectiva, pero encubierta y silenciada, de esas y esos nadies, negados como sujetos con agencia política.

Francia Márquez ha transformado la política colombiana habitando y enarbolando, con orgullo y placer, las banderas de la amefricanidad, con sus epistemologías, historias, estéticas y formas de sociabilidad propias. Ha desarrollado un proceso pedagógico que ha puesto en evidencia la neurosis social que produce la constante negación de la ancestralidad amerindia y amefricana de la historia, cultura y subjetividad colombianas, y más ampliamente latinoamericanas.

Su propuesta ha buscado reparar y sanar esas distorsiones trayendo al presente memorias y prácticas sociales y culturales que se resisten a ser borradas. Y nos ha invitado a percibir esa “explosión creadora de este algo desconocido que representa vincularnos con nuestra amefricanidad, como un posible futuro emancipador. Ojalá atendamos su invitación.

*Discurso de Mara Viveros Vigoya en el marco del Diálogo Magistral “Negritudes, afrolatinidades, racismos y resistencias” (junto a Rita Segato y Rosa Campoalegre) el 9 de junio en la 9ª Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales “Tramas de las desigualdades en América Latina y el Caribe – Saberes, luchas y transformaciones”, organizado por CLACSO en las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Revista Anfibia

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La universidad y la educación: Un frente de batalla para las y los revolucionarios en el siglo XXI

Por: Yuri Peña/Izquierda Diario 

Breves apuntes para entender la estrategia y las perspectivas que planteamos desde la agrupación VENCER para llevar adelante una política revolucionaria al interior de universidades y liceos, que sea anticapitalista, antiburócratica y en unidad de trabajadores y estudiantes.

Para nadie en Chile puede ser extraño hablar de la importancia política que ha tenido el movimiento estudiantil en la historia reciente del país. La revolución pingüina el 2006, las movilizaciones por educación gratuita y de calidad, y el salto a los torniquetes de les secundaries que encendieron la llama de la rebelión el 2019. Estos tres procesos se produjeron como consecuencia de la herencia de la dictadura y la crisis económica y política mundial del capitalismo, que afecta de manera particular a les estudiantes en liceos y en la educación superior, como también al conjunto de la clase trabajadora y capas medias. La educación de mercado, o también podríamos llamarla “universidad-empresa”, es producto del neoliberalismo y su forma de entender la producción y reproducción del conocimiento, que desde hace décadas viene implantándose alrededor del mundo, y acá lo implantaron en la dictadura y luego la Concertación y Piñera modificaron y continuaron profundizando el lucro con la educación. Haciendo de este derecho conquistado con lucha, sea un negocio para empresas educativas y bancos. Solo fijémonos como el estado chileno financia a bancos con el CAE y a centros de educación superior através de la beca gratuidad, ya que los sectores populares entran más a entidades privadas que públicas por la discriminación clasista que la propia educación básica y media replica desde la dictadura en adelante.

El movimiento estudiantil es un movimiento internacional

Este cambio, que es una adecuación a las necesidades del capitalismo de las universidades, ha provocado fuertes movimientos de resistencia desde les estudiantes. El más importante del siglo XX fue el de Francia, el famoso “mayo del 68”, donde ante las reformas de De Gaulle, presidente de derecha, el movimiento estudiantil de París organizaró y protagonizó jornadas revolucionarias, junto codo a codo a la clase obrera francesa. Estas movilizaciones que comenzaron en mayo se extendieron a todo el país generando una situación revolucionaria, con huelgas generales, tomas de fábricas, enfrentamientos con la policía, y la posibilidad de derrocar al presidente, en uno de los principales países imperialistas. Allí, les estudiantes pasaron del cuestionamiento de la universidad de clases, con la brutalidad neoliberal, a la crítica de la sociedad de clases.

Y en los últimos años también hemos podido ser testigos de movilizaciones estudiantiles en distintos países del mundo. Al otro lado de la cordillera, en liceos y universidades se movilizó la marea verde por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, con asambleas y tomas feministas. Las estudiantes fueron parte de ese gran movimiento feminista y parte importante del triunfo el 2018. En Brasil se movilizó también el medio estudiantil contra la elección de Bolsonaro como presidente el 2018, realizando asambleas multitudinarias compuestas por jóvenes tan diversos como nuestra misma clase, que se reunían para ver cómo enfrentar las políticas contra las mujeres, la diversidad sexual y de género, a les trabajadores que Bolsonaro proponía (y que llevó a cabo durante su mandato). En Colombia durante su rebelión popular (simultánea y más larga que la chilena) las universidades también fueron lugares de encuentro y discusión para organizar a las masas que salían a enfrentar al gobierno derechista de Duque. Y podríamos nombrar ejemplos de México, el Estado Español y otras partes del mundo donde el movimiento estudiantil ha tomado un rol activo dentro de la política nacional, y de gran impacto cada vez que emprende la lucha.

Ante esta realidad las y los revolucionarios nos enfrentamos. Ante un movimiento de masas que cada vez aumenta más y que proporcionalmente a esto se precariza, además de que a nivel mundial y nacional tiene una gran tradición de lucha. El estudiantado como sector social es grande: más de dos millones de personas en la región metropolitana. Es un medio donde pasan sectores muy importantes para el sistema productivo y reproductivo capitalista, ya que las y los profesionales que necesita salen de universidades y centros de formación técnica. En ese sentido para las y los revolucionarios es importante hacer política dentro de las estructuras educativas porque cumplen un rol económico-social de reproducción del capital. Son enclaves estratégicos desde el punto de vista de la hegemonía burguesa que tenemos que disputar, ya que la clase obrera necesita construir y ganar una nueva hegemonía para construir una sociedad socialista. Esto significa ganar posiciones dentro de liceos, centros de formación técnica y universidades (además de sindicatos, organizaciones populares, coordinaciones, etc) donde se forman y/o trabajan les trabajadores y profesionales de la sociedad futura. Pero también porque dentro de estos espacios hay contradicciones objetivas y subjetivas expuestas por Bensäid en El Segundo Aliento.

En balance estratégico del movimiento estudiantil según Bënsaid

La contradicción principal de las universidades ilustra la contradicción fundamental de la sociedad capitalista, dice Bënsaid: desarrollar las fuerzas productivas perpetuando las relaciones de producción (explotación). Entre el nivel requerido por el desarrollo de las fuerzas productivas y el nivel de formación que exige: formar simultáneamente una mano de obra adaptada a las necesidades de la economía capitalista y formarla -o domesticarla- con fuerte ideología burguesa. A su vez la burguesía no puede desarrollar hasta el final tales fuerzas productivas por poner en peligro las bases de su propia dominación, o sea el control y la planificación de la producción. El Estado y las empresas educativas aumentan cada vez más matrículas, pero con carreras cada vez más precarias para aumentar sus ganancias con el negocio educativo, pero también para obtener mayor mano de obra barata y sobrecalificada.

Pero el acceso a la universidad en la mayoría de los países se ha diversificado sobre todo a mediados del siglo pasado. Ya no es solo una clase la que tiene acceso, sino que este se ha extendido a las capas medias y cada vez más a la clase obrera con becas como la gratuidad -Chile- o educación pública gratuita (Argentina por ejemplo). Por lo que allí conviven distintas clases sociales que como sabemos, tienen intereses contradictorios. Otro punto objetivo que hace a las universidades un sector revulsivo es que vienen siendo víctimas de reformas educativas en el marco de reajustes presupuestarios llevados por distintos gobiernos a nivel mundial, donde se ha terminado devaluando la formación, bajando el financiamiento, se ha acrecentado el autoritarismo y los métodos retrógrados de enseñanza.

Los aspectos subjetivos que podemos encontrar son la fuerte cohesión y politización del movimiento estudiantil. Tanto en universidades como en liceos. Esto sigue una lógica de desarrollo desigual y combinado porque hay algunos establecimientos que por su propia historia estos aspectos se han potenciado, como los liceos emblemáticos de Santiago o universidades como la UChile, Usach y Utem. Además, los liceos suelen ser el eslabón débil o más abandonado por la burocracia socialdemócrata, lo que potencia las movilizaciones sin control político de los partidos reformistas, o sea movilizaciones independientes como hemos visto en Chile con secundaries luchando contra la violencia machista en los liceos y contra la precariedad. En universidades se ha dado el fenómeno de sobrepasar las directrices oficiales de los dirigentes, como el 2011, aunque como los partidos reformistas tienen mayor peso lograron redirigir hacia la institucionalidad las demandas del 2011 y sacar la lucha de clases como método para conquistarla.

Por lo que para Bënsaid el movimiento estudiantil se puede caracterizar como una vanguardia táctica, dentro de una estrategia de revolución obrera y socialista, ya que con sus movilizaciones y métodos de organización (donde se mantiene una tradición de asambleas, lucha política, centros de estudiantes y federaciones) pueden adelantarse y mostrar un ejemplo de combatividad y radicalidad al movimiento obrero. Así como pasó en el mayo del 68 francés, y en otra envergadura en Chile luego de la revolución pingüina, el 2011 y el salto a los torniquetes e inicio de la rebelión el 2019, donde se registraron aumento en el número de huelgas. [1]

Para las y los revolucionarios que peleamos por el socialismo con una estrategia marxista donde el rol dirigente lo cumple la clase trabajadora, es muy importante considerar otros sectores a los cuales hegemonizar políticamente. En este caso a les estudiantes, que en la lucha de clases y en los momentos insurreccionales por la toma del poder por la clase obrera necesita tener de aliados a sectores amplios de estudiantes. Esta alianza creemos que se construye en la misma lucha, codo a codo por nuestras demandas.

El movimiento estudiantil para conquistar sus demandas tiene que aliarse con la clase que puede imponer a los empresarios y sus políticos las demandas que decidimos democráticamente. La respuestas que dan los políticos de siempre, los gobiernos y el Estado, es que para nuestras demandas “no hay plata”, “hay que tener responsabilidad fiscal”. Pero podemos ver claramente que solo hay plata para los que nos explotan y saquean los recursos naturales, los empresarios. Todas las conquistas para la clase trabajadora y para el pueblo pobre ha sido con los métodos de la lucha de clases. Tenemos que afectar el saqueo y la explotación que desde hace siglos mantienen los burgueses para conquistar aunque sean las demandas más mínimas (es cosa de revisar las últimas movilizaciones secundarias y universitarias en Chile).

Tomando el Segundo Aliento de Bënsaid podemos plantear esquemáticamente las siguientes tesis:

Enraizados en la contradicción de la universidad los estudiantes masivamente están disponibles y movilizables. Ante la dimisión de las direcciones obreras, eso les permite jugar un papel de vanguardia en determinadas coyunturas precisas. Sin embargo, los estudiantes no pueden responder por sí mismos a los problemas que afrontan, son incapaces de una línea independiente del movimiento obrero.

La contradicción que sufre el movimiento estudiantil no puede pues encontrar solución más que en su lucha al lado del movimiento obrero bajo la dirección de éste. Todavía hace falta que haya lucha y acuerdo sobre los objetivos de la lucha, esto que no es el caso en lo inmediato, sabiendo lo que son las direcciones obreras y los esfuerzos que hacen para escamotear la lucha de clases.

De hecho podemos distinguir la vanguardia táctica, la que en un momento dado ocupa de hecho los puestos avanzados de la lucha revolucionaria, de la vanguardia estratégica, la que abarca el conjunto de la lucha de clases y trabaja por la revolución en una lucha prolongada; la segunda sólo puede apoyarse en la fuerza motriz de la revolución: el proletariado.

Esa contradicción del movimiento estudiantil es real y objetiva. Ninguna solución mágica, ninguna huida adelante puede resolverla. La única solución reside en la construcción de una organización revolucionaria, en su implantación en el medio obrero, en su capacidad de asumir la dirección estratégica de la lucha.

Es por esto que como trotskistas apostamos a construir un partido socialista y revolucionario de la clase obrera internacionalista dentro de liceos y universidades, ya que tenemos que conquistar, preparar y ordenar las fuerzas para momentos álgidos de la lucha de clases, donde nos enfrentaremos a las burocracias estudiantiles y sindicales, a reformistas, a la policía, a la derecha y a todo el Estado burgués.. Es una tarea estratégica el construir una corriente militante diversa y joven dentro de estos espacios si es que lo pensamos en la necesidad de construir un nuevo estado (obrero) y nuevos modos de producción, además de que desde aquí se puede catalizar la necesaria revolución cultural que necesita la clase obrera en el socialismo.

Por la situación concreta de Chile, el movimiento estudiantil ha mostrado ser uno de los más convulsivos y combativos del planeta, llevando la vanguardia en relación al movimiento obrero. Por lo que no podemos dudar que en un ascenso próximo de lucha de clases les estudiantes cumplamos un rol fundamental, tanto para debilitar la batalla si es que los reformistas o la derecha dirigen al movimiento estudiantil, o para fortalecerla. Nosotres desde VENCER apostamos a fortalecerla con asambleas de base, uniéndonos con trabajadorxs y profesorxs de nuestros lugares de estudio, por lo que es un objetivo concreto ganar peso, influencia y dirección en estos tres sectores. Para, como decíamos, unir las luchas de estudiantes y la clase trabajadora contra la política de las distintas burocracias reformistas que es separarlas. Si nos organizamos en común podremos golpear como un solo puño al sistema y derribarlo.

 

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Una historia de nuestros negros que los blancos invisibilizan

Por Rubén Armendáriz

El 20 de noviembre es el Día de Conciencia Negra para buena parte de Brasil: se recuerda la gesta del líder del Estado más grande que haya existido de esclavizados africanos alzados en la historia, Zumbi do Palmares y el estado que miles cimentaron, en el siglo XVII. Hoy Brasil suma 110 millones de afrodescendientes, casi la mitad de su población y es la segunda nación en el mundo con mayor población afro, tras Nigeria.

Esta efeméride hunde su explicación en un aspecto que el racismo siempre le ha negado al africano, su iniciativa, para el caso la posibilidad de resistir a la esclavitud en un país al que entre principios del siglo XVI y hasta 1888, como en muchos otros lugares de América durante el colonialismo (y también tras él), ingresaron unos nueve millones de esclavizados.

El mito de armonía colonial, pregonado por el luso-tropicalismo, de los portugueses como artífices de una sociedad sin tensiones (heredada luego de 1822, año de la independencia), ha generado que las revueltas de esclavos no hayan merecido la consideración de los estudiosos por mucho tiempo. En Brasil se explicó que, a diferencia del díscolo indígena, el africano esclavizado no resistió su condición y por tal motivo fue idóneo para las tareas más duras. Sin embargo, quienes apelan a esas explicaciones pierden de vista que los indígenas fueron diezmados por la Conquista y que el africano prontamente reemplazó esa mano de obra, como en todo el Nuevo Mundo.

Entonces, pese a lo que narró una historia armónica, del mito de Brasil como una “democracia racial”, la historia del africano en Brasil (y en América toda) debe ser presentada como un relato de insurgencia, de resistencia sostenida en el tiempo (que continúa hoy, aunque la esclavitud legal no exista más). En el pasado se resistió la esclavitud mediante varias tácticas: rebeliones, revueltas, huidas en masa o individuales,

Los cimarrones, esclavos fugados en la época colonial, abundaron en los anales de la esclavitud americana. Todas las rebeliones contribuyeron en distinto grado a debilitar y acabar este flagelo. Tal vez el caso más paradigmático sea el de Haití, en donde esclavizados, por sus propios medios, abolieron la esclavitud y en el ínterin vencieron a la poderosa Francia, alcanzando su emancipación y convirtiéndose en la primera República negra del planeta.

Ese proceso comenzó con una gran revuelta esclava en 1791 y es solo un ejemplo de las tantas revueltas antiesclavistas en el Nuevo Mundo. Otra de las Antillas, Cuba, presenta dos casos interesantísimos: uno en 1812 y otro en 1844. Donde hubo africanos, hubo rebeliones. La lista puede seguir, en efecto sería interminable,

La revuelta esclava más larga de la historia fue la que sostuvieron africanos alzados en Pernambuco buena parte del siglo XVII y se convirtió en el germen de una verdadera República negra en el corazón del dominio colonial portugués, el Quilombo de los Palmares (1630-1695), un período en el que toda la región se sacudió por un espacio extensísimo, más que el de la muy estudiada rebelión esclavista de Espartaco, que conmovió por año y medio a la República romana en el siglo I antes de nuestra era.

Omer Freixa señala que la experiencia de Palmares muestra el valor tenaz de un grupo enorme de esclavizados que resistió al colonizador, y que se formó producto de la fuga de varios grupos de éstos que, aprovechando la confusión por la invasión holandesa, optaron por huir de sus amos con destino a la Serra da Barriga, en el actual Estado de Pernambuco, donde instalaron el citado Quilombo.

Este espacio permitió a sus moradores recrear sus diversas tradiciones, hablar múltiples lenguas, sin ninguna injerencia del blanco, en una prolongada experiencia marcada por una variable común y fundamental: la libertad. Palmares fue una Troya Negra, asediada durante décadas por ejércitos portugueses y holandeses, a los que resistió en forma heroica bajo el liderazgo de su valiente caudillo, Zumbi do Palmares, sobrino del fundador y originario de la primera revuelta, Ganza Zumba, a quien el primero asesinó.

Esta República negra, una conjunción de numerosas aldeas, llegó a albergar a más de 20.000 habitantes y representó la tercera parte del territorio de la metrópoli, en el momento en que Brasil fuera el mayor productor de azúcar del planeta. Por décadas, varios ejércitos enviados no pudieron doblegar la tenacidad y el valor de los defensores, características remarcadas en los testimonios de los invasores, situación que mantuvo en vilo a las autoridades portuguesas durante toda la existencia de esta República rústica, pero novedosa y excepcional del siglo XVII, organizada a la usanza de muchos de los Estados africanos contemporáneos.

En 1687 el gobernador de la Capitanía General de Pernambuco suscribió un convenio con el temible bandeirante paulista, Domingos Jorge Velho, para destrozar el Quilombo. La primera incursión de la nueva fuerza invasora fue un rotundo fracaso . La segunda de 7.000 hombres -incluyendo bandeirantes y capitão do mato, profesionales, rudos y versados en la caza de originarios y esclavos prófugos-, se extendió por dos meses. Zumbi fue traicionado y degollado el 20 de noviembre de 1695. Su cabeza fue colocada como escarmiento en la plaza pública de Recife. Uno de los capitanes que dirigió el gran ejército reunido retornó con casi cuatro mil pares de orejas de los sublevados.

La región ha dado pasos importantes—aunque dispares—en el diseño y promoción de políticas de etnoeducación para los afrodescendientes. Guatemala aprobó diversas leyes antidiscriminación en la educación (por ejemplo, el decreto 81 de 2002), declaró el garífuna una lengua oficial (decreto 19 de 2003) e hizo esfuerzos para institucionalizar la educación bilingüe intercultural. Honduras, mediante la Ley Fundamental de Educación (decreto de 2011), hizo posible la incorporación de contenidos en los planes de estudio que reflejaran las características lingüísticas, culturales e históricas de cada región.

Nicaragua, mediante su Ley General de Educación (ley núm. 582 de 2006), creó el Sistema Educativo Autonómico Regional, responsable de la administración de programas de educación bilingüe intercultural, adaptando el sistema nacional a las necesidades particulares de cada departamento y apoyando iniciativas que desarrollen las capacidades de los profesores afrodescendiente de todos los niveles.

Otros países, como Argentina, Bolivia, Costa Rica, Perú y Uruguay, también han adoptado leyes antidiscriminatorias y están trabajando hacia la incorporación de la historia, cultura y lenguas afrodescendientes en los planes de estudios. Colombia ofrece lecciones importantes para la región sobre los desafíos que los programas de etnoeducación enfrentan. Los afrocolombianos se han movilizado durante décadas a favor de losprogramas de etnoeducación, lo que resultó en cambios legales significativos.

A pesar del robusto apoyo legal para los programas actuales, un estudio encontró que están más dirigidos por iniciativas individuales que por políticas nacionales sistemáticas. Muchas iniciativas también carecen de recursos financieros y apoyo logístico para entrenar a los profesores.

Finalmente, puesto que las instituciones de educación superior continúan adhiriéndose a los estándares nacionales para matricular nuevos estudiantes, algunas instituciones de educación secundaria son disuadidas de diseñar programas que, aunque enfatizan el legado afrocolombiano, podrían reducir el tiempo dedicado a contenidos necesarios para acceder al nivel universitario.

México es un buen ejemplo de cómo los proyectos nacionales mestizos han contribuido a invisibilizar a los afrodescendientes. Para el siglo dieciocho, México había recibido el número más grande de esclavos en las Américas (alrededor de 200,000), especialmente a través del puerto de Veracruz. Las comunidades negras excedían en número a los blancos. Sin embargo, a pesar de esta gran diáspora africana, los gobiernos mexicanos posrevolucionarios promovieron una ideología de mestizaje centrada en la glorificación del pasado precolonial indígena y sus contribuciones al carácter y potencial de desarrollo del México moderno.

La afrodescendencia se eliminó de la imagen nacional mexicana como una categoría racial específica y un componente de la población mestiza. Estas nociones persistieron a lo largo del siglo veinte e, incluso en 1996, los reportes presentados en nombre del estado mexicano a las Naciones Unidas afirmaban que no existía racismo en el país y que la mayoría de la población mexicana era mestiza (mezcla de blanco con indígena).

Los residentes actuales de Veracruz, al tiempo que reconocen el legado de esclavitud, luchan con “la conexión multifacética del estado con la afrodescendencia en la narrativa nacional, que minimiza y en ocasiones incluso elimina la afrodescendencia de la imagen de la nación mexicana”. Muchos residentes hacen aseveraciones ambivalentes sobre sus identidades etno-raciales, puesto que “afirmar una fuerte identidad afrodescendiente pondría en riesgo su identidad nacional”.

Para otros veracruzanos, la afrodescendencia está asociada con lo extranjero (en gran medida, con Cuba o los afroamericanos). En 2015, la encuesta intercensal de México documentó a 1.38 millones de afromexicanos, que constituían 1.2 por ciento de la población. Aun así, la noción de que la afrodescendencia es, en cierta medida, extranjera continúa afectando a los afromexicanos en la vida cotidiana.

No cabe duda que los afrodescendientes han contribuido positivamente a crear el Uruguay. Sin ellos sería un país más pobres cultural y económicamente. Sin su historia la música local no habría logrado la originalidad que la caracteriza, no habría tango, ni milonga, ni candombe; sin su trabajo la economía sería menor, sin su sangre derramada la lucha por la independencia habría sido más difícil, y sin su talento Uruguay no hubiese obtenido las distinciones futbolísticas que lo destacaron mundialmente .

En Uruguay, el racismo no es explícito ni violento, es “institucional”. El país está “estancado” en los avances previstos por la ley 19.122, que establece que el 8% de los puestos en los tres poderes del Estado, gobiernos departamentales, entes autónomos y servicios descentralizados, entre otros, deben ser ocupados por afrodescendientes. Los afrodescendientes son los más pobres dentro de los pobres. De hecho, hoy viven en los barrios más carenciados, en la periferia de Montevideo, y en los departamentos fronterizos como Artigas y Rivera.

Apenas el 7,7% de los afrouruguayos mayores de 24 años alcanzaron la universidad y una de cada cuatro mujeres afrouruguayas ocupadas trabajó en el servicio doméstico en los últimos años. Para el resto de las mujeres es una de cada siete.

Una historia de nuestros negros que los blancos invisibilizan – Por Rubén Armendáriz

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Panamá: Gremios mantienen el paro tras no lograr acuerdo con el gobierno sobre el precio del combustible

En Santiago manifestantes exigen respuestas a Cortizo; termina el diálogo sin un acuerdo

Un grupo de manifestantes violó la tarde de este lunes 11 de julio el cordón de seguridad y se acercó a la entrada del centro de convenciones de Coopeve, en la ciudad de Santiago de Veraguas para exigir respuestas al presidente Laurentino Cortizo.

Pasadas las 4:10 p.m. se conoció sobre la conclusión del diálogo este lunes sin ningún acuerdo entre los gremios y los funcionarios. Por tal motivo, voceros de las asociaciones indicaron que los cierre de calles y las protestas continuarán este martes 12 de julio.

Armando Espinosa, vocero de los grupos de la sociedad civil presentes en el diálogo, informó a TVN Noticias que los funcionarios propusieron que el galón de combustible se venda en 4 dólares con 25 centésimos para los carros que no son de lujo.

Sin embargo, los gremios exigen que sea en 3 dólares el galón. No obstante, luego de más de seis horas de reuniones no se logró ningún acuerdo.

De acuerdo con Espinosa, los tres ministros presentes en la reunión se levantaron de la mesa de diálogo al ver a los manifestantes afuera de las instalaciones del centro de convenciones.

En las instalaciones del centro de convenciones estuvieron los ministros de Educación, Maruja Gorday de Villalobos; de Comercio e Industrias, Federico Boyd; y de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama.

El grupo pide la presencia de Cortizo para que dé respuestas a sus peticiones, como el congelamiento del precio de los combustibles y la rebaja de la canasta básica de alimentos.

El diálogo entre los docentes y los funcionarios comenzó pasadas las 10:15 a.m., por ello los educadores exigían en la tarde una respuesta a Cortizo. No obstante, el grupo de ministros y los asesores abandonaron el centro de convenciones sin un acuerdo.

El grupo pide la presencia de Cortizo para que dé respuestas a sus peticiones, como el congelamiento del precio de los combustibles y la rebaja de la canasta básica de alimentos.

El diálogo entre los docentes y los funcionarios comenzó pasadas las 10:15 a.m., por ello los educadores exigían en la tarde una respuesta a Cortizo. No obstante, el grupo de ministros y los asesores abandonaron el centro de convenciones sin un acuerdo.

En Santiago manifestantes exigen respuestas a Cortizo; termina el diálogo sin un acuerdo

En la ciudad de Santiago –que ha sido el epicentro de las manifestaciones– se efectuó una marcha por las principales vías, actividad que terminó en las afueras del centro de convenciones.

Hoy, lunes, también se reportan cierres en la vía Interamericana, en las provincias de Chiriquí y Panamá. Además, universitarios cerraron la vía Transístmica, frente a la Universidad de Panamá.

Los cierres de la Interamericana son en el oriente chiricano y en Panamá, en el sector de Punta Chame.

Como en días anteriores, este lunes se realizó una concentración ciudadanas en la Plaza 5 de Mayo. Allí se reunieron docentes, estudiantes, y obreros de la construcción, que coreaban consignas contra la actual administración gubernamental. Además de congelar el precios de los combustibles, los manifestantes exigen al Gobierno un mejor manejo de las finanzas públicas.

CONVERSACIONES

Con más de 15 minutos de retraso comenzó esta mañana en la ciudad de Santiago de Veraguas el diálogo entre representantes del Gabinete de Cortizo y delegados de los educadores.

Entre los puntos que se abordan están el alto precio de los alimentos y combustibles.

Este diálogo se realiza en medio de protestas que se realizan en todo el país por parte de moradores de la comarca Ngäbe-Buglé, docentes y los miembros del Sindicato Único de los Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs).

Por ejemplo, el Suntracs convocó para este miércoles 13 de julio a un paro de 24 horas de advertencia y en una conferencia de prensa (efectuada ayer domingo) su secretario general, Saúl Méndez, exigió a las autoridades que planteen en cuánto bajarán el precio de los combustibles.

Mientras que los gremios de educadores, desde hace más de una semana, realizan protestas en todas las cabeceras de provincia y cierres parciales de la vía Interamericana para exigir la rebaja de la gasolina y el diésel.

LA UNIVERSIDAD DE PANAMÁ OFRECE MEDIACIÓN

En medio de este escenario, la Universidad de Panamá (UP) expresó que “ve con suma preocupación la ausencia de medidas gubernamentales efectivas, la indolencia mercantil y la total amoralidad de sectores políticos que se aprovechan de las necesidades humanas a través del uso indebido de recursos patrimoniales del Estado que deberían estar destinadas a responder a la emergencia nacional”.

Así lo dejaron saber los miembros del Consejo Académico de la UP, a través de un comunicado, donde indican que “la sociedad panameña precisa en estos momentos de su mayor talento y creatividad para encontrar soluciones plausibles, austeras y efectivas”.

Por ello, señalaron que “es el momento de hacer un alto y dialogar para rescatar la cohesión social que nos lleve por caminos de compromisos de austeridad gubernamental y una redistribución de los recursos nacionales”.

La primera casa de estudios superiores informó que ponía a disposición de la sociedad sus recursos humanos, salones y aulas magnas, para servir de facilitador en lo que debe ser un “gran diálogo nacional por el bien común”.

En ese mismo sentido, los gremios empresariales como la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá y la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa divulgaron comunicados este domingo 10 de julio, en el que llaman al diálogo y que el Gobierno actúe debido a que no se puede mantener el país paralizado.

Los gremios empresariales reconocieron el derecho a protestar que tienen todos los ciudadanos, pero pidieron que no se afecten a terceros y menos la movilidad de carga, pasajeros y mercancías.

También recordaron que no es conveniente para los estudiantes panameños la suspensión de las clases luego de los efectos negativos que causó la pandemia de la covid-19 en los centros educativos.

Prensa

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