Venezuela / 21 de julio de 2019 / Autor: Marit Acuña / Fuente: evirtualplus
La educación online ha alcanzado una gran popularidad en estos últimos años, ya que facilita y promueve el aprendizaje desde una perspectiva distinta a las modalidades tradicionales. Además, nos ofrece la adquisición de competencias y habilidades en línea acordes a los cambios que nos exige la sociedad actual.
Es innegable el hecho de que estamos sumergidos en una era digital, al punto de que, quien no posea ciertas habilidades mínimas en esa área (de acuerdo a la UNESCO), sufre un grado de analfabetismo 😓.
Sin embargo, aún es común escuchar, tanto en estudiantes como profesores, incluso en eruditos educativos (afortunadamente ya no en la mayoría ) la resistencia asociada a la credibilidad de esta modalidad de aprendizaje.
En mis años de experiencia en el área, he escuchado los más increíbles miedos y rechazos a la incorporación de la tecnología en la educación y aunque esto ha ido cambiando poco a poco, aún existen muchos mitos al respecto. Por ello en este artículo les mencionaré algunos de los más persistentes 😁.
Mito 1. Es más fácil hacer trampa en la educación online
Una de las principales preocupaciones sobre la educación online, especialmente desde el punto de vista del educador, es la integridad de la experiencia educativa; debido a que los estudiantes trabajan detrás de un computador y por lo tanto existe la preocupación de que puedan tratar de engañar, o “ganarle al sistema” 😏.
Para ello es importante que el docente se involucre con los estudiantes y aprenda a conocerlos para saber cómo piensan, cómo redactan, hacia donde va dirigida su visión con respecto a los temas.
Asimismo, debe diseñar inteligentemente las estrategias de aprendizaje y evaluaciones, por lo que necesita desfasarse de las típicas preguntas de verdadero y falso, los exámenes de opciones simples o múltiples. Para ello, es necesario reorientar la evaluación hacia la ejecución de proyectos donde el estudiante muestre su visión argumentativa y pragmática.
Asimismo, existen detectores de plagio, sistemas de monitorización de pruebas, webcams y los sistemas de discusión síncronos, que también garantizan la integridad académica y la enseñanza de calidad.
Mito 2. Debo ser un experto en tecnología
Ni los docentes ni los estudiantes virtuales deben ser especialistas tecnológicos, ya que las herramientas de comunicación y de educación online disponibles son cada vez más sencillas e intuitivas de usar.
Para hacer uso de un curso virtual, sólo se necesita requerimientos mínimos en el uso de computación e Internet, tales como: uso de herramientas ofimática básicas, manejar un correo electrónico y adjuntar un archivo.
Además, generalmente se ofrece asesoría en línea y espacios de ayuda con preguntas frecuentes.
Mito 3. Los estudios online son para flojos
Se tiene la falsa creencia de que, por el hecho de no estar en un salón de clases presencialmente, los alumnos de cursos online son personas flojas y hasta he escuchado que, pueden llegar a comprar la certificación 🙄. Muy por el contrario, el estudiante en la educación online, para concluir este tipo de cursos, debe esforzarse al máximo, ya que no tiene la obligación de cumplir un horario de clases, por lo tanto debe planificarse muy bien para no descuidar sus estudios.
Además, no recibe la ayuda directa de profesores y compañeros de clases que lo motiven y obliguen a cumplir con sus responsabilidades, lo cual hace que sea fundamental la automotivación y esfuerzo propio para alcanzar la meta.
Mito 4. Estudiar online consiste en pasar todo el día leyendo
Debido a que los estudiantes en línea pueden acceder en cualquier momento a los contenidos y realizar las actividades asignadas. Se cree que los cursos online son sólo transcripciones de conferencias, o segmentos de libros colgados en la web.
Aunque el aprendizaje online involucra lectura, también incluye muchas otras actividades como debates, vídeos, audios, aplicaciones en línea, Webinar e incluso proyectos. Es decir, actualmente es posible diseñar un conjunto de actividades multimediales, con el fin producir conocimiento.
Mito 5. Los cursos en línea son antisociales
Hay una percepción, de que tomar clases en línea impide la construcción de relaciones sociales y profesionales, por el simple hecho de no estar compartiendo el mismo espacio presencialmente. Esto no es cierto ✋, ya que al inscribirnos en un curso online bien estructurado, podremos darnos cuenta que los mismos están diseñados en busca de establecer ese mismo ambiente acogedor y de compañerismo que se tiene en un aula presencial.
Además, los modelos de aprendizaje están diseñados para crear comunidades virtuales que inviten a la colaboración para la construcción del conocimiento. Asimismo, existen espacios no sólo para el conocimiento, sino también para la socialización.
Mito 6. Mi asignatura o curso no se puede dictar en línea
Reconociendo que ciertos aprendizajes requieren ambientes “reales” para adquirir aptitudes como por ejemplo: aprender a nadar o jugar fútbol, la educación online actualmente está fundamentada en modelos de aprendizajes flexibles, los cuales buscan que el estudiante aplique el conocimiento adquirido en ambientes cercanos a su realidad, potenciando el aprendizaje significativo.
Además, actualmente existen variedades de aplicaciones diseñadas para un sinfín de usos, por lo tanto, si se quiere se puede. Para crear un curso online sólo es cuestión de investigar para aprender a diseñar con ingenio y creatividad; basado por supuesto en un diseño instruccional.
Fuente de la Infografía:
Mitos y realidades de la Educación Online (Infografía)
ove/mahv