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Libro: Tecnologías para la transformación de la educación

Tecnología y escuela: lo que funciona y por qué fue el título del documento para el debate que redactó Francesc Pedró en 2011 para la XXVI Semana Monográfica de la Educación de la Fundación Santillana, convocada en aquella ocasión bajo el lema «La educación en la sociedad digital». Fue un texto que despertó un gran interés y tuvo gran difusión gracias al análisis riguroso que en él hizo su autor sobre el uso educativo de la tecnología desde una perspectiva crítica y pragmática; alejándose de supuestas utopías tecnológicas, ajenas al complejo análisis que requiere todo lo referido al cambio y mejora de la educación.

En aquel documento, se hablaba de la existencia de evangélicos tecnológicos frente a pesimistas tecnológicos, una referencia tan descriptiva como reiteradamente citada después. En él también se cuestiona la clásica doble categorización de nativos digitales e inmigrantes digitales que se asigna a jóvenes y a adultos, respectivamente, una clasificación ya superada en una sociedad plenamente digitalizada.

La Fundación Santillana asumió el reto de continuar con este análisis y favorecer el debate educativo que, sobre el uso de la tecnología en la educación, se estaba produciendo en América Latina y España. A tal efecto, consideró que este debía ser un eje de trabajo prioritario en el marco de su estrategia global generadora de información y conocimiento educativo, y que su desarrollo y concreción podrían ser especialmente útil para todos aquellos líderes y decisores que llevan a cabo políticas concretas cuyo objetivo es la mejora de la educación; en este caso mediante el uso de la tecnología.

Una estrategia que se llevó a cabo mediante la celebración durante 2016 de cinco seminarios educativos de alto nivel, en los que Francesc Pedró presentó a debate un documento de trabajo que se benefició de las aportaciones de los más de mil asistentes que registraron las sucesivas ediciones celebradas en Bogotá, São Paulo, Lima, Madrid y Santiago de Chile. Eventos que contaron con la participación de los Ministerios de Educación de estos países, responsables de otras administraciones educativas, universidades, expertos, investigadores, directivos y docentes.

Un proceso de trabajo en el que el Dr. Pedró contó con la colaboración y acompañamiento de algunos de los más significados expertos iberoamericanos en esta materia: Claudia Limón de México, Patricia Ames de Perú, César Nunes de Brasil, e Ignacio Jara de Chile.

El resultado final, fruto de todo el trabajo desarrollado a lo largo de un año de análisis, críticas e incorporación de propuestas y sugerencias, es el que presentamos en este texto con el título «Tecnologías para la transformación de la educación». En él la escuela y sus docentes, y no la tecnología, aparecen como protagonistas del necesario proceso de cambio y mejora de la educación, asignando a la tecnología la capacidad de ofrecer más y mejores oportunidades de aprendizaje gracias a su potencial innovador y su muy relevante contribución a la transformación educativa.

Les ofrecemos un documento cuyo contenido es el resultado de un importante debate producido en diferentes lugares de América Latina y en España, circunstancia que le aporta una notable contextualización con diferentes realidades y un amplio consenso al incorporar, en su redacción final, las más variadas aportaciones de instituciones y expertos de diferentes países iberoamericanos.

Fundación Santillana
Mariano Jabonero, Director de Educación

Descargar informe completo

Fuente: http://www.fundacionsantillana.com/2017/06/22/tecnologias-para-la-transformacion-de-la-educacion/

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Educación en Movimiento: La importancia de recuperar el sentido político de la educación

Por: Red Clade.

En esta segunda parte de la entrevista con Martín Ferrari, uno de los directores del documental “La Educación en Movimiento”, se abordan los aprendizajes alcanzados durante el registro en audiovisual de 15 experiencias de educación liberadora de América Latina y el Caribe

Tenemos que pensar en una educación liberadora que se anime a cuestionar al capitalismo, a identificar cuáles son hoy los signos de muerte del capitalismo en nuestros territorios, cuáles son los signos de muerte del capitalismo frente a las identidades, a los pueblos originarios, a los avances del agronegócio”, afirma Martín Ferrari, uno de los directores del documental Educación en Movimientoal ser indagado sobre los aprendizajes que obtuvo a lo largo del proceso de producción de la película.

Educar para la Libertad

La educación liberadora también es tema de la iniciativa “Educar para la Libertad” de la CLADE, cuyo objetivo es estimular, promover y realizar círculos de diálogos y acciones para defender una educación emancipadora, que involucren educadoras y educadores, sindicatos docentes, movimientos y organizaciones, investigadoras e investigadores, autoridades públicas, comunidades educativas y organizaciones de la sociedad civil.
Lee más.

Con dos años de producción, el documental fue lanzado por Internet semana pasada y tiene como objetivo problematizar y poner en debate los sentidos de la educación, desde las vidas y voces de protagonistas de siete experiencias de educación liberadora de la región.

Por ocasión del lanzamiento, Martín Ferrari concedió una entrevista a la CLADEEn la primera parte, publicada anteriormente, se enfocan el proyecto, sus motivaciones y la importancia de registrar experiencias educativas inspiradoras.

En esta segunda parte del diálogo, Martín profundiza un análisis sobre el tema del documental y los aprendizajes que las experiencias registradas traen para “nuestramérica”. Lee a continuación:

A partir de los aprendizajes alcanzados durante el proceso de elaboración de la película, ¿Qué es para ti una educación liberadora?

Martín Ferrari – Si pienso en educación liberadora, tiene que ver con una educación que nos desafía a pensar y actuar donde los pies pisan, a recuperar nuestras identidades, a organizarnos frente a lo que más nos duele, a construir conocimiento desde las problemáticas de los territorios, a que la educación sea una herramienta de transformación social y no de disciplinamiento o de reproducción del orden establecido.

“Uno de los grandes aprendizajes es recuperar el sentido político. Si queremos construir una educación liberadora, tenemos que identificar los signos de muerte que hay de esta educación capitalista en nuestras vidas.”

Si hablamos de una educación liberadora, tenemos que recuperar el profundo sentido anticapitalista de esta educación. No podemos pensar en una educación liberadora si seguimos reproduciendo al capitalismo. Tenemos que pensar una educación liberadora que se anime a cuestionar al capitalismo, a identificar cuáles son hoy los signos de muerte del capitalismo en nuestros territorios, cuáles son los signos de muerte del capitalismo frente a las identidades, a los pueblos originarios, a los avances del agronegócio.

Ver la película completa online 

🎬 En español

🎬 Subtítulos en Portugués 

🎬 Subtítulos en Inglés 

Uno de los grandes aprendizajes que nos han dado estas experiencias educativas en los movimientos sociales es que no se han olvidado del carácter anticapitalista de una educación liberadora. ¿Por qué? Porque los movimientos sociales, en su gran mayoría, nacen frente a profundas problemáticas ocasionadas por el capitalismo salvaje. Donde hay una escuela en que se organizan las mujeres, es porque el capitalismo patriarcal las violenta, mata, viola y asesina. Entonces, allí es donde nace la organización feminista. ¿Dónde está el movimiento que pelea por la tierra y construye una escuela vinculada a la agroecología? Está donde avanzó el agronegócio y se expulsó a las campesinas y campesinos hacia la ciudad.

Por eso, uno de los grandes aprendizajes es recuperar el sentido político. Si queremos construir una educación liberadora, tenemos que identificar los signos de muerte que hay de esta educación capitalista en nuestras vidas.

¿Cuál fue el principal mensaje que ustedes quisieron pasar a través de la película? ¿Lo lograron?

Martín Ferrari – Creo que los mensajes son los que quieran tomar y construir las personas que estén viendo. Queremos que esta película sea una herramienta de debate, queremos que se junten docentes, educadoras, educadores, estudiantes, y discutan qué educación pública y popular queremos.

“Los movimientos sociales están cargados de contradicciones y tensiones, pero vienen prefigurando esta otra educación posible. Bueno, veamos cómo son estas escuelas atravesadas por el feminismo, veamos cómo son estas escuelas que hablan de agroecología, qué proyectos están construyendo, cómo son estas escuelas que hablan de proyectos socio comunitarios, veamoslas como pistas, no como recetas”

Por lo tanto, el mensaje es que es urgente y necesario debatir, y allí identificar y encontrar pistas en aquellas prácticas que se vienen construyendo a lo largo y ancho de Latinoamérica, que intentan ir prefigurando esta otra educación posible, una educación menos capitalista, menos patriarcal, menos colonialista, menos eurocentrista. Acercamos este documental no como receta, sino como pistas.

Los movimientos sociales están cargados de contradicciones y tensiones, pero vienen prefigurando esta otra educación posible. Bueno, veamos cómo son estas escuelas atravesadas por el feminismo, veamos cómo son estas escuelas que hablan de agroecología, qué proyectos están construyendo, cómo son estas escuelas que hablan de proyectos socio comunitarios, veamos las como pistas, no como recetas. Es un mensaje para debatir, viajar, conocer estas otras experiencias y conectarlas.

Creo profundamente que es un momento donde necesitamos tejer, y cuando hablo de tejer, hablo en ese sentido de punto por punto, hilo por hilo que va pasando y va tejiendo una urdimbre que nos permite encontrarnos. Porque, si no nos encontramos en este momento de la história, con todas estas experiencias, el proyecto que tiene el capital, que es la mercantilización de la educación, avanzará.

Entonces, es un momento de encontrarnos, de debatir qué educación queremos, de ver estas experiencias, pero también poder tomar en nuestras manos las cámaras, los celulares, los micrófonos y filmar aquellas escuelas que están logrando construir una educación liberadora, aquellas universidades, profesorados, magisterios que están logrando hacerlo, para así multiplicar estas experiencias y poder disputarle al proyecto de capital, con un proyecto educativo para nuestros pueblos.

Como decía Paulo Freire, “el aprendizaje ocurre en las relaciones humanas”. Al documentar relatos y experiencias, siendo testigo del cotidiano de educadoras, educadores y estudiantes, ¿cuáles fueron tus principales aprendizajes?   

UNA DE LAS EXPERIENCIAS REGISTRADAS EN EL DOCUMENTAL. FOTO: EDUCACIÓN EN MOVIMIENTO.

Martín Ferrari – El documental pone la cámara y el micrófono en las historias de vida de constructores de esta otra educación posible, y algo que nos deja pensando y reflexionando es que estas experiencias educativas en los movimientos sociales están apostando profundamente en construir nuevas relaciones, hay nuevas vinculaciones. Están construyendo nuevos dispositivos de ejercicio de poder en las escuelas, en las organizaciones, que empiezan a transformar las relaciones verticalistas y patriarcales que hay muchas veces en nuestras escuelas, profesorados, universidades.

¿Cómo pensamos una junta comunitaria en una universidad indígena en Bolivia? ¿Es posible? Me parece que estas experiencias tienen algo muy microscópico, que es transformar las relaciones, repensar nuevos dispositivos que recreen las relaciones personales, de producción, las relaciones con lo estatal, en las cuales vincularse con el Estado no significa estar en el Estado y tampoco afuera.

Hay formas que les permiten mantener cierta autonomía para ir construyendo su propios proyectos pedagógicos-políticos, y no que el Estado determine sí o sí lo que sucede. Eso es interesante, no solo desde lo personal, sino también desde estas relaciones a nivel más macro que hablen de nuevas relaciones en las experiencias educativas.

De las experiencias e historias educativas presentadas en la película, ¿cuál te llamó más atención y por qué? ¿Nos podrías compartir un poco respecto a esta experiencia?

Martín Ferrari – El documental muestra siete y filmamos 15, pero hay muchas experiencias más que nos contactaron y no logramos filmar. Para mí el desafío es que todas estas experiencias hoy sean parte de esta educación en movimiento y por eso esta es una invitación para que muchas personas tomen en sus manos celulares, cámaras, micrófonos y las logremos sistematizar.

Cada una de las experiencias en el documental tiene algo que llama la atención, desde la educación más vinculada a la lucha por la tierra. Es muy fuerte atravesar este movimiento y que este movimiento te atraviese, viendo cómo tienen no solo una escuela, sino que esa escuela es parte de un proyecto integral de una organización, donde lo educativo no se agota en esta escuela. Las y los integrantes de esta iniciativa aprenden en todos lados. La escuela es un espacio más, parte de un proyecto educativo, de un movimiento,

“Así como hablamos de la tierra, del feminismo, también podríamos hablar de una educación vinculada con las problemáticas del territorio. Es donde está la escuela de Mocase. Muchos dicen “esto solo se puede pasar en los movimientos campesinos”, pero no, en los centros urbanos también. ¿Cuáles son las problemáticas de los contextos urbanos?”

Otra de las experiencias es una escuela de mujeres. Pero ¿cuántas experiencias hoy podríamos retratar que asumen la construcción de una propuesta pedagógica feminista? Elegimos esta como para reflejar ese tipo de experiencia. Está la experiencia Mujeres de Frente en Ecuador, pero ¿cuáles más podrían ser?

Así como hablamos de la tierra, del feminismo, también podríamos hablar de una educación vinculada con las problemáticas del territorio. Es donde está la escuela de Mocase. Muchos dicen “esto solo se puede pasar en los movimientos campesinos”, pero no, en los centros urbanos también. ¿Cuáles son las problemáticas de los contextos urbanos?

Nos llamaron la atención los bachilleratos populares y allí un signo de admiración: no hay otra experiencia que hemos conocido en lo largo y ancho de Latinoamérica que esté en los contextos urbanos construyendo una experiencia de educación liberadora, que ya tenga un desarrollo de más de una década. Hay en contextos campesinos, pero en los contextos urbanos, vemos que es una experiencia para mirar e investigar con atención.

Fuente de la reseña: https://redclade.org/noticias/educacion-en-movimiento-la-importancia-de-recuperar-el-sentido-politico-de-la-educacion/

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Libro: ¿Qué nos dicen? ¿Qué vemos? ¿Qué es… pobreza?: Análisis crítico de los medios

Autor (es): Pardo Abril, Neyla Graciela
Tipo:Libro

Editor:Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá

Fecha:2008

Idioma:spa

Resumen:En Colombia los estudios del discurso son hay día la nota dominante en materia de lenguaje en el ambiente académico -con un cierto detrimento, hay que decirlo de la formación en lingüística general-. El Capitulo colombiano de la mencionada Asociación Latinoamericana viene realizando con gran éxito coloquios nacionales sobre la problemática discursiva y las ponencias presentadas en el tercera de ellos (Medellín, 2004) fueron recogidas en el volumen Estudios del discurso en Colombia, editado por Luis Alfonso Ramirez Pefia y Gladis Lucia Acosta Valencia. Con el título de ¿Qué nos dicen? ,¿Qué vemos? ¿Qué es … pobreza? La autora nos ofrece una investigación que aplica los principios teóricos y metodológicos del análisis crítico del discurso expuestos en el primero de sus libros recientes al principal problema que padece nuestro país. En nuestra opinión se alcanzó con notable éxito la difícil y espinosa tarea. Los estudios discursivos y la ciencia social tienen ahora una valiosa y realista imagen de la pobreza, enfocada desde el prisma del análisis crítico y tal como la representa la prensa colombiana.

Descargar en: http://koha.cenamec.gob.ve/cgi-bin/koha/opac-retrieve-file.pl?id=5d3faf4432e580b56346647589c1ec67

Fuente: http://bibliotecadigital.cenamec.gob.ve/index.php/que-nos-dicen-que-vemos-que-es-pobreza-analisis-critico-de-los-medios/

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Paro general: ¿hay clases mañana en la ciudad?

Por: La Nación. 

 

 ¿Dijeron algo de si hay clases o no mañana? ¿Alguna sabe?», preguntó una de las madres en el chat de 4° A de la Nueva Escuela Argentina 2000, un colegio privado en Belgrano. «Creo que van a mandar la misma nota de siempre en estos casos», respondió otra al instante. La tercera, directamente, reenvió la nota en cuestión, que informaba que la escuela estará abierta, que las actividades serán las habituales aunque todo dependerá de la cantidad de personal que pueda llegar al colegio. «Está previsto que la mayoría del transporte público funcione», decía el comunicado.

En rigor, todas las líneas de subte, el ramal Sarmiento del ferrocarril y 75 líneas de colectivos anticiparon la adhesión al paro general convocado por Hugo Moyano y las CTA.

Será una jornada atípica, y aunque la mayoría de los colegios estará abierto no podrán garantizar la asistencia tanto del personal administrativo como los docentes. Como informó el equipo directivo del colegio Puerta Abierta, en el barrio de Monte Castro: «El personal docente tendrá afectada su asistencia por falta de transporte. Las combis escolares no circularán por razones de seguridad. El personal de limpieza tampoco asistirá. Y no habrá servicio de comedor».

Desde el Ministerio de Educación porteño respondieron a LA NACION que las clases en las escuelas públicas se dictarán con normalidad. «Hasta el momento, de los 16 gremios docentes el único que se adhiere es UTE [Unión de Trabajadores de la Educación]. En principio, hay clases como siempre», dijo un vocero de la dependencia oficial.

Las hijas de Florencia Baner van al colegio Lenguas Vivas. Si bien no recibió ninguna notificación hasta el momento, decidió no mandarlas a la escuela mañana. «A la zona donde está la escuela [en Carlos Pellegrini y Libertador, en Retiro] siempre es un caos llegar. Tampoco será un día normal de clases -argumentó-. La logística se complica, pero ya veré con quién se quedan en casa».

Sin pruebas ni comedor

Los padres de la mayoría de los colegios privados de la ciudad hoy recibieron una nota vía cuaderno de comunicaciones, donde se informaba -con alguna variación como la reprogramación de las pruebas o la suspensión del servicio de comedor- que la escuela abrirá las puertas.

«Mandaron nota en la que no garantizan el normal funcionamiento, que igual hay clases pero que si no van todos los docentes armarán otras actividades para los chicos», contó Luciana Vacca, que tiene tres hijos y vive en Palermo.

«Mati va; Beni, no; Biancu, sí; Juan, sí; Sofi, no», se lee en el chat de 6° grado B, del grupo de padres de la Nueva Escuela Argentina 2000. «Acá están metiendo presión para no ir. Veremos cómo viene el conteo», vaticinaba una de las madres.

En otros casos, como en la escuela pública primaria Petronila Rodríguez, de Parque Chas, se les informó a los padres que no habrá clases. Lo mismo sucedió en varios de los jardines maternales tanto de gestión estatal como privados. «No tienen clases. Ya estoy apalabrando a mi suegra, a ver si se puede quedar con su nieto», ruega Mariana Montes, que es odontóloga y mañana, dice, tiene que atender en su consultorio.

«Chicas, ¿qué hacen mañana con sus niños, los mandan?», quiso saber la mamá de Pedro. «En casa hay piquete», respondió, casi por vencida, la mamá de Max, que manda a sus tres hijos a un colegio privado en Belgrano. «Yo tengo que trabajar. Mañana, aunque chillen, van todos a la escuela», sentenció Laura Márquez, y dio por terminada la cuestión.

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“Our Planet”: la nueva serie de Netflix que tus estudiantes TIENEN que ver

Por: Camila Londoño. 

Además de ser un recorrido maravilloso y conmovedor por el planeta Tierra, esta nueva serie documental ofrece increíbles recursos para jóvenes y profesores.

Desde las profundidades del mar y los rincones más ocultos de la selva, hasta las remotas regiones polares… Our Planet (Nuestro Planeta), la nueva serie documental de Netflix, WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) y Silverback, hace un minucioso recorrido a lo largo y ancho de nuestra Tierra. En ocho impresionantes capítulos, la producción invita a descubrir de qué manera el planeta está conectado y cómo nuestras acciones pueden afectar dichas conexiones.

Además de ser majestuosa en términos fotográficos, la serie es conmovedora y se centra en una reflexión importante acerca de las maravillas naturales, las especies y la vida silvestre que prevalece en el mundo y cómo deberíamos proteger todo eso que aún conservamos. Todos somos parte de este asombroso planeta, pero estamos llevando a cabo acciones que lo están cambiando como nunca antes… Bajo esta problemática, Our Planet invita a grandes y a chicos a reconocer y valorar este gran hogar del cual todos somos parte.

“No puede haber mejor legado que darles a los jóvenes las herramientas que necesitan para salvar el planeta”, dice Sir David Attenborough, científico británico y narrador de la nueva serie.

Bajo esta mirada, además de los ocho capítulos que están disponibles en Netflix, Our Planet tiene un sitio web con recursos que permiten seguir recorriendo la Tierra y herramientas para trabajar en las escuelas. Algunas de éstas se encuentran en la sección del sitio “Escuelas y Jóvenes” e incluyen: recursos gratuitos para el aula (primaria y secundaria), guía para educadores, padres y jóvenes, videos, una aplicación gratuita para identificar la vida silvestre, recorridos ilustrativos por bosques, aguas dulces, alta mar, praderas, costas y selvas, e incluso un espacio de Skype para conectarse con expertos y aulas de todo el mundo.

Netflix

Las imágenes impresionantes de esta apuesta audiovisual son la puerta de entrada a una serie de reflexiones que deberían ser prioritarias en el aula.

Los jóvenes, más que nunca, necesitan hacer un recorrido como este… un viaje en primer plano a lo largo y ancho de la Tierra y a través de los rincones más recónditos e impresionantes de este imponente planeta. Sólo así ellos podrán dimensionar lo que tenemos, lo que estamos perdiendo y lo que deberíamos proteger por siempre. Entonces, si tus estudiantes utilizan día y noche Netflix, invítalos a viajar por nuestro planeta a través de esta serie maravillosa, conquístalos con las escenas de este documental y luego lleva los recursos que ofrece Our Planet a tu sala de clase.

Fuente de la reseña: https://eligeeducar.cl/our-planet-la-nueva-serie-de-netflix-que-tus-estudiantes-tienen-que-ver

 

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Žižek vs Peterson: debate subtitulado en español

Por: colectivoratio.

 

¿El debate del siglo? No lo sabemos, pero sin duda expresa mucho de nuestra época…

Este debate fue proclamado como «el debate del siglo» antes de que siquiera ocurriese. La expectativa fue alta, y durante su transmisión en vivo tuvo millones de espectadores de alrededor del mundo, esperando ver quien daba el knock out: el filósofo esloveno Slavoj Žižek, o el psicólogo canadiense Jordan B Peterson.

El tema fue “La felicidad: capitalismo vs marxismo”. Esperando enfrentar argumentos marxistas, Peterson preparó un primer ataque, cuyo hilo central fue un argumento contra el Manifiesto Comunista. Mientras que, por su parte, Žižek preparó una participación en la cual intentó clarificar los principales conceptos del debate, esto es: la felicidad, el capitalismo y el marxismo, usando el paradigma chino como primer ejemplo, pero entrando pronto por otros vericuetos argumentativos en su (podríamos decir) ya tradicional manera. El resto fueron rounds donde, a juzgar por los aplausos, quien salía victorioso era Žižek.

Este debate es un hecho insólito, pues los debates entre las figuras más destacadas de la izquierda y derecha no suelen ser muy comunes. Es un debate que siempre ha estado ahí, pero que rara vez se digna presentarse de forma tan pública y formal. Además, el enfrentamiento se da en un momento en que los valores políticos contemporáneos (democracia, tolerancia y neoliberalismo) se encuentran en crisis, ya que los principales referentes de la derecha y la izquierda contemporáneas, el neoliberalismo y el populismo (de izquierda), se han batido en una extraña retirada que no acaba de ser definitiva.

Por eso es importante ver este debate, ya que es sintomático de nuestra época. Y eso con todo el peso que ello implica, sobre todo en términos de lo que significa (de «bueno y de malo») para quienes asumimos una militancia o activismo político. Porque, por supuesto, nosotros esperaríamos que estos debates se multiplicaran: que fuesen constantes, a veces hasta espontáneos, y que fuesen también entre una gama más amplia de intelectuales, filósofos, políticos, y demás (and so on). El problema es que, ni hemos conquistado los espacios mediáticos para ello, ni gozamos de demasiadas figuras que puedan representarnos o, por lo menos, que puedan abrir una brecha en la cual podamos disputar nosotros mismos tal representación.

Como sea, es por la importancia histórica de este debate que lo difundimos aquí subtitulado al español (un heroico trabajo realizado no por nosotros, sino por Bloghemia, grandes difusores de libros y videos gratuitos).

 

Žižek vs Peterson, primera parte

 

Žižek vs Peterson, segunda parte

Fuente de la reseña: https://www.colectivoratio.com/single-post/debate-zizek-peterson-subtitulado-espanol

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México: Un millón de jóvenes han logrado estudiar en la UNAM gratuitamente, gracias a la Huelga del CGH

Por: Gilberto Enrique Ramírez Toledano.

Se habían llevado todo lo que querían, teléfonos, ferrocarriles, televisión, y mil empresas públicas más… ahora querían la educación. En febrero de 1999, bajo el mandato directo del Banco Mundial, el FMI y la OCDE, el gobierno mexicano y la rectoría emprendieron la ofensiva: modificar el reglamento general de pagos para establecer cuotas por inscripción.

Nadie había podido detenerlos, el pueblo de México y su movimiento social había sufrido un innumerable cúmulo de derrotas, que con contadas y honrosas excepciones, no lograba poner freno a la ola privatizadora en nuestro país. Y como cereza del pastel, teníamos un recién creado Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), que sustituía e institucionalizaba el rescate banquero conocido como FOBAPROA, con un multimillonario desvío de recursos públicos a los banqueros del país, principalmente extranjeros, que aun hoy seguimos pagando los mexicanos.

A los estudiantes de entonces, los llamaban “la generación x”, pues se argumentaba que ya no tenían más compromiso social, ni interés por la política o por cambiar al mundo. La “generación x” era el producto mejor acabado del neoliberalismo, son jóvenes individualistas, egoístas, que según las cuentas de la oligarquía no opondrían mayor resistencia frente a los planes de elitización y privatización de la máxima casa de estudios. Entonces llegó la explosiva, masiva, irreventente y tenaz huelga del CGH, que los paró en seco y les puso, por fin, un alto.

No pasaría ni un mes del anuncio del rector, para que la UNAM estuviera incendiada, de punta a punta, de discusiones, asambleas, propaganda, debates en los salones de clases, paros escalonados, llamados a diálogo. Toda esta efervescencia anunciaba una batalla de grandes dimensiones en defensa de la educación como un derecho.

La huelga del CGH estalló dos meses después del anuncio del rector, y un mes después de la imposición del nuevo reglamento general de pagos. Duró casi 10 meses, se enfrentó al poder mediático, y a todo el aparato de Estado dispuesto a aplastar la resistencia estudiantil, y sólo pudo terminar con la intervención de la policía militar (la recién creada Policía Federal Preventiva), invadiendo todos los colegios y facultades de la Universidad, con el encarcelamiento de mil estudiantes huelguistas.

¿Qué pasó? ¿De dónde vino tanta indignación, tanto compromiso de la juventud mexicana? ¿Qué salió mal en los cálculos del gobierno?

Así comenzó todo.

El 11 de febrero de 1999, el entonces rector de la universidad, Francisco Barnés de Castro (de extracción priísta, aunque luego trabajó como subsecretario de energía en el gobierno panista de Felipe Calderón, encargado de la entrega de la electricidad al capital privado) presentó un documento público, donde anunciaba la intención de modificación del Reglamento General de Pagos de la UNAM, bajo el pretexto de que todos debíamos “apoyar a la universidad” y ser una “sociedad solidaria”, frente a la falta de recursos públicos que imponía la necesidad de “ampliar y diversificar las fuentes de financiamiento”, empezando por aumentar las cuotas a los estudiantes.

Dicho documento se publicó en la Gaceta UNAM 4 días después, el 15 de febrero de 1999. Ahí, se dejaba claro que el primero de los “5 principios” en que se basaba la reforma, establecería lo siguiente: “las nuevas colegiaturas semestrales se aplicarán a los alumnos que ingresen a la UNAM, a partir del próximo agosto de 1999”. En otras palabras tu no te preocupes, no la hagas de emoción, ¡no protestes!, las cuotas serán para los demás, no para ti. Con ello, las autoridades pretendían corromper la conciencia de los estudiantes, apelar a su individualismo y egoísmo, que suponían permearía y evitaría el conflicto. No fue así.

De inmediato, algunas escuelas comenzaron la discusión. Tradicionalmente, escuelas como la Facultad de Ciencias, la Facultad de Economía, la de Filosofía y Letras, Ciencias Políticas y Sociales, así como escuelas del bachillerato universitario como el CCH Oriente y otros, tienen más tradición de lucha, de discusión política, y esta vez no fue la excepción. En menos de 4 días, la asamblea de la Facultad de Ciencias emitió un pronunciamiento público, llamando a todos los universitarios a organizarse e impedir el aumento de cuotas. Dicho documento circuló rápidamente, era leído en distintas asambleas, pegado en las puertas de los salones de muchas escuelas, colegios y facultades de la UNAM. En este documento se decía con claridad: “Que nadie se engañe. No se trata de apoyar a tu universidad. Se trata de apoyar a tugobierno, a tus banqueros, a tus grandes empresarios de dentro y fuera del país”, se alertaba ya, desde el arranque del movimiento, que las cuotas no eran sino una imposición del gran capital, planteada en documentos del FMI, el Banco Mundial y la OCDE para toda América Latina, y que de ser aprobados los primeros montos de colegiatura (es decir, siendo quebrada la resistencia estudiantil), luego se servirían con la cuchara grande, pues el escrito de la rectoría planteaba unas cuotas de “actualización” de 680 pesos para el bachillerato y 1020 para licenciatura, pero el proyecto real era que poco a poco fueran aumentando hasta que se pagara el costo total de la educación, sin subsidio gubernamental.

Apenas a unos días de lanzada la iniciativa, ya los estudiantes se pronunciaban en aquel documento: “¿cuál es el argumento principal utilizado por el rector Barnés? Que quienes  pueden pagar, deben pagar… Y una vez lanzada su «propuesta», esto constituye el «banderazo» para que toda la cargada de reporteros y comentaristas de radio y televisión se lancen en cruzada contra la población levantando la espada de «la equidad», «la justicia» de que quienes tienen, paguen, que no se puede seguir subsidiando a jóvenes que llegan en carro a sus clases, etc. El sentido de la campaña, como en las anteriores ocasiones que se ha tratado de dar marcha atrás a la gratuidad de la educación pública, es inmediato: se trata de convencer a la población de la «elemental justicia» de tal medida, es decir, se trata de aislar de la sociedad a los estudiantes ante su esperada respuesta. Se trata incluso de hacer sentir culpables a los estudiantes por el hecho de no cooperar con su universidad”.

Se llamó así a una primera Asamblea Universitaria, y para organizarla a una Reunión Amplia en el auditorio Narciso Basolss de la Facultad de Economía. Para sorpresa de todos, en la “reunión amplia” del 19 de febrero se expresó un hervidero de iniciativas, de propuestas, de pronunciamientos de escuelas. Ahí, más de 600 estudiantes (según relata la prensa de entonces, por lo cual seguramente eran más), de 29 escuelas, comenzaron a hacer crecer la bolita de nieve. Desde entonces, ya se veía que escuelas como la Prepa 2, o la Facultad de Derecho, serían de las más difíciles de convencer y organizar, al estar encabezadas por Directores-Porros, llenos de golpeadores y provocadores, que impedían cualquier discusión de los estudiantes de base. Los resolutivos de la reunión fueron: convocar a la primera “magna asamblea universitaria” el 24 de febrero en el auditorio Che Guevara (por entonces muy emblemática del movimiento estudiantil, antes de caer en la difícil situación en que hoy se encuentra); llamar a la primera marcha de antorchas por la gratuidad, el jueves 25 de febrero a las 5 pm, del Monumento a Álvaro Obregón a Ciudad Universitaria; convocar a asambleas urgentemente en todas las escuelas y facultades de la UNAM, con la propuesta de hacer un primer día de paro general. Y por último, se llamó a estar atentos del día en que se reuniera el Consejo Universitario para aprobar el nuevo reglamento general de pagos, para tomar acciones urgentes.

La primera asamblea universitaria, así como la marcha de antorchas, resultaron gigantescas. Por decir un dato, a la movilización, sólo del CCH Oriente, salieron más de 24 camiones llenos de estudiantes, hasta encima de los techos. Fue una muestra de la inmensa indignación que provocó el anuncio del rector, pero no sólo eso, también de la disposición de lucha de decenas de miles de jóvenes, por impedir que ahora se les arrancara de las manos lo poco que tenían, la educación.

Por su parte, las autoridades estaban empeñadas en imponer su reforma, era el mandato, y se dispuso todo para hacerlo valer. El gobierno estaba listo, los medios de comunicación lo mismo, no se podían echar para atrás.

La imposición del nuevo RGP, multiplicó la decisión de lucha.

Así, llegó el día de la imposición de las modificaciones al reglamento general de pagos, el 15 de marzo de 1999. Ya se habían dado algunos días de paro en la Universidad, la discusión política estudiantil se había esparcido y profundizado, la convicción era más y más a cada día, pero ocurrió algo que multiplicó la indignación y la rabia de los estudiantes: el Consejo Universitario se reunió a escondidas, en una sede extrauniversitaria como es el Instituto de Cardiología en la zona de hospitales de Tlalpan, en la Ciudad de México, y en menos de tres minutos aprobó los cambios. En la sesión sólo hubo 3 votos de estudiantes a favor, con eso les bastó para imponerle una educación de paga a cientos de miles de alumnos universitarios.

Un día antes, el 14 de marzo, los estudiantes se concentraron en la explanada de rectoría, pues en la torre es donde usualmente sesionaba el Consejo Universitario. Se procedió al bloqueó de todos los accesos, la reunión de las autoridades no debía darse. Desde antes de amanecer el 15 de marzo, después de una noche fría de guardia y de plantón, diferentes brigadas se movilizaron a todos y cada uno de los puntos donde se rumoraba había consejeros universitarios dispuestos a trasladarse al lugar secreto donde realizarían la sesión. En el Estadio Azteca, se vio a unos consejeros y de inmediato salió una brigada de estudiantes para ir a su encuentro, en el estacionamiento del estadio, los “representantes” universitarios subieron a unos autobuses que los trasladarían a la reunión, y los estudiantes se tiraron a las ruedas para impedir su avance. Así, toda la mañana fue una guerra para impedir que finalmente se realizara la sesión del Consejo.

Mario Benítez, profesor de la Facultad de Economía y entonces estudiante de posgrado, vio cerca de CU a Brígido Navarrete, jefe de los cuerpos de seguridad y represión en la Universidad, que seguro se dirigiría al lugar de reunión de los consejeros. El profesor, subido en su vocho, persiguió a Brígido sobre periférico hasta llegar al Instituto de Cardiología, donde cuerpos de granaderos custodiaban el lugar. Se descubrió así el sitio secreto y se informó de inmediato a los estudiantes. Una gran marcha se dirigió en el acto a lugar, pero tardaría en llegar, lo cual fue aprovechado por las autoridades para hacer fast track su reunión, levantar los dedos e imponer el reglamento modificado, lo cual costaría mucho a la Universidad, generaría la huelga más larga en su historia, cientos de presos políticos, dos estudiantes asesinados, pero sobre todo provocaría una explosión juvenil que se extendió en toda la Ciudad de México, y aun más allá. La chispa empezó a incendiar la pradera, el pastito estaba bastante seco después de tanta ineptitud política de Barnés, de tantos engaños, despotismo y represión.

Los estudiantes, en lugar de sentirse derrotados, se sintieron retados, indignados. El regreso de Cardiología a la UNAM fue una muestra de que lo que estaba por ocurrir. El argumento de “palo dado ni dios lo quita”, “reforma aprobada, resistencia derrotada”, no surtió efecto. Hasta en las escuelas de mayor dificultar para la lucha estudiantil, como Veterinaria, Ingeniería, Química, Derecho, Prepa 2, etc., las asambleas comenzaron a crecer, las brigadas se multiplicaron, no hubo estudiante que pudiera permanecer al margen de la discusión. A algunos les parecían bien las cuotas, eran convencidos por la campaña mediática de “no seas egoísta, apoya a tu universidad”, “gastas más en un cigarro o en una torta que en tu educación”, pero no era así en general.

Entre el 15 de marzo y el 20 de abril, se desarrollaron diversas actividades de resistencia. Para un conjunto de estudiantes, el objetivo era convencer y presionar a las autoridades, para que aceptaran su error. Ahí estaban representantes del antiguo CEU Histórico, que ahora eran parte del PRD-Universidad. Pero para la mayoría estudiantil, las acciones debían ser encaminadas para preparar la inevitable Huelga, vista como el último recurso del movimiento estudiantil, sin la cual sería imposible echar abajo la imposición.

Ya veremos cómo estalló la huelga, cómo fue su desarrollo y sus resultados, pero adelantamos una cosa: más de un millón de estudiantes, desde 1999 han logrado estudiar, gratuitamente en la UNAM. Es un dato maravilloso, muestra patente de la victoria del movimiento estudiantil. Con datos de 2016, al bachillerato de la UNAM, es decir, Prepas y CCH’s, ingresaron 36 mil jóvenes mediante el injusto examen estandarizado de selección, a estos, se suman los 12 mil que ingresaron a la licenciatura en alguno de los dos procesos de selección. Así, sin contar a los más de 30 mil estudiantes que ingresan a licenciatura por pase reglamentado (es decir, que provienen de la misma UNAM, que ya hicieron examen, que fueron repetidas veces evaluados por la misma institución y que sólo pasan al siguiente nivel), a la máxima casa de estudios entraron 48 mil estudiantes nuevos. Si esos 48 mil, los multiplicamos por 20 años, tenemos que 960 mil jóvenes han sido alumnos de nuevo ingreso en la Universidad. La matrícula no ha sido la misma todos los años, ha ido creciendo moderadamente. Pero si a esto le sumamos los miles de alumnos que han ingresado a los diferentes posgrados, a iniciación universitaria, etc., es muy probable que al menos UN MILLÓN de alumnos han logrado estudiar, gratuitamente en la UNAM, gracias al CGH.

Por eso hoy decimos, a 20 años: gracias CGH, gracias generación de 1999-2000, gracias por tanto esfuerzo, por tanta entrega, por tanta terquedad…

* Algunos de los elementos aquí narrados, son extraídos de las sesiones de conversación sobre la Huelga del CGH, desarrolladas en la Facultad de Ciencias desde febrero de 2019. Algunos materiales de esas sesiones los puedes encontrar en redes sociales, en #ConversandoSobreLaHuelga y #CGHa20Años.

Fuente de la reseña: http://sinpermiso.info/textos/mexico-un-millon-de-jovenes-han-logrado-estudiar-en-la-unam-gratuitamente-gracias-a-la-huelga-del

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