América del Sur/ Chile/ 29 octubre 2016/ Fuente: El Ciudadano.
La lucha por una educación al servicio de las necesidades del país, por la profundización de la democracia, y el impulso de la cultura han sido rasgos permanentes en la extensa historia de la organización estudiantil. Fundada el 21 de octubre de 1906, en su trayectoria ha sufrido el saqueo de sus locales y el asesinato de sus dirigentes, ha sido ilegalizada, ha contribuido a la caída de dos dictaduras, ha organizado trabajos voluntarios y ha impulsado la lucha por la educación pública, gratuita y de calidad.
Es difícil encontrar alguna organización social que haya marcado de manera constante la historia del país, que la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), fundada exactamente hace 110 años, siendo la asociación estudiantil más antigua del continente. Surgida para defender los derechos y las opiniones de los estudiantes, ha tenido una impronta democrática que siempre ha pugnado por combatir los autoritarismos y por colocar el conocimiento al servicio de las necesidades del país.
Así, en los años ’20 la FECh se opuso a los discursos nacionalistas que buscaban exacerbar el enfrentamiento con Perú en la llamada “Guerra de don Ladislao”, lo que significó sufrir la destrucción de su local a manos de un grupo de jóvenes conservadores e integrantes de las ligas patrióticas, así como la encarcelación y muerte de su primer mártir, el poeta José Domingo Gómez Rojas.
Su lucha contra la dictadura de Ibáñez, la oposición a la llamada “Ley Maldita”, su participación en la “Revolución de la Chaucha” en 1949, su impulso al Comando Nacional contra las Alzas junto a sindicatos obreros y su permanente lucha por la educación, fueron hitos clave en la conformación del movimiento estudiantil chileno, que desde las universidades pugnaba por una sociedad más justa.
Alejandro Rojas, quien presidió la FECh durante tres períodos entre 1970 y 1973, destacó que la organización históricamente ha estado comprometida con la defensa, promoción y profundización de la democracia en el país. “En su ideario, su práctica y sus luchas, lo fundamental ha sido trabajar tanto por la democracia en Chile, como por la oposición contra todas las formas autoritarias de gobierno” junto a otras organizaciones sociales y sindicales, explicó.
Durante el período en que encabezó el organismo estudiantil, el país vivió la Reforma Universitaria de los años ’60, y también el gobierno de la Unidad Popular. La relevancia de la FECh en ese momento quedó clara cuando el presidente Salvador Allende, el 4 de septiembre de 1970, le solicitó a Rojas usar el balcón de la organización para dar su discurso de victoria. Embargado por la emoción Rojas recordó que se encontraba en el local cuando Allende lo llamó por teléfono para pedirle usar las oficinas de la FECh. “El Presidente habló ante una masa plena de energía, la derecha estaba aterrorizada por el asalto de la izquierda a sus barrios pero fue una fiesta llena de alegría y civilidad, porque no hubo ningún desorden, fue simplemente una celebración popular”, expresó Rojas.
Golpe de Estado y reconstrucción de la FECh.
Tras el inicio de la dictadura, la organización estudiantil fue disuelta por la Junta Militar, su personalidad jurídica cancelada y sus dirigentes encarcelados. En un contexto marcado por la intervención de las universidades y la persecución de académicos y estudiantes ligados a la izquierda, el régimen estableció una Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECECh), que no era escogida libremente por los estudiantes.
En 1978 se crearon los Comités de Participación Estudiantil, que buscaron arrebatarle los Centros de Alumnos a la dictadura, y tras diversas movilizaciones y actividades, se logró refundar la histórica FECh en 1984, luego de que se realizara una Asamblea Constituyente que redactó sus estatutos, los que fueron refrendados en un plebiscito, y se realizaran elecciones universales de directiva en el mes de octubre.
Yerko Ljubetic, primer presidente de la organización desde 1973, aseguró que el proceso que culminó en la reconstrucción de la FECh fue posible gracias a múltiples esfuerzos realizados por otros estudiantes durante esos 11 años de dictadura, que fueron generando las condiciones para que se lograra culminar ese proceso democrático.
Consultado por el aporte que significó la lucha estudiantil para la recuperación de la democracia en el país, el ex dirigente aseguró que “en los primeros tiempos fue en el movimiento universitario donde se gestaron y brotaron las primeras señales de rebeldía o resistencia a la dictadura. Esos fueron años de movilización social y política muy decidida, donde logramos recuperar la mayoría de las federaciones del país y contribuimos de manera sustantiva a la posterior caída de la dictadura”.
La FECh y la cultura.
Junto a la política, la otra constante en la historia de la organización estudiantil ha sido la cultura, mediante diferentes iniciativas que han buscado impulsar su democratización, y su desarrollo. Así, en sus orígenes impulsó las Fiestas de la Primavera y los Juegos Florales, en los que los jóvenes Gabriela Mistral y Pablo Neruda recibirían sus primeros reconocimientos literarios.
Además, en su histórica revista “Claridad”, publicada por primera vez el 12 de octubre de 1920, tuvieron un destacado espacio importantes autores de la literatura nacional y mundial como Pablo Neruda, Juan Gandulfo, Manuel Rojas y José Santos González Vera, Pedro Prado, Joaquín Edwards Bello y el venezolano Mariano Picón Salas, entre muchos otros.
Décadas después, en momentos en que la dictadura había disuelto a la FECh, los estudiantes impulsaron la Agrupación Cultural Universitaria (ACU), espacio que junto con reactivar la vida cultural en los campus con publicaciones de literatura y actividades abiertas que impulsaron el “Canto Nuevo”, sirvió también de cobertura para la rearticulación estudiantil y la futura democratización de los Centros de Estudiantes.
Durante los últimos años la cultura ha seguido presente en diversas actividades de extensión impulsados por la FECh, materializadas principalmente en sus Trabajos Voluntarios.
Educación pública, gratuita y de calidad: los estudiantes en el siglo XXI.
Tras el retorno a la democracia el movimiento estudiantil vivió altos y bajos. Cumplida la misión de derribar la dictadura, el financiamiento y la democratización de las universidades fueron las grandes luchas de los jóvenes, siendo emblemáticas las movilizaciones del año 1997 que culminaron con un Encuentro Universitario y con la creación de una Comisión de Proyecto Institucional y en la posterior creación del Senado Universitario.
Tras esta lucha la FECh se enfocó en el financiamiento oponiéndose al Crédito con Aval del Estado, y posteriormente, protagonizaría el gran estallido del año 2011 bajo la consigna de una educación pública, gratuita y de calidad, lucha que mantienen hasta el día de hoy participando en movilizaciones y defendiendo sus propuestas ante el Congreso Nacional.
Recordando ese proceso la hoy diputada de la República, Camila Vallejo, quien encabezara el organismo estudiantil hace cinco años atrás, valoró el rol que ha jugado la federación en la historia del país en la defensa de la democracia, de la cultura, de la paz y la libertad de expresión “incidiendo en las políticas públicas e incluso en la construcción de programas de gobierno en distintos momentos de la historia”.
Junto con ello, Vallejo recordó que en las movilizaciones del 2011 fueron miles de jóvenes los que junto a la FECh lograron marcar la agenda pública e instalar en el debate público “la necesidad de avanzar hacia una reforma que entendiera la educación como un derecho y no como un bien de consumo”, y aseguró que resulta indispensable que el movimiento estudiantil continúe cumpliendo ese papel en Chile.
Consultada por los desafíos que enfrenta la Federación, su actual presidenta, Camila Rojas, expresó que el organismo que encabeza ha sido motor de cambios indispensables en el país a lo largo de su historia, de mano de la organización y movilización de los jóvenes.
“La experiencia de lucha que ha acumulado la FECh es útil para todas las organizaciones sociales del país, y las que nazcan en el futuro. 110 años de historia deben motivarnos a nosotros y a los futuros estudiantes a seguir organizados, debatiendo, y movilizándonos con la fuerza necesaria para cambiar Chile”, destacó Rojas.
Fuente: http://www.elciudadano.cl/2016/10/28/335394/los-110-anos-de-la-federacion-de-estudiantes-de-la-u-de-chile/