México| El paradero de nuestros hijos no está esclarecido: familiares de normalistas

Texto: Kau Sirenio*

Fotos: Alexis Iván de la Cruz


Los familiares de los 43 normalistas reconocen que el informe presentado es relevante y tienen elementos positivos; sin embargo, exigen pruebas científicas del destino de sus hijos. 

La lluvia se soltó y las normalistas gritaron al unísono: “Ni la lluvia ni el viento detendrán el movimiento”. El corazón político y económico del país retumbó con el pase de lista de los 43 estudiantes detenidos y desaparecidos el 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero por el Estado mexicano.

No es la primera vez que caminan bajo la lluvia para buscar a los 43 normalistas desparecidos el 26 de septiembre en Iguala, Guerrero. Desde hace 95 meses recorren montañas, ríos y ciudades, sin éxito, las instituciones del Estado mexicano le ha mentido, pero no han claudicado.

De ahí, que la señora Hilda Leguideño Vargas, en voz de los padres fijara posicionamiento sobre el informe que presentó el presidente de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa (Covaj), Alejandro Encinas Rodríguez el jueves 17 de este mes.

“No podemos claudicar en la lucha hasta no tener prueba plena que indique su paradero. Será doloroso para nuestras familias saber de su destino sobre todo sin vida, pero si nos dan prueba objetiva, científica e indubitable, nos iremos a casa a llorarle y vivir nuestro duelo. A la fecha estas pruebas no las tenemos, por lo tanto, nuestra exigencia y lucha siguen” dijo la madre de uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

La marcha de los padres de los 43 normalistas desaparecidos por la Fuerzas Armadas de México, inició   casi a las cinco de la tarde en el monumento del Ángel de la Independencia. A la cabeza iban los padres y madres de los estudiantes; le siguen los alumnos de primer grado de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, luego las organizaciones sociales.

Después de que pasaron frente a la bolsa de valores, sopló aire fresco acompañado de la lluvia, así que la marcha se detuvo por un rato para que los papás de los normalistas se enfundaran de impermeable, mientras que los demás se empaparon.

Los tortugos acompañan a la marcha con las consignas que acuñaron en las manifestaciones en Guerrero: “Ahora ahora, se hace indispensable, presentación con vida y castigo a los culpables”. Cada paso que dan sobre el cemento de Reforma extraen del repertorio otro pedazo del movimiento. “Gobierno maldito, asesinar es un delito”.

La marcha se detuvo en el antimonumento de los 43 normalistas para pasar, la señora Cristiana Bautista madre de Benjamín Ascencio Bautista pasó lista de los muchachos que salieron de la instalación del internado de Ayotzinapa hace siete años y once meses tomar autobuses para trasladar a sus compañero a la Ciudad de México a la marcha nacional en el marco del 48 aniversario luctuoso del 2 de octubre en la plaza de las tres culturas de Tlatelolco, pero no han regresado.

Después del pase de lista el contingente retomó la marcha hacia Hemiciclo a Juárez, ahí la señora Hilda Leguideño madre de Jorge Antonio Tizapa Leguideño leyó el documento que resume el sentir de los padres y madres de los 43 muchachos desaparecidos por el Estado mexicano.

Con voz pausada empezó a leer: “Las madres y padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa saludamos a todas las organizaciones sociales y personas que de muy diversas formas han acompañado la exigencia de presentación con vida de nuestros hijos. A casi ocho años hemos sufrido tragos amargos y llorado lágrimas de sangre por la desaparición de nuestros hijos. La oscuridad continúa, el alba no aparece y el horizonte. Es como si el tiempo se hubiese detenido esa noche lluviosa y oscura del 26 de septiembre”.

Hizo un silencio, luego retomó la lectura para los puntos centrales del posicionamiento: “El día 17 de los corrientes el presidente de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa presentó un informe. Para nosotros es relevante y tienen elementos positivos que ayudarán al conocimiento de la verdad y a obtener justicia”.

Luego señaló los cuatro puntos centrales del posicionamiento: “1.- El reconocimiento de los hechos acontecidos el 26 de septiembre es un Crimen de Estado es significativo ya que evidencia que diversas entidades estatales participaron en la desaparición de nuestros hijos y que deberán ser investigadas y sancionadas.

“2.- La participación de autoridades de por lo menos cuatro municipios aledaños a Iguala, policía federal y elementos de 27 y 48 Batallón de Infantería, así como la 35 zona militar;

3.- Los hechos de Ayotzinapa fueron complejos. Se desarrollaron en varios lugares por lo que fue una agresión de gran magnitud que implicó la participación de diversas corporaciones estatales y grupos delictivos que les permitieron controlar y dirigir la agresión criminal y cobarde contra nuestros hijos.

“4.- El paradero y el destino de nuestros hijos no está esclarecido, existe prueba técnica que debe ser estudiada y analizada bajo el más alto rigor científico que esté consolidada y pueda sostener la afirmación del gobierno. Las madres y padres necesitamos prueba científica indubitable del destino de nuestros hijos. No podemos irnos a casa con indicios preliminares que no aclaran a cabalidad donde están y qué pasó con ellos”.

La madre de Jorge Antonio Tizapa dijo que la detención y vinculación a proceso de Jesús Murillo Karam representa un avance en el camino del acceso a la justicia: “Hoy el juez que tramita el caso nos da la razón. Murillo Karam condujo una investigación turbia, irregular, plagada de tortura, de manipulación de pruebas, construyendo así una mentira que impidió saber el paradero de nuestros hijos”.

Después de la lectura del posicionamiento de los 43 normalistas de Ayotzinapa, organizaciones de derechos humanos que acompañan a los padres de los estudiantes desaparecidos en Iguala el 26 de septiembre, fijaron postura.

“El día de hoy, los padres y las madres de los normalistas desaparecidos fijaron posición sobre los recientes acontecimientos relacionados con el caso, durante su marcha en la Ciudad de México con la que desde hace 95 meses exigen justicia y verdad. Las organizaciones de derechos humanos que les hemos acompañado estos años respaldamos su posicionamiento” se lee en el texto.

El comunicado aclara: “Respecto del Informe elaborado y presentado por el Presidente de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa (Covaj), los padres y las madres subrayaron que al calificar el caso como “crimen de Estado” y señalar responsabilidades en los tres niveles de gobierno -incluyendo a elementos del 27 Batallón de Infantería, en el ámbito federal- el reporte da la razón a lo que señalaron desde el principio de su lucha hace 8 años, con el añadido de que hoy es la propia administración pública federal en sus más altos niveles -y no sólo los familiares, las organizaciones, las instancias internacionales o los tribunales- quienes así lo aceptan”.

Agrega: “En cuanto a las hipótesis sobre paradero que surgen de dicho Informe, subrayamos que las familias han reiterado que su lucha ha sido por la verdad, por dolorosa que sea, siempre sobre la base de que ésta se acredite de la manera más técnica y científica posible. Por ello, les abrazamos en su incertidumbre y dolor”.

La postura de organizaciones de Derechos dice que comparte la preocupación de los padres y de las madres por las menciones efectuadas en el Informe sobre los obstáculos que, ya en esta administración, se han enfrentado en el esfuerzo de esclarecimiento, especialmente respecto de la Fiscalía General de la República (FGR) y el Ejército.

En la conferencia matutina, el presidente de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa, Alejandro Encinas Rodríguez, confirmó el contenido del informe que se presentó el jueves 17 de agosto: “Este informe es el resultado de un proceso de investigación y de análisis técnico y científico, pero sí, también hay un contenido político, pues esclarecer un crimen de Estado es un asunto que hemos encarado con convicción y voluntad política”.

Después de la lectura del posicionamiento de los padres de los normalistas, activistas de derechos humanos, organizaciones sociales y estudiante entonaron el himno Venceremos y cerraron: “Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos.


Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.

Fuente de la información e imagen: Pie de Página


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OPINIÓN | 70 meses: “como si hubiera sido ayer”

Por: Tlachinollan

 

A don Facundo Hernández,

aguerrido luchador del CECOP.

Con su acero en la mano peleo con ahínco contra la presa La Parota,

y tomó los pozos de Salsipuedes para desafiar

del gobierno municipal de Acapulco.

A Rufino Gómez, ex coordinador de la CRAC- PC de Zitlatepec,

defensor comunitario del pueblo Na’Savi,

que exigió la presentación con vida de Arnulfo Cerón

y acompañó a las familias de los 3 principales

desaparecidos de Tierra Blanca, Cochoapa el Grande.

Para don Clemente Rodríguez, papá de Cristian, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de la normal de Ayotzinapa, la noticia que recibió en su domicilio, por parte del subsecretario de derechos humanos, Alejandro Encinas y Omar Gómez, titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa, fue un duro golpe en su corazón. Con la sencillez y la franqueza que le caracterizan, escuchó junto con su esposa, doña Luz María Telumbre, la información que le proporcionaron con mucho detalle y cuidado las autoridades federales y la experta del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Les explicaron sobre el hallazgo de restos óseos que encontraron en la Barranca de la Carnicería, municipio de Cocula. Les comentaron que trasladaron estas piezas al laboratorio de la universidad de Innsbruck, que después de un riguroso análisis, encontró coincidencia genética en uno de los restos que corresponde a su hijo Cristian Alfonso Rodríguez Telumbre. Para la familia, estos datos científicos son sumamente dolorosos y muy difíciles de asimilar. A pesar de la evidencia empírica, el sentimiento amoroso que profesan por Cristian se impone por encima de la razón. Toda su energía centrada en la búsqueda con vida, impide vislumbrar la posibilidad de un desenlace fatal.

Don Clemente Rodríguez Moreno, es hijo de don Alfonso Rodríguez Cortés y Cristina Moreno Hernández, originarios de Tepozcuahutla, municipio de Chilapa. La situación de pobreza que enfrentaron los llevo a vivir en Tixtla, desde hace 50 años. Su papá se dedicó a cargar y descargar verduras en el mercando municipal. En ese trajín de la vida nació Clemente, que con muchos sacrificios logró estudiar hasta el bachillerato. No tuvo dinero para continuar una carrera. Al igual que su papá, Clemente descarga maíz y alimentos para ganado en una forrajería. Desde niño apoyo a su papá en este arduo trabajo.

A los 26 años conoció a Luz María Telumbre, una joven oriunda de La Estacada del municipio de Tixtla, tuvieron cuatro hijos, el único varón es Cristian. Cuando ocurrió la desaparición de su hijo, Clemente trabajaba en la purificadora Agua Valle. Desde el 27 de septiembre del 2014, Clemente y doña Luz María se fueron a la escuela a esperar la llegada de Cristian. A lo largo de estos años, aprendieron a luchar a levantar la voz y a protestar en las calles para exigir la presentación de sus 43 hijos. Don Clemente es un padre aguerrido que está dispuesto a dar la batalla con tal de encontrar a su hijo.

Como algo premonitorio de la reciente noticia que recibió, don Clemente nos narró en septiembre del 2019: “Cinco años de lucha es como si hubiera sido ayer. Yo me siento así, a pesar de que ya son cinco años (…) Con el anterior gobierno de Peña Nieto, no podíamos acercarnos. ¿Cuándo íbamos a llegar a la verdad? Nos entorpeció las investigaciones, nos engañó. Yo creo que, si no hubiera llegado la Comisión Interamericana, el GIEI y los peritos argentinos, probablemente hubiéramos dado por muertos a nuestros hijos. Cuando nos presentaron su verdad histórica. Fue un golpe muy duro. Llegaban las noches en que uno no podía dormir, la incertidumbre nos mataba. Nos han martirizado, por no saber dónde está Cristian y dónde están sus compañeros.

Antes del 2014, todo era maravilla, porque teníamos la familia completa, convivíamos, jugábamos. Celebrábamos los cumpleaños. Apenas el 9 de agosto fue su cumpleaños. La verdad, a mí me pegó muy duro. Me martirizo yo solo, porque (…) ¿cómo se puede decir? Me automaltrato. ‘Uta madre’, si yo le hubiera echado más ganas, esto no hubiera pasado. Quizás lo hubiéramos metido en otra escuela. Pero la pinche pobreza que nos está atacando, como padres no podemos hacer más, por no tener dinero. La única opción fue Ayotzinapa, la verdad.

Creo que, en poco tiempo, nos pueden dar una sorpresa de Cristian. Nos puede llegar: ‘Aquí estoy papá’, yo lo siento así. Precisamente con mi esposa, estaba platicando que, si en este momento me dijeran que Cristian está en cualquier punto del mundo, agarro mis cosas y me largo. Yo no sé, lo iría a traer a cualquier punto del mundo. Mi esposa me apoya. Ella vende tortillas hechas a mano.  Me apoya mucho para los gastos. Con muchos sacrificios, la vamos pasando. Por eso, no puedo dejar la lucha, no puedo, porque me falta mi hijo”.

Doña Luz María Telumbre también espera la llegada de Cristian y de los 43: “Yo trabajo cada tercer día haciendo tortillas. Cuando no tengo compromiso salgo a darle de comer a un conejito que tenemos.  Me pongo a bordar, siento que así la tristeza no es tan pesada. Ha sido duro todo este tiempo sin Cristian. No ha sido fácil. A veces siento que ya no puedo, pero no sé de dónde me salen las fuerzas y las ganas de encontrar a los muchachos.  Yo siento que mi hijo es uno, pero igual que las otras mamás, igual que yo, sienten el mismo dolor, la misma tristeza y la misma angustia de no saber dónde están sus hijos.

Así que espero a 43 hijos y yo sé, que no soy la única que digo esto, porque estamos pasando por la misma situación. Yo necesito a mi hijo, lo quiero de vuelta, me hace mucha falta. Los que tienen hijos desparecidos me entienden, saben que no es fácil vivir con esta angustia toda la vida, porque cuando lo desaparecieron, nunca pensé que tardaría tanto tiempo en buscarlo. Yo le daba 15 días, pensé que llegaría por el cerro. Incluso yo me ponía a platicar con mis hijas, yo sé que, si mi hijo viniera caminando por el cerro, que se hubiera escapado, aunque sea raspado, a los 15 días iba a llegar. Yo sé que mi hijo era de las personas que ya presentía lo que iba a pasar. Él tomaba agua de la llave, comía guayabas, comía cualquier cosa, a lo mejor ya presentía lo que les iba a pasar.

Cada cosa que hay en la casa, me recuerda a mi hijo. Cada rinconcito, cada espacio, me trae a la memoria su figura. Si ese ropero pudiera hablar, solo hablaría de Cristian. Ahí está su ropa, sus sombreros, también una maleta llena de ropa. Todos lo esperamos. Todo el tiempo está en mi mente. Yo te digo que cada familia que tiene un hijo desaparecido así lo siente.  Todo el tiempo está con nosotros y está presente en todas las cosas que nosotros hacemos”.

A 70 meses de esta búsqueda incansable de las 43 madres y padres de familia, la noticia que les transmitieron estando presente el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, fue muy dura: “A mi si me pegó muy fuerte. Fue una parte de mi vida, aunque no es mi hijo, sin embargo, los siento y lo quiero como tal”, expresó un papá al terminar el mitin realizado en el antimonumento. “Es muy difícil, asimilar una noticia de esta magnitud y la verdad, me causa un miedo tremendo, estoy con la presión baja, resiento que mi salud no es la misma”.

“Como padres y madres de los 43 nos ha salido muy caro y muy doloroso tener que destruir todas las mentiras del gobierno de Peña Nieto. Esta lucha nos ha llevado a construir una nueva ruta con el gobierno federal. También ha sido un caminar difícil, porque el avance es lento. Ahora con la noticia de Cristian, estamos enfrentando con mucho dolor y miedo, las nuevas investigaciones y búsquedas que se están realizando. Qué bueno que estamos avanzando, sin embargo, estamos preocupados porque no vemos que haya detenciones de los personajes que nos hicieron tanto daño. Nuestro temor, es que cada mes o cada tres meses nos entreguen restos de nuestros hijos y es algo que nuestra mente y nuestro corazón, no lo concibe, más bien lo rechazan. Demandamos con urgencia la detención de los funcionarios que armaron la verdad histórica y que se empeñaron en pisotear la memoria y la dignidad de nuestros hijos. Queremos acciones firmes y contundentes para que hablen los perpetradores y digan donde están nuestros hijos”.

Una madre de familia, que dejó su parcela para ir a la ciudad, alzó la voz, con el garbo que le caracteriza: “Estamos aquí en el antimonumento, porque el poder judicial no está jalando parejo, como lo pedimos nosotras el día 9 de marzo. No están trabajando bien como la Fiscalía General de la República y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Porque los jueces dejaron en libertad a los que están detenidos, como el “Mochomo” que pagó 2 millones y lo dejaron en libertad. Eso es lo que a nosotras no nos parece, porque lo que queremos es justicia. ¿Como es posible que lo dejen en libertad sabiendo que es el culpable de la desaparición forzada de nuestros hijos? Por eso, nuestra exigencia es que se encarcele a estos jueces corruptos.

Le pedimos al gobierno que agilice las investigaciones. Esa es nuestra exigencia, porque ya se van a cumplir 6 años de la desaparición forzada de nuestros hijos y no sabemos el paradero de ellos. Eso le pedimos al presidente de la república, que encarcele a los responsables de la verdad histórica y a los jueces corruptos.  A 70 meses nuestra paciencia se agota”.

Fuente e imagen:  http://www.tlachinollan.org/opinion-70-meses-como-si-hubiera-sido-ayer/

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