Guatemala: En Centroamérica 6 de cada 10 niños están fuera del sistema educativo

Guatemala/16 noviembre 2017/Fuente: Wradio

El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) y los proyectos de Desarrollo Santiago y Estado de la Región denunciaron hoy que 6 de cada 10 niños en el área están fuera del sistema educativo y de ellos el 40 % son guatemaltecos.

Las cifras, divulgadas durante un foro realizado en Ciudad de Guatemala, indican que a 2015 en Centroamérica 14 de los 46 millones de habitantes tenían entre 4 y 17 años, por lo que es importante aprovechar el bono demográfico, con cantidades «crecientes» de población en edad laboral, una oportunidad para el desarrollo.

Frente a la necesidad de ampliar con rapidez la cobertura educativa, las organizaciones dijeron además que se hace imperativo elevar la inversión, particularmente en Guatemala, que posee los más bajos niveles de la región centroamericana.

En 2014, la inversión guatemalteca para la educación pública fue de 3 % del PIB, lo que representa un promedio de 600 dólares anuales por persona en edad escolar.

Esta «baja inversión» redunda en una fuerte exclusión educativa para los niños y niñas y, según datos de 2015, «cerca de la mitad de la población estudiantil está excluida del sistema educativo, lo que equivale a unos 3,6 millones» de niños y adolescentes.

Antes estas conclusiones, las tres entidades hicieron un llamamiento a pensar cómo responder con calidad y pertinencia a la demanda creciente de servicios educativos que en los próximos años enfrentará el país como consecuencia del proceso de transición demográfica.

«El reto que conlleva la educación en Guatemala debe aglutinar a todos los sectores de la sociedad. Para alcanzar las metas educativas a las que aspira Guatemala es necesario conocer qué propuestas tienen tanto el Gobierno, como la sociedad civil, los partidos políticos y los sectores empresariales», enfatizan.

Fuente noticia: http://www.wradio.com.co/noticias/internacional/en-centroamerica-6-de-cada-10-ninos-estan-fuera-del-sistema-educativo/20171114/nota/3637529.aspx

Fuente imagen: http://www.elpais.cr/wp-content/uploads/2016/10/Niños-nicaragüenses-en-escuela-de-Costa-Rica.-Archivo-660×330.jpg

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El modelo educativo y el fin del sexenio

Por: Hugo Casanova Cardiel

Hay fechas que llegan antes que el calendario natural y esto es lo que hoy sucede, pues la política educativa del gobierno actual llegó a su límite. Dicho de otra manera, la versión 2017 del modelo educativo –con todo y sus agregados de última hora– simboliza en términos políticos lo que diversos sectores sociales esperaban desde tiempo atrás: el fin del sexenio.

A menos de un año de las elecciones de 2018 el modelo educativo sigue siendo promovido –al menos una vez por semana– como un nuevo planteamiento pedagógicoque promoverá la auténtica revolución de la educación. Y si bien en una etapa temprana de gobierno tales afirmaciones resultarían casi naturales, en el último tramo del sexenio revelan o una pérdida del sentido de la realidad o hasta el inicio de una campaña electoral.

En días recientes ha sido anunciada, con entusiasmo que no deja de sorprender, la reforma a los planes y programas de la educación básica e incluso han sido presentados los equipos de expertos que participaron o lo harán en tales cambios. Además, ha sido ampliamente difundido el acompañamiento (sic) de las academias mexicanas de Ciencias, de la Historia y de la Lengua, ni más ni menos. Sin poner en duda la consistencia y generosidad de tales instituciones, debería recordarse que la política educativa no solamente está desfasada en su temporalidad con respecto del mandato peñanietista, sino que al plantear sucesivas etapas a partir de 2018 (y llegar incluso a 2020) irrumpe de plano en los tiempos del próximo gobierno. En consecuencia, lejos de reflejar una política de largo aliento o un planteamiento de Estado fundado en el diálogo y el consenso social, la programación del nuevo modelo parece estar más vinculado al inicio de un proyecto político que a una mera confusión en el calendario.

Una sucinta revisión de las 216 páginas del Modelo educativo para la educación obligatoria muestra aspectos altamente cuestionables, entre ellos los siguientes:

1) Por su construcción el documento apela mucho más a un tratamiento conceptual del hecho educativo que a su planteamiento estratégico. Es decir, ofrece un discurso referido a las características intrínsecas de los factores de la educación –algunos de ellos plenos de buenas intenciones–, pero que se encuentran muy lejos del contexto de actuación de un gobierno en términos programáticos. Asimismo, al estar prevista su operación fuera de los márgenes del sexenio no hay manera de contrastar su solidez y aplicabilidad. Se trata de una sucesión de declaraciones de imposible valoración fáctica.

2) Uno de los temas recurrentes en las críticas a la política educativa oficial ha sido el de su exigua consulta social. Aunque en su versión última el documento parece responder a dichas críticas refiriendo una larga lista de entidades consultadas, lo cierto es que el resultado es contraproducente, pues el colectivo que encabeza la lista –la Conferencia Nacional de Gobernadores– es deficitario en términos de credibilidad social y no pocos de sus ex integrantes tienen deudas con la justicia nacional e internacional.

3) Por su tono y orientación el documento es de gran ambigüedad: por momentos describe, otras veces diagnostica, otras prescribe y otras más escribe con el tono de un gobierno que ya ha logrado todo lo que se proponía. Todo ello da como resultado un texto que no distingue entre el mundo de las ideas y el mundo de los hechos.

4) Según el documento no existen problemas de resistencia magisterial y aunque hay razones fundadas para pensar que el modelo educativo de 2017 constituyó una respuesta a la inconformidad de los maestros y por supuesto a su movilización, el texto no las menciona. Según el modelo, la educación mexicana es un escenario sin tensiones ni conflictos. Y éstos, cuando mucho, son tratados como retos.

5) En el documento se eluden grandes problemas de la educación como el analfabetismo y el rezago, que son tratados en forma somera y apenas como temas del pasado.

6) El modelo carece de mención alguna al desempeño de quienes toman las decisiones mayores de la educación en México: ¿quiénes son?, ¿cómo llegaron hasta ahí?, ¿con qué atributos pedagógicos cuentan para plantear una ruta para el futuro de la educación nacional?

7) En el modelo educativo las menciones al libro o a las bibliotecas son casi accidentales y se echa de menos una posición institucional hacia ese importante ángulo de la educación.

8) El documento muestra diversos errores de redacción e incluso de ortografía. Una condición incomprensible en un texto con aspiraciones de orientar la educación de un país.

Los tiempos del actual gobierno, tendría que recordarse, están llegando a su término y antes que generar más anuncios de última hora, como el dominio del inglés en todos los niveles, de improvisar reformas al normalismo o de informar sobre la gratuidad de los libros de texto gratuitos (!), habría que iniciar el armado de los libros blancos y rendir cuentas sobre lo efectivamente realizado. Hoy resulta necesario insistir a los servidores públicos que su deber es cerrar con pulcritud y legalidad el encargo que recibieron de la sociedad, alejando la tentación de convertir la educación nacional en un instrumento electoral.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2017/07/09/opinion/015a1pol

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No classrooms, lessons or homework: New Zealand school where children are free to roam

Nueva Zelanda/Junio de 2017/Fuente: The Guardian

Resumen: Entre las corrientes y los árboles de Kauri, el sur rural de Auckland, la escuela alternativa más nueva  de Nueva Zelanda está en sesión. El tiempo está distribuido entre una sesión de pesca, seguido por el almuerzo cocinado en una chimenea. ¿Tareas y clases? Indefinidamente despedidos. «Nos llaman una escuela, pero no nos parecemos a ninguna escuela ahí fuera», dice Joey Moncarz, cofundador y director de la Escuela Deep Green Bush, que se encuentra en el término dos de su año inaugural. «No hacemos cosas como decirle a los niños que es hora de escribir o aprender matemáticas. Cuando están interesados en hacerlo, lo hacen. «

Deep among the streams and Kauri trees of rural south Auckland, New Zealand’s newest and most alternative school is in session. The weather is fine so a bout of fishing is in order, followed by lunch cooked on an open fire. Homework and classes? Indefinitely dismissed.

“We are called a school but we look nothing like any school out there,” says Joey Moncarz, co-founder and head teacher at Deep Green Bush School, which is in term two of its inaugural year.

“We don’t do things like telling kids it is time to write or learn maths. When they are interested in doing it, they do it.”

Moncarz is an ex-mainstream teacher. After five, frustrating years in mainstream schools in New Zealand he quit to found Deep Green Bush school, which has a roll of eight, and no classroom walls, time-out chairs or tests.

Concerned that mainstream schools were not preparing children for the global problems of the future – such as climate change –Moncarz envisioned a radically different kind of education, rooted in the primal skills of hunting, gathering and survival.

If the weather allows, pupils spend the majority of their day outdoors, exploring the New Zealand bush, learning to fish and hunt, trapping possums (which are considered a pest) and learning about the flora and fauna of their home.

The more traditional school skills, such as reading, writing and arithmetic, are acquired at their own pace, after they begin showing an interest in them. Not, says Moncarz, when the teacher dictates it is time to learn.

“We don’t have what you’d traditionally consider problem kids,” says Moncarz .

“Our parents saw their kids were unhappy and stressed in mainstream education and they started questioning; is it normal or right for kids to come home stressed and unhappy? Having taught in a mainstream school, I’d say most kids are stressed and unhappy.”

Bush school is registered with the Ministry of Education as an independent school, and therefore does not have to abide by the standard New Zealand curriculum, although it is subject to ministerial oversight.

Loosely inspired by the Sudbury Valley School in the US, which in turn was inspired by A.S Neill’s Summerhill school in the UK, since launching in January Moncarz has been fielding requests from around New Zealand and abroad to open chapters of Bush School in places as far afield as China and Europe.

Dr David Berg, a senior lecturer in education at the University of Otago, says there is a growing precedent for alternative “bush” schools worldwide, especially in Scandinavia, where some kindergarten children go ice-fishing during the school day.

However he says educators need to be careful that children are offered the full-range of skills required to get by and find employment in the modern world.

“Lots of people feel there is a disconnect with nature and the outdoors and people value that and are drawn to it,” says Dr Berg.

“In a modern society to be successful there are a range of skills to be developed and perhaps only some of those can be developed outside.”

Cathy Wylie Chief Researcher at the New Zealand Council for Educational Research said: “Deep Green Bush school is an outlier in terms of NZ schools.

“We’ve certainly had some private schools set up by parents and teachers that have drawn inspiration from schools like Summerhill, but nothing that has designed its programme and pedagogy in such a focused way around hunting and gathering.”

Moncarz insists that the school isn’t an “experiment” in education, and is based on two millions years of evidence of how parents have raised their kids, at one with nature.

“We don’t want to be one of a kind, we want to replace mainstream schools,” Moncarz.

“We are using the same wisdom parents have used to teach their kids for millions of years. Locking kids in a classroom and forcing them to learn just causes a lot of problems.”

Fuente: https://www.theguardian.com/world/2017/jun/20/no-classrooms-lessons-homework-new-zealand-school-children-are-free-to-roam

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Un 20% de los niños de Panamá no están en el sistema escolar

Panamá/08 de Mayo de 2017/Panamá América

El analista político José Isabel Blandón, aseguró que estos infantes se van a engrosar las filas de las pandillas y el circulo vicioso de la pobreza.

El analista político José Isabel Blandón, aseguró que hay un 20% de niños panameños que no están dentro del sistema educativo, esto según datos ofrecidos por la Comisión de Educación.

Esta cifra alarmó al analista, quien se preguntó que a dónde van esos niños que no asisten a un aula de clases y los que se salen del sistema.

A su juicio, estos infantes se van a engrosar las filas de las pandillas y el circulo vicioso de la pobreza.

«No le abrimos a ellos el camino para incorporarse», sostuvo.

Recordó que un 35% a 40% de la población panameña vive en pobreza.

Fuente:  http://www.panamaamerica.com.pa/nacion/un-20-de-los-ninos-de-panama-no-estan-en-el-sistema-escolar-1068717

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