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Más de 40 víctimas de abusos rompen silencio con campaña de Save the Children

Madrid, 07 nov (EFE)

Másde 40 personas que sufrieron abusos sexuales durante su infancia han roto su silencio y han contado la «terrible realidad» que sufrieron gracias a una campaña de Save the Children para visibilizar y concienciar sobre esta lacra «oculta».

En un comunicado, esta onegé recuerda que el pasado 4 de octubre lanzó su campaña «Rompo el silencio» a través de la cual más de 40 personas han denunciado que sufrieron violencia sexual durante su infancia y han sido atendidas por una psicóloga de la organización.

«Emiliano, Alexandra, Nadia o Àlex fueron algunas de las víctimas que con su testimonio rompieron el silencio y apoyaron la campaña en un primer momento», indica la ONG.

 

 

También Lola, que con 61 años ha sido otra de las personas que ha contado los abusos que padeció. «Yo también rompo el silencio. Quiero gritar al mundo lo que pasa impunemente en muchos hogares. Gracias, muchas gracias por abrir la caja de Pandora donde nos escondemos millones de niños”, expuso Lola a Save the Children.

Con estos testimonios, Save the Children quiere denunciar que el sufrimiento de muchas personas «sigue permaneciendo oculto debido al encubrimiento» de sus conocidos o de las instituciones que no detectaron o no denunciaron los abusos.

El director general de la ONG, Andrés Conde, subraya en el comunicado que es de «vital importancia» que la población se solidarice y apoye a las víctimas, y pide que el Gobierno apruebe, dentro del proyecto de Ley de Protección Integral frente a la Violencia contra la Infancia, medidas específicas de lucha contra el abuso sexual a menores.

Asimismo, Conde insta a todos los grupos parlamentarios a apoyar esta iniciativa y urge a acelerar los trámites para que la aprobación llegue lo antes posible. EFE

Fuente; https://www.lavanguardia.com/vida/20181029/452618345695/mas-de-40-victimas-de-abusos-rompen-silencio-con-campana-de-save-the-children.html

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Senado paraguayo rechaza incluir asignatura de educación sexual en la secundaria

Redacción: Spanish.xinhuanet.com

 La Cámara de Senadores de Paraguay rechazó este jueves la propuesta de crear una asignatura de educación sexual en los colegios de secundaria planteada por algunos legisladores debido a las cuantiosas denuncias de abuso sexual de menores.

La propuesta está recogida en el artículo 9 de los 12 que conforman un proyecto legislativo que «adopta normas para la prevención de la violencia sexual y la atención integral de los menores abusados sexualmente» y que fue aprobado por la Cámara de Diputados el pasado 4 de abril.

El artículo derogado establece que las instituciones educativas de nivel medio y superior deben contar con programas de educación sobre sexualidad y salud sexual y reproductiva.

Los senadores decidieron también suprimir el artículo 8, que establece que los docentes a cargo de esos programas deberán ser profesionales idóneos y capacitados que posibiliten la detección y manejo de cualquier caso de abuso sexual de sus estudiantes.

La iniciativa volverá ahora a la Cámara de Diputados, donde será discutida de nuevo.

El proyecto legislativo dispone que el Estado deberá promover la adopción de un sistema de regulación eficaz, destinado a motivar a los proveedores de los servicios de comunicación y educación estrategias para sensibilizar, orientar y concienciar acerca de la existencia del abuso sexual de niños y sus consecuencias.

Asimismo, estipula que en caso de presentarse una denuncia de abuso sexual a niños, niñas y adolescentes, el sistema general de salud tanto público como privado, así como los hospitales y centros de salud de carácter público, están en la obligación de prestar atención médica de urgencia e integral.

La Secretaría de la Niñez y la Adolescencia ha insistido en la necesidad de prevenir estos casos mediante una educación sexual impartida en el hogar, en los círculos más cercanos o en las instituciones educativas.

De acuerdo con los datos de esta institución, Paraguay registró 1.267 casos de abuso sexual infantil en 2017, de los cuales 472 fueron adolescentes mujeres de entre 14 y 17 años y 392 niñas de entre 9 y 13 años.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2018-07/13/c_137321764.htm

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Proponen temas de interés en congreso de educación sexual en Cuba

Centro América/Cuba/28 Junio 2018/Fuente: Prensa Latina

Un panel sobre las masculinidades, de los imaginarios sociales a la transformación en la sociedad, incluye hoy la agenda del VIII Congreso Cubano de Educación, Orientación y Terapia Sexual, que sesiona aquí hasta este viernes.
A cargo de Grisell Crespo, especialista en intervención comunitaria, el taller aborda la problemática del hombre desde la mirada de los procesos correctores de la comunidad.

Este simposio transcurre por un recorrido que incluye la sistematización de los indicadores sociales en torno al imaginario del hombre actual en Cuba, contrastado con la visión de otros países.

El programa científico del congreso reserva también para este jueves la temática de los malos tratos y el abuso sexual infantil, mediante experiencias para la prevención y atención temprana de este problema.

En ese sentido, se abordan las pautas de crianza distorsionadas y su relación con el abuso sexual, así como con otras manifestaciones de maltrato infantil.

La prevención del agravio psicológico de índole subjetivo en familias de niños de primera infancia, y el sistema de actividades sociopsicológicas para aumentar la percepción de riesgo de abuso sexual en las adolescentes, versan en torno a este tema.

Otras cuestiones medulares como el embarazo en la adolescencia, son debatidas también en el marco del evento.

Visto como un desafío para la educación integral de la sexualidad, el taller trata las interrupciones, el aborto inducido y sus secuelas emocionales en embarazos adolescentes. Destaca además aspectos psicosociales de la concepción precoz, y la educación sexual en la adolescencia con una mirada de género.

El congreso cubano fue inaugurado el pasado 27 de junio en el capitalino Palacio de Convenciones, con la presencia de expertos de América Latina, Europa y Estados Unidos, guiados por el lema ‘Por escuelas a la vanguardia de la educación integral de la sexualidad’.

En ese contexto, Mariela Castro, presidenta del evento, aseguró que la escuela desempeña un papel esencial en la educación sexual, en su estrecho vínculo con la familia y el entorno comunitario, para evitar situaciones de rechazo o maltrato a quienes tengan características diferentes a la heteronormatividad.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=190914&SEO=proponen-temas-de-interes-en-congreso-de-educacion-sexual-en-cuba
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El mayor informe sobre el acoso sexual en la ciencia de EE UU revela un abuso sistemático

América del norte/Estados Unidos/14 Junio 2018/Fuente: El país

Las Academias Nacionales de Ciencia, Ingeniería y Medicina publican el estudio que revela que más de la mitad de las mujeres en esas áreas sufren algún tipo de acoso

Sus amigos, aquellos que no tenían nada que ver con la medicina, no se lo podían creer. “¿Me estás tomando el pelo o qué?”, le preguntaron. Sin embargo, compañeros y personal de la facultad donde trabajaba, lo que le pidieron fue dejarlo pasar: “Si informas de esto no te va a ir bien. No quieres armar un escándalo”. Esta mujer, miembro de una facultad de Medicina en Estados Unidos, sabía que sus compañeros de la institución tenían razón, pero también era consciente de que lo que había ocurrido, y seguía ocurriendo, era demasiado: “No debería tener que estar preparándome para ser violada cuando voy a trabajar”.

Este es solo uno de las decenas de testimonios que recoge el informe Acoso sexual en las mujeres: clima, cultura y consecuencias en las Academias de Ciencia, Ingeniería y Medicinaque las tres instituciones estadounidenses publicaron el pasado martes. Es el análisis más exhaustivo sobre este tema hasta la fecha, trabajado durante más de dos años y basado en centenares de estudios, entrevistas, estadísticas e informes que se remontan y avanzan desde la década de los ochenta. Sus conclusiones no hacen más que apuntalar una realidad que cada vez es más visible y menos sorprendente: más de la mitad de las mujeres en esos tres ámbitos, y a todos los niveles (alumnas y profesoras), han sufrido algún tipo de acoso, laboral o sexual o ambos, abusos, agresiones sexuales, desprecio o menosprecio profesional y personal durante su formación o el ejercicio de su profesión.

“A pesar de que cada vez hay más mujeres en los campos científicos, asumiendo responsabilidades y liderando investigaciones, los datos indican que esto pasa demasiado a menudo”, comentaba el pasado martes Marcia McNutt, la presidenta de la Academia Nacional de Ciencias, que aseguró que esta “cultura” provoca una devastación clara en las mujeres, a nivel personal y profesional, y en su salud física y psíquica. “Es, además, una pérdida tremenda de los recursos humanos que tenemos, de potencial, de talento y de inversión en ese talento”. Con un agravante, que las políticas y los protocolos actuales para controlar esta situación no dan signos de funcionar y las consecuencias suelen ser el freno a las carreras profesionales de las mujeres o incluso el abandono.

Para la presidenta, el informe ha sido publicado en el momento justo, después de que el movimiento Me Too haya roto con el oscurantismo y el silencio de millones de mujeres en el mundo y se haya generado un movimiento global y creciente de toma de conciencia y rechazo a esta violación constante de sus cuerpos, sus aptitudes y sus voluntades. Frente a esto, la respuesta de las instituciones es contundente: cambiar no solo es urgente sino imprescindible. Y para ese cambio, apuntó McNutt, las academias y las organizaciones públicas y privadas deben crear un clima totalmente distinto que logre evitar ese acoso desde el primer indicio: “Nuestro informe ofrece soluciones específicas para los distintos espacios, para poder reducir o eliminar ese acoso. Es necesaria una cultura basada en la diversidad, la inclusión y el respeto”. Algo que, por el momento, no ocurre.

Una de las infografías que la Academia ha preparado para resumir algunas de las recomendaciones que apuntan en el informe.ampliar foto
Una de las infografías que la Academia ha preparado para resumir algunas de las recomendaciones que apuntan en el informe.

El investigador Kevin Swartout, de la Universidad Estatal de Georgia, fue el encargado de armar el puzzle con los datos de los sistemas de la Universidad de Texas, a los que se añadieron después los de la Universidad Estatal de Pensilvania para tener una visión más amplia; una base de más de 10.000 estudiantes de grado y posgrado y profesorado que reveló un comportamiento constante de acoso por parte de los docentes o el personal. “Alrededor del 20% de las estudiantes de ciencias (grado y posgrado) lo sufrieron, más de una cuarta parte de las estudiantes de ingeniería y más del 40% de estudiantes de medicina”, apunta el informe en referencia a la encuesta de la institución texana. “En Pensilvania se realizó una encuesta similar con resultados parecidos: el 33% de las estudiantes de grado, el 43% de las de posgrado y el 50% de las de medicina”.

Aunque no se han conseguido cifras determinantes en torno a grupos minoritarios, el informe apunta a que las mujeres que pertenecen a colectivos LGTBIQ o son de raza negra son objetivos más habituales que cualquier otra mujer blanca y heterosexual; y añade otros datos de encuestas que revelan los mismos porcentajes e incide en que no debería suponer una sorpresa. “Los empleados de instituciones académicas tienen la segunda tasa más alta de acoso sexual [en Estados Unidos] con el 58% (los militares se posicionan en primer lugar con el 69%)”.

Las encuestas fueron completadas con cuarenta entrevistas a profesionales de todos los campos, de distintas edades y a distintos niveles. Alrededor de la mitad denunció algún tipo de acoso físico, sin embargo, el psíquico también despunta como una importante arista a limar. “La mayoría de ellos están degradando a la mujer, encerrándola en el lugar de trabajo, menospreciándola frente a otros colegas, diciéndole que no es tan capaz como otros, o hablando mal de ellas al resto… No es solo tocar o invadir sexualmente, sino más bien a nivel intelectual. Intentan hacer esos juegos mentales para que no puedas defenderte físicamente”, apunta una profesora asistente de Ingeniería en el estudio.

Comentarios sexistas, bromas constantes y alusiones que degradan o humillan a las mujeres en el ámbito personal o profesional aparecían una y otra vez en la recogida de información. Apuntan a cuatro aspectos que se dan en esos lugares de trabajo como algunas de las causas de estas actitudes: “La dependencia de los asesores y mentores para el avance profesional; el sistema de meritocracia que no tiene en cuenta la disminución en la productividad como resultado del acoso sexual; la cultura machista en algunos campos; y la red informal de comunicaciones, a través de la cual se difunden rumores y acusaciones dentro y a través de programas y campos especializados”. Y añadieron cinco factores que podrían explicar, en parte, este acoso generalizado: la percepción de tolerancia hacia estas actitudes, una mayoría de hombres en este entorno, la férrea jerarquía —que además suele concentrar mucho poder en muy pocos nombres—, sin la educación ni las herramientas para luchar contra esto, y un mal enfoque de las leyes que regulan el acoso en las instituciones.

El estudio explica que, demasiado a menudo, la interpretación judicial de esas leyes incentiva a las instituciones a crear políticas que se centran más en un cumplimiento simbólico de esa legislación y a evitar la responsabilidad que a prevenir el acoso. Es decir, normas que acaban protegiendo a quien perpreta el acoso y no a la víctima. Algo que queda definido como “desalentador”. “Al mismo tiempo que se invierten mucho dinero y energía en atraer y retener a las mujeres en estos campos, a menudo son intimidadas o expulsadas de su carrera. Incluso cuando se quedan, su capacidad para contribuir y avanzar puede verse limitada como consecuencia del acoso sexual, ya sea de forma directa, por el acoso ambiental en el entorno en su departamento, programa o disciplina, por las represalias o porque son tratadas como traidoras después de informar formalmente el acoso”.

Por eso, entre otros estudios, el de Vicki J. Magley en 2002, Hacer frente al acoso sexual: reconceptualizar la resistencia de las mujeres, descubrió —con una base de datos de más de 15.000 mujeres— que con frecuencia las respuestas eran ignorar o intentar apaciguar al acosador. Rara vez lo enfrentaban y siempre intentaban mantener una buena relación con él. “Por ejemplo, el 74,3% de las mujeres en uno de los siete conjuntos de datos analizados por Magley evitaron a su autor, el 72,8% se separó psicológicamente de la situación, el 69,9% por ciento soportó la situación sin intentar resolver el problema y el 29,5% intentó calmar a su perpetrador inventando una excusa para explicar su comportamiento”.

La historia de siempre. Culpabilización, miedo a no ser creídas en un primer momento y al descrédito posterior, y a ser vapuleadas, maltratadas o a soportar venganzas después; algo que refleja bien el testimonio de una investigadora en medicina que, tras haber sufrido varios tipos de acoso laboral y sexual, acabó informando al director de su programa, que dejó el asunto en manos del jefe de la institución en cuestión; fue él quien le dijo que le recordaba a su exmujer —»a la que todos sabíamos que odiaba”, anota en el informe la médica—, y que si lloraba menos tal vez tendría más amigos. “A partir de ahí, la calificación que hacía de mi trabajo simplemente se fue cuesta abajo”.

El iceberg del acoso.
El iceberg del acoso.

Algo incomprensible a todos los niveles. Décadas de investigación han demostrado cómo ganan en calidad la industria y la investigación cuando su fuerza laboral es diversa. “Este acoso continuo tiene consecuencias para el avance del bienestar económico y social del país y su salud pública en general”, sentencia el estudio.

El panorama plantea una serie de cambios profundos, estructurales, que según la Academia deben ser tenidos en cuenta desde ya y que han concentrado en 15 recomendaciones no solo para su propia organización, sino para otras agencias federales y políticas para que ese viraje hacia un mundo más inclusivo pueda llegar a todos los rincones. Entre esas recomendaciones está abordar de forma directa el acoso sexual e ir más allá del mero cumplimiento de las leyes para cambiar desde la raíz la cultura y el clima en esas instituciones; generar ambientes más diversos, inclusivos y respetuosos; mejorar la transparencia y la responsabilidad en todos los niveles; rebajar al máximo esas relaciones jerárquicas tóxicas que se dan entre las alumnas y el profesorado, con un poder tremendamente concentrado y que sobrevuela el futuro de las estudiantes; dar siempre apoyo a la víctima; o comenzar investigaciones que puedan seguir dando luz a esta realidad e iniciar cambios legislativos y políticos para paliarla.

Muchos detalles y consejos repartidos en las más de 300 páginas de este trabajo que comenzó a prepararse hace más de dos años, cuando el Comité de Mujeres en Ciencia, Ingeniería y Medicina propuso que se creara un grupo especial para analizar el pasado y el presente del acoso sexual en sus áreas, qué impacto produce y sentar las bases para su prevención y erradicación en el entorno académico. Científicos, ingenieros, médicos, expertos en el tema, juristas y psicólogos se pusieron entonces a recopilar y desmenuzar la literatura existente. Y, aunque se radiografiaron también a sí mismos, olvidaron uno de los engranajes de su propia maquinaria.

Parte de la comunidad científica, sobre todo mujeres, han apuntado hacia la ironía de la publicación de este informe cuando entre sus propias filas hay científicos que renuncian o son despedidos tras ser acusados por estas conductas pero mantienen su pertenencia a la Academia. Como el cazador de planetas Geoff Marcy, que dimitió de su puesto en Berkeley (California) en octubre de 2015; el neurocientífico Thomas Jessell, que fue despedido de la Universidad de Columbia el pasado abril; o Inder M. Verma, el biólogo molecular que está de “permiso”· en el Instituto Salk de Estudios Biológicos donde llevaba trabajando desde los setenta y que renunció el pasado 1 de mayo como editor de la revista Actas de la Ciencia, de la propia institución, después de que la publicación Science denunciase que varias mujeres —cinco científicas veteranas y tres más jóvenes— lo habían acusado por abusos sexuales, que el biólogo habría llevado a cabo durante décadas.

Pero hay más. La científica de la Universidad Estatal de Michigan Julie Libarkin, que creó el pasado 4 de junio una plataforma web para denunciar el acoso en su área, MeTooSTEM, lleva desde los años ochenta engrosando una base de datos sobre acoso sexual que acumula más de 650 casos; la revisión de The Washington Post de esos nombres, apunta a que hay hasta cinco hombres sancionados por acoso sexual que siguen siendo miembros de las Academias Nacionales estadounidenses, y tres que todavía forman parte de investigaciones con subvención pública. Solo como apunte, la Academia Nacional de Ciencias, creada por el Congreso de Estados Unidos en 1863, tiene como académico medio a un señor blanco de más de 70 años; los nuevos entran elegidos por los miembros actuales y sus cargos son vitalicios. Pase lo que pase.

En mayo, la profesora asistente de neurología en la Universidad de Vanderbilt BethAnn McLaughlin, inició una petición en Change.org para exigir a las academias que destituyan a sus miembros si han sido condenados por acoso sexual o laboral o agresiones, algo que ahora mismo, por sus propios estatutos, varados en algún punto del siglo XX, es imposible. Los presidentes de las tres academias aludieron al asunto a finales del pasado mayo y aseguraron que habían comenzado a tratar el tema de los “estándares de conducta profesional para la membresía”. Otras instituciones, como la Sociedad Astronómica Americana o la Unión Geofísica Americana, ya han cambiado, por estos mismos motivos, sus políticas de expulsión. Tal vez las Academias Nacionales también deberían empezar por ahí.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/06/13/ciencia/1528899877_715296.html

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Colombia es el tercer país del mundo donde se matan más niños

Colombia/02 de Junio de 2018/El Tiempo

Es el quinto país con mayor porcentaje de niños desplazados por conflicto, según Save the Children.

Colombia ocupa el tercer puesto, entre 175 países, con la tasa más alta de homicidio infantil en el mundo, según el último informe de la organización internacional no gubernamental Save the Children, que estudió datos entre el 2015 y el 2017. Tan solo hay que ver que el año pasado fueron asesinados 715 menores (de 0 a 18 años) en el país.

En el informe ‘Las múltiples caras de la exclusión’, Colombia entra en otro vergonzoso escalafón: ser el quinto país con mayor porcentaje de niños desplazados por el conflicto armado, por debajo de Siria, Sudán del Sur, Somalia y República Centroafricana.

Al hablar sobre los preocupantes resultados de este informe, Luz Alcira Granada, directora Nacional de Incidencia Política y Comunicaciones para Colombia de Save the Children, asegura que “a los menores que crecen en medio de una guerra, que son objetivo de grupos violentos, que padecen enfermedades y mueren a causa de ellas, y que enfrentan una discriminación extrema se les priva de todo lo que los convierte en niños y niñas”.

Aunque en algunos de los puntos que mide el informe Colombia ha mejorado, sigue posicionándose como uno de los peores países para ser niño y adolescente en el mundo. Según Granada, “en el país se está perdiendo la niñez. Estamos inclusive por encima de países con mayores niveles de guerra. Y lo que está pasando es que los niños están muriendo no solo por conflicto armado, sino por violencia intrafamiliar, violencia urbana como balas perdidas, por las pandillas…”.

La directora se detiene para resaltar la cifra de violencia intrafamiliar, pues –asegura– que en este espacio, que debería ser en el que se encuentran más protegidos, es en realidad donde se producen la mayoría de casos de violencia contra los niños. “Los están asesinado, violando, maltratando física y psicológicamente en sus hogares. Es necesario que se haga algo al respecto y se invierta en formación integral a los padres de familia”, aseguró.

El informe destaca el caso de América Latina en cuanto a la garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes: no están siendo protegidos. La tasa de homicidios entre las adolescentes es notablemente alta en comparación con el resto del mundo. De hecho, en la región están los 12 países con las tasas más altas de homicidio infantil en todo el mundo.

“Es inaceptable que en 2018, millones de niños y niñas en el mundo aún no puedan ejercer el derecho a estar protegidos, a aprender, a crecer y a jugar. Debemos y podemos hacer más”, señala Granada.

Niños sin tierra

El desplazamiento forzado de los menores es un punto para detenerse. Según el informe, en Colombia hay 7’671.124 de personas desplazadas internas, es decir, nacionales de Colombia que se han visto obligados a huir de sus hogares. De estos, dos millones son niños y niñas.

Comunidades enteras abandonan sus tierras inclusive después del acuerdo de paz con las Farc-EP. Los enfrentamientos entre grupos armados como el Eln, el Epl, las fuerzas paramilitares, pandillas y carteles de las drogas generan desplazamientos masivos en todo el territorio nacional.

Esto lleva a que Colombia ocupe ese quinto lugar del que habla el informe (una tasa de 16), por debajo de Siria (68,1), Sudán del Sur (31,1), República Centroafricana (25,1) y Somalia (17,9), y apenas supera a Afganistán (14,1), Irak (13,6), Eritrea (10,7), Georgia (7,6) y Sudán (7,5).

Peligros que los acechan

Si se observa la clasificación de cada país en el índice de peligros para la niñez (que promedia siete factores de riesgos), Colombia sigue igual en comparación al pasado informe: se mantiene en el puesto 118 del mundo, es decir, muchos niños y niñas se están perdiendo su niñez.

Los siete factores que tiene en cuenta el informe para sacar el resultado son: tasa de mortalidad de niños y niñas menores de 5 años; retraso del crecimiento; niños y niñas que trabajan; adolescentes que han contraído matrimonio o que viven en pareja; tasa de partos de adolescentes; y población desplazada por la fuerza debido a un conflicto que junto con la tasa de homicidios de niños y niñas forman el factor de violencia extrema.

Victoria Ward, directora regional para América Latina y el Caribe de Save the Children, afirmó que si bien hay avances en muchos indicadores, la violencia sigue siendo la principal amenaza para los niños, niñas y adolescentes. “La región no está progresando lo suficientemente rápido. A pesar de los avances en materia legislativa para protegerlos, todavía vivimos en un contexto sumamente violento, donde decenas de niños y niñas son asesinados cada día”.

Para la directiva, otra amenaza es el embarazos adolescente, que parece estar disminuyendo en todas las regiones, excepto en América Latina y el Caribe. Las tasas de natalidad son moderadamente altas en dos de cada tres países. En toda la región, más del 7 por ciento de las menores entre 15 y 19 años (1 de cada 13) dan a luz cada año, 1,5 veces más bebés que el promedio mundial. De hecho, la región tiene la segunda tasa de natalidad adolescente más alta de cualquier región después del África subsahariana. La tasa en Colombia es de 48,7.

“Si no se adoptan medidas con urgencia, no se podrán cumplir las promesas expresadas por todos los Estados en la Agenda 2030 de asegurar el derecho de todos los niños y las niñas a sobrevivir, aprender y estar protegidos frente a cualquier tipo de abuso y violencia”, concluye Ward.

Sobre las cifras,  el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) expresó que el país parece sufrir de un ‘cáncer’ que hizo metástasis en el tema de violencia contra la niñez.

«Cada día, atendemos cerca de 66 casos de todo tipo de violencia contra nuestros niños, niñas y adolescentes, que van desde el maltrato verbal hasta el abuso y la explotación sexual comercial», aseguró la institución.

Además, entre las cifras presentadas, durante el 2017 el Icbf adelantó 11.380 procesos administrativos para restablecer los derechos de los niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual, mientras que por maltrato (físico, psicológico y por negligencia) registró 10.858 casos.

«Las cifras espantan, las agresiones contra los niños, niñas y adolescentes son cada vez más frecuentes, pero lo más doloroso es que muchas de estas violencias terminan con la vida de los niños«, concluyó.

Fuente: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/cifra-de-ninos-asesinados-en-colombia-225124

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La tragedia de los niños víctimas de abusos sexuales en India

Asia/India/Fuente: El nacional

Era un adolescente cuando un “baba”, como se conocen a los sanadores espirituales en India, lo violó

Muchas víctimas sufren en silencio los abusos que padecieron

Tiene 31 años y vivió 14 años con un secreto que no ha dejado de atormentarlo.

Era un adolescente cuando un “baba”, como se conocen a predicadores, curanderos y sanadores espirituales en India, lo violó.

“Fue tan doloroso que por casi dos semanas me costó caminar”, le cuenta Akram (nombre ficticio para proteger su identidad) a la BBC.

Prefiere hablar desde el anonimato de una situación que ha afectado a miles de niños en India.

Se estima que cada 15 minutos, un menor de edad es abusado sexualmente en ese país.

Esa escalofriante cifra la dio a conocer, en diciembre de 2017, la Oficina Nacional de Registros de Crímenes.

Esa entidad gubernamental también indicó que en 2016, fueron reportados 36.022 casos de abusos sexuales a menores de edad.

En el caso de Akram, su propia familia se acercó a su perpetrador porque quería recibir “bendiciones”.

Tres veces

“Mi tío había sufrido una gran pérdida en su negocio. Por eso fue a ver si este sanador espiritual podía ayudarlo y él le dijo a mi tío que sus Jinns (espíritus piadosos) solucionarían todos sus problemas”.

“Y que ellos solo le hablaban a niños de entre 10 y 14 años”.

“El primer día de mi encuentro con él, le dijo a mi tío que me dejara allí por la noche porque sus Jinns solo trabajaban en la noche”.

Cuando el predicador lo violó la primera, sintió que se le salía el alma.

“Fue tan doloroso que sentí como si mi alma abandonara a mi cuerpo. Quería gritar, pero me tapó la boca con su mano y dijo: ‘Solo cinco minutos más’. Cuando terminó, me amenazó con que si le decía a alguien, sus Jinns destruirían mi vida”.

“En un año fui violado tres veces. Nadie de mi entorno supo lo que pasó. Tenía mucho miedo de hablarlo con alguien. De alguna manera, sabía que había quedado atrapado”.

El estigma

Akram no quiere revelar su nombre por temor a ser estigmatizado.

«Me tomó 14 años darme cuenta que no fue mi error y que no había razón por la cual no debiera hablar sobre esto», le dijo el joven a la BBC 

Y es que como le sucedió a él, muchas víctimas sufren en absoluto silencio por temor a ser señalados.

Por eso, muchos casos nunca llegan a ser reportados.

“Es muy lamentable que nadie de mi familia, de mis parientes, de mis amigos o mis maestros en la escuela se dieran cuenta de que algo me estaba pasando”, dice.

“Me tomó 14 años darme cuenta de que no fue mi error y que no había razón por la cual no debiera hablar sobre esto”.

“Después de 14 años, un día escuché a un policía decir por televisión que si alguien había sido abusado por este sanador espiritual, que por favor denunciara”.

“En ese momento es que me di cuenta que había otros casos en contra de la misma persona”.

El rol masculino

“La sociedad nos ha dictado normas para los hombres, de la misma manera que lo ha hecho para las mujeres. Hay mucho estigma y tabú alrededor del abuso sexual de hombres. Las reglas del género masculino indican, desde muy temprana edad, que los hombres tienen que ser dominantes, fuertes, independientes y no víctimas”, señala la psicóloga Ufra Mir.

Decenas de movilizaciones se han llevado a cabo en India para luchar contra los abusos sexuales a menores de edad | AFP

“La sociedad cuestiona la masculinidad de un hombre si ha pasado por un abuso y lo etiqueta como ‘no masculino’”, indica la experta.

En 2002, la Organización Mundial de la Salud identificó la violencia sexual contra los niños y hombres como un problema significativo que ha sido en gran parte descuidado.

«Existe una renuencia general a hablar sobre el abuso sexual infantil, especialmente si la víctima es un varón. Por eso, todos los días, muchos de estos casos no se denuncian», explica Hakim Yasir Abbas, profesor de Derecho de la Universidad de Cachemira.

El gobierno de India introdujo la pena de muerte a quien viole a un menor de 12 años.

El hombre con quien conversó la BBC ha emprendido, junto a otras víctimas, una batalla legal contra el predicador.

Tras su terrible experiencia, Akram se convirtió en un activista por los derechos de los niños y no sólo busca leyes más duras contra los abusos sino mayor educación para que los menores de edad no tengan miedo de hablar.

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/bbc-mundo/tragedia-los-ninos-victimas-abusos-sexuales-india_236858

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ONU acoge con beneplácito liberación de niñas secuestradas en Nigeria

22 Marzo 2018/ONU
El secretario general de la ONU, António Guterres, acogió hoy con beneplácito la liberación de 110 niñas secuestradas en el noroeste de Nigeria, pero llamó la atención sobre el fatal destino de otras tantas.
Por medio de un comunicado, el diplomático portugués llamó a devolver la libertad a todas las personas que son retenidas en contra de su voluntad.

También demandó la liberación inmediata e incondicional de las niñas que siguen desaparecidas tras el ataque a una escuela nigeriana el pasado 19 de febrero, así como a garantizarles el retorno seguro a sus familias y hogares.

Guterres instó a las autoridades de Nigeria a llevar rápidamente a los responsables del secuestro ante la justicia.

Las menores de edad recién liberadas fueron raptadas por presuntos insurgentes de la organización terrorista Boko Haram durante un ataque contra una institución educativa en la localidad de Dapchi, del estado de Yobe, el mes anterior.

Según la oficina de la representante especial del secretario general de la ONU para la cuestión de los niños y los conflictos armados, Virginia Gamba, las escuelas del noreste de Nigeria resultan las más afectadas por los ataques, los cuales ocurren a un ritmo alarmante.

Unos mil 400 centros escolares de ese territorio han sido destruidos desde el 2009, cuando comenzaron las acciones insurgentes.

De acuerdo con Gamba, por abrumadora mayoría las agresiones se centran en el secuestro, el reclutamiento forzoso, el asesinato y la mutilación. De tal manera, inocentes niñas nigerianas terminan sometidas a los abusos sexuales por el único ‘delito’ de ser mujeres y soñar con una educación, lamentó.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=162074&SEO=onu-acoge-con-beneplacito-liberacion-de-ninas-secuestradas-en-nigeria
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