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Ecuador: En segundo registro para acceder a educación pública hubo menos aspirantes anotados

El siguiente paso le corresponderá a cada entidad educativa superior.

Un total de 351.846 aspirantes completaron el Registro Nacional en el segundo periodo académico 2024 para el ingreso a la educación superior pública.

 

Este corresponde al régimen de la Sierra y Amazonía. Estuvo habilitado entre el 28 de mayo y el 2 de junio.

En el primer periodo de admisión para el régimen Costa y Galápagos, que fue entre el 29 de diciembre de 2023 y el 10 de enero de 2024, hubo 394.222 aspirantes.

 

El Registro Nacional incluye datos personales, lugar de residencia, correo electrónico, números de contacto, autoidentificación étnica, si poseen o no discapacidad y si tienen o no internet en sus domicilios.

Es la primera fase del proceso de admisión que continuará en cada universidad y escuela politécnica pública. Hay 31 universidades públicas y escuelas politécnicas en Ecuador. Cada aspirante deberá ahora contactar con cada entidad educativa para conocer cuál es el siguiente paso.

En tanto, la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) mantendrá un proceso para 55 institutos tecnológicos estatales.

 

Las fases que siguen serán la de inscripción, evaluación, postulación a cupos, asignación, aceptación y matrícula, cuyas fechas serán dadas a conocer próximamente.

 

Según la Senescyt, en el primer periodo 2023 en universidades y escuelas politécnicas públicas hubo 98.675 cupos ofertados, mientras que en el primer periodo 2024 hubo 100.090. (I)

Fuente: https://www.eluniverso.com/noticias/ecuador/quito-postulacion-universidades-segundo-periodo-2024-nota/

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Una de cada tres niñas venezolanas ha abandonado sus estudios tras emigrar, según Plan International

Una de cada tres niñas y adolescentes venezolanas refugiadas en países de la región han abandonado sus estudios tras emigrar, según un informe de Plan International que alerta también de la falta de cobertura de otras necesidades básicas, como la alimentación.

La ONG ha entrevistado en Colombia, Ecuador y Perú a más de 450 niñas y jóvenes de entre diez y 19 años, para elaborar un estudio, ‘Niñas Venezolanas: Voces de la migración. Estudio en Colombia, Ecuador y Perú’, con el que expone que las carencias de los migrantes venezolanos se han agudizado a raíz de la pandemia de COVID-19.

La educación es una de las grandes perjudicadas, por distintos motivos. Un 28 por ciento de las entrevistadas asegura que ha dejado los estudios por la falta de documentos, el 20 por ciento porque «no hay cupo», el 15 por ciento porque ya tiene un hijo y el 13 por ciento debido a la pandemia.

Una de las adolescentes entrevistadas en Quito explica que su intención era seguir estudiando, pero la realidad económica de su familia lo hizo inviable. «Mi mamá no puede sola (…) Tengo que dejar los estudios para ayudar a mi hermana, igual que a mi mamá», cuenta a Plan.

Para otras muchas, el aula es sinónimo de estigma, como advierte una adolescente de 15 años residente en el municipio colombiano de Soledad. Afirma que la primera vez que fue a clase sus compañeros la llamaron ‘veneca’, el término despectivo para los migrantes venezolanos: «Se burlaban de mí y me decían que era una muerta de hambre».

FALTA DE COMIDA

Por otra parte, un 84 por ciento reconoce que se han preocupado en algún momento por la falta de comida y un 44 por ciento señala que se ha ido a la cama con hambre y ha tenido que pedir limosna o comida que se había tirado, recoge el informe, presentado con motivo del Día Mundial del Refugiado este domingo.

Plan International, que trabaja brindando asistencia a la que está considerada la segunda peor crisis migratoria del mundo –solo por detrás de Siria–, ha instado a los gobiernos de Colombia, Ecuador y Perú que adopten políticas públicas que protejan los derechos de las niñas a nivel jurídico y que materialicen la recuperación de sus derechos.

La directora general de la ONG en España, Concha López, ha subrayado que «es necesario que todas las partes implicadas trabajen unidas para proteger los derechos de las niñas y adolescentes migrantes, garantizando su acceso a una educación completa, es decir, gratis, inclusiva y de calidad».

Fuente: https://www.notimerica.com/politica/noticia-venezuela-cada-tres-ninas-venezolanas-abandonado-estudios-emigrar-plan-international-20210620020221.html

 

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Ecuador: Izquierda Democrática presenta primer proyecto para combatir la pobreza

El proyecto elaborado por la asambleísta Johanna Moreira plantea que la menstruación en el país sea considerada un tema de salud pública.

La Izquierda Democrática presentó, este 10 de junio, un proyecto de Ley que propone el acceso gratuito a productos y materiales de higiene menstrual en centros educativos, centros de salud y centros de privación de libertad.

Esta propuesta elaborada por la asambleísta Johanna Moreira y respaldada por el bloque de la ID obliga al Estado a la dotación de los insumos necesarios a las entidades públicas, como parte del cuadro básico de medicamentos y dispositivos médicos que se adquieren cada año, para lo cual se tendrá que gestionar el respectivo presupuesto.

Moreira explicó que el proyecto está pensado para más de la mitad de población que son las personas menstruantes, y lo que se busca es combatir la pobreza menstrual. Que la persona menstruante gasta alrededor $ 42 al año en productos, cuando hay hogares que viven con $ 2 diarios y la mujer tiene que escoger entre comer o comprar un paquete de toallas higiénicas.

Comentó que hay casos de niñas que dejan de asistir a los centros educativos porque no tienen acceso a una toalla sanitaria y sienten vergüenza.

Este primer proyecto planteado por la ID, según la representante de El Oro, plantea que la menstruación sea considerada un tema de salud pública, que el Estado y más organizaciones se sumen en la lucha contra la pobreza menstrual.

El proyecto compromete al Estado a optar, de manera preferente y progresiva, por productos de gestión menstrual sostenibles, orgánicos, ecológicos, de rápida descomposición, reutilizables y libres de químicos, con el fin de causar el menor impacto posible al medioambiente, así como a las personas menstruantes.

Moreira indicó que ha realizado los acercamientos necesarios con el Ministerio de Economía y Finanzas respecto al financiamiento que demanda su propuesta.

También plantea al Ministerio de Salud realizar un censo nacional a fin de obtener las estadísticas lo cual permitirá conocer y determinar el universo de la gestión menstrual tendiente a promover y desarrollar políticas públicas para mejorar las condiciones de gestión menstrual de las personas menstruantes en los ámbitos educativo, sanitario, económico, social y ambiental. (I)

Fuente: https://www.eluniverso.com/noticias/politica/izquierda-democratica-presenta-proyecto-para-combatir-la-pobreza-menstrual-nota/
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La larga marcha de las niñas afganas para seguir estudiando

El reciente atentado contra una escuela en Kabul forma parte de una avanzada de los sectores talibanes contra la educación femenina, en particular de las adolescentes.

La orden de cerrar las escuelas de niñas fue comunicada en la mezquita, durante una reunión con el consejo de ancianos. La noticia se filtró por los docentes y llegó a los hogares de los alumnos. O llegó en forma de carta tajante a las autoridades escolares locales.

Cualquier reclamo, tratativa o intento de razonar con los talibanes era inútil, ya lo sabían. Así que hace tres años, las chicas mayores de 12 años tuvieron que dejar de ir al colegio en dos distritos rurales del sur de Šibarġan, una remota capital provincial del norte de AfganistánHasta 6000 chicas se quedaron sin clases de la noche a la mañana. Los docentes varones fueron despedidos abruptamente: lo que habían hecho, dar educación a esas niñas, iba en contra del islam, decían los talibanes.

En todo Afganistán llegaron órdenes similares a esas impartidas a apenas 100 kilómetros al sur de Šibarġan, capital de la provincia de Yauzyán. En los distritos controlados por el movimiento talibán, se acababa la escuela para todas las niñas, excepto las más pequeñas, salvo poquísimas excepciones. El mensaje talibán era claro: las adolescentes debían estar en casa ayudando a sus madres.

“No pude pisar el colegio durante 2 años”, dice Farida, que ahora tiene 16 años. Farida se quedó sin escuela en el distrito de Darzab cuando tenía 12 y llegó aquí, a la capital provincial a los 14, en condición de refugiada. “Fue mi hermana la que me dijo que se acababa la escuela. Ella es maestra”, dice Farida. “Así que me quedaba ayudando a mamá con las cosas de la casa.”

En todas las escuelas de Šibarġan hay unas cuantas adolescentes refugiadas que viajaron al norte desde zonas controladas por el talibán y ahora viven en la capital provincial con algún pariente.

En todas las escuelas de Šibarġan hay unas cuantas adolescentes refugiadas que viajaron al norte desde zonas controladas por el talibán y ahora viven en la capital provincial con algún pariente.

“Le dije a mi familia que tenía muchas, pero muchas ganas de estudiar”, dice Nabila, de 16 años, que llegó a Šibarġan junto a su madre hace dos años, procedentes del distrito de Darzab. “Tal vez les tengan miedo a las mujeres.”

La aceptación a regañadientes de los pobladores locales permite entrever en qué se convertiría la vida de todos los afganos si continúa el lento desplome de las fuerzas militares del gobierno. Y no pasa un día sin que lleguen malas noticias sobre el auge de insurgencia talibán: más bases tomadas por asalto, más distritos capturados, puestos de avanzada que se rinden, y funcionarios y periodistas asesinados.

Desde el 1° de mayo, cuando Estados Unidos inició formalmente su retirada de Afganistán, los talibanes han conquistado territorios en prácticamente todas las regiones del país.

El 8 de este mes, el cruento atentado contra una escuela de Kabul, capital de Afganistán, dejó un tendal de niñas muertas. Aunque el talibán negó ser responsable del hecho, el mensaje del responsable era muy claro: la educación de las niñas no será tolerada.

El talibán controla los distritos de Qosh Tepa y Darzab —una región agrícola pobre, de tierra poco productiva y golpeada por la sequía, donde viven 70.000 personas— y las 21 escuelas de esos distritos. Tomaron el control en 2018, después de feroces enfrentamientos con fuerzas del gobierno y con los talibanes renegados locales, que habían proclamado su alianza con Estado Islámico.

Dos gobiernos

Aunque el control lo tienen los talibanes, todos los meses los docentes de esos distritos peregrinan hasta Šibarġan, la capital provincial, para cobrar sus salarios, una de las muchas anomalías de un país que en los hechos ya tiene dos gobiernos. La ciudad, polvorienta y bulliciosa, sigue en manos del gobierno central, pero como otras capitales de provincia, es una isla y está rodeada: los talibanes dominan las rutas de entrada y salida.

El gobierno provincial todavía tiene inspectores escolares para los distritos capturados, pero esos funcionarios de educación locales deben observar con impotencia cómo los insurgentes islamistas introducen grandes dosis de religión en el programa de estudios, recortan las horas de historia, y excluyen de las aulas a las niñas.

Las docentes mujeres han sido despedidas. Los talibanes usan los libros de texto gratuitos que entrega el gobierno, pero controlan estrictamente su contenido y se aseguran de que se trabajen intensamente los libros de instrucción islámica. También castigan a los profesores que no se presentan a trabajar, recortándoles el sueldo, y sacándoles días libres. Varios docentes de esos distritos han sido acusados por los talibanes de espionaje y de afeitarse la barba.

Los talibanes usan los libros de texto gratuitos que entrega el

gobierno, pero controlan estrictamente su contenido y se aseguran de que se trabajen intensamente los libros de instrucción islámica.

“Si no obedecemos, nos castigan”, recuerda haber escuchado de boca de los maestros el director de educación de Yauzyán, Abdul Rahim Salar.

Las niñas que huyen a Šibarġan para poder continuar con su educación tienen la sensación de haber escapado por un pelo de un destino desconocido que les imponían los talibanes. Nilofar Amini, de 17 años, dice que extrañaba la escuela a la que le prohibieron ir hace tres años. Llegó a la capital provincial hace apenas unos días.

“Quiero recibir educación”, dice Nilofar.

La política del talibán en relación con la educación de las niñas puede variar ligeramente, porque las decisiones las toman los comandantes locales, fiel reflejo de la descentralización de un movimiento que varios expertos, como Antonio Giustozzi, han descrito como una “red de redes”. En un informe difundido el año pasado, la organización Human Rights Watch señaló que si bien los comandantes talibanes suelen permitir la escolarización de las niñas de hasta 12 años, en general lo prohíben a partir de esa edad. De todos modos, en algunas zonas “la presión de la comunidad convenció a los comandantes de permitir un mayor acceso a la educación para las niñas”, dice el informe. Pero no son muchos. Y menos en esta parte de Afganistán.

Las niñas que huyen a Šibarġan para poder continuar con su educación tienen la sensación de haber escapado por un pelo de un destino desconocido que les imponían los talibanes.

Un docente del distrito cuyas tres hijas adolescentes ya no pueden ir a la escuela señala: “La situación es mala y me duele mucho por ellas. No tienen nada que hacer”. El hombre agrega que sus hijas se dedican a ayudar a su madre con las tareas de la casa.

Nadie puede desobedecer

Frente a la sede escolar provincial de Šibarġan, donde fue a cobrar su sueldo, el docente prefiere no revelar su nombre por temor a las represalias de los talibanes, y dice que sus hijas le siguen preguntando cuándo podrán volver a la escuela.

“No nos dejaron seguir estudiando”, dice Fatima Qaisari, de 15 años, alojada en un ruinoso campamento de refugiados de la vecina provincia de Faryab, y agrega que cuando cerraron su escuela tenía 12 años.

Los funcionarios de educación de la capital provincial hablan de un clima de represión en el que los residentes, padres y maestros no tienen voz ni voto en las duras y estrictas políticas impuestas por los talibanes.

“Hemos entrado en contacto con los miembros de esas comunidades educativas muchas veces, pero sin ningún resultado”, dice Abdel Majid, director de escuelas en Darzab. “Nos dicen que su gobierno no quiere que las niñas reciban educación y que nadie puede desobedecer”. La facción talibán que apoyaba a Estado Islámico destruyó algunas de sus escuelas; otras no tienen ventanas.

En la Escuela Mariscal Dostum —que lleva el nombre del militar Abdul Rashid Dostum, exvicepresidente del país y héroe local, cuyo retrato está por todas partes en la ciudad—, un puñado de niñas escapadas de los distritos controlados por el talibán tratan de ponerse al día con los estudios y recuperar el tiempo perdido. Varias dicen querer ser maestras, y una de ellas tiene la esperanza de estudiar ingeniería.

En la oficina del director, algunas de las refugiadas de Darzab y Qosh Tepa siguen sin entender la absurda decisión de los talibanes de prohibirles ir a la escuela.

“Es una decisión sin sentido”, dice Farida, de 16 años, y mueve la cabeza de un lado a otro con incredulidad. “Nunca tuvo la menor lógica”.

Fuente Original:  Jaime ARRAMBIDE (TRADUCTOR) 

Fuente: https://kaosenlared.net/la-larga-marcha-de-las-ninas-afganas-para-seguir-estudiando/

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Unesco destaca los avances de género en el acceso a la educación en Latinoamérica

El informe titulado «Una nueva generación: 25 años de esfuerzos en favor de la igualdad de género en la educación» muestra que desde 1995 se han matriculado 180 millones más de niñas en la enseñanza primaria y secundaria alrededor del mundo.

Un informe de la oficina regional de la Unesco indica que en América latina y el Caribe se registró “un progreso significativo” en la matriculación de las niñas y que se acerca a la universalización en el nivel primario, pero aun persisten barreras en el acceso para sectores vulnerables en Guatemala, Haití, Surinam, Honduras, Uruguay y Nicaragua.

El informe titulado “Una nueva generación: 25 años de esfuerzos en favor de la igualdad de género en la educación” muestra que desde 1995 se han matriculado 180 millones más de niñas en la enseñanza primaria y secundaria alrededor del mundo.

El reporte destaca que en la región “se ha registrado un progreso significativo en la educación de las niñas, acercándose a la universalidad en el acceso a la educación primaria”.

Y da como ejemplo a Guatemala donde la tasa de finalización de primaria de las niñas más pobres “ha aumentado más del doble en tan solo 15 años, prácticamente eliminando la brecha con los niños”.

También destaca el caso de México en cuyo segundo ciclo de secundaria “el porcentaje de niñas matriculadas pasó del 38% en 1995 al 84% en 2018”, mientras que en Costa Rica pasó de un 38% en 1995 al acceso universal en el 2018.

No obstante destaca que en Haití, Guatemala, Surinam, Honduras, Uruguay y Nicaragua, “persisten grandes disparidades de género en el acceso a la educación, en particular entre el alumnado más vulnerable”.

En Belice, por ejemplo, “casi ninguna joven pobre de zonas rurales finalizó el segundo ciclo de escuela secundaria”.

Asimismo, son los hombres jóvenes de la región quienes tienen más probabilidades de desvincularse de la educación y abandonar la escuela antes de tiempo.

A nivel mundial, el informe destaca que hay tres veces más mujeres matriculadas en las universidades que hace dos décadas.

Mientras que en la región esa diferencia a favor de las mujeres se evidencia en casi todos los países latinoamericanos.

“El mundo ha cambiado significativamente en los últimos 25 años, cuando las niñas luchaban por hacer realidad su derecho a la educación. Hoy en día, hay más niñas que niños matriculados en las escuelas y universidades”, dijo Manos Antoninis, director del Informe.

Y agregó: “Una agenda de igualdad de género para los próximos 25 años requiere un nuevo enfoque en todo el mundo, incluida América Latina y el Caribe”.

Por su parte Claudia Uribe, directora de la OREALC/UNESCO Santiago afirmó: “Veinticinco años después de la histórica Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, las niñas enfrentan muchas menos barreras para acceder a la escuela”.

Pero indicó que “hay otros factores que las alejan de alcanzar su potencial, como son algunas normas culturales que establecen bajas expectativas para ellas en materia educativa”.

El informe de UNESCO destaca que el lento progreso en los avances en materia de igualdad de género en la educación “se debe a la persistencia de normas de género negativas en la educación”.

En las zonas rurales de muchos países de ingresos bajos y medios, “a menudo se espera que las niñas se casen y asuman funciones domésticas, lo que actúa como una barrera para su educación, como ocurre entre las niñas indígenas de Guatemala y México”, precisa el reporte.

Fuente: https://www.elperiodista.cl/2021/05/unesco-destaca-los-avances-de-genero-en-el-acceso-a-la-educacion-en-latinoamerica/

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Foro chileno por el Derecho a la Educación

Estimado compañeras/os:
Un conjunto de organizaciones y actores educativos emprendimos un Encuentro para conversar sobre la educación como derecho social en estos tiempos difíciles, particularmente sobre los problemas que enfrentamos y las propuestas educativas que planteamos desde nuestras organizaciones.
🗓️Cuándo: el sábado 20 de junio, entre las 10:00 y 13:00.
🖥️Las inscripciones ya cerraron, pero puedes seguir en vivo partes importantes de este encuentro nacional en https://www.facebook.com/DerechoEducacionPublica/
Acompáñanos!
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Bangladesh: Los niños y niñas rohinyás consiguen acceso a la educación

Redacción: Amnistía Internacional

El gobierno de Bangladesh ha anunciado que ofrecerá oportunidades de escolarización y formación profesional a los niños y niñas rohinyás refugiados, dos años y medio después de que se vieran obligados a huir de crímenes de lesa humanidad.

Advirtiendo del coste de crear una “generación perdida”, Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos hacen campaña en favor del casi medio millón de niños y niñas rohinyás de los campos de refugiados de Bangladesh a fin de que se les permita disfrutar de su derecho a educación de calidad,.

“Se trata de un compromiso importante y muy positivo del gobierno de Bangladesh, que permite a los niños y las niñas el acceso a la escolarización y perseguir sus sueños para el futuro. Han perdido ya dos cursos académicos y no están en condiciones de perder más tiempo sin clase”, ha señalado Saad Hammadi, responsable de campañas de Amnistía Internacional para Asia meridional.

“Es importante que el acceso a educación apropiada, acreditada y de calidad se haga extensivo a todos los niños y niñas de la zona de Cox’s Bazar, incluidos los de la población refugiada rohinyá y los de la comunidad de acogida. La comunidad internacional tiene un papel clave que desempeñar a este respecto garantizando que el gobierno de Bangladesh dispone de los recursos necesarios para alcanzar su objetivo.”

Hasta ahora el gobierno bangladeshí se venía resistiendo a los llamamientos en favor de conceder a los niños y niñas rohinyás el acceso a la educación y limitaba las oportunidades de aprendizaje a unos cuantos centros educativos provisionales que ofrecían clases de enseñanza primaria básica con recreo por los campos de refugiados del distrito de Cox’s Bazar. Algunos niños y niñas que consiguieron tener acceso a centros de enseñanza secundaria fueron expulsados por orden del gobierno.

No pueden subestimarse los beneficios de impartir educación a los niños y las niñas, cuyos efectos positivos se propagan por las comunidades y la sociedad en general. Pueden hablar por sí mismos, reivindicar sus derechos, salir adelante y sacar a otras personas de una situación difícil. Pero los costes de negar la educación a los niños y las niñas pueden ser duros, siendo uno de ellos que queden expuestos a sufrir pobreza y explotación. Acogemos con satisfacción este significativo avance y esperamos que el gobierno cumpla sus compromisos.
Saad Hammadi

En medio de temor a ser devueltos a Myanmar o reubicados en la cenagosa isla deshabitada de Bashan Char, estos menores tenían ante sí un futuro incierto. Muchos estaban a punto de terminar sus estudios cuando el ejército de Myanmar atacó sus pueblos, obligándolos a huir a Bangladesh y vivir en una situación de incertidumbre.

El ministro de Asuntos Exteriores de Bangladesh, Masud bin Momen, ha dicho hoy a la prensa: “El gobierno ha creído necesario mantener viva la esperanza de los niños y niñas rohinyás en el futuro haciendo extensivas la educación y la formación profesional a ellos.”

Según los planes del gobierno, los niños y niñas rohinyás recibirán enseñanza escolar hasta los 14 años aplicando el plan de estudios de Myanmar, y los mayores de 14 recibirán formación profesional. Las escuelas necesitarán profesorado debidamente formado, que sepa utilizar el plan de estudios de Myanmar y enseñar en birmano.

Se pondrá en marcha un proyecto piloto de UNICEF y el gobierno de Bangladesh en el que participarán 10.000 niños. El sistema se hará extensivo luego a otros niños y niñas, incluidos los de la comunidad de acogida, a los que se enseñará por separado con el plan de estudios de Bangladesh

La Convención sobre los Derechos del Niño, tratado vinculante que Bangladesh ha ratificado, deja claro que la educación puede y debe garantizar el desarrollo de la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño o niña hasta el máximo de sus posibilidades, al mismo tiempo que se les inculca el respeto a los derechos humanos y se los prepara para asumir una vida responsable en una sociedad libre.

“No pueden subestimarse las ventajas de educar a los niños y las niñas, cuyos efectos positivos se propagan por las comunidades y la sociedad en general. Pueden hablar por sí mismos, reivindicar sus derechos, salir adelante y sacar a otras personas de una situación difícil. En cambio, los costes de negar la educación a los niños y las niñas pueden ser muy grandes, siendo uno de ellos que queden expuestos a sufrir pobreza y explotación. Acogemos con satisfacción este significativo avance y esperamos que el gobierno cumpla sus compromisos”, ha afirmado Saad Hammadi.

Campaña de Amnistía Internacional por el derecho a la educación

  • El año pasado, el Día Mundial de los Refugiados Amnistía Internacional organizó un “campo de arte” para los niños niñas de los campos de refugiados de Cox’s Bazar. Trabajando con un grupo de artistas bangladeshíes, pasaron dos días haciendo dibujos que representaban sus aspiraciones para el futuro; querían dedicarse a la docencia, la medicina, el pilotaje o la enfermería. En colaboración con UNICEF, las creaciones artísticas se expusieron en Dacca y se llevaron después a Washington D. C., Londres y otras grandes ciudades del mundo.
  • En agosto de 2019, Amnistía Internacional publicó un documento, “I don’t know what my future will be”: Rohingya refugees in Bangladesh, en el que detallaba las condiciones de vida en los campos, en especial para los niños y niñas que no habían visto un aula desde que llegaron a los campos en 2017.
  • Dos de las estrellas de YouTube más conocidas de Bangladesh hicieron un vídeo de hip-hop en colaboración con Amnistía Internacional, haciéndose eco del llamamiento de la petición: https://www.youtube.com/watch?v=1r9DZp8WStc

Fuente: https://www.amnesty.org/es/latest/news/2020/01/bangladesh-rohingya-children-get-access-to-education/

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