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¿Adoctrinamiento en la educación colombiana?

Por: La Silla Vacía/27-02-2018

En la última semana se ha desatado una  polémica que gira alrededor de lo que se ha denominado como “adoctrinamiento” por parte de algunos docentes en Colombia.

Conviene reflexionar acerca de algunos aspectos que están relacionados con el término «adoctrinamiento» que, según la RAE, consiste en  “inculcar a alguien determinadas ideas o creencias”.

Si consideramos que la educación es, de acuerdo con algunos pensadores de este campo como Vigotsky, un modelo de transmisión de la cultura, el acto de educar tendrá que ver siempre con inculcar en alguien un cúmulo de ideas particulares o creencias. Es decir, siempre estará relacionada con un tipo de adoctrinamiento. Probablemente la polémica reciente tiene que ver con qué clase de ideas son las que un docente pone a circular en un aula.

Pero, ¿no es acaso cualquier proyecto educativo un adoctrinamiento en sí mismo? El proyecto de la modernidad se asentó sobre la educación como elemento fundamental. Sus  ideales de nación, patriotismo o ciudadanía, entre otros, han sido transmitidos principalmente por el sistema educativo. En este sentido, la educación es la base de la organización política, entendida esta última como la participación en la vida común, que es social por excelencia. Dicho esto, la educación es una práctica política, en esencia.

En este escenario, el docente es un actor protagónico. Incluso la decisión de ser docente implica ya una posición ideológica de cara a la sociedad. Esto es válido en el ámbito mundial ya que, salvo contadas excepciones, la profesión docente se considera en la mayoría de países, una condición de segunda categoría o de inferioridad frente a otros oficios. En Colombia, el contexto adquiere mayor relevancia si se piensa en factores relacionados como las distancias entre la educación oficial y la privada, en sus distintos niveles; las amenazas que reciben los docentes en algunas zonas urbanas o rurales o la inestabilidad laboral, principalmente en el sector privado.

Por lo tanto, es imposible concebir la educación sin adoctrinamiento. Justamente es el docente, quien se encarga de traducir en términos prácticos el legado cultural que una sociedad quiere preservar. La libertad de cátedra se constituye en una garantía para la transformación y la innovación del conocimiento que circula por los centros académicos. Es justamente, en muchos casos, el docente quien se echa al hombro la tarea de contribuir en la formación de sujetos críticos, curiosos y por qué no, rebeldes, frente a la asimilación de los contenidos culturales que una sociedad, no tan sana, pretende transmitir.

La libertad de cátedra es un bastión desde el que se propone y se transforma un ideal de mundo distinto. De no ser así, estaríamos compartiendo principios medievales y caducos. Evidentemente no se trata de formar personas con rencor social sino de incitar y seducir hacia posturas críticas y propositivas que contribuyan a transformar una sociedad que reclama generaciones que piensen y actúen distinto. Aunque en la profesión docente aún quedan cosas por mejorar y ajustar, no se puede coartar la posibilidad de que en las aulas se construya un nuevo país, un nuevo mundo.

 

*Fuente: https://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-la-educacion/historia/adoctrinamiento-en-la-educacion-colombiana-70222

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Defensa de la educación

Por: Elvira Lindo. 

Si a los niños no se les enseña en la justicia social, ¿cómo van a comprender que están siendo clasistas?

El año 2018 se acaba y nos deja la sensación de que la realidad nos empuja inclemente a pocos metros de un abismo que no sabemos si sabremos sortear. Mi naturaleza no es apocalíptica, muy al contrario, pero no dejo de pensar en que el futuro del planeta está en manos de cuatro imbéciles a los que les importa bien poco el futuro del planeta. Tal vez siempre haya sido así, pero ahora tienen más recursos tecnológicos para acelerar el final. Dicho esto, exijo a mi carácter optimista algunas razones para celebrar este año carcamal y encuentro, como siempre, algunas experiencias artísticas reveladoras. Una de ellas me la proporcionó la película Roma, de Alfonso Cuarón. Me irrita el arte que solo pretende adoctrinar, pero ocurre a veces la maravilla de aprender algo que se te muestra sin olvidar que toda historia también es una experiencia estética. Lo que aprendí con Roma, o lo que Roma confirmó valiéndose de un lenguaje visual y acústico poderosamente poético, fue que hasta para la desgracia hay clases.

La historia confronta la vida de Sofía, una mujer de clase media alta, madre de cuatro niños, con la de Cleo, la sirvienta de la casa. Cuarón, que construye el cuento con sus recuerdos de niño, se entrega a seguir los pasos de esa criada, casi adolescente, que trabaja sin tregua para que el hogar funcione. Cleo, lejos de su pueblo, entrega todo su amor a esos niños a los que acuna con nanas en mixteco, su lengua indígena. Tiene la delicadeza el director de describir un mundo de privilegio en el que nadie reparaba en el esfuerzo físico y anímico de unas muchachas que, alejadas de su lugar de origen, atendían con la fuerza de cinco electrodomésticos los caprichos de los señoritos. Me recordó a ese momento en las memorias de la fotógrafa sureña Sally Mann, cuando confiesa que habiendo crecido a los pechos de una tata negra jamás se preguntó cuáles eran sus necesidades, ni si echaba de menos a sus hijos cuando acunaba a los hijos de la señora. Si a los niños no se les educa en la justicia social, ¿cómo van a comprender que están siendo clasistas?

Cleo y su señora, Sofía, sufren a lo largo de la película sendos desengaños amorosos. Eso de alguna manera las aproxima, como suelen acercarse las mujeres que sufren desengaños en el marco de una sociedad que no exige a los hombres el mismo compromiso para abordar los deberes familiares. Son víctimas las dos de una sociedad machista, cruel por sistema con las mujeres, pero inevitablemente su origen social las sitúa en universos que no llegan a rozarse. Cleo es pobre, depende de la bondad de la señora; es indígena, lleva escrita la postergación en la piel; Cleo no tiene recursos para plantearse una vida libre e independiente: seguirá velando el sueño de los niños ajenos. Tal vez un día encuentre a un hombre con el que tenga los suyos propios, pero también su suerte estará cautiva de cómo la trate ese tipo que de ser amoroso puede transformarse de pronto en un cabrón.

En este presente en el que tanto se cuestiona la educación que habría de prepararnos para ser justos y considerados hay que apelar a ella todavía con más encono. Con lo fácil que es mostrarle a cualquier niño cómo influye en nuestro bienestar la casilla de salida de la que partimos. Y no es adoctrinamiento, como suele decirse. Es tan fácil como enseñarle a valorar la desgracia ajena tanto como la propia.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2018/12/29/opinion/1546101315_888233.html

 

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“Dogmachismo”

Por: Miguel Lorente Acosta

Sobre la imposición de las ideas machistas a modo de verdad absoluta e incuestionable.
No es cuestión de dogmatismo, sino de “dogmachismo”, es decir, de “proposiciones tenidas como ciertas y como principios innegables” construidos por el machismo, o lo que es lo mismo, al amparo de la normalidad de una cultura levantada sobre las referencias de los hombres y, por tanto, comunes a todos ellos. Por eso la defensa de esta construcción es asumida por todos los hombres, no sólo por los que se benefician de manera directa en un momento dado. Cada hombre sabe que este modelo androcéntrico es bueno para todos, y que con independencia de que haya beneficios que se obtengan de manera directa a través de una acción concreta, los privilegios siempre están presentes en cualquier hombre.

Un dogma, esa especie de verdad incuestionable, sólo se puede definir desde una posición de poder dentro del grupo o comunidad en el que se crea. Si alguien establece un dogma sin contar con ese poder dentro de la sociedad la consecuencia será completamente distinta, y quien lo haga será considerado un extravagante o un loco, y su dogma una tontería o una extravagancia.

Por lo tanto el dogma es un reflejo en sí mismo del poder, y por ello se le reviste y protege con él frente a críticas y posibles ataques. Es lo que hace el machismo con sus “verdades y principios innegables”, que son cubiertas con el valor de la palabra de los hombres que las crean. No por casualidad utilizan como elemento definitorio el hecho de que “no se puedan negar”, podrían haber utilizado otro, como “inalcanzable” o “inescrutable”, pero presentar un dogma como “innegable” tiene un doble sentido.

Uno el concepto en sí alrededor de la idea de verdad, y otro, reducir la posibilidad de la crítica al dejar sin “capacidad ni autoridad” a las personas que pueden hacerlo. El planteamiento es muy sencillo, si el machismo crea “dogmas” basados en la superioridad natural de los hombres y sobre ellos les otorga beneficios y privilegios, quienes podrían cuestionar esa construcción desigual serían aquellas personas que quedan excluidas y sufren las consecuencias negativas de esta injusticia social, es decir, las mujeres, sin embargo, su capacidad crítica queda muy limitada porque la propia cultura que crea los dogmas las ha desprovisto de “la palabra y la verdad”.

El resultado final es una sociedad en la que las referencias masculinas condicionan la realidad para que todo sea como “tiene que ser”, y para que cuando haya algún conflicto o alguna circunstancia que no encaje en lo “esperado”, pueda ser explicada a través de los mitos, estereotipos, principios, costumbres, tradiciones… que mantienen los dogmas de la superioridad masculina. El resultado es muy simple, y al igual que la religión se basa en los “dogmas de la fe”, la cultura se fundamenta en los “dogmas del machismo”.

Y como el dogma es poder y reflejo del poder, su simple cuestionamiento ya desencadena toda una reacción agresiva frente a quien lo hace y a los planteamientos que buscan la Igualdad. Veamos algunos ejemplos de la interpretación que hace el “dogmachismo” de la realidad: La Ley Integral contra la violencia de género se presenta como instrumento “contra los hombres”, porque es un hombre el que puede ser condenado; pero callan el detalle de que si es condenado no es por ser hombre, sino por ser maltratador. A nadie se le ocurre pensar que el Código Penal va contra las personas porque es una persona quien puede ser condenada si comete un delito o una falta. La Igualdad se percibe como un problema, no como un Derecho Humano necesario para la convivencia en sociedad. Ver la Igualdad como un problema y la desigualdad como “normalidad” refleja muy bien esa construcción cultural machista y los dogmas que hacen a los hombres merecedores de los privilegios y a las mujeres de la discriminación y la violencia.

Transmitir los valores de la Igualdad para mejorar las relaciones construidas sobre el respeto y la paz se considera “adoctrinamiento”, y transmitir los valores del machismo que dan lugar a la discriminación y la violencia se considera “educación”. Las cuotas basadas en una representación del 60/40 para corregir la desigualdad se ven como algo injusto y anti-natural, pero cuando los hombres representan el 90% o el 100% se ve como algo consecuente, lógico y natural. En ningún caso se entienden como cuotas del machismo basadas en la discriminación de las mujeres.

La brecha salarial y el mayor salario de los hombres a través de sueldos más altos o de promociones más directas, también se considera como algo propio a la condición y capacidad masculina, no como parte de la desigualdad y discriminación. La lista se haría interminable, pero en cualquier caso, los ejemplos recogidos son suficientes para reflejar la realidad y para ver cómo el “dogmachismo” tiene un doble sentido. Por un lado, defender la posición superior de los hombres; y por otro, situar en quienes lo critican lo que niega para sí mismo, y mientras que el machismo es concebido como “orden natural”, presenta al feminismo, a la Igualdad y a quienes trabajan por ella como personas dogmáticas, rígidas y violentas.

Esa atribución es muy gráfica de lo que en realidad es el machismo, tanto que lo deja en evidencia con una idea similar a lo que dice el refranero con lo de “piensa el ladrón que todos son de su condición”. Todo ello demuestra que se trata de una construcción cerrada e interesada en la defensa de los privilegios masculinos y en la perpetuación de su modelo de sociedad (educación, economía, religiones, política…). Esta es la razón que hace que a pesar de la objetividad de todas las falacias que se han ido desmontando a lo largo de la historia, se continúe con la misma estrategia para que también hoy los hombres sean presentados como superiores y merecedores de sus privilegios.

Da igual que se hayan demostrado falsos los argumentos sobre la inferioridad de las mujeres basados en ideas como que no tenían alma, que su condición las hacía ser esclavas de los hombres, o que su falta de inteligencia y capacidad debían situarlas en las tareas de cuidado y afecto; al final continúan con el mismo razonamiento bajo otras justificaciones, puesto que todo ello no es producto de las circunstancias del momento y del lugar, sino parte de las “verdades” de la cultura.

Es el “dogmachismo”.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=240299
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Las medias verdades de Ciudadanos sobre el adoctrinamiento: así crean su discurso contra la escuela catalana

Por: Pau Rodriguez

  • Ciudadanos denuncia presuntos casos de manipulación en las aulas catalanas que no siempre se sostienen
  • Ven en los colegios «una fábrica de crear robots» independentistas, aunque el soberanismo ha calado en todas las edades de forma parecida
  • La batalla histórica de C’s ha sido contra el modelo de inmersión lingüística, cuyos partidarios argumentan que garantiza el dominio del castellano y el catalán.

«¿Vamos a seguir mirando hacia otro lado y que el nacionalismo se apodere de un espacio civil sagrado como es la educación?». Así se dirigía Albert Rivera, líder de Ciudadanos, al PP y al PSOE desde la tribuna del Congreso para pedirles un mayor control de la inspección sobre los colegios catalanes. Este es uno de los discursos recurrentes de la formación naranja que a  su rechazo a la inmersión lingüística ha sumado ahora  las acusaciones de adoctrinamientoen las aulas. ¿Pero hasta qué punto se fundamenta su relato en lo que ocurre a diario en los centros educativos?

A juzgar por las imágenes que mostró Rivera en el Congreso para probarlo, a la acusación le falta cuanto menos precisión.»Esto es lo que se estudia en los libros de texto», dijo señalando una fotocopia de un mapa de los llamados Països Catalans, pero omitió que se trataba de un mapa lingüístico –de las zonas donde se habla catalán– y no político, y que ni siquiera era un libro de texto, sino una enciclopedia infantil editada por TV3. También denunció la presencia de una estelada colgada en la fachada de una escuela de Aiguaviva (Girona), aunque no precisó que cuando los niños empezaron el colegio en septiembre la bandera ya no estaba, porque fue retirada antes del inicio del curso escolar por parte de la administración.

En Ciudadanos, sin embargo, afirman que las escuelas y los medios de comunicación públicos son fundamentales para su estrategia. «Deberían trabajar para que los secesionistas no adoctrinen, para que la educación que imponen no sea lo que es, una fábrica de crear robots que solo piensan lo que ellos quieren que piensen», le reprochó el diputado de C’s Toni Cantó al ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, en una intervención anterior en el Congreso. Obvió sin embargo que la conversión al independentismo no entiende de edades, ya que esta opción política ha calado por igual entre los alumnos de la escuela catalana y los de la escuela franquista,   tal como apuntaba el politólogo Lluís Orriols en un artículo reciente.

Lluvia de acusaciones y fijación por los libros de texto

Ciudadanos ha visto en los supuestos casos de adoctrinamiento un filón para cargar contra el PP, a quienes acusan de haberlo permitido desde el Gobierno, con lo que no han dudado en airear todas las denuncias que han podido sobre esta materia, muchas de ellas aparecidas en medios de comunicación en los últimos meses. El mayor ejemplo de ello fue la interpelación de Toni Cantó al ministro de Educación con la que le recriminó si le parecían «normales» una larga serie de casos que fue enumerando, como las acusaciones contra docentes de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) por criticar a varios alumnos hijos de la Guardia Civil.

Con sus críticas, Cantó volvió a generar controversia. Acusó a las direcciones de colegios de enviar cartas antes del 1-O a las familias para que autorizaran a sus hijos a ir a «manifestaciones secesionistas saltándose clases», sin especificar que es el procedimiento habitual de la mayoría de centros ante la participación de sus alumnos en protestas y huelgas, algo que permite la ley de educación para los jóvenes a partir de Tercero de la ESO. También alertó que ya no pueden hacer actos sin que les «escracheen» en la universidad, y si bien es cierto que han sufrido increpaciones por parte de grupos independentistas, el 2 de noviembre –el mismo día que entraban a prisión los exconsellers–, pudieron acudir con el PP a un acto de Societat Civil Catalana en la UAB que transcurrió con normalidad.

En la cartera de denuncias de C’s juegan otro papel importante los libros de texto, en los que aseguran que se manipula principalmente la historia. Para ello, han usado a menudo el informe que realizó el autodenominado sindicato AMES –que no cuenta con representación alguna en las aulas catalanas– de varios libros escolares. El informe es una relación de casos de «adoctrinamiento ideológico» a partir de extractos de párrafos descontextualizados y fotografías de libros.

Virginia Gámez, doctora en Didáctica de las Ciencias Sociales por la UB, quita hierro a las posibles imprecisiones que se puedan encontrar en un libro de texto. «En un análisis exhaustivo se pueden detectar errores, imprecisiones, vaguedades y hasta estereotipos», admite, «y esto puede provocar que se destaquen aspectos más anecdóticos». Sin embargo, se muestra convencida del rigor con el que se trabaja en la elaboración de los libros de texto en España, y asegura que hay que tener en cuenta «la dificultad que implica la síntesis de contenidos» para que sean comprensibles en edades como las de Primaria.

Sea como sea, muchas de denuncias aparecidas en los medios de comunicación y aireadas por las familias han pasado ya por las mesas de los inspectores catalanes. La Generalitat ha atendido a los tres requerimientos del Ministerio de Educación por presuntos episodios de adoctrinamiento, por lo que los inspectores han estado revisando desde el 1-O decenas de casos que ya se han remitido a Méndez de Vigo, que deberá tomar medidas si se ha vulnerado la ley. Por ahora no ha sucedido.

Méndez de Vigo dice que se bajará el IVA cultural pero cuando se pueda
Méndez de Vigo ha enviado tres requerimientos a la Generalitat sobre casos de adoctrinamiento que ya han sido respondidos EFE

Del Congreso al programa electoral

La batalla del adoctrinamiento la ha librado Ciudadanos con más insistencia desde la tribuna del Congreso de los Diputados que en sus propuestas electorales. Las duras intervenciones de Rivera o  Cantó estas últimas semanas contrastan con la práctica ausencia de este tema en el programa electoral del partido naranja para el 21D. Todo lo que aparece sobre ello es que quieren «una escuela pública donde no se politice a nuestros hijos, donde se enseñe a pensar y no qué pensar». «Una escuela en libertad y sin ideologías es fundamental para el desarrollo personal de los alumnos», reivindican, aunque no concretan cómo llevarlo a cabo.

En los anteriores comicios fue más reducida su mención a lo que ha «alimentado el monstruo», en palabras de Cantó en el Congreso. Pero a su vez es cierto que en las elecciones generales incluyeron propuestas para reforzar  la Alta Inspección de Educación –cosa de la que se desmarcaron recientemente para pedir una agencia independiente– y dedicaron varios puntos para definir cómo debería ser una educación en «valores cívicos y pensamiento crítico». En este ámbito, consideraron que fuera obligatorio, entre otras medidas, «el estudio de los derechos y los deberes constitucionales».

Argumentos que desmiente la inmersión

Lo que sí aparece en el programa de Ciudadanos desde su irrupción en la política catalana es su reivindicación de un modelo trilingüe para los colegios catalanes, con el que catalán, castellano e inglés deberían ser lenguas vehiculares de la enseñanza. Este sería el modelo óptimo, según la formación liderada por Inés Arrimadas en Catalunya, para que los alumnos acabaran la ESO con un buen dominio de los idiomas. Algo que sucede ahora con catalán y castellano.

El modelo de inmersión lingüística ha garantizado que los alumnos se titulen con un nivel similar de catalán y castellano, según las evaluaciones anuales del Consejo Superior de Evaluación de Catalunya, que elabora pruebas externas en Cuarto de ESO. También en las comparaciones entre comunidades autónomas, Catalunya ha aparecido en la media española de nivel de castellano: en la última evaluación externa que hizo el Instituto Nacional de Evaluación de Educación, la media de España quedó en 500 puntos, mientras que la de Catalunya, en 502.

Los defensores de la inmersión recuerdan también que la enseñanza en catalán no perjudica a los alumnos castellanohablantes a la hora de aprender los conceptos escolares con la misma agilidad que los catalanohablantes. Para ello recurren al informe PISA, que en Catalunya se realiza en catalán, y cuyos estudiantes presentan resultados similares sea su lengua materna el catalán o el castellano. La última explotación de los datos de PISA analizada por la Fundació Jaume Bofill en 2009 así lo atestiguaba (los castellanohablantes quedan sólo 10 puntos por debajo de los catalanohablantes, una diferencia que la OCDE no considera significativa).

Desde Ciudadanos insisten también que la inmersión lingüística cuenta con menos apoyo social del que se le supone. Y ahí sí que hay indicios de que ha perdido adeptos. El amplio consenso entorno a la Ley de Normalización Lingüística de 1983, aprobada por la práctica totalidad del Parlament, ha perdido a un 25% del total de votantes –los de PP y C’s el 27-S– ahora abiertamente contrarios al modelo de escuela en catalán. El auge de Ciudadanos prueba el creciente rechazo.

Por último, otra creencia relacionada con la inmersión es que se trata de un modelo rígido de enseñanza solamente en catalán, cosa que contrasta con una realidad mucho más flexible. El 14% de los centros públicos ya dan algunas clases en castellano, según datos de la Generalitat en 2014, y otros muchos en inglés. Eso sí, no son los padres y madres quienes deciden la lengua en que estudian sus hijos, sino que lo hacen los profesores al elaborar el proyecto educativo del colegio.

Fuente: http://www.eldiario.es/catalunya/verdades-Ciudadanos-adoctrinamiento-discurso-catalana_0_713229405.html

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España: Rajoy anuncia medidas para controlar la educación en Catalunya

España/16 noviembre 2017/Fuente: Kaos en la Red

La intención del PP es que la Alta Inspección Educativa tenga más presencia en los centros educativos.

El 155 no ha alterado, de momento, el día a día del funcionamiento de las escuelas en Catalunya. Pero el Gobierno no tiene intención de dejar pasar las denuncias por “adoctrinamiento” en los centros catalanes. Hace meses que Ciudadanos presiona al PP en el Congreso para intervenir en esta cuestión, y Mariano Rajoy anunció ayer -hasta dos veces- que los próximos meses moverán pieza para controlar que los alumnos puedan estudiar en castellano en Catalunya.

El camino pasará por el Congreso, donde el partido de Albert Rivera ya vio como naufragaba una de sus iniciativas hace apenas unas semanas. La vía elegida por el equipo de Rajoy es reforzar el control de la Alta Inspección Educativa, el mecanismo que tienen, según su punto de vista, para intervenir en la inmersión sin vulnerar el Estatuto.

Cs se queda solo en el Congreso en la moción contra el “adoctrinamiento”
“Soy partidario de hablar, y de hablar del tema de la educación en castellano. Pronto en el Congreso de Diputados trataremos de la tarea de la inspección educativa “, señaló el presidente español en una entrevista en la Cope ayer por la mañana.

Para intentar hacer frente a la línea dura de Ciudadanos, el PP registró ayer en el Congreso una proposición no de ley -sin efectos vinculantes- para reformar la Alta Inspección Educativa. La intención es que el debate sobre el supuesto “adoctrinamiento” en las escuelas entre en la comisión sobre el pacto educativo en el Congreso y allí se acuerde una solución.

“Es muy importante que la política abandone las escuelas”, expresó el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, en rueda de prensa tras la Junta de Portavoces. “Que las esteladas y banderas anticonstitucionales dejen presidir la escuela en Catalunya”, añadió. De todos modos, se trata de una iniciativa ahora mismo no vinculante, que remite a una comisión atascada en la cámara baja. Pero es también una respuesta de los populares a Ciudadanos, que presionan para acabar con la inmersión con una proposición de ley. El debate en el pleno será el próximo martes, donde coincidirán la iniciativa de Cs y la del PP.

Después de que a mediados de octubre naufragara una iniciativa para acabar con el supuesto “adoctrinamiento” en las aulas no sólo de Catalunya, sino también de Baleares y Valencia, Albert Rivera registró una proposición de ley en la cámara alta para crear la Agencia Independiente de la Alta Inspección Educativa, que asumiría las funciones de la actual Alta Inspección Educativa, una figura recogida en los diferentes estatutos de autonomía.

Futuro pacto educativo
El problema principal que el PP vio es que se trata de una agencia público-privada, sobre la que el gobierno español perdería todo tipo de control, según fuentes populares. Esto hizo que la iniciativa naufragara. Con todo, sigue muy viva en forma de una proposición de ley y con la intención de Mariano Rajoy de habilitar la inspección para que tenga más poder de control. Ahora bien, siempre que se acuerde en el futuro pacto educativo.

Esta es la única pieza que el presidente español se ha abierto a modificar en el campo de competencias entre comunidades autónomas, después de hacer una defensa cerrada, también ayer, de la descentralización del Estado.

Campaña para que el día de las elecciones sea no laborable
La Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Cataluña (Fapac) ha lanzado una campaña para pedir que el 21 de diciembre, día de las elecciones en Cataluña, sea reconocido como día no laborable para que se garantice el ejercicio del derecho a voto y se facilite la conciliación laboral y familiar. En un comunicado, aseguraron que estas elecciones se celebran en un contexto de “anormalidad democrática” y añadieron que reconocer este día como no laborable ayudaría que la jornada se produjera con más normalidad. La Fapac ha abierto una petición en la plataforma Change.org para sumar firmas, y ha hecho un llamamiento a entidades, organizaciones, sindicatos, partidos y sociedad civil para adherirse a la demanda. La federación ha considerado que la convocatoria de elecciones un jueves no prioriza el derecho a la educación para que se añade un día no lectivo en el calendario escolar que coincide, además, con el fin de trimestre.

Fuente noticia: http://kaosenlared.net/rajoy-anuncia-medidas-controlar-la-educacion-catalunya-castcat/

Fuente imagen: http://kaosenlared.net/wp-content/uploads/2017/11/00-86-300×169.jp

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Adoctrinamiento educativo.

Por: Javier Macho Partida.

El 17 de octubre tuvimos la ocasión de presenciar otro ejercicio de ataque a la enseñanza pública, esta vez protagonizado por el diputado de Ciudadanos Toni Cantó. A este despropósito le podemos sumar el reciente ataque de Xavier García Albiol. Que, aprovechando la coyuntura, pidió aprovechar el tan traído artículo 155 para recordar que «en Cataluña la escuela se dedica a educar en el odio a España».

No sería noticia si no fuera por la situación en que nos encontramos respecto a Cataluña. Pero es indignante que se ataque una vez más al colectivo docente de la enseñanza pública. Un ataque más que sumar a esa lista en la que ya figuran perlas del estilo de que trabajamos sólo veinte horas a la semana, ganamos un dineral, y vaya usted a saber cuántas más.

Volvamos al asunto que nos ocupa. Toni Cantó presentó una moción para que la alta inspección pudiera intervenir para «asegurar la neutralidad ideológica de los docentes». Esto fue unido a todo un discurso lleno de demagogia, presentando hechos puntuales como generalidades en relación al supuesto adoctrinamiento de los niños y las niñas de Cataluña. La moción sólo contó con el apoyo favorable de Ciudadanos ya que siquiera el PP la apoyó. Y por supuesto las reacciones no se hicieron esperar, tanto en las redes sociales como por diversos colectivos docentes, pasando por los demás miembros del arco parlamentario en aquel mismo momento.

 Aunque ya se lo mencionaron, al señor Cantó habría que recordarle cómo se adoctrina en la enseñanza. Adoctrinar se adoctrina en la enseñanza de la Religión, elevada a categoría de materia evaluable gracias a la Lomce. Si de verdad el estado español es laico, ¿por qué hay una materia de religión dentro del currículo educativo? Este sería tema de otro debate, pero es necesario recordar que países como Francia nos ganan en conciencia laica y en la separación Iglesia-Estado, y el debate sobre la laicidad de la enseñanza sigue pendiente.

Adoctrinar se adoctrina en los centros religiosos privados y concertados. Esos mismos centros con los que están de acuerdo y además votan proposiciones junto al PP para aumentar sus fondos en detrimento de la enseñanza de todos y todas, que es la enseñanza pública. Ya nos batimos el cobre día a día con innumerables problemas, señor Cantó: presupuesto de educación en mínimos históricos; falta de recursos en los centros; aumento de horas lectivas; treinta alumnos o más por aula; alumnos con necesidades educativas especiales de toda clase a los que es difícil atender como se merecen; preparación de clases; elaboración de programaciones didácticas y adaptaciones curriculares, etc. ¿No tenemos suficientes problemas? ¡Es que la educación pública no es una prioridad del partido que ustedes apoyan! No obstante, el gasto en educación daría para más de un artículo.

Adoctrinar se adoctrina en ese mantra neoliberal repetido hasta la saciedad que es el emprendimiento y el hazlo tú mismo, adoctrinando mediante su promoción a través de un discurso que reviste esta categoría de «emprendedor» dentro de un hálito mágico, representados estereotípicamente como personas «hechas a sí mismas», que cimientan el cambio social que requieren las sociedades actuales. Detrás solo hay populismo empresarial. La mitología de los emprendedores, es la reedición del mito del sueño americano, pero un sueño convertido en pesadilla de autoexplotación. Dicho de otra manera, sería algo así como búscate la vida por si acaso nadie te da empleo y el estado no está para estos menesteres. Mientras tanto, es ese mismo Estado que, en vez de promover políticas públicas de empleo, favorece a las grandes empresas y a los oligopolios con sus políticas, unido al interés de muchas corporaciones privadas por hacerse un hueco en el mundo de la educación, por supuesto para su propio interés económico. No obstante, el uso mercantilista de la educación y cómo debe ser ésta también daría para otro debate.

Adoctrinar se adoctrina en esa obsesión permanente que sólo el inglés sirve para conseguir empleo, o que con el inglés se va a todas partes, o que hay que enseñar los contenidos educativos en inglés. Sobre el mal llamado bilingüismo podríamos hablar largo y tendido, pero también da para otro debate. Y aquí lanzo una pregunta: ¿Hay algún presidente del Gobierno que hable o haya hablado inglés con fluidez? Por cierto, la Unesco recomienda la educación plurilingüe en la lengua materna, una lengua internacional (no dice cuál), y la lengua regional si la hubiere. Bueno, la dejadez de las instituciones respecto al leonés daría para otro debate más.

Nuestros mayores recordarán cómo tenían que cantar el Cara al sol y el himno de España con la letra de José María Pemán. También recordarán una visión parcial e imperialista de la Historia de España en la que el dictador Francisco Franco salvó a España (la de la una, grande y libre) de todos sus males. También recordarán que hablar en las lenguas cooficiales como el catalán o el euskera estaba prohibido. También recordarán que estaba prohibido leer ciertos autores como Lorca o Miguel Hernández. También recordarán aquella asignatura llamada Formación del Espíritu Nacional con sus apartados para niños y niñas, con todos los valores heteropatriarcales que les inculcaban, que para más inri la quisieron comparar con la Educación para la Ciudadanía de la LOE.

Dicho de otro modo, adoctrinar se adoctrinaba en la escuela franquista, en la escuela de la dictadura de Franco. Por cierto, Ciudadanos y el PP salieron pitando del Parlament de Cataluña para no tener que condenar un régimen totalitario que violaba los más elementales principios democráticos. Y ni siquiera tendría que hacer falta recordar que esa dictadura vino tras un golpe de estado contra un gobierno legítimo que era el de la II República, y que no se nos olvide que muchos de los maestros y maestras republicanos de cualquier signo político fueron represaliados por ese régimen dictatorial.

Respecto a la neutralidad ideológica, lo que buscan en verdad es coaccionar al profesorado para impedir el ejercicio libre lo que es nuestra profesión: Formar ciudadanos y ciudadanas cultos, libres, con curiosidad y espíritu crítico. Dentro del mundo docente hay numerosos profesores y profesoras afiliados a sindicatos y partidos políticos, Ciudadanos incluido. ¿También va a acusar el señor Cantó a sus compañeros de partido de adoctrinar? Si de verdad ocurren hechos en los que un docente se extralimita en sus funciones hay todos unos mecanismos para investigar a esta persona: equipos directivos, inspección educativa, etc. No es necesario crear ningún tipo de policía política para satisfacción ideológica de unos pocos.

Podría decir que fui un «niño adoctrinado» (como dicen cierta gente de la clase política) hasta los diez años en Cataluña, «víctima» de la inmersión lingüística hasta cuarto de EGB. Hijo y nieto de inmigrantes andaluces, viví en un pueblo de la comarca de Osona, Barcelona, y el catalán era de uso habitual, a diferencia de otras áreas, y no me pasó absolutamente nada. Bueno, algo sí me pasó: gracias a la inmersión lingüística pudimos integrarnos en la sociedad catalana; si hubiera permanecido allí hubiera disfrutado de más oportunidades de las que tendría sólo sabiendo castellano; me despertó cierta intuición lingüística y de hecho ahora me dedico a la enseñanza del inglés; puedo expresarme en dos lenguas distintas de manera fluida y disfrutar por igual de dos tesoros culturales con sus distintas manifestaciones.

?La desafortunada intervención de Toni Cantó da para analizar muchos problemas de la educación en este país. Ya va siendo hora de que la clase política deje de usar la enseñanza como arma arrojadiza para sus intereses personales y para buscar soluciones para crear otros problemas. A ver cuándo llega el día en que se reúnan todos los partidos, no sólo ellos, con todas las partes implicadas en la educación para poder alcanzar de una vez un acuerdo educativo que nos beneficie a toda la comunidad educativa.

Fuente: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/adoctrinamiento-educativo_1202550.html

Imagen: https://periodismoalternativoblog.files.wordpress.com/2015/02/ede69-adoctrinamiento2beducativo.jpg

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¿Qué adoctrinamiento?

Por: Rosa Cañadell

El problema de la educación no es el nacionalismo, el problema de la educación es el neoliberalismo, la carencia de presupuesto público y la segregación escolar.

La escuela catalana adoctrina, dicen. Y yo pienso…, pues sí, la escuela catalana, a igual que la del resto del Estado e, incluso, de Europa y quizás de todo el mundo… ¡adoctrina!. Pero no son las maestras, los profesores y profesoras quienes adoctrinan, sino que es todo el sistema educativo: los currículos, las leyes, los decretos, los presupuestos, y tantas otras cuestiones.

Pero el adoctrinamiento más grande y más claro no es el nacionalista, sino el neoliberal.

¿Acaso no es adoctrinar poner a Amancio Ortega como personaje que imitar en los libros de texto de economía? ¿No es esto enseñar que lo importante es hacer dinero aunque sea sobre explotando a mujeres y niñas?

¿No es adoctrinar enviar empleados de la banca a dar clase de Economía Financiera explicando la “necesidad” de hacerse un plan privado de pensiones o un seguro de vida? ¿No es esto enseñar que quien no tenga dinero no tendrá una jubilación porque el estado no le garantizará sus derechos?

¿No es adoctrinar, enseñar Emprendimiento, que no es más que preparar a los jóvenes para un futuro laboral en el que se tendrán que hacer “autónomos”, o sea, trabajadores precarios, sin derechos laborales, que las empresas contratarán cuando los necesiten y los dejarán sin trabajo cuando les convenga, sin paro, ni seguridad social, ni pensión, ni nada?

¿No es adoctrinar que en nuestros libros de texto no figuren nunca todas las aportaciones hechas por culturas que no son la occidental? No es esto enseñar a ser “supremacista” hacia todas las otras culturas que, según dicen los libros de texto, no han aportado nada a la humanidad?. La ciencia, las matemáticas, la filosofía, la medicina, la democracia, los derechos humanos… todo es obra y gracia solamente de nuestra cultura occidental?

¿No es adoctrinar, que las mujeres brillen por su ausencia en el arte, la ciencia, la literatura, la historia, los premios Nobel, y un largo etcétera? ¿No es esto un adoctrinamiento machista?

¿No es adoctrinar explicar, como hacen algunos centros religiosos, pagados con el dinero de todos y todas, que el aborto es igual a un asesinato, o que los homosexuales son “enfermos” que se pueden curar?

¿O no es adoctrinar en el más puro clasismo, que haya centros educativos con piscina e instalaciones fabulosas donde se concentra un tipo de alumnado, mientras otros están en barracones y con una gran carencia de recursos? ¿No es esto preparar al alumnado para aceptar, desde muchos pequeños, que unos tienen más derechos y más privilegios que los otros?

¿No es adoctrinar montar un sistema en el que los centros, el profesorado y las familias tienen que competir entre sí? Fomentar el individualismo y la competitividad es un adoctrinamiento totalmente funcional al sistema neoliberal.

¿Acaso no es adoctrinar elaborar un Protocolo para “detectar posibles radicalizaciones islámicas” del alumnado susceptible de ser musulmán? Cuando no hay ninguna correlación entre las actitudes que contempla este protocolo (denominado PRODERAI) y posibles atentados terroristas. ¿No es señalar a todo el alumnado proveniente de países musulmanes como posible terrorista? ¿No es esto un adoctrinamiento xenófobo y racista?

En qué “programa” oficial se habla de los desahuciados, de las causas de la crisis, del dinero que se ha regalado a los bancos, de las leyes laborales que hacen que tantos trabajadores y trabajadoras continúen siendo pobres? Dónde se explican los negocios de nuestras empresas en los países llamados pobres, que hacen que estos sean cada vez más pobres? Donde se explican las causas de la pobreza, de los países y de las personas? Donde se explica porque los inmigrantes son “ilegales” porque alguien les ha negado unos papeles? Donde se explican las causas de las guerras de Irak, de Afganistán, de Siria…que hace que tantas personas se jueguen la vida para entrar a nuestro países huyendo de la guerra y del hambre?

¿Dónde se explica que con la crisis, los ricos son cada vez más ricos, mientras los pobres son cada vez más pobres? ¿Dónde se explica que los mismos que hablan de paz están vendiendo armas a los países para que hagan guerras? ¿Dónde se explica el por qué del cambio climático y la destrucción de la naturaleza para poder hacer más y mejores negocios?

No señores, el problema de la educación no es el nacionalismo, el problema de la educación es el Neoliberalismo, la carencia de presupuesto público y la segregación escolar.

Y si, a pesar de todo este adoctrinamiento, muchos y muchas jóvenes salen del sistema educativo con una cierta “conciencia” social es, justamente, gracias a que son muchos los docentes que, a pesar de todas las trabas, continúan pensando que su tarea es ayudar a que el alumnado tenga herramientas para entender el mundo en el que vive y pueda pensar al mejorarlo.

Hace ya demasiado tiempo que estamos descuidando la función ideológica de la escuela. Como si cada vez todo fuera más neutro. Pero no hay neutralidad en un mundo tan desigual y tan cruel como el que estamos viviendo. Y la educación no puede estar fuera del mundo real. La educación no es solamente dar herramientas instrumentales (competencias, dicen ahora) para que los jóvenes se adapten al futuro que los espera. No se trata de “preparar” al alumnado para que “se adapten a las necesidades” de la sociedad del siglo 21 (cómo dicen algunos planes de innovación), sino prepararlos para poder “defenderse y luchar” contra esta sociedad que se prevé cada vez más desigual, más individualista, más racista y más competitiva.

No olvidemos que el capital, las empresas y los bancos, no tienen fronteras, tal y cómo estamos viendo estos días. Y son estos poderes económicos los que están introduciendo a marchas forzadas este adoctrinamiento. Quieren la escuela a su servicio y quieren que se transmitan sus valores. Necesitan la escuela para adoctrinar a los jóvenes de mañana.

Más allá de la guerra de banderas y de la grave situación política del país, el alumnado de Cataluña, exactamente igual que el alumnado del resto del Estado, está sufriendo un adoctrinamiento encubierto que va más allá de los nacionalismos y que afecta su futuro y el futuro de la sociedad.

Debemos ser conscientes, denunciarlo y ponerle remedio.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/11/09/que-adoctrinamiento/

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