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Adoctrinamiento educativo.

Por: Javier Macho Partida.

El 17 de octubre tuvimos la ocasión de presenciar otro ejercicio de ataque a la enseñanza pública, esta vez protagonizado por el diputado de Ciudadanos Toni Cantó. A este despropósito le podemos sumar el reciente ataque de Xavier García Albiol. Que, aprovechando la coyuntura, pidió aprovechar el tan traído artículo 155 para recordar que «en Cataluña la escuela se dedica a educar en el odio a España».

No sería noticia si no fuera por la situación en que nos encontramos respecto a Cataluña. Pero es indignante que se ataque una vez más al colectivo docente de la enseñanza pública. Un ataque más que sumar a esa lista en la que ya figuran perlas del estilo de que trabajamos sólo veinte horas a la semana, ganamos un dineral, y vaya usted a saber cuántas más.

Volvamos al asunto que nos ocupa. Toni Cantó presentó una moción para que la alta inspección pudiera intervenir para «asegurar la neutralidad ideológica de los docentes». Esto fue unido a todo un discurso lleno de demagogia, presentando hechos puntuales como generalidades en relación al supuesto adoctrinamiento de los niños y las niñas de Cataluña. La moción sólo contó con el apoyo favorable de Ciudadanos ya que siquiera el PP la apoyó. Y por supuesto las reacciones no se hicieron esperar, tanto en las redes sociales como por diversos colectivos docentes, pasando por los demás miembros del arco parlamentario en aquel mismo momento.

 Aunque ya se lo mencionaron, al señor Cantó habría que recordarle cómo se adoctrina en la enseñanza. Adoctrinar se adoctrina en la enseñanza de la Religión, elevada a categoría de materia evaluable gracias a la Lomce. Si de verdad el estado español es laico, ¿por qué hay una materia de religión dentro del currículo educativo? Este sería tema de otro debate, pero es necesario recordar que países como Francia nos ganan en conciencia laica y en la separación Iglesia-Estado, y el debate sobre la laicidad de la enseñanza sigue pendiente.

Adoctrinar se adoctrina en los centros religiosos privados y concertados. Esos mismos centros con los que están de acuerdo y además votan proposiciones junto al PP para aumentar sus fondos en detrimento de la enseñanza de todos y todas, que es la enseñanza pública. Ya nos batimos el cobre día a día con innumerables problemas, señor Cantó: presupuesto de educación en mínimos históricos; falta de recursos en los centros; aumento de horas lectivas; treinta alumnos o más por aula; alumnos con necesidades educativas especiales de toda clase a los que es difícil atender como se merecen; preparación de clases; elaboración de programaciones didácticas y adaptaciones curriculares, etc. ¿No tenemos suficientes problemas? ¡Es que la educación pública no es una prioridad del partido que ustedes apoyan! No obstante, el gasto en educación daría para más de un artículo.

Adoctrinar se adoctrina en ese mantra neoliberal repetido hasta la saciedad que es el emprendimiento y el hazlo tú mismo, adoctrinando mediante su promoción a través de un discurso que reviste esta categoría de «emprendedor» dentro de un hálito mágico, representados estereotípicamente como personas «hechas a sí mismas», que cimientan el cambio social que requieren las sociedades actuales. Detrás solo hay populismo empresarial. La mitología de los emprendedores, es la reedición del mito del sueño americano, pero un sueño convertido en pesadilla de autoexplotación. Dicho de otra manera, sería algo así como búscate la vida por si acaso nadie te da empleo y el estado no está para estos menesteres. Mientras tanto, es ese mismo Estado que, en vez de promover políticas públicas de empleo, favorece a las grandes empresas y a los oligopolios con sus políticas, unido al interés de muchas corporaciones privadas por hacerse un hueco en el mundo de la educación, por supuesto para su propio interés económico. No obstante, el uso mercantilista de la educación y cómo debe ser ésta también daría para otro debate.

Adoctrinar se adoctrina en esa obsesión permanente que sólo el inglés sirve para conseguir empleo, o que con el inglés se va a todas partes, o que hay que enseñar los contenidos educativos en inglés. Sobre el mal llamado bilingüismo podríamos hablar largo y tendido, pero también da para otro debate. Y aquí lanzo una pregunta: ¿Hay algún presidente del Gobierno que hable o haya hablado inglés con fluidez? Por cierto, la Unesco recomienda la educación plurilingüe en la lengua materna, una lengua internacional (no dice cuál), y la lengua regional si la hubiere. Bueno, la dejadez de las instituciones respecto al leonés daría para otro debate más.

Nuestros mayores recordarán cómo tenían que cantar el Cara al sol y el himno de España con la letra de José María Pemán. También recordarán una visión parcial e imperialista de la Historia de España en la que el dictador Francisco Franco salvó a España (la de la una, grande y libre) de todos sus males. También recordarán que hablar en las lenguas cooficiales como el catalán o el euskera estaba prohibido. También recordarán que estaba prohibido leer ciertos autores como Lorca o Miguel Hernández. También recordarán aquella asignatura llamada Formación del Espíritu Nacional con sus apartados para niños y niñas, con todos los valores heteropatriarcales que les inculcaban, que para más inri la quisieron comparar con la Educación para la Ciudadanía de la LOE.

Dicho de otro modo, adoctrinar se adoctrinaba en la escuela franquista, en la escuela de la dictadura de Franco. Por cierto, Ciudadanos y el PP salieron pitando del Parlament de Cataluña para no tener que condenar un régimen totalitario que violaba los más elementales principios democráticos. Y ni siquiera tendría que hacer falta recordar que esa dictadura vino tras un golpe de estado contra un gobierno legítimo que era el de la II República, y que no se nos olvide que muchos de los maestros y maestras republicanos de cualquier signo político fueron represaliados por ese régimen dictatorial.

Respecto a la neutralidad ideológica, lo que buscan en verdad es coaccionar al profesorado para impedir el ejercicio libre lo que es nuestra profesión: Formar ciudadanos y ciudadanas cultos, libres, con curiosidad y espíritu crítico. Dentro del mundo docente hay numerosos profesores y profesoras afiliados a sindicatos y partidos políticos, Ciudadanos incluido. ¿También va a acusar el señor Cantó a sus compañeros de partido de adoctrinar? Si de verdad ocurren hechos en los que un docente se extralimita en sus funciones hay todos unos mecanismos para investigar a esta persona: equipos directivos, inspección educativa, etc. No es necesario crear ningún tipo de policía política para satisfacción ideológica de unos pocos.

Podría decir que fui un «niño adoctrinado» (como dicen cierta gente de la clase política) hasta los diez años en Cataluña, «víctima» de la inmersión lingüística hasta cuarto de EGB. Hijo y nieto de inmigrantes andaluces, viví en un pueblo de la comarca de Osona, Barcelona, y el catalán era de uso habitual, a diferencia de otras áreas, y no me pasó absolutamente nada. Bueno, algo sí me pasó: gracias a la inmersión lingüística pudimos integrarnos en la sociedad catalana; si hubiera permanecido allí hubiera disfrutado de más oportunidades de las que tendría sólo sabiendo castellano; me despertó cierta intuición lingüística y de hecho ahora me dedico a la enseñanza del inglés; puedo expresarme en dos lenguas distintas de manera fluida y disfrutar por igual de dos tesoros culturales con sus distintas manifestaciones.

?La desafortunada intervención de Toni Cantó da para analizar muchos problemas de la educación en este país. Ya va siendo hora de que la clase política deje de usar la enseñanza como arma arrojadiza para sus intereses personales y para buscar soluciones para crear otros problemas. A ver cuándo llega el día en que se reúnan todos los partidos, no sólo ellos, con todas las partes implicadas en la educación para poder alcanzar de una vez un acuerdo educativo que nos beneficie a toda la comunidad educativa.

Fuente: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/adoctrinamiento-educativo_1202550.html

Imagen: https://periodismoalternativoblog.files.wordpress.com/2015/02/ede69-adoctrinamiento2beducativo.jpg

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¿Qué adoctrinamiento?

Por: Rosa Cañadell

El problema de la educación no es el nacionalismo, el problema de la educación es el neoliberalismo, la carencia de presupuesto público y la segregación escolar.

La escuela catalana adoctrina, dicen. Y yo pienso…, pues sí, la escuela catalana, a igual que la del resto del Estado e, incluso, de Europa y quizás de todo el mundo… ¡adoctrina!. Pero no son las maestras, los profesores y profesoras quienes adoctrinan, sino que es todo el sistema educativo: los currículos, las leyes, los decretos, los presupuestos, y tantas otras cuestiones.

Pero el adoctrinamiento más grande y más claro no es el nacionalista, sino el neoliberal.

¿Acaso no es adoctrinar poner a Amancio Ortega como personaje que imitar en los libros de texto de economía? ¿No es esto enseñar que lo importante es hacer dinero aunque sea sobre explotando a mujeres y niñas?

¿No es adoctrinar enviar empleados de la banca a dar clase de Economía Financiera explicando la “necesidad” de hacerse un plan privado de pensiones o un seguro de vida? ¿No es esto enseñar que quien no tenga dinero no tendrá una jubilación porque el estado no le garantizará sus derechos?

¿No es adoctrinar, enseñar Emprendimiento, que no es más que preparar a los jóvenes para un futuro laboral en el que se tendrán que hacer “autónomos”, o sea, trabajadores precarios, sin derechos laborales, que las empresas contratarán cuando los necesiten y los dejarán sin trabajo cuando les convenga, sin paro, ni seguridad social, ni pensión, ni nada?

¿No es adoctrinar que en nuestros libros de texto no figuren nunca todas las aportaciones hechas por culturas que no son la occidental? No es esto enseñar a ser “supremacista” hacia todas las otras culturas que, según dicen los libros de texto, no han aportado nada a la humanidad?. La ciencia, las matemáticas, la filosofía, la medicina, la democracia, los derechos humanos… todo es obra y gracia solamente de nuestra cultura occidental?

¿No es adoctrinar, que las mujeres brillen por su ausencia en el arte, la ciencia, la literatura, la historia, los premios Nobel, y un largo etcétera? ¿No es esto un adoctrinamiento machista?

¿No es adoctrinar explicar, como hacen algunos centros religiosos, pagados con el dinero de todos y todas, que el aborto es igual a un asesinato, o que los homosexuales son “enfermos” que se pueden curar?

¿O no es adoctrinar en el más puro clasismo, que haya centros educativos con piscina e instalaciones fabulosas donde se concentra un tipo de alumnado, mientras otros están en barracones y con una gran carencia de recursos? ¿No es esto preparar al alumnado para aceptar, desde muchos pequeños, que unos tienen más derechos y más privilegios que los otros?

¿No es adoctrinar montar un sistema en el que los centros, el profesorado y las familias tienen que competir entre sí? Fomentar el individualismo y la competitividad es un adoctrinamiento totalmente funcional al sistema neoliberal.

¿Acaso no es adoctrinar elaborar un Protocolo para “detectar posibles radicalizaciones islámicas” del alumnado susceptible de ser musulmán? Cuando no hay ninguna correlación entre las actitudes que contempla este protocolo (denominado PRODERAI) y posibles atentados terroristas. ¿No es señalar a todo el alumnado proveniente de países musulmanes como posible terrorista? ¿No es esto un adoctrinamiento xenófobo y racista?

En qué “programa” oficial se habla de los desahuciados, de las causas de la crisis, del dinero que se ha regalado a los bancos, de las leyes laborales que hacen que tantos trabajadores y trabajadoras continúen siendo pobres? Dónde se explican los negocios de nuestras empresas en los países llamados pobres, que hacen que estos sean cada vez más pobres? Donde se explican las causas de la pobreza, de los países y de las personas? Donde se explica porque los inmigrantes son “ilegales” porque alguien les ha negado unos papeles? Donde se explican las causas de las guerras de Irak, de Afganistán, de Siria…que hace que tantas personas se jueguen la vida para entrar a nuestro países huyendo de la guerra y del hambre?

¿Dónde se explica que con la crisis, los ricos son cada vez más ricos, mientras los pobres son cada vez más pobres? ¿Dónde se explica que los mismos que hablan de paz están vendiendo armas a los países para que hagan guerras? ¿Dónde se explica el por qué del cambio climático y la destrucción de la naturaleza para poder hacer más y mejores negocios?

No señores, el problema de la educación no es el nacionalismo, el problema de la educación es el Neoliberalismo, la carencia de presupuesto público y la segregación escolar.

Y si, a pesar de todo este adoctrinamiento, muchos y muchas jóvenes salen del sistema educativo con una cierta “conciencia” social es, justamente, gracias a que son muchos los docentes que, a pesar de todas las trabas, continúan pensando que su tarea es ayudar a que el alumnado tenga herramientas para entender el mundo en el que vive y pueda pensar al mejorarlo.

Hace ya demasiado tiempo que estamos descuidando la función ideológica de la escuela. Como si cada vez todo fuera más neutro. Pero no hay neutralidad en un mundo tan desigual y tan cruel como el que estamos viviendo. Y la educación no puede estar fuera del mundo real. La educación no es solamente dar herramientas instrumentales (competencias, dicen ahora) para que los jóvenes se adapten al futuro que los espera. No se trata de “preparar” al alumnado para que “se adapten a las necesidades” de la sociedad del siglo 21 (cómo dicen algunos planes de innovación), sino prepararlos para poder “defenderse y luchar” contra esta sociedad que se prevé cada vez más desigual, más individualista, más racista y más competitiva.

No olvidemos que el capital, las empresas y los bancos, no tienen fronteras, tal y cómo estamos viendo estos días. Y son estos poderes económicos los que están introduciendo a marchas forzadas este adoctrinamiento. Quieren la escuela a su servicio y quieren que se transmitan sus valores. Necesitan la escuela para adoctrinar a los jóvenes de mañana.

Más allá de la guerra de banderas y de la grave situación política del país, el alumnado de Cataluña, exactamente igual que el alumnado del resto del Estado, está sufriendo un adoctrinamiento encubierto que va más allá de los nacionalismos y que afecta su futuro y el futuro de la sociedad.

Debemos ser conscientes, denunciarlo y ponerle remedio.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/11/09/que-adoctrinamiento/

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Adoctrinamiento puro y duro.

Por: laopiniondezamora.es

Si repetir constantemente, como si de una letanía se tratara, a niños de corta edad: «España roba a Cataluña y eso está muy mal»; si les obligan a aprenderse de memoria «Els Segadors»; si como deberes, un día sí y otro también, les ponen la consulta, ¿Cómo hay que llamar a esa forma de enseñanza? La respuesta es clara: adoctrinamiento. A los niños catalanes se les está educando en el odio hacia España y los españoles. Hacia una nación que quiere a Cataluña y unos ciudadanos que siempre hemos tenido a los catalanes como referente. Pero esto es inadmisible, intolerable, insufrible y hay que acabar de raíz con ello.

Afortunadamente, en Cataluña sigue habiendo madres coraje que a la vista de lo que sus hijos les cuentan, denuncian ante la Alta Inspección del Estado, la situación lamentable por la que pasan sus hijos en tantas escuelas, tantos colegios donde se enseña a odiar. Y da igual que sean públicos que concertados. Estos últimos temen perder la subvención y miran para otro lado. Vergonzoso, máxime si son colegios dirigidos por religiosos, por gente que debe mantenerse al margen y fomentar la ciencia, el deporte y sobre todo las humanidades tan de capa caída.

Una profesora no puede hablar a criaturas tan pequeñas, ni siquiera a adolescentes de la independencia necesaria para que Cataluña sea libre, argumentando que «los que hablan castellano son unos maleducados y barriobajeros». Yo veo así a Anna Gabriel, a Doménech, a Botrán, Arrufat, Serra, es decir la CUP en pleno y algunos que sin serlo como Tardá, Junqueras y Rufián demuestran de palabra y de obra que son, además de maleducados, barriobajeros o ‘de barriada’ que dirían los catalanes. No se me hubiera ocurrido pensarlo si la profesora de marras no se hubiera empleado a fondo para insultarnos y ofendernos gratuitamente. Bien es verdad que ofende quien puede y no quien quiere. Esa profesora y cuantos lo hacen de continuo no están legitimados para darnos lecciones de educación y de todo lo demás.

Quien tiene que estar pasándolo francamente mal, quien tiene que estar pasándolo «fotut» es la alta burguesía y aristocracia catalana, los de los barrios altos, los Rius y Rebull del siglo XXI. Lo digo más que nada porque son los que se han mostrado abiertamente en contra de este disparate iniciado por Mas y consolidado por Puigdemont. También se muestran en contra del «adoctrinamiento» flagrante de los escolares. Son ya tres o cuatro los requerimientos hechos por el Ministerio de Educación ante las constantes denuncias paternas de adoctrinamiento de sus hijos. Son padres hartos de la exhibición, impartición y distribución en las aulas de contenidos educativos que les parecen «inapropiados» para ser abordados en un entorno escolar. El ministro del ramo se lo está tomando muy en serio, aunque tengo para mí que los profesores que blasonan de lo suyo en contra de España pasan de requerimientos, como pasan de ley y Constitución a la que apelan cuando les conviene.

Sociedad Civil Catalana está recopilando imágenes y todo tipo de pruebas para clasificar los casos de adoctrinamiento en centros educativos de Cataluña. Lo tremendo es que de este lado de la linde, hay quien defiende esa forma de enseñanza. Una forma que incluso en la Europa común se ha calificado de adoctrinamiento puro y duro.

Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/opinion/2017/10/28/adoctrinamiento-puro-duro/1040819.html

Imagen: https://i.ytimg.com/vi/6b6UomZZpls/hqdefault.jpg

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Sin educación.

Por: Natalia K. Denisova.

Muchos son los cambios que suceden en nuestro alrededor. Es normal que la sociedad se transforme, pero lo anormal es el cariz que adquieren algunas de estas transformaciones. Cada vez son más las personas que viven en un espacio-tiempo indefinido: con dificultades ubican en el mapa la ciudad donde viven y con aún mayor esfuerzo responden a las preguntas sobre el pasado de España. Numerosas razones tenemos para explicar este analfabetismo del siglo XXI, pero una es determinante: es el fracaso de la educación cuyas consecuencias actuales son graves, pero lo peor está por venir.

El reciente debate en el Congreso de los Diputados sobre el “adoctrinamiento” en los colegios de Cataluña y, muy probablemente, en otras comunidades autónomas no trae buenas noticias. Cs ha fracasado estrepitosamente con su propuesta de revisar los programas educativos. La reacción de los partidos es verdaderamente preocupante: el PP se abstuvo, el PSOE y Podemos votaron en contra junto con los nacionalistas. Los comentarios de estas fuerzas políticas para justificar su silencio o protesta son de una sandez insuperable: la iniciativa de los de Ciudadanos fue tachada de “sobreactuación”, “sensacionalista” y acusada de “alimentar la división” y sembrar “odio y sectarismo”.

Hagan lo que hagan los políticos, cierren o no los ojos ante un problema de tal calado, el fracaso educativo ya no consiste únicamente en el adoctrinamiento nacionalista. Lo más preocupante es que hay una creciente mayoría de la población española desconoce las nociones básicas de historia y geografía de España. Ya no hace falta el adoctrinamiento para propagar las medio-verdades sobre la historia nacional. Desde hace muchos años contemplamos en todos los aspectos de nuestras vidas, como la palabra “español” ha sido desterrada del vocabulario cotidiano. Hablamos de lo gallego o de lo leonés, de lo burgalés o castellano. Lo que antes se señalaba como la cultura española y los creadores españoles, ahora se atomizó, se separó entre sus patrias chicas de tal manera que es difícil hablar del arte español, sin mencionar sus respectivas provincias.

Parece que las fuerzas políticas no quieren darse cuenta de que la educación se les ha ido de las manos en toda España. Nadie ahora ni en los próximos años se va a ocupar de esta cuestión fundamental. En este contexto de analfabetismo generalizado quién se atrevería a explicar en Cataluña que no hubo la “unión” de Cataluña y Aragón en el siglo XII por el sencillo hecho de que no existía ni siquiera el término “Cataluña”; que los catalanes nunca han sido un reino, pero siempre tenían a un rey ya ora el de Aragón ora el monarca de España.

Fuente: https://www.elimparcial.es/noticia/182774/opinion/sin-educacion.html

Imagen: http://www.masaborreguera.com/educacion/fotos/educacion-espana.jpg

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Entrevista a Joan Manuel del Pozo: «El adoctrinamiento no tiene lugar en las escuelas que buscan el pensamiento crítico»

19 octubre 2017/Fuente: El Diario

  • El exconsejero de Educación y profesor de Filosofía en la Universitat de Girona, Joan Manuel del Pozo, defiende que la actualidad política entre en las aulas siempre que se preserve a los niños del «alineamiento hostilizador y de la simplificación».
  • «Lo que sí existe, más que el adoctrinamiento, es la simplificación de mensajes o la falta de suficiente sentido crítico».
  • «Lo que parece ético en la profesión docente es que las manifestaciones políticas deben circunscribirse a los grandes principios de la democracia y los valores esenciales de la convivencia».

La escuela no puede quedar al margen de los conflictos sociales de su tiempo. No lo ha hecho estos días, después de un 1-O que ha marcado muchos centros por los desalojos por la fuerza de la Policía. Tampoco lo hizo a principios de septiembre, conmovida por los atentados terroristas cometidos por unos jóvenes que poco tiempo antes habían pasado por un aula.

Dejar que la actualidad penetre en clase no debe significar abrir la puerta al adoctrinamiento. Así lo ve Joan Manuel del Pozo, profesor de Filosofía Antigua y Ética de la Comunicación de la Universidad de Girona (UdG), que defiende que es deseable que las inquietudes que preocupan a los jóvenes tengan cabida en clase, siempre que los docentes las gestionen desde valores democráticos y de convivencia.

En esta entrevista, del Pozo, que fue consejero de Educación y Universidades de la Generalitat durante el tripartito (2006), enumera cómo pueden potenciar los centros el pensamiento crítico entre sus alumnos.

Estos días parece que ser profesor en Catalunya sea especialmente difícil.

Se ha añadido complicación. La docencia, que es apasionante, no es una actividad sencilla ni cómoda, y cuando vivimos tiempos complicados se le añade dificultad, pero tampoco hay que dramatizar en exceso. Diría que la mejor noticia para la docencia es que puede asumir bien las tensiones del entorno, puede hacer de amortiguador.

¿Qué le ha parecido la respuesta de la comunidad educativa después del 1-O?

Hay centros donde no se vivió tanto; en otros, llegó hasta las paredes de la escuela, así que las reacciones pueden haber sido diferentes. En el caso más duro, el de una escuela violentada donde haya habido desperfectos, hay que hacer reflexiones sobre lo que pasó, a poder ser dialogadas y pactadas por el equipo docente y por las familias, para que el enfoque del tema no responda a la posición emocional de un único maestro. El hecho de dar respuesta a ello como equipo docente es en sí mismo educativo. No lo sería que un maestro diga algo y el otro, lo contrario. En estos problemas debe haber un grado básico de coherencia pedagógica.

¿La escuela se puede posicionar de forma clara? ¿En qué casos?

Sí puede. Todas las escuelas celebran cada año el día de la paz, de manera que si se produce un hecho violento directo, dentro del centro, se debe hablar y corregir el mal mensaje que ha dejado. Lo que propongo es que esto se haga de manera pactada, dialogada y coherente, que no responda a impulsos individuales.

Estos días el  Ministerio de Educación y algunos medios han acusado a las escuelas catalanas de adoctrinar. ¿Qué entendemos por adoctrinar?

Es la negación del pensamiento crítico: cuando se transmiten conocimientos de forma dogmática y se impide el diálogo, la discrepancia y la capacidad de poner en duda lo que se transmite como una verdad. El adoctrinamiento no tiene lugar en aquellas escuelas donde se tenga por objetivo la búsqueda del pensamiento crítico. ¿Puede que haya habido casos de adoctrinamiento? Hombre, las escuelas son tan variadas que es posible que en alguna haya habido, como seguramente habrá habido en el sentido contrario en algún otro colegio.

Siempre que se habla de adoctrinamiento se hace referencia al adoctrinamiento político. Mucho menos al religioso, al económico…

Exacto. La prédica de la competencia brutal en una escuela sería adoctrinamiento neoliberal. Cuando el exministro Wert hablaba de españolizar a los niños catalanes, proponía explícitamente adoctrinamiento, porque intentaba crear un programa de formación política en la dirección que él consideraba buena.

Para usted, ¿el del adoctrinamiento es un problema real en las aulas?

No creo que exista de forma significativa. Lo que sí existe, más que el adoctrinamiento, es la simplificación de mensajes o la falta de suficiente sentido crítico, porque en la sociedad que rodea la escuela la simplificación del pensamiento es una tendencia mayoritaria. Y es normal que esto llegue a la escuela.

Antes del 1-O publicamos un reportaje sobre cómo abordar la política en clase. ¿Cómo se puede tratar una cuestión que polariza tanto a la sociedad en un aula que es inevitablemente reflejo de su entorno?

De la manera menos politizada posible en el sentido partidista del término. Es evidente que no se ha de esconder a los jóvenes y a los niños y niñas que existe un gran debate social y político, pero sí que se deben evitar posicionamientos de respuesta simple, de  o no. ¿Qué es pedagógicamente aconsejable? Hablar de cuáles son las condiciones en que puede tratar el tema –ya sea en familia o con los amigos–, cuál es el estilo deseable de diálogo y cuáles son los principios básicos que nunca deben ser transgredidos. Esta sería la línea pedagógica aceptable.

¿Es ético que un docente dé su opinión?

Lo que parece ético en la profesión docente, tal como recogen algunos códigos éticos, va en la línea de que las manifestaciones políticas deben circunscribirse a los grandes principios de la democracia y los valores esenciales de la convivencia.

¿Estos son principios sobre los que construir una educación para la ciudadanía?

Sí. Y no sólo yo lo veo así, sino que las leyes dicen que esto se debe fomentar. La Ley de Educación de Catalunya (LEC) lo recoge, por ejemplo. Es una legislación congruente con los principios filosóficos generales que nos dicen que si los humanos no somos capaces de vivir en democracia, es que estamos a la ley de la selva, y eso significa la ley del más fuerte y de la violencia.

La democracia, la convivencia… ¿Se enseñan ejerciéndolas?

Naturalmente. Los valores se han de contagiar. Y esto se hace a través del ejemplo práctico. Un profesor que defienda teóricamente la libertad, el respeto, la igualdad y la solidaridad, pero que se comporte autoritaria y egoístamente, no transmitirá los valores que predica. Tan importante como la prédica es la práctica. Y esto es aplicable a todo lo que se hace en un colegio: enseñar matemáticas, por ejemplo, se debe hacer con estilo matemático, transmitiendo el gusto por las matemáticas más que explicando fórmulas. El comportamiento, las maneras de hacer de un docente, son tan importantes o más que las propias palabras.

¿La escuela se puede mantener al margen de los conflictos de su tiempo?

No, evidentemente. La escuela, la ciudad, el país… Deben estar conectados. Las escuelas no deben ser castillos en los que no penetra nada del exterior. Es inevitable que entren las preocupaciones, pero al igual que en un hospital, que tiene unos principios de higiene, en la escuela hay principios pedagógicos que nos aconsejan preservar a los niños y niñas del alineamiento hostilizador, de la agresividad, de la simplificación.

Una maestra me contaba que, habiendo tratado el referéndum en clase, dos niños discutían duramente porque uno decía que había que permitir la votación y el otro lo contrario. ¿Qué puede hacer un docente ante esta situación?

Pues de entrada garantizar los principios de respeto mutuo entre las personas y evitar los dogmatismos. Después, se le debe exigir una actitud de moderación, igual que la debe tener un moderador de debates de adultos, pero teniendo en cuenta que los pequeños tienen más espontaneidad y descontrol. Debe ser, por tanto, un excelente moderador. Y es que no podemos olvidar que es fundamental que el maestro sea una persona de alta calidad ética, capaz de transmitir valores básicos por su propio comportamiento. El buen maestro, si en clase se le abre un debate como este, por su manera de actuar habrá traspasado a los alumnos la forma correcta de dialogar y debatir.

¿Cómo se fomenta el pensamiento crítico en clase?

Hay que practicarlo.   Un aula debe ser fundamentalmente una comunidad de diálogo, donde el docente tiene el papel de promotor y donde todo el mundo está invitado a intervenir, a intercambiar palabras de acuerdo con los principios del pensamiento crítico, que son cuatro: que los criterios interpretativos son más importantes que los datos informativos (aprender a dar valor a las cosas), que toda cosa humana es hija de un proceso (se valora que la realidad es un   presente continuo ), que todo hecho humano tiene un contexto (hay que mirar qué hay alrededor) y, por último, debe haber una disposición metódica y autocorrectiva, es decir, que sólo puedes avanzar si te estás permanentemente preguntando si lo que haces está bien.

Para lograr esto parece que la escuela necesita un ritmo más lento del que lleva hoy.

Estamos en una sociedad que ha enloquecido con la posibilidad de hacer muchas cosas a la vez.   Se pierde la espesura del tiempo, la duración y una cierta capacidad reflexiva sobre la propia experiencia.   Para construir la experiencia debes tener capacidad de pensar críticamente.

Sobre la escuela como espacio para promover valores democráticos y de convivencia, este inicio de curso también se ha discutido sobre si la institución educativa fracasó en este cometido con los jóvenes de Ripoll que cometieron los atentados del 17 de agosto.  ¿ Cómo lo ve usted?

Si lo que se quiere decir es que ha sido culpa de la escuela, es injusto.   Lo que hizo la escuela con estos chicos es seguramente lo que tenía que hacer: tratarlos con naturalidad, respeto e integración, y ellos han actuado a pesar de los valores que habían aprendido.   Es injusto suponer que la escuela lo ha hecho mal en este caso.  El problema no es de Ripoll, ni de Catalunya, ni de España, sino que es global.

Usted se ha criado en Ripoll y empezó su docencia en el instituto Abat Oliba, por donde décadas después pasaron algunos de los jóvenes terroristas. ¿Cómo lo ha vivido?

Con tristeza, pero también con la tranquilidad de pensar que la culpa no es del pueblo ni de las escuelas.   Es compartida por todo el mundo.   Por lo tanto, me siento afectado, pero no hundido.

Fuente: http://www.eldiario.es/catalunya/adoctrinamiento-existe-simplificacion-mensajes_0_696780556.html

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Analizando la diferencia entre la educación y el adoctrinamiento

La política se ha convertido en un campo de minas en las escuelas americanas. Pregúntale a una directora de la ciudad de Nueva York, que está bajo investigación para organizar un comunismo en su escuela.

En marzo, funcionarios del departamento de educación de la ciudad informaron a Jill Bloomberg, la directora de la escuela secundaria Park Slope Collegiate en Brooklyn, que estaba bajo investigación por la organización política durante las horas escolares en nombre del Partido Laborista Progresista.

Bloomberg, que niega las acusaciones, ha sido un crítico abierto de las escuelas públicas de la ciudad desde el año 2010. Ha organizado protestas en nombre de sus estudiantes -una mayoría de los cuales son negros y latinos- sobre lo que ella considera acciones desiguales por parte de la ciudad Departamento de educación que promueve la segregación racial y la desigualdad. También apoyó a sus estudiantes en la resistencia a la adición de detectores de metales y ayudó a organizar asambleas escolares sobre la brutalidad policial.

Ahora, Bloomberg ha contrarrestado la investigación del distrito con una demanda, alegando que los funcionarios del distrito violaron su derecho de criticar libremente las escuelas chárter y las políticas del distrito escolar.

En todo el país, en la época de Donald Trump, los educadores han estado declarando sus opiniones sobre nuestro presidente volátil y sus políticas sobre inmigración, escuelas y mucho más. Como ciudadanos, los educadores deben ser libres para mantener cualquier punto de vista que deseen. Si las autoridades escolares eligieron a Jill Bloomberg por sus creencias, como ella afirma (y lo niegan), deben suspender su investigación y disculparse profusamente con ella y con la escuela.

Tampoco deberían los investigadores investigar alrededor de la escuela para preguntar si Bloomberg o cualquier otra persona estaba participando en actividades comunistas. Ese tipo de expedición de pesca lleva ecos misteriosos de la era McCarthy de los años 50, cuando cientos de maestros de la Ciudad de Nueva York perdieron sus empleos debido a afiliaciones comunistas reales o presuntas. Los educadores tienen el derecho de expresar sus opiniones sobre Trump y todo lo demás, pero deben hacerlo de tal manera que deje espacio para que los estudiantes se decidan por sí mismos.

Pero también tenemos que preguntarnos si Bloomberg estaba tratando de imponer sus opiniones sobre sus estudiantes. Cuando Bloomberg prestó su apoyo a estudiantes que estaban luchando contra la instalación de detectores de metales en su escuela, ¿escuchó también a estudiantes y padres que apoyaron a los detectores para mejorar la seguridad? Cuando organizó asambleas escolares sobre la brutalidad policial, ¿incluyó las perspectivas del personal de la policía comunitaria? Cuando dirigió reuniones de padres y estudiantes contra la escuela autónoma, ¿entendieron todas las partes que las calificaciones de los estudiantes y la buena reputación no dependían de su participación en la protesta?
No va a hacer para sugerir que las actividades de Bloomberg estaban de alguna manera por encima de la política, como han argumentado algunos de sus defensores. Algunos profesores y padres defendieron las acciones de Bloomberg en una carta de «Apoyo a nuestro principal» al canciller de las escuelas de la ciudad, diciendo que Bloomberg es un «abogado franco contra la discriminación racial».

Independientemente de sus intenciones, las actividades antirracistas de Bloomberg tienen una ventaja política aguda. No todo el mundo piensa que los detectores de metales -o las escuelas charter- son racistas. Según el abogado de Bloomberg, algunos maestros de su escuela ahora tienen miedo de usar camisas de movimiento Black Lives Matter o enseñar temas de derechos civiles por temor a que sean blanco de los funcionarios del distrito. Esa es una pésima noticia, si las lluvias hacen que los maestros de Park Slope Colegial estén reacios a decir lo que creen.

Pero los educadores deben tener cuidado al imponer sus creencias a los adolescentes incautos. Cuando una maestra -o una directora- usa su política en su manga o en su camiseta, hace que sea difícil para los estudiantes disentir de su punto de vista.

Un educador de K-12 debe ejercer el derecho de decir lo que ella piensa con cuidado y discreción. Cada vez que expresa una opinión, necesita enfatizar que es una opinión y no la verdad del evangelio. Y si se pone demasiado fuerte, los estudiantes pueden simplemente ir en deferencia a su autoridad.

Después de todo, el educador es el adulto en la habitación. Los estudiantes miran hacia ella, y también saben que ella es responsable de evaluarlos. Es fácil ver por qué se repite lo que ella piensa sin realmente pensar por sí mismos.

Eso no es educación; Es adoctrinamiento. «Nuestros profesores deben ser defensores, pero nunca pueden ser vendedores o propagandistas», escribió el reformador Alexander Meiklejohn en la revista Harper’s Magazine en 1938. «La existencia misma de las escuelas democráticas depende de esa distinción».

¿Bloomberg rompió la frontera entre educación y propaganda? El equilibrio de la acción política es difícil de atacar, pero que todos nosotros como educadores debemos estar luchando. Los educadores deben ser libres para abogar por el comunismo, el capitalismo o cualquier otra cosa. Pero no deben convertir a los estudiantes en herramientas para su defensa. Depende de ello la existencia misma de las escuelas democráticas.

Fuente del Artículo:

http://www.edweek.org/ew/articles/2017/06/07/parsing-the-difference-between-education-and-indoctrination.html

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España: Educación investigará el adoctrinamiento en los libros de texto de Cataluña

 El Secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Marcial Marín, ha encargado un informe «detallado y urgente» a la alta inspección sobre los libros de texto en varias comunidades autónomas, entre ellas Cataluña, a raíz del estudio presentado por el sindicato catalán de profesores AMES, según el cual los textos que manejan los alumnos de entre 10 y 12 años en Cataluña hay «planteamientos ideológicos partidistas» y «tendenciosos».

Dicho informe estudiará la situación de los textos en Cataluña y otras comunidades después de que el presidente de la Asociación de Libros de Texto (Anele) también denunciara en el Congreso la existencia de presiones en el mismo sentido.

«En breves días dispondremos de ese informe y nos pronunciaremos una vez escuchado de profesionales y de la alta inspección si se está vulnerando o no la normativa», ha explicado Marcial Marín en declaraciones a los medios tras asistir al acto de celebración del 40º aniversario de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE).

Marín ha recordado que la competencia a la hora de elegir los libros de texto en los centros educativos es «de los profesores» y las «comunidades autónomas permiten generalmente esa libertad». Ha insistido, no obstante, en que si «no se cumple el currículo o se desenfoca» el Ministerio «tiene que actuar a través de la alta inspección».

Asimismo, ha adelantado la voluntad del Ministerio de Educación de acudir a los tribunales si finalmente se confirma ese incumplimiento. «Se hará un requerimiento y se irá a través de los juzgados», ha advertido el responsable ministerial.

TEMA DE DEBATE EN EL CONGRESO

Precisamente este miércoles, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, se mostró «dispuesto» a cambiar el actual sistema control de contenidos de los libros de texto con el objetivo de llegar a «un modelo más eficaz». Actualmente, esta materia es competencia de las comunidades autónomas, mientras que el ministerio tiene una labor «subsidiaria» y sólo actúa en caso de denuncia.

Así respondió el ministro al diputado de Ciudadanos Juan Carlos Girauta, durante el Pleno del Congreso, que le preguntó por las actuaciones del Gobierno para frenar la situación de los editores, después de que el presidente de la Asociación Nacional de este colectivo denunciara en el Congreso presiones desde los gobiernos regionales para modificar los contenidos académicos.

El representante de la formación naranja criticó que haya «falta de rigor» en libros de primaria de Cataluña en los que se habla de esta comunidad como un territorio separado o enfrentado al resto de España o en el que se cita de manera constante a la confederación catalano-aragonesa. «Se resalta lo que nos diferencia y se oculta lo que nos une», señaló.

En este sentido, el ministro resaltó la importancia de «garantizar el rigor académico y evitar la distorsión de contenidos en la enseñanza». Sin embargo, indicó que «la distribución competencial» en esta materia otorga a las comunidades autónomas el cometido de velar «por el rigor» de estos contenidos y al Ministerio «velar por que las comunidades autónomas cumplan con este rigor».

«Aquí no vela nadie», denunció Girauta durante su intervención, un reproche ante el que Méndez de Vigo dijo que su labor no puede comenzar si no es activado «a través de una denuncia». «Entonces, el Ministerio lo que hace es llamar a inspección» y, tras este proceso dialogas con la autonomía. «En el caso de que no haya acuerdo, se llega a los tribunales», apuntó.

El ministro, que reconoció que «comparte las reflexiones» realizadas en su comparecencia en el Congreso por el presidente de la Asociación Nacional de Editores de libros de texto, llamó a usar la subcomisión para el pacto de educativo en el Congreso para llegar a un acuerdo en esta materia.

Fuente de la noticia: http://www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/1372376/educacion-investigara-el-adoctrinamiento-en-los-libros-de-texto-de-cataluna

Fuente de la imagen:

http://www.lavozlibre.com/userfiles/2a_decada/image/FOTOS%202017/05%20MAYO%202017/18%20MAYO%202017/libros-texto.jpg

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