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China ya no abandona a sus hijos

Asia/China/04 Julio 2019/Fuente: El país

El número de adopciones en el gigante asiático se ha desplomado en los últimos años. Las razones: el desarrollo económico, el incremento de los controles prenatales, y el fin de la política del hijo único

El único orfanato de Shanghái es un fortín. Solo una puerta de acceso rompe el muro perimetral que guarda los 63.000 metros cuadrados que cubre la institución, y está vigilada por agentes que mantienen un estricto control de entradas y salidas. Algunos viandantes se acercan a curiosear, atraídos por el cuidado jardín que se atisba a través de los huecos que quedan sin tapar, pero los guardas no tardan en conminarles a que se den media vuelta. Solo es posible acceder con un permiso especial.

Dentro, un millar de niños y niñas aguardan a que una familia los acoja. El rugido de los aviones que despegan en el cercano aeropuerto internacional de Shanghái mantiene viva esa esperanza, pero pocos harán realidad su sueño. “Cada año se adoptan menos de cien”, informa Cai Xuanxuan, directora del centro que da servicio a la ciudad más poblada de China, una megalópolis de 24 millones de habitantes.

Y el número continúa cayendo. En menos de una década, las adopciones en China se han desplomado a la mitad: de los 34.529 casos aprobados en 2010 se ha pasado a los 18.820 de 2017, fecha a la que se refieren los datos oficiales más recientes. Y, de esa última cifra registrada hace dos años, solo 2.300 niños encontraron a su familia fuera de China. Todo apunta a que la tendencia a la baja continuará, y, aunque en Shanghái el 50% de las adopciones todavía son internacionales, Cai avanza que en unos años su peso puede terminar resultando meramente testimonial.

Las razones de este vuelco son numerosas, pero la principal está muy clara: “Ahora, los padres chinos rara vez abandonan a sus hijos”, señala Cai. “Eso se debe, en primer lugar, a la mejora de la calidad de vida que ha llegado con el desarrollo económico. En segundo lugar, está el incremento en los controles durante el embarazo, que han reducido considerablemente el número de bebés que nacen con discapacidad. Finalmente, también ha cambiado la percepción social de esas discapacidades: cada vez más, los padres son conscientes de que niños con problemas como el Síndrome de Down pueden llevar una vida feliz y plena, por lo que deciden esforzarse al máximo para sacarlos adelante”, enumera la directora del orfanato, al que EL PAÍS ha podido acceder en exclusiva.

A esta nueva coyuntura socioeconómica se suma el fin de la política del hijo único. Todas las parejas chinas pueden tener ya dos descendientes, un factor que no solo se siente en el número de abandonos. También ha provocado que las diferencias por sexo hayan desaparecido casi por completo. “Antes se abandonaba más a las niñas porque se preferían descendientes varones y la mayoría de familias solo podían tener uno. Ahora, los abandonos reflejan mejor la composición por sexos de la sociedad china”, apunta Cai.

Finalmente, está el factor demográfico: en el país más poblado del mundo cada vez nacen menos niños. No en vano, el dato del año pasado -15,23 millones-, fue el más bajo desde 1961, momento en el que China fue asolada por una hambruna que dejó entre 30 y 45 millones de muertos. Así, no es de extrañar que en el orfanato de Shanghái el número de nuevas admisiones haya caído tanto como el de las adopciones. “Recibimos entre 50 y 60 niños y niñas al año”, informa Cai.

Una enfermera ajusta la medicación intravenosa de uno de los niños más enfermos. ver fotogalería
Una enfermera ajusta la medicación intravenosa de uno de los niños más enfermos. Z. A.

Lo mismo sucede en el resto del país. Según las estadísticas relativas a 2017 publicadas por el Ministerio de Asuntos Civiles, en China viven 410.000 huérfanos. Esa cifra supone un descenso de 101.000 si se compara con el que Unicef y el Instituto de Investigaciones Filantrópicas de China ofrecieron solo dos años antes. Desafortunadamente, la adopción de estos niños resulta extremadamente complicada. “Entre el 95% y el 98% sufre algún tipo de discapacidad”, explica Cai.

En el orfanato de Shanghái, cada niño pasa por un proceso de evaluación que concluye con su clasificación con una letra entre la A y la D: la primera califica a los niños completamente sanos, mientras que la última se utiliza para identificar a los que sufren las discapacidades más severas. Esos últimos residen en las habitaciones especialmente diseñadas para ellos, similares a la UVI de los hospitales. Se les cuida bien, pero es imposible evitar que el corazón se encoja al visitar estas instalaciones.

Las cunas metálicas están ocupadas por pequeños cuerpos inertes. Aquí no se escucha el griterío alegre de la infancia, sino un silencio que provoca escalofríos y que solo se rompe, aquí y allá, por el pitido de una máquina o el siseo de un respirador. Los alegres dibujos animados de las sábanas crean un brutal contraste con la mirada perdida de quienes deberían reírse con ellos. “Parálisis cerebral, hidrocefalia, y problemas cardiovasculares severos son los principales males que afectan a estos niños”, explica una de las enfermeras que vigilan la habitación en todo momento, y que prefiere mantenerse en el anonimato.

“Las posibilidades de que se adopte a un niño que no esté clasificado como A son muy pequeñas. A veces, dependiendo del problema que tengan, los B encuentran familia. Pero es casi imposible para los C y los D”, añade la sanitaria. Desafortunadamente, en la pared en la que se muestra la información de los niños ninguno está calificado con una A. Sin embargo, el porcentaje de los más enfermos sobre el total continúa creciendo. La mayoría de las fichas acompaña el nombre y la edad con una C o una D. “Cuando las dolencias son muy graves, los padres temen no poder cuidarlos y deciden abandonarlos para que el Estado se encargue de ellos”, explica Cai.

La mayoría aparece en hospitales y estaciones de tren. La Policía trata de buscar a los padres durante 90 días. Si no lo logra, y es muy raro que lo haga, los bebés son remitidos al orfanato más cercano. Todas las ciudades con más de un millón de habitantes deben contar con una de estas instituciones para acogerlos, pero solo las más grandes, como Shanghái, están equipados con los mejores medios. “Nosotros marcamos el camino para el resto de China, pero la diferencia con el resto de orfanatos es cada vez menor”, afirma Cai.

Las instalaciones del Hogar para los Niños de Shanghái —denominación oficial del centro— impresionan. Después de varios meses de gestión de permisos, EL PAÍS puede acceder sin restricciones y con cámara a todo el recinto durante un día. Por la mañana, un funcionario del Buró de Asuntos Civiles y dos del Ministerio de Asuntos Exteriores acompañan al periodista y a Cai en la visita, porque el Gobierno considera que se trata de un tema delicado, pero por la tarde deciden marcharse.

Así que volvemos a recorrer las zonas principales. La más relevante es el centro de rehabilitación, que ocupa un imponente edificio rectangular. En su interior, diferentes especialistas trabajan para incrementar la actividad cerebral y las capacidades cognitivas de los niños con discapacidades más severas. “En total, entre empleados y voluntarios contamos con unas 500 personas trabajando en el centro, y la mayoría está formada en el trato con niños que tienen necesidades especiales”, comenta Cai.

En una de las habitaciones, un joven especialista juega con un niño clasificado como C a insertar unas piezas de madera en los huecos que tienen la misma forma. En la estancia contigua, un adolescente que apenas tiene movilidad en el cuerpo utiliza un guante repleto de sensores para jugar al baloncesto en la pantalla de un ordenador. Y en una sala a pocos metros, dos niños de cinco y seis años están conectados a una máquina que emite impulsos eléctricos en su cabeza. “El objetivo es estimular la actividad cerebral, pero los resultados son poco esperanzadores”, reconoce la especialista al cargo.

Los problemas de movilidad se tratan en una piscina equipada con arneses y diferentes ayudas para realizar todo tipo de ejercicios, pero está cerrada durante los meses en los que el agua del grifo sale demasiado fría. “No hay suficiente presupuesto para calentarla, así que la utilizamos solo en verano”, admite Cai con una mueca de impotencia.

Mucho más alegres son las aulas en las que los niños reciben clases, agrupados no por edad sino por su capacidad intelectual. Son un jolgorio. Y mucho más lo es el exterior del edificio principal, donde los niños pasean (o son paseados en silla de ruedas) entre figuras de la familia de Peppa Pig y alrededor del pequeño huerto de la institución, en el que algunos aprenden a plantar verduras. “Nuestro objetivo es proporcionar a los niños las herramientas que necesitarán para integrarse en la sociedad y ser independientes, en la medida de sus posibilidades”, señala Cai.

Chen Huizhen es una de las chicas que pronto dará un salto en busca de una vida autosuficiente. Ya ha cumplido los 19 años —la legislación china solo permite adoptar a niños de hasta 14— y debe abandonar el orfanato, donde los menores solo pueden residir hasta que alcancen la mayoría de edad. Afectada por una discapacidad intelectual difícilmente perceptible, Chen ha estado encargada de la cantina del centro y ahora se siente con capacidad para tratar de buscar un trabajo como dependienta. “Lo único que me apena es dejar el centro, porque aquí dentro somos una familia”, cuenta al otro lado del mostrador.

Chen continuará recibiendo el apoyo de sus tutores, porque en las próximas semanas se mudará a un piso tutelado. Si es capaz de manejarse por sí misma y logra una independencia económica, podrá hacer su vida sin el apoyo de los servicios sociales. De lo contrario, continuará en hogares tutelados hasta que cumpla los 60 años, momento en el que pasará a una residencia para ancianos con discapacidad.

La regla, no la excepción

Ederne Frontela confirma que las correctas instalaciones de Shanghái no son una excepción sino la regla. Y sabe de qué habla, porque hace cuatro años esta periodista vizcaína realizó las prácticas requeridas para finalizar su Máster en Estudios Chinos en el orfanato de la pequeña localidad de Xinxiang, en la provincia central de Henan. Allí estuvo durante tres semanas a cargo de 14 niños. “Había varios casos de autismo y de Asperger, y otros eran lo que algunos considerarían niños no perfectos”, cuenta. Como sucede en Shanghái, quienes sufrían las dolencias más severas estaban recluidos en habitaciones expresamente preparadas para ellos. “Las instalaciones estaban en perfectas condiciones y el trato que recibían era muy bueno”, asegura Frontela, cuya hermana menor también fue adoptada en China hace casi una década.

Sin duda, tanto la situación que describe Frontela como la que se aprecia en Shanghái no tiene nada que ver con las que describió el polémico documental ‘Las habitaciones de la muerte’, producido en 1995 por Channel 4. En aquel filme, niños abandonados como consecuencia de la ley del hijo único aparecían atados a las sillas y en condiciones tan deplorables que indignaron al mundo. “Provocó una ola de adopciones a nivel internacional”, recuerda Francesc Acero, portavoz de la Asociación de Familias Adoptantes en China (AFAC). “Durante un par de años, España se convirtió en el país que más niños chinos adoptó, sobrepasando incluso a Estados Unidos”.

No en vano, AFAC surgió poco después de que se emitiese el documental, y en 2008 llegó a agrupar a 2.400 familias. Ahora, sin embargo, son solo unas 600. “La situación dio un vuelco con los Juegos Olímpicos de Pekín. Hasta entonces, las solicitudes de adopción de niños sanos se tramitaban en unos 7 u 8 meses. Pero, a partir de ese momento, las puertas se cerraron y los tiempos comenzaron a alargarse mucho. Pensamos que, quizá, a China no le gustaba la imagen que transmitía un país con tantas adopciones”, cuenta.

AFAC ha proporcionado asistencia a unas 17.000 familias españolas que han adoptado en China. Sin embargo, ahora desaconseja llevar a cabo este proceso en el gigante asiático. “La espera supera ya los 12 años, y es posible que continúe creciendo, porque muchos meses no se realiza ninguna asignación. Eso puede provocar que las parejas adoptantes terminen convirtiéndose en abuelos antes que padres. No en vano, algunos de nuestros socios se han jubilado y han desistido en su intención de adoptar”, explica Acero, cuya organización se ha convertido en ONG y presta asistencia especializada a invidentes en otro orfanato chino.

La única forma factible de adoptar en la segunda potencia mundial en un plazo razonable reside actualmente en lo que se conoce como pasaje verde. “Es la adopción de niños y niñas con discapacidad intelectual o física”, explica Acero. Teóricamente, los padres adoptivos son quienes determinan qué tipo de dolencia están dispuestos a asumir. “El problema está en la opacidad del país. En algunas ocasiones, el diagnóstico de nuestros médicos no concuerda con el de los chinos. En otras, los padres no son conscientes de que problemas aparentemente leves, como el labio leporino, pueden esconder otros mucho más graves, como enfermedades graves de riñón o incluso sordera. Además, las dolencias con las que llegan son cada vez más graves, como cardiopatías severas”, añade el portavoz de la asociación.

Por eso, Acero recomienda no apuntarse al pasaje verde con el objetivo de acortar el proceso. Sin embargo, es lo que ha hecho Noemí Rodríguez. Madre de una hija china adoptada en 2006, esta mujer de Ponferrada comenzó los trámites para adoptar a un segundo niño un año después. Pero, primero, su solicitud quedó temporalmente suspendida por duelo tras el fallecimiento de su madre; y, después, su divorcio provocó que tuviese que comenzar de nuevo el farragoso proceso para determinar su idoneidad, un trámite que no se exige en las adopciones por pasaje verde.

“En el pasaje ordinario, China asigna un niño y no se puede elegir; en el pasaje verde, China hace una propuesta y los padres pueden aceptarla o rechazarla”, explica Rodríguez. “Yo solo podía asumir una patología que fuese subsanable, y me asignaron un niño de un año con un problema de faringe que ya ha sido corregido. Me han mostrado el historial médico y, aunque siento cierto temor porque creo que los orfanatos infravaloran los problemas que sufren, me fio porque también he visto vídeos del niño”, cuenta. Ya solo le falta recoger a su hijo en Hefei para completar la familia con la que siempre soñó.

El orfanato cuenta con un huerto en el que los internos plantan sus propias verduras.
El orfanato cuenta con un huerto en el que los internos plantan sus propias verduras. Z. A.

Rodríguez también considera que, por lo que ha podido comprobar hasta ahora, el orfanato proporciona un cuidado adecuado. Sin embargo, Belén Freijeiro, madre de tres niños adoptados en China, tiene dudas. Sobre todo, por los problemas con los que ha llegado Lucas, el niño que adoptó en el orfanato de Shanghái en 2012. “También nos pasamos al pasaje verde porque los tiempos de espera comenzaron a alargarse mucho. En Shanghái nos asignaron a un niño con labio leporino, pero cuando lo trajimos a casa descubrimos que se rasca hasta quitarse la piel y las uñas, que tiene episodios de ira, y que no duerme o tiene pesadillas recurrentes”, asegura.

Freijeiro, y numerosos padres americanos que cuentan sus experiencias en un grupo de Facebook al que ha tenido acceso este periódico, considera que esta actitud es fruto de abusos sufridos en el orfanato que dirige Cai. “Él cuenta que le metían la cabeza en un cubo con agua cuando se hacía pis por la noche, y por la noche grita porque un señor le pegaba con un látigo”, detalla Freijeiro. “Algunas familias cuentan que los hijos tienen miedo de contar lo que les había pasado porque en el orfanato les decían que, si lo hacían, los devolverían a China”, apostilla.

Acero es escéptico y Moya Smith, fundadora de First Hugs, la ONG que facilitó a Frontela acceder al orfanato de Xinxiang, recuerda que es fácil confundir con abuso los efectos psicológicos secundarios relacionados con la propia adopción. “Es un proceso duro que requiere un periodo de adaptación emocional”, señala. Esta canadiense afincada en Estados Unidos ha establecido un programa de formación para el personal del orfanato de Xinxiang y está convencida de que el personal se preocupa por los niños. “No es posible descartar que haya casos puntuales de abuso, que es una epidemia global, pero, aunque los orfanatos no sean hoteles de cinco estrellas, cuentan con infraestructura que a veces incluso supera a la de los centros europeos”, concuerda Acero.

Cai asegura que los niños a los que acoge en Shanghái reciben más que cuidados físicos y psicológicos: “Les damos afecto, y eso se nota en las reuniones que solemos hacer durante el Año Nuevo Chino con los niños que ya han sido adoptados”. Para la directora, que cada vez haya menos niños en su institución es reflejo de los logros sociales del país, y Smith también cree que el escenario más deseable para el futuro es uno en el que su ONG no tenga razón de ser. “Si cada vez es más difícil adoptar a niños chinos es porque no son abandonados y su situación ha mejorado. Eso es algo que deberíamos celebrar”, sentencia.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/06/07/planeta_futuro/1559904660_024196.html

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País Vasco: Adopción en la escuela, sin tabús

País Vasco/31 julio 2017/Fuente: Noticias de Alava

El Departamento de Educación aprueba un protocolo para abordar las necesidades de los niños y niñas adoptados.

 “¡Fuera de aquí amarilla, tú no juegas chinita de mierda!”. Sus compañeros de clase se dirigían así a Mireia, una niña bilbaína adoptada hace diez años en China. Estas burlas y, sobre todo, que sus profesores no atendieran los problemas que desarrolló al entrar en la escuela, obligó a su familia a sacar a su hija del colegio concertado en el que estaba. Su ama, Amaia, respira más tranquila desde que Mireia estudia en un colegio público donde, dice, “el tratamiento no tiene color”. Amaia confía ahora en los profesores. “Son plenamente conscientes de los problemas que implica una adopción, me apoyan, hablan con nosotros, y cuando le han insultado por temas de racismo se han metido”, afirma. Pero Amaia sigue preocupada porque su hija necesitaría un profesor de apoyo que la Administración educativa no acaba de designar ya que la niña logra pasar de curso “gracias al sobreesfuerzo que hacemos en casa para enseñarla”.

Amaia explica que los problemas “no se dieron al principio porque físicamente llegó bastante bien y la adaptación a la familia fue perfecta. Tampoco le notamos ningún tipo de problema de adaptación con sus hermanos o con sus amiguitos”. Las dificultades, señala, “empezaron cuando llegó a la escuela. El proceso de crecimiento es más lento porque casi todos los niños adoptados presentan el mismo patrón. O tienen hiperactividad o déficit de atención, llevan muy mal el tema espacial y el tema del aprendizaje se convierte en un problema”. Aunque en casa Mireia se comporta como cualquier niña, en clase está como ausente. “Han llevado a un psicólogo a clase para observarla y la niña está autista, pero como aprueba porque se lo enseñamos todo en casa no le pueden poner un profesor de apoyo”, afirma Amaia.

La experiencia de Mireia es un caso particular entre los 5.000 niños y niñas adoptados en Euskadi los últimos 20 años. Pero los insultos, el racismo, los mitos o el desconocimiento sobre cómo identificar, entender y abordar las dificultades que pueden presentan las personas adoptadas son un problema real en la escuela vasca. El Departamento de Educación acaba de publicar La Respuesta Educativa en la Escuela Inclusiva al Alumnado Adoptado “una herramienta básica para que el profesorado y la comunidad escolar entiendan la adopción, un marco que responde a cuestiones concretas, desde conceptuales y aporte de situación, a estrategias para el aula”, explica Carmen Albes, asesora del Berritzegune Nagusia.

El gabinete de Cristina Uriarte presentó el documento el pasado mes de mayo en la Escuela de Ingenieros de Bilbao. La sesión reunió a diversos agentes educativos, así como a especialistas en adopción y acogimiento. Según Albes, “el documento no resuelve todo, pero sí aporta pistas para que la escuela también dé la seguridad para que ese niño pueda elaborar su recorrido de vida sin piedras en el camino”. Desde su punto de vista, la escuela “debe poner esa alfombra roja y asegurarse de que sabemos lo suficiente sobre adopción para que este niño o niña crezca de forma adecuada, a veces con dificultades”.

El psicoterapeuta José Luis Gonzalo Marrodán, autor entre otros libros de Víncúlate. Relaciones reparadoras del vínculo en los niños adoptados y acogidos [Desclé de Brouwer, 2015], ha participado en la elaboración del protocolo. A su juicio, la aprobación de este documento “era y es necesario precisamente porque los profesores y orientadores escolares no contaban con ningún material oficial que les guiara en este sentido. Los padres y las familias también pueden a su vez, solicitar que este protocolo se cumpla y su hijo sea atendido en sus necesidades emocionales, de aprendizaje o de relaciones”. Según afirma, “hay excepciones” y centros muy implicados, con conocimientos y sensibilizados con la adopción y las características y necesidades de este colectivo. Pero en general, opina, “todavía hay mucho por hacer. Hay demasiado desconocimiento sobre cómo las experiencias tempranas de vida adversas como los apegos inseguros y los traumas pueden afectar a la capacidad de aprender, relacionarse y tener confianza y seguridad en sí mismo”.

Y en este sentido defiende que el profesorado reciba una capacitación adecuada. “A los profesores se les pide que sepan de todo, eso es cierto, y por ello creo que necesitan ser formados para que aprendan a responder a las necesidades de estos menores”. Y las necesidades de los niños y niñas adoptadas son muchas y diversas.

Javier Monzón, vicedecano de la Facultad de Educación, Filosofía y Antropología de la UPV/EHU explica que “no hay perfiles habituales de menores adoptados pero sí unas variables” como la edad de los niños de adopción, origen, situación previa de los menores (desprotección…), idioma de origen o la preparación de los padres. No obstante, para este especialista en adopciones hay dos cuestiones que son muy importantes en la vida de estos niños que no tienen otros niños y niñas: “han sufrido un abandono y la necesidad que hay en la familia de gestionar la presencia simbólica de la familia biológica, incluida la búsqueda de los orígenes”.

80% DE ÉXITO ACADÉMICO Y SOCIAL Aunque las investigaciones muestran que entorno al 80% de las adopciones alcanzan resultados positivos tanto a nivel académico como social, existe un porcentaje de niños y adolescentes que presentan distintas dificultades a lo largo de las distintas etapas de su ciclo vital, como una menor madurez y desarrollo con carencias significativas en su proceso de aprendizaje, individualización y socialización, desconfianza, baja autoestima, pesimismo vital, búsqueda compulsiva del placer, menos autonomía, organización y orden para afrontar retos, tareas, exámenes… Sin supervisión y acompañamiento les cuesta funcionar, pueden presentar menos habilidades.

Monzón explica que, por ejemplo, “es muy habitual que un niño adoptado tenga altibajos en su proceso de desarrollo o pueda ser brillante en un área y en otra no. O que al principio de llegar al colegio esté muy adaptado y después se vuelva disruptivo. Un niño pequeño ha podido cuidar de su hermano, vestirlo, darle de comer, llegar a la familia adoptiva y ser dependiente… volverse un bebé”. Según este experto de la UPV/EHU, todo eso “es normal y hay que darles tiempo y seguridad. Tiene que tener la seguridad de que, también en el colegio, le van a esperar y le van a ofrecer un espacio para crecer con sus amigos”.

En consecuencia, la clave para atender adecuadamente a estos menores “es ofrecerles seguridad, es decir, cariño, afecto y límites”. Desde su punto de vista, en ocasiones, el profesorado no lee correctamente los comportamientos disruptivos que se presentan por lo que recomienda mantener una comunicación permanente con las familias. Según Monzón, el profesorado debe “respetar el proceso de la familia y del niño, hablar con los padres y preguntarles a ellos, al niño o al joven; son ellos los que mejor saben qué necesitan y ofrecerles la confianza y la seguridad para que puedan hablar de lo importante”. Con estas pautas, dice, el éxito escolar entre los niños adoptados “no solo es posible sino que se está dando desde hace muchos años”, independientemente del recorrido académico que elija cada cual. “El éxito es conseguir que las personas sean felices en su vida, sean lo que sean. Éxito es una estabilidad y una felicidad que les permita desarrollarse en la vida como buenas personas, como ciudadanos críticos y participativos. Yo creo que la escuela lo puede ofrecer, y en ese sentido, los niños adoptados lo están consiguiendo a todos los niveles”.

 Fuente noticia: http://www.noticiasdealava.com/2017/07/30/sociedad/adopcion-en-la-escuela-sin-tabus
Fuente imagen: http://static.deia.com/images/2017/07/30/adopciones_9842_1.jpg
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El número de niños rusos en orfanatos se reduce tres veces en 10 años

Rusia/06 julio 2017/Fuente: Sputniknews

El número de niños en orfanatos rusos disminuyó tres veces en los últimos diez años, declaró la ministra de Educación de Rusia, Olga Vasílieva.

«Desde 2006 hasta el año actual el número de niños huérfanos, cuyos nombres están en el banco estatal, se redujo casi tres veces, de 186.000 a 61.000 y la tendencia continúa en 2017», dijo Vasílieva.

Al mismo tiempo, la ministra añadió que «hay señales preocupantes», al detectarse casos de devolución de niños en orfanatos.

«Esto causa un trauma irreparable al niño», subrayó la titular de Educación.

Además, la ministra comunicó que se trabajó en aras de mejorar la competencia de los trabajadores sociales en las regiones de Rusia.

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/rusia/201707061070544895-cantidad-huerfanos-rusia-reduccion/

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El proceso de adopción y sus implicaciones en padres e hijos

01 de marzo de 2017 / Fuente: https://www.isep.es/

Por: Marbí Pereira

La adopción es otra manera de acceder a la maternidad/paternidad diferente a la biológica, que se fundamenta en la filiación jurídica, la cual fue regulada en 1993 por la Conferencia de la Haya en la que se establece que los países que firmaron el acuerdo se comprometen a (Alguacil, 2012):

  • Garantizar que el menor es adoptable.
  • Garantizar la idoneidad de las unidades familiares que desea adoptar.
  • Hacer el seguimiento de la adopción del niño en su nuevo hogar.

Los padres biológicos deben garantizar el poder cubrir las necesidades de un menor adoptable. Cabe destacar que comparten las mismas responsabilidades respecto a sus hijos que los biológicos, pero hay algunos aspectos que los diferencian (Alguacil, 2012). La primera diferencia implica la obligación de pasar por un proceso de formación y selección antes de acceder a la paternidad/maternidad (certificado de idoneidad) y en la más corta o larga espera hasta la asignación del niño.

La segunda diferencia se centra en las motivaciones que pueden llevar a adoptar a una persona o a una pareja. Este tema es complejo y habitualmente se centra más en el plano emocional que en el cognitivo, pero en todo caso, se sabe que tiene que ver con la experiencia vivida y con las expectativas sobre los menores

La tercera diferencia se produce una vez llegado el niño; los padres han de aceptar a un niño que ya existía al margen de ellos y que aportará su pasado. Más adelante, debe ayudarle a integrar su personalidad adoptiva.

Los condicionamientos para adoptar y los procesos de adopción y de idoneidad se basan en la necesidad de que las familias entiendan y estén preparadas para vivir esta realidad específica. Concretamente, se ha de ayudar a las familias a trabajar (Alguacil, 2012):

  1. Valorar las características especificad de los menores adoptados
  2. Asumir las funciones parentales relacionadas específicamente con la adopción
  3. Conocer y buscar estrategias de afrontamiento de las principales problemáticas de los niños/as adoptados.
  4. Saber buscar ayuda profesional en caso de que sea necesario

Características de los niños adoptados (Alguacil, 2012):

  1. Provienen de situaciones carenciales, entornos desfavorecidos, en los que no han recibido ni la alimentación ni el afecto, ni los estímulos más adecuados para su evolución física y psíquica
  2. Han de realizar un gran esfuerzo de adaptación (cultura, familia, etc.).
  3. Han de integrar sus orígenes, es decir, incorporar su pasado a su presente y reconocer los orígenes ajenos a su familia actual

Funciones parentales generales (Alguacil, 2012):

  • Función parental de protección: los padres han de velar por el crecimiento y desarrollo físico del menor, y también, deben proporcionarle un ambiente de seguridad que evite posibles riesgos. En el caso de la adopción, los padres tienen la obligación de controlar la salud de sus hijos, y ayudar y reparar en la medida de lo posible, todas aquellas carencias que puede presentar el niño.
  • Función parental de simbolización: los padres deben velar por la socialización en las conductas básicas de comunicación, diálogo y simbolización del menor. En la adopción, los padres han de asegurarse que los niños vivan en un entorno que facilite la comunicación, y en muchos casos, el aprendizaje de una lengua nueva y la relación entre todos los miembros de la familia nuclear, de la familia extensa y de la comunidad.
  • Función parental afectiva: para garantizar el desarrollo psicológico de su hijo/a, los padres deben crear en su casa un clima de afecto y respeto. Los menores adoptados que han estado institucionalizados, a menudo no han tenido relación con referentes afectivos cercanos y estables, por ello, los padres adoptivos deben enseñar a sus hijos a confiar en ellos.
  • Función parental de estimulación: los padres deben aportar a los hijos la estimulación que garantice que se pueden desarrollar correctamente de acuerdo con las necesidades del entorno. La estimulación que han de dar los padres debe ir en dos sentidos: a) creando un ambiente estimulante, y b) proporcionando interacciones positivas (Palacios y Rodrigo, 2004). Es habitual que, durante los primeros seis meses, el menor efectúe regresiones por lo que es efectivo estimular conductas propias de su edad más que emplear sistemáticamente el castigo o la desvaloración.
  • Función parental educativa: los padres son responsables de la educación integral de su hijo y deben tomar decisiones sobre contextos educativos que influirán de manera significativa en los menores. Los padres adoptivos deben tener unas expectativas reales de las posibilidades académicas y educativas de sus hijos para proporcionarles el entono educativo más adecuado. Es primordial ayudar a que los niños se adapten a una nueva cultura y unas nuevas costumbres. Los padres también deben estar preparados para establecer unas normas y limites que ayuden al niño/a a desarrollarse y crecer de manera sana y equilibrada.

Dificultades prevalentes en los niños adoptados (Alguacil, 2012):

Apego: según la Teoría del Apego de John Bowlby, el proceso de construcción de un apego sano se refiere a un vínculo muy específico que se construye de padres a hijos. Este vínculo implica una relación emocional perdurable, la cual produce seguridad y placer, y delante del riesgo de perder a esta figura de referencia se sufre una gran ansiedad. Entre los seis meses y los tres años de edad es un proceso crítico para la formación del apego. Sin embargo, se ha constatado que las relaciones seguras con otras personas, o la terapia, pueden compensar las relaciones menos satisfactorias con los progenitores y superar las relaciones infelices del pasado

Sentimientos de pérdida: los niños adoptados han pasado por situaciones de pérdidas significativas. Estas se perciben de forma diferente en función a la edad.

Desarrollo psicológico: en un estudio realizado en España por Jesús Palacios (2007) se observó que el 44% de los niños adoptados mostraban un retraso promedio de 16 meses en su desarrollo psicológico en casi todos los ámbitos (cognitivo, comunicacional, relacional y afectivo).

Conducta: las dificultades de atención y los rasgos de hiperactividad son las dificultades más significativas en los adoptados y las que tienen efectos más duraderos.

Fuente artículo: https://www.isep.es/actualidad-psicologia-clinica/el-proceso-de-adopcion-y-sus-implicaciones-en-padre-e-hijos/

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India: Bangalore University adopts 2 girl students

Bengaluru / 05 de octubre de 2016 / Fuente: http://www.newindianexpress.com/

In a first such initiative, the Bangalore University has adopted two girls who got admission in the varsity’s post-graduate courses for the current academic year and struggling to pay the fees.
While one girl will pursue MA in English, the other has taken Law. Though they had merit and got the seats, they did not have money for the fees. Finally, they approached BU authorities, who decided to adopt them and educate them. They will be provided with free hostel facility at the Jnana Bharathi campus.

Prof K N Ninge Gowda, registrar administration,  told Express, “A few weeks back, a girl from Chamarajnagar approached me seeking a free hostel seat. As she does not belong to SC/ST community, we did not have options to give her a free seat. When we asked about her parents, she said she grew up at an orphanage in Chamarajnagar. Finally, we decided to adopt such students and bear the entire cost of their education.”
“We have cross-checked about their background with the orphanages where they grew up. We have told the students to concentrate on academics and perform well,” added the Registrar.

Though there is no such quota reserved for orphans, the university decided to adopt them so that they can continue with their higher education.
“We will continue this every year from here on. We will place it before the Syndicate for resolution,” added Gowda.
Meanwhile, the teaching faculty of the university is creating a corpus fund by collecting a minimum of `500, to be used to educate the adopted students of the university in the future. The fund is not limited to girls, even boys can get its benefit.

Fuente noticia: http://www.newindianexpress.com/cities/bengaluru/2016/oct/04/bangalore-university-adopts-2-girl-students-1524832.html?pm=331

Foto: https://en.wikipedia.org/wiki/Bangalore_University#/media/File:Bangaloreuniversity.jpg

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España: La Generalitat estudia prohibir nuevas adopciones de niños rusos y ucranianos

España/Julio de 2016/La Vanguardia

La consellera de Treball, Afers Socials i Famílies, Dolors Bassa, ha declarado hoy que la Generalitat se está planteando no conceder más adopciones de niños procedentes de Rusia y Ucrania, ya que una parte de ellos llega con el Síndrome de Alcoholismo Fetal (SAF). Esta enfermedad se debe al consumo de alcohol por parte de la madre durante el embarazo y produce malformaciones físicas y psíquicas difíciles de detectar en los primeros años.

Bassa ha aclarado que no se interrumpirán las adopciones que ya estén en curso y que la nueva medida se podría comenzar a aplicar a partir de septiembre u octubre de este año. De momento, se está trabajando en un proyecto que consta de cuatro partes. En primer lugar, un estudio para saber cuántos niños se hallan afectados, en colaboración con los hospitales catalanes de referencia y el departament de Salut. En segundo término, un protocolo de diagnóstico y divulgación del síndrome.

También se creará una guía de recursos que determine las necesidades de los menores afectados en el ámbito de la salud, educativo y social; y otra guía de uso interno para el personal del Institut Català d’Acolliment i Adopció (ICAA) y las Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional, para minimizar los riesgos.

5.000 menores adoptados de Europa del Este

Actualmente hay 5.000 menores adoptados que proceden de países de Europa del Este. A partir del año 2000, cuando hubo un pico de adopciones de estos países, comenzaron a detectarse algunos casos de menores afectados por el Síndrome de Alcoholismo Fetal, tal y como recogió La Vanguardia.

Es por ello que el ICAA hace tiempo que alerta a las familias de los riesgos existentes a la hora de adoptar un menor procedente de Europa del Este. Las que ya se han encontrado con este problema crearon hace un año y medio la Asociación de Familias Afectadas por el Síndrome de Alcoholismo Fetal (AFASAF) para promover el reconocimiento del SAF como enfermedad crónica y fomentar la investigación y la formación de los profesionales.

Rusia es el país con mayor número de adopciones

Si la Generalitat decidiera prohibir nuevas adopciones procedentes de Rusia y Ucrania, podría producirse una reducción considerable de las oportunidades para adoptar, ya que la mayoría de los pequeños proceden de Rusia, según datos del Institut Català d’Acolliment i Adopció. Así, de las 1.755 adopciones realizadas entre 2011 y 2015, 595 pertenecían a menores rusos y 16 a ucranianos. El continente africano aportó 535 menores en el mismo periodo; Asia, 397; y América, 169.

No obstante, la cifra de niños rusos ha ido disminuyendo con el paso de los años, pasando de 265 en 2011 a 30 en 2015. Ese año le ha seguido Etiopía, con 29 menores; Vietnam, con 15; China, con 12; Colombia, con 11; y Bulgaria, con 10.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20160721/403372488753/adopciones-rusos-ucranianos.html

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En Paraguay los ricos adoptan niños pobres y los ponen a trabajar

Paraguay / 21 de junio de 2016 / Por: Miguel Velazquez / Fuente: http://www.metrord.do/

Una práctica común se puso en evidencia en Paraguay, donde la clase rica adopta a niños pobres y los ponen a trabajar realizando labores domésticas.

El criadazgo es una práctica en la que las familias pobres mandan a sus hijos como criados de la clase alta, a cambio de que los ricos se hagan cargo de las necesidades básicas del niño y les permitan obtener una educación, de acuerdo a información publicada por la «BBC«.

Las protestas en Paraguay contra el criadazgo

Las familias de clase alta ofrecen cuidar al menor en sus necesidades básicas y darles educación  Foto: twitter.com/abjoseorue/

Este intercambio se realiza desde hace décadas. Sin embargo, recién comienza a causar polémica mundial por el caso de Carolina Marín, una joven de 14 años que vivía como «criadita» en una casa en la localidad de Vaquería, a más de 200 kilómetros de Asunción.

La joven falleció por los golpes que le propinó el dueño de la casa con una rama de guayaba, después de que la encontró besándose con un albañil. El caso llegó hasta el parlamento de Paraguay, donde se impulsó un proyecto legislativo para prohibir el criadazgo en el país.

Según datos brindados por UNICEF, aunque el acuerdo es brindarle al menor una educación, esto no se concreta y frecuentemente los niños no asisten a la escuela, además de que están expuestos al abuso.

La Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNA) de Paraguay estimó en 2011 que 46 mil 993 niños y adolescentes estaban en situación de criadazgo; lo que corresponde al 2.5% de todos los menores de edad del país.

Las protestas en Paraguay contra el criadazgo

Es una práctica que se ha vuelto costumbre desde hace décadas   Foto: twitter.com/Marurley

La puerta a la explotación laboral 

Según advirtió en 2014 la secretaría gubernamental, el 58% de las niñas víctimas de trata en Paraguay eran «criaditas».

Eso no es todo. El peor panorama es al llegar a la adolescencia, pues nueve de cada 10 adolescentes denunciaron haber sido explotadas sexualmente cuando eran «criaditas». «La relación es tan directa que es difícil no pensar en el criadazgo como su causa principal», informa la SNNA en un comunicado.

Ante esta situación, la agencia gubernamental recomienda a las familias acogedoras no hacerse responsables de más de un niño, solicitar la guarda legal ante un juzgado y no forzarlo a trabajar; ya que es ilegal: «Inclusive, si la acción se realiza como una ayuda caritativa, no puede ser a cambio de fuerza de trabajo», expresó la SNNA.

Fuente noticia: http://www.metrord.do/noticias/en-paraguay-los-ricos-adoptan-ninos-pobres-y-los-ponen-a-trabajar/WYEpfu—SUsDqcGr7UMaVeteIBLlHw/

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