Page 2 of 6
1 2 3 4 6

El nuevo año escolar empieza sin clases en Afganistán

Asia/Afganistán/24-03-2023/Autor(a) y Fuente: www.jornada.com.mx

Kabul. Las escuelas afganas reabrieron este martes para el nuevo curso escolar, pero debido a la falta de comunicación de las autoridades talibanas, los alumnos no acudieron a los establecimientos, que siguen estando prohibidos a las adolescentes, constataron periodistas de la AFP.

Las autoridades decidieron la reanudación el martes de las clases de primaria y secundaria pero no lo anunciaron públicamente, con lo que los alumnos no acudieron a las escuelas, constataron periodistas de la AFP tras visitar siete centros en Kabul.

«Nuestro director nos mandó una carta del ministerio de Educación, pero como no se hizo ningún anuncio público, ningún alumno vino», dijo a la AFP Mohammad Osman Atayi, profesor de un centro de secundaria en la capital.

El anuncio no supone ningún cambio para las chicas de entre 11 y 18 años, quienes tienen prohibido el acceso a la educación secundaria desde el regreso de los talibanes al poder en agosto de 2021.

Hubo un breve momento de esperanza para las cientos de miles de adolescentes afectadas el 23 de marzo de 2022, cuando las autoridades habían prometido reanudar las clases para mujeres, pero horas después se retractaron.

«Estoy deprimida y rota», explicó a la AFP Sadaf Haidari, de 15 años. «La educación es nuestro derecho fundamental. Tenemos que ir a la escuela (…) pero los talibanes nos quitaron todo».

Las autoridades aseguraron que la prohibición, que no afecta a la educación primaria, era temporal y que las clases se reanudarán una vez se defina un programa basado en los preceptos islámicos.

Sin embargo, algunos responsables talibanes afirman que los religiosos ultraconservadores que aconsejan al líder supremo Hibatullah Akhundzada son profundamente escépticos respecto a educar a las mujeres.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2023/03/21/mundo/el-nuevo-ano-escolar-empieza-sin-clases-en-afganistan/

Comparte este contenido:

Afganistán: Universidades afganas vuelven a clases; sigue el veto a mujeres

Asia/Afganistán/10-03-2023/Autor(a) y Fuente: www.jornada.com.mx

Kabul. Los universitarios varones retomaron sus estudios este lunes en Afganistán tras las largas vacaciones de invierno, pero las estudiantes siguen vetadas por el gobierno de los talibanes que margina a las mujeres.

La prohibición de estudios universitarios es una de las tantas restricciones impuestas a las mujeres por los talibanes desde su regreso al poder en agosto de 2021.

La discriminación de las mujeres en Afganistán ha sido condenada en todo el mundo, incluso en países musulmanes.

«Tengo el corazón destrozado de ver como los hombres van a la universidad y nosotras nos quedamos en casa», lamentó Rahela, de 22 años, en la provincia central de Gaur.

«Esto es discriminación contra las mujeres porque el islam nos permite tener educación superior. Nadie debería impedirnos aprender», reclamó.

El gobierno talibán impuso la prohibición tras acusar a las alumnas de ignorar el estricto código de vestimenta para las mujeres y la exigencia de ir acompañadas por un familiar masculino al campus.

Previamente, la mayoría de las universidades tenían entradas y aulas segregadas por género, y solo permitían que las mujeres recibieran clases con profesoras femeninas u hombres viejos.

«Es doloroso ver como miles de chicas se ven privadas de acceder a una educación», afirmó Mohamad Haseeb Habibzadah, un estudiante de informática de la Universidad de Herat.

En Kabul, Ejatullah Nejati, un estudiante de ingeniería, dijo que el derecho a estudiar es algo fundamental.

«Aunque asistan a clases en días alternos, esto no es un problema. Tienen el derecho a la educación», dijo Nejati a su llegada al campus.

El miedo del gobierno

Waheeda Durrani, que hasta el veto estudiaba periodismo en Herat, afirmó que el gobierno talibán quiere que las chicas sigan sin recibir una educación.

«Si las chicas afganas y las mujeres reciben una educación, nunca van a aceptar a un gobierno que explote el islam y el corán», dijo la joven.

«Ellas defenderían sus derechos. Y ese es el miedo que tiene el gobierno», agregó.

Varias autoridades talibanas han dicho que la prohibición a las mujeres es temporal, pero tampoco han reabierto las escuelas secundarias para niñas, que tienen más de un año cerradas.

Han presentado numerosas excusas para el cierre, desde la falta de fondos hasta el tiempo para ajustar el programa educativo acorde con los lineamientos islámicos.

La realidad, según las autoridades talibanas, es que los clérigos ultraconservadores que asesoran al supremo líder del país, Hibatullah Akhundzada, son profundamente escépticos sobre la enseñanza moderna para las mujeres.

Desde su llegada al poder, los talibanes han excluido a las mujeres de la vida pública, sin acceso a muchos puestos en el gobierno, muchas son relegadas al hogar, donde perciben un pequeño salario por permanecer en casa.

También tienen vetado los parques, ferias, gimnasios y baños públicos, y deben estar cubiertas en público.

Grupos de derechos han condenado las restricciones, y la ONU denunció un «apartheid de género».

La comunidad internacional ha insistido en el derecho de las mujeres a la educación forme parte de las negociaciones sobre la ayuda al país y el reconocimiento del régimen talibán.

Hasta ahora ningún país ha reconocido al gobierno talibán.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2023/03/06/mundo/universidades-afganas-vuelven-a-clases-sigue-el-veto-a-mujeres/

Comparte este contenido:

Tres mujeres afganas ejemplares piden a la comunidad internacional que apoye urgentemente la educación de las niñas y las mujeres

UNESCO

“Hoy en día, una niña afgana que desee acceder al derecho humano fundamental de la educación tiene dos opciones: Si tiene suerte, irse al extranjero, o pasar a la clandestinidad. Convertirse en refugiada o, de hecho, convertirse en una delincuente en Afganistán. Estamos hablando de una niña de 12 años”.

Estas son las enérgicas palabras de Shabana Rasikh, fundadora de School of Leadership Afghanistan, una de las tres mujeres afganas que tomaron la palabra durante un debate organizado en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York para conmemorar el Día Internacional de la Educación de este año, el 24 de enero. La UNESCO dedicó el Día a las niñas y mujeres de Afganistán que se han visto privadas de su derecho a la educación y reclamó el levantamiento inmediato de la prohibición que restringe su acceso a la escuela y a la universidad.

La institución de la Sra. Rasikh, School of Leadership Afghanistan, era un internado para niñas que funcionó en Kabul entre 2006 y 2021. Tuvo que trasladar a toda la comunidad escolar a Rwanda, donde continúa actualmente su labor.

“La realidad es que una mujer sin acceso a la educación es una mujer sin poder de acción”, afirmó la Sra. Rasikh. “Es una mujer sin independencia económica o personal. Una mujer que vive de limosnas, completamente dependiente de otros para satisfacer sus necesidades básicas”.

Desde septiembre de 2021, el regreso a la escuela de todas las niñas afganas mayores de 12 años se ha pospuesto indefinidamente, dejando a 1,1 millones de niñas y mujeres jóvenes sin acceso a la educación formal.

En diciembre de 2022 se suspendió hasta nuevo aviso la educación universitaria para mujeres, lo que afectó a más de 100.000 alumnas que asistían a centros de educación superior públicos y privados.

“Primero, los talibanes nos privaron a las mujeres afganas del derecho a la escuela secundaria; después, del derecho a acceder a la universidad”, lamentó Rasikh. “Ni niñas que se gradúen en secundaria; ni mujeres con títulos universitarios; ni libertad para encontrar trabajo; ni habilidades que aportar a ningún mercado laboral. Ningún lugar donde existir más allá de las paredes del hogar. Sin independencia, sin libertad, sin voz, sin esperanza. Este es el futuro que nos reservan”.

La Sra. Rasikh hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que invierta con miras a garantizar que las refugiadas afganas tengan acceso a una educación de calidad en sus países de acogida.

“Para que cada niña afgana en el exilio se convierta en una mujer afgana instruida y preparada para regresar a Afganistán”, afirmó. Rasikh también abogó por aumentar la inversión en aprendizaje en línea y encontrar soluciones innovadoras, seguras y eficaces para llegar a todas las niñas del país.

“¿Cuánto vale una chica? Lo vale todo. Y puede hacerlo todo”, concluyó Rasikh.

“Por desgracia, la comunidad internacional, los líderes mundiales y el mundo en su conjunto, nos han fallado. Y por ‘nosotros’ me refiero al ‘futuro’. El futuro que todos compartimos juntos”, afirmó Aydin Sahba, estudiante de la Escuela de Liderazgo de Afganistán y activista que ofreció otro testimonio enérgico durante el debate de Nueva York.

“Quiero que el mundo luche por mis hermanas”, afirmó. “Porque por mis hermanas – todas las que se quedaron en el país – merece la pena esta lucha […] Mientras la crisis actual siga afectando a las vidas de millones de niñas afganas, debemos ser plenamente conscientes de las raíces y las repercusiones a largo plazo de dicha crisis, y actuar en consecuencia. Limitarse a abrir las puertas de escuelas y universidades ya no es la solución definitiva”.

La Sra. Sahba recordó que la calidad y el contenido de la educación que reciben los niños afganos también deben abordarse. También aplaudió a las niñas y mujeres de Afganistán que protestan cada día en las calles de todo el país y exigen que se levante la prohibición de su derecho a la educación.

La activista y escritora afgana Pashtana Dorani, que se vio obligada a exiliarse, también compartió su historia. Es fundadora y directora ejecutiva de Learn Afghanistan, la primera red de escuelas digitales del país.

Es hora de que los líderes mundiales comprendan que la educación en Afganistán no es un proyecto de seis meses”, insistió. “Es un compromiso a largo plazo”.

La Sra. Dorani sacó a la luz algunos de los retos relacionados con el desarrollo de herramientas, la formación de los docentes y el acceso a los contenidos pedagógicos en las lenguas locales, tanto en línea como fuera de línea. También sugirió mecanismos de financiación alternativos y soluciones para apoyar a las comunidades del país que están marcando la diferencia y luchando por sus derechos.

“El acceso a la educación no significa que todas las niñas de Afganistán vayan a tener acceso a oportunidades”, afirmó. “Porque el acceso a la educación, sin ninguna oportunidad, no significa nada. Si no tienes independencia económica, si no tienes independencia emocional, y si no tienes derecho a moverte, a viajar o a hablar libremente”.

Actualmente, el 80% de las niñas y jóvenes afganas en edad escolar – 2,5 millones de éstas – permanecen sin escolarizar. Casi el 30% de las niñas afganas nunca ha accedido a la educación primaria.

¿Cómo apoya la UNESCO la educación en Afganistán?

La UNESCO ha estado muy implicada en el apoyo al sistema educativo de Afganistán durante los últimos 20 años. Desde agosto de 2021, ha reorientado sus intervenciones para garantizar la continuidad de la educación mediante clases comunitarias de alfabetización y desarrollo de capacidades para más de 25.000 jóvenes y adultos, incluido un 60% de mujeres y niñas adolescentes en 20 provincias. Su campaña de sensibilización “Alfabetización para un futuro mejor” llegó a más de 20 millones de afganos con el objetivo de aumentar la concienciación pública sobre el derecho a la educación de jóvenes y adultos, especialmente mujeres y niñas adolescentes.

La UNESCO también está trabajando en una iniciativa de seguimiento de datos sobre educación para garantizar datos fiables, de modo que los asociados del sector educativo canalicen la financiación hacia las necesidades educativas de mayor urgencia.

https://www.unesco.org/es/articles/tres-mujeres-afganas-ejemplares-piden-la-comunidad-internacional-que-apoye-urgentemente-la-educacion

Comparte este contenido:

Las mujeres afganas observan el Día de la Educación separadas de las aulas

Kabul, 24 ene (EFE).- Activistas recordaron hoy, con motivo del Día Internacional de la Educación, aquellos años en los que la educación era un derecho incuestionable para los millones de afganas que desde la llegada al poder de los talibanes no han podido regresar a las aulas.

«Es un día importante, pero en Afganistán se ignora a la mitad de la población de la participación social», incluyendo a millones de niñas que están privadas del acceso a la educación, lo que supone «un gran revés para el país y el sistema educativo», indicó a EFE la activista social afgana Sodaba Nazhand.

Para la activista, que impartió clases de educación gratuitas para niños de la calle en Kabul, los años que las afganas pasen sin poder asistir a las aulas, «serán imposibles de recuperar» y el país «se enfrentará a más hambre, pobreza y oscuridad (…), ya que la base de la superación y el desarrollo es la educación».

«Sin educación, nuestro país siempre será dependiente y la gente (ajena al país) podrá utilizar la minería y los recursos de Afganistán para su bienestar», remarcó.

Por su parte, la activista pro derechos Maryam señaló a EFE que la visión de los fundamentalistas «está borrando a las mujeres sistemáticamente de la sociedad y la educación es una prueba de ello».

A pesar de las protestas que ha vivido el país en el último año y medio para reivindicar la vuelta las aulas de educación secundaria y universitaria, Maryam considera que los talibanes nunca revertirán su decisión de apartarlas de la sociedad.

«Hasta ahora, somos testigos de que los talibanes nunca han creído en los derechos de las mujeres, por lo que estamos pidiendo un gobierno no talibán», lamentó.

Para conmemorar este día, un grupo de afganas realizó una protesta a puerta cerrada y con el rostro tapado para alzar la voz por sus derechos.

«Las mujeres y niñas en Afganistán celebran este día en un momento en el que están privadas de su educación», dice una de las mujeres de esta protesta, según un fragmento de vídeo compartido en redes sociales, en el que exige poner fin al legado de los talibanes en Afganistán.

https://www.swissinfo.ch/spa/afganist%C3%A1n-mujeres_las-mujeres-afganas-observan-el-d%C3%ADa-de-la-educaci%C3%B3n-separadas-de-las-aulas/48228960

Comparte este contenido:

Régimen Talibán De Afganistán Prohíbe A Las Mujeres El Acceso A La Universidad

Por: José Robles

CON ESTA MEDIDA, LAS MUJERES EN AFGANISTÁN HAN SIDO PRÁCTICAMENTE VETADAS DE TODO EL SISTEMA EDUCATIVO DEL PAÍS

En una medida que ha causado revuelo y rechazo en todo el mundo, el gobierno de Afganistán decidió prohibirles a las mujeres del país el acceso a la educación universitaria, tanto pública como privada.

La prohibición se enmarca en una serie de restricciones a los derechos de las mujeres que el gobierno talibán de Afganistán ha impuesto desde su llegada al poder en agosto de 2021.

Poco después de haberse impuesto por la vía de las armas en el gobierno afgano, el régimen talibán prohibió el acceso a la educación secundaria y preparatoria a las mujeres del país.

Con la prohibición actual, las mujeres afganas están prácticamente vetadas de la educación escolarizada y, en una perspectiva más amplia, su calidad de vida y posibilidades de futuro también se ven seriamente afectadas.

En términos generales, desde su llegada al poder el régimen talibán ha mermado notablemente los derechos de las mujeres en Afganistán, imponiendo medidas como el uso obligatorio y estricto de la burka, la prohibición para las mujeres de entrar a parques y jardines de Kabul (la capital del país) y otras relacionadas con la interpretación radical de la sharia, la ley islámica.

Fuente de la información e imagen: https://pijamasurf.com

Comparte este contenido:

La educación perfecta

Por Jorge Majfud

Ronald fue uno de los tantos veteranos de guerra que conocí, desde Vietnam hasta Afganistán. Algunos de ellos se convirtieron en militantes contra las guerras de los ricos; otros trataron de justificar la pérdida de una pierna o de una vida antes del suicidio.

Por alguna razón, la discusión sobre el golpe de Estado de 1976 en Argentina había derivado a la educación familiar. Ronald (su nombre era otro) levantó una mano y expuso su teoría de la educación de los hijos y el impacto en el destino de una sociedad y de una nación. Ese mito popular de “la familia es la base de la sociedad”.

Tenía 22 años. No tenía hijos, dijo, pero había sido educado por dos padres que nunca le habían dado un chancletazo, ni cuando él le había gritado a su padre el clásico “n’gger motherfucker” (traducción literal: “negro violador de tu madre”). En castellano no existe una ofensa tan obscena.

Sus padres ni siquiera le habían levantado la voz para corregirlo. Habían apelado al modelo clásico de psicología Disney, tratando de comprender su frustración. En su casa, todo se discutía de forma democrática.

―Pero una familia no es una democracia―observé.

―La mía sí. No todas las familias son iguales…

―Cierto. Tampoco todos los hijos ni todos los padres son iguales…

Por entonces, Ronald era muy joven; no tenía hijos, lo cual no lo inhabilitaba para opinar sobre cómo educar a un hijo. Pero sí para moralizar. En realidad, todos estamos inhabilitados para moralizar, sobre todo en asuntos que ignoramos tanto, como lo es la vida privada de nuestros vecinos.

―Mis padres ―cortó Ronald, con la fe de los convencidos― siempre estuvieron en contra de toda forma de violencia en la educación…

En este momento, se detuvo dos segundos y otro estudiante aprovechó para apoyar con más ejemplos personales a su compañero. Creo que alguien mencionó a la Madre Teresa, quien no había tenido hijos pero igual había sido madre. Una madre terrible, habría que agregar, como Santa Teresa unos siglos antes. Como algunos curas célibes, pero no abstemios, a quienes todos llaman padre mientras dan consejos matrimoniales y clases de educación sexual.

No recuerdo qué dijo la estudiante sobre sus padres en Nebraska, porque me quedé pensando en Ronald. El joven sufría de trastorno post traumático. El día que pasé la película Missing (sobre el golpe de Estado en Chile, con Jack Lemmon) salió del auditorio corriendo. Luego me dijo que por su condición no podía presenciar escenas violentas porque él mismo perdía el control y se ponía violento.

Yo conocía a Ronald bastante bien porque había estado muchas veces en mi oficina y muchas veces habíamos terminado hablando de su experiencia en Irak. Lo habían enviado a esa guerra justificada con mentiras, como casi todas, de donde volvió con ese trauma o trastorno que parecía no tener cura. Los jóvenes sobrevivientes de esa y otras guerras que conocí (algunos muertos en vida) creían saber de qué se trataba todo, aunque solían ocupar sus días disparando al enemigo, hasta agotarse, o cargando el cuerpo de algún compañero caído. Algunos pocos entendieron que, en realidad, como decía Mohamed Alí, habían ido al otro lado del mundo a matar y a morir por los poemas de siempre: Dios, la patria, la libertad, la democracia y la seguridad nacional. Los otros, lo último que querían escuchar era que habían sido apenas peones de un viejo ajedrez.

Ronald fue uno de los tantos veteranos de guerra que conocí, desde Vietnam hasta Afganistán. Algunos de ellos se convirtieron en militantes contra las guerras de los ricos; otros trataron de justificar la pérdida de una pierna o de una vida antes del suicidio. Miles de ellos (16.000) se suicidan cada año en Estados Unidos, pero los medios prefieren enfocarrse en noticias de verdad.Junto con sus psicólogos del gobierno, muchos de estos combatientes se convirtieron en distintos personajes de mis novelas, como Crisis y El mar estaba sereno. Creo que no había otra forma explorar el problema desde su interior.

Ahora, Ronald es pastor de una iglesia en Texas. Probablemente eso lo salvó del suicidio o los psicólogos del gobierno lograron controlar su estrés post traumático. Su prédica de la no violencia de Jesús no le impide, ni a él ni a sus feligreses, acumular armas de guerra en sus casas, sólo por las dudas, por si un día deben defender la libertad contra otros compatriotas que no están pensando igual. Como en los videos tóxicos y virales donde un pobre muchacho es acosado por los bullies y al final los revienta a todos con elegantes patadas, Roland le enseña a sus hijos las virtudes de la educación libre de todo tipo de violencia que le enseñaron sus padres. Hasta que sea necesario recurrir a la solución de siempre, siempre en defensa propia. ¿Tenemos derecho a defendernos, o no?

Los padres de Ronald lo habían educado con amor, sin violencia. Amor al diálogo, a las armas, pero solo para protección personal y para proteger la libertad. Amor a Jesús, pero no amor de Jesús. Una educación amablemente construida en la pulcra y orgullosa devoción en la iglesia los domingos, en las bucólicas cenas de thanksgiving en noviembre y en los videojuegos casi todos los días.

Videojuegos y educación en valores de la no violencia, como el que siguió jugando Ronald cuando lo enviaron a Irak. Sólo que, cada vez que apretaba un botón, los otros jugadores morían de verdad. Como decía el Andrew Jackson de los billetes de veinte dólares, cuando aseguraba que debió tomar las tierras de los salvajes para dárselas a “los amantes de la libertad” y el bueno de Winston Churchill, cuando recomendaba usar armas químicas, era un sacrificio necesario para suprimir a los salvajes que no entienden eso de la civilización y la no violencia.

La educación perfecta

Comparte este contenido:

Afganistán: Adolescentes afganas se presentan a exámenes pese a llevar un año sin ir a clases

Asia/Afganistán/09-12-2022/Autor(a) y Fuente: www.jornada.com.mx

Jóvenes afganas podrán tomar sus exámenes de graduación de la escuela secundaria esta semana, a pesar de que se les ha prohibido la entrada a las aulas desde que los talibanes tomaron el control del país el año pasado. En la imagen, estudiantes asisten a un centro educativo religioso, que permaneció abierto desde el cambio de régimen, en Kabul, Afganistán, el 11 de agosto de 2022. Foto Ap

Las autoridades educativas afganas organizaron el miércoles exámenes de fin de estudios secundarios para adolescentes en gran parte del país, a pesar de que a la mayoría de ellas se les prohibió asistir a clase durante más de un año.

El ministerio de Educación no facilitó detalles sobre los exámenes -ni sobre el número de alumnas que se presentaban a ellos- y se negó a permitir que los medios de comunicación se acercaran a las escuelas donde se estaban celebrando.

«Fueron muy difíciles. No estábamos listas», dijo una adolescente a AFP mientras se dirigía a su casa, pidiendo no ser identificada.

Afirmó que les avisaron sobre el examen apenas unos días antes. «Este examen no sirve porque durante tres años no hemos estudiado nada. Primero fue el coronavirus y luego la llegada de los talibanes, así que no pudimos estudiar», detalla.

La mayoría de las escuelas secundarias para niñas cerraron sus puertas en todo el país desde que los talibanes volvieron al poder en agosto del año pasado, y los islamistas de línea dura ofrecen una serie de excusas para justificar este hecho.

Los funcionarios afirman no contar con suficientes profesores o fondos. También aseguran que reabrirán cuando se haya preparado un plan de estudios islámico y cuando se formule una política nacional sobre el atuendo escolar.

El ministerio había anunciado la reapertura de dichas escuelas en marzo del año pasado, pero fueron cerradas horas después por orden del líder supremo Hibatulá Akhundzada que, según fuentes talibanes, se opone a la educación de las niñas.

Los talibanes permitieron hasta ahora que las jóvenes asistan a la universidad, con clases segregadas por sexo.

Sin embargo, se teme que, sin poder aprobar el examen de fin de estudios, haya muy pocas mujeres que puedan solicitar la universidad.

Los estudiantes que aprueban el examen de fin de estudios son elegibles para presentar el «Kankor», una prueba altamente competitiva que decide codiciadas plazas universitarias.

Comparte este contenido:
Page 2 of 6
1 2 3 4 6